MIL RAZONES. _______________ Querida Vanessa: Sabes que siempre me fue más fácil escribir que hablar, por eso decido hacerte esta carta, porque mereces saber que las cosas cambiaron y que mis intentos fracasaron, por qué después de tanto luchar decido renunciar. Y te adoro, pero ya no puedo seguir contigo, ya no podemos seguir viviendo así, mintiéndonos, mintiéndome a mí mismo, haciéndonos daño, creyéndome que había encontrado en vos todo lo que había buscado y por mucho que me duela o por mucho que no quiera, a partir de ahora no me queda más remedio que empezar a olvidarte. Olvidarme de esa sonrisa cuando nuestras miradas se cruzaban, de tu pelo y del olor de tu piel; de cómo adoraba abrazarte cada instante; amaba tus besos, tus labios, tus manos, tus caricias, de las horas muertas que hemos juntos pasado sin siquiera hablar solo sintiéndonos, de volver a ver una película contigo, de ir a cenar juntos, de tus “te quiero”, hasta de tu mal humor. Me encantaba como te burlabas de mis malos chistes y te reías de mis errores, me encantaban esos largos paseos a ningún lado, de esas largas charlas, dormir abrazados, y como me encantaba despertar y verte a mi lado, adoraba tantas cosas tuyas. No sé que nos pasó, en qué momento las cosas cambiaron e hicieron que este cuento de hadas se derrumbara de esta manera, no sé en qué momento empecé a odiar esos cambios repentinos de humor, a detestar tu perfume que usabas, a enfurecerme cuando te burlabas de mis chistes o de cada cosa que hacía mal, por eso no puedo seguir contigo. Cometí el error de creer que eras quien yo quería que fueras, y de sin preguntarte si estabas de acuerdo o no, convertirte en el centro de mi universo; me creí que serías para siempre mi antes y mi después lo que siempre había soñado. Y ahora ya no me queda más que olvidar y no sé cuánto tiempo necesitaré, pero intentaré cada día ir olvidándote, no sé si algún día lo conseguiré y lo peor de todo es que quizá pueda olvidarte, pero creo
que nunca podré dejar de quererte, estoy seguro de que nadie va a quererte nunca tanto como yo, pero deseo que alguien pueda hacerte feliz y pueda cumplir tus sueños. Sé que todo esto va a volverme a pasar, me volveré a equivocar, me volverán a romper el corazón; me voy a volver a enamorar, y me volveré a mentir, pero ya no contigo. Lo siento mucho te deseo lo mejor. Alexander. Fernando Ruttia - Un historia con la que quizás muchos de nosotros podemos sentirnos identificados, y en la que queda muy claro, que las razones que un día nos hicieron sentirnos enamorados o atraídos por alguien, pueden convertirse entonces en MIL RAZONES.