la se tax poesĂa nuestra de todos los dĂas
Carmen Larrovere
Poesía: Un lugar para habitar “La poesía es un riesgo puesto que es alma” Hanni Ossott. La poesía es para muchos algo más que un género literario. Para algunos se convierte en un lugar, en un espacio en el cuál es posible y soportable habitar, en donde el escribir un poema se convierte en la posibilidad de desdoblarse en él. La poesía como un lugar para comunicar desde el vivir, para olvidar y recordar, para morir y nacer, para huir y permanecer. La poesía que a veces salva y otras veces no sé lo que hace. Katherine Gomes
Llegada querido y nefasto pudor cruelmente me arrebatas la serenidad con tu humillante y necesario sentimiento no digo por mal alguno aquello de humillante lo digo pues, de rodillas me tienes conjugando planetas alineando placeres necesitando de un ser llamĂĄndolo con las olas de aire buscĂĄndolo con las nubes enterrando mis uĂąas en tierra para germinar en sus pies ser su paso ser su cresta rozagante invadir su contenido y carcomer mis ideales por elegirlo por elegirte a ti sentimiento eterno de los mortales
Huracán que diminuto huracán que arrancas de mi vientre. arrastra mi serenidad, mi santa espera y el idilio de conocimiento. que poderoso eres, tomas con tus grandes manos, enormes, raíces gruesas y profundas. lleva su tiempo, lo hiciste en segundos. comiéndome, lentamente, suavemente. y yo, flotando como pequeño átomo, diminuto, solo puedo mirar tus ojos y desvelarme, como aquel que se excede de café, o el que quiere calor en su noche solitaria, como aquel, como nosotros.
Ácido, dulce queriendo leer lo que tus labios dicen me dicen que en lo profundo tenemos lo que jamás nadie ha podido saborear ácido, dulce a así te comento que eres tan acido que penetras mi piel haciendo hoyos, profundos y dolorosos, llenos de placer. mi lujuria te llama y en el crepúsculo me pierdo pidiendo más de ti, de tu piel encendida que genera el calor que ilumina todo y me derrite mi boca sedienta solo quiere de tu boca de ardor para seguir en la sed corrupta y no dejarte ir. ya mi piel está seca, tus manos me han quitado todo pero calma, cuando llega tu dulzura todo cambia. es un despertar repentino del sueño de ese universo infinito que me ayuda a mirarte, admirarte. querer tenerte entre mi pecho de nubes y saborear el océano de tus sienes. hacerte un complemento natural y puro de nosotros.
Sin tĂtulo quiero vivir un momento que sea brutamente sexual hundirme en lo bruto en lo ignorante donde no me conozca donde no te conozco y somos seres brutos feos sin conocimiento de lo mĂnimo ni de lo mĂĄximo idiotas uniendo piel fluidos besos que no saben a saliva que no siente lengua pues, somos seres brutos ignorantes fatalmente corrompidos salvajemente necesitados.
Toques trato de cerrar mis ojos mientras el humo rodea mi cara, mis labios, mi nariz. penetra mi cabello dejando su textura, aquel olor embriagante, sintiendo su estado natural rasgĂĄndome el cerebro, lamiendo mi pecho, comiĂŠndome vivo.
la se tax poesía nuestra de todos los días
Carmen Larrovere
Tomo II Volumen I
Estudiante de educación mención arte plásticas en la Universidad de Carabobo
Texto de presentación
Katherine Gomes
Todos los poemas de:
Carmen Larrovere
Corrección de textos
Gema Durán
Fotografía
Miguel Tortolero
Diseño / Concepto
Yholfran Ochoa
Corrección Gráfica
Faride Mereb
Contacto de poeta
Contacto de publicación
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