¡No hace falta un destino para viajar, sólo disfrutar el camino!
PROMOCIÓN DE LA MOVILIDAD SOSTENIBLE
…Animante a utilizar el transporte público
P
or las características de nuestra vida diaria, una gran parte de nuestras actividades están asociadas al movimiento. Esto hace que inevitablemente debamos desplazarnos para cumplir con el trabajo, llevar a los hijos e hijas a los centros de estudio, realizar las compras familiares, ya sea, en el supermercado o la feria del agricultor, ir al cine, visitar el médico o simplemente salir de paseo, en fin, la mayoría de las rutinas diarias implican desplazamiento, algunos de ellos con trayectos cada vez más grandes. Estos desplazamientos obligados o no, requieren del uso de medios de transporte como el automóvil, el tren, el autobús, la motocicleta o el taxi. De todos ellos, el carro propio es el que mayor autonomía y comodidad parece ofrecernos. Si bien contar con automóvil puede hacer que el conductor tenga un mejor manejo de su tiempo, cierta despreocupación por los cambios de clima, una mayor de comodidad, seguridad e independencia o la posibilidad de viajar con la familia de vacaciones, la cultura de salir en carro propio tiene también múltiples consecuencias. Cualquiera de estas implicaciones o consecuencias negativas son muy claras y no requieren de ninguna explicación, para citar sólo algunas de ellas: pérdida de tiempo y dinero, atascos, contaminación ambiental, accidentes, aumento en el nivel de estrés, percepción de que las ciudades son espacios incómodos para vivir, mayor exposición a riesgo de asalto mientras se permanece en zonas de congestionamiento, infracciones o la dificultad para acceder a espacios de parqueos seguros y/o cercanos a los sitios de visita. No debemos dejar de lado el impacto social, económico y ambiental, quizá menos visibles, pero muy importantes de notar: la dependencia al petróleo, el efecto negativo de la contaminación atmosférica tanto para la salud de las personas como para el planeta, los altos costos que debe de realizar el gobierno en infraestructura destinada al tránsito de vehículos motorizados, pérdida de espacio urbano y de calidad de vida, son parte del precio que estamos pagando.
U
na muy buena alternativa es desplazarse en autobús o tren. Si considera el tema de su SALUD MENTAL, el hecho de no tener que conducir y lidiar con el tráfico, los peatones a destiempo, los semáforos, la señalización y las normativas de tránsito, supone una considerable reducción del estrés. Puedes aprovechar el tiempo en el bus o el tren para otro tipo de tareas como revisar las notificaciones del móvil, contestar emails, escuchar música, observar videos, leer un libro, estudiar, interactuar con otras personas…