Descubra todo sobre La guerra fría
¿Cuáles son los argumentos Que avalan la guerra fría, produjo Ataques violentos por parte de cualquiera De los bandos en contra del adversario?
E.U.A.
¿por qué Zizek sostiene que el socialismo latinoamericano fue traicionado por el propio régimen socialista ruso?
U.R.S.S.
GUERRA FRÍA Numero 17 Noviembre
Edición especial
INTRODUCCIÓN
Primero que nada, te agradecemos por adquirir esta gran revista Y te damos la bienvenida a un mundo de conocimiento, en el cual Aprenderás un poco mas sobre la guerra fría, o acaso ¿crees saber todo? ¿alguna vez te quedaste pensando el porque de Tal situación de la guerra fría? ¿qué es lo que exactamente querían Y por que? Así como estas preguntas y muchas mas, descúbrelas Hoy mismo con este gran almanaque que hemos realizado Especialmente para personas como tu, que estas interesado/a Que eres de esas pocas personas que les interesa la historia, pues Déjame decirte mi querido lector, hoy tus ojos veras algo increíble Tu mente explotara con tanta información sobre un solo tema, Reunida en un solo producto, ¡especialmente para V! El objeVvo principal de este producto es dar a conocer y recalcar Algunos puntos interesantes de lo que fue la guerra fría y como Primer capitulo tenemos “La guerra fría”. Como segundo apartado tenemos “El baúl de los movimientos LaVnoamericanos”. El tercer capitulo que lleva por nombre “La desintegración de la URSS”. En el capitulo 4 daremos a conocer una situación histórica que se dio a Raíz de la guerra fría. Y por ulVmo, pero no menos importante, una lucha socialista que esta Ocurriendo en la actualidad.
LA GUERRA FRÍA La relación entre ambos bloques fueron basados en enfrentamiento y hosVlidad a que sin llegar al conflicto directo que es la guerra fría. Cada bloque trato de mantener o aumentar geopolíVca e inVmidar al otro bloque incrementado el periodo militar El año 1946 fue escenario de una creciente desconfianza entre los vencedores. Por un lado, el fin de la guerra mundial había desencadenado en Grecia y China, sendas guerras civiles donde se enfrentaban pro-comunistas y pro-occidentales; por otro, la creciente tensión entre soviéVcos y norteamericanos se reflejaba en las comunicaciones diplomáVcas: ambas potencias se acusaban mutuamente de pretender dominar el mundo. Bloque occidental PolíVco: Tenían un sistema liberal, el sistema por lo tanto está a f a vo r d e l a d em o c ra c i a representaVva e igualdad ante la ley, la división de poderes, y la libertad del comercio. Bloque oriental P o l í V c o : E r a t o t a l m e n t e comunista, tenían el control total sobre el pueblo y las doctrinas de las corrientes comunistas coinciden en la necesidad de suprimir la propiedad privada, como la primera clase oprimida sin economía propia.
A pesar del término de la guerra y que en el fondo, ninguno de los dos países querían entrar en una tercera guerra mundial, había varios moVvos por los cuales, dos de los países más grandes, chocaron. Ya no sólo por su poder adquisiVvo, sino por su influencia en el resto del mundo. La Unión soviéVca quería esparcir ese mensaje por el mundo: el comunismo. Que no hubiese propiedad privada, todo era de todos y todos eran tratados por igual. Parece bonito, porque parece que habla de que todos somos iguales, pero la diferencia está, en que hay un control a nivel colecVvo. Ese modo de vida, no le gustaba a Estados Unidos y le llamó la atención.
La Unión SoviéVca, fue tesVgo de cómo Estados Unidos estaba comprando armas atómicas, lo que les alertó, ya que se preguntaban, por qué iban a necesitarlas, tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Temían el ataque del otro país, hasta el punto de sospechar que se instalaban bases en Europa Occidental, para ser atacados por Estados Unidos. Estos eran los principales moVvos de la Guerra Fría, las sospechas injusVficadas y el modo de vida de unos y de otros. Debido a esto, se crearon g r u p o s p o s t c o m u n i s t a s y anVcomunistas.
Con la aparición de la OTAN (Organización del Tratado del AtlánVco Norte), parte del mundo se senla más seguro. No era una alianza militar, sino de d e f e n s a . V a r i o s p a í s e s , contactaron entre ellos, para que. En el caso de que el asunto Estados Unidos – Unión SoviéVca, se les fuera de las manos, se compromeVeron a defenderse mutuamente. De esta manera, Estados Unidos, junto a estos países, estaba cubierto y ellos, también. Incluía, hasta países europeos.
Por otro lado, la Unión SoviéVca, también creaba su propio equipo de defensa, designándolo como un Tratado de amistad, Colaboración y Asistencia Mutua. Se trataba de una colaboración militar, para contrarrestar la fuerza de la OTAN. Contaba con varios aliados. D e b i d o a l a s i d e a s t a n diferentes que poseían Estados Unidos y la Unión SoviéVca, se crearon dos grandes bloques, en donde la Unión SoviéVca, con el apoyo del ejército rojo, c o n t r o l a b a l o s p a r V d o s comunistas y Estados Unidos, controlaba el resto del mundo capitalista, del hemisferio occidental, sin intervenir en el territorio soviéVco. La división entre estos dos territorios, era tan profunda, que se les llegó a llamar “Telón de acero”.
L a U R R S , t r a t ó d e mantener las relaciones comunistas lo máximo que podía, pero era un lastre para tantos países que e s t a b a n s u f r i e n d o l a p r o f u n d a c r i s i s . Necesitaban un cambio de políVca, semejante al de E s t a d o s U n i d o s , E s t a reestructuración se le llamó Perestroika. Muchos p a í s e s a l i a d o s , comenzaron a desligarse d e l a a n V g u a U n i ó n SoviéVca. Al final, acabó desintegrándose, por lo que el Pacto de Varsovia, desapareció con ella.
Durante las décadas de 1960 y 1970 del siglo XX, América LaVna vivió, de manera sistemáVca y estratégica, un proceso de militarización, el cual uVlizó como acto políVco de expresión, como puesta en escena, la forma del golpe de Estado. Si bien la literatura políVca acuñó este término para describir la irrupción de gobiernos de facto asociados a un Vpo específico de autoritarismo, en el curso de este proceso el término golpe de Estado adquirió la parVcularidad de expresar la captura del Estado por insVtuciones militares a parVr de un acto material y simbólico. Material, en la medida en que fueron golpes que uVlizaron infraestructura propia de una situación de guerra, movilizando sofisVcados recursos para la conquista efecVva de insVtuciones organizadas exclusivamente desde el poder civil. Simbólico, debido a que dichas insVtuciones no sólo representaban los puntos más significaVvos del campo políVco (llámese casa de gobierno, ministerios, medios de comunicación, universidades), sino que, además, sobre ellas se desplegó un conjunto de códigos altamente jerarquizados desVnados a inundar el ámbito público de un principio de excepcionalidad, hasta entonces, propio de situaciones catastróficas o de agresión externa.
Este proceso de militarización que viven el Estado y la sociedad civil tuvo la parVcularidad de ser epocal, describiendo con ello no sólo un f e n ó m e n o d e c o i n c i d e n c i a s geográficas, sino, sobre todo, un estado de época que encontró su originalidad en los golpes "cívico m i l i t a r e s " q u e i r r u m p i e r o n cronológica y sintomáVcamente en la primera mitad de la década de 1970 —Bolivia, en 1971; Chile y Uruguay, en 1973; ArgenVna, en 1976. También habría que tomar en consideración el hecho de que las dictaduras de Paraguay (desde 1954) y Brasil (1964), conducen, en los comienzos de la década de 1970, un cambio doctrinal del perfil represivo que hasta entonces habían exhibido.
El "golpe dentro del golpe", en Brasil, 1968, y la promulgación, en 1969, de la Ley de Seguridad Nacional por el gobierno de Médici. El golpe de Estado al golpe de 1968, en el Perú, en 1975. En este contexto represivo n o h a b r í a q u e o l v i d a r , ciertamente, a México, allí donde la intervención policíaco-militar del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz cobró la vida de un número aún no precisado de estudiantes congregados en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, en 1968. Ocurriría lo m i s m o e n 1 9 7 1 , c u a n d o gobernaba Luis Echeverría, inaugurando con ello un periodo de intervención radical de la s o c i e d a d q u e t u v o c o m o caracterísVca central el uso del ejército y sus tácVcas de guerra en contra de su propia población civil.
LA DESINTEGRACIÓN DE LA URSS
La URSS ya no intervino con los tanques del Pacto de Varsovia en los procesos de cambio de Europa del Este, como lo había hecho en ocasiones anteriores, porque había un cambio políVco en la jerarquía dirigente soviéVca. Gorbachov, tratando de contener la desbandada, buscó apoyo en grupos políVcos diferentes al suyo, con lo que provoco la desconfianza de los reformistas que lo habían apoyado y también del ya disgregado bloque del p a r V d o c u y o p o d e r h a b í a contribuido a desmembrar. La desintegración de la URSS era solo cuesVón de Vempo. En primer lugar había perdido su ligar de gran potencia mundial, pues no había levantado un dedo ni durante la reunificación alemana ni durante la guerra del golfo pérsico.
E s t a d e s i n t e g r a c i ó n f u e o b r a principalmente de la autoridad central, que llevó a cada región del país a mirar por su propia subsistencia. Así proclamaron su independencia Lituania (11 de marzo de 1990), Estonia (30 de marzo), Letonia (4 de mayo), Georgia (9 de abril de 1991), Rusia (julio de 1991), Armenia (23 de agosto), Ucrania (24 de agosto), Bielorrusia (25 de agosto) y Moldavia (27 de agosto). Mediante el acuerdo de Brest (del 8 de diciembre de 1991), Bielorrusa, Rusia y Ucrania declaraban la inexistencia de la URSS para consVtuirse en comunidad de estados independientes (CEI) con capital en Minsk y con un espacio militar y económico comunes. El 30 del mes en curso se raVficaba el acuerdo, con lo que la URSS dejó de ser una realidad geográfica y políVca.
El ocho de diciembre de 1991 l o s l í d e r e s d e R u s i a , Bielorrusia y Ucrania (Borís Yeltsin, Stanislav Shushkevich y L e o n i d K r a v c h u k respecVvamente), firmaron u n d o c u m e n t o c u y o contenido principal está recogido en su preámbulo: “La Unión de Repúblicas Socialistas SoviéVcas deja de e x i s V r c o m o s u j e t o d e Derecho Internacional y realidad geopolíVca”. Formado en 1922 sobre las ruinas del anVguo Imperio ruso, aunque sin Finlandia y parte de Polonia, el nuevo Estado fue percibido como el sucesor del enorme feudo de los Románov. Durante casi setenta años ningún ciudadano de la URSS se dejó engañar por la frase “con derecho a la autodeterminación, incluso la secesión” que figuraba en la Carta Magna de la URSS, dándola por simple retórica. Todo estaba claro: de ahí no se separaba ni se “autodeterminaba” por su propia voluntad ni un solo metro cuadrado. El coloso parecía eterno y ni siquiera el tremendo cataclismo de la invasión alemana de 1941 pudo quebrantar su poderío militar. Sin embargo, el ocho de diciembre de 1991 los líderes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, ex repúblicas de la URSS de población eslava, se reunieron en el coto natural de Belovézhskaya Puscha para firmar un acuerdo que pusiera fin a la Unión SoviéVca y establecer la Comunidad de Estados Independientes (CEI), inicialmente percibida por muchos habitantes de la URSS como el mismo perro con disVnto collar. Pero muy pronto se dieron cuenta de que no era así. El veinte de diciembre el jefe de un Estado que ya no exisla, Mijaíl Gorbachov, renunció a la Presidencia de la Unión SoviéVca y declaró la disolución de la misma.
Fin de la guerra fría y sus repercusiones en el mundo
El derrumbe de la URSS dejó a EE.UU. como la única superpotencia mundial. La victoria en la guerra fría borró los recuerdos de la derrota en Vietnam. En adelante, Washington podrá ejercer el papel de "gendarme mundial" sin miedo a la concurrencia de otra superpotencia. El Oriente Medio La guerra del Golfo (1990-1991) Cuando Saddam Hussein invadió el 2 de agosto de 1990 el pequeño y rico estado de Kuwait para tratar de paliar las enormes pérdidas ocasionadas por la guerra que había enfrentado a Irak con Irán no tuvo en cuenta la nueva situación creada con el fin de la guerra fría. La ONU, siguiendo las propuestas de EE.UU. condenó la agresión, decidió sanciones económicas y, finalmente, autorizó la intervención militar. La URSS, tradicional aliada de Irak, no tenía fuerza suficiente para vetar en el Consejo de Seguridad las directrices de la políVca norteamericana. Así, el presidente Bush pudo arVcular una gran coalición internacional. Además de sus aliados tradicionales en la OTAN, la URSS y los nuevos regímenes de Europa oriental, Egipto y una mayoría de los países árabes, Japón y los nuevos países industrializados de Asia buscaron la alianza y la amistad con la superpotencia. El desenlace la guerra era previsible. Saddam Hussein apenas pudo lanzar algún misil Scud sobre Israel, en su mayoría interceptados por los misiles anVmisiles norteamericanos Patriot. Tras un intensísimo bombardeo iniciado el 15 de enero de 1991 cuando concluía el ulVmátum lanzado por la ONU, las tropas de la coalición liberaron con gran facilidad el territorio kuwail. Para la sorpresa de muchos, las tropas norteamericanas no conVnuaron su camino hacia Bagdad y permiVeron que Saddam conVnuara en el poder. El 28 de febrero se acordó un alto el fuego en un conflicto inacabado que no iba a concluir aquí.
El proceso de paz árabeisraelí
Tras el estallido de la InVfada (revuelta palesVna contra la ocupación israelí) en 1987 en Gaza y Cisjordania, la OLP y su líder Yasser Arafat consiguieron consolidarse en la dirección de la resistencia palesVna. En ese contexto, se reunió el Consejo Nacional PalesVno en Argel en 1988 y acordó la proclamación de la independencia del Estado PalesVno, aceptando el acuerdo de la ONU de noviembre de 1947 que decidió la parVción de PalesVna en dos estados, lo que implicaba el reconocimiento del Estado de Israel. Gorbachov había recibido a Arafat en abril de 1988 y le había solicitado que tomara en consideración "los intereses de la seguridad de Israel".
El fin de la guerra fría facilitó que EE.UU. y la URSS convocaran una Conferencia sobre la Paz en Oriente Próximo en Madrid en octubre de 1991. En la capital de España se abrió un di|cil proceso de paz basado en el principio de "paz por territorios". Tras arduas negociaciones secretas en Oslo, en sepVembre de 1993 se firmó en Washington la "Declaración de principios sobre los arreglos provisionales de autonomía" que daba el pistoletazo de salida a un proceso de paz que desgraciadamente terminará fracasando.
La situación mundial en los inicios de la década de 1990 era claramente contradictoria. Por un lado, conflictos como el árabe-israelí, el del Líbano o el de Camboya entraban aparentemente en vías de solución y se producían avances espectaculares en el respeto de los derechos humanos como el fin del régimen del apartheid en Sudáfrica en 1990-1991 y la convocatoria de las primeras elecciones democráVcas y mulVrraciales en 1994. Por otro lado, conflictos localizados como la brutal guerra entre las comunidades Hutus y Tutsis en Ruanda y Burundi (1990-1994) hacen patente las dificultades de la comunidad internacional y la ONU para instaurar un "nuevo orden mundial" que permiVera avanzar hacia un futuro basado en el respeto de los derechos humanos, la solidaridad internacional y los valores democráVcos.
Socialismo en América La:na
Los cambios recientes en América LaVna se expresan no sólo en movimientos sociales y populares cada vez más originales y acVvos sino también en un nuevo escenario políVco marcado por la existencia de gobiernos de centroizquierda bajo una fuerte presión de la sociedad civil y de movimientos de masa. Esta nueva coyuntura está redefiniendo el escenario políVco en la región y está abriendo un proceso histórico que presenta elementos nuevos que van a influir profundamente en la dinámica económica, políVca, cultural y social inmediata, pero también en el mediano y largo plazo. Una comprensión más objeVva de esta nueva coyuntura en la región exige un análisis profundamente histórico, capaz de hacer un balance de la lucha secular de las fuerzas progresistas que ha generado una acumulación de experiencias extremamente rica. Lucha secular que Vene que ver con elementos claves de nuestra idenVdad como laVnoamericanos, como naciones capaces de conducirse a sí mismas y que Venen una presencia cultural basada en una fuerza civilizatoria propia.
En su fase inicial de formación los movimientos sociales clásicos en América LaVna tuvieron una fuerte influencia anarquista, a través de la m i g r a c i ó n e u r o p e a , principalmente italiana y española, de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Estos i n m i g r a n t e s a n a r q u i s t a s , básicamente artesanos y trabajadores de pequeñas acVvidades económicas, se dirigieron principalmente hacia las zonas urbanas, formando l a s p r i m e r a s l e v a s d e movimientos obreros. A parVr de la Primera Guerra Mundial y posteriormente durante los años veinte, la expansión de las manufacturas en la región crea c o n d i c i o n e s p a r a e l surgimiento de un proletariado industrial, que tendrá su pleno desarrollo con los procesos de industrialización de la década 1930.
Estos movimientos anarquistas tuvieron su auge en toda la región entre 1917 y 1919, años en los que se organizaron huelgas generales bastante significaVvas q u e a b r i e r o n u n p r o c e s o d e sindicalización del movimiento obrero, como el caso de Perú en 1919, Brasil en 1917, ArgenVna en 1918 y México en el mismo periodo. Se crea un clima políVco generalizado favorable a la huelga general como forma de lucha principal, a pesar de que en algunos casos éstas no tenían un objeVvo claro o buscaban una especie de disolución del Estado. En esta f a s e s e c o n s i g u i e r o n a v a n c e s importantes en las luchas sociales y sindicales, colocándose en el eje de las luchas reivindicaciones específicas como la reducción de la jornada a ocho horas por día así como mejoras salariales y de condiciones de trabajo y de vida de los obreros. Es el caso de la huelga de 1919 en el Perú, que al igual que otras experiencias en la región, fueron brutalmente reprimidas sin poder acumular fuerzas, generando una a u t o c r í V c a e n g r a n p a r t e d e l movimiento anarquista que va a conducirlos al bolchevismo.