Nuevo ñan

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Revista de otro Santiago Julio 2022

N°1

Ahora Ahora. Ahora que se ajusta el minutero al contrapunto del corazón, ahora es el momento de salir nuevamente a buscar el camino, no solo por seguir la trashumancia de nuestro pueblo sino también para escapar del dogal moderno que nos aprieta. Sí, alma y cuerpo quieren reencontrarse en el paisaje, que aún perdido no damos por tal: lo que se ha perdido es el sentido. Por un sano –y módico– orgullo provinciano nos sentimos crecer, pero ni en el confesionario médico nos atrevemos a decir que algo se ha perdido o quebrado en el interior de ese corpúsculo llamado yo. ¿Pero qué y dónde? ¿Hueso, músculo o tendón? ¿Cuerda vocal o sensitiva acaso? No lo sabemos, es solo una sensación. Pero nada menos que una sensación: ojo al charqui. Por eso nos hacemos las mismas preguntas que haría un médico del ánimo, un geógrafo espiritual o una musicóloga andante: dónde están las fracturas, las líneas de ruptura, los destinos y caminos inconclusos, las voces calladas. ¿Qué es mucho? Puede ser. Pero ni tanto ni tan poco. En cualquier caso, mejor que mirar para otro lado. Lentes viejos para un nuevo mirar

Plumas J.W. Ábalos / B. Canal Feijóo S. Barrionuevo / C. Canevari / M. Carol A. González Prandi / D. Herrera / R. Padgett J. Rosenberg / A. Tasso / J.C. Tasso J. Yleret / C.V. Zurita

Propósito Lo dábamos por supuesto, pero un lector nos advirtió: “Ingresan al mundo de las revistas. Es de estilo decirlo”. Entonces tratamos de resumirlo en una figura que no reclama originalidad: imaginemos un homo sapiens del tipo andante, ya lector de las páginas del mundo que aún se estaban escribiendo, convertido en un contador de historias de hoy: periodista de fogón, cronista barrial, historiador de trastienda, y otras formas del y la memorialista.


Urutaú Libros viejos, raros y curiosos Los Fresnos 85 Barrio Jardín

Quesos artesanales en familia Jerónimo Rebotaro, Rubia Moreno Santiago del Estero.

Biblioteca Popular Club de Maestros Educar en libertad Pedro León Gallo 1492 Barrio San Martin Santiago del Estero

Gráfica Viamonte Viamonte 329 Santiago del Estero


Ñan hoy En sana discordancia con su propio concepto, el título de esta publicación es ya un oxímoron al presentar la novedad de lo viejo. Se entenderá que alude a la revista Ñan, gestada y escrita por Bernardo Canal Feijóo, de la que se publicaron dos números; me detengo en el primero. Se titula Ñan. Revista de Santiago, tiene formato libro, 146 páginas y fue impreso en Talleres Gráficos El Liberal en 1932. El numerólogo nos alerta: este año se cumplen 90, valga no solo como efemérides sino también como el tam-tam de la caja, que si acompaña una décima en tono de vidala el noveno golpe encierra la fuerza de lo ya dicho y anuncio de la conclusión.

Ñan antes

Se anunciaba como revista “de adentro para fuera” que asumía “la costosa tarea de exprimir el material autóctono para arrancarle su gota de sentido propio”. Prometía un segundo número con artículos de Orestes Di Lullo, Oscar Juárez, Horacio Rava, Emilio Llugdar y Manuel Gómez Carrillo, “entre otros intelectuales locales”. Dos años después el prólogo a Nivel de historia informaba que el proyecto no había podido cumplirse, por lo que también lo formaban escritos de su propia pluma, apuntes casuales o recortes de temas que no alcanzaron mayor desarrollo. Este es uno de los muchos cabos sueltos que dejó Bernardo, que retomamos para seguir con el viejo trenzado de ocho que me enseñó un soguero ya anciano de Salavina. Eso sí, los tientos son de ahora. Pero ¿por qué tornar a Ñan o, al menos tomarla como inspiración? No se trata de mero pasatismo ni de hilván que une dos siglos. Simplemente se trata de emular las preocupaciones que guiaron a Canal Feijóo aunque desde luego con nuestra propia brújula. El índice nos muestra esas preocupaciones: el paisaje, el humor, la pintura de vanguardia, miradores, mujeres, canciones de Santiago… y una nota biográfica sobre Únzaga que transcribimos más adelante. Se detenía en cuestiones menores, si tomamos por mayores las circunstancias de la época: el golpe de Uriburu desplaza a Santiago Maradona y elige a Juan B. Castro, las sequías generan revueltas sociales, el obraje comienza a ser cuestionado, se advierte la postergación de Santiago. Lejos de ignorarlos –algunos los abordó en profundidad en obras posteriores– en Ñan los deja de lado, aunque quizá sea solo apariencia: una segunda lectura de “El paisaje y el alma” deja ver la destrucción del bosque que, más tarde, llamará “despaisamiento”, y tanto en “Miradores” como en “Sin nombre” expresará una larvada crítica al progreso. Pero las implicaciones del nombre son menores que la tarea de mirar que nos proponemos, andando los senderos menores y ocultos de la Pacha. Ella contiene las ideas de ambiente y sociedad pero en un marco más amplio que el territorio: nos habla de una convivencia y un vínculo, de unas leyes y hasta una moral. Tiene alma y habla.

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Esta es la tapa de la edición original. El ejemplar que llegó a mis manos por un casual está dedicado “A mi buen amigo Dr. Cortigiani, muy cordialmente”.


Juan Cruz Tasso

Aguadiós En conmemoración del Día Internacional del Agua Agua, Pujio, Ampa, Tó, Yacu, Hondo, y una vastedad de topónimos que aluden al agua en sus distintas manifestaciones, pueblan el territorio de los ríos desde tiempo atrás al Santiago del Estero más reciente. Los años de actividad forestal intensiva a fines del siglo XIX y principios del XX se han ido llevando el paisaje mismo y parte del agua con él, en los bebedores-contenedores habitantes del agua regional. Profundo cambio ambiental, documentado en sequías, migraciones y patrimonio cultural, aún constituye un hito doloroso que no podemos olvidar.

El Día Internacional del Agua se celebra cada 22 de marzo por resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde 1993. Este 2022 el foco de atención se centra en las aguas subterráneas, unas aguas invisibles cuyos efectos se aprecian en todas partes. La vida no sería posible sin ellas. La mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, producción de alimentos, saneamiento y procesos industriales. ONU Agua y UNESCO lanzaron el 21 de marzo un nuevo informe sobre los recursos hídricos en el mundo centrado en las aguas subterráneas. El Defensor del Pueblo Lionel Suárez informó sobre sus gestiones para evitar la contaminación de las aguas del río Salí-Dulce por la industria azucarera.

Las iniciativas de manejo fluvial tienen una larga historia. Las más recientes fueron concretadas desde mediados del siglo XX con la creación de diques niveladores y embalsadores que contribuyeron a fortalecer los nuevos usos de la tierra, iniciados ya con la fiebre maderera. Se le trocó al paisaje: el cambio del agua de los bañados naturales por otras superficies con acceso a riego. La región de aguas naturales después de la tala indiscriminada de su fronda comenzaría a secarse, doblando la apuesta de sequías y migraciones. Paradójico resulta constatar hoy, en las tierras irrigadas, la aparición de las mismas penas evidentes del valle de inundación resecado. Salinidad en aumento, baja fertilidad, merma de diversidad, fauna ausente, como unos pocos ejemplos de las modificaciones acaecidas con el manejo del agua fluvial de los tiempos recientes, propiciada por sus aportes o sus quitas significativas. La tala del monte se ha expandido a mayor superficie que el obraje y la mecánica extractiva es aún más desertificante. Décadas llevan los movimientos sociales clamando por agua, tierra y monte a un oído gubernamental folclorizado pero aún clasista. ¿Dónde está el agua que había? Arsénico, flúor, aguas saladas y amargas se amontonan en los diagnósticos investigativos en las búsquedas del agua buena para vivir y criar en los montes santiagueños. No hay pujios ni ampas donde había y las inundaciones siguen siendo demonizadas sin que se haga participar a los “inundados” pobladores. Son muchas las faltas, se trabaja en eso, y tan pronto hallemos las preguntas adecuadas que nos guíen a las respuestas necesarias llegarán seguramente con ellas el agua, el paisaje, los habitantes, la cultura y el bienestar de todas las gentes. No estamos solos en el sufrimiento del agua, todas las cuencas lo sienten y lo expresan. En 2010 ha habido que sanear el dique frontal por la mortandad de peces, el río Paraná y el río Uruguay experimentaron históricas bajantes. El chaco salteño tiene, en su niñez, la salud dilapidada por el secuestro “strictu sensu” del propio río para los campos sojeros. Desde mucho antes se escucha que el agua es vida, hace a la salud y que, como todo el entorno, nos precede. Tanto trato lleva el hombre con el agua que todas las culturas la conocen y deidad le llaman si la tienen...

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Bernardo Canal Feijóo

Únzaga Si fuese joven no tendría toda esa información de edad que tiene. Pero no es viejo, no ha vivido todo lo que él conoce de años y de cosas, que no pudo haber tomado de ningún documento, porque son de aquellos datos que la historia no escribe. Este misterio de su edad, que no exige ser develado, da a sus testimonios un sutil equilibrio de verdad y fantasía.

encontraron con que no había casa donde alojarlo. En este conflicto se vivió durante tres días. Hacía poco que Groussac se hallaba en Santiago. Era gobernador el padre de Únzaga. Habiéndole hecho Groussac una visita por asuntos particulares, supo luego que el gran escritor se querellaba públicamente “porque el gobernador lo había recibido sin guantes”. Únzaga sabe quién profetizó que Santiago sería gobernado por mulatos, cómo esa profecía se convirtió en sentencia, y cuando empezó a cumplirse históricamente.

La verdad que le falte es la que le vuela en generosa fantasía. Y su fantasía es como ese insecto que tras una embriagada existencia de pocos minutos en torno a las luces, se despoja por sí mismo de sus grandes alas lechosas, y deja subsistiendo una obscura hormiguita de “verdad".

El último cuarto del siglo XIX, prima en el proceso de la historia santiagueña el móvil psicológico. Es cuando cierto gobernador no tiene inconveniente en que el trazado de una vía férrea esquive a la ciudad a fin de que la línea atraviese su finca privada.

Es un poeta en prosa del pasado inmediato. Pero no escribe ni canta. Es un rapsoda en prosa coloquial. La historia oficial, la historia instrumentada de archivos, él la sabe y domina como puede cualquiera con vocación de papeles difuntos y memoria.

El espíritu de la época era pasional, pero ya se sentía necesidad de simular espíritu de justicia, y se comenzaba por discutir violentamente sobre el nombre que debía darse a calles y establecimientos públicos. Fue entonces cuando un gobernante sugirió o consintió que se diera su propio nombre a una escuela, una calle y un paseo.

Pero su privilegio de temperamento y espíritu es el margen incircunstanciado de la historia, los imponderables efectuales que desperdicia ella en sus trabajos de simplificación, el jugo de los intersticios vitales de cada momento que la muerte reseca para entregarse en abstracta arquitectura a la historia, los movimientos secundarios pero definitivos, ese suavísimo color del tiempo en redondez de vida presente –todo eso que debe escapar de lo que debe quedar en la apergaminación de la muerte, y que hay uno que recoge en su aliento y lo traspasa a que vienen tras él, fundando “la tradición”, o se corta allí mismo en una obrita de poeta intrascendente.

Habíase impuesto a una calle por nombre la fecha de la última revolución victoriosa. La necesaria contrarevolución sobreviniente consistió en arrancar el letrero nominativo para substituirlo por otro con la fecha de la reacción. Perdida así la enseña, los usufructuarios de la primera asonada tuvieron que ceder el campo.

(Ríen y lagrimean a la vez los pequeños ojos azules de Únzaga con aire de sobreviviente de los últimos 50 años anteriores a 1915, en que la vida de Santiago vira de pronto, tomando un nuevo rumbo. No comprende sin duda el hoy, y siente el ayer). Después de esto, conoce el ceño y el regocijo de los tiempos que pasaron por su pueblo, y cuenta cosas tan demostrativas como las que siguen:

Únzaga y sus historiolas son un tipo y un género nuestros. Alma santiagueña la suya, ignora o desprecia los grandes volúmenes constructivos, y se goza en herborizar en la historia tras los yuyitos nimios de secreta amargura o fina fragancia. Sin su sensibilidad rapsódica se estaría en lo maligno sin espumas de gracia, en la sórdida chismosería que solo cosecha ramas secas, en la resquebrajada “salina” que resuelve el otro lado del paisaje psicológico santiagueño.

Las familias eran entonces (¿apogeo de Ibarra?) tan pobres que las niñas no podían comprarse calzado para las fiestas. Entonces el Gobierno adquirió una partida de zapatitos de raso, que estaban a disposición de las niñas y que ellas calzaban al entrar al salón de baile. Cuando la fiesta concluía, se los quitaban y los restituían al gobierno. En cierta ocasión, después de electo el gobernador, se

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Jordán Yleret

La paternidad, su formación y práctica Me propuso hoy el Jefe de Redacción unas líneas sobre este tema. Dado que llevo ya medio siglo siendo padre (aunque no pocos me superan) decidí aceptar. Al día siguiente se conmemoraba el Día del Padre así que era un buen momento para pensar en la inasible pero efectiva paternidad, considerándola como un hecho social, según la expresión de Emilio Durkheim.

Frases sobre el padre Víctor Hugo: «El sueño del héroe, es ser grande en todas partes y pequeño al lado de su padre» (18021885). Mark Twain: «Cuando yo tenía 14 años, mi padre era un ignorante insoportable. Pero cuando cumplí los 21, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años» (1835-1910). Sigmund Freud: «No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre» (1856-1939). Enrique Jardiel Poncela: «Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre» (1901-1952). Mario Puzo: «Un hombre que no sabe ser un buen padre, no es un auténtico hombre» (1920-1999). Gabriel García Márquez: «Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre» (1927-2014).

Por cierto ella comienza con el plan biológico que guía la mecánica reproductiva, pero una cosa es que un macho engendre una cría en el útero de una hembra y otra por entero distinta es ser padre. La primera no ha variado mucho desde los comienzos de la era humana, pero la segunda pertenece al plan social, está guiado por costumbres, valores y normas y, por tanto, es mutante. Aunque la familia nos resulta tan natural como el aire, es una creación reciente que no tiene más que unos pocos miles de años, que comenzó en la etapa tribal, se amplió en la aldeana y más tarde en las ciudades. Al principio los grupos de cazadores se trasladaban con las mujeres que podían capturar de sus competidores y se reproducían con ellas, que cuidaban los niños. Varias razones pueden haber influido para el nacimiento de la familia: una es la propiedad, que comenzó siendo de la tierra y pasó a la mujer y desde luego a la descendencia, que heredaría el apellido y los bienes. El pater fiamiliae es el símbolo de esta etapa, característica del período romano. En los orígenes de la familia también influyeron las mujeres, a quienes no les faltaban hombres para procrear sino para que las acompañaran en la crianza. Así surgió esta institución, hoy sujeto de derecho y tema de moral. Hoy los modelos familiares están sometidos a cambios de diverso tipo (pensamiento, costumbres, leyes) no menos que la práctica de la vida familiar (transporte, trabajo, tecnología). La paternidad es uno de los roles cuestionados por sus excesos (violencia, autoritarismo, ausencia) hasta el punto que una periodista llama a este tiempo el de “la muerte del padre”. Pero creo que la frase solo resume la crítica. La paternidad afortunadamente vive, se recrea y transforma, reconoce la crítica y se reeduca para seguir haciendo lo suyo: acompañar, amar, orientar, alentar, escuchar, proveer. Bien sabemos la necesidad de este ejercicio en medio de dificultades y obstáculos individuales y colectivos, incluyendo el peso de mentalidades y costumbres arcaicas. Pero es un tema que no podemos omitir ni en la charla familiar, el aula, el taller o la tertulia. Así como el médico santiagueño Ramón Carrillo –entonces Ministro de Salud de la Nación– escribió hacia 1950 un libro didáctico titulado Nuestros hijos, deberíamos escribir con igual propósito Cómo ser padre. La tarea nos pedirá reflexionar sobre nuestra experiencia de nietos, hijos, padres y abuelos, sobre nuestros propios defectos y sobre los ejemplos de buenos padres que recordamos. Aunque pueda ser marginal, la tarea del padre es permanente. Imaginemos la del Dios padre en el que muchas religiones creen: presentado como creador del mundo y su orden, debe supervisar su marcha, esto es, administrarlo. No es pequeña tarea por cierto. Pero su inmortalidad le da tiempo.

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Carlos Virgilio Zurita

Literatura y sociología sobre la Pandemia En un capítulo de un libro reciente, en una mirada de largo plazo, procuré referir cómo habían sido reflejadas las pestes y las plagas por diversas obras literarias en el transcurso de la historia. En diferentes medidas, tales infecciones colectivas afectaron a casi todos los países por lo que también llegaron a la Argentina, sin embargo, a nuestro juicio, no encontraron en nuestro país los suficientes ecos literarios.

Un fantasma recorre el mundo. Las ciencias sociales ante la pandemia, C. Zurita, J. Montes Cató y L. Spinosa (Comps), EDUNSE, 2021.

Sin rumbo (1915) Eugenio Cambaceres.

de

En nuestro país, cito como ejemplo la epidemia de fiebre amarilla que padeció Buenos Aires en 1871, que provocó la muerte de casi el 10% de la población total de la ciudad, no fue mostrada adecuadamente en la literatura de la época, ya sea ficcional o poética. No se produjeron obras centradas específicamente en esta enfermedad, cuya causa entonces se desconocía, que inicialmente se centró en los conventillos de San Telmo, colmados de inmigrantes italianos y españoles, produjo el traslado, la evasión, de casi la mitad de la población hacia zonas alejadas de la ciudad. No obstante, se cuenta con numerosas notas en los periódicos de la época –en los diarios La Nación, La Prensa, particularmente– y de escritos como los de Paul Groussac o de testimonios en las memorias de Mardoqueo Fernández. En la actualidad se dispone de un exhaustivo estudio sobre el tema en Cuando murió Buenos Aires de Miguel Ángel Scenna. También cabe consignar el impactante cuadro de Juan Manuel Blanes existente en el Museo Nacional de Bellas Artes, la película Fiebre amarilla de Javier Torre y las investigaciones de arqueología urbana que realiza Daniel Schávelzon. Para el caso de Santiago del Estero, las diversas enfermedades infecciosas que padeció la provincia no constituyeron propiamente objeto de tratamiento literario. Pero se puede acudir a informes y testimonios que exhiben con cierto dramatismo los resultados de algunas infecciones (la sífilis, la viruela) que operaron como catástrofes demográficas sobre la población aborigen originaria en el periodo de la Conquista como lo refiere Waldo Ansaldi y como consta en el Informe que en 1608 Alonso Herrera Guzmán, Teniente de Gobernador –y encomendero– remitió a la Corona dando cuenta de que la “población indígena” en la zona de Santiago, en un lapso de veinte años había descendido de 20 mil a 6 mil personas. Por su parte Antenor Álvarez –médico higienista que llegó a ser Gobernador de la provincia– a comienzos del siglo XX elaboró informes científicos sobre el paludismo que afectó a la ciudad y desde la función pública intervino directamente en la solución del problema promoviendo y dirigiendo la plantación de millares de eucaliptus que desecaron los pantanales, donde proliferaban los mosquitos anófeles causantes de la infección. Más recientemente cabe mencionar al mal de Chagas-Mazza, transmitido por la vinchuca, también de tratamiento episódico, en su mayor parte técnico pero también aludido en la poesía y el cuento.

Cuando murió Buenos Aires 1871, novela histórica de Miguel Ángel Scenna.

Señalé que en diversos materiales, sobre todo novelas, se revelan pestes y plagas. ¿Podríamos, lícitamente, extraer de ellos conclusiones, enseñanzas de cómo vivir y sobrevivir a la actual pandemia? Este interrogante se lo ha formulado Orhan Pamuk – en “What the Great Pandemic Novels Teach Us”, The New York Times, 23 de Abril, 2020– advirtiendo la existencia de ciertos paralelismos entre el COVID-19 y los brotes de peste y cólera que se dieron a lo largo de la historia. Acaso no sorprenda que resulten más acentuadas las semejanzas que las diferencias.

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Desde Tucídides, pasando por Bocaccio, Defoe, Manzoni y hasta más cercanamente Camus, las narrativas coinciden en consignar que la reacción inicial fue siempre la de la negativa y el descreimiento, tanto por parte de la gente del común como de las autoridades y los gobiernos locales; estos tardaron en reaccionar al principio, para luego, ante la presencia indudable de la aciaga realidad tendieron a distorsionar y manipular los datos procurando ocultar la magnitud del contagio.

La peste (1947) de Albert Camus relata la historia de unos doctores que descubren el sentido de la solidaridad en su labor humanitaria en la ciudad argelina de Orán, azotada por una epidemia de peste. Los personajes del libro, en un amplio abanico que va desde médicos a turistas o fugitivos, contribuyen a mostrar los efectos que una plaga puede tener en una determinada población.

Comenzaron a buscarse las causas de la pestilencia y a imaginar culpables: estos eran siempre los “otros”, ya fueran míticos –la ira de los dioses, los miasmas – o reales –los extranjeros, v.g. los chinos, los turcos–. Con frecuencia se atribuyó a los judíos responsabilidades en la propagación de las plagas. En cuanto a las primeras estrategias de defensa y prevención que se usaron, desde la Edad Media hasta el presente, fueron y son las mismas: el alejamiento, la instauración de la cuarentena. Y ahora, en el presente, en la segunda década del siglo XXI, aunque estemos viviendo, no en el final, deseablemente en las postrimerías, de una pandemia universal, ello no ha impedido –ni debiera impedir– que ya se hayan comenzado a postular escenarios sociales, políticos y económicos de lo que será o debiera ser el próximo mundo, la presunta nueva normalidad. A las postulaciones dominantes, quizás extremas, Andrés Pedreño –en sus textos en el Colectivo-Blog Sociología en Cuarentena del Departamento de Sociología de la Universidad de Murcia– las resume en dos epifanías. Por un lado, la del advenimiento de un Estado policial de control total, una tormenta de autoritarismo (Giorgio Agamben), y la segunda epifanía sería la del final del neoliberalismo y la irrupción de alguna modalidad de sociedad utópica como el comunismo (sostiene Slavoj Zizek). Frente a estas dos concepciones, Pedreño sugiere que la actual crisis sanitaria habría hecho emerger una instancia sociológicamente durkheimiana en la cual la solidaridad colectiva se cruza, se entreteje, entre la división social del trabajo, los servicios públicos y la administración política. Egoísmo, solidaridad: dos conceptos que sería injustificable asociar el primero, sólo a Adam Smith, y el segundo únicamente a Marx. En la actual circunstancia de la pandemia, que ha adquirido la configuración de una crisis civilizatoria, los conceptos, las viejas palabras se desvanecen. Y así, por ejemplo, el cuidado de sí mismo adquiere un sentido de solidaridad social.

Carlos Marx, precursor de la solidaridad con su temprana crítica al capitalismo.

En el futuro inmediato, que ya es nuestro presente, acaso debiéramos acercar nuestras perplejidades y certidumbres a indagar sobre las características que indudablemente asumirán, que ya lo están haciendo, los entrecruzamientos entre los nuevos sistemas de trabajo y de producción, a los nuevos escenarios de la vida colectiva, a la incidencia de los roles actuales del conocimiento biológico y médico, y sus consecuencias sobre la política, la economía y los valores sociales.

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Jorge Rosenberg

El río Dulce navegable A Beba Rizzo Patrón El libro del Tao, de Laotsé, es uno de los libros más profundos del mundo de la filosofía. A los pensadores chinos los ha seducido desde tiempo inmemorial lo íntimo de lo humano. El Tao dice que “inclinarse es ponerse derecho”, lo que traducido a nosotros seria, “dormir la siesta es levantarse”, así nos transformamos en modelo del mundo.

Tao Te King, de Lao Tse.

Puente levadizo con velero navegando.

El río Dulce navegable traerá la tan soñada prosperidad, como el Fértil Creciente del Nilo, como la alegría de los grandes ríos. Tendremos hasta aduana, los tucumanos dependerán nuevamente de nosotros, seremos, no obstante benévolos con nuestros enemigos, les permitiremos acercar sus productos a nuestro puerto, Puerto Cambuca, para que puedan ser comercializados en el extranjero. Estará ubicado posiblemente a la altura de la calle Salta Prolongación y volaran sobre sus maderos gaviotas chiquitas y de las grandes.

Pero ha sido así que durmiendo nos ha sorprendido la creciente, el sueño ha sido invadido con medallones de esperma en mayor cantidad que nunca, esperma llegada de otras naciones o de las inmediaciones de otro sueño que se haya volado en un dulce navidad. Es así que el ancho del Misky Mayu se ha cuadruplicado, ahora el amigo Gudi Zerda no va a poder decir que se ha ido a pescar y que ha tirado el anzuelo tan fuerte que ha enganchado un zorro del otro lado y lo ha venido trayendo, ahora no alcanzaría la tanza ni la imaginación. Ha llegado el agua y llueve como nunca, las agujas de las casuarinas son de plata, se vuelve imprescindible una transformación de la forma del ser, no se trata de dejar de dormir la siesta, claro que no, pero el cambio de clima supone un cambio de carácter (eso lo he aprendido de la sociología clásica). Tendremos desde ahora agua a raudales, al respecto el libro del Tao dice: “El mejor de los hombres es como el agua, el agua beneficia todas las cosas y no compite con ellas, se coloca en todos los lugares (los bajos) que todos desdeñan”. Se ama lo que es profundo. Cuando las agujas del reloj universal se acerquen al año 2093, el río Dulce se volverá navegable, un descomunal caudal de agua ensanchará su cauce y romperá definitivamente su silencio. Tendremos un puerto cuya construcción será encargada a una empresa constructora local, solo que respecto a los pliegos (esos famosos de las licitaciones), el de condiciones tendrá que cumplimentar en tiempo y forma (la empresa) el ofrecimiento del más bello poema santiagueño de los últimos cien años. No habrá mayores costos, no habrá trampitas, les recuerdo que el poema no admite trampas para ser magistral. De hoy en más las empresas constructoras deberían ir incluyendo entre su personal a poetas, serán del todo indispensables cuando se llama la licitación. No existe (al menos que yo conozca) ningún tratado de cooperación científica o tecnológica con la ex Unión Soviética, que nos permita preservar como lo hicieron en Egipto con las grandes esfinges de piedra durante la construcción de la represa de Assuan, pero algo tendremos que hacer para que algunos elementos distintivos de nuestra cultura no desaparezcan ante la subida de las aguas: botellas de porrón, piedras con dibujitos de corazones, chapitas, el bar de Chetos. Para ello se recurrirá a la labor desinteresada y eficiente de nuestros arqueólogos y museólogos: la tarea de preservar para el futuro detalles de nuestra cultura, está llamada a ellos. Así como en Corrientes hay la Fiesta Nacional del Dorado, nosotros tendremos la Fiesta Nacional del Bagre. Se entregará el Bagre de Oro a la mujer que más sol haya tomado los últimos años. Visto desde un avión el espectáculo será magnifico, mucho verde, barcos de regular calado, algunos hasta con bandera extranjera.

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Eso sí, importantes monumentos engalanan el puerto, el monumento a los antiguos botes que servían para cruzar el río y que ya no están, un busto para don Pedro Hoyos, carrero, gran paliador del río, arenero que una siesta dejó una pierna enterrada en la arena del río y la reemplazó por una de madera que sujetaba a su humanidad con una cámara de auto, y que cuando pasaba frente a la plaza Libertad piloteando su carro, solía gritar “¡Que vivan los taxis!”.

Puente levadizo en Arles obra de Vincent Van Gogh.

Puente levadizo de madera y cartón construido por estudiantes.

Una ciudad con puerto es otra cosa, otra cosa deberá ser el lenguaje, nuestros ciudadanos irán internalizando términos como proa, popa, arboladura (no arboleda), trinquete, mástil o timón. Timón es la palabra que nos faltaba y que ahora por obra y gracia de un río navegable, la tendremos en la boca a menudo, timón, timón para nosotros que hemos andado siempre al garete, es posible que entonces nos podamos gobernar. Señoras y señores, este relato se me ha convertido en un desorden, mañana mismo me voy a comprar un libro sobre la Teoría Literaria, leer algo que me ordene la escritura, como la realidad santiagueña es tan ordenada uno no debe escribir en el desorden. Es muy posible, que por lo expuesto volvamos a ser El País de la Selva de Ricardo Rojas, pero esta vez habrá que cuidarlo contra los buitres extranjeros porque últimamente ando sintiendo olor a dominación extranjera y a invasión. El puente Nuevo se tendrá que transformar en un puente levadizo, cuando eso ocurra, se va a caer la basura para los dos lados, para el lado de Santiago y para el lado de La Banda, tal vez así nos demos cuenta que el deber de uno termina donde empieza el deber de los demás. El río Dulce navegable, no veo la hora que ocurra lo que acabo de soñar, desde ya estoy preparando mi palabra para una nueva geografía, y papel en blanco, mucho papel en blanco, y una kodak chiquita para disparar la ilusión.

Selva Yolanda "Pocha" Ramos

Biblioteca Popular Monte Quemado Centro de atención local: San Martín 84 Tel. (03841) 421-233 Centro Cultural

Sala de Lectura Centro Cultural

Frías (Choya, Santiago del Estero)

Monte Quemado (Copo, Santiago del Estero)

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Alberto Tasso

La tierra y su escritura La obra humana –entre otras cosas, y a los fines de nuestro interés en esta páginaconsiste en escribir sobre la tierra. Examinar esa caligrafía a la luz del quinqué de los tiempos es no menos apasionante como habrá sido, en su momento, escribirla. Por momentos es pausada y rígida como el petroglifo o la pirámide. En otros es rápida y confusa, prodigándose en ciudades y trasplantes. Los renglones van hacia arriba o hacia abajo, según lo requieran la navegación espacial o el yacimiento profundo.

El bosque sin leyenda de Orestes Di Lullo (1937) no es la primera crítica al obraje pero sí la más completa ya que combinaba economía, salud y medio ambiente con un enfoque humanístico.

Todos escribimos sobre la tierra, al plantar un árbol o al quitarlo, al construir una casa o al demolerla. Pero entretanto vivimos en ella y de ella y de tan “natural” que nos resulta demoramos en darnos cuenta de su existencia. En esa experiencia de descubrimiento de lo que creía conocido me ayudó la literatura, ya que no es poca la que se refiere a ella en el variado palimpsesto de su geografía, en su clima, sus voces y su yo profundo. Así vista, la escritura sobre la tierra tiene dos dimensiones, una material y otra literaria. La primera presupone la afirmación “Esto es nuestro” o el más modesto “Hasta aquí llegamos”. La segunda va por otros caminos, simbólica y literalmente: es tema de viajeros y descubridores pero también sustancia lírica de una secreta comunicación del hombre con la tierra, a la que se siente pertenecer y hasta reconocerla como madre. Pero hay una tercera acepción de la escritura sobre la tierra que es, lisa y llanamente, el título de propiedad, que requiere la firma de un escribano y la autoridad que lo otorga, entre otros protocolos legales. Esos títulos no solo se refieren a un lote urbano sino también a extensiones de miles de hectáreas. En tiempos en que la monarquía española estaba en manos de los Habsburgo, sus títulos incluían no menos de 15 reinos en Europa y América. Allí cabían desde Flandes a la actual Latinoamérica, salvo Brasil que quedó en manos de Portugal así como Tejas y California de Estados Unidos que las robó, por así decirlo. Los territorios se trazaban con regla en una oficina de El Escorial sobre los planos aproximados de los que disponían.

Los gobiernos no cuidaron el patrimonio del Estado, y algunos gobernantes enagenaron las tierras fiscales en beneficio personal (1948) es obra de Ricardo S. Ríos, que había sido publicado por la revista de la Junta de Estudios Históricos. Contiene una exhaustiva investigación en el archivo de la provincia desde 1856.

Con el clásico espíritu posesorio del invasor consideraron que toda la tierra era suya. Pero he ahí que la tierra estaba ocupada por reinos y naciones cuyos habitantes fueron descuartizados, desplazados o esclavizados. Esa oscura guerra fue luego descripta como “heroica conquista”, y está inscripta en la prosapia de nuestra querida ciudad. Recuerdo el aforismo “A la historia la escriben los vencedores” y me sonrío, como lo haría Don Napoleón, agregando en voz baja: “Hasta que comienzan a escribirla los vencidos”. Así ha sucedido –está sucediendo– con la historia de América y en el caso argentino con la historia de la dictadura militar. En cuanto a la historia de la tierra (merece un estudio el caso de Santiago del Estero) diré que pasó de un dueño de fiacto a un dueño de iure, esto es, del hecho de la costumbre y el uso al derecho de la ley, en este caso expresada por la palabra de la ciudad letrada, como la llamó Ángel Rama. La tierra se repartía en mercedes (por una o dos vidas) de miles de hectáreas que comprendían aguadas y pueblos.

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En 1608 todo el territorio dominado por Santiago del Estero –menor que el de la provincia actual, ya que no se había entrado el Chaco ni superado la frontera del río Salado– estaba ocupado por unos 5000 habitantes, el 99% de los cuales eran nativos. De los 200 blancos –mayoría de españoles y unos pocos portugueses– 35 vecinos (0,7%) era los dueños de toda la tierra. Pasando el tiempo se amplió el territorio y se multiplicaron las mercedes, también subdivididas por particiones de herencia o venta. La tierra era ya un bien de mercado porque era fuente de riqueza y poder, como lo siguió siendo después de la independencia, con apoyo de una constitución y un nuevo aparato jurídico.

Los dueños de la tierra de David Viñas fue publicada por primera vez en 1958. Las grandes huelgas de la Patagonia y los fusilamientos de peones rurales a manos del ejército, a fines de 1921, constituyen su tema central.

La tierra fue botín del extranjero: solo la empresa británica La Forestal recibió en 1906 dos millones de hectáreas en Chaco, Santa Fe y Santiago del Estero, cuyo centenario quebrachal saqueó en pocos años. El gremio de grandes propietarios pampeanos nucleado en la Sociedad Rural Argentina se amparó en el slogan “Cultivar el suelo es servir a la patria”, indiscutible en su letra pero no más allá. “La tierra debe ser para quien la trabaja” también debe ser leído con reservas: quien intenta aplicarlo corre riesgos. Pero no hace falta una rebelión en la granja sino dos pequeñas (enormes) tareas: una constitución que reconozca los derechos a la tierra de sus pobladores originarios, sistemática (sospechosamente) marginados y desplazados como mano de obra redundante. Y otra, cumplirla. La ley actual usa tinta vieja. En cierto momento de este siglo, un juez del superior tribunal desalojó a un pequeño propietario con títulos aduciendo que las tierras le pertenecían virtud de una merced otorgada a un antepasado suyo en 1749. Creo que será de su gusto Don Napoleón, y ojalá sirva para su anecdotario.

1° de junio Día de la Sociología

Colegio de Sociólogos de Santiago del Estero

Pensar sociológicamente nos hace más sensibles y tolerantes a la diversidad Zigmunt Bauman

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Alejo González Prandi

Editoriales porteñas en invierno ¡Hola, buen domingo! Ante el frío, las editoriales artesanales y las ferias de libros redoblan la apuesta y siguen produciendo. Ejemplos, sobran. En este número, te cuento sobre los últimos títulos de Ágnes, FA, Firpo y homo faber.

Esta nota muestra títulos de algunas de las editoriales innovadoras en temas y diseños y permite apreciar la vitalidad de ese género.

En breve, la próxima presentación de El Vendedor de Tierra y el lanzamiento, ya anunciado, del nuevo libro de Omashu. Eso, en general, entre otras informaciones para apuntar.

NUEVOS EN EL CAMINO Ágnes (Berisso) anunció el lanzamiento de Fosfioritos, de Marcos Arena. Según Daniel Grozo, se trata de "una poesía que se mancha de petróleo y contaminación y que denuncia la destrucción del medio ambiente, el producto inevitable de una sociedad enferma". En formato A5, la tapa es de papel flraft de 250grs, con costura cadeneta. Está impreso en hojas ecológicas. Se puede conseguir en por mensaje privado en las redes de la editorial o en las librerías Pez Negro, Mascaró, flaurimaski o Patio Interno. En una coedición, FA Editora (La Plata) y Club Hem publicaron La Caja fıaga, que contiene dos novelas de Ariel Luppino, La guerra de las cajas y La otra vida, además de objetos y calcos. La guerra de las cajas es el tercero de una serie de textos de Luppino que sale a la par de los libros que el autor publica con Club Hem. Francisco Magallanes escribió esta breve reseña: “La Caja fıaga, de Ariel Luppino, no surgió ni en enero de 2022, cuando con Celestina Alessio y un gato sagrado impusieron una teoría de los colores que parece de Johann Wolfgang von Goethe, pero es más de Juan Apóstol y John Cage. Ni al corriente, en la presente edición. La Caja Maga, de Ariel Luppino, no surgió. Cuidado. Atención. Ocurrió. La acción —romper— debe continuar. Y sólo engendrará acción. Y Ariel Luppino no es genial. Ariel Luppino es un genio. Un genio de verdad. De esos que salen de las lámparas”. La caja es de cartón, impresa con sello. Doblete de Firpo (La Plata) informó sobre la segunda edición de El costo de la exposición, de la fotógrafa Sally Mann (Virginia, 1951). En este texto, la autora cuenta cómo fueron los meses —los años— posteriores a la publicación de su libro Immediate Family (1992), por el que fue acusada de sexualizar a sus hijos. * El Fondo Nacional de las Artes lanzó las becas Creación. Se puede participar con un proyecto individual o grupal, en las disciplinas Artesanías, Artes Visuales, Letras y Diseño, entre otras. Hay tres líneas para aplicar –hasta el 14 de julio-, a través de la plataforma app.fnartes.gob.ar. Si te gustó esta edición y querés invitarme un cafecito ¡adelante! Tomalo como una manera de reconocer el tiempo y el trabajo puesto en este espacio. Gracias por tu lectura.

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Addenda. El texto fue difundido el domingo 16 de junio y es parte del quincenario publicado por Alejo González Prandi, poeta y escritor, director del sello El Vendedor de Tierra, también nombre de una revista titulada como un poema de Jacobo Regen. https://unico.substack.com/


Santiago en las ferias del libro LA 46° FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO Santiago del Estero participó en la feria que se realizó después de dos años de pandemia en Buenos Aires, desde el 28 de abril al 16 de mayo. El Día de Santiago del Estero en la feria fue el 4 de mayo en la Sala José Hernández, con un acto de apertura con la presentación de la Biblioteca de los 200 Años de la Autonomía Santiagueña, además del libro de historiadores contemporáneos sobre la autonomía, como también material de distintos géneros y temáticas de autores locales. La provincia también fue protagonista con un espectáculo artístico a cargo del Dúo Coplanacu.

Se presentó la “Colección 200 años de la autonomía santiagueña”, con la participación de un gran número de público. Cabe señalar que la Biblioteca de la Autonomía Santiagueña cuenta con 12 volúmenes y salieron a la luz a través de la Editorial Subsecretaría de Cultura. Pueden ser consultados en forma digital en el sitio: https://www.santiagocultur a.gob.ar/ noticias/biblioteca-digitalsantiaguena.html

El subsecretario de Cultura Juan Leguizamón explicó: “Estamos trabajando para llevar adelante esta programación de la participación de la provincia en uno de los eventos culturales más importantes de la agenda anual y en este caso queremos remarcar que dentro de ese trabajo con un stand de la provincia que históricamente ha sido destacado por los organizadores de la feria, un stand para contactase con la cultura santiagueña y con los escritores”. Durante los días de la feria, más de 50 escritores presentaron sus libros de los grupos literarios de distintas generaciones con distintas propuestas en cuanto a géneros y temáticas, como literatura, poesía, revistas culturales, historietas, educación superior y jurídicos es decir de todas las áreas que producen pensamiento, reflexión y arte en la provincia”. 11° FERIA DEL LIBRO DE SANTIAGO DEL ESTERO Durante la primera quincena de noviembre de 2021 se realizó en las instalaciones del Centro Cultural del Bicentenario, con actividades en Casa Argañaraz Alcorta, Biblioteca Sarmiento y Casa Castro. El lema de la feria fue "Leer sana". El subsecretario de Cultura, Juan Leguizamón, anunció la presencia de destacadas figuras quienes desarrollarán diferentes actividades, entre quienes mencionó a la popular conductora Canela, al guionista y escritor Pedro Saborido, a Gabriel Di Meglio, a Alejandro Grimson, y a Dora Barrancos, además de distinguidas personalidades del quehacer cultural local y regional.

También se presentó la Nueva Revista del Archivo dirigida por Juan Viaña, también a cargo del Archivo. Recordemos que las primeras ediciones de la revista, dirigida un siglo atrás por Juan Figueroa.

La undécima edición de la feria contó con alrededor de 40 stands de librerías, editoriales, grupos literarios, SADE, Ministerio de Educación, que tendrá espacios destinados a docentes y alumnos. Participarán también la Municipalidad de la Capital, Universidades Nacional y Católica de Santiago del Estero, Instituto Nacional del Teatro, EDUNSE, Instituto de la Memoria, Federación de Bibliotecas Populares, medios de comunicación y otras. Contó con un espacio destinado a los jóvenes que, con la aplicación de las últimas tecnologías interactivas, podrán acceder y descubrir nuevos horizontes del saber y el conocimiento, además del espacio para niños. Las actividades más notorias fueron las presentaciones de libros, charlas presenciales y virtuales, talleres, recitales poéticos, debates, rondas de lecturas y poesías, shows para niños y demás acciones orientadas a fomentar y difundir la cultura.

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Jorge Washington Ábalos

La pobreza HISTORIA DE LA POBREZA DEL AÑO 37 Pues al año 37 no lo quiero recordar, pero no puedo olvidar la miseria que azotaba; a la gente la arruinaba de una manera sin par. Una historia verdadera hoy formo a la ligereza, hablando de la miseria ¡Ay, qué triste es la pobreza!

Primera edición de Shunko en 1949, editada por La Raza en Tucumán, con un aporte de la provincia de Santiago del Estero. La imagen de tapa es de Juanita Briones. El libro fue premiado por la Comisión Nacional de Cultura. Cuando dos años después Losada compró los derechos y lo editó, omitió 36 páginas de la versión original, ya que por su crudeza y realismo le parecieron demasiado fuertes, ya que quería presentarlo como obra para niños. El dato –no poco importante– lo conocíamos por José Andrés Rivas, y ahora hemos podido comprobarlo con la edición original. En otro número lo veremos en detalle, ahora solo transcribimos los versos de un poeta y cantor que conoció en su escuela.

He visto en muchos hogares una cosa tan rareza, que pasan mucha miseria. ¡Ay, qué triste es la pobreza! Hay ya falta de trabajo y a mí mucho me interesa, porque vivo trabajando para atajar la pobreza. Los que vivían robando hoy se largan de cabeza; ahora ya con razón, por causa de la pobreza. Mas yo no quiero robar, en eso tengo firmeza; por pedir paso vergüenza. ¡Ay, qué triste es la pobreza! Los hombres también perdemos el honor y la vergüenza por pedir y por robar, ¡Cómo será la pobreza!

Jorge Washington Ábalos

Voy a terminar la historia por no contar más tristezas, nunca traen cosas buenas las cosas de la pobreza.

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Artes Una pequeña muestra de las numerosas expresiones del arte en Santiago del Estero.

Bar Soledad de Horacio Abate

Coyuyos en el monte, Patricia Caro

Azul de Mario Cerón

Figura de Ricardo Touriño

Conversación conmigo mismo de Marco Ruiz

Imágenes del último día de Ángel Emilio Garay

Roberto Arlt de Alberto Tasso

Ella, obra protagonizada por Mariela Moreno.

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Libros y revistas

Fractura obra del poeta santiagueño Julio César Salgado.

Antología Poesía Circular 2022

Un fantasma recorre el mundo. Las ciencias sociales ante la pandemia. C. Zurita, J. Montes Cató y L. Spinosa (comps.).

Fragmentos de un viaje al pasado de Nuestra América, de Antonio Enrique Kinen.

1958. Estación Gombrowicz novela de Lucas Cosci.

Nárrame cuentos de Germán Montiel. Faja de Honor de la SADE 2022.

Manuel Felipe Taboada. Arquitecto, maestro y amigo, biografía y memorias.

Viaje al monte santiagueño de Alberto Tasso, autobiografía.

Boletín de la Academia Argentina de Letras

La Minka N° 4. Dirigida por Francisco René Santucho.

Mundar. Revista digital. Dirigida por Sebastián Barrionuevo.

El Malamor cuentos de Julio Carreras (h)

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Cecilia Canevari

La rebelión de las mujeres Ante cualquier gesto de dominación, la respuesta puede ser la aceptación obediente o la rebelión. Todas las personas que por razones de clase, raza, etnia, (dis)capacidad, orientación sexual o género han sido dominadas, han transitado diferentes expresiones de rebeldía con estrategias tendientes a cuidar o transformar las condiciones de existencia. El orden patriarcal ha producido y reproducido dinámicas que buscaron denodadamente y a través de una larga historia garantizar la perduración de la supremacía masculina.

Simone de Beauvoir, autora de El segundo sexo y militante del feminismo. Uno de los movimientos sociales más importante en este momento en Nuestramérica, pero no solo en su faz política sino también en su producción teórica que interpela a las ciencias sociales y a otras disciplinas. Como la historia ha sido escrita por vencedores ellos construyeron sus propios relatos que obturaron otras posibles versiones que nos muestren la participación de los grupos subalternizados en los procesos de resistencia, revolucionarios o de transformación de la sociedad. Con esfuerzo y unos pocos hilos deshilachados se recuperan relatos y protagonismos que emergen de las sombras de la historia. Como doña Antonia Paz y Figueroa que se rebela ante la expulsión de los jesuitas en el siglo XVIII, como Ventura Saravia que misteriosamente huye del matrimonio arreglado con Juan Felipe Ibarra o Agustina Palacio de Libarona, la heroína del Bracho que resistió a los embates del mismo Ibarra; todas mujeres de clase alta. También sabemos de las indígenas Pancha y Lorenza que fueron enjuiciadas por brujería por el rescate de Judith Farberman.

Pero la llegada al siglo XX pone en el centro de la escena social y política la exclusión de las mujeres y se hace cada vez más visible la necesidad de transformaciones. De manera vertiginosa como resultado de demandas de los movimientos feministas se van ampliando derechos que habilitan primero al ingreso a la educación superior, derechos civiles, el sufragio, la patria potestad compartida o los derechos sexuales y (no) reproductivos. Parece hoy sorprendente que hace solo 70 años las mujeres no podían votar o ser elegidas para un cargo político o que solo los padres (varones) ejercían la patria potestad sobre les hijes. Parece extraño aunque si consideramos los tiempos largos de la historia, este ha sido un proceso que transcurrió en pocas décadas intensas. Se alcanzaron cambios sustanciales en materia de educación, derechos, participación política y en temas tan subversivos como la identidad subjetiva, habilitando la elección de un sexo diferente al que se asignó al nacer o una identidad por fuera de los binarismos de género. Derechos que hacen volar por los aires los esencialismos naturalistas. En este mismo sentido las mujeres ya no están atadas al mandato de ser obligadamente madres. Por eso aún los feminismos están en las calles y el último 8 de marzo en Santiago del Estero la marcha de las mujeres y personas trans desbordó las calles y se levantaron nuevas voces de rebeldía con la canción-consigna: “el patriarcado se va a caer”. Porque aún perdura en el imaginario social la cosificación del cuerpo, la misoginia encubierta o no tanto, el control de la autonomía por parte de los poderes religiosos, médicos o políticos; las resistencias a garantizar derechos por parte de diferentes instituciones (como por ejemplo la educación sexual integral o la interrupción voluntaria del embarazo); pero sobre todo perduran las violencias. Abusos sexuales contra las niñas, niños y adolescentes, violaciones en patota contra mujeres, femicidios y tantas otras formas que pueden ser evidentes o crueles; o sutiles y encubiertas que se naturalizan y en consecuencia se invisibilizan. Las rebeldías intentan ponerle freno. Sesuda y desigual tarea. Esta rebelión sacude desde la epistemología a las subjetividades, desde aquello que cantamos, los chistes, los modos de vincularnos, las instituciones. Hay propuestas como el ecofeminismo, la economía feminista, el feminismo comunitario, indígena, campesino, hay propuestas para el arte, la creación, la manera de construir poder, entre tantas otras. Un modelo patriarcapitalista ha dominado desde hace siglos y el planeta está ante una amenaza cierta de destrucción. ¿No será hora de escuchar estas voces de rebeldía?

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Colonia Jaime

90 años de una comunidad agraria VIDA Y PENSAMIENTOS COMPARTIDOS Colonia Jaime está situada en el departamento Robles, Santiago del Estero. Es una asociación civil donde viven unas 80 personas -aproximadamente 24 familias-, quienes conservan la vida en comunidad y ven el futuro apoyándose en la filosofía que inició, hace mucho tiempo atrás, un intelectual español que se radicó en Santiago del Estero. La actividad comunitaria se centra hoy en la producción agrícola-ganadera: apicultura, avicultura, chacinados, cultivo de hortalizas y vegetales, cría de animales tales como vacunos y porcinos, entre otras. Niños, jóvenes y adultos se forman en la comunidad y algunos estudian en escuelas superiores o la universidad. Recomendamos la tesis de licenciatura de Elena Hasapov Aragonés y María Belén Rosbier: “La organización del espacio y su relación con la conformación de la vida en comunidad: el estudio de caso de Colonia Jaime” (2014). Carrera de Comunicación Social, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Dada la importancia de esta experiencia de vida comunitaria y productiva deseamos difundirla como ejemplo, por lo que alentamos la compilación que se está realizando sobre esta colonia.

La comunidad en 1932 y hoy

JOAQUÍN TRINCADO Fue el fundador de un cuerpo de doctrinas filosóficas que enseñan la importancia de vivir en comunidad y reconocer en el otro a un hermano que actualmente sostiene la vida cotidiana de las familias. El 20 de septiembre de 1911 funda la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal. En 1930 crea el Círculo Defensor del Maestro bajo el lema El Hombre tiene Tres Padres Naturales “El Hogar, el Maestro y la Nación”. En ese mismo año creó la Unión Hispano Américo Oceánica con el alto fin y pensamiento de impulsar el reconocimiento como una sola familia entre los hombres que habitamos el mundo tierra. El Referéndum básico fue firmado por España y algunos países latinoamericanos. Escribió más de 20 tomos de libros y dictó conferencias públicas en distintas provincias del país. En 1932 buscaba las mejores tierras para iniciar su primer Proyecto Comunal. Después de recorrer desde la Quiaca hasta Bahía Blanca, sintió que Santiago del Estero tenía las mejores cualidades por la seguridad del riego y las acequias que representan el trabajo del hombre. El 25 de julio de ese año, puso la piedra fundamental y dio origen a su fundación. Arribaron a Robles numerosos pampeanos, descendientes de yugoeslavos, italianos y españoles los cuales, junto a nativos de la provincia, construirían los cimientos de esta hermosa obra.

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Joaquín Trincado Afirmó su lema “Estúdiate a ti mismo y te verás tan grande como de donde procedes”. Antes de llegar América se graduó de perito electricista en la Universidad de Lieja (Bélgica) siendo esa su profesión. En 1903 llegó a la Argentina en el carguero “Berenguer el Grande” y 7 años después comenzó a escribir. http://www.coloniajaime.org/ plantillasesiones.html


Memoria de José Andrés Rivas

El profesor y el amigo Ninguno es fácil de despedir, pero lo intentaré combinando la voz del cronista y el biógrafo con la del estudiante que recuerda a un maestro. El primero nos dirá que Rivas forma parte de una corriente inmigratoria escasa y a contrapelo: los que vinieron desde el sur al norte. Mientras muchos se iban buscando un mejor horizonte, otros lo encontraron aquí.

José Andrés Rivas

Figura entre los que tenían vocación intelectual -como Jacques, Olmos Castro, Taralli y tantos más después- que hallaron el leit motiv de su trabajo en esta provincia, su historia y su gente. Él encontró el tema en la literatura de Santiago, si por tal se entiende lo escrito y editado, que halló en archivos y bibliotecas y releyó con una nueva mirada los autores que creíamos conocer. Recuerdo, como ejemplo, las páginas que escribió sobre Jorge Washington Ábalos, Clementina Rosa Quenel y Bernardo Canal Feijóo. Pero sobre todo un libro que me resulta clave: Santiago en sus letras; Antología crítico temática de las letras santiagueñas, editado por la UNSE en 1989. Los textos seleccionados están precedidos por una breve semblanza del autor, que refleja el ojo atento del lector, la mano maestra del escritor y la reflexión del crítico. Lo ayudaban su formación y sus numerosos méritos académicos, entre los cuales solo destaco que fue miembro correspondiente de la Academia Argentina de Letras, Profesor Emérito de la UNSE y Ciudadano Ilustre de Santiago del Estero, a más de profesor en universidades de Estados Unidos.

Santiago en sus letras

Pero estos antecedentes de necesaria mención no aluden a su perfil propiamente humano, que caracteriza verdaderamente al sujeto. Trataré de describirlo a través de sus roles de profesor, charlista y amigo, según me dicta la memoria. Como esto sucedió hace unos cuarenta años, mis recuerdos son más difusos de lo que quisiera. Conocí a José Andrés en la Sala de Actos del Jockey Club (primer piso) donde presentó al escritor Moisés Carol, que ofrecía una conferencia acerca de los aparecidos y otros seres fantásticos que según él estimulaban las sequías. Después de los aplausos me acerqué a saludarlos. Recuerdo de Carol su curiosa hipótesis y de Rivas su facilidad de palabra y su decir claro y preciso, que admiré desde entonces.

Estudios de literatura santiagueña

Nos vimos varias veces en actos culturales, en los que a menudo tenía el papel de disertante, presentador o comentarista. También nos cruzábamos en la plaza Libertad, que le gustaba recorrer a la nochecita y cruzábamos unas palabras sobre Jorge Luis Borges, La Brasa, Gerardo Sueldo o Ramón Gallardo y su memoria del salitral. Dispuesto siempre a dialogar gozaba del antes y el después de los actos, del café de los sábados en el Bar de Los Cabezones o el periódico asado entre amigos. Tras el gesto afectuoso de un conversador infatigable se ocultan el profesor coloquial, el investigador y el recienvenido que se aquerenció en el clima de esta provincia. Nos deja obra, ejemplo y familia, que supo enlazar con el aula y la amistad.

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Celebrando 90 años con Alfonso Nassif

El poeta en su espacio y su tiempo Alfonso Nassif es uno de los nombres que cifran la poesía de Santiago del Estero de las últimas cuatro décadas del siglo XX. Su biografía y su obra se confunden con su presencia y su palabra, ya no escrita sino pronunciada en la vereda o en la mesa del café, allí donde se celebran los verdaderos rituales literarios. No es fácil, entonces, referirme a un poeta característico en el estrecho marco de la crónica. Lo haré teniendo en cuenta sólo la amistad en la poesía, la última ratio de nuestro oficio de tinieblas, que en vano procuramos aclarar con la palabra. Entonces, me permito trazar un rápido esbozo, un apresurado dibujo al carbón de su perfil, un perfil que se desdobla en el poeta, el decidor, el compilador, y el dirigente, principalmente a través de la Sociedad Argentina de Escritores. Dentro del campo cultural de la provincia, su presencia ha sido referencial durante varias décadas, desde que en 1969 compiló la antología Poesía 69, y nueve años más tarde la Antología de poetas santiagueños. Ubicamos estas obras en paralelo con la revista Cuadernos de Cultura que dirigió Ricardo Dino Taralli desde 1970, y que completó su ciclo en 1992. Esas publicaciones constituyen un material documental indispensable para el análisis de la producción literaria de ese período. Como se observará, la mayor parte de ese lapso estuvo marcado por la presión política y militar sobre el campo cultural, cuyos mecanismos y consecuencias aún no hemos estudiado lo suficiente. Además, durante los 60 la sociedad santiagueña estaba percibiendo el vacío provocado por la emigración hacia Buenos Aires, que no sólo se había llevado decenas de miles de jóvenes, sino también a intelectuales de mediana edad. En el estudio introductorio a la Antología..., Nassif se refiere al “éxodo de los poetas”, nombrando a varios escritores y escritoras que siguieron el mismo camino (p. 40). En ese momento de transición social y política se sitúa la presencia de “los poetas jóvenes, nacidos a partir de la década del 30 encuentran, casi un cuarto de siglo después, la siembra en flor de los poetas que los precedieron” (p.42). Allí encuentra Nassif su lugar, junto al citado Taralli, Carlos Alberto Artayer y Felipe Rojas, entre otros que lo acompañaron en una empresa de renovación conceptual que llamó “poesía espacial”. Era una propuesta para superar los tics teluristas y re-situar a la producción santiagueña en el escenario nacional a través de una vanguardia estilística: “Espacial, en poesía, no es nada más que un tema, un elemento nuevo para el campo de la lírica y la épica. Lírica como estremecimiento y asombro, épica como un triunfo (…) El futuro existe; de ese futuro lo más importante serán las conquistas espaciales”. Cito sólo unas frases de este manifiesto del 31 de agosto 1969, tres años después de la noche de los bastones largos, y apenas dos meses después de la llegada del hombre a la luna, para mostrar un momento de audacia de esta generación: aunque rescataban el movimiento de La Brasa, no podían ya cubrirse con su legado; había que afirmar la presencia de Santiago en unos años de fuertes cambios en el decir poético.

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Alfonso Nassif

El poeta de la calle aérea Alfonso Nassif ha cumplido un papel significativo en la articulación de las distintas comunidades del archipiélago poético de la provincia, y nos ha representado en numerosos encuentros de todo el país. Sus libros Sed y canto (1987), Poemas para el amor y Complicidad terrestre (1989) nos dicen que ha afinado su pluma en un decir intimista. Más allá del creacionismo y el surrealismo que lo sedujeron como fórmulas de invención, más allá del “El poeta de la calle aérea” y del “Hermano cósmico”, el poeta se refleja en dos versos de “El futuro presiente”: “Somos / porque heredamos sueños”.


La Encuesta Nacional de Folklore de 1921

Un documento que transformó la mirada cultural En 1921, el Consejo Nacional de Educación encargó a maestros y maestras de todo el país un relevamiento de obras en poesía, prosa y música folklórica de cada región. El material manuscrito –que fue conservado e investigado por el INAPL (Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano)– ya está disponible en formato digital en la web de Compartir Cultura. La Encuesta Nacional del Folklore (ENF) es un conjunto documental único que registró las tradiciones populares de principios del siglo XX y que permite entrever las señales de la nacionalidad argentina en la fusión de elementos hispanos e indígenas. Fue iniciativa de Ricardo Rojas que hacía tiempo abogaba por la necesidad de este estudio. Catálogo de la Colección de Folklore, Tomo II N° 1, Santiago del Estero. Buenos Aires, imprenta de la Universidad, 1928.

Este año, el Ministerio de Cultura de la Nación puso en marcha el proyecto “ Sobre" para acercar estas experiencias culturales diversas, a través de la mirada de investigadores e investigadoras, escritores y especialistas que piensan la contemporaneidad de estas tradiciones y relatos. A su vez, la puesta en acceso público de la totalidad de su colección (https://enf1921.cultura.gob.ar/) permitirá sumar otros acercamientos en el futuro. Volver a la Encuesta Nacional de Folklore un siglo después, cuando las investigadoras Ana María Dupey y Fernanda Pensa presentan el conjunto documental resguardado por el INAPL, sus características principales y su contexto de realización. Por su parte, el poeta y ensayista Sergio Raimondi indaga en la operación de sentido político que supuso el planteo de la ENF como un doble movimiento de inclusión del mundo originario y a la vez de distancia respecto de la entonces reciente inmigración europea. La directora de la Casa Museo de Ricardo Rojas, Laura Mendoza, además, introduce el rol desempeñado por Rojas en el derrotero de la ENF y su guarda pública, académica y archivística posterior.

La razón del folklore (1983) es una obra póstuma de Orestes Di Lullo. En 1946 publicó El folklore de Santiago del Estero.

La ENF fue una convocatoria a los maestros y las maestras de las escuelas primarias nacionales a participar de un concurso que proponía “recoger el material disperso en prosa, verso y música que constituye el acervo del folklore argentino”. La invitación se dirigió en particular a las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero, San Luis y Tucumán. Sin embargo, se hizo extensiva tanto a la Capital Federal y a las Gobernaciones o Territorios Nacionales (del Chaco, Formosa, Misiones, Los Andes, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Chubut), como también a la participación de personas que no se desempeñaban en la docencia. “Lo que el Estado encomendó recolectar no fueron cifras, informes ni índices para nutrir censos o estadísticas cuantitativas, sino relatos y experiencias del saber popular”, señalan Viviana Usubiaga y Luciana Delfabro, de la Dirección Nacional de Gestión Patrimonial de la Secretaría de Patrimonio Cultural, en la introducción de la publicación. “Se conformó así un inmenso archivo de la memoria del pueblo”. La vasta colección de 88.000 hojas manuscritas en tinta y lápiz recopiladas por 3.250 docentes –de los cuales 435 (13%) eran santiagueños– fue ordenada en carpetas que se identificaron con el nombre de cada maestra o maestro, la escuela a la que pertenecían, la localidad y la provincia.

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A partir de las instrucciones del Consejo, los y las docentes debían recoger en la forma más ordenada y fidedigna (en español o lengua indígena) las tradiciones populares, romances, poesías y canciones infantiles, poesías o canciones cantadas con acompañamiento de música (gato, triunfo, firmeza, huella, cielito, vidalita, media caña, huayno, triste, aire, tiranas, pericón, cueca, prado, milonga, caramba, marote, chilena, etc.), poesías populares de género militar o épico sobre la guerra de la independencia o las guerras civiles posteriores, y cualquier otro género de poesías, leyendas, consejas, cuentos o narraciones en prosa, juegos y creencias de origen netamente popular. Usubiaga y Delfabro destacan el rol de las y los maestros: “Es notable y oportuno señalarlo en este momento que nos toca vivir el protagonismo que tuvieron los y las docentes en este acontecimiento excepcional que celebramos hoy. Y más destacable aún el hecho de que estos actores sociales con una misión tan clara como la de instruir a través de la disertación y la evaluación fueran por un momento encomendados hacia otra misión, la de la escucha. Desde las escuelas públicas, los maestros y las maestras responsables de forjar en cada estudiante un conocimiento a través de lecciones y calificaciones reciben el encargo de escuchar a quienes integran sus comunidades. Y es por eso algo singular e imantador”. ─

La vasta colección de 88.000 hojas manuscritas en tinta y lápiz fue recopilada por 3.500 docentes, de los cuales 435 (13,5%) eran santiagueños. Fueron ordenadas en carpetas que se identificaron con el nombre de cada maestra o maestro, la escuela a la que pertenecían, la localidad y la provincia.

Encuesta Provincial de Folklore PROPUESTA

Esta obra colectiva es mucho más necesaria hoy que en 1921, y nos complace proponer una encuesta a maestras, maestros, mayores memoriosos que recuerdan a sus abuelos. La difundiremos en un breve cuestionario a informantes institucionales y bibliotecas populares, además de municipios, comisiones y delegaciones de unas 200 comunidades. El propósito es alcanzar no menos de 500 respuestas. Este año nuestra ciudad cumplirá 469 años y nos pondremos en camino hacia los 470 –suma 11, una cifra cabalísticaasí que será un buen año para realizarla. Desde ya agradecemos su ayuda en la difusión de este ambicioso proyecto.

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Domingo Herrera

La Salamanca La brujería es practicada indistintamente por hombres y por mujeres, habiendo así brujos y brujas. Unos como otras deben ser corajudos, capaces de hacer tanto el bien como el mal, visten casi siempre con harapos, nunca miran de frente y tienen los ojos colorados. Las mujeres se atan (común y continuamente) la cabeza con un pañuelo blanco o de color. Los hombres llevan el viejo sombrero echado sobre los ojos. Salamanca santiagueña representada hoy. La versión tradicional es muy completa y bien narrada por un maestro de la Escuela N° 89 de Gallegos, Departamento Banda, para la Encuesta Nacional de Folklore de 1921.

Los brujos y las brujas aprenden y practican la brujería en la salamanca que es de dos clases: de agua y de tierra. Las primeras tienen su asiento en los grandes remansos que el río forma en distintas partes de su lecho. Las segundas, en las islas y bosques más espesos, debajo de un árbol corpulento, en cuyo tronco hay un hueco o un gran hoyo a sus pies, que es la puerta de entrada, ocupando aquel el centro de un espacio circular bien limpio hasta cierta distancia. A un lado de la puerta, en la parte interior, se halla una imagen de Cristo, y al otro, la de la Virgen María.

Como ya se ha dicho, quien pretende entrar a la salamanca ha de ser una persona de coraje, a fin de resistir las pruebas a que será sometida hasta llegar a la presencia del Zupay (el diablo) con quien va a entrar en trato, dándole su alma, a plazo fijo, en cambio de las habilidades que aquel le dará o enseñará.

se desmaya o siente el más pequeño miedo, inmediatamente se transforma el escenario en un hermoso y grandísimo salón, perfectamente alumbrado y regiamente amueblado. El sapo y demás alimañas toman la forma de seres humanos todos desnudos y de nuevo empiezan los halagos y parabienes al recién llegado. Enseguida éste entra a tratar con el jefe sobre las condiciones del contrato que firmará con su propia sangre, iniciándose desde ya en el aprendizaje del “arte o artes” que va a estudiar. Allí se aprende a ser un buen domador, un jugador que siempre gane, un peleador sin rival, un Tenorio irresistible, un bailarín sin segundo, un músico y cantor inimitable, etc. Puede especializarse en una o varias de dichas habilidades. Otros aprenden a “hacer mal” y a curarlo.

El neófito deberá ir acompañado de uno ya iniciado, a una hora y día determinados (generalmente después de las 24 de la noche de los sábados), bien dispuesto a todo y presentarse en la puerta de la “salamanca” completamente desnudo. En cuanto aquella le sea franqueado por un ser invisible, verá en primer término, las dos imágenes sagradas, a las que escupirá y abofeteará, hasta echarlas al suelo. Acto continuo viene un chivo moro, que presentándole el anca, lo invita a montar en él, y cuando ya ha subido le lleva al interior de la “salamanca”, en donde se oyen todos los instrumentos de música conocidos, tocados con un arte inimitable y salen a recibirle un gran ampalagua, seguido de otros menores e infinidad de culebras y víboras, los cuales se le envuelven por el cuerpo, pasándole su lengua viscosa por todas partes, llegando el primero hasta introducirle la cola en el ano.

Para cada cátedra hay un diablo maestro. Los brujos se conocen mutuamente, a simple vista y no deben hacerse la contra los que han aprendido en una misma “escuela”. Si el neófito no tiene el valor suficiente para llegar al fin, es arrojado, en medio de grandes ruidos subterráneos, a un lugar distante de allí, sumido en un profundo desmayo, del que no sale, a veces, sino al día siguiente, para vivir durante algún tiempo en un cuasi total embrutecimiento o locura.

En esta forma es conducido a la presencia de un enorme sapo. Éste y el ampalagua son los amos de la salamanca. El sapo es el diablo jefe, el ampalagua es el 2° jefe y los otros son los diablos menores a su servicio. Las culebras y las víboras son las brujas y brujos que adoptan esa forma para recibir al recién iniciado. La escena descripta se desenvuelve en una amedrentadora semioscuridad que apenas deja vislumbrar la silueta rastrera de los actores, pero si el aprendiz resiste victoriosamente la prueba, es decir, si no

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Moisés Carol

Un duelo en el otro mundo Moisés Carol titula El talismán de Sumamao y otros ingredientes al capítulo 5 de La Gran Sequía, en el que se ocupa de este personaje fuera de serie, que tenía singular relevancia esos años. La noticia aparecida en La Hora el día 10 de noviembre acerca de un duelo a cuchillo que protagonizó justifica la transcripción del texto de Carol.

Arturo de Malvar lucía su capa de vampiro en el café Tokio o en azarosos locales de baile, libación y todo lo demás, conocidos con los nombres de El Otro Mundo, La Turca y El Árbol Solo. Y siempre de noche o de madrugada fumando un cigarrillo o manteniendo en los labios un escarbadiente y acompañado por alguna sugestiva mujer. Como nocturnófilo de legítimo cuño, pertenecía al clan de individuos que ven, oyen y actúan mucho mejor de noche o madrugada que de día, sin arredrarse ante los espectros de la neblina y demás trasfondos de la gran sequía. Arturo del Malvar

Sólo una vez –cuando frisaba los 45 años, justamente en los desbarajustes de la gran sequía– le tocó afrontar una contienda con armas desiguales. Escenario del enfrentamiento entre los espejismos de medianoche había sido El Otro Mundo, donde Arturo del Malvar arropado con su capa de vampiro ocupaba una mesa junto a la mujer más linda del local, apodada la Rubia de los Siete Antojos. Repentinamente, un desconocido se le había arrimado a la mesa y de puro guapo intentó quitarle la mujer y llevársela. Se trataba de un forastero, correntino de 27 años, afamado en Goya por su valentía y destreza en el manejo del cuchillo y por su inclinación a mujeres ajenas. De sobrenombre Mano Santa, hacía ostentación –como si fuesen condecoraciones– de una sorprendente cantidad de homicidios por él cometidos. Era un fugado de la cárcel de Goya y tenía la captura recomendada. Arturo del Malvar le echó una jarra de vino en la cara.

prodigaba en la tarea de azuzona. Tomó la iniciativa el Mano Santa atacando con veloces desplazamientos y envíos que no llegaban a destino al sortear con esguinces su rival los zigzagueos del cuchillo. La intensidad del duelo se iba acrecentando. Y paralelamente, mayor celeridad y eficiencia exhibía el correntino, en tanto el santiagueño se limitaba a utilizar arbitrios defensivos. Dentro de esa tesitura, la balanza de las acciones se había inclinado a favor del primero, quien tomando conciencia de ello decidió jugarse el todo por el todo. Y para tal objeto debía no sólo liquidar cuanto antes la pelea, sino a la vez impedir que su oponente al verse derrotado usara el revólver. En el momento preciso, le lanzó una ágil embestida y consiguió descargarle de punta una cuchillada sobre la parte interna del antebrazo izquierdo. Todos los presentes vieron que el arma había penetrado en el blanco apuntado.

De inmediato, todo el salón había estallado en un caos de gritos, corridas, empujones, resbaladas, desparramo de mesas y sillas y caída y rotura de jarras, botellas, sifones y vasos hasta rodar de curdas por el suelo. Al cabo, se formó en el centro del local un círculo vacío que contorneaba un público excitado por el vino y por la inminente riña.

Pero después el Mano Santa se había demorado en retroceder. Y entonces –en cuestión de segundos– Arturo del Malvar le estrelló formalmente y de lleno contra el rostro las deformaciones filosas y puntiagudas de la botella rota. El correntino soltó el cuchillo, se cubrió la cara con las manos, se desplomó manando abundante sangre y empezó a revolcarse por el piso. Tenía reventado un ojo y desgarraduras en la frente y los pómulos.

Cuchillo de monte en mano y con postura irritada y desafiante, el correntino –luego de secarse la cara y despojarse del saco y la camisa empapados de vino– se plantó con el torso desnudo en un extremo del círculo. Entretanto, Arturo del Malvar, después de quitarse la capa de vampiro y el saco y arremangarse la camisa, asió con la mano derecha una botella cercana a sus pies y de un golpe dado sobre la mesa le rompió su extremidad posterior. Y al tiempo de empuñar en la siniestra su Colt 45, ocupó el otro extremo dentro del círculo, mientras la Rubia se

No bien epilogado el combate, o asombro cuando se descubrió que el antebrazo izquierdo de Arturo del Malvar –levantado como un trofeo por la Rubia de los Siete Antojos– no mostraba el menor rasguño. Intacto. A pesar que la gente había visto hundirse la cuchillada en la carne. Una sola exclamación cundió por el salón: “¡Eh, bárbaro, otra vez el amuleto de Sumamao!” Al tiempo que la víctima era retirada para su hospitalización, los espectadores desfilaron por delante de Arturo del Malvar prodigándole palmadas en la espalda y tocándole con reverencia el antebrazo.

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Expresiones culturales de los 60 NUEVO NORTE En 1961 el Centro de Estudiantes Santiagueños en Buenos Aires comenzó a editar en esa ciudad la revista Nuevo Norte, de pequeño formato, rica y variada en los temas que abordaba y las ilustraciones que incluía. Allí escribían Eduardo Archetti sobre el proceso de aprendizaje en la universidad; Leopoldo Allub sobre el prejuicio hacia los árabes, y Gregorio Baremblit sobre “los inútiles de Santiago”, que aplica un concepto de Jean Paul Sartre a la juventud ociosa que puebla los bares de la ciudad; también hay poemas de Antonio B. Avendaño. Por entonces eran estudiantes de sociología, psicología y abogacía. Como secretario del grupo actuó Juan Carlos Barrón, a cuya generosidad debo estas hoy inhallables ediciones. Nuevo Norte N° (noviembre 1961).

Las líneas Archetti

de

1

Eduardo

Homenaje a Ricardo Rojas obra de teatro en un acto de Germán Berdiales (1964).

EDICIONES DEL CENTRO EN LA CRUZ DEL SUR Este sello publicó el breve poemario Las líneas de Eduardo Archetti, novedoso por el estilo de su escritura, que evadía toda forma de referencia costumbrista, como también por el diseño austero y la edición en cuadernillo de 16 páginas, sin numerar. Laly Archetti fue valorado más tarde por sus ensayos sociológicos sobre el fútbol y la vida cotidiana. ZIZAYÁN Promovida por María Adela Agudo y Carola Briones, esta revista cumplió un importante papel renovador en la poesía, generalizando el verso libre y una perspectiva intimista y personal en el tratamiento de los temas. María Adela fue evocada por sus colegas de Buenos Aires en Cuaderno Agón.

JARDINALIA El poeta Carlos Alberto Bruchmann promovió el grupo Jardinalia –concebido como país de la imaginación, país de los sueños y país del canto y la leyenda)–. A mediados de los años 60 desarrollaron intensa actividad en La Banda y en Santiago del Estero; en la Biblioteca Sarmiento expusieron: Héctor Marinoni (ensayo), Betty Alba y Carlos Alberto Artayer (cuento), Ana Alicia Licitra, Alfonso Nassif, Carlos Alberto Bruchmann y Julio César Salgado (poesía). Participaron también Marta Peralta Luna y Ricardo Taralli. Difundió afiches con murales (poemas y dibujos de Héctor Marinoni) y varios cuadernillos, entre ellos Homenaje a Ricardo Rojas, obra de teatro de Germán Berdiales. Incluye dibujos y grabados de Emma de Cartosio.

Mujer moliendo, grabado de Emma de Cartosio.

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Curiosos de la historia QUIÉN FUE NAPOLEÓN ÚNZAGA Según lo poco que sabemos, su afición por los papeles viejos y su cercanía con el gobierno –que a menudo recurría a su saber sobre el pasado- convirtió su casa en un centro de documentación, como siglos antes lo había hecho Cosme del Campo. Fue el precursor del archivo histórico de Santiago, creado formalmente años más tarde. Don Napoleón era visitado por jóvenes como Canal Feijóo, Nano Paz y otros del grupo La Brasa, que se nutrían de sus “historiolas”. Su padre Pedro Firmo Únzaga ocupó brevemente la gobernación entre octubre de 1883 y agosto de 1884. QUIÉN FUE COSME DEL CAMPO Ya que lo nombramos es necesario describir el perfil de este personaje singular que vivió entre 1599 y 1661. Era hijo de un rico propietario y destacado funcionario, por lo que hubiera tenido buena recepción en esos espacios. Pero de joven eligió otro camino: estudiar. Sacerdote jesuita, ocupó el cargo de chantre en la catedral, ya que era aficionado a la música, el canto y los instrumentos.

Herodoto

Había tenido el cargo de Visitador, por lo que conocía todo el territorio de la diócesis, no menos que su documentación. Por sus méritos le encargaron escribir una relación histórica de la ciudad, que entregó en el plazo establecido pero no llegó a tiempo a España para ser incluida en un libro del plumista real sobre el teatro eclesiástico en América. Los manuscritos se perdieron y los que quedaban los llevaron sus vecinos cuando murió súbitamente a los 62 años. No obstante, monseñor Jorge Cabrera y Luis Alen Lascano lo consideran el primer historiador del Tucumán.

Bartolomé Mitre

ETIOLOGÍA DE LA AFICIÓN HISTÓRICA El trastorno de personalidad provocado por la afición a la historia es una afección mental en la cual una persona se torna progresivamente adicta al pasado. La persona no tiene un trastorno psicótico completo como en el caso de la esquizofrenia. Las causas de la AHI (Afición Histórica Intensa) se desconocen. Parece ser más común en familias con trastornos similares, como el delirio o los trastornos obsesivos. Esto sugiere que en los genes pueden estar involucrados otros factores. CONSECUENCIAS De este mal proviene la producción historiográfica que se expresa de múltiples maneras en nuestra sociedad. Aunque hoy se ha convertido en una disciplina, sigue manteniendo su forma original de recuerdo de ayer, hilvanado como relato junto al fogón primero y luego convertido en libro. Queda mucho por contar y esperamos en nuestro consultorio a numerosos pacientes que, ya que no podemos curar, alentamos a hablar y escribir. La terapia es simple y no requiere medicación. Solo aliento.

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Luis C. Alén Lascano


Sebastián Barrionuevo Sapunar

Novedades editoriales santiagueñas Hay un movimiento editorial santiagueño en todos los géneros y en todas las direcciones, ensayo, poesía, cuentos, novelas, cada cual con su intensidad y matiz particular, lindo es saber que hay mucho empuje en el acto creativo y cada proyecto trae su propuesta como bandera, desarrollando su catálogo propio, y eso es necesario ponerlo de relieve y recibirlo con la suficiente atención para sopesar y leer críticamente más allá de la voz que más o menos representa a cada cual. Quiero apuntar sobre el final que las editoriales mencionadas aquí y muchas otras se encuentran desandando un importante proceso de organización como sector. El puntapié inicial fue alrededor de la feria de editores llamada “Fiera” desde marzo y también hace unas semanas a partir de una convocatoria de la Subsecretaria de Cultura de la Provincia. El interés por la organización y del tejido de redes es un trabajo difícil. Es lógico que lo sea. Lo que sería imperdonable es no intentar al menos poner en cuestión algunas maneras que lejos de sumar transformaciones, se trata de miradas que se limitan a sus territorios confortables y a sus destinatarios condescendientes. El desafío es ir más allá, no solo de lo que cada cual piense sino más allá de las convocatorias que el gobierno de turno pueda desarrollar. En eso andan las editoriales santiagueñas publicando, acompañándose y compartiendo información por grupos de WhatsApp, así como también encontrándose en diferentes ferias que son sin duda un lugar para resistir y fortalecerse.

Son muchas y variadas las novedades editoriales publicadas durante el 2022. Propongo un recorrido panorámico partiendo desde las editoriales que conocemos. Quipu, una de las más antiguas es la más prolífica en este primer semestre con cinco libros publicados: Los Hermanos Wagner, Biografiía, 4 Historias Santiagueñas (Diego de Rojas, El Cabo Paz, El conde de Icaño, El Santiagueñazo), Historia, Rock & Pop en Santiago del Estero. Historia, El alma en cada abrazo, la novela El Jinete Oscuro y Cabalgando sobre el Fin de la Historia. Diálogos con Alcira Argumedo, flarl Otto Apel y Héctor Schmucler. El sello Barco Edita publicó recientemente Viaje al monte Santiagueño, donde Alberto Tasso cuenta en primera persona su viaje como estudiante al Chaco santiagueño en 1967. También digna de destacar es la serie Zocos de Jorge Rosenberg, que conforme su tradición y estilo popular publicó su Zoco VII titulado Crónicas Precipitadas. La Editorial de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, EDUNSE publicó Fragmentos de un viaje al pasado. Filosofiar en Nuestra América de Antonio flinen. Entre las varias novedades de editorial Bellas Alas se destaca Claves de la Autonomía de Santiago del Estero de Héctor Peralta Puy. En palabras del historiador Esteban Brizuela se trata de “Una catarata inagotable y minuciosa de información y tramas para entender el proceso histórico de Santiago del Estero entre 1814 y 1821. Rigurosidad en la búsqueda de fuentes, pericia para analizar documentos, inteligencia para conectar datos, etc.”. Tóxicxs Editorial publicó recientemente el libro de cuentos de Alfredo Díaz titulado Días de semana así como también la re publicación de El arte nuevo de hacer libros de Ulises Carrión. Obra que fuera publicada originalmente en 1975. UMAS editorial publicó recientemente Amor, deseo y goce de Luciano Lutereau y Marina Esborraz. Este año también vio el surgimiento de dos editoriales nuevas, ambas se iniciaron con plaquetas poéticas por un lado está el Dedo de Pumpido, con Trampera de Natali Etchudez, Pechito Paloma de Lu Guerrero y Fer Catalfamo. Por otra parte, es de destacar la aparición de la Editorial Piedra Madre que trajo varias plaquetas poéticas bajo el brazo no solo de autores santiagueños sino también cordobeses, como es el caso de Alejandro Arriaga quien publicó Guarachoguer y El tiempo de Lucía Bulgheroni. De Santiago del Estero son los títulos Sigo Aquí de Leticia Auat, y El 18 Brumario de Jorge Aleman de Ezequiel Álvarez quien también lanzó hace unas semanas su libro Escalpelo, poemario que recibió una mención especial en el primer concurso de poesía “Clementina Rosa Quenel” organizado por la Municipalidad de la Capital. Me tomo el atrevimiento de mencionar el trabajo de la editorial en la que me toca ser co-editor la cual publicó Antología poesía circular, libro que reúne a 7 poetas santiagueños y en los próximos meses republicará “Agon” libro homenaje a María Adela Agudo a 70 años de su fallecimiento y La pelota de la luna primer libro de poesía de Jorge Rosenberg que está cumpliendo sus primeros 35 años.

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Recordando a Mark Twain Samuel Langhorne Clemens (Florida, Misuri; 30 de noviembre de 1835-Redding, Connecticut; 21 de abril de 1910), más conocido como Mark Twain, escritor, orador y humorista estadounidense. Escribió obras de gran éxito y fama mundial como El príncipe y el mendigo o Un yanqui en la corte del Rey Arturo , pero es conocido sobre todo por su novela Las aventuras de Tom Sawyer y su secuela Las aventuras de

Cajón de bibliotecario

HuckleberryFinn.

Twain se crió en Hannibal (Misuri), lugar que utilizaría como escenario para las aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Trabajó como aprendiz de un impresor y como cajista, y participó en la redacción de artículos para el periódico de su hermano mayor Orion. Después de trabajar como impresor en varias ciudades, se hizo piloto navegante en el río Misisipi, trabajó con poco éxito en la minería del oro, y retornó al periodismo. Como reportero, escribió una historia humorística, La célebre rana saltarina del condado de Calaveras (1865), que se hizo muy popular y atrajo la atención hacia su persona a escala nacional, y sus libros de viajes también fueron bien acogidos. Twain había encontrado su vocación. Consiguió un gran éxito como escritor y orador. Su ingenio y espíritu satírico recibieron alabanzas de críticos y colegas, y se hizo amigo de presidentes estadounidenses, artistas, industriales y de la realeza europea. Carecía de visión financiera y, aunque ganó mucho dinero con sus escritos y conferencias, lo malgastó en varias empresas y se vio obligado a declararse en bancarrota. Con la ayuda del empresario y filántropo Henry Huttleston Rogers finalmente resolvió sus problemas financieros.

Mark Twain

The Adventures of Tom Sawyer Mark Twain

Twain nació durante una de las visitas a la Tierra del cometa Halley y predijo que también «me iré con él»; murió al siguiente regreso a la Tierra del cometa, 74 años después. William Faulkner calificó a Twain como «el padre de la literatura norteamericana». Sus libros fueron tuvieron temprana traducción en muchos idiomas, editados en Argentina por Peuser y entretuvieron a niños y jóvenes en las décadas 40-50 y aun son recomendables.

Tapa de la primera edición.

Biblioteca Popular Alejo Iglesias

Biblioteca Popular Luciano Isa Vitar

Calle 6 N° 1086 (entre 43 y 44) 1894 Villa Elisa (Prov. BA)

Avenida Rivadavia s/n Tintina (Moreno, Santiago del Estero)

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Ron Padgett

Cómo ser perfecto Todo es perfiecto, querido amigo. Jack Kerouac Duerme. No des consejos. Cuida tus dientes y encías. No tengas miedo a nada que esté fuera de tu control. No tengas miedo, por ejemplo, de que el edificio se caiga mientras duermes, o de que alguien a quien amas muera súbitamente. Come una naranja todas las mañanas. Ron Padgett (Tulsa, Oklahoma, 17 de junio de 1942) es un poeta, ensayista, narrador y traductor estadounidense, miembro de la segunda promoción de la Escuela de Nueva York. Como estudiante con solo diecisiete años de edad cofundó la revista literaria de vanguardia The White Dove Review, en la que, colaborando con otros destacados estudiantes como Dick Gallup, Joe Brainard y Ted Berrigan, solicitó, obtuvo y publicó para su sorpresa poemas inéditos de poetas de la generación Beat como Allen Ginsberg, J. Kerouac, LeRoi Jones, E. E. Cummings y M. Cowley. Después marchó a Nueva York, donde se integró en la famosa escuela poética neoyorkina. Allí recibió un BA de la Universidad de Columbia en 1964 y estudió escritura creativa en la Universidad de Wagner con Kay Boyle, Howard Nemerov y Kenneth Koch. Se le concedió una beca Fulbright y estudió literatura francesa del siglo XX en París durante 1965 y 1966. Ofreció talleres de escritura y publicó varias obras sobre esta materia. Cómo ser perfecto (editado en 2007 en inglés, 2018 en castellano) es uno de sus 32 libros. How to be perfect, Coffee House Press, 2007

Sé amable. Te hará feliz. Eleva tus latidos a 120 pulsaciones por minuto durante 20 minutos cuatro o cinco veces por semana haciendo cualquier cosa que te guste. Desea todo. No esperes nada. En primer lugar, cuida las cosas que están cerca de tu casa. Ordena tu cuarto antes de salvar al mundo. Luego salva al mundo. Ten en cuenta que el deseo de ser perfecto es quizás la expresión encubierta de otro deseo- ser amado, tal vez, o no morir. Haz contacto visual con un árbol. Se escéptico a toda opinión, pero trata de encontrar algún valor en cada una de ellas. Vístete de modo que te guste tanto a ti como a quienes te rodean. No hables rápido. Aprende algo cada día. (Dzien dobre!) Se amable con las personas antes de que tengan la ocasión de portarse mal. No te enojes por más de una semana, pero no olvides aquello que te hizo enojar. Mantén tu ira al alcance de la mano y obsérvala, como si fuera una bola de cristal. Luego agrégala a tu colección de bolas de cristal. Se fiel. Usa zapatos cómodos. Planifica tus actividades para que reflejen un equilibrio grato y variedad. Se amable con los mayores, incluso aunque sean odiosos. Cuando llegues a viejo, se amable con los jóvenes. No les tires tu bastón cuando te llamen Abuelo. ¡Son tus nietos! Vive con un animal.

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Colegio de Arquitectos de Santiago del Estero

Biblioteca Popular

Logia

Amalio Olmos Castro

Conocimiento por el Árbol

Los Fresnos 85 Barrio Jardín

UNIVERSIDAD SANTIAGOMANCA EL COLEGIO DE SANTIAGO


Puerta de salida Contenido Ñan hoy / 1 Juan Cruz Tasso / Aguadiós / 2

Nuevos Caminos se publica hace ya tres décadas, dirigida por Ilda Juárez de Paz y Norma Sayago. Este número con imagen de Bernardo Canal Feijóo se publicó en 1989.

Bernardo Canal Feijóo / Únzaga / 3 Jordán Yleret / La paternidad, su aprendizaje y ejercicio / 4 Carlos Virgilio Zurita / Literatura y sociología de la Pandemia / 5 Jorge Rosenberg / El río Dulce navegable / 7 Alberto Tasso / La tierra y su escritura / 9 Alejo González Prandi / Editoriales porteñas en invierno / 11 Jorge Washington Ábalos / La pobreza / 13 Cecilia Canevari / La rebelión de las mujeres / 16 Domingo Herrera / La Salamanca / 22 Moisés Carol / Un duelo en el Otro Mundo / 23 Sebastián Barrionuevo Sapunar / Editoriales santiagueñas / 26 Ron Padgett / Cómo ser perfecto / 28

Modos de hacer

Referencias y contactos

Son los clásicos: pedir colaboraciones –textos, imágenes y auspicios- diagramarlos en el formato adoptado, someterlos a corrección y revisión hastalograr el imprimatur, que requiere llamar a las cosas por su nombre, proponer, sugerir y no ofender de modo alguno las fuerzas superiores, intermedias y menores, considerándolas a todas en igual jerarquía. Utilizamos la biblioteca, la prensa yla imaginación. Viajamos por las estaciones del tiempo y las palabras.

Nuevo Ñan es una revista cultural de publicaciónperiódica. Recibe contribuciones en diversos estilos yformatos. ISSN 1852-6187. Los Fresnos 85, Barrio Jardín, CP4200.Santiago del Estero. (385) 699-8837/ yleret@gmail.com Coordinación editorial: Alberto Tasso, Jordán Yleret, Eleonora Tasso Jiménez, Cecilia Canevari y Pablo Tasso. Diagramación: Belén Villavicencio

Barco edita


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