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¡GRACIAS VOLUNTARIOS ALEMANES!

La frase compartida por el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano “mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, sintetiza en este caso el servicio realizado por los voluntarios alemanes en el Perú durante un año, fruto de una relación notable que mantienen las YMCA de Alemania y Perú desde 1980.

¡Cómo ha pasado el tiempo! Ya corrió un año desde que los voluntarios alemanes emprendieron esta aventura de venir al Perú en agosto de 2022 para sumarse a la misión de YMCA Perú. Todos ellos, con su entusiasmo, saberes, alegría y muchas ganas de colaborar, se dispusieron para vivenciar, aprender, conocer y apoyar los diversos programas, proyectos y servicios de YMCA. Rápidamente se ubicaron en los espacios en los que han ofrecido su servicio a favor de niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores.

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Cabe indicar que la adecuación cultural de los voluntarios no fue sencilla porque tenían que adaptarse a un idioma diferente, a formas diversas de “ser peruano”, al caos vehicular tan característico de Lima, a los traslados que demandaban hasta más de una hora y media de tiempo en bus… No obstante, en medio de este contexto, dieron media vuelta a la moneda y se plantearon estrategias como el uso de bicicleta para agilizar el traslado, por supuesto, con prudencia y cuidado.

Fue sabio de su parte que hayan destinado tiempo para la atención a su salud integral a través de visitas al gimnasio, caminatas y eventos deportivos, como también espacios de alimento espiritual. La práctica del idioma fue una constante y un desafío, pero nunca dejaron de mostrar entusiasmo por aprender. Además, disfrutaron desde el inicio la variada gastronomía peruana y sobre todo las frutas. Igualmente, aprovecharon oportunidades de viaje a diversos lugares del Perú, lo cual les permitió ampliar su comprensión acerca del país y su gente, ¡su maravillosa diversidad!

Si bien es cierto, de cuando en cuando afloraba la nostalgia por sus familiares, amigos y raíces (Heimweh en alemán), también aparecía la reflexión sobre las experiencias y aprendizajes que venían teniendo en su interacción con los distintos grupos etarios a los que han atendido.

YMCA Perú agradece profundamente el servicio que realizaron los voluntarios alemanes. Su juventud, empeño, compromiso y alegría fueron los signos de un año cargado de hermosas experiencias. Fue notable ver el cuidado mostrado para evitar afectar o caer en error con palabras o acciones. Asimismo, las iniciativas se hicieron presente y pudieron llevarlas adelante. El diálogo entre voluntarios y profesionales permitió lazos de confianza, afecto, respeto y trabajo en equipo. En ocasiones el cansancio apareció, pero eso no mermó su deseo de realizar cada vez mejor la enseñanza del inglés o del alemán, así como la organización de los devocionales, donde estuvieron vigentes el juego y la creatividad. Esperamos que estas experiencias vividas hayan contribuido de manera significativa con sus vidas.

Finalmente, a través de estas líneas YMCA Perú les dice, ¡mil gracias!

Queridos Mazin, Samuel, Anna, Clara, Jonas y Annalena, queda corto nuestro agradecimiento para expresarles gratitud por su año de servicio con entrega y compromiso. Todo el cuerpo profesional y voluntario guarda un profundo anhelo hacia ustedes: que el Señor los bendiga y los guarde, Dios Padre los mire con agrado y les extienda su amor, que el Señor les muestre su amor y les conceda la paz (Números 6:24- 26).

En YMCA se sabe que todos los voluntarios jóvenes que vienen de Alemania por un año de servicio vuelven. Así que aquí, el Perú los estará esperando con los brazos abiertos. Hasta pronto queridos Volis.

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