MONTE PERDIDO UN TRES MIL CON MONTAÑAS DE VIDA
Camino de Goriz
Tras superar la incertidumbre de los virus de gastroenteritis que atacaron el jueves, pusimos rumbo a Pirineos. Allí nos esperaba Sonia para materializar ese Monte Perdido con el que llevábamos meses soñando. Las mochilas cargadas para el fin de semana de aventura y una Senda de los Cazadores que tiraba para arriba sin piedad. La sombra y las primeras horas de la mañana de compañeras de ruta y progresando hasta la Faja Pelay. Y, de repente, majestuoso al fondo, nuestro objetivo, Monte Perdido. Un paisaje de alta montaña nos espera y ya estamos más cerca, o más cerquilejos, según se mire. Cinco mujeres unidas por el amor a la montaña y a la vida, de camino a cumplir una meta.
María
María, la mujer a la que en la vida le da para vivir intensamente varias vidas en países tan distintos, y el resultado se amalgama en tranquilidad y sosiego, muy necesario en este grupo. Mi guía de montaña desde hace muchos años, una puma, como dice Sonia. Dispuesta a las aventuras y alma de Montañas de Vida desde el primer minuto. La que conduce furgonetas como si se tratara de un Smart, mientras come pipas, y le da para inspirar sesiones de terapia de amigas, mientras está al volante, camino de Pirineos. La reina del macro, que
REFUGIO DE GORIZ
El refugio de Goriz lleva once años en obras. Además de las cuestiones habituales, nos contó Guille que un alud irrumpió hace tres años, llevándose por delante toda la obra y casi a algunos de sus amigos…Así que toca dormir en las tiendas… Y ya sabemos María y yo que nos toca la tienda del mal dormir. Necesitamos hacer algún curso que cambie el rumbo de nuestras noches, para que puedan parecerse, aunque sea un poquito a las noches de la otra tienda, donde duermen y digieren sin problemas. Pese al cielo maravilloso estrellado de la noche y el fresquito de la altura, un reflujo horroroso y una colchoneta no apta para señoras consiguieron hacer de la noche una noche en blanco y había dudas por la mañana.
Mucho se comenta sobre sus dotes de “ingluencer” con esos vídeos que son auténticos cortos cinematográficos que no puedes dejar de ver en bucle, pero poco se ha hablado de sus capacidades sobrenaturales para comer, dormir, caminar y correr hasta el infinito según sea necesario, como si tuviera un enchufe ON OFF dentro y unas pilas Duracell que se recargan sin necesidad de usar fuentes de energía alternativas. La reina del chuletón y de lo que le pongan por delante, valiente y decidida. Todo en ella es rotundo y maravilloso. Nada le para y cuando se pone, no se le resisten ni la Everest Trail Race ni los 270 km del desierto del Atacama ni cualquier otra cumbre que sueñe. Quiero seguir sumando cimas contigo.
KICA
Kica, la hermana que dice ser “hija” con la que es imposible enfadarse porque te desarma con su charla y con su risa. De lo mucho que raja ya tenemos algo de información, pero lo más bonito de ella es su carácter positivo y sus ganas de sumar. Mi “maridita patagónica” es como un tsunami de palabras, pero también de emociones. Y aunque se lía con la gestión del tiempo, siempre suma en el equipo. Y todas queremos que no
falte. Y comparte penas y alegrías y derrocha buena vibra, además de ser una amiga genial, atenta a no dejar caer a nadie. La que contesta al WhatsApp en cascada y con días de retraso, lo que provoca no pocas risas y cachondeo generalizado.
Cuidadora nata, sabemos que tiene que practicar más lo de dejarse cuidar y soltar. Habrá que llevársela más a menudo a lugares sin cobertura, jejejejeje.
TREPADITAS Y BLOQUES
Y llegó Guille, pese a las dudas. Y nos animamos todas a subir, que entre el FOMO y el “yo no he venido aquí para no subir” nos pudieron las ganas de la cumbre a la que dudaba. Y foto con Irati e Iñaki, que vamos sumando amigos a la familia, que además conocían también a Guille. Y se acabó para la próxima eso de comentar nuestras gestas, que luego los guías se creen que somos Mákinas… Y si lo somos?
Así, sobre las 7.45 de la mañana (vaya madrugón, dice Leo Harlem en el video de Maite…que el campo no es atrezo, que no se lo llevan, jajajaja) con Guille y también con Emilio, iniciamos las cinco el ascenso hacia los 3355 metros de Vida del Reto de Monte Perdido. Y no era fácil…
Trepadas por aquí y por allá, cadenas, caos de bloques, hasta llegar al precioso Lago Helado. Parada y fonda. En mi ayuno voluntario, me da para comer un cuarto de manzana…
SONIA
Sonia es de alta montaña. Allí vibra y es parte esencial del paisaje. Saca lo bueno, pero si tiene que sacar al Grinch, también lo hace. Sentido del humor, pero poca broma en alta montaña.
Hace ya meses que Sonia ideó este reto de Monte Perdido y lo quiso vivir con nosotras. Confió en este equipo y no dejó flecos en la organización de semejante aventura. Nos dejamos querer cuando planificaba y organizaba cada detalle de la ruta, el resumen de los itinerarios, el refugio, el alojamiento, la
equipación, los partes metereólogicos…Un programa estudiado con cariño y con ganas de hacer una nueva cumbre juntas.
Así es Sonia, metódica, estudiosa, previsora, ordenada, organizada y amiga de sus amigas. Que lo que no le suma, pues no le suma, pero si le suma, se entrega en cuerpo y alma y nos aupa hasta la cima.
Y, por primera vez, tuvo que reconocer que, en ocasiones, los bastones sí que sirven…
ESCUPIDERA
Mientras comíamos o ayunábamos frente al Lago Helado, nos quedaba la escupidera bien a la vista, con sus crestas iniciales y esa cumbre gigante ahí arriba, a unos 300 m de diferencia de cota que parecían una pared vertical y llena de piedra. Y allí vimos a trail runners, senderistas por la nieve resbalando, algunos que se volvían y otros que, como nosotras, iniciaban el ascenso. Que cómo íbamos a bajar luego…Que es fácil, decía Guille…Jejejeje… Pues venga, seguimos pole pole, chino chano…en nuestra línea. Y así, lo logramos. Algunas incluso, cual gatitas, por momentos, hasta que un bastón sirvió de tercer punto de apoyo. Y Emilio, sin dar ni un ruido, también sube que te sube. Y rematamos con nieve en las alturas, que nada se nos resiste.
Y llegamos a la cima que supo a gloria y a Pirineos infinitos. Tantos nombres que es difícil recordar, Marboré, Vignamale, Gavarnie, Brecha de Rolando, Cilindro, …In fi nitas e increíbles estas montañas.
HACER CUMBRE Y SIEMPRE REGRESAR
Abrazos y emoción en la cumbre. El reto de los 3355 metros de vida estaba conseguido. Una hora en cumbre que pasó volando, mirando en 360, fotos y risas. Momentos que ya se quedan para siempre con nosotras y con nuestras Montañas de Vida. Da igual el reflujo, las noches sin dormir, el cansancio increíble. Estamos aquí y hemos subido todas juntas.
Y guardamos la celebración final para la bajada, que la ruta termina cuando se desciende.
Y patinamos en la nieve, haciendo “culing” y pillamos el punto a cómo bajar la escupidera según los cm de espesor de la piedra y algunas incluso corretean hacia abajo. Cresteamos de nuevo, destrepamos, volvemos a las cadenas, al caos de bloques y en la senda de los vientos, nos separamos para que yo pueda “atajar” a la vuelta y me vaya con Guille y Emilio, que voy ya por tres cuartos de manzana y se me está apagando la pila. Y dejo el marrón de mi taquilla en el refugio a mis compañeras, que flipan al ver el contenido, pero aun así no me guardan rencor…Y les hago prometer que no harán fotos en Cola de Caballo, mientras yo subo (que decía
Emilio que era a cota…Ja) por la ruta a la solana que va por encima de la senda de los cazadores, pero vuelvo a tener vistas que quitan el hipo del Valle de Ordesa. Y Emilio ya va en piloto automático hasta que le revive uno de esos geles que tampoco es compatible con mi reflujo. Y ahí nos lleva Guille, por encima de la cota por la que van mis compañeras que se hacen un montón de fotos en Cola de Caballo (hala,os jodéis, que no voy a poner aquí ni una…jajajajaja) y avanzamos hasta el coche y bajamos por pista forestal a Torla. Y mis compañeras entre corren y vuelan para no perder el bus, que al final les sobran dos horas, que sacó Sonia el Grinch y aquello debió parecer Trail running desde Cola de Caballo que ni foto se hicieron en las gradas de Soaso.
Y ya toca cena de celebración, incluido Emilio, con chuletón para algunas y tortilla francesa para otras. Pero todo sabe a gloria, al igual que las diez horas que dormimos del tirón.
Porque la felicidad debe ser esto.
RETO MONTE PERDIDO
Y esta es la historia de un reto. Este reto quiere ser el primero de muchos, para los que entrenaremos y seguiremos dando lo mejor de nosotras, para, ojalá, recaudar fondos que nos sirvan para colaborar en investigaciones y para poder seguir dando vida a nuestras Montañas de Vida.
Y este reto sigue abierto a todas las que quieran participar. Ojalá esta cumbre sea la primera de muchas cumbres juntas.
https://www.ihelp.org.es/reto/3355-metros-de-vida/