PATAGONIA AMOR A PRIMERA VISTA. PARA SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN
RETO PELAYO VIDA 2023
ANNA, KICA, LAURA, SONIA, YOLANDA EXPEDICIÓN AL CAMPO DE HIELO SUR DE LA PATAGONIA
Qué suerte la mía tener estas compañeras. Qué bonito ha resultado conocerse y quererse. Tan distintas pero tan complementarias. Cuando las individualidades suman, el equipo orece. Cuando una mirada nos basta para entendernos, sobran las palabras. Anna, vecina de Gandía, un pueblo de la costa de Valencia, llegó al Reto hace años, pero distintas circunstancias la han convertido en expedicionaria en Patagonia 2023. Y sin despeinarse llegó a la cumbre. Anna es tranquila, serena. Se la conoce poco a poco, pero Anna nos ha recordado que éramos un equipo y que ella también quería arrastrar la pulca. Siempre en tono pausado, ha ascendido y descendido, bailado, reído y nos ha contado, con esa carita de no haber roto un plato, historias increíbles, consiguiendo la hilaridad generalizada mientras desgranaba aventuras apasionantes. Nos unen ya grandes historias, pero también el piralvex.
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Kica fue mi mujercita desde el día uno, compartiendo habitación, tienda, cama, magnesio, enantyum y lo que hiciera falta. Aunque parezca mentira, cuando Kica da las buenas noches, cae dormida como un cesto y “no se hable más”. Y es que este fenómeno de la naturaleza necesita claramente recargar las pilas. Jugando a los despistes anduvimos, a ver quién pierde qué según el día, riendo juntas tras cada aparición y compartiendo su alegría contagiosa. Kica ganó el premio Lengua de Oro Patagonia y a nosotras nos encanta escuchar a Kica.
Laura ha sido el volcán que despertó después de Sierra Nevada. Y es que allí solo trató con su litera, según ella misma nos contaba. Se ha recompuesto y ha convertido este proceso en un salto al estrellato. Porque es nuestra expedicionaria más mediática y porque, junto a Sonia, se ha convertido en la segunda máquina de a bordo. Además, el corazón de Laura bate con fuerza inusitada y tiene latido para regalar a los demás, ayudando a cumplir misiones y desbordando cariño y amor por cada poro. Y si hay que saltar, se salta, porque sabe que habrá red. Sonia, y ya sé que me repito, es el alma del equipo. Porque Sonia ayuda, cuida, cierra las y porque sin ella, no seríamos este equipo de montañeras de bocadillete, perracas del in erno. Honesta, sincera, bella por dentro y por fuera. Yo supe el día que recibí su primer whatsapp para ofrecerme ir juntas a Sierra Nevada que yo quería ser amiga de Sonia. Yolanda, soy Sonia, La de Cantabria,…Y ya está, yo quería ser amiga de la cántabra e irme con ella al n del mundo, como ha terminado sucediendo. Porque, a veces, suceden cosas hermosas cuando las visualizas. Y aquí somos todas muy de visualizar. Y si no suceden, pues ya nos pasarán otras igual de hermosas. Sobre Yolanda siempre me cuesta hablar. Supongo que es normal. Por eso me encantó que Emilio terminara mi relato de colores.
TRALARÍ TRALARÁ ETAPA 1. CASI VOLÁBAMOS ENTRE LAS LENGAS VERDES DE KICA Y PÁJAROS CARPINTEROS. LAS GANAS, TANTOS DÍAS CONTENIDAS NOS HACÍAN CAMINAR LIGERAS, REÍR, Y HABLAR LLENAS DE FELICIDAD
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CHALTÉN, 28 DE OCTUBRE Ha llegado el día. 29 semanas de entrenamiento y casi dos semanas de compensación incluyendo la semana institucional y los primeros días de viaje. Son tantas las emociones acumuladas que lo mejor es ponerse en marcha y caminar. Y así comienza este reto que tantas semanas llevamos soñando. No es del todo evidente, pero llevamos soñando años con este momento. Desde el día que nos diagnostican cáncer, sabemos que lo que queremos es vivir. Y este reto es vida pura. Solo en España, cada año, 35.000 mujeres reciben un diagnóstico de cáncer de mama, pero no olvidamos que hay otros tipos de cáncer que afectan a mujeres. Las cinco mujeres que ansiamos coronar el Cerro de la Gorra Blanca queremos celebrar la vida y enviar un mensaje de esperanza. Y así comienza nuestro reto, caminando entre lengas y pájaros carpinteros. Las mochilas que superan todas los 18 kg parecen ligeras y casi sentimos que volamos en esta primera etapa de “Tralari tralará”. Porque parece imposible que este senderito apacible vaya a terminar en un glaciar, pero qué mejor manera de calentar el cuerpo y el espíritu. Emilio, Héctor, José María, Olalla y Marga tomaron las de Villadiego y ahí quedamos las expedicionarias con nuestros guías custodixs y el equipo de rodaje que siempre
aparece cuando menos te lo esperas…O si te lo esperas, ¡disimulas! Y así pasan las tres horas de bosque volando, mirando a los lados, arriba y hacia delante. Ya asoma el rojo del cerro eléctrico, pero es el verde de Kica el color que nos acompaña en esta primera etapa del reto. Al cruzar los últimos puentes, aparece el refugio de la Piedra del Fraile. Junto al pájaro carpintero, ya avistamos el cóndor andino, pero el ave rapaz que nos acompaña siempre de cerca es el “condrón ibérico” guiado por Josu. Esta especie en extinción nos brinda la primera aventura paralela al reto. Quizás atraído el condrón por la libertad de las demás aves rapaces del entorno, escapa y su anillado no permite su fácil localización. Se hace necesaria una batida de guías especializados en cruzar ríos helados para nalizar la búsqueda con éxito. Una vez que el condrón duerme tranquilo en el refugio, se come una rica cena y se comparten risas cómplices contagiosas… ¡¡¡Reíd, reíd, expedicionarias, que mañana se os va a quitar la risa de la rutaca que se nos avecina!!! Diego nos explica cómo será la segunda etapa. De ahí a las tiendas a dormir, a los despistes fatalíticos de Kica y Yolanda, al trá co de melatoninas y a las buenas noches con sueños de los paisajes de La Patagonia que nos aguardan.
RAÚL, ARMANDO Y JOSU SUBIR AL GORRA BLANCA MIRANDO A TRAVÉS DE UN OBJETIVO
Esa cita en Calafate tan necesaria nos hizo quereros, aunque sabíamos que podríais llegar a caernos fatal…Os habíamos conocido en Sierra Nevada, pero lo del café y el rico almuerzo en La Tablilla cambió el paradigma. Cada vez que me daban ganas de llamaros cosas feas ahí arriba, recordaba los deliciosos postres de La Tablilla y os perdonaba. Esto es como el hijo adolescente, del que necesitas ver una foto de bebé periódicamente para recordar que le quieres. “La buena noticia de este año es que tenemos seis micrófonos”…¿Perdona? ¡¿Buena qué?! Nos poníais en putilibertad vigilada sin compasión, pero llegó algún momento en el que solo deseábamos hacernos oír, aunque fuera en un audio posterior. Raúl, perdónanos los improperios que vas a oír y sabe (suena raro, sí, pero es la segunda persona del imperativo de saber) que en el fondo te seguimos queriendo. Tú nos “llevabas” a Rocío, Kica y a mí y Armando a Sonia, Laura y Anna…Yo creo que vais a pasar un buen rato uniendo conversaciones y atando cabos.
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Raúl, no me quito tu imagen en Mordor con la cámara en el pecho grabando, mientras las demás nos agitábamos del viento y del frío…”Hubo motín a bordo, el tirano ya no manda más”…Jajajajajaja vaya papelón te ha tocado. Algunos días pienso que podíais buscar drama y os acabasteis encontrando una comedia. Porque la vida va de reír y así nos ha gustado re ejarlo. Pero, aún con el frío y los retrasos, sabemos que nos gustará ver esa película que hemos creado entre todxs y que nos recordará lo vivido y traerá ese
mensaje de esperanza. Ese sí que es un objetivo y es un objetivo común. La gran di cultad va a ser saber quién era el verdadero Kenny de South Park en el grupo. Y, por favor, no te pierdas más… Armando, ni con Frank de la Jungla te puedes haber reído más que con nosotras. Reconócelo, ¡que damos juego! Aunque para juego el tuyo de intentar caerte encima de Raúl en la litera. No era necesario porque ya sabíamos que eras grande y fuerte. La próxima vez duermes abajo. Gracias por tus historias y por tus risas, cuídate mucho del frío y de las botas que no te quedan bien y camina encordado…¡que no queremos más guías sueltos en la grieta! Y nos queda el que controla las especies en extinción. Josu, el del condrón ibérico, el Jack Sparrow del campo de hielo patagónico. En este caso, creo que has sido tú el que nos has hecho reír incluso en los momentos de drama. Porque hubo drama, aunque no os dierais cuenta…y ahí andaba Josu que ni “foo ni Fighter” para sacarnos la sonrisa y la risa. No diré que no disfrutamos cuando Rafa te llamó al orden en el ascenso, pero igualmente te queremos y nos lo has hecho todo más fácil con tu gracejo y tu sentido del humor. Sois un equipazo y os hemos querido y aborrecido a partes iguales, pero nos quedamos con el amor y las risas. Porque eso es lo que nos habéis dado a raudales en esta expedición.
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ETAPA 2. LA DUREZA DEL RETO SE EMPIEZA A DEJAR SENTIR EN UNA JORNADA EN LA QUE EL DESNIVEL POSITIVO Y EL TERRENO TÉCNICO EMPIEZAN A HACER SENTIR PESADAS ESAS MOCHILAS. DEL REFUGIO DE LA PIEDRA DEL FRAILE A LA LAGUNA DE LOS 14, ATRAVESANDO LAS “PLASHITAS” Y LA TIROLESA, PARA LLEGAR AL PARAÍSO.
29 DE OCTUBRE Toca madrugar porque la etapa de hoy será larga. Anna no ha pegado ojo la noche pasada. Aunque el desnivel total no parece mucho (de 550 del refugio a los 838 de La Laguna de los 14) el positivo acumulado al atravesar Las Playitas y el pedroleo que parece que nunca acabará nos van dejando las piernas pesadas, con la carga de las mochilas. Nos acompañarán el frío, la nieve, la lluvia y empezaremos a comprender que aquí hemos venido a completar un reto. Qué lejos queda el Tralarí tralará de ayer… Es en esta etapa cuando hablo con Rocío de la importancia del equipo y de saber soltar y pedir ayuda si se hace necesario. “Porque aquí tenemos que subir todas y cada una” Gracias Rocío por hacernos sentir más livianas y más unidas. Cuando miro a Sonia, protagonista del día del color rojo, la veo casi saltando entre las piedras. Parece que su mochila, en vez de pulca, incluyera alas. Es aquí cuando le prometo que iré a body combat, body pump o todos los bodies que sean necesarios si eso me va a hacer parecerme a ella mínimamente.
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Recuerdo los entrenos con mi amigo Pepe durante el pedroleo de La Playita. Verbalicé mi ira en los entrenamientos en La Maliciosa y aquí estoy, en La Patagonia, pensando que debíamos haber seguido repitiendo esa ruta una y otra vez, por mucho que tuviera que verbalizar… Igual pensaba yo que esto iba a ser más tralarí y menos tralará, igual me con é demasiado. Y es que me asaltan las dudas y da comienzo el trabajo mental.
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SOMOS EQUIPO
Así llegamos al almuerzo breve en las Playitas y continuamos hasta la tirolesa, donde nos esperaban Emilio, Héctor, José María, Olalla y Marga junto a su guía Luis. Sabíamos que ahí nos despedíamos y se nos hacía un nudo en la garganta porque nos gustaba su compañía. Pero ¡¡¡¡qué divertida fue la tirolesa!!!! Daría lo que fuera por teletransportarnos y volver a cruzarla. Lo que ya no sé si tendría tantas ganas es de volver a la subida del in erno que nos esperaba a continuación. No he podido ver el track pero aquello parecía una pared vertical resbaladiza que nunca acababa. Hasta que acabó en La Laguna de los 14 y miramos hacia atrás…Y el paraíso era eso... Y en el paraíso nos juntamos en un abrazo y hablamos de nuestros propósitos. Teníamos una misión y estábamos juntas en esa misión. Laura ya había sacado el volcán interior porque las misiones encienden pasiones. Los días en La Patagonia son intensos, se sufridisfruta sin parar, los sentimientos están a or de piel y tantas horas caminando dejan nuestros cuerpos fatigados, pero en esta expedición se siente, sobre todo, una energía positiva que impregna cada rincón de la montaña. Y Kica, Anna y yo dormimos en la suite con vistas al paraíso…bueno, algunas duermen y otras hacemos vigilia. Serán los nervios, el frío, la adrenalina,… pero yo esa noche no puedo dormir y aunque respiro de forma resonante, no consigo conciliar el sueño y así amanecemos en el día en que entraremos al campo de hielo. Entraremos en el blanco tras una noche en blanco.
EMILIO, HÉCTOR, JOSÉ MARÍA LAS CRÓNICAS DEL RETO
Una tarde en el MARCA es una esta asegurada para las cinco expedicionarias, aún con sus uniformes de técnico de Balay…porque al nal hasta al uniforme le cogimos cariño. Así nos conoció Emilio, que parecía incluso serio aquella tarde de octubre. Las entrevistas para prensa escrita con Almudena, Radio MARCA con Pablo e incluso la sesión de fotos con José Antonio fueron pura diversión. Y de repente caímos en la cuenta de que este reto deportivo ¡encajaba a las mil maravillas en la prensa deportiva! Y yo, que en la vida he leído prensa deportiva, estoy a punto de bajar a comprarlo en papel, si Emilio escribe más crónicas. Porque ha sido una delicia tener cerca a Emilio, compartir charlas y ruta con él y porque leer lo que ha escrito sobre el Reto es una suerte inmensa. Emilio terminó mi relato de los colores y me asignó el azul del cielo. Para mi, un privilegio.
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De Emilio diré que es de una añada excelente y que admito mi derrota sin ambages frente a su resistencia…nocturna. Ya, si eso, me contáis Laura o tú cómo quedó la cosa, porque ya se sabe que hay que quedarse siempre hasta el nal. Pero mis bostezos de oso cavernoso acababan con la juerga de Puerto Madero y una retirada a tiempo también es una victoria. Aunque, por supuesto, ¡¡¡nos perdimos el juego de las palabras!!! Queda pendiente. Qué suerte haberte tenido en La Patagonia de amigo y de testigo de nuestras risas y pesares. Qué bonito oír tu voz en el teléfono satelital en el campo de hielo…aunque se cortara la llamada. Y qué maravilla tantas cenas compartidas, tantas conversaciones, tanto cariño. De nitivamente, el 70 es una añada sin comparación.
Héctor, nuestro periodista de carita buena, el que nos paseó por La Ser y nos enseñó esa Gran Vía nocturna desde lo alto. Que sepas que tanto Laura como yo solo queríamos dormir la noche de El Larguero y que era Kica vuestra fan. Que a esa hora Laura y yo andamos siempre durmiendo (o a veces bailando). Pero fue tan divertida la conversación contigo y con Manu Carreño, ese momento Ponseti en el que Laura y yo buscamos por todo el estudio para localizar esa voz…y qué decir del momento Laura… “ ¿cuánto pesas?” Tan bien nos caíste que te echábamos de menos y fuimos ya a buscarte a Gran Vía el sábado antes del viaje…con tu peroné aún soldando, te aventuraste a venir hasta la tirolesa, a hacer rutas de 20 km y a bailar la noche entera. ¿Y qué decir de ese don de tu voz para la imitación? jajajajaja. En caso de ser necesario, sacamos a Raúl de la foto que ya te tenemos a ti. Esa sonrisa tuya y esa forma de escribir son muy mágicas. Invítanos ya otra vez a El Larguero y prometemos traer diversión. José María es un viajerito que ha dejado pocos rincones del mundo sin visitar. Sé que habría subido encantado hasta el glaciar, pero así te queda eso pendiente para tu próximo viaje a La Patagonia. Te faltaron los abrazos de la vuelta, así que ¡ya estás poniendo fecha al reencuentro! Y si necesitas voluntarias para alguno de tus viajes, aquí tienes a cinco expedicionarias dispuestas a subir cualquier cerro que consideres. Damos bien en las fotos, sobre todo si las hace Sonia.¡Las tuyas también nos valen!
MANTO BLANCO ETAPA 3. EMPIEZA LA AVENTURA INVERNAL. HOY ES EL DÍA EN EL QUE ENTRAMOS EN EL CAMPO DE HIELO PATAGÓNICO. NUESTRO SUEÑO ESTÁ A PUNTO DE CONVERTIRSE EN UNA REALIDAD. ME PREGUNTO SI ALGÚN DÍA VOLVERÉ A VER TANTA BELLEZA
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30 DE OCTUBRE Comienza un nuevo día y hoy es el día de entrada al glaciar. Ascendemos desde la Laguna de los 14 y llega el momento de calzarse los crampones y seguir esas huellas de nuestrxs guías. La piedra y la nieve van confundiéndose y seguimos “pisando fuerte, abrigándonos bien y cerquita de la pared si se puede”… Que las madres son muy sabias. Como la piña que somos, caminamos juntas, un paso cada vez más cerca del campo de hielo. Y el paisaje cambia al cabo de alguna hora y atravesamos el Paso Marconi. Un manto blanco inmenso, in nito, de nieve virgen sobre el hielo del glaciar aparece ante nosotras. Está claro que a q u í n o l l e g a c u a l q u i e r a . P e ro a h o r a entendemos que los dos días de aproximación nos han ayudado a preparar este momento. Lo bueno se hace esperar. Y el blanco nos recibe primero bajo un cielo gris que se va tornando azul según avanza el día. Aquí tenemos ya el blanco de Anna y el azul de Yolanda (azul cielo, azul glaciar). Y de los crampones hemos hecho transición a las raquetas y la pulca ha pasado de la espalda de Sonia a la cadera de Laura. Y caminamos encordadas, pensando si alguna grieta se abrirá en nuestro camino… pero nos dice Valeria que al ser más livianas, las grietas nos respetan más y se abren menos bajo nuestros pies. El ruido de los pasos es lo único que oímos en gran parte del camino. Y es un mantra maravilloso, que invita a la observación, a la introspección, a la re exión. Somos muy pequeñas ante esta inmensidad. Y afortunadas por este regalo de la vida que es el reto. La vida nos brindó una segunda oportunidad después del cáncer y estamos dispuestas a comérnosla a bocaos. El sol nos acompaña en el último tramo de la subida hasta el Refugio Eduardo Soto en tierras
chilenas. Aquí Argentina y Chile se van fundiendo y no hay lugar para rencillas en el campo de hielo Sur Patagónico. Demasiada belleza como para discutir por una línea. En nuestras cordadas paralelas, tengo a Laura a mi derecha que arrastra la pulca. Dispuesta a seguir avanzado, cueste lo que cueste. Una mirada a Sonia pasadas algunas horas ponen en marcha un mecanismo de triangulación que se descubre como caballo ganador. Rocío delante y Laura y Sonia detrás idean un sistema que aligera la pesada carga y ¡así llegamos a nuestra meta volante de hoy! La tarde nos regala charla animada en el refugio y vistas espectaculares. Por un lado, al campo de hielo in nito, sobre el que parecemos otar con la cordillera Mariano Moreno al fondo y a la derecha el volcán Lautaro. Si nos giramos, nos saluda majestuoso el Cerro de la Gorra Blanca, nuestra cumbre. Solo 1400 m de desnivel y unos 12 km nos separan de conseguir este reto. Como todo en la montaña, se siente cerquilejos… Un pequeño motín a bordo acaba con nuestros huesitos en cómodas literas, en modo contrapeado (que me ayuden los guías ángeles con los términos alternativos que aquí podíamos emplear) dos a dos y con las mariposas en el estómago de saber que a las cinco de la mañana del día 31 amaneceríamos para alcanzar nuestro objetivo. En nuestros corazones aparecen todxs aquellxs que nos han ayudado a subir hasta aquí. Un torrente de emociones sin n que a algunas nos imposibilita conciliar el sueño. Un pis a media noche es también un regalo en forma de cielo estrellado, del que no soy capaz de reconocer ni una sola de sus constelaciones. Me hacen falta guías deidades para ayudarme a entender, pero duermen plácidamente porque su labor mañana será clave en el éxito del equipo
ROCÍO LA DIOSA DEL SOL GRANAÍNA
Rocío es única. Que el destino te haya puesto en nuestro camino hacia el Reto es una suerte. Nuestros primeros recuerdos de Rocío nos traen a una mujer que emprende el vuelo sobre las cinco mañana rumbo al Veleta. ¡Sígame quien pueda! Pero quién puede seguir a este fenómeno de la Naturaleza que en vez de caminar, levita en la montaña. Ahí pensé que igual yo no iba al reto, porque mi corazón es diesel y no había calentado (mal, mira que nos lo dijo…) pero no se debió dar tan mal a n de cuentas. Y de Granada a Alpes, en tu furgoneta, sacando al equipo rueda cuando fuera necesario, compartiendo risas, abrazos, autodetenciones, cordadas y muchos muchos km. Que Rocío eligió ser guía, pero podía haber sido camionera de larga distancia, que ya se lo decía su amiga. Esta traductora políglota cambió las traducciones por la alta montaña y decidió dedicarse a lo que siempre había amado. Su padre Manolo estará orgulloso de ella, porque es para estarlo.
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Va por ti, Rocío, estos recuerdos sobre el día de cumbre en el Cerro de la Gorra Blanca. Además de cumplir tu sueño de adolescencia en Patagonia nos has guiado para cumplir los nuestros. Durante 30 semanas, te has esmerado en preparar a cinco mujeres que partían de lugares diferentes y nos has dado alas para volar. Me siento especialmente agradecida de haber
compartido cordada contigo en esta cumbre. Porque si vas con Rocío, nada malo puede pasar. Me encantan tus mantras, “tensión” “crampón, crampón, piolet” y esas frases que animan desde su sencillez y su sutilidad, “bien, guapa” “vale, bien, guapa”, cuando nos ves aquear. Y si vamos bien es que lo vamos a lograr. Eres guía, pero también instructora, maestra, faro, luz, risa, y ese acento que enamora de Granada. Aunque no aprendieras cumbia, late por tus venas igualmente Colombia y te da un ritmo muy especial. Nos has sostenido en lo físico y emocional en muchas ocasiones e ideaste un plan de entrenos que nos llevaba hasta el in nito y más allá. Si lo hemos logrado, ha sido gracias a ti porque también se generaba motivación en nosotras en un círculo virtuoso continuo y vibrante. Además, tú y yo le añadimos una misión adicional al grupo en esta cumbre. Y el grupo se entregó a la misión de hacer volar a nuestros padres por la estratosfera argentino chilena. Y fue la serendipia que tanto nos gusta, la que se encargó de que ambos padres, únicos e irrepetibles, emprendieran vuelo juntos tras dedicarles unas palabras en la cumbre, a Enrique y Manuel, a Manolo y a Quique.
MISIÓN CUMPLIDA ETAPA 4: UNA JORNADA DE DOCE HORAS NOS LLEVA A ROZAR EL CIELO. ES LA ETAPA REINA DE ESTE RETO. ALCANZAR EL CERRO DE LA GORRA BLANCA.
31 DE OCTUBRE Esta jornada comienza bien temprano. A las cinco y media de la mañana nos ponemos en pie con el objetivo de arrancar a las siete de la mañana. Esta etapa en la que haremos cumbre y regresaremos al refugio, durará entre diez y catorce horas. Por eso el día anterior preparamos incluso los frontales para salir al alba. Mi túnel carpiano me está dando muy malas noches y aunque tuvimos el honor de “agarrar camas en posición contrapeada” , he debido dormir unas tres horas. Estoy muy cansada, pero como a todas nos pasan cosas, hay que olvidar el cansancio, beber café y desear que un chute de adrenalina se vuelva a apoderar de nuestro cuerpo para llegar a lo más alto. Pero esta mañana la logística de los cámaras se complica y no arrancamos. Menos mal que en esos momentos, visualizo la comida en La Tablilla en Calafate… Kica empieza a sentir un frío in nito en las piernas antes de comenzar. Se dejan de sentir los pies y son los masajes sanadores los que logran que se pueda entrar en calor. Hasta las nueve de la mañana no empieza la expedición y se masca la tensión. Y así, paso a paso sobre raquetas, avanza el grupo en un día en el que el sol brilla para nosotras. Y es que la montaña también nos hace exibles y si la ventana soleada son dos días, nos rearmamos para conseguir el objetivo, aunque suponga que es un cuarto día seguido de actividad intensa. Nuestras deidades argentinas ya se han encargado de reservarnos sol para la hazaña. Porque aquí nada se deja a la improvisación.
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Y caminando se calientan los cuerpos y pasamos del “voy con todo” al me “quedo en forrito polar y chaleco”. Solo algunos pies no entran en calor y se asciende a la cumbre con pies fríos… Y la aventura no está exenta de peligro. Por exigencias del guion, algún equipo no va encordado y Dani cae en una grieta. No ha sido la primera y no será la última, nos dice, pero ojalá no haya ninguna más sin cuerda. Que Dani sea fuerte y que este equipo esté compuesto por
deidades nos saca de cualquier apuro, pero nos recuerda que estamos en un glaciar y no en un paseo por el bosque Tralarí tralará. La culebrilla del equipo se extiende en la ladera y se recoge horas más tardes al llegar al collado. Bocadillete, pis de a cuatro con el culo en pompa y a tirar para arriba con los crampones, atadas en corto y con pendientes imposibles… Oigo a Kica decir en un vídeo que lo que viene es más fácil… ¿Perdona? ¿Has mirado para arriba? Jajajajaja yo creo que Kica se ha enajenado de la deshidratación. Lo que nos espera tiene tela…marinera. Y así empiezan los mantras que mueven nuestras mentes y nuestros pies, guiados por Rocío y por Valeria. Crampón, crampón, piolet, dos pasitos y descansamos. Y así podríamos seguir… no 1.400 m de desnivel…hasta 4.000 si fuera necesario. Acompasados nuestros pasos y nuestro latir de forma conjunta en pos de una meta. Nuestra mente es poderosa, se ha olvidado el túnel carpiano, el frío en los pies, la sed…solo queda avanzar. Y pasadas siete horas llegamos a la cumbre. Nos fundimos en un abrazo y las emociones se agolpan. Hace tanto frío que todo tiene que llevar un buen ritmo, las misiones conjuntas, las banderas, pero siempre nos cabrá Vera y su dibujo y las gracias y el amor por todxs los que nos han llevado hasta aquí. Hemos hecho cumbre. Solo queda un pequeño detalle…¡ahora hay que bajar! Son cinco horas en las que los cuadríceps arden, ¡desde luego que te sientes viva para llegar y salir de esta cima! Cada músculo te llama de todo, pero ahí seguimos avanzando rmes. Las yayas fundidas deshidratadas rematan la faena junto al dios del olimpo implorando que no haya más transiciones y nos tiramos de culo y deseamos que las lomas nales se conviertan en una pasarela a cota (no hacía falta mecánica… solo a cota habría molado). Y recogemos los restos de Josu cerca del refugio. Y naliza el día con un atardecer de cuadro (de esos cuadros que le gustan a Laura) y aún queda el milagro de los panes y los quesos…
ENRIQUE LA AVENTURA SE LLAMA TARANNÁ
Conocimos a Enrique por zoom para preparar las mochilas de la expedición. Y cundió la indignación. ¿Cómo que sólo tres bragas para siete días? Poco imaginábamos las palabras de Kica en las Playitas preguntándose por qué no habría metido sólo dos… Enrique (leáse Enrique, Enrique, Enrique, Enrique, Enrique entonado como un himno que resuena árabe) es un explorador, organizador de retos y de lo que haga falta. Su olfato le lleva a unirse solo a los mejores y ese mejor no podía ser otro que Diego, dios del Olimpo. Enrique nos recordó que aquí estábamos con una misión y para dar un mensaje, y estábamos todxs a una. Un escalofrío nos recorrió la espina dorsal ese día.
Por si se nos había olvidado, habíamos venido a explicar que el cáncer hay que prevenirlo, hay que investigarlo y que todas las que estamos aquí hemos tenido la fortuna de curarnos y poder enviar ahora un mensaje de vida. Enrique también sabe de lo que habla y esta causa es tan suya como nuestra. Gracias Enrique por estar al quite de todo, por mejorar cualquier circunstancia y por compartir con nosotras tantas cosas. La tarde en las Playitas fue seguramente una tarde liberadora para todxs. Y nos gustó mucho bailar al ritmo de tu playlist. Hemos aprendido mucho contigo.
ETAPA 5: RUTA POR EL CAMPO DE HIELO PATAGÓNICO. LA CORDILLERA MARIANO MORENO Y EL VOLCÁN LAUTARO. UN DÍA DE MUJERES QUE CAMINAN CON 18 KG A LA ESPALDA Y TIRAN DE UNA PULCA.
1 DE NOVIEMBRE Habría cambiado yo este día por exactamente el mismo día, pero sin la mochila. La típica excursión de raquetas, pero aquí es que no habíamos venido de excursión. Así que tras el descanso del guerrero, con mañana libre, nos dispusimos a bajar al campo de hielo y a pasar allí nuestra última noche en el glaciar. Parecería que buscábamos encontrar la grieta escondida porque caminamos 8 km durante varias horas, abriendo nuevas huellas a izquierda y derecha, norte y sur, este y oeste. Armando tenía día de descanso. Su dedo así lo requería y Josu se entregó a su doble tarea del día. Y en un momento dado, nos liamos la manta a la cabeza y Kica y Yolanda propusimos tirar de la pulca. Josu, apostado enfrente, dispuesto a grabar ese glorioso momento en el que las mayores de la expedición se armaban de valor… Y ahí caímos como el dominó ante el objetivo de Josu. Creo yo que primero Kica y luego yo, pero quién sabe… bueno, sí, el objetivo lo sabe. Para una vez que la torpe frente al objetivo no soy yo (véase escenita de pie en río frente a Raúl…) ahí que me veo en “tolmedio” Jajajajajajajajajajajajajajaja cuando no puedes parar de reír, ahí estábamos Kica y yo…Anna nos recordó después que ella también era equipo y que quería tirar de la pulca. No te preocupes, Anna, toda tuya mañana… o eso pensábamos.
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Y mientras dábamos vueltas, en modo introspectivo al campo de hielo, pude terminar mi relato de colores. Empezaba por el verde y acababa en el azul. Me estaba quedando bonito. Lástima que no tuviera ni un solo minuto para escribirlo. O quizás no fue una lástima porque sí pude relatarlo al caer la tarde (en la mejor de las tradiciones orales) por teléfono satelital a Emilio y se cortó el azul. Y ahí se ve al gran periodista que te mejora el relato y te pone un broche de oro al fi
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EL DÍA QUE IMAGINÉ COLORES
nal. Qué grande es nuestro Emilio y qué alegría nos daba escuchar tu voz al nal de cada etapa. Y paseando, vimos que nuestras deidades argentinas habían construido un bello muro de hielo y nieve y habían montado nuestras tiendas. Siempre atentos, siempre al quite… Mas no, todavía era época de tiranía y el trabajo no consistiría solo en caminar cargadas… Nos tenían reservada una sorpresa para la última hora de la tarde. Haréis vuestro muro y montaréis vuestras tiendas. “Llora un poco, me dice Apolo, dale ya el drama que andan buscando” jajajajaja ¡y una leche!!! Aquí no llora ni dios aunque haya que construir un iglú. ¡¡¡Para eso somos perras del in erno!!! Y nos ponemos manos a la obra, pero ni caso me hacen a mi petición desesperada de uni car formatos. No hay quien construya dignamente cuando la puta ama cántabra te pasa el gran formato y la toledana me da un ladrillo de medio pie… Claro, luego Josu se ríe de mi intento de sacar la llana y rellenar los huecos. ¡Así no hay manera! Tras muchas risas y un muro que, al menos, resiste su peso propio, se montan tiendas. Gracias a las deidades que siempre hacen aparecer bebidas calientes y nos templan los cuerpos en el frío. Gracias todo el rato porque sois seres con todos los dones que cualquier expedicionaria necesite. Y así nos vamos a dormir al congelador… La mañana siguiente las expedicionarias se han transformado en peces globo por obra y gracia del frío y la deshidratación. Personalmente, creo que conseguí batir records en número de noches seguidas sin dormir con un dolor de manos que me despertaba sin solución posible y un frío inusitado en el cuerpo. ”Tiene edema”, oigo decir a Sonia… Me está llegando el bajón.
NUESTRAS DEIDADES ARGENTINAS Mucho se ha escrito ya sobre las deidades argentinas, pero nunca es su ciente. Porque el éxito de este reto se debe a que se fundieran con nosotras en un único equipo y fueran capaces de hacer de los defectos virtudes y de las debilidades, fortalezas. Empezando por Diego, dios del Olimpo, ejemplo de que la experiencia es un grado con esas capacidades divinas y esa forma de ser tan especial. Nos escuchaba, nos tranquilizaba, nos instruía y nos hacía sentir que podíamos tocar el cielo. Danny Adonis, rey de la grieta, que sale de ellas sin despeinarse. Paramédico que nos cuida en las alturas, sean pies o in amaciones. De sonrisa fácil y de carácter salao. Juan Zeus, mi deidad particular por su capacidad de aliviar mi pájara del día seis de expedición. El que abre camino y se adelanta a la resolución de los problemas del equipo, sin que se note, así sigilosamente.
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Rafa Apolo Minimal, el de doble titulación por sus muchas virtudes. Adelgaza mochilas, es como el santo Job (me sale un tercer apodo) por su paciencia
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DIOSES Y DIOSA DEL OLIMPO in nita con el dueño del condrón ibérico y el que tiene siempre las frases más acertadas…”Llora, que se acabe ya este drama” “el tirano ya no manda más”… es el rebelde de carácter dulce y pausado. Diego Hefesto Cofone, adquisición tardía del grupo pero igual de querido por todas. De los que se mueven por las piedras como si fuera el patio de su casa. Y dejo para el nal a Valeria, diosa del viento, que dirigía mi cordada en Mordor y cuya sonrisa calmaba los ánimos. Valeria es alegría, cariño, dulzura y, a la vez, tenacidad, resistencia y rmeza. Lo que vienen siendo en Arquitectura los principios de “venustas, rmitas y utilitas” del gran arquitecto romano Vitrubio, Eso es ella, Arquitectura de verdad hecha mujer. Quiero cerrar los ojos y regresar a vuestro lado, que nos llevéis de nuevo a lugares recónditos y bellos, que nos hagáis soñar que somos capaces de lo que nos propongamos, que volvamos a sentir que no hay edad, género ni limitación alguna en lo que nos propongamos. .
SALIR DE MORDOR ETAPA 6: LA PATAGONIA NOS QUISO ENSEÑAR EL SIGNIFICADO DEL VIENTO PATAGÓNICO, DEL FRÍO, LA VENTISCA Y EL RESPETO POR LA MONTAÑA. MENUDA DESPEDIDA DEL GLACIAR
2 DE NOVIEMBRE El equipo desayuna, desmonta, recoge y se pone en marcha…Mordor viene al encuentro. S a b í a m o s q u e M o rd o r l l e g a r í a , p e ro n o imaginábamos que no podríamos ver a quien caminaba a 4 m de distancia. Las gafas de ventisca llenas de nieve, las fuerzas que no llegan ni aún habiendo desayunado medio porridge… Algunas mochilas que van a la pulca un rato mientras siguen las rachas de sesenta kilómetros por hora. Caminar, avanzar, todos juntos en grupo para salir cuanto antes de Mordor. Y esta era la dureza de la Patagonia. Demasiado con adas en el sol y la calma. Esto es así y hay que experimentarlo. El grupo avanza, se acaba la grabación, es un momento delicado y aquí mandan los guías.
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Creo que fueron tres horas. A mí me parecieron tres días. Gracias Valeria, de nuevo, por sonreír. Yo pensaba que si algo andaba mal, te ibas a poner seria. Luego me dijiste que tampoco era eso tan claro, pero que qué mejor podías hacer que sonreír. Anna se siente lejos, a veces sola en nuestra cordada. Kica no me escucha mi gracieta inoportuna de “que buen tiempo por aquí, ¿no?” Y al resto del grupo solo los intuimos porque no se les ve.
Salimos por n y empiezan las bajadas por piedra mojada. Hacemos una pausa. Me doy cuenta de que me he vaciado… cero energía, pájara de esas de libro, de las que he sentido muy pocas en mi vida porque no suelo necesitar mucha energía para moverme… pero es que no me queda energía, ni potencial, ni mecánica, ni calorí ca… Y lo mani esto. Estoy vacía y al rescate acude Laura rauda y veloz que me rellena como a un pavo de Navidad en cuestión de minutos. Me como casi entero su bocadillo, me como media tortilla y Rocío dice “de absorción rápida”. Me llueven bombones, barritas… No recuerdo haber comido tanto seguido en mucho tiempo. A ver si Rafa iba a tener razón con lo de “¿qué trajimos?, ¿mujeres o canarios?”. Y se me ha ido la mano del lado incorrecto… El caso es que una vez cebada y con una tregua de carga que me otorgan en la media hora que tarda la absorción, siento que revivo. Esa visión de Laura y su “aquí no llora ni dios, y si es necesario, gafas de ventisca” no me la quito de la cabeza. Jajajajajajaja. Somos máquinas y sufridisfrutamos todo el tiempo, esa es nuestra esencia, perracas del in erno. El día prosigue, no diré que apacible, pero prosigue. Y a las tres llegamos a las Playitas, donde esta vez sí, las deidades nos esperan a tienda puesta y solo necesitamos beber cosas calientes, hablar, cantar y bailar. Ese beso a beso de Danny y Laura se echa de menos. Cierro los ojos y os veo.
OLALLA Y MARGA CUIDADORAS
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Marga es la enfermera del reto, que igual tiene a mano un antiin amatorio que un parche. Con su botiquín y compartiendo profesión con Sonia y Kica, nada puede salir mal . La conocimos ya en Sierra Nevada y es una cuidadora veterana del reto. De carácter tranquilo, lo da todo si es necesario en las noches de El Chaltén, así a la chita callando. Marga sabe de qué va esto del sufridisfrute de la vida…y se le nota en la sonsrisa y la actitud.
Olalla es la benjamina de la expedición. La veinteañera que rebosa energía, perrea si se tercia y nunca dice no a los buenos planes. Pero es que además “Olasha” es cuidadora, pendiente de todas nosotras y lo mismo te saca de un apuro logístico que te busca un Uber y te da seguimiento a cualquier hora en cualquier lugar. Os echamos de menos pasada la tirolesa
ETAPA 7: MI REINO POR UNA DUCHA, PERO NO, NO QUIERO QUE ESTE SUEÑO TERMINE. QUIERO VOLVER A EMPEZAR MAÑANA…SIN MOCHILA. DE LAS PLAYITAS AL CHALTÉN CON PARADA Y FONDA EN EL REFUGIO DE MARCO.
3 DE NOVIEMBRE Hoy es el último día de esta expedición. A nuestras mochilas han vuelto a salirles alas. Tan ligeras las sentimos que me empeño en despistarle el arnés a Anna y meterlo en mi doble fondo, que se ha creado con la protección de la bolsa de basura recomendada por las deidades… Ese doble fondo albergaba secretos. No es sencillo volver a atravesar la zona de bolos de piedras como lavadoras, pero Kica debe ya andar on re porque cuenta cosas mientras yo me concentro en pensar dónde pongo el siguiente pie. Solo Mordor calló a Kica y ahora tiene mucho que compartir. Pero a nosotras siempre nos encanta escuchar la voz y la risa de Kica. Tan vital, tan Kica. Paradita térmica al salir a zona más amable. Y retomamos camino. Vamos volando, no hay grabación y lo que se preveía como día lluvioso, se ha convertido en soleado y cielo azul. El cerro eléctrico rojo de color Sonia vuelve a acompañarnos muy presente y en nada aparece el bosque de lengas verdes de Kica. Atrás dejamos las rocas volcánicas negras de Laura, el blanco manto de Anna y el azul glaciar de Yolanda (suerte que el azul cielo que me dio Emilio siguió presente): Parece que hace un año que pasamos por el Refugio en el inicio de nuestra expedición. Y aquí está de nuevo Marco, el refugiero, que nos ha preparado una crema digna de un restaurante de tres estrellas Michelín. A mí me sabe a gloria bendita y entre la crema y los buñuelos, nos venimos arriba.
empieza el descanso de los pies. Y ya solo quedan un par de horas para terminar este camino. Porque el camino no terminó en la cumbre. Como le gusta decir a Anna y ya es muy nuestro, el camino acaba cuando regresamos a casa. Para mí, calzarme estas zapatillas y pasar al pantalón soft shell es preludio de casa. Y no acaba la aventura, cruzar el río una y otra vez, ir quitando ropa, caminar en animada conversación. Volver a sentir el tralarí tralará del primer día. Esa sensación de hermanamiento y ese amor incondicional que parece que nunca nos va a abandonar. Qué equipazo somos. La tensión y el cansancio sacó durante siete días lo mejor de cada unx de nosotrxs y yo me he enamorado hasta las trancas de todxs. Porque la montaña nos ha regalado este poliamor incondicional. Y el regusto de lo vivido durará…días, semanas, meses, años…toda la vida. Y llegamos a la meta y comienzan los abrazos maravillosos, que tienen que durar más de ocho segundos para que sirvan de chute de endor nas y llegan las cervezas rojas que yo prometí hace meses probar al terminar el Reto Pelayo Vida. Y, aunque parezca increíble, ha terminado, con éxito. ¡¡¡¡¡ MUCHAS FELICITACIONES!!!!! Y llegó el momento ducha, el momento Fresco, el baile de Flying Free y que alguien pare este momento, que aquí me quiero quedar, con este equipo inmenso que ha sido un regalo de la vida. ¡¡¡¡¡¡Y es que la felicidad son estos ratitos!!!!!!
Y nos quitamos las botas de alta montaña y nos ponemos las que llamamos “zapatillas de casa” y así
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SÍ PERO NO
TREX Y no quiero terminar sin agradecer a todo el equipo de TREX que ha hecho posible este reto, aunque estuvieran en El Chaltén o en Madrid. Eric y Araceli, que velan por todos los detalles y suman experiencia de muchos retos. Quique, que fue una más de nosotras en la semana institucional y al que tanto quisimos y queremos. Nos regaló dedicación, amor y empatía. Nos cautivó, como le gusta decir a Laura, de sorpresa en sorpresa aunque se las acabaran chafando. Nos mimó y fue el mejor an trión que podríamos haber deseado. Arturo Raúl de todos Los Santos, que nos encantaba cambiarle el nombre y uía con nosotras, en medio de los atascos. Que nos recibía con cariño y nos llevaba de un lugar a otro con la sonrisa puesta. María, que durante tantos meses, se ha ocupado y preocupado por nosotras y que nos ha cuidado en la distancia. Desde Sierra Nevada, presente en nuestro día a día durante treinta semanas. Fotos:
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@saizdpsonia @diego_de_angelis @emilioconser @rafa.hache @juan.jerez.cht
Miky, que le dio vidilla a las redes cuando más se necesitaba y reposteó nuestros menús y nuestros entrenamientos, añadiendo comentarios salerosos. Hugo, que en sus prácticas, también aparecía por nuestras redes. Isabel, crack de la comunicación. La que nos infundió con anza en nosotras mismas para acercarnos a los medios. La que me acompañó de turné por los medios de Madrid y me compartió una entrevista que le hizo en su día a Wangari Maaathai, de la que yo soy fan incondicional y ahora también soy fan de Isabel. Dice Wangari en su biografía UNBOWED, una frase que me encanta y que creo que nos de ne a todos los que hemos formado parte del Reto Pelayo Vida: “ASPIRING WHILE GROUNDED” Que nunca dejemos de soñar, con los pies en la tierra.