Año 21, No. 978. Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, Tlaltenango, Zac. 8 de Septiembre de 2013. Página web: www.parroquia-tlaltenango.com.mx
¡Si alguno quiere seguirme..!
¡Si alguno quiere seguirme...! ¡Si alguno quiere seguirme…! La invitación está hecha. Hay libertad para aceptar y para rechazar, pero una vez que alguien acepta, ya no puede vivir fuera de esa verdad. “Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo”. ¿Quién es éste que se atreve a exigir ser amado de esta manera? ¿Quién es éste que se antepone a mi padre y a mí madre? ¡Es Jesús de Nazareth el hijo del carpintero, el hijo de la mujer del carpintero, el hijo de David! ¡Es Jesús de Nazareth, el Hijo de Dios! Jesús amó a todos y exigió ser amado de todos. Jesús ama y lo da todo y por eso lo exige todo. En cambio, nosotros amamos poco, por eso amamos a pocos. Para amar nos encerramos en un espacio estrecho donde ponemos los seres más queridos: el Padre, la madre, la esposa, los hijos, algunos amigos. ¡Sólo una gota de amor tenemos y la economizamos, la damos poco a poco! El corazón de Jesús no necesita economizar. Nos ama a todos y a cada uno con la misma intensidad: a los pequeños y a los grandes, a los pobres y a los ricos, a los justos y a los pecadores, a los desamparados y a los abandonados del mundo. Nos amó hasta el sacrificio que nos redime y por eso exige ser amado con un amor tan completo, tan elevado, tan absoluto, tan heroico, que la sola idea de exigirlo supone la conciencia de su divinidad. ¡Y lo ha obtenido habiéndose atrevido a exigirlo! Al mismo tiempo que exigía el amor de los hombres, y anunciaba que lo había de conseguir, se anunciaba también el odio de los hombres, un odio tan sublime como el amor. Y lo que decía se cumple: a la vez amado y aborrecido; adorado y escupido; objeto de un amor que llega hasta la locura y de un odio que llega hasta el furor. Amor y odio que más de veinte siglos no han sabido satisfacer ni explicar. “Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo”. Seguir a Jesús no es fácil, supone atreverse a correr un riesgo. Seguir a Jesús no es una decisión que se puede tomar a la ligera, en un momento de euforia.
El Evangelio de hoy nos hace entender que los ídolos del hombre moderno: el ídolo del placer, el ídolo del poder y el ídolo del tener no pueden competir con el seguimiento de Cristo. Ser discípulo de Cristo, tratar de estar con Él y procurar seguirlo fielmente en medio de nuestras ocupaciones y anunciarlo a la gente de este tiempo es algo que requiere esfuerzo y constancia y valentía. El meditar en este Evangelio, nos hace volver la mirada hacia María de Nazareth “Estrella de la Nueva Evangelización”. La primera y fiel discípula de Jesús, y la Gran Evangelizadora porque nos entregó el Evangelio vivo de Dios: su Hijo Jesucristo. Y qué mejor ocasión para ello en este 8 de Septiembre cuando celebramos la fiesta de nacimiento de la Madre del Verdadero Dios por quien se vive. “María nos entrega a Jesucristo, Jesucristo nos comunica la vida divina que transfigura la faz de la tierra haciendo nuevas todas las cosas. Su relación nos ha implicado no sólo como destinatarios de la salvación, sino también como sus anunciadores y testigos…” “La primera evangelización comenzó el día de Pentecostés, cuando los apóstoles, reunidos todos juntos en el mismo lugar en oración con la madre de Cristo recibieron el Espíritu Santo…” ¡Ahora es la hora de la Nueva Evangelización! “Nueva Evangelización no significa un “nuevo Evangelio, porque Jesucristo (Evangelio de Dios) es el mismo, ayer, hoy y por los siglos” (Hebr. 13, 8). Nueva Evangelización quiere decir: una respuesta adecuada a los signos de los tiempos, a las necesidades de los hombres y de los pueblos de hoy, a los nuevos escenarios que diseña la cultura a través de la cual contamos nuestras identidades y buscamos el sentido de nuestras existencias. Nueva Evangelización significa promover una cultura más profundamente enraizada en el Evangelio; quiere decir descubrir al hombre nuevo que existe en nosotros gracias al Espíritu Santo que nos ha dado Jesucristo…” (Cfr. La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana, No. 23) “Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo”.
±Hoy Domingo 8 de Septiembre celebramos la fiesta del nacimiento de
la Virgen María, la Madre del Verdadero Dios por quien se vive. Por la tarde habrá un homenaje para considerar el nacimiento y la infancia de María (Divina Infantita). Comienza con una procesión que inicia en la gasolinera vieja del Barrio Alto, para llegar a la misa de 6 de la tarde en el Templo Parroquial. Después habrá un festival en el auditorio municipal. Es el apostolado de los niños en la familia. ±¡Vamos al Tepeyac! El 12 de Septiembre será la Peregrinación de
número 128 de la Diócesis de Zacatecas a la Basílica de Santa María de Guadalupe en el Tepeyac. Durante 128 años consecutivos la Diócesis de Zacatecas ha peregrinado al Tepeyac; ni siquiera en tiempos de la persecución religiosa se suspendió la peregrinación. La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe fue el único Templo en la Nación que no fue cerrado. Nuestra Parroquia se unirá a la Diócesis en este testimonio público de fe. De aquí van 6 autobuses con 276 personas. Nuestra peregrinación comienza el Miércoles 11 con la misa de envío a las 12 m.d. Las personas que no pueden participar físicamente, únanse en la oración con toda la Diócesis. ±Sábado 14 de Septiembre, día del Charro. ¡Felicidades! ±El centro de Salud informa que el 17 de Septiembre a partir de las 8
a.m. llevará a cabo una jornada de toma de muestras para detectar cáncer cervico-uterino, a mujeres de 25 años en adelante. El estudio es gratuito y el resultado del estudio se entregará al día siguiente.