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Cantillana y su Pastora Nº 11. Septiembre de 2006
Nº11, SEPTIEMBRE DE 2006
REVISTA ANUAL DE SUS FIESTAS MAYORES
Declaradas de Interés Turístico Nacional de Andalucía
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Cantillana ysuPastora
Saluda del delegado provincial de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía
U
n año más, es mi deseo acercarme a través de estas páginas al pueblo de Cantillana que ultima en estos días con emoción otra edición de sus fiestas y romería de la Divina Pastora. Ya se engala-
Saluda del presidente de la Diputación Provincial de Sevilla
Francisco Obregón
nan las calles, se escucha el tamboril, se desempolvan los trajes y sombreros... Cuando se cumplen tres años desde que la Consejería de Turismo, Comercio y Deportes de la Junta de Andalucía las declarara de Interés Turístico,
Fernando Rodríguez Villalobos
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n estos tiempos en los que, más que nunca y gracias a las tecnologías de la información y la comunicación, el mundo es un pañuelo, el arraigo de lo local y la conservación del acervo y las costumbres de cada lugar son el referente al que acudimos para seguir anclados en nuestras raíces. En lo más cercano, en aquello en lo que fuimos creciendo y a lo que acudíamos de la mano de nuestros padres, es donde encontramos lo que verdaderamente nos ha hecho ser como somos frente a un día a día plagado de noticias
que llegan desde cualquier rincón del planeta. Y en el caso de los que hemos nacido en esta provincia, son los pueblos, nuestros pueblos de toda la vida, los rincones adon-
he de reconocer que dicha distinción no ha hecho más que animaros a continuar con más cariño y esfuerzo si cabe trabajando por mantener viva la llama de una tradición que, sin embargo, ha sabido conjugar también la modernidad en una localidad que toma la avanzadilla en el desarrollo local y comarcal. Por ello, os muestro todo mi apoyo para continuar en esta línea de renovación y apertura a los foráneos, parte importante de una fiesta que no duda en compartir cada año su devoción y patrimonio religioso y cultural con miles de visitantes que una vez que la conocen no se resisten a repetir. Vuestra hospitalidad unida a la belleza de un evento que va más allá de la celebración del fervor religioso para ser símbolo de la unión y convivencia histórica de toda una población, deja huella. También mi más sincero reconocimiento para las mujeres de Cantillana, las pastoreñas, cuyo papel es fundamental en esta fiesta en la que, tras la Pastora, se convierten en protagonistas especiales de un sinfín de vivencias que sin su participación y su especial saber hacer no podrían ser entendidas. Sin más, espero que estas jornadas se desarrollen entre la alegría y el respecto ciudadano que siempre os han caracterizado y que una vez concluidas lo que queden en vuestras retinas sean los mejores recuerdos.
de acudimos periódicamente o donde hemos incluso preferido quedarnos a vivir para disfrutar a la vez de las ventajas del campo y la ciudad. Ahí es donde encontramos esas pequeñas cosas que nos hacen sentir como siempre hemos sido, que nos hacen recordar momentos entrañables en compañía de familiares y amigos. Y así ocurre en el caso de Cantillana. En esta localidad de la Vega del Guadalquivir, la singularidad de sus costumbres y de sus habitantes ha propiciado la perpetuación de las tradiciones más preciosas y, entre ellas, sobre todo las que encierra la devoción a la Pastora. Ahora, con motivo de la celebración, un año más, de las fiestas mayores en honor de la Divina Pastora, todo el pueblo volverá a ser fiel a sus costumbres para sentirse más cantillanero si cabe, para encontrar en su Madre la razón de ser de todos sus vecinos y vecinas. En estas fechas tan especiales, la Diputación Provincial de Sevilla, como cada año, quiere estar al lado de su gente y felicitar a Cantillana entera por seguir conservando su patrimonio para legarlo a las generaciones venideras. Mi más sincera enhorabuena y mis mejores deseos para las fiestas.
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Nº 11. Septiembre de 2006
Saluda del alcalde presidente del Ayuntamiento de Cantillana
José Eduardo Reina Hidalgo
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ueridos vecinos de Cantillana: Como en ediciones anteriores, la Hermandad de la Divina Pastora de las almas me invita a que, como alcalde de esta Villa, os salude al inicio de esta revista ya consolidada y que anuncia las fiestas que esta hermandad celebra durante todo el mes de septiembre. Como vuestro alcalde, os deseo que como siempre pasemos unas fiestas llenas de cordialidad y de acogida al que viene a visitar y a vivir con nosotros los actos tanto religiosos como públicos, y que los vecinos de este pueblo demos la talla de cómo se viven con entusiasmo y con fervor las fiestas en nuestro pueblo. Un fuerte abrazo de vuestro alcalde.
Saluda del hermano mayor Antonio Castaño Villalón
Q
ueridos hermanos y pastoreños: Nuevamente llega el deseado mes de septiembre, que para nosotros, los pastoreños cantillaneros, es el más grande y deseado, ya que en él celebramos los cultos solemnísimos en honor de nuestra Divina Pastora, fiestas mayores declaradas de Interés Turístico Nacional, y referente para todos los pueblos de la Vega. Invito a todos los pastoreños de Cantillana a que seamos acogedores con todos los que nos visitan en estos días y contribuyamos a propagar más la devoción y entusiasmo por la Divina Pastora entre todos los visitantes, que siempre han sabido apreciar la singularidad y magnificencia de nuestros festejos. Recientemente se celebró un nuevo
encuentro de la Confraternidad de Hermandades de la Divina Pastora en Aracena (Huelva), a cuya hermandad felicitamos por la organización y resultado del evento. En dicho encuentro, fray Mariano Ibáñez, ministro provincial de la Bética Capuchina, llegó a decir que nombrar a Cantillana es nombrar a la Pastora. Hagamos pues gala de la repercusión que la devoción de los cantillaneros hacia la Madre del Buen Pastor tiene fuera de la Villa, y sigamos trabajando sin divisiones para engrandecer aún más nuestra querida hermandad. Como cada año, no puedo terminar sin agradecer la colaboración y el esfuerzo de
todos los hermanos en los proyectos que emprende la junta de gobierno que me honra presidir. Nuestro trabajo no tendría los mismos resultados sin vuestro apoyo y entusiasmo, gracias a los cuales podemos decir que logros como el salón de la carretas, la nueva iluminación del camarín o el dinamismo de la vida de la hermandad (grupo joven, coro, costaleros, bolsa de caridad, etcétera), son un éxito común. Y, sin más, sólo me queda desearos que disfrutéis en las inminentes celebraciones en honor de nuestra Divina Pastora, imán de los corazones. ¡Viva la Pastora Divina!
6 Sumario
Cantillana ysuPastora
4 Saludas
7 Editorial
8 La voz del Pastor
9 Una romería única
16 Exquisiteces marianas del beato Spínola
18 De la orden capuchina
Delegado provincial de Turismo, presidente de la Diputación, alcalde y hermano mayor
Yo mismo apacentaré mis ovejas
Cantillana y su Pastora
Recorrido gráfico por la romería del pasado año
Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas
Cantillana ysuPastora
19 De la historia de la hermandad
24 Iconografía de la Divina Pastora de Cantillana
26 8 de Septiembre
31 Cantillana en fiestas
34 Otros cultos pastoreños
35 Pregones, poesías y cantos a la Divina Pastora
Obras son amores
Significado litúrgico, teológico y popular
Programa de las Fiestas y Romería de la Divina Pastora de Cantillana
Tan pastora y tan cercana
36 Hemeroteca 1976. Romería de la Divina Pastora
43 De Romería...
Sevillanas dedicadas a la Divina Pastora de Cantillana
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Los arzobispos hispalenses y la Divina Pastora de Cantillana
50 Estrenos y donaciones
40 La parroquia pastoreña 44 Nuestras calles Calle Juan Carlos I (antigua Veredas)
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La devoción a la Divina Pastora durante la II República y la Guerra Civil (I)
54 Otras noticias de la hermandad
Cantillana y su Pastora. Revista anual de las Fiestas Mayores de esta Villa, en que se pregonan y exaltan sus célebres festejos marianos en honor de la Divina Pastora. Fundada en 1947. Director: Florencio Arias Solís. Redacción : Antonio José Castaño López, Francisco Manuel Durán Gallardo, Juan Manuel Daza Somoano, José María de la Hera Sánchez, Luis Manuel López Hernández. Firmas de este número : Álvaro Román Villalón pbro, Antonio López Hernández, Antonio Portillo Daza, Basilio Pérez Camacho, Fernando I. García Álvarez-Rementería pbro, Florencio Arias Solís, Francisco Gil Delgado pbro, José Arias Solís, José María de la Hera Sánchez, Juan Manuel Daza Somoano, Luis Manuel López Hernández, fray Ricardo de Córdoba OFMCap. Fotografías : Antonio Arias Solís, Antonio José Castaño López, Antonio López Hernández, Archivo de la Hermandad, Estudio Imagen, Florencio Arias Solís, Foto Centro, Francisco Guerrero Gallardo, Francisco Manuel Castaño López, José A. Calero, Juan Antonio Espinosa García, Juan Carlos Gallardo, Orozco, Rincón, Soledad Maqueda. Dibujos : Luis Manuel López Hernández. Edita : Pontificia, Real, Ilustre, Franciscana y Muy Antigua Hermandad de gloria del Santo Rosario de la Divina Pastora de las Almas y Redil Eucarístico. Fundada por el V. P. fray Isidoro de Sevilla en 1720 y erigida canónicamente en la iglesia parroquial de Cantillana (Sevilla). Web oficial: www.cantillanaysupastora.com Diseño : Rafael Avilés. Impresión: Talleres El Adalid Seráfico, S.A. Portada : Juan Carlos Gallardo. Procesión del 8 de Septiembre de 2005. Contraportada : Juan Carlos Gallardo. Camino de vuelta de la romería, cruce del río Viar. 25 de septiembre de 2005. D E P Ó S I TO L E G A L : S E - 1 9 8 9 - 9 8 . La Herm andad de la Divina Pastora agradece enormem ente a todos aquellos establecimientos que han colaborado en la edición de este número de la revista su aportación eco nómica, ya sea a través de la publicidad o
60 Repican a gloria El final de mi pregón
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desde el anonimato. A sim ismo, agradece la colaboración desinteresada de cuantos hermanos y devotos han hecho posible, con sus escritos, fotografías o material gráfico, esta publicación.
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Editorial 7
Cantillana
y suPastora
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ños de grandes estrenos son éstos, que van a aumentar de manera admirable el ya rico patrimonio de la Hermandad de la Divina Pastora y con ello el atractivo de nuestras fiestas mayores tan abundantes en rasgos estético-artísticos. Puesto que todo lo que beneficia y engrandece a la hermandad pastoreña y a las fiestas beneficia y engrandece también a Cantillana, este florecimiento patrimonial supone irremediablemente un enriquecimiento del acervo cultural, religioso, turístico e incluso económico de este pueblo que siempre ha tenido en la devoción a la Divina Pastora, y en todo lo que físicamente la pone de relieve, su principal tesoro. A los grandes estrenos acaecidos en 2003 con motivo del III centenario de la Pastora, entre los que destaca sobremanera el emblemático cayado de oro, hay que sumarle otras notables piezas adquiridas en 2004, como la fabulosa custodia-ostensorio barroca, de oro y plata de ley, fechada en Marsella en 1809; y el cayadito de oro y pedrería del Pastorcito entre otras adquisiciones. 2005 nos proporcionó también excelentes estrenos como la inauguración de las magníficas dependencias de la hermandad construidas en la antigua huerta del convento franciscano. Y el nuevo estandarte corporativo, vulgarmente llamado bacalao, por su forma, que es la insignia o bandera representativa de la hermandad y Redil Eucarístico, y que fue confeccionado en tisú de plata, con abundante bordado en oro fino al realce, representando los emblemas de la institución. Esta pieza en-
grandece sensiblemente el erario artístico de la hermandad y convierte su conjunto de insignias en el más completo, en todos los sentidos, de la Villa. El 2005 contribuyó además con varias joyas interesantes para el ajuar de la Santísima Virgen. Entre ellas, un bellísimo broche de plata y diamantes del siglo XVIII, una pulsera de oro, plata y diamantes; una rosa de oro y puntas de diamantes para la boca del cordero; y un anillo de oro blanco y brillantes. Casi nada. Ésta de 2006 será otra de esas fechas que se recordarán por la significativa importancia de las obras que han entrado a engrosar el tesoro de la Divina Pastora. El lugar más destacado lo ocupa el gran estreno del faldón delantero del paso de la Virgen, bellísimo diseño y excelente realización técnica para una pieza única del bordado procesional que dará sin duda mucho que hablar y que supone la primera piedra del anhelado y magno proyecto de un nuevo paso. La cuadrilla de costaleros es la abanderada y el canal de la colaboración y aportaciones de muchos. Valiosa pieza de bordado es también la soberbia capa pluvial del siglo XVIII, de tisú de oro bordado en oro, para la procesión eucarística del último día de la novena. El nuevo lienzo con paisaje para el Risco, obra de otro consumado pintor cantillanero que será como un cuadro de 130 metros cuadrados, el collarín de oro y piedras preciosas para el Cordero de la Pastora, otra pulsera de oro, la cruz de plata, cristales de roca y lapislázuli para el estandarte de la hermandad son un suma y sigue en esta cadena loable de regalos primorosos de los cantillaneros agradecidos a la Pastora de las almas, en ese proyecto común de dotar, con todo lo mejor, al culto y la fiesta en su honor, para gloria de Dios y suya, sí, y para orgullo de la hermandad y del pueblo de Cantillana.
8 La voz del pastor
Cantillana ysuPastora
Yo mismo apacentaré a mis ovejas Fernando I. García Álvarez-Rementería Párroco de Cantillana
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n año más, la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana publica esta revista como preparación y presentación de los cultos dedicados a la Virgen María bajo la advocación de Divina Pastora de las almas. Son muchos los años recorridos desde que fray Isidoro de Sevilla presentara en público un rosario con esa imagen cercana de la Virgen María que invita a acercarse a Ella y ponerse bajo su amparo y protección. En un momento de la devoción mariana en que a la Madre del Señor se le había encumbrado tanto, al modo humano, que parecía poco menos que inimitable, y al pobre pecador sólo le cabía contemplarla en su inalcanzable altura, surge del celo pastoral de un capuchino presentar a la Virgen como Madre del Buen Pastor, cuidando el rebaño del Señor, mezclada entre las ovejas y siendo, por lo mismo, espejo de la misión propia de la Iglesia de Cristo . Fue el Papa Pío VI quien el 1 de agosto de 1795 instituyó canónicamente la fiesta de la Madre del Buen Pastor, el sábado de la tercera semana de Pascua, víspera del domingo cuarto de Pascua, también llamado domingo del Buen Pastor. Esta fiesta litúrgica está íntimamente unida a los capuchinos, especialmente a los de Andalucía, ya que fue en Sevilla donde comienza para el mundo esta devoción a la Madre de Dios, Divina Pastora de las almas. Fray Isidoro de Sevilla se dio cuenta de cómo el rebaño de Cristo andaba perdido y desorientado, quizá por falta de buenos pastores. Cuando los pastores de la Iglesia no lu-
JOSÉ A. CALERO
chan personalmente por adquirir una finura de conciencia y el respeto fiel al depósito de la fe y a la moral se hacen realidad las palabras del profeta Ezequiel: Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel. Profetiza, diciéndoles: así habla el Señor Yahvé: ¡ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Los pastores no son para apacentar el rebaño? Vosotros comíais la grosura de las ovejas, os vestíais de su lana... No confortasteis a las flacas, no curasteis a las enfermas, no vendasteis a las heridas, no redujisteis a las descarriadas, no buscabais a las que se habían perdido, sino que dominabais a todas con la violencia y dureza (Ez 34, 2-4).
Son reprensiones fuertes, pero más grave es la ofensa que se hace a Dios cuando, habiendo recibido el encargo de velar por el bien espiritual de todos, se maltrata a las almas, privándoles del agua limpia del Bautismo, que regenera el alma; del aceite balsámico de la Confirmación, que la fortalece; del tribunal que perdona, del alimento que da la vida eterna (S. Josemaría Escrivá). Así, fray Isidoro, viendo que el rebaño de Cristo, sobre todo los pobres y los pecadores andaban desvalidos, sin que nadie echara cuenta de ellos, despreciados y marginados, como ovejas sin Pastor que las guiase al que es Pastor de nuestras vidas, al Dios cercano, a Cristo compasivo, muestra a María despojada de todo boato, rebajada de rangos y grandezas impropios, y en la actitud que siempre tuvo la Madre del Señor, actitud de servicio, de comprensión, de cercanía. En un rosario de la aurora, fray Isidoro, que había mandado pintar para un estandarte procesional la imagen de María con el ropaje sencillo de pastora, sale de la Iglesia de San Gil, en Sevilla, en busca de las ovejas perdidas del rebaño de Cristo, en busca de los más necesitados de cariño y de Dios, Pastor que no quiere que su rebaño se pierda. Y también sale esta imagen en Cantillana para que nunca más nos veamos como ovejas sin pastor. El Señor así lo ha prometido: Yo mismo apacentaré a mis ovejas. Yo mismo las llevaré a la majada. Buscaré la oveja perdida, traeré la extraviada, vendaré a la que esté herida, curaré a las enfermas... Habitarán en su tierra en seguridad, y sabrán que yo soy Yahvé, cuando rompa las coyundas de su yugo y las arranque de las manos de los que las esclavizan (Ez 24, 15-16. 27). ■
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Nº 11. Septiembre de 2006
Una
romería única
La romería de 2005 se convirtió inesperadamente en una de las más extraordinarias que hemos vivido. La ausencia de bueyes, que en un principio pudo parecer una contrariedad, se convirtió en ocasión única y quizás irrepetible para que el pueblo de Cantillana llevara sobre sus hombros a la Divina Pastora, desde la parroquia hasta la ermita. Hombres, mujeres, jóvenes y mayores, en una cadena interminable de sentimiento, fervor y lágrimas hicieron la gesta. No se echó en falta nada. Por el contrario, se vivieron momentos, imágenes y escenas como las que jamás se habían contemplado. Fue una romería apoteósica desde antes de la salida hasta después de la entrada, merecedora de que le dediquemos estas páginas de nuestra revista, como testimonio y para memoria perenne de la historia pastoreña cantillanera.
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Cantillana ysuPastora
Una
romería única
ESTUDIO IMAGEN Y FOTOCENTRO
FLORENCIO ARIAS
JOSÉ A. CALERO
ANTONIO JOSÉ CASTAÑO
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Nº 11. Septiembre de 2006 En las andas de plata de la Virgen del Rocío del Salvador de Sevilla, la Divina Pastora asomó a la calle Iglesia en los brazos de sus hijos, entre clamores encendidos, cohetes y campanas. En volandas fue llevada por las calles, en un mar de gente que la arrastraba, sin saberse cómo, camino de la ermita. Hombres y mujeres de todas las edades, hombro con hombro, se arracimaron, hechos una sola cosa con el templete. Martín Rey, expectante, la recibió con la ovación más sentida, ante el asombro del portento que tenía delante. Allí las lágrimas y las flores cayeron sobre la Virgen junto a las avemarías del Ángelus.
ESTUDIO IMAGEN Y FOTOCENTRO
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Cantillana ysuPastora
Una
romería única
JUAN CARLOS GALLARDO
JUAN CARLOS GALLARDO
SOLEDAD MAQUEDA
JUAN A. ESPINOSA
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La riada humana se encauzó, llena de sol y color, por las aveni- na Pastora cruzó el Viar y, entre nubes de polvo, alcanzó la das de Andalucía y Guadalquivir, vestidas como nunca para aldea pastoreña para, después de cinco horas de camino, ocasión tan señera.Como barquilla en el río, el paso de la Divi- hacer su entrada triunfal y delirante en la ermita.
JUAN A. ESPINOSA
JUAN CARLOS GALLARDO
JUAN CARLOS GALLARDO
ANTONIO J. CASTAÑO
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Una
romería única
JOSÉ A. CALERO
JUAN CARLOS GALLARDO
JOSÉ A. CALERO ESTUDIO IMAGEN Y FOTOCENTRO
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JUAN CARLOS GALLARDO
JOSÉ A. CALERO
JOSÉ A. CALERO
De nuevo, la cadena humana se puso en marcha para trasladar a la Pastora de vuelta a su parroquia.Y tuvo lugar la visión onírica provocada por el humo de las bengalas en el río, las sombras del camino y los haces de luz que parecían emanar de la nave de plata. Y la apoteosis continuaría al llegar al pueblo, con los fuegos, las sevillanas y las músicas... Y siempre la Virgen. La Pastora como centro de todas las miradas, de todas las oraciones, de todos los corazones del pueblo de Cantillana rendido a sus plantas. JUAN CARLOS GALLARDO
JOSÉ A. CALERO
JUAN CARLOS GALLARDO
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Cantillana ysuPastora
Exquisiteces marianas del beato Spínola Francisco Gil Delgado Canónigo de la Catedral de Sevilla
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arangonando aquello que se dice de los militares, de que el valor se le supone, podríamos decir que a todos los obispos de Sevilla se les supone su marianismo. No ya sólo por la formación personal recibida, sino porque en esta tierra de María Santísima es imposible sustraerse a un sentimiento religioso, tan tierno como profundo, en la devoción a Santa María. Es algo que, desde niño, nos sella, como una herencia de familia. Ahí está, como prueba, toda Cantillana. Los escritos del beato cardenal Marcelo Spínola y Maestre están saturados de esa devoción personal a la Bienaventurada Virgen María. Y su especial vinculación a Cantillana está marcada por su tierna devoción a la Virgen Pastora de nuestras almas. Quiero fijarme, especialmente en esta ocasión, dos hechos muy marcados del pontificado del Beato Spínola y Maestre (1896 y 1906). En el año 1904 se cumplía el 50 aniversario de la definición dogmática de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora por la bula Ineffabilis Deus del Papa beato Pío IX, misterio que ?como se sabe? presidió los sentimientos religiosos del pueblo sevillano desde el siglo XVII, como quedó recogido en la popular letrilla de Miguel Cid: Todo el mundo, en general / a voces, Reina escogida / diga que sois Concebida / sin pecado original. Quizás no sea tan conocido que el beato Spínola y Maestre promovió, de manera singular, que el cincuentenario de la Ineffabilis Deus quedara marcado en las efemérides del cristianismo en Sevilla, de una manera especial. Tuvo la feliz idea de que se
pintase un cuadro conmemorativo de la definición dogmática de la Inmaculada Concepción de María y que se fijase, ad perpetuam rei memoriam en los ámbitos de la Santa Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Sede, de Sevilla. Cundió el entusiasmo por la idea spinolista en aquellos momentos. Comenzaron las colectas para realizarla. Pero, muerto don Marcelo, la idea sufrió un marasmo, aunque siguió viva. Fue en los años sesenta cuando el Cabildo Catedral la recuperó. En el año 1966, Alfonso Grosso pintó el cuadro
( ) Amad a María. Todo esta en ella ensalzado. Sin la Concepción no habría sido Madre de Dios, sin su Maternidad Divina no habría subido al cielo para ser Reina Universal y sin su reinado no se concebiría su pastorado Pero bello es y consolador el título de Pastora . Del sermón de Spínola ante la Divina Pastora de Cantillana. 8 sep. 1900
conmemorativo, que está instalado en el intradós de la puerta de la Concepción, brazo norte del crucero de la Catedral, bajo el rosetón de la Ascensión del Señor (de Arnao de Flandes y Arnao de Vergara). El cuadro de Grosso es de grandes proporciones rectangulares. Lleva en el centro la imagen de la Inmaculada, con el rostro que reproduce visiblemente el de la Macarena; al lado izquierdo, la figura de Pío IX; en el lado derecho, arrodillado en actitud orante, una figura de arzobispo de Sevilla, que reproduce la silueta humana del cardenal Marcelo Spínola, lo que es bien perceptible (figura menuda y piadosa); hay también la reproducción de un seise con ropaje concepcionista. La idea de don Marcelo pasó a la historia de la pintura contemporánea de Sevilla con él dentro. Pero el fasto mariano más representativo del pontificado sevillano de Spínola y Maestre, como se sabe, fue el de la coronación canónica de la Virgen de los Reyes, primera imagen de María coronada canónicamente en Sevilla (en noviembre de 1929 coronaría el cardenal Ilundáin a la Virgen de la Antigua y al Niño). La coronación de la Virgen de los Reyes tuvo lugar el día 4 de diciembre de 1904. Pero no fue coronada personalmente por don Marcelo, sino por el que entonces era arzobispo de Toledo, cardenal Sancha. Hubo en ello unos entresijos, no muy conocidos, que pusieron de manifiesto la humilde santidad del beato Spínola. En abril de 1899, bajo los efectos quejumbrosos del desastre colonial español en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, el cardenal Sancha escribió un opúsculo en el que daba consignas a los sacerdotes y seglares católicos para que dieran cerrado apoyo a los políticos del momento (primer gabinete de Silvela). Pero en Sevilla, el canónigo magistral
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Roca y Ponsa, hombre inteligente con sus ribetes de progresismo, publicó unas Observaciones bajo el seudónimo de Ciudadano español, en las que no sin dejar de ser respetuoso con el cardenal Sancha, mantenía el principio del derecho natural-político de que cada ciudadano, incluidos los sacerdotes, puedan opinar libremente sobre la acción de los políticos. El cardenal Sancha se subió por las paredes de su palacio arzobispal de Toledo. Y, entre otras cosas, criticó que las Observaciones del canónigo Roca y Ponsa hubieran salido a la luz pública con la licencia eclesiástica del arzobispo de Sevilla, Marcelo Spínola y Maestre. Éste se limitó a decir que, en cuestiones de libre discusión, había que respetar, y no cohibir, las opiniones de cada persona. Correcta la actitud del arzobispo Spínola. Pero aumentaron los picapicas de Sancha. Roca y Ponsa publicó un folleto titulado En propia defensa: Carta abierta al Emmo. señor cardenal Sancha, defendiendo su postura y razonando su derecho a la licencia eclesiástica para la publicación de sus Observaciones. Las ojerizas de Sancha no iban sólo contra Roca y Ponsa, sino también contra el arzobispo Spínola. Pasaron unos años. En noviembre de 1903, vino Sancha a Carmona para la inauguración de una residencia de las Damas Catequistas. Spínola viajó a recibirlo y acompañarlo. Luego lo invitó a pasar unos días de descanso en el palacio arzobispal de Sevilla. Sancha y Spínola tuvieron ocasión de hablarse a solas. Spínola organizó una velada literaria en el salón de actos del Seminario en honor del cardenal Sancha. Éste hizo encomios de Spínola, el cual, al responderle, dijo: Ya os habréis convencido, señor cardenal, que ni la Diócesis de Sevilla ha podido venir a menos, ni yo he podido subir más (Spínola no era aun carde-
nal). Y Sancha repuso: De lo que yo me he convencido, sevillanos, es de que la Diócesis de Sevilla está gobernada por un santo y lo tendréis un día en los altares . Honor a Sancha: de fustigador a profeta. Llegó el día de la coronación canónica de la Virgen de los Reyes. Don Marcelo invitó al acto al cardenal Sancha. El nuncio apostólico celebró la misa solemne. Spínola dejó que el cardenal Sancha bendijera las coronas y que las impusiera en las cabezas de la Virgen de los Reyes y del Niño. Spínola, situándose a sí mismo en segundo plano, como aquel publicano humilde de la parábola del Señor, orando en el templo. Hubo más ese día. El 4 de septiembre de
1903, Miguel Molina, un factor de a estación, había asesinado a su cuñado Cayetano Álvarez, en colaboración con su hermana Dolores, esposa de Cayetano. Descubierto el crimen, los conniventes asesinos fueron condenados a la horca. Las autoridades de Sevilla piden el indulto. El rey computa la pena de muerte a Dolores por cadena perpetua; pero para Molina se mantiene la pena de morir en la horca. Spínola se va a Madrid con las autoridades sevillanas, donde son recibidas por Alfonso XIII y la madre de éste. Spínola toca la fibra que había que tocar: Majestad, cuando un rey es coronado, se conceden indultos. Ahora lo pedimos en honor de la Señora de los Reyes . Demasiado, para la piedad de Alfonso XIII y de su señora madre. A mediodía del 3 de diciembre, víspera de la coronación, llegó a don Marcelo el siguiente telegrama: Para gloria de la Virgen de los Reyes, cuya coronación celebra mañana Sevilla entera, y con íntima satisfacción de mi alma, de la que participará esa noble ciudad, he indultado de la pena de muerte a Miguel Molina. Alfonso. Don Marcelo manifestaría más tarde que esa noche no había podido pegar ojo. No era para menos (para más detalles ver la obra de José María Javierre, Don Marcelo de Sevilla). Cada 15 de agosto, tras aquel 24 de noviembre de 1904, los sevillanos nos emocionamos viendo a la Virgen de los Reyes y al Niño, nimbados con las coronas que les impuso un tal cardenal Sancha, arzobispo de Toledo, por obra, gracia y humildad de un tal Marcelo Spínola y Maestre, arzobispo de Sevilla y ya entonces hermano mayor perpetuo de la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana. Para hablar, y no parar, del marianismo y de la santidad del tal Marcelo, beato, Spínola y Maestre. ■
18 De la orden capuchina
Cantillana ysuPastora
Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas Fray Ricardo de Córdoba, OFMCap. Guardián del Convento de la Divina Pastora de Sevilla
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stando Jesucristo en la última cena con todos sus discípulos en el Cenáculo, citó sobre sí y sobre el misterio de su prendimiento y su sagrada pasión por la humanidad, esta frase bíblica de Zacarías: Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas , porque está escrito , dijo. Así sucedió con la trágica situación del grupo que le quedaba a Jesucristo, hijo de Dios e hijo de María Santísima, la Nazarena. Las páginas religiosas y misteriosas del Santo Evangelio nos llevan a pensar el destino catastrófico que tuvieron todos los seguidores y amigos del redentor hasta verle solo y herido ante su muerte. A pesar de que los evangelios nos ofrecen numerosos rasgos que anuncian y evidencian esta alegoría cristológica, Jesús se consideró a sí mismo como el enviado a las ovejas . Y aunque a todas en el mundo entero, enviado primero a las ovejas descarriadas de Israel (Mt 15, 24-10, 6; Lc 19, 10) que se habían alejado de las llamadas de Yahvé-Dios, quien aunque cuida del rebaño de su pueblo Israel, el título parece que estaba reservado al que había de venir. Y entonces es ya cuando Yahvé-Dios, de nuevo lo guiará hacia manantiales de agua (Is 49, 10) y mostrará una solicitud para cada fiel (alma) en particular, para que no carezca ninguno de nada, ni pueda tener nada bajo el cayado de Dios (Sal XXIII 1-4). Así extenderá su misericordia a toda carne (Eclo 18, 13). Israel era semejante a un rebaño de ovejas esquilmadas, heridas, entregadas a los ladrones y a los bandidos (Jn 10, 1-
10). Dispersas, como las vio en su tiempo también el profeta Ezequiel (Ez 34, 5-12) y el citado Zacarías (Zac 13, 7) una vez hieran al Pastor... Jesucristo, como Yahvé-Dios y como Hijo suyo eterno que es, las hará salir y las sabrá conducir a buenos pastos y a ricos y abundantes ma-
nantiales . Él se sabía verdaderamente el único Pastor ya repetidamente anunciado por los antiguos profetas del mundo y la humanidad. Gracias a la espiritualidad del Buen Pastor y a la interpretación de los mejores religiosos de la Orden Capuchina, la Santísima Virgen ha sido mostrada a la Iglesia y a todos los fieles como la Madre del Pastor Bueno, implicada así en la reunión y unificación del rebaño . Y así como vemos en el Nuevo Testamento muchas veces que la misión de los pastores elegidos por Cristo el Buen Pastor tienen la obligación fundamental de apacentar a la Iglesia entera (ver por ejemplo Ef 4, 11), la Virgen siente las mismas razones para apacentar almas dentro del Redil de su hijo, siendo Ella después de Jesucristo modelo para el rebaño, como deben ser también todos los pastores elegidos (1ª Pe 53s). Amar, imitar, sentir, venerar a María Santísima Divina Pastora de las Almas es, si cabe, fortalecer cuanto creemos del Buen Pastor, que es su Hijo, sin el cual ni existiríamos ni tendríamos vida eterna. Herido el Pastor (y muerto) quedó el rebaño disperso Pero la Virgen Divina Pastora (Madre del Dolor) rezaba en Soledad por el rebaño. La resurrección lo confirmó todo. El triunfo de Dios-Hombre sobre la muerte y la esperanza nueva y viva del rebaño que con María Divina Pastora quedó en unión y oración, para recibir la fuerza del Espíritu Santo. Unido y reunido el rebaño otra vez , la Iglesia comenzó su misión, guardando todo lo que dijo y enseñó el Buen Pastor Resucitado. Ya también la Virgen sería para la humanidad vida, dulzura y esperanza nuestra. ■
De la historia de la Hermandad
Nº 11. Septiembre de 2006
Obras son amores
El 30 de septiembre de 1956 se colocó la primera piedra de la ermita de la Divina Pastora
José María de la Hera
A
penas había transcurrido un lustro. Pero la semilla se había convertido ya, cuatro años después de la primera romería de 1952, en un incipiente árbol frondoso, como pronosticó fray Claudio de Trigueros a las puertas de la iglesia. Y fueron surgiendo nuevas necesidades, como en toda obra que se echa a andar y evoluciona rápidamente. El día de la romería del año 1956 30 de septiembre, como era costumbre en los primeros tiempos se colocó la primera piedra de la que, pasado el tiempo, se convertiría en ermita dedicada a la Divina Pastora, nominada ya como santuario por José María Cirarda durante su bendición en 1960. Se cumplen, por tanto, ahora 50 años, medio siglo que se dice pronto de un acontecimiento que no debe pasar desapercibido para la historia de la hermandad: el inicio de la construcción de la ermita, que condicionó después el devenir de la romería y el diseño de la actual aldea de la Divina Pastora, levantada alrededor del templo y compuesta por unas 400 viviendas. De momento, pues no contamos aún las cientos de casas que se levantarán en un futuro muy próximo sobre los terrenos que se están urbanizando frente al templo. En una sencilla tienda levantada con palos y adornada con colgaduras de terciopelo, en medio del campo, entre los olivos, se celebró la misa de romeros de aquel lejano 1956 que presidió el mismo Sebastián y Bandarán. Por primera vez, el simpecado blanco había sido llevado hasta los Pajares en la carreta de plata de la Hermandad de Nuestra Señora del
Copia del acta de la primera piedra introducida en la arqueta.
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Cantillana ysuPastora
Primera Misa de Romeros celebrada en Los Pajares donde hoy día se levanta la ermita. Rocío del Salvador de Sevilla, aunque la ceremonia religiosa estuvo presidida por el estandarte rojo. Precisamente, aquel 1956 fue el primer año que el simpecado de la Pastora fue a la romería en la carreta cedida por la Hermandad del Rocío de Sevilla, hecho que se repetiría hasta que la hermandad pastoreña estrenó carreta propia en 1961. Durante los primeros años se utilizó una carreta de madera y damascos verdes. La vinculación con los rocieros del Salvador vino a través de Manuel Espinosa Durán, muy amigo del por entonces hermano mayor del Rocío de Sevilla, José María Doménech. No podemos dejar de apuntar aquí que,
curiosamente, cincuenta romerías más tarde, la corporación rociera del Salvador cedió también el templete de plata en el que fue llevada la imagen de la Divina Pastora hasta la ermita sobre los brazos de sus hijos. La epidemia de lengua azul que afectaba a los mamíferos rumiantes impidió la presencia de bueyes, dejando al mismo tiempo imágenes inéditas e históricas de la Pastora portada por hombres y mujeres, jóvenes y adultos, sin distinción, desde el pueblo hasta los Pajares y desde los Pajares hasta el pueblo en una romería inolvidable cargada de emotividad y sensaciones irrepetibles. Cuando la veáis pasar / tan Pastora y tan cercana, / fijaos que irá con la Virgen / su
pueblo de Cantillana. Los versos del pregonero vinieron irremediablemente al recuerdo de algunos al contemplar la original estampa. Pero volvamos a aquel lejano otoño de 1956 que para la Pastora de Cantillana se tornó en una nueva primavera por la obra que, recién sembrada, germinaría poco a poco. Una vez terminada la misa de romeros, el alcalde de Cantillana por aquellas fechas, Jesús Pérez Pueyo, procedió a la colocación de la primera piedra de la ermita. Como es tradición en estos actos, se introdujo en la tierra una arqueta que contenía el acta, los periódicos del día y unas monedas de curso legal. Todo se hizo en
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Ceremonia de colocación de la primera piedra de la ermita. el nombre de Dios, amén . Y así comienza la leyenda escrita sobre un papel que quizá alguien encontrará cuando pasen los siglos, amarillento ya, oculto bajo los ladrillos del santuario, y que alguien tuvo la feliz idea de copiar para que se conservara en las dependencias de la hermandad. Este imaginario arqueólogo del futuro sabrá entonces que cuando se colocó la primera piedra de la ermita estaba gobernando la nave de la Santa Iglesia el Sumo Pontífice Pío XII , y que el cura ecónomo de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora era Francisco Márquez Sánchez; el juez de paz, Manuel Morejón Fernández; y Enrique Díaz Va-
lentín ostentaba la comandancia del puesto de la Guardia Civil. El acta deja constancia de todos estos datos para la postrer memoria. Dice más. Añade que los terrenos donde se habría de levantar el templo habían sido generosamente cedidos por su propietaria, Concepción López Santolalla, para terminar relacionando los nombres de las señoras que regían la hermandad y que con intenso fervor trabajarán sin descanso por ver realizados sus deseos para el mayor culto de la Pastora bendita . Y a fe que lo consiguieron. En el tiempo récord de cuatro años. Mérito más que suficiente que justifica que se reseñen también aquí. La mayordoma era
Mercedes Espinosa Sarmiento; Santos Sáenz de Tejada y López, viuda de Solís, la tesorera; la presidenta del Redil Eucarístico, Dolores Sarmiento Espinosa; y su homólogo en la rama masculina, Jesús Morejón y Fernández. Todos ellos, además de las autoridades, firmaron el acta que se incluyó en la primera piedra del templo. Como queda dicho, bendijo la primera piedra el canónigo de la Catedral José Sebastián y Bandarán, quien era además director espiritual de la Primitiva Hermandad de la Divina Pastora y Santa Marina, de Sevilla. Lo hizo según el ritual romano y por delegación del cardenal arzobispo de Sevilla, José María Bueno Monreal,
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Don José Sebastián y Bandarán junto con varios sacerdotes y la Junta de la hermandad tras el almuerzo en la finca El huerto de Teruel .
quien unos meses antes había conocido y aprobado el proyecto de los pastoreños de Cantillana. Efectivamente, el prelado giró una visita pastoral a la Villa el 24 de abril de ese mismo año, concediendo todas sus bendiciones a la idea plasmada por el arquitecto sevillano Aurelio Gómez Millán. Tras la jornada festiva del 30 de septiembre de 1956, la comitiva romera tomó el camino de vuelta al pueblo, celebrándose en la parroquia el besamanos de la Divina Pastora. A su conclusión, la plaza del Llano acogió un espectáculo de flamenco en el que actuaron Pepe Marchena, la Niña de Antequera, Manolo el Malagueño, Canalejas y Los Gaditanos. En el libro de actas de la época que se conserva en el archivo de la hermandad podemos leer que, en una reunión celebrada el 6 de octubre de 1956, la mayordoma dio cuenta de las gestiones que se habían realizado para conseguir todos los permisos necesarios para levantar la ermita, y cómo Bueno Monreal mostró su beneplácito inmediatamente durante la visita pastoral del mes de abril. Re-
cuerda además el acto de colocación de la primera piedra (sólo seis días antes), que califica de hermosísimo y entusiasta , porque así se coronaron los deseos del pueblo pastoreño . Regresemos por un instante al antiquísimo olivar de Lapola. Terminada la misa y la ceremonia de colocación de la primera piedra, que había contado, según se ha dicho, con la presencia de las autoridades civiles, religiosas y militares poderes que se confundían en la época, dicho sea de paso , los invitados fueron agasajados con un almuerzo oficial que se celebró en la finca de recreo de la familia Sáenz de Tejada, llamada El Huerto. Se había colocado la primera piedra, pero los trabajos eran largos y no había tiempo que perder. Había que ponerse manos a la obra, nunca mejor dicho. A las diez de la noche del 14 de octubre de 1956 se celebró una reunión durante la cual se constituyó la junta pro-ermita dedicada a la Divina Pastora. El encuentro tuvo lugar en el domicilio particular de la tesorera, Santos Sáenz de Tejada, y en él participó una gran re-
presentación de hermanos , según reza en el acta que se conserva. Para sufragar los gastos de la construcción, los pastoreños allí reunidos decidieron por completa unanimidad establecer una cuota mensual obligatoria, cuya cantidad debía fijar cada familia en función de sus posibilidades económicas, que, según los años a los que nos referimos, no serían muy boyantes en la mayoría de los casos. En cualquier caso, se constituyó una comisión o junta para dirigir las actividades recaudatorias con tal fin. Estaba presidida por Baltasar Morejón, siendo secretario Francisco Díaz y actuando como tesorera quien también desempeñaba este cargo en la hermandad: Santos Sáenz de Tejada. Asimismo, la integraban hasta 12 vocales: Jesús Morejón, Eduardo Moreno, Rafael Sarmiento, Manuel de Jesús Villarreal, Manuel Pardo, Pablo Sáenz de Tejada, Manuel Macías, José Maqueda, Jesús Arias, José Arias, Manuel Sanz y Bernardo Sastre. Como dato curioso, añadiremos que una de las primeras decisiones de la junta pro-ermita fue escribir a los equipos de fútbol de Primera y Segunda División instándoles a colaborar con la causa, y recordándoles que la Divina Pastora es la patrona de los deportistas, hecho que en Cantillana muy raras veces se menciona. Por último, se encarga a Juan Sáenz de Tejada que realice las gestiones oportunas para comprar el cemento necesario con el objetivo de que las obras se iniciaran sin demora. No obstante, tuvieron que pasar unos meses para que el proyecto comenzara a materializarse. El 5 de febrero de 1957, festividad de Santa Águeda, fue el primer día que los albañiles acudieron a la finca de Lapola, dirigidos por Jesús García El
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La ermita de la Divina Pastora en construcción Pepo. Echaron mano, como se dice en el oficio. Y, a partir de ahí, el pueblo pastoreño no cejó en su empeño de ver alzarse la ermita dedicada a la Divina Pastora. Un ejemplo de la ilusión que pusieron los hermanos en esta obra fue la fiesta del ladrillo, donde cada cual aportó lo que pudo (desde un camión hasta una cesta, los más humildes) con tal de que los trabajos no se parasen por falta de presupuesto para adquirir los materiales. Obras son amores, debieron pensar los pastoreños de aquellos difíciles años 50. Sin embargo, la ermita que se constru-
yó en honor de la Divina Pastora no es un edificio de cemento y ladrillos, sin más. Es una obra colectiva fruto de la devoción de la gente del pueblo, que la levantó generosamente con su esfuerzo. Hasta donde llegó cada uno. Como cuando alguien levanta su casa desde los cimientos gracias al sudor de su frente, a muchas horas de trabajo. Entonces es más edificante el resultado obtenido. Se valora más porque se sabe ganado a pulso, jornal a jornal, robándole tiempo al sueño, al descanso, a la familia, a los amigos... Cuánto saben de esto cientos de cantilla-
neros que preparan con esmero sus casas antes de casarse y convertirlas en un hogar. Así fue también la construcción de nuestra ermita. Tanto es así, que la misa de romeros de 1957 se celebró ya en el interior del templo en obras y en la romería de 1959 aparece ya el santuario prácticamente acabado, a falta de colocar las puertas y de construir el porche. Al año siguiente fue bendecido por el obispo José María Cirarda en una ceremonia que fue retransmitida por el locutor José Luis López Murcia para Radio Nacional de España. Quién le iba a decir a monseñor Cirarda que, pasado el tiempo y siendo ya el anciano obispo emérito de Pamplona, volvería a Cantillana para predicar el triduo de mayo de 1996. Han pasado 50 años. Medio siglo desde que se colocó la primera piedra de la ermita. El templo sigue siendo el mismo. La romería, no. El pueblo pastoreño de la posguerra construyó el mejor santuario a su alcance, echando mano de los mejores profesionales de la época en cada oficio y aportando el ingenio para afrontar los gastos. Fue capaz de levantarlo en cuatro años mal contados, con todas las limitaciones del contexto socioeconómico que les tocó vivir. Los pastoreños del siglo XXI tenemos ante nosotros el reto de ampliar y enriquecer ese legado, una empresa que más temprano que tarde tendrá que emprender la junta de gobierno con el apoyo de todos. Otra vez. Como siempre. Porque obras son amores. ■
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Iconografía de la Divina Pastora de Cantillana
Cantillana ysuPastora
Obras de Antonio Barrera Sayago y Manuel Villarreal
Antonio López Hernández
A dibujar tu cara me puse un día y el pincel de las manos se me caía, porque tu cara necesitaba un ángel que la pintara.
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sta letrilla de una popular sevillana de la romería pastoreña nos sirve para demostrar el espíritu de admiración que existe en torno a la peregrina imagen de la Divina Pastora de Cantillana. Ningún buen pastoreño que se precie de serlo evitará la necesidad de tener siempre consigo una estampa, fotografía, medalla o llavero que recuerde de algún modo a su anhelada Pastora, como si quisiera en el recuerdo contener a su lado la verdadera presencia. Este admirable deseo ha motivado en Cantillana una frondosa producción artística, con el objeto de conseguir una imagen de la imagen, un reflejo de la que para Cantillana es reflejo de la misma Madre de Dios.
Óleo sobre lienzo
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ste año traemos para comentar dos obras de materiales y características muy distintas. Hemos centrado nuestra atención primero en una obra olvidada, desconocida para casi todo el mundo. Se trata de una pieza que se conserva en el domicilio de la familia Barrera Macías, sita en la calle Polvillo 52, de la que el pasado año mostramos un pequeño azulejo de Ramos Rejano. La obra presente fue realizada por Antonio Barrera Sayago a finales de la década de los setenta, representando a la Divina Pastora tal y como se observa en una difundida fotografía a color de 1977. Antonio nació en 1933 del matrimonio formado por Antonio Barrera Sánchez y Ana Sayago Bullón. Es un cantillanero que vivió en la calle Serafín Sas-
tre número 9 hasta 1971, cuando por motivos laborales se vio obligado a trasladarse a Madrid, donde actualmente vive. Su gran afición a la pintura le llevó a comenzar estudios académicos que pronto abandonó por la urgencia de un trabajo. Cuenta orgullosa su familia cómo con sólo 14 años pintó un hermoso Buen Pastor, además de atreverse con el tema cantillanero por antonomasia: la representación de la Pastora. De sus cualidades artísticas no nos cabe la menor duda y su calidad de aficionado no tiene nada que envidiar a la de muchos profesionales. De hecho, sorprende la agilidad y maestría que muestra en cualquier contexto y el dominio sobre la mancha de color. Con 22 años pintó con gran soltura el intradós del arco del camarín, reformado por entonces para instalar el nuevo retablo. Es la única obra suya que conserva la hermandad, pues su proyecto para el nuevo lienzo del Risco, de 1983, no fue llevado a cabo. En la obra que analizamos, la Virgen aparece en un ambiente paisajístico, indefinido por la potencia de la pincelada, se divisa el pueblo a lo lejos desde el mismo punto de vista que en las pinturas que José María Labrador hizo en el interior del camarín. Todo ello nos lleva a afirmar que el artista cantillanero utilizó la referida fotografía de 1977, hecha dentro del camarín mientras se producía la ofrenda floral de los niños vestidos de pastorcito, durante los cultos de mayo. En la imagen luce la gargantilla conocida como la golondrina y los zalcillos de Pastora Castellano, el báculo que regaló Santos Sáenz de Tejada y la diadema de oro. Todo ello fue captado sutilmente por Antonio Barrera, con una técnica tardoimpresionista, a base de poderosas pinceladas que consiguen dar ritmo material al estado bidimensional de un lienzo, en esencia carácter activo, palpitante y vivo a la escena mostrada.
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l segundo de los comentarios va dirigido a una pieza de material y formato muy distintos al anterior. Prueba de que el arte puede estar construido en toda una infinitud de materiales es esta obra elaborada en plata de ley, configurando un medio relieve donde la Divina Pastora se asoma, en una peña con alrededores vegetales, desde una cartela bordada en hilo de oro. Se trata del tondo del simpecado verde que regalara el ma-
Relieve de plata trimonio formado por José González Villarreal y Dolores Gata Baño en el año 1966 y que durante 33 años asistió en la carreta de plata a la romería pastoreña. La obra de la que queremos hoy hablar fue ejecutada por el orfebre sevillano Manuel Villarreal en aquel mismo año
para ser encajada en el nuevo simpecado que estaba bordando Dolores y fue donada, en el conjunto de la insignia, por este matrimonio pastoreño. Está labrada en una lámina de plata con la técnica del repujado, siguiendo como modelo una fotografía de la Divina Pastora (pensamos que del estudio de Albarrán) donde se presenta a la Virgen de frente, con la única compañía del cordero Inmaculado. Lleva en la mano el báculo pastoril y alrededor de la cabeza una diadema de estrellas, ambos detalles sobredorados. En el margen inferior se sitúa una filactelia con la leyenda donado por D. José González y Sra. Dña. Dolores Baño de González donde queda constancia patente de los autores de la donación. Más allá de su envergadura artística, esta pieza es un objeto más producido alrededor de la devoción a la Pastora en Cantillana, fabricados todos ellos para copiar, como decíamos al principio, los aspectos más fundamentales del principal icono cantillanero, de manera que sirvan de imagen sustituta en las ocasiones necesarias. Esta forma de vicaría la ha ostentado singularmente el relieve de plata al que nos referimos. Durante las jornadas romeras recordaba al peregrino que la Virgen va siempre a su lado. En la actualidad, esta función le ha sido otorgada a la carismática pintura primitiva, orgullo de la hermandad por ser posiblemente el primer icono de la Divina Pastora venerado en Cantillana. Sin embargo por ello el relieve de plata no ha perdido su función sustitutoria, encaminada ahora a representar esos carismas en romerías más lejanas. Baste sólo recordar su presencia ante el memorable Juan Pablo II en la peregrinación a Roma de 2002. ■
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Cantillana ysuPastora
8 de septiembre Significado litúrgico, teológico y popular Álvaro Román Villalón, pbro.
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ntes de que irrumpan las inclemencias otoñales, llegando septiembre, los árboles ofrecen sus últimos frutos madurados por el sol. El calor del membrillo, como llaman nuestros mayores a los últimos estragos del verano, trae consigo el alivio esperado para nuestros cuerpos y quehaceres cotidianos. Hermoso es descubrir en esta ebullición de la vida y de las estaciones, la presencia de Dios que, a su debido tiempo, nutre y sostiene a sus criaturas. Acción de gracias continua al Señor Creador, que en la tierra nos habló mediante parábolas de higueras, viñas, mieses, panes y peces, acariciando las espigas doradas por el astro solar cuando paseaba con sus discípulos. El que se identifica con la vid y nos llama sarmientos suyos, sale de nuevo a nuestro encuentro en un septembrino mes donde el redil eucarístico ofrece al Padre el fruto trigueño y vinícola de sus labores para que se conviertan en el fruto de nuestra redención. Así es como en este tiempo de frutos maduros y alivios estivales, la Iglesia vuelve a hacer memoria festiva de la Natividad de la Santísima Virgen María, pues, con ella, palpamos las primicias de la salvación, comienza a madurar la plenitud de los tiempos y el alivio de nuestras almas. ¡Creced, hermosa planta, y dad el fruto presto en sazón, por quien el alma espera cambiar en ropa gozante el luto que la gran culpa le vistió primera! ¡Qué alivio sienten nuestras almas cuando celebramos a la recién nacida Pastorcita encantadora contemplándola cual ansiado renuevo del tronco de Jesé y cual excelsa Hija de Sión en brazos de la Señora Santa Ana y del Señor San Joaquín!
El Oficio Divino del 8 de septiembre resume el motivo de tanto regocijo: Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anunció la alegría a todo el mundo. De ti nació el sol de la justicia, Cristo, nuestro Dios, que, borrando la maldición, nos trajo la bendición, y, triunfando de la muerte, nos dio la vida eterna. Efectivamente, el nacimiento de María anuncia la llegada del Salvador que Zacarías bendijera mediante el himno que, aún hoy, la Iglesia canta cada día con el Benedictus: Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz (Lc 1, 78-79). Con el nacimiento de María, pues, el pueblo de la antigua alianza vislumbra la aurora de la redención, la llegada de Cristo, la luz que ilumina las tinieblas de este mundo. El evangelio que se proclama el 8 de septiembre narra la genealogía de Jesucristo (Mt 1, 1-16, 18-23): Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá... y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la
Podemos entender que, si Cristo es la luz o el sol que disipa las tinieblas, María es la aurora que anuncia el amanecer de un nuevo día
cual nació Jesús, llamado Cristo. La paciente y debida escucha de este pausado evangelio nos descubre la peregrinación del pueblo elegido mediante la genealogía de Jesucristo, el hijo de María, en el que se cumplen definitivamente las promesas que Dios hizo al patriarca Abrahán y al rey David. Con María, el fruto más excelso del pueblo de la antigua alianza, culmina el largo proceso de espera mesiánica e inicia la etapa de la nueva alianza sellada con el misterio de Cristo. Una larga historia de amor entre Dios y la humanidad, que brota de la entrañable misericordia divina (Lc 2, 78) y es proclamada en labios de María por toda la creación: Auxilia a Israel su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abrahán y su descendencia por siempre (Lc 1, 54-55). De este modo podemos entender que, si Cristo es simbólicamente la luz o el sol que disipa las tinieblas, María es la aurora que anuncia el amanecer de un nuevo día en el que el resplandor de la luz de Cristo lo ilumina y vitaliza todo. El Sol que la había madurado como el mejor fruto de la creación, ocupó nueve lunas su entraña y, como si de un tálamo nupcial ?donde el esposo y la esposa consuman su alianza matrimonial? se tratara, en su seno el Padre consumó las nupcias entre la naturaleza humana y divina al efectuar el misterio de la encarnación del Verbo por obra del Espíritu Santo. En este sentido, canta el himno de Laudes del 8 de septiembre: Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz clara y digna de ser pura eternamente:
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el alba más clara y bella no le puede ser igual, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. Recuérdese, en este sentido, la estrella de la cabeza de la oveja que acaricia la imagen de la Divina Pastora de Cantillana, significativo detalle que revela la identidad de la mencionada oveja: el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1, 29). Él es el Mesías esperado sobre el que se posara la estrella de Belén buscada por los magos de oriente (Mt 2, 1-12); el lucero brillante de la mañana (Ap 22, 16) del que la Mejor Pastora Asunta (...el alba más clara y bella no le puede ser igual...) destella cual radiante aurora que anuncia la salvación del mundo porque... con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No es casualidad que la estrella sea de 8 puntas, número simbólico de la plenitud del octavo día, es decir, de la nueva creación iniciada en el domingo en que el Cordero degollado y resucitado venció las tinieblas de nuestro pecado y de nuestra muerte. El domingo es el primer día de la semana, día en que Dios empezó la creación del mundo para terminarla y descansar el séptimo día, es decir, el sábado (Gen 1, 1-2, 4). Pues bien, Cristo resucitó en el domingo, día que supera al sábado para convertirse en un octavo día en el que con su resurrección comienza la nueva y definitiva creación en la que todo irá siendo recapitulado en Cristo. De este modo, desde las primeras comunidades cristianas, el día del Señor, el domingo, el octavo día, fue considerado fiesta de Cristo-luz y figura de la eternidad. Por eso, las estrellas de ocho puntas representaban para los cristianos al Cristo pascual y escatológico, el Señor resucitado que inicia la nueva creación y nos hace partícipes de su muerte y resurrección. Este significado explica por qué se representaban continuamente las estrellas de ocho puntas en las catacumbas, como símbolo de la luz de Cristo que disi-
pará en el último día la oscuridad de la muerte con la resurrección prometida a los que allí duermen (de aquí el término koimiterium lugar donde se duerme : cementerio). Octavo es también el día septembrino en el que se celebra la fiesta de la Natividad de la Virgen. Si tenemos en cuenta que en María contemplamos ya cumplida la plenitud de los frutos de la redención operada por Cristo y que toda la Iglesia ansía, hemos de afirmar que la Mejor Pastora Asunta experimenta ya en la gloria aquello que significa el octavo día: la resurrección de Cristo a la que todos estamos llamados a participar en el día final. Quizás la enjundia teológica del número 8 fijara la fiesta de su natividad en un día octavo como indicio de las primicias salvíficas que anunciaban el nacimiento de la Madre del Señor. El 8 de septiembre era, pues, estimado fiesta inaugural de los misterios cristológicos, como bien entendiera San Andrés de
Creta: La presente festividad es para nosotros el principio de las solemnidades. [ ] Este bienaventurado comienzo de las festividades, que lleva en la cabeza la luz de la virginidad, que ostenta una corona de flores espirituales recogidos en los prados de la Escritura y que está llena de la gracia divina, ofrece al universo una general alegría, diciendo: tened confianza, hoy es la fiesta natalicia y la restauración del género humano. Nace la Virgen y es cuidada, modelada y preparada para ser la Madre de Dios, el Rey Soberano de los siglos. Alégrese toda la creación, salte de gozo y aplauda con sus manos, pues hoy nos ha nacido una niña, a través de la cual nos llega la salvación y viene a nosotros el Redentor de todo el mundo, Cristo Jesús, el Verbo de Dios, el que es y que era y que vendrá (Ap 1, 4) y permanece por los siglos. Precisamente, este preanuncio o proemio de la salvación acontecido con el nacimiento de la Virgen hacía oportuno
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San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen, como se veneran en la iglesia parroquial de Cantillana.
coincidir su fiesta con el principio del año litúrgico bizantino, es decir, en el mes de septiembre, dando comienzo al ciclo de fiestas que concluyen con la Dormición o Asunción de María el 15 de agosto. ¡Qué hermoso iniciar y culminar así el ciclo litúrgico contemplando a María! Su natividad anuncia la salvación y su asunción testimonia los frutos de la misma ya cumplidos para gozne y esperanza de la Iglesia peregrina en el mundo: Entretanto, la madre de Jesús, de la misma manera que ya glorificada en los cielos en cuerpo y alma es imagen y principio de la Iglesia que ha de ser consumada en el siglo futuro, así en esta tierra, hasta que llegue el día del Señor (cf. 2 Pe 3, 10), antecede con su luz al Pueblo de Dios peregrinante, como signo de esperanza segura y de consuelo. El origen de esta fiesta natalicia se halla relacionado con la veneración de la casa natal de la Virgen en Jerusalén, cercana a la llamada Piscina Probática o, valga la pastoril coincidencia, de las ovejas, debido a la antigua tradición que identifica al padre de la Virgen como propietario de rebaños de ovejas, las cuales eran lavadas en la mencionada piscina antes de ser inmoladas en el templo. Y, para coincidencias, lean atentos estos párrafos de la homilía de la Natividad de la Virgen de San Juan Damasceno: Levantad vuestra voz, levantadla, no temáis, porque hoy nos ha nacido en la santa Probática, la Madre de Dios, de la cual quiso nacer el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo [...] Salve, oh Probática, sacratísimo santuario de la Madre de Dios. Salve, oh Probática, casa paterna de la Reina. Salve, oh Probática, en tiempos pasados aprisco de ovejas de Joaquín y ahora iglesia, que vienes a ser como un cielo, para el rebaño espiritual de Cristo.
ESTUDIO IMAGEN
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¡Qué bucólicos y pastoriles los orígenes de la fiesta natalicia septembrina como dulce adalid del matiz pastoreño que desde 1703 alcanzara dicha fecha del calendario litúrgico! Parece que no podía ser de otra manera el hecho de que la advocación mariana de la Divina Pastora naciese en fiesta tan natalicia como la de la Virgen, pues fue un 8 de septiembre cuando fray Isidoro dio a conocer en la sevillana Alameda de Hércules aquella inspiración o dichosa visión que tuvo un 24 de junio: El día, pues, ocho de septiembre del referido año de mil setecientos y tres fue el primero, que se dejó ver en las calles, y plazas de Sevilla, la Imagen de María Santísima, con el traje, y título de Pastora, pintado por un excelentísimo pintor, la primera que con este título, y traje se ha pintado en el mundo. Entre sones de órgano y violines escuchamos en la novena aquella pastoreña romanza del siglo XIX que termina exclamando: ¡Bendito el instante que Dios te creó, bendita la hora que el mundo te vio! Musicales piropos septembrinos que hicieron de emblema durante el tercer centenario del nacimiento de la devoción pastoreña, grabados en lo más alto del arco triunfal erigido en la plaza del Llano para tal inolvidable conmemoración, sellada con la imposición del preciado cayado que, el 8 de septiembre de 2003, Cantillana ofreció como singularísimo homenaje a la que desde el cielo dispensa presto patrocinio. Patrocinio. Ésta era la festividad mariana que acogió los cultos pastoreños en Cantillana, la del Patrocinio de Nuestra Señora, el segundo domingo de noviembre, como lo demuestran las primitivas reglas de 1805: Se ordena que el día del Patrocinio de María Santísima se celebre una fiesta en la Iglesia Parroquial, donde
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esté la Imagen y el altar de la Pastora, con sermón y misa cantada. No debe extrañarnos que por entonces la preferencia de los cultos se concentraran en la festividad del Patrocinio de la Virgen, puesto que fray Isidoro, fundador de la hermandad cantillanera, sentía devota predilección por esta celebración mariana, hasta el punto de deseara morir en esa fecha para hallar más cercano el patrocinio de su celestial Pastora. Y así sucedió, ya que falleció en vísperas de la citada fiesta. Sin embargo, no podemos descartar que los pastoreños de entonces festejaran también con especial matiz el 8 de septiembre, como parecen testimoniar las dos novenas que ya por 1810 se celebraban. En el libro de cuentas del citado año aparecen los gastos de ambas novenas, una de las ánimas y otra de la Pastora, una por noviembre y otra, probablemente, en septiembre. La primera referencia escrita explícita sobre la procesión del 8 de septiembre con la imagen de la Divina Pastora proviene de una carta que en 1860 dirigió el gobernador civil al cardenal de Sevilla confirmando, en el contexto de una súplica en representación del pueblo ante la posible prohibición de la misma, la salida anual, que hace con su imagen la Hermandad de la Pastora..., testimoniando así que a mediados del siglo XIX ya estaba bien arraigada, consolidada y asentada la celebración pastoreña septembrina. Baste también recordar la convocatoria de 1863 que dice: El día 8 de septiembre saldrá en procesión a las seis de la tarde la imagen de la Divina Pastora, disparándose escogidos fuegos artificiales... De este modo el fervor y el entusiasmo volcado por los pastoreños en la fiesta del 8 de septiembre eclipsó el resto de las celebraciones que la hermandad realizaba a
Parece que no podía ser de otra manera el hecho de que la advocación mariana de la Divina Pastora naciese en fiesta tan natalicia como la de la Virgen
lo largo del año, influyendo también en ello la importancia que fueron alcanzando las fiestas estivales por el favor climatológico del verano y la rivalidad creciente con la Hermandad de la Asunción, cuya fiesta principal se celebraba el día 15 de agosto. Del fervor con que los pastoreños festejan el 8 de septiembre no cabe duda, pudiéndose encontrar numerosos testimonios escritos que aun conmocionan al lector, como aquel que con motivo de la visita del Arzobispo Marcelo Spínola en 1900 dice: el Sr. Arzobispo agradecía en el alma tanto amor; pero aún más que estas manifestaciones, le complació ver el templo henchido literalmente de fieles tanto en la función como en la novena, y rodeada la imagen de la Pastora, cuando recorrió procesionalmente las calles de muchedumbre incontable de personas de toda clase y condición, que vitoreaban a la Reina del cielo con fervor rayano en delirio. Fray Juan Bautista de Ardales, en su visita de 1927 comentaba: La procesión de la noche con la imagen, entre arcos de flores y luces y el clamoreo del fervor del pueblo, es algo tan emotivo y fantástico que se recuerda como un sueño o visión. Estremecen testimonios tan remotos que parecen describir el octavo septembrino tal y como hoy lo vivimos. Ochos de septiembre ininterrumpidos de experiencias regocijantes, pero también de momentos agridulces donde emergen esperanzas y valentías imparables. Recuérdese por ejemplo, ahora que se hace especial memoria de la República, como en 1932, a pesar de las prohibiciones y las feroces amenazas en contra de las procesiones religiosas, la insistencia de los pastoreños al presidente Niceto Alcalá Zamora y el coraje de su arraigada devoción, con-
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siguieron que la lograda procesión de aquel año tuviese loado eco en Sevilla: Aquí ya se contó con todos los permisos. Se celebró una función a la Divina Pastora, de las que echan humo. Y se sacó en procesión, hasta que se quedaron roncos de dar vivas a la Divina Pastora. Así se hace. El 8 de septiembre de 1936, atípico y desgarrador como ninguno, quedaba de este modo testimoniado por Manuel Ríos Sarmiento: Este año ha salido la Pastora de una manera anormal; lo ha hecho a media tarde para poderla recoger antes de que llegasen las negruras de la noche [...] La Virgen llevaba en la mano derecha, como única alhaja, una cinta con los colores benditos de la bandera española. La Patria en la mano de la Virgen, así debió ser siempre y se hubiera evitado la tragedia. La emoción este año ha sido diferente de los años anteriores; se conmovían las personas al encontrarse sus miradas; quien no lloraba era porque ya no le quedaban lágrimas; se confundían el sentimiento de la Patria con el de la fe, como expresión de un solo sentir se gritaba, ¡Viva España de la Pastora Divina! ¡Viva la Pastora Divina de España! Emocionantísima la descripción del sinvivir de un 8 de septiembre en la lejanía por Juan Ríos y Pérez Vargas: Yo no sé, Pastora Divina de Cantillana, si también este año dejaré de verte en el reinado luminoso del día ocho; pero si la vida me obliga a no verte, sabes que mi alma te acompaña, hecha plumón blanco en la paloma que en tu regazo anida. Con amor infinito, silenciosamente, tan silenciosKo como los cipreses que velan un nicho, yo he de estar contigo, te he de sentir junto en la madrugada única. Sé que si vas a Cantillana en la fiesta de la Pastora Divina, al ver a la que es Luz bajo las luces de los arcos triunfales, y ver la imagen prodigiosa rodeada de palomas que duermen en sus manos, en su falda, atraídas por sus ojos, ellos también te atraerán a ti y te enamorarás de Ella como me enamoré yo. Y la harás causa y principio de tu vida. Y la proclamarás Madre y la proclamarás Reina, y aun si no eres creyente, de tu boca saldrá, ante su paso menudo, un espontáneo, un sincero: !Viva la Pastora Divina! Este es el día 8. Una noche augusta. Cabrilleo de estrellas y rutilar de almas. La luna, mientras, tejiendo hilos de plata como
JOSÉ A. CALERO
estelas de espuma, y el sol, dormido, prendido en los encajes del sombrero de la Pastora Divina de Cantillana. Cielo y tierra, astros y almas, recuerdos y anhelos... recapitulados cada 8 de septiembre en los benditísimos ojos de la Pastora Divina. Bajo su patrocinio está Cantillana, conducida a las praderas del Buen Pastor por su cayado de perlas de gracias derramadas. Ella intercede por nosotros ante el Cordero y contempla go-
Día natalicio de la Señora..., día de la Pastora... Todo coincidencias enhebradas por la gracia divina: de Jerusalén a Cantillana. Todo bucólico, todo campestre y pastoril en un sinfín de pinceladas
zosa los 8 septembrinos en los que Cantillana se hace diana de cohetes, mantilla sembrada, demandanta zalamera, música de adalides, violín de novena, rosario de vísperas, risco de amores, aroma de lentisco, rosal de avemarías, almendro florecido, cristal de arañas, ondeante bandera, arco triunfal, alumbrado deslumbrante, misa de alba, función principal, juramento de realeza, redil eucarístico, son de pasodobles, moñita de pecho henchido, nardo de canastilla, peña de corchos, ramillete de jazmines, rosaleda de campanas, cincelada argéntea, impaciente espera, procesión augusta, peregrinación de almas, piropos encendidos, palmas de gloria, ayes de corazones enamorados y vivas de gargantas rotas que vibran al unísono ante la Aurora que precede al Sol de la justicia, Cristo nuestro Señor, ¡dichosa Virgen María! Día natalicio de la Señora..., día de la Pastora... Todo coincidencias enhebradas por la gracia divina: De Jerusalén a Cantillana. Todo bucólico, todo campestre y pastoril en un sinfín de pinceladas: montes de Oriente, aguas de Probática, álamos de Hércules, Martín Rey de rosas... Y así, el Risco de la Virgen se me antoja cual Probática en la que bullen los manantiales de la gracia descendiendo entre collados y praderas de álamos y rosales al que acuden, para satisfacer su sed de Dios, las ovejas del redil eucarístico de la Pastora, de la Pastorcita encantadora que nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. ■
Programa de las Fiestas y Romería de la Divina Pastora de Cantillana, declaradas de Interés Turístico Nacional
Divina Pastora de las Almas 31 de agosto ENTRADA DE SEPTIEMBRE. A las 9 de la noche hará su entrada en la villa la Asociación Filarmónica Nuestra Señora del Carmen, de Salteras. A las 11 de la noche tendrá lugar, en el templo parroquial, el TRASLADO DE LA IMAGEN DE LA DIVINA PASTORA que, en procesión claustral, recorrerá las naves del mismo desde el camarín de su capilla hasta el altar mayor donde, una vez colocada en el Risco, le será cantada la Salve solemne y el Himno pastoreño. A la 12.30 de la noche se quemará, como es costumbre, un vistoso toro de fuego en la plaza del Llano. A continuación, dará comienzo la velada musical.
2 de septiembre A las 8.30 de la tarde, en el templo parroquial, dará comienzo la SOLEMNE Y DEVOTA NOVENA con el siguiente orden: rezo del Santo Rosario, preces de la Novena del siglo XVIII, coplas, celebración de la Santa Misa y Salve solemne. Ocuparán la sagrada cátedra: los días 2 y 3, el Rvdo. Sr. D. Eduardo Martín Clemens, pbro, Delegado Episcopal de la Pastoral Universitaria de Huelva; y los días del 4 al 10, N.H. el Rvdo. P. fray Ricardo de Córdoba, OFM Cap, Guardián del Convento de Capuchinos Divina Pastora de Sevilla.
7 de septiembre VÍSPERAS SOLEMNES. A las 8.30 de la tarde tendrá lugar el sexto día de la Novena. A las 11.30 de la noche saldrá de la parroquia, como establecen las Reglas de la Hermandad, el SANTO ROSARIO de hermanas presidido por el
Simpecado de la Divina Pastora y acompañado la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad, de Cantillana y la Asociación Filarmónica Nuestra Señora del Carmen, de Salteras. Una vez entrado el Rosario en el templo, gran velada musical en la plaza del Llano.
8 de septiembre FIESTA LITÚRGICA DE LA SACROSANTA NATIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA, CELEBRACIÓN PRINCIPAL DE LA HERMANDAD Y DE LA VILLA DE CANTILLANA EN HONOR DE LA SOBERANA EMPERATRIZ DE LOS CIELOS Y DE LA TIERRA, MARÍA SANTÍSIMA, PASTORA AMANTÍSIMA DE LAS ALMAS. Al amanecer de este día, diana musical a cargo de la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad, de Cantillana. A las 8.30 de la mañana, Santa Misa de Alba en la Parroquial, ante el Risco. A las 10.30 de la mañana se rezarán las preces del séptimo día de la Novena y a las 11 tendrá lugar, con asistencia de las autoridades civiles y militares de la Villa, la SOLEMNE FUNCIÓN PRINCIPAL DE INSTITUTO, oficiada por el Rvdo.Sr. D Fernando Isidoro García ÁlvarezRementería, pbro, párroco y director espiritual de la Hermandad. Al ofertorio, esta Pontificia y Real Hermandad hará pública PROTESTACIÓN DE FE en los dogmas y verdades que enseña y manda creer nuestra Santa Madre Iglesia, en la piadosa creencia de la MEDIACIÓN UNIVERSAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, así como la RENOVACIÓN DEL VOTO Y JURAMENTO EN PRO DE LA REALEZA UNIVERSAL DE LA SOBERANA
SEÑORA, emitido por vez primera el 26 de noviembre de 1950. La bajada de la Virgen del Risco para su traslado al paso se realizará de la forma acostumbrada. A las 10 de la noche saldrá de su parroquia la venerada imagen de la Divina Pastora de las Almas que, en PROCESIÓN TRIUNFAL DE GLORIA, recorrerá las calles de su pueblo profusamente decoradas para la ocasión, llevada por hermanos costaleros y acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Fuensanta, de Córdoba y la Asociación Filarmónica Santa María de las Nieves, de Olivares. Sobre la medianoche, en la pastoreña calle de Martín Rey, le será quitado a la Virgen su sombrero de Pastora bajo una copiosa lluvia de pétalos de rosas entre la suelta de palomas y el estruendo de numerosos cohetes multicolores. Al paso de la procesión por el paseo de la Alameda se quemará un vistoso castillo de fuegos artificiales. Sobre las 5.30 de la madrugada, la Virgen hará su entrada en el templo.
10 de septiembre ÚLTIMO DÍA DE LA NOVENA. Los cultos darán comienzo a las 8 de la tarde. Finalizada la Santa Misa se tendrá SOLEMNE PROCESIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO por las calles adyacentes a la parroquia, Bendición solemne, canto de la Despedida y del Himno pastoreño. A las 11.30 de la noche saldrá de nuevo de la parroquia el SANTO ROSARIO de hermanas, presidido por el Simpecado
Programa de los tradicionales cultos y fiestas mayores que la VILLA DE CANTILLANA y la PONTIFICIA, REAL, ILUSTRE, FRANCISCANA Y MUY ANTIGUA HERMANDAD DEL SANTO ROSARIO DE LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS Y REDIL EUCARÍSTICO, fundada en 1720 por el V. P. Fray Isidoro de Sevilla, establecida y erigida canónicamente, y con la aprobación del Real y Supremo Consejo de Castilla en la Iglesia Parroquial de esta Villa, celebrarán en honor de la SIEMPRE INMACULADA VIRGEN MARÍA, bajo la amable advocación de
de la Divina Pastora y acompañado por la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad, de Cantillana y la Asociación Filarmónica Nuestra Señora del Carmen, de Salteras, terminando estos cultos con la entrada del mismo en el templo parroquial, sede fundacional de la hermandad pastoreña. Se recuerda a todos los hermanos que es obligatoria su asistencia a los actos de culto llevando la medalla.
Romería y Besamanos
20 de septiembre A las 10 de la noche se iniciarán los festejos populares que anteceden a la Romería con la quema de varios toros de fuego en diferentes calles de la localidad.
21 de septiembre Al atardecer de este día hará su entrada en la villa el tamborilero de la hermandad. A las 9.30 de la noche saldrá de la parroquia el SANTO ROSARIO CANTADO, presidido por el Simpecado de la Divina Pastora. A las 11 de la noche, en la plaza del Llano, ACTO DE EXALTACIÓN DE LA ROMERÍA, con actuación de Celedonio, el Coro de la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana y varios artistas invitados.
22 de septiembre VÍSPERA DE LA ROMERÍA. Por la tarde harán su entrada en el pueblo la Banda de Música El Arrabal, de Carmona y la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad, de Cantillana.
Seguidamente, a las 11 de la noche, tendrá lugar el típico acto de CORONACIÓN DE LAS ROMERAS MAYOR E INFANTIL, señorita Beatriz Ortiz Pérez y la niña María del Carmen Martínez Moreno. El PREGÓN DE LA ROMERÍA estará a cargo de N.H. Ricardo Laguillo Morejón. A continuación se iniciará la gran velada musical.
23 de septiembre Al amanecer de este día, el pueblo despertará con el estruendo continuo de un sinfín de cohetes y tracas y las alegres dianas del tamborilero y la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad, de Cantillana. A las 10 de la mañana saldrá de la parroquia, sede fundacional y residencia canónica de la hermandad pastoreña, entre el repique de sus campanas, el simpecado rojo de la Divina Pastora de las Almas, para ser colocado en su carreta de plata y dirigirse en ROMERÍA AL SANTUARIO en Los Pajares. Formarán el cortejo cientos de caballistas, miles de peregrinos y carretas típicamente engalanadas. Sobre el mediodía, en la pastoreña calle Martín Rey, se rezará el Ángelus a la Santísima Virgen y en el cruce del río Viar se cantará la Salve. A las 8 de la tarde, Santa Misa en el Santuario de la Divina Pastora, oficiada por N.H. el Rvdo. Sr. D. Álvaro Román Villalón, pbro, y cantada por el Coro de la Hermandad de la Divina Pastora de Capuchinos (Sevilla). A las 9 de la noche serán recibidas, en las puertas del Santuario, las hermandades pastoreñas llegadas de diferentes puntos de Andalucía a esta cita anual de los pastoreños.
A las 12 de la noche saldrá del Santuario, recorriendo la aldea, el SANTO ROSARIO CANTADO, que presidirá el Simpecado de la Divina Pastora de Cantillana, y en el que participarán las hermandades invitadas.
24 de septiembre A las 11.30 de la mañana tendrá lugar la SANTA MISA DE ROMEROS oficiada por el Rvdo. Sr. D. Fernando I. García Álvarez-Rementería, pbro, párroco y director espiritual de la hermandad. Participará el Coro de la Hermandad. A las 8 de la tarde se iniciará el camino de vuelta, en el que se iluminará con bengalas y fuegos artificiales el paso de la carreta de la Virgen por el río Viar. Sobre las 10 de la noche, triunfal entrada de la comitiva romera en la Villa, donde será recibida con los acordes de la Marcha Real y varios espectáculos de fuegos de artificio en las avenidas del Guadalquivir, Andalucía y Nuestra Señora de la Soledad. En la plaza principal de la villa, cientos de caballistas harán su ofrenda de flores en la carreta de la Divina Pastora, que continuará el recorrido hasta su entrada en el templo parroquial, donde la peregrina imagen de la Divina Pastora habrá quedado expuesta a la veneración de los fieles en Tradicional y Devoto Besamanos, desde las 10 de la noche. Un año más, estos actos pondrán broche de oro a las fiestas marianas del pueblo cantillanero. ¡Viva la Pastora Divina! ¡Viva siempre la misma! Cantillana
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Otros cultos pastoreños
Triduo a San Francisco
Con motivo de la festividad de San Francisco de Asís, esta hermandad franciscana de la Divina Pastora celebrará durante los días 2, 3 y 4 de octubre, en la iglesia parroquial, su anual y devoto triduo en honor al seráfico padre, como establecen sus reglas. Estos cultos, que tendrán lugar en el altar de la Divina Pastora de las Almas, en cuyo retablo se venera también la imagen del santo, darán comienzo a las 8 de la tarde y su orden será el siguiente: rezo del Santo Rosario, letanías a la Divina Pastora, ejercicio del triduo, Santa Misa y Salve.
Misas en el Santuario de la Divina Pastora Desde octubre hasta mayo se celebrará la Santa Misa en la ermita-santuario de la Divina Pastora de las Almas todos los domingos y demás fiestas de precepto a la 1 de la tarde. El día de Navidad participará en la misa, como es costumbre, el coro de la hermandad.
Novena de Ánimas
Los días del 6 al 10 y del 13 al 16 de noviembre, la hermandad pastoreña celebrará, en cumplimiento de sus reglas, el antiguo novenario de difuntos en sufragio por los hermanos fallecidos. El orden de estos cultos, que tendrán lugar en la parroquial, ante la imagen de la Divina Pastora, dando comienzo a las 8 de la tarde, es el siguiente: rezo del Santo Rosario, letanías a la Divina Pastora, ejercicio de la novena de ánimas, Santa Misa y Salve. El primer día, la misa será aplicada por todos los hermanos fallecidos durante el último año.
Triduo al Beato Marcelo Spínola
Los días 17, 18 y 19 de enero se celebrará el triduo al beato Marcelo Spínola, Hermano Mayor Perpetuo de la hermandad. El último día del triduo se dará a besar su reliquia.
Triduo a la Divina Pastora con motivo de la fiesta de la Madre del Buen Pastor Se celebrará como es costumbre en el altar mayor de nuestra parroquia, los días 16, 17 y 18 de mayo. El sábado día 19 será la Función solemne, y el domingo 20, el Santo Rosario de la aurora y el besamanos y ofrenda de flores.
JOSÉ A. CALERO
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Pregones, poesías y cantos a la Divina Pastora
Tan pastora y tan cercana
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lega la hora y se va el pregonero con la oración en los labios. Al pie de tu risco quiere depositar estas palabras como ofrenda sincera del amor cantillanero convertida en una de las rosas del Ave María que se acercan hasta ti por boca de tus ovejas. Se va el pregonero con la oración en los labios para siempre. De sus labios reverentes que hoy, sinceros pero torpes, no han sabido cantarte, pasará la oración a tu mano, gentilmente inclinada para recibirnos a todos, en la mañana radiante del domingo. Quiere el pregonero que este pregón, que tantas palabras contiene, quede resumido en el gesto de un beso, la mejor de las expresiones de cariño, amor, respeto, reverencia y sumisión. Que los pastoreños que nazcan con el nuevo siglo recuerden el pregón del año 2000, santo y jubilar, como un beso tierno en la mano de la Pastora que el pueblo de Cantillana posó para felicitar a su Madre por los 2.000 años que pasaron desde que Ella dijo sí y el Verbo Divino se encarnó en sus entrañas purísimas para la salvación de todos los hombres, convirtiéndose desde entonces en la mejor Pastora nuestra. Llega la hora y se va el pregonero con la oración en los labios, dejando la palabra al viento para que la lleve con Ella, mañana de romería. Pero, oculto ya entre el eco de la noche y a modo de despedida, antes de que la pólvora apague su voz, quiere el pregonero terminar cantando.
Cuando la veáis pasar tan Pastora y tan cercana fijaos que irá con la Virgen su pueblo de Cantillana, rodeándola, abrazándola, besándola con su alma vestía de vivas y cantes, en la romera mañana. Hoy, que la siente tan cerca,
que es como si la tocara tocando en ella la gloria y el resplandor de la gracia hechizado por sus ojos el pueblo se pone en marcha. Toda Cantillana, toda llevará detrás en masa esta Pastora bendita que a los cielos entusiasma. Tanto, que lloran los cielos, muchas veces cuando pasa y que es capaz de arrancarle hasta a las piedras las lágrimas. ¿Y por qué le llora todo mientras que a la par le canta? Y si el sol romero es gozo, ¿por qué diluvios desata? Ah, será porque los llantos arrepentidos nos lavan y hay que estar limpios por dentro para mirarla a la cara. Y después, cuando se mira, y la mirada se extasia en su celestial sonrisa y en su profunda mirada nos vuelve a anegar el llanto, pero con alegres aguas, mientras se va la Pastora, encantadora de almas, llevándose tras de sí muchas pupilas mojadas. El nardo embriagará todo desde la argéntea morada que es ese trono romero en que la Pastora guapa recorre en triunfo las calles y luego al camino marcha; al campo, al río, a la ermita... Que una carreta de plata y unos bueyes no se hicieron para no salir de casa sino pa la romería que quería Cantillana. El nardo embriagará todo, ya el pueblo entero se embriaga de Pastora, de carretas, de cohetes, de campanas... ¡Tan cerquita la tendrá que casi podrá tocarla! Y subirse a su carreta como si fuera peana Cantillana de la Virgen tras cinco años labrada. Tan cerquita, tan cerquita que casi podrá tocarla, tanto que la tocará con sus labios al besarla
cuando el sol de este domingo le rece a media mañana. Toda Cantillana, toda camino se pondrá en marcha y quedará el pueblo solo entre los ecos de palmas y tamboriles camperos que hacia Pajares avanzan. Irán como de la mano la Pastora y Cantillana. Y quedará el pueblo solo, solas las calles y plazas y solo y triste y vacío el camarín de su casa. ¡Qué falta tiene la iglesia cuando la Pastora falta! Y cuando llega, ¡qué lleno! Colma la iglesia su cara. Volverá el pueblo con Ella lo mismo que se marchaba: rodeándola, abrazándola, besándola con su alma, vestía de vivas y adioses en la noche que se apaga. Y un Dios te Salve, Pastora de las almas, de mi alma pondrá fin cerrando el broche de la fiesta y de la gala, de los cantos y las flores, de las marciales dianas, y del cohete y del arco, y de la torre adornada, y del repique de gloria, y de los vivas y palmas, y del tambor y del gozo que por doquier rebosaba, y de la oración más viva, y del río rojo y gualda que inundó todas las calles cuando septiembre empezaba.
Un Dios te Salve, Pastora de las almas, de mi alma, pondrá fin cerrando el broche, desde sus notas doradas, de la fiesta que es más fiesta, de las ansias más ansiadas, y de los días más grandes que ha vivido Cantillana. Y mientras se cierra todo septiembre por la nostalgia Cantillana subirá al camarín de su ama, de su dueña, de su reina, y de su Pastora amada, y se dormirá feliz, cubierta por su mirada, a sus pies, junto al Pastor hecha rebaño de nácar, para seguir, como antes, teniéndola muy cercana, tanto que al mirarla llore, e incluso pueda tocarla, tocando en Ella la gloria y el resplandor de la gracia. Como ha de estar estos días de la romería santa sintiéndola el pueblo cerca en su carreta de plata, y en su homenaje de besos rodeándola, abrazándola, yendo con Ella dichoso de su casa a su otra casa, así quiere todo el año y la vida, Cantillana tener consigo a la Virgen tan Pastora y tan cercana. ■ [Fragmento del pregón de la romería de la Divina Pastora de 2000, pronunciado por José María de la Hera Sánchez]
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Cantillana ysuPastora
1976. Romería de la Divina Pastora Después de Ella, la lluvia y la romera mayor, Nati Pastora Pérez Castellano, fueron las protagonistas
Basilio Pérez Camacho
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a verdad es que este año no tenía muy claro la fecha o año a elegir para escribir el artículo de la sección Hemeroteca del undécimo número de nuestra revista decana Cantillana y su Pastora. Revista anual de sus fiestas mayores. Sin embargo, la elección de Beatriz Ortiz Pérez como romera mayor de 2006 me hizo más fácil y bastante clara mi decisión. Y enseguida paso a explicarles el porqué. Hace ya 30 años fue coronada como romera mayor de la romería del año 1976 Nati Pastora Pérez Castellano que, cosas del destino, es la madre de la próxima a coronar y, si no me equivoco, será la primera vez que madre e hija reciban la misma distinción en las fiestas de nuestra hermandad. A ello hay que añadir que su hija Nati Pastora Ortiz Pérez también tuvo el honor de ser coronada como romera infantil en el año 1991. Son personas para mí entrañables y este hecho, junto con otras importantes efemérides relacionadas con nuestra fiesta, así como otras menores de tipo divulgativo, me llevaron a elegir ese año como tema para mi artículo. Un domingo 26 de septiembre se celebraba en Cantillana la romería de la Divina Pastora, siendo la primera vez que se hacía en tal día de la semana por decisión episcopal del cardenal Bueno Monreal, que así lo estipulaba en un decreto con fecha de 24 de mayo de 1976. Hasta entonces, nuestra tradicional romería se celebraba el día 30 de septiembre, pero el auge que había cobrado la misma hacía imposible su permanencia en dicha fecha, puesto que, cuando únicamente transcurría en día de fiesta
ABC de Sevilla, septiembre 1976: Cantillana. Con la tradicional romería al santuario de la Divina Pastora, el próximo domingo, día 26, finalizan los festejos que Cantillana organiza por su Pastora. Con tal motivo, el sábado, día 25, por la noche, y en la plaza de Queipo de Llano, serán coronadas las romeras mayor e infantil, señorita Nati-Pastora Pérez Castellano y la niña Cristina Pérez Sarmiento, actuando de mantenedor don Alfonso Contreras Rosado .
local, impedía la asistencia de muchísimas personas que añoraban encontrarse ese día en nuestro pueblo, junto a su Divina Pastora. Desde que el 30 de septiembre cayó por última vez en domingo, en 1973, y hasta este año, se fue adelantando, cada vez más, la celebración dominical de la misma y a partir de este año, 1976, el último fin de semana de septiembre quedaría destinado para la celebración de nuestra incomparable romería, hecho que vino a entronizar aún más si cabe, el sentido festivo pastoreño del mes de septiembre. La prensa volvía a hacerse eco de nuestros populares festejos y hojeando el diario ABC podemos obtener datos y noticias de ellos. En los días previos apareció a toda página información sobre el acto de la coronación de las romeras mayor e infantil. Ambas aparecían fotografiadas individualmente y acompañadas por las fotos de cada una de sus damas de honor. Éstas eran las por entonces señoritas Antonia Pastora Fernández Calero, Carmen Moreno Blanco, Rosario Portillo Daza y Antonia Ramón Castaño. A la romera infantil, la siempre linda y entrañable Cristina Pérez Sarmiento, la acompañaban las niñas María del Carmen Arias Rodríguez y Tere León Espinosa. El viernes 24, por la noche, y por distintos sectores del pueblo, se corrieron los toros de fuego y el sábado por la mañana los carteles anunciaban que harían su entrada en la villa los clásicos y típicos tamborileros que, con sus aires tradicionales, ambientarían a los romeros. La víspera de la romería amaneció lluviosa y los partes meteorológicos pronosticaban la permanencia de la lluvia para todo el día e incluso para los venideros. Pero a los pastoreños, más que lloviera en la romería, lo que les preocupaba era que el agua pudiera impedir o interrumpir el
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SS.MM. los Reyes de España, junto al Alcalde Jesús Pérez Pueyo, durante su visita a Cantillana en la tribuna que instaló la hermandad en la plaza del Llano. acto de la coronación que se realizaba al aire libre en la plaza del Llano. Todos los comentarios hacían hincapié en dicha preocupación y todo el mundo pedía a nuestra Pastora Divina que pusiera su mano para impedir lo que se presagiaba ante la inclemencia del tiempo. A lo largo de todo el día se fue montando el estrado de terciopelo verde, estrenado el año anterior y al que se le añadían, como elementos nuevos, los dos leones dorados que custodian el trono y la pasarela que conduce hasta la escalinata del mismo. Este estrado había sido elegido por nuestro Ayuntamiento, por su elegancia y sencillez, para recibir a Sus Majestades los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía cuando visitaron Cantillana en el mes de abril de este mismo año. Al final de la tarde, y antes del anochecer, dejó de llover en una víspera de romería que, hasta entonces, se había vivido con bastantes nervios y ansiedad. En nuestro pueblo hacía su entrada el escuadrón de caballería y banda de trompetas a caballo de la Policía Armada de Sevilla, para acompañar y escoltar el cortejo de la romera. Mientras tanto, hicieron un re-
corrido por todas sus calles en una diana floreada que hizo las delicias de todos los pastoreños. Fue la primera vez que el escuadrón de caballería de la Policía Armada vino para este acto, la segunda y última lo hizo al año siguiente. En su casa, aparecía envuelta en un traje rosa y blanco, confeccionado por Lina, la romera mayor. Sus damas iban de color blanco y la romera infantil, asimismo, de rosa y blanco, componiendo un cuadro lleno de elegancia y armonía. El cortejo se puso en marcha desde la casa de don José Espada, sita en la calle Real, junto a la Alameda. Lo abría el antes citado escuadrón de la Policía y lo cerraba la banda de música Nuestra Señora de la Soledad de Cantillana. Al llegar al Llano subieron al estrado cuatro gastadores de la Policía, siendo el encargado de mantener el acto el señor Alfonso Contreras Rosado, de Radio Televisión Española que, sinceramente, no estuvo muy acertado en su mantenimiento, en el que los nervios, mal controlados, lo hicieron presa de errores y de equivocaciones. La romera, que iba acompañada en el automóvil por su padre, don José Pérez Za-
mora, que no cabía en sí mismo del gozo que lo llenaba, fue coronada por el entonces alcalde de Cantillana, don Jesús Pérez Pueyo. Mientras, el fotógrafo de estos años en Cantillana, José Rincón, se encargaba de perpetuar en imágenes todos lo detalles de este curioso espectáculo. Al final del acto, el baile de gala, amenizado por el conjunto músico-vocal Nino Milano y Los Clippers, y la copa cerraban la noche oficial para dar paso al desmoronamiento de las horas ante la imposible espera del amanecer. El escenario fue desmontado tan rápidamente como se pudo y la inclemencia del tiempo se hizo de nuevo tan patente que empezó a diluviar inundando la plaza y calles de un agua que corría a raudales. Durante la madrugada, la lluvia se mantuvo de forma intermitente y cuando amaneció, a la hora prevista para la salida de la romería, las ocho de la mañana, continuaba lloviendo. La carreta del simpecado fue protegida con un plástico transparente y salió desde su almacén en el postigo de Antonio Solís, donde estaba guardada durante todo el año, hasta la puerta de la iglesia para recoger el simpecado de terciopelo verde y oro estrenado en la romería de 1966, realizado expresamente para la carreta y donado por don José González Villarreal y su esposa doña Dolores Gata Baño, que realizaron el bordado del mismo para engalanar el tondo central repujado en plata de ley en el que aparece en relieve nuestra Divina Pastora, obra del taller de Villarreal. Este simpecado ha dejado de utilizarse desde hace varios años para presidir nuestra peregrinación anual a nuestra ermita de Los Pajares. Para muchos, sobre todo los de mi generación, este estandarte es el romero por excelencia y, por razones obvias, el que de verdad nos emociona en tan señalado día.
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José Sáiz Espada y otros romeros cruzan el río Viar, pese a que la comitiva pasó por el puente debido a la lluvia. El simpecado salió un poco más tarde de lo anunciado, en torno a las diez, en una romería que, por decisión de la comisión de fiestas, quedó desprovista de sus carretas de flores de papel, tiradas por bueyes y en una de las cuales tenían que ir subidas las romeras y sus damas. Este año era de color azul celeste y blanco, pero el temor a que la lluvia las estropease acarreó esta lamentable decisión. La romera y parte de su cortejo hicieron el camino hasta Los Pajares en un coche de mulas cedido por la familia de Nati Rosa Morejón. El de vuelta lo realizó a la grupa del caballo que montaba Eugenio Resino Albarrán. La carreta de plata con el simpecado de nuestra Divina Pastora hacía su entrada triunfal en Martín Rey, donde se le dedicaron diversas sevillanas, algunas de ellas interpretadas por Los Pastorcitos de Gines, grupo que amenizó la santa misa de romeros celebrada en la ermita y que, junto con Los Luceros del Alba y Los de la Cruz, actuaron en la caseta de la hermandad insta-
La romería no pudo atravesar las aguas del río Viar. Fue un año de cierta sequía, sin embargo, y debido a las precipitaciones caídas en las últimas horas, su caudal aumentó tantísimo que hizo imposible que la carreta del simpecado pasara por su vado
lada en el real de la romería. La romería no pudo atravesar las aguas del río Viar. Fue un año de cierta sequía, hasta el punto de que estaba completamente seco a su paso por el puente. Sin embargo, y debido a las precipitaciones caídas en las últimas horas, su caudal aumentó tantísimo que hizo imposible que la carreta del simpecado pasara por su vado. Lo hizo por el mismo puente, tanto a la ida como a la vuelta y tan sólo algunos caballistas, muy pocos, y algún que otro viandante -quiero recordar a don José Espada, al que el agua cubría hasta el pecho- se atrevieron a hacerlo por el mismo río. La fuerte corriente y la gran cantidad de agua hacía peligroso el paso por el río Viar y la presencia de estos atrevidos romeros, desafiando al elemento natural, nos hicieron vivir momentos de verdadera tensión. Como se refería en los carteles y en la prensa, se disfrutó del día más grato y divertido del año, respirándose un ambiente de verdadera hermandad. El tiempo, salvo
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José Pérez Zamora, de grato recuerdo para los pastoreños, junto a su hija Nati Pastora Pérez Castellano, Romera Mayor 1976.
un pequeño y ligero chaparrón que cayó a poco de llegar la romería a Los Pajares, se mantuvo estable y bastante bueno durante todo el resto del día. Fue una romería muy especial, la primera que se celebraba fuera del régimen político del franquismo, marcada por la lluvia, sobre todo la de la víspera, que la convirtió en motivo de referencia para todos los pastoreños. Todavía, cuando alguien hace recuerdo de aquellas fechas, lo une cariñosa e inevitablemente al año en que fue romera la hija de Pérez Zamora , haciendo notar lo que llovió para la coronación. Al atardecer, y de regreso al pueblo, tras una entrada triunfal de estallidos de cohetes, tracas y fuegos de artificio, recorrió las principales calles hasta su llegada a la plaza del Llano, donde los romeros a caballo hicieron su ofrenda de flores ante la carreta del simpecado de la Virgen, y así hasta su llegada al templo parroquial, dando comienzo, después de entonar el himno pastoreño, el tradicional y devoto besamanos de tan venerada imagen, finalizando así las fiestas que Cantillana organiza en honor de su Divina Pastora. Y en horas de despedidas, el autor también lo hace, esta vez con la sensación casi imposible de situarse en las coordenadas temporales que enmarcan su artículo. Treinta años ya son muchos, demasiados como para perfilarlos desde la debida perspectiva que los hechos requieren. Momentos que sólo el cariño que
FOTO RINCÓN
sentimos por nuestra bendita imagen y por todo lo que la rodea, hacen posible que mantengamos el pleno recuerdo de tantos hechos y acontecimientos de su pasado festivo. Sólo el relevo generacional en cargos y honores nos hacen pensar
en el paso inevitable, triste y feliz al mismo tiempo, de los años que, marcados por nuestros individuales recuerdos, se convierten en un todo y solo común por nuestro amor a la Divina Pastora de Cantillana. ■
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Cantillana ysuPastora
La parroquia pastoreña (y VIII) Luis Manuel López Hernández
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a última etapa de las ocho en que decidimos en su día dividir el extenso relato de la historia de nuestra parroquia, abarca los años comprendidos entre la reapertura del templo tras su restauración en 1990 hasta la fecha emblemática de 2003 cuando la hermandad, pero también la parroquia y la villa pastoreñas estaban de enhorabuena por el tercer centenario de la advocación de la Divina Pastora. Otras efemérides y aniversarios así como acontecimientos de no tan grata memoria, han marcado este periodo reciente de 13 años, de gran intensidad, en la vida de la parroquia Pastoreña. Comenzaremos por describir, grosso modo, el estado actual del templo y la situación de retablos, imágenes y ornamentos sagrados después de esta gran ultima restauración-reforma acaecida entre 1990 y 1991. En esta ocasión, la intervención principal tuvo como objeto las techumbres que presentaban anteriormente un estado crítico. La construcción de un forjado de hierro, rasillones y hormigón armado sobre el antiguo forjado de madera, y la reposición, nuevamente, de las tejas, fue lo más destacado de la obra que también incluía el remozamiento de las tres portadas neoclásicas de la iglesia. La situación interior del templo tras estas importantes reformas y su aspecto actual, con leves cambios respecto a aquella, la describimos a continuación: En la Capilla Mayor se restauraron y doraron la mesa-altar mayor y el ambón. Así mismo se restauró la Cruz Parroquial de 1735 obra del platero Mesa. Se retiraron del culto en la parroquia diversas imágenes modernas, de dudosa calidad artística entre ellas la de la Virgen de Fátima,
la Milagrosa, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, el Niño Jesús de Praga y san Antonio, todas de la fábrica catalana de Olot. - Se eliminaron varios cuadros pictóricos, con el argumento de falta de mérito artístico. A pesar de ello si se mantuvo, inexplicablemente, un cuadrito situado a la izquierda del altar mayor en el que se lee: Altar Privilegiado Perpetuo, privilegio este relacionado con la indulgencia de ánimas en las misas que se celebren en ese altar el altar es la mesa, no el retablo, ni el sitio. Estos dudosos privilegios de ánimas fueron ya suprimidos por la reforma conciliar del Vaticano II por lo que resulta cómica, la reciente aplicación que, de ellos, o mejor dicho de su nombre, hace la ignorancia supina de algunos, que desconociendo su verdadero significado lo consideran credencial para confirmar sus delirios de grandeza. Se colocó un cancel nuevo, de madera de pino y casetones de DM, en la puerta de la calle Iglesia que sustituyó al antiguo. Se efectuó una nueva instalación e iluminación eléctrica de todo el edificio incluido los retablos. Se remodelaron y reedificaron las dependencias parroquiales y se adecentó la sacristía a la que también se dotó de un impersonal zócalo de cerámica industrial impropio de este recinto. Se recuperaron para el culto dos antiguas imágenes, bastante interesantes desde el punto de vista artístico e incluso histórico. En el altarcito de la virgen de Fátima se colocó el torso de la imagen de vestir de la inmaculada datada en los últimos años del siglo XVI traída, probablemente, desde el convento de San francisco del Monte al de Cantillana en 1795. Después de cerrarlo al culto fue llevada a la capilla de la Misericordia donde se mostraba de manera indecorosa y en un estado lamentable de conservación. Retirada del culto, inició un periplo por distintos desvanes particulares hasta que remató en el de la sacristía,
lleno de humedades y bichos de donde fue recuperada, cuando la obra de la iglesia, para adecentarla y volverla a exponer. Hoy, reintegrado su candelero, la inmaculada de los franciscanos se halla colocada en el que fuera su retablo y altar en otros tiempos, el de la Inmaculada, frente al de la Pastora. La otra imagen es la del Señor atado a la columna, preciosa escultura de tamaño académico de trazos manieristas que pudo haber sido ejecuta a principios del siglo XVII. Se hallaba también en una casa particular. Otra nueva incorporación al repertorio iconográfico parroquial fue la del óvalo de lienzo pintado al óleo, representando a la Virgen de Belén, que perteneció al simpecado del rosario masculino de este título establecido hasta el siglo XIX en la Misericordia. Con marco octogonal fue colocado en el retablito situado en la capilla del Sagrario. Así mismo fue expuesta también en otro de los retablos secundarios de la parroquia la bellísima cruz de guía del citado rosario de Belén -conocida por la de los espejitos, magnífica obra rocalla de finales del siglo XVIII. continuidad y punto álgido en la importante e histórica restauración a la que fue sometida la venerada imagen de la Divina Pastora por el prestigioso catedrático de la universidad sevillana Francisco Arquillo de la Torre. Dos años después de la reapertura de la parroquia, ante los síntomas cada vez más evidentes del paso de los siglos y de la no muy afortunada intervención sobre la imagen, en 1978, del que fuera conservador del Alcázar de Sevilla, Francisco Peláez del Espino, ya se planteó la necesidad de una restauración adecuada y con las mayores garantías. Por ello el cabildo general de la hermandad pastoreña autorizó la intervención propuesta por Arquillo y el 20 enero de 1995 la imagen bendita de la Pastora fue trasladada a su estudio privado donde sería sometida durante tres meses, a unas rigurosas y casi médicas
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Fray Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, en la función conmemorativa del 275 aniversario de la fundación de la hermandad.
limpieza, fijación y reintegración que le devolvieron el máximo esplendor a la policromía. Así, radiante, llegó la peregrina imagen a Cantillana, a su Parroquia, el 23 de abril, celebrándose para recibirla la más multitudinaria función de cuantas tengamos noticia en este templo. Fue colocada en la Capilla Mayor y tras la misa de Acción de Gracias todo el pueblo desfiló ante ella en emotivo besamanos que culminó con el traslado de la Virgen en procesión claustral hasta su camarín. Con el templo parroquial renovado y la imagen de la Pastora esplendorosa, se preparaba Cantillana para un acontecimiento especial que tenía como fecha esa de 1995. Se cumplían 275 años de la fundación de la hermandad pastoreña y para festejarlo bien se desarrollaron a lo largo del resto del año y hasta mayo del 96 numerosos y brillantes actos y cultos entre los que destacaron el Pregón pronunciado por Aurelio Verde Carmona en la parroquia el 14 de Mayo, el pontifical solemne conmemorativo, presidido por el Arzobispo de Sevilla el día 20, la procesión extraordinaria con la Divina Pastora para la imposición de la primera Medalla de oro de la Villa aquel memorable domingo 21, la función principal y procesión del 8 de septiembre y la romería, que contó con la presencia de la imagen de la Virgen en el Santuario y la del obispo de Córdoba, el fallecido Infantes florido, oficiando la misa de romeros. Después de 12 meses de conmemoración tuvo lugar la clausura en la función del triduo del siguiente año, presidida por el arzobispo
emérito de Pamplona José María Cirarda Lachiondo, de grato recuerdo en la historia de la hermandad. Y no precisamente grato es el recuerdo que guardan los cantillaneros de los hechos acaecidos en el templo parroquial la madrugada del 14 de agosto de 1999 y que tuvieron su continuidad durante la mañana de ese día. Pusieron de relieve una vez más las graves desavenencias entre las dos hermandades de gloria en litigio durante doscientos años. En esta ocasión se trataba de nuevo del espinoso asunto del paso que, a pesar de ello, sigue sin solución. La ubicación del paso vacío de la Asunción delante del altar y camarín de la Pastora, ocultando su imagen, es un dudoso privilegio que se atribuye la hermandad asuncionista con argumentos inermes y escuetos de antigüedad. Ya, en varias ocasiones, el lógico desagrado de los pastoreños el templo parroquial posee al menos cinco lugares expeditos para la colocación de un paso- y la obstinada actitud de la otra parte, ha dado pie a desagradables conflictos locales, sobre todo con ocasión de procesiones extraordinarias o cuando la autoridad eclesiástica ha decretado, alarmada por el gesto, algún cambio de la polémica e insolente ubicación del paso, como es el caso que nos ocupa. Días antes de su colocación aquel año, una comisión de la hermandad de la Pastora, animada por ciertos cambios en los usos y costumbres de las fiestas autorizados recientemente por Palacio, se dirigió al Vicario General, entonces Antonio Domingo Valverde
(Q.E.P.D.), y le expusieron la ya centenaria problemática, solicitándole una solución a la colocación del paso que, aunque modificara puntualmente los usos y costumbres, como si se acababa de hacer a favor de la hermandad de la Asunción, evitara, en cambio, los futuros enfrentamientos, y la nada edificante situación que se vive cada año en el interior de la parroquia, por este motivo. El vicario comprendiendo las razones argüidas, estableció con el párroco, una medida que consistía en una mayor separación del paso con respecto al altar de la Pastora. Comunicada la medida a la junta asuncionista llegó el momento de la colocación del paso, era la madrugada del día 14 de agosto y para verificar que se cumplía lo estipulado estaban presentes el párroco, Fernando I. García Álvarez-Remetería, y como testigos el párroco de Brenes y otro sacerdote. Por boca de los tres, conocemos de primera mano, los hechos lamentables e impropios del lugar que se produjeron aquella noche cuando la hermandad de la asunción se negó a llevar a cabo la medida señalada en un claro desprecio de la autoridad eclesiástica que representada por estos tres sacerdotes recibió claras muestras de desprecio, insultos y agresiones. Lo sucedido durante la mañana ya es bien sabido: la junta de la Pastora se trasladó a Sevilla para comunicar al Sr. Arzobispo y al Vicario General lo ocurrido y pedir que se tomaran medidas; numerosos pastoreños acudieron alarmados al templo para comprobar in situ el incumplimiento y pedir explicaciones al párroco; y otos tantos de la asunción se concentraron a las puertas y en la sacristía temiéndose lo peor... Un largo intercambió de insultos, ataques verbales y no tan verbales, cruce de acusaciones, etc. motivaron incluso la intervención de la fuerza del orden y la difusión del triste espectáculo en los medios de comunicación. Aunque se consiguieron apaciguar algo los ánimos, fue a pesar de la falta de solución al conflicto por parte de la autori-
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dad. Por eso, el motivo de la discordia continua, año tras año, manteniendo viva la polémica, mientras oculta gravemente tras de sí mucho más que la arrogancia de unos y la ineptitud de otros... El año santo 2000, nos dejó, en cambio, numerosos acontecimientos y conmemoraciones de feliz memoria. Este año en que el los cristianos celebrábamos los dos milenios del nacimiento de Cristo y la iglesia declaraba año jubilar, se cumplían también los aniversarios de varios hechos históricos relacionados con la Parroquia, la villa de Cantillana y especialmente con la hermandad pastoreña. Hacía 250 años de la muerte de Fray Isidoro de Sevilla, el capuchino emparentado con los Condes de Cantillana que fundó la hermanad; 200 de la epidemia de fiebre amarilla ante cuya amenaza imploraron los cantillaneros la intercesión y el patrocinio de la Divina Pastora avivándose más su devoción; 100 de la célebre visita del cardenal Spínola a las fiestas pastoreñas; cincuenta de la definición dogmática de la Asunción de la Virgen por Pío XII y del voto y juramento de los pastoreños en pro de la realeza universal de la Señora. A todo ello, se sumaron la conmemoración del V aniversario de la imposición a la Pastora de aquella primera medalla de oro de Cantillana y el siempre excepcional acontecimiento que supone, cada cinco años, el traslado de esta imagen en romería, desde la parroquia hasta su ermita en los Pajares. La celebración de todas estas efemérides se tradujo en un apretado programa desarrollado durante doce meses, que incluyó actos y cultos, procesiones, conciertos, conferencias, exposiciones y colocación de lápidas y cerámicas conmemorativas. El inédito Besapiés al Divino Pastor en el Santuario, clausuró, al igual que en la apertura, el año del jubileo en Cantillana. Y para júbilo, el que nos han causado recientemente dos años históricos y estelares en la historia de la hermandad de la Divina
Pastora y, por consecuente, y debido a la altura de los hechos, también de la parroquia y del pueblo cantillanero. 2002 y 2003, son dos de esas fechas gozosamente inolvidables que suponen un punto de referencia en la vida de la comunidad. El tan celebrado 50 aniversario de la popular y emblemática romería de la Divina Pastora, ha dejado en las retinas y en los archivos, acontecimientos tan señeros como la gran exposición en Sevilla, el pregón a cargo de los ocho pregoneros, la romería extraordinaria de Mayo, y la romería anual de ese 2002 con la presencia extraordinaria de la imagen de la Virgen como clausura del aniversario y el pontifical conmemorativo presidido nuevamente por el Arzobispo de Sevilla, en la explanada del santuario, ante la presencia de numerosos sacerdotes, el provincial de los Capuchinos de Andalucía, el presidente de la Diputación Provincial, el delegado de la Consejería de Turismo y otras autoridades y representaciones. Más de 30 hermandades y miles de fieles, abarrotaron el recinto. En 2003 la advocación tricentenaria de la Divina Pastora nacida en Sevilla en 1703, cumplía este gran aniversario, que no podía pasar por alto en el pueblo más pastoreño del mundo, y para cuya celebración no escatimaron los cantillaneros lo más mínimo. Hasta tal
punto, que al día de hoy no ha habido conmemoración en la villa de acontecimiento alguno que haya igualado, ni siquiera por asomo, la magnitud de unas celebraciones señaladas con oro, con oro sí, en las más emotivas páginas de nuestra historia. La donación, por sus devotos, de cinco kilos de oro y la confección con ellos del nuevo cayado para la Virgen, emblema de esta singular efemérides; la erección del gran arco triunfal y monumento efímero en la plaza del llano; el acto multitudinario de imposición del cayado; la función principal del ocho de septiembre presidida por el vicario General por delegación del arzobispo; la gran procesión eucarística del último día de la novena; los cultos extraordinarios del 24 de Junio; el pregón del tercer centenario; las exposiciones; las conferencias; los actos en la capital son los referentes y los hitos de una brillante celebración, coronada, nada menos que, con la declaración de Interés Turístico Nacional de Andalucía, otorgada a las fiestas y romería de la Divina Pastora de Cantillana por la Consejería de Turismo de la Junta. Su propio delegado provincial vino a hacer entrega del decreto, con motivo de la romería de ese año inolvidable. Con la promesa para la próxima edición de la revista, de un epílogo lo suficientemente preciso que nos recuerde de forma abreviada los hechos y datos mas destacados que se han expuesto a lo largo de estas ocho partes, concluimos aquí el relato de la historia secular, patrimonio y curiosidades de nuestra querida parroquia, a través, siempre, del prisma que supone su rasgo más característico y universal: ser un centro y baluarte de la devoción a la Divina Pastora de las almas. Una realidad que la hace merecedora, con creces, de un calificativo; pastoreña que, no el que escribe, sino las evidencias de los hechos y la preferencia mariana de tres cuartas partes se sus feligreses, le otorgan y por el que justamente se conoce. ■
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De Romería...
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Sevillanas dedicadas a la Divina Pastora de Cantillana por Antonio Portillo Daza
I III Quisiera ser la paloma Quisiera ser la campana que camina a tu verita, y repicar de alegría, que, en vez de campar al anunciando al pastoreño viento, que en la iglesia es tu saliprefiere tu compañía. da. (Estribillo) (Estribillo) Estribillo: IV III Y, al llegar la romería, Quisiera ser esa mano Cómo me gusta, Pastora, tan sólo yo quiero ser que en ese bello momento, caminar de peregrino, pastoreño que camina entre flores y palomas, delante de tu carreta delante de la carreta a ti te quita el sombrero. Estribillo: cantando y bebiendo vino, de mi Pastora Divina. (Estribillo) ■ Que esto es muy grande, con la camisa manchada II lo que yo siento por el sudor del camino. Quisiera ser esa voz aquí muy dentro. (Estribillo) que guía a tus costaleros, Siento orgullo, Madre mía, IV que grita pá que te suban I de ser pastoreño. Cómo me gusta, Pastora, lo más cerquita del cielo. Cómo me gusta, Pastora, II imaginarme el momento: (Estribillo) escuchar al tamborilero, Cómo me gustan, Pastora, anochece en Los Pajares, ése que anuncia la hora Los Pajares en romería estrellas cubriendo el cielo que prepara al pastoreño, y en la puerta de la iglesia y en la ermita, reluciente, que le dice con sus sones: escuchar tu salida, el más bonito lucero. son dos días pá el recuer- las campanas de la ermita (Estribillo) do. repicando de alegría. JUAN CARLOS GALLARDO
44 Nuestras calles
Cantillana ysuPastora
Calle Juan Carlos I (antigua Veredas)
Florencio Arias Solís
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leva actualmente esta calle el nombre de nuestro Rey, un Rey de España que pisó nuestro suelo en su primer viaje a Andalucía en el año 1976. Así, feliz casualidad del destino, lo prometió unos años antes a los que en nombre de la hermandad pastoreña de Cantillana le visitaron en el Palacio de la Zarzuela, cuando todavía era Príncipe de España, para hacerle entrega del nombramiento de hermano mayor honorario. Los cantillaneros lo vimos en la plaza del Llano en un estrado que se había montado con el escenario en el que se coronaba a nuestras romeras. El Rey Juan Carlos corroboró el título de Real que utiliza la hermandad, ostentó la presidencia de honor, junto a la Reina, de los actos organizados con motivo del 275 aniversario de la fundación de la hermandad, celebrado en el año 1995 y de los que tuvieron lugar con motivo del 50 aniversario de la romería en 2002. Tras su coronación, el Ayuntamiento de Cantillana rotuló con su nombre una parte de la antigua calle Veredas, en concreto el tramo que va desde la plaza del Llano hasta la de Sevilla. Esta calle tuvo un protagonismo en las fiestas que actualmente ha disminuido. A pesar de ello, es la única de las que desembocan en la plaza del Llano que ha mantenido para las fiestas la instalación de un arco de triunfo en su entrada, versión simplificada y metálica del anterior de madera. El primero del que conocemos su existencia era de palos y alambres forrados de papel picado de seda. Debido
A pesar de haber perdido protagonismo en las fiestas, esta calle es la única de las que desembocan en la plaza del Llano que ha mantenido la instalación de un arco de triunfo en su entrada
a los inconvenientes que algún año provocó la lluvia en los frágiles materiales con que se decoraba, en 1946 se planteó la iniciativa de hacerlo todo de madera. Las vecinas de la calle, y al frente de ellas Carmen Pérez García, corrieron con los gastos, entonces muy costosos, de la construcción del mismo, que fue diseñado y elaborado por unos carpinteros sevillanos. Expectación y júbilo cuentan que causó su llegada, anunciada con un cohete como señal. Fue el primero de estas características que se colocó y modelo para los que vendrían luego. Podríamos decir que tuvo un protagonismo cinematográfico, al ser recogido en el reportaje de las fiestas pastoreñas del año 1954, realizado por las cámaras del NO-DO.
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Por el arco pasaba la gente para ir a los toros y para todos los espectáculos que se organizaban en la plaza
Dedicatoria y firma de S.M. el Rey Juan Carlos I en el libro de actas de la hdad.
También aprovechando su estructura, sobre uno de sus lados se colocó, durante muchos años, la cabina de madera desde la que se proyectaban las películas de cine público que se veían en la plaza del Llano durante la novena. Por el arco pasaba la gente para ir a los toros y para todos los espectáculos que se organizaban en la plaza, dando a la calle un ambiente festivo muy propio de esos días. La calle Veredas tuvo el privilegio de ver pasar las carretas de la primera romería, que salieron de la plaza de toros, imagen que con el tiempo también desapareció. Pero lo que no ha cambiado es la entrada triunfal de la Divina Pastora en la calle, la noche del 8 de septiembre, entre el entusiasmo de las vecinas, que porfían para que el paso se adentre lo más posible. Allí siempre la recibieron bien, iluminándola con las luces de bengala en un corro de colores y humo, alrededor de los chisporroteos del palo de fuego. Bajo el arco, la Virgen se detenía mientras duraba la función de fuegos artificiales que, hasta que se trasladó a la Alameda como antaño, tenía lugar en el Llano. Hoy se detiene para testimoniar un vínculo secular. Después del salir de Martín Rey, la calle Veredas es el respiro, el aire fresco, la parada, el reponer fuerzas de los músicos y costaleros en el salón de María Zamora y el renovar la marcha por nuestras calles acompañando a la Divina Pastora en la madrugada singular y única, hasta su feliz entrada en la parroquia. Los muros y adoquines de la antigua calle Veredas, hoy del Rey, quedarán solitarios y vacíos, esperando durante un año recibir a nuestra Reina bajo un arco de triunfo. ■
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Cantillana ysuPastora
Los arzobispos hispalenses y la Divina Pastora de Cantillana Florencio Arias Solís
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a hermandad que, para perpetuar el culto a la Divina Pastora, se estableció en la parroquia de Cantillana, quedó desde sus orígenes en el siglo XVIII bajo la jurisdicción del Arzobispado de Sevilla. Las primeras reglas escritas se elaboraron dando cumplimiento a lo establecido en la Real Resolución de 1783 sobre el arreglo y reforma en las hermandades del Reino. Tras diversas circunstancias, ya sabidas y descritas detalladamente en el anterior número de esta publicación, fueron aprobadas definitivamente por el Arzobispado, una vez obtenida la aprobación preceptiva del Real Consejo de Castilla el 11 de abril de 1807. Esta última y, como he dicho, definitiva aprobación eclesiástica la hizo el vicario general del Arzobispado en nombre del cardenal de Sevilla, don Luis María de Borbón, que en esa fecha tenía tan sólo ocho años. Durante la minoría de edad del citado cardenal Borbón, la diócesis estuvo regida un tiempo por don Manuel Cayetano Muñoz y Benavente, obispo de Lycópolis. Éste visitó Cantillana el 12 de mayo de 1807 y en dicha visita concedió a la Hermandad de la Divina Pastora indulgencias particulares que se recogen en el escrito remitido a la mayordoma, doña Elena de la Barrera, firmado de su puño y letra, en nuestro pueblo, el día indicado. Las gracias concedidas consisten en cuarenta días de indulgencia para todas las personas que asistan devotamente al rosario público, otros cuarenta días a las que rezaren un Pater noster y Ave María a la Divina Pastora y cuarenta días más a las que lleven las sagradas insignias. Este privilegio espiritual hizo que se llegaran a disputar entre las hermanas el portar la cruz de guía, los faroles y el simpecado en los rosarios, como todavía ocurre entre las que simbólicamente (las presidentas o peanas) llevan este último. Otro arzobispo sevillano que entró a formar parte de la historia de la hermandad fue el carmelita fray Joaquin Lluch y Garriga. El 26 de abril de 1882 se dignó honrarla inscribiéndose en el número de sus cofrades, siendo nombrado por ella su hermano
El cardenal Bueno Monreal oficiando una misa ante la Divina Pastora.
El santo cardenal Spínola fue el primer arzobispo de Sevilla que asistió a las fiestas cantillaneras mayor honorario. Por decreto de la misma fecha dado en su palacio de Sevilla, concedió cien días de indulgencia a las personas que asistan, con el escapulario bendito por él, a los actos de culto público de la hermandad. Estos escapularios se hicieron muy populares y se utilizaron como distintivos de la hermandad durante muchos años, hasta que fueron sustituidos por la medalla del Redil Eucarístico que ha llegado hasta nosotros. Había dos versiones, una para utilizarlo colgado al cuello en los cultos y otra más lujosa y de mayor tamaño, generalmente bordado con sedas de colores y lentejuelas, que se solía colgar en la cabecera de la cama. Pero si en algún prelado hubiera que detenerse, en este ligero repaso de los que más se vincularon y beneficiaron a la hermandad, sin duda éste sería don Marcelo
Spínola y Maestre. El santo cardenal Spínola fue el primer arzobispo de Sevilla que asistió a las fiestas cantillaneras. Para celebrar entre nosotros el día de la Pastora llegó a nuestro pueblo el 7 de septiembre de 1900 y permaneció en él hasta el día 9. Asistió a la novena, vio el rosario de la víspera, ofició la función principal, después de la misma administró el sacramento de la confirmación y por la noche participó en la procesión de la Virgen, entusiasmándose con el fervor y la devoción del pueblo hacia la Divina Pastora. El arzobispo aceptó el cargo de hermano mayor perpetuo de la hermandad y lo ejerció, firmando como tal en el libro de actas y en el de ingresos y gastos. A Spínola le debe además la hermandad la concesión para la construcción de un nuevo camarín, en una capilla propia adosada a la parroquia y con hueco y puertas abiertos a la misma, incorporados al retablo. Guarda el archivo de la hermandad dos preciadas reliquias suyas, como son las cartas autógrafas del mismo, dirigidas personalmente a la mayordoma, doña Dolores Sarmiento. Sus palabras son lo suficientemente significativas, ahorrándonos cualquier otro comentario sobre lo que fue la relación del hoy beato Spínola con la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana: Si de antes no estuviese ya obliga-
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Luis de Borbón.
Lluch y Garriga.
do, y mucho, para con esa congregación, quedaríalo ahora para siempre, y de tal modo que ocuparme en su servicio y procurar su bien será para mí gratísima tarea. Dando otro salto en el tiempo llegamos al pontificado del recordado y querido cardenal don José María Bueno Monreal, llegado a Sevilla como administrador apostólico en 1956. La anécdota de su primera visita pastoral a Cantillana fue su alusión a la Divina Pastora en la predicación. La devoción pastoreña le era conocida por su relación con la orden capuchina. Sin ir más lejos, en Sevilla eligió como su confesor a un capuchino y, más tarde, al también capuchino y colaborador de esta revista fray Mariano de Sanlúcar. El cardenal Bueno Monreal autorizó la construcción de la ermita de la Divina Pastora que, junto al camarín ya citado, constituyen los dos puntos más significativos de la devoción pastoreña cantillanera. Para la bendición del santuario y ante la imposibilidad de asistir personalmente envió a su obispo auxiliar, don José María Cirarda Lachiondo, quien de esta forma quedaría vinculado también a la historia de la hermandad pastoreña. El obispo asistió a la romería del año 1960, recién llegado a Sevilla, siendo ésta la primera fiesta andaluza en la que participaba. Hizo el camino completo desde la parroquia hasta Los Pajares, un tramo a pie y el resto en coche de caballos. Ofició el rito de bendición y pronunció una bonita homilía recogida entera por Radio Nacional de España, que retransmitió el acontecimiento. El obispo Cirarda seguiría manteniendo un grato recuerdo de ese día y así lo hizo patente en su nueva visita a Cantillana muchos años después, cuando en 1996 celebró la función religiosa con la que se clausuró el 275 aniversario de la fundación de la hermandad y durante la cual fue nombrado hermano de la misma. Don José María Bueno Monreal honró a la hermandad con su presencia en la función principal del 8 de septiembre de 1970, fecha en la que se conmemoraban los 250 años de la hermandad. Muy emotiva fue su entrada en la parroquia y el sermón pronunciado sobre la devoción secular del pueblo de Cantillana a la Divina Pastora.
Marcelo Spínola.
Bueno Monreal.
Fran Carlos Amigo en Cantillana.
Escapulario de Lluch y Garriga. Desde la visita de Spínola ningún otro prelado hispalense había vuelto a asistir a la función hasta ese día. El cardenal Bueno Monreal hizo posible, mediante un decreto firmado el 24 de mayo de 1976, que reestructuraba el calendario festivo del mes de septiembre, que la romería que tradicionalmente se celebraba el 30 de septiembre pasase a celebrarse el último domingo del mes como solicitó la hermandad. En 1982, la llegada a Sevilla de un nuevo arzobispo provocó la expectación de todos los diocesanos, llamando especialmente la atención la juventud del mismo. El arzobispo don Carlos Amigo Vallejo, hoy cardenal, quiso conocer desde un principio los pueblos de su diócesis y las cos-
José María Cirarda. Carlos Amigo Vallejo tumbres y particularidades de la religiosidad de sus fieles.En su primera visita pastoral a Cantillana, en 1982, tras ser cumplimentado por la junta de gobierno, pasó a venerar a la Divina Pastora en su camarín, besando su mano. Un año después, el 8 de septiembre de 1983, presidió la procesión de la Divina Pastora y presenció, desde un lugar destacado de la calle Martín Rey, la ceremonia de quitar a la Virgen el sombrero. En 1985 asistió a la romería y celebró la misa de romeros en la explanada del santuario, ante la Divina Pastora en la carreta. Se celebraban en esta ocasión los 25 años de la bendición de la ermita. Volvió a acompañarnos en 1995, año del 275 aniversario de la fundación de la hermandad, celebrando el pontifical conmemorativo dentro de los cultos del triduo del mes de mayo. Reciente se puede decir que está todavía su última visita con motivo del 50 aniversario de la romería, celebrado en el año 2002. En esta ocasión, el pontifical se volvió a celebrar en la explanada de Los Pajares, en la que se montó un altar portátil presidido por la Divina Pastora en la carreta de plata. Tuvo la deferencia de utilizar un báculo que perteneció al beato Marcelo Spínola, bonito gesto que enlazaba ante la Divina Pastora el pasado y presente del vínculo de su hermandad con los arzobispos sevillanos. Terminada la ceremonia, descubrió una lápida conmemorativa y acompañó a la Pastora en su procesión por la aldea pastoreña, dejando un grato e imborrable recuerdo de su presencia entre todos los hermanos. Estas muestras de devoción, delicadeza, afecto y consideración, someramente aquí expuestas, de los arzobispos sevillanos hacia la peregrina imagen de la Pastora Divina y la hermandad pastoreña de Cantillana, sirvieron siempre de afianzamiento de ésta en la fidelidad, cariño, obediencia y reverencia filial hacia los mismos, constatable a lo largo de los años. Es de desear que estos lazos que, desde nuestros orígenes, nos mantuvieron unidos al Pastor de la diócesis, sigan reforzándose continuamente, en prueba visible y patente de comunión con la Iglesia. ■
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Cantillana ysuPastora
La devoción a la Divina Pastora de Cantillana durante la II República y la Guerra Civil (I) Juan Manuel Daza Somoano Antonio López Hernández
T
ras la caída de la dictadura de Primo de Rivera (enero de 1930) y la vuelta al poder de Alfonso XIII, los sectores burgueses y la intelectualidad regeneracionista abanderaron un fuerte movimiento de reacción en contra de la monarquía, que se interpretaba como una vuelta atrás en la historia de España. Este sentimiento antimonárquico emergente, alentado por la creación de asociaciones afines a la República, desembocó, entre otras cosas, en alzamientos militares de orientación republicana, que mostraban a la claras la creciente aceptación de las nuevas tendencias, incluso en círculos castrenses. Ante esta situación y el fracaso de su propuesta de elecciones, el general Berenguer, jefe del gobierno monárquico, dimitió en febrero de 1931. Se celebraron comicios en abril de ese mismo año y los republicanos, a pesar de no contar con mayoría de votos, conocedores de la debilidad del Gobierno, celebraron los resultados como una victoria con el argumento de que habían obtenido el triunfo en las principales capitales de provincia. El 14 de abril de 1931 Niceto Alcalá Zamora proclama la II República. Pero la instauración de la República no trajo consigo el sosiego político-social. El panorama político español era un hervidero de ideologías encontradas, siempre polarizadas en torno a las derechas y las izquierdas. El nuevo sistema no satisfacía a todos y el descontento de la población con algunas medidas adoptadas por el gobierno republicano dio lugar a un clima social inestable y convulso en que se gestaban ya dos posturas irreconciliables como preámbulo de la Guerra Civil. Una de las características más notables del nuevo régimen fue su marcado laicismo. Ese laicismo, mal entendido por unos, radicalizado por otros, y unido a un ambiente social crispado e inseguro, se tradujo en muchas ocasiones en un anticlericalismo violento y fanático, manifestado en ataques iconoclastas exacerbados contra la religión y cualquiera de sus símbolos materiales. De este modo, poco después de proclamarse la República, el 11 de mayo de 1931, comenzó un fenómeno paradigmático de lo que venimos exponiendo: la quema de iglesias y conventos.
La Unión, 11 de septiembre de 1935. Situándonos en Sevilla, el espíritu laico de la II República y las agresiones a las representaciones de la fe tuvieron consecuencias palpables e irreversibles en el ámbito de las hermandades y cofradías. Algunas corporaciones perdieron su patrimonio y otras se vieron obligadas a ocultar sus imágenes. Es el caso de la imagen más emblemática y carismática de la religiosidad popular hispalense, la Esperanza Macarena, que fue retirada de la parroquia de San Gil en mayo de 1932 y escondida en diferentes domicilios particulares sevillanos. Por otro lado, los desórdenes políticos y sociales del momento influyeron de manera decisiva en la irregularidad con que las hermandades celebraron el culto externo (procesiones de Semana Santa, sobre todo) en el período 1932-1936. En este sentido, es célebre la Semana Santa sevillana de 1932, en la que sólo realizó la estación de penitencia a la Catedral la hermandad trianera de La Estrella, que recibió desde entonces el revelador -y polémicoapelativo popular de la Valiente. En años sucesivos la situación no varió mucho: en 1933
tampoco hubo procesiones en Semana Santa y en 1934 no todas las cofradías efectuaron la salida. Éstas fueron algunas de las repercusiones de la situación del país en lo referente a la religiosidad popular de Sevilla. Traslademos ahora este contexto incierto y hostil a Cantillana y analicemos cómo afectó a sus manifestaciones religiosas, centrando nuestra atención en la hermandad de la Divina Pastora, asentada en este pueblo ribereño desde el primer cuarto del siglo XVIII. Al contrario de lo que podría esperarse teniendo en cuenta la realidad reinante y lo que estaba ocurriendo en Sevilla apenas a 30 kilómetros de Cantillana- y en el propio pueblo, la Hermandad de la Divina Pastora no vio alterada su actividad ordinaria durante la II República. Entre 1931 y 1935, los cultos internos se desarrollaron según la costumbre y la procesión no dejó de celebrarse ningún año. Como hemos visto, la vida de las hermandades de Sevilla no se perturbó seriamente hasta 1932, pues cuando se instaura la República en abril de 1931, la Semana Santa de ese año ya se había celebrado. Pero las fiestas de la Divina Pastora tenían que celebrarse en septiembre y para entonces el sentimiento anticlerical había alcanzado cotas peligrosas: los nuevos gobernantes pronto llevaron a término una legislación laicista y se mostraron permisivos ante los numerosos altercados de orden público y atentados antirreligiosos contabilizados entre abril y septiembre del 31. En Sevilla como en Madrid, Málaga, Córdoba, Cádiz, Jerez o Sanlúcar- ardieron varias iglesias y conventos en mayo de 1931: San José, el Buen Suceso, las Mínimas, los Paules. Tres meses más tarde, el 23 de agosto, se produce el cerco militar al bar Casa de Cornelio, lugar de reunión de los izquierdistas sevillanos más extremos, que se saldó, según las crónicas, con 20 muertos y más de 200 heridos. Y éstos son sólo algunos ejemplos de la tónica imperante en la capital hispalense recién instituida la República. Todo ello configuró una sociedad inquieta y agitada que no era la más propicia para las manifestaciones religiosas. Si nos atenemos a lo recogido en ciertos documentos de la época, podemos asegurar que la situación político-social que venimos comentando hizo temer por la celebración de las tradicionales fiestas pastoreñas de Cantillana en 1931. Así se colige de lo ex-
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El Risco de la Divina Pastora en los años de la II República. Obsérvense los dos candelabros donados por las vecinas de la calle San Bartolomé en 1931, colocados junto a la Virgen.
puesto por un anónimo periodista en un artículo satírico titulado El nuevo régimen en Cantillana, publicado en La Unión el 12 de agosto de 1931. El autor, después de poner en boca de dos imaginarios interlocutores una irónica y amarga reseña de los conflictos sociales y políticos surgidos en el pueblo tras la llegada del gobierno republicano, se pregunta que pasará ese año con las célebres fiestas de Cantillana y comenta lo siguiente: Ya ve cómo anda el pobre pueblo termina el hombre, iniciando el mutis hacia la escalera. Por perderlo todo, nos vamos a quedar hasta sin fiestas. / -¡Cómo! Las populares y célebres fiestas de Cantillana.../ -Sí señor. Estas fiestas que además de satisfacer la devoción popular, dejaban mucho dinero por los forasteros que venían, no se celebran este año. Ni saldrá la Asunción, ni la Pastora. / Me parece imposible. Aunque divididos en las dos hermandades, los cantillaneros están unidos en cuanto todos tenían el común anhelo de dar el esplendor posible a sus fiestas tradicionales. / -Este año hay miedo o aburrimiento o cansancio. Las autoridades ni inspiran confianza a la generalidad de la opinión y las colectas que se hacían otros años, y que siempre reunían dinero de sobra para los gastos, este año ni se han empezado siquiera (...) Perderemos la diversión y los dineros, por obra y gracia de esta República en que no pueden actuar los republicanos. Los pronósticos del articulista no se cumplieron y la hermandad celebró en septiembre de 1931 los cultos y la procesión de la Virgen con normalidad, tal y como se recoge en el Libro de Actas de la corporación y en diferentes crónicas periodísticas de aquellos días. Pasadas las fiestas, el periodista Manuel Ríos Sarmiento (bajo el seudónimo de Berto Cellini) se congratulaba de que las condiciones adversas no hubieran impedido las celebraciones pastoreñas: Y vinieron con ímpetu los vientos, vientos empujados por el resoplido de la impiedad, vientos que traían llamaradas de incendios y ayes de corazones doloridos. Y Cantillana gritó: ¡Viva la Pastora Divina! Y la Pastora Divina paseó triunfante por su pueblo (...) ¿Son estas notas del presente año, bélico, inquieto, de neblinas en el provenir? Son notas de siempre. Sólo algunos detalles nos revelan, al llegar septiembre, el extraño panorama que había sobrevenido: en uno de los Libros de Cuentas de la hermandad consta un gasto por el envío de un telefonema enviado a Al-
calá Zamora, Presidente de la República, ya que las hermandades estaban obligadas a solicitar permiso a las autoridades civiles para celebrar sus cultos externos. Por otro lado, las vecinas de la calle San Bartolomé, por miedo o por prohibición, deciden no montar en 1931 el arco de papel picado que lucía durante las fiestas en la esquina del Llano; con la partida de dinero que tenían reunida para la instalación del arco, adquieren y regalan a la Virgen dos candelabros de plata que desde entonces forman parte del risco. Anécdotas y curiosidades de unos años insólitos. Llegan las fiestas de 1932, la Pastora vuelve a salir a la calle el 8 de septiembre y las comparaciones con lo vivido en la Semana Santa de Sevilla de ese año son inevitables. De esta manera se expresaba, en un reportaje publicado el 13 de septiembre de 1932 en El Correo de Andalucía, el corresponsal enviado a Cantillana con motivo de la procesión: Por doquier se oye: ¡Viva la Divina Pastora! ¡Viva la Madre de Dios! Y al oír estas voces y al ver tanto entusiasmo y fervor, llego a emocionarme, casi se asoman lágrimas a mis ojos y, sin querer, pensé en Sevilla. En el año 1933 los diarios siguen destacando el hecho de que las fiestas pastoreñas se celebren con total naturalidad, con el esplendor de siempre, a pesar de las dificultades sociales. En una columna de prensa publicada en septiembre de 1933 leemos lo siguiente: Tienen los cantillaneros, como primer sentimiento de su espíritu, la devoción a su Divina Pastora. Después vienen los estados
pasionales, la lucha de clases, los ideales políticos. Por eso las fiestas de la Pastora Divina no se han suspendido nunca, aunque vendavales humanos o tempestades sociales parecían impedir la manifestación externa del fervor religioso (...) Todos los cantillaneros forman con el paso de la Pastora un solo grupo, realizándose la unión más grande y más fuerte de los hombres, que olvidan rencores y querellas y se funden en un mismo sentimiento religioso. Muchas de las noticias referidas a las fiestas de la Divina Pastora publicadas entre 1931 y 1935 coincidían en señalar que aquellas constituían un singular y alentador testimonio de fe en unos años tan poco proclives a las creencias religiosas. A. Cantos escribía en una recensión de las celebraciones pastoreñas de 1934: Cantillana en fiestas, el pueblo simpático ungido de fe religiosa (...) una lágrima furtiva empañó los ojos del cronista, testigo de tan magnífico espectáculo de fe religiosa. O este párrafo, extraído de un artículo periodístico sobre las fiestas publicado en el rotativo La Unión el 7 de septiembre de 1934: Someramente, esto es lo que podemos escribir sobre el pasado y el presente de la Divina Pastora, que, a pesar del sectarismo moderno y las vicisitudes humanas, no han podido desterrar ni arrancar la fe cristiana y sus cultos más preciados de esta pintoresca villa, cuando se tiene la plena confianza y la protección de la Pastora de las almas. En el ABC del 6 de septiembre de 1935, encontramos: son sobre todo las fiestas de Cantillana en honor de su Pastora una hermosa manifestación de piedad y fe; mientras que en una extensa memoria de las fiestas publicada en La Unión (11 de septiembre de 1935), tenemos lo siguiente: La procesión de la Divina Pastora desbordó el fervor y la fe del pueblo amante de sus tradiciones (...), porque ese clamor, tan efusivo y espontáneo, significa la ofrenda de un pueblo creyente, que ama, sobre todo, sus tradiciones y que se enorgullece en proclamarlo con fervoroso entusiasmo. Interrumpimos aquí nuestro relato para continuarlo en el próximo número. Retomaremos el devenir de los acontecimientos en 1936, poco antes de comenzar la Guerra Civil, y recordaremos pormenorizadamente y desde una perspectiva novedosa, uno de los episodios más sugestivos y memorables de la vida de nuestra hermandad. Pero esa ya es otra historia.■
50 Estrenos y donaciones
Faldón delantero del paso de la Divina Pastora
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s, sin duda alguna, el estreno que marcará el presente año. Se trata en verdad del ambicioso proyecto que esta ejemplar cuadrilla de hermanos costaleros está llevando a cabo: los nuevos faldones del paso de la Pastora. Es un proyecto de largo desarrollo que se extenderá (D.m.) hasta septiembre de 2008, cuando se tiene previsto la conclusión de las cuatro caídas para las andas procesionales. Esta gran empresa cuenta con buenos padrinos. De un lado, la dirección artística de la obra, que recae como en otras ocasiones en las manos de Luis Manuel López. Por otra, la ejecución llevada a cabo en el taller de bordado de Manuel Solano, que ya nos sorprendió el pasado año en la elaboración del suntuoso estandarte corporativo. Y, por último, con el apoyo económico y moral de todos los pastoreños, movilizados por la cuadrilla de hermanos costaleros. El próximo 8 de septiembre veremos lucir el paso de la Divina Pastora con un maravilloso paño delantero. Esta pieza une de forma singular el buen gusto del diseño con la sabia conjunción de motivos simbólicos. Es, por así decirlo, un bodegón del pastorado, donde cayados, frutas, flores, cuernos, cascabeles, cuerdas y flautas configuran una armónica evocación de la chambrana de una mesa barroca. Hemos de decir también que este diseño no encuentra todo su sentido en el actual paso procesional, sino que están pensados para aquellas futuras y definitivas andas de plata, ese místico proyecto que Cantillana elevará algún día como ofrenda perpetua hasta la Divina Pastora. En esta futura idea encuentran su enlace las grandes guirnaldas de rosas bordadas en oro, símbolo evidente del rosario, nombre y oración de esta hermandad. En los centros de cada cara luce el escudo de cuatro de los más insignes personajes vinculados de alguna forma a la historia de esta laureada corporación. Son, en primer lugar, el escudo de
Cantillana ysuPastora
Su Majestad el rey Juan Carlos I, hermano mayor; de los condes Vicentelo de Leca; del beato cardenal Spínola, hermano mayor perpetuo; y del cardenal Lluch y Garriga. Orgullosos de esta gran obra, queremos agradecer de corazón a cuantas personas la han hecho posible. Desde el lápiz a la aguja, pasando por quien compró una papeleta, todos han contribuido en la elaboración de esta magnífica obra.
Restauración de las lámparas de la novena
te los cultos mayores. Se trata sin duda de la mejor y más valiosa lámpara que se conserva en Cantillana, que había sido injustamente desterrada a un viejo cajón de madera. Su fama en cambio nunca decayó y le ha ayudado a volver tras un olvido de cuarenta años. El extraño nombre con que es conocida corresponde al origen del cristal, desde la actual república checa procede el vidrio que aún hoy trabajan artesanalmente en la zona de la Bohemia. Su fabricación, sin embargo, parece tener la marca veneciana. Fue la ciudad de los canales un importante centro de creación del diseño art nouveau y, por su puesto, de la artesanía del vidrio soplado. De esta manera, podemos decir que la checoslovaca sincroniza dos grandes fórmulas de calidad: la materia prima de Bohemia y la artesanía de Venecia. Tras estar aproximadamente 40 años desmontada y guardada se ha procedido felizmente a su restauración que ha consistido esencialmente en la limpieza
Las dos arañas grandes
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impático nombre con el que se conoce este tipo de lámparas de cristal que con sus largos y sinuosos brazos parecen imitar las patas de aquellos insectos. Conocido es por todos la calidad y magnitud de las dos lámparas que se colocan en la nave central de la iglesia, sobre todo de la mayor (con una altura aproximada de tres metros), obras ambas ejecutas en 1951 por un maestro lamparero siguiendo los modelos de las lámparas barrocas fabricadas para el palacio de La Granja de San Ildefonso en el siglo XVIII. Para su recuperación ha sido necesario encargar varias piezas perdidas o rotas completamente a lo largo del sufrido trasiego de 57 años. Esto constituye la primera fase de la restauración que debido a su envergadura no se concluirá definitivamente hasta el año que viene.
La araña checoslovaca
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amosa hasta el mito, dentro de los conocedores del patrimonio pastoreño, es esta lámpara de diseño modernista que en la década de 1920 regalara Florencio Solís Rivas para adornar la nave central de la iglesia duran-
de todas las piezas para recuperar el especial brillo azulado-grisáceo del cristal, producto de una mezcla con algún componente como el azogue para conseguir el efecto de reflejos espejeantes (recuérdese en este sentido las innovaciones realizadas por las marcas Lalique o Tiffany en los reflejos metálicos para vidrios modernistas). Posteriormente, se restauraron algunas piezas rotas y se recuperó el cromado de la estructura interior, pero el proceso más complejo consistió en encontrar un taller de calidad que copiara las 10 piezas que faltaban y que había motivado su retirada. Es justo agradecer desde estas páginas a todos esos devotos que con su donativo han hecho posible la restauración de estas maravillosas piezas.
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Pulsera de oro
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onación de Pastora Conde Lozano, se trata de una valiosa pulsera de eslabones flexibles fundidos en oro de ley y será estrenada el próximo 8 de septiembre.
Restauración de los cayados de plata sobredorada
Capa pluvial
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mportantísima donación la que ha realizado Pastora Rodríguez Durán, que es uno de los grandes estrenos para este año. Se trata de una impresionante capa pluvial de tisú de oro bordada en oro, con su estola, que completa el juego con el palio eucarístico que posee la hermandad. Es una obra francesa de la primera mitad del siglo XIX con un elegante diseño estilo imperio a base de roleos vegetales. Está todo bordado en la técnica de la cartulina con hilo de oro fino y el motivo central del capillo es un gran haz de espigas. Esta obra será utilizada para la procesión eucarística de la última noche de novena y pasará a engrosar de forma importante el patrimonio de la Divina Pastora. Para este mismo juego eucarístico ha sido adquirida una preciosa palia con el motivo del pelícano bordado a realce en el centro. Es de destacar el tamaño de la misma y la riqueza de su bordado.
Cruz de remate para el nuevo estandarte
E
s donación del matrimonio formado por Manuel Maqueda Pardo y Rosario Sanz Sánchez como conclusión del magnífico estandarte que regalaron el pasado año. Está diseñada por Luis Manuel López Hernández y ejecutada en el taller de Manuel Valera Pérez, configurando una cruz pontificia anclada sobre un orbe con corona real. Está realizada en plata y plata sobredorada y lleva engastados ocho cristales de roca naturales, tallados expresamente para el diseño en Brasil, y una gran bola de lapislázuli que forma el
globo terráqueo. Es uno de los estrenos importantes que servirá de colofón al nuevo y ostentoso estandarte corporativo.
Rosa de oro
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strenada en la romería de 2005 y destinada a la boca del Cordero Inmaculado que acaricia la mano de la Divina Pastora, simboliza el avemaría de la oración del rosario, que enseña y ofrece como emblema piadoso. Esta rosa ha sido ejecutada en oro de 18 quilates con el sobrante de la recolecta hecha para el cayado de la Virgen. Fue diseñada y llevada a cavo por Manuel Valera Pérez, y donada anónimamente por una familia pastoreña.
Brazalete de oro y diamantes
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orresponde a los estrenos de la romería de 2005 y fue donada por Antonia Espinosa Ortiz con motivo de una promesa. Es una bellísima pieza elaborada a partir de una joya del siglo XVIII. Es toda de oro y plata con engaste de 75 diamantes de diferentes tamaños.
Pañuelo de encaje
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egalo de María de la Encarnación Civantos, es un pañuelo de encaje antiguo que se utilizará en los besamanos de la Virgen.
E
sta restauración ha sido llevada a cabo en el taller de Joaquín Ossorio y ha consistido en la ejecución de una vara para el remate en forma de C, que añadieron en la década de 1910 a la antigua vara del siglo XVIII, y la recuperación del remate curvo que se eliminó de la primitiva vara. Finalmente, las dos piezas han recibido un chapado en oro de ley. Estos trabajos han sido costeados por la familia Hahn Pérez.
Beato Diego José de Cádiz
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s, junto con una columna barroca, y varios cuadritos de la Divina Pastora, las donaciones recibidas de fray Miguel de Cantillana en 2006. La escultura es una pieza de la primera etapa de la fábrica de arte sacro de Olot (Gerona).
Una mariposa de plata
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ue estrenada en el sombrero que lució la Virgen en la pasada romería y es una obra diseñada, elaborada y donada por Lucío Rodríguez García. Está compuesta de varios brillantes, rubíes, esmeraldas, corales y zafiros.
Otros estrenos
■ Un pañuelo de encaje donado por Mª de
la Encarnación Civantos ■ Una escultura del Beato Diego José de Cádiz, donada por Fray Miguel ■ Una estola de muaré blanco donada por las niñas Pastora y Lucía Barrera Sarmiento.
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Cantillana ysuPastora
3CARPINTERÍA Y MUEBLES JOSÉ MANUEL ORTIZ ORTIZ
Pol. Ind. Ntra. Sra. de la Soledad, 14, Cantillana Tlf.: 955 730 809. Móviles: 620 916 938 y 620 946 637
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Otras noticias de la Hermandad
Bendición del nuevo estandarte corporativo y los sombreros bordados en oro Fueron dos destacados estrenos del pasado año donaciones de las familias Maqueda Sanz y Naranjo Espina
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l pasado 8 de septiembre durante la Función Principal fue bendecida la nueva insignia corporativa de la hermandad bordada en oro sobre tiú de plata en los talleres de Manuel Solano en Morón de la Frontera según diseño de Luis M. López. Asimismo, fueron ofrecidos sendos sombreros tejidos en hilo de oro y topacios para la Divina Pastora y el Pas-
torcito que fueron estrenados en la Romería 2005. Fueron llevados a cabo en los talleres de las hermanas Rama en Brenes, según diseño de José Naranjo Ferrari. La junta de gobierno expresa su agradecimiento a todas las personas que hicieron posible estas dos obras de arte que engrandecen el patrimonio de la hermandad.
La hermandad, con la Patrona y Alcaldesa Perpetua E
l Pleno del Ayuntamiento de Cantillana decidió por unanimidad en diciembre de 2005 otorgar a Nuestra Señora de la Soledad, Patrona Canónica de la Villa, el título de Alcaldesa Perpetua. Este reconocimiento viene a refrendar de forma oficial una vez más la veneración y el amor que los cantillaneros han demostrado por su patrona y bienhechora a lo largo de los siglos. La Hermandad de la Soledad organizó una serie de actos y cultos para festejar el nombramiento. Entre ellos destacamos la ceremonia de imposición del bastón de mando durante una función religiosa celebrada el 17 de diciembre, y la procesión extraordinaria del día siguiente, a la que asistió corporativamente la junta de gobierno al completo con estandarte y varas, acompañando a la Virgen en el cortejo oficial hasta el Consistorio.
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Cantillana ysuPastora
Inaugurado el salón de las carretas en la Cuesta de la Tahona Las nuevas instalaciones cuentan con una superficie de más de 500 metros cuadrados y servirán de almacén y lugar de trabajo
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n vísperas de la romería de 2005 tuvo lugar la apertura oficial y bendición de las dependencias que la hermandad ha levantado para custodiar la carreta de plata de la Virgen, el resto de galeras, diversos enseres y todos los materiales y elementos ornamentales (arcos, banderas, mástiles, escenarios) que se usan en los montajes de las fiestas. El edificio se compone de una amplia nave muy bien equipada, ante la que se abre un patio donde pernoctarán y serán uncidas las yuntas de bueyes; la fachada la constituye una artística espadaña presidida por un azulejo de la Divi-
na Pastora de gran formato, que luce sobre la cancela de entrada. La fábrica ha corrido a cargo de la empresa local Construcciones Naranjo Espino. Todos los asistentes a la inauguración pudieron comprobar que se trata de una obra de gran envergadura, que va a reportar muchos beneficios a la vida de hermandad. Durante el último año se ha demostrado su carácter multiuso, ya que ha albergado diversas actividades organizadas por el grupo joven, el coro o la cuadrilla de hermanos costaleros. Asimismo, se han llevado a cabo con mucha comodidad y facilidad gran parte de las tareas y preparativos previos a los cultos y celebraciones de septiembre. Debemos agradecer nuevamente el apoyo prestado por cuantos han trabajado o colaborado de alguna manera para que el salón de las carretas sea una realidad y un logro de todos. Muchas gracias y que la Divina Pastora os lo premie.
Aracena acogió, en julio, el VI Encuentro de Hermandades de la Divina Pastora, cuya edición anterior la celebró Jaén en octubre Los actos centrales de ambos encuentros tuvieron lugar en la Iglesia Mayor arundense y la catedral de Jaén respectivamente, y convocaron a varios centenares de pastoreños
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os días 1 y 2 del pasado mes de julio se celebró en la localidad onubense de Aracena un nuevo encuentro anual de hermandades pastoreñas andaluzas, organizado en esta ocasión por la Hermandad de la Divina Pastora de dicha ciudad. Resultó un encuentro multitudinario, ya que participaron más de 20 hermandades, que compartieron unos días de fraternal y festiva convivencia. La representación de la hermandad de Cantillana fue la más numerosa. El sábado 1 de julio asistimos a una conferencia en torno a la actualidad de la devoción a la
Madre del Buen Pastor, tras la que la imagen de la Divina Pastora fue trasladada desde su sede canónica, la parroquia del Carmen, hasta la Iglesia Mayor de Aracena, donde se celebrarían al día siguiente los cultos principales del encuentro. La Virgen estuvo acompañada durante la procesión por varias hermandades pastoreñas. El domingo 2 de julio, por la mañana, salió un rosario público con todos los simpecados de las hermandades asistentes, representaciones de las cofradías de Aracena y la corporación municipal. El rosario se ofreció por
las intenciones del viaje de S.S. el Papa a Valencia. En el curso del citado rosario se bendijo un retablo cerámico dedicado a la Divina Pastora de Aracena en la fachada de su templo. A las doce del mediodía se rezó el Ángelus en la Iglesia Mayor y seguidamente comenzó la solemne celebración eucarística, oficiada y predicada por el Rvdo. Sr. D. Longinos Abengózar Muñoz, arcipreste de la Sierra de Aracena, por delegación del Sr. obispo de Huelva y en representación suya. Concelebró fray Mariano Ibáñez, provincial de los Capuchinos de Andalucía. La jornada
acabó con el pleno ordinario de hermanos mayores y un almuerzo de hermandad. Como anunciamos en el número anterior, los días 1 y 2 de octubre de 2005 se celebró en Jaén el V Encuentro de Hermandades Pastoreñas. Un gran número de hermandades participaron en los actos centrales, celebrados en la catedral de la capital jiennense. El día anterior, los asistentes fueron recibidos por la comunidad dominica y la cofradía matriz en el santuario de la Virgen de la Cabeza de Andujar, y realizaron varias visitas culturales guiadas.
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Nueva iluminación artística y obras de mejora en el camarín de la Virgen La prestigiosa empresa Mariscal Montajes Eléctricos S.A. ha instalado un moderno sistema a base de fibra óptica y fuentes de luz de última generación ● Se han restaurado las pinturas de la bóveda, obra del cantillanero López Cabrera, ejecutadas en 1901
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ntre febrero y mayo de 2006, un equipo de especialistas llevó a cabo el montaje de la nueva iluminación artística del camarín de la Divina Pastora. Dicha instalación cuenta con los más modernos sistemas de alimentación y con lámparas especiales de diferentes tipos, y sigue los criterios luminotécnicos para iluminación de monumentos y obras de arte. Por ello, tanto la apreciación visual y las condiciones de conservación de la imagen y su entorno, como la seguridad del recinto, han alcanzado un nivel óptimo. Aprovechando el período durante el que se desarrollaron estos trabajos, la hermandad acometió varias reformas en el camarín. Las ventanas han sido
sustituidas por cuatro óculos con vidrieras de colores, que reproducen los escudos del cardenal Spínola y la familia Palazuelos Morillas (promotores de la construcción de esta capilla), y los emblemas marianos y pastoriles, donaciones de Antonio y Juan Arias Merino, Familia Jiménez Merino y Concepción y Carmen Ortiz Pérez. Las pinturas murales de la bóveda han sido restauradas. Varios técnicos de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla han fijado la gloria de ángeles del
ANTONIO J. CASTAÑO
techo, pintados hace un siglo por el académico Ricardo López Cabrera, y que presentaba desprendimientos. Asimismo, los artistas locales José Antonio Rodríguez Hidalgo, Luis Manuel López Hernández y José Naranjo Ferrari han llevado a cabo la decoración de las partes nuevas: arco de madera que soporta la fibra óptica y los marcos circulares de las vidrieras. El risco de la Virgen, la sacristía y la sala de insignias se han adecentado, y se ha acometido, entre otros, el impor-
tante trabajo de dorado de las rejas que cierran el Camarín y los lampareros exteriores, obra realizada por Antonio Solís Sáenz de Tejada. Sin duda, el cambio de la iluminación interior del camarín era una necesidad imperiosa y el resultado ha sido del agrado de todos. No en vano, las labores han corrido a cargo de una entidad de prestigio internacional y dilatada experiencia que ha trabajado, por ejemplo, en la Catedral de Granada, el santuario de la Virgen del Rocío o la basílica del Gran Poder. La hermandad agradece sinceramente la numerosa colaboración y apoyo de todos los hermanos y devotos que han hecho posible este ansiado proyecto.
Cincuenta aniversario del traslado de los restos de fray Bernardino
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l 9 de diciembre de 2005 se celebró ante el camarín de la Divina Pastora una solemne función con la que la hermandad quiso conmemorar la inhumación de los restos de fray Bernardino de Laredo, ilustre farmacéutico y místico franciscano del siglo XVI, a los pies de nuestra titular, donde descansa desde el 10 de diciembre de 1955 por iniciativa de nuestra corporación y de la orden capuchina. Participaron en la celebración religiosa fray Francisco García, ministro Provincial de la Bética Franciscana, fray
Mariano Ibáñez, ministro Provincial de la Bética Capuchina, y fray Arcángel Manzano, Guardián del Convento de San Antonio de Padua (Sevilla). La predicación corrió a cargo de fray Joaquín Pacheco Galán, quien trazó una completísima semblanza intelectual y espiritual de esta figura señera de la literatura religiosa renacentista y precursor de la medicina moderna. Asistió una representación del Real Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, como ya ocurrió en el funeral de hace 50 años.
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Cantillana ysuPastora
La hermandad celebra el centenario de la muerte del beato Marcelo Spínola Diversos actos y cultos han recordado durante el año la figura del cardenal sevillano y hermano mayor perpetuo de la corporación
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n 2006, la Iglesia de Sevilla ha conmemorado los cien años del fallecimiento de un prelado de gran carisma y gratísima memoria para la diócesis hispalense: el beato Marcelo Spínola y Maestre, conocido como el arzobispo mendigo por su vocación de ayuda a los más desfavorecidos. Es sabida por todos la estrecha y fructífera vinculación del cardenal Spínola con la Divina Pastora de Cantillana. Por tanto, la hermandad no podía dejar de sumarse a la celebración de este aniversario de la muerte de quien es su hermano mayor perpetuo y fue su ilustre benefactor. En enero del presente año, la hermandad acudió a la presentación del programa de actos propuesto por las Esclavas del Divino Corazón, congregación fundada por don Marcelo con la que
San Benito y la Divina Pastora
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n año más y después de casi dos décadas, la hermandad filial de San Benito de Brenes volvió a acampar, tanto en su camino de ida como en el de vuelta, en la explanada situada frente a la ermita de la Divina Pastora en Los Pajares. La corporación brenera tiene por costumbre realizar una ofrenda floral y rezar una salve en el santuario, ante la Virgen. La hermandad pastoreña los recibe y acompaña cada año, y agradece profundamente este gesto, correspondiendo con una ofrenda de flores a la carreta que porta el estandarte del santo patrón de Europa.
tenemos una fluida relación. La celebración del triduo anual de regla al beato Spínola revistió un carácter especial, pues la función estuvo presidida por monseñor José Gutiérrez Mora, canónigo de la S.I.C. Del mismo modo que en 1981, 1987 ó 2001, el 22 de enero de 2006, la hermandad peregrinó con el simpecado rojo de la Divina Pastora hasta la Catedral de Sevilla. El simpecado pastoreño salió en procesión desde la iglesia del convento de la Encarnación hasta la capilla de los Dolores del templo metropolitano, donde se ofreció una misa ante el sepulcro de Spínola, que fue oficiada y predicada por el Muy Ilustre Sr. D. Manuel Vázquez Vázquez, canónigo de la S.I.C. El 17 de febrero de 2006, varios miembros de la junta de gobierno acudieron a la invitación de la Hermandad del Gran Poder para asistir a una conferencia acerca de la personalidad de Spínola y Maestre, pronunciada por fray Carlos Amigo, cardenal arzobispo de Sevilla. Por último, tenemos que reseñar que la hermandad ha solicitado a las Esclavas del Divino Corazón la donación de algunos objetos personales del cardenal Spínola, con la intención de tener siempre presente el afán de servicio y humildad que caracterizaron a este pastor de la Iglesia, quien llegó a decir en Cantillana el 8 de septiembre de 1900: todo lo encierra la advocación de Pastora .
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Se consolida la celebración de las Candelas pastoreñas en Los Pajares L a implantación de nuevas fiestas por iniciativa popular ha sido siempre un fiel exponente de la pujanza de la devoción pastoreña de Cantillana, así como de la profunda implicación de los pastoreños en cualquier acto o culto relacionado con la Divina Pastora. La primera romería de 1952 nos ofrece un caso paradigmático en este sentido. Más recientemente hemos asistido al nacimiento y auge de la costumbre de celebrar en la aldea pastoreña de Los Pajares
una antigua tradición de nuestro pueblo, las Candelas, que los pastoreños han hecho suya marcándola con su singular impronta. En febrero de 2006, la noche de las Candelas, en torno a la ermita de la Divina Pastora fue multitudinaria: más de 50 niños fueron ofrecidos a la Virgen tras la misa de la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo y Purificación de Nuestra Señora. La bendición del fuego y posterior procesión litúrgica de la luz se vivieron con recogimiento y resultaron bellí-
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simas. Cientos de hogueras ardieron en todas las calles y alumbraron una madrugada de convivencia y diversión para vecinos y visitantes. Por todo ello, podemos decir que la celebración de las Cande-
larias en Los Pajares es una iniciativa no sólo que está asentada, sino que crece cada año gracias, una vez más, a la participación entusiasta y sin condiciones de los pastoreños cantillaneros.
El grupo joven sigue adelante con sus proyectos E l grupo joven de la hermandad prosigue su incesante actividad durante todo el año y ha incrementado notablemente el número de actividades realizadas el pasado ejercicio. Además de los cuatro viajes y las cuatro rifas realizadas para sufragar sus gastos, y responder a cuantos requerimientos se le han hecho por parte de la junta de gobierno, han desarrollado otras iniciativas solidarias y culturales, de las que hablaremos a continuación. Durante las fiestas navideñas tuvieron lugar tres citas importantes. El 18 de diciembre de 2005 se celebró en la Casa de la Cultura el II Concierto de Navidad, en el que participaron dos prestigiosos coros: Apóstol Santiago de Aznalcázar y Hermandad de la Divina Pastora de Capuchinos de Sevilla, cerrando el turno de actuaciones el coro de nuestra hermandad. El concierto fue un éxito y los asistentes pudieron disfrutar de una mañana muy agradable por la calidad musical de los coros. Una semana después, el grupo joven comenzó la campaña de Reyes, que se abrió con la recogida de juguetes y la visita del Cartero Real. Los miembros del grupo joven llevaron a cabo la
dura tarea de seleccionar, clasificar y empaquetar la gran cantidad de juguetes obtenidos. El 6 de enero de 2006, día de Reyes, se desplazaron hasta el Hogar de Acogida Santa Isabel de Sevilla y repartieron grandes lotes de regalos a los más de 30 niños allí alojados. La formación de los jóvenes pastoreños sigue siendo una prioridad para los responsables del grupo joven. Por tanto, se han celebrado nuevas sesiones del Plan Juvenil de Formación, que se puso en marcha en 2005. Durante este curso, las ponencias se han centrado en diversos aspectos de la historia de la hermandad y, especialmente, en el conocimiento histórico-artístico, iconográfico y devocional de
la imagen de la Divina Pastora de Cantillana. Antes de que finalice el año se celebrarán dos charlas más, una sobre el papel de los jóvenes en la Iglesia de hoy y otra acerca del significado religioso de la advocación pastoreña. El pasado mes de marzo, una representación del grupo joven se desplazó hasta la vecina localidad de Alcalá del Río para participar en un encuentro de jóvenes cofrades, organizado por la juventud de la Hermandad de la Soledad, durante el que disfrutaron de una amena jornada de amistosa convivencia y compartieron inquietudes e ideas con otros jóvenes. Por último, hay que recordar que la aspiración más ambiciosa del grupo joven sigue siendo la
decoración completa de la pastoreña calle de Martín Rey mediante elementos ornamentales de arquitectura efímera que han sido desde tiempo inmemorial típicos de nuestras fiestas. La idea es dotar a la calle más representativa y carismática de la procesión, de un carácter muy personal, conjugando monumentalidad y tipismo popular. La culminación de este proceso será destacar especialmente el lugar donde la Virgen es despojada del sombrero. Para todo ello se está recurriendo a modelos y montajes tradicionales en Cantillana. En septiembre de 2005 costearon la primera fase de esa renovación, lo cual supuso el estreno de dos arcos de papel picado, decorados con volutas y cartelas en que podían leerse algunas de las letanías isidorianas del siglo XVIII. Estas piezas son obra del herrero local Manuel González Fidalgo y el efecto que produjeron durante la procesión no dejó indiferente a nadie. Para septiembre de este año está prevista la conclusión de la segunda fase del proyecto, que sin duda gustará. El grupo joven ruega a todos su colaboración para llevar a buen término esta importante aspiración.
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Cantillana ysuPastora
Medalla de la Divina Pastora de Cantillana para una Dolorosa de Cádiz La hermandad obsequió con dicha alhaja a la Virgen del Amparo, titular de la cofradía gaditana de la Borriquita
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na representación de la junta de gobierno de la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana, con su hermano mayor al frente, viajó en octubre de 2005 hasta la iglesia conventual de Nuestra Señora del Carmen de Cádiz para imponer una medalla de oro de
ANTONIO J. CASTAÑO
nuestra titular a María Santísima del Amparo, que procesiona bajo palio el Domingo de
Ramos en la Semana Santa gaditana con la Hermandad de la Sagrada Entrada en Jerusalén.
La Virgen del Amparo estaba expuesta en devoto besamanos para la celebración de la solemne función de su triduo anual. En el ofertorio de ésta se le colocó a la imagen mariana en el pecherín la joya a la que antes hicimos referencia, la cual fue un regalo de nuestra corporación, que cumplía de esta manera el ferviente deseo de la Hermandad de la Borriquita de Cádiz de que su titular luciera en la estación de penitencia una medalla de la Divina Pastora de Cantillana. Desde estas líneas queremos agradecer sinceramente a nuestros hermanos de Cádiz el cariño y devoción que han demostrado en todo momento hacia la Divina Pastora, así como el trato que nos dispensaron en la visita a su sede canónica y casa de hermandad.
Cientos de sevillanos contemplaron el escaparate instalado por la hermandad en el Corpus de Sevilla Un monumental ostensorio barroco confeccionado con diversos enseres centraba la decoración ANTONIO J. CASTAÑO
El Belén monumental de la ermita se consolida como uno de los más pintorescos de la provincia
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a pasada Navidad, se volvió a instalar en la ermita de Los Pajares el tradicional Belén napolitano, que en esta ocasión contó con una nueva figura. Se trata de un caballo realizado en estuco que se suma así a las seis figuras estrenadas en 2004. Por su parte, Antonio López Hernández y José Naranjo Ferrari confeccionaron un lienzo con un paisaje pintado que sirvió de fondo al conjunto. Ambas novedades aportaron una gran vistosidad al Nacimiento.
El Belén que luce cada año en el santuario de la Divina Pastora destaca por su belleza, monumentalidad y distinción, peculiaridades que le han valido aparecer como visita recomendada en varias guías belenistas editadas por diversas entidades, destacando la del Diario de Sevilla sobre los belenes de la provincia. Por todo ello, no podemos dejar de felicitar, por su buen hacer y por su trabajo desinteresado, al grupo de hermanos encargados de su montaje.
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n la pasada festividad del Corpus Christi, la hermandad montó un escaparate artístico en el establecimiento regentado por la firma de moda de Luchy Cabrera en la plaza del Salvador de Sevilla. Se utilizaron numerosos enseres propiedad de la hermandad, entre ellos la peana de la Virgen, el sol del triduo o elementos ornamentales del paso procesional. Pero, entre todas las piezas destacaba especialmente la valiosa custodia-ostensorio que la hermandad adquirió el año pasado. El escaparate tenía un marcado carácter eucarístico, no sólo porque estaba concebido como un ostensorio monumental en que se enmarcaba otro más pequeño, en un juego visual muy conseguido,
ANTONIO ARIAS
sino porque presentaba las simbólicas uvas y espigas, y otros motivos como el cáliz o la patena y unos bellos bouquet de flores. El montaje recibió el elogio unánime de los cientos de sevillanos que visitan durante esos días los altares y escaparates que, como es costumbre, adornan las calles por las que discurre el Santísimo Sacramento.
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La hermandad visitó los monasterios de La Rioja
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l pasado mes de julio tuvo lugar una nueva edición de la ruta turística de verano organizada por la hermandad. En esta ocasión, los viajeros tuvieron la oportunidad de conocer los célebres monasterios riojanos de Cañas, Nájera y San Millán de la Cogolla, en cuya emblemática biblioteca se encuentran los primeros testimonios escritos conocidos de la lengua española, entonces naciente. Igualmente, visitaron en Valvanera a la patrona de La Rioja, y pudieron disfrutar de la denominada ruta del vino, producto por que el esta región ha alcanzado fama internacional. Han conocido también el patrimonio monumental de
importantes ciudades históricas como Segovia, Santo Domingo de la Calzada, Laguardia y Cuenca. Aprovechando
la cercanía con Zaragoza tuvieron la posibilidad, siempre bien recibida, de visitar a la Virgen en la basílica del Pilar.
descendiente del compositor Joaquín Turina, perteneció al coro de señoritas de la hermandad, donde interpretó muchos años las antiguas coplas de la Novena.
Necrológica
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Dos hermanas centenarias
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ándida Coronado Cantillo (11/10/1905) y Salud Rivas Ortiz (16/03/1906), hermanas de la Divina Pastora, han cumplido recientemente cien años, efemérides que han celebrado en el seno de la hermandad. Por este motivo, una representación de la junta de gobierno las homenajeó visitando sus domicilios y haciéndoles entrega de un ramo de flores y una fotografía dedicada de la Divina Pastora. Salud Rivas Ortiz,
l pasado 8 de marzo falleció N.H.D. José Monge Durán, un pastoreño especialmente vinculado a la hermandad durante toda su vida. Desde los años 50 perteneció a la comisión de festejos pastoreña y en 1980 entró a formar parte de la junta gestora que rigió los destinos de la hermandad hasta las primeras elecciones de 1998. En representación de la corporación, fue miembro de la junta económica constituida para la restauración del templo parroquial y durante dos legislaturas fue hermano mayor de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, Patrona de Cantillana. José Monge fue uno de los promotores de la cuadrilla de hermanos costaleros y de la ejecución de la nueva canastilla del paso de la Divina Pastora. Asimismo, alentó la construcción de la casa de hermandad de la calle Juan Ramón Jiménez. Que goce junto a Dios y a la Divina Pastora en el Risco eterno. Descanse en paz.
Participaron en esta excursión más de 50 personas que ya aguardan deseosas la ruta de 2007.
Presidentas
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l rosario de la víspera será presidido este año por las hermanas Concepción Conde Jiménez y Águeda María Riaño Pablo, y el del último día de novena por Inmaculada Pérez Errazquin y Carmen Dolores Naranjo Amador.
Romeras y damas
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a sido designada romera mayor de la Romería 2006 la señorita Beatriz Ortiz Pérez, y damas las señoritas María Dolores Reina Hidalgo, Raquel Resino Muñoz, Virginia Lagares Carrero y María Luisa Fernández Barrera. La romera infantil será la niña María del Carmen Martínez Moreno y sus damas, las niñas María Jesús García Villalón, Pastora María Sánchez Pablo, Elisabeth Navarro Sayago, Pastora Martínez Palomo, María Remedios Olivera García y Lucía González Sanz.
60 Repican a gloria
Cantillana ysuPastora
El final de mi pregón
JUAN CARLOS GALLARDO
José Arias Solís pregonero de la Romería de 2005
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or tercera vez me tocó ser pregonero de la romería. La junta de la hermandad lo creyó oportuno y me lo comunicó en el mes de mayo. Agradecí ilusionado esta nueva oportunidad que se me brindaba para encender y hacer vibrar a mi pueblo, poniéndole por delante la devoción sincera a la Divina Pastora que todos llevamos dentro, en una fecha tan señalada como la de la víspera de nuestra sin par romería.Para mí es un orgullo y una satisfacción grande hacer partícipes a todos los pastoreños de mis vivencias y sentimientos, descubriéndoles, sin tapujos ni complejos, parte de mi interior, hablándoles más con el corazón que con la boca.
La romería de 2005 tenía una connotación muy especial para todos. Era uno de esos años en los que la Pastora deja el camarín de su iglesia para ir con todos en su carreta de plata hasta su santuario de Los Pajares. Si bien la romería despierta cada año el entusiasmo desbordado de todos nosotros, que despedimos las fiestas con esta singular celebración, el año en que a los pocos días de la apoteosis del 8 de septiembre, la Divina Pastora vuelve a cruzar el umbral de la parroquia, en la mañana más alegre, festiva y gozosa de Cantillana, las dimensiones del acontecimiento se multiplican. De esa romería, ya de por sí extraordinaria, me tocó ser pregonero. El pregón se fue fraguando y tomando forma a lo largo del verano, gracias a la inestimable colaboración de mi amigo Antonio Portillo, sin la cual no hubiese sido po-
sible. Buscamos, entre los puntos y las comas, las fibras sensibles de la devoción pastoreña que a todos nos inculcaron. El telón de fondo de estos meses, antesala de nuestras fiestas, fue la incertidumbre sobre la presencia de los bueyes en las carretas, debido a la enfermedad que les afectaba. En ese contexto de cierta inquietud, de espera gozosa y de confianza en la decisión ya adoptada por la junta de gobierno, en la certeza de que sería la mejor posible, se desarrolló mi pregón. No podíamos imaginar entonces que la ausencia definitiva de los bueyes iba a propiciar que tuviésemos una romería como la que luego vivimos. La Divina Pastora sacó, una vez más, de los males grandes bienes y nos regaló lo que no nos esperábamos. Mi pregón quedó ahí, en los rincones del Llano y en los corazones de los pastoreños. Pero quedó inacabado. El pregón tendría que haberse acabado el día después de la romería. Ese día ya habríamos visto a la gente correr para la parroquia, antes de que se abriera, deseosa de contemplarla en un templete de plata. Ya habríamos vibrado en las naves del templo, al son de palmas y sevillanas, esperando que alzara el vuelo sobre nuestras cabezas. Ya se habría hecho el prodigio de verla salir por la puerta confundiéndose con su pueblo, andando entre sus hijos, sin saberse quién la llevaba ni cómo se movía. Ya habría pasado por Martín Rey en una ola que, desde Virgen de Fátima hasta el Llano, movía en su cresta sombreros y flores de flamenca, entre los sonidos de un mar de tambores y palmas al compás. Las mujeres, lágrimas en la cara, semblante desencajado, coraje y orgullo pastoreño y expresión viva de la devoción más nuestra, se turnaban disputándose un hueco a los pies de la Pastora, como nunca
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habían tenido oportunidad de hacerlo. Hombres de toda edad, costaleros, jóvenes... formaron la cadena ininterrumpida que unió la parroquia con la ermita. Ya la habrían visto asombrados los balcones y ventanas, las esquinas y aceras de Polvillo, Andalucía y Guadalquivir, buscando el camino de Los Pajares, rindiéndose a su paso todo juicio ante la evidencia de la maravilla. Luego sería el río. El paso de la barquilla de plata por las aguas y la llegada única e irrepetible a las puertas del santuario. Y después de los actos organizados en Los Pajares, y de la alegría de coches, caballos, vino y sevillanas por las casas y casetas, se habría producido el regreso, siempre alegre por lo vivido, reconfortados y confirmados ante la comprobación de la realidad que durante el resto del año soñamos. Sueño que se presenta ante nuestros
No podíamos imaginar entonces que la ausencia definitiva de los bueyes iba a propiciar una romería como la que luego vivimos ojos, entre el humo de las bengalas, cuando la Virgen se ilumina en la inmensidad del cauce del Viar, entre las sombras de la multitud que se desparrama por las orillas y el puente. Y la llegada triunfal a Cantillana, y de nuevo la cadena incansable de hombros y brazos hasta su casa. Y el asombro de los
que se quedaron en el pueblo al ver volver a la Señora, más radiante que nunca, con todas las miradas sólo hacia su paso, con todas las sevillanas sólo hacia su cara, con todos los vivas y las oraciones hacia sus ojos, los únicos en los que nos miramos los pastoreños. Cuando la Virgen quedó en el camarín de su capilla, cuando todos nos felicitamos por lo conseguido, cuando volvimos a nuestras casas con el convencimiento de que habíamos participado en un acontecimiento único e irrepetible, que pasaría sin duda a las páginas más brillantes de la historia pastoreña, es cuando tenía que haber sido el pregón. Sólo después de vivirla es cuando se puede dar por terminado el pregón de la romería 2005, que gracias a Dios y a la Divina Pastora se nos permitió conocer. He dicho. ■
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Cantillana ysuPastora
LA VIRGEN Foto anónima. Ca. 1910. La Divina Pastora aparece en el Risco con toca bordada en oro y pamela de rafia blanca llena de pequeñas rosas. Tiene el báculo de plata sobredorada con su primitivo aspecto, terminado en cayada y no con la espiral posterior. Se ilumina con velas, aunque aparecen dos grandes bombillas en los candelabros para alumbrar con más intensidad a la Virgen.
MARTÍN REY Foto anónima. Ca. 1933. La Virgen, ya sin sombrero, permanece parada delante de la puerta de la casa de Martín Rey entonces domicilio de la familia Sarmiento Rivas. Como siempre, gran número de personas rodean el paso y miran con asombro hacia la cámara del fotógrafo, esperando el disparo del flash. Tras el paso va la manguilla parroquial, al que acompañaba hasta este punto del recorrido.
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UNA CARRETA Foto anónima. 30 de septiembre de 1952. Un grupo de niñas vestidas de flamenca se dirigen al llano de Los Pajares en una de las primeras carretas de la romería. Entre ellas aparecen, de izquierda a derecha, Pastora Campos, Dolores Delgado, Rosario Solís, Rosario Salguero y Dolores Ferrari.
EL RISCO Foto anónima. Ca. 1980. La fotografía recoge el altar de cultos que cada año, desde el siglo XVIII, se monta para la novena. En un inventario de 1807 se relacionan exhaustivamente todos sus elementos, entre los que, como curiosidad, aparecen ocho borregos y catorce "bichos". Estos bichos eran serpientes y un lobo que se ponían acechando a las ovejas. El paño o velo del fondo es el que se estrenó en 1900, obra del célebre pintor sevillano José Jiménez Aranda.
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www.cantillanaysupastora.com