Comprendiendo el impacto de nuestra huella ecológica con un el pequeño ejemplo del agua embotellada Por. Equipo 4 (Ángela Esquivel, Mariana Cantú. Diego Peña, Carlos Treviño, Alan Sanmiguel, Lucero Cueto e Iván Oyervides)
¿Qué es la Huella Ecológica? La humanidad necesita lo que la naturaleza le proporciona, pero ¿cómo sabemos cuánto estamos utilizando y cuánto tenemos para utilizar? Todo lo que consumimos (productos o servicios de cualquier tipo), tienen un impacto en la naturaleza y, para poder medirlo, utilizamos “la huella ecológica”.
La huella ecológica es un indicador biofísico de sostenibilidad que expresa el impacto que ejerce una cierta comunidad, país, región o ciudad sobre su entorno, se expresa como la superficie necesaria para producir los recursos consumidos por cualquier actividad, así como la necesaria para absorber los desechos generados para el mantenimiento del modelo de consumo de la comunidad. La huella ecológica ha emergido como la principal medida mundial de la demanda de la humanidad sobre la naturaleza. Utiliza una unidad de medida que relaciona cantidades de superficie de suelo (hectáreas) con población (país, pueblo, familia) y el resultado se expresa en hectáreas de suelo necesarias para toda la población o para cada individuo. Los factores que se tienen en cuenta en el cálculo son: 1. El crecimiento de la población: 2. La pérdida de suelo fértil 3. La deforestación 4. El agotamiento de los recursos 5. el aumento del consumo. ¿Cómo se mide? 1º. Se delimita la dimensión del estudio (una persona o de una familia, una ciudad, un país)
2º. Se calcula cuánto consume de energía, alimentos, materias primas y suelo esa unidad de población elegida; para saber la superficie de terreno necesaria se utilizan unas tablas estandarizadas. 3º. Se suman todas las superficies, y el resultado se divide por el número de habitantes o la unidad seleccionada. Cuando se analiza la huella ecológica de un país se puede ver que los habitantes disponen de más hectáreas de suelo para mantener su nivel de vida que aquéllas que le corresponde dada la dimensión de su territorio. Esas hectáreas de más vienen de los países cuya huella ecológica es menor a la media y de las producciones futuras de la tierra, esto significa que hay poblaciones que se están apropiando de superficies fuera de su territorio o que están haciendo uso de recursos de generaciones futuras. La huella ecológica de las bebidas Como podemos deducir, el ámbito de la alimentación no es ajeno a la huella ecológica. Todos los procesos que intervienen en la producción, transformación y elaboración, transporte y consumo de alimentos, dejan una huella en la naturaleza. Entonces, imaginemos que lo único que consumimos son bebidas, específicamente nos enfocaremos en el agua y como ejemplo utilizaremos la diferencia que existe entre beber agua embotellada y agua de grifo ¿Sabías que…? • La creciente demanda de agua embotellada –actualmente alrededor de 114.000 millones de metros cúbicos por año– es un problema • El retiro de agua mineral de fuentes naturales puede amenazar los arroyos y las aguas subterráneas. • Las botellas están hechas de millones de toneladas de plásticos. • Alrededor de 31.000 millones de botellas de 1 litro se consumen anualmente en EE.UU. solamente, cuya producción requiere más de 17 millones de barriles de petróleo. • La mayoría de estas botellas acaban en vertederos o son arrojados a los océanos, donde pueden llevar 1.000 años hasta descomponerse. • Muchas de las botellas de PET enviadas a reciclaje -más o menos un tercio globalmenteson transportadas alrededor del mundo para su procesamiento en plásticos de menor calidad. • México es el primer lugar en consumo de agua embotellada, el consumo por persona llegó a 234 litros al año. El volumen representa el 13% de las ventas mundiales de agua embotellada. Ahora vemos de una manera muy diferente lo que implica tomar agua embotellada, y es solo un pequeño ejemplo de todo lo que bebemos, recuerda que
excluimos los demás productos que bebemos, como la leche, los jugos, el yogurt bebible, la soda, etc. Y ¿Qué puedo yo hacer para disminuir mi huella ecológica? ALUMINO: El aluminio es un metal que se obtiene de la tierra; es muy ligero y difícil de oxidar. Producir latas con aluminio reciclado aminora la contaminación del aire en un 95%. • De preferencia, hay que almacenarlas aplastadas, pues ocupan menos espacio y se facilita su manejo y peso, deben ir en bolsas grandes de plástico, cajas o redes. • Prefiere las bebidas contenidas en envases retornables y tamaño familiar y no las enlatadas. • Antes de tirar un porta "six pack" (los círculos de plástico que mantienen unidas a las bebidas de lata) a la basura, corta cada círculo con unas tijeras o navaja, pues con ello evitas que animales y peces queden atrapados con sus picos, cuellos o cuerpos en sus anillos. • Anima a mercados y tiendas cercanas a tu hogar, a la instalación de programas de reciclaje de aluminio PLASTICO: El plástico está hecho con uno de los recursos naturales más valiosos y no renovables de la tierra: el petróleo. Pueden convertirse en combustibles de alta calidad, y esto ocasiona graves riesgos ambientales debido a las sustancias peligrosas que pueden emitirse a la atmósfera cuando se queman. • Promueve con tu familia, vecinos y amistades el uso de productos que vengan en recipientes rellenables. • Al ir al mercado, las frutas y verduras grandes como el plátano, la piña, la sandía, no necesitan de bolsas para pesarse o llevarlas a casa. • Almacena la comida en el refrigerador o tu lonchera en recipientes reutilizables, no desechables. • Evita los vasos y platos desechables y sustitúyelos por los de vidrio o plástico reutilizable. VIDRIO • Recicla tus envases de vidrio. • Prefiere y consume productos en envases retornables. • En la oficina, ten tu propio vaso o taza, y destina algunos para visitantes, para evitar el uso de desechables. • En las fiestas o días de campo, haz un esfuerzo por utilizar tu vajilla de vidrio o plástico y no utensilios desechables.
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Para evitar la contaminación en rellenos sanitarios lo mejor es que separes tus desechos en reciclables y no reciclables y los lleves a un centro de Acopio.
Con el objetivo de darnos una idea sobre el ritmo al que estamos agotando los recursos de nuestro planeta y la distribución espacial de este consumo, como equipo decidimos calcular la huella ecológica que se produce en base al consumo de agua si se juntaban los datos de los 8 integrantes del equipo durante 3 días para obtener el resultado de nuestra huella ecológica y este fue impresionante: ¡5.05 PLANETAS! Ahora, si llevamos esto a nivel mundial, contando todo lo que la población entera toma, el resultado será claramente muchísimo más de la biocapacidad del planeta, pronto no habrá vuelta atrás. Como habitantes responsables de nuestro planeta nos importa disminuir todo lo que se pueda la huella ecológica y para ello consideramos necesario que se sigan desarrollando y potenciando hábitos de vida más sostenibles como el ahorro de energía y agua, y la adecuada gestión de los residuos.