FRUTAS Y VERDURAS Sus reconocidas propiedades han hecho de las verduras y frutas un elemento fundamental de la dieta humana, ya que contribuyen a la salud de toda la familia. Se sugiere ingerir entre 2 y 5 porciones de verduras al día y entre 2 y 4 de frutas, de acuerdo a los requerimientos energéticos individuales, para lograr cubrir la cuota de vitaminas, minerales y fibras que necesita el organismo. Relación entre consumo de frutas y verduras con el impacto ambiental Las materias primas básicas de la industria se producen naturalmente, o se cultivan. El procesamiento puede incluir la recepción y almacenamiento de materiales parcialmente procesados, preparación de los mismos para obtener productos terminados, y empacado y almacenamiento de los productos finales. El envasado y preservación extiende la vida útil de los productos crudos. En los métodos de preservación también se halla el envasado, congelación, deshidratación, y tratamiento con salmuera. Generalmente, la conservación de las frutas y vegetales incluye la limpieza, clasificación, peladura, clasificación por tamaño, estabilización y procesamiento. Antes de su procesamiento, se deben lavar y enjuagar las frutas y vegetales con grandes cantidades de agua, y, ocasionalmente, con detergentes. Se deben clasificar y graduar los productos lavados empleando medios mecánicos, ópticos, manuales e hidráulicos. Muchas frutas y vegetales se deben pelar para eliminar la tierra, pesticidas y las cáscaras gruesas, vellosas o duras. Este proceso se realiza mecánica, térmica o químicamente. Los vegetales, en cambio, se blanquean y se envasan. Las plantas de procesamiento de frutas y vegetales son importantes usuarios de agua y generadores de desechos. Las operaciones de lavado, enjuagado, clasificación, transporte dentro de la planta, peladura, blanqueado, envasado, combinación, cocinado y limpieza producen grandes cantidades de aguas servidas y desechos sólidos. Las emisiones gaseosas son menores, pero los olores pueden ser importantes en algunos casos. Desechos productos del consumo de frutas y verduras Muchas personas comen la futa y luego tiran la cáscara a la basura. No están conscientes que además de no estar ayudando al medio ambiente, ensuciando e incitando a roedores, perros e insectos a meterse en la basura, podrían estar desperdiciando mucho más que una cáscara inservible: •
Hervir la cascara de manzana o de piña con clavo de olor y canela para hacer un rico jugo.
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Para limpiar envases manchados se puede utilizar cascaras de limón o naranja en agua caliente. •
Las cascaras secas de frutas cítricas (puestas al sol) sirven para hacer té.
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El uso de la infusión de cascara de palta sirve como laxante.
Las cáscaras de frutas y verduras, cuando ya vemos que no sirven para nada, en lugar de tirarlas a la basura podríamos utilizarlas para realizar compostaje o compost. Las cáscaras de frutas también se proponen como fuente de energía renovable, que propicia un menor efecto de contaminación, genera subproductos aprovechables y fomenta un desarrollo sustentable. Cálculo de la huella ecológica aplicado al consumo de frutas y verduras Este cálculo se realizó considerando el consumo de alimentos de las personas —delimitado específicamente al consumo de frutas y verduras— y de igual manera, tomando en cuenta la cantidad de agua y la clase de transporte que se necesite para llevar las frutas y verduras de un lugar a otro. Tomando en cuenta todos los factores anteriores, podría concluirse que respecto al consumo de estos alimentos, se necesitarían de 3.13 planetas para vivir de esa manera. Propuestas para reducir la huella ecológica •
Procurar el consumo de productos de temporada. •
Procurar el consumo de productos ecológicos.
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Aumentar el uso de productos frescos para reducir el uso de envases, embalajes, bolsas de plástico, etc. •
Considerar si realmente necesitas lo que vas a comprar o si hay otras alternativas.