Escuché la melodía de tu voz. Escuché la melodía de tu voz, Tan linda y dulce como antes. Por un instante te sentí tan cerca Pero tú estás a kilómetros de mí. Escuché la melodía de tu voz y suspiré. Suspiré en honor a los recuerdos; En honor a la lluvia que nos acarició, La misma que hoy tu nombre escribió. Vinieron a mí tantas imágenes, Olvidándome por completo del tiempo, Siendo ajeno a distancias, Navegando un instante entre fantasías. Abracé a tu recuerdo, Lo hice preso entre palabras, Me contagié de lágrimas sabias, Sentí tu aliento por mi espalda. Escuché la melodía de tu voz y comprendí Lo bastante que te extraño. Ha pasado tiempo y yo Te sigo recordando. Sin embargo pongo los pies sobre la tierra, He decidido cortar por ti mis alas. No quiero volar más entre pasado, No quiero volver a estas páginas. Mis palabras en ti han perdido valor Al igual que yo en tu corazón. Sé que en esta historia no existe perdedor, Pero sé que no es así al escuchar tu voz. De nada sirve un perdón, De nada sirve encontrar el error. Lo que nació, pronto terminó. La historia que redactamos, al final murió. “adiós” escribo antes del punto y aparte. No podré olvidarte, lo sé; No podrás olvidarme, lo sé. “adiós” aprenderé a no extrañarte. Marco A. Velázquez.