Diseño
depende de la durabilidad del producto, y esta a su vez, del la posibilidad de reemplazo de sus múltiples partes. “La sostenibilidad es como la moral: Hay que vivirla y no hablar mucho al respecto. Nuestras raíces en el diseño de la modernidad facilitan el primer paso: productos que carecen de elementos y son de larga duración”. – Rolf Fehlbaum, Presidente de Vitra Esta filosofía es una parte importante de Vitra. Para la prestigiosa marca, la medida más eficaz para evitar basura se basa en asegurar una durabilidad extraordinaria, tanto física como estética, ya que la fabricación, utilización o deshecho de sus productos, no deben desembocar en ningún perjuicio para el usuario. Este concepto forma parte del valor de uso y de la utilidad de una pieza de mobiliario. En 1986 y tiempo antes de que se controlaran por primera vez los impactos en el medio ambiente por parte de una entidad externa, Vitra ya había formado un equipo de sostenibilidad llamado “Vitra y el Medioambiente“ que analiza, comenta e implementa todos los aspectos relacionados con la protección del medio ambiente. Para la marca danesa Fritz Hansen, la sustentabilidad, la calidad y el diseño exclusivo, son todos parte de una misma solución. La marca es extremadamente meticulosa en el diseño y la producción, al igual que lo son sus expertos profesionales que no sólo controlan personalmente la calidad, sino que además terminan las piezas a mano incluso luego de un proceso automatizado, un verdadero detalle de lujo para los tiempos que corren.
El valor de uso también se da en Fritz Hansen a través de la lógica y esperable reducción de emisiones de CO2, químicos tóxicos y la estricta contratación de proveedores que cumplan con los mismos estándares éticos, sociales y medioambientales, pero además y más importante, en el desarrollo de productos que estén caracterizados por un diseño y una calidad que los hagan perdurables en el tiempo. Para Fritz Hansen, enfocarse en la ecología requiere simplemente sentido común. Y eso es lo que han estado aplicando desde 1872, más de 100 años en la industria del mobiliario. “En Fritz Hansen tenemos control total del ambiente de trabajo de todas las fases de producción, manteniendo los más altos estándares éticos y morales a lo largo de todo el proceso de producción. Definitivamente no se puede estar seguro de esto con una copia”. – Jacob Holm, CEO de Fritz Hansen Sólo la calidad en el diseño, en los materiales empleados y en la fabricación, permiten que una pieza de mobiliario se preserve en buenas condiciones por más de 10, 15 o incluso 20 años, en los que el producto envejecerá de la manera perfecta: con gran dignidad. Además de que en muchos casos la piel natural luce aún más atractiva con el uso y el paso del tiempo, el producto de alta calidad evita el reemplazo total del producto hasta que sea realmente necesario y conveniente. El eje central de una cultura industrial sensata es evitar
Especialista de Fritz Hansen trabajando en la terminación a mano de un Swan en piel natural, en Allerød, Dinamarca. Fotografía: Cortesía de Fritz Hansen A/S.
Autoría de Herzog & de Meuron, VitraHaus es un gigantezco showroom en el Vitra Campus situado en Weil am Rhein, Baden-Württemberg (Alemania). Vitra Campus alberga además, las plantas de producción de Vitra, sus oficinas administrativas y el Vitra Design Museum, siendo esta locación un destino obligado de arquitectos, diseñadores y amantes del diseño de vanguardia. Fotografía: Cortesía de Vitra AG.
El Diseño Sustentable por Cinthia Castelo
La responsabilidad ecológica no parece ser una conducta moral motivada por la responsabilidad propia de profesionales, sino por una norma. O incluso por un objetivo de marketing. En lugar de percibir la sustentabilidad como una obligación, las marcas más influyentes en la industria de mobiliario, la incluyen seriamente como parte del proceso mismo de diseño. Después de todo, la inteligencia y eficacia del diseño debe colaborar en la resolución de un problema y no en la generación de uno nuevo. En Europa, la conciencia medioambientalista comenzó a formar parte de la cultura 112
empresarial a principios de los años 80, pero las marcas líderes han estado interesadas en el tema desde mucho tiempo atrás. Aunque en los años 60 no se manejaban aún términos como “impacto medioambiental” o “ecología”, Charles y Ray Eames –quienes han mantenido una cercana y fructífera relación con Vitra– diseñaban teniendo en cuenta el contexto ético y social, poniendo productos de gran calidad al alcance del máximo número de personas a cambio de un precio lo más bajo posible. Para los Eames, y para muchos grandes diseñadores, esta gran calidad Arte & Diseño #246 / Agosto 2013
113
Diseño
Oficinas administrativas de Fritz Hansen en Allerød, Copenhagen (Dinamarca). Fotografía: Cortesía de Fritz Hansen A/S.
tendencias pasajeras, efímeras y caprichosas, y concentrarse en un diseño ecológico, es según las marcas con autoridad en la materia, una postura plausible no sólo para las más influyentes, sino para todos aquellos profesionales que valoran la calidad en todas sus formas y lo consideran como recurso inevitable para diseñar un mundo no sólo más limpio, sino más ético y honesto. Información extra Der Blaue Engel (El Angel Azul) Fue la primera etiqueta en todo el mundo relacionada con la protección del medio ambiente destinada a productos y servicios. Fue creada en 1978 por iniciativa del Ministro del Interior alemán. Promociona las problemáticas relacionadas con la protección del medio ambiente y del consumidor, distinguiendo a productos y servicios que son particularmente ecológicos desde un punto de vista global y que cumplen con elevados requerimientos en términos de protección laboral, sanitaria y de idoneidad para su uso. El Angel Azul asigna, además, una gran importancia a una prolongada durabilidad y a una eliminación sostenible. Greenguard Conocida sobre todo en América del Norte, pero con presencia a nivel internacional, fue desarrollada en 2001 por el Greenguard Environmental Institute, con el objeto de proteger la salud y la calidad de vida de las personas mediante la reducción de las sustancias tóxicas y el mejoramiento del aire en interiores. Los muebles que cuentan con la certifcación Greenguard, permiten obtener puntos para la clasificación de edificios según el estándar LEED. ISO 14001
Diseñada en 1956, la butaca PK22 de Poul Kjærholm presenta una estructura dividida en distintos elementos con el fin de economizar su producción. Disponible en mimbre, gamuza o piel natural y combinada con aluminio 100% reciclado, la pieza cuenta con una garantía que llega a los 20 años, mientras que sus defectos de fabricación, están cubiertos por 5 años. Fotografía: Cortesía de Fritz Hansen A/S.
Uno de los aspectos fundamentales de la norma lo constituyen los procesos de mejoramiento continuo que tienen por objeto alcanzar objetivos previamente definidos en relación con el impacto medioambiental de la empresa. Las etiquetas y los certificados de un producto se otorgan para un producto específico y distinguen un mérito en el desarrollo de un producto ecológico. La silla Tip Ton diseñada por Barber & Osgerby en 2011, carece de elementos mecánicos y se produce en una sola pieza de polipropileno mediante un proceso de moldeado por inyección y en una etapa única, lo que permite un menor consumo de energía. El material, extremadamente duradero, consume menos energía que otros tipos de plástico y el producto final es 100% reciclable. Fotografía: Cortesía de Vitra AG.
114
Arte & Diseño #246 / Agosto 2013
115