Juguetes africanos

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LOS JUGUETES DE LOS NIÑOS AFRICANOS

"Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas. Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes? UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotros somos." PROVERBIO AFRICANO: "Si quieres ir muy rápido, ve sólo. Si quieres llegar lejos, ve junto a otros"

VIDEO EXPOSICIÓN EN: https://youtu.be/f2RLonzzhYs


Hablar del juego del niño africano es sumergirnos en un mar de magia e imaginación. Los pueblos africanos son crisoles de arte cooperativo. Un arte colectivo de manos creativas y solidarias que se ha forjado en la necesidad. Ver jugar a un niño con su propio juguete, fruto de sus manos e imaginación, es un canto a la belleza y a la esperanza . Los juegos de la infancia de nuestros padres y abuelos que vivieron la postguerra son parecidos a los juegos de los niños africanos de hoy: una rueda de coche, un aro, un coche o una moto o una bici hechos de varillas de alambre y hojalata… Un palo puesto entre las piernas hace de caballo para trotar con él y organizar carreras. A partir de trozos de madera, hueso, retales, latas de cerveza o refrescos, los niños africanos crean auténticas maravillas. Los aerosoles de protector solar que los turistas abandonan en las playas se transforman en las ruedas de una moto de gran cilindrada; de cuatro tapones de plástico y un trozo de cable nace un fórmula 1 “teledirigido” por alambre; bidones de variadas formas y tamaños se convierten, gracias a la inventiva infantil, en barcas, aviones o helicópteros a los que solo les falta volar, y con un trozo de tela y unos palitos, cualquier niña himba o tuareg es capaz de fabricarse una muñeca de trapo que acurruca con cariño. La alegría de estos niños, que con sus manos crean juguetes con restos de basura, contrasta con el hiperconsumo enfermizo de los niños del norte enriquecido. Niños frecuentemente caprichosos, siempre insatisfechos, que desean el último juguete electrónico anunciado, para en pocas semanas abandonarlo en el rincón del olvido. Niños a los que se potencia el individualismo, hasta hacerles creer que todo el universo gira entorno a ellos. Un egocentrismo exacerbado, que produce verdaderos niños tiranos. Un egocentrismo que les incapacita para descubrir valor de las cosas, el valor de las pequeñas cosas. Un egocentrismo que niega al niño el regocijo y el contagio de la amistad que entraña siempre el juego cooperativo. Un egocentrismo que impide el despertar de la creatividad y la imaginación. Para ello hay que salir de uno mismo y para ello necesitamos de los demás. Y al no descubrir y educarse en el valor del esfuerzo, de las cosas pequeñas, les conducimos inconscientemente al desprecio de las cosas, que se usan y se tiran según la moda, y lo que es más lamentable, les encaminamos a que sean insensibles a las alegrías y a las penas de nuestros semejantes. Un juego individualista a imagen y semejanza de una Europa envejecida, sin niños y sin esperanza, que necesita de África y de los africanos para revivir. No impidamos que los niños jueguen de verdad. No pervirtamos el juego limpio e inocente de nuestros niños. En nuestros parques infantiles, deshabitados de niños y habitados de animales de compañía, escasean los padres que juegan con sus hijos. Estos niños desean como agua de mayo, una nueva primavera revestida de la presencia de los papas en sus juegos. En las constituciones de nuestra democracias occidentales y en el ideario de nuestros sistemas educativos proliferan buenas palabras que hablan de derechos pero no de los deberes que tenemos las personas hacia nuestros semejantes. Querido lector, queremos con esta exposición de juguetes africanos despertar la alegría y las ganas de trabajar por un mundo más justo y solidario. Nuestros hijos nos lo agradecerán.

















































Escuelas Africanas











JUGUETES REALIZADOS CON ESCLAVITUD INFANTIL ANEXOS 1. NAVIDADES, JUGUETES Y NIÑOS ESCLAVOS. 2. INVESTIGACION / LOS REYES VIENEN DE ORIENTE 3. INFORME DE CHINA LABOR WATCH 4. UN JUGUETE, UN ESCLAVO 5. IKEA Y LA CAMPAÑA DE JUGUETES NAVIDEÑOS 6. CON LOS JUGUETES TE LA JUEGAS 7. IMÁGENES DE NIÑOS DE LOS PAISES ENRIQUECIDOS CON SUS JUGUETES 8. DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO 9. ACTIVIDADES DE TRABAJO (VERSIÓN ILUSTRADA POR JÖRG MÜLLER DE EL SOLDADITO DE PLOMO)

Navidades, juguetes y niños esclavos. Quisiéramos que esta carta fuera un grito de solidaridad con los millones de personas que en estas fechas morirán por hambre, a causa de la explotación y el robo que padecen sus países por parte de las multinacionales y las políticas comerciales, impuestas desde los gobiernos del Norte. Ahora, en estos días, tan cercanos al nacimiento del Niño Jesús, nos deslumbran las luces, la exaltación del consumo que con insistencia llevan anticipando los grandes centros comerciales y la publicidad que nos llega por los medios de comunicación. Quisiéramos que esta carta fuera un grito de solidaridad con los millones de personas que en estas fechas morirán por hambre, a causa de la explotación y el robo que padecen sus países por parte de las multinacionales y las políticas comerciales, impuestas desde los gobiernos del Norte. De esta injusticia y salvajada poco se dirá desde los


medios de comunicación. Multitud de anuncios sobre juguetes pasarán por nuestros ojos y no se dirá que están elaborados por niños esclavos, privados de los derechos más elementales: educación, descanso, juego…. Se calcula que la mayoría de los juguetes están fabricados ¡¡por niños esclavos!! (400 millones) en países asiáticos como China, Pakistán entre otros. Pasar por alto esta injusticia y no mencionarla, o simplemente organizar apadrinamientos o telemaratones para tranquilizar nuestra conciencia y que podamos banquetear a gusto en estas navidades nos convierte en cómplices. Vivamos una Navidad en solidaridad con los empobrecidos de nuestro mundo uniéndonos a las marchas silenciosas contra las causas del hambre que, organizadas por el Movimiento Cultural Cristiano y el partido Saín, recorrerán las calles de nuestras ciudades. Publicado en solidaridad.net el 15 diciembre de 2006 INVESTIGACION / LOS REYES VIENEN DE ORIENTE

Explotado por los Reyes Magos El periodista se hace pasar por un empresario occidental y entra en fábricas donde niños, jóvenes y mayores trabajan en condiciones infrahumanas. Jornadas de 14 horas, siete días a la semana, para inundar Occidente de juguetes. DAVID JIMÉNEZ. 28 de noviembre de 2004,

PELUCHES EN CADENA. En Mou Yip, que surte al gigante norteamericano Wall-Mart, trabajan en pésimas condiciones adultos y niños.


Si los Reyes Magos existen, deben parecerse mucho a los empleados de la factoría de juguetes Mou Yip. El capataz les contrató en las aldeas rurales del oeste de China y desde el pasado mes de marzo les ha mantenido encerrados en este viejo y decrépito edificio de la ciudad sureña de Dongguan. Para que los regalos de estas Navidades lleguen a tiempo, y los sueños de los niños de Occidente se hagan realidad, se trabaja siete días a la semana, 14 horas al día, hasta que el cuerpo aguanta. Se duerme y se come en la factoría y las visitas al servicio durante la jornada laboral están limitadas a dos por turno. Los juguetes van tomando forma según pasan de un sector a otro de la línea de producción hasta que, al llegar al final, ellos mismos se declaran listos para emprender el largo viaje que los llevará a los hogares de Europa o EEUU. «Hola, soy la Cerdita Peppa», repiten una tras otra las muñecas rosadas antes de partir en cajas de ocho unidades. Da lo mismo qué juguete pida este año su hijo por Navidad -¿un coche teledirigido? ¿una muñeca? ¿el último videojuego?-, las posibilidades de que lleve estampado el sello de Made in China son de más del 90%. Las factorías chinas empezaron a construir los juguetes de Occidente a principios de los 80 y, poco a poco, se han ido comiendo el mercado hasta monopolizarlo por completo.Un millón de trabajadores malpagados y casi siempre explotados, muchos de ellos menores, se encargan de mantener en pie uno de los mayores y más lucrativos negocios. Las sirenas anuncian antes del amanecer el inicio de la jornada de trabajo en las dos mayores ciudades jugueteras del mundo, Shantou y Dongguan, en la provincia

de

Juguetelandia,

Guangdong. donde

Ambas

decenas

de

quedan

dentro

kilómetros

de

los

cuadrados

límites de

de

parques

industriales concentran más de 3.000 factorías, la trastienda de un mundo de imaginación y diversión que aquí no lo es. Las hay de todos los tamaños y condición, desde pequeños y míseros talleres a inmensas plantas industriales de hasta 4.000 trabajadores, capaces de producir millones de unidades al mes.A la cola se encuentran fábricas que han sido convertidas en cárceles laborales, con sus ventanales enrejados, y las puertas cerradas con candados y con guardianes que vigilan más a los empleados que el perímetro de la fábrica. El nombre de las empresas no está identificado en la entrada y los edificios están registrados como inmuebles vacíos. Los empleados no pueden


salir de los edificios durantes meses y los inspectores no pueden -o a menudo no quieren- entrar. Dan Mei Yun trabaja en la fábrica Regalo de Dios, en Dongguan, desde hace seis meses. Llegó procedente de la provincia de Henan con sólo 16 años y el sueño de poder enviar algo de dinero a sus padres en el campo, donde millones de personas tratan de subirse al tren del progreso que está transformando China. «Estoy desesperada porque con el dinero que me dan, sólo tengo para vivir. Me hacen pagar por la comida y el alojamiento. No puedo mandar nada a casa», dice la adolescente bajando la cabeza mientras sujeta en la mano un Teletubbie de peluche que repite su nombre y camina impulsado a pilas, uno de los previsibles éxitos de la temporada. El sueldo de Mei Yun: 49 euros al mes, 10 céntimos por cada hora extra. El Gobierno chino asegura que el salario medio en las fábricas chinas del juguete está en los 600 yuanes, cerca de 55 euros al mes. La realidad es que ni siquiera las duras condiciones laborales que fija la ley -el sueldo mínimo está establecido en 40 euros- se cumplen. En muchas fábricas de Shantou y Dongguan los trabajadores son obligados a memorizar un formulario con las 50 respuestas que deben dar a los inspectores laborales o los empresarios occidentales que se interesen por su situación.«¿Has visto alguna vez a un menor trabajando? Respuesta: No», dice una parte del escrito distribuido en Shantou, al que ha tenido acceso CRONICA. «¿Si cometes un error durante el trabajo, se te penaliza? Respuesta: No. La dirección y el capataz nos enseñan a hacerlo mejor con paciencia», se lee en otra. Los testimonios de los trabajadores dan una visión muy diferente y describen la aplicación de un sistema de castigos que puede llegar a reducir los sueldos a la mitad, con multas económicas por simples despistes o errores en la producción, aunque la causa no esté en los empleados. Las fábricas de juguetes chinas son, por encima de todo, un mundo de contradicciones: niños fabricando juguetes para que se diviertan otros niños o productos destinados a la diversión que condenan a miles de personas a trabajar en condiciones de esclavitud. Prácticamente todas las grandes empresas del sector, desde Disney a Hasbro o las grandes productoras de Hollywood, que han entrado en los últimos años


en el mercado con la comercialización de los protagonistas de sus películas animadas, han desembarcado en China para abaratar costes. Las decenas de miles de Barbies que este año vuelven a inundar las tiendas con su oferta de glamour y lujo salen de dos plantas chinas que la empresa Mattel tiene en el sur del país y que mantienen una plantilla de 8.000 empleados. Este año, el accesorio de la «Barbie ejecutiva», un mini ordenador portátil de plástico, se vende por cerca de 50 euros en las tiendas, el sueldo de un mes de las jóvenes que trabajan en el sector. Pero aunque algunas compañías mantienen controles sobre las fábricas y cuidan de que no se abuse de los trabajadores, la mayoría sólo tienen en cuenta una cosa: el precio del producto. La obsesión por arañar unos céntimos a cada unidad, de estirar un poco el margen, es lo que ha llevado al pequeño Bo (no es su nombre real) hasta Juguetes Mou Yip. El más joven de los empleados de la fábrica apenas aparenta 11 años. Su cometido es rellenar los juguetes con un sustitutivo del algodón, uno a uno, siempre a mano, durante 14 horas seguidas. Detrás de él se levanta una gran montaña de osos de peluche listos para ser enviados a los supermercados de la multinacional Wal-Mart, la mayor cadena comercial del mundo con más de 5.000 tiendas repartidas en decenas de países.La empresa estadounidense, cuyo lema es «precios siembre bajos, siempre», tiene contratada en Mou Yip la producción de dos de sus juguetes para los próximos dos años: cuatro millones de muñecos que serán vendidos a 4,97 dólares la unidad, casi tres veces más del precio de fábrica. SINDICATOS: PROHIBIDOS Xu Feng Huan, que fundó esta factoría con 300 empleados en 1997, admite que las condiciones de sus empleados no son dignas y se defiende asegurando que la responsabilidad de los abusos recae en las empresas extranjeras. Su locuacidad obedece sólo a que no sabe que los dos hombres perfectamente trajeados que acabamos de darle nuestras tarjetas de visita somos en realidad periodistas.«Wal-Mart es muy poderosa porque sus pedidos son muy grandes y las fábricas dependemos de ellos. Cada año exigen precios más bajos y saben que eso nos obligará a tener a los trabajadores en esta


situación. ¿Qué otra cosa podemos hacer?», se pregunta la propietaria de Mou Yip, segura de que así logrará convencernos de que nuestros juguetes los fabrique ella El National Labor Commitee, una organización defensora de los derechos de los trabajadores en el Tercer Mundo que tiene su sede en EEUU, asegura en su informe Juguetes de la miseria 2004 que no es extraño que los empleados del sector trabajen hasta 20 horas al día en los periodos prenavideños, que sufran constantes retrasos en el pago de sus sueldos y que sean despedidos a la mínima queja. En las factorías de Guangdong, donde la humedad y el calor se hacen insoportables en verano, las largas jornadas se hacen más insoportables si cabe en plantas sin ventilación y sin apenas iluminación. Lo peor, sin embargo, suele llegar al finalizar la jornada, casi siempre de madrugada. Los empleados deben descansar en dormitorios en los que las condiciones de miseria casi siempre superan todo lo que dejaron atrás en sus pueblos de origen. Hasta 20 personas se hacinan en habitaciones de 20 metros cuadrados y decenas de ellas compartan un único retrete. El hedor es insoportable. Los empleados deben ocuparse de la limpieza y rara vez reciben suficiente comida para mantenerles en pie al día siguiente. Los desfallecimientos y las enfermedades son constantes, pero apenas un 10% tienen seguro médico. Cuando caen rendidos, simplemente son reemplazados. Las grandes multinacionales han encontrado la forma de quitarse la responsabilidad y desentenderse de los abusos contratando a intermediarios que negocian directamente con las fábricas desde Hong Kong. «Luego exigen precios mínimos que saben que sólo pueden lograrse rebajando los salarios y manteniendo horarios salvajes y se lavan las manos», asegura un intermediario que trabaja para la firma Wal-Mart. China se ha convertido en la principal fábrica del mundo gracias a la mano de obra barata, la ausencia de sindicatos independientes -están prohibidos- y la pobreza de cientos de millones de campesinos que emigran a las zonas industriales en un intento de sumarse a los cerca de 400 millones de chinos


que han salido de la miseria en el último cuarto de siglo. Los trabajadores chinos son rápidos, baratos y eficientes. Hasta los mayores detractores del régimen comunista chino admiten que las fábricas, a pesar de las condiciones, han ayudado a desarrollar el país. Gigantescas áreas como el Delta del Río de la Perla, en el sur, han experimentado un cambio radical en los últimos años gracias a la manufacturación masiva de todo tipo de productos, desde muñecas hinchables -China también es el mayor productor de juguetes eróticos- a bicicletas. El problema es que, mientras la región se enriquecía, las condiciones de los trabajadores se quedaban estancadas. El Ministerio de Trabajo chino reconoce que el salario medio en las zonas industriales sólo ha subido 68 yuanes (6 euros) en los últimos 12 años. Para muchos, el viaje ha dejado de valer la pena y, por primera vez desde la apertura económica de China, las fábricas de Guangdong tienen problemas para contratar a suficientes trabajadores. Aunque las empresas jugueteras confían en que los 750 millones de campesinos que todavía viven en China mantengan la oferta de mano de obra barata en los próximos años, el sistema vive una primera e inesperada crisis. Las duras condiciones de los últimos 20 años están ahuyentando a miles de jóvenes que no ven motivo para buscar trabajo a cientos o miles de kilómetros de sus casas. El desarrollo económico ha empezado a llegar al interior del país y las oportunidades se reparten a zonas nuevas, como la ribera del río Yangtzé. Las condiciones laborales en Dongguan son tan severas que muchos empleados, exhaustos, deciden volver a sus casas tras dos o tres años de calvario. «No poder descansar ningún día te va quitando las fuerzas hasta que llega un momento en que nada importa. O lo dejas o te mueres de agotamiento», explica Ai Xiao Long, un joven de 20 años que fue reclutado hace tres para la fabricación de coches teledirigidos. NIÑOS Y ANCIANOS El paisaje laboral ha empezado a transformarse y por primera vez se puede ver a muchos jóvenes varones ocupando puestos que antes estaban reservados a


mujeres. «Ellas trabajan mejor, pero tenemos problemas para conseguir gente. Ahora vale todo, niños, mujeres, hombres, gente más mayor», explica el propietario de una factoría de Dongguan. Los propios dueños de las fábricas admiten que la falta de empleados ha hecho que este año se contraten más menores que nunca, después de que su número se hubiera reducido hace cinco años tras una campaña del Gobierno contra la explotación infantil. Los niños son especialmente valiosos en la manufacturación de juguetes, que requiere de dedos pequeños y habilidosos. Para reclutarlos, no hay más que hacerles un carné de identidad falso y ponerlos en salas de trabajo discretas. En Mou Yip, donde CRONICA localizó a varios menores, garantizan la fabricación y envío de 70.000 muñecas a Europa en tan sólo 40 días a un euro y medio la unidad.La propietaria, al ser preguntada por los menores, señala a una niña de unos 14 años y dice: «Todos miramos a otro lado, esto es un negocio. O nos permiten subir los costes de producción o esto es lo que hay». Algunas empresas no tienen dudas: si los costes suben, y China deja de ser un regalo para sus cuentas corrientes, buscarán otros países del Tercer Mundo donde asentarse. Las hay que ya están pensando seriamente en la opción de marcharse, a medio plazo, si continúa la escasez de voluntarios dispuestos a perder la juventud por 50 euros al mes. Hasta que ese día llegue, en las fábricas del sur de China se seguirá trabajando sin descanso.Los pedidos para esta temporada navideña ya están en las estanterías de los centros comerciales y casi toda la producción para 2005, incluidas las próximas fiestas, está comprometida. Los Reyes Magos de Oriente volverán a cumplir, un año más, con su compromiso de inundar con juguetes los hogares occidentales.


Un informe de China Labor Watch encontró que las cuatro fábricas investigadas tenían empleados trabajando al menos 100 horas extras al mes A medida que la temporada de fin de año se acerca, iremos a las tiendas y compraremos juguetes. ¿De dónde vienen los juguetes? La mayoría de nosotros puede imaginar que la mayoría de los juguetes se hacen en China. Pero hay poca conciencia del trabajador chino que hace los juguetes. El mes pasado, la ONG de los derechos laborales China Labor Watch (CLW, por su nombre en inglés), publicó un informe desfavorable sobre las condiciones de trabajo de cuatro fábricas de juguetes en la provincia de Guangdong, al sur de China, donde está la mayor concentración de fábricas de juguetes en China. Los hallazgos se basan en que entre junio y noviembre los investigadores de CLW se hicieron pasar por trabajadores, y trabajaron junto a otros trabajadores. Las fábricas investigadas hacen juguetes para marcas conocidas, compañías como Mattel, Fisher-Price, Disney, Hasbro, y Crayola, y para los principales minoristas, como Target, Kid Galaxy, Kids II, y otros. La investigación expuso una larga letanía de violaciones legales y éticas. La mayor parte de las mismas violaciones a los derechos laborales, fueron encontradas hace siete años en una investigación de CLW a fábricas proveedoras de juguetes. Su informe concluyó que el estado de las condiciones laborales de las fábricas de juguetes en China, fracasó en lugar de mejorar. Condiciones de trabajo El informe de China Labor Watch encontró que las cuatro fábricas investigadas tenían empleados trabajando al menos 100 horas extras al mes, en violación flagrante de la ley máxima de 36 horas por mes establecida por la ley china. En una de las fábricas, las horas extraordinarias eran de más de 120 horas al mes. Durante la temporada alta, los trabajadores suelen trabajar seis días a la semana, con turnos diarios de 11 o 12 horas.


“Todas las fábricas investigadas fallaron en proporcionar a los trabajadores un equipo de protección suficiente, a pesar de entrar en contacto regular con productos químicos nocivos”, señala el informe CLW. Para dormir, los trabajadores son hacinados en habitaciones calurosas, donde caben entre 8 y 18 personas en cada una, tienen cinco salas de ducha para 180 personas, donde a menudo sufren robos. Los trabajadores carecían de representación sindical. Si existe un sindicato en la fábrica, lo más probable es que sea solo un nombre. “La representación sindical no es elegida por los trabajadores y el presidente del sindicato, es un miembro del equipo directivo de la compañía”, señala el informe. Earl Brown, Director del Programa Consejo Legal de Trabajo y Empleo y China, Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, dijo que “los subcontratistas principales en la cadena de suministro, están en connivencia con el gobierno local para evitar la legislación laboral china”, por ejemplo, no pagar la requerida contribución al seguro social. Li dijo que la fábrica explota a los trabajadores en la temporada baja. La gerencia quiere que los trabajadores renuncien, así no tendrán que pagar indemnización por despido o el seguro social. Entonces les niegan el trabajo de horas extraordinarias, lo que obliga a los trabajadores a renunciar porque sin horas extras, no tienen un salario digno. Auditoría social Li respondió que las auditorías no son de utilidad y que realmente se hacen para satisfacer a los inversionistas. El informe de CLW señala que el código ICTI (Consejo Internacional de la Industria del Juguete – ICTI, por su nombre en inglés) para fábricas de juguetes estipula que las horas de trabajo, salarios y pago de horas extras, deben cumplir con la ley. Sin embargo, “Incluso si una fábrica cumple con la ley china o código ICTI, a menudo reciben la certificación ICTI”, señala el informe. Y las compañías investigadas por CLW habían sido auditadas, explicó Li en la audiencia.


“La auditoría social es como una puesta en escena de la obra de Shakespeare, Hamlet, sin el príncipe de Dinamarca”, dijo Earl Brown. “No se puede averiguar en China… si la salud y la seguridad de la ocupación es una realidad en el taller o abajo en el subterráneo, a menos que usted hable con los trabajadores. Para hablar con los trabajadores y hacer que ellos hablen con usted, tiene que desarrollar confianza. Y esta investigación social es el elemento que falta en la auditoría social”. Muerte trágica Li Qiang testificó sobre una muerte causada por las condiciones laborales de la industria del juguete. Un joven de 17 años de edad, que estaba tan exhausto que su mano y luego su cuerpo quedó atrapado en una máquina y murió. Había trabajado en una fábrica de juguetes de Disney. Disney anunció que la fábrica era responsable por menos del 15 por ciento de los pedidos de Disney. Debido a que no cumplía con las normas de trabajo de Disney, Disney dijo que rescindían sus vínculos con la fábrica. Li señaló que la respuesta de Disney era típica de muchas empresas de juguetes, que dividen sus pedidos de juguetes entre una multitud de fábricas con el fin de “garantizar que sus pedidos en cualquier fábrica dada, consista únicamente en un pequeño porcentaje de pedidos -por lo general de no más del 20 ciento”. Entonces, el fabricante de juguetes puede afirmar que tiene poca influencia en el comportamiento de la fábrica, y que esta última no pudo estar a la altura de su código de conducta; en consecuencia, terminan el negocio con esa planta. Li dijo que las empresas de juguetes deben hacer mejoras en las cuatro fábricas en las que el informe de CLW encontró violaciones legales y éticas “en lugar de buscar excusas para simplemente terminar la relación con la fábrica”. Autor: Gary Feuerberg ( * Extracto) Publicado en solidaridad.net el 26 diciembre, 2014


UN JUGUETE, UN ESCLAVO China ha ido copando el mercado de los juguetes hasta hacerse con más del 90 por ciento de la producción mundial. Durante años, hasta la región sureña de Guangdong han llegado millones de chinos guiados por la esperanza de subirse al tren del desarrollo. Originarios de las zonas rurales del país, pronto se ven presas de un sistema esclavista que les condena a la miseria y les niega la oportunidad que buscaban. A principios de diciembre, en un polígono próximo a la ciudad de Madrid la policía se incautó de varios cientos de miles de juguetes falsos que imitaban a las grandes marcas del mercado: estilizadas muñecas Barbie o elásticos Spiderman para llenar más de diez camiones. Las autoridades y los medios de comunicación alertaban al unísono del peligro moral de comprar estos juguetes: no sólo se trataba de falsificaciones sino que, además, estaban fabricados en China, en factorías donde trabajan menores y donde, a diario, se violan los más elementales derechos de los trabajadores. Lástima que se les olvidase un pequeño detalle: todos los grandes de la industria juguetera y sus distribuidores, todas ellas legales y prestigiosas multinacionales, llevan a cabo las mismas prácticas. Factorías y cárceles Al igual que ha ocurrido con otras actividades, China ha ido copando el mercado de los juguetes hasta hacerse con más del 90 por ciento de la producción mundial. Durante años, hasta la región sureña de Guangdong han llegado millones de chinos guiados por la esperanza de subirse al tren del desarrollo. Originarios de las zonas rurales del país, pronto se ven presas de un sistema esclavista que les condena a la miseria y les niega la oportunidad que buscaban. Las ciudades de Shantou y Dongguan se han convertido en el eje central de esta gran industria. Cientos de miles de metros cuadrados inundados de talleres de ensamblaje e juguetes. Según denuncia el National Labour Committee, (NLC, organización estadounidense que lucha por los derechos de los trabajadores en todo el mundo), en estas factorías se trabaja a destajo para cumplir con los encargos navideños. Es la temporada alta y los horarios se extienden desde las 8 de la mañana hasta altas horas de la noche. Quince horas de trabajo diario, siete días a la semana. O lo que es lo mismo: más de 100 horas a la semana a 12 céntimos de euro la hora. La posibilidad de ir al baño se limita a una vez cada siete horas. Si el trabajador sobrepasa el límite es multado. Si permanece más de cinco minutos fuera de su lugar de trabajo, también.


Los míseros sueldos se reciben con varios meses de retraso y está prohibida cualquier forma de organización. Al fondo de los inmensos polígonos industriales se sitúan, medio escondidas, ciertas factorías-cárceles. Según describe el periodista español David Jiménez en su reportaje "Explotados por los reyes magos", estas empresas, que tienen registrados los edificios como naves industriales vacías, han instalado verjas en las ventanas y puertas blindadas y han rodeado el edificio de guardias más atentos de vigilar a los empleados que de proteger la mercancía. Después de una interminable jornada de trabajo todos los empleados duermen en la misma fábrica, en cuartos de veinte metros cuadrados compartidos por más de veinte trabajadores. Es en estas granjas de esclavos, en estos lugares ajenos a la civilización y los derechos humanos donde las grandes multinacionales fabrican, directamente o por concesión, los juguetes de los niños occidentales. Lucrativo negocio Ya en 2002, el NLC acusaba a Mattel, Wal-Mart, Toys R Us, Disney y Hasbro de servirse de sus factorías en el gigante asiático para reducir drásticamente los gastos de producción, a pesar de las continuas vejaciones a las que eran sometidos los trabajadores. Poco después, el diario The Washington Post, poco sospechoso de veleidades izquierdistas, ratificó el horror con la publicación de un extenso reportaje. Quizás el paradigma de este sistema de explotación sea Wal-Mart. El gigante estadounidense bien podría cambiar su lema "Precios siempre bajos, siempre" por el de "Precios siempre bajos, cueste lo que cueste". Y es que la mayor distribuidora del mundo no descarta ninguna medida a la hora de cumplir con su famoso lema. Según denuncia el NLC en su informe "Toys Of Misery" (febrero de 2004), Wal-Mart trabaja con más de 4.000 factorías en China. En concreto tiene contratada la fabricación de cuatro millones de peluches en los próximos dos años en una factoría de Mou Yip, donde miles de trabajadores llevan desde marzo completando jornadas de 15 horas para cumplir con el encargo. Pero Wal-Mart está lejos de ser el único culpable. Mattel, por ejemplo, tiene 8.000 empleados en sus fábricas del sur de China. Allí se elabora el nuevo accesorio de Barbie: un ordenador portátil de plástico que alcanzará en el mercado un precio de 50 euros, equivalente a más de 400 horas de trabajo en la factoría Mattel. Las empresas lo niegan todo y se escudan en sus códigos de conducta que, como no podía ser de otra manera, prohíben tajantemente este tipo de actividades. Pero la realidad es tozuda. Estas multinacionales no pueden negar que fabrican sus juguetes en China y, como ha quedado comprobado, conocen y pasan por alto lo que ocurre en sus factorías. De hecho, el informe "Toys Of


Misery" recoge abundante documentación al respecto (como varios cuestionarios que obligan a aprender a los trabajadores chinos con las respuestas a las preguntas que pueden hacerles los inspectores) y acusa a las multinacionales de organizar auténticas farsas a modo de investigación. Es cierto que en muchas ocasiones no actúan directamente sino a través de intermediarios de Hong Kong que les permiten lavarse las manos. Es el caso de Foreway Industrial China, donde se trabajan 18 horas al día por 10 céntimos la hora. Allí se fabrican los muñecos oficiales de la NFL, la NBA, así como coches teledirigidos y otros juguetes para Wal-Mart, Disney y Hasbro. El grado de explotación ha llegado a tal punto que la industria teme una crisis futura. En efecto, a pesar de contar con más de 750 millones de pobres, la industria china del juguete empieza a tener dificultades para encontrar trabajadores. Quizás se vean obligados a subir los salarios con el consiguiente aumento de los costes de producción. Si lo hacen, hay quienes han amenazado con trasladar esa industria que niegan tener a otro país del Tercer Mundo. Para evitarlo, China ha empezado a emplear de manera significativa a niños en la fabricación de juguetes. Son especialmente buenos porque sus pequeñas manos les permiten operar con más facilidad. Además no se quejan y su capacidad de organizarse es nula. Juan Carlos Galindo, periodista Publicado en http://www.mundosolidario.org/rep.php?var=16

IKEA y la campaña de juguetes navideños Son más de seis años que IKEA viene colaborando con UNICEF y Save the Children en proyectos para ‘prevenir el trabajo infantil’, llegando a donar 16.7 millones de dólares. Sin embargo esta ‘filantrópica organización’ oculta que su negocio se apoya en el trabajo esclavo, reconociendo en mayo de 2009, en la Universidad de Miami, ‘que si las multinacionales prescindieran del trabajo infantil se hundirían y desaparecerían’ En estas fechas ha lanzado de nuevo una campaña de juguetes, llamada “1 euro es una fortuna”, que este año destinará a proyectos educativos en Vietnam, Bangladesh, Albania y Rusia. Por cada juguete que el consumidor compre se donará un euro a los proyectos en los que colabora con UNICEF y Save the Children, pero ¿se trata de una donación o de una pequeña colaboración, que aportan los comparadores y que le permite seguir ganando dinero, además de lavar su imagen?


En una entrevista realizado por la BBC en 2007 a Anders Dahlvig, un jefe ejecutivo de la multinacional confesó que la empresa no era tan “ética y ecológica” como proclama. “si uno sabe como funciona la economía mundial, debe saber que no se puede garantizar que no exista trabajo infantil”. IKEA no ha firmado los acuerdos internacionales Rugmark que garantizan que no hay esclavitud infantil en su cadena de producción Ikea ha sido una empresa controvertida desde los inicios. El fundador Ingvar Kamprad perteneció en su juventud a un movimiento pro nazi sueco. La empresa de la familia Kamprad creó un código de conducta que en la práctica no es más que papel mojado, pues los trabajadores de los 1.300 subcontratistas que proporcionan sus productos a Ikea tienen prohibido el derecho a la sindicación (algunos incluso nunca han oído hablar de ello) y trabajan una media de quince horas al día (de las ocho de la mañana a las once de la noche) sin contar las horas extra y el horario nocturno, frecuente cuando se acelera el plazo de entrega de los pedidos. Muchos de los obreros que viven lejos de la fábrica duermen directamente en sus puestos de trabajo para no perder tiempo en desplazamientos, que les sería descontado del sueldo. Por si fuera poco, son los trabajadores, y no la empresa, quienes corren con los gastos en seguridad médica, descontados de sus 36€ mensuales de salario. Más cerca de nosotros, Ikea ha destacado fomentando el trabajo precario entre jóvenes y estudiantes, o rompiendo huelgas (en Bélgica un bono de compra en una tienda de electrodomésticos a los trabajadores que permanecieran en su puesto de trabajo el día de la huelga), pero tiene su peor antecedente en una circular interna de la compañía en Francia firmada por el director de marketing, que aconsejaba no contratar a trabajadores de color porque “tienen menos posibilidades, y aquí de lo que se trata es de avanzar rápido.” Según un sindicalista citado por el diario L’Humanité, el director de un Ikea parisino declaró a la prensa en 1997 que querían reforzar “su imagen nórdica” y que por esa razón no iban a poner “personas de origen extranjero en contacto con la clientela.” Se pidió a Ikea que desmintiera estas acusaciones, pero los responsables de la compañía se hicieron los suecos. En el gran drama de la esclavitud infantil, no podemos responsabilizar exclusivamente a las multinacionales ya que todos colaboramos en la cadena, cuando adquirimos productos sin preguntarnos o sin querer saber cómo es posible que vendan tan barato , quién está regalando su trabajo, en qué condiciones se producen esos productos que nosotros compramos a precio de ganga. Pero si hemos de pedir transparencia, apelar a su conciencia y denunciar los hechos. No es moral hacer una campaña de juguetes navideños a precio de 1 euro para ayudar a los niños vietnamitas, albaneses o rusos y seguir simultáneamente esclavizando a los indios o paquistaníes. Necesitamos una nueva economía que ponga en el centro la dignidad de la persona, y la dignidad del trabajo, una forma de ser solidarios con los que sufren que no esté ligada a consumismo”, un trabajo decente para los padres


de los niños esclavizados que permita la alimentación de las familias, y que todos lo niños del mundo puedan ir a la escuela sin necesidad de trabajar. Publicado en solidaridad.net el 30 noviembre, 2009

Con los JUGUETES te la JUEGAS La marca de juguetes Chicco realiza la concesión de la producción de sus juguetes a las industrias chinas. En 1993 ardió otra fábrica que provocó la muerte de 84 personas.La empresa estadounidense McDonald´s utiliza en China el trabajo de menores de 14 años. Por medio de una compañía china, City Toys McDonald´s fabrica muñecos de peluche, por los que paga a los niños unas 27 ptas. Por hora. Los menores, unos 400, el 20% de la plantilla, duermen en una nave en camas sin colchón y carecen de dinero para adquirir el permiso de residencia. Publicado el 12/12/2003 JUGUETES Y CULTURA Los juguetes son reflejo de la cultura. Pero además son instrumentos generadores de cultura. Pensemos en aquellas muñecas de nuestras abuelas y comparémoslas con las actuales. Cada vez más las muñecas requieren un montón de complementos para su cuidado, que reflejan como los adultos utilizamos cada vez más trastos para atender a los niños. Pero a la vez que sirven de reflejo, contribuyen a crear en los niños (más bien habría que decir las niñas) la conciencia de que para tener un hijo son imprescindibles un montón de cacharros. Si nos centramos en la muñeca por excelencia, la Barbie, observamos por ejemplo el modelo de belleza, rayano en la anorexia, imposible de sostener en una mujer de carne y hueso. ¿Qué tiene esto que ver con que ya hay padres que regalan a sus hijas el cumplir los 18 años operaciones de cirugía estética?. Más allá del modelo de belleza, la Barbie transmite un modelo de persona. Generalmente una mujer rica, de clase alta, normalmente desocupada… No es casualidad que su imagen haya colaborado en campañas de beneficencia en el más puro estilo paternalista: mujer rica que ayuda a los pobres, ya que esto forma parte también del modelo de persona que quiere transmitir. El monopoly, ese juego en el que los jugadores compiten como compradores de una gran ciudad, ¿no impone unos determinados valores y formas de actuar, una mentalidad capitalista, en definitiva? Este es un pequeño ejemplo de cómo los juguetes tienen esa capacidad de modelar valores, creencias, etc… en los niños. Si observamos la publicidad y las diferencias en los anuncios de juguetes para niños y para niñas, vemos que


los valores que transmiten son completamente diferentes. En el caso de los chicos lo que prima es la violencia, la agresividad, la competitividad, el triunfo. Se utilizan frases como: “¡ tienes el poder!”, “¡tú puedes con ellos!”. Las imágenes son con mucho movimiento, colores brillantes, ruidos estridentes… Los niños deben competir todo lo que puedan. Cualquier asomo de colaboración, compañerismo, etc en los juegos será desterrado por ser cosa de niñas. En el caso de las chicas lo que se presenta son colores pasteles, músicas tranquilas, imágenes estáticas. Los valores a imponer son pasividad, papeles tradicionales, coqueteo, adolescentización prematura, importancia del físico… Cuántos padres o profesores comentan cómo se adelanta la adolescencia. En muchas ocasiones no sólo se adelanta sino que se moldea ya con este tipo de juguetes qué tipo de adolescente se tiene que ser: continuamente preocupado por ligar, por gustar a otros, por ser el líder… ¡Ojo!, estos valores se dan espontáneamente en el juego libre de los niños, pero la diferencia es que la TV solidifica esa realidad, dándole su bendición. Y sabemos que la bendición de la TV es de las más poderosas en la mente de un niño. Hacen gracia esas campañas que ahora salen contra el juguete bélico, y esas madres que salen diciendo que a sus hijos no les regalan juguetes bélicos. Me contaba una maestra de infantil que, un día, en una reunión con los padres de sus alumnos, le comentó una madre que su hijo le había contado que les daba pistolas y espadas para jugar en clase y que le parecía muy mal porque ella estaba en contra de los juguetes bélicos. La maestra le contestó que no les dejaba pistolas, pero que cada vez que repartía plastilina para hacer juego libre, su hijo siempre hacía pistolas y espadas para jugar a la serie de TV de moda. Estar contra el juguete bélico y dejar a los hijos que vean la TV que quieran es un sinsentido que nos lleva a los padres a hace el ridículo. Algunos datos que reflejan la importancia de la TV los podemos observar estos días: Desde mediados de diciembre hasta el día de Reyes, las televisiones pueden emitir más de 30.000 anuncios de juguetes. La marca Famosa pasa de 400 anuncios en TV durante 5 meses a 4750 sólo en diciembre. El 80% de las compras de juguetes se hacen en estas fechas. Los juguetes más anunciados son los más vendidos. Cada año además se da la circunstancia de los juguetes más vendidos tienen que ver con series o programas de TV, dibujos animados, películas de moda… Y además son las que dictan a qué juegan los niños en los patios de los colegios. Al final la publicidad la termina pagando el consumidor, pues los juguetes anunciados en TV, como pasa con la mayoría de los artículos que se anuncian, son más caros que otros parecidos. Los que han estudiado el tema de la TV y en concreto la infantil, afirman que los programas son “pretextos” para intercalar publicidad y está hecha, como consecuencia, a gusto y medida de los publicitarios, que son los que pagan..,. y


los que mandan. Naturalmente los programas que sirven de marco no pueden presentar contenidos que contradigan o se opongan a la falsa realidad que impone la publicidad. Avanzando un poco más allá de la TV hay otro aspecto que comienza a cobrar importancia entre los padres que se preocupan por la educación de sus hijos y es la cantidad de juguetes que debe recibir un niño en estas fechas. Cada vez más padres, así como revistas especializadas en temas educativos, son conscientes de la importancia de que los niños no reciban demasiados juguetes. La primera ilusión (esa que es más de los padres que de los propios niños) se transforma en hastío. Cada vez necesitan más: el último complemento, la última novedad, porque eso ya es viejo… y al final acaban arrinconando en su cuarto la mayoría de esos juguetes para quedarse jugando con un palo que encontraron en la calle. Esto nos lleva a otro aspecto que tiene que ver con el juguete y es el grado de imaginación que permite desarrollar en el niño. Expertos hablan de que un juguete debe dejar un 70% para la imaginación del niño. Nosotros no queremos referirnos tanto a cifras como a la idea de que el mejor juguete no es el que más cosas hace, sino el que deja hacer más cosas a los niños. Es posible acercar a los niños a los avances técnicos sin necesidad de cortar su creatividad. Aquellos juguetes que dejan libre la imaginación del niño para que pueda estimular su creatividad suponen una ayuda inestimable en la formación de personas que en el futuro serán capaces de aplicar soluciones originales a los problemas que a todos nos plantea en la vida. Mientras que los juguetes que “lo hacen todo por el niño” entra dentro de una corriente educativa sobreproteccionista que forma niños incapaces de sobreponerse a los problemas. Cuando a este segundo niño se le rompe el juguete “ya no hace nada” y se lleva el berrinche padre, es cuando lo coge el otro niño para jugar, convertirlo con su imaginación en otro juguete o a veces, destriparlo. Aquí entra de lleno la capacidad de los niños de crear sus propios juguetes a partir de una determinada edad. Un libro interesante para aprender es “Construcción de juguetes con materiales de desecho”, Ed. Popular de Charo Piñango y Sol Martín. JUGUETES Y ESCLAVITUD INFANTIL La industria del juguete no escapa a la lógica del sistema capitalista (pese a las campañas de publicidad): mínimo riesgo = máximo beneficio. El 80% de la producción mundial del juguete se concentra en tres países: China, Indonesia y Tailandia. La producción de juguetes se basa en elaboraciones simples y repetitivas. Por esto es uno de los sectores que, especialmente en Tailandia, más recurre al trabajo infantil. Horas y horas empastando el plástico, virtiéndolo frío en los moldes para componer trenes, muñequitas, soldaditos, cacharritos de todas las medidas: un verdadero tormento. Los niños son vigilados por jefes muy severos y no pueden ni hablar ni moverse. Sólo a mediodía tienen permiso para comer un plato de arroz. Una


niña de trece años que trabaja doce horas al día durante seis días a la semana recibe unas 3.300 ptas. al mes. (Otros dicen que 75 euros). Cálculos de hace unos años afirmaban que cada niño norteamericano recibía en navidades juguetes por valor de 22.330 ptas. La niña tailandesa necesita 7 meses de trabajo para ganar esa cantidad. En otras fábricas las trabajadoras afirman que la dirección les impone condiciones muy duras. Incluso para ir al servicio tienen que pedir permiso y son cronometradas por supervisores agresivos. Por norma el permiso se concede una vez al día. Con frecuencia las trabajadoras están obligadas a hacer trabajo extraordinarios hasta media noche e incluso hasta la mañana siguiente. La dirección no solicita permiso a las trabajadoras, simplemente ordena a los guardias cerrar las puertas de salida y abrirlas cuando se termina la producción. En los establecimientos de juguetes el peligro de incendio es muy alto. En Tailandia hubo un incendio en una fábrica de juguetes propiedad de la empresa Kader Industrial Limited, fabricante para la Bart Simpson, que causó 200 muertos. Las puertas estaban cerradas para terminar la producción. Entre los distintos modos de transferir la producción al exterior sin emplear capitales, el más utilizado es el de la concesión. En otras palabras, en lugar de abrir una fábrica nueva en el país exterior, la multinacional pasa la orden a una firma autónoma ya existente que se compromete a suministrar la producción a cambio de un precio convenido. En ciertos casos son entregadas a régimen de concesión las fases intermedias del ciclo productivo. En los países del Norte se realiza el diseño, en los del Sur las fases de elaboración que requieren trabajos manuales más repetitivos y los últimos toques y el etiquetado se realiza de nuevo en el país del Norte. La marca de juguetes Chicco realiza la concesión de la producción de sus juguetes a las industrias chinas. En 1993 ardió otra fábrica que provocó la muerte de 84 personas. La empresa estadounidense McDonald´s utiliza en China el trabajo de menores de 14 años. Por medio de una compañía china, City Toys McDonald´s fabrica muñecos de peluche, por los que paga a los niños unas 27 ptas. Por hora. Los menores, unos 400, el 20% de la plantilla, duermen en una nave en camas sin colchón y carecen de dinero para adquirir el permiso de residencia. La multinacional Mattel, fabricante de Barbie entre otras, fabrica sus muñecas en dos plantas de China, donde trabajan 8.000 operarias en jornadas de 10 o más horas, durante 6 o 7 días a la semana, normalmente sin contratos laborales y sin derechos. No tenéis más que hacer una pequeña prueba, que es mirar en lo juguetes de las tiendas o en los que regalen a vuestros hijos el lugar de fabricación. Comprar estos juguetes supone alimentar un sistema que condena a la esclavitud a niños y niñas en países empobrecidos.


Incluimos aquí algunas preguntas para hacernos antes de comprar un determinado juguete y tener una idea acerca de si es una buena compra. ¿Es adecuado a la edad del niño?. ¿Va a crecer con el niño durante un cierto tiempo? ¿El niño utilizará su imaginación cuando juegue con él?. ¿Puede utilizar el juguete creativamente?. ¿Pueden jugar varios niños a la vez?. ¿Ayudará al niño a aprender sobre otras personas o la naturaleza?. ¿Le ayudará a tener confianza en otras personas y a buscar soluciones donde todos ganen en caso de conflictos? ¿El interés del niño por el juguete se debe a la influencia de la publicidad? ¿Está fabricado por personas que han trabajado en condiciones dignas, o está fabricado en países que respetan los derechos humanos?





JUGUETES DE NIテ前S DE LOS PAISES ENRIQUECIDOS








Declaración de los Derechos del Niño La Declaración de los Derechos del Niño es un tratado internacional aprobado el 20 de noviembre de 1959 de manera unánime por todos los 78 Estados miembros que componían entonces la Organización de Naciones Unidas.1 Ésta está basada a su vez en la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, de 1924, y recoge 10 principios. Tras esta declaración, en 1989 se firmó la Convención sobre los Derechos del Niño, con 54 artículos. A parte de la extensión, las principales diferencias entre ambas es que el cumplimiento de una convención es obligatorio y, por otra parte, la de 1989 cambia el enfoque considerando a las niñas y niños como sujetos de protección y no sólo como objetos de la misma.2 Esta declaración reconoce al niño y la niña como "ser humano capaz de desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con libertad y dignidad". Sus 10 artículos hacen referencia a los siguientes derechos: 1. El derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión, idioma, nacionalidad, sexo, opinión política. 2. El derecho a tener una protección especial para el desarrollo físico, mental y social. 3. El derecho a un nombre y a una nacionalidad desde su nacimiento. 4. El derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuada. 5. El derecho a una educación y a un tratamiento especial para aquellos niños que sufren alguna discapacidad mental o física. 6. El derecho a la comprensión y al amor de los padres y de la sociedad. 7. El derecho a actividades recreativas y a una educación gratuita. 8. El derecho a estar entre los primeros en recibir ayuda en cualquier circunstancia. 9. El derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación. 10. El derecho a ser criado con un espíritu de comprensión sexual, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.


VERSIÓN RESUMIDA DE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO >> Descarga la versión completa Artículo 1 Se entiende por niño todo ser humano menor de 18 años de edad, salvo que haya alcanzado antes la mayoría de edad. Artículo 2 Todos los derechos deben ser aplicados a todos los niños, sin excepción alguna, y es obligación del Estado tomar las medidas necesarias para protegerle de toda forma de discriminación. Artículo 3 Todas las medidas respecto del niño deben estar basadas en la consideración de su interés superior. Corresponde al Estado asegurar una adecuada protección y cuidado, cuando los padres y madres, u otras personas responsables, no tienen capacidad para hacerlo. Artículo 4 Es obligación del Estado adoptar las medidas necesarias para dar efectividad a todos los derechos reconocidos en la CDN. Artículo 5 Es obligación del Estado respetar las responsabilidades y los derechos de los padres y madres, así como de los familiares, de impartir al niño orientación apropiada a la evolución de sus capacidades. Artículo 6 Todo niño tiene derecho a la vida y es obligación del Estado garantizar su supervivencia y desarrollo. Artículo 7 Todo niño tiene derecho a un nombre desde su nacimiento y a una nacionalidad Artículo 8


Es obligación del Estado proteger y, si es necesario, restablecer la identidad del niño, si éste hubiera sido privado en parte o en todo de la misma (nombre, nacionalidad y vínculos familiares). Artículo 9 Es un derecho del niño vivir con su padre y su madre, excepto en los casos que la separación sea necesaria para su interés superior. Es derecho del niño mantener contacto directo con ambos, si está separado de uno de ellos o de los dos. Corresponde al Estado responsabilizarse de este aspecto, en el caso de que la separación haya sido producida por acción del mismo. Artículo 10 Es derecho de los niños y sus padres y madres salir de cualquier país y entrar en el propio, con miras a la reunificación familiar o el mantenimiento de la relación entre unos y otros. Artículo 11 Es obligación del Estado adoptar las medidas necesarias para luchar contra los traslados ilícitos y la retención ilícita de niños en el extranjero, ya sea por su padre o su madre o por una tercera persona. Artículo 12 El niño tiene derecho a expresar su opinión y a que ésta se tenga en cuenta en los asuntos que le afectan. Artículo 13 Todo niño tiene derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, siempre que ello no menoscabe el derecho de otros. Artículo 14 El niño tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión bajo la dirección de su padre y su madre, y de conformidad con las limitaciones prescritas por la ley. Artículo 15 Todo niño tiene derecho a la libertad de asociación y de celebrar reuniones, siempre que ello no vaya en contra de los derechos de otros. Artículo 16


Todo niño tiene derecho a no ser objeto de injerencias en su vida privada, su familia, su domicilio y su correspondencia, y a no ser atacado en su honor. Artículo 17 Los medios de comunicación social desempeñan un papel importante en la difusión de información destinada a los niños, que tenga como fin promover su bienestar moral, el conocimiento y la compresión entre los pueblos y que respete la cultura del niño. Es obligación del Estado tomar medidas de promoción a este respecto y proteger al niño contra toda información y material perjudicial para su bienestar. Artículo 18 Es responsabilidad primordial de padres y madres la crianza de los niños y es deber del Estado brindar la asistencia necesaria en el desempeño de sus funciones. Artículo 19 Es obligación del Estado proteger a los niños de todas las formas de malos tratos perpetradas por padres, madres o cualquiera otra persona responsable de su cuidado, y establecer medidas preventivas y de tratamiento al respecto. Artículo 20 Es obligación del Estado proporcionar protección especial a los niños privados de su medio familiar y asegurar que puedan beneficiarse de cuidados que sustituyan la atención familiar o de la colocación en un establecimiento apropiado, teniendo en cuenta el origen cultural del niño. Artículo 21 En los Estados que reconocen y/o permiten la adopción, se cuidará de que el interés superior del niño sea la consideración primordial y de que estén reunidas todas las garantías necesarias para asegurar que la adopción sea admisible así como las autorizaciones de las autoridades competentes. Artículo 22 Se proporcionará protección especial a los niños considerados refugiados o que soliciten el estatuto de refugiado, y es obligación del Estado cooperar con los organismos competentes para garantizar dicha protección y asistencia. Artículo 23


Los niños mental o físicamente impedidos tienen derecho a recibir cuidados, educación y adiestramiento especiales, destinados a lograr su autosuficiencia e integración activa en la sociedad. Artículo 24 Los niños tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud y a tener acceso a servicios médicos y de rehabilitación, con especial énfasis en aquéllos relacionados con la atención primaria de salud, cuidados preventivos y disminución de la mortalidad infantil. Es obligación del Estado tomar las medidas necesarias, orientadas a la abolición de las prácticas tradicionales perjudiciales para la salud del niño. Artículo 25 El niño que ha sido internado por las autoridades competentes para su atención, protección o tratamiento de salud física o mental, tiene derecho a una evaluación periódica de todas las circunstancias que motivaron su internamiento. Artículo 26 Todo niño tiene derecho a beneficiarse de la Seguridad Social. Artículo 27 Todo niño tiene derecho a beneficiarse de un nivel de vida adecuado para su desarrollo y es responsabilidad primordial de padres y madres proporcionárselo. Es obligación del Estado adaptar medidas apropiadas para que dicha responsabilidad pueda ser asumida y que lo sea de hecho, si es necesario, mediante el pago de la pensión alimenticia. Artículo 28 Todo niño tiene derecho a la educación y es obligación del Estado asegurar por lo menos la educación primaria gratuita y obligatoria. La aplicación de la disciplina escolar deberá respetar la dignidad del niño en cuanto persona humana. Artículo 29 El Estado debe reconocer que la educación debe ser orientada a desarrollar la personalidad y las capacidades del niño, a fin de prepararlo para una vida adulta activa, inculcarle el respeto de los derechos humanos elementales y desarrollar su respeto por los valores culturales y nacionales propios y de civilizaciones distintas a la suya.


Artículo 30 Es derecho de los niños que pertenecen a minorías o a poblaciones indígenas tener su propia vida cultural, practicar su propia religión y emplear su propio idioma. Artículo 31 El niño tiene derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales. Artículo 32 Es obligación del Estado proteger al niño contra el desempeño de cualquier trabajo nocivo para su salud, educación o desarrollo; fijar edades mínimas de admisión al empleo y reglamentar las condiciones del mismo. Artículo 33 Es derecho del niño ser protegido del uso de estupefacientes y sustancias psicotrópicas y se impedirá que esté involucrado en la producción o distribución de tales sustancias. Artículo 34 Es derecho del niño ser protegido de la explotación y abuso sexuales, incluyendo la prostitución y su utilización en prácticas pornográficas. Artículo 35 Es obligación del Estado tomar todas las medidas necesarias para prevenir la venta, el tráfico y la trata de niños. Artículo 36 Es derecho del niño recibir protección contra todas las otras formas de explotación no consideradas en los artículos 32, 33, 34 y 35. Artículo 37 Ningún niño será sometido a la tortura, a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, a la pena capital, a la prisión perpetua y a la detención o encarcelación ilegales o arbitrarias. Todo niño privado de libertad deberá ser tratado con humanidad, estará separado de los adultos, tendrá derecho a mantener contacto con su familia y a tener pronto acceso a la asistencia jurídica u otra asistencia adecuada.


Artículo 38 El Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados entró en vigor en 2002 y establece que los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para que ningún miembro de sus fuerzas armadas menores de 18 años participe directamente en hostilidades. Artículo 39 Es obligación del Estado tomar las medidas apropiadas para que los niños víctimas de la tortura, de conflictos armados, de abandono, de malos tratos o de explotación reciban un tratamiento apropiado que permita su recuperación y reintegración social Artículo 40 Todo niño que sea considerado acusado o declarado culpable de haber infringido las leyes tiene derecho a que se respeten sus derechos fundamentales y, en particular, el derecho a beneficiarse de todas las garantías de un procedimiento equitativo, incluso de disponer de asistencia jurídica o de otra asistencia adecuada en la preparación y presentación de su defensa. Artículo 41 En el caso de que una norma establecida por una ley nacional u otro instrumento internacional vigente en dicho Estado sea más favorable que la disposición análoga de esta Convención, se aplicará dicha norma más favorable. Artículo 42 Los Gobiernos tienen el deber de dar a conocer ampliamente los principios y disposiciones de la Convención, tanto a los adultos como a los niños. Artículos 43 – 45 Para examinar el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño por parte de los Estados firmantes, se establece el Comité de los Derechos del Niño. En estos artículos se recoge el funcionamiento del Comité de los Derechos del Niño, conformado por 18 expertos de diferentes países que analizan los informes presentados por los Estados sobre los progresos y las medidas tomadas para el cumplimiento de la CDN. Artículo 46 - 54


El contenido de los artículos comprendidos desde el artículos 46 hasta el 54 explican cómo los Gobiernos y organizaciones internacionales como UNICEF deben colaborar para el cumplimiento de estos derechos.

ACTIVIDADES DE TRABAJO Versión ilustrada por Jörg Müller de El soldadito de plomo


El cuento de Hans Christian Andersen es tomado como un pretexto para que Müller muestre un íntimo y personal punto de vista sobre la actual situación de pobreza y desigualdad que vive el mundo. La narración y la historia de amor que Andersen deja implícita en su cuento nunca son descartadas, pero gracias al cambio de espacios y personajes, Müller muestra su posición con respecto al abuso social, la pobreza extrema y la exotización de países del tercer mundo por parte de habitantes de países del primer mundo. Nos presenta a los protagonistas: un soldadito que no parece cojo por falta de plomo, sino que nos hace pensar en desagarrado; y la bailarina, que en este caso es una “Barbi”, que viaja con el soldadito y la manera de acusar el dolor de la historia es mostrándola en unas condiciones (el vestido roto, el pelo revuelto, la postura) que pueden incluso sugerir el resultado de una violación. Con estas guisas, ambos personajes salen de una cómoda Europa de aspecto opulento (pero con ratas en lo que no se ve) para llegar, como en el cuento original por medio de un pez pescado, hasta África. Si bien el entorno se recrudece (el pescado descabezado, la lonja y el buque de guerra, el camión de los desperdicios, el basurero a donde van a parar los personajes, quienes los recogen, sus chabolas, la miseria), a pesar de ello la vida del soldadito y de la muñeca parece con más valor: esta basura europea puede generar una sonrisa africana en el niño a cuyas manos han llegado. Hasta que aparece el yanki que le compra por un dólar al niño su sonrisa (sus nuevos juguetes) y se lleva a los personajes a un museo etnográfico que a nadie interesa (pasillos vacíos, suelos limpísimos) para que mueran definitivamente en el olvido. Müller, suizo de 63 años, ha recibido el premio Andersen de ilustración en 1994 como reconocimiento a toda su labor.















FIN


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