Y quién se espera una abuela tan viajera

Page 1



2019 1ª edición Impreso en España


A mi madre en sus noventa aĂąos


Título ¿Y quién se espera una abuela tan viajera? Autor M. Luz Antuña


Este cuento que aquĂ­ os cuento y que ahora os voy a relatar no es un cuento de mentira pues ocurriĂł de verdad


Entraron los niños, corre que te corre, dando trompicones en casa de su abuela, pues justo ese día ¡cumplía los noventa!... Entraron deprisa, todos dando voces… ¡Era una sorpresa...!

7


Gonzalo y Emilio eran los primeros, Paula los seguía Y Mateo y Julián, que eran los pequeños, detrás de ellos iban, corriendo, corriendo… Al abrir la puerta… la casa…¡…vacía…!

8



¡¡¡Qué decepción!!! ¡¡¡Qué fracaso!!! Buscaron, buscaron y no la encontraron ni en la cocina, ni en el salón, tampoco bajo las camas, ni detrás de las puertas, ni en el arcón… ¡¡¡La abuela no estaba…!!!

10



La llaman abuela, aunque es bisabuela. Incansable aventurera, siempre pegada a una maleta, pues le encanta viajar y nunca abandona el sueño, de vivir cada momento, como una aventura plena. ¡No lo puede remediar! ¡¡¡Es una abuela viajera!!! 12



España la recorrió de Norte a Sur y de Este a Oeste, toda entera. Viajó por muchos países y se pone muy contenta, cuando sus periplos cuenta, mostrándoles souvenires de otros tiempos, a sus biznietos, que atentos, escuchan sus odiseas… 14


15


De Alemania, ella les trajo, un pan blanco y otro negro, recubiertos de simientes, una foto del Neuschwanstein, el castillo del “Rey Locoâ€? elegido por Walt Disney para su Bella Durmiente; un frasquito de Colonia, un balĂłn del Leverkusen, una jarra de cerveza artesanal y el aroma dulce y tierno de un mercadillo de La Navidad. 16



En Roma pisó suelo santo, en El Vaticano, la abuela Pepi, y trajo como recuerdo, la moneda de un deseo de la fontana de Trevi , la ternura y compasión de La Pietá de Michel Angelo, del Coliseo, un león, un rayo de luz del sol, que se coló en el Panteón y de la heladería Giolitti, un helado de limón… 18 18



En Amsterdam, también estuvo, a la orilla del canal y a los niños regaló emocionada y vivaz, de Rembrandt, los claroscuros, los colores de Van Gogh, el olor fragante y puro, que en el bolso le dejó un precioso tulipán y un zueco holandés muy chulo que por detrás es imán. 20



De la capital británica también les llegó a traer un soldado que hacía la guardia ante el palacio de Backingham, una campanada del Big Ben el cero de Greenwhich Meridian, una tacita de té, la mirada de London Eye, un autobús rojo muy guay, Why? y una pregunta… ¿por qué? 22


23


Del continente africano lugar de su nacimiento, les trajo del Corรกn, un canto y desde el Atlas, un cuento, un regateo del zoco, una rosa del desierto, el rezo de una mezquita y el pelo camel de un camello, guardado en una cajita. . . 24


25


Y hasta en barco ella viajó y llegó a las islas griegas, donde encontró a Polifemo, el cíclope de la Odisea. De allí le trajo a los niños, una rosa de los vientos, un ánfora del Olimpo y las olas del Egeo, con el mapa de un tesoro, que encontró en una galera, para que buscaran oro 26



Y de Viena trajo un vals y de Portugal, un gallo, ¡regalos!, ¡regalos! Pero… ¿dónde está la abuela? se decían con coraje, todos los niños mirando, tanto y tanto recuerdo, de tanto y tanto viaje… 28



La echaban de menos, a ella, cuando los cogía en sus brazos y les daba abrazos y besos, dejando la huella de tiernos mensajes, con su maquillaje… Y en esos momentos, pensaban escépticos: - ¡¡¡Estará en otro viaje!!! 30



Mas cuando decidieron darse la vuelta, de pronto, algo oyeron… ¡una llave chirría en la puerta!... ¡Y allí apareció ella, silueta viajera, con una maleta, pues venía de vuelta! 32



- Abuela, ¡qué bien! - ¡¡¡Qué bien, abuela, que ya estás aquí!!!-

gritaron los pequeños… Y después de los besos, ya pasado un tiempo, juntos decidieron, jugar al parchís. ¡¡¡Risas y jaleo!!!

34



- ¡¡¡El azul para mi!!! –

gritaba el pequeño. - ¡¡¡El rojo, no quiero!!! Y siguieron pleitos. - ¡¡¡Que tú ya has jugado!!! - ¡¡¡Que yo, ya no juego!!! ¡Gritos y lamentos! - ¡¡¡Que no me comiste!!! - ¡¡¡Que sí te comí!!! 36


Pelea, tras pelea. ¡¡¡Aquí no hay quien pueda!!! ¡¡¡Qué guirigay, qué revuelo!!! Y en ese momento, pensó para sí la abuela viajera… ¿Quién quiere irse fuera y quién quiere salir de viaje, en busca de eventos?

37


Si tambiÊn es reto y lleno de riesgos para los noventa, quedarse las tardes jugando al parchís, con estos biznietos que hoy tengo, y los que han de venir‌

38



Mas como yo nunca miento aquí se acaba este cuento. . . y si juntos soplamos fuerte. . . ffffffffffffffffffffffffff ¡se lo lleva el viento. . .! ¡ ¡ . . . pero vuelve si lo miento. . .! !




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.