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DORMIR EN GIPUZKOA 142 CON LAS MANOS EN LA MASA: ALAZNE CANO

ALAZNE CANO (ABOGADA Y MIEMBRO DE LA COFRADÍA VASCA DE GASTRONOMÍA)

“LA PANDEMIA DEBERÍA GENERAR UNA REFLEXIÓN Y UNA REEDUCACIÓN EN EL SECTOR HOSTELERO”

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Josema Azpeitia / caricatura: Javier Etayo “Tasio”

Alazne Cano (Donostia, 1983), es más donostiarra que la isla de Santa Clara aunque no desperdicia la oportunidad de escaparse siempre que su oficio se lo permite, ya que tanto como su ciudad le atrae el viajar y conocer otros lugares y costumbres. Licenciada en Derecho, se convertió en abogada y posteriormente en mediadora, y se considera, en sus palabras, “abogada de oficio y de oficio, abogada”. Aunque le encanta contar chistes de rubias, rompe todos los tópicos sobre ellas con una conversación inteligente que es capaz de mantener al mismo nivel en francés, inglés, euskera y castellano. Miembro de la Cofradía Vasca de Gastronomía desde 2014, colabora siempre que puede en los eventos que organiza esta sociedad gastronómica.

¿Además de la gastronomía y la abogacía, qué aficiones cultivas?

Me encanta la fotografía, en la que me inicié hace unos 20 años. Viajar es uno de mis grandes placeres, y estoy deseando volver a hacerlo. Me gusta muchísimo conducir, así que suelo viajar con el coche lo que me permite ir parando donde me apetece y descubrir sitios nuevos. También disfruto muchísimo leyendo, sobretodo novela negra.

¿Cuál es tu lugar favorito en Donostia? ¿Y en Gipuzkoa?

En Donosti me encanta pasear cerca del río, y me gusta especialmente la vista de la desembocadura del Urumea desde el puente de Santa Catalina. En Gipuzkoa, la vista del Ratón de Getaria desde Zarautz me resulta insuperable y la imagen nocturna de la bahía de Txingudi desde la carretera del faro de Higuer.

¿Y fuera de Gipuzkoa?

Fuera de Gipuzkoa me quedo con el cielo y los atardeceres de la Mancha. Esa sensación de infinito es inigualable.

¿Cuál ha sido tu mejor viaje?

Un crucero que hice por Islandia en 2019, es un lugar con una energía especial.

¿Y el viaje que te queda por hacer?

Hay tantos!! Recorrer la Toscana en coche en primavera, las islas griegas, recorrer Escocia… ideas no faltan!

¿Qué es lo que más valoras en una persona?

La honestidad

¿Y qué detestas en una persona?

La deslealtad, la traición.

¿Dónde has vivido tu mejor experiencia gastronómica?

Casa Ojeda en Burgos hace ya unos cuantos años, no solo

por la comida, sino también por la ocasión y la compañía.

¿Cuál es el producto o costumbre gastronómica que más valoras en tu entorno?

Como producto nuestros quesos, y como costumbre, la de las sociedades, socializar en torno a una mesa, cocinar para los amigos y con ellos.

¿Y el producto o costumbre que más te ha sorprendido fuera de casa?

Un bocadillo de corazones de pollo que me comí hace muchísimos años en Ceuta. No sólo por el producto, sino por la preparación y la presentación.

¿Cual es tu plato favorito para comer?

La sopa de pescado de mi madre.

¿Y tu plato favorito para preparar?

Las croquetas de jamón

¿Dos restaurantes en Donostia o alrededores?

En Donostia, Saltxipi. Y fuera, he descubierto hace poco Hika Txakolindegia y me ha encantado.

¿Y otros dos restaurantes fuera de tu provincia?

Fuera de Gipuzkoa me dejo llevar por los amigos que tengo en las otras dos provincias, donde fueres…

El sur te atrae, no lo niegues... ¿Qué no debemos perdernos si nos pegamos una escapada “ahí abajo”?

Si hablamos en general… hay que abrir los ojos para absorber la luz que hay de Madrid para abajo. El cielo y el campo infinitos de la Mancha, que según la época del año va desde el verde intenso al dorado, la imponente solidez de la piedra en Despeñaperros, la serena austeridad de los olivares de Jaén, el embrujo de Sevilla con tantos rincones maravillosos, la magia de Granada con ese recuerdo árabe, la costa de Málaga con ese sol y esa alegría… Y si nos vamos al plano gastronómico, los quesos y las perdices en la Mancha, y si es temporada, allí se crían los mejores melones del país, si seguimos bajando las aceitunas y el Aceite de oliva de Jaén y los patés de perdiz, y una tortillita de camarones con una botella de Barbadillo en una terracita en Sanlúcar de Barrameda, un gazpacho fresquito un día que apriete la caló, una jarra de rebujito en feria en Sevilla, unos flamenquines a la hora del tapeo, un espeto en una playa de Málaga… hay tanto!! Aunque eso si, yo del Sur… me quedo con mi gente, mis amigos, que son lo más bonito de allí.

¿Un cocinero o cocinera que te haya sorprendido? ¿Por qué?

Jon Couso y Aitor Amutxastegi del Arraunlari Berri de Hondarribia y sus postres, sorprendentes y divertidos, no me lo esperaba la primera vez que fui.

Sabemos de tu pasión oculta por el vermú... cuéntanos cómo es tu vermú ideal y dónde no debemos perdernos degustar uno.

El vermú perfecto es rojo, en vaso ancho, con 2 hielos y 2 aceitunas. Y para buen vermú, y aunque soy fiel al Roberto en Gros, David y Jontxu, los chicos del Kaioa (Egia) lo ponen estupendamente en la terraza que tienen, y encima son un encanto.

¿Qué es lo más friki, curioso, estrambótico... con lo que te has encontrado en el mundo de la gastronomía?

Helado de pimientos del piquillo hace unos años como postre para acabar una comida. Aún intento entenderlo.

¿Alguna anécdota de tu vida laboral que se pueda contar sin romper el secreto de sumario?

Con el turno de oficio siempre hay alguna, unas son de risa, alguna otra casi de miedo, y otras pues mas o menos previsibles, pero fuera del turno, en mi primer juicio, el Juez expulsó de Sala a mi clienta porque no se callaba, y allí me quedé yo, que no sabía si esconderme bajo la mesa o tirarme al suelo a llorar y abandonar la profesión y hasta el país.

COVID-19... ¿Cómo lo estás viviendo?

Pues tras la zozobra inicial que sufrimos todos los autónomos, recuperando la dinámica todo lo posible. Saldremos de esta trabajando y apoyándonos unos a otros, así que en esas estamos.

¿Qué consecuencias crees que traerá esta situación al mundo de la gastronomía y la restauración?

Me da mucha pena el poco apoyo al sector y la criminalización absurda que ha provocado situaciones verdaderamente injustas. Ha llegado un punto en el que parece que limitando la hostelería y las libertades individuales parece que se acaba con el bicho y no es así. Creo que ha habido una dejación por parte de las instituciones a todos los niveles, exigiendo medidas a los particulares (no sólo a los hosteleros) que no se han observado en el transporte público por ejemplo, que es de su competencia, y me parece inaudito que no haya habido más protestas. Por otro lado no puedo dejar de hacer una reflexión sobre la criba que ha supuesto y va a suponer. Íbamos camino de morir de éxito, y la hostelería donostiarra de algunas zonas se había centrado en el público extranjero despreciando al local de forma ostensible, creo que la pandemia y la reducción del turismo debería generar a una parte del sector una reflexión sobre esto y quizás una reeducación del sector.

Un poco de positivismo: ¿Qué harías si te tocara la lotería?

Primero una comida con los amigos y otra con la familia, pero de esas de sobremesa de 4 horas con chistes malos y muchas risas, y después, cuando aterrizase mentalmente, echaría números para quitar hipoteca, hacer alguno de los viajes que tengo pendientes, y si la Lotería fuera de las buenas, replantearme el trabajo, para trabajar menos, porque no me veo mano sobre mano la verdad.

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