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Contexto de las Vanguardias Es importante conocer la historia y el contexto de época que da pie a las expresiones de vanguardia, entender que todas las representaciones visuales de la época se encuentran influidas por su contexto histórico. La finalidad del ejercicio es generar un análisis de las diferentes condiciones de época que dan forma a los movimientos culturales a lo largo de las primeras décadas del siglo XX. A través de una investigación histórica buscaremos identificar los elementos conceptuales, teóricos y visuales que aportaron piezas clave al entendimiento de la disciplina del diseño en las décadas consecuentes.
Diseñado por Yohali Pérez Baltazar - Diego Reyes Murrieta Penélope Vargas Ledesma - Cassandra Montoya Islas
El dadaísmo es un movimiento artístico y literario de vanguardia que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XX. Se toma como punto de partida el año de publicación del manifiesto inaugural escrito en 1916 por Hugo Ball. Sin embargo, antes de este año ya habían tenido lugar algunas manifestaciones artísticas que pueden ser calificadas de dadaístas, tales como los ready made de Marcel Duchamp. Este movimiento formó parte de las llamadas vanguardias históricas y tuvo una gran influencia en el desarrollo del arte contemporáneo. Pero ¿cuáles fueron sus características, sus aportes y sus principales representes? ¿Qué variables históricas lo hicieron posible? ¿En qué aspectos se expresa su importancia para las siguientes generaciones?
Origen y desarrollo histórico del arte dadá Suele ubicarse el origen del dadaísmo como movimiento en el año 1916, cuando el escritor Hugo Ball y otros artistas, reunidos en el Cabaret Voltaire, decidieron unificar esfuerzos y fundar el arte dadá allí, en el que había sido su lugar de reuniones en Zúrich. El movimiento dadaísta también tuvo un núcleo importante en Berlín, Alemania. Militaban en este George Grosz, Raoul Hausmann y John Heartfield (Helmut Hertzfelde, 1891-1968), uno de los exponentes del fotomontaje. Este núcleo dio lugar a lo que se conoce como dadaísmo berlinés.
El dadaísmo fue realmente escandaloso. Se llegaron a leer sobre ellos afirmaciones como la siguiente: “nunca antes un grupo de decadentes, desprovistos de todo saber y toda voluntad, ha tenido coraje de mostrarse al público como lo hacen estos dadaístas”.
En 1919, con el fin de la Primera Guerra Mundial, el movimiento se trasladó a París, donde alcanzó su apogeo pero también alcanzaría el final de sus días. En efecto, el carácter antiartístico y antipoético del dadaísmo constituía el germen de su propia muerte. Antes de ello, sin embargo, tuvo lugar la primera Feria Internacional Dadá en Berlín en junio de 1920. El dadaísmo fue desgastándose, y las idas de André Breton fueron ganando terreno. La idea del escándalo o del gesto provocador como hecho estético en sí mismo fue dejándose de lado, y virar la atención a la eficacia del hecho artístico volvió a ser un objetivo de los artistas. Fue así como con el tiempo, el dadaísmo favoreció el nacimiento del surrealismo en 1924. Le Violon d'Ingres Man Ray Centre Pompidou, París (Francia) Tinta Fotografía (30 x 20,9 cm.)
Contexto historico Durante la Primera Guerra Mundial, acaecida entre 1914 y 1919, Suiza actuaba como un país neutro, razón por la cual muchas personas vieron en ese país un refugio privilegiado. Entre esas personas se contaban artistas, músicos y escritores venidos de todas partes de Europa. Aquella joven generación de creadores estaba en contra del caos bélico producido por la guerra de trincheras, a la que interpretaron como un signo de la decadencia de Occidente. En efecto, lo que lucía como una promesa de desarrollo y progreso durante la segunda revolución industrial (signada por el matrimonio entre ciencia y tecnología), pronto se convirtió en muerte masiva. Animados por sus valores antibelicistas y su profundo sentido crítico social, un grupo de artistas y escritores fundó un movimiento literario y artístico que expresaba su desacuerdo y decepción frente a la incapacidad demostrada por los discursos oficiales como la ciencia-tecnología, la religión, la filosofía (el idealismo) y las ciencias sociales (el positivismo) para evitar la destrucción de Europa.A este movimiento le pusieron el nombre de “dadá” o “dadaísmo”
Humor irónico, carácter provocador e irreverente El dadaísmo se propuso así una burla feroz del arte –no solo del arte tradicional sino incluso de las vanguardias como el cubismo y el futurismo, este último glorificador de la guerra-, una burla de la burguesía capitalista, finalmente, un desafío a la estética. L.H.O.O.Q Marcel Duchamp Museo: Centre Pompidou, París (Francia) Técnica: Fotografía (19 x 12 cms.)
La falta de respeto al arte como forma de arte. Duchamp… El campo de juego de dadaísmo pronto se le quedó corto para sus gamberradas y su terrorismo artístico… Por supuesto hay quien se toma muy en serio la obra de este artista, y desde luego, sus chistes revolucionaron el arte pues se preguntaban precisamente eso: ¿Que es el arte…? Pues el arte puede ser un urinario, o como en este caso, robar una reproducción la Mona Lisa de Da Vinci, ponerle unos bigotes y colgarla en un museo, y claro… ahí se abrió la caja de Pandora que podemos comprobar 100 años después en delirantes exposiciones en Museos de Arte Contemporáneo de todo el mundo. Pero… ¿Es legítimo robar en arte…? Lo cierto es que el tipo se apropió de una obra de otro, pero creó algo nuevo pues nuevo es el pensamiento que surge en la cabeza del espectador al ver la versión alterada. Robar se convierte pues en un concepto más que legítimo… El arte de robar, podríamos decir… Y además con el dedo medio levantado. Duchamp pinta sin respeto alguno sobre esta obra maestra intocable un bigote, una perilla y además le cambia el título. Al leerlo deprisa en francés, obtenemos la frase «Elle a chaud au cul» (Ella tiene el culo caliente). Este genio realizó más versiones de la obra, como otra Mona Lisa, esta vez sin bigote ni perilla que bautizó como «L. H. O. O. Q. Afeitada». En 1914, Duchamp crea los ready mades, objetos cotidianos separados de su entorno habitual y presentados por el artista como obras de arte. A partir de entonces el arte ya no se veía con los ojos, sino con la mente.
Reloj de alarma Otra máquina antimecánica de Picabia.
Tras una larga correspondencia con Tristan Tzara, Picabia viaja a Zurich en enero de 1919. Era la capital mundial del dadaísmo y el artista no se lo quería perder. Arp y Tzara visitaron a Picabia en su hotel, y cuenta el primero:
Cuando llegamos, estaba ocupado diseccionando un despertador despiadadamente, fue despiezándolo hasta encontrar el muelle, y lo arrancó con gesto triunfal. Interrumpiendo este trabajo un momento, nos saludó y enseguida imprimió en trozos de papel.las ruedecillas, el muelle, las agujas y otras piezas secretas del reloj. Después las unió con líneas y acompañó el dibujo con comentarios que daban fe de un raro ingenio muy alejado del mundo de la estupidez mecánica. Aquí tenemos ese trabajo, en el que Picabia convierte la mecánica (a ser posible sin mucho sentido) en arte. Y por supuesto, sus máquinas antimecánicas, sus artilugios inservibles, fueron un éxito entre los artistas del momento. El reloj, producto suizo, al igual que el Dadá, es aquí ejemplo de que la medida racional del tiempo es también dadaísta. Igual de dadaísta que ese país que aún es absurdo en la actualidad: un paraíso democrático, limpio, aburrido, neutral, pero financiado con el dinero del terrorismo internacional, los cárteles de la droga, el oro nazi y la corrupción.
La obra de Bourgeois está profundamente enraizada en su infancia y en malos recuerdos de su vida familiar que la artista recrea, curiosamente para olvidarlos.y no en un lenguaje pictórico o literario específico. Esta obra ya la había realizado en 1970 en bronce. Una especie de ídolo primitivo de enormes tetas y vientre (fertilidad), con una cabeza en forma de cuchillo afilado (fálico). Es la arquetípica imagen de una madre, que en este caso la artista realizó en fieltro (y haciendo ver las costuras-cicatrices) y que reivindica el matriarcado original. “En mi obra mezclo masculino y femenino, lo activo y pasivo. Es la polaridad de la mujer, lo destructivo y lo seductor. ¿Por qué las mujeres se convierten en mujeres cuchillo? No nacieron como tales. Se les hizo así a través del miedo… La mujer se convierte en un cuchillo, en una figura defensiva”.
Sentido antiartístico y antiliterario Más que un arte, el Dadá o dadaísmo es más bien un antiarte, es decir, es un planteamiento, un concepto, un posicionamiento, lo cual lo convierte, sobre todo, en un modo de actuar sobre la realidad y no en un lenguaje pictórico o literario específico.
Déesse fragile Louise Bourgeois Museo: Galerie Karsten Greve , Colonia (Alemania) Técnica: Escultura (31,7 x 12,7 x 15,2 cm.)
Reivindicación de la irracionalidad como rechazo al positivismo Para que te de una idea... Al quedar al descubierto que la razón moderna no traía consigo una mejor vida sino destrucción masiva, los dadaístas entendieron que el arte y la literatura ya no se justificaban en nombre de la razón. Dieron paso así a la reivindicación de lo irracional en el arte y de lo absurdo. Esta manera de operar en la creación hizo posible un desarrollo creativo sin precedentes, aunque no exento de polémica y rechazo.
Au dessus des nuages Max Ernst C o l e c c i ó n p a r t i c u l a r Técnica: Collage (18,4 x 13 cm.)
Un personaje sin ojos mira directamente al espectador con un ademán enigmático. La postura del cuerpo es en sí misma extraña: las piernas, que más bien parecen femeninas, se inclinan hacia el frente, como en una invitación dudosa; no tiene brazos, pero se entiende, en la amalgama de hilos que conforman al torso, una cualidad contenida; el remate es sin duda la cara, que no tiene rostro, pero que de alguna forma logra expresión —no hay ojos, no hay boca, pero sí hay una presencia insistente que incita a un atisbo de personalidad etérea. Max Ernst pinta Au dessus des nuages en 1920, con la influencia notable de los surrealistas condensados en México y los dadaístas desperdigados en Europa. Los años 20 —y particularmente en París— se caracterizaron por dejar que el influjo preconsciente del psicoanálisis los dominase, arrastrando detrás suyo la vigilia tangible, que cada vez hacía menos sentido.
Aborrecimiento frente al concepto de belleza Para los dadaístas, el concepto tradicional del arte perdía sentido frente a la realidad de la violencia desatada en Europa. Frente al horror de la guerra, la búsqueda de la belleza y la idea de un arte para complacer los sentidos eran absolutamente inadmisible. Hannah Höch, artista libre, bisexual, mujer independiente en esa caótica y fascinante República de Weimar realizó una serie de fotomontajes al estilo de su colega, amante y mentor Raoul Hausmann en los que potencia la sexualidad de la mujer primitiva.
La artista se debió sentir identificada con esa dualidad mujer objeto/colonizada y decidió ser la primera en denunciar -vía dadá- estos estereotipos aún hoy vigentes con una serie bautizada como “Desde un Museo Etnográfico”. En ella asocia figuras femeninas y objetos de arte primitivo. Höch destruye aquí los estereotipos de identidad étnica y sexual, y los reconstruye de nuevo con el espíritu lúdico que caracteriza a la subversión dadaísta. Son collages de aire grotesco que combinan elementos originales de culturas primitivas con recortes de publicaciones europeas. Hannah Höch Aus der Sammlung: Aus einem ethnographischen Museum Museo: Whitechapel Gallery, Londres (Reino Unido) Técnica: Collage Fotomontaje (26 × 17.5 cm)
Fontaine
Marcel Duchamp Museo: Tate Modern, Londres (Reino Unido) Técnica: Escultura (63 × 48 × 35 cm.)
Valoración del gesto artístico por encima del objeto artístico. El artista dejará de ser el que pinta o esculpe, el que genera belleza, y pasará a ser aquel que escoge un objeto sin pretensiones estéticas y le otorga un significado por el sólo hecho de haberlo seleccionado. De esta manera, se instaura la era en que el gesto del artista será lo realmente estimado como “artístico”.
Man Ray
Les Larmes J. Paul Getty Museum, Los Ángeles (Estados Unidos) Fotografía (22,9 × 29,8 cm.)
Man Ray es un pintor y fotógrafo norteamericano. Logró llevar a la fotografía y a la pintura a cierto grado de autonomía. Un icono de la fotografía… En aquellos años todavía había quien cuestionaba si la fotografía era o no un arte. Man Ray demostró que lo era con esta y otras muchas obras. La foto rezuma poesía: Esa mirada perdida hacia lo alto (Man Ray, como buen surrealista tenía filia por los ojos…), el conjunto de líneas curvas y sobre todo esas lágrimas de cristal, tan irreales como expresivas, tan exageradas como estéticas. Parecen las de una estrella de cine mudo de la época. Esos ojos en éxtasis, esa mirada envuelta en rímel bien podría recordar también a una Virgen de los Dolores barroca, pero en esa fascinante época de entreguerras. No hay referencias espaciales ni temporales, pero hay quien ve la falsedad en las lágrimas pues en esa época el artista había cortado con su amante/ musa/discípula, la fotógrafa Lee Miller, que muchos creen que fue la fotógrafa real de muchas de las obras de Man Ray, mientras este se centraba en la pintura.
Carácter interdisciplinario El movimiento dadaísta fue de tipo interdisciplinario, es decir, se manifestó tanto en las artes plásticas (pintura y escultura) como en la literatura. También integró la foografía y la escultura. En todas estas disciplinas privó el sentido iconoclasta y la subversión. Por ello, el dadaísmo también creció abrazado a los manifiestos y, de hecho, a lo largo del movimiento se llegaron a redactar unos siete manifiestos en total. Apegado a los valores del movimiento, el dadaísmo prefirió el uso de palabras por sucesión sin que estuvieran hiladas por un significado evidente o un sentido discursivo lógico. Tomaron también como materia prima las letras en sí y los sonidos, lo que permitía evitar la asociación con un sentido racional. Lo aleatorio jugó en ello un importante papel. Asimismo, implementaron técnicas como el caligrama, que ya había sido utilizado por Guillaume Apollinaire, escritor a quien se relacionaba con el cubismo.
Hugo Ball (1886-1927) Músico y escritor de origen alemán, que tuvo el papel protagónico como fundador del movimiento dadaísta. Fue el escritor del Manifiesto inaugural de la primera velada dadá, aunque muy pronto se deslindó del mismo.
Tristan Tzara (1896-1963) Fue un escritor de origen rumano que se sintió fuertemente atraído por las ideas de Hugo Ball, y que acabó convirtiéndose en la referencia fundamental del dadaísmo literario. Escribió el que es considerado como verdadero primer manifiesto dadá, en el año 1918, así como los siguientes. En su conjuto fueron llamados los siete manifiestos dadaístas. Fue autor de obras como La primera aventura celeste del señor Antipirina (1916) y Veinticinco poemas (1919). Se caracterizó por asociaciones extrañas de imágenes literarias, que buscan romper con las ideas preconcebidas en el afán de expandir la imaginación. En este poema, el poeta juega con los límites entre la verdad y la duda. “Dadá no significa nada. Si alguien lo considera inútil, si alguien no quiere perder su tiempo con una palabra que no significa nada… El primer pensamiento que revolotea en esas cabezas es de índole bacteriológica…” Tzara “He sacado el antiguo sueño de la caja como sacas tú el sombrero cuando te pones el traje de muchos botones cuando agarras el conejo por las orejas cuando regresas de cacería como eliges la flor de la maleza y al amigo de entre los cortesanos. Mira lo que me pasó cuando llegó la noche lentamente como una cucaracha buena para muchos como remedio, cuando enciendo en el alma el fuego de los versos me acosté. El sueño es el jardín preparado para las dudas no sabes lo que es verdad, lo que no lo es te parece que es un ladrón y lo fusilas y después te comunican que ha sido un soldado así ocurrió conmigo exactamente por esto te llamé para decirme -sin error lo que es verdad- lo que no lo es”
Como se menciono anteríor mente Duchamp crea su primer Ready Made, que viene a ser ese objeto sacado de su contexto original, desfuncionalizado y convertido en arte. Es decir en vez de ser un objeto creado por el artista, es el artista «robando» uno ya fabricado. Después de todo, no conozco un solo artista que no robe. Algunos incluso a mano armada… Los ready-mades no tenían el tono serio y premeditado de los trabajos europeos del movimiento Dada (obcecados en la crítica de la violencia de la Primera Guerra Mundial), en su lugar se enfocaban en una naturaleza más absurda, más arbitraria, elegida simplemente sobre la base de una «indiferencia visual». Marcel Duchamp afirmó haber comprado el botellero en una tienda llamada Bazar de l’Hôtel de Ville, cerca del ayuntamiento de París. El botellero era un estante metálico típico utilizado para el secado de botellas, pero el aspecto puntiagudo y agresivo de la pieza le valió el nombre de Erizo (Hedgehog). A diferencia de la anterior Rueda de bicicleta (1913) o Farmacia (1913), el botellero no se modificó de ninguna manera, lo que lo convierte en el primer ejemplo verdaderamente estricto de un ready-made.
Conclusión El movimiento dadaísta ejerció una influencia muy importante en el desarrollo del arte del siglo XX. Lo primero que hay que decir es que, al incorporar técnicas como el fotomontaje –nunca antes explorado- y el ready made, abrieron el camino para infinitas posibilidades en el campo del diseño gráfico, el diseño publicitario y, por supuesto, en las artes plásticas. Fueron también un precedente fundamental para el desarrollo de la vanguardia surrealista, que partió de algunos elementos del arte dadá para crear una nueva estética y un nuevo propósito del arte. El dadaísmo sentó las bases del arte conceptual que se desarrollaría en la segunda mitad del siglo XX. Esto se debe a que permitió que la noción del arte como un objeto destinado a la mera contemplación estética y, por lo tanto, a la complacencia de los sentidos, pudiera ser también valorado por su capacidad para construir discurso crítico, para incomodar o para proponer conceptos complejos con fines distintos a los estéticos. El ready made, por su parte, abrió el camino no solo para el arte conceptual en sí, sino para el arte de instalación que hoy en día juega un papel tan importante. A diferencia de los tiempos que corren, estos elementos en su época representaron una auténtica ruptura con la tradición. Los dadaístas fomentaron la idea de que el artista no era solo el creador de un objeto y que el arte no era solo un asunto de museo. Para ellos y con ellos nace la idea del arte como actitud cotidiana, como estilo de vida, como performancia permanente, infinita.