testImonIos séPtImo ColoquIo
17, InstItuto de estudIos CrítICos Por una teoría crítica en castellano, pensamiento, lenguaje y digitalidad
17, Instituto de estudios Críticos dIreCtor Benjamín mayer Foulkes CoordInAdorA ACAdémICA susana delgado CoordInAdorA de ComunICACIón Wendy Hidalgo CoordInAdor de PuBlICACIones Francisco roberto Pérez AsIstente AdmInIstrAtIvo sandra Herrera CoordInAdorA de ProyeCtos sol Zamora
eConómICos
APoyo téCnICo rogelio García santiago
www.17.edu.mx
CoordInAdor de lA ColeCCIón testImonIos Francisco roberto Pérez dIseño de lA ColeCCIón testImonIos leonardo vázquez Conde FormACIón abita.diseño
Primera edición, enero 2010 esta obra circula bajo una licencia de Atribución —no Comercial— no derivadas 2.5 méxico de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia visite: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/mx/, y para mayores detalles: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/mx/legalcode. o bien, envíe una carta a Creative Commons., 171 second street, suite 300, san Francisco, California 94105, ee.uu.
testImonIos del sexto ColoquIo 17 , I nstItuto de e studIos C rítICos
Por una teoría crítica en castellano, pensamiento, lenguaje y digitalidad
índICe
n o tA
I n t ro d u C t o r I A
7 P ro G r A m A d e l s é P t I m o C o l o q u I o d e 1 7 , InstItuto de estudIos CrítICos 9
el
semBlAnte de lA CrítICA
Pablo Tepichín Jasso 11 r e G I s t ro d e I m PAC t o Ónix Acevedo Frómeta 15 sAlIr
de lA CAmIsA de FuerZA
José Hamra Sassón 23
soBre
el ColoquIo
7
de
17
Jaime Bailleres 29 e ntre
lAdrIllos trAnsPArentes
Marcela Quiroz 33
¿r eFlexIones ,
reFlejos o reverBerACIones ?
Joel Enríquez M. 41 d evenIres en ConFlICto Ofelia Rodríguez López 47
n o tA
I n t ro d u C t o r I A
Criticar significa poner en crisis y obliga a mostrar las contradicciones contenidas en los armazones conceptuales tradicionales. la teoría crítica, como la concibieron los pensadores de la escuela de Frankfurt, implica romper con el dualismo cartesiano entre pensar y ser, y con ello unificar teoría y praxis; en suma, implica pensar y establecer las bases para un desarrollo que conduzca a una sociedad sin injusticias. la apuesta del séptimo coloquio de 17, Instituto de estudios Críticos, fue muy clara: pensar la teoría crítica en castellano. de inmediato, las preguntas surgieron atropelladas. ¿Para qué? ¿Cómo? ¿se trata de un nuevo inicio? ¿quiénes somos nosotros para hacerlo? ¿Por qué teorizar a partir de referentes importados? ¿Por qué no? ¿Cómo recuperar y entrecruzar los referentes ya existentes? Así pues, este séptimo coloquio inquietó: sugirió una rearticulación de saberes a partir del propio contexto político, social, económico, teórico y cultural. mostró la enorme distancia entre apropiar y crear. ¿Crear desde dónde? ¿qué es apropiarse de una lengua ajena para hacerla propia?, se preguntaron algunos. ¿dónde entramos nosotros, los alumnos?, se preguntaron otros con la avidez de quien quiere imprimir su mejor huella al esfuerzo colectivo. un poco de
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testImonIos del séPtImo ColoquIo
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confusión, tal vez, y otro poco de expectativa ante la oportunidad de repensar(nos) desde la propia lengua. queda planteada, pues, la convocatoria que este séptimo coloquio Por una teoría crítica en castellano, pensamiento, lenguaje y digitalidad ha puesto sobre la mesa. en este volumen presentamos una selección de testimonios que dan cuenta de las numerosas interrogantes e inquietudes generadas durante el encuentro. Hay un factor común en ellos: el interés por teorizar críticamente a partir de un registro político. ¿Cómo? una respuesta tentativa: construir desde abajo, desde las microhistorias. Ofelia Rodríguez López Irad Nieto
Por uNa teoría CrítiCa eN CaStellaNo
P ro g r a m a d e l S é P t i m o C o l o q u i o Por una teoría crítica en castellano, pensamiento, lenguaje y digitalidad 17, instituto de estudios Críticos del 29 de junio al 3 de julio de 2009 w lunes 29 de junio Bienvenida. Benjamín mayer Foulkes reunión plenaria con todos los estudiantes del posgrado en teoría Crítica intervención de Bob Stein moderador: Pedro meyer Conversación con Bob Stein moderador: Benjamín mayer w martes 30 de junio intervención de Federico galende sobre su producción y actuales perspectivas moderador: Pablo tepichín intervención de agustín estrada sobre el Faro de oriente moderador: Benjamín mayer intervención de teresa Vilarós Soler sobre su producción y actuales perspectivas moderador: Susana delgado intervención de Carlos Pereda sobre su producción y actuales perspectivas moderador: aline lavalle w miércoles 1 de julio mesa redonda con agnès merat, Jennifer Boni, miguel gutiérrez y arturo Peón, sobre sus recientes travesías de américa latina en una camioneta impulsada por aceite de cocina usado… y a pie… miradas cruzadas sobre sus viajes, la vida nómada, latinoamérica y méxico… moderador: Nuria araiza
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testimonios del séptimo coloquio
intervención de davide tarizzo sobre su producción y actuales perspectivas moderador: Francisco Roberto pérez
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intervención de Vivian Abenshushan y luigi Amara sobre tumbona ediciones moderador: Francisco Roberto pérez intervención de Alberto moreiras sobre su producción y actuales perspectivas moderador: Benjamín mayer w Jueves 2 de julio presentaciones de los proyectos Finales de la maestría en teoría crítica (Foro) pablo tepichín, Alejandro orozco, Adriana Aguilera moderador: nuria Araiza presentación de los proyectos preliminares del doctorado en teoría crítica (Auditorio del primer piso) mario luis Fuentes, Jorge luis cuétara, José o. Reza moderador: susana delgado Recomendaciones para el examen General de conocimientos para todos los estudiantes del posgrado en teoría crítica (salón Rojo) con: Benjamín mayer, susana delgado, Francisco Roberto pérez y etelvina Bernal w Viernes 3 de julio discusión de los avances de las tesis de doctorado (Foro) Graciela Kartofel, Ana patricia González, Alejandra díaz Zepeda, liora stavchansky moderador: nuria Araiza discusión de los avances de las tesis de doctorado (Foro) Alberto navarro, René montero, diego lagunilla moderador: susana delgado presentación de dos proyectos editoriales del instituto 1) Revista diecisiete, teoría crítica, psicoanálisis, cultura, 2) portal promotor de la producción teórica en castellano (proyecto conjunto con el center for modern thought, university of Aberdeen) Brindis
El
sEmblantE dE la crítica
Pablo Tepichín Jasso
Yo que nací en lo aparente, ¿podría soportar lo real? Fernando Pessoa
i Filosofar es la búsqueda de un remedio contra la confusión de una época, nos dice Epicuro con la certeza no sólo de polemizar con los monstruos de la sabiduría helénica o de sustraerse de aquel lejano mundo de los dioses sino, sobre todo, desvelando que un contexto social, cualquiera, se desgarra periódicamente en una confusión epocal, quizás por ello, valdría la pena rememorar al filósofo griego cuando afirma que los deseos pueden ser naturales y necesarios, otros naturales pero no necesarios, y otros, ni naturales ni necesarios, sino que provienen, éstos últimos, de opiniones sin sentido. la confusión puede ser vivificante, puede remover la idea, puede sacudir la ilusión, tal vez recomponga los caminos supuestamente inamovibles, seguramente volvería a instaurar al pensamiento crítico como remedio a la confusión necesaria e inevitable de nuestros ilustres y castellanizados días. El séptimo coloquio fue en principio en dos sedes que se dieron, una, al refugio de nuestro instituto, la otra, a la resistencia de la memoria de nuestras discusiones alrededor del catastrófico y semántico tlatelolco. Y volvieron a
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tEstimonios dEl séPtimo coloquio
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rodar las palabras y a presentarse los proyectos vinculados a maneras diferidas de hacer, a travesías que se apartan de las desgastadas superficies y más bien prefieren ser alumbradas por los destellos de un Faro en el oriente. El libro, presencia y por momentos ausencia, no deja de ser el lugar del debate en el coloquio; se despliega con sus páginas, sus autores, sus letras, sus erratas, su portada y contraportada pero también se desliza a través de la digitalización en el tiempo y en el espacio. Y rodaron también las diatribas en papel y las diatribas a la forma-institución que no hace sino lacerar a los proyectos librescos alternativos que de paso derrumban de una vez, o esta vez, con el decimonónico folclor editorial. El libro, objeto y no, comienza a desconstruirse desde lo aparente hacia lo real. El libro, adulto en plenitud, sabrá adaptarse al nuevo traje del emperador, no sin momentos de confusión, no sin opiniones sin sentido, antes bien, aquel vacío sin sentido inherente podría, en todo caso, vivificar el propio fin del libro como dispositivo trascendente even better than the real thing. ii En El siglo el filósofo alain badiou afirma que la pasión de lo real es la sospecha, pues lo real nunca es lo bastante real para que no se sospeche su condición de semblante. la labor del ejercicio crítico, desde cualquier disciplina artística o humanística, confronta los caleidoscópicos semblantes constitutivos de la realidad. desmontar éstos es la travesía de la desconstrucción. Es nuestra travesía en 17, instituto de Estudios críticos. la teoría crítica en castellano, el lenguaje y la digitalidad fueron los resortes que circularon en el séptimo coloquio de 17. desensamblando el montaje, mirando al otro, cediendo la palabra, debatiendo, pensando y recreando en
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el necesario distanciamiento de la crítica, testimoniamos las figuras discursivas y los dispositivos digitalizantes que acercan y alejan al propio sujeto con su labor, su trabajo y su acción en el mundo. el andamiaje sobre el que se levantó el coloquio corrió dentro de lo marginal, alternativo, limítrofe y rasgado de las formas simbólicas e ideológicas que concentran y pretenden absorber a la vanguardia. o quizás es esa vanguardia la que por momentos atraviesa y disloca la parsimonia anestesiada del establishment. al fin y al cabo, para decirlo con arendt, el choque del mundo de la realidad sobre la existencia humana se recibe y siente como fuerza condicionadora. los distintos proyectos presentados durante el coloquio, dan cuenta de la configuración- apropiación del mundo, del mundo propio, como auténticos propietarios y fabricantes en los distintos ámbitos de la creatividad. esa es finalmente la apuesta tanto individual, como social, que el instituto como cuerpo diferenciado, complejo y colectivo supone. Mi tránsito en Diecisiete ha girado por espacios, lugares y emociones irrepetibles. si actuar y hablar son las actividades estrictamente políticas, entonces estaríamos regresando esa politicidad a nuestro ser constitutivo atravesada por la crítica como el eje rector. Politicidad que nos fue arrancada por una esfera de relaciones sociales cargada de ficciones, montajes y máscaras. Desenrollar la confusión y la complejidad del mundo nos invita a distanciarnos de la catástrofe, a reinventar lugares, a conocer, a sorprendernos, a no repetir como uno de los tantos senderos de la vita activa. Till the next goodbye
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ónix acevedo
[registro de impacto]
Tlatelolco
En un entorno político memorable (el 2 de octubre no se olvida), se dio curso al tema que colocó en el centro la Teoría Crítica en castellano, enfocada hacia el pensamiento, el lenguaje y la digitalidad, moviéndose en dos dimensiones del quehacer crítico: el analítico y académico, no fuera de la realidad social; y el pragmático que sale a la calle, hace viajes del corazón, participa en la dinámica álgida de un FARO de Oriente (con el carisma particularísimo de Agustín Estrada) o se mete a la vida y responde de acuerdo a determinados criterios. El Coloquio entrecruza estos momentos de reflexión y propone mover la mirada en derredor. (La enorme mesa elíptica de los micrófonos resonantes en el gran salón plenario... ¿Naciones Unidas o Senado Intergaláctico?)
Teoría Crítica I
Inserta en ciertos lazos sociales, atenta al contexto en que se desenvuelve el pensamiento contemporáneo, la Teoría Crítica podría ser vista como un hueco que ha de rellenarse –si fuera posible– con reflexiones ancladas en las circunstancias históricas, como un hilo que cose diversas disciplinas. La Teoría Crítica se mueve en un terreno difuso, permeable, abierto, inacabado.
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17, I
El Instituto se inscribe en esta órbita actual del pensar; invita a ser visto como un catalizador, no como una arquitectura que se asienta en un territorio o dominio. 17 es excéntrico (técnicamente hablando), es una manera de habitar el lenguaje, un ámbito de construcción y desconstrucción discursiva en el amplio espacio de la semiósfera. 17 es la cuerda floja, el intersticio, la tensión, entre el canon (normatividad, academia, SEP, exámenes de grado) y la libertad interventora (autorreflexiva, en permanente movimiento, sin camisa de fuerza-José Hamra dixit).
Teoría marrana
«Marrano», del árabe máhram, cosa prohibida. [Expresión hiriente dada a los judíos de la península ibérica, que a pesar de convertirse al cristianismo continuaban practicando los ritos de la ley judaica, en secreto.]
http://www.17.edu.mx/ pistacultural.asp?sw=2& cat=3&catid=3
Teoría marrana es el texto de la participación de Alberto Moreiras en el Séptimo Coloquio, no incluye una carta que decidió leer en confidencia a unas decenas de participantes, dirigida a un antiguo colega, escrita a propósito de cierta traición desconocida para los oyentes. De la carta y de la participación de Moreiras se deduce una virtual podredumbre del ámbito académico no exclusiva de algunas universidades estadounidenses, sino que remite a la caducidad de un modelo educativo, y el sujeto académico en él como intelectual capturado (Galende). La carta daría lugar a sentimientos encontrados entre los estudiantes de 17 y una multiplicidad de opiniones, vertidas o no, en el espacio público.
las palabras
Las palabras nos hundieron en el negro pozo del espanto. Otras palabras nos alzarán hasta una nueva claridad.
Salvador Espriu, La pell de brau, 1960
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por una teoría crítica en castellano
política
http://www.17.edu.mx/ pistacultural.asp?sw=2&c at=3&catid=3
El pensamiento teórico-crítico que está prometido para nuestra lengua es también pensamiento político. Eso será previsiblemente Política Común, el portal de estudios relacionado con el ámbito general del pensamiento en castellano; una mirada política sobre el pensar contemporáneo en toda la gama de sus registros (lectura política del pensamiento o el pensamiento en registro político) a partir de preguntas complejas que sostengan algunos lustros de trabajo y que terminen, como dijo Moreiras, por cambiar la forma de la lengua. «No se trata en esta victoria de destruir a ningún enemigo, sino más bien de lograr espacio para respirar, que es el espacio de la libertad real», entendida la libertad en oposición a la lógica de la dominación. (Pretendidamente la política pensada y enfocada sin tanto melodrama o al menos sin tanta solemnidad.)
moreireana I
No hay que renunciar a la venganza porque es renunciar al deseo. [El deseo de venganza consiste en forzar a quien haya hecho algo malo en sufrir el mismo dolor que infligió, o asegurarse de que esta persona o grupo no volverá a cometer dichos daños otra vez. La venganza es un acto que en la mayoría de los casos causa placer a quien la efectúa debido al sentimiento de rencor que ocasiona el antecedente.]
Federido Galende
Asombrosa capacidad discursiva e inteligencia, en un genial empaque de teenager forever. Benjamineanamente se pregunta por la crítica, a partir de ver, no la forma ante mí, sino los recursos de producción que hay detrás. La crítica como lectura de la historia desde la caducidad de las cosas. La crítica podría pensarse como doble pregunta: 1. Por la materialidad, o sea, las condiciones mundanas de producción, el residuo excremental oculto tras la forma. 2. Por una modalidad de lectura no asociada al uso de la fa17
ónix acevedo
registro de impacto
cultad consciente del sujeto. La interrupción de aquello que se muestra en su continuidad. (Aunque este enfoque mira fundamentalmente a la producción artística, ¿qué pasa si nos ponemos los lentes de la política para leerlo? ¿Qué encontramos como resíduo excremental en las campañas políticas que padecemos?)
Teoría Crítica en castellano
http://www.17.edu.mx/ pistacultural.asp?sw=2 &cat=3&catid=3
No es una negativa a lo que se produce en otras lenguas, sino comenzar a articular soportes, dispositivos, para pensar en la propia. Hay «necesidad de normalización discursiva del español en producción teórica no mimética». Nuestros actuales aparatos conceptuales se han engendrado en Europa por siglos, a partir de reflexiones europeas, ¿cómo inicializar este nuevo camino? con Moreiras (corso de tierra): no se puede cambiar la Historia, pero sí se puede cambiar el futuro.
moreireana II
Hay que tener presente el concepto de violencia de Roberto Esposito: existe una violencia menor, la del conflicto; y una mayor, la supresión del conflicto (que implica la supresión del otro).
modos de decir
«Hay modos de decir que hacen temblar. Otros que lastiman. Hay modos de decir que lastiman más allá de la muerte, en el recuerdo de aquellos que los profirieron. Hay modos de decir que turban el soplo de una voz muerta o sorda. Voces o ecos que no proceden directamente de esos muertos. Provienen de un soplo que no es verdaderamente antiguo. O se instalan en la garganta con una voz secreta, con una expresión más disimulada que la resonancia vocal, más baja que el murmullo, que dan ganas de llorar. Eso son los libros.»
Pascal Quignard, Las sombras errantes, 2007
18 testimonios séptimo coloquio
por una teoría crítica en castellano
«17 está en un momento editorial.» Ello en medio de la añeja discusión sobre los soportes –si digital o papel– y la verdadera amenaza del fin del libro como le conocemos –lo que no significa su extinción. Siguiendo a Derrida –con la posible desaparición del libro en su distinción histórica, del soporte material, de su carácter acabado y unitario– habría que pensar en la aparición de un nuevo concepto de autoría.
17, II
Jacques Derrida, El libro por venir. Introducción a una discusión que tuvo lugar en la Biblioteca Nacional de Francia con Roger Chartier y Bernard Stiegler el 20 de marzo de 1997.
Comentaba Derrida en 1997: «Cuestión trémula, asimismo, cuestión que tiembla no sólo debido a lo que perturba el sentido histórico de lo que todavía se denomina un libro, sino también debido a lo que la expresión por venir puede dar a entender, a saber, más de una cosa, por lo menos tres: 1. Que el libro como tal tiene –o no tiene– porvenir, en el momento en que la incorporación electrónica y virtualizante, la pantalla y el teclado, la transmisión telemática, la composición numérica parecen desalojar o suplir al codex (ese cuaderno con páginas superpuestas y encuadernadas, la forma actual de lo que denominamos habitualmente un libro tal que se puede abrir, poner sobre una mesa o tener entre las manos), códice que suplantó, a su vez, al volumen; el volumen, al rollo. Lo suplantó sin hacerlo desaparecer, insisto en ello. Pues siempre habremos de vérnoslas no con unas sustituciones que ponen fin a lo que reemplazan sino con –me atreveré a utilizar hoy esta palabra– reestructuraciones en las cuales la forma más antigua sobrevive, incluso sobrevive sin fin, coexiste con la nueva y transige con una nueva economía, que es asimismo tanto un cálculo del mercado como un cálculo del almacenaje, del capital y de la reserva. 2. Que, aunque tenga un futuro, el libro por venir ya no será lo que fue.
19 ónix acevedo
registro de impacto
3. Que se espera o se aguarda otro libro, un libro por venir que transfigurará o incluso salvará al libro del naufragio que está en marcha.»
derrideana op. cit.
(...) la idea del saber –circular y pedagógico– que no es sino una dimensión del libro como enciclopedia, siendo la otra la del juego, del azar y de la literatura.
Carlos Pereda
Resultó un soplo de aire fresco. Me quedo con sus Cuatro reglas para sobrevivir en la adversidad: 1. Respecto a las perplejidades, conflictos y problemas, considera que tratarlos con argumentos conforman el modelo para enfrentar esas dificultades. 2. Ten cuidado con las palabras. 3. Evita los vértigos argumentales. 4. Procura que tus argumentos no sucumban a la tentación de la certeza o de la ignorancia, pero tampoco a la del poder o la impotencia. (¿Qué le pasó a Pereda cuando entró Moreiras al recinto y le increpó?)
Davide Tarizzo
Mente aguda apuntando al tema político en registro lacaniano. Hay que ir más allá de Lacan con Lacan. El ser humano se injerta en un orden simbólico, ahora en crisis. La realidad social en el mundo contemporáneo se ha deformado; hay una fragmentación, una psicotización del ligamento social. Cada vez es más difícil construir relaciones sociales con la actual crisis de la autoridad. Estamos hechos de palabras, no es un reino de ilusión sino de codificación de la identidad humana, es un orden constitutivo, creador de una geometría social donde las cosas encajan en su lugar. El lugar de la nueva discursividad no es más la universidad: es el partido político (!)
20 testimonios séptimo coloquio
por una teoría crítica en castellano
Teoría Crítica II
Imaginémosla como un filo. No un mero borde incierto entre dos tejidos, no esa especie de titubeo gesticular de la diferencia. Sino más bien como un pliegue, como ese punto desplazado en que algo deja de ser simultáneamente dos cosas que es a la vez. Un buen cuchillo, cualquier buen arma blanca, depende justamente de ser eficaz en este potencial maquínico. Algo que depende de su condición “vaciada” –el buen filo de un cuchillo no se produce por reducción de espesor, sino por la perfección con que un pliegue (alrededor de un vacío que en el gesto se define como interioridad forclusa) esquiva la existencia de dos planos que, rompiéndose en él, se realizan como (dis)continuidad (y lo que hace hacia dentro carga la fuerza que le permite después hacerlo hacia fuera). Siendo «el lugar de los puntos» que es a la vez esos ambos y ninguno de ellos, habitar ese filo implica los peligros que viviría un funámbulo condenado a caminar sobre una cadena de afiladas cuchillas entrelazadas.
http://alepharts.org/pens/independencia.html
[Atribución personal y arbitraria a la Teoría Crítica de lo que José Luis Brea pensó para la independencia]. Y el que independencia y Teoría Crítica tengan un abrevadero argumental común no es algo que quiera pasar por alto.
http://alepharts.org/pens/independencia.html
Procuramos: «(...) dar presencia ante la ciudadanía a nuestros actos de opinión e interpretación, a nuestras actuaciones de producción cognitiva y crítica. (...) [Proporcionar] materiales interpretativos y críticos que posibiliten al receptor cualquiera participar en la comprensión y desarrollo activo de esos campos de problematicidad creciente que instituyen los ámbitos de relación compleja con nuestro presente –como inestabilidad, como punta desplazada. Con el hoy del mundo, como transición histórica intervenible, transformable.»
21 ónix acevedo
registro de impacto
Salir
de la camiSa de fuerza
José Hamra Sassón
i inicio con un replanteamiento. en el tercer día en Tlatelolco comenté que hacer teoría crítica era como contar cuentos. Quizá no estaba tan perdido, pero después de las sesiones en la casa refugio, en condesa, me di cuenta que se acerca más a la poesía que a la narración de un hecho. O al menos a algo en el cruce entre la narrativa y la poesía. conceptualizar es hacer poesía que refleja posibles que con una narración simple y llana no se logra. Y eso siempre me ha gustado. También contar cuentos. Por algo me sentí contento toda la semana, participando en un espacio que hice propio casi de inmediato. Que me invitó a estar. un espacio que se logra gracias a las personas que lo crean. 17 es un espacio en el que quiero estar, al que quiero pertenecer. retomo la imagen del trueque con la que Benjamín mayer abría el coloquio. a diferencia de otros ambientes de reflexión, que simulan Templos del Saber llenos de adoradores de idolitos, de idólatras que quieren ser idolatrados, la primera impresión con la que me quedo de 17 es la de una Plaza Pública. un espacio abierto al conocimiento, a la discusión, a la reflexión, al pensamiento trans-disciplinario, donde los participantes intercambian sus ideas, donde todos ganan y se llevan, al final del día, algo a casa. No fue casual habernos reunido enmarcados por la Plaza de las Tres culturas.
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ii las revelaciones que tuve durante el coloquio me confirmaron que necesito zafarme de mi camisa de fuerza, la que denota ideas preconcebidas, conocimientos añejados, obsesiones de mi propia locura. camisa de fuerza que es a su vez la zona de confort donde he decidido estar. Hasta ahora. Vengo de pensar y expresar sobre el medio oriente, la política comparada y resabios de sociología. el conflicto palestino-israelí me ha llevado a un estado de hibridez entre analista-periodista-académico-activista. esa es mi camisa de fuerza y requiero salir de ella. desanudarme (no desnudarme, que ese fue tema del coloquio anterior). inicio este proceso aflojando seguros y destrabando hebillas para orbitar desde otra perspectiva. salir de la camisa de fuerza implica un viaje. no tengo claro el destino, ni la vuelta. pero sé desde hace tiempo que debo partir del medio oriente para enfrentarme a cíclopes y minotauros con la intención de repensarlo, confrontarlo. Y a la vez, repensarme y confrontarme. durante el viaje, el sudario levantino que se teje y desteje se seguirá tensando y relajando. quizá regrese al medio oriente, quizá no. por eso no le pido fidelidad, porque no sé si habrá alguna sirena a la que no resista acercarme. si decidí salir de la camisa de fuerza no es para amarrarme a un mástil. lo único cierto es que todo es incierto y posible. se trata de un viaje donde contaré cuentos, haré poesía y avanzaré buscando combustible en los lugares que para mí aún son inhóspitos. espero transformar-me. si al término del periplo regreso a Ítaca, si regreso a la camisa de fuerza (en caso de que logre salir de ella), lo haré con amarres diferentes, o al menos enriquecidos. en este caso, que implica un viaje con menos riesgos, es repensar al medio oriente desde el pensamiento político y no desde la política.
POr uNa TeOrÍa crÍTica eN caSTellaNO
iii la presentación de alejandra díaz sobre el cuerpo sin órganos y el dolor rebasó el tiempo y espacio en el que se dio. en la reunión tutorial con edwin Sánchez retomamos la discusión. incluso Sánchez comentó que el cine snuff es ilegal. escuchar esa apreciación fue un trancazo, un detonador. Nadie reparó en esa arista durante la presentación. en lo particular me impactó el tema y su tratamiento. Sigo pensando alrededor del dolor y la violencia, insistiendo en que no es necesario ilustrarlo con una tortura de 42 minutos. Tan sólo tenemos que ver un noticiario o abrir el periódico para enfrentarse a la mutilación de cuerpos. me cuesta trabajo concebir el dolor sin violencia. Violentar un cuerpo, desde una enfermedad pasando por un golpe o una laceración, implica dolor. el placer por el dolor no margina la violencia. el dolor nos hace empáticos con los otros. el saber lo que produce el dolor hace que entendamos al otro, por la simple capacidad de sentirlo. Sabernos dolientes nos humaniza. ¿Se puede acaso abstraer ese dolor? es posible. los niveles de violencia a los que estamos cotidianamente expuestos nos han hecho de cierta forma inmunes al dolor, al grado de no cuestionar el uso de la tortura como ilustración. Hasta el torturador profesional sabe donde infligir dolor eficientemente, qué órganos golpear para evitar dejar marcas visibles que lo impliquen como tal. continuando la lectura que hace federico Galende sobre la violencia en Walter Benjamin, la catástrofe está en nuestra no-reacción, no en la tortura en sí misma. Si la catástrofe es “la continuidad de la vida en medio de lo más horroroso”, entonces somos testigos, una vez más, de ella en nosotros. es decir, ese ¿quiénes somos nosotros? que, en las palabras traducidas de davide Tarizzo, se convierte en la pregunta por antonomasia. Y me pregunto si lo posible también tiene un límite que no sea el cielo.
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TeSTimONiOS del SéPTimO cOlOQuiO
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iV me he enfrentado diversidad de veces, en montón de marcos, a la comparación de la opresión israelí a los palestinos con el genocidio nazi contra los judíos. la mínima de Saramago que compara a auschwitz con Jenin sólo atisba un falso debate que oscurece cualquier tipo de entendimiento. esta desafortunada comparación es, además, contraproducente para la causa palestina. considerar al ejército israelí símil de la maquinaria nazi desvía por completo la atención a la tragedia palestina y la ocupación israelí. entonces, la discusión se centra en hablar del Holocausto judío y confrontar a los negacionistas. Sin embargo, la catástrofe benjaminiana permite abordar la comparación desde una perspectiva crítica, libre de prejuicios. la catástrofe no está en la tragedia en sí misma, llámese genocidio u opresión. la catástrofe está en la no-reacción de la mayoría de los civiles polacos, alemanes y demás. está en la no-reacción de la mayoría de los israelíes que viven a un paso de Gaza y cisjordania. está en la misma no-reacción de la mayoría de los palestinos ante un atentado suicida en un autobús israelí. la catástrofe reside en la no-reacción frente a un caso de tortura, ante la celebración de Slumdog millionare, una película triunfadora que habla del amor, pero cuyo argumento se sostiene en la tortura física y sicológica a la que está expuesto el personaje principal. la catástrofe está en la no-reacción ante un caso de tortura snuffeada. No se trata de una apreciación conceptual, se trata de tortura, de la normalidad cotidiana que ya nos resulta la violencia, incluso desde la perspectiva crítica.
Por una teoría crítica en castellano
V Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón. Fito Páez 27
carlos Pereda nos recordó, una vez más, que es necesario cuidar las palabras. “cuidarlas y cuidarse de ellas”. Me parece que gusta más la idea de hacer poesía que contar cuentos. Pero además de cuidarlas (y quererlas), Graciela Kartofel nos mostró que la palabra es imagen, que la imagen es palabra. la poesía de la teoría crítica reside en construir imágenes a partir de la palabra. sin embargo, pienso que hay una línea que la separa del arte. De ahí la relevancia del para qué. Para qué hacemos teoría crítica. la respuesta es, por supuesto, subjetiva. Voy iniciando en este viaje, pero parto desde la necesidad de que el pensamiento crítico, reflexivo, debe tener un impacto más allá de un seminario o un foro en Moodle. la Plaza Pública que ofrece 17 se verá enriquecida con los proyectos de la revista y el portal. es necesario interactuar con el exterior y no mantenerse en la marginalidad. Me parece importante trascender en ese aspecto. Buscar resonar como cuerda del laúd de adriana aguilera. cuerda que hace resonar a otras cuerdas para mantenerse cuerdo sin la camisa de fuerza. si hay algo que pensar y decir, ese dicho se enriquece al hacerse escuchar, generar retroalimentaciones que nutren al pensamiento originario. Me uno a la idea que presentó tarizzo: la reflexión política requiere incidir en la realidad política, generar acción política. lo último que quisiera es pecar de soberbia, pero no vendría mal para nuestras sociedades que los afiladores de cuchillos salieran a pasearse allende sus propias fronteras. Que este espacio deje de lado la timidez y, desde la lógica de carl schmitt que nos presentó Pablo tepichín, “irradie el sistema” y acepte el conflicto dialoguista.
TeSTimONiOS del SéPTimO cOlOQuiO
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Teoría crítica —en castellano— para qué. es la pregunta que permanecerá sobre la mesa. cómo salir e interactuar con el afuera y hasta dónde. Supongo que habrá espacio y tiempo (el tiempo fantasmagórico de diego lagunilla) para pensar, hacer y responder. Para resonar, pues.
Sobre
el coloquio
7
de
17
Jaime Bailleres
escribo desde la distancia, concepto que utilizaré como guía en este comentario de lo que pienso que fue mi experiencia en el coloquio. la distancia histórica y geográfica. Graciela y yo hicimos un largo viaje por carretera para subirnos a la nave de 17, al inicio de otra travesía. Pensaba ahí mismo en la apertura al coloquio, que incluso la forma de la mesa era una panga, una barcaza o una nave. Y recordé la editorial Premiá de los años setenta en México y la colección la Nave de los locos; bakunin, rimbaud, bataille, Joyce, etc. locos en el sentido de la acción política como lo plantea david cooper o al menos, de una postura diferente, no locos desde la simulación o la moda irreverente. Y pensé que: 1.- Hay una distancia entre estudiar ahí y estudiar desde acá. recurro a la memoria, y lo primero que recuerdo es algo que imaginé mientras se discutía en la apertura del coloquio entre estudiantes y organizadores y administradores del instituto; las condiciones de los cursos, los pagos, los recursos etc. imaginaba que el debate se ubicaba en la discusión de la distancia entre “ser virtual y estar ahí”. es un problema generacional que nos marca desde la relación escolar tradicional del “estar ahí frente al maestro”; y el tomar clase desde lejos, en la casa o desde el cibercafé de esquina. esta condición telemática que nos hace suponer que podrí-
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amos ubicarnos en la posibilidad de la ubicuidad. Ahora sí, estudiando desde lejos somos casi dioses. entonces, dirán algunos, falta el tacto o relación casi carnal del estar aquí-ahí en lo que pensamos es la presencia. Pero también en reuniones como esas, en coloquios, en disertaciones, exposiciones, en clases “reales” o presenciales también hay ausencias. Y damos clase y los estudiantes nos ven a los ojos en silencio como si quisieran hipnotizarnos haciéndonos creer que ponen toda la atención, y la distancia es muy grande. Y podríamos pensar que comprendemos todo lo que se dice desde la teoría crítica italiana o argentina, y pensé que a lo mejor también hay una cierta distancia. Y finalmente, entre dos nodos de esa línea compleja de abstracciones y conceptos, de nuevo, la ausencia. 2.- Hay una distancia entre hacer teoría desde el cono sur y el “acá”. Pensaba también en la teoría crítica hecha en México, pero lejos de una ideología nacionalista o chovinista. ¿dónde están los teóricos mexicanos? me preguntaba. en todo caso, cómo escindirse de la condición colonizadora del pensamiento europeo. Porque ernesto laclau puede tener discusiones abiertas con Zizek, pero no fue este el que acudió a aprender teoría y psicoanálisis en buenos Aires. le abrí una línea de crédito a 17 y pensé que a lo mejor este proyecto editorial que ahora inician sería una plataforma para que desde ahí se desarrollara lo que podría ser parte de lo que al paso del tiempo se identificara como “teoría crítica desde México” y que el castellano en la teoría resurgiera como aquellos proyectos editoriales hechos desde la periferia imperialista de los años setenta. entonces, teoría crítica en castellano, pero también en un lenguaje más accesible y cercano. Más hecho desde y para “acá”. 3.- Hay una distancia entre ser críticos desde la teoría y la praxis.
Por uNA teoríA críticA eN cAStellANo
escuché proyectos de investigación y ponencias que luego parece que se alejan de la base terrenal. como si no hubiera historia y sociedad, o condiciones económicas. como queriendo sostenerse en conceptos volátiles o entelequias incomprensibles, inasibles finalmente. Fenomenologías en la condición de la apariencia o la simulacra. un poco como “hablaré de la forma más compleja y abigarrada, para que al menos se oiga interesante”. Y escuchamos en silencio: ¿Para qué publicar un libro de 300 páginas, si lo podemos poner en un blog? (bob Stein). Hasta entonces pensé en inglés: … what? Y por un momento olvidé el castellano. Pero luego vienen estos personajes que hacen de un basurero un centro comunitario para la lúdica convivencia en el barrio o los que cuentan cuentos y hacen un viaje hasta la panadería de la villa alejada de la condición mítica de lo urbano; o los que se enamoran viajando con aceite combustible y los que dicen en oposición a otros: “…hacer libros es un reto, no es fácil pero nos arriesgamos. un libro llega hasta a una playa, donde no puedes llevar a la laptop” (luigi Amara). Aquí también, en la práctica social o la intervención comunitaria, la crítica se hace ruptura, y no es redundancia. 4.- Hay una distancia en el lenguaje. Pues también en las traducciones simultáneas se cometen errores de interpretación. quisiera compartir lo siguiente, he estado en otros coloquios de 17; postpornografías y en el seminario de Joan copjec. Y aunque el psicoanálisis no es mi área de dominio, al escuchar a las traductoras interpretando conceptos operativos de la teoría foucaultiana, encuentro que hay fallas en el lenguaje de la interpretación de las traducciones. el lenguaje es conflictivo, el idioma traducido también lo es. entiendo que mucho hacen los organizadores consiguiendo
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a personas que puedan traducir, pero, mi sugerencia aquí es si fuera posible que el texto pueda ser analizado antes de la traducción simultánea y definir conceptos. He tenido la oportunidad de platicar con bob Stein y Kelly dennis después de sus ponencias, con el propósito de definir al menos un concepto que no está claro en los planteamientos de sus lecturas, y el problema resulta ser la traducción. Aquí el castellano, se quedó en lontananza. 5.- Finalmente, la documentación del evento. ¿qué hacer para corregir la memoria? Sobre todo, aquellos que ya no podemos recordar tan fácilmente lo que se dice o se pretende guardar en un cuaderno en un apunte muy contingente, de las ideas que vuelan sobre nosotros como pájaros mientras se escucha una exposición. Por ahí había a una persona videograbando que después saludé y me dijo que también él es compañero de 17. Y le dije: “¿qué hacemos para conseguir una copia de ese documento?” Podríamos pagar una cuota mínima o una lanita extra —he aquí el trueque en acción— para quedarnos con una copia digital de la excelente exposición de Galende, por ejemplo. ¿qué tal si pagamos el derecho a la copia y nos la mandan por correo? de esta forma podríamos escuchar de nuevo el documento, analizarlo mejor y no pensarlo como otra ausencia. quizá varios recordemos con detalle el perfomance de Sprinkle en el tit-ballet o love-art-motion. Pero ¿la idea central del mapa de Giménez-Gatto o de Kelly dennis? ¿en dónde están? termino entonces con una última frase, va también en este texto mi reconocimiento a la labor de los organizadores y administradores de 17. un abrazo a l@s compañer@s. es bueno haberlos encontrado en el viaje.
EntrE
l a d r i l l o s t r a n s pa r E n t E s
Marcela Quiroz
Hace apenas un par de semanas una reconocida artista china emplazó, ladrillo por ladrillo, una muralla de cristal en la presente edición de la Bienal de Venecia; replicando la forma, grosor y acomodo de uno de los muchos tramos de la muralla que la historia de sus orígenes le ha legado. shan shan sheng intervino una de las sedes que albergan la renombrada bienal italiana con un muro disparejo sobre su altura y abierto en sus confines. Open Wall se llama la pieza compuesta por 2,200 ladrillos de vidrio virgen, entre lo translúcido y lo transparente, a veces coloreando sutilmente el interior en tonos de naranja, azul, dorado o verde. pero no es sólo un juego de transparencias y entintadas opacidades lo que constituye el cuerpo de cada uno de los ladrillos reinventados por la artista, siendo que sobre ellos ha grabado uno a uno, una determinada fecha convocando en la grafía una secuencia de sucesos importantes, representativos, conmemorativos o simbólicos de la historia de un país que crecer amurallado. El número de ladrillos refiere a cada uno de los años que han transcurrido desde el inicio de la construcción de la muralla y su materialidad responde metafóricamente, a decir de sheng, a la situación cultural de China en el momento presente. Es decir, un país antes encerrado sobre su historia y el peso de sus tradiciones que desde fines de los años ochenta iría poco a poco transparentado sus murallas en el intercambio, cada vez
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más voraz, hacia occidente. si bien los reflejos que destellan los ladrillos vidriados con ciertas inclinaciones de la luz a veces parecerían referir a la valía de algún metal precioso como el titanio, enclavando sobre sus visos una atinada metáfora económica sobre la situación de China en el escenario mundial, la pieza se ofrece esencialmente como una reflexión artística y cultural si bien definida por las circunstancias, decisiones y fortalezas político-económicas que le permiten, dentro del inicio de la peor crisis económica global de la historia de la humanidad, construir un muro de lingotes vidriados. ¿qué ha dicho sheng al respecto, en un destello que parece no querer deshilarse del gesto poético de su instalación como juegos metafóricos en transparencia? que sus ladrillos materializan sobre una compartida visibilidad los distintos estados de transparencia y opacidad de la historia de relaciones entre China y el mundo occidental. sobre ellos, la escritura como memoria histórica señalándose como asidero común, constante e indiviso. ¿qué diferencias existirán para su lectura entre la transparencia y la permeabilidad? ¿qué es ver el otro lado sin salir del propio? ¿qué mirada (im)posibilita una muralla vidriada? preguntas todas pertinentes más allá de la pieza china-veneciana de sheng para articular sobre ella, entre sus resquicios, algunas de las interrogantes, que como punzadas se advirtieron entre voces, cuerpos y miradas en el pasado coloquio de 17, instituto de Estudios Críticos. pues se empezó también hablando para sentir y asentir el emplazamiento. un nuevo cambio de sede. del Helénico a la casona de la roma al edificio antes gubernamental de tlatelolco, el séptimo coloquio empezaba de nuevo tratando de ganar un estado de territorio a la historia ajena, siempre ajena que es la historia que aún no ha sido dicho en voz propia. la primera mañana se tendió sobre nuestras
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cabezas el reto quizá más denso en sus implicaciones de continuidad. sergio raúl arroyo, actual director del Centro Cultural tlatelolco que nos albergó en una magna sede de otras décadas y muy distintas intenciones de auto-importancia (y aquí hay que recordar la estructura oval plantada de decenas de –disfuncionales– micrófonos individuales que deben haber repetido un sin fin de retóricas políticas en sus particulares historias de la era de la reproductividad técnica), refirió al pasado fundacional del barrio y las ruinas sobre las que se levantaba el edificio que ahora es sede. los franciscanos construyeron ahí la primera escuela para cronistas indígenas después de la conquista. sobre las ruinas de Benjamin que trajo consigo Federico Galende. un lugar para hacer la palabra. ¿pero qué palabra? ¿En qué lengua? ¿Hacer la palabra para quién? ¿Hacerse de la lengua de quién? ¿qué es apropiarse de una lengua ajena para hacerla propia, para intentar darle cuerpo en nuestro cuerpo sin pecar de ilustradores y escribanos? mismas interrogantes incendiaron los ánimos de varios desde Carlos pereda y sus categorizaciones en advertencia sobre los vicios y prejuicios de la filosofía y la teoría en castellano, encabezados y/o enfrentados al cierre del tiempo en tlatelolco con la pluma en los restos incendiados de una trayectoria a contracorriente de alberto moreiras. ¿Cómo deshacer los discursos para encontrar en la relectura crítica de los pesos de una historia poscolonial que intente desarticular su propia mirada en condena siempre devenida? ¿Cómo repensar esos ‘excedentes’ de la lengua castellana de los que habló teresa Vilarós atendiendo los procesos históricos como ‘estados de latencia transitiva’ que hay que engullir para asimilar y en caso, desarticularles desde dentro en la búsqueda de alternativas para el pensamiento comprometido con su ser-estancia contemporánea? ¿Cómo entender las particularidades del territorio histó-
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rico, teórico, socio-político-económico que recorren la palabra en castellano entre sus sedimentos, calcificaciones, ahuecamientos, y emergencias? ¿Cómo dejar de ver a través de un muro de ladrillos transparentes? algunos de quienes compartieron sus experiencias profesionales en este 7º coloquio quisieron ofrecernos en calidad de respuestas tentativas, sus intentos por derrocar sus propias resistencias y fracasos en el peregrinaje intelectual que de una u otra manera ha asumido la condición penitente del ser. del 6º coloquio al que ahora nos convoca, experimentamos el cruce de intenciones (tan complementario como insoluble) de los testimonios ‘activos’ o vivenciales de sujetos-en-tráfico, al ofrecimiento del trabajo intelectual como (com)particiones de un tiempo vivido en los bordes reflexivos de la academia. a veces, en los mejores casos, los ponentes de este 7º coloquio dejaron ver (cuando no confesaron abiertamente evidenciando una necesidad que por lo general permanece solamente traslúcida) las necesidades y fracturas personales, íntimas; los riesgos, tropiezos, ambiciones, incluso o debajo, o a la espalda de las arrogancias –dejadas o puestas– en los libros o al lado de un camino vecinal. Entre ellos me quedo con dos (com)particiones1 como incentivos contra el olvido. la admirable entrega de agustín Estrada al proyecto comunitario del Faro de oriente como un ejemplo palpitante de la certeza de efectividad de la inserción horizontal de los procesos culturales como regeneradores sociales. anunciando con su ejemplo la respuesta a la interrogante benjaminiana por pensar la noción de comunidad más allá de la estética, como un proceso que sólo se puede andar entre las partes, haciéndose en sus quiebres, extraviándose en las ruinas de su pasado al enfrentar las roturas del presente como condición constructiva. “Construir desde abajo,
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desde las microhistorias” refrendaba Estrada como dinámica operante en el Faro. ¿Estará en ello la posibilidad de responder en castellano a la producción teórica crítica? la presentación de agnès merat y miguel Gutiérrez anunciaría el intento por hacerse saber en el asumirse en el cuerpo como ejercicio micro-histórico. El viaje territorial y personal de agnès y miguel desde la ciudad de méxico hasta la patagonia impulsados por combustión biodiesel da cuenta de un empeño individual por hacerse en la destrucción de los aparatos tradicionales de sustento, desde el patíbulo de la academia hasta el resguardo de la morada. Encauzar una cruzada de concientización sobre las apremiantes necesidades energéticas alternativas, enlazar proyectos, soluciones y reinvenciones comunitarias enlazando distancias y soluciones culturales y operativas dispersas podría ser el entendido acometido del trayecto en un año de vida-en-viaje al que se comprometieron merat y Gutiérrez. sin embargo, el germen de la empresa estuvo siempre en el cuerpo. “necesitaba una ruptura con la academia para dejar esa postura que mantuve mucho tiempo –sentada, leyendo, escribiendo– necesitaba mi cuerpo caminar, pensar caminando, pensar parada.” Y al decirlo, agnès develó a mi escucha desde su necesidad más fuerte –la de la postura exigida por el cuerpo– el sentido y lugar de encuentro entre la extendida horizontal y sus permeabilidades, y la siempre en riesgo e imprecisa verticalidad que intentamos ser. Escribir con el cuerpo para caminar (con) las palabras. Hacer teoría con el cuerpo es la posibilidad que encuentro más cercana para dar lugar a la contingencia en la escritura. involucrarse sabiendo que la mirada que decide mantenerse detrás de una muralla, aún si se funda transparente y aparentemente abierta sobre sus bordes, seguirá impidiendo la porosidad que vivifica cuanto que arriesga la piel. durante la primera mañana de ese fin de junio, Benja-
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mín mayer se (nos) preguntaba ¿Cuánto nos aprovechamos? ¿qué perdemos, apostamos o dejamos en la inversión en soledad que implica la escritura y la lectura en miras de una configuración teórica? ¿qué estamos dispuestos a enlazar en intercambio a cambio de la palabra del otro? ¿Cómo podemos habitar las opacidades y enunciar las transparencias de las apropiaciones teóricas que asimila como intento en configuración nuestro hacer en la escritura? Entreguemos a cambio el cuerpo –aún si encapsulado sobre los restos de sus ansias de salvaguarda dentro de un ladrillo vidriado– sabiendo que sobre sus bordes puede la palabra hacer visible en un mismo instante comprometido su fuerza y debilidad.
notas 1
Buscando ilustrar con esta impropia fusión semántica la necesidad
de partir, dividir, dividirse, literalmente hacerse en pedazos para poder compartirse, darse al otro, dar nuestros restos, entregar nuestra existencia y pensamiento en la confesión de sus intentos por hacer de su condensación fragmentaria un posible destino re-ligable. invocando sí, la esencia anterior al dogma de la acción en el vocablo latino ‘religare’, volver a unir los fragmentos entre las fracturas cerámicas entre dos cuerpos la posibilidad de encuentro.
Shan Shan Sheng, Open Wall, 2009.
¿R e f l e x i o n e s ,
R e f l e j o s o R e v e R b e R ac i o n e s ?
Joel Enríquez M.
En el asfalto por el que camina, sus pasos despiertan una asombrosa resonancia. W. benjamin.
Una de las tareas más difíciles a la que nos enfrentamos hoy en día es pensar en el lector a quién dirigimos nuestro trabajo. Pensar que el lector está educado para descubrir la profundidad de la producción escrita es ya un error. Por otro lado producir de forma extensa la profundidad sobre los temas que se tratan en la escritura es otro error y aún más grave, tomando en cuenta el lugar en que nos situamos, donde la sociedad no está acostumbrada a leer documentos de una marcada producción teórica y que para ellos terminan por ser incomprensibles o inabarcables; para aquellos a los que se pretende llegar, considerando que se pensara en informar a una toda una sociedad que no tiene interés por, y ya no digamos la lectura sino, el conocimiento mismo. Queda entonces la pregunta en el aire, donde el escribir para quién ha de irse dibujando de acuerdo a la forma en que se escribe así como los temas que irán emergiendo en quehacer del escritor. ¿Qué decir?, una nueva pregunta que parece apuntar a la demanda de los productores, de los editores sobre el qué es lo que más se vende. en ese sentido nos encontramos entre la espada y la pared, queriendo escribir de forma correcta aquello
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que pensamos y que al considerar las necesidades de los editores, nos vemos en la obligatoriedad de situarnos bajo estándares que no se ven admitidos por nuestras ideas de producción y/o comunicación de los saberes encontrados. este aspecto tan sencillo dentro de la estructura de una construcción de saberes y la promoción de éstos, nos posiciona ante una pregunta que es necesario pensar más profundamente, una pregunta que está vinculada a nuestro conocimiento del saber, así como del saber decir. lo que presenta como una nueva producción de la escritura considerando lo que se quiere decir, enfocado en una meta clara del a quién se quiere informar. sobre este punto es preciso caer en la cuenta que aquello que estamos produciendo no entra en los estándares de producción actuales por la misma tendencia que se propone desde el lugar que se está proponiendo, lo que quiere decir que es imprescindible tomar plena consciencia de que el valor de lo que se propone tiene un gran soporte teórico. en el coloquio la pregunta estaba presente durante mucho tiempo, parecía hacerse más profunda y no encontrar una respuesta. se dirigía por la posición en la que nos encontrábamos en ese momento y parecía no presentar más que preguntas. Pero, ¿hubo respuestas? mirar profundamente el desarrollo del coloquio nos permitiría reconocer que hay dos formas desde las que se presentaron los exponentes: en la exposición de ideas y proyectos así como en la posición de demanda. en ese otro aspecto del expositor habría que preguntarse, ¿qué teórico se presenta a una audiencia en pleno lugar de saber, de un saber total? Pretender no obtener una respuesta de lo que uno expone es en sí un no reconocer el valor del otro y de la información que se pueda obtener de estas experiencias. cada vez que se expone un trabajo se expone uno mismo, y se expone el conocimiento con el fin de encontrar posibles lazos para
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establecer una red, sea una red de saberes, una red de teorías, una red de grupalidades, etc. no obstante en la producción de estas redes existe también la producción de espacios que quedan fuera de la red (pienso en las redes de pesca, donde se obtiene el pescado pero se deja afuera el agua), que se escapan por entre los hilos y que en muchos casos son la materia continente del aspecto tratado. comprender que la posibilidad de entrar en estas redes también expone la posibilidad de que al salir de aquello que se procura trabajar hace del pertenecer a las redes por mucho tiempo devenga en la muerte del objeto que se deja atrapar por ellas. no obstante es esa muerte del yo en, lo que se pone en juego en ese dejarse atrapar por la red. en mi más reciente trabajo he propuesto la singularidad que tiene el estar para el sujeto mexicano, donde ese estar permea al actor de tal forma que le permite no actuar, dicho de otra manera: da al sujeto la posibilidad de no pensar de forma activa su propia vida. Presentarse ante un público, formar parte de una red incluye la responsabilidad de afectar otras singularidades hasta el punto de obtener un reflejo de aquello que uno hace y entender que tiene una repercusión en la sociedad en la que se pretende transformar, lo que contrapondría la posición del estar. actualmente se pueden encontrar muchos trabajos de fotógrafos que tratan el tema de los reflejos; este tema es de singular interés porque lo que han buscado es la impresión de lo que se refleja en la materia. tal vez nuestro trabajo sería retomar estas imágenes para descubrir el otro tipo de reflejo que se obtiene de la exposición de los sujetos al medio en que se encuentra. este aspecto se liga a la reverberación que se planteaba en el coloquio anterior, donde lo que se obtiene del medio al que se está expuesto se transforma por la inclusión de la propia subjetividad. el postrarse ante un auditorio no está sólo en la palabra hablada frente a un público, ese postrarse frente a un
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auditorio se encuentra también en la escritura. cuando nosotros escribimos, estamos exponiéndonos ante los otros, nos situamos ideológicamente, políticamente, familiarmente, culturalmente, teóricamente, etc. 17, instituto, se ha situado en los diversos mentes que le ha sido posible y necesario, y desde ese lugar nos habla de la necesidad de exponer aquello de lo que en otras lenguas no se puede entender como se entiende desde el español. en ese sentido es imprescindible considerar que, dentro de nosotros, existe algo que nos empuja a posicionarnos en un lugar determinado. Yo, por ejemplo, siempre he tenido amigos o conocidos de otros lugares, que hablan otros idiomas, y he entendido que hay palabras-conceptos que ellos no logran comprender de forma clara, los dicen pero no los comprenden; o en mi calidad de viajero donde he asimilado diferencias entre algunas cosas que a pesar de ser un mismo objeto se aprecian de diferente manera. esa conceptualidad de los objetos así como de las ideas correspondientes al posicionamiento de las singularidades que las nombran es aquello que es necesario estudiar, y aquí hago uso del planteamiento deleuziano pensando que algo que nombra no sólo es una persona de carne y hueso. así el posicionamiento dialéctico que se propone, se sitúa desde otro lugar, donde los conceptos se conforman de acuerdo a otro tipo de circunstancias que aquellos que se pensaban con anterioridad. desde esta nueva postura podría pensarse en el vínculo arte-política, tal vez empezando a retomar el trabajo como el que hace faRo, articulando su producción con la otra cultura. en tanto que el trabajo que se produce tiene una palabra dentro de las necesidades de articular las raíces culturales del lugar en que se está trabajando y no sólo como un mecanismo de cohesión social. cuando presentaban el proyecto con todos aciertos y grandes reconocimientos parecía existir una demanda sobre el a dónde ir
PoR Una teoRía cRítica en castellano
usando este tipo de espacio, la pregunta se situaba (desde mi perspectiva), en lo más íntimo de la cotidianidad del sector que se estaba incluyendo en un espacio cultural: se les llevaba cultura y al mismo tiempo se recogía cultura del lugar pero, ¿qué hacer con ella? en otro momento me vino a la mente la idea de que usando mecanismos como Sophie Project para llevar la información de maneras nuevas a los lugares habituales e incluso a otros espacios que antes no habían sido contemplados como lugares de promoción cultural, pensando en la cultura como aquello que nos cohesiona a partir de una postura sociopolítica y en su correlato historiográfico y no como mera producción artística (en este sentido hay autores como enrique Guinsberg que diferencian cultura de cultura, para referirse a la producción artística en el primer caso, así como a la transmisión de valores, normas, etcétera, en el segundo caso), sería más fácil o más dinámico. esto me llevó a pensar en cómo las generaciones se enfrentan a nuevas formas de comunicación, al tiempo que existen otras que se están quedando rezagadas en la carrera de la tecnología, lo cual nos obliga, por un lado a estar en constante movimiento a las nuevas formas de acción dentro de los espacios que cuentan con el acceso a las nuevas tecnologías al tiempo que es nuestra tarea considerar que existen muchos espacios donde no se cuenta siquiera con una computadora, lo que nos obliga a trabajar en formas verdaderamente opuestas, en lo que a tecnología se refiere. tal vez por ello es que el proyecto de tumbona ediciones sigue siendo una alternativa, no sólo para conseguir textos que sea imposible conseguir, sino para tener los medios para llegar a aquellos que no tienen acceso a estos medios de información que se expanden por las ciudades. Pero todo este trabajo es nulo si seguimos reproduciendo las formas de acción que se presentan en el sistema
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corrupto que nos ha estructurado. empezar por cambiar la manera de pensar y posicionarnos en un espacio donde lo importante es la producción de conocimientos nuevos desde la perspectiva de los pueblos latinoamericanos, a los que nosotros pertenecemos, donde la tarea es la construcción de una teoría crítica en español y en que es importante, no sólo reconocerse como una persona que sabe qué es lo que está diciendo, sino que reconoce que eso que está aportando es algo que tiene un valor por el momento histórico en que se está difundiendo ese saber así como por la posición geo-política que lo produce. a algunos compañeros de 17, instituto les dije: Puedo resumir el coloquio en dos palabras: Hacerse cargo. ¿Qué es hacerse cargo? Reconocer en primer lugar que sabemos, reconocer que tenemos el derecho a expresar lo que sabemos, pero también reconocer que tenemos el deber de articular lo que estamos diciendo de tal manera que sea utilizable, que debemos sostener con fundamento lo que estamos diciendo, que debemos estar bien preparados para decir lo que estamos diciendo o proponiendo, pero también que tenemos fallas y que estamos dispuestos a escuchar lo que nos aporten otros para complementar nuestro conocimiento generado, tener el valor de asumir las faltas que hubiéramos cometido en el trabajo o que estuviesen presentes, y trabajar en las faltas así como se puede rasurar si existen excesos. Hacerse cargo es asumir que somos humanos y que estamos abriendo veredas, por lo que podemos cometer errores, pero también es asumir que es importante trazar objetivos claros y que los errores en realidad sólo son algunos pasos a un éxito favorable.
Devenires en conflicto Ofelia Rodríguez López
i Durante seis coloquios, tres años para ser exactos, por este instituto han cruzado, atravesado, ideas, palabras, quehaceres, todos abiertos, siempre receptivos a nuevas relecturas y resignificaciones: el inicio quedó sellado con la polémica entre lanzman y Huberman y la pregunta siempre vigente ¿es la visibilidad o la invisibilidad el camino hacia la legibilidad en la memoria? y en todo caso ¿es posible que un exceso, es decir, una visibilidad desbordante contribuya a un desdibujamiento de aquello que más se pretende retener?1 en este sentido y como se ha visto en repetidas ocasiones, la desconstrucción de la imagen resulta un camino legítimo para lograr una mayor legibilidad. Así pues, y volviendo a la reflexión inicial, en diversos espacios han sonado y resonado los pensamientos de freud y sus intuiciones telepáticas; Baudrillard con sus redes y formas virales de la política y lo político; el gran otro lacaniano releído por Dufour, así como las condiciones políticas en la producción de una determinada forma en Walter Benjamin; sólo por citar algunos ejemplos en la amplitud de temas y autores abordados. Hay en todos estos casos un factor en común, algunos de los autores lo intuyen, otros lo tienen como un presupuesto: el conocimiento no admite separaciones, antes bien es necesario eliminarlas, sospechar de las parcialida-
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des, devolver al conocimiento el estatuto que le corresponde: ser unitario. He aquí la gran utilidad que la filosofía presta a esta empresa en su afán por destruir saberes parciales, que no son más que reductos de poder. Hasta entonces nosotros habíamos sido transcriptores, glosadores o en el mejor de los casos, hemos tratado de resignificar estas propuestas, asimilándolas y en algunos casos hemos intentado crear puentes y conexiones, de mayor o menor alcance, pero ¿qué de original hay en ello? poco, o casi nada. Hemos vivido siempre amparados bajo una tradición que no nos pertenece, hegemónica en tanto dueña de la tradición greco-romana y sobre la que la modernidad construyó su aliento renovador, hoy asfixiado. ¿qué entonces ha sostenido al incipiente y vacilante criticismo iberoamericano? soberbias y complejas apropiaciones, de muy escasa manufactura doméstica. Aún cuando en este escenario no podemos dejar de reconocer un sitio sobresaliente a figuras como carlos monsiváis y Ariel Dorfman, entre otros, pocos por cierto. parece entonces éste, el paso más lógico pero evidentemente el más arriesgado para el instituto de estudios críticos: formular una teoría crítica a la luz del contexto iberoamericano y tal vez obligadamente, con registro político. De aquí que la identidad del instituto deba permanecer tal como rancière entiende el proceso subjetivador: como una identificación imposible, siempre fuera, siempre en el vacío, lo que en buena medida le asegurará un registro crítico sin compromiso. siempre articulando y desarticulándose a sí misma, lo mismo que al entorno en el cual pretende ejercer alguna influencia. esa es su vocación.
Por una teoría crítica en castellano
ii la crítica significa leer la historia desde la caducidad de las cosas. Hace poco menos de un siglo, para Walter Benjamin era un hecho, la obra de arte, esa obra eterna, siempre la misma y por eso siempre aurática, había dado paso a una producción sujeta a la destrucción, pero que seguramente respondía mejor a los nuevos tiempos. arte, estética y Política quedaban unidas en forma indisoluble, a partir de la preocupación por las condiciones políticas de producción de una determinada forma, de manera semejante a como el Derecho y la Historia han generado las condiciones para producir la forma “hombre”. la actualidad de Benjamin se halla aquí: en señalar que la estética moderna es la continuación de la máquina jurídica como configuración de la vida del hombre. ¿cuál es la preocupación de Benjamin? la materialidad y las condiciones de producción de la obra. Queda ésta, liberada de su obligación de connotar un mensaje político, de ser un texto a partir del cual se extraiga un mensaje; su función es ahora restituir al hombre su sensorialidad perdida en la máquina anestesiante del mensaje. Donde hay menores connotaciones políticas, hay mayor posibilidad de politización. ese es el trasfondo de la polémica que sostuvieron Benjamin y Brecht con el realismo socialista lukàcsiano.2 Hay también una crítica asociada al momento de legibilidad. lo importante no es la duración de la imagen en la conciencia sino la interrupción que plantea la destrucción de esa duración. ¿cómo elaborar una crítica a la desarticulación del momento del sujeto y su conciencia?: instante y legibilidad. lo remarcable del arte no es su duración (eternización) sino su devenir (ruina), su ser efímero, su capacidad para emerger e interrumpir.
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Hemos inventado tecnologías sin saber el mundo que nos van a dar Bob stein
leer en voz alta fue la norma desde los inicios de la palabra escrita, así se crearon los signos, las palabras: con su propio sonido implícito. una palabra pronunciada tenía vida, estaba hecha no sólo para la lengua sino para el cuerpo completo, balanceante en ocasiones, como dando musicalidad a los sonidos. una palabra sin pronunciar era letra muerta. en un polémico estudio, el norteamericano Julian Jaynes, al preguntarse por el origen de la conciencia la define como un proceso aprendido basado en el lenguaje.3 así pues, la lectura inició no sólo como una actividad que debía manifestarse con todo el cuerpo, incluyendo la voz, sino que una segunda consecuencia lógica era su naturaleza colectiva, impensable en soledad. las palabras se leían y escuchaban, se compartían, se significaban en comunidad. Quien en la antigüedad sospechosamente se atrevía a leer en silencio, causaba justificadas suspicacias ¿qué estaría cruzando por su mente que escapaba al dominio común? Poco a poco se fue perdiendo el sentido sonoro del lenguaje y con el advenimiento de la producción bibliográfica masiva las bibliotecas personales crecían, al ritmo que la actividad colectiva fue cayendo en un letargo del que no se recuperó por siglos. el objeto único e inmutable que fue el libro desde su forma manuscrita, permaneció siendo el vehículo a través del cual el conocimiento podía circular, se transmitía gracias a un objeto “acabado”, “cerrado” y estructuralmente invariable. el conocimiento se había asociado a su contenedor. Poco o casi nada se agregó a este objeto durante los siguientes quinientos años a partir de su masificación.
Por una teoría crítica en castellano
el paradigma está a punto de transformarse, nuevas formas y usos, inadvertidos por la mayoría han surgido. ese objeto inmutable y resguardo del conocimiento, se ha transformado en un espacio, un lugar de encuentro entre el autor y sus lectores, lo que fisura para siempre la distancia entre ambos, el concepto de propiedad de autor, así como la conexión entre conocimiento y contenedor. estas transformaciones están propiciando una vuelta a la lectura pública en sustitución de la experiencia solitaria que perduró por cinco siglos. nuevamente la destrucción de la duración se hace presente. tal parece que éste podría ser el elemento unificador en todo el séptimo coloquio: “Por una teoría crítica en castellano. Pensamiento, lenguaje y digitalidad” : interrupción en la duración en la experiencia editorial y en el objeto llamado libro; en la obra de arte y su registro aurático, así como en la mirada teórica con la que hasta ahora nos hemos aproximado al peculiarísimo acontecer iberoamericano.
notas 1
esta pregunta vale para diversos planteamientos, entre ellos el que
tuvo lugar durante el sexto coloquio “exceso (in) visible: tráfico y pospornografía”, enero 2009. 2
confrontar Aesthetics and Politics, de teodoro adorno, Walter Benja-
min, et. al. ed. Verso, nueva York, 2007. 3
confr. http://www.julianjaynes.org/
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testimonios de séptimo coloquio 17, instituto de estudios críticos Por una teoría crítica en castellano, pensamiento, lenguaje y digitalidad empleó en su composición la familia tipográfica Hoefler, en sus versiones para texto, títulos y huecas, publicada por Hoefler & frere Jones.