Por: Byron Andino V.
El “quinto poder”, la ilusión de Ramonet
“Medios en manos de unos pocos… intentan intoxicar las mentes de los ciudadanos…”. Argumentos e ideas expresadas en contra de la “traición” a las personas, por parte de lo que es el “cuarto poder”, fue dado a conocer por José Ignacio Ramonet, ya que los medios masivos alteraron la misión original del periodismo para acudir ahora a intereses de ciertos grupos económicos. La voz amplificada de Marco Bravo, representante de la Secretaría Nacional de Comunicación, daba la bienvenida al intelectual español, que enfocado por las cámaras fotográficas, de video, y por la mirada del público y periodistas, comenzaba su relato sobre el papel de la comunicación en la democracia. Parado en el atril y expresando su oposición frente al nuevo papel que han asumido la mayoría de medios, el “cuarto poder”, dice que hay “latifundistas mediáticos e ideológicos” porque responden a grupos económicos y no a la ciudadanía, como era al comienzo. La información se ha convertido en la materia prima, forma parte del mercado y por lo mismo en la oferta y demanda, asimilándose a la rápida salida que realizaron los periodistas en la exposición para ir a cumplir con su obligación de que la noticia se mostrara en el noticiero que en pocos minutos salía después de su evasiva. La intervención de la empresa en el ámbito de la comunicación a través del tiempo ha logrado una relación mercado vs Estado, donde la empresa quiere conseguir su afán de lucro y monopolio como preferencia sin importarles los cambios que sucedan en la estructura de una nación. La información responde a las leyes de la oferta y demanda y no a las de sí misma, lo que crea una información más rápida e instantánea, pero mal trabajada y que no tiene un sentido constructivo para la gente.
Con la ilusión de las palabras dichas, Ramonet hizo una propuesta de crear el “quinto poder”, donde la ciudadanía intervenga como veeduría de los medios masivos. Una “fuerza cívica” para denunciar a las industrias mediáticas que quieran utilizarnos y hacernos daño. Al estar en la esfera pública la información que se difunde, nosotros debemos precautelar que mediante lo que se transmita no se aproveche o manipule, como en la publicidad al convertirnos siervos de ella. Lo interesante que se podría lograr es participar de esta información, que sea elaborada para contribuir, en cierto modo, un pensamiento o critica en la sociedad y no tan solo un sistema que proteja ideológicamente a las empresas. El tiempo, el peor enemigo de esta exposición, obligó a culminar el evento tras la participación, por medio de cuestionamientos, de los espectadores hacia el periodista español. En medio de palmas y abrazos, despidieron a Ramonet, unos satisfechos y otros con ganas de que se hubiera profundizado más en ciertos temas. El salón de Ciespal quedó vacío, los participantes guardaron pensamientos, cuestiones y nuevas críticas para la comunicación y su importante papel en la democracia. La voluntad de las personas forma la experiencia que permitirá borrar las falencias y mejorar la comunicación, su acción es importante por lo tanto hay que buscar iniciativas de participación para la población para que la información cambie de esas pocas manos a las de todos.