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De todo un poco

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INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

QUILLACOLLO (Bailecito)1

De Quillacollo un día, con tristeza yo partí, y juré que volvería, nuevamente hasta aquí.

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Y así buscando fortuna, de mi llajta me alejé, pero donde está mi cuna, yo jamás olvidaré.

Quillacollo, tierra hermosa, dueña de mi inspiración, eres grande, valerosa, Reina de la Integración.

Ahora vuelvo renovado, con ansias de trabajar, muy alegre, enamorado, escucha este mi cantar.

Yo le canto a tu sierra, a tu valle, a tu verdor, a los héroes de esta tierra, que lucharon con valor.

1 Letra que fue llevada a la música que interpretó primero el profesor y músico José Víctor Rojas Caballero y luego el docente de música Juan Tapia.

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HIMNO A LA JUVENTUD

Con el paso gallardo y pujante, avancemos en marcha triunfal, nuestro es el futuro brillante, juventud boliviana a estudiar.

Ensalcemos a nuestra bandera, de la patria el sublime pendón, nuestra voz atraviese fronteras, juventud boliviana, a luchar.

Rechazando el vano egoísmo, de injusticia y clase social, defendamos la fe y en civismo, juventud boliviana, a vencer.

La ruta de la ciencia, debemos defender, con la clara conciencia, de cumplir el deber.

Con fuerza en el pecho, podemos alcanzar, la justicia, el derecho, y nuestro amado mar.

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DE TODO UN POCO

PLEGARIA DEL AULA2

Joven, si aquí recibes amistad y abrigo ¿por qué te empeñas en ser un enemigo?

En mi frío silencio de cemento, soporto resignada el sufrimiento. Viendo tu mano que rasga y destruye, y en cobarde actitud, se esconde y huye. Si no puedes quererme, no me quieras, pero tampoco enceguecido hieras, mi austera solidez, mi sentimiento, si desarrollas aquí tu pensamiento haz que el amor eleve tu talento. Día a día disfruto tu presencia, soy toda tu alegría, tu conciencia, no dejes nunca más que tu egoísmo, sólo consiga dañarte a ti mismo.

¿Y por qué al bien que has recibido devuelves con un mal inmerecido?

2 Poesía seleccionada que forma parte de la Antología Poética al pie de la colina Nº 2 (2001) de la UPEQ, la revista Aristóteles del Liceo “América”. Año 8. Nº 4. Quillacollo 28 de noviembre de 2009 y el libro de poesía Bolivia-España. Poesía reciente (2016).

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A LAS PROMOCIONES

Amor, juventud y gran nobleza, son fuente inagotable de riqueza.

I Cual un claro manantial, con aguas de mil colores, se escuche en los corredores, la risa como un cristal.

II Con infinita alegría, de sus juveniles años, con propios y con extraños, despliegan su simpatía.

III Emprenderán raudo vuelo, libres ya de reglamentos, de sermones y otros cuentos, remontándose hasta el cielo.

IV Adiós a la filosofía, la complicada gramática, la exactitud matemática, y toda la letanía.

V Es tiempo de libertad, son señores bachilleres, y exigen con sus poderes, fraternidad e igualdad.

VI Pero más de uno habrá, que sienta la añoranzas,

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de ese rincón de enseñanzas, que siempre recordará.

VII Y en su joven corazón, cuando golpee el destino, hará un alto en el camino, y secara un lagrimón.

VIII ¡Adelante! Y a vencer, en esta azarosa vida, con cautela, con medida, con las armas del saber.

IX En ti la Patria confía, dice un antiguo refrán, sírvela bien, cada día, con esmero, con afán.

X Y con sentida emoción, que atraviesa el universo, abrazo con este verso, a toda la Promoción.

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BUSCANDO UN AMIGO

I

¿Por qué crees que te busco? No es por tu rostro perfecto; ni tu hablar sin un defecto, ni tu ternura sin par.

II Ni por tu gallardo porte, ni por tu cuna y linaje, ni por tu fuerza y coraje, que hace a todos admirar.

III Tampoco por tu sonrisa, mucho menos por dinero, que todo eso es pasajero, y en la nada ha de quedar.

IV Todo queda uniformado, cuando se baja a la fosa, si hasta la flor más hermosa, no podrá más perfumar.

V Quiero marchar a tu lado, que me ayudes y ayudarte, en tus penas consolarte, y compartir mi sufrir.

VI Enfrentar juntos las penas, desengaños y alegrías, y escuchar las armonías, de las aves al trinar.

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VII Aún preguntas ¿Por qué yo, siempre estoy tras de tu huella?, es que quiero ser tu estrella, y ser tú, mi astro de luz.

VIII Es amistad lo que ansío, un amigo leal, sincero, que marché por el sendero, que para ambos escogí.

IX Te busco por ser amigo, que acompañe mi destino, porque es más corto el camino, cuando es andado entre dos.

X Y al transcurrir de los años, los dos cansados y ancianos, tomándonos de las manos, podremos llegar a Dios.

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AL AMOR INGRATO3

I Con juvenil y ardiente fantasía, un mundo construí con alegría, sin presentir jamás, que acaso un día, ese inmenso caudal, acabaría.

II

Y amé tanto, ajena a las razones, sin atender fundadas opiniones, valían solo mis fuertes emociones, ciega de amor, colmada de ilusiones.

III Después, valiente, pasé año tras año, soportando el dolor, el cruel engaño, conocí el desamor, el desengaño, y destruida quedé, por tanto daño.

IV No te vayas, clamé desesperada, no abandones mi vida desolada, ¿no comprendes? Sin ti, no valgo nada, y respondiste con una carcajada.

V Y así partiste, buscando una quimera, a un nuevo sol, radiante primavera, pero después, de tanto haber sufrido, a mi meta llegué: Profundo olvido.

VI Ya no queda rencor, pues en mi alma, la tormenta pasó, llegó la calma.

3 Poesía seleccionada y que integra la Antología poética al pie de la colina Nº 2 (2001).

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IL CASORIO4

I Isto ti cuento mi amiga, tingo un pesar qui mi mata, aquí dentro la barriga, porque ya metí la pata.

II ¡Quién me mandó que una, a este hombre endemoniau, si no más de verle ayjuna!, se nota lo desgraciau.

III Dice que se va pal norte, buscando buena fortuna, si encuentra quien lo soporte, que se vaya pa´ la luna.

IV ¿Ay! á Virgencita del cielo, que triste lo del casorio, ¿por qué siquiera de un pelo, no me salvó San Gregorio?

V Por las noches muy machau, se llega patiando puertas, dejándolas bien abiertas, de así de estar tan mamau.

VI Ahí tienes pa´ la comida, pa´tus trapos y pal´crío,

4 Poema que forma parte de la Antología poética al pie de la colina Nº 2 (2001).

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y que esté ribién servida, y así te evitas un lío.

VII Así me encarga el matrero, con diez centavos qui larga, y yo, a llevar la carga, pa´salir del entrevero.

VIII Qui lo han visto tan dulcete, con la vendedora e´ mantas, tomándola del cachete, como hace con otras tantas.

IX ¡Ay! Si lo viera mi mama, le saca lo enamorau, a garrotazos y en cama, le deja bien embalau.

X Ojalá y qui la huesuda, lo cargue por esos rumbos, aunque seya a plan de tumbos, yo me quidara e´viuda.

XI Eso nomás es casarse; con el primer mozalbete, pa´ dispués así enredarse, desde el talón al copete.

XII Téngalo muy bien presente, quien se quiera casoriar, nada bueno ha de encontrar, solo adornarse la frente.

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¡OH! LA POESÍA MODERNA

I Sintiéndose escritor, un buen muchacho, una tarde me dijo sin empacho, que un poema que hizo, aun borracho, no resultó del todo un mamarracho.

II Y analizando el poema escrito, el poeta se las daba de erudito, escuchen y perdonen lo inaudito, del contenido del torpe manuscrito.

III Era tan fácil crear una poesía, los versos afloraban a porfía, escribiendo un poco cada día, un enredo que nadie comprendía.

IV Cantando al sol, la luna y las estrellas, intentando expresar en frases bellas, el alegre chocar de las botellas, o el resplandor fugaz de las centellas.

V Unas vacas tranquilas que pastaban, enormes olas en el mar bramaban, los truenos en el cielo alborotaban, las campanas del pueblo replicaban.

VI Y en el azul sereno firmamento,

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los sauces se inclinaban con el viento, se hallaba en pie el pétreo monumento, y me sentí más tonto que un jumento.

VII Admirando las nubes y las flores, contemplando al amor de mis amores, al pintor que combina los colores, una pareja de jóvenes cantores.

VIII Un alegre estudiante de Derecho, saltando el corazón dentro el pecho, en el oscuro callejón estrecho, un pajarillo cantaba sobre el techo.

IX Tratando de enlazar métrica y rima, mientras descanso, comeré una lima, es tan grande la fuerza que me anima, que escalaré la empinada cima.

X Quiero ensalzar del mundo la grandeza, es la Taquiña la mejor cerveza, y declaro y afirmo con certeza que esto no tiene patas ni cabeza.

…………………………………………. Si presentado fuera en un certamen, por seguro, aprobamos el examen, pues hoy, tan grande tontería, se considera: “Hermosa poesía”.

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ELECCIONES

I Se acercan las elecciones, y todo buen ciudadano, con alegría o desgano, expone sus opiniones.

II Menudea el comentario, sobre temas tan bullado, tan sutil y complicado, mientras rueda el calendario.

III Y así rodando, rodando, con habilidad y maña, la política enmaraña, pueblo, gente, voto, mando.

IV Se juntan los derechistas, proclamando democracia, también con gran audacia, se agrupan los izquierdistas.

V Hay foros de falangistas ampliados del Movimiento, allá exponen su talento, los adictos partidistas.

VI Y en esa grotesca danza, se escuchan mil y una promesas, se olvidan las asperezas, y renace la esperanza.

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VII Así corren en tropel, buscando poder y fama, y aunque sea por la rama, quieran probar el pastel.

VIII Y surgen los finalistas, los flamantes candidatos, que soportan malos ratos, por llegar a gobiernistas.

IX Y allá salen en gran gira, de proclama y propaganda, con gran pompa, bombo y banda mientras el pueblo suspira.

X Olvidando los rencores, y escaramuzas pasadas, marchan a grandes zancadas, ofendidos y ofensores.

XI Se establecen coaliciones, entre gatos y ratones, alacranes y escorpiones, sin importar condiciones.

XII Si Fulanito de Tal, llegará a ser presidente, con justicia y muy de frente, recobrará el Litoral.

XIII Este promete luchar, por salarios y cultura,

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por la paz y la ventura, por la patria y por el mar.

XIV Aquel dice que aunque es duro, sacar al país adelante, si acaso sale triunfante, téngaselo por seguro.

XV ¿Por quién votar a este paso? Es difícil decisión, que pasada la elección, el que ganó no hace caso.

XVI Todo cae en el olvido, a un lado los postulados, los audaces bien parados, y el pueblo siempre... oprimido.

XVII ¿Cuál candidato triunfal, tendrá la genial idea, de limpiar ciudad y aldea, de propaganda mural?

XVIII Este es el caos Señor, yo te digo de rodillas, y así claro entre comillas, “Vamos de mal en peor”.

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ANOCHECER CAMPESINO

I La tarde declina y el sol ya prepara, su lecho de nubes para descansar, sus postreros rayos aún iluminan, las nevadas cumbres, el valle, el solar.

II Sudoroso y serio, tras larga jornada, de andar por los campos, de arar y regar, dominando el frío, cabalgando en vientos, el indio retorna, al rústico hogar.

III Diligente y tierna la india espera, danzando entre ollas y así mitigar, el hambre, el cansancio, el dolor, la pena, que a través del tiempo, debe soportar.

IV Ya cae la tarde y callan los ecos, de alegres graznidos, de inquieto trinar, los cansinos bueyes, los mansos corderos, en la verde alfombra, van a reposar.

V Muy lentas descienden las primeras sombras, y pensando acaso, al sol imitar, fulgentes estrellas de radiantes luces, vierten sobre el suelo, su claro brillar.

VI Desde lejos llegan rumores de viento,

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simulando voces, suspiros del mar, cadencioso el río, cantando serpea, en ruidoso paso, en eterno andar.

VII En enormes rondas, vuelan los insectos, llenando el ambiente, de inquieto zumbar, entre las tinieblas impera el misterio, prepara la araña su fatal telar.

VIII Dentro de las chozas, reposan los niños, sonriendo entre sueños, saboreando el pan, esperan los hombres, nuevas alboradas, solo queda atento, vigilante, el can.

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CALLEJERA

I Con el trote cansado, el andar lento, iba la perra buscando el aliento, flaca, sarnosa, triste y desvalida, solo tratando de salvar su vida.

II Tenía cría allá, en su guarida, que esperan con hambre desmedida, ella en la tarde a su hogar volvía, el sustento llevando cada día.

III A su dueña, mujer sin sentimiento, jamás le conmovió su sufrimiento, no la cuidó, tan solo la apaleaba, y ella humilde, callada soportaba.

IV Ya al final de su última jornada, desfallecida, sin fuerzas para nada, al cubil retornó, y en la entrada, la bruja la dejó ensangrentada.

V Sintiendo entonces cercana su agonía, con el último valor que aún tenía, llevó a sus crías al borde del torrente, que alegre pasa, cantando, indiferente.

VI Y al abismo lanzó a la camada,

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cuando el sol anunciaba la alborada, y luego saltó desesperada, un lastimero aullido… luego nada.

VII ¿Por qué el humano puede ser tan cruel, con el mejor amigo, el más fiel? Niño: si acaso ves un perro hambriento, Ayúdalo, alivia su tormento.

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DESAPARECIDA

I Muy descompuesta llegó doña Lucía, hasta el recinto de la policía, pidiendo ayuda con voz entrecortada, que reflejaba su alma destrozada.

II El guardia la escuchaba displicente, sentado en su sillón, cómodamente, ---Déme los datos, pues, señora mía y su trabajo hará la policía.

III ---Mi joven hija, que es todo mi consuelo no apareció en toda la mañana, ella es morena, su nombre es Susana, son sus ojos celestes, como el cielo.

IV Transcurrió el tiempo, pasaron las semanas, todas las diligencias fueron vanas, la madre ya sin fuerzas, sin dinero, ayuda demandaba al pasajero.

V En la morgue, un cadáver putrefacto, yacía cruelmente destrozado, no se tenía aún, el dato exacto, de estar en un abismo abandonado.

VI Pidieron a Lucía se presente,

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ella acudió temblando, presurosa, la visión en la morgue era horrorosa, demostraba ser obra de un demente.

VII ----Es mi Susana ----gritó---- y el forense, determinó que ella fue violada, después de ser sin miedo, atormentada; la infeliz madre, con nada se convence.

VIII Huellas quedan de perros callejeros, que vagan allá, por el barranco; al cuerpo desmembraron, voraces fieros, cuando lanzado fue de un auto blanco.

IX Hoy el caso se sigue investigando, mientras tanto, el mundo sigue andando, los malhechores se dieron a la fuga, ¿la policía?, a paso de tortuga.

X Mientras la ley se inclina al delincuente, y Derechos Humanos tan prudente, muy pronto escucharemos la noticia, que alguien por su mano, hizo justicia.

XI Nadie escuchó su angustioso grito, ni Dios, cuyo poder es infinito.

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GUITARRA

I

Semilla te hiciste planta, y floreciste en guitarra, contigo la pena canta, cuando la angustia desgarra.

II Guitarra, guitarra, amiga, confidente, compañera, tu suave voz plañidera, toda la aflicción mitiga.

III En las horas solitarias, cuando el insomnio abruma, en tus cuerdas solidarias, el desengaño se esfuma.

IV Guitarra de dulce nota, haces vivir alegrías, y con esas armonías, el corazón se alborota.

V Acompañas al soldado, animando su valor, igual al enamorado, que suspira por amor.

VI Al rebelde, al perseguido, al que lucha por la fama, al que postrado en su cama, está cubierto de olvido.

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VII También al que desterrado, agoniza en soledad, al preso que encadenado, añora su libertad.

VIII En un español fandango, en un taquirari camba, en un imponente tango, en una sentida zamba.

IX También de dolor se canta, también de pesar se ríe, mientras gime la garganta, el rostro siempre sonríe.

X Guitarra mi gran tesoro, quiero a tu lado cantar, porque cantando yo lloro, y canto por no llorar.

XI Y cuando la noche asoma, envuelta en su oscuro velo, alzas tus notas al cielo, cual fresco y fragante aroma.

XII Y al hombro de un vagabundo, por los caminos andando, tus cuerdas van pregonando, que eres la reina del mundo.

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ESPERANDO EL FINAL

I Preguntan, ¿si tuve madre? por supuesto que la tuve; y el recuerdo se me sube, desde mis años más mozos, porque se aviva la mente, cuando se pasa miserias, cuando los golpes son pago, por el servicio a la gente.

II Fue tal vez, la más hermosa, nadie podría negarlo, ni este hijo desgraciado, marginado de la vida, con el alma ya podrida, solitario y vagabundo, y que de solo mirarlo, es un peligro en el mundo.

III Si solo por un descuido, llegué yo hasta su entraña, por un placer mal habido, con aquel que fue mi padre, y luego con mucha maña, llegaron al matrimonio, convirtiendo el nuevo nido, en perfecto manicomio.

IV Lleno de vicios, mi padre,

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nunca pensó en trabajar, y entonces era mi madre, quien iba el pan a buscar, maldiciendo su destino, por soportar a un cretino, y al hijo que le llegó, porque así mandó la suerte.

V Yo no conocí el cariño, tan solo amargos reproches, que al transcurrir las noches, oyéndoles discutir, y casi siempre decir, que era el único culpable, de su vida miserable, y no debía existir.

VI Hasta que un día mi padre, se fue para no volver, y mi madre hasta un hospicio, me condujo de la mano, sin detenerse a pensar, que así empezaba a labrar, mi infortunio, mi suplicio, y un eterno padecer.

VII Y rodé de casa en casa, en busca de pan y besos, o tal vez algunos pesos, con qué el hambre mitigar, que cuando empieza a horadar,

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las miserables entrañas, hace la mano alargar, igual que las alimañas.

VIII Y de pronto me hice hombre, más bestia que ser humano, carente de sentimientos, con los instintos sedientos, la maldad reconcentrada, renegando del hermano, del pariente, del amigo, de toda la humanidad.

IX Y vagué por los caminos, mirando el tiempo pasar. ¡Cuántas mujeres violadas! ¡Cuántas madres enlutadas! Por las vidas que segué, agazapado entre espinos, cual miserable reptil, siempre dispuesto a atacar.

X Oye madre mi pregunta, ¿estás viva o sepultada?, ¿o acaso estás encerrada, ocultando tu dolor, al ver que tu rostro de flor, es rugoso pergamino, que al recorrer el camino, el tiempo deterioró?

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XI Desde mi oscura prisión, espero acabe mi pena, y al final de mi condena, por asesino y ladrón, me lleven al paredón, para acabar mi existencia, sin compasión, ni clemencia, será después de este invierno, y así madre nos veremos, en los antros del infierno.

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EL MITIN

I Alfonsina, una gallina, salió por el campo a andar, con su comadre Regina, muy cerquita del Palmar.

II Otros allá cacareando, esperaban el mitin, mientras iba organizando, el viejo gallo Crispín.

III Este gallo, aunque viejo, continúa eficaz, pues le dio más de un consejo, al popular Jaime Paz.

IV Se instaló, pues, la tertulia, y entre alegre aleteo, llegaron Torcuata y Julia, y comenzó el cotorreo.

V Cada día hay algo nuevo, decían, yo pongo un huevo en el nidal o cocales, donde es rey, Evo Morales.

VI Hablaron del crudo invierno,

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de la alegre primavera, criticaron al Gobierno, porque el país no prospera.

VII De los que reclaman tierra, de combatir la pobreza, de un certamen de belleza, y la crueldad de la guerra.

VIII De la capa de ozono, protectora del ambiente, y en muy elevado tono, del conflicto en Medio Oriente.

IX La corrupción que campea, en toda nuestra nación, después de tanta pelea, no hay ninguna solución.

X ¿Y nuestro ferrocarril? Ese proyecto no avanza, no queda ni la esperanza, y cada cual se hace al gil.

XI ¿Y la selección de fútbol? Tanto alarde, tanto afán, solo decepciones dan, porque no marcan ni un gol, convocan a Baldiviezo,

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ya estamos hasta el pescuezo, también a Joaquín Botero, nuestro número es el cero.

XII Se pedirá al Parlamento, que ahora gobierna el país, suscriba un documento, asignando un buen maíz.

XIII “Si no hay maíz, bloquearemos, nuestras armas tomaremos, hasta La Paz marcharemos, y el Palacio asaltaremos”

XIV Una vez allá instalados, no aceptaremos chantajes, sino buenos porcentajes, de los gastos reservados.

XV Y así tendrán que aceptar, sin decir ni chis, ni mus, que ya no deben pagar, a ningún zángano el plus.

XVI Habrá una coordinadora, para asuntos personales, problemas matrimoniales que atenderá las tonteras como en el caso Guiteras que actuará sin demora.

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XVII Caía el atardecer, y se presentó Maclovio, que de algunas era novio, y el gallo ordenó volver.

XVIII Emprendieron pues la vuelta, todos al mismo compás, porque la banda de Blas, no está del todo disuelta.

XIX Para qué más discutir, hay que buscar un remedio, existirá siempre un medio, ahora vamos a dormir.

XX Cada cual se fue a su nido, satisfecho, complacido, y así sellaron el broche, los gallos a media noche.

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¿HASTA CUÁNDO?5

I Qué cosas la de esta vida, la verdad, no las entiendo, será que se está poniendo, ya mi alma envejecida.

II ¿Será acaso que el diablejo, con tanto darnos de palos, y con tantos tratos malos, quiere curtir el pellejo?

III No hay dolor que desconozca, me refiero a los del alma, pues abundan cual la mosca, y me hacen perder la calma.

IV Mi país encadenado, triste, lleno de miseria, palabra que es cosa seria, pedir y pedir prestado.

V ¿La política? Un espanto, el lío se hace más gordo, ¡Caramba no es para tanto, si hasta el Señor se hace al sordo!

5 Poema seleccionado e incorporado en la Antología poética al pie de la colina Nº 2 (2001).

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VI ¿Caminos? ¡Dios nos asista!, sean quebradas o llano, serranías o altiplano, la mortaja está a la vista.

VII Cada vez un accidente, de aquellos que sacan canas, repicando las campanas… anuncian que murió gente.

VIII ¿Y las vías ferroviarias? Ni con capitalización, por razones que son varias, quedan en la imaginación.

IX ¿Responsables?, disfrutando ¿Inocentes?, soportando, los recursos zozobrando, ¡qué nos salve San Fernando!

X Los microbuses, señores, constituyen un tormento ¿Existirán un instrumento para educar conductores?

XI En microbús el viajar

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es fuente de inspiración, tabaco y transportación a cualquiera hace soñar.

XII ¡Estudiantes a la calle, a jugar al escondite, y luego, cuando les falle, solicitan redesquite!

XIII ¿Educación? Es pedir algo que ya se extinguió, solo nos queda decir, “lo que el viento se llevó”.

XIV ¿El recato? Qué esperanza, Menos mal, que ya pasó, porque más de una mostró, poco menos que la panza.

XV El vestido y el peinar, igualan a hombre y a mujer, y querer diferenciar, quién es quién, es de temer.

XVI ¿Los maestros? Vaya cuento, ni con tanto batallar, y en las aulas a gritar, consiguen un buen aumento.

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XVII Los señores potentados, cuando está la cosa que arde, antes de que sea tarde, a colocar los candados.

XVIII ¿Si hasta el Señor en la misa, no se le llega a sentir, cómo lo vamos a oír, solo en minutos y a prisa?

XIX Por favor, mi señor cura, no vaya tan a carrera, por llenarse la cartera, los oficios apresura.

XX ¿Y qué dicen los de togas, de los sucios vagabundos, que con licores y drogas, pretenden cambiar el mundo?

XXI Dicen que buscan trabajo, y cuando este se presenta, primero arreglar la cuenta, o de lo contrario… rajo.

XXII Amigos por todo lado,

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mientras es gordo el bolsillo, pero por cualquier pasillo, se esfuman si estás largado.

XXIII Casi por lo general, en oficinas de Estado, cada quien por su lado, y aquello es un carnaval.

XXIV Con la peor mala gana, bostezan durante el día, y cuando al cliente porfía, le dicen “vuelva mañana”.

XXV Habrá muchos que se chanten, el guante a satisfacción, con sutil educación, les pido, que se lo aguanten.

XXVI Y aunque me digan que canto, como canta la chicharra, no crean, no, que me espanto, mejor suena con guitarra.

XXVII Pues, pienso que es la verdad, lo que aquí yo les dedico, aunque muchos con maldad, me dirán que cierre el pico.

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XXVIII Quien firma es madrigal, trabajó en la enseñanza, pese a ser intelectual, en política no danza.

XXIX Amigos si leen todo, controlen sus emociones, amarren sus pantalones, y a mejorar de algún modo.

XXX Y con esta, me despido, expuse ya mis razones, además, tengo ilusiones, de recobrar lo perdido.

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UN GRAN PERIODISTA

I Aquí levanto La Voz y anuncio que en El Diario, saldrá un nuevo calendario, esta, es noticia precoz.

II Y escuchen la Opinión, que emite mucha Gente, cuando había La Nación, nos refrescaba la mente.

III Así Los Tiempos transcurren, cada cual cumple El Deber, y las cosas que ocurren, se llegan siempre a saber.

IV Ya no existe Presencia, tampoco se lee Hoy, trabajo con eficiencia, gran periodista que soy.

V Se fue también Prensa Libre, en cambio se fundó el Extra, que lanza con gran calibre, notas a diestra y siniestra.

VI Y La Patria allá en Oruro, marcha con paso seguro. El Pueblo también calló, pero el recuerdo quedó.

VII

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Ahora me voy sin demora, hasta mi casa, mi hogar, pregonando Última Hora, y mi Jornada acabar.

VIII Temprano en la mañanita, dicen: allá va el canillita, no es verdad, aunque mal vista, soy un Señor Periodista, conmigo está La Razón.

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EL CUERO

Al principio fui una vaca, que amarrada a una estaca, la verde alfa-alfa comía, y agua fresca bebía.

Era un gran hombre mi dueño, se llamaba Marcelino, y como buen campesino, trabajaba con empeño.

Y así, en la hermosa estancia, con agradable fragancia, mil pajarillos cantores, trinaban sobre las flores.

También en el verde prado, otras como yo, pastaban, mientras juntos trabajaban, mi amo, bueyes y arado.

Pero una tarde de enero, llegó el cruel carnicero, y después de dar dinero, me condujo al matadero.

Y ante el cuchillo certero, ya no pude escabullirme, y el hombre vino a decirme ¡Caramba! Qué hermoso cuero.

Ahora me encuentro en la esquina, de una plazuela central, al medio de una vitrina, hecha con fino cristal.

Y así me convertí,

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en botas y mocasines, y en todos los festines, bailan, brincan sobre mí.

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CORONILLA

Mudo testigo, colina imponente, portentoso gigante de granito, guardan tus rocas el ferviente grito, de ¡libertad! sin inclinar la frente.

La hazaña retumbó en el continente, eran mujeres heroicas, casi un mito, su gloria alcanzó el infinito, de norte a sur, de oriente a occidente.

Goyeneche, siniestro mercenario, transformó la colina en un calvario, regó con sangre el campo de ulalas.

Fue un calvario sin cruz, pero grandioso, calló el valor y en un gesto piadoso, tendió el silencio sus heladas alas.

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HEROÍNAS (27 de mayo de 1812)

Dos siglos pasan ya del sacrificio, cuántas vidas cayeron en combate, la fuerza del valor nunca se abate, aunque la muerte arrastre al precipicio.

¿Valió la pena sufrir ese suplicio? responde hoy el corazón que late, por la patria golpeada ante el embate, de ambición causante de perjuicio.

Esos héroes que fueron destruidos, buscando libertad en las batallas, rompiendo para siempre la cadena.

Y pusieron sus pechos por murallas, merecen ser por siempre enaltecidos, en el sentir de la raza morena.

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2. POEMAS DE SUEÑOS, TRISTEZAS Y ALEGRÍAS (2007)

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PANORAMA

Terminó ya la contienda, salió victorioso el MAS, que jamás soltó la rienda, dejando a todos atrás.

Ya la gente se deshizo, aplaudiendo y aclamando, muestras de alegría dando, sacando chispas al piso.

Pero una cosa es muy cierta, ya la puerta está abierta, del Palacio Nacional, la Silla Presidencial, esperando está a su dueño, que realizó al fin su sueño, ahora debe gobernar, con prudencia, con acierto, escuchando los consejos, de los sabios, de los viejos, para no tener que arar, con camellos del desierto.

Tampoco escuchar a ciegas, los mimos y ronroneos, de aquellos que buscan pegas, con gestos y lloriqueos.

A darle duro al trabajo, comenzando desde abajo, atender todos los pliegos, que entre amenazas y ruegos, presentarán los fabriles, los grupos estudiantiles, y esa especie de pan nuestro, que repite el maestro,

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exigiendo se mejoren, los salarios de miseria, y para que niños no lloren, planteaba doña Asteria, se abran más guarderías, en algunas galerías, y se les asigne tierra, aunque nunca trabajaron, a esos que destrozaron, las fincas ya trabajadas, y solo perjudicaron, peor o igual que la guerra.

Contener la Media Luna, que se incuba en el Oriente, también la Constituyente, para afianzar la fortuna.

¿Y qué más se viene encima?, a cualquiera desanima, huelgas, marchas y bloqueos, de los mineros rentistas, ferroviarios, transportistas, policías y ladrones, repartiendo coscorrones, autos chutos a la carga, ese problema se alarga, comerciantes, ropa usada, botaderos de basura, mitin en la Prefectura, de gente desocupada, víctimas de la riada, casi en toda la nación, parece que la razón, está descuajeringada, no hace falta sondeos, y sobran las opiniones, el viento siempre las lleva, a ver Santa Genoveva,

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échanos tus bendiciones.

Además la vejestud, adelanta su partida, porque al sector salud, poco le importa la vida, y todas esas lisonjas, de presidentes fuereños, que creen que son los dueños, de esta América nuestra, se inflan como esponjas, ¿cuál es su intención? Siniestra, darán después el zarpazo, o un buen cachiporrazo.

Este es el panorama, que muy cercano se avista, mientras la ambición exista, ningún mortal en su cama, podrá tranquilo dormir.

Así, señor Presidente, luchador y muy valiente, previsor y elocuente, las promesas, a cumplir, tenga un gobierno feliz, que muy pronto habrá un reprís.

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JUSTICIA, LIBERTAD Y MUERTE

Surcan mi rostro horribles cicatrices, causadas por tu mano despiadada, si tan solo en un año de casada, jamás yo conocí, días felices.

Al niño que se anuncia en primavera, arrullaré dichosa entre mis brazos, le hablaré de flores, mariposas, de sonrosadas nubes, de colinas, de paisajes, arroyos, golondrinas, de las aguas que corren rumorosas, del amor que hace más fuertes los lazos.

Y en las noches serenas muchos cuentos, fantásticos de reyes y princesas, de navegantes, de genios, de los vientos, que desde lejos traen rumores y gemidos, de héroes, de leyendas, de proezas, de guerras, vencedores y vencidos.

Y cuando crezca y pregunte por su padre, escuchará los más bellos relatos, “de felices jornadas buenos tratos” jamás se enterará que fue un cobarde, que hacía de su fuerza gran alarde, yo soportaba sus golpes cada día, su vicio del alcohol, su villanía.

Hoy suplicas perdón, pues agonizas, víctima fuiste de un torpe accidente, cuando cruzabas borracho e imprudente, el auto que pasaba velozmente, te arrastró por el suelo, te hizo trizas.

Es seguro tu fin y el sepulcro, recibirá tu cuerpo helado, inerte

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LIBERTAD para mí, será tu muerte, aunque acompañen llorando tus hermanos, hasta el final de tu postrero viaje, llevarás tu crueldad como equipaje, que, junto con tu carne, los gusanos, consumirán con ansias, vorazmente.

Pero al partir tu alma al infinito, acaso encuentre asilo en el infierno, y el mismo Satanás rey del Averno, lanzará de terror tremendo grito.

No pidas más perdón, que es atributo, solo de Dios el perdonar al hombre, tampoco esperes que guarde eterno luto, y ni siquiera por piedad te nombre, y si tal vez tú fueras perdonado, y te encontraras libre de pecado, busca consuelo en Dios, pues hoy te digo: que cómo y dónde estés: ¡YO TE MALDIGO!

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EL ADEFESIO

Nació tan fea, en verdad, tal adefesio, que los niños a coro en la escuela, burlándose de la infeliz chicuela, la llamaban un mono de trapecio.

Eran sus ojos apenas orificios, esforzada la luz, pasaba esos resquicios, era la boca un hangar para aviones, con labios regordetes, cual melones.

Dientes sobresalidos, nariz muy chata, cara cetrina igual que la hojalata, los cabellos muy tiesos, como erizo, quien creó a este ser, burla se hizo.

El padre un honrado cerrajero, la madre con un puesto de verduras, ganaban pues los dos, muy buen dinero, jamás pasaron por serias apreturas.

Pero al mirar la tal caricatura, no quisieron ya más, otra criatura, las malas lenguas decían: es castigo, tal vez por estafar a algún amigo.

Creció, desarrolló y fue muy alta, y, sin embargo, algo sobra o falta, muy plana por delante y una joroba cargaba por detrás, faltaba escoba.

Era verdad, tenían buen dinero, pero aún así, ningún galán soltero, palabras dulces, susurró a su oído, más al contrario, salió despavorido.

Pero entre todos, un rufián puebleño,

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hijo de don Manuel, de medio pueblo dueño, que negocios hacía, no muy rectos, sin prever en el futuro sus efectos.

Nuestro rufián propuso una apuesta, a vagos como él: a la primera, conmigo muy feliz ella se acuesta, y mía así será, todita entera.

“Ella aceptará que soy digno y sincero, vibrará de pasión esta adefesia, sin sospechar que solo por dinero, haré este sacrificio, la muy necia” .

Y así pasaron muchas, muchas cosas, mientras oía palabras amorosas, juntos vivieron las horas más hermosas, entre perfumes de nardos y de rosas; le habló de “matrimonio” muy en breve, para que así nuestra pasión se eleve, “solo que hoy, mi vida es muy precaria”, la tonta le asignó, cuenta bancaria, estando así tan loca enamorada, la cuenta resultó una millonada.

Los padres de la novia emocionados, a la iglesia marcharon, encantados, llevando a la novia muy bien vestida, soñando cuán feliz sería su vida.

La gente se reunió, sonaron las campanas, se agruparon atrás los tarambanas, todos miraban a oriente y a occidente, esperando del novio la llegada, jamás llegó, la cuenta retirada, partió veloz junto al sol naciente.

Decían unos, se fue a las Europas, a juntar con maleantes, varias tropas,

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cuál será la verdad, tal vez ficción o cuento, nada más se escuchó del elemento.

Hubo llanto, dolor, imprecaciones, palabras de consuelo, también murmuraciones, la vergüenza cubrió su piel marchita, así los padres se fueron con su hijita.

Pasó el tiempo, nada lo detiene, y así llegó la hora señalada, una niña nació de esos amores, y con gran entusiasmo recibida, no tenía los rasgos de su madre, muy poco las facciones de su padre, más, toda la devoción de los abuelos, y el amor infinito de la fea, que solo consagró toda su vida, a hacer feliz a ese ángel divino, que iluminó su alma entristecida.

Siguió pasando el tiempo, y egresaba, de una universidad, una carrera, era fulgente el sol de primavera, y la joven del brazo de la fea, radiante de alegría rebozaba, una inmensa emoción, la fea demostraba, y aquellos ojillos, diminutos, irradiaban fulgor unos minutos, y en su noble cabeza encanecida, una aureola de luces encendida, y desde el cielo dijo, una voz: ¡Bendita sea!

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DESPIERTA HUMANIDAD

¡Despierta humanidad! Deja el letargo, el camino hacia el progreso es muy largo, progresar no es destruir, no es ultraje, es libertad, honor, no vasallaje.

¡Despierta humanidad! No es sacrificio, evitar que se vaya al precipicio, este tesoro que es la naturaleza, que poco a poco se sume en la tristeza.

Tanta forma de vida se ha extinguido, la vergüenza, el pudor, también perdido, corre el hombre en pos de la riqueza, sin reparos, actúa con bajeza.

Cuánto avance en la tecnología, tanto descubrimiento, tanta maestría, hoy un botón reemplaza a mil obreros, las cárceles aumentan prisioneros. Cada vez las armas más potentes más huérfanos, dolor, más indigentes, el hambre, la miseria, el vicio, imperan, cubiertos por las sombras de la noche, quienes de su maldad, hacen derroche. ¡Despierta humanidad! Todo se acaba, la fuente cristalina que manaba, ya no es risueña, solloza ennegrecida, en asquerosa mugre, consumida.

Si hasta el aire, vital para la vida, se torna hoy en casi irrespirable, inútil es buscar un responsable, por esta destrucción tan desmedida, ¡Despierta humanidad! Deja las drogas, busca liberación, corta las sogas, que te hunden en sombras e inconciencia,

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sin reparos, con saña, sin clemencia.

¡Despierta humanidad! Se acerca el cataclismo, terremotos, volcanes tsunamis en paroxismo, será muy tarde, aunque tus culpas reconozcas, ya nadie escuchará, tal vez las moscas, sobrevivientes en esa podredumbre, compuesta de carroña, hedor y herrumbre.

Y tal vez habitantes de otros mundos, con pensamientos muy sabios y profundos, dirán: cuán pronto y cómo se acabaron, no hay retorno en el tiempo, ellos se lo buscaron.

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LA CABAÑA PERDIDA

Partí de mi tierra, mi pueblo, mis calles, dejé las llanuras, los ríos, los valles, cuán lejos quedaba la humilde cabaña, todo por el sueño de llegar a España.

La rústica puerta quedó entreabierta, la única ventana apenas cubierta, mi adorada madre y mis dos hermanos, adiós me dijeron, adiós con las manos.

Con esa imagen emprendí el camino, en la carretera me espera un padrino, juntos abordamos un viejo camión, hacia el aeropuerto donde está el avión.

Pasaron las horas y al final del viaje, los dos recogimos el pobre equipaje, muy desconcertados en tierra extranjera, continuamos firmes tras de una quimera.

Fue suerte o destino, hallamos trabajo, cargando maderos de arriba y de abajo, era en las afueras de Madrid la acción, y se elevó pronto la gran construcción.

El maestro de obras hombre muy sensato, daba a sus obreros siempre un buen trato, era muy puntual a la fecha del pago, para el buen obrero había un halago.

Al mes de mi viaje ya mandé dinero, que nada les falte era lo primero, que arreglen, que pinten la oscura cabaña, que dejé allá por viajar a España.

Y así pasaron siete largos años,

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de poco subía más y más peldaños, guardando y ahorrando todo mi dinero, me dije: ya es hora y busqué el sendero, que me lleve a casa, hasta mi cabaña, que un día dejara, por viajar a España.

Estoy en mi pueblo, todo está cambiado, ya no hay campiñas, y el monte callado, el largo camino antes empedrado, hoy está cubierto de grueso asfalto.

Ya no están las casas con techos de paja, seco está el arroyo, ya el agua no baja, por esas laderas entonces floridas, solo se ven grietas, parecen heridas.

Ya no pastan vacas bajo los sauzales, no hay rubias espigas, ni verdes maizales, tampoco retozan las mansas ovejas, delante las casas, solo se ven rejas.

Ahora ya viven en lindos “chaleces”, y hasta en el río murieron los peces ya no está mi madre, nadie sabe de ella, ¿dónde se marcharon?, ¿qué dolor los guía? Seguiré buscando de noche y de día, cargando mi pena, portando el dinero, que sin mi familia, pues pa’ qué lo quiero, mis sueños se fueron, junto a mi cabaña, que un día dejara, por llegar a España.

¡Cuánto sacrificio por viajar a España, está sepultada mi pobre cabaña!

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ADIOSES

---¡Basta! Ya no va más, tú me dijiste, sin importarte si acaso estaba triste, inútil es seguir esta comedia, que ya nada en el mundo la remedia. ----No es posible, si te alejas de mí yo ya no vivo. ----Sí vivirás ----Estando lejos tú, con el pesar yo muero. ----No morirás, la vida te abrirá amplios senderos, plenos de amores nuevos, algunos pasajeros. ----Márchate entonces, mas si acaso un día, quieras volver al destrozado nido, no te sorprendas si todo está perdido, busca mi nombre en una piedra fría, mudo testigo de mi cruenta agonía.

Juancito Pinto, tambor de los Colorados

Rugidos de cañón, sangrienta la batalla. ----¡Adelante! Arenga el capitán. ----No teman la metralla, Herida está la patria, fue mancillada, debe ser por nosotros libertada. Corre la roja sangre de jóvenes soldados, gritos de aliento, dolor, por todos lados, el estandarte en pie, lo porta un niño, que junto a su tambor sujeta con cariño, certero el proyectil, le hiere en las costillas, cae el pequeño héroe, y andando de rodillas, en la rama de un árbol, el estandarte planta, y repica el tambor y vibra su garganta, mientras el himno sacrosanto canta, y entre estertores de muerte aún escucha: -----¡Victoria! La patria libre está, triunfamos en la lucha. Reconoce el niño con nublados ojos,

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de tanto compañero sembrados los despojos, y en un postrer esfuerzo se yergue y grita: recobraste tu honor, ¡patria bendita!

Una gatita gris

Nacieron cuatro gatitos, en una preciosa cesta, la gata los lame y mima y doña Braulia molesta, murmura en muy baja voz: yo destruyo este cuarteto, en cuanto salga la gata, en una bolsa los meto.

Realizó pues la maniobra, y en un envase de plástico, uno sobre otro los puso y amarró con un elástico, se fue directo a un pozo, en el fondo con arena, y lanzó a los gatitos, sin sentir ninguna pena.

A su retorno la gata, se llevó la gran sorpresa, y sin dejar de maullar, buscó debajo la mesa, buscó en todos los rincones, finalmente en el techo, sufría el animalito, con gran dolor en su pecho.

Y sin descanso ni tregua, buscaba día tras día, y en su doloroso afán ya casi nada comía, entonces salió de casa y al pozo se dirigió, olfateando y suspirando muy pronto los encontró, entonces ella saltó, para así de esta suerte esperar junto a sus hijos, la llegada de la muerte.

Es cierto, ella murió, y a poco tiempo el mayor, hijo lindo, adorado de doña Braulia, la ingrata, murió también en segundos, lo picó una garrapata será mentira o verdad, mejor que juzgue el lector, por esos raros misterios, tal vez se lo llevó la gata.

Ausencia

A orillas de un río, que tranquilo pasa, se encuentra una casa,

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y en ella el vacío, vacío que atrajo, a su fría entraña, de arriba hacia abajo, solo telaraña, las hierbas crecidas, cubrieron las rejas, y desfallecidas, cayeron las tejas, se acabó la vida, callaron los gritos, se fueron los trinos, de los pajaritos, tan solo ha quedado, en medio de espinos la casa derruida, también se han borrado, todos los caminos, y donde hubo un día, un hogar florido, hoy solo se siente, en todo el ambiente, gran melancolía, el sauce coplero llora en el sendero se inclina vencido soledad y olvido.

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ROMANCE DE LA MANADA

Corre alegre la manada, guiada por un cencerro, y los ladridos de un perro, bajando por la quebrada.

Detrás siguen dos pastores, tocando alegres sus quenas, alejando así sus penas, y saltando entre las flores.

Son dos niños campesinos, de mirada transparente, y cantan alegremente, recorriendo los caminos.

Y llegan al pastizal, donde pastarán las reses, saboreando tiernas mieses, y el agua del manantial.

La mañana va avanzando, los rayos del sol ardientes, acarician las vertientes, sus aguas iluminando.

Por el sol que reverbera, sombra buscan los pastores, al borde de una ladera, salpicada de colores.

Comen su almuerzo frugal, de papas, tostado y chuño, productos son del terruño, desde un pasado ancestral.

Hacen eco los cencerros,

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en lo alto de los cerros, el sol se va a descansar, es hora de regresar.

El perro fiel compañero, acompaña a sus patrones, que tocan hermosos sones, como trinos de un jilguero.

Bajo la noche estrellada, se agrupan en el redil, perro, pastores y manada, en su sueño pastoril.

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¡PADRE!

Escúchame, te necesito tanto, quiero la luz de tu saber profundo, ese dulce consuelo en mí quebrando, y así afrontar la rigidez del mundo.

El eco de tu voz siempre pausado, tu tierna comprensión, tu gran paciencia, la dulce paz que irradia tu mirada, la fortaleza que infunde tu presencia.

Cuando veo tu frente ensombrecida, del diario batallar en tu jornada, tu lento caminar, tu espalda ya rendida, el dolor me doblega y anonada.

Quiero Padre, tu tibia y fuerte mano, allanando escollos del camino, ayudando al amigo, al hermano, venciendo los designios del destino.

Me debo a ti y hoy quiero ofrendarte, todo el amor que en mi alma resplandece, para que un día puedas reflejarte, en este hijo que te honra y enaltece.

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GOTITAS

Como gota de hiel sobre una herida, cayó tu adiós dejando malherida, marchita mi alma, ¿por qué, pues, vida mía, tanto te amé y matas mi alegría?

Dejé a tus pies un cetro, unas guirnaldas, una de amor, las otras de esmeraldas, las piedras de valor, con celo conservaste, en cambio el cetro, tan sólo lo ignoraste.

Se fue el amor, también la primavera, igual la miel de la ilusión primera, los sueños, los anhelos, los honores, hoy solo quedan unas marchitas flores.

Llegó el otoño y al altivo roble, ahora le cubren muy escasas hojas, del mismo modo sea villano o noble, para el anciano solo hay congojas.

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SINFONÍA EN DOLOR

Para Roberto Ágreda Maldonado

El niño que quería ser poeta, en medio del dolor y el abandono, sin embargo, decía: yo perdono, pues, el ser escritor, será mi meta.

Qué importan los golpes y el olvido, la tristeza, el frío y el sarcasmo, de quienes me rodean, si he nacido, para triunfar con fuerza y entusiasmo.

Es la tristeza mi dulce compañera, mientras más triste, más claros pensamientos, brotan los versos con grandes sentimientos, en el transcurso de mi vida entera.

Alguna vez, si en soledad me sumo, y asoma hasta mis ojos el quebranto, fluye en silencio el contenido llanto, mas nunca en el rencor, yo me consumo.

Han pasado los años, ya es un hombre, ajeno a la maldad y al egoísmo, tiene un sitial, forjado por sí mismo, es su vida ejemplar, de gran renombre.

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PARADOJA (o para algún aludido)

Soneto

Tan radiante como el sol, exitoso curandero, pero es también traicionero, su Majestad: el alcohol.

En clínicas y hospitales, su presencia es fundamento, en fiestas o carnavales, transforma al hombre en jumento.

Es poderoso en su imperio, rodeado por sus devotos, que pagan los platos rotos.

Para nadie es un misterio, que entre gritos y alborotos, los conduce al cementerio.

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LA SOMBRA NEGRA

Debajo del churqui añoso, me espera una mocita, con su andar cadencioso, de frutilla su boquita.

Junto a ese churqui amigo, temblando le dije hermosa, no seyas tan pretenciosa, y cásate pues conmigo.

Esta mocita bandida, me tiene enloqueciu, casi me cuesta la vida, pero ya la he convenciu.

Nacieron nuestros amores, en la estación de las flores, fuimos tejiendo ilusiones, latiendo los corazones.

Pa’ cuando llegue el verano, buscaremos algún cura, y agarrados de la mano, nos dé la buenaventura.

Se servirán mil tamales, bailaremos muchas cuecas, girando igual que ruecas, mejor que en los carnavales.

Ahora vivimos contentos, pero hay una sombra negra, que nos da muchos tormentos, con su presencia: mi suegra.

Esta vieja molestosa,

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con su cara de toronja, quería que sea monja, la que ahora es mi esposa.

Cotorra y entrometida, váyase al norte o sud, deje que la juventud, disfrute alegre la vida.

Señora no nos moleste, su hija ya está casada, usted no es apreciada, igualito que la peste.

Un año ya va a pasar, y llegó una criatura, volveremos a buscar, otra vez al señor cura.

Y como dice el refrán, que entre marido y mujer, naides se hayga meter, ¡váyase hasta Afganistán! ¡cuidadito con volver!

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AL COMPÁS DE LA VIDA

Mañanita soleada, de mi pueblito natal, cantan las canoras aves, un mensaje celestial.

Mañanita soleada, de mi pueblito natal, a mi niñez tan florida, dedicas un madrigal.

Mañanita soleada, de mi pueblito natal, verás tú como florece, el primer beso estival.

Mañanita soleada, de mi pueblito natal, escucharás la primera, mi arrullo maternal.

Mañanita soleada, de mi pueblito natal, cuando ya me cubran canas, levantarás mi moral.

Mañanita soleada, de mi pueblito natal, si estoy postrada en la cama, aliviarás tú mi mal.

Mañanita soleada, de mi pueblito natal, estarás siempre a mi lado, cuando se acerque el final.

Mañanita perfumada,

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de mi pueblito natal, no quiero que estés nublada, durante mi funeral.

FATALIDAD

Rodaban peñascos, chirriaban los fierros, de dolor los gritos, llenaban los cerros.

La sangra manaba, de heridas abiertas, rotas las ventanas, destruidas las puertas.

Qué dolor profundo, al ver los despojos, las lágrimas brotan, de incrédulos ojos, mirando el rescate, que con sacrificio, hacen los bomberos, desde el precipicio.

Surge la pregunta: ¿Por qué fatal suerte? ¿Por qué ese destino? ¿Por qué en el camino esperó la muerte?

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CAROLINA

Al jardín de la casa campesina, engalanan tu gracia y tu hermosura, tu inocente candor y tu ternura, y el eco de tu risa cristalina.

Cuando irradias la luz de tu mirada, sobre el prado pintado de colores, alzan sus trinos pájaros cantores, y resplandece el sol en la alborada.

Capullo en flor, mi niña quinceañera, hoy son de ti del mundo los imperios, el cielo azul; no existen los misterios, nada nubla tu bella primavera.

Sin embargo, al borde del camino, un triste sauce, ignorado, macilento, sus penas llora y clama al viento, y así soporta su fatal destino.

Al pasar vencedores batallones, bajo su sombra encontraron abrigo, que siempre les brindó el leal amigo, junto a fusiles, cureñas y cañones.

De las ramas que dieron su cobijo, hoy cuelgan asquerosas telarañas, su viejo corazón, las alimañas, horadan sin piedad, es su escondrijo.

Igual suerte será del ser humano, mientras es joven y fuerte, muy querido, pero, al final, muy débil y anciano, solo le quedan soledad y olvido.

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3. SU MAJESTAD: EL SONETO Y SU CORTE (2013)

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Dedicatoria:

A Sandra Carolina, mi nieta.

A mi hija Rocío, quien desde lejos me brinda su apoyo.

A Gabriel Mercado, colaborador y consejero, con gran futuro.

A mis amigos de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo (UPEQ)

Agradecimientos:

A todos los amigos que con sus voces de aliento hacen posible continuar en los senderos de la literatura.

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PRÓLOGO

Todo lo que escribe la meritoria profesora, poeta y narradora Beatriz Bascopé Aragón está lleno de belleza, fina ironía y de prístina claridad. Ella escribe en un gran momento del conticinio, decorando con pinceles mágicos cada una de sus composiciones emblemáticas sonoras.

La persona que lee a Beatriz es un ser privilegiado, pues encuentra en las palabras de la literata, vida y belleza humana, en un tejido verbal metafórico de los sucesos cotidianos y universales.

El presente libro Su Majestad el soneto y su corte (poesías), es una obra a la que hay que inclinarse reverencialmente, porque se hallan sonetos de factura perfecta con una elegancia francesa, española y boliviana en una combinación de figuras literarias y un gusto, excepcionales.

Ya no estamos solos al afirmar que Beatriz Bascopé Aragón, es una de las mejores poetas de Bolivia, de todos los tiempos.

Su carisma y su donaire de reina de la palabra en verso la ubican en un estro de primera fila.

Las poesías libres, que rodean a los sonetos, son agua fresca con vitaminas y proteínas para los sedientos de poesías libres y afables, que son los poemas que nos faltan para seguir viviendo en este mundo que se destruye por obra y gracia de los demiurgos del capital, culpables de la destrucción del planeta Tierra.

La lectura de la poesía de Beatriz nos devuelve la alegría de vivir y construir sueños y derrumbar el aburrimiento, en el que nos

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sumergen las malas novelas, las malas películas y hasta los malos políticos que invaden nuestra intimidad por la televisión, el cine y el video.

A tiempo de desearle una feliz lectura a la persona que lee, felicito a la autora por regalarnos este ramillete de versos a los bolivianos.

Roberto Ágreda Maldonado PRESIDENTE UPEQ

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I

¿Por qué me abandonaste poesía? Te fuiste, te alejaste simplemente, no escuchaste mi grito tan vehemente, dejando desolada el alma mía.

Eres tú mi refugio, mi alegría, años pasé contigo dulcemente, de pronto entendí que fácilmente, me envolvió la cruel melancolía.

Regresa a mí, escucha este reclamo, porque tú eres de mi vida fuente, ¡vuelve! Te pido, eres cuanto amo… Espero no cruzar el frío puente, herida estoy, en mi dolor te llamo, sé que me escuchas, aunque estés ausente.

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II

Del sol surgió dorada cabellera, Entre cumbres de nieve coronadas Por cóndores altivos habitadas, Reyes eternos de la cordillera.

Amanecía, el mar en la escollera, Al estrellarse llegaba en andanadas, Con espumas de plata encrespadas, Paisajes sin igual de primavera.

Cantan los montes arrullando el alma, Alma que viaja entre alas y trinos, De aves que recorren los caminos.

Avanza el sol en toda su grandeza, Cae la tarde y en la naturaleza, Reina el silencio… en la noche calma.

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III6

Se impuso el uso del barbijo, contrarrestando la gripe A uno H uno, pero inspiró tan mal a alguno, haciéndole armar un revoltijo.

Con ideas tan malas este dijo: llegó al fin el momento oportuno, de asaltar a Francisco o a Bruno, y llevar el botín a un escondrijo.

Y así con el barbijo bien chantado, ambas tiendas vació el condenado, sin pensar si dejó alguna huella.

Pues quedó una, sí, qué mala estrella, por salir del lugar apresurado, dejó de barbijo azul abandonado.

Imaginen el resto los lectores, a la cárcel llegó con sus captores.

6 Este poema forma parte de la Antología poética al pie de la colina Nº 3 (2011) de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo (UPEQ).

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IV

Andando por el prado, un paseante, me preguntó: qué era el Silala, le respondí: es el primo del Nolala, agradeció en forma muy galante.

Respuesta propia de alguien ignorante, que desconoce lo que es la wiphala, y nada sabe de la blanca ulala, ni del mar que inspira al navegante.

Vivimos sin saber cuánto tenemos, sin importarnos nada de lo nuestro, marchando como seres con cabestro…

Es hora de tomar riendas y remos, alejarnos de todo lo siniestro, enalteciendo cuanto poseemos.

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V7

Era tan solo otro indigente, que bebía y bebía sin cesar, un helado portal era su hogar, donde se consumía lentamente.

Un perro le seguía dócilmente, en ese diario y triste mendigar, migajas para el hambre mitigar, mientras el mundo gira indiferente.

Una noche helada de invierno, cerráronse sus ojos ya sin vida, alcanzó paz su alma dolorida.

No hubo lágrimas, tan solo aullidos, del perro fiel que lanza sus quejidos, en esta vida cruel, único infierno.

7 Segundo soneto de su autoría, que se encuentra en la Antología Universal del Soneto de Amor. Sonetos del siglo XIII al siglo XXI (2012) de Roberto Ágreda, Beatriz Bascopé y Alex Nieve. Asimismo, este poema forma parte de la Antología poética al pie de la colina Nº 3 (2011) de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo (UPEQ).

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VI

En la tarde serena de verano trinan las aves en canción de gozo, clara es la tarde, el día esplendoroso, alza su vuelo el cóndor soberano.

El brazo del labriego coge el grano, fruto maduro siempre generoso, que el molinero muele presuroso, y convertido en pan toma la mano.

Bendito pan que asistes a la mesa, entre risas y alegres carcajadas, de niños y de madres dedicadas… Sea el pan autor de la proeza, de unir a los pueblos como hermanos, en las cumbres, los valles y los llanos.

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VII

Era la noche clara y estrellada, las flores aromaban los jardines, invisibles alados serafines, semejan luces dentro la enramada.

Alegre, risueña la alborada, acaricia gladiolos y jazmines, a lo lejos resuenan los clarines, llamando a formación a la armada.

Repican incansables los tambores, se forman los heroicos batallones, mana la roja sangre a borbotones.

Se tienden arrasados los trigales, huyen despavoridos los zorzales, todo es desolación no quedan flores.

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VIII

Cuánto dolor encierra un desengaño, dolor que todo humano ser padece, y mientras pasa el tiempo crece, crece, cuando descubre un infame engaño.

Difícil olvidar año tras año, esa angustia que eterna permanece, en lejanos recuerdo y parece, golpear con fuerza y solidez de estaño.

Vagar buscando el ansiado olvido, que traiga paz al corazón herido, que borre la traición y la mentira… Es el rencor el que al mortal inspira, hallar el modo de alcanzar venganza, porque murió su última esperanza.

“No entregues nunca el corazón entero, si a quien se lo des no es sincero”.

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IX

La noche misteriosa de tus ojos, ojos profundos que amo y atesoro, tesoro con valor mayor que el oro, y que conservo bajo mil cerrojos.

Plácida noche, soporta mis enojos, pues por mis celos pierdo hasta el decoro, y soy peor que de Venecia el moro, encontrando a mi paso solo abrojos.

A otros ojos cantaron madrigales, por ser claros, tan verdes cual trigales, yo les canto a los negros pues parecen… Encendidas estrellas, cuando en calma, brillan de amor, pero se oscurecen, si algún pesar ensombrece el alma.

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X

Amaneció el amor con los albores, de la bella y radiante primavera, cuando la tierna niña quinceañera, abrió su corazón a los amores.

Aquel día llegó un ramo de flores, y su alma vibró por vez primera, con sensaciones que tal vez pudiera, comparar con trinar de ruiseñores.

Ramo fragante, celestial preludio, del juvenil romance, el primero beso, en inocente anhelo, en embeleso… Olvidó sus deberes, el estudio, amando, ella, se sentía amada, era feliz estando enamorada.

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XI

Una calle, un balcón, enredadera, una guitarra, cantor enamorado, en canciones demuestra apasionado, el sentir de su alma, a su manera.

La noche misteriosa, agorera, anuncia algún peligro agazapado, dichoso el trovador emocionado, aparezca su novia solo espera.

Pero allá muy cerca de la esquina, acecha un pretendiente inoportuno, rechazado, envidioso, cual ninguno… Clava el puñal certero en la garganta, del galán, con decisión que espanta, sangra la voz, solloza la neblina.

¿Por qué el amor, sublime sentimiento, puede causar tan grande sufrimiento?

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XII

Permítame amar a quien yo escoja, no me impongan ventajas, conveniencia, entiendo que es por la experiencia, pero en amor la intervención enoja.

Nada importa si luego la congoja, golpea con crueldad a la inocencia, quedará por siempre en la conciencia, de quien por su maldad no se sonroja.

Aplaudan, pues, si mi elección fue vana, y señalando digan: “Te advertimos, para nada sirvió cuanto dijimos”… Todo mortal probó de la manzana, mas, no por eso cometió pecado, es pecador quien nunca ha amado.

Y como dijo un torero bien plantao: “Nadie puede quitarme lo bailao”.

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XIII

Mudo testigo, colina imponente, portentoso gigante de granito, guardan tus rocas el ferviente grito, de ¡libertad!, sin inclinar la frente.

La hazaña retumbó en el continente, eran mujeres heroicas, casi un mito, su gloria alcanzó el infinito, de norte a sur, de oriente a occidente.

Goyeneche, siniestro mercenario, transformó la colina en un calvario, regó con sangre el campo de ulalas… Fue un calvario sin cruz, pero grandioso, calló el valor y en un gesto piadoso, tendió el silencio sus heladas alas.

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XIV8

¿Para qué rayos volviste? ¿Si las flores de mi huerto, convertido en un desierto, murieron al verme triste?

¿Acaso nunca entendiste, que cuanto dije era cierto, y que aún después de muerto, verás que mi amor persiste?

Cuán tarde tú recordaste, que mi amor fue verdadero, y al jurarlo fui sincero.

Y así cuando te marchaste, buscando un nuevo sendero, un filo puñal clavaste.

8 El soneto XIV es el mismo que está registrado como Heroínas en el poemario Desgranando versos (2da. ed.2014), por ello con ese número se transcribe el soneto XV como XIV, para no repetir.

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POESÍAS SOLO, AL VIENTO

¡No te vayas profe! gritaban los chicos, ¡no te vayas profe! también los mayores, ellos no sabían que estaba hecho añicos, su corazón noble, por tantos dolores.

En otro momento, sería un halago, sentir ese grito sonando en su oído, pero era preciso dejar aquel pago, donde había amado y también sufrido.

Era un gran maestro, nadie lo negaba, siempre tan gentil, cariñoso, atento, su clara mirada, solo reflejaba, un alma sencilla, un gran sentimiento.

Llegó una mañana al nacer la aurora, con esa sonrisa tan encantadora, nadie supo nunca de dónde venía; pero su presencia llenó de alegría.

Con paso seguro cruzó la plazuela, preguntó a un viandante ¿Dónde está la escuela?, el pequeño pueblo todo alborotado, comentaba alegre “el maestro ha llegado”. Y desde ese día se lanzó al trabajo, con santa paciencia brindó su cariño, al hombre de campo, al adulto, al niño, no hubo en su empeño ningún altibajo.

Transcurrió el tiempo, pasaron los años, fundó una familia, un jardín florido, dos preciosas hijas llegaron al nido, lejos de angustias, de los desengaños.

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Pero un día de enero surgió una tormenta, arrasó los bosques, destruyó los muros, la fuerza del agua se tornó violenta, todos los refugios eran inseguros.

Cuando retornaba al hogar amado, de un corto viaje que había realizado, encontró las casas sin piedad derruidas, su esposa, sus hijas desaparecidas.

Sintió que la sangre hervía en sus venas, no soportaría tan intensas penas, cansado, vencido de tanto buscar, entonces rendido, decidió marchar.

Cuán lejos quedaron los días aquellos, que juntos pasaron momentos tan bellos, le martirizaban crueles añoranzas, se fueron los sueños y las esperanzas.

Y aquel hombre joven de mirada franca, que un día llegara dichoso, contento, se fue para siempre en alas del viento, dejando a su paso, una estela blanca.

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MI DULCE AMIGA

Preguntan ¿estás solita? No, aquí está Margarita, una cariñosa ahijada, muy gentil y delicada.

Están también mis caninos, mis cariñosos felinos, mis alados pajaritos, y algunos ratoncitos.

Quien colabora en mi empeño, de atender mis animales, es Carolina, mi ensueño, que comparte mis ideales.

Pero la amiga más fiel, que me brinda pura miel, que está de día y de noche, haciendo de amor derroche, aunque retumben los cohetes, en las fiestas del lugar, jamás se va a alejar, mi compañera: “diabetes” .

Y cuando llegue el ocaso, que avanza pasito a paso, quiero dejar encargado, oleado y sacramentado, que ya en el punto final, durante mi funeral, ejecuten la diablada, así si estiro la pata,

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me voy feliz con don Sata, vestida y alborotada, hasta mi última morada.

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CAMIONERO

Porque soy buen conductor, rodando voy por las huellas, de día con el motor, de noche con las estrellas.

El camino polvoriento, y el pintoresco paisaje, acompañan en mi viaje, con profundo sentimiento.

Debo conducir atento, y con los cinco sentidos, porque por esos descuidos, ya no contaría el cuento.

Al norte la cordillera, al sud el valle fecundo, dueño y señor soy del mundo, mi reina, la carretera.

Si alguna tarde, cansado, de tanto y tanto viajar, de mi guitarra abrazado, dejo mis penas brotar.

Terminada mi jornada, retorno al hogar querido, muy cerca de una cascada, en un pueblito escondido.

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LOS “VOTONES” (2009-2010)9

Tal vez preocupe al lector, que alguien se atreva a escribir, si al hacerlo ha de imprimir, su escrito con tanto error.

Pero, permitan que aclare, y simplemente declare, que en nuestro armonioso idioma, no todo es siempre un axioma.

Y también la confusión, que se vive en estos días, produce en la razón, un cruzamiento de vías.

Y por eso los “votones”, sin aludir a los chicos, como los de las camisas, que usan pobres y ricos, en las fiestas y en las misas.

Serán los mismos botones, aunque otros colaboren, con maletas o equipajes, de los que realizan viajes, y evitar que se demoren.

Y es que el verbo botar, se refiere al que hace botas, también botan las pelotas, y el que basura ha de echar, el que fabrica botines, sandalias y mocasines.

9 Poema seleccionado e incorporado en la Antología poética al pie de la colina Nº 3 (2011) de la UPEQ.

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Pero al hablar de “votones” son los que su voto emiten, y estos casos se repiten, en múltiples ocasiones, votar el dirimitorio, votar el revocatorio, votar las autonomías, votar por las regalías, votar, votar y votar, esto ya llega a cansar, ¿entienden? Hay mil razones, para llamarnos “votones”. Y algunos que van “botando”, entre “partido” y “partido”, con argucias rebotando, para ir justificando, todo lo mal adquirido y acumularon al fin, considerable botín.

Y al sentirse perseguidos, huyen a Estados Unidos, refugio de delincuentes, y algunos expresidentes.

Y nuestra amada Bolivia, debiera ser hoy Botivia, total a nadie le duele, que tenga sombrero la “ele”. La nueva Constitución, estuvo en tela de juicio, sin importar el perjuicio, que impactó a la nación, debimos decir “si” o “no”, si son cinco o son diez mil, será el final, ¡cómo no!, seguirá el votaratil,

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volveremos a votar, cuento de nunca acabar.

Si donde hay un basural, se llama botadero, ¿por qué no ser “votatero”, el recinto electoral?, y el que controle las urnas, tendrá el cargo de urnero, mientras duren las jornadas, de conteo tan pesadas, sean nocturnas o diurnas.

Espero que los lectores, al captar el contenido, hayan al fin comprendido, que aquí no existen errores, de escritura ni sentido, y ante tanto votatorio, lleguemos a un sanatorio, o hasta algún velatorio, o tal vez al purgatorio, entre coronas y flores, y en diciembre fin de año, una nueva votación, esperemos que el padrón, no resulte otro engaño, y un fraude a la nación.

Y seguiremos votando, mientras va el tiempo pasando, navegando sobre un ¡vote!, con panfleto al cogote.

Solo nos queda esperar, que quien salga perdedor, respete al ganador, y deje al fin gobernar. ¡Te lo pedimos Señor!

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LA K’ISA

Mientras el tiempo transcurre, solo nos deja inviernos, se lleva las primaveras, hasta los mismos infiernos.

Cruel verdugo es el tiempo, traicionero y vengativo, galopa sobre los vientos, él no viaja en colectivo.

Cuando estoy frente al espejo, no puedo aguantar la risa, solo me falta una arruga, para graduarme de “k’isa”.

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RETORNO

Cuando crecieron sus alas, rebelde se fue del nido, de nada valieron quejas, dejó el hogar decidido.

Pasaron diez largos años, volvió sin fuerzas, vencido, solo esperaban las rejas, todo lo demás destruido.

Ahora angustiado solloza, la madre que abandonó, en un sepulcro reposa, junto al padre que olvidó.

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LA “PILDORITA”

Un venerable anciano, muy alegre, muy ufano, con su “Renta Dignidad”, fue a buscar felicidad.

Y parado ante el espejo, él dijo: “no estoy tan viejo, luzco mejor que un actor, galán y conquistador”.

Muy feliz con su dinero, salió el viejo bandolero, en busca de compañía, que le brinde alegría.

Así este viejito “cebolla”, tal vez camba, tal vez colla, encontró una muchacha, muy coqueta y vivaracha.

Era ella tan bonita, agradable y exquisita, pero también peligrosa, con mirada misteriosa.

A la vuelta de una esquina, entraron a una cantina, allá comieron, bailaron, y amor eterno juraron.

Cuál fue el momento fatal,

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perdió el control y al final, se quedó sin un centavo, y en su corazón un clavo. Cuando recobró el control, y libre ya del alcohol, con un dolor de cabeza, comprobó con gran tristeza, que la hermosa señorita, era una “pildorita”.

Vaya experiencia tan cruel, pensando encontrar la miel, con su cabeza de plata, y su cola de esmeralda, por correr tras de una falda, metió hasta el rincón la pata.

Entonces el vejestorio que creyó ser Juan Tenorio, o el célebre Casanova, a pesar de su joroba, ingresó a un monasterio, mientras marche al cementerio.

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CHAQUEÑO

Por los surcos voy andando, cansado de suplicar, unas gotitas de lluvia, y mi cosechar salvar.

Si Dios escucha mis quejas, no lo puedo asegurar, empujando voy las rejas, con mi yuntita a la par.

Chaqueño soy y muy macho, nadie lo puede negar, ante el dolor no me agacho, y los golpes sé aguantar.

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HORNERO (Madrigal)

Hornero te has alejado, del valle donde naciste, dime dónde has anidado, y también por qué te fuiste.

Los molles entristecidos, suspiran casi sin vida, están muy envejecidos, desde tu fatal partida.

Los pintorescos hornitos, cayeron de la enramada, variedad de pajaritos, les cantan una balada.

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¿DÓNDE ESTÁN LAS GOLONDRINAS?10

Elegía al poeta Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo, no volverán, las oscuras golondrinas, tiernas aves peregrinas, de cadencioso volar, acaso si tú volvieras, y en un milagro hicieras, tu empolvada arpa vibrar, entonces tal vez pudieras, su retorno encaminar.

Tantos años ya que espero, a los veranos llegar, aquí sus nidos aguardan, sin entender por qué tardan, y el triste ventisquero, nunca deja de llorar.

He preguntado a los vientos, también pregunté a los ríos, nadie escucha mis lamentos, llegan, pasan los estíos, y los balcones desiertos, suspiran, parecen muertos, por las pequeñas viajeras, que vuelan por las esferas, azules del firmamento.

10 Poesía seleccionada y que forma parte de la Antología poética al pie de la colina Nº 3 (2011), y el libro: Bolivia-España. Poesía reciente (2016) compilado por el poeta Roberto Ágreda Maldonado.

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Tampoco las madreselvas, de menudas florecillas, entre blancas y amarillas, las tapias escalarán, se fueron con sus amigas, juntas esperan lograr, que en un poema les digas; “es tiempo de retornar”.

En coche gris tormentoso, una voz ronca me habló, y me dijo simplemente, ya no sufras esperando, ellas seguirán volando, pues se fueron a buscar, llevando una blanca rosa, el lugar donde reposa, el poeta que dulcemente, con su lira se inspiró, en su armonioso trinar, y le dirán al oído, para ti nunca habrá olvido, es hora de despertar, rasga ya el oscuro velo, para detener su vuelo, y ese cruel peregrinar.

¡Gustavo!, si no despiertas, ellas jamás volverán.

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ELEGÍA A LA RELIGIOSA CÁNDIDA MARÍA DE JESÚS (31/05/1845-9/08/1912) A un siglo de su muerte

I

Cuánto hoy va a escuchar, no es ninguna novela, es una divina estela, de alguien que supo luchar, con entereza y empeño, realizó al final su sueño, a pesar de los espinos, en los tortuosos caminos, de los triunfos y fracasos, de los golpes y porrazos, siguió siempre batallando, solo a Dios consultando, llevando a cuestas su cruz, sembrando haces de luz.

II

Fue mayor de siete hermanas, que cuidó con gran esmero, arrullado por telares, en medio de la pobreza, allá en Berrospe, su pueblo, Andoaín-Guiuzcoa, a orillas del Leizarán, que riega los verdes valles, de montañas circundados, esta estampa acompañó, a Juanita hasta el final, dejó su tierra natal, junto a toda su familia, se instalaron en Tolosa, para poder progresar.

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III11

La niña se hizo mujer, el tiempo fue avanzando, sus ideas aclarando, ya no quería tejer, se presentó un pretendiente, de una familia pudiente, pero eran otros sus planes, prosiguió con sus afanes, y emprendió la partida, buscando una nueva vida, de sus ideales en pos, siempre al servicio de Dios.

Larga su peregrinación, buscando superación, para todas las mujeres, sometidas a deberes, de limpieza o de cocina, sin salir de esa rutina.

De niñas fundó colegios, que llenaron con arpegios, los sombríos corredores, igual que los ruiseñores.

IV

Posó sus plantas benditas, en Pitillas de Navarra, Bracamonte-Barcelona,

11 Poema seleccionado e incorporado en la Antología poética al pie de la colina Nº 3 (2011).

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en Arévalo y Bernardos, en Segovia, en Medina, Tolosa y también Madrid, palacio de Montellano, y allá en Valladolid.

Viajó a Roma y consiguió, que el Papa acepte probar, la nueva Constitución, también la congregación, y en la culta Salamanca, el noviciado instauró.

V12

Venció una cruel pulmonía, un descarrillado tren, durmió sobre nieve fría, con sus leales compañeras, al igual que ella, guerreras, que lucharon con afán, Por la cultura y el pan. Con valor enfrentó el duelo, al ver su madre morir, solo pudo hasta el cielo, sus plegarias dirigir, incluyó también en ellas, a sus sabios consejeros, consecuentes y sinceros, acompañando sus huellas. Cansada, enferma, agotada, no fue posible viajar, al Brasil tierra soñada, al otro lado del mar. En mil novecientos doce, su cuerpo al fin descansó,

12 Soneto seleccionado e incorporado en la Antología poética al pie de la colina Nº 3 (2011).

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llegó hasta la gloria, el goce, para más lauros a España, esta portentosa hazaña, que a todos emocionó: Primero beatificación, luego canonización.

“Romero que vas cantando, en las horas vespertinas, sigue su tumba arrullando, junto con las golondrinas”.

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LA GRAN BODA, ¿Y?

Con gran boato la boda, a la usanza de la moda, ella Teresa, él Andrés, diez y siete, veintitrés.

¿Por qué con tanta premura? ¿Podría ser que acaso, se anunciaba un embarazo, que la situación apura?

La ceremonia grandiosa, tanto lujo y oropel, ella bailaba dichosa, su risa, un cascabel.

Era una pareja ideal, ella la novia más bella, lucía como una estrella, él, un doncel sin igual.

¡Cuánto ajetreo y afán, que canapés y champán, refrescos y bocadillos, y los más finos platillos!

Innumerables padrinos, los mayores potentados, que ostentaban embobados, su riqueza y pergaminos.

Por religión y en civil, de aros, de torta y velo, cada cual con mucho celo, de competencia febril.

La noche entera bailaron,

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y cerca del amanecer, un coche blanco abordaron, para su viaje emprender.

Algunos años pasaron, no pudieron progresar, problemas se acumularon, sin solución alcanzar.

A diario los entredichos, no abastecía el dinero, por ambos lados caprichos, todo se fue al basurero.

Ya no hubo un gran consorcio, de padrinos en tropel, porque para un divorcio, no apadrinan ni el pastel.

Ella, la hermosa Teresa, él, el apuesto Andrés, no usaron la cabeza, pagaron caro después.

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LA HOJA MARAVILLOSA

Para hablar correctamente, de la hoja milenaria, debe decirse “excedente”, y no así: “excedentaria”. No existe esta palabreja, en ningún buen diccionario, ni siquiera en un herbario, allá en Castilla la Vieja.

Es cierto, ella es herencia, compañera, gran amiga, pero al “progresar” la ciencia, la transformó en enemiga.

Pero analizando un poco, la palabra sedentario, de nómada es contrario, no es para romperse el coco.

Sedentario es personaje, que habita un solo lugar, nómada es quien debe emigrar, su vida es constante viaje.

Fue sedentaria la coca, en la región tropical, hoy es internacional, noticia de boca en boca.

Pues la coca resolvió, ser nómada y así abarcar, más espacio y avanzar, hasta donde avasalló.

Hay coca en el occidente,

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y en el área boreal, también en la zona austral, y en el cálido oriente.

Vaya nomadismo extremo, con motores o remos, en autos o camionetas, por el aire, en avionetas.

y aunque provoque urticaria, y quieran negar el hecho, al izquierdo o al derecho, la coca es ex… sedentaria.

¡Descolonización, a muerte, cocalización, gran suerte!

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4. SUEÑOS DE JUVENTUD (2015)

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Dedicatoria:

A todos los que aprecian los libros y hacen de la lectura una fuente de conocimientos y cultura.

Agradecimientos:

A los poetas y escritores de la UPEQ, de quienes recibo un apoyo constante.

Al señor Iván Maldonado Murguía, colaborador en la transcripción de mi Trabajo Literario.

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Contenido

Dedicatoria Agradecimientos Prólogo

Valoración del libro Sueños de juventud - Ansias Solo la yegua volvió Emergencia Gotitas de amor Elecciones 2014 Amor gatuno Al fogón Por y para siempre ¡20 años! Barbarie - Siglo XXI ¿ ?

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Prólogo

Quillacollo es una ciudad privilegiada que tiene a grandes escritores, entre ellos, la distinguida maestra de generaciones, la profesora Beatriz Bascopé Aragón, que publica hoy un nuevo libro de poemas titulado: Sueños de juventud.

Sueños de juventud es un libro de poesía clásica, rimada, bella y divertida que pinta con versos historias de viajes, relatos de amor, hechos trágicos, nostalgias de la vida en el campo e ilusiones, todo desde la mirada atenta, culta y de gran sensibilidad humana que prodiga a manos llenas la poetisa.

La admirable mujer de letras desarrolla en Sueños de juventud un estilo poético consolidado, con una gran maestría y donaire inimitables. Es un deleite leer sonetos, elegías, madrigales y poesía libre con un común denominador, la ingenuidad y también la crueldad de la vida que se desmigaja en cada poesía.

La Unión de Poetas y escritores de Quillacollo (UPEQ), no solo tiene en ella, a la vicepresidenta sino también a la fina trovadora, que hoy, nuevamente lanza en sus versos, flores rojas de amor, recordando que la vida es una y para siempre.

Roberto Ágreda Maldonado Presidente UPEQ

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Comentario del libro

Con asombro, luego de la lectura, se deja correr las impresiones que se estructuran en las líneas siguientes.

Esta obra literaria se caracteriza por la ingeniosa y sutil expresión de sensibilidad traducida en poesía, la escritora y poeta Beatriz Bascopé Aragón, ha logrado mantener una perfecta sinfonía de letras, que en consonancia literaria describe e introduce problemas actuales, vivencias hogareñas y anécdotas extractadas, fruto de la gran capacidad de observación, de la vida cotidiana, que, trabajada con gran imaginación y recursos literarios, ha podido transformar en poesía.

Muy aparte de la sistemática forma de engranar las palabras en cada verso, denuncia los problemas sociales y evoca el sentimiento de humanidad de las personas, para que, a través del lente de ella, nosotros como lectores veamos y empecemos a sentir y reflexionar sobre el amor y respeto a los animales, a nuestros semejantes y a la madre naturaleza, que se está esfumando poco a poco, por nuestra culpa.

La autora con este libro, nos conduce a vivir la vida con plenitud y a erradicar los errores profesionales y sociales que humanamente nos convierten en seres imperfectos para habitar un mundo que nos da vida y no sabemos cuidarlo.

Orgullosamente, puedo decir que nuestra escritora, ha consolidado una trayectoria, como incansable generadora de brillantes obras, deleitando al lector e inspirando a viajar a lugares, conocer hechos y a identificar personajes, invitándonos a despertar en risas, reflexiones, tristezas y todos esos sentimientos que los dejamos aflorar por la excitación y añoranza que producen las letras al ser expuestas en poesía, tal cual nos ofrece la autora en esta nueva obra titulada Sueños de Juventud.

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Iván H. Maldonado Murguía Abogado y lector literario

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SUEÑOS DE JUVENTUD. ANSIAS

A ti te canto viajero, que recorres los caminos, entre flores o espinos, buscando un nuevo sendero.

Del país del altiplano, de serranías y valles, de la ciudad, de sus calles, nunca apartes tu mano.

Aunque aún soy estudiante, tengo mis sueños azules, y bajo los abedules, quiero también ser viajante.

Pienso recorrer el mundo, conocer nuevas culturas, y también las hermosuras, del lejano mar profundo.

Ser del todo independiente, trabajar con gran esmero, administrar mi dinero, con desempeño eficiente.

Queda mucho por andar, más aún para aprender, y así poder emprender, la marcha para triunfar.

Cuando la pena desgarra, ansío poder cantar, de ese modo consolar, con la voz de una guitarra.

Viajero que indiferente,

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no detienes tu mirada, en tanta vida truncada, sin culpa e injustamente.

Permíteme preguntarte, ¿no sangra tu corazón, ante tanta destrucción? ¿Puedo acaso aconsejarte? Solo espero encontrar, una mano salvadora, que permita vislumbrar, la luz de una nueva aurora.

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SOLO LA YEGUA VOLVIÓ

— Escúchame Filomena, mañana saldré temprano, iré al pueblo más cercano, volveré para la cena.

— Prepárame una merienda, agradable y livianita, de modo que me permita, jalar muy fuerte la rienda.

— Llevaré a mi yegua blanca, mi poncho de lana gris, y dejaré a la potranca, donde el compadre Luis.

— Allá tomaré un camión, que enfile para el poblao, y aunque el precio esté elevao, buscaré una solución.

— Compraré una pollera, de un bello color marrón, pa`l chico una polera, con la foto de un campeón; azúcar, aceite, arroz, fideos, poroto, avena, para llenar la alacena, y pa`l trabajo una hoz.

— Ten cuidado Cayetano, tengo un mal presentimiento, por eso te digo: atento, que no se afloje tu mano.

Eran apenas las diez, llegó la yegua sangrando,

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con una pata rengueando, sin la brida ni el arnés.

Filomena como loca, llamó a los pocos vecinos, que recorrieron caminos, bajo un sol que sofoca.

Lo encontraron desangrado, en un barranco profundo, allá en el fin del mundo, con el cráneo destrozado.

El carpintero don Lucho, a puro clavo y serrucho, hizo un rústico cajón, y así llevarlo al panteón.

Y desde ese trágico día, siguen al muerto llorando, mientras que la policía, dice que está "investigando".

Será falta de pericia, pa`l pobre, ¡Nunca hay Justicia!

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¡EMERGENCIA!

--¿Qué paso amigo René?

Te veo desmejorado.

---Cómo no he de estar así, con esto que me ha pasado, fue una cruel experiencia, me operaron de emergencia, solo por querer vivir, tanto pude resistir.

---Pero explica, buen amigo, ¿Qué es lo que hicieron contigo?.

---Me redujeron el Colon, jalaron al Cristóbal, y por proteger las bielas, fundieron las "carabelas".

Intervinieron el recto, dijeron que estaba chueco, y en el mismo hueco, me acoplaron un codo, para anular el defecto, a ver cómo me acomodo.

---¡Cómo no he estar mal trecho, con todo lo que me han hecho!.

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GOTITAS DE AMOR

Dos gotitas que alegran con ternura, llenando los rincones con su risa, es Iris la pequeña, la mayor Brisa, divinas joyas que irradian hermosura.

Durante el día semejan mariposas, en las noche fulguran como estrellas, suave aroma les dan flores hermosas, y aves canoras las melodías más bellas.

Dichosos son Sergio y Fabiola, compartiendo sus gracias con cariño, acariciando sus rostros de amapola, pues en sus almas está presente un niño,

Al pasar de los años, los cristales, reflejarán su gracia y su apostura, ellas llenarán de amor los manantiales, irradiando armonía y ventura.

¡A la par de tanto sentimiento, cultivarán también un gran talento!.

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ELECCIONES 2014

Está armada la palestra, para escuchar candidatos, donde cada cual demuestra, sus convenios y contratos,

El líder oficialista, con la sartén por el mango, está ya bailando un tango, celebrando otra conquista.

Los sin miedo en movimiento, con su color verde rana, tienen el presentimiento, de que su partido gana.

El rey de las hamburguesas, que avanza desde abajo, emplea mucho el ca… scajo, para elevar sus empresas.

El partido de Natale, PDC, volvió a surgir, veremos que es lo que sale, se oscurece el porvenir.

Fue imposible debatir, ante el rechazo frontal, mejor no más insistir, hasta la etapa final.

Pero apareció una opción, desde la esfera estatal, sin ninguna condición, y con la venia oficial.

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Que debatan las abuelas, basándose en evidencias, que al toque de castañuelas, harán despertar conciencias.

La historia registrará, suceso sin precedente, y así otro presidente, a ellas recurrirá.

A esperar los resultados, que sean realmente ciertos, y nuevamente los muertos, a votar sean obligados.

Pero recuerden hermanos, todos somos bolivianos, con justicia y con honor, salga triunfante el mejor.

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AMOR GATUNO (Soneto)

Un maullido muy triste, se escuchaba, sobre el tejado del solar vecino, atenta la familia escuchaba, y decidió acoger a ese felino.

Una gatita que alegre ronroneaba, era multicolor, pelaje fino, sació el hambre, la sed y coqueteaba, dichosa al encontrar un buen destino.

Al despuntar el alba, huella no había, la muy ingrata retornó a su casa, alguno comentó: a veces pasa… Pero al caer el sol, del mismo día, apareció en muy buena compañía, su hermanita de igual color y raza.

Las dos hallaron cobijo, no buscarán escondrijo, tienen cariño y comida, por lo que resta de vida.

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AL FOGÓN (Soneto)

Noble fogón por muchos olvidado, mudo testigo del tiempo en sus albores, aves canoras, perfumadas flores, amigos son en tu penar callado.

En tu fuego chispeante, moderado, disfrutaban los niños y mayores, de nativos manjares, los sabores, bajo la sombra parda del tejado.

Se cocina hoy con gas, hay microondas, comida hay al paso, están las fondas, pasaron muchos años, estás cubierto… De hongos y tierra en tu rincón desierto, son lágrimas de leño tus cenizas, donde ignorado y triste, hoy agonizas.

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POR Y PARA SIEMPRE

— Estás cansado mi viejo, también calvo y barrigón, será porque yo te dejo, comer tanto chicharrón.

— Roncas como motosierra, y haces el techo crujir, tal parece que hasta la tierra, pronto la vas a partir.

— Pero con todo y ronquidos, siempre conmigo has estado, y con los cinco sentidos, sin descanso has trabajado.

— Pa`que no nos falte nada, a mí ni a nuestros pequeños, con decisión abnegada, alcanzamos lograr sueños.

— Fuiste siempre un buen marido, honesto y trabajador, y los chicos han crecido, para ser hombres de honor.

— Aunque también la figura, tiempo atrás ya la pedí, ahora soy caricatura, pero sigues junto a mí.

— Nunca disgustos me has dado, tampoco ningún desaire, andando de enamorado, o echando canas al aire.

— Los hijos, un bien prestado,

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se fueron a hacer su vida, pero cuenta no se han dado, de cuán profunda es la herida.

— Mejor si vas por delante, yo soportaré tu muerte, aunque mujer soy muy fuerte, y valor tengo bastante.

— Mientras tanto siempre juntos, hasta el minuto postrero, ya que a todos los difuntos, les aguarda un agujero.

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¡20 AÑOS!

— Pasaron 20 años desde la noche aquella, de maldición que ensombreció mi estrella, 20 años encerrado tras las rejas, teniendo como aliadas penas viejas.

— Hoy vuelvo a ver el sol a plenitud, de nada sirve, con los años se fue la juventud, me impusieron 30 años como castigo, porque acabé con él, también contigo.

— Mi mano no tembló, jaló el gatillo, caíste tú cual débil pajarillo, intentó escapar el cobarde traicionero, y lo alcanzó un tiro muy certero.

Aún humeaba el revólver, una cadena, aseguró mis manos, dictaron mi condena, la muchedumbre gritaba enardecida: "Sin compasión, que pague con su vida".

— Serán 30 años decía la sentencia, que sufra en el encierro sin nada de clemencia, salí 10 años antes por buen comportamiento, solo estoy, olvidado, nada siento.

— En mi largo vagar visitaré tu fosa, por lo que antes fue, dejaré una rosa, y sin pena declaro: no estoy arrepentido, arrepiéntete tú, por el pecado cometido,

Si es criminal el que a balazos mata, ¿cómo llamar a quien la tempestad desata?.

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BARBARIE SIGLO XXI

No hay salvajismo mayor, que utilizar animales, en fiestas tradicionales, que causan pena y dolor.

Tarde de sangre y de toros, público descontrolado, imposible estar calmado, hay conmoción en sus poros.

Aparece la cuadrilla, delante está el matador, a unos causa maravilla, a otros solo estupor.

Hace una venia el torero, quitándose la montera, a una dama zalamera, mientras le dice "Te quiero".

Iniciada la corrida, sale el toro del toril, sobre la arena encendida, con furia y valor febril.

Y al mirar tantas piruetas, grita el público, hay delirios, lanzan pétalos de lirios, resuenan las panderetas.

Le plantan las banderillas, en la espalda reluciente, muy cerca de las costillas, el dolor es inclemente.

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El toro ya no resiste, cerca está la fila espada, y en supremo esfuerzo embiste, con una mortal cornada.

La fiesta llegó a su fin, con todo y trajes de luces, el torero está de bruces, toca a muerte un clarín.

Qué desenlace fatal, para el matador la muerte, para el toro peor suerte, venganza y crueldad brutal.

Pero a pesar del horror, en Sevilla o en Galicia, a esto se llama justicia, en el ruedo, ¡sí señor!

No es un arte el torear, es solo martirizar, a un animal tan valiente, por divertir a la gente.

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Llegó la noche, se llevó las luces, quedó muy solo el caserón callado, que atesora recuerdos del pasado, quien lo adoró reposa entre mil cruces.

Cesó el dolor de ser tan solo un bulto, de ser objeto de burla y de rechazo, por eso ya en el borde del ocaso, permaneció en su rincón oculto.

¿Dónde irán las avecitas que todas las mañanitas, reclaman pronto el grano, de su generosa mano?

¿Y los perros vagabundos, maltratados trotamundos, que buscaban con afán, un pedacito de pan?

¿Y los graciosos felinos, que en medio de mil piruetas, devoraban sus galletas, tendrán que buscar caminos?.

¿Los indefensos ratones, librados a su cruel suerte, podrán evadir la muerte, en alejadas regiones?

No hay testamento que valga, en casos como el presente, esperemos que algo salga, del corazón de la gente.

Esta singular encuesta,

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alcanzará una respuesta, en el eco del silencio.

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5. EPIGRAMAS (2016)

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Llorar riendo

“El carnaval del mundo engaña tanto, Que las vidas son breves mascaradas, Aquí aprendemos a reír con llanto, Y también a llorar con carcajadas”.

I

A la María Dolores, le dijo el Javier Arandia, si me niegas tus amores, y se los das al Edmundo, buscaré el fin del mundo, navegando hasta Finlandia.

II Era velador Arturo, de un colosal edificio, con bastante sacrificio, quitando horas al sueño, trabajaba con empeño, y rendimiento seguro. Pero apareció un asunto, siempre se estaba rascando, los huéspedes en conjunto estaban ya comentando: “¿Es deseado el muchacho? ¿o sufre de algún empacho?”. Aquí intervino Ambrosia, la novia del aludido,

(Dios Peza, Juan de [mexicano]. Reír llorando)

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y en tono muy encendido, se dirigió a los presentes: — “Muerdan las lenguas sus dientes, ¿qué es lo que ustedes pretenden? ¿acaso no lo comprenden? Arturo nació en Escocia”.

III A mi amigo Valentín, lo invitaron a un asado, se colocó un corbatín, su terno muy bien planchado, y además perfumado. Sirvieron pues la comida, y abundante bebida, preguntó muy intrigado, a su compadre Mariano: —¿Por qué la carne es tan dura? ----Amigo mío, el marrano, era de Extremadura.

IV Aterrizó una aeronave, lo hizo por emergencia, ante una rara dolencia, que sentía un pasajero, él precisaba un jarabe, que olvidó en un velero, esto causó gran revuelo, se alborotó todo el vuelo, y al crecer la intriga, Juana comentó a su amiga: —¿Tendrá acaso chikunguña?, él abordó en la Coruña?

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V —Ya no quiero verte más— vociferaba Teresa, a un tembloroso Tomás, que era un tonel de cerveza. Si prefieres la botella, a una vida decente, resbala por la pendiente y no dejes ni una huella.

—Está bien— Dijo el borracho, perdí dos lances de cacho, pagué mi deuda en el acto, tenía el dinero exacto, pero… contigo ya no hay más pacto, yo soy hombre que no ruega, esto lo aprendí en Noruega.

VI Murió una linda perrita, fina, blanca y pequeñita, era ella muy coqueta, y se llamaba Pebeta.

Fue por la rabia canina, una enfermedad dañina los dueños desesperados, lloraban desconsolados. Habló María Cristina, empleada de la cocina: — “Me siento, tan miserable, soy la única culpable, durante una semana,

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por floja y por haragana, en lugar de sus frijoles la alimenté con ravioles.

VII Filiberto Fitipaldi, galán, cantor, bucanero, valiente filibustero, con su barco “Garibaldi”:

Terror en los siete mares, de los galeones mercantes, con su hermano Filemón, gobernante del timón, y su tropa de maleantes, burlaba a los militares, y hasta a la guardia naval, su estrategia era genial. Pero sucumbió al embrujo, de miradas cristalinas, aquel mirar lo sedujo, y esas artes femeninas, su ondulante melena, ese porte de sirena, al aturdido pirata, le hicieron meter la pata. Era ella Filisdalba, y entre perfumes de malva, con globos y serpentinas, una novia deslumbrante, él, buen mozo y muy galante, una impresionante boda, según impone la moda, en su barco en Filipinas,

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y adornando su bandera, una enorme calavera.

VIII Se fueron los “buenos días”, junto con las “buenas tardes”, y también las “buenas noches”; para qué lanzar reproches, ni hacer tantos alardes, exigiendo cortesías. Si un caballero decente, Al subir a un microbús, Saluda a toda la gente, nadie dice “chis” ni “mus”. Tanto Juan como Carola, se saludan con un “hola”, de igual modo los ancianos, al estrecharse las manos. También la dulce mamita, —Saluda —dice a su hijito, y con una sonrisita, —¡Hola! —dice el angelito. Muy normal en la oficina, el ¡hola! es ya una rutina, y en todas las llamadas, en tardes o madrugadas el “hola” está instituido, sin discusión patentado. legalmente, ha colocado, al saludo en el olvido. Y dijo Andrés Peñaranda: — “Mejor nos vamos a Holanda”.

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OTROS SÍ O NO (21 de febrero de 2016)

Se enfrentan dos adverbios, el primero afirmativo, el segundo negativo, en una tensión de nervios.

La causa es alterar, la nueva Constitución, de ese modo gobernar, a entera satisfacción.

Los del sí, están ardidos, porque el país dijo: No, acepten, fueron vencidos.

De cuál guerra habla Morales, si en tono conciliador, dice: hermanas y hermanos, como padre protector, ¿enfrentar a bolivianos, con los plurinacionales?

Y ahora entre alaridos, por semejante derrota, quieren pasar la pelota, a los Estados Unidos.

Es el culpable de moda, de lo que ocurre en Bolivia, allá nada les importa, si se enfrió la tibia.

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