6 minute read
Juan Chávez Rojas
from Poética de la migración. Poesías, cuentos y ensayos de 28 escritores del mundo. Segunda edición
JUAN CHÁVEZ ROJAS (Bolivia)
Nació en Quillacollo, Cochabamba, Bolivia el 6 de abril de 1968. Abogado, escritor y docente universitario de grado y posgrado. Fue secretario de Partido de Arani y luego juez desde el 2002. Licenciado en Licenciado en Ciencias Jurídicas y Políticas de la UMSS. Realizó cursos de diplomado en Docencia Universitaria, Educación Superior, Derecho Procesal y Oralidad, Ciencias Penales; y posgrado en Derecho Penal. Magíster en Administración de Justicia. Juez Instructor de Tapacarí, Juez de Partido Mixto de Independencia y desde el 2007 hasta el 2018 Juez de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo. Fue juez electoral de 2002 a 2013. Miembro de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba y de Quillacollo Ocupó diversos cargos jurídicos en la Alcaldía de Quillacollo y jefe de Transparencia en el Gobierno Autónomo Municipal de Colcapirhua. Publicó ensayos y artículos en periódicos y revistas jurídicas. Dictó cursos en radioemisoras populares y en varias instituciones. Forma parte de la Unión de Poetas y Escritores de Quillacollo y el Ateneo Jurídico de Quillacollo. Es coautor del libro Cuentos y poesías para el escenario (2021). Es autor de los Libros: Conflictos en contratos de servicios y la ausencia de normativa (2014), El mentefacto y el Código Procesal Civil (2015).
Advertisement
91
LA DECISION (cuento) Juan Chávez Rojas
Juan, atendía su tienda de abarrotes, al principio tenía muchos clientes, sin embargo, poco a poco su clientela le compraba menos y algunos ya no le compraban. Lo que ganaba en la tienda, ya no le alcanzaba para mantener a sus 3 hijos. Junto con su esposa María, se levantaban más temprano, atendían con más cariño, cordialidad, pero nada, los ingresos no mejoraban. En tono de juego Juan le dijo a María, viajaré a España, a su esposa no le agradó nada dicho comentario. Muchos vecinos les contaban que sus parientes y amigos, habían viajado a Estados Unidos, a Brasil, Chile, España, etc., y que habían dejado a sus hijos, al cuidado de sus hermanos, madres pero que desde esos países mandaban dinero para mantener a sus hijos. Las ventas no mejoraban en la tienda de Juan, muchas noches no podía dormir, se preguntaba ¿Qué puedo hacer?, necesito más ingresos para mantener a mi familia. En las noches, pensaba “Debo viajar a Estado Unidos o a Chile, ahí encontraré trabajo, ganaré sueldo, enviaré dinero para mantener a mi familia”. Con mucho entusiasmo, se levantó a las 5 de la mañana, fue a buscar trabajo en la fábrica de calzados, luego en la de embutidos, también en la de aceite, pero nada, no fue contratado.
92
Se enteró que, dichas fábricas habían despedido a muchos trabajadores y los que quedaron, ahora trabajan como eventuales, sin seguro de salud, con menor sueldo, etc. Cansado de tanto andar, sin haber conseguido nada, yace en su cama, con mucha seriedad le dice a su esposa, he decidido viajar a España, ¡¡¡María que se encontraba medio dormida, responde con un rotundo no!!! No intentes separar a la familia, le dijo. No quiero que mis hijos se críen sin su padre. Pero, acá no hay trabajo, ya no vendemos bien en la tienda, no tenemos plata para mantener a nuestros hijos, responde Juan.
María rompe en un angustioso llanto. Sin avisar a su esposa, Juan fue a la agencia de viajes, donde le informan que el costo del pasaje es de $us. 2.000, además que viajara como turista, por cuyo motivo debe llevar mínimo $us. 5.000, para mostrar a los de migración. ¿Es mucho dinero dijo, de donde conseguiré semejante cantidad?
Se dirigió a la casa de su compadre Pedro, le pidió prestado $us. 10.000, quien le dijo que no tenía dinero. Fue a lo de su suegro Jacinto, le contó su situación económica, también su decisión y que su hija María, estaba de acuerdo, Jacinto, preguntó ¿María está de acuerdo? Juan respondió que sí. El abuelo, le dijo que tampoco tenía dinero para prestarles. Se dirigió a una casa de préstamos, le dijeron que le prestarían los $us. 10.000, al 10% mensual y con garantía de una casa. Decidido como estaba, acepto las condiciones, hicieron el documento de préstamo,
93
procedieron a hipotecar en Derechos Reales, su única casita.
Con el dinero y pasaje en mano, muy feliz se acercó a María. Ella grito, te dije que no quiero que viajes, rompió en llanto, mandó a sus hijos a su cuartito, rompió sus vasos y platos; sus hijos lloraban, por la pelea de sus padres. Ni María, ni sus hijos fueron a despedir a Juan al aeropuerto, su amada familia se encontraba despedazada, con dolor en el alma continua su viaje; en su casa, María llora sin consuelo, sus hijos lloran junto a su madre. En el aeropuerto de España, vemos a Juan, con el cabello teñido, viste ropa muy cara y de marca. En su cabeza da vueltas una sola idea, pronto debo conseguir trabajo; pero nadie lo conoce y él tampoco conoce a nadie, no sabe a dónde dirigirse, no sabe por dónde empezar, la ciudad es inmensa, no se parece en nada a su pueblo, se encuentra asustado, se arrepiente haber viajado, quiere regresar, una lagrima cae a su mejilla, luego otra y una más. ¿Pasan días y semanas, no consigue trabajo, le piden garantías, quien podría garantizar a un desconocido? El dinero que llevo solo para mostrar a migración se está terminando, está cerca la fecha para el pago de intereses del 10%, tiene que enviar dinero a su familia, siente una desesperación muy grande, está totalmente desmoralizado, ingresa a una cantina bebe una y otra cerveza, provoca una pelea, es arrestado por la Policía; al día siguiente, debe pagar multa, gracias a que aún está vigente su visa de turista, no es deportado. Dentro las celdas policiales, conoce a Ronald, que había sido de su paisano, él promete ayudarle a conseguir trabajo como ilegal, le dice que debe aceptar trabajos muy duros y
94
que le pagaran muy poco, además debe trabajar más de 12 horas al día y sobre eso Ronald, le cobraría un porcentaje. Juan piensa, ni modo tendré que aceptar, no tengo otro camino. Después de unos días, Juan se encuentra agotado, el trabajo que desarrolla es de ayudante de albañil; cree que a su jefe no le cae bien, porque todo el día le mandonea, traiga el cemento, lleve esa piedra, cabe el terreno, etc. Ronald, aparece justo el día en que les pagan, Juan le entrega el 20% de su sueldo, se queda casi sin nada, no le alcanza ni para subsistir, menos para enviar a su familia, tampoco para pagar los intereses del dinero que se prestó para viajar. Cuando habla con su esposa, lo primero que le dice, el de la casa de préstamos fue a cobrarle, que le grito, le faltó al respeto, que sus hijos se asustaron mucho, que se pusieron a llorar, además amenazó con iniciarles juicio. ¡¡¡Juan grita a su esposa, que no tiene dinero!!!, no consigue en buen trabajo!!!, que no le pagan bien!!!, María le recuerda que ella no quería que viaje, que él tomó la decisión sin consultarle.
Agobiado con tanta presión se dirige a la cantina, bebe una y otra cerveza, por mala suerte, resulta que hay batida contra los ilegales, fue arrestado y como su visa de turista había fenecido es deportado. Vuelve a su casa, donde se encontraba su familia, su esposa no quiere ni verle, sus hijos ni siquiera lo saludan; la familia por la que se sacrificó, por la que fue en busca de mejores días, le dio la espalda, su familia está destruida.
95
Ahora, se encuentra endeudado, su casa a punto de ser rematada, su situación económica está peor que antes de decidir su viaje.
96