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VINTAGE CONCEPTO

Dinamo Kf Racer 250

Dinamo Motos ha lanzado su ofensiva para el segmento de las urbanas de corte Vintage que tanto auge tienen en nuestro país y lo ha hecho con la KF Racer 250, una máquina de tamaño compacto que presume de un estilo llamativo y uno de los pocos motores bicilíndricos en la categoría de los 250 centímetros cúbicos, el cual le aporta mucho carácter y un particular sonido mecánico. Dentro de su equipamiento también destacan el faro delantero Led, el sistema de escape corto de acero inoxidable y el asiento bitono que sigue la misma línea de la base del depósito de combustible, tal y como dicta la filosofía de diseño Cafe Racer.

Test: Revista 400

Piloto: Gibrand Carrera

Fotos: Omar Escobedo

Unidad proporcionada por: Dinamo Motos

Presentada por primera vez en el pasado Salón Internacional de la Motocicleta México, la KF Racer 250 es el producto más novedoso dentro del catálogo de Dinamo Motos compuesto por prácticamente 30 motocicletas pertenecientes a los más diversos segmentos, ya sea urbanas, de trabajo, deportivas, motocarros, Custom, Trikes, ATV’s, Scooter, Doble Propósito o Vintage como es en el caso de la KF Racer 250 que tuvimos la oportunidad de conducir en esta ocasión.

La misma llama poderosamente la atención desde un primer vistazo por su estilo con detalles bastante conseguidos, en donde la pintura a dos tonos se separa por una delgada línea dorada que contrasta con mucho estilo sobre el fondo color negro. Incluso hay una segunda opción de color, con un esquema invertido en donde el gris claro toma mayor protagonismo. En ambos casos, el asiento es bitono, con una parte principal de color café y una textura que eleva la percepción de calidad en la Dinamo KF Racer 250, al igual que también lo hace el faro frontal con un aro de luz Led que se mantiene siempre encendido al igual que el logo retroiluminado ubicado dentro del mismo.

Dise O Y Estilo

En la parte técnica, también sigue un esquema tradicional con un chasis tubular de acero tipo doble semi cuna y suspensiones clásicas con barras delanteras cubiertas por un fuelle de hule y un doble amortiguador trasero acabado completamente en cromo, que van perfectamente en sintonía con la filosofía de la motocicleta. Los acabados del motor también continúan con el esquema Vintage de la KF Racer 250 teniendo sus aletas de refrigeración pulidas y un escape corto bastante elaborado, construido íntegramente en acero inoxidable, que la brinda mejor apariencia y durabilidad.

La posición de manejo también va en consonancia con lo que uno espera como motociclista de una Cafe Racer, con un manubrio bajo y cerrado que nos lleva a quedar prácticamente envueltos detrás del parabrisas, aunque es de destacar la comodidad que ofrece en comparación con otras motos de concepto similar. Frente a nosotros, encontraremos también un completo cuadro de instrumentos que nos mantiene informados en todo momento. En él se combina la tradición de los relojes de aguja con la tecnología de un display digital que, además de informar el nivel de combustible, también indica la marcha engranada y demás datos del viaje como los kilómetros recorridos, entre más información.

La Experiencia

Al poner en marcha el motor se siente un ronroneo característico de un bicilíndrico en paralelo que invita a creer que se trata de un motor de mayor cilindraje. De igual manera, cabe recordar que la moto no solo cuenta con dos cilindros, sino también con dos carburadores, por lo que la respuesta del acelerador es bastante buena, aunque el consumo de combustible se torne algo más elevado que en otras motos de la categoría del cuarto de litro con un solo cilindro. No obstante, ya con un ritmo adecuado, la moto también seguirá empujando en sexta velocidad para superar holgadamente el umbral de las tres cifras en el velocímetro.

El punto a tener en cuenta es que las prestaciones del motor no van en consonancia con el sistema de frenos delantero, el cual no es suficiente para detener una motocicleta capaz de alcanzar una velocidad máxima que –al menos de marcador– es de 135 kilómetros por hora. El sistema delantero obliga a forzar el sistema esperando obtener algo más de mordiente de las balatas, que dan la sensación de deslizar sobre el disco en cada ocasión en que se acciona. En este caso, ayuda en mucho la retención del motor y el apoyo que podemos obtener del freno trasero que –en caso contrario– funciona con bastante fuerza y es de gran ayuda para obtener mejores resultados durante las detenciones.

En cuanto a Dinamo Motos, es importante destacar que la firma cuenta con casi 80 puntos de venta en todo el país, lo que garantiza la presencia de la marca en prácticamente todo México.

En el caso de la KF Racer 250, la misma se encuentra a la venta por $54,900 MXN y la marca ofrece interesantes planes de financiamiento con un anticipo mínimo del 15 por ciento y planes de financiación entre 24 y 60 meses, no solo para este modelo, sino para cualquiera de sus motocicletas en catálogo que sea de tu preferencia.

Entre los buenos detalles de diseño, se encuentra el sistema de escape en acero inoxidable, con un elaborado entramado en la salida de sus dos cilindros. Muy vistoso, por cierto. Las suspensiones son de concepto simple pero absorben las irregularidades del camino de forma agradable.

El faro delantero le da una identidad propia a la KF Racer 250 de Dinamo Motos, con un enorme aro Led y el emblema de la marca retroiluminado en su interior. La máscara y el parabrisas también la diferencian de otras Cafe Racer del mercado.

El instrumental tiene dos esferas principales para el velocímetro y tacómetro, mientras que un pequeño display digital informa sobre el kilómetraje, marcha engranada y nivel de combustible, además de las luces testigo.

El motor tiene un funcionamiento destacado y emite un sonido “lleno” que fácilmente se puede confundir con una moto de más de 250 centímetros cúbicos. Tiene 6 velocidades y dos carburadores algo sedientos.

Los neumáticos con gajos agresivos van completamente ad hoc con el concepto Cafe Racer de la moto. El freno delantero es insuficiente y obliga a abusar del disco trasero que -por el contrario- tiene un accionamiento más agresivo.

• Diseño y acabados

• Respuesta del motor

• Instrumental completo

• Comodidad a bordo

• Poca potencia del freno delantero

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