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El legado de Fredy Archila: 33 años de pasión e impacto en la conservación de la biodiversidad en Guatemala

Texto y fotos: Cecilia Vicente

Fredy Archila, un destacado ciudadano guatemalteco, ha invertido años de su vida en preservar y proteger la diversidad biológica en Guatemala. Como especialista en agronomía y botánica, lidera la Estación Experimental de Orquídeas de la familia Archila. Además, ejerce como educador.

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Nacido el 2 de abril de 1973 en Cobán, Alta Verapaz, Archila creció inmerso en una familia comprometida con la conservación de las orquídeas. Desde su infancia exploraba la naturaleza en compañía de su padre, lo que avivó su pasión por estas plantas y lo llevó a seguir ese camino profesional. Actualmente reside en Cobán.

Su camino académico no fue fácil. Gracias a un proceso selectivo y riguroso, obtuvo una beca para ingresar en la Escuela Nacional Central de Agricultura y se unió a un grupo destacado de estudiantes. Es ingeniero agró - nomo y cuenta con una maestría en Ingeniería Agronómica, un doctorado en Ciencias Ambientales y una especialidad en Botánica de Sotobosque.

La Escuela Nacional Central del Agricultura (ENCA) fue donde tuvo su primer contacto formal con la botánica. Tiene una Licenciatura en Administración de Empresas y Gestión de Negocios. Con el tiempo, logró finalmente completar su formación como agrónomo. A lo largo de su trayectoria, ha buscado constantemente oportunidades de aprendizaje y especialización, realizando estudios en diversas instituciones educativas tanto en Guatemala como en el extranjero.

Cuenta con varios logros, entre estos destacan su aporte al renombramiento de la Monja Blanca, Lycaste virginalis forma alba (B.S. Williams) Archila & Chiron, flor nacional de Guatemala, la creación de la Revista Guatemalensis, la invención del Horno de secado bifuncional tipo Guatemala, así como su labor educativa y científica mediante exposiciones y conferencias en el ámbito nacional e internacional. Además, ha sido reconocido con distinciones y condecoraciones por su destacada labor.

Es creador del primer Congreso Botánico en el país, un evento que une la ciencia y la naturaleza, promoviendo el intercambio de conocimientos y ha contado con la participación de conferencistas internacionales; actualmente organiza el 4to.

Premiado por su trayectoria y dedicación, ha recibido varios reconocimientos: Orden Nacional Ulises Rojas, La Orden Corazón de Jade, Medalla Presidencial del Medio Ambiente y el premio Seres; así como la designación de Embajador de la paz, debido a su importante contribución en el rescate, reproducción y reintroducción de la Monja Blanca, especie que estuvo extinta durante 21 años en los bosques guatemaltecos.

“Soy una persona profundamente enamorada de mi país, Guatemala. A pesar de haber tenido la oportunidad de viajar al extranjero, siempre he mantenido mis raíces claras, me siento orgulloso de ser chapín. Mi dedicación principal ha sido la investigación, he descubierto nuevas especies de plantas endémicas y he con-

Dato:

• Fredy Archila, agrónomo y botánico cobanero, revela el misterio de la monja blanca: una asombrosa forma de la especie Lycaste Virginalis que estuvo desaparecida durante 21 años, hasta que él la rescató. Esta hermosa orquídea se destaca por su gynostemium, una estructura reproductiva que es hermafrodita, fusionando las partes femeninas y masculinas en un solo órgano.

• Con su radiante color blanco, la Monja Blanca adquiere su nombre común debido a que el centro de la flor se asemeja a una monja en oración. Esta maravilla natural refleja la belleza y adaptabilidad de las orquídeas guatemaltecas, cautivando a todos con su esplendor único.

tribuido a la conservación del medioambiente. También he promovido plataformas para destacar talentos botánicos y soy el fundador de los congresos botánicos en Guatemala”.

Archila cree en el potencial turístico de su país y a través de su trabajo y esfuerzo busca contribuir al crecimiento y desarrollo sostenible de Guatemala, inspirando a otros a unirse en la protección y preservación de su patrimonio natural. Tenemos un país megadiverso y debemos protegerlo, por eso me siento feliz de que mi familia me ha acompañado en este proceso y que juntos somos una unidad de investigación familiar es una de mis mayores satisfacciones, afirmó.

Naturaleza

Texto y fotos: Norvin Mendoza

La Reserva Natural Atitlán esconde en su interior el primer geodomo de su tipo en el país, con la altura ideal para los cientos de mariposas que sobrevuelan en su interior. En este espacio, se pueden apreciar al menos 20 diferentes especies.

Ubicado en la antigua finca San Buenaventura, en San Jorge La Laguna, Atitlán, los guatemaltecos o extranjeros pueden ver la amplia variedad de clases que hay en el geodomo.

También cuenta con un laboratorio para evitar que los depredadores infecten los huevos, las larvas y hasta las mismas mariposas; esto permite asegurar más del 85 por ciento la eclosión de los huevos, con insectos sanos y listos para seguir el ciclo de la vida.

“Acá tenemos varias especies, estamos en temporada de invierno, la copulación se da en el mariposario en las plantas hospederas; nosotros hacemos la recolección de los huevos que depositan en las hojas al laboratorio”, indicó Joseline Felipe Pérez, auxiliar del lugar.

En el laboratorio se manejan las diferentes etapas de huevos, de 7 a 12 días evolucionan a orugas bebés, la primera alimentación que reciben es la cáscara de huevo a la que se le conoce como corion, luego pasa a ser larva u

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