ESPACIOS . . . con Pedro Juan Jaramillo
Eduardo Parra Chavarro
Pedro Juan Jaramillo comparte su experiencia partiendo de la narración de una frase referida a Aldo Rossi, que adquiere un significado especial a medida que se desarrolla la entrevista, y que ha sido puesta allí con el propósito de desencadenar y desplegar de manera explícita el andamiaje conceptual y vivencial que ha emanado de su práctica, y que se vincula de manera directa y consecuente con la presentación de los referentes teóricos que han estado presentes en su vida como Rem Koolhaas o Rogelio Salmona, entre los que evidenciamos un claro antagonismo, pero que sin embargo representan para él la defensa de la disciplina y la responsabilidad para con esta, asegurando la permanencia de un compromiso que va más allá de lo construido. Como extensión de estos primeros planteamientos, nos propone un espacio de reflexión al señalar el abandono de la experimentación en los ámbitos de la academia y de la profesión, y el establecimiento desde hace décadas de una postura anquilosada, caracterizada por la indiferencia hacia la reflexión sobre el valor de la arquitectura como agente social, reduciéndola al nivel operativo de una mecánica que está al servicio del mercado y restringiendo su capacidad para repercutir de forma estructural en la construcción de la sociedad. Como acotación final, hace manifiesto su interés por discurrir necesariamente de la mano de otras disciplinas para el entendimiento de la arquitectura como un fenómeno inacabado en constante evolución que trasciende la dimensión física y material del hecho consumado, y que funciona como catalizador de complejas relaciones que se proyectan más allá del edificio.
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APARTES DE LA ENTREVISTA
“. . . una frase que esgrimía en cada discusión. La frase dice lo siguiente: la arquitectura no es una carrera, no es un negocio, es una cruzada, una consagración a la alegría que justifica la existencia sobre la tierra . . .” “. . . pero el hecho de ellos caer muy rápidamente en lo que llamaron el pensamiento latinoamericano hace que la cosa se reduzca completamente . . .” “. . . la tragedia del mundo de los arquitectos, de la arquitectura en la última parte del siglo XX, es haber reducido la arquitectura al problema del edificio . . .” “. . . las decisiones del habitar iban mucho más allá de un edificio o de una intervención particular y que eran intervenciones a mayor escala. La primera inquietud surgió obviamente tratando de entender la ciudad . . .” “. . . fuera de las reflexiones que Koolhaas venía haciendo alrededor del problema metropolitano, Deleuze lo que está diciendo es: ¡ Ojo ! el problema metropolitano es un problema territorial, no es simplemente el definir unos límites de hechos construidos, es problema territorial y el problema territorial está directamente relacionado a los sistemas con los cuales se construye la vida . . .” “. . . el futuro de las nuevas generaciones serán proyectos muy grandes, entonces que entiendan que el contexto no es el contexto más o menos inmediato que hace que un conjunto de ochenta, o cien, o doscientas viviendas, o un edificio institucional tenga, sino que es una estructura de orden territorial . . .” “. . . los problemas son los mismos para todo el mundo; la arquitectura en términos disciplinares plantea los mismos problemas para todos. Uno puede llegar a autoconsolarse pensando en las expresiones particulares, pero fundamentalmente nosotros tenemos que enfatizar son los problemas que están detrás . . . ya después podemos ver las anécdotas y las manifestaciones particulares de una cultura y cosas de esas . . . pero detrás de todo debemos tratar de entender que es lo que determina la dimensión disciplinar de la arquitectura . . .” “. . . saber que yo fui cómplice de la vivienda comercial que redujo groseramente el área del hábitat de un grupo familiar a cuarenta o cincuenta metros cuadrados, que no fue capaz de luchar por una
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contraprestación a nivel urbano para ese tipo de hábitat . . . no lo he podido superar, no le he podido superar. Esa es posiblemente la razón de que tuviese una muy corta vida intensa profesional de unos diez años y volviera a refugiarme en la universidad desde el año 86 - 87 de tiempo completo, únicamente haciendo por fuera proyectos que consideraba . . . uso una palabra muy difícil . . . decentes . . .” “. . . esa dicotomía, como lo dije al empezar, siempre ha estado ahí, siempre ha estado ahí . . . en la medida que este es un medio en el cual es muy difícil lograr la combinación de ambas . . .” “. . . yo los llamo la generación perdida; es una generación inocua, son como dije, los discípulos de los maestros, gente que nunca entendió los planteamientos de los maestros, simplemente se dedicaron a la parte comercial, a implementar esa mecánica que había dicho que los maestros dejaron, pero nunca como un problema conceptual sino como una mecánica. En el momento en que se empieza a hablar de que es importante que al interior de las facultades se dé la teoría de la arquitectura y se estudie historia más profundamente, entonces ellos sacan a relucir el tema del oficio para poder justificar la dimensión profesional del problema . . . y no tener que pensar . . . y no tener que leer. Es que pensar es muy difícil, pensar es un riesgo diario, ¡ Es que cada día que aparece un texto, cada día que aparece una discusión uno se queda sin piso, uno se queda sin mundo ! . . . y tiene que volver a empezar, y es que volver a empezar es muy difícil . . .” “. . . esa es la arquitectura, la arquitectura es ese espacio que permite retos, no cuando tú te cierras tranquilamente, te vuelves señor de cafetería o de club . . . o no sé qué, porque tienes toda la plata del mundo, tienes montada la cosa que te da todas bases para poder vivir tranquilamente y punto, sin ninguna responsabilidad real con el mundo en que estamos, mira . . . yo me avergüenzo de darle a mis hijos el mundo en que vivimos . . .” “. . . el primero es un horizonte ético, entendiendo ética no como la moral adaptada de una religión que permite lavarte las manos a través de palabras como caridad y cosas de esas; ética implica un compromiso personal . . .” “. . . y era una lucha por la vida, ¡ Así desesperada por vivir ! el tipo se muere cuando ya termina esa obra; yo al principio pensaba que era un acto de vanidad de él, de no dejarse morir. Cuando se abrió la obra a la ciudad, ese día . . . mire, llore como muchas veces lo había hecho por él, dado el aprecio que tenía, pero fue ese momento de profunda admiración que sentí por la persona que sabía que tenía que dar lo último que tenía, para dejar por sentado lo que eso significaba . . . es una obra absolutamente magistral, absolutamente magistral . . . no solamente en su decisión urbana, sino además en lo categórico del hecho ecléctico. Si tú ves la manera como el proyecto está
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compuesto . . . es el eclecticismo puro, elementos traídos de otros autores, de otras obras simplemente puestos ahí . . .” “. . . ¿ Quién lucha ? ¿ Quién es el único, el único de toda esa generación que sale adelante ? . . . ¡ Salmona ! . . . ¡ Uno ! una persona de toda una generación . . .” “. . . la sociedad nuestra está en manos de una clase dirigente, económicamente dirigente, que tiene una política de apoyo, y no permite que la reflexión se dé, no permite que la reflexión se dé . . . porque se les sale de las manos eso que ellos llaman el poder o como lo quieran llamar. En cambio Europa, Europa es un problema, ¡ Europa es un problema que hay que solucionar ! . . . entonces ahí no hay clase política o clase dirigente, es un problema, y en la medida en que tienen la experiencia de lo que ha sido la construcción de una sociedad tienen en las manos los recursos para enfrentar eso que se llama la construcción de la sociedad, la diferencia si es sustancial . . .” “. . . en la medida en que una actitud crítica los saca de ese acompañamiento. El modernismo se da en sociedades en las cuales el proceso de modernización, ligado a una burguesía como se dio en los años sesenta aquí, va ajustando una producción cultural a ese proceso de modernización; eso fue Obregón, eso fue Botero en los sesentas, eso fue el “Mono” Martínez en los sesentas, hasta ahí vamos bien. Pero Salmona muy rápidamente se sale, la mirada hacia lo popular de Salmona va en contravía de eso, Salmona además lo primero que dice es: reitero el valor del ladrillo ¿ Por qué ? . . . porque no me interesa la industrialización, no me interesa el proceso de industrialización del país, necesitamos volver sobre fuentes que ayuden a construir una comunidad . . .” “. . . desde que estaba muy joven quería irme, no . . . siempre he sentido un conflicto con este medio, un conflicto muy profundo con este medio, y lo repito; muy profundo con este medio; es un medio que no puedo entender, no lo puedo entender en sus manifestaciones, que van desde . . . desde la manera como se hacen las fiestas, las borracheras nuestras, todo ese comportamiento que es muy . . . de todos los días, yo nunca lo he podido entender, entonces siempre me sentí un mosco en leche. Me he sentido, en ese aspecto me sentí siempre muy ajeno, yo me he sentido vinculado es con la naturaleza que hay aquí, siento una profunda afinidad con ese orden natural existente, pero no con . . . no con sus gentes, digámoslo así . . . que por lo demás con groseras, irrespetuosas, atrevidas y eso no lo comulgo, no . . . no acepto la falta de respeto que hay en la vida cotidiana en este país . . .” “. . . el caso es que empecé a andar como un gitano . . . realmente sin rumbo, sin mucho rumbo durante cinco años, cinco años en los cuales, cuatro años, cuatro años larguitos, en los cuales la
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arquitectura fue simplemente un testigo de hechos que eran mucho más profundos en la dimensión de la vida que estaba llevando a cabo, como no . . . la arquitectura perdió su interés como objeto, como problema concreto simplemente para convertirse en un marco; por eso digamos admiro la frase de Rossi. Empecé a mirarla de reojo, muy de reojo. Me centraba mucho más en la arquitectura medieval, la arquitectura del renacimiento la aborrecí cuando llegue a Florencia . . .” “. . . solamente una persona dejo una huella muy fuerte que fue Brunelleschi, el hospital de los inocentes . . . mira, ese si me dio en lo más profundo del alma, en lo más profundo del alma; tal vez es la obra europea más significativa de todas . . .” “. . . esa arquitectura, que era la arquitectura que hizo la historia, la arquitectura que fue paradigmática, la que se leía en los libros para mí no tuvo ningún valor, ninguno . . . fue la arquitectura doméstica, te repito . . . aquellos edificios discretos que simplemente celebraban ciertos acontecimientos urbanos como en las ciudades italianas medievales y las ciudades francesas medievales las que dejaron una huella, pero como obra de arquitecto no, y entonces, además vino el rechazo, vino el rechazo a la obra de los maestros . . .” “. . . la manera como Salmona plantea la noción de tipología es más abierta que los discursos racionalistas ortodoxos, entonces ahí había una cierta posibilidad de encuentro . . . entonces Jardín Botánico va a estar muy influenciado, va a estar muy influenciado por, y los ochentas, muy influenciados por ese momento de encuentro con Salmona . . .” “. . . debería poderse luchar y debería aprovecharse la delicadísima situación económica que le viene al mundo en los próximos años, la crisis tan profunda que hay para hablar . . . para hablar de valores de sociedad, de valores comunes de construcción de un grupo social . . .” “. . . las crisis son muy importantes si se saben capitalizar, eso quiere decir, si se piensan, si . . . si son asimilables a través de haberlas pensado, pero si . . . si simplemente llegan y se niegan, como está haciendo la clase política de este país pueden ser tremendamente destructivas . . .” “. . . partió de la premisa de que el problema en arquitectura es un problema espacial y es a través de la dimensión espacial que se construye la arquitectura; que es un hecho formal con una connotación espacial. La noción de espacio-tiempo que se planteó en los años veintes para mi es perfectamente irrelevante, irrelevante . . . uno no puede decir que el tiempo, que como categoría filosófica tiene el mismo valor que el espacio, pueda ser reducida a ser un adjetivo del espacio . . .”
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“. . . si ha habido una obsesión por tratar de entender la razón del tiempo como problema estructural de la arquitectura, como . . . ¿ Qué significado tiene el tiempo como concepto en la formalización de hechos arquitectónicos ? . . .” “. . . no será que hay algo mucho más importante detrás de todo que permita entender la arquitectura de una manera distinta, que permita entender esa frase de los últimos veinte años cuando se habla de desmaterialización o de fragmentación, y es en el momento en que se disuelve el hecho material, o se pone en crisis el hecho material, aparezca el tiempo como una condición y que no sea simplemente un problema de conciencia . . .” “. . . los racionalistas tenían la gran virtud de que al acogerse a un estatuto científico le dan . . . lo amparan históricamente, pero creo que ya no resiste más, ya la manera como estamos trabajando las cosas ya no lo resiste más, a no ser que redefinamos la noción para poder acoger la noción de mutación en el hecho científico . . .”
© 2009
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