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Calentamiento global: desafíos y oportunidades para la agricultura de la región
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ofrece su mirada sobre el sector y las acciones que se vienen realizando para hacer frente al cambio climático
A través de su Programa de Cambio Climático, Recursos Naturales y Gestión de Riesgos Productivos, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) apoya a los países miembros en el fortalecimiento institucional, el desarrollo de capacidades técnicas y la gestión de conocimientos para contribuir a una agricultura eficiente, resiliente al clima y baja en carbono.
Entre las principales estrategias para apoyar a los países de la región, se destacan el desarrollo de una visión integrada sobre las interrelaciones entre la agricultura y el ambiente; el fomento de una participación más activa e informada de los países en foros y procesos climáticos y ambientales; el fortalecimiento de capacidades técnicas y gestión del conocimiento con respecto a tecnologías y métodos que promueven la intensificación sustentable de la producción de alimentos (en otros términos, producir más con menos recursos, aminorando los impactos ambientales y asegurando la resiliencia a un clima cambiante); y la promoción del acceso y aprovechamiento de datos, análisis, y herramientas para mejorar la eficiencia y efectividad de la toma de decisiones para una agricultura más resiliente.
Kelly Witkowski, especialista técnica del Programa de Cambio Climático, sostiene: “Si bien al sector agropecuario se le atribuye una importante cantidad de emisiones, éste cumple un rol fundamental al brindar soluciones frente al desafío del cambio climático. El sector tiene oportunidades de aumentar la productividad, eficiencia y resiliencia, reduciendo la intensidad de las emisiones. Al mismo tiempo, es uno de los únicos que funciona como sumidero de carbono y, en este sentido, estrategias como los sistemas integrados y la recuperación de pasturas juegan un rol clave”.
Tampoco debe olvidarse que el sector agropecuario es uno de los más sensibles al clima y uno de los que más sufre los efectos del calentamiento global. Ciertas islas del Caribe, del Corredor Seco y Arco Seco en Centroamérica y el Gran Chaco en Argentina, son algunas de las más vulnerables.
Para la especialista, “el reto es lograr una transición efectiva hacia sistemas de producción que sean capaces de proveer medios de vida para productores y, simultáneamente, promover la seguridad alimentaria e incrementar la productividad cuidando los agroecosistemas”.
En ese camino, los diferentes países de América Latina y Centroamérica están avanzando en la implementación de instrumentos de política pública, tales como los planes nacionales de adaptación, las NDC, las NAMA y la planificación territorial, entre otros. También se avanza en acciones para un uso eficiente del agua, incluidas la reutilización en la agricultura y soluciones basadas en la naturaleza para atender temas de sequía e inundaciones. Se suman iniciativas que promueven el manejo sostenible del suelo, la mejora del carbono orgánico, técnicas que aumenten la productividad pero que también reviertan su degradación y contaminación.
Los sistemas de intensificación sustentables y las prácticas agroecológicas son también áreas en las que se está trabajando, así como la promoción de la ganadería baja en emisiones y el desarrollo de agendas de bioeconomía.
La actividad ganadera en particular hoy está en la mira respecto de su nivel de emisiones. Para lo que es la región de Latinoamérica y el Caribe, la ganadería provee 27 % de las proteínas y, según datos de la FAO, contribuye al 46 % del PBI agrícola regional. Alrededor de dos tercios de quienes se dedican a la agricultura en la región derivan parte de sus ingresos del sector ganadero. La región también aporta más de un cuarto de la carne vacuna al mundo.
Desde IICA, consideran que la ganadería puede aportar a la solución frente al reto climático y propone modelos que contribuyan a incrementar la productividad y competitividad del sector ganadero basados en la producción sustentable de alimentos de origen animal con bajas emisiones y conservación del campo natural y sus servicios ecosistémicos.
Entre las acciones que lleva adelante, el IICA coopera con la Global Roundtable for Sustainable Beef para coordinar las mesas nacionales con diferentes actores. En este sentido, contribuye a la articulación entre el sector público y privado impulsando las Secretarías Técnicas de la Mesa de Ganadería Sostenible en Colombia (2015-2018), en Argentina y en México, así como la Mesa de Ganadería sobre el campo natural en Uruguay desde el 2015.
Karen Montiel, especialista técnica de dicho Programa, asegura que será fundamental que la región desarrolle una visión integrada sobre las interrelaciones entre agricultura y ambiente, con un sector agropecuario preparado para hacer frente a los impactos de un clima cambiante. También deberá promoverse una participación más activa e informada en foros de negociación climática globales así como mayores acuerdos regionales.
La incorporación de temas de sustentabilidad y respuestas al cambio climático en las agendas de investigación de los institutos de investigación agropecuaria es otra de las acciones a impulsar. De la misma forma habrá que promover mecanismos de apoyo e innovaciones financieras para lograr esta transición, así como la participación del sector privado en los asuntos climáticos.
El calentamiento global tiene además impactos sobre el comercio mundial de alimentos, que se encuentra cada vez más determinado por requerimientos de sostenibilidad, a los que se suman profundos cambios en los patrones de consumo, la producción de alimentos y el uso de los recursos naturales. “La internalización del cuidado de los recursos naturales no sólo es clave para la sostenibilidad del sistema agroalimentario, sino también un condicionante del comercio internacional cada vez más fuerte”, advierte la especialista.
El rol de Instituciones como Aapresid será fundamental en este contexto. Desde hace 30 años Aapresid promueve sistemas de producción sustentable basados en Siembra Directa (hoy Argentina es líder mundial en la adopción de la siembra directa como técnica). Recientemente, lanzó un nuevo paradigma que intenta ir más allá: ‘Agricultura Siempre Verde’, una agricultura que promueve la permanencia de cultivos vivos en el campo, apuntando a maximizar el secuestro de C y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Así como Aapresid, los agricultores de la región tienen el conocimiento y la tecnología necesaria para promover una agricultura sustentable (balance entre secuestro y emisión). Sin embargo, a los ojos de organismos internacionales (y muchas de las metodologías oficiales de medición), se los acusa de ser ‘los grandes emisores’.
Según Witkowski: "De manera conjunta, Aapresid e IICA pueden apoyar al fortalecimiento de los vínculos entre los sectores público, privado y de la sociedad civil para la acción climática, buscando generar una visión colectiva que sirva para lograr las múltiples metas del sector”.
Mediante la implementación de tecnologías sustentables, Aapresid puede servir de modelo para la transformación productiva que requiere la región, desde sistemas convencionales hacia aquellos que integren el cuidado de los recursos naturales.
Finalmente, Aapresid puede generar evidencia de cómo el uso de la ciencia y la gestión de conocimientos es clave para apoyar la toma de decisiones agrícolas informadas y eficaces.