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Cultivos de servicios: actualidad y perspectivas

Cada vez son más los productores que adoptan esta herramienta: ¿por qué lo hacen? ¿qué opciones eligen? ¿cómo los integran al sistema y qué limitantes encuentran?

Por: Madias, A. Sistema Chacras Aapresid

La intensificación de los sistemas agropecuarios ha demostrado múltiples beneficios sobre la producción, la utilización de recursos y el ambiente. En este sentido, los cultivos de servicios (CS) son una herramienta estratégica y versátil para lograr estos objetivos.

En este artículo se presenta información sobre la actualidad de los CS en lo que respecta a su adopción, objetivos para su utilización, manejo, limitantes para su adopción y demandas de conocimiento. Las fuentes utilizadas fueron: (a) encuesta de Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) de la Bolsa de Cereales realizada a productores y asesores de todo el país (n=1200; 2019); (b) encuesta del programa REM de Aapresid a productores de grupos Regionales y Chacras de Aapresid (n=235; 2019); y (c) encuesta de la Red de Cultivos de Servicios a produc- tores y asesores de todo el país (n=470; 2020). Las dos primeras orientadas a lo referente a adopción de CS y la tercera para caracterizar objetivos, manejo, demandas y limitantes.

ADOPCIÓN DE LOS CS

Según la ReTAA (2019), a nivel general y como promedio entre regiones un 13 % de los productores está adoptando CS en sus sistemas de producción. La cantidad de productores que adopta CS se incrementó a una tasa constante de 2 puntos porcentuales por año en las últimas tres campañas (ReTAA; datos no mostrados). Este nivel de adopción muestra una variabilidad zonal, registrándose una mayor adopción en zonas con mayores limitantes edafoclimáticas (ej. zonas semiáridas, con baja capacidad de retención hídrica de los suelos) (Figura 1A). Esta tendencia entre zonas también se observó en la encuesta realizada a productores de Aapresid (Figura 1B), con la diferencia de que los niveles de adopción de estos últimos fueron significativamente superiores, siendo en promedio

Figura 1 Adopción de cultivos de servicios entre (A) productores a nivel país y (B) productores pertenecientes a grupos Regionales/Chacras de Aapresid agrupados por nodo (der.). La línea punteada indica el promedio global de adopción. Ref.: Oeste medanoso: La Pampa y oeste de Buenos Aires; Oeste: Córdoba y San Luis; Centro: centro-norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe; Litoral: centro de Santa Fe y Entre Ríos; Sur: sur de Buenos Aires. Los diferentes colores buscan mostrar mismas regiones entre encuestas

Figura 2 Superficie destinada a cultivos de servicios (%) por los productores que los adoptaron. Los bigotes indican el error estándar de los datos.

Figura 3 (arriba) Objetivos buscados por los productores cuando utilizan cultivos de servicios.

Figura 4 (debajo) Cultivos de servicios -especies o consociacionesutilizados a nivel país. Los diferentes colores agrupan especies por familias o mezclas (Verde: leguminosas; Azul: gramíneas; Naranja: crucíferas; Rojo: consociaciones). Ref.: G: gramíneas; L: leguminosas; C: crucíferas.

Los productores que están usando CS reportan que destinan un 29 % en promedio de su superficie a su implantación (Figura 2). A su vez se observa que en determinadas zonas (NEA y NOA, Córdoba -no sudeste- y San Luis) la superficie destinada es mayor que en otras. En cada una de las regiones se identificaron casos de productores que actualmente destinan más del 50 % de su superficie a la siembra de CS.

OBJETIVOS Y ELECCIONES DE MANEJO

Entre los múltiples objetivos por los que productores y asesores reportan la utilización de CS, el control de malezas es el más buscado (86 %), seguido por el aporte de C (62 %) y la fijación biológica de N (54 %) (Figura 3). En determinadas regiones toma mayor relevancia el control de la erosión eólica e hídrica. Mientras que el aprovechamiento forrajero de los cultivos de servicios fue reportado por un 29 % de los encuestados.

Entre las especies utilizadas, Vicia villosa es la principal dentro de las leguminosas (L) mientras que el Centeno y la Avena blanca son las más utilizadas dentro de las gramíneas (G) (Figura 4). Respecto a años anteriores, (encuesta Red de CS, 2019) la utilización de consociaciones (G+L; G+L+- Crucíferas (C); G+C) mostró un incremento (datos no mostrados). Los productores que reportaron la opción “Otro”, pertenecen mayormente a las regiones NOA y NEA y reportaron el uso de CS de verano (ej. Crotalaria, poroto mung).

Figura 5 Ventanas de utilización de cultivos de servicios a nivel país.

En cuanto a ventanas temporales de uso (definida por el antecesor y sucesor entre los que se implanta un CS), las más habituales son entre soja y maíz tardío, y entre maíz temprano y soja (Figura 5). En el sur de Buenos Aires toma relevancia su utilización en lotes que salen de trigo y en la campaña siguiente son sembrados con maíz, soja o girasol.

Respecto a los métodos de terminación del ciclo de crecimiento de los CS, un 87 % Ninguno de los encuestados reporta haber utilizado métodos químicos y un 29 % métodos mecánicos. Mientras que sólo un 4 % reporta haber realizado algún tipo de labranza (abono verde) para su terminación.

Figura 6 (arriba) Limitantes al incremento de la adopción de cultivos de servicios planteadas por productores y asesores

Figura 7 (debajo) Demandas de generación o difusión de conocimiento sobre cultivos de servicios planteadas por productores y asesores.

NECESIDADES PARA INCREMENTAR SU ADOPCIÓN

La falta de conocimiento agronómico de los CS, la incertidumbre sobre sus beneficios y sobre el consumo de agua que podría afectar la disponibilidad para el cultivo sucesor, son reportadas como las principales limitantes a la mayor adopción de los CS (Figura 6).

Por otro lado, se detecta una fuerte demanda de información acerca de: la adaptación de especies para cada zona y su manejo; aportes al control de malezas y a la salud de los suelos; aportes de nutrientes e impacto en su dinámica y la definición de criterios para su terminación (Figura 7).

CONSIDERACIONES FINALES

tégica en la búsqueda de sistemas que maximicen la permanencia de cultivos vivos, secuestrando carbono y manteniendo la actividad biológica del suelo. Cada año, más productores se suman a este camino, traccionados principalmente por la necesidad de encontrar una solución a la problemática de malezas, a la vez de aportar otros servicios al agroecosistema.

Es necesario continuar trabajando para generar y difundir información sobre diferentes aspectos de manejo de los CS (especies, nutrición, siembra, terminación, liberación de nutrientes) para aprovechar al máximo sus beneficios y así fomentar su adopción estratégica y sostenida en el tiempo.

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