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Ajustando el manejo de trigo bajo riego en la región Sur. Nutrición del cultivo”
Ajustando el manejo de trigo bajo riego en la región Sur
Resultados Chacra Valle Medio del Río Negro (VMRN), campaña 2011-12: II. Nutrición del cultivo: Determinando los nutrientes más limitantes. Respuesta a la fertilización con N, P, S y micronutrientes
Guillermo Peralta (CTZ AAPRESID), Nicolás Stier (GTD Chacra Valle Medio) Coordinación Técnica: Ing. Agr. MSc Rodolfo Gil – IS. INTA Castelar
Introducción La disponibilidad de nutrientes durante el ciclo del cultivo afecta los procesos que regulan el crecimiento, la generación del rendimiento y la calidad de los cultivos de grano como el trigo1. En líneas generales, los efectos de la disponibilidad nutrientes sobre la producción de biomasa y grano en trigo se dan a través de: alteraciones del crecimiento y expansión de las hojas2, duración del área foliar3-4 , actividad fotosintética5-6, aparición y supervivencia de macollos y espigas7y número de granos por espiga8-9. A su vez, una adecuada disponibilidad de nutrientes permite aumentar las eficiencias de uso del agua (EUA) y radiación (EUR) en trigo10-12 .
Si bien la zona del VMRN presenta condiciones de radiación y temperatura ampliamente favorables para la producción trigo, los suelos de estos planteos bajo riego presentan generalmente deficiencias nutricionales de distinto tipo. Son suelos de historia agrícola reciente (menos de 10 años), con predominio de aridisoles y entisoles13, de texturas franco-arenosas a areno-francas. En líneas generales se
caracterizan por bajos niveles de retención hídrica, bajos niveles de materia orgánica (0-20cm: 0.55 a 1.6%), pH elevados (0-20cm: promedio 8.15, no necesariamente asociados a sodio), elevados niveles de saturación con Calcio (en general >70%) y baja CIC (0-20cm: promedio 9.2 meq/100 gr). Sin embargo, su origen aluvial o aluvo-coluvial hace que sean extremadamente heterogéneos (durortides, natrargides, haplargides, cambortides, torripsamentes y torrifluventes) y se encuentren suelos de texturas más finas con mayores valores de materia orgánica y CIC. Los niveles de Nitrógeno (N-NO3), fósforo (P), azufre (S-SO4), muy ligados a la materia orgánica, resultan también ampliamente variables; aunque con frecuencia, los cultivos expresan síntomas de deficiencias de estos y otros nutrientes.
Por otro lado, los elevados niveles de pH podrían estar afectando la disponibilidad de los micronutrientes como manganeso, magnesio, zinc, hierro y boro; e incluso macronutrientes como fósforo13-14. A su vez, las proporciones entre cationes como potasio (K), Calcio (Ca) y magnesio (Mg) en el complejo de intercambio de los suelos redundan en relaciones particulares entre estos elementos que pueden influir en la absorción de estos nutrientes por la planta15, y esto podría estar generando deficiencias de algunos de estos elementos en estos ambientes.
Justificación Los rendimientos actuales del cultivo de trigo bajo riego en estos ambientes limitan su incorporación dentro de un sistema de rotaciones rentable. La disponibilidad de macro y micronutrientes, con los niveles de fertilización normalmente utilizados en estos sistemas productivos, pueden estar limitando los rendimientos y la eficiencia de uso de agua (EUA) de los riegos. Por otra parte, se impone la necesidad
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de lograr eficiencias elevadas en el uso de los nutrientes de los fertilizantes, ya que generalmente representan más del 40% del total de costos de producción de trigo en estos planteos. Las características de estos suelos hacen que puedan existir múltiples deficiencias nutricionales. Por lo tanto, en una primera etapa, se planteó identificar los nutrientes a los cuales el cultivo presenta una respuesta diferencial respecto de los niveles de fertilización normalmente utilizados. Una vez identificados estos nutrientes y el grado de respuesta, se trabajará sobre el ajuste de dosis de fertilización (dosis óptima económica, DOE).
Durante la campaña 2012 se iniciaron líneas de experimentación a campo orientadas a desarrollar estrategias de manejo del cultivo de trigo, como la fertilización, que permitan aumentar los rendimientos y EUA del cultivo. Los objetivos del presente trabajo fueron:
- Evaluar la respuesta a la fertilización diferencial con N, P, S, K y micronutrientes. - Identificar aquellos nutrientes de mayor respuesta para luego en las campañas sucesivas, ajustar dosis de fertilización según criterio económico (DOE).
Materiales y métodos a) Localización, diseño y tratamientos. El ensayo se realizó en lotes de producción del establecimiento Colonia Chocorí (39° 55´51.4´´ S; 64° 57´ 14´´ O), a 45 km de General Conesa, Río Negro. Dentro de un lote de producción de trigo, se delimitaron parcelas para la aplicación de tratamientos de fertilización adicional a la fertilización de base del lote. El lote fue sembrado con la variedad Biointa 3005, el 20/6/12, con sembradora de directa chorrillo, con un espaciamiento a 17 cm, fertilizando a siembra con 270 kg/ha de urea y 100 kg/ha de fosfato monoamónico (total base = 133 kg N/ ha y 18 kg P/ha). El cultivo antecesor fue maíz de 1ª . El control de plagas y malezas fue el realizado a nivel del lote general. El lote se regó con una lámina total de 530mm en el ciclo del trigo, habiendo recibido un total de 190mm de lluvia adicionales. Los suelos predominantes corresponden a la asociación Chocorí16, con presencia de torripsamentes, durortides y, en menor proporción, haplargides. En líneas generales esta asociación representa uno de los ambientes más restrictivos de los sistemas de riego por aspersión de la chacra VMRN. Los análisis químicos generales del lote se muestran en la Tabla 1.
Se tomaron dos ambientes contrastantes como bloques: un ambiente de bajo con influencia de napa, de textura predominantemente franco-arcillosa de mayor potencial, y un ambiente más limitante, de loma, de textura predominantemente franco-arenosa. Los tratamientos se dispusieron en parcelas apareadas de 5 x 7m, con una parcela testigo al lado de cada
Tabla 1
Análisis químico Equipo 1B. Siembra de Biointa 3005, Junio 2012. General Conesa, Río Negro.
Profundidad (cm) NO3 (ppm) P-Olsen (ppm)
MO (W-B- %)
pH CE (mmho/ cm) 0-20 13 16 0.88 8.3 0.8 20-40 8 1.3
Tabla 2
Cantidades totales aplicadas de cada nutriente según tratamiento de fertilización de trigo Biointa 3005, Campaña 2012. General Conesa, Río Negro.
Nutriente
Tratamiento To (Base) N - Potencial P - Potencial S - Potencial NPKS y micro. Kg nutriente/ha N 134 292 150 140 333 P 18 18 49 18 56 K - - - - 22 S - - - 35 35 Mg 2.86 B 0.21 Fe 0.29 Zn 0.03 Mn 0.03
tratamiento de fertilización (diseño en testigo apareado, dos repeticiones). Sobre la base de fertilización del lote (testigo, T0), se fertilizó con N, P, S ó NPKS y micronutrientes, orientado a cubrir las necesidades totales del nutriente objetivo, para un trigo de 8 tn/ha de MS de grano (calculado según requerimientos cultivo de trigo IPNI)17. Se utilizó una fertilización base normalmente utilizada como testigo de modo de obtener una producción mínima para poder comparar entre tratamientos, y para poder analizar si con estos niveles de fertilización ya se están cubriendo las necesidades del cultivo. Las cantidades aplicadas de cada nutriente según el tratamiento se muestran en la Tabla 2.
b) Determinaciones y análisis. Se cosecharon manualmente las espigas y granos de 4 surcos de 1 m de cada parcela (0.84 m2). Se pesaron los granos, deduciendo el contenido de humedad con humedímetro (Delver S.A.). Los rendimientos fueron expresados en % de acuerdo al rendimiento máximo observado en el ambiente, debido a las importantes diferencias en disponibilidad de agua entre texturas. Las diferencias entre tratamientos se analizaron a través de modelos lineales mixtos generalizados, utilizando el software estadístico INFOSTAT-R18 .
Resultados y discusión La respuesta resultó similar tanto en ambientes de loma de menor disponibilidad hídrica como en ambientes de bajo. Sólo los tratamientos con fertilizaciones adicionales de N y de todos los nutrientes rindieron significativamente más (p <0.05) que la fertilización base del testigo (Figura 1). Sin embargo entre estos dos primeros tratamientos no se observaron diferencias, lo que haría suponer que la respuesta se debió principalmente
al aporte de nitrógeno. El cultivo rindió igual al testigo con aplicaciones “potenciales” de fósforo. Los valores de P-Olsen de los análisis químicos indicarían niveles medios de acuerdo a la bibliografía19 para el cultivo de trigo. La disponibilidad de fósforo en el suelo sumado a los niveles de P aplicados a siembra (18 kg/ha) parecieron cubrir los requerimientos del cultivo. Algo semejante ocurrió con el azufre, ya que la fertilización extra con este elemento no generó una respuesta significativa respecto al testigo, a pesar de que los bajos niveles de materia orgánica (<2%) normalmente justificarían la aplicación de este elemento15 . Tampoco se observó que la aplicación potencial de fósforo o azufre en el tratamiento “N+P+K+S+micro” genere un aumento respecto del tratamiento con la aplicación adicional únicamente de nitrógeno.
Si bien no se contó con el análisis de K del lote, los niveles normalmente encontrados en lotes similares de asociación Chocorí se encuentran entre 0.6 a 1.6meq/100 gr, equivalente a 235 y 625ppm, valores considerados como no limitantes para el cultivo15 . Sin embargo los niveles de K aplicados se encontraron por debajo de los requerimientos totales de potasio del cultivo, por lo que debería explorarse la aplicación en cantidades “potenciales” de modo de corroborar esta ausencia de respuesta. Las deficiencias micronutricionales, más comúnmente observadas en maíz o soja en estos lotes, no parecieron influir en forma importante en trigo.
Los niveles de N en el suelo a siembra más la aplicación de base del lote alcanzaron 148 kg N/ha. En otras zonas de alto potencial como el Sudeste bonaerense, los umbrales de respuesta a la fertilización nitrogenada se encontrarían entre 170 y 200 kg N/ha (suelo a siembra + fertilizante) 20-21. Esto podría explicar la importante respuesta encontrada a la aplicación adicional de N (cercana al 30%). Sin embargo, dada la escasa disponibilidad de N del suelo, los costos de fertilización nitrogenada tienen un alto peso relativo en estos planteos. Conociendo que el nitrógeno parece ser el nutriente de mayor respuesta en estos sistemas, es necesario ajustar curvas de respuesta a dosis de fertilización nitrogenada en estos ambientes que nos permitan estimar la dosis óptima económica (DOE)22 . Los óptimos económicos reportados han sido considerablemente menores a esos umbrales21 (dependiendo del precio de grano y fertilizante). A su vez, el momento de fertilización (siembra vs. macollaje) modifica esos valores óptimos, por lo que podrían evaluarse estrategias de aplicación de modo de disminuir la incidencia del costo de fertilizante.
Figura 1
Rendimientos relativos de trigo Biointa 3005 de siembra de junio de acuerdo al tratamiento fertilización adicional a la fertilización base del lote (To). Promedio 2 ambientes (loma-bajo). Campaña 2012. General Conesa, Río Negro.
Conclusiones
• Si bien en otros cultivos se han observado síntomas de deficiencias de distintos elementos, en esta experiencia en trigo sólo se observó una respuesta diferencial a la aplicación de nitrógeno (incremento del 30% respecto a las dosis normalmente utilizadas). Las dosis de fertilización actuales con fósforo y la disponibilidad del nutriente en el suelo parecerían estar cubriendo los requerimientos de P del cultivo. Las dosis aplicadas de azufre no mostraron un aumento significativo en el rendimiento, a pesar de los bajos valores de materia orgánica del suelo. Si bien los niveles de potasio en el suelo parecerían cubrir las necesidades del cultivo, podría evaluarse la aplicación de dosis de “saturación” de respuesta o “potenciales” de este nutriente, de modo de corroborar esta ausencia de respuesta. Si bien la experiencia se llevó a cabo en uno de los ambientes bajo riego más limitantes del VMRN, la gran heterogeneidad de suelos de estos sistemas exige continuar el seguimiento de posibles síntomas de deficiencias de distintos nutrientes en trigo. • El nitrógeno parece ser el nutriente “a priorizar” en trigo en estos suelos. Es necesario desarrollar curvas de respuesta que nos permitan ajustar umbrales y dosis óptima económica de este elemento en estos ambientes, de modo de optimizar los costos de fertilización de estos planteos. Del mismo modo, es conveniente evaluar también la respuesta a distintas estrategias de aplicación de nitrógeno tendientes a incrementar la eficiencia de uso del nutriente por el cultivo (p.ej. fuente y momentos).
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