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La unión hace la fuerza El caso “El Hinojo”.

En agosto de 2012 El Hinojo SA se convirtió en la primera empresa entrerriana, y décima en el país, en conseguir el sello de Agricultura Certificada. Su compromiso con el ambiente no se detuvo con esa iniciativa, actualmente la firma está abocada a sumar hectáreas certificadas de la mano de Ac R8.

Una empresa familiar que no le teme a los desafíos “El Hinojo” SA es una empresa familiar dedicada a la actividad agropecuaria, desde hace más de 30 años, en campos propios y alquilados.

Oriundos de Entre Ríos, los Cerini no le temen a su condición de empresa familiar, a los desafíos que le plantea el ambiente entrerriano, a los cambios tecnológicos y de procesos, a la coyuntura, a lo que demanda el mercado y la sociedad en general. Sin lugar a dudas, la clave de esta empresa, para asegurarse su continuidad en el tiempo, es su espíritu innovador, su capacidad de adaptarse a los cambios y reconvertirse a través de una gestión profesionalizada. Para abordar la problemática de las empresas de familia, los Cerini elaboraron un Protocolo Familiar que regula las relaciones entre la familia y la empresa; “todo se discute en familia, eso garantiza un buen clima en el asado de los domingos”, le comentó Gerónimo Cerini a Aapresid. Los distintos integrantes cumplen roles dentro de la dirección y gerenciamiento de la empresa: Alberto Cerini es el gerente general, Gerónimo Cerini es el responsable de la producción, Dolores Cerini de la administración y Juan Pablo atiende el aspecto legal.

Todos los establecimientos donde trabaja El Hinojo se ubican en la región centro sur de Entre Ríos. Esta zona se caracteriza por su relieve ondulado y pendientes importantes. Los suelos son deficientes en fósforo por origen y muy heterogéneos. El elevado contenido de arcilla es la principal limitante productiva de la región, esta particularidad le confieren al suelo una gran capacidad de retener agua, pero mala para entregarla a las plantas. Cuando el terreno se satura acrecienta el riesgo de escorrentía, poniendo en peligro la estabilidad del sistema.

Para atender los problemas de erosión y mejorar la aptitud de los suelos entrerrianos, El Hinojo implementó terrazas en curvas de nivel,

“Todo se discute en familia, eso garantiza un buen clima en el asado de los domingos”, comentó Gerónimo Cerini.

Recorrida en un lote de colza en una de las reuniones de la Regional Aapresid Paraná, de la cual El Hinojo forma parte.

realiza siembra directa desde hace tiempo y mantiene los campos con cobertura verde durante todo el año. Las rotaciones contemplan cultivos voluminosos todos los años, la secuencia que intentan llevar adelante es de 4 años y está compuesta por: Trigo / soja o maíz de 2da -> cebada / soja 2da -> colza / soja 2da -> arveja – maíz de 2da. La superficie de arveja es muy acotada, ya que es un cultivo que tiene un manejo y un mercado especial.

Hace unos años la empresa decidió incorporar la tecnología de agricultura de precisión a su proceso productivo, y de esa forma aumentar la eficiencia y disminuir el impacto ambiental.

Auditoría de Ac

Además, con la intención de intensificar la producción, reducir el riesgo climático y abrir la posibilidad a nuevos negocios, El Hinojo tomó la decisión de regar sus campos. En la actualidad riegan 130 hectáreas y en los próximos meses se pondrá operativo el 2do círculo, sumando 260 has regadas. Esta iniciativa también se extenderá a campos arrendados.

Hasta el año 2003 la empresa se dedicaba exclusivamente a la explotación agrícola-ganadera en los establecimientos propios (430 has en Victoria y 640 has en Nogoyá). En 2004 decidieron volcarse hacia la agricultura y agrandarse alquilando campos, política que mantienen hasta hoy.

A partir de ahí, y gracias a la interacción con el grupo CREA, la empresa fue incorporando tecnologías de procesos en los cultivos y mejorando año a año su índice de productividad por hectárea. En la campaña 2008-2009 se produjo la peor sequía en 40 años, que generó una fuerte baja en los rindes, situación que se revirtió en la campaña siguiente.

Con la intención de agregarle valor a su producción y diversificar la estructura de sus negocios, El Hinojo se propone construir un establecimiento agro-industrial dónde se conjuga el acopio de cereales y la conversión de granos en carne.

Actualmente El Hinojo SA tiene una gestión profesionalizada, ha logrado expandirse a diversos departamentos de la provincia, trabajando con equipamiento propio de última generación, y respetando las normas y el ambiente. El Hinojo y la mejora continua Muchos recordarán que en agosto de 2012 El Hinojo SA se convirtió en la primera empresa entrerriana en conseguir el sello de Agricultura Certificada (Ac). Lo obtuvo para el establecimiento Santa María, propiedad de uno de sus socios, ubicado en Crucecitas 3ra (departamento Nogoyá), donde trabaja desde hace más de 10 años en siembra directa permanente.

Sin lugar a dudas, este hecho fue un gran logro para la empresa. Pero las cosas no suceden de un día para otro o mágicamente. A continuación, la familia Cerini cuenta en primera persona las razones que despertaron su interés por Ac, su experiencia en el proceso de implementación del Protocolo y Buenas Prácticas Agrícolas, la certificación final, y los proyectos futuros (ver La historia comienza así).

Para la campaña que 2013-2014 la firma prevé un crecimiento en superficie no menor al 10%, con la intención de obtener un índice de productividad mayor a 6 tn de granos/ha.

La historia comienza así: Conocimos Ac en uno de los Congreso Aapresid, donde se presentó el proyecto de normativa. En esa época estaba muy verde el programa, no había entes certificantes, y sonaba como una intención futura y muy lejos de las necesidades del productor.

Un tiempo después, Aapresid organizó una reunión en el Colegio de Ingenieros de Entre Ríos, a la que asistimos, y fue allí donde comprendimos la factibilidad de la certificación: cuando escuchamos a la Ing. Ma Laura Droffa (Especialista en Gestión de Calidad y Asesora Ac) contar su experiencia en la 1ra empresa certificada de Ac (Cabrini). Allí nos dimos cuenta que el proceso de cambio no era tan grande, y que la forma en la que veníamos trabajando nosotros no era muy distinta a la que planteaba Laura, y que esta norma le agregaba un marco de formalidad al trabajo, por medio de la documentación con procedimientos. Además tenía la fortaleza de poder ser auditado por un ente externo, lo que le aportaba un prestigio adicional al certificado.

Esto se conjugaba con la sensación que ya teníamos. Más temprano que tarde iba a ser un requerimiento social ineludible, demostrar que nuestra actividad, no solo no daña el ambiente sino que lo beneficia de una u otra manera, lo mejora para las generaciones futuras y mantiene la producción de alimentos a lo largo de los años.

La decisión, como todas las otras que toma El Hinojo, fue definida en conjunto entre los que participamos en la dirección de la empresa. El arranque se produjo en una reunión en la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (COPAER), cuando hicimos el primer contacto con Laura. Nos dimos cuenta que ese era el momento de arrancar la implementación.

En julio de 2011, la empresa comenzó con la implementación de Ac. Si bien El Hinojo no trabajaba anteriormente con protocolos de calidad específicos, sí tenían procedimientos para el manejo de los cultivos, la gestión de la información del campo y la administración. Tener todos esos datos en un sistema informático, y ya en marcha, fue un terreno ganado que facilitó el comienzo. Para llevar adelante el proyecto, la familia Cerini contó con la asistencia de la Ing. Química María Laura Droffa (ver El rol del asesor Ac), especialista en la materia y asesora externa de Ac.

El objetivo que se planteó la firma fue certificar, mediante un sello de calidad, que los procesos de producción se realizan de forma sustentable. El primer paso fue conseguir la certificación de uno de sus campos y luego hacerlo extensivo a otros establecimientos en los que produce. Así, Ac comenzó en Santa María (557 has agrícolas) propiedad de uno de los socios de El Hinojo.

Según nos explicó la familia entrerriana, el proceso de implementación involu-

cró a diferentes personas. María Laura Droffa es la facilitadora, pero es más que eso, también hace gran parte del trabajo operativo. Es quien envía semanalmente la lista de pendientes de cada uno, centraliza los trabajos y deriva las tareas a cada responsable. Otra persona clave es el Lic. en Prod. Pablo Amavet, responsable del proyecto y nexo entre los demás participantes y sus requerimientos. Es quien desarrolla la mayoría de las actividades que se fueron necesitando. En él recae la responsabilidad de mantener el sistema funcionando. Todos los demás miembros de la empresa hacen tareas puntuales (RRHH, producción, protocolos de cultivos, registros de lluvia, control de documentos, registros de control de cosechas, capacitaciones a proveedores, etc.).

El plan de acción fue básico. Laura hizo una auditoría de gap donde evaluó la situación al inicio, tanto en la administración como en el campo, y propuso la lista de tareas pendientes a desarrollar para poder cumplir con los requerimientos del protocolo Ac. Pablo y Laura tienen dos reuniones semanales por Skype (los miércoles y los sábados) de donde salen los temas pendientes para cada semana. Y una vez concluidas esas reuniones, Laura envía una lista de tareas pendientes que tiene cada uno, para poder ir cerrando los temas a resolver. Por otro lado, tanto el personal como los proveedores fueron capacitados de acuerdo a sus funciones, y todos demostraron gran interés en este tema. En especial los proveedores de servicios, a quienes se les hacen más requerimientos y se los controla un poco más en su tarea.

Cuando Ac ya estaba en marcha, los Cerini compartieron con Aapresid algunos inconvenientes que se presentaron en el camino. Uno de ellos era el uso de Elementos de Protección Personal (EPP). Era frecuente que el personal de agricultura en época de verano no usara los zapatos de trabajo y calzara alpargatas. Esto desembocó en más de una reunión con el personal para apuntalar las capacitaciones realizadas, sobre el uso de EPP. También costó implementar el sistema de no conformidades, el responsable no quería “botonear” a sus compañeros ante sus faltas. Con el tiempo estos temas se fueron resolviendo. Otro inconveniente que se presentó fue poder cumplir la restricción de no pulverizar a menos de 50 mts de la costa de arroyos o cursos de agua. “No teníamos conocimiento de esta norma y, como todos, pulverizábamos hasta la orilla del arroyo del campo. Al hacer la evaluación, nos dimos cuenta que debíamos dejar de cultivar 15 has, y surgió una natural resistencia a este cambio. Por fin, tuvimos que aceptar que no solo en éste campo, sino en todos los otros, íbamos a tener que dejar superficie improductiva si queríamos implementar el sistema.

Para destacar el compromiso de las personas que trabajan en la empresa, los Cerini recuerdan la siguiente anécdota: El día anterior a la auditoría de certificación, el encargado de Santa María, José Koch, pidió el manual de calidad para poder estudiarlo en su casa por la noche. Al otro día, durante la recorrida, el auditor le preguntó a José si él estaba haciendo algo con respecto a la calidad, a lo que José respondió que en El Hinojo se trabajaba cuidando el ambiente, y enseguida le mostró la política de calidad que estaba impresa y colgada en un cuadro en la cocina, como si fuera una foto familiar.

Cuando El Hinojo tomó la decisión de comenzar con Ac, consideraban que el certificado los iba a distinguir sobre las otras empresas agropecuarias. Si bien eso ocurrió, también se desprendieron otros aspectos positivos. Por ejemplo: durante el proceso de implementación adquirieron gran conocimiento sobre todo el marco legal, allí evaluaron el nivel de cumplimiento de las leyes que los ataña. Otro beneficio indirecto fue la gran difusión de la empresa en ámbitos impensados, al poco tiempo de certificar nos llamaron de Clarín Rural para hacernos una nota que resultó tapa del suplemento, cuentan con orgullo los Cerini.

Una de las Buenas Prácticas Agrícolas que promueve Ac es el Manejo eficiente y responsable de agroquímicos, esta acción también incluye el tratamiento de envases vacíos.

Como ConseCuenCia natural del proCeso de CertifiCaCión, la empresa definió su polítiCa de Calidad de la siguiente manera: el HinoJo sa es una empresa dediCada a la produCCión agríCola, que busCa: - Conseguir la máxima satisfaCCión de los arrendadores, Cuidando sus Campos Como si fueran propios. - produCir granos en forma sustentable, Cumpliendo Con las buenas práCtiCas agríColas. - Constituirse en un espaCio para el desarrollo de las personas Con las que interaCtúa. - perseguir la meJora Continua en todos los proCesos de la organizaCión. - Contribuir Con el Cuidado del medio ambiente. - regir sus aCCiones baJo las normas legales vigentes y el protoColo de agriCultura de ConservaCión, estableCido por aapresid, además de Cumplir Con otros requisitos que la organizaCión susCriba. la direCCión Compromete su esfuerzo para el Cumplimiento de esta polítiCa.

El rol del asesor Ac en palabras de María Laura Droffa

María Laura Dorffa es Ingeniera Química y en su desarrollo profesional, en distintas empresas que certificaron diferentes normas (ISO 9001, 14001, entre otras), descubrió la importancia de los Sistemas de Gestión de la Calidad (SGC). Dado su gran interés, Droffa realizó en el año 2003 una especialización en IRAM y en 2007 hizo por primera vez un curso sobre Buenas Prácticas Agrícolas, viendo que la demanda de implementar SGC aumentaba.

María Laura comenzó a interiorizarse en Ac a partir de la inquietud de su suegro Guillermo Cabrini. Cabrini es fiel seguidor de Aapresid desde los inicios y tiene asistencia casi perfecta a todos nuestros Congresos, de los cuales toma tecnologías que después aplica en el campo. Tal es así que, luego de evento de 2009, sugirió la idea de implementar el flamante Protocolo de Ac, aprovechando la gran similitud con la norma ISO 9001 que ya venía implementando y los conocimientos en SGC de Droffa. En 2010 obtuvieron la certificación de “La Madrugada”, establecimiento que poseen los hermanos Cabrini en la localidad de Arias.

Luego de esta exitosa experiencia, en 2011 la Ingeniera Química, ya especialista en calidad, fue invitada a dar una charla de Ac a la Regional de Aapresid Paraná. El testimonio de María Laura fue tan contundente que, inmediatamente finalizado su discurso, la flia Cerini de El Hinojo SA se acercó con muchas expectativas al respecto y ansiosos por comenzar a implementar Ac en su establecimiento.

A continuación, María Laura Droffa nos cuenta su experiencia con El Hinojo SA:

Lo primero que detecté en este nuevo desafío de certificación con la flia. Cerini es que ellos como organización presentaban un marcado interés sobre el bienestar de su personal y el cuidado del medio ambiente, además de venir cumpliendo con las buenas prácticas de agrícolas, por lo que los requisitos pendientes a cumplir eran mayoritariamente de la parte documental.

Además me encontré con un excelente grupo de trabajo, donde logramos formar un gran equipo; dónde cada uno de los integrantes cumple con sus roles y responsabilidades con excelente predisposición. Esas ganas que ellos se imponen para obtener las distintas metas y objetivos, nos llevaron a alcanzar la certificación del establecimiento Santa Maria en Julio del año 2012.

Mi rol como implementadora se basa en determinar el estado actual de la empresa, especificando las brechas existentes entre los requisitos que establece el protocolo, y el cumplimiento de los mismos por parte de la empresa. En función de esas brechas, tomar acciones en conjunto al respecto, redactar la documentación inexistente y derivar las tareas, con sus responsables y fechas objetivos de cumplimiento. Además soy la auditora interna del Hinojo, razón por la cual me toca evaluar al sistema.

Una vez certificado un establecimiento, y que la empresa se encuentre interioriza en este sistema, el rol del asesor es hacer un seguimiento al mismo, para ver su evolución y ayudar a plantear nuevas acciones y a propender a la mejora continua.

Ma. Laura Droffa, asesora Ac Ma. Laura con la Flia. Cerini en Santa María, primer establecimiento certificado de El Hinojo SA.

El Hinojo redobla la apuesta. Más campos certificados y Ac R8.

Incorporar otros campos bajo el paraguas de a Ac no sólo quedó en el plano de las ideas, luego del primer certificado en Santa María, El Hinojo va por más. “Desde el principio teníamos claro que debíamos sumar todos los campos a la certificación, y que lo iríamos haciendo de manera paulatina. Los resultados hicieron que esta decisión inicial se viera reafirmada y que planteáramos como 2do campo a certificar aquel que está al lado de un pueblo, alambrado de por medio con Aranguren (Entre Ríos)”, disparó la familia Cerini.

A esto se le suma la iniciativa de extender su compromiso con el ambiente, por lo que El Hinojo agregará más hectáreas certificadas de la mano de Ac R8. Ac R8 es un proyecto de Ac que hoy involucra a 8 Regionales de Aapresid, las cuales percibirán un subsidio que solventará ciertos costos de implementación y permitirá alcanzar la doble certificación de Ac y RTRS (Asociación Internacional de Soja Responsable). La normativa RTRS es un estándar que busca una producción de soja económicamente viable, socialmente equitativa y ambientalmente apropiada.

Según aseguraron los Cerini, avanzar en forma grupal en el proceso de implementación es muy positivo, y añadieron “Estamos seguros que cuanto mas gente se meta en este nuevo proyecto, la difusión será aún mayor y logrará trascender el ambiente agropecuario e instalarse en la sociedad en general: el fin que deberíamos conseguir. Una vez conseguido este paso, habremos conseguido el objetivo final de Ac, desmitificar la nocividad de la agricultura con el ambiente”.

Con el dinamismo que caracteriza a esta familia entrerriana, durante el 2013 estarán trabajando para lograr la certificación conjunta de ambas normativas de calidad. Por un lado se incluirán 317,56 has del establecimiento Algarrobitos y las 558 has ya certifica-

das del establecimiento Santa María, totalizando 856 has de agricultura sustentable. Mostrar que el Algarrobito se encuentra bajo los estándares que propone Aapresid es de suma importancia para la empresa, dado que el establecimiento se encuentra muy cercano a la localidad de Aranguren. Por tanto, resulta clave que un ente externo y reconocido avale el trabajo realizado, y afirme que el mismo se desarrolla en forma segura y sustentable en aspectos agronómicos, ecológicos y sociales, tanto en esta como en otras regiones.

Actualmente, en toda la superficie que trabaja El Hinojo se utilizan los mismos protocolos y procesos, éstos responden a los requerimientos de la normativa de calidad Ac R8. Sin embargo, para conseguir una organización mejor, generaron un Plan de Certificación, mediante el cual se irán gestionando los certificados de los diversos campos trabajados. Tener el sistema Ac ya funcionando en un establecimiento en particular, les confiere la ventaja de sólo tener que agregar algunos controles o requerimientos nuevos.

Mirando hacia un horizonte no tan lejano, El Hinojo se propone incluir todos los establecimientos en el ámbito de la certificación en forma gradual. En una segunda etapa, intentarán diferenciar su producción porcina, de manera que los capones sean reconocidos por estar alimentados con granos que se producen en campos certificados.

Para cerrar esta nota, queríamos compartir con ustedes las reflexiones finales de los hacedores El Hinojo, una empresa familiar que ha demostrado que “la unión hace la fuerza”.

“Muchas gracias por esta oportunidad. Esperamos que este sistema que Aapresid está tratando de divulgar sea aceptado por una gran cantidad de productores, para que así logremos un fuerte impacto en la sociedad. Cuenten con nosotros para aportar a esta tarea!”, familia Cerini.

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