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Oportunidades Argentinas para la SD?
Justo M. Erede - Economista de la Universidad del CEMA Ariel Astegiano - Escritor e Investigador.
EL MERCADO DE BONOS DE CARBONO SE CONVIERTE EN UNA OPORTUNIDAD PARA PAÍSES SUBDESARROLLADOS COMO ARGENTINA. LOGRAR LA CERTIFICACIÓN AMBIENTAL DE LA SIEMBRA DIRECTA PERMITIRÁ INCLUIR DICHO SISTEMA COMO “MECANISMO DE DESARROLLO LIMPIO” (MDL) CON UN ENORME POTENCIAL PARA ACCEDER A ESTOS MERCADOS.
Desde los tiempos más remotos de la historia de la humanidad, uno de los factores siempre presente en los pensamientos y preocupaciones de las sociedades fue la relación con el clima y la afectación de este en las distintas actividades que cada cultura necesitaba para su desarrollo. Distintos razonamientos cosmogónicos lo han emparentado tanto con el sistema de acciones y reacciones de la naturaleza como con la furia y favores de las deidades y dioses. Con el avance de la ciencia se han empezado a estudiar estos fenómenos con precisión y rigurosidad científica. En la actualidad se empiezan a percibir los cambios radicales que lentamente van provocando las actividades humanas en los sistemas climáticos y a su vez en la flora y fauna del planeta. Esta concientización fue acelerando las negociaciones entre países para intentar reducir las causas que están provocando estos fenómenos. Llegando a un acuerdo internacional para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con la ratificación y puesta en marcha del Protocolo de Kyoto en febrero de 2005.
Comprometidos los países industrializados firmantes a bajar las emisiones de gases GEI en un 5% con respecto al año 1990 para el período 2008-12 y resultándoles más rentable económicamente comprar los créditos a terceros países mediante la financiación de proyectos de mecanismos de desarrollo limpio (MDL) en los mismos que hacer las reducciones. Por ello, viene cobrando gran relevancia mundial el Mercado de Bonos de Carbono y es aquí donde surgen las oportunidades para países subdesarrollados como Argentina con una enorme potencialidad para estos mercados.
Obtener “Bonos Verdes” por la conservación del suelo podría convertirse para los productores agropecuarios en un incentivo económico o impositivo aumentando la adhesión a esta clase de prácticas sustentables.
Con esta estructura del mercado, los principales oferentes de créditos de carbono a futuro son India, China y Brasil que tienen grandes economías de escala en proyectos MDL seguidos de cerca por nuestro país. Del lado de los compradores, encontramos a los gobiernos de Japón, Holanda y Reino Unido, Unión Europea, instituciones multilaterales y corporaciones financieras. Los precios indicativos según la etapa del proceso de certificación en que se encuentre el proyecto van desde los 3 a 7 dólares la tonelada de CO2e bajo Kyoto. El escenario de precios se vislumbra en crecimiento para el período pre-Kyoto 2005/6/7, con precios rondando los 15 dólares a medida que nos acerquemos al año 2008.
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Las oportunidades reales de nuestro país están dadas por la forestación, por los rellenos sanitarios (eliminando basurales a cielo abierto), feedlots, empresas de logística y en industria pesada mediante nuevas fuentes de generación de energía.
La siembra directa, según estimaciones experimentales captura aproximadamente 0,625 TN de carbono por hectárea después de un período prudencial de años bajo estas técnicas. En el XIII Congreso de AAPRESID, el profesor Charles Rice, destacó una experiencia brasileña donde se obtuvo un secuestro de carbono de una tonelada y media anual. Si tomamos en cuenta que la unidad económicamente rentable para aplicar un proyecto MDL en el ámbito industrial y bajo el marco regulatorio del protocolo de Kyoto sería de aproximadamente 50.000 TN CO2e anuales para cubrir costos de transacción de las diversas etapas hasta la obtención de los Bonos de Carbono. Con este parámetro serían necesarias 80.000 hectáreas anuales bajo SD para cubrir dichos costos MDL.
Por todo lo expresado, si logramos la certificación ambiental de la SD, es decir, establecer un sello de calidad que permita identificar los commodities agrícolas bajo la denominación Agricultura de Conservación (AC) garantizando el cuidado del medio ambiente, la calidad y confiabilidad de los productos elaborados. Podríamos utilizar esta estandarización del proceso para diversos fines relacionados:
�� Presentar a la SD como MDL: Para ello, debe existir una entidad certificadora dentro de una estructura institucional eficiente abocada no sólo a cubrir las diversas etapas del mecanismo de desarrollo limpio sino además para las investigaciones técnicas que sirvan de base en las negociaciones internacionales.
�� Obtener “Bonos Verdes” por la conservación del suelo para que luego los productores obtengan algún tipo de incentivo económico o impositivo aumentando la adhesión a esta clase de prácticas sustentables.
La SD, una revolución de productividad, eficiencia y competitividad de nuestro agro que ubica a la Argentina en el umbral tecnológico mundial no puede utilizarse en la primera etapa de vigencia del Protocolo como MDL debido a que constituye una práctica “usual” y por “adicionalidad" queda excluido de Kyoto. No obstante, a fines de 2005 en Canadá comenzaron las rondas de negociaciones para la segunda etapa de vigencia del acuerdo más allá del 2012.
Teniendo en cuenta esta nueva apertura en las negociaciones, nuestros diplomáticos, políticos y empresarios deberían defender la inclusión en futuras reuniones de esta práctica vanguardista no sólo garantizando el desarrollo económico sustentable de nuestro país sino también acrecentando la oferta alimenticia de calidad para una población mundial en constante crecimiento.