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SD = aumento de la capacidad productiva del sistema

EL 14 DE DICIEMBRE, SE REALIZÓ UNA NUEVA EDICIÓN DE UNPRODUCTOR EN ACCIÓN, ORGANIZADA POR LA REGIONALSAN JORGE DE AAPRESID. LA MISMA TUVO LUGAR EN ELESTABLECIMIENTO AGROPECUARIO “CAMURRI HNOS.”EN LA LOCALIDAD ALICIA, EN EL CENTRO ESTEDE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.

La jornada contó con la asistencia de 120 productores y técnicos de la zona que pudieron compartir y discutir inquietudes de índole técnica y productiva.

La dinámica del evento contó con estaciones de muy buen nivel que captaron la atención de los concurrentes.

Maíz, clave para el mejoramiento de los ambientes productivos.

El asesor técnico del establecimiento Carlos Carrari describió las características de los suelos de la zona. La capacidad de uso va de IV a VI, con drenaje interno pobre y moderadamente afectados por salinidad que restringe el crecimiento y elección de cultivos. En general se trata de tierras dedicadas a la ganadería, aunque las áreas de mejor drenaje pueden emplearse para producción agrícola.

La introducción del girasol en sistemas conservacionistas ha sido un gran logro tecnológico en los últimos tiempos.

La incorporación de siembra directa con rotación de cultivos y fertilización, ha permitido aumentar la capacidad productiva del campo, transformando la aptitud del terreno de ganadero a uso agrícola. Los suelos de la zona son muy frágiles, con alto porcentaje de limo, por lo tanto la pérdida del horizonte superficial por erosión hídrica y eólica eran un grave problema que se fueron superando manteniendo el suelo cubierto, también la acumulación de rastrojos en superficie evita la evaporación directa y ascenso por capilaridad de sales de sodio. En el futuro inmediato, la empresa pretende hacer experiencias con cultivos de cobertura, recomendado por el Ing. Rodolfo Gil, con el objetivo de mejorar la estructura (incrementar el espacio poroso).

Luego Carrari se refirió a los cultivos que componen la rotación. Explicó que el establecimiento incluyó el maíz por una necesidad de la empresa, “todo el maíz producido lo consume el ganado”, también reconoció la calidad de rastrojos que aporta, el volumen de raíces y el efecto mejorador sobre el suelo.

Otro gran paso que dio la firma Camurri Hnos. fue incrementar la superficie sembrada de girasol. Ésta oleaginosa se cultivaba históricamente en la zona, pero por problemas sanitarios y dificultades en el control de malezas se redujo el área sembrada, comentó Carrari. En la actualidad esos inconvenientes han quedado atrás gracias al mejoramiento genético y a la tecnología CLEARFIELD. El cultivo de girasol se transformó en una alternativa más a tener en cuenta en la rotación, es beneficioso porque desocupa el lote temprano, permite incrementar la rentabilidad y estabilidad al negocio. El asesor reflexionó y dijo “hay que darse cuenta que los planteos basados en trigo/soja son un camino sin retorno”.

Luego de la exposición de Carrari, tuvieron lugar los semilleros. Técnicos de distintas empresas presentaron 34 híbridos de maíces comerciales y precomerciales, aptos para los planteos de la zona.

Suelos en SD

“Para hacer el campo un silo de agua hay que maximizar las entradas y reducir las pérdidas”, anunció Ing. Rodolfo Gil del Instituto de Suelo de INTA Castelar.

El balance de agua en el suelo, recordó Gil, resulta de la diferencia entre los ingresos (precipitaciones, riego, napa, aporte de áreas elevadas del terreno) y egresos (transpiración del cultivo, evaporación de la superficie del suelo, escurrimiento a zonas más bajas).

La propiedad que tiene el suelo de retener agua está determinada por la textura, pero su capacidad para almacenarla y conducirla depende mayormente de su estructura que es lo que se puede modificar con el manejo.

Los sistemas en siembra directa manifiestan un aumento de macroporos continuos y estables, constituyéndose en rutas preferenciales para la entrada del agua en el suelo, movimiento del aire y para el crecimiento de nuevas raíces.

Rodolfo Gil expresó: “la mejor manera de usar el agua del campo es convirtiéndola en material vegetal, a mayor transpiración, mayor productividad”.

Manteniendo el suelo cubierto se pueden reducir las pérdidas de agua, explicó Gil.

� Más del 50% de las lluvias se pueden perder por escurrimiento, y en suelos con alto contenido de limo, la situación es más grave. La presencia de rastrojos en superficie disminuye el escurrimiento del agua, por lo tanto los riesgos de erosión hídrica son menores, hace posible que infiltre más agua y se pierda menos hacia zonas bajas del relieve.

� El mulch protege al suelo del impacto de la gota de lluvia, no ocurre el efecto conocido como “planchado” o “sellado”, por lo tanto favorece la infiltración.

� La cobertura frena el efecto capilar y hace que las pérdidas de agua por evaporación directa sean mínimas. El agua que se encuentra almacenada será aprovechada por el cultivo que en ese momento se esté desarrollando.

� Los residuos de cosecha disminuyen la incidencia del viento, evitando el efecto desecante y pérdidas de suelo por erosión eólica.

“La mejor manera de usar el agua del campo es convirtiéndola en material vegetal, a mayor transpiración, mayor productividad”.

La calicata en el lote de soja fue uno de los puntos que despertó mayor interés entre los asistentes. En ella se pudieron observar las características del perfil de suelo donde se realizó la jornada. Fue sorprendente ver desarrollo radicular del cultivo implantado un mes atrás, a pesar de la sequía reinante la soja extraía agua a un metro de profundidad. “hay que considerar el suelo hasta dónde llegan las raíces”, acotó Gil.

En un suelo agrícola, la materia orgánica es el componente principal que determina la capacidad productiva de los suelos. Abundante cantidad de rastrojos, además de las ventajas mencionadas anteriormente, constituyen una importante reserva de nutrientes, que gradualmente se van incorporando al suelo a medida que la cobertura se va descomponiendo “los rastrojos son fertilizantes de liberación lenta”, concluyo el especialista.

La incorporación de siembra directa ha permitido aumentar la capacidad productiva del campo, transformando la aptitud del terreno de ganadero a uso agrícola, comentó Carlos Carrari.

Fertilización en la rotación

Las necesidades nutricionales de un cultivo se definen de acuerdo al nivel de rendimiento a alcanzar. En la región pampeana el nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S) son los elementos que en mayor medida afectan la producción, explicó el Ing. Hugo Fontanetto.

El N es el más limitante, debido a su alta demanda. La fertilización e inoculación eficiente en el cultivo de soja permiten abastecer gran parte de las demandas de N, aumentando los rendimientos de los cultivos.

Después de N, el P es el segundo elemento que restringe la producción de cultivos. Todavía el centro este de la provincia de Córdoba está bien provista de P, 44 ppm, no obstante es un elemento que no hay que descuidar, cuando se registren valores de 30 ppm (luz amarilla), hay que comenzar a reponer P, “recuperar es más caro que mantener, se requieren 10 kg/ha de fertilizante para aumentar 1 ppm”, aseveró Fontanetto.

Las deficiencias de S son cada vez más generalizadas y reiteradas en suelos con tenores de materia orgánica inferiores al 2 %, con texturas arenosas o francas, de elevada historia agrícola sin aplicaciones de este elemento. La fertilización con S induce a mayores rendimientos de cultivos y en ausencia de deficiencias de P. Varios estudios muestran que el S aplicado en cultivos de trigo tiene efectos residuales de importancia sobre la soja de segunda y cultivos siguientes.

El balance de nutrientes se estima como la diferencia entre la cantidad de elementos que entran y salen de un sistema definido en el espacio y en el tiempo. En general, estos balances se consideran para la capa de suelo explorada por las raíces en períodos anuales. Esta definición permite estimar balances nutricionales de un lote en una campaña agrícola a partir de los nutrientes que egresan del suelo con los granos y forrajes cosechados, en los productos animales y en los residuos de cultivos que son transferidos a otros lotes.

Para realizar una fertilización eficiente se deben tener en cuenta diferentes parámetros: el análisis químico de los suelos como punto de partida para decidir cualquier manejo nutricional y el rendimiento objetivo, los que se complementarán con otras características relevantes como historia del lote, cultivo antecesor, intensidad de las secuencias de cultivos, sistema de manejo, fuente y método de aplicación de nutrientes, etc.

El especialista remarcó que no tenemos que perder de vista la sustentabilidad de la empresa agropecuaria, la misma depende en gran medida de la conservación de los recursos naturales que utiliza, y el suelo es uno de los más importantes. Fontanetto reconoció 4 eslabones básicos para lograr una agricultura sustentable: la siembra directa, fertilización balanceada, rotación de cultivos y generar más cobertura en la superficie del suelo.

El uso de fertilizantes en forma eficiente aumenta la producción de materia seca, por lo tanto el volumen de rastrojos, permitiendo incorporar mayor cantidad de carbono al suelo mejorando los niveles de materia orgánica; resultando un círculo virtuoso.

La inclusión de maíz u otra gramínea en la rotación, tienen impacto positivo sobre el balance de carbono, tanto por la cantidad como por la calidad de los residuos, además el uso de cultivos de cobertura, permitirá mantener y/o mejorar los niveles de materia orgánica.

Como corolario de la estación Fontanetto concluyó “con algunas prácticas puedo transformar un lote de aptitud ganadera a uso agrícola, por lo tanto el ambiente es lo que uno logra con el manejo, el desafío es alcanzar un ambiente productivo, económicamente rentable y sostenible en el tiempo”.

¿Por qué sembrar girasol?

La introducción del girasol en sistemas conservacionistas ha sido un gran logro tecnológico en los últimos tiempos, disparó el Ing. Carlos Feoli de INTA Pergamino y miembro de ASAGIR.

El girasol es uno de los cultivos estivales que está recuperando espacio en las últimas campañas. La oferta tecnológica disponible (genética e insumos específicos) sigue colaborando para incrementar la superficie sembrada de girasol en directa. “El productor tiene que aprovechar toda la tecnología disponible para maximizar su rentabilidad” comentó Feoli.

Fecha de siembra, densidad y distancia entre hileras, elección de genotipos, fertilización y control de malezas y plagas, son algunos de los aspectos que considerados como parte de un conjunto, apuntan el logro de cultivos de alto rendimiento en sistemas de siembra directa.

La elección del lote destinado a girasol es un factor fundamental a tener en cuenta. Los suelos densificados condicionan la exploración de las raíces, para evitarlo hay que contar con mayor cantidad de información. Por su bajo requerimiento de humedad, este cultivo se adapta perfectamente a las condiciones agroecológicas de la región. Pero la disponibilidad hídrica del perfil al momento de la siembra debe ser suficiente para el arranque del cultivo y garantizar buenos rendimientos.

Otro aspecto que destacó el especialista para obtener un cultivo exitoso, es la elección de la semilla, “poder germinativo, velocidad de desarrollo inicial, potencial de rendimiento, comportamiento frente a enfermedades y vuelco van a condicionar los resultados”, también destacó la importancia de seleccionar los materiales por su respuesta en cada ambiente, principal condicionante de rendimiento y contenido de aceite.

En cuanto a la nutrición del cultivo, el uso planificado del fósforo y nitrógeno, conducirá al normal desarrollo de las plantas elevando los rendimientos.

Los avances en genética, control de plagas, enfermedades y malezas, reposicionan al girasol. El desarrollo y difusión de la tecnología Clearsol, ha permitido lograr cultivos en lotes con problemas de malezas, dónde la producción era inestable y de baja rentabilidad, sumado a las ventajas de seguridad en la aplicación y mayor limpieza de los lotes.

Para concluir Feoli expresó “el girasol reviste gran importancia por su margen de seguridad, hacer girasol es un negocio distinto”. Finalizada la charla de Carlos Feoli, los asistentes pudieron ver un ensayo demostrativo de 25 híbridos de girasol presentados por técnicos de distintas empresas.

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