DIAGNÓSTICO SOBRE MIGRACIÓN EN EL SALVADOR Análisis de las causas
Objetivos generales
Condiciones estructurales de la migraci贸n y su vinculaci贸n con el desarrollo
La organizaci贸n social y su trabajo frente a la migraci贸n
MetodologĂa
Principales hallazgos
Dinรกmicas econรณmicas
Dos aspectos que destacan al analizar la dinámica económica salvadoreña: las bajas tasas de crecimiento y la alta dependencia a las remesas. El crecimiento anual del PIB ha superado el 3% solos dos veces desde el 2000, promediando un 2.3%en los últimos 5 años, situándolo como una de las tasas más bajas de crecimiento en Centroamérica (Banco Mundial, 2019). Las remesas para el 2018, según datos del Banco Central de Reserva (BCR) representaron el 21.3% del PIB.
No obstante, a pesar de esta situación, existen sectores de la economía que han tenido tasas de crecimiento más altas que el promedio nacional de manera constante:
• Establecimientos Financieros y Seguros • Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones • Comercio, Restaurantes y Hoteles, • Industria manufacturera
Esta dinámica económica, con un fuerte sesgo hacia el sector terciario, ha dado origen a un nuevo modelo económico, un modelo que si bien no ha sustituido en sentido estricto al modelo neoliberal implementado en 1989, ha generado una variante de este.
Esto ha provocado que las élites salvadoreñas han ido trasladando sus inversiones a las actividades terciarias que se ven beneficiadas por el flujo de remesas, no solo por su dinamismo sino también porque pueden obtener una mayor producción (que se traduce en mayor ganancia) con una menor cantidad de trabajadores. Al analizar la productividad aparente del trabajo por actividad económica, tomando los datos del último Censo Económico (2005) se puede observar que la productividad aparente del trabajo del sector terciario (incluyendo comercio, servicios y transporte), es mucho mayor su productividad aparente que la de las actividades industriales (45.388,57 con respecto a 28,316.91 dólares)
De ahí que la decisión de invertir en sectores que se benefician de la dinámica migratoria y que se caracterizan por requerir menor cantidad de trabajadores para obtener una mayor producción, responde a una lógica económica por parte de las élites salvadoreñas
La migración se convierte en un elemento funcional – e incluso deseable- para sostener este nuevo modelo económico.
Principal desventaja del nuevo modelo: su alta vulnerabilidad a las dinámicas externas
Las ramas de comercio, restaurantes y hoteles presentĂł la mayor caĂda en su actividad econĂłmica durante la crisis del 2008, teniendo una tasa de crecimiento negativa de 5.7%
La política fiscal: débil y capturada
La política fiscal: débil y capturada
• El sistema tributario actual se caracteriza que más de la mitad de los impuestos que se recaudan son indirectos y regresivos; mientras el 10.0% más pobre de la población, ve reducido su ingreso en un 13.2%, al 10.0% más rico esto solo le ocurre en un 11.2% (ICEFI/FIDA, 2016). • El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI, 2019) ha estimado la tasa efectiva del impuesto sobre la renta (ISR) para los asalariados fue del 10.8%; para las personas con rentas diversas, del 4.3%; mientras que, para empresas, del 2.6%. • La tasa efectiva de ISR de las empresas además de ser baja es regresiva, ya que el decil uno, el de menor ingreso, paga una tasa efectiva del 8.2% de sus ingresos, el decil diez, el de mayor ingreso, paga un 2.6%.
En El Salvador, pagan más lo que tienen menos
“De acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Hacienda para 2017, los niveles de evasión representaron un 17.5% de la recaudación potencial del impuesto al valor agregado (IVA), es decir, un aproximado de $341 millones; sin embargo, lo más alarmante es que los niveles de evasión de 2017 fueron superiores a los de 2006” (ICEFI, 2019 p 14).
Por tanto, la política fiscal actual del país, lejos de ser un instrumento que ayude a reducir las desigualdades que genera el modelo económico vigente, las profundiza al beneficiar a las élites salvadoreñas para que logren evadir y eludir sus responsabilidades tributarias .
Trabajo y pobreza
Un mercado laboral que profundiza las desigualdades Sobre el mercado de trabajo salvadoreño destacan dos grandes características: 1) la tasa de desempleo abierto es baja de 6.8% y 2) casi el 50% de los ocupados están ubicados en el sector informal de la economía.
Sobre la primera característica es importante destacar que al analizar la tasa de desempleo por zona geográfica, edad y sexo se observan diferencias importantes. Así, en el Área Metropolitana de San Salvador la tasa de desempleo es la más baja a nivel nacional con una tasa de 5.9% con respecto a la más alta que es en San Vicente de 8.2% (EHPM, 2018) Dicha diferencia puede explicarse tomando en consideración las vocaciones productivas de ambas áreas geográficas. El AMSS se caracteriza por tener la mayor concentración de la establecimientos industriales y de servicios mientras San Vicente tiene una vocación eminentemente agrícola.
La tasa de desempleo por edad permite observar que es la población de 16 a 24 años presenta la tasa de desempleo más alta con 13. 6%, y la menor tasa que el resto de grupo etario en edad de trabajar con 48.5% en contraste con las personas del grupo de 25 a 59 años con una tasa de 74.3%. En cuanto a la tasa de desempleo por sexo, surge una diferencia importante: la tasa de desempleo de los hombres es de 2.4 puntos porcentuales mayor que las mujeres, indicando que hay más hombres que mujeres en condición de desempleo. Al contrastar este dato con la tasa global de participación por sexo las mujeres tienen una tasa global de participación de 46.1% con respecto al 79.5% de los hombres, indicando que solo 4 de cada 10 mujeres están ocupadas en el mercado laboral. ¿Cómo puede explicarse esta contradicción en que son menos las mujeres en condición de desempleo pero su tasa de participación global es menor a la de los hombres? La respuesta está en el sector informal de la economía
Un mercado de trabajo con ocupación precaria que se refleja en los bajos salarios Según la EHPM (2018), el 57.51% de los ocupados se ubican en el sector formal de la economía y el 42.49% en el sector informal. Es decir, de 100 personas ocupadas, 42 están en el sector informal de economía. Las mujeres ocupadas son las que más se ubican en el sector informal de la economía con un 47.26% con respecto al 38,65% de los hombres.
Al analizar el salarios promedios mensuales de comercio, hoteles y restaurantes con el costo de la canasta básica y la canasta básica ampliada urbana, se obtiene que los ocupados de estas ramas con un salario promedio de $308.7 cubren la canasta básica urbana ($184.76) pero les faltarán 60. 83 dólares para cubrir la canasta básica ampliada urbana ($369,53), lo que equivale a 35 horas de trabajo, es decir, casi una jornada completa de 44 horas.
Por tanto , aunque una persona logre insertarse en el mercado de trabajo, la remuneración que pueda percibir por su trabajo no es suficiente para compensar el desgaste de su fuerza de trabajo, condición que motivan a las personas a migrar.
GĂŠnero y desigualdad
En El Salvador la migración profundiza la desigualdad de género La participación de las mujeres en la migración internacional ha ido en aumento. Hoy representan aproximadamente la mitad de todos los migrantes internacionales (FAO,2018). Sin embargo, en El Salvador, según datos de OIM, la cantidad de mujeres que han sido retornadas de Estados Unidos y México en los últimos 3 años ha estado entre el 20 y 18% del total, siendo los hombres los que más intentan migrar de manera irregular. Las motivaciones a migrar no suelen ser las mismas en hombres y mujeres. Se ha determinado que los hombres emigran especialmente por razones económicas, mientras que las mujeres tienden a movilizarse por motivaciones sociales (Camacho, 2010). Muchas mujeres salvadoreñas y centroamericanas inician el proceso migratorio para huir de situaciones de opresión y violencia (Fernández-Casanueva, 2009) o para reunificar su unidad familiar y contribuir al bienestar colectivo de parientes que quedan en el hogar (Sánchez Molina, 2004).
La migración ha conducido a una reconfiguración de las estructuras familiares y del papel de la mujer La reconfiguración de las familias salvadoreñas por la ausencia del padre, la madre o ambos, afecta al menos a una tercera parte de los hogares del país (Andrade-Eekhoff, 2009), siendo la migración la razón señalada más frecuentemente después del abandono, particularmente el paterno.
Sarah Mahler (2001) menciona varios estudios más recientes que también han demostrado que las remesas se utilizan directamente para sostener las necesidades de supervivencia de la familia, lo cual crea una relación de dependencia para los receptores de remesas.
En algunos casos las mujeres que se quedan en El Salvador aumentan su independencia porque pueden realizar tareas que antes eran dominadas por los hombres sin embargo, la llegada de la remesa no siempre es predecible y esto puede contribuir a generar una mayor dependencia de la mujer con respecto del conyugue, sobre todo porque en muchos casos el acceso a ciertos servicios requiere la presencia del esposo (Mahler,2001).
Desigualdad de género tanto dentro como fuera del hogar Esta situación de hogares monoparentales con predominancia de jefaturas femeninas y dependencia económica resultado de la migración conduce a que las mujeres sean las que más destinan tiempo al trabajo del hogar lo que les impide insertarse en el mercado laboral tal como se observa en la EHPM (2018) en donde del total de mujeres que indicaron que no buscaron trabajo casi el 70% señalaron como causa principal que dedican su tiempos a los quehaceres domésticos
Unido a esta situación, si se analiza la brecha salarial entre hombres y mujeres ocupados, se observa que las mujeres, independientemente de su nivel escolaridad reciben una menor remuneración por su trabajo, incluso, entre mayor es la escolaridad mayor es la brecha. Así, las mujeres que tienen de 1 a 3 años de escolaridad aprobados ganan 50 dólares menos con respecto a los hombres mientras que las que tienen 13 años y más perciben 80 dólares menos que los hombres con el mismo nivel de escolaridad (EHPM, 2018)
Cambio climรกtico y seguridad alimentaria
Temperatura promedio anual en El Salvador :+ 1.3 ℃ en los últimos 60 años y +2-3℃ en los siguientes 60 años.
Esta situación afecta con especial énfasis a la zona oriental del país, la cuál se caracteriza por a su alta vulnerabilidad por estar situado dentro del corredor seco centroamericano y por poseer el mayor porcentaje de hogares que reciben remesas.
1960-1990
(MARN “Presentación de ENCC” 2013)
1980-2010
Escasez de agua y cambio climático
Según datos del MARN (2012) el estrés hídrico afecta de manera desigual según región. Tal como se observa en la ilustración 3, el estrés hídrico severo es mayor en la zona oriental del país, situación que no es casual, ya que esta zona forma parte del corredor seco centroamericano.
Ilustración 3. Situación del estrés hídrico por zona geográfica
Fuente: MARN, 2012
Impacto econĂłmico de los eventos naturales extremos
Las pĂŠrdidas por desastre para El Salvador se calculan en 3,858.0 millones de dĂłlares de 1998 hasta 2015
Estas condiciones de vulnerabilidad ante el cambio climático, ha conducido a que se vea incrementada la falta de seguridad alimentaria y nutricional El estudio “Evaluación de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida” (OXFAM et al, 2019) que se desarrolló en los departamentos de Ahuachapán, Usulután, San Vicente, San Miguel y Morazán se obtuvo que 277, 769 personas se encuentran en graves problemas de una crisis alimentaria por el impacto que tuvo la sequía prolongada especialmente en los meses de julio y junio de 2018- 2019 en el país.
Del total de afectados, un grupo de 152, 747 están ubicadas en la fase II de inseguridad alimentaria significativa. Mientras que 69, 350 personas se encuentran en la fase III de crisis alimentaria y 5,130 habitantes se ubican en la fase IV de emergencia, es decir, que necesitan una ayuda de inmediato.
Asimismo, en promedio cuatro de cada diez habitantes están en una etapa de moderada o alta incidencia de hambre. En el caso del municipio de Jiquilisco, la cifra puede llegar a ser de seis de cada diez personas (OXFAM et al, 2019).
Por tanto, aunque la migración sigue teniendo motivaciones mayormente económicas y de seguridad, existe un vínculo entre el nivel más grave de inseguridad alimentaria y la migración.
El deterioro de los medios de vida, el consumo al límite y pobre de alimentos podrían estar contribuyendo a que algunos hogares en inseguridad alimentaria severa adopten la migración como una medida extrema para enfrentar los problemas de seguridad alimentaria
Imaginarios de la migraciรณn
Cuando migrar es sinónimo de éxito Un aspecto que resulta de suma importancia analizar son los discursos de éxitos que se han ido construyendo alrededor de la migración debido a la tradición migratoria que existente en el país.
Dada la alta migración y los efectos de esta, surgen dos visiones de éxito sobre el migrante:
• 1) El héroe, que con su trabajo y el envío de sus remesas ayuda al país, municipio, localidad o cantón en donde solía residir, así como a sus familias • 2) El salvadoreño aventurero, valiente, emprendedor y trabajador que es requerido en Estados Unidos.
Dichas visiones se ven reforzadas por la precepción de éxito económico debido a la mejora en las condiciones de vida del migrante y su familia en el país.
El discurso de éxito de la migración disminuye la percepción de peligro Los jóvenes, consideran la migración como la forma más rápida de mejorar sus condiciones de vida. Un estudio realizado a jóvenes de 16 a 29 años sobre sus expectativas para migrar (Valencia, 2018) se obtuvo que el 45% tiene planes de irse para Estados Unidos, de estos el 60% han pensado en hacerlo de manera legal mientras que el 40% restante piensan hacerlo de manera irregular. Las razones que los ha llevado a considerar irse, según zona geográfica, son: en occidente ayudar a sus familias (70%), obtener de empleo 20% y amenazas 10%; mientras tanto en oriente el 27% piensa migrar por falta de oportunidades para trabajar, el 26% por inseguridad, 13% por falta de oportunidades para estudiar, 14% por reunificación familiar y un 13% su familia envío dinero para que migrara y un 7% porque consideran que es el sueño de todo joven. En el mismo estudio se les preguntó si habían visto algún vídeo o campaña que promueve que los jóvenes no migren de manera irregular y el 58% dijo que sí las habían visto pero, aunque les muestran los peligros de migrar, la situación económica los impulsa a irse (Valencia, 2018).
Migrar es más que una decisión económica: es cumplir un proyecto de vida Por tanto, si bien los factores centrales que estarían condicionando como alternativa de vida la migración a Estados Unidos, especialmente en los jóvenes, son de carácter económico, es importante indicar que más que por falta de empleo es porque el tipo de empleo al que pueden aspirar no les permite desarrollar un proyecto de vida que va más allá de la inserción laboral, independientemente de los niveles de escolaridad alcanzados o del tipo de empleo que se consigue (Gaborit et al, 2012). La percepción de que «Trabaje lo que se trabaje, no se hace nada» (Gaborit et al, 2012 p 53) es fuerte.
De ahí que “el binomio empleo/desempleo en sí mismo no explica la opción de emigrar, solamente adquiere sentido cuando se constituye en un mecanismo real de construcción de un proyecto de vida que le permita vivir más allá de la mera supervivencia” (Ibid, 2012 p 53).
Conclusiones
La migración responde a condiciones estructurales que a su vez le brinda un carácter estructural a la migración dentro del país (círculo vicioso).
Las causas o condiciones de la migración han sido distintas generando matices en la migración pero la migración siempre ha estado presente
Es necesario discutir sobre el imaginario social de la migración como un elemento que presenta a la migración como el vehículo para lograr la movilidad social que no permite el trabajo.