Globos en la caja
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Galletitas con leche de avena
Galletitas con leche de avena
Si en tu país el gobierno implementa el “horario de verano” con un día indicado para que comience, esa medianoche los relojes deben ser adelantados una hora. “La adaptación suele llevar de tres a siete días”, explica el neurólogo Shigueo Yonekura. Para intentar sortear la situación, la adaptación debe comenzar algunos días antes, yendo a dormir más temprano gradualmente. “Acostarse 15 minutos antes el miércoles de noche, 30 minutos antes el jueves, hasta que ese proceso llegue a una hora el sábado por la noche: eso sería lo ideal”, orienta el doctor Yonekura.
Stela Alonso Matoso tiene 8 años, y desde los 6 escribe historias. El año pasado comenzó a escribir un libro sobre sustentabilidad y bullying. En enero de este año visitó al intendente de su ciudad (Campo Grande, en Mato Grosso do Sul, Brasil) para presentarle parte de su escrito. El gobernante la recibió muy bien y quedó feliz con la idea. A partir de ese contacto, Stela recibió la invitación para visitar una institución que atiende a niños con dificultades mentales. Stela se alegró mucho, y desde entonces visita un cotolengo de su Estado todos los viernes, con lluvia o con calor, para hacer actividades, jugar y contar historias a los niños. “No sé quién tiene más felicidad con las visitas; no sé si Stela o los niños de la institución”, cuenta la madre.
Erick Pereira Camargo tiene 13 años, vive en la ciudad de Itaptiminga (Estado de San Pablo, Brasil) y ganó la medalla de oro en la 12.a edición de la Olimpíada de Matemáticas de las escuelas públicas, actividad en la que participaron más de 17 millones de estudiantes. Al muchacho siempre le gustaron los desafíos, y su gusto por las matemáticas comenzó muy temprano en su vida. ¿Su secreto para aprender? “Prestar atención en las clases, tener dedicación y concentración”, cuenta. Además de eso, Erick es un alumno dedicado en la escuela y en la casa. “Hago las tareas de casa y me dedico un poco más a las matemáticas, pues es mi materia preferida”.
Cristóbal Colón nació en 1451, en Génova, Italia. Pero pasó un período de su vida viviendo en Portugal, donde se casó y tuvo su primer hijo: Diego.
Colón creía que podría ir de España a India en menos tiempo que los navegadores de la época. Presentó su idea a los re- yes de Portugal, pero fue en vano. Entonces buscó a los reyes de España, Isabel y Fernando, que finalmente le brindaron el apoyo que necesitaba.
El 2 de agosto de 1492 la tripula- ción embarcó en dos carabelas, la Pinta y la Niña; y en el navío llamado Santa María viajaba Colón. Al día siguiente, apenas amaneció, partieron en su viaje.
En la noche del 9 al 10 de octubre hubo un motín en las embarcaciones. La tripulación no tenía esperanzas de encontrar tierra firme. Colón prometió que si en tres días no encontraban nada, volverían a España.
El 12 de octubre divisaron tierras. Desembarcaron en una isla que recibió el nombre de San Salvador (actual Bahamas). El día 28 llegaron a Cuba.
Cristóbal Colón murió sin encontrar el camino hacia Asia, y sin saber que, en realidad, había llegado a un continente desconocido para los europeos. Fue Américo Vespucio quien se dio cuenta de que aquel territorio no era Asia, sino América. En 1507, un año después de la muerte de Colón, el continente comenzó a ser llamado América, en homenaje a Vespucio.
Colón volvió a España, y después hizo tres viajes más hacia las tierras recién descubiertas, con la finalidad de ayudar en su colonización. Él pensaba que se trataba del sudeste asiático.
Fernando, otro hijo de Cristóbal Colón, fue quien escribió la biografía de este gran explorador.
De regreso a España, Cristóbal Colón llevó algunos presentes para obsequiar al rey; entre ellos, iguanas. En este cuadro, localiza una iguana perdida.