nivel 2
de la
Arqueología Bíblica Ciudad de David
Digitales del Creador La máquina más compleja del universo
Pasatiempo
Consideraciones
¿PARIENTES?
Desig
Edit
C.Ped
C.Quali
Depto.
29890 - HVN2 - MAIO/2014
Staff ACES Educación Gerente: Isaac Goncálvez Subgerente: Claudia Brunelli Director editorial: Pablo D. Ostuni Directora revista Mis Amigos: Stella R. de Aranda Asesores pedagógicos: Maricel Altamirano - Luis Lamán Diseñadores gráficos: Leandro Blasco - Agustina Flores ISBN Obra completa 978-987-701-295-8 Libro de edición argentina IMPRESO EN LA ARGENTINA Printed in Argentina Primera edición MMXV – 5,4M Es propiedad. © 2015 ACES. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. Borges, Michelson Historia de la vida : ¿Parientes? / Michelson Borges ; edición literaria a cargo de Claudia Brunelli. - 1a ed. Florida : Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015. 8 p. : il. ; 22x15 cm. - (Historia de la vida / Michelson Borges; 7) Traducido por: Milton Bentancor ISBN 978-987-701-302-3 1. Cristianismo. 2. Creencias Religiosas. I. Brunelli, Claudia, ed. lit. II. Bentancor, Milton, trad. III. Título CDD 230
Se terminó de imprimir el 02 de febrero de 2015 en talleres propios (Av. San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires). Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del editor. -108079-
de la
nivel 2
“L
o que me impresiona al mirar a un mono no es que él haya sido nuestro pasado, es ese presentimiento que él llegue a ser nuestro futuro” (Mario Quintana). Muchas personas realmente creen que el ser humano evolucionó de un primate. Y creen que existe una cadena lógica que nos une con ese ancestro. Casi seguro que escuchaste hablar del “eslabón perdido” y sabes –o imaginas– lo que eso significa. No existen evidencias fósiles que comprueben la evolución del hombre. El “eslabón perdido” es una confesión que esa cadena no existe, de hecho. Es una suposición, una hipótesis. Apenas eso. El “eslabón perdido”, que los científicos buscan hace años, continúa perdido (¿no será porque en realidad ese tal “eslabón” no existe?) y confirma así que la aparición del hombre no obedece a un proceso evolutivo, sino que es una obra magnífica del Señor Creador. ¡Cualquier homo que se considere realmente sapiens puede entender eso!
, s o n on nuestros m ¿so
Los
P
parientes?
© Cienpiesnf / Fotolia
iensa en la chica y en el muchacho más bonitos que tú conoces. Ahora imagina un chimpancé o un orangután… ¿Son parecidos? ¿Te animarías a decir que son “primos”? Bueno, dejando de lado el hecho de que ambos –humanos y simios– tienen muchas semejanzas estructurales (dos piernas, dos brazos, dos ojos…) y biológicas, la comparación no puede ir mucho más lejos que eso. Los seres humanos son la obra maestra de la creación de Dios y, como tal, deben ser muy superiores a los animales. Según el profesor Orlando Ritter, existe un gran número de atributos que le confieren al hombre un status singular que jamás podría haber sido desarrollado gradualmente a partir de atributos animalescos. Tampoco podrían existir en un mundo sin significado o propósito. Veamos algunos: USO DE LENGUAJE COMPLEJO QUE IMPLICA UNA CAPACIDAD DE RAZONAMIENTO ABSTRACTO. Las lenguas poseen una subestructura universal que comprende la gramática, el vocabulario y, eventualmente, la fonología. Por eso, no existen “lenguas primitivas” o “prelenguas”, incluso entre los pueblos considerados atrasados. Los seres humanos están, por lo tanto, preprogramados para el habla, lo que en sí mismo constituye una fuerte evidencia de diseño. CAPACIDAD DE PRODUCIR CULTURA. El ser humano es capaz de “cultivar” su mente al proveerle conocimiento y al interactuar con otros en los modos de pensar, creer, relacionarse y comportarse. SENTIDO DE HISTORIA Y TEMPORALIDAD. Es propio del ser humano descubrirse inmerso en el tiempo, “datado”, sintiendo el presente, el hoy, sin quedar preso a él, pudiendo alcanzar el ayer, el pasado, y reconocer el mañana, el futuro. SENTIDO DE RESPONSABILIDAD O DEBER. Impresionante es la peculiar capacidad humana de poseer y de poder desarrollar una conciencia que lo dirige a lo que es correcto, de acuerdo con los códigos morales que el hombre puede conocer, entender, cumplir y, él mismo, elaborar. TRASCENDENCIA. El ser humano, aunque consciente de la realidad objetiva en la que se sitúa e inmerso en la materia, es capaz de liberarse de la unidimensionalidad y de su sentido de finitud y trascender a lo sobrenatural y a lo espiritual.
CAPACIDAD DE REALIZAR ELECCIONES LIBRES. Otro gran atributo del ser humano es que normalmente posee el sentido que “existe” y no meramente que “vive” o que “acontece en el tiempo”. Es capaz de enfrentar elecciones y opciones, reflexionar antes de actuar y, después de haber optado y actuado,
Desig
Edit
C.Ped
C.Quali
Depto.
© Vitstudio / Fotolia
Como el ser humano fue dotado de libre albedrío puede elegir ser pariente de los simios. Pero algunas personas prefieren aceptar el relato bíblico que afirma que somos “imagen y semejanza” de Dios.
HECHOS INCREÍBLES DE LA HUMANIDAD. En todos los dominios del conocimiento y de las realizaciones son notables las conquistas humanas, alcanzadas como consecuencia de la tremenda fuerza del espíritu humano, capaz de enfrentar obstáculos y desafíos de los más diversos tipos y alcanzar alturas casi inimaginables.
?
29890 - HVN2 - MAIO/2014
APRECIACIÓN DE LA BELLEZA Y GRATIFICACIÓN ESTÉTICA. Solo un ser muy singular sería capaz de extasiarse ante un amanecer, frente a una noche estrellada o en el momento que contempla un paisaje. Solamente el ser humano es capaz de apreciar la belleza. Interesante… hay belleza que parece existir exclusivamente para ser apreciada y el ser humano parece haber sido hecho a propósito para apreciarla, desde la melodía de una brisa mansa hasta los acordes de la novena sinfonía de Beethoven.
y nuestros “ancestros”?
¿Escuchaste hablar del “eslabón perdido”? Pues verás, por más que los investigadores evolucionistas se esfuercen e inviertan millones de dólares, el famoso “eslabón” entre los humanos y los simios todavía no apareció. El famoso Neanderthal, por ejemplo, fue un esqueleto completo, encontrado en 1908, en la gruta Chapelle-aux-Saints, en Francia, que sirvió como base para la descripción de ese hombre fósil por el paleontólogo francés Marcelin. Conocido como el “hombre de las cavernas”, el Neanderthal era bajo, regordete, con una cabeza voluminosa (capacidad craneana igual a la del hombre moderno), cara larga, huesos nasales enormes y desarrollados. Debe haber sido de los primeros habitantes de Europa, donde enfrentó las amarguras de un clima hostil y condiciones ambientales extremadamente adversas. La adaptación al frío de aquellas regiones habría resultado en criaturas humanas con cabezas grandes, cuerpos regordetes y estaturas bajas; como todavía hoy se puede observar entre los esquimales y los lapones. Por otro lado, según la misma regla, la adaptación al calor implicaría el desarrollo de criaturas con estatura elevada, miembros largos y cráneos pequeños, con una capacidad craneana que varíe entre los 750 y los 1.300 cm³, como puede ser verificado en los restos del llamado Homo erectus,
encontrados en Asia y en África (el Hombre de Java o el Pitecantropus erectus, el Hombre de Pequín, el Hombre de Rodesia, etc.). En un contexto creacionista parece correcto considerar al Homo erectus como una variedad del Homo sapiens, profundamente modificada. No parece difícil suponer que inmediatamente después del diluvio universal haya habido condiciones para el aumento de la variabilidad en pequeñas poblaciones, especialmente si son sujetas a aislamiento geográfico, a profundos y rápidos cambios ambientales y a los ataques de la entropía. En un contexto como ese, habría condiciones para la sobrevivencia de eventuales aberraciones que sean consecuencia de genes mutantes que se distribuirían con mayor facilidad gracias a la disminución de la competitividad resultante del pequeño número de individuos y del surgimiento rápido de nuevas condiciones entrando en la escena. A la luz de la visión creacionista, no parece tan difícil explicar la tremenda diversidad física y cultural humana, evidente no solamente en la humanidad del pasado, sino también en pleno siglo XXI. (Fuente: Por Que Creio [CPB])
¿ADN compartido? No hace mucho tiempo, los medios de comunicación anunciaron la supuesta semejanza genética entre hombres y chimpancés, y afirmaron que ambos compartían el 99,4% de su ADN. Pero lo que ocurrió fue que el equipo de investigadores, dirigido por Morris Goodman, de la Facultad de medicina de la Wayne State University, comparó 97 genes de seres humanos, chimpancés, gorilas, orangutanes y pequeños ratones. Los investigadores concluyeron que los genes de los chimpancés y bonobos (género Pan) tienen más en común con los genes humanos que con los de cualquier otro primate. Difícilmente esos datos serían suficientes para sostener una conclusión tan radical. Los investigadores compararon apenas 97 genes, sin embargo, el genoma humano (que fue mapeado en su totalidad de una manera bastante “general”) tiene, por lo menos, ¡30 mil genes!, o sea, ¡ellos compararon apenas el 0,03% del total! Además de eso, los genomas de los primates no fueron ni siquiera mapeados de manera aproximada. Así, cualquier intento de comparar el ADN total actualmente es apenas una hipótesis.
Como, de hecho, los chimpancés son más semejantes a los seres humanos que otros monos o simios, ¿por qué eso no se reflejaría en algunos de sus genes? No es ninguna sorpresa que la anatomía parecida refleje genes parecidos, pero eso no tiene nada que ver con el origen de las semejanzas, sea en el nivel anatómico, sea en el nivel genético. La cuestión de los ancestros comunes versus un proyecto común no es concluyente del grado de semejanza. El problema es que, aunque está equivocado, la expresión 99,4 % llama la atención. El público en general es llevado a interpretar los reportajes como si estuvieran diciendo que los chimpancés “son un 99,4% humanos”. Incluso antes que ese porcentaje de semejanza total hubiese sido rebajado al 95%, la sociedad creacionista australiana “Answers in Genesis” ya había resaltado el engaño de esa lógica. Eso fue realizado citando al profesor evolucionista Steven Jones, que afirmó que las bananas comparten el 50% de sus genes con los seres humanos, pero que eso ¡no las transforma en bananas 50% humanas!
Ancestros fraudulentos En general, los científicos están preocupados con la veracidad de los hechos y realizan descubrimientos que contribuyen mucho para el avance del conocimiento. Pero no se puede pasar por alto los grandes errores y fraudes de la ciencia (que tal vez hasta revelen las ansias de probar la supuesta descendencia animal de los humanos). El famoso Hombre de Piltdown fue un montaje fraudulento de un cráneo humano y una mandíbula de orangután. Fue considerado el “eslabón perdido” durante 40 años, hasta que fue desenmascarado. El Hombre de Nebraska (o Hesperopithecus) fue un caso más cómico aún. Con base en un único diente, artistas hicieron diseños del tal “hombre”. Después se descubrió que se trataba del diente de un cerdo.
Wikipédia
Desig
Edit
C.Ped
C.Quali
Depto.
breve es la • cuán vida humana
cuántos grandes •errores comete en sus conclusiones
• cuán limitada es su esfera de acción
• cuáesnsuresvisitrinóngida
•
cuántas veces las conclusiones de la ciencia son revisadas o rechazadas
E R F N Q Q S E T N E U C O C Q U C M O T C I L F N D S T L B S I R Y H I D U O Q I I A R O G I Q A T F D Z I N M B T E D M V C X C MY I L C C V I I L A O N T N T V Ñ V I E U T Y E U T G A H G Q F R N N A U F P V D D Q U L E T A I M A E A A Y V V M F O S X M S Ñ T I S H U D E S Q E O Q I H Ñ V A V M M T XWR E S C D R W C Y G R A N D
o los períodos •decóm desarrollo de la
Tierra, de tiempo en tiempo, aumentan o disminuyen millones de años
cómo las teorías •sus tentadas por
diferentes científicos se encuentran en conflicto entre ellas
Quedamos con esta grandiosa simplicidad: “Creó Dios, pues al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó” (Génesis 1:27). Y confirmamos nuestra noble genealogía: “...hijo de Adán, hijo de Dios” (Lucas 3:38) (La educación, p. 130).
Carlos Seribelli
C on s i de r a n d o. . .
© Arturaliev / Fotolia
29890 - HVN2 - MAIO/2014
CONSIDERACIONES
Carlos Seribelli
diopues gen 27). ble hijo
Ricardo Tul
Muchos descubrimientos arqueológicos han acontecido por pura casualidad, mientras se construía alguna obra pública. Recientemente, en Jaffa (antigua Jope), por ejemplo, cuando se estaba reformando una de sus avenidas, fueron encontradas ruinas de los templos de los Cruzados. Se detuvo la reforma y los arqueólogos excavaron y documentaron lo que fue encontrado. Curiosamente, a veces sucede al revés: por no realizar una obra pública se propició un importante descubrimiento arqueológico en estos días en Jerusalén. Se cuenta que en el comienzo del siglo XVI, el sultán Suleiman tuvo un sueño que lo dejó profundamente impresionado. Él vio los muros de Jerusalén caídos y se sintió llamado a reconstruirlos, bajo el peligro de, si no lo hacía, ¡ser quemado en el infierno! Supersticioso como era, el sultán no quiso correr riesgos y, sin jamás haber ido a Jerusalén, ordenó que sus muros fuesen reconstruidos. Las obras comenzaron en 1537 y fueron concluidas en 1541 (poco tiempo después del descubrimiento de América). Quien visita Israel puede, todavía hoy, ver esos imponentes muros y sus majestuosos portales circundando la vieja Jerusalén. Una parte de la ciudad, sin embargo, ¡quedó del lado de afuera de los muros! Tal vez haya sido un error de los arquitectos o, tal vez, por codicia, pues si hacían un muro más pequeño les sobraría algún dinero para ellos. Lo real es que, enojado con esa situación, el sultán ordenó la muerte de los constructores. Aunque a Suleiman no le gustó la historia, los arqueólogos de hoy, ¡están disfru-
io Gandelma
n / Flickr
S
Torre de David tando mucho! Ellos están descubriendo cosas muy importantes del lado de afuera que, si estuviesen dentro de los muros, no podrían ser excavadas. Al final, Jerusalén es una ciudad sagrada para varias religiones y, además de esto, está toda ocupada. Aunque se sabe que la ciudad, sin duda alguna, está asentada sobre tesoros históricos de valor incalculable, es casi imposible excavar dentro de los muros. ¿Sabes lo que los ingenieros y arquitectos del sultán dejaron del lado de afuera de los muros? ¡Justamente el área donde el rey David había construido su palacio! La Biblia dice que “habitó David en la fortaleza y la llamó Ciudad de David; fue edificando alrededor, desde Milo y para adentro. […] Hirán, rey de Tiro, envió mensajeros a David, y madera de cedro, y carpinteros y albañiles, que edificaron una casa para David” (2 Samuel 5:9, 11). Esa área, actualmente, está siendo excavada por los arqueólogos. ¡Estamos ansiosos para saber lo que ellos descubrirán allí! Jorge Fabbro es arqueólogo, coordinador del curso de Postgrado en Arqueología del Oriente Medio antiguo en la Universidad de Santo Amaro (Unisa) y presidente de la Asociación de amparo a los niños y a los adolescentes (Educriança)
Desig
Edit
C.Ped
C.Quali
Depto.
29890 - HVN2 - MAIO/2014
La máquina “No hay placer más complejo que el de pensar” decía el poeta y escritor argentino Jorge Luis Borges. De hecho, el aparentemente simple proceso del pensamiento es algo de una complejidad impresionante. Nuestro cuerpo es controlado y coordinado por más de tres trillones de células nerviosas, nueve billones de las cuales están situadas en el córtex cerebral. Si ellas fuesen alineadas punta a punta, su extensión alcanzaría más de 75 kilómetros. Todo eso es coordinado por 120 trillones de “cajas de conexión”. Ese intrincando sistema es compactado en un insondable complejo de caminos neuronales. La tarea de contar cada terminación nerviosa del cerebro a la velocidad de una por segundo, llevaría 32 millones de años. Impulsos nerviosos se mueven a velocidades altísimas en las fibras nerviosas para transmitir informaciones a cada punto del cuerpo. El sistema es semejante a una nación moderna interconectada por billones de cables telefónicos. Esa inmensa red de comunicaciones recibe o emite 100 millones de impulsos electroquímicos por segundo. Ella está conectada a cada milímetro cuadrado de la piel, a cada músculo, a cada vaso sanguíneo, hueso u órgano. Y todo eso a través de la médula y del cerebro, que pesa cerca de 1,5 kg y, sin embargo, consume –él solo– más del 20% de la energía requerida por el cuerpo. Piensa en el latido inconsciente del corazón, en tus párpados pestañeando, en la respiración continua de los pulmones, en los alimentos siendo procesados por los intestinos, en una pierna que se mueve. Todo eso es orga-
nizado y dirigido por el cerebro. Piensa en las emociones, en la atracción sexual, en el amor entre padres e hijos, en los sueños, y en los pensamientos. Ellos también son producto del cerebro. Su misión más elemental es recoger los estímulos externos, captados por los sentidos, y transformarlos en impulsos eléctricos que recorren las neuronas. Toda esa información es catalogada y archivada en la memoria. Es a ella que el cerebro recurre cuando necesita tomar decisiones, comandar los movimientos corporales y organizar el pensamiento. En este exacto momento, tu sistema nervioso está procesando una serie de informaciones al mismo tiempo: la interpretación de estas palabras, la textura del papel de esta revista, los sonidos de fondo en el ambiente, los olores que te rodean, etc. Y tú casi no te das cuenta de nada de eso. El profundo y nuevo conocimiento sobre el cerebro, adquirido e n gran escala en los años recientes, muestra que ese órgano fue excelentemente proyectado y capacitado más allá de las maravillas que la imaginación ignorante le atribuía. En un cuestionamiento bastante simple, ¿sería posible una mera combinación accidental de masa, energía, casualidad y tiempo para producir un órgano tan maravilloso y complejo? Por inspiración, el rey David escribió hace tres mil años palabras que no pueden ser superadas: “Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!” (Salmo 139:13-14). Michelson Borges
© 4designersart / Fotolia
más compleja del Universo