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El expreso bíblico

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Curiosidatos

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COLECCIONISTAS DE BASURA

Quizá lo seas, y no te estés dando cuenta.

Hoy hablaremos de los coleccionistas. ¿Tienes alguna colección en tu casa? Personalmente, me gusta coleccionar monedas y billetes. Conozco a personas que coleccionan juguetes antiguos, estampillas y hasta tazas. La actividad del coleccionista es buena. Algunos dicen que produce relajación y cierto bienestar anímico.

Sin embargo, hace unas semanas estaba mirando un programa de televisión. Se trataba de un reality llamado “Obsesivos compulsivos”. En él, mostraban personas que “coleccionaban” cosas, pero a su manera. Se trata de gente que padecía alguna patología que las llevaba a acumular cosas en sus casas de manera descontrolada. Así, convertían su casa en montañas y montañas de basura.

La mayoría de estos coleccionistas compulsivos pasaron por algún trauma sentimental o por una crisis emocional. Tan grande es su vacío que necesitan llenar espacios en su interior y lo hacen con objetos sin valor alguno. ¡Literalmente, se transforman en coleccionistas de basura! A este trastorno se lo conoce como “Síndrome de Diógenes”. En la Biblia se habla de algo similar, pero desde una perspectiva espiritual. El apóstol Pablo, en Filipenses 3:8, dijo: “Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo”. La palabra clave que podemos destacar en este texto es “basura”. En el idioma original

EL SÍNDROME DE DIÓGENES

Es un trastorno del comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y social, así como por el aislamiento voluntario en el propio hogar y la acumulación en él de grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos. Afecta, por lo general, a personas que viven solas.

En 1960 se realizó el primer estudio científico de dicho patrón de conducta, y en 1975 se lo bautizó como “Síndrome de Diógenes”. Esta denominación hace referencia a Diógenes, filósofo griego que adoptó y promulgó hasta el extremo la independencia de las necesidades materiales y los ideales de privación. Así, Diógenes solo portaba consigo lo estrictamente necesario y, por lo tanto, coincide con las personas que sufren este síndrome ya que creen que todo lo que almacenan o guardan es o será necesario en algún momento.

podría traducirse como “desechos que se tiran en la calle”.

Hay momentos en nuestra vida que empezamos a “coleccionar basura”, y no hablo de la basura material; me refiero a la basura interior que cargamos. Hay emociones, pensamientos y sentimientos que no tendrían que estar en nuestro corazón. Sin embargo, poco a poco, los vamos juntando sin que nos demos cuenta. De este modo, acumulamos sensaciones de rencor, ira, egoísmo, inseguridad, frustración, vergüenza y autoestima baja.

Además, cuando leo este versículo, veo que hay algunas cosas que busco y deseo que, poniéndolas en un panorama bíblico, no tienen en absoluto valor. El verdadero valor de la vida es conocer a Cristo. Ya sabes, la próxima vez que te pregunten cuál es el valor en la vida, la respuesta es clara: conocer a Cristo todos los días.

Como jóvenes, continuamente estamos bombardeados de tentaciones, que lo único que hacen es separarnos de Dios. Poco a poco vamos guardando cosas que no nos aportan nada. Dios desea que tu corazón esté totalmente limpio y que consumas cosas que aporten valor a tu vida. Por eso, en otra oportunidad el apóstol Pablo dijo: “Debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu; y en el temor de Dios procuremos alcanzar una completa santidad” (2 Cor. 7:1, DHH).

Este inicio de año es una buena oportunidad para permitir que Dios nos limpie de toda contaminación emocional y para que dejemos de “coleccionar basura”. En este momento puedes decirle a Dios: “¡Límpiame, Señor! Quiero consumir cosas que aporten valor a mi vida; y por sobre todas las cosas, quiero conocer más de Jesús y así prepararme de la mejor manera para ir al cielo. En el nombre de Jesús, Amén”.

Por Lautaro Silva, autor de devocionales en YouVersion Bible y capellán en el Instituto Adventista de Los Polvorines (Bs. As., Argentina)

@losmellissilva

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