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Palabras de la Biblia
Vivimos esperando cosas. Siempre. Y, a veces, no nos gusta esperar. Pero sí nos gusta tener esperanza. Si has conocido a alguien que no tiene esperanza, seguramente no era muy feliz. La esperanza nos mantiene expectantes, vivos, alertas y optimistas.
Sin embargo, en el Biblia, la esperanza tiene un condimento más. Algo que la hace única.
ESPERANZA
En el Antiguo Testamento, hay dos palabras hebreas claves que podríamos traducir como “esperanza”:
: Es la esperanza que da resistencia. “Aunque él me matare, en él esperaré” (Job 13:15). También se usa esta palabra en Génesis 6 al 9 cuando se dice que Noé y su familia tuvieron que esperar para que las aguas del Diluvio retrocedieran.
: Es la esperanza que da nuevo vigor. “Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas” (Isaías 40:31).
Es interesante saber que esta última palabra proviene de una raíz que significa “cordón”. Este verbo tiene que ver con la tensión de anticipación de esperar algo, como cuando un cordón se estira con fuerza y se tensa hasta que se rompe, y la tensión se libera.
Yakhal y qavah aparecen más de cuarenta veces en el libro de los Salmos.
Como vemos, en la Biblia la esperanza es mucho más que un simple optimismo. Porque el optimismo consiste en elegir ver cómo las circunstancias, por más difíciles que sean, podrían funcionar de la mejor manera. Pero, la esperanza bíblica no se trata solo de las circunstancias, sino que se basa en Dios. Las personas que tienen yakhal o qavah, en la Biblia, reconocen que, aunque nada mejore, ellos eligen tener fe y esperar. “Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti” (Salmo 39:7).