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Editorial
Texto: Pablo Ale, pastor, periodista y director de Conexión 2.0.
La batalla real por salvar al mundo
“Nunca hubo una guerra buena o una paz mala” (Benjamin Franklin).
“Un mapa con varios jugadores que lo recorren intentándose matar unos a otros”. Así me resumió un simpático amigo adolescente de qué se trataba Fortnite, el videojuego que hace furor en el mundo y acumula cada día premios y reconocimientos, así como más usuarios y fanáticos. El juego combina la habilidad para moverse con el pensamiento estratégico, la táctica, el diseño, el ingenio y la creatividad.
“Para no morir, se pueden formar equipos, conseguir armar y hacer construcciones para defenderse”, continúa mi amigo. “El juego comienza con la llegada de todos los jugadores a una isla y termina cuando solo queda vivo uno (o un equipo)”.
Jugar para vivir. Jugar para no morir.
La Biblia habla de una guerra más antigua que la del Fortnite: la batalla entre el bien y el mal, que comenzó con Lucifer en el cielo y luego se trasladó a esta Tierra. Entre ella y el mencionado juego de moda, hay semejanzas y diferencias: 1. Hay un mundo que salvar: en el juego hay muchos personajes, al igual que en el gran conflicto cósmico entre Dios y Satanás. Sin embargo, hay un héroe que (a diferencia del Fortnite y distante de toda lógica) elige morir en la cruz para salvarnos a todos: Jesús (Juan 3:16). 2. Hay un avatar que representar: cada jugador de Fortnite elige un seudónimo y se le asigna un avatar; es decir, un personaje que lo identificará en todas las partidas. Satanás es un experto en disfrazarse de ángel de luz para engañarnos (2 Cor. 11:14). Nosotros, por nuestra parte, debemos ser auténticos cristianos, sin máscaras, caretas ni engaños. 3. Hay que planificar: tanto en la vida espiritual como en Fortnite, no es posible obtener logros sin planificar. Piensa en la historia que contó Jesús en Lucas 14:28 al 32. Nadie construye una torre ni va hacia una guerra sin hacer los correspondientes cálculos. “Quien fracasa en planificar planifica fracasar”, dice una frase popular. 4. Hay que definirse: tanto en Fortnite como en la guerra contra el pecado, no existe la neutralidad. “Nadie puede servir a dos señores” dijo Jesús (Mat. 6:24). Y también agregó: “El que no está a mi favor, está en contra mía; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mat. 12:30).
Que Dios te dé cada día la fortaleza para elegir lo correcto y ser un triunfador en esta gran disputa universal. Tu vida eterna está en juego.