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Bitácora de viaje

Bitácora de viaje

UN MUNDO PARA APRENDER

Descubriendo lo que enseñan los animales y las plantas.

Carlos Linneo, gran científico y naturalista, es reconocido por haber clasificado a los seres vivos en diferentes niveles jerárquicos. Él dijo en cierta oportunidad: “He visto pasar de cerca al Dios eterno, infinito, omnisciente y omnipotente, y me he postrado de rodillas en adoración”.

La naturaleza es uno de los libros de Dios, a través del cual vemos su amor y recibimos grandes lecciones

Solo ponte a pensar en el armiño, ese hermoso animalito blanco que habita los bosques de Asia y Europa. Debido a su hermoso pelaje blanco, es muy buscado por los cazadores, quienes obtienen crueles ventajas de ellos. ¿Cómo logran atraparlos? Para el armiño, es muy importante mantenerse limpio e impecable. Por esta razón, siempre evitan todo aquello que esté sucio. Conociendo esta característica, los cazadores cubren con barro la entrada de sus madrigueras y los armiños son capaces de quedarse afuera y enfrentar la muerte con tal de evitar ensuciarse. ¡Qué gran lección! ¡La pureza vale más que la vida!

Son muchos los aprendizajes que Dios nos imparte en este gran libro de la naturaleza. Como dijo Job: “Solo pregunten a los animales, y ellos les enseñarán; pregunten a los pájaros del cielo, y ellos les contarán” (Job 12:7, NTV).

Luego de leer los libros que te recomendamos en las fotos de arriba, te proponemos estas actividades: 1-Piensa en un animal o en una planta que no se mencione en el libro, e investiga todo lo relacionado con sus características físicas, su forma de vida, la función que cumple dentro del ecosistema, etc. Luego, piensa en las lecciones de vida que obtuviste. 2-Redacta un texto con la información obtenida y su lección de vida. 3-En grupo, compartan sus textos y escriban la versión final. 4-Unan los textos obtenidos en el aula y elaboren una linda tapa para formar un libro. Es maravillosa la forma en que Dios nos enseña: “Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que creó […]” (Rom. 1:20, NVI).

Por Zoraida Plasencia, oriunda del Perú, maestra de Educación Primaria y directora de la revista Mis Amigos.

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