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Vivir bien

Vivir bien

SALIR DE BABILONIA

Un gran desafío y una gran promesa para el fin de los tiempos.

Siempre me intrigó leer Apocalipsis 18:4: “Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”.

En el último mensaje de amonestación al mundo, fuimos llamados a predicar el evangelio eterno. Y si hablamos de evangelio eterno, sabemos que está ligado al mensaje de los tres ángeles.

Me gustaría que me acompañes a la Biblia, al libro de Apocalipsis, y que junto conmigo leas el capítulo 14, los versículos 6 al 11. Pero específicamente vamos a detenernos en el mensaje del segundo ángel.

Analicemos que, además de utilizar un solo versículo de este capítulo, el mensaje de advertencia no termina allí. Apocalipsis 14:8 se conecta directamente con Apocalipsis 18, y se amplía muchísimo más (te recomiendo estudiarlos con el Comentario bíblico adventista).

Aquí es donde quiero que nos detengamos.

En Apocalipsis 18:4 dice que el mensaje que tenemos que proclamar es que salgamos de Babilonia. ¿Qué significa esto?

Queridos jóvenes, creo que todos, a lo largo de nuestro caminar con Cristo, hemos escuchado que siempre se ha predicado ese mensaje especial para todos aquellos que se encuentran en “Babilonia”, siempre haciendo alusión a la Roma papal, la Iglesia, unida con el Estado.

Pero ¿este mensaje será solo para ellos? Creo que Babilonia es mucho más que una institución. Babilonia es un pensamiento, una filosofía, una forma de vivir en rebelión contra Dios. Entonces, sabiendo esto, y estudiando cómo actúa “Babilonia”, podemos concluir diciendo que tienen un espíritu que obliga, amenaza, somete, y que es contrario a lo que Dios desea para nosotros. ¿Podemos formar parte de Babilonia sin estar en Babilonia literalmente? Sí. ¿Cuándo? Cuando nos ponemos a nosotros mismos por encima de la Palabra y la voluntad de Dios. ¿Podemos predicar a las personas, con la ayuda del Espíritu Santo, que “salgan de Babilonia”? Claro que podemos. Pero, para invitarlas a “salir”, primero debimos haber salido nosotros; es decir, ser un testimonio vivo de ese llamado.

Florencia Arias

Recuerda que Satanás es quien amenaza, obliga, apura y persigue... Lo ha hecho desde que estaba en el cielo. Por el contrario, el carácter de Dios no obliga a nadie, sino que nos habla a través del estudio de las Escrituras, y siempre que pidamos su dirección para tomar una decisión o llevar a cabo una acción, de seguro nos responderá. Desde luego, Dios siempre nos brinda la libre elección de seguirlo por amor o, por el contrario, ser parte de Babilonia. Y tú, ¿qué elegirás?

La vida se trata de libres elecciones, pero solo aquel que decida escuchar la voz de Dios sin amenazas exteriores será capaz de estar totalmente del lado de la verdad.

Por Florencia Arias, estudia Profesorado en Educación Inicial en la Universidad Adventista del Plata y es miembro de la Iglesia Adventista de Camarero.

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