Capítulo 1

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N1

junio

Sumario Editorial

DE L

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ra . d TA S S I . a V tr RE P. N . I . E C.

e los

1­2

Cuentos a chorros

3­45

Cuentos a chorros

47­67

Fuentes de Canena

46

Lírica y tradición

68­79

Código de conducta

81­82

Mujeres del cerro

84­87

Exposición

89­90

Escuela de adultos

92­98

Guardería Municipal

80

Noticiario

83

Noticiario

88

Carta al alcalde Noticiario

91

99

Recorrido fuentes

100­102

Poema árabe

105­106

Consumo de agua

103­104

Pasatiempos

107­108

Un oficio de antaño 109­110 AMPA

Noticiario

Jubilación

111­114

115­116

117­120

Balance Ecoescuelas Colaboraciones

121

122


EDITORIAL

1

El tema del agua ha resultado muy fructífero en diferentes ámbitos. El simbolismo de las diferentes religiones y corrientes filosóficas, asocian el elemento con la pureza, la renovación...la vida; y no es casual esa coincidencia en cuanto a la importancia del líquido elemento, sino una evidencia científica: la mayor proporción de nuestro cuerpo es agua y poca gente pone en duda las teorías evolutivas de Darwin. Las Artes de todas las épocas : Arquitectura, Escultura, Pintura, Literatura...se han inspirado y han bebido de esta fuente: "Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir;" Canena, por su enclave natural y su riqueza hidrológica, ha tenido históricamente una estrecha relación con sus manantiales. De un lado, las labores eminentemente agrícolas ( regadíos, abrevaderos para las bestias; de otro las tareas del hogar (lavaderos) ; y la vida social han girado en torno a las fuentes, los pilares, el balneario y el pantano. La idea de esta revista surge tras la convocatoria del concurso de cuentos en torno a la temática del AGUA, dentro del Programa de Ecoescuelas que nuestro centro está llevando a cabo desde el curso pasado. La calidad de esos relatos y sobre todo el interés que entre nuestro alumnado ha despertado, sería suficiente motivo para inaugurar esta publicación; pero además, la acogida y participación de toda la comunidad educativa en este proyecto de Ecoescuelas, ha dado como resultado una labor de investigación, creación plástica y literaria, exposición, jornadas de convivencia, de intercambio de experiencias que excede el ámbito educativo, implicando a toda la localidad. ”Gota a gota” encierra una doble simbología: principalmente, trata de concienciar sobre el uso responsable de un recurso escaso; de otro lado, expresa con exactitud la labor de las personas que hemos elegido la profesión de magisterio, tan denostada a veces y la ejercemos en estos tiempos tan poco propicios. Somos conscientes de que toda conquista sólida requiere de ese continuo “goteo”; del esfuerzo, la constancia y la paciencia. Educar en la protección del Medioambiente es también una tarea lenta que requiere la unión de “toda la tribu”. Los caneneros han demostrado que saben cómo hacerlo sea cual sea su ámbito. Esta revista, por tanto, pretende ser un testimonio de este proyecto que ha comprometido e ilusionado a toda la comunidad en la lucha por un entorno más habitable y sostenible. Ana Chica Aceituno


EDITORIAL

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EDITORIAL PARA EL LIBRO “EL AGUA”

“ARROYO CLARO, FUENTE SERENA…”

Esta fue una de las canciones que me enseñó una de mis maestras, y que cantábamos entonces en el colegio cuando jugábamos al corro o mientras aprendíamos a coser las niñas en el patio, bajo su atenta mirada.

Tú, Arroyo de la Yedra (“El Royo”, como familiarmente te llamamos en Canena) nos oías algunas tardes y seguro que ponías ritmo a nuestras canciones con tu lento y limpio camino hasta el Guadalimar. Te alimentabas de serenas fuentes, y por ello nos ofrecías tus aguas cristalinas y tranquilas para que pudiéramos lavar en ellas las ropas, que nuestras madres nos habían cosido y que con tanta ilusión estrenábamos cuando llegaba una fiesta. Seguramente tú, Arroyo, fuiste el origen de nuestro pueblo. Tú llenaste de ilusión los ojos de los primeros visitantes de estas tierras y después les diste tu frescura cuando se convirtieron en habitantes y vecinos tuyos. No te enfurezcas. No es tuya la culpa de llevar aguas turbulentas y agitadas cuando la lluvia cae en demasía. Tampoco la tiene la tierra que no puede absorberla tan rápidamente. ¿Cuál es la razón de que quieras aumentar tu cauce sin importarte las trabas que pongamos en tu camino? Tus fuentes siguen serenas, te siguen aportando su vida. ¿Qué fuente extraña tuerce tu camino? Calma, “Royo” mío, calma. Guarda para nuestros hijos algo de tu antigua prestancia, de tu cristalino discurrir entre los chopos ondeantes (¿dónde se fueron?), de tu olor a jabón casero cuando lavaban en tus remansos. Haz un trato con el pueblo: “Limpiad mi cauce, detened las aguas locas, dejadme mirar al Castillo… yo dejaré que os miréis en mis limpias aguas y os acunaré por la noche con mi leve murmullo” (Rosa Reyes Cobo)


CUENTOS A CHORROS

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IO D E EM

EL COPITO NAVIDEÑO

M ER P RI

R

P

2º E.S.O.

La historia de una elfa y su amigo y cómo consiguieron salvar la Navidad y convencer a La Tormenta de que dejara libre a Papa Noel.

E.S.O.

Canena 05/03/2013

COPITO

ELFITA

Hace uno o dos años por Navidad, en el taller de Papa Noel, todos los duendes estaban muy atareados preparando los últimos regalos, adornando con lazos las cajitas y rellenando los ositos. Todos estaban nerviosos, ya que el tiempo se les echaba encima y pronto llegaría Papa Noel. Años pasados todo estaba preparado en esas fechas pero habían tenido problemas con las máquinas de golosinas y las de hacer muñecas. Trabajando en la máquina de muñecas, en el taller de los vestidos, estaba Elfita, una pequeña elfa de pelo de oro y orejitas puntiagudas. Sus ojos eran esmeraldas y su largo pelo desentonaba con su baja estatura. Terminó la preciosa muñeca que estaba haciendo y se dirigió a la salida para llegar a su cálido hogar. Por el camino empezó a nevar y Elfita se alegró de vivir cerca de la fábrica, aunque al no tener paraguas acabó llena de fríos y pequeños copos de nieve. Cuando entró por la puerta alguien gritó: ­ ¡Cuidado, que me vas a tirar! Elfita se asustó y dio un respingo, intentando saber de dónde venía esa aguda y chillona vocecita y preguntó: ­ ¿Quién eres y dónde estás? A lo que la voz contestó:


CUENTOS A CHORROS

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­ Soy el copito navideño y estoy sobre tu gorro. La Navidad está en peligro y traigo malas noticias. Elfita buscó en su gorro y en el pompón encontró a una pequeña gota congelada con unos grandes ojos azules y un sombrero de Papa Noel. La gotita dijo: ­ Me puedes llamar Copito a secas, y, por cierto, aléjame de cualquier fuego. Elfita contestó: ­ Claro, pero ¿Por qué dices que traes malas noticias? A lo que Copito agregó: ­ Te digo esto porque he oído que Papa Noel no puede llegar al taller, ya que está atrapado en una enorme tormenta de nieve que no termina y a este paso los niños no podrán tener la Navidad. Por favor, acompáñame para intentar rescatarlo y hablar con La Tormenta para que termine de nevar. Elfita se preocupó mucho por Papa Noel pero enseguida supo que debía ir a salvarlo. No sería fácil convencer a la tormenta, pero era valiente y no se detendría ante nada. Al amanecer recogió todo lo que necesitaba; ropa de abrigo, una tienda de campaña, mucha comida etc. En cuanto estuvieron listos salieron, y vieron que nevaba con más fuerza que antes. El día se pasó muy rápido y pronto se les echó la noche encima, por lo que decidieron acampar. A la mañana siguiente la capa de nieve era muy espesa, y después de un breve desayuno siguieron su camino. Mientras caminaban, Copito le contó muchas de sus historias a Elfita y ella escuchaba entusiasmada, disfrutando de todos los relatos. Después de un día a pie, llegaron a un lugar en el que reinaba la oscuridad y nevaba muchísimo. Esa forma de nevar no podía ser natural. Ambos se armaron de valor y se adentraron en la tormenta. Poco tiempo después Elfita vio el rostro de La Tormenta y dio una voz para llamar su atención. La Tormenta la oyó y se acercó, con una potente voz que indicaba que estaba muy enfadada dijo: ­ ¡Vete, aquí no eres bienvenida! Elfita se asustó pero siguió hablando: ­ Soy Elfita y te pido por favor que dejes libre a Papa Noel, porque tiene que repartir regalos a todo el mundo por Navidad. La Tormenta gritó: ­ ¡Los niños no se merecen regalos porque ninguno ahorra agua y la desperdician sin tener en cuenta su importancia! Por eso, como castigo retengo a Papa Noel para que se queden sin regalos y cuando todo pase, lo liberaré.


CUENTOS A CHORROS

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Elfita contestó: ­ Sé que algunas personas malgastan el agua, pero se están tomando muchas medidas para evitarlo y la gente empieza a comprender que el agua es un bien muy preciado. Por favor, no le quites la Navidad a los niños. La Tormenta comprendió que era injusto dejar a todo el mundo sin Navidad y que aunque en ocasiones se malgastara, había gente que la cuidaba. De pronto La Tormenta se marchó y dejó salir a Papa Noel. A éste no le había pasado nada y pronto pudieron ponerse en marcha. En dos días llegaron al poblado, justo a tiempo para la Navidad. Papa Noel les dio las gracias y se marchó en su trineo diciendo: ­ ¡Feliz Navidad! Celia Ortiz Godoy


CUENTOS A CHORROS

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COMO BUSCAR AGUA EN EL DESIERTO. Agua. Era lo que necesitaba. Podía estar sin comer, e incluso sin dormir, pero necesitaba agua. Estaba tumbada en medio de ninguna parte, cuando la luz del Sol deslumbraba de una manera exagerada. El suelo estaba caliente, me ardía la espalda, la tenía roja como un gran tomate. Apenas tenía fuerza para levantarme, pero lo conseguí. Estaba un poco mareada, aunque enseguida se me pasó. Como dije, estaba en medio de ninguna parte, no había nada ni nadie, ni un mísero hierbajo en aquel suelo tan estéril, de colores marrones y amarillos. Era un desierto, uno como todos, solo con pequeños lagartos correteando entre los cactus, y con un sol radiante que podía dejarte ciego tan solo con levantar la cabeza. Eché a andar, estuve horas y horas caminando, acalorada, y muy muy sedienta. Paré a descansar. Dije que podía estar sin comer, aunque en realidad, mi estómago sonaba como un gran trueno en una noche de tormenta. Busqué a mi alrededor a ver si había algo comestible, aunque fue un absurdo, no creo que en el desierto hubiera comida, a no ser que me comiera un cactus... Después de un rato de descanso, me puse en pie otra vez, y comencé a caminar. Era ya por la tarde, veía como el calor aflojaba, y los pájaros iban en busca de sus refugios para la noche. Pude ver cómo el Sol desaparecía en el horizonte, y todo quedaba oscuro, con algunos destellos de luces azules y moradas. Había sido un largo y abrasador día, tenía que dormir para reponer fuerzas para mañana. Al día siguiente ya estaba mejor, me desperté y pude ver como salía el Sol. Todo hay que decirlo, nunca había visto un amanecer tan bonito como el que estaban viendo mis ojos en ese momento. Ya a primeras horas de la mañana comenzaba a hacer calor. No podía aguantar más sin comer, por lo que me puse a escarbar en el suelo, hasta que encontré unos bulbos jugosos a poca profundidad, que también saciaron algo mi sed. Era poca cosa para mí, aunque tendría que conformarme. En casa, todas las mañanas me lavo la cara, para quitarme las pitarras, pero aquí no sabía que hacer, puesto que no había agua en ningún sitio. Fui, si se puede decir así, ''ingenioso'', y chupé un poco la yema de mis dos dedos índices y me di con ellos en los ojos, para poder despejar la vista.


CUENTOS A CHORROS

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Como era de esperar, eché a andar. Todo el rato lo mismo, andar, andar y andar, que aburrimiento, pero tenía que hacerlo, si no, moriría pobre y solitaria en aquel desierto. Estuve un buen rato andando, era ya casi el mediodía, cuando me senté en una gran roca a descansar, donde encontré algo muy curioso. Encima de la roca había un cochecito rojo de juguete. Al principio, no podía encontrar una explicación para eso, porque, ¿quién se encuentra un cochecito de juguete en un desierto? Me parecía algo extraño, aunque poco a poco fui recuperando mi lucidez. Había oído hablar de este desierto en clase, y había un pueblo, Grete, cerca de aquí. Por lo tanto, supuse que alguna familia habría tenido que haber venido con su hijo, quién perdió su cochecito de juguete. Lleno de alegría por saber que pronto iba a encontrar a la civilización, me puse a andar, aunque más bien, correr. Fui hacia el norte, donde se distinguían huellas humanas en el suelo, una larga fila de huellas que se dirigían a algún sitio, que por mis conocimientos y mi lógica, supe que era Grete, y las huellas de la familia que visitó el desierto. Ni si quiera paré a descansar al mediodía, estaba tan emocionada, que estaba muy nerviosa, y no podía esperar más para encontrar el pueblo, y por lo tanto, comer, descansar y BEBER AGUA. Ya pasado el mediodía, pude ver a lo lejos, en el horizonte, una nube gris, de contaminación, pensé que era, por lo que allí estaba Grete, con una gran fuente de agua esperándome. Parecía estar cerca, aunque empezó a atardecer y todavía no había llegado. Me di prisa, y conseguí llegar a mi destino. Mi pueblo se encontraba a unos 200 km de allí, por lo que preguntaría a alguien que si por favor podría llevarme junto con mi familia. Allí estaba, en tierras gretenses, y nada más entrar al pueblo, una gran fuente rebosando de agua frente a mí. Corrí desesperada hacia ella, y me metí dentro, me daba igual lo caliente o fría que estuviera el agua, me metí de todas formas. En efecto, estaba fría, así que perfecta para beber. Entonces, pasaba por allí un hombre, ya de 50 años o más, que se quedó mirándome con cara rara, creo que de asombro, de ver allí a una chica de tan solo 13 años metida en una fuente... Le pregunté que qué le ocurría, y el hombre, sonriente, solo dijo: ''La juventud de hoy día...¡como buscar agua en el desierto!''. María Elena López García


El Mago de Aguoz

CUENTOS A CHORROS

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Érase una vez un chaval llamado Danox, que nació hace mucho, mucho tiempo en la mítica ciudad de Aguoz. Este muchacho era hijo del ministro del agua de la ciudad. Su padre un día estaba haciendo el recuento de agua de la ciudad, ya que era lo que mantenía a la gente viva. Cuando ya estaba terminando, cayó en una trampa puesta por Danolox, un muchacho de la edad de Danox pero este era extremadamente malo y en vez

de usar el agua para ayudar a los demás o para mantenerse vivo, que también, la contaminaba mediante una máquina inventada por él. Una vez contaminada el agua, aquel de los aguocenses que la tocara o bebiera, caería en una maldición y se transformaría en un “Danolax”, un ser malo e inconsciente, que se alimentaba de chupar el agua de los aguocenses y convertirlos en danolax inmaduros. A los dos días del secuestro del padre de Danox, Danox salió a buscarle por toda la provincia del agua, ya que no aparecía, Danox lo dio por muerto y cayó en una profunda depresión,

hasta que un día llegó a su casa el “Mago de Aguoz”, una persona capaz de controlar el agua y darle usos increíbles, como convertir los danolax en seres puros y fuertes llamados “Escoltas del Agua”. El mago vio a Danox y le enseñó una gota de agua que sacó de su brazo y le dijo: _Danox, esto es agua atlamia, puede dar una vida o incluso quitarla, pero su uso principal es eliminar el agua miox. Fuiste elegido por mí y por los dioses del Río Ancestral el día de tu nacimiento y yo ahora te paso el poder del agua, enseñame tu mano. Danox extendió su mano preguntando: _ ¿Qué vas a hacer? El mago cogió la mano y de repente empezaron a brillar los dos, y la mano derecha de Danox quedó marcada por un dibujo muy raro, pero se podía ver el agua corriendo por dentro de Danox. _Ahora debes aprender a manejar el agua para que yo pueda darte el cargo de “Mago” y poder morir tranquilo. Así se fueron los dos hacia la parte alta de la ciudad y empezar con el entrenamiento. A la mañana siguiente, Danox ya sabía usar el agua atlamia y le dijo el mago al verlo:_Ya estás preparado, pero nunca había visto a nadie aprender tan rápido; ¿Por qué será? Porque lo de ser el elegido no tiene nada que ver en este caso. Bueno, coge todo lo necesario, porque mañana saldrás en busca de tu padre. Al amanecer, Danox le dio las gracias al mago y se fue rumbo a la cueva de Danolox. Iba andando Danox por el bosque cuando se encontró con un patrullón de danolaxs, que lo rodearon, y Danox al verse en esta situación, se sentó, juntó las manos y salió de él una onda expansiva de agua que transformó a todos los danolaxs en Escoltas del Agua que no se acordaban de nada. Uno de ellos que se acordaba de un poco le contó a Danox por donde estaba Danolox, y Danox salió corriendo hasta que llegó a un pueblo invadido de danolaxs y Danox entró corriendo en el pueblo y fue derecho a la reserva de agua de la ciudad, tomó un poco y dentro de su cuerpo la transformó en atlamia pura que era la más


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poderosa. Danox dio un gran salto y al caer pegó un gran puñetazo en el suelo, haciendo salir grandes chorros de atlamia convirtiendo en Escoltas del Agua a los danolax que pillaba, los demás salieron corriendo hacia la cueva de Danolox, y Danox muy astuto los persiguió sin que se dieran cuenta para encontrar así a Danolox y con él a su padre. Cuando llegó a la cueva entró corriendo y vio de repente a su padre colgado de una gran máquina, que le chupaba toda el agua. Danox corrió hacia él saltó y lo soltó pegándole un gran golpe a la máquina. De repente apareció una silueta de la sombra como si nada, cuando le dio la luz apareció un ser muy parecido a Danox, diciendo: _Hola, hermano, dale un abrazo a nuestro padre. Danox muy cabreado preguntó: _¿Por qué haces esto? Danolox contestó con una sonrisa maliciosa: _ Porque ya que a mí nuestro padre me abandonó sin nada cuando teníamos 2 años, porque el elegido eras tú, yo he estado durante 14 años maquinando como vengarme de tí. Danox cerró el puño y saltó hacia él, pero Danolox se apartó y su ataque fue derecho hacia la máquina, rompiéndola y soltando así todo el agua miox que Danox absorbió por su mano derecha convirtiendo el agua miox en agua atlamia, y con todo ese poder le dio un gran puñetazo a Danolox convirtiéndolo en un Escolta del Agua, porque de usar tanta agua miox se había convertido en el Danolax definitivo. Así Danox y su padre volvieron a Aguoz para seguir con sus vidas, pero Danox como el Mago de Aguoz. FIN Daniel González lechuga


CUENTOS A CHORROS

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HIDROLANDIA Y EL NIÑO FANTÁSTICO

Érase una vez, un niño que vivía en un país llamado Hidrolandia.

Hidrolandia era un país en el que nunca faltaba el agua y tampoco la lluvia. En este país cuando llovía lo hacía con normalidad y nunca lo hacía fuertemente.

El niño se llamaba Ramón, tenía 10 años. Como decía que él era mágico sus amigos nunca le hacían caso, ni se juntaban con él.

Por la mañana se iba a la escuela y cuando terminaba a las dos en punto se daba una vuelta por el bosque. Allí se quedaba sobre una hora, intentaba hacer magia y volvía a su casa. Su madre siempre le preguntaba que por qué tardaba tanto y el hijo le decía que se daba una vuelta por el bosque y eso era la verdad, pero lo que no le decía que intentaba hacer magia.

Un lunes, un nuevo niño vino a clase. Este se llamaba Sergio y también tenía 10 años.

Al salir de la clase Ramón persiguió a Sergio y vio que este tiraba como unos rayos de luz al cielo y Ramón intentó decírselo a todo el mundo lo antes posible, pero nadie le creyó.

En Hidrolandia las cosas empezaron a no ir muy bien porque no llovía, el cielo estaba siempre despejado y hacía mucho calor.

3 meses después Ramón entró en un lugar del bosque en el que nunca había entrado, este sospechó porque estaba empezando a oscurecer y eran las dos y media. Sin idea ninguna y sin saber qué hacer.

Ramón llevaba un móvil en la mochila que le dio su madre por si se perdía en el bosque. Intentó llamar

a su madre pero justo en ese momento cayó un rayo encima del móvil. El móvil quedó quemado y sin posibilidad ninguna de volver a arreglarlo.

Ramón intentó calmarse y no ponerse nervioso, pero justo en ese momento Sergio le golpeó en la

espalda suavemente, el niño se dio la vuelta y se lo encontró. Sergio tenía como una especie de sol en el corazón.

Ramón con un tono de venganza le dijo:

­!Has sido tú el que has hecho esto en nuestro país¡­.

Sergio:­No Ramón, te equivocas. Tú solo has provocado todo esto­ le dijo con una risa de venganza.

De lo que no se dio cuenta Ramón es que Sergio no quería hacer todo esto, pero poco antes de que llegase Sergio a este poblado ya estaba hechizado.

Sergio y Ramón hicieron una apuesta que era; si Ramón hacía más rápido que Sergio unos circuitos Sergio perdería el poder y se lo daría a Ramón.


CUENTOS A CHORROS

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Ramón fue el primero en hacer los circuitos, en total los circuitos tenían 1 km, demasiado para Ramón porque era muy joven.

Ramón solo tardo 10 minutos justos en hacer en el circuito.

A continuación los hizo Sergio y tardó 10 minutos y medio.

Sergio empezó a perder el poder y Ramón ganó lo suficiente como para recuperar la lluvia en su país. Todos les dieron las gracias y celebraron una fiesta muy grande en su honor por recuperar la lluvia.


CUENTOS A CHORROS

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LAS TRES GOTAS MAGAS. Érase una vez una ciudad que llovía regularmente ya que el principal empleo era la

agricultura.

Ese pueblo era Gotataun .

El alcalde Gottonson era muy guapo y grande, era una gota esbelta con un gran bigote. Un invierno dejó de llover . Los habitantes, los gotitianos se hicieron gotas muy

pequeñas.

El alcalde empezó a crecer y a ponerse más y más gordo al contrario que los gotitianos .

La gente empezó a desconfiar y a preguntarle al alcalde que qué pasaba con el agua y por

qué engordaba tanto .

El 28 de enero se empezó a oír un ruido de cascos, de camellos, de agua.

La gente salía a la calle para ver qué era lo que pasaba, pero solo se escuchaba ese ruido . La gente dejó de darle importancia y se fue a dormir.

Por la mañana cuando los gotitianos se despertaron encontraron una botella de agua y una

nota. En la nota ponía: “El alcalde ha estado

sobornando a las nubes para que solo le dieran agua a él por

eso está tan gordo.” De parte de las tres gotitas magas. Los gotitianos echaron al alcalde y volvió a llover .

Desde entonces el 28 de enero es un día especial el de las tres gotitas magas las

salvadoras de Gotataun.

Juan José Ponce


M ER P RI

IO D E EM

E.S.O.

Érase una vez una familia muy humilde que se fue a vivir en

Las reliquias del río Guadalquivir.

13

R

1º E.S.O.

P

CUENTOS A CHORROS

una vieja casa a las orillas del río Guadalquivir.

Esa familia tenían muy poco dinero y no tenían de qué vivir.

Un día uno de sus tres hijos él más pequeño pero el más valiente fue

a buscar trabajo.

Después de estar tres días fuera de casa volvió con las manos

vacías.

Al día siguiente su hermano mediano un poco temeroso, pero muy educado fue a buscar

trabajo.

Este encontró un trabajo de carpintero y ganaba un poco dinero para poder vivir en paz.

Al día siguiente el hermano mayor al ver que su hermano mediano había triunfado fue a

buscar trabajo.

Él también, lo encontró, un humilde trabajo de albañil del que ganaba sus buenos dineros.

Al ver los padres que sus dos hijos mayores menos el pequeño habían encontrado trabajo se

disgustaron muchísimo con el pequeño.

Este muy triste por la noche se fue de casa y empezó a vivir en una pequeña cabaña

abandonada de su dueño y alquilada por este muchacho.

Pero el problema era que él no sabía cómo iba a pagar el alquiler y cómo iba a comer. Este

muchacho era muy guapo y se enamoró de una

hermosa muchacha cuyo padre era el dueño del pueblo del en que vivían.

Él quería estar con ella y ella con él, pero con el poco dinero que tenía por no decir ninguno

no podía tener la aprobación del padre de la muchacha.

Entonces el muchacho escuchó una leyenda de que si le pedías al río un deseo te lo

concedería a cambio de una reliquia. El muchacho a toda prisa fue a su cabaña y cogió la única reliquia que tenía: el anillo de bodas de sus abuelos.

Él un poco disgustado por tener que arrojar al río su única reliquia a la que tenía mucho

cariño, pero tenía que salvar su único amor.

Cuando llegó al río arrojó el anillo y le pidió al río que su amor por aquella muchacha


CUENTOS A CHORROS

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pudieran seguir adelante.

Él río se lo concedió y lograron casarse. Él hijo regresó a su casa con su recién esposa,

y sus padres se alegraron por él.

Sus hermanos le tenían envidia porque a ellos le hacían trabajar como esclavos con un

sueldo indigno.

Él hermano menor y su mujer tuvieron dos hermosas niñas que vivieron felices hasta

que su esposa se puso enferma y no le quedaban muchos días de vida.

Él muchacho volvió otra vez a la orilla del río Guadalquivir y el río se transformó por

unos momentos en hombre y le dijo al muchacho que para curar a su mujer tenía que tirar al río una de sus hermosas hijas.

Al día siguiente fue y la metió en el agua engañándola, y el río Guadalquivir se la tragó. El muchacho corrió y corrió hasta llegar a su nueva casa donde estaba el médico con su

mujer.

Cuando llegó el muchacho le dijo al médico si su mujer se encontraba mejor y el

médico la examinó.

Él médico le dijo que su mujer estaba en perfectas condiciones para vivir.

La mujer se puso mejor, pero siempre vivieron con la tristeza de que su hija nunca

volvería a sus vidas.

Aunque tuvieron otros tres hijos y otra hija e intentaron vivir felices, pero el problema

es que la hija era igual a la que habían ofrecido al río.Entonces cada vez que la veían recordaban la trágica historia de su antigua hija. Lorena Molina Higueras


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LA FUENTE NUEVA Hace muchos años , en Canena , solo vivían pequeños grupos de agricultores , vivían alrededor del castillo de Canena , ellos estuvieron mucho tiempo . El pueblo iba creciendo conforme pasaban los años , y cada vez había más gente, llegó a ser un gran pueblo con grandes cosechas , en la guerra civil , el castillo fue habitado por un hombre llamado Can , era poderoso y era el jefe del ejército , y él se vino al castillo con todo su ejército, y habitaron el castillo durante mucho tiempo. Al principio el castillo solo era para proteger al pueblo y para alojar a todos los soldados y algunos habitantes pobres. En el interior del castillo había grandes dormitorios, donde dormían los soldados , y calabozos , para los que incumplían las normas . En lo alto del castillo había unos pasillos , que los utilizaban para vigilar a todas las personas que entraban y salían del pueblo. Un día una muchacha que fue al castillo a llevarle comida a los soldados se enamoró de Can y él también se enamoró de ella , y Can como nombre cariñoso la llamaba “nena”. Todos lo días quedaban a escondidas y se iban a pasear por lo alto del cerro hasta llegar a donde ahora se encuentra la fuente nueva. Sus familias eran de distinto partido y se llevaban tan mal que no se podían ver y ellos estuvieron un tiempo peleados. Hasta que un día uno de los partidos se eliminó y vino otro que obligaba a ser todos del mismo partido y entonces ellos volvieron a ser novios , pero seguían quedando a escondidas para ir a pasear todos los días. Cuando llevaban mucho tiempo juntos decidieron casarse y sus familias lo admitieron. La boda fue en el castillo con todos los soldados y la gente del pueblo. Ellos tuvieron dos hijos pero su partido obligaba a tener una niña a todas las familias y como esa norma fue aprobada el día de antes de que naciera la niña ellos decidieron llamarla Nueva. Cuando pasaron tres años empezó la guerra civil y fue una época muy difícil para todos por la crisis y en esa época había bombas en el pueblo y Can tuvo que reforzar el ejército y el castillo y mientras tanto el castillo no estaba vigilado y entró una banda de forasteros que sacaron del calabozo y entre todos se querían vengar de Can. Can estaba en lo alto de donde ahora está la fuente nueva , allí estaba con Nena y Nueva y cuando los persiguieron y los mataron. Dicen que de tanto llorar Nueva al ver a sus padres con sus lágrimas se formó la Fuente Nueva. En memoria de estos acontecimientos le dieron el nombre de CANENA al pueblo. Juan Fran


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EL MISTERIO DEL RÍO TINTO El río Tinto como ya se sabe tiene un color rojizo y siempre hay un “por qué” de su color. Muchos científicos dicen que es porque este río tiene en lo más profundo unas rocas llamadas caliza que como son rojizas y un poco frágiles, con la fuerza del agua se iban erosionando y se convertían en un polvo rojo que tintaba el río, (de ahí posiblemente viene su nombre); en cambio otros científicos decían que podía venir de otro planeta con ese mismo color y que gracias a unos gases que tenían en su interior, unas rocas que reaccionaban con el agua dándole ese color rojo. Este planeta es Marte. Ahora nos vamos a fijar más en la segunda afirmación que estaba relacionada con Marte. Hace unos 2000 años en Marte había un marciano llamado Tinto, él quería viajar por todo el espacio. Tinto era bastante alto, tal vez como un hombre de dos metros aunque en su planeta era muy bajo comparado con los demás, porque un adolescente como él, lo normal sería una altura de unos dos metros y medio. Tenía una nariz algo pequeña y unas antenas ásperas y muy largas, tan largas que contando la altura de su tamaño y de las antenas podría medir hasta tres metros. Tenía unos 120 años porque los marcianos viven hasta mucho tiempo y la edad más avanzada que ha existido en Marte ha sido los 10.257 años y ese marciano pudo conocer hasta los tataranietos de los biznietos de sus nietos. Tinto tenía los ojos rojos igual que su cuerpo y tenía la cabeza algo triangular. Tinto era de los más listos en Marte y él pudo desarrollar un poder que era un rayo que salía de su dedo índice que a todo lo que alcanzase le pondría el cuerpo tan rojo cómo él (ya que los marcianos podían adoptar el color que quisiesen y Tinto era uno de los pocos que eran rojos), también su rayo lanzaba unas bacterias que no permitirían la vida. Pasaron los años y empezó a viajar por el espacio. Tinto pasó por muchos planetas y a todos los que vio les lanzó su rayo, a algunos los pintó de rojo como es el caso de Júpiter y a algunos les extinguió la vida como muchos otros. Más tarde, cuando Tinto ya estaba aburrido se encontró con otro planeta que se hacía llamar Tierra. A él le llamó mucho la atención, ya que tenía mucha vida y quería acabar con ella. Tinto atravesó la atmósfera y aterrizó en una península que según su información se llamaba España. Él, al salir de su nave se encontró con unos seres muy raros con respecto a los marcianos y se hacían llamar humanos y la mayoría eran muy pequeños comparados con Tinto. A él le parecía que eran muy feos ,pero seguro que los humanos pensarían lo mismo de él.


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Tinto fue hacia el sur de la península explorándola y llegó a una provincia de la comunidad Andaluza llamada Huelva. Tinto se encontró con un ser humano que quiso hablar con él y este quiso preguntarle por qué estaba allí y qué tenía pensado hacer. Tinto solo le dijo su nombre y ese humano salió corriendo asustado de que Tinto le hiciese daño. Tinto se encontró con una especie de camino raro que en Marte no existía y parecía llamarse río. Un río según su información era una corriente de agua que transcurría por un camino y él se extrañó mucho porque en su planeta y los demás que él había visitado no había ríos ni siquiera había agua. Tinto ,extrañado, deseó destruirlo con su gran rayo y no tardó en hacerlo, se preparó y con su dedo índice apuntó al río y le disparó. El río se quedó completamente rojo y todos los peces que vivían en él murieron, excepto algunas bacterias que Tinto llevaba en su rayo y vivieron en el río aunque nada ni nadie pudiera vivir en él. Pasó el tiempo y Tinto no sabía que hacer, destruir el planeta o dejarlo. Pensaba y pensaba pero no se decidía y cuando menos se lo esperaba otra vez los extraños humanos volvieron pero llevaban unos objetos más grandes que ellos y otros más pequeños. Tinto no sabía qué hacer, si matarlos o esperar a que los humanos le dijeran algo. Después de intensos minutos los humanos hicieron un ruido enorme como una explosión y Tinto notó un dolor enorme en el estómago. Cuando se miró vio un enorme agujero que le atravesaba y de él salió mucho líquido rojo ,que era sangre, y él cayó de espaldas y muerto al río que él había destruido y bajó hasta lo más profundo. Los extraños humanos se alegraron al acabar con él y decidieron llamar a ese río, Tinto. Pero eso no fue todo. Cuando se oyó el ruido que hizo Tinto al llegar al fondo del río de repente un rayo salió disparado hacia Marte alcanzándolo y dejándolo rojo y sin vida. Después de eso no ocurrió nada solo que el cuerpo de Tinto nunca se descompuso y todo humano que entrase en el río Tinto moriría a causa del rayo del marciano aunque este estuviera muerto. Pasaron los años hasta nuestras fechas y la gente había olvidado el “por qué” del color y la inexistencia de vida en el río Tinto, sin embargo hace 2000 años todos los sabían. Desde entonces lo extraño fue que todo humano que se sumergiese en el río moría a causa del famoso rayo de Tinto. Una vez, cuando un humano se adentró en el río para probar si moriría o no, nada ocurrió y sin embargo él siguió nadando. Pasaron unos minutos y se puso un traje especial para poder bucear en el agua. Cuando ya lo tenía puesto buceó hasta lo más profundo del río y se encontró con el gran cuerpo del marciano Tinto. Este humano se asustó mucho pero se quedó observando la cara del marciano y de repente el humano tuvo una visión de toda la vida de Tinto en pocos segundos y eso que Tinto tenía más de 120 años.


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El humano se aterró pero siguió contemplando el rostro de Tinto. Sobre todo, de vez en cuando se fijaba en el enorme agujero que Tinto tenía en el estómago que le atravesaba. Una vez cuando observó atentamente el agujero levantó la cabeza poco a poco y al mirar de nuevo la cabeza de Tinto se dio un susto tremendo, porque los ojos del marciano estaban abiertos y el humano asustado se paralizó y segundos después Tinto le lanzó su rayo atravesándole el estómago igual que a él le ocurrió, y el marciano le dijo unas últimas palabras: Tú ya sabes el “por qué” del color de este río, de su nombre y de su inexistencia de vida. Yo todavía no sé el “por qué” de mi mala vida y mi mala muerte. Jaime García Cees


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¿Por qué se llama así el Océano Atlántico?

Hace mucho tiempo en el país del Agua llovía mucho y los habitantes estaban muy felices. Por eso se llamaba así el País, se debía al agua tan abundante. Hasta que un día llegó un nuevo habitante que se llamaba Malicius, era un enviado del diablo.

El diablo le tenía mucha envidia al Reino del Agua porque todos sus habitantes se llevaban muy bien y eran encantadores. Entonces el diablo le ordenó a Malicius que fuera al Reino del Agua y que hiciera lo que fuese para que todos los habitantes del País del Agua no fueran tan felices. Malicius se hizo muy amigo de la mejor persona del País del Agua que se llamaba Buenocius y como Buenocius era el ejemplo a seguir del País del Agua, Malicius le dijo que él derrochara todo el agua y que echara toda la basura que viera al mar y que no tirase nada al contenedor de reciclaje.

Todos los habitantes del País del Agua hicieron lo que Buenocius hizo y Neptuno se enfadó con ellos y lanzó sobre ellos una maldición. La maldición que había lanzado Neptuno era no volver a llover más hasta que los habitantes del País del Agua se volvieran a portar bien y no contaminaran. Los habitantes del País del Agua se disgustaron mucho por lo que había sucedido, pero no se daban cuenta de que todo era culpa de Malicius.

Era pleno verano y tenían que ducharse y beber mucha agua y estaban muy desesperados porque no tenían agua y cada día se portaban peor.

Un día un habitante le dijo a Neptuno que qué tenían que hacer para volver a tener agua y Neptuno le dijo:

­ Si queréis volver a tener agua y disfrutar de esos días de lluvia tenéis que navegar por todos los mares y océanos del mundo y traerme una almeja muy grande que tenga dentro una perla hecha de agua y también tendréis que trabajar en equipo porque es muy difícil de encontrar la almeja. También tenéis que quitar toda la basura que veáis en el mar. Malicius se enteró de esto y le dijo a los habitantes del País del Agua que él se quería ir con ellos.

Todos juntos hicieron un barco muy grande. Hicieron una tripulación y el jefe de la tripulación era Malicius porque les dijo que él sabía donde estaba la almeja, y ellos lo creyeron. Buscaron mucha comida y al día siguiente partieron todos juntos.

El primer día Malicius vio mucha basura pero no se lo dijo a los habitantes del País del Agua. Al cabo de una semana los habitantes del País del Agua se extrañaron mucho porque no habían encontrado nada de basura, pero Buenocius se dio cuenta de que Malicius había encontrado mucha basura y no se lo había dicho a nadie. Además Malicius había tirado más basura y así de la contaminación se morirían todas las conchas y los habitantes del País del Agua no volvería a ser feliz porque no volvería a llover nunca más.


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Entonces volvieron para atrás y vieron mucha basura. Volvieron al Mar Mediterráneo y vieron mucha basura, pero no vieron ningún animal porque se habían muerto todos por la gran cantidad de basura que había.

Los habitantes del País del Agua se dieron cuenta de que Malicius les estaba mintiendo y se lo dijeron a Neptuno. Neptuno castigó a Malicius con el demonio y les lanzó una maldición, que era meterlos en una cárcel para toda la vida. Neptuno dijo a los habitantes del País del Agua que volvieran a navegar por todos los mares y océanos del mundo y que sólo le llevaran una almeja porque solo quedaría una y todas la demás se habrían muerto de la contaminación del agua.

Cada día los habitantes del País del Agua se llevaban mejor porque tenían que trabajar en equipo y para eso se tenían que llevar bien.

Cuando navegaron por el Mar Mediterráneo encontraron mucha basura, y Buenocius se metió en el Mar para buscar la almeja pero no la encontró. Durante la semana siguiente navegaron por el Océano Pacífico y recogieron mucha basura, pero tampoco encontraron la almeja.

A la siguiente navegaron por el Océano Índico y recogieron mucha basura, pero tampoco encontraron la almeja.

A la semana siguiente navegaron por el Océano Atlántico, en este océano no había basura y Buencius se metió en el Océano y vio la almeja. La almeja producía unos destellos que señalaban a la zona más profunda del Océano. Entonces Buenocius llamó a los demás habitantes del País del Agua y vieron unas torres y se dieron cuenta de que era la ciudad perdida de la Atlántida. Todos los habitantes del País del Agua volvieron a su país y se lo dijeron al Rey Neptuno. El Rey Neptuno dijo que allí podían llevar a todas las especies marinas que habían desaparecido y ese sería su hogar. Los habitantes del País del Agua estaban de acuerdo con lo que el Rey Neptuno había dicho y todos los habitantes del País del Agua volvieron a ser felices porque volvió a llover.

Encarni


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EL MONSTRUO DEL LAGO MALDITO Hace mucho tiempo, una niña estaba acompañada de un niño cerca de un lago. La niña se bañó en el lago, y empezaron a salir una especie de destellos y la niña se convirtió en una sirena y consiguió poderes mágicos. El niño asombrado se quiso bañar también, pero la niña ya se había ido. A la semana siguiente, el niño se bañó, pero empezaron a aparecer destellos negros y el niño se convirtió en un monstruo parecido a un reptil mucho más grande. Tenía unas fauces gigantes, unas garras descomunales y unos ojos rojos como la sangre. De repente apareció un espíritu y selló el monstruo dentro de unas cadenas con un candado sagrado. El monstruo intentó liberarse, pero no pudo. Cada día el monstruo intentaba liberarse pero nunca lo conseguía, hasta que un día se puso a pensar en el espíritu que le encadenó, se puso furioso y consiguió romper el candado. De repente le entraron unas ganas descomunales de matar gente y alimentarse de su carne. Se puso a andar por toda la ciudad intentando que nadie lo viera, hasta que llegó a una casa y, sigilosamente, entró en ella. En ella vivían dos adultos, un niño pequeño y un bebé. Los adultos vieron al monstruo e intentaron salvar a sus hijos, los niños se salvaron, pero los adultos se murieron. Cada vez que mataba gente, el monstruo se hacía más grande hasta que midió cinco metros y consiguió destruir toda la ciudad. Todo el país estaba asustado de que el monstruo se fuera a su ciudad. El ejército intentó detener al monstruo con toda la artillería que tenía pero no lo pudieron vencer porque era gigantesco. El monstruo consiguió tener aterrorizada a toda la gente del mundo. El monstruo llegó hasta Alemania arrasando Portugal, España y Francia. Cuando el monstruo destruyó parte de Alemania llegó hasta un pequeño pueblo donde se encontró con unas pocas personas, las mató a todas y cuando se iba a ir del pueblo escuchó un llanto muy fuerte y fue a ver qué era. Llegó a la casa de donde venía el llanto, busco por la casa hasta que encontró un bebé llorando.


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Intentó matarlo pero se dio cuenta que era un bebé y que le quedaba toda una vida por delante y se lo llevó a una pequeña ciudad. El monstruo se dio cuenta de todo lo que hizo e intentó reconstruirlo todo. Cuando todo estaba como antes el monstruo estuvo muy feliz pero, de nuevo, se le vino a la cabeza la imagen del espíritu que le encerró y se puso de nuevo muy furioso. Recorrió todo el mundo buscando al espíritu y destruyendo todo lo que había a su paso. Buscó por toda Europa pero no lo encontró. Siguió buscando por todos los continentes pero no lo consiguió encontrar. Se puso tan furioso que se puso a matar todos los seres vivos que había en la Tierra hasta los animales que había en el agua. Su amiga la sirena se enteró de que un monstruo gigantesco estaba destrozando el mundo y fue a intentar pararlo. Lo buscó por toda la superficie pero no lo encontró, entonces, se le ocurrió que podía estar en el agua. Buscó por todos los mares y todos los océanos pero tampoco lo consiguió encontrar. Se le ocurrió que podía haber ido a la legendaria ciudad de la Atlantida donde estaban todos los dioses que controlaban el mar. La sirena fue a la Atlántida pero había unos guardas que no le dejaban pasar a menos que dijera la contraseña, pero la sirena no sabía la contraseña. Se lo preguntó a una ballena que vivía cerca de la Atlántida. La ballena le dijo que la contraseña era dios del mar. La sirena fue a la Atlántida y le dijo la contraseña a los guardas y le dejaron pasar. Cuando entró a la Atlántida vio que todo estaba arrasado y Neptuno estaba combatiendo con el monstruo. La sirena se dio cuenta de que el monstruo era su amigo que se bañó en el lago y le dijo: ­ Soy yo, tu amiga del lago que se convirtió en sirena. ­ Sí, me acuerdo de ti, pero no puedo liberarme de este cuerpo tan horroroso. ­ Ven conmigo, arreglaremos todo lo que has destruido. ­ Vale pero después libérame de este cuerpo. ( el monstruo y la sirena fueron a arreglar todo lo que estaba destruido) ­ Bien, ya está todo arreglado, ahora voy a devolverte a tu forma normal. ( la sirena devolvió al niño a su forma normal y ella también se transformó en niña y siguieron viviendo su vida normal ).


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Cuando llegaron a su casa sus padres les dieron un abrazo porque hacía mucho tiempo que no los veían. Sus padres les preguntaron que dónde habían estado, los niños pensaron rápidamente algo para decirles, se les ocurrió decirles que se habían perdido en el bosque, que había cerca de la ciudad. Pero sus padres no les creyeron porque el bosque era muy pequeño y era imposible perderse. Los niños se preocuparon porque sus padres se dieron cuenta de la mentira y rápidamente dijeron que había una cueva en el bosque y se perdieron en ella, entonces sus padres sí se lo creyeron. Los niños se pusieron muy contentos de poder haber engañado a sus padres, pero por otra parte se sentían mal porque está mal mentir. Los niños se sintieron culpables y le dijeron la verdad a sus padres, pero sus padres no les creyeron. Los niños para demostrarles que decían la verdad pusieron la televisión y los padres vieron esa noticia y entonces los padres sí los creyeron. FIN Francisco José López Jódar


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GOTITA EMPRENDEDORA. Había una vez un granjero que un día plantó trigo, pero pasaron los días correspondientes para que el trigo creciera y el trigo no había nacido . El pobre granjero estuvo intentando que creciera el trigo de todas, formas pero no conseguía que creciera. Dos días después estuvo reflexionando y se dio cuenta de no llovía; decidió rezar para ver si llovía . Una pequeña gota de agua lo escuchó desde la nube en la que le comentó a sus compañeras gotas para ver si le ayudaban: ­Gotita Emprendedora:¿Amigas gotas me ayudáis a satisfacer a este hombre que está muy triste? ­Gotita Cabecilla de la Nube:Yo por mí no, porque ese grajero me da igual. ­Otra Gotita:Yo tampoco voy porque es una pérdida de tiempo. ­Gotita Emprendedora:Pues yo sí voy a ir a ayudar a ese pobre granjero. Ella por su propia cuenta cogió y se lanzó de la nube para intentar ayudar al granjero . Las demás gotas vieron que ese acto estaba muy bien porque era un acto solidario y decidieron ayudarla y fueron detrás de ella para intentar ayudarla. Cuando el granjero se dio cuenta de que empezaba a llover salió corriendo y se arrodilló en medio de la huerta. El granjero en su interior pensó: mis rezos se han cumplido. Unos pocos días después el trigo empezó a dar señales de vida , el granjero se puso contento porque ya mismo iba a poder recoger su cosecha. Las gotas también se pusieron muy contentas por haber podido ayudar al pobre granjero. Con el paso de los días el trigo estaba más grande. Cuando llegó en día de recoger todo el trigo se dio cuenta de que gracias a un granito de arena que aporta cada uno se forma un gran puñado de arena , que fue lo que le pasó al granjero, porque tuvo que pedir ayuda a un amigo que vivía en el pueblo vecino para recoger el trigo debido a que si tardaba mucho en recogerlo iban a acudir los pájaros en bandada e iban a terminar comiéndose aquella maravillosa cosecha de trigo que tanto le había costado al granjero sacar para adelante. Ese año el granjero tuvo comida de sobra para su familia y para él que en total eran cuatro y habían pasado un año feliz. Unos años después la ciudad empezó a invadir el terreno por donde se situaban los pueblo y el lago. (La naturaleza). La ciudad producía muchísimos residuos e iban a para al lago y al mar directamente.


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