Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares
Periódico Acore Recopilación de artículos publicados 2012 – 2019
Brigadier General Jaime Ruíz Barrera Presidente Nacional de Acore
Bogotá D.C. noviembre de 2019
Contenido Tercera reunión con la Comisión de Excelencia Militar ...................................................................... 2 Ley del Veterano, urge una pronta y efectiva reglamentación........................................................... 4 Sorpresiva modificación de la Procuraduría en nuevo Código Disciplinario....................................... 6 Acore, importante grupo de presión................................................................................................... 7 Mensaje del Presidente Nacional de Acore ........................................................................................ 9 Homenaje a los caídos en el Palacio de Justicia ................................................................................ 12 “Tras los acuerdos de paz con las Farc la criminalidad ha aumentado en Colombia” ...................... 14 La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición ..................... 19 Colombia en la Otan .......................................................................................................................... 21 ¡Vamos por la reelección! ................................................................................................................. 23 “Espero continuar sirviendo a ACORE desde la Presidencia Nacional” ............................................ 25 Vamos por buen camino… ................................................................................................................ 27 Palabras con ocasión del aniversario de ACORE ............................................................................... 29 Acore en el escenario internacional .................................................................................................. 30 “Nos va a juzgar el enemigo”: presidente de Acore ......................................................................... 33 El posconflicto y los medios de comunicación .................................................................................. 39 El derecho al voto de militares y policías en servicio activo ............................................................. 42 Informe ejecutivo sobre la participación de ACORE como agente consultor ................................... 44 Blindar el “Acuerdo General” a la luz del DIH Respuesta de ACORE a la Corte Constitucional ........ 48 REFERENCIA: APLICACIÓN Y CUMPLIMIENTO LEY ESTATUTARIA EN SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL ESTABLECIDO. (Ley 1751 del 2015)......................................................................... 53 Reelegido presidente nacional de ACORE Victoria en franca lid ...................................................... 55 ACORE - Obligante aclaración ........................................................................................................... 57 Seguridad jurídica para miembros de la Fuerza Pública ................................................................... 57 Justicia transicional e inseguridad jurídica de los miembros de la fuerza pública............................ 60 Inteligencia llevará a captura de ‘El Chapo’: GN Ruiz, en México ..................................................... 64 Reunión de trabajo con la Fiscalía General de la Nación .................................................................. 70 ¡Unidad, integración y fortaleza! ...................................................................................................... 72 La reconciliación y reintegración se deben discutir en espacios abiertos ........................................ 75
“Ejército a las fronteras y a misiones internacionales”..................................................................... 78 Obligante pronunciamiento .............................................................................................................. 79 Alerta nacional por eventual ley habilitante ..................................................................................... 80 “Los generales no eran ruedas sueltas” ............................................................................................ 81 ‘Homicidio en Persona Protegida’ de la Fiscalía................................................................................ 83 Observaciones al proyecto de Directivas Interpretativas de la Fiscalía General de la Nación ......... 88 ¡Nueva advertencia pública! ............................................................................................................. 93 Frente al proceso de negociación del conflicto armado con las Farc ............................................... 96 El derecho al voto de militares y policías en servicio activo ............................................................. 98 ACORE clama solidaridad con familias de los militares recluidos en la cárcel militar de Tolemaida 99 Militares activos en La Habana “No se pueden asumir responsabilidades deliberantes que no les competen”; BG Ruiz Barrera ........................................................................................................... 102 Víctimas de la Fuerza Pública buscan visibilización y reconocimiento ........................................... 105 ACORE pide al CNE retirar comercial ‘humillante’ de la campaña del Candidato Presidente ........ 112 Una paz con impunidad “sería una simple tregua”......................................................................... 117 Indignación institucional por ofensiva mediática sin precedentes ................................................. 120 Nos inquieta la conformación y la orientación de la Comisión de la Verdad ................................. 122 “El que calla otorga y no estoy dispuesto a silenciar la verdad”: ................................................... 123 Operar sin inteligencia: un total imposible: BG Ruiz ....................................................................... 126 ACORE rechaza ataques contra ley de Defensa Técnica ................................................................. 129 ACORE no tendrá compromisos con proyectos políticos ................................................................ 132 Vehemente defensa del Ejército hizo ACORE ante la CIDH ............................................................ 134 Ponencia negativa a proyecto de ley sobre degradación militar .................................................... 136 El fiscal Montealegre se compromete con ACORE y con la Fuerza Pública .................................... 137 Demil denuncia irregularidades entre la Fiscalía y la Fuerza Pública.............................................. 138 Aviso de privacidad de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, ACORE.............................................................................................................................................. 140 Posición actual frente al proceso .................................................................................................... 142 Decidida participación de ACORE en el trámite legislativo ............................................................. 146 ACORE entrega concepto sobre Proyecto de Ley Estatutaria del Fuero Penal Militar ................... 147 El Fuero aprobado es demasiado limitado para un país en conflicto armado ............................... 157 Acompañamos el proceso de paz porque es un anhelo nacional: BG Ruiz Barrera ....................... 158
Acción penal real y efectiva contra quienes se desmovilicen ......................................................... 162 Nuestros combatientes requieren seguridad jurídica para cumplir su misión constitucional ....... 164 La Fuerza Pública requiere protección jurídica para cumplir su misión ......................................... 168 ¡Seguimos en la espera de una respuesta, señor Fiscal! ................................................................ 171 ACORE y sus conversatorios ............................................................................................................ 174 Nuestras Fuerzas Militares y la seguridad interna del país ............................................................. 177 Carta abierta a la opinión pública Con relación al acuerdo suscrito entre el Gobierno Nacional y el grupo terrorista de las Farc ............................................................................................................. 179 Puntos de acuerdo entre Gobierno y Farc ...................................................................................... 182 Respaldo total de la Reserva Activa al Ministro de Defensa y a la cúpula militar .......................... 185 Enérgico pronunciamiento de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares ...................................... 186 Su preocupante injerencia en asuntos internos del país y su vieja relación con el problema indigenista del Cauca. ..................................................................................................................... 187 No es otra equivocación, es sencillamente una ¡nueva persecución! ............................................ 191 Pronunciamiento de los Oficiales de las Reservas Activas de las Fuerzas Militares ....................... 193 Pronunciamiento de las Reservas Activas de las Fuerzas Militares al pueblo colombiano ............ 195 Señor Presidente, haga la paz, pero bien hecha: BG Ruiz Barrera.................................................. 200 “El supuesto golpe de estado fue un caso de clara manipulación informativa” ............................ 203 Entrevista al brigadier General Jaime Ruiz Barrera, Presidente Nacional de ACORE, al programa La gran Matinal de la Cadena Todelar, el domingo 17 de junio de 2012. ........................................... 206 Una entrevista en frases ................................................................................................................. 210 Este oprobioso sistema tiene más militares tras las rejas que terroristas: BG Ruiz ....................... 210 Tres grandes equivocaciones gubernamentales amenazan la estabilidad nacional ...................... 215
INDICE Recopilación artículos 2019 Edición 593 septiembre Tercera reunión con la Comisión de Excelencia Militar. Edición 591 julio Ley del Veterano, urge una pronta y efectiva reglamentación. Edición 587 marzo Sorpresiva modificación de la Procuraduría en nuevo Código Disciplinario. Edición 586 febrero Mensaje del Presidente Nacional de Acore.
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Tercera reunión con la Comisión de Excelencia Militar POR: BRIGADIER GENERAL (R. A.) JAIME RUIZ BARRERA Por petición de esta importante Comisión, el 16 de septiembre del año en curso, en la sede nacional de Acore, se llevó a cabo una nueva reunión con la Mesa de Trabajo Permanente del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa, en la cual fueron puestos a consideración de los asistentes los siguientes temas de interés institucional: 1. La Comisión ratificó lo expuesto en su primer informe de gestión, particularmente en cuanto a: a. Los estándares que se utilizan por parte de la Fuerza Pública respecto al Derecho Internacional, Derecho Internacional Humanitario (DIH) y de los Derechos Humanos, continúan arrojando hasta el momento un positivo balance en cuanto a su respeto y aplicación. b. Se confirma nuevamente que en ninguna circunstancia se autoriza, prohíja, sugiere o induce a conductas criminales constitutivas de homicidios presentados como muertos en combate. c. Considera que los documentos internos, dados a conocer sobre medición de resultados, al ser tratados fuera de contexto teórico- operacional, generaron confusión e interpretación equivocada, circunstancia que obligo, como fue debido, a su derogación y retiro por el mismo comandante de fuerza que los expidió. 2. Dentro de esta misma intervención, la Comisión hizo alusión a las recomendaciones presentadas en el informe inicial, enfatizando sobre la necesidad de: a. Fortalecer al máximo el control interno para prevenir conductas en contra del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el DIH. b. Acción inmediata por parte de los respectivos comandos, para disponer y/o facilitar la investigación disciplinaria o penal a que haya lugar, por hechos ocurridos como consecuencia de operaciones militares y policivas. c. Hacer públicos, sin restricción alguna, los resultados operacionales dentro de las políticas de defensa y seguridad, bajo el concepto de legitimidad expuesto por el gobierno central. d. En ninguna circunstancia omitir en estos resultados operacionales las bajas en combate causadas a las organizaciones armadas existentes. Este proceder no puede constituir, factor de estigmatización que afecte la imagen institucional.
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e. Plena garantía y protección del principio de obediencia debida y el deber del subalterno de negarse a cumplir órdenes al margen de la ley. f. Necesidad urgente de dar a conocer a la ciudadanía, los principios y fundamentos de tipo legal y constitucional, que rigen para la Fuerza Pública en el cumplimiento de su misión constitucional. Es indispensable destacar también la necesidad, tal como lo establece nuestra carta política, del deber ciudadano de respetar la autoridad delegada a militares y policías, en cumplimiento de su tarea de control interno del orden público, y en otras misiones relativas a seguridad y defensa nacional. 3. Al término de su intervención, la Comisión aceptó una vez más la propuesta formulada por la Mesa de Trabajo Permanente, en cuanto a la urgente necesidad de plantearle al gobierno en su informe final, determinaciones en materia de: a. Derecho operacional y fundamentos jurídicos para el uso de la fuerza. b. Ley de seguridad y defensa nacional. c. Ley antiterrorista frente a las distintas amenazas de orden interno y externo que afectan al país. d. Política de defensa y seguridad de la Presidencia de la República. Por parte de los asistentes, en representación de las diferentes asociaciones, organizaciones y unidades simbólicas del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa pertenecientes al Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional, fueron puestos a consideración de la Comisión Presidencial los siguientes temas: 1. La importancia de la facultad preferencial de la Procuraduría General de la Nación para intervenir de inmediato en investigaciones de carácter disciplinario sobre hechos que a su juicio considere necesarios. 2. Establecer un concepto claro respecto a lo que significa la condición de subalterno y la de subordinado, en materia de responsabilidad del mando. Subalterno puede ser cualquier miembro de la institución, frente a quien ostente un grado superior dentro de las jerarquías establecidas. Subordinado, únicamente aquel miembro de la institución que dependa directamente de quien ejerza el mando, en los diferentes niveles de la organización militar o policial. 3. Los mal llamados falsos positivos (homicidios en persona protegida en el derecho penal colombiano o ejecuciones extrajudiciales en el DIH), constituyen hechos ciertos de responsabilidad exclusiva del transgresor y no de las instituciones castrenses. 4. No existe el más mínimo indicio de que tales hechos correspondan a una política institucional. Están siendo utilizados como falsas inculpaciones para deslegitimar y desprestigiar las instituciones castrenses. 5. Las operaciones militares y actuaciones de policía normalmente están precedidas de órdenes escritas que determinan procedimientos legales para su ejecución. 6. Habitualmente, los denunciantes sobre falsas imputaciones, forman parte de organizaciones antagónicas, cuyas fuentes constituyan parte de su propia estructura. 7. Los hechos ciertos ocurridos en esta materia, están debidamente demostrados con procesos penales condenatorios. Estos procesos son los únicos que muestran esta realidad verdadera.
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Seguridad social Página 10
Ley del Veterano, urge una pronta y efectiva reglamentación Considera también otros beneficios en programas de Estado, respecto a temas relativos a educación, capacitación técnica y tecnológica, descuentos tarifarios en transporte público, exclusión de aportes a cajas de compensación y algunas tasas preferenciales de intereses en el sector financiero. En febrero del año anterior, el jefe del Estado, en su condición de candidato a la primera magistratura de la nación, anunció en la sede nacional de Acore su compromiso de reconocer, mediante disposición legal, la tarea cumplida por los miembros de la Fuerza Pública en defensa del país, de su soberanía y de la vigencia de su institucionalidad democrática. Este mismo compromiso fue hecho público en distintos escenarios durante el resto de su campaña política e igualmente ratificado en la reciente reunión sostenida como Presidente en ejercicio con una importante delegación de la Mesa de Trabajo Permanente (MTP) del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa, en la Casa de Nariño. Este proyecto ya es ley de la República. Surtió su trámite en el Congreso como Ley del Veterano. En esta se establece un justo, aunque tardío reconocimiento, a quienes como héroes de la patria, se hagan acreedores y cumplan con los requisitos establecidos en su condición de “Veteranos de Guerra”. Es importante aclarar que este tipo de reconocimientos no es nada novedoso. Existe en muchos países del mundo. En el caso particular de los EE. UU. está vigente desde 1944, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día se cumple estrictamente otorgando múltiples beneficios a los excombatientes y a sus familias, en temas de salud, empleo, capacitación laboral, educación, vivienda, preferencia crediticia, exoneración tributaria, atención exequial, seguros de vida y muchas otras cosas en cuanto a su bienestar. En nuestro caso, este proyecto surgió en la legislatura anterior, como iniciativa parlamentaria con el aval del actual gobierno. Los aportes concretos del ejecutivo en este proceso no se hicieron muy visibles. Muchas de las distintas propuestas presentadas por la MTP al ministerio de Defensa Nacional, no fueron tenidas en cuenta. Si bien es cierto, que su contenido hace referencia a una serie de generalidades, en cuanto a la creación de un régimen especial de beneficios y políticas de bienestar, no es menos cierto que carece de una normatividad concreta y específica para su real y efectiva aplicación.
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Consecuente con lo anterior, es de esperar que el decreto o decretos reglamentarios que formalicen esta “Ley del Veterano”, independientemente de los reconocimientos honoríficos a que haya lugar en materia ceremonial y otros procedimientos, determine claramente su implementación, particularmente en lo concerniente a: • Blindaje salarial y prestacional. • Respaldo presupuestal, al corto mediano y largo plazo para su efectiva aplicación. • Sistema de salud oportuno, eficiente, continuo, garantista y adecuado. • Capacitación laboral y opción de empleo preferencial. • Exoneración o disminución de la carga tributaria. • Créditos blandos en materia de educación y vivienda. • Bienestar y recreación a cargo del Estado. Así mismo, sobre el contenido de este proyecto, se considera importante tener en cuenta: Constituir con suficiente claridad y respaldo el régimen especial de beneficios y políticas de bienestar, con garantía integral de los derechos que les competen a los veteranos. El Estado está en la obligación de otorgar estos servicios a los miembros de la Fuerza Pública, durante y después de servirle a la nación. Para su cumplimiento, deben destinarse los recursos necesarios y crear mecanismos eficientes que garanticen su aplicabilidad. El impacto fiscal sobre el presupuesto general de la nación podría verse disminuido, por cuanto se prevé el aporte voluntario del sector privado en la prestación de algunos servicios. Estos aportes serán retribuidos a este sector con algunas exenciones de carácter tributario. Para la efectiva aplicación de esta ley, el Gobierno Nacional, a través del ministerio de Defensa Nacional, debe reglamentar con urgencia los mecanismos de acreditación de veteranos con la creación del Registro Único para quienes se certifiquen y sean merecedores de esta distinción. Se requiere, igualmente, reglamentar con precisión, la creación del Consejo de Veteranos, conformado por nueve representantes de las diferentes organizaciones de retirados de la Fuerza Pública. Este Consejo, según lo previsto, actuará como órgano de consulta e interlocución con el Gobierno Nacional. Su conformación debe incluir miembros de las distintas fuerzas en los niveles de oficial, suboficial, soldados, infantes de marina y agentes de la Policía Nacional. Para terminar y en concordancia con lo antes expuesto, se hace absolutamente indispensable crear los mecanismos necesarios que garanticen el estricto cumplimiento de esta nueva disposición legal, conformando al interior del ministerio de Defensa Nacional un viceministerio o departamento de alto nivel que se constituya en el gestor de los beneficios y políticas de bienestar que sean establecidos. No existe otra alternativa. Brigadier General (RA) JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional Acore
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Página 4 Norma incluye imprescriptibilidad de la acción disciplinaria
Sorpresiva modificación de la Procuraduría en nuevo Código Disciplinario POR: BRIGADIER GENERAL (RA) JAIME RUIZ BARRERA El Ejecutivo acaba de sancionar la nueva Ley 1952 de 2019, con la que se deroga la Ley 734 de 2002, y se expide el Código General Disciplinario. La norma trae inmerso el principio de legalidad y una modificación sustancial en relación con la prescripción e interrupción de la acción disciplinaria, contenida en el artículo 33, parágrafo en el que se indica que los “términos prescriptivos aquí previstos quedan sujetos a lo establecido en los tratados internacionales que ratifique Colombia”. Tal como se ha venido afirmando, Colombia efectivamente ha suscrito tratados internacionales que conminan al Estado a dar su estricto cumplimiento. Esta nueva normativa trae en el título XII la transitoriedad, vigencia y derogatoria, en la que se indica: Transitoriedad (artículo 263): “Las indagaciones preliminares que estén en curso al momento de entrada de la vigencia de la presente ley, se ajustarán al trámite previsto en este código”. Vigencia y derogatoria (artículo 265): “La presente ley entrará a regir cuatro (4) meses después de su sanción y publicación y deroga las siguientes disposiciones: Ley 734 de 2002(…)”. El artículo 33 “(…) relativo al procedimiento reflejado en este código entrará en vigencia dieciocho (18) meses después de su promulgación”. Consecuente con lo anterior, surgen varias preocupaciones en relación con la aplicación de esta ley y su posible retroactividad respecto a aquellas actuaciones disciplinarias que fueron objeto de archivo por prescripción de la acción, en la que los investigados sean integrantes de la Fuerza Pública. De ser así, es factible que se reabran procesos, que a la fecha podrían estar bajo la competencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En estas condiciones, es claro que los tratados internacionales de derechos humanos ratifican el principio de legalidad el cual se considera como principio rector y bajo ningún caso se pueden restringir, menoscabar o derogar principios fundamentales de carácter universal. Por todo lo anterior, sorprende que la Procuraduría General de la Nación resuelva revocar una decisión que declara prescrita una acción disciplinaria contra tres 6
miembros del Ejército Nacional, al considerar que se omitió de manera manifiesta, la regla de imprescriptibilidad internacional sobre crímenes de lesa humanidad y de guerra, en relación con hechos que ocurrieron con anterioridad a la vigencia de la nueva ley disciplinaria. Es de anotar que su vigencia inicia el 28 de mayo de 2019 y artículos como el 33 hasta el año 2020. También se desconoce el principio de legalidad de la Ley 734 de 2002, que ha sido derogada por la nueva disposición. Ante los efectos de esta nueva disposición, algunos miembros de la Fuerza Pública afectados en procesos disciplinarios ya prescritos, han iniciado acciones de cumplimiento, basadas en el principio de favorabilidad, frente a la anómala situación que se presenta. Página 14
Acore, importante grupo de presión Lejos de cualquier interés de carácter político, Acore debe continuar actuando de esta manera para cumplir la tarea que estatutariamente le corresponde POR: BRIGADIER GENERAL (RA) JAIME RUIZ BARRERA Los grupos de presión siempre se caracterizan por ser organizaciones dedicadas a la defensa y protección de los intereses que le son comunes a todos los individuos que los integran. Sus principales acciones deben estar orientadas a influir en los distintos estamentos del Estado o en las respectivas ramas del poder, para obtener resultados que sean favorables a sus propios fines. En términos más coloquiales, no es otra cosa que hacer “lobby” o “cabildeo” para lograr lo que institucionalmente corresponde. En algunas ocasiones estos grupos de presión se alejan de sus intereses de carácter gremial y se convierten en movimientos de tipo político, para satisfacer intereses muy personalistas de quienes los lideran. Ese es el caso de algunas de nuestras asociaciones de la reserva activa que han perdido su norte y consecuentemente su razón de ser. En ninguna circunstancia, Acore puede incurrir en errores semejantes. A través de todas sus actuaciones debe ser consecuente con los objetivos y valores supremos que se fijaron desde el momento mismo de su creación. Su objeto social, debe ser inmodificable. En esto debe haber absoluta claridad para evitar confusiones o malas interpretaciones. En relación con este tema, es mucho lo que se ha dicho y escrito. Todos somos conscientes de la importancia de la unidad e integración de todas nuestras reservas, para que fortalecidos como gremio, nos constituyamos en un grupo importante de presión que nos permita llegar a toda las instancias del poder en procura de 7
soluciones prontas y eficaces, frente a los múltiples problemas que nos afectan, tanto a nosotros, como a quienes se encuentran en servicio activo. En este sentido, siempre debemos recordar, que somos una misma institución, conformada por quienes ya no portamos nuestro uniforme y quienes por ahora, aun lo siguen portando. Todos tenemos los mismos intereses por los cuales hay que luchar y proteger. Fortalecernos como grupos de presión, es la tarea por cumplir y es lo mínimo que esperan todos nuestros asociados. Para lograr este propósito, hay que ser supremamente cuidadosos. Los grupos de presión, aunque no son de carácter político, tal como ya se dijo, fácilmente pueden desviarse de sus objetivos y convertirse en movimientos de este tipo. Dentro de este concepto de unidad siempre ha existido la inquietud de impulsar todos aquellos proyectos políticos que, desafortunadamente, se han quedado a mitad de camino en el pasado. A mi juicio, independientemente de esa indiferencia y falta de persistencia que nos ha caracterizado, el problema principal se ha presentado por la ausencia de una motivación adecuada, que arrastre, encause y motive todo ese descontento y nos haga ver con claridad la importancia de lograr cuotas mínimas de poder que se constituyan en el instrumento apropiado para la obtención de todo lo que nos propongamos. Para satisfacer esta inquietud, es importante revisar cuidadosamente todo lo que se ha hecho en épocas recientes, para evitar la comisión de los mismos errores. Debemos superar ciertos protagonismos e intereses personalistas, para lograr la unidad que tanto pregonamos. No es tarea fácil, pero tampoco imposible. Hay que intentarlo, y este es precisamente el principal reto que nos podríamos imponer frente a las actuales circunstancias. Si queremos una cuota de poder a través de la actividad política, hay que trabajarla. Quienes tengan la intención de participar en la próxima contienda electoral y postular su nombre para cualquier cargo de representación popular, debe llegar a acuerdos con quienes tengan la misma aspiración y establecer unas reglas de juego que se deban cumplir, para evitar la dispersión de esfuerzos, que es lo que habitualmente nos ha conducido a la derrota. Acore no tiene ni puede tener participación directa en este tipo de contienda por las razones ya expresadas. Sin embargo, podría actuar según las circunstancias, en condición neutral como facilitadora o mediadora, en la búsqueda de un buen entendimiento entre quienes aspiren a postularse, para lograr la unidad de esfuerzos entre los potenciales electores y buscar así, mejores resultados.
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Institucional Página 23
Mensaje del Presidente Nacional de Acore El próximo 30 de marzo se llevara a cabo la Asamblea General Ordinaria de ACORE, evento para el cual estamos invitando a los asociados a participar masivamente con el propósito de recibir información detallada de la gestión de la presidencia y Junta Directiva Nacional, y tener también la oportunidad de intervenir en la toma de decisiones que marcaran el futuro inmediato de la institución. Igualmente se debe aprovechar esta oportunidad para el reencuentro con los viejos amigos y compañeros de armas con quienes compartimos los afanes, los triunfos, el honor y la gloria de servir a este país, y rememorar todas las vivencias que se crearon dentro de grandes lazos de hermandad que debemos cultivar y disfrutar. La gestión que la Presidencia y Junta Directiva Nacional realizan día a día en pro del cumplimiento del objeto social, como lo es fundamentalmente el bienestar de los asociados, así como la permanente preocupación sobre la protección de todos los derechos adquiridos en materia de seguridad jurídica y social ante las distintas instancias del Estado, se están dando a conocer periódicamente a través de los medios de comunicación propios, tales como la página Web de ACORE (www.acore.org.co) que recopila gran cantidad de información de carácter general, los boletines virtuales semanales que se difunden a través de las redes sociales, el correo masivo ACORE FLASH y nuestro periódico de circulación mensual. Respecto a las campañas electorales para Presidentes y Juntas Directivas que se desarrollaran en el presente año, y teniendo en cuenta lamentables experiencias ocurridas en procesos anteriores, es conveniente insistir en la necesidad de que estos eventos se adelanten rigurosamente dentro de la mayor caballerosidad, altura y respeto evitando el ataque personal y el uso tendencioso de desinformación agresiva y ofensiva. Bajo ninguna circunstancia es aceptable utilizar las redes sociales internas y externas para desprestigiar a los oponentes en función de oscuros intereses y de paso poner en la picota pública el buen nombre de la institución. Estos procedimientos nos hacen mucho daño porque causan la apatía del elector y desanima también a muchos oficiales en retiro que podrían vincularse a la asociación. El relevo generacional que algunos pregonan al interior de la institución, debe ser manejado con la debida prudencia para evitar erróneas interpretaciones. Hay que tener en cuenta que cerca del 80% de los afiliados son mayores de 70 años, circunstancia que muestra con suficiente claridad como día a día se envejece esta asociación.
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Frente a la apatía de algunos asociados respecto al proceso electoral tradicional de carácter interno, recientemente hicimos público el resultado de los últimos comicios electorales de 2018, donde se evidencia una precaria participación en relación con la totalidad de socios que la conforman. Por otra parte es conveniente señalar que los distintos funcionarios que conforman el equipo administrativa de ACORE, son profesionales íntegros que se han distinguido por su trayectoria exitosa, capacidad ejecutiva eficaz, idoneidad y gran experiencia en el manejo de los recursos. Son valiosos gestores de muchas de las estrategias que han servido para catapultar a ACORE a los niveles de representación y liderazgo que la han hecho merecedora del reconocimiento nacional como una prestigiosa organización de la reserva activa de nuestras Fuerzas Militares. En cuanto a los distintos tipos de información que sea requerida por parte de los asociados, es conveniente advertir que esta se encuentra totalmente disponible y sin restricción alguna salvo en aquellos casos en que los requisitos de ley y los procedimientos establecidos estatutariamente determinen algún tipo de condicionamiento. Para terminar y con el ánimo de crear consciencia de la importancia de preservar a ACORE con el prestigio y el posicionamiento adquirido, los invitamos una vez más de manera insistente, a participar masivamente en los eventos programados con el ánimo de estrechar aún más esos lazos de amistad, confraternidad y solidaridad muy propia de nuestra condición como caballeros de las armas. Cordial saludo, Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional ACORE
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INDICE Recopilación artículos 2018
Edición 585 diciembre Homenaje a los caídos en el Palacio de Justicia. Edición 583 septiembre “Tras los acuerdos de paz con las Farc la criminalidad ha aumentado en Colombia”. Edición 582 agosto La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición. ¿Verdad – justicia – reparación – garantías de no repetición? Edición 580 junio Colombia en la Otan. Edición 577 marzo ¡Vamos por la reelección! Edición 576 febrero “Espero continuar sirviendo a ACORE desde la Presidencia Nacional”.
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Homenaje a los caídos en el Palacio de Justicia BG Jaime Ruiz Barrera Hace treinta y cinco años, un oficial del Ejército, junto con dos oficiales, un suboficial y siete agentes de nuestra Policía Nacional, ofrendaron sus vidas en defensa de este país y de sus instituciones democráticas. En esa fecha de triste recordación, el grupo terrorista M-19, en alianza con narcotraficantes pertenecientes al Cartel de Medellín, masacro cerca de cien ciudadanos, entre quienes figuraban importantes magistrados de la Corte Suprema de Justicia, varios servidores públicos e inocentes personas que por casualidad se encontraban en ese lugar. A este trágico saldo debe también sumarse más de medio centenar de heridos de la Fuerza Pública como resultado de los combates realizados por las tropas para la recuperación de las instalaciones y el rescate de 260 secuestrados en poder de los terroristas. Este acto demencial ha sido calificado como uno de los hechos más atroces de tipo criminal, de lo cual no existe hasta la fecha algo similar en el historial de violencia que ha padecido nuestro país en los últimos lustros. Lo más paradójico e inadmisible es que los tenebrosos homicidas, responsables de esta barbarie, gozan hoy de plena libertad y muchos de ellos han ejercido y ejercen actualmente importantes cargos de gobierno. En tanto, quienes defendieron legal y constitucionalmente la soberanía nacional, se encuentran injustamente procesados y condenados, víctimas de la persecución de un sistema judicial que no nos ha ofrecido ninguna garantía. De todos es sabido que en el curso de estas investigaciones no hay evidencia alguna ni prueba contundente sobre posibles personas que hubieran resultado realmente desaparecidas, como consecuencia de las operaciones militares y de policía desarrolladas para recuperar estas instalaciones y rescatar a las víctimas. Lo único realmente comprobado hasta el momento es la existencia de diecisiete cuerpos totalmente calcinados, que fueron encontrados al interior del edificio y cuya plena identificación ha sido imposible realizar. Esta circunstancia, por razones obvias, permite concluir que los supuestos desaparecidos podrían encontrarse entre las personas que resultaron afectadas como consecuencia del incendio que provocó la organización terrorista, poco después de atacar y ocupar las instalaciones del palacio. 12
El M-19 −único responsable de esta acción terrorista− fue indultado y amnistiado por el Estado colombiano. El proceso legal que se ha venido adelantando con ocasión de estos hechos, no ha permitido hasta el momento esclarecer totalmente lo ocurrido. En otros términos, no hay verdad jurídica de carácter definitivo, es decir que no hay excesos ni desaparecidos que hayan sido plenamente comprobados. Para terminar, rendimos culto a la memoria del mayor Héctor Aníbal Talero Cruz, de la Policía Nacional; teniente Sergio A. Villamizar Quintero, del Ejército Nacional; subteniente José Rómulo Fonseca Villada, de la Policía Nacional; sargento viceprimero Jaime Benítez Prieto, de la Policía Nacional, y agentes Saúl Chavarriaga Salamanca, Jaime Rodríguez Vivas, Eduardo Bermúdez García, Libardo Duran, Jaime Alberto Portilla Franco, José Gerardo Malaver y Ramón León Ariza. Para todos ellos, ¡paz en sus tumbas!
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Página 12 General Jaime Ruiz Barrera:
“Tras los acuerdos de paz con las Farc la criminalidad ha aumentado en Colombia” Por: Diario16.com Con una larga experiencia en la milicia a sus espaldas, el general Ruiz Barrera es el presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en la Reserva (Acore). Hombre de ideas claras y principios firmes, siempre ha tenido serias dudas acerca del procedimiento y la forma en que se negoció el proceso de paz en Colombia. En esta entrevista, realizada recientemente en Bogotá, analiza los últimos acontecimientos vividos en el país y las expectativas con respecto a las negociaciones con otros grupos terroristas, como el ELN. También examina el incremento de los cultivos ilícitos de coca. ¿Cómo ha quedado la Justicia Especial para la Paz (JEP) tras los últimos cambios legislativos que se efectuaron? Desde el punto de vista institucional, la JEP ha sido motivo de preocupación permanente, por razón de la seguridad jurídica, para los miembros de la Fuerza Pública que se vieron implicados en hechos que sucedieron durante el conflicto armado en Colombia. En este momento, la JEP, que está basada en lo que fue la justicia transicional, es un instrumento que aceptamos y entendimos dentro del sistema penal y lo único que exigimos en su momento es que nos dieran un tratamiento especial y diferenciado para no caer en el mismo saco que los terroristas y ser puestos al mismo nivel que los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), un grupo terrorista como todo el mundo sabe. En estas condiciones, desde el punto de vista de la seguridad jurídica, entendimos que era una fórmula aplicable y nuestra gran frustración vino cuando nos sentimos engañados por el Gobierno, en el sentido de que el Jefe de Estado, el presidente Juan Manuel Santos, nos había garantizado la seguridad jurídica y lo que ocurrió no fue así porque los magistrados que se eligieron para la JEP y que estaban destinados a juzgar a la Fuerza Pública eran poco fiables. El cincuenta por ciento de los designados procedían claramente de la extrema izquierda y el problema no eran sus ideas, sino que eran activistas radicales que profesaban esa ideología públicamente y con antecedentes claros de detractores de las Fuerzas Armadas, incluyendo aquí su participación en procesos como miembros de las fuerzas militares. Se generaron así una serie de conflictos que nosotros denunciamos en su momento y formulamos los reparos oportunamente, no siendo atendidos por el Gobierno de entonces. Ese fue el gran engaño al que fuimos sometidos. Otro asunto que se nos trató de incluir fue el famoso artículo 28 del Estatuto de Roma, artículo no 14
aceptado en muchas partes del mundo y que atentaba directamente contra nuestra carta política, la Constitución de la República. Sin embargo, lo descubrimos a tiempo ese asunto y conseguimos que se hicieran algunas modificaciones. Ese fue el gran engaño que sufrimos y el gran rechazo que manifestamos hacia algunos aspectos relativos a la JEP. ¿Cree usted que en Colombia se pueden dar situaciones parecidas a las de Argentina y otros países donde los militares han sido procesados, condenados y pagan con cárcel? El instrumento como tal para la justicia me parece válido, y no pongo objeciones al mismo, pero para mí el problema reside en quiénes lo van a aplicar. El gran rechazo por parte de la institución armada tiene más que ver con los responsables que finalmente ejecutarán la JEP que con la JEP en sí misma; esa es nuestra posición oficial y así lo hemos explicado en las instancias en las que fuimos llamados. Nosotros, entonces, vimos que la JEP nos parecía como dar un salto al vacío y desde las reservas hubo una serie de contactos con algunas fuerzas políticas presentes en el legislativo colombiano, viendo que había una buena conexión y que compartíamos casi el mismo discurso. Así conseguimos que algunos impedimentos que nosotros teníamos con respecto a la JEP fueran recogidos y aceptados por varios grupos políticos. Eso se aprobó en el Congreso y en estos momentos este asunto está inmerso en una revisión constitucional. Si estas sugerencias presentadas por nosotros son aceptadas por la Corte Constitucional, entonces se aplicarían de inmediato y significaría que el cincuenta por ciento de los magistrados de la JEP tendrían que dejar sus cargos. En esas condiciones, claro está, los miembros de la Fuerza Pública tendrían unas mejores condiciones y recuperarían la confianza en esa institución. Expectativas ante el nuevo Gobierno ¿Qué expectativas tiene sobre el manejo de los asuntos militares con respecto al presidente Iván Duque? ¿Cree que cometerá errores parecidos a los de Uribe cuando quitó el Fuero Militar? Efectivamente, fue así, como usted dice, y nosotros lo discutimos abiertamente con el presidente Uribe y él reconoció su error, pidiendo en su momento a su ministro de Defensa, Camilo Ospina, que viniera a Acore y diera sus explicaciones, porque Uribe también se sentía engañado. Uribe reconoció el error que supuso suprimir el Fuero Militar porque en la práctica suponía el fin de la jurisdicción penal militar, tal como sucedió finalmente. Ahora, sin embargo, el presidente Duque ha hablado de recuperar la justicia penal militar y recuperar ese Fuero Militar; asimismo considera que, al igual que muchos países democráticos del mundo, en Colombia debe ocurrir algo similar, en el sentido de recuperar ese trato especial a los miembros de la Fuerza Pública. Así lo ha prometido y esperemos que cumpla con esas promesas durante su mandato presidencial. ¿Qué balance hace del presidente Santos aparte del proceso de paz? Sobre este tema tenemos suficiente información de lo que ha acontecido y tenemos distintas fuentes para analizar el asunto en profundidad que nos han confirmado el gran engaño de que, finalmente, lo que se anunció no es lo que realmente se firmó. Las Farc, evidentemente, incumplieron su parte, mientras que el Gobierno gastó ingentes recursos en una implementación de los acuerdos de difícil cumplimiento, dejando una pésima herencia al nuevo Gobierno del presidente Duque. Fuentes muy serias y competentes con las que nos hemos reunido últimamente, como las Naciones Unidas, 15
coinciden con nosotros, en el sentido de que una buena parte de los acuerdos firmados en la práctica no han sido aplicados. Las Naciones Unidas, incluso, nos han constatado que muchos de los que abandonaron las armas se han unido a lo que ahora se llaman como “disidencias de las FARC”, abandonando las zonas de concentración previstas en los Acuerdos de Paz de La Habana, y están en la misma actividad criminal. Los acuerdos, en definitiva, no se han cumplido y no han funcionado como estaba previsto. Aumento de la inseguridad en las calles ¿No le parece que los acuerdos de paz tampoco han tenido traducción inmediata en una mejora de la seguridad pública? Muchas fuentes aseguran que incluso los delitos se han incrementado exponencialmente en muchas partes del país, como en el Cauca, Catatumbo, Arauca, Putumayo, el Chocó y el Valle, por poner solamente algunos ejemplos. La criminalidad aumentó espectacularmente en estos años y así me lo han hecho saber muchas fuentes. Y me consta. El Gobierno saliente, el de Santos, ha tratado de maquillar las cifras sobre la criminalidad en el país, pero la situación es muy preocupante y los delitos de todo tipo aumentaron en estos últimos años. Se requieren acciones inmediatas, tal como le hemos planteado al presidente Duque, y como primera medida, creo que se debe aumentar el pie de fuerza, tanto de la Policía Nacional como de las Fuerzas Armadas en general, porque si no se seguirá desbordando esta criminalidad hasta niveles insoportables para el país. ¿Cree que en Colombia se debería separar la Policía Nacional de la estructura general de las Fuerzas Armadas? La experiencia nuestra, tras tantos años de conflictos, nos permite dar una respuesta clara y contundente: no. No se debe hacer esa separación por la que pregunta usted. Es más, muchos países y expertos internacionales que han venido hasta Colombia han asegurado que la interacción entre nuestros militares y la Policía Nacional ha sido positiva para el país, ha sido la mejor de las soluciones ante los problemas que teníamos y que ha funcionado bien. Actuamos coordinadamente en equipo y en conjunto dando buenos resultados. La Policía Nacional nuestra requiere capacidad para entrar en combate porque hace frente a bandas y grupos criminales muy potentes y bien organizados. Tenga en cuenta que la Policía Nacional, en el sentido tradicional que la entendemos como fuerza para actuar en áreas urbanas, no tendría esa capacidad necesaria para hacer frente a esos grupos ilegales y entrar en combate cuando la situación así lo requiera. Necesitamos fuerzas con alto nivel de operatividad y con medios efectivos para hacer frente a los desafíos que tenemos. Por fortuna, esa coordinación y unidad de mando se ha mantenido y ojalá siga así por mucho tiempo, pese a que las FARC, en las negociaciones de La Habana, intentaron buscar esa separación, aunque finalmente no lo lograron por suerte para todos los colombianos. El aumento de los cultivos de coca ¿A qué se ha debido ese aumento en las hectáreas de cultivo de cocaína en todo el país? La gran demanda, obviamente, genera que los precios de este producto se disparen y cuando se disparan, el negocio mejora y aumenta. Luego las organizaciones como las FARC recurrieron a este negocio para obtener dividendos y el sistema lo han perfeccionado hasta construir toda una estructura criminal que, incluso, cuenta con la ayuda del exterior, como es el caso claro de Venezuela. Se ha producido una alianza 16
entre algunos sectores del régimen venezolano y el narcotráfico, junto con las FARC, para producir, comercializar y exportar la cocaína hacia otros países del mundo. El caso venezolano es absolutamente oprobioso, ya que no solo participa en el comercio ilegal sino que también protege a los líderes de las FARC que están en el negocio ilícito del tráfico de drogas. Este problema del narcotráfico, además, está muy ligado al aumento de la criminalidad y la inseguridad en muchas partes del país. Muchos líderes sociales han sido asesinados por tener intereses encontrados con los que mueven el negocio de la droga. Mientras no se controle el narcotráfico en el país, mientras no se erradique este flagelo, la criminalidad y la inseguridad pública seguirán siendo la tónica dominante en el país. Ese fenómeno creciente de los cultivos de coca es preocupante y vincula a miles de personas, algo que tendrá que enfrentar el nuevo Gobierno si de veras quiere atajar la criminalidad. ¿Qué noticias tiene de las disidencias de las Farc? En una reunión con las Naciones Unidas hace un año se hablaba de entre 1.200 a 1.500, pero lo cierto es que esas “disidencias” de las Farc han ido creciendo y por ahora han ido conformando hasta unos 19 grupos y actúan por ahora desarticuladamente pero seguramente con la intención final de crear un mando unificado. Creo que si no se les ataca de frente y duramente, este problema irá a más y acabará convirtiéndose en una amenaza real a la seguridad del Estado. ¿Qué perspectivas tiene con respecto al proceso de paz tan cuestionado por muchos? Este asunto lo hemos discutido mucho y abiertamente en la reserva activa y tenemos mucha información pero también preocupación. Hemos seguido las negociaciones entre el Gobierno saliente y las Farc, llegando a la conclusión de que ha sido un total fracaso el tal proceso de paz. Las razones por las que ha fracasado son debidas, en primer lugar, porque las Farc han venido actuando sin unidad de mando ni teniendo el control sobre sus fuerzas. Los que actuaron como negociadores son unos representantes que no tienen la autoridad para tomar decisiones sobre lo que se acuerde o, finalmente, se llegue a pactar. Cada cuadrilla o los frentes, como ellos se llaman, tienen sus propios intereses, cada uno dedicado a acciones ilegales específicas y diferenciadas con respecto a los otros, bien sea en el narcotráfico, en la actividad delictiva urbana o en la minería ilegal, dependiendo del “negocio” en el que estén metidos. Son grupos que actúan dispersamente y muchas veces fuera del control del mando. ¿Qué pasará con el proceso en ciernes de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)? Con respecto al ELN, el presidente entrante Duque ya ha dicho que escuchará a la Iglesia Católica y a las Naciones Unidas, que ya escucharon y estuvieron en contacto con esta organización terrorista, para saber en qué punto está el asunto y qué es lo que quiere este grupo. Ambas instituciones llevan mucho tiempo en contacto con el ELN. Pero Duque ya advirtió que hay que ponerle términos a esas negociaciones y un sistema de verificación de lo que se pueda acordar. Después, el ELN, a través de uno de sus voceros que responde con el alias de “Pablito”, que dicho sea de paso es uno de los más radicales de esta organización, asegura que no acepta precondiciones previas. Con lo cual, mi conclusión es que será muy difícil llegar a acuerdos porque tienen posiciones muy radicales. Están amenazando claramente al presidente Duque con que está en la disyuntiva de paz o guerra, así de claro. Son impositivos y están poniendo al 17
paĂs ante un ultimĂĄtum que el presidente creo que no puede aceptar, es decir, me muestro pesimista con respecto a un proceso de negociaciĂłn con este grupo.
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La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición ¿Verdad – justicia – reparación – garantías de no repetición? Por: Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera A través de un comunicado del Comité de Escogencia del llamado Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (Sivjrnr), mediante el cual se creó la Comisión de la Verdad, en desarrollo del punto relativo a la agenda de negociación sobre víctimas del conflicto negociado en La Habana, se generaron muchas dudas y, quizás, más preguntas que respuestas frente a la selección de sus cuestionados integrantes. El objetivo principal de esta poderosa Comisión, según nos fue anunciado en el momento, es el de “contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido y al reconocimiento de responsabilidades ante las víctimas del conflicto, con el propósito de evitar su repetición, y buscar sobre bases firmes, la reconciliación y la construcción futura de una paz firme y duradera”. Hasta ahí todo fue perfectamente entendible e inobjetable. También en lo relacionado con algunos de sus criterios orientadores, en cuanto a su momento de aplicación, su situación transitoria, su enfoque diferencial y de género, sus condiciones de seguridad y su carácter de mecanismo extrajudicial. Sin embargo, dadas las experiencias obtenidas en relación con un foro nacional y otros de tipo regional, realizados previamente como parte de esta agenda pactada sobre el mismo tema, fueron tantas las irregularidades cometidas, que, en su momento, la Mesa de Trabajo hizo público un pronunciamiento, denunciando en forma categórica la actuación asumida por las Farc, como también la de unos falsos voceros de supuestas víctimas y la de algunos organismos nacionales e internacionales, con lo cual se ofendía en materia grave la dignidad de las Fuerzas Armadas de la República y se afectaba la imparcialidad requerida para adelantar este proceso. Se insistía en estos foros acusar y hacer responsable al Estado colombiano, por infundados hechos criminales no comprobados, atribuyéndolos sin verdad jurídica alguna, a miembros de la Fuerza Pública. Estos graves antecedentes, han sido precisamente los que ponen en entredicho, la credibilidad, idoneidad, imparcialidad, autonomía y entendimiento requeridos, para encontrar la verdad histórica del conflicto armado, utilizando este mecanismo. Para el caso específico de la Fuerza Pública, según las Farc, el principal y único responsable por violaciones constantes y sistemáticas de los DD.HH y del D.I.H es el 19
Estado colombiano y consecuentemente, quienes portan las armas de la Republica, como causantes directos de este tipo de violaciones. Igualmente, se consideran víctimas y no victimarios. Tampoco aceptan comprometimiento alguno y menos sus cabecillas, como máximos responsables de su accionar terrorista y criminal. De esta manera, pretenden justificar el derecho de rebelión como causa justa de su accionar delictivo. También han exigido en forma insistente la rápida estructuración nacional y regional de esta Comisión, para sustentar a través de ella la tesis de que todas sus actuaciones fueron actos de guerra, ya que “su política tradicional fue la de no causar daños a la población civil”. En su habitual cinismo –contando con la anuencia de algunos organismos nacionales e internacionales y el respaldo de diferentes ONG de extrema izquierda radical que les son afines− pretenden obtener ahora grandes ventajas para distorsionar a su acomodo la verdadera realidad histórica y, sobre todo, para sentar las bases necesarias que les permita argumentar que el acuerdo final para la terminación del conflicto, por ningún motivo, se constituya en un proceso de sometimiento a la Justicia. Es decir, frente a la verdad histórica… total impunidad. En estas circunstancias, tenemos la certeza que la Fuerza Pública será señalada como principal responsable de la mayor parte de víctimas generadas por el conflicto armado. Curiosamente, esta misma afirmación es coincidente con lo expuesto por el Centro Nacional de Memoria Histórica en su publicación Basta ya, que, inexplicablemente por orden del gobierno anterior, se convirtió en texto de enseñanza obligatoria para los distintos niveles educativos del país. En la misma dirección, un informe rendido por doce intelectuales designados anteriormente por la mesa de negociaciones de La Habana como Comisión Histórica del Conflicto, produjo un relato que no corresponde a la verdad de lo ocurrido. Sus cuestionados análisis convergen hacia una supuesta realidad: “El Estado colombiano es el gran responsable de todo lo acontecido durante el conflicto armado, ya por acción o ya por omisión. En otros términos, por haber sido incapaz de garantizar la tranquilidad y la seguridad pública que le impone la carta política de la nación. Ni siquiera a la fecha ha logrado copar con su presencia y cuestionada autoridad, enormes rincones de la geografía patria”. Este documento, según voceros de las Farc, con lo cual coincide algunos integrantes de esta cuestionada Comisión, permitirá comprender la complejidad de este conflicto y las causas que lo originaron en materia de justicia social, las cuales consideran de responsabilidad exclusiva del Estado. En tales condiciones, este informe también favorecerá a las Farc, por cuanto siempre se han autocalificado como “victimas del establecimiento”. Por último, es conveniente afirmar que, frente a esta situación, tal como se visualiza, los miembros de la Fuerza Pública podrían ser sometidos dentro de este proceso, a injustos señalamientos como consecuencia de una historia mal contada y habilidosamente manipulada por víctimas y relatores no confiables y supuestas organizaciones de carácter humanitario que siempre han favorecido a esta agrupación terrorista, responsable en grado sumo de múltiples crímenes atroces contra el pueblo colombiano. 20
En otros términos, a través de este habilidoso mecanismo, militares y policías tendrán que rendirle cuentas al enemigo.
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Colombia en la Otan “Ingreso a la Otan no es amenaza para la región”: Ruiz Barrera En una entrevista para el canal de televisión Rusia Today, el Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera, presidente nacional de Acore, precisó los alcances del ingreso de Colombia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Otan, en calidad de socio global. Frente a los cuestionamientos del mandatario venezolano Nicolás Maduro, Ruiz Barrera fue enfático en señalar que “la aceptación de Colombia en la Otan no constituye una amenaza para Latinoamérica”. La Otan cuenta con 29 miembros y nueve socios globales, entre los que se cuentan −además de Colombia− Australia, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Pakistán, Afganistán, Irak y Mongolia. RT.: El anuncio se produce días antes de las elecciones presidenciales. ¿Existen interés político del presidente de la República para dar el anuncio en este momento? RB.: Sin duda alguna existe un gran interés político, por cuanto constituye una buena noticia para el país y particularmente para sus Fuerzas Militares. Este compromiso se adquiere tiempo atrás durante la gestión del anterior ministro de Defensa Nacional con una aprobación inicial en junio de 2013, donde Colombia suscribió el proyecto de acuerdo de cooperación y acercamiento para su ingreso en el futuro, en condición de socio global o cooperante. Tiempo después el presidente ordenó reversar este compromiso por conflictos suscitados con el régimen venezolano encabezado por Nicolás Maduro. En el año 2009, por petición de la Otan, el gobierno aprobó el envío de expertos en antiminas y antinarcóticos para apoyar las Fuerzas Militares Españolas en el cumplimiento de misiones y tareas impuestas por la Otan. En materia de cooperación, en el año Colombia desplazó unidades navales para participar en operaciones en aguas internacionales próximas al cuerno de África. RT.: Beneficios que pueden reportar el ingreso de Colombia en condición de socio global. RB.: Por tratarse de tareas de cooperación, sin que esto signifique que Colombia sea miembro de la Otan, se pueden recibir distintos beneficios o adquirir compromisos, en temas relacionados con: Intercambio de información e inteligencia, ciencia y tecnología, capacitación y entrenamiento, aporte de experiencias en desminado y guerra asimétrica y despliegue de tropas en misiones internacionales. 21
RT.: Desventajas que puede reportar su ingreso. RB.: Puede darse una interpretación equivocada de la tarea por cumplir, en el sentido de no ser justificable comprometer tropas colombianas en conflictos ajenos a su responsabilidad, y particularmente si estos compromisos generan gastos adicionales con cargo al presupuesto nacional. RT.: Tensiones que puedan surgir con países vecinos de la región, particularmente con Venezuela. RB.: En el caso particular de Venezuela, el régimen presidido por Nicolás Maduro ya ha hecho pública su inconformidad, pues considera que esta vinculación con la Otan constituye una amenaza para la región, argumentando que una alianza militar externa con capacidad nuclear conlleva una serie amenaza para la paz y la estabilidad regional. Señala también que esta organización no es de carácter defensivo, sino antes por el contrario una peligrosa fuerza amenazante de principios y carácter ofensivos. RT.: ¿Ser parte de la Otan, como también de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (Ocde), mejora la imagen de Colombia y le permite una mayor participación en el escenario internacional? RB.: Sí. Respecto a la Otan, Colombia cumplió todos los requisitos y fue aceptada por el alto nivel profesional y experiencia militar lograda a través de muchos años del conflicto interno armado que ha enfrentado el país. En relación con la Ocde, según lo planteado hasta el momento por algunos expertos, la cooperación que pueda obtener de este organismo tendrá efectos muy positivos en temas relacionados con el desarrollo económico. Este compromiso impone beneficios y obligaciones que podrán favorecer todo el aparato productivo del país y sus efectos en los mercados internacionales.
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Presidencia 2018 – 2020
¡Vamos por la reelección! VOTE PLANCHA No.1
Frente a tan importante compromiso, nos queda por fortuna la plena satisfacción y el firme convencimiento, de haber realizado todos los esfuerzos necesarios para cumplir cabalmente con las diferentes responsabilidades que asumimos desde el momento mismo de nuestra postulación. Consecuentes con la tarea en que estamos empeñados, y atendiendo la confianza y el respaldo que se nos viene otorgando por muchísimos asociados, unidades simbólicas de la reserva activa y varias asociaciones de diferentes cursos y promociones, surge un nuevo e importante compromiso, ante el cual no podemos defraudar a quienes nos apoyaran con su voto en las próximas elecciones. Este es el nuevo reto que debemos y queremos enfrentar: En primer término, deseamos resaltar la importancia de continuar con los esfuerzos que sean necesarios para seguir proyectando y fortaleciendo nuestra asociación en la conquista y defensa de todo aquello que, como gremio, nos corresponde. Son muchos los derechos e intereses que debemos proteger. Será menester continuar persistiendo en la búsqueda de soluciones prontas y adecuadas en todo lo atinente a la seguridad jurídica y seguridad social de todos los miembros de nuestra institución. La urgente recuperación del actual sistema de salud tendrá carácter prioritario. También insistiremos en el blindaje salarial de la totalidad de nuestros ingresos, tal como ya ha sido expuesto al alto mando militar y a otras instancias del Estado. Es importante destacar la necesidad que tenemos, junto con otras asociaciones militares y de policía pertenecientes al cuerpo de oficiales de la reserva activa, para continuar trabajando conjuntamente y, sobre todo, en la misma dirección, como un solo grupo de presión, a fin de mantener y preservar lo que ya hemos logrando: Unidad, integración y fortaleza Contamos con su voto 23
Apóyennos para continuar con este gran proyecto a fin de alcanzar con éxito lo que todos queremos de nuestra asociación. Nuestra capacidad de gestión, experiencia y liderazgo, la cual hemos demostrado, constituyen un factor determinante para continuar la tarea en que estamos empeñados. ACORE es ¡compromiso de todos! ¡Capacidad de gestión, experiencia y liderazgo! Junta directiva Presidente Brigadier General Jaime Ruíz Barrera Primer Vicepresidente Capitán de Navio Luis Jaime Correa Perez Segundo Vicepresidente Coronel Pastor Duarte Hernández Vocales Ejército Principal Coronel Ricardo Mora González Suplente Coronel Ricardo Murillo Guasca Principal Coronel Héctor Samaca Rodriguez Suplente Coronel Manuel Jose Santos Pico Principal Coronel Jesus Maria Vivas Mosquera Suplente Coronel Enrique Cotes Prado Vocales Armada Nacional Principal Coronel I.M Victor Julio Silva Cordoba Suplente Vicealmirante Luis Fernando Yance Villamil Vocales Fuerza Aérea Principal Coronel Harold Certuche Caicedo Suplente Coronel Gustavo Plazas Jimenez Vocales Damas Asociadas Principal Señora Rosa Aguilar de Quiñones Suplente Señora Hilda Chavez de Alvarado
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Página 2 Su voto es fundamental
“Espero continuar sirviendo a ACORE desde la Presidencia Nacional” Por: Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera ¡Me comprometo nuevamente a seguir realizando los esfuerzos que sean necesarios para insistir en la proyección y fortalecimiento de nuestra asociación, a fin de conquistar y defender todo lo que institucionalmente nos corresponde! Tal y como sabiamente nuestros viejos instructores nos enseñaron en las escuelas de formación… “todo o casi todo, al esfuerzo principal; nada o casi nada, al esfuerzo secundario”. Para seguir aplicando con éxito esta premisa, haremos uso de toda nuestra experiencia, liderazgo y capacidad de gestión, para continuar desarrollando con eficiencia, las verdaderas prioridades que hay que trabajar y cuales las metas y los objetivos rentables por alcanzar. Esta será parte fundamental de mi tarea y la del grupo de trabajo que me acompañará. Soy también consciente de la necesidad de consolidar y preservar lo que hasta el momento hemos logrado en la Mesa de Trabajo Permanente del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y Policía Nacional, bajo un claro concepto de ¡unidad, integración y fortaleza! Este será mi plan de acción, el cual resumo en un decálogo de compromisos, para que lo estudien y, sobre todo, me hagan saber cómo podría ser mejorado, corregido o implementado, a fin de asegurar y garantizar el éxito en la nueva tarea por cumplir. El plan de acción que hemos proyectado consiste básicamente en estos mismos diez puntos de carácter general que trabajamos en los últimos periodos estatutarios de nuestra gestión, como compromiso del mandato recibido de los asociados: Experiencia, liderazgo y capacidad de gestión Persistir en la proyección y fortalecimiento de la asociación al más alto nivel posible, procurándole a la vez un crecimiento eficaz y sostenible. áreas cuya finalidad sea diferente al objeto social. Liderar con las asociaciones más representativas de la reserva activa de la Fuerza Pública, la unidad e integración requerida para trabajar como un todo en beneficio de las necesidades más apremiantes que nos sean comunes. 25
Utilizar a ACORE como un verdadero grupo de presión que nos permita llegar a todas las instancias del poder para la solución de los múltiples problemas que nos aquejan en materia salarial, de salud, bienestar y de seguridad jurídica. Procurar la unidad de todos los proyectos políticos de la reserva activa ya creados, en proceso de creación, o que se puedan conformar más adelante, a fin de lograr de la mejor manera, una adecuada representación en los distintos cuerpos colegiados o en aquellos cargos de elección popular. Esta actividad deberá realizarse, sin comprometer el nombre de la asociación en temas de carácter partidista, tal como lo establece nuestra normatividad estatutaria. Mantener y fortalecer el posicionamiento que ha logrado ACORE en los últimos años como la entidad más representativa de las reservas ante nuestras propias instituciones, la sociedad civil y ante las distintas esferas del Estado. Cumplir estrictamente el mandato impuesto por los estatutos vigentes, sin excluir la posibilidad de revisar la parte normativa que pueda afectar las proyecciones previstas en el futuro inmediato. Revisar y modernizar los procedimientos gerenciales y administrativos que se han venido aplicando en el manejo de los bienes y recursos propios de la asociación, procurando también una mayor austeridad en aquellas áreas cuya finalidad sea diferente al objeto social Propender por la optimización de todos los servicios que se ofrecen actualmente en las áreas académicas, de bienestar, salud, de tipo cultural, turismo, recreación, auxilios funerarios, créditos, medios de comunicación asesoría y consultoría jurídica y la creación de otros beneficios posibles, que hagan más viable, agradable y atractiva la permanencia y vinculación de nuevos miembros a nuestra asociación. Proyectar y en algunos casos financiar, aquellos nuevos servicios que puedan ser ofrecidos localmente en las distintas sedes de todas las Seccionales, procurando de esta manera un mayor desarrollo regional. Asumir por igual la vocería de quienes por encontrarse en servicio activo, no pueden hacer uso del legítimo derecho de reclamación o de protesta, cuando se trata de defender los derechos adquiridos que nos son comunes. ¡Cuento con su voto! Apóyeme en este gran proyecto para alcanzar con éxito lo que todos queremos de nuestra asociación. En aras de la pluralidad y la trasparencia propias del juego democrático, el periódico ACORE invita a los candidatos a la Presidencia Nacional de la asociación a exponer su programa d gobierno en un artículo con las siguientes características: extensión no mayor de dos cuartillas, espacio sencillo, letra Times New Roman, 12 puntos. A la fecha del cierre de esta edición, no había llegado material informativo de otros candidatos a la Presidencia Nacional.
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Vamos por buen camino… Por: Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera Candidato Presidencia Nacional ACORE 2018 – 2020 El voto de confianza y el reconocimiento que estamos recibiendo, constituye un gran compromiso para continuar con la tarea en que nos encontramos. Ese es y será nuestro reto constante y permanente. Ya somos en este momento, un verdadero grupo de presión. Tal condición nos ha permitido llegar más fácilmente a distintas instancias en defensa de nuestra seguridad social, bienestar y seguridad jurídica. Nos hemos fortalecido de una manera Necesitamos su voto para lograr la reelección a la cual nos hemos postulado. ¡Vamos por el camino correcto buscando el apoyo mayoritario de quienes integran nuestra Asociación! eficaz y sostenible. También hemos logrado la unidad e integración a la cual siempre aspiramos. Nuestra Mesa de Trabajo Permanente así lo demuestra. El posicionamiento alcanzado como organización de la reserva activa, nos ha facilitado la tarea de defender con mayor ahínco, los derechos e intereses propios de nuestra condición castrense.
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INDICE Recopilación artículos 2017
Edición 575 diciembre Palabras con ocasión del aniversario de ACORE. Acore en el escenario internacional. Edición 574 octubre “Nos va a juzgar el enemigo”: presidente de Acore.
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Palabras con ocasión del aniversario de ACORE Antes de referirme a esta importante conmemoración, considero nuevamente pertinente, como lo he hecho en otras ocasiones, hacer alusión a las significativas y emotivas palabras pronunciadas por un gran general, que peleó en la segunda guerra mundial. Esto dijo Douglas Mc Arthur ante un selecto auditorio de veteranos de guerra: “Nuestra milicia es y siempre será jerarquizada… Los viejos generales, coroneles y otros superiores, que ayer fungieron como jefes o comandantes, siguen y seguirán siendo, la guía espiritual y el mejor ejemplo, para las nuevas generaciones que hoy tienen bajo sus hombros, la misma responsabilidad que ellos tuvieron en la defensa de la patria”. Un 25 de noviembre de 1960, hace exactamente cincuenta y siete años, fue creada nuestra Asociación con el propósito de integrar y reunir a los oficiales pertenecientes a la reserva activa de las FF.MM. Durante este largo y significativo recorrido, el esfuerzo principal ha estado orientado a ganar y consolidar diferentes espacios de participación para proteger los derechos alcanzados a través de muchos años de historia en defensa de este país y de sus instituciones, como también en fortalecer todos aquellos valores y sentimientos de solidaridad y compañerismo, que tradicionalmente nos identifican como miembros de la institución más querida y respetada por la mayoría de los colombianos. Celebramos en esta fecha una gran lucha que venimos realizando en pro de nuestros más caros principios y valores. Hacemos honor en esta tarea, a los pilares fundamentales de nuestra institucionalidad, que no son otra cosa, que enaltecer ese gran compromiso que adquirimos desde temprana edad en nuestras escuelas de formación, y en particular, con todo aquello que concierne a la seguridad y defensa nacional, razón de ser de nuestra formación profesional. Fieles a este magno compromiso y consecuentes con lo que esto significa, desde la reserva activa continuaremos edificando la unidad e integración necesaria para lograr este cometido, entendiendo con suficiente claridad que nuestra institución militar es una sola y que en ella se encuentran, no únicamente quienes aún portan las armas de la República, sino también los que temporalmente hemos dejado de hacerlo, pero que por propia decisión o por mandato superior, estamos dispuestos a tomarlas nuevamente, cuando las circunstancias así lo determinen… ¡somos una sola institución! Para este propósito, es importante fortalecer la estrecha relación que debe existir con los distintos niveles del mando, a fin de lograr la misma unidad e integración que
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hemos alcanzado con todas las asociaciones del cuerpo de oficiales de la reserva activa de las FF.MM. y de la Policía Nacional. En función de este compromiso, como es de todos conocido, se ha constituido una Mesa de Trabajo Permanente (MPT) que, como tarea prioritaria, viene estudiando distintos temas de interés nacional e institucional, íntimamente relacionados con la misión constitucional que le corresponde a nuestra Fuerza Pública y sus graves efectos, tanto para sus integrantes, en actividad y en retiro, como también para con todo aquello que tiene relación directa con seguridad, defensa nacional y vigencia de nuestras instituciones democráticas. Como reservas activas de la Fuerza Pública, somos en este momento un grupo de presión indispensable y, lejos de cualquier interés de carácter político, debemos continuar actuando de esta manera. Nuestras principales acciones, tal como lo hemos venido realizando, deben estar siempre orientadas a influir en los distintos estamentos del Estado o en las respectivas ramas del poder, para obtener resultados que sean favorables a nuestros intereses institucionales. No ha sido tarea fácil, pero tampoco imposible. Hay que persistir; y este es precisamente, el principal reto que nos hemos impuesto frente a las actuales circunstancias. La seguridad jurídica de todos los miembros de la institución en situación subjudice por causa o razón del conflicto armado que hemos experimentado en las últimas décadas, es y será tarea determinante. Para finalizar, quiero presentar un efusivo saludo de reconocimiento a los cursos de oficiales de las Fuerzas Militares que cumplen cincuenta años de haber egresado de sus respectivas escuelas de formación y que por tal motivo han sido distinguidos en esta ceremonia con la Medalla Militar ‘Bodas de Oro’ del Comando General de las FF.MM. y la ‘Rafael Reyes Cincuenta Años’ de ACORE. Igualmente, a quienes han sido acreedores de la ‘Medalla al Mérito’ otorgada por el Consejo de la Medalla de nuestra asociación. Para todo ellos, nuestras más sinceras felicitaciones. ¡ACORE, compromiso de todos! Página 10 Presidencia Nacional
Acore en el escenario internacional Por invitación del gobierno de Irlanda del Norte y del Instituto para las Transiciones Integrales (IFIT), Acore participó en varias mesas de trabajo llevadas a cabo en las ciudades de Dublin, Belfast y Derry entre el 27 de noviembre y el primero de diciembre del año en curso. Los temas tratados tuvieron relación con el conflicto armado que ha experimentado este país a lo largo de muchos años de historia, por temas relacionados con cuestiones de índole religiosa, materializadas en graves confrontaciones entre comunidades protestantes y católicas. 30
Dentro de éste propósito, se llevaron a cabo varios encuentros con representantes del alto gobierno, de la asamblea nacional, de la rama judicial, de los distintos partidos y movimientos políticos, del sector empresarial, de la academia y con distintas organizaciones de víctimas y excombatientes del llamado Ejército Republicano Irlandés (IRA). El conflicto armado en Irlanda del Norte duró algo más de treinta años y el proceso de paz más de una década. Su origen inmediato se remonta a la iniciación de los primeros diálogos secretos entre las partes en conflicto, con la participación del gobierno Británico. En 1998, en virtud de los logros alcanzados, el IRA decretó un alto al fuego que se materializó definitivamente en enero de 2005, y para el 2007 se produjo su desarme definitivo. En desarrollo de las mesas de trabajo con los distintos participantes, se pudo conocer la existencia de posiciones bastantes radicales que enfrentan las comunidades católicas y protestantes, por temas relativos a identidad, nacionalismo y unidad territorial. Existen dos países diferentes al interior de la misma isla: Irlanda e Irlanda del Norte. Irlanda es en este momento un país totalmente independiente e Irlanda del Norte forma parte de la comunidad británica. Fue muy evidente experimentar el buen entendimiento y respeto existente entre las comunidades en conflicto, que, no obstante sus grandes diferencias de identidad, han logrado convivir en paz hasta el momento. El objetivo común de estas partes en conflicto corresponde a un tácito compromiso de buscar reconciliación y tender algunos puentes de entendimiento, bajo la premisa de la no violencia. Se trata de dejar el pasado violento experimentado y enfrentar el futuro dentro de un ambiente de cordialidad y entendimiento. El grupo de trabajo en representación de Colombia estuvo constituido por Acore y los siguientes invitados especiales: Carlos Felipe Ortegón Pulido es abogado de la Pontificia Universidad Javeriana (2003), con especialización en derecho administrativo (2005) y en especialización en derecho constitucional (2006) del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. También cuenta con un Máster en Análisis Económico del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto Universitario Ortega y Gaset de Madrid (2013). Germán Córdoba, abogado de la Universidad de Nariño, con especialización en Desarrollo Regional de Universidad de los Andes, y Altos Estudios en Gerencia política y gobernabilidad de la George Washington University –CAF– Universidad del Rosario. Actualmente es el Secretario General del Partido Cambio Radical de Colombia. Humberto Sánchez, alcalde del municipio de San Vicente del Caguán. Es ingeniero electricista de la Academia de Minas y Metales de Magnitogorsk G. I Nosov de la Federación Rusa, con especialización en dispositivos de accionamiento eléctrico y automatización de las instalaciones industriales y complejos tecnológicos de la misma universidad. Juan Carlos Novoa es abogado de la Universidad de Santo Tomas de Aquino de Bucaramanga donde fue alumno del exprocurador Alejandro Ordoñez. Desde entonces lo ha acompañado primero en el Consejo de Estado como sustanciador judicial, luego como su secretario privado en la procuraduría. Actualmente ejerce como abogado y forma parte de la Unión de Juristas Católicos, la cual tiene como premisa estudiar y difundir al más alto nivel, el pensamiento católico en sus consecuencias jurídicas y políticas. 31
Kevin Hartmann es abogado del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de la cual es Colegial de número: máxima distinción académica de dicha institución. Cuenta con un diploma en estudios avanzados en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de American University, Washington College of Law. Pedro Medellín, Doctor en ciencias políticas de la universidad de parís III, candidato a Doctor a Ciencias Económicas, Universidad de París XIII, Magíster en Teoría y Política Magíster (M.A.) en Teoría y Política Económica, Universidad Nacional de Colombia (grado meritorio). Diploma de Estudios a profundidad (D.E.A), Universidad de París XIII, economista de la Universidad Nacional de Colombia. Rafael Guarín, abogado de la Universidad Libre. Maestría en acción política y estado de derecho en el Colegio de Abogados de Madrid y la Universidad Francisco de Vitoria. Maestría de seguridad y Defensa Nacionales de la Escuela Superior de Guerra de Colombia. Maestría en análisis y prevención del terrorismo de la universidad Rey Juan Carlos. Ximena Ochoa, mujer de origen campesino, estudios de pregrado en historia. Socia fundadora y miembro del Consejo directivo de la Federación Colombiana se Víctimas de las Farc desde abril de 2016 y actualmente presidente. Andrés Garcia, consultor asociado de IFIT desde agosto del 2017. Durante el proceso de conversaciones en La Habana fue asesor de la delegación de Gobierno colombiano en los temas de desarrollo rural, reincorporación y género. Estudió Desarrollo Internacional y Economía Política en la Universidad de Trent (Canadá), luego hizo una maestría en política social en la Universidad Javeriana. Actualmente es candidato a Doctor en Gobernanza Global de la Universidad de Waterloo en Canadá. Mariana Casij, abogada de la Pontificia Universidad Javeriana con maestría en derechos humanos y democratización del Centro Inter europeo para los Derechos Humanos y Democratización. Actualmente se desempeña como investigadora de IFIT, trabajó como consultora en la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, como asesora en temas de paz en la Unidad para las Víctimas, como consultora en el proceso penal especial de justicia y paz para dirección de justicia transicional del ministerio de justicia y como asistente de investigación en centro internacional de Toledo para la paz. Mariana Otoya, es oficial de investigaciones de IFIT e hizo proyectos globales desde el 2016. Es politóloga de la Universidad de los Andres con énfasis en política comparada y relaciones Internacionales. Julián Arévalo, actualmente es asesor de despacho del Ministro del Interior. Anteriormente fue asesor de la oficina del Alto Comisionado para la Paz y miembro de la Delegación de Gobierno Colombiano en el proceso de conversaciones con el ELN en Quito del gobierno de Irlanda. Patrick Colgan, asesor especial del gobierno de Irlanda. Trabajó durante doce años como director ejecutivo del organismo creado a raíz del tratado del acuerdo del viernes santo (Special EU programmes Body) con responsabilidad para los programas de paz y reconciliación en Irlanda e Irlanda del norte. Participación en encuentro en Irlanda del Norte
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“Nos va a juzgar el enemigo”: presidente de Acore Por: Revista Semana SEMANA habló con el general (r) Jaime Ruiz sobre los magistrados del Tribunal de Paz, la responsabilidad de mando y lo que les preocupa. Dice que el Gobierno los lleva de “engaño en engaño”. SEMANA.: ¿Cuál fue el punto de partida en las diferencias que tienen con la Jurisdicción Especial de Paz? Jaime Ruiz.: Desde que empezó la negociación en La Habana notamos con preocupación que todo está dado a favorecer a las Farc. Comenzamos a indagar y entramos en contacto con Álvaro Leyva y Enrique Santiago. En ese encuentro nos explicaron que la negociación fue supremamente fácil. Durante una reunión en la casa de Juan Carlos Henao se discutió el tema. La conclusión de que se aplicaría un sistema basado en la justicia restaurativa que no impone privación de la libertad sino una reparación por los daños causados a la sociedad. Les dijimos que si no se suponía que eso se estaba negociando en La Habana. Respondieron que no, que se resolvió aquí sin la mayor participación de los miembros de la Fuerza Pública. SEMANA.: Pero ustedes quedaron bajo un modelo diferenciado, ¿no? J. R.: Esa fue la primera preocupación y por eso hicimos una serie de observaciones. Por disposición del Gobierno, en ese momento, entre los Ministerios de Defensa y Justicia, se acordó un tratamiento especial diferenciado para nosotros. Una propuesta basada en todos los protocolos de justicia transicional. Se dio a conocer y fue bien recibida. Lo que nos intrigaba a partir de ese momento no era tanto el qué sino el cómo y quién lo iba a aplicar. SEMANA.: Pero los magistrados quedaron en manos de prestigiosos organismos internacionales... J. R.: ¿Quiénes nos van a juzgar? y ¿cómo se van a seleccionar los que nos van a juzgar? nos preguntábamos cuando apareció el tribunal especial con sus 51 magistrados. Pero, o sorpresa cuando se acuerda que el Comité de Escogencia es conformado por cinco organismos y tres de ellos de afuera. Dentro de los escogidos apareció un español muy relacionado con ETA, un peruano cercano a Sendero Luminoso y un argentino a Los Montoneros. SEMANA.: ¿Se reunieron con ellos? J. R.: Sí, hicimos una serie de críticas y llegó una invitación a Acore enviada por el Comité de Escogencia. Asistí a esa reunión privada y les dije: ‘ustedes no nos generan confianza por el perfil que tienen‘. Claudia Vacca, por lo menos conoce el conflicto 33
colombiano, por eso le pedimos que nos diera las garantías suficientes de imparcialidad para que todo funcione. José Francisco Acuña no estuvo presente. Nos dijeron, vamos a ser totalmente imparciales para darles esa confianza que reclaman. SEMANA.: Entonces, ¿cuál fue la primera impresión que les dejó la selección de los magistrados? J. R.: De los 51, escasamente cuatro nos generan confianza por su trayectoria y perfil. Dos de ellos trabajaron en la Justicia Penal Militar. Otro, en la Defensoría Militar y un tercero en la Fiscalía en la Unidad de Análisis y Contexto donde asumió posturas muy firmes y profesionales. Inspiran respeto. De resto, ninguno nos da suficientes garantías. Ninguno. Conocemos la trayectoria de algunos y las posiciones que han asumido en contra de las Fuerzas Militares. Muchos son desconocidos. Están relacionados con colectivos de abogados, ONG que han asumido una posición de ataque constante y permanente a miembros de la fuerza pública. SEMANA.: Si uno se fija en los miembros del nuevo tribunal, intentaron darle gusto a todo el mundo, ¿no cree? J. R.: No. llegamos a la conclusión de que bajo esas circunstancias nos va a juzgar el enemigo. Esa ha sido la gran preocupación que se acentuó cuando se dio a conocer la presidenta del tribunal omnipotente. Porque tiene muchas facultades. Es una jurisdicción con la facultad de autorregularse, de crear sus propias normas, de no rendir cuentas porque no hay quién pueda vigilar las actuaciones de ellos. No hay quién. No admitieron a la Procuraduría. SEMANA.: ¿Qué fue lo que no les gustó de la primera presidenta del tribunal, Patricia Linares? J. R.: Horas después del anuncio, la doctora Linares salió a dar unas declaraciones a Yamit Amat. Ella se refiere a un tema que ha sido muy preocupante para nosotros y que nos ha hecho mucho daño: los mal llamados falsos positivos. Ella entró fijando posiciones. Con claridad dijo: ‘mi condición de presidenta me faculta para tomar las determinaciones que se consideren necesarias en cuanto a la aplicación o no ‘. También manifestó que para efecto de esas decisiones cada caso se estudiará para tomar la determinación de seguir o no en la jurisdicción especial. Pero ¿qué pasa?... Eso ya está resuelto y la Corte Suprema de Justicia ya se pronunció al respecto. Todas estas conductas -mal llamadas falsos positivos- entran en la JEP. Es una decisión del Estado y de la Rama Judicial. Ella lo pone en duda, quién va a resolver entra a cuestionar. Entonces, qué garantías nos da esta justicia. SEMANA.: Y... ¿los otros nombres? J. R.: Hay una cantidad de nombres desconocidos que no se pueden ubicar. Pero resulta que esos desconocidos, en su mayor parte, según hemos podido averiguar, son los que tienen vínculos con ONG defensoras de derechos humanos, como el Colectivo de Abogados Alvear Restrepo y el Cinep. Es decir, toda la extrema izquierda radical de este país. También está Dejusticia que ha sido líder en todo lo que tiene que ver con actuaciones de los mandos militares para que se les juzgue bajo el Artículo 28 del Estatuto de Roma. SEMANA.: ¿Qué les dicen del Gobierno? 34
J. R.: El jefe del Estado, el ministro de Defensa y el ministro de Justicia han dicho en sus intervenciones públicas que para la Fuerza Pública había seguridad jurídica y blindaje. Pero no está por ningún lado. Sencillamente, nos engañaron. La semana pasada hicimos una reunión extraordinaria en la que se tomó la decisión de ir al Congreso a pedirle a quienes integran las comisiones primeras que definan cinco puntos clave para nosotros en el trámite de la Ley Estatutaria. SEMANA.: ¿Qué es lo que ustedes piden que se reglamente respecto a la JEP en la Ley Estatutaria? J. R.: 1) La aplicación estricta de todo lo acordado en cuanto al tratamiento simétrico, diferenciado, equitativo, equilibrado y simultáneo. 2) Los beneficios penales de que pueden ser objeto según lo determinado por la Corte Suprema de Justicia en relación con los mal llamados falsos positivos. 3) Garantías procesales frente al sesgo político que pueda utilizarse en aquellos casos que sean conocidos por magistrados que están siendo cuestionados por sus posiciones ideológicas en favor de la extrema izquierda radical. 4) Las funciones y atribuciones de los magistrados del Tribunal de Paz en cuanto a la debida interpretación y tipificación de todas las conductas penales bajo su competencia. 5) La prevalencia del código penal colombiano. SEMANA.: ¿Qué les preocupa? J. R.: Si esto no se garantiza plenamente -como inicialmente se dijo- es parte de la guerra jurídica que estamos enfrentando. La misma en la que hemos sido derrotados todo el tiempo y donde tenemos militares y policías presos por actuaciones muy cuestionables de la justicia ordinaria que no tiene pruebas suficientes, verdad jurídica y donde se ha visto una cantidad de montajes contra de la fuerza pública. Si esto no se resuelve pronto, van a tener unas Fuerzas Militares y de Policía desmoralizadas. SEMANA.: Bajo ese contexto que usted plantea, ¿cómo explicar que el general Rito Alejo del Río y demás militares hayan decidido postular sus casos a la JEP? J. R.: Cuáles son las opciones que existen: la Justicia Penal Militar desapareció y la justicia ordinaria, que es donde están todos; muchos se quejan por falsas pruebas, testimonios y procedimientos irregulares. En su momento el uribismo presentó la propuesta de crear una Sala especial en la Corte Suprema, pero eso no pasó. Eso lo calificaron como auto amnistías o auto indultos. Finalmente, ¿qué tenemos? Debemos entrar en el contexto por causa del conflicto, si hay un tratamiento especial, y por eso es que tenemos la JEP. Eso sí, en sacos diferentes que era lo que se nos estaba ofreciendo. No estoy hablando en su nombre, pero dígame, ¿qué escojo? La mejor opción es la JEP. Salgo de la ordinaria porque me han tratado mal y la militar ya no existe. Claro, muchos se acogen en la medida que se tengan en cuenta todas las observaciones que formulamos. SEMANA.: Explíquese... J. R.: Si yo soy Rito Alejo del Río y estoy en manos de la justicia ordinaria, ¿qué está pasando con mi caso? Me acusan del asesinato de una persona en Chocó. Esto, no hecho por las tropas a mi mando sino por unos paramilitares. Una declaración que le tomaron a uno de ellos donde decía que el general, que era el comandante de la zona, 35
sabía de las actuaciones que ellos estaban haciendo. Entonces lo involucran y le dan esa responsabilidad. Pruebas no se ha presentado ninguna. El mismo paramilitar que lo denunció, tuvo que retractarse porque no podía comprobar lo que decía. Sin embargo, ahí está el proceso. Si me quedo en la justicia ordinaria ahí me van a tener, entonces me voy para la JEP a seguir defendiéndome, pero libre. SEMANA.: ¿Cómo les ha ido en la justicia ordinaria? J. R.: Hay muchos militares y policías que se encuentran subjudice por cualquier circunstancia en razón del conflicto. Al principio, teníamos la Justicia Penal Militar, eran nuestros jueces naturales, los que conocen las circunstancias del combate, quienes tomaban las decisiones acordes con la situación de cada caso que se presentaba. Eso lo perdimos y lo cogió la justicia ordinaria donde había personas que no tenían idea del Derecho Internacional Humanitario y las circunstancias del combate. Ahí comenzaron los fallos equivocados. La situación es tal, que hay cifras de alrededor de 15.000 miembros del Ejército vinculados penalmente a procesos. Cuando uno se va a cada caso, resulta que el procedimiento que sigue la Fiscalía fue dictar medidas de aseguramiento o iniciar procesos de tipo penal contra toda una patrulla, pelotón o compañía que son 150 hombres. Tener 15.000 hombres en situación subjudice es preocupante y desmoralizante. SEMANA.: La discusión del artículo 28 del Estatuto de Roma, ¿ya quedó resuelta? J. R.: Ese artículo dice que todo comandante está en la obligación de saber de las actuaciones de sus subalternos. Claro, uno debe conocerlas y es su obligación. Pero, si no lo sabe, debería haber sabido. Ese es el veneno. Si hablamos del primer caso hay que demostrar que penalmente usted debía saber. Pero si uno dice: ‘no, no supe ‘, esto, ya sea por las circunstancias, porque no tenía la capacidad de control efectivo. Dirá uno de estos 51 magistrados: bueno muy bien coronel o general no se le ha probado nada, pero usted debería haber sabido sobre esa conducta y es responsable. SEMANA.: Eso fue lo que quedó resuelto en la Fe de Erratas que se firmó minutos antes de la presentación del acuerdo final en el Teatro Colón, ¿no? J. R.: Sí, estuvieron los mandos y generales que nos representaban. Se discutió el tema. Se dijo que había cosas que corregir y el presidente dijo: ‘hagamos una cosa, un acta donde todo esto quede como constancia y en la JEP (Acto Legislativo) se hacen las adecuaciones correspondientes. Pero nada de lo que se firmó distinto a la fe de erratas entró. Ese es otro engaño más. Ahora viene el pronunciamiento del tribunal, la selección de los magistrados y ponen a escoger a tres extranjeros vinculados con grupos terroristas, ¿qué garantías tenemos? SEMANA.: ¿Sus reparos han tenido eco en el Congreso? J. R.: Le voy a hablar de personas y con eso se entiende el tema de las bancadas. Hay buen entendimiento con el representante Rodrigo Lara (Cambio Radical), que nos ayudó a meter el tema del derecho operacional. Era importante tenerlo a la hora de los procesos que se adelanten contra miembros de la Fuerza Pública. Sin embargo, hay un problema. El derecho operacional como tal no existe. Lo que hay son reglas operacionales como reglamentos y protocolos. El tema entró pero quedó condicionado: ‘siempre y cuando tengan respaldo específico de ley ‘. 36
SEMANA.: Explíquese... J. R.: Si yo soy un piloto de combate y me dan una misión de bombardeo, un blanco legítimo, cumplo la misión. Eso podrá traer efectos colaterales y en el operativo mueren unos campesinos que estaban cerca al sitio. El DIH contempla esas situaciones y no le generan responsabilidad al piloto. Si no hay intensión de dolo no hay delito. Pero si uno llega donde estos magistrados y dicen: aquí qué pasó. Vea yo procedí de acuerdo al reglamento y las reglas operacionales. Él me dirá: qué ley de la República sustenta ese reglamento. Si no la hay en forma específica, responderá: lo siento señor piloto aquí hay un procedimiento irregular y usted cometió un delito. SEMANA.: ¿Con quién más han hablado? J. R.: Con todo el mundo. Del Partido de la U, con Hernán Penagos el ponente de la Ley Estatutaria. SEMANA.: ¿El fiscal también ha sido un interlocutor? J. R.: Yo me reuní con él antes de que lo eligieran, cuando apenas estaba sonando. Fue una charla de pocos minutos, un tinto y no más. SEMANA.: ¿Quién más los respalda? J. R.: Estamos solos. El presidente no nos contesta y el ministro no es nuestro interlocutor. En este momento la única garantía es que los congresistas se pronuncien en favor de los militares y policías. Si esto no se arregla y no se modifica nos va a juzgar el enemigo. Cuando a uno lo juzga el enemigo, no tiene garantías de ninguna especie. SEMANA.: Con toda la incertidumbre que sienten, ¿les cae bien que el proceso ande lento? J. R.: El Congreso es el último recurso para que atiendan nuestras posiciones. Son tres debates y este es el primero, dos más y lo que quedó, quedó. Si hay que cambiar toca esperar que el próximo gobierno no sea el de transición que propone Timochenko con toda la alianza de la extrema izquierda. Si no hay un gobierno distinto eso va a seguir. SEMANA.: ¿Las elecciones del 2018 son el as bajo la manga? J. R.: Hay que ver por quién hay que votar para que no nos toque el gobierno de transición que propone Timochenko.
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INDICE Recopilación artículos 2016 Edición 563 septiembre El posconflicto y los medios de comunicación. Edición 562 agosto El derecho al voto de militares y policías en servicio activo. Edición 561 julio Informe ejecutivo sobre la participación de ACORE como agente consultor. Edición 560 junio Blindar el “Acuerdo General” a la luz del DIH Respuesta de ACORE a la Corte Constitucional. Edición 559 mayo Aplicación y cumplimiento Ley estatutaria en salud como derecho fundamental establecido. Edición 558 abril Reelegido presidente nacional de ACORE Victoria en franca lid. Edición 557 marzo ACORE - Obligante aclaración. Seguridad jurídica para miembros de la Fuerza Pública. Edición 556 febrero Justicia transicional e inseguridad jurídica de los miembros de la fuerza pública.
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El posconflicto y los medios de comunicación Por: Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional ACORE Para muchos sectores de la ciudadanía, existe en el momento actual una “sobre dimensión mediática de los acuerdos de paz que se han venido anunciando”. La visión de un proceso exitoso y positivo no concuerda con la realidad que actualmente se advierte dentro de la opinión pública nacional. La negociación con las Farc constituye tan sólo un primer paso hacia la paz. Corresponde a un proceso gradual y muy complejo que tardara varios años para convertirse en realidad. Hay que entender que el posconflicto es tan sólo una hipótesis que no significa ausencia de otros graves conflictos en materia de orden público. Los periodistas deben llamar las cosas por su nombre para no generar falsas expectativas. Como generadores de opinión, asumen una gran responsabilidad en tal sentido. El país se polariza cada vez más por causa de esta gestión mediática. Se juzga como malo a quien piensa diferente. Muchos medios de comunicación repiten insistentemente este mensaje. En un eventual posconflicto el rol de los medios de comunicación es determinante. Ya no se trata de informar sobre el conflicto y el proceso de negociaciones. En esta nueva etapa, habrá que orientar a la opinión pública hacia los cambios que el país requiere para construir la paz, visibilizando al máximo todos los esfuerzos que se realicen para superar los conflictos existentes. La labor noticiosa debe ser mucho más objetiva que subjetiva y orientarse exclusivamente a la narración de los hechos, sin interpretar ni juzgar para no tergiversar la realidad de lo que ocurre. Los articulistas y columnistas hacen periodismo de opinión y en su mayoría son independientes. Estos son los que deben ejercer un rol fiscalizador y no asumir, como usualmente ocurre, un papel complaciente con todo lo que atañe a la acción gubernamental.
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En los periódicos y revistas de mayor circulación, hay voceros oficiales y otros que fungen como detractores permanentes de la fuerza pública. En la mayoría de los casos, cumplen su tarea escribiendo por encargo. Recomponer el puente que se ha obstruido por causa de la polarización existente frente a un eventual posconflicto, constituye factor determinante para el ejercicio profesional del periodismo, ante un futuro incierto que el país tendrá que enfrentar en los años venideros. Al interior de las FF.AA. existe sin lugar a dudas un gran sentimiento de preocupación e incertidumbre frente al proceso de negociaciones que se realiza en La Habana, sus acuerdos finales, el posconflicto y sus efectos posteriores en materia de seguridad y defensa nacional. No hay suficiente claridad sobre las múltiples concesiones otorgadas a las Farc a través de preacuerdos ya anunciados, cese al fuego, desarme, reinserción y mecanismos de verificación y monitoreo en 31 zonas de concentración que han sido convenidas. Para terminar, y por ser de mucha actualidad, es conveniente hacer referencia al anuncio que se hizo a finales de 2012, respecto a la negociación del punto 3 de la agenda pactada como posible inicio de un eventual posconflicto, en el cual ACORE hizo público un pronunciamiento donde vale la pena extractar los siguientes apartes, que de una u otra manera, tienen relación con el tema que nos ocupa: 1. Dentro de este proceso, bajo ninguna circunstancia se pueden sacrificar nuestros principios y valores democráticos, con el fin de lograr inciertas soluciones. 2. Un manejo político inapropiado o equivocado frente a demandas exageradas, constituiría un daño irreparable al futuro del país. Se pondría en alto riesgo el porvenir de la República y de sus instituciones. 3. La excesiva generosidad del Estado en este proceso, puede constituir una gran muestra de debilidad que será hábilmente explotada por los terroristas. 4. El gobierno solo debe ofrecer lo que nuestras instituciones democráticas otorgan al común de nuestros conciudadanos. 5. Queremos una paz estable y duradera y una Fuerzas Armadas altamente motivadas y fortalecidas que tengan la suficiente capacidad para garantizarla. 6. No queremos terroristas ejerciendo cargos de poder y miembros de la fuerza pública que han defendido legal y constitucionalmente esta nación, condenados, humillados y confinados en las distintas cárceles del país. 7. Todo tema relacionado con nuestras Fuerzas Armadas y con los principios fundamentales que rigen la seguridad y defensa de este país, debe ser innegociable. De todo es bien conocido, la intención de debilitar nuestro aparato militar y policivo, para lo cual trataran de imponer algunas condiciones tales como la eliminación definitiva del fuero y de la Justicia Penal Militar y de Policía, revisión de la situación laboral de la fuerza pública en su carácter de régimen especial, reducción del pie de fuerza y restricciones significativas de tipo presupuestal. También podrían exigir la creación de una guardia o milicia nacional, que podría ser integrada por los terroristas que sean desmovilizados. 8. El cese al fuego deberá ser de carácter unilateral. Quienes tienen que silenciar las armas, son los terroristas y no las fuerzas armadas de la República. El cese al fuego y 40
de hostilidades deberá iniciarse en el momento mismo en que se firme el acuerdo final para la terminación del conflicto. 9. Por elementales principios de equidad, los miembros de la fuerza pública que se vean incursos en investigaciones penales por causa o razón del conflicto, deberán ser objeto de un tratamiento diferenciado, pero similar a quienes resulten favorecidos con los beneficios que otorga el llamado marco jurídico para la paz y justicia transicional. 10. Por razón de estos mismos principios de equidad, los miembros de la fuerza pública que se han visto afectados por causa del conflicto armado, deberán recibir los mismos beneficios que sean otorgados a quienes se consideren víctimas de este mismo conflicto. El marco de tiempo para reconocer estos beneficios, no puede ser inferior al tiempo en que hizo su aparición esta organización terrorista.
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El derecho al voto de militares y policías en servicio activo Por: Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera La recuperación de este derecho que antaño disfrutamos en nuestra condición de militares y policías en servicio activo, no es más, ni nada menos, que un derecho fundamental que por principio de igualdad, nos corresponde. Este derecho que perdimos en 1945, con el argumento de “que la disciplina y la subordinación militar, propia de nuestra institución, podría inclinar al subordinado a votar según criterio de su comandante”, prevaleció por mucho tiempo. Años después, en la época de las confrontaciones partidistas y de la violencia política que afectó al país a mediados de la centuria pasada, se fortaleció este mismo concepto. Por fortuna, hoy en día, estas circunstancias ya no ocurren y están totalmente superadas. De esto existe plena seguridad. Nuestros conciudadanos deben entender claramente que los actuales miembros activos de la Fuerza Pública, tienen una clara y firme convicción de lo que significa la total sumisión al poder civil de la nación y del acato y subordinación a las normas y leyes de la República. En estas circunstancias, se encontrarían muy distantes de una eventual participación política de carácter deliberante y de todo aquello que signifique algo diferente al solo acto mismo de sufragar para escoger a sus dignatarios. Nada iría en contravía de su misión institucional. Esto es lo que realmente interesa. Los militares de varios países de Europa, de Norteamérica y de América Latina, tales como Chile, Perú, Paraguay, México y Nicaragua, hoy en día hacen uso de este legítimo derecho. Muchos de quienes han venido estudiando este importante y controvertido tema, aseguran también que lo contemplado en nuestra Constitución Nacional respecto de la no deliberación de la Fuerza Pública, es muy sabio pero excesivamente exagerado. Se puede ejercer el sufragio, sin necesidad de participar en la actividad política, o de aspirar a cargos de elección popular, o a desarrollar eventos de tipo partidista, de proselitismo o cualquier otra actividad de tales características, al interior de los cuarteles. También se impediría constreñir el sufragio o ejercer cualquier acto con el cual se pudiera modificar la intención de voto de quienes sean subordinados. La ley estatutaria que reglamente el uso de este derecho, deberá establecer con claridad las limitaciones y restricciones que fueran necesarias. En legislaturas anteriores, por iniciativa de diferentes congresistas, se radicaron tanto en Cámara como en Senado, sendos proyectos de acto legislativo, con los cuales se 42
modificaba parcialmente el artículo 219, inciso 2, de nuestra Carta, para que los miembros de la Fuerza Pública pudieran ejercer el derecho del sufragio encontrándose en servicio activo, bajo la condición de no intervenir en actividades o debates de partidos o movimientos políticos y en otro tipo de actuaciones de carácter proselitista. Actualmente todos esos proyectos se encuentran archivados o ya fueron retirados. De lograr la recuperación de este derecho, sin duda alguna obtendríamos grandes ventajas para influir de manera decisiva, en la toma de decisiones sobre aspectos fundamentales, que tengan relación con nuestros intereses institucionales. Los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo llegan hoy a cerca de 450.000 efectivos, que quedarían habilitados para ejercer este derecho constitucional.
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46° Asamblea General de la OEA
Informe ejecutivo sobre la participación de ACORE como agente consultor Luego de obtener estatus consultivo ante la Organización de Estados Americanos, ACORE fue invitada a la cuadragésima sexta Asamblea General del organismo continental, la cual se desarrolló en República Dominicana del 13 al 15 de junio. La alianza estratégica que se logró consolidar entre las asociaciones y unidades simbólicas que componen la Mesa de Trabajo Permanente del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa (MTP), se trasladó a este escenario continental, para lo cual se decidió la participación del Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera, presiente de nuestra Asociación, y el Mayor General (RA) Héctor Darío Castro, presidente del Colegio de Generales de la Policía. Previo a la inauguración de la asamblea, el 12 de junio se desarrollaron grupos de trabajo de la sociedad civil donde se establecieron seis mesas de trabajo divididas en los siguientes temas: democracia, derechos humanos, familia, LGTBI, trabajadores y afrodescendientes; Acore y la MTP participaron directamente en las mesas de democracia y derechos humanos. ACORE logró plasmar en la declaración de Santo Domingo la necesidad de garantizar la seguridad jurídica para los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado de los países americanos; por su parte, la Defensoría Militar, organización que también ostenta estatus consultivo, hizo un llamado en la mesa de derechos humanos a exigir un mayor control al uso de la prisión preventiva en procesos penales contra los militares colombianos. El Colegio de Generales de la Policía, en representación de la MTP, pidió que se fortaleciera la seguridad ciudadana como un requisito para lograr el desarrollo sostenible de los países miembros de la OEA. Adicionalmente, se coordinó una visita oficial al jefe del Ministerio Público de la República Dominicana, Francisco Javier Domínguez Brito, quien ejerce funciones de Fiscal y Procurador General, para expresarle las mismas preocupaciones de inseguridad jurídica que fueran llevadas a la Asamblea General. Después de contextualizado, este importante funcionario dominicano se ofreció a participar como mediador en la implementación de la justicia transicional, buscando dar solución a la inseguridad jurídica de los militares en Colombia. En este orden de ideas, se entregaron paquetes con información a: • Secretario General de la OEA, Luis Almagro. 44
• Ministro Consejero de la Delegación de Colombia, Carlos Plazas; se le entregó un paquete de información para entregar a la Canciller María Ángela Holguín. • Secretario Adjunto de la OEA. • Enlace de la OEA con la Sociedad Civil, Mauricio Castillo. • Delegada del Brasil y coordinadora de la 46° Asamblea General de la OEA. • Moderadores y relatores de las mesas en los temas: democracia y derechos humanos. • Director de Planeación de la Policía de República Dominicana. • Jefe del Ministerio Público de República Dominicana, Francisco Javier Domínguez Brito. Igualmente, se hizo entrega de información en medio magnético a las siguientes personas: • Director de Planeación de la Policía de República Dominicana. • Tres medios de comunicación presentes, uno de ellos CNN. • General de la Reserva Dominicana, jefe de seguridad de todos los hoteles en Santo Domingo. • Representantes de organizaciones del continente que tratan y defienden temas relacionados a los derechos humanos, comunidad judía y sociedad civil de Venezuela • Oficina de enlace de la OEA con la Sociedad Civil. • Delgado de la cancillería de República Dominicana. También se realizaron las siguientes reuniones formales: • Jefe del Ministerio Público de República Dominicana, Francisco Javier Domínguez Brito. • Ministro Consejero de la Delegación de Colombia, Carlos Plazas • Director de Planeación de la Policía de República Dominicana. • Adicionalmente se realizó intercambio de conceptos y de preocupaciones con distintas asociaciones y movimientos del continente. Intervención del Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Recomendaciones y observaciones a los Estados miembros en materia de Democracia y sostenibilidad: Crear y mantener los mecanismos adecuados de intercambio y cooperación entre las diferentes organizaciones de la sociedad civil y los Estados miembros dentro del fortalecimiento y sostenibilidad de nuestra institucionalidad democrática, para garantizar y hacer prevalecer los derechos que nos asisten como miembros de la Fuerza Púbica colombiana (FF.MM y Policía Nacional) en materia de seguridad jurídica frente a la guerra política, jurídica y mediática que han venido enfrentando por causa del conflicto armado que registra Colombia desde hace varias décadas impulsada por distintas ONG nacionales y extrajeras a través de una persistente y sistemática campaña de intimidación y desinformación, en la cual se formulan graves y permanentes imputaciones sin pruebas ni sustentación jurídica sobre supuestas y constantes violaciones a los Derechos Humanos. Se pretende con esta campaña difamatoria intentar mostrar ante la comunidad internacional, la supuesta “doctrina de seguridad nacional” orientada hacia la 45
persecución sistemática de los distintos movimientos socialistas- progresistas y corrientes neocomunistas que libremente actúan en nuestro país. Informe del Mayor General (RA) Héctor Darío Castro La experiencia de participar en una asamblea general de la OEA es sin ninguna duda enriquecedora y debe compartirse con quienes nos permitieron ese honor de representarlos en tan importante acontecimiento, al cual acudimos para llevar la vos de la MTP de las organizaciones de la reserva de Fuerza Pública colombiana. La razón por la que fuimos invitados no fue otra que la activa participación de la MTP en el análisis de todos los temas de interés nacional e institucional que nos hicieron conocer por la solidez de nuestros planteamientos y la manifiesta buena intención de contribuir con nuestros conocimientos y nuestros conceptos a facilitar la toma de decisiones por parte de quienes tienen en su momento esa potestad. Por primera vez acude la reserva de la Fuerza pública a una asamblea de la OEA. Lo hicimos asumiendo tal responsabilidad y debemos comenzar este informe por exponer los protocolos y la dinámica establecidos para el desarrollo del evento. En primera instancia se dividen los participantes por mesas de trabajo con temas específicos. Fuimos asignados a la mesa de trabajo de democracia y desarrollo, en donde escuchamos opiniones sobre el tema central de los participantes de todos los países de la región y comenzamos por manifestar la necesidad de recomendar a los gobiernos de los países miembros la urgencia de hacer esfuerzos para proporcionar seguridad jurídica a todos los sectores de la sociedad en sus relaciones con los diferentes entes del Estado, propuesta que fue acogida y consignada para presentarla formalmente como una recomendación conjunta de esa mesa de discusiones. Con fundamento en el tema central de la asamblea, sobre ‘Fortalecimiento institucional y desarrollo sostenible de las américas’, solicitamos que se considerara la seguridad ciudadana y la convivencia pacífica como base y elemento fundamental para el desarrollo, por cuanto sin seguridad no se estimula la inversión y en consecuencia se dificulta el desarrollo, por lo tanto se sugirió a los Gobiernos hacer esfuerzos para fortalecer a las instituciones que tienen esa responsabilidad. De igual manera se acogió nuestra propuesta y se formuló en esos mimos términos la recomendación que fue presentada a los representantes de los gobiernos de los países de la organización. Respecto al tema de democracia se discutieron muchos aspectos que llevaron a considerar las amenazas sobre la misma en la región, concluyéndose que la impunidad, la corrupción, el debilitamiento institucional y el accionar criminal son los más preocupantes factores que ponen en peligro nuestro modelo democrático. A esto se suma el limitado y restringido concepto que existe en nuestros países sobre democracia, sólo referido al de elegir o ser elegido lo cual ha impedido la conformación de organizaciones de control social para los programas de gobierno que presentan los candidatos a cargos de elección popular y que luego olvidan e incumplen sus promesas de campaña. Se mencionó de manera insistente la necesidad de dar un vuelco al concepto de desarrollo, orientándolo a lograr el desarrollo humano a través de la educación, la salud, la alimentación, el techo y el trabajo como elementos básicos de una vida digna para todas las personas. 46
La familia ocupo también un lugar predominante en las discusiones para concluir que se requiere su fortalecimiento como elemento fundamental para la preservación de la especie y como célula básica para el desarrollo cultural y social de una comunidad. El sector de los trabajadores también fue escuchado y, por supuesto, se pidió interesar a los Gobiernos para procurar una mejor distribución de los ingresos y ambientar así una justicia social que se reclama en todo escenario. El sector privado se acoge a lo consignado en la agenda 2030 y propone insistir en la responsabilidad social del empresariado con liderazgo y con profundo respeto al medio ambiente. Una solicitud unánime fue el fortalecimiento de la Comisión y de la Corte Interamericana de derechos humanos, que atraviesa ahora por dificultades especialmente de orden financiero, toda vez que se considera como soporte fundamental para de la defensa y promoción de los derechos humanos en la región. En la mesa de trabajo sobre derechos humanos, el representante de la defensoría militar presento una ponencia sobre la necesidad de buscar mecanismos que conduzcan a la reducción de la detención preventiva, con el fin de procurar que la privación de la libertad se produzca cuando haya pruebas de cargo que indiquen cierto grado de responsabilidad del sindicado, evitando así que se presenten prolongadas privaciones de libertad en la etapa instructiva que terminan en una exoneración, situación que afecta a muchos integrantes de la Fuerza Pública, recomendación que fue aceptada y que se incluyó en la declaración de Santo Domingo. En general se hizo notaria la participación de todos los sectores de la sociedad, desde luego incluidos los grupos minoritarios y población vulnerable, motivo por el que consideramos que la reserva de la Fuerza Pública incursionó en un escenario de gran importancia para hacer conocer sus inquietudes y sugerencias en un foro de tanta importancia en la región, logro que se atribuye a la unidad y al esfuerzo conjunto de todas las agremiaciones de la reserva militar y policial, espacio que hay que mantener con buenos niveles de interlocución y conservando la actitud que nos permita seguir siendo reconocidos por este organismo regional.
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Blindar el “Acuerdo General” a la luz del DIH Respuesta de ACORE a la Corte Constitucional La presidencia nacional de ACORE respondió en días pasados una petición de la Corte Constitucional relacionada con la naturaleza jurídica de los acuerdos a que se llegue en La Habana en relación con el DIH, la competencia del Tribunal o Corte Constitucional sobre acuerdos de paz, funciones del Congreso de la República respecto a estos mismos acuerdos y los mecanismos de participación ciudadana para su refrendación. El texto de la respuesta a la alta corporación es el siguiente: Bogotá D.C., 26 de mayo de 2016 Honorable Magistrado JORGE IVAN PALACIO PALACIO Corte Constitucional Ciudad REFERENCIA: Mediante auto de la Corte Constitucional, calendado el 21 de abril de 2016, notificado a esta Asociación el 19 de mayo de 2016, se admite la demanda presentada por el ciudadano EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT sobre el “Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, suscrito por el gobierno nacional y el grupo armado ilegal auto denominado FARC, con el propósito de definir la constitucionalidad de la expresión “ACUERDO” al tenor de los protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, en cuanto a su consideración como verdaderos tratados integrantes del bloque de constitucionalidad, según el derecho público colombiano. Este mismo auto (expediente D-11329) determina en su parte resolutiva, invitar junto con otras organizaciones, a nuestra Asociación de Oficiales Retirados de las FF. MM. (ACORE), para que dé a conocer su opinión sobre el asunto, en cuanto a la naturaleza jurídica de los acuerdos en relación con el DIH, la competencia del Tribunal o Corte Constitucional sobre acuerdos de paz, funciones del Congreso de la República respecto a estos mismos acuerdos y los mecanismos de participación ciudadana para su refrendación. En respuesta a esta petición, y en nombre de la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados de las FF.MM. (ACORE), en mi condición de Presidente Nacional y 48
representante legal de la misma, con Personería Jurídica No. 97 del 12 de enero de 1961 situada en la Calle 70 # 4-24 de Bogotá, D.C., me permito manifestar: 1. Naturaleza Jurídica de los acuerdos en relación con el DIH, mecanismos de participación ciudadana para su refrendación y antecedentes sobre el particular: La refrendación popular de los acuerdos que sean pactados para la finalización del conflicto armado con las FARC, desde hace bastante tiempo, viene siendo objeto de múltiples cuestionamientos por distintos sectores de la sociedad colombiana, en virtud de la preocupación existente sobre la posibilidad de que sean aplicados mecanismos no constitucionales y distintos a los ofrecidos por el gobierno nacional, desde el momento mismo en que se hizo pública la agenda de negociaciones con esta organización terrorista. Es decir, cuando se firmó el acuerdo general que aprobó la iniciación del proceso. En el marco de esta negociación, siempre se ha entendido que este tipo de refrendación se hace indispensable para legitimar e implementar todo lo que sea acordado como producto de las conversaciones que se realizan en La Habana. El primer tropiezo surgido respecto al compromiso de refrendación pactado, fue protagonizado precisamente por el demandante, señor Eduardo Montealegre Lynett, quien sorpresivamente anuncio públicamente, que estos acuerdos jurídicamente podrían omitir esta clase de mecanismos, ya que la ley y la Constitución Nacional no lo establecía, y que antes por el contrario, otorgaba suficientes facultades al Jefe de Estado para legitimarlos una vez fueran debidamente firmados por las partes negociadoras. Sobre este particular, nuestra asociación, junto con distintos sectores políticos y académicos, controvirtieron de inmediato tales anuncios, argumentando que tal procedimiento jurídica y técnicamente, podría ser cierto, pero la consulta popular se constituía en factor determinante para lograr la credibilidad, firmeza y sostenibilidad requerida por tan cuestionado proceso. El segundo tropiezo de carácter significativo, nuevamente fue protagonizado por el mismo ciudadano, señor Montealegre Lynett al interponer una demanda ante la Corte Constitucional pocos días después de dejar su cargo como Fiscal General de la Nación, a fin de obtener de esta alta corporación, el aval requerido para desconocer la figura del plebiscito que ya había sido anunciado y modificado como mecanismo popular de refrendación, optando en esta ocasión, por la figura del “ACUERDO ESPECIAL”, bajo la protección del Derecho Internacional Humanitario (DIH), en el supuesto de que los protocolos adicionales de los Convenios de Ginebra, establecen que las partes de un conflicto pueden hacer uso de este tipo de recursos, y por tanto otorgarle el carácter de “TRATADO INTERNACIONAL”, con los efectos jurídicos de obligatoriedad que esto implica y el blindaje internacional que proporciona, teniendo en cuenta además, que tales acuerdos entrarían a formar parte del bloque constitucional colombiano. En estas condiciones, las afirmaciones hechas por el demandante, fueron de inmediato motivo de nueva crítica y objeción por distintos sectores de la reserva activa de las FF.MM., políticos, periodistas y columnistas independientes, constitucionalistas y ciudadanos del común, por tratarse de un mecanismo inaceptable e improcedente, por cuanto los tratados internacionales solo se celebran entre Estados u Organismos Internacionales, y dentro del rigor de la normatividad establecida por el Derecho Internacional. 49
Además, para este caso, requieren surtir el trámite interno de aprobación legislativa para su debida aplicación. Se consideró también que entablar esta demanda, constituía un evidente acto prematuro, por cuanto el proceso de negociaciones aún se encuentra en curso y por tanto, era inadmisible incorporar a la Constitución Nacional, acuerdos aun no pactados como son los que a la fecha, corresponden a la finalización del conflicto, en cuanto a desarme, desmovilización y consulta o refrendación popular. En esta forma, se pretende aplicar una curiosa interpretación a los protocolos adicionales de los Acuerdos de Ginebra, para favorecer los intereses de esta organización terrorista (FARC), la cual de inmediato y en forma pública, como era de suponer, ya se manifestó favorablemente, aceptando tal procedimiento como recurso valido de refrendación o garantía. Tiempo atrás, aproximadamente en el año 2012, las FARC ya habían planteado infructuosamente ante el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está cuestionada interpretación. Sus actuales abogados también insisten en tal sentido, para darle carácter supraconstitucional a esta medida. Tal interpretación, según algunos prestigiosos internacionalistas, la cual también compartimos como asociación de las reservas activas de las FF.MM. (ACORE), no solamente es inconveniente para todo lo concerniente con la vigencia de la institucionalidad democrática del país, sino que podría ser violatoria de preceptos constitucionales fundamentales contemplados en la carta magna de la nación. Creemos que bajo ninguna circunstancia, puede otorgársele a estos acuerdos la condición de “Tratado Internacional Humanitario”, por cuanto corresponden a compromisos adquiridos, no todos de carácter humanitario, celebrados entre un actor estatal y otro que no lo es. En otros términos, no tiene la condición de sujeto del derecho internacional. Por esta misma condición, no es procedente que el acuerdo especial se incorpore automáticamente al ordenamiento jurídico colombiano, vía bloque de constitucionalidad. También es importante destacar, que el concepto de la refrendación o consulta popular, no es otra cosa que la voluntad del constituyente primario, y por tanto debe tener prevalencia total sobre cualquier otra norma de carácter interno que así se determine, o mecanismo que pretenda utilizarse para una eventual refrendación de los acuerdos que sean pactados en la mesa de conversación de La Habana. En las circunstancias actuales, el único mecanismo valido con carácter vinculante para blindar los acuerdos que sean pactados, no es otro que una constituyente o un referendo, que permita consultar a la opinión nacional, mediante temas o preguntas concretas, su posición frente a lo que se haya negociado. La fórmula propuesta por el gobierno, respecto a un plebiscito, no es vinculante, y ya ha sido demandada por inconstitucionalidad. Tampoco ha sido aceptada por las FARC. Finalmente, de no darse una refrendación adecuada, cualquiera que sea el mecanismo constitucional que se utilice, la opinión pública se sentiría burlada y totalmente desconocida. El país difícilmente se sometería a las imposiciones de una cuestionada minoría. Cualquier acuerdo logrado en tal sentido, no sería más que una simple tregua. 50
Por otra parte, aun no hay claridad sobre 27 salvedades pendientes por resolver surgidas de los preacuerdos ya pactados en materia agraria, política y drogas ilícitas. Tampoco en algunos asuntos relacionados con la conformación de la Comisión de la Verdad y del Tribunal Especial de Paz en cuanto a Justicia Transicional. De igual manera, públicamente se ha anunciado, que este acuerdo podría darse en cuestión de pocas semanas y no de meses, sin concretarse hasta el momento, ni informarse a la opinión pública, lo relativo a desmovilización y desarme, entrega formal de sus recursos y cuantiosa fortuna, participación activa y presencial en el Congreso de la República sin requisito alguno de elegibilidad, y sobre todo, la eventual conformación de un cuerpo de seguridad para su propia protección, conformada por miembros de su organización, que fungirían al interior de la Unidad Nacional de Protección, como funcionarios del Estado. De ser así, se corre el riesgo de que se pueda ejercer fácilmente el control territorial a que las FARC aspiran en las zonas de reserva campesina o territorios de paz, sobre los cuales vienen exigiendo públicamente una gran autonomía. 2. Competencia del Tribunal o Corte Constitucional sobre acuerdos de paz: La Corte como cabeza de la jurisdicción constitucional del país, tiene como tarea prioritaria la guarda de la integridad y supremacía de la carta política que rige nuestra institucionalidad democrática. En estas circunstancias, y en concordancia con las funciones que le competen, descritas en el artículo 241 de la Constitución Nacional, es ampliamente competente para avocar y decidir la demanda de constitucionalidad sobre acuerdos de paz, interpuesta ante ese tribunal por el accionante Eduardo Montealegre Lynett. 3. Funciones del Congreso de la República respecto a estos mismos acuerdos: El Congreso de la República dentro de su función legislativa, le corresponde elaborar, interpretar, reformar y derogar las leyes en todas las ramas de la administración y mediante actos legislativos, reformar la Constitución Política de la Nación. En estas circunstancias, se constituye en el único organismo del poder público, facultado para tramitar constitucionalmente, todo lo concerniente con los acuerdos de paz que sean pactados formalmente con las FARC en la mesa de negociaciones de La Habana. Dentro de este compromiso, le corresponde continuar con el trámite que se adelanta actualmente respecto al proyecto de acto legislativo para la paz, en el que también se contempla el otorgamiento de facultades extraordinarias al Presidente de la República para la implementación de los acuerdos a que se ha hecho referencia. Por todo lo anterior, es conveniente advertir, que el Congreso de la República, bajo ninguna circunstancia puede delegar o restringir esta responsabilidad que de manera exclusiva le compete, o hacer caso omiso al cumplimiento estricto de las normas que le impone esta función legislativa, para evitar vicios de constitucionalidad, que ya son motivo de reclamo por parte de algunos sectores de la opinión pública nacional. Estos serían los más importantes: - Inclusión de un nuevo artículo transitorio en el séptimo de los ocho debates del Acto Legislativo para la Paz, creando un evidente vicio de trámite, al violarse el principio de deliberación democrática, que se impone con los ocho debates establecidos y con la participación del Senado de la República. (Solo participa la Cámara de Representantes en dos debates). 51
- Incorporación en la Constitución Nacional de acuerdos que en la mesa de negociaciones aún no se han terminado de construir para el cierre definitivo del proceso. Al desconocerse al Congreso de la República en el trámite que esto implica, se obvia la participación democrática. - Inclusión de los acuerdos pactados en La Habana en el bloque de constitucionalidad, negociados por un sector minoritario y por una mesa carente de potestades para tal efecto. En los términos anteriores doy respuesta a lo dispuesto por ese despacho, teniendo en cuenta los criterios y posiciones asumidas por la Asociación que represento sobre los temas a que se ha hecho referencia. Atentamente, Brigadier General (RA) JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional de ACORE
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Nos escriben Página 12 Bogotá, D.C., Abril 29 del 2016 Señor General JUAN PABLO RODRIGUEZ BARRAGAN Comandante General de las FFMM. Ciudad.
REFERENCIA: APLICACIÓN Y CUMPLIMIENTO LEY ESTATUTARIA EN SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL ESTABLECIDO. (Ley 1751 del 2015). El Comité de Verificación de los Servicios de Salud Integral de ACORE, apoyado por juristas y galenos expertos que integran el Tribunal de Ética Médica Nacional, magistrados del Comité de Ética Médica de Cundinamarca, a petición de esta Asociación, hizo un análisis de lo establecido en la ley estatutaria 1751 del 2015, que es de obligatorio cumplimiento, y del sin número de quejas presentadas por los usuarios del Subsistema de Salud de cuyo contenido se destaca lo siguiente: “La gran mayoría de los usuarios del Subsistema de Salud Militar en retiro o pensionados y sus cónyuges beneficiarios, pertenecen a la población adulta mayor y son personas que sufren de enfermedades huérfanas, muchas de ellas generando condición de discapacidad. Sobre este particular, la ley dispone suministrar servicio de salud integral, para lo cual gozan de especial protección por parte del Estado. Este tipo de atención no estará limitada por ninguna restricción administrativa o económica. Incluye también atención domiciliaria para enfermos terminales”. “Según la ley 352 de 1997 y el Decreto 1795 del año 2000, el Comandante General de las FFMM es responsable directo del suministro y supervisión del Servicio de Salud Integral a los usuarios del Subsistema de Salud de las Fuerzas Militares con todos los recursos que tenga a su disposición, responsabilidad que delega en la Dirección General de Sanidad Militar y en las Direcciones de Sanidad de las Fuerzas a través de sus Comandantes. En contraposición de este mandato, según los quejas reiteradamente formuladas, la Dirección General de Sanidad Militar se excluye habitualmente de la responsabilidad operativa del servicio, a pesar de ser esta quien debe planificar, gerenciar, distribuir técnicamente el presupuesto y controlar la correcta aplicación de los recursos,” allí radica la causa más importante del déficit 53
financiero galopante y de la ingobernabilidad del Subsistema de Salud que es de su responsabilidad. “El derecho fundamental a la salud conlleva, además de la universalidad, la equidad y la oportunidad, la continuidad, es decir, que las personas tienen derecho a recibir los servicios de salud de manera continua y eficaz. Una vez la provisión de un servicio ha sido establecido, este no podrá ser interrumpido por razones administrativas o de carácter económico” como sucede actualmente en la prestación de este servicio. “En este momento por razones de carácter presupuestal, se pretende justificar la ineficiencia de la planta profesional, del suministro oportuno de medicamentos, de los servicios de laboratorio y las serias restricciones que obligan al médico a una formulación no mayor de dos meses y por ende establecer nuevas citas para reformulación, lo cual se convierte en una talanquera innecesaria y una clara inducción a la excesiva demanda que perjudica el sistema y la eficiencia del servicio”. “La falta de continuidad de estos servicios se ve también reflejada en muchos casos de adultos mayores con enfermedades crónicas y tratamientos especializados que siempre fueron atendidos en el HOMIC, que sorpresiva e inexplicablemente fueron remitidos indiscriminadamente a dispensarios de menor nivel, donde no se cuenta con el historial clínico requerido, ni con los especialistas necesarios para cada caso en particular”. En estas circunstancias, el paciente pierde al médico tratante que conoce su caso, generando perjuicio, gran malestar y motivos de reclamo legal por quien se ve afectado. De acuerdo a la ley, en el servicio de salud la prioridad la tiene el usuario. Para terminar, es importante resaltar que en el artículo 12 de la ley en referencia, se establece claramente que el sistema de salud estará organizado en redes integrales que pueden ser públicas, privadas o mixtas. En estas circunstancias el subsistema de las Fuerzas Militares puede apelar a la red privada, sin que haya inobservancia de carácter legal. La Policía Nacional ha recurrido a este procedimiento en algunas regiones del país, subsanando deficiencias de su propio servicio y garantizando una mejor atención a todos los usuarios de su Subsistema, que es homologo al nuestro, pero lo maneja con unidad de gestión, esta sistematizado, regionalizado cuenta con el apoyo efectivo incondicional y generoso de la Dirección General y por conveniencia maneja un discreto déficit presupuestal, no es perfecto, porque ningún Sistema de Salud lo es y como todos tiene recursos limitación, pero tiene una buena gerencia. Cordialmente; Brigadier General (RA) JAIME RUIZ BARRERA. Presidente Nacional de ACORE Brigadier General (RA) GUILLERMO BASTIDAS ORDOÑEZ Secretario General de ACORE Y Representante de los Oficiales en Retiro ante el CSFM Con copia: - Viceministerio de Defensa Nacional - Comandantes de Fuerza - Jefe de Estado Mayor Conjunto - Director General de Sanidad Militar - Directores de Sanidad Anexo: Resumen Concepto Comité de Verificación de Salud Integral de ACORE 54
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Reelegido presidente nacional de ACORE Victoria en franca lid Por tercera vez consecutiva, el plan de trabajo del Brigadier General Jaime Ruiz Barrera se alza con la victoria. Reconocimiento de los asociados a su gestión y a la del equipo que lo acompaña. Como nunca antes en su historia, la elección para presidente nacional de ACORE había generado tanta expectativa entre los asociados como ocurrió en los comicios electorales que se realizaron la segunda semana de marzo. Muchos auguraban foto-finish entre las dos planchas que inscribieron su candidatura, pero la victoria fue contundente y, porque no decirlo, aplastante. La lista encabezada por el Brigadier General Jaime Ruiz Barrera prácticamente dobló en votos a la del Mayor General Gustavo Rincón Rivera; el primero de los candidatos obtuvo 811 votos frente a los 347 de su rival. Por espacio de tres días, la democracia se tomó las instalaciones de la sede nacional y las 15 seccionales del país, desarrollándose los comicios en un ambiente de tranquilidad y transparencia. Con estos resultados, el Brigadier General Jaime Ruíz Barrera inicia a su tercer período presidencial, justo reconocimiento a su invaluable labor al frente de la asociación y voto de confianza de los acorados al programa que comenzó en 2012. El reelegido presidente nacional ha reiterado las bases de su plan de trabajo, que se resumen, entre otros, en los siguientes puntos 1. Cumplir cabalmente el objeto social de Acore, procurando siempre el bienestar de nuestros afiliados en las áreas de salud, turismo, recreación y cultura, así como implementar otros beneficios posibles que ayuden al mejoramiento en la calidad de vida de los acorados. 2. Proyectar a ACORE como la entidad más representativa de la reserva activa de las Fuerzas Militares en las distintas esferas estatales y gubernamentales. 3. Asegurar que a nuestros derechos adquiridos, como la mesada pensional y la salud, se les asignen respaldos financieros necesarios para los héroes de la patria, quienes con sacrificio mantienen la democracia colombiana. 4. Propender por una unión real y efectiva de todas las asociaciones existentes en el país, a fin de tener una representación real en las altas instancias del Estado 55
colombiano para proteger nuestros derechos adquiridos y el bienestar general de toda la Fuerza Pública. 5. Continuar con la revisión y modernización constante de los procedimientos gerenciales y administrativos que se han venido aplicando en el manejo de los bienes y recursos propios de la asociación. En este lapso, el general Alberto Ruíz Novoa fue elegido presidente nacional en 10 oportunidades (1973 – 1983), año en que una reforma en los estatutos de la asociación cambió el período a dos años. Desde 1983 a la fecha, la reelección de presidente nacional ha sido una constante con la que los asociados dan un espaldarazo a aquellos planes de trabajo y equipos que verdaderamente cumplen con el objeto social de ACORE y otros compromisos de carácter institucional. El siguiente listado refleja esta realidad palpable en nuestra asociación: De los 3.069 asociados cumplieron su cita con la democracia 1.158, cifra que supera ampliamente las expectativas en estos comicios, como quiera que los estatutos y el reglamento de elecciones de la asociación no condicionan el umbral electoral a equis o ye porcentaje de votos de acorados, es decir que se alza con el triunfo quien obtenga el mayor número de votos. Entre 1960 y 1983, la elección de presidente se realizaba - Brigadier General Gabriel Puyana García, dos periodos entre 1985 y 1988. - Brigadier General José Jaime Rodríguez, dos períodos entre 1988 y 1991 - Coronel Luis Alfonso Rincón Aldana, dos períodos entre 1994 y 1998. - General Rafael Samudio Molina, cuatro períodos entre 2000 y 2008. - Mayor General Juan Salcedo Lora, dos períodos entre 2008 y 2012. - Brigadier General Jaime Ruiz Barrera, inicia su tercer período.
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ACORE - Obligante aclaración Seguridad jurídica para miembros de la Fuerza Pública En atención a que en los últimos días se ha venido realizando una intensa campaña de desinformación, utilizando de manera sistemática y persistente, algunos medios de comunicación y correos electrónicos de difusión masiva, con el ánimo de engañar y confundir a nuestros asociados, en relación con la tarea que estamos realizando conjuntamente con 17 asociaciones de la reserva activa pertenecientes a las FF.MM. y Policía Nacional, para la obtención de la SEGURIDAD JURÍDICA que insistentemente reclaman muchos miembros de nuestras instituciones, por aberrantes procesos judiciales que actualmente se les adelanta, considero importante precisar: 1. La tarea cumplida en tal sentido, tal como se ha venido informando, se está realizando, a través del Congreso de la República por conducto de sus diferentes bancadas, Fiscalía General de la Nación mediante una mesa de trabajo que se ha creado para el efecto, Procuraduría General de la Nación dentro de un comité “Pro Paz”, conformado recientemente, y con el Ministerio de Defensa Nacional y alto mando militar, con varios asesores jurídicos del EMC del Comando General de las FF.MM. 2. El esfuerzo principal, tal como es de ustedes bien sabido, de manera prioritaria ha estado orientado a la recuperación y ampliación del fuero penal militar, y la reestructuración del sistema de Justicia Penal Militar. Varios de nuestros abogados militares miembros de ACORE, han participado en esta importante tarea. Nuestras actuaciones en el Congreso de la República, han sido muy evidentes y publicitadas. Con la Fiscalía General de la Nación, después de dos años de trabajo, hemos logrado hasta el momento, la anulación de la llamada “prueba de contexto” y la interpretación favorable de no aplicar a los miembros de la fuerza pública, la figura de “conformación de aparatos organizados de poder”, como conducta delictiva. Según anuncio reciente, en los próximos días, serán expedidas las directivas interpretativas correspondientes, en las cuales también se incluirá lo concerniente a “máximos responsables”, “delitos de lesa humanidad” y “prescripción de la acción penal”. 3. Respecto al reciente convenio inter- institucional entre los ministerios de Defensa y Justicia, sobre “Justicia Transicional, y su aplicación a miembros de la fuerza pública”, ACORE como parte integrante de la Mesa de Trabajo Permanente, a través de sus propios medios de difusión, entrevistas y otros medios de comunicación, ha explicado claramente, la posibilidad o viabilidad de acogerse o poderse utilizar estos mecanismos transitorios de justicia, siempre y cuando se apliquen EN FORMA 57
DIFERENCIADA, a través de salas exclusivas conformadas por jueces y magistrados neutrales e independientes, sin relación alguna, directa o indirecta, con el grupo, terrorista con el que actualmente se negocia en La Habana. Se ha advertido, además, que el acogerse a este eventual proyecto, corresponde a una decisión eminentemente personal, y que bajo ninguna circunstancia ACORE o la Mesa de Trabajo Permanente, conceptuara quienes SI, o quienes NO, harían uso de estos mecanismos, tal como, mal intencionadamente, se ha venido propalando. Todo lo anterior obedece a la falta de garantías procesales que se viene presentando por la ausencia del juez natural que le corresponde a nuestros militares y policías, que están siendo juzgados por violación a los derechos humanos, y no por conductas atinentes al Derecho Internacional Humanitario, que es lo que corresponde. 4. Para terminar, y en aras de una mayor objetividad, y con el ánimo de aclarar cualquier duda al respecto, también considero oportuno informar, que la Presidencia de ACORE, en recientes conversaciones sostenidas con importantes dirigentes del CENTRO DEMOCRÁTICO, ha recibido información sobre otra posible alternativa que puede ser ofrecida a miembros de la fuerza pública con el ánimo de encontrar la SEGURIDAD JURÍDICA por la cual hemos venido trabajando en los últimos años. Se trata de un proyecto de ley que será tramitado en el Congreso de la República, según el cual se crearía un Tribunal Nacional pro tempore para la Fuerza Pública que sesionaría durante doce años y tendría como función principal, a solicitud de la parte interesada, la de revisar en única instancia, las sentencias condenatorias proferidas por los tribunales ordinarios, ante eventuales delitos cometidos en servicio activo y con ocasión del mismo, a partir del primero de enero de 1980. A tal efecto, este eventual tribunal, entraría a proferir las sentencias definitivas de reemplazo a que haya lugar en cada uno de los casos y actuaría como máximo organismo judicial de cierre en relación con los procesos actualmente en curso, en tratándose del mismo tipo de delitos. Cordialmente, Brigadier General Jaime Ruíz Barrera Presidente Nacional de ACORE Elecciones Página 19 Brigadier General (RA) Jaime Ruíz Barrera En cumplimiento a las normas establecidas por los estatutos vigentes, me permito informar a todos los miembros de la asociación que el pasado 25 de enero fue recibida en esta secretaría la postulación del señor BG (RA) Jaime Ruíz Barrera como candidato para ejercer la Presidencia Nacional de ACORE durante el periodo 2016-2018. ¡NECESITAMOS SU VOTO! para lograr la reelección a la cual nos hemos postulado ¡Vamos por el camino correcto buscando el apoyo mayoritario de quienes integran nuestra Asociación! 58
El voto de confianza y el reconocimiento que estamos recibiendo, constituye un gran compromiso para continuar con la tarea en que nos encontramos. Ese es y será nuestro reto constante y permanente. Ya somos en este momento, un verdadero grupo de presión. Tal condición nos ha permitido llegar más fácilmente a distintas instancias en defensa de nuestra seguridad social, bienestar y seguridad jurídica. Nos hemos fortalecido de una manera eficaz y sostenible. También hemos logrado la unidad e integración a la cual siempre aspiramos. Nuestra Mesa de Trabajo Permanente, así no lo demuestra. El posicionamiento alcanzado como organización de la reserva activa, nos ha facilitado la tarea de defender con mayor ahínco, los derechos e intereses propios de nuestra condición castrense. UNIDAD – INTEGRACIÓN – FORTALEZA
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Justicia transicional e inseguridad jurídica de los miembros de la fuerza pública. Brigadier general (RA) Jaime Ruíz Barrera - Presidente nacional ACORE El presidente nacional de ACORE ahonda nuevamente en este espinoso tema, en una especie de alerta temprana dirigida a todos los integrantes de la reserva activa de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional. El mensaje también está dirigido al personal en servicio activo. La inseguridad jurídica de los miembros de la Fuerza Pública es un hecho preocupante y evidente. En las circunstancias actuales se impone la urgente necesidad de proteger jurídicamente a los miembros de nuestras instituciones castrenses y policiales en los procesos penales que se adelantan y en los que vendrán en el futuro inmediato, por causa o razón del conflicto armado que estamos enfrentando. El régimen judicial que en este momento se nos aplica, no ofrece mayores garantías. Se nos juzga por violación a los derechos humanos y no por las conductas propias del combate que tienen relación directa con el DIH. En cuanto a la aplicación de la justicia transicional a los miembros de la Fuerza Pública, aún no hay suficiente claridad respecto a la conformación y selección de los magistrados que constituirían el llamado tribunal para la paz y sobre otros ítems de difícil interpretación, dentro de este tipo de jurisdicción especial que se ha anunciado. Tampoco encontramos mayor diferenciación respecto a los mecanismos que se aplicarían en la jurisdicción especial de paz a militares y policías. No queremos que se procese de igual a igual a quienes han conformado una organización criminal de carácter terrorista con aquellos que han portado las armas de la República en defensa legítima de sus instituciones y de la soberanía nacional. Somos conscientes que en las circunstancias actuales, este sistema de justicia transicional es el único que no ofrece blindaje posible de carácter jurídico, siempre y cuando sea avalado por los sistemas internacionales de justicia. No esperamos indultos o amnistías que son inaplicables a quienes tienen la condición de agentes del Estado y por tanto no pueden cometer delitos de carácter político. Con la Fiscalía General de la Nación, en mesa de trabajo que mantenemos desde tiempo atrás, hemos propuesto otra figura diferente para delitos que no sean de lesa humanidad, genocidio o que tengan relación directa con el DIH. 60
Se trata de la suspensión de la pena y/o la renuncia a la persecución penal por parte del Estado. Esto podría ser considerado como garantía procesal en los trámites penales que se adelanten por causa o razón de este conflicto armado. Necesitamos seguridad jurídica para nuestros combatientes. El fuero y la justicia penal militar y policial existente, no la proporciona adecuadamente. La reforma constitucional sobre esta materia, tramitada y aprobada en la legislatura pasada, ya ha sido nuevamente cuestionada por ciertos sectores de extrema izquierda radical y se anuncian otras demandas por supuestos vicios de constitucionalidad. Se pretende hundirla una vez más, tal como ocurrió con la reforma anterior. En términos generales, esta es la situación de incertidumbre jurídica que, injustamente, enfrentan nuestros militares y policías en su propósito de cumplir la misión institucional que les corresponde. Cualquier solución en tal sentido, será de muy buen recibo por parte de quienes en este momento, no solamente ofrendan sus vidas en defensa de la patria y de la seguridad ciudadana, sino también su propia libertad. Elecciones 2016 – 2018 Brigadier General (RA) JAIME RUÍZ BARRERA En cumplimiento a las normas establecidas por los estatutos vigentes, me permito informar a todos los miembros de la asociación que el pasado 25 de enero fue recibida en esta secretaría la postulación del señor BG (RA) Jaime Ruíz Barrera como candidato para ejercer la Presidencia Nacional de ACORE durante el periodo 2016-2018. En esta misma postulación, el BG (RA) Ruíz Barrera ratifica su actual junta directiva y presenta como programa de gestión el siguiente decálogo de compromisos: 1. Cumplir estrictamente con el mandato impuesto por los estatutos de nuestra Asociación, y la normatividad legal vigente aplicable a entidades gremiales semejantes a la nuestra. 2. Mantener el posicionamiento que ha logrado ACORE en los últimos años como la entidad más representativa de la reserva activa de las FF.MM. ante las distintas esferas estatales y gubernamentales, procurándole a la vez un crecimiento eficaz y sostenible. 3. Trabajar conjuntamente con todas las asociaciones de la Fuerza Pública, en beneficio de las necesidades más apremiantes que nos sean comunes. 4. Continuar siendo reconocidos como un verdadero grupo de presión, que nos permita llegar a todas las instancias del poder para la solución de los múltiples problemas que nos aquejan en materia de seguridad social, salarial, de salud y jurídica. 5. Propender por la optimización de todos los servicios que se ofrecen actualmente a nuestros asociados en las áreas de salud y bienestar, de turismo y recreación, cultural, académicas, etcétera, así como la implementación de otros beneficios posibles, que hagan más viable, agradable y atractiva la permanencia en nuestra asociación y la vinculación de nuevos miembros. 6. Fortalecer y mejorar todos aquellos servicios que puedan ser ofrecidos localmente en las distintas sedes de las Seccionales, procurando de esta manera un mayor cubrimiento, desarrollo y bienestar de nuestros asociados. 61
7. Continuar con la revisión y modernización constante de los procedimientos gerenciales y administrativos que se han venido aplicando en el manejo de los bienes y recurso propios de la asociación, optimizando su empleo, ejecución y control. 8. Impulsar la participación activa de nuestros asociados sin comprometer a la asociación con grupos o movimientos de carácter partidista, en aquellos proyectos políticos en los cuales deseen voluntariamente postularse, con el ánimo de una representación apropiada para nuestros intereses gremiales en los distintos cuerpos colegiados o en aquellos cargos de elección popular. 9. Asumir, cuando sea necesario, la vocería en la defensa de los derechos adquiridos del personal tanto de la reserva activa como de aquellos que se encuentran en servicio activo, cuando estos sean vulnerados. Así mismo, hacer uso del legítimo derecho a la reclamación y la protesta. 10. Suministrar orientación y asesoría a nuestros asociados, entidades privadas y gubernamentales que lo requieran, en temas de carácter gremial. Brigadier General (RA) GUILLERMO BASTIDAS ORDOÑEZ Secretario General Ejecutivo ACORE
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INDICE Recopilación artículos 2015
Edición 552 agosto Inteligencia llevará a captura de ‘El Chapo’: GN Ruiz, en México. Si no hay entrega formal de armas, no habrá garantía de no repetición Respuesta de la Reserva Activa a las Farc Para ACORE es inviable asumir una condición de negociador Reunión de trabajo con la Fiscalía General de la Nación Edición 551 julio Edición 550 junio ¡Unidad, integración y fortaleza! ¿Víctimas? o ¡victimarios! La reconciliación y reintegración se deben discutir en espacios abiertos. Edición 549 mayo Edición 548 abril “Ejército a las fronteras y a misiones internacionales” Obligante pronunciamiento Alerta nacional por eventual ley habilitante “Los generales no eran ruedas sueltas” ‘Homicidio en Persona Protegida’ de la Fiscalía Edición 546 febrero Observaciones al proyecto de Directivas Interpretativas de la Fiscalía General de la Nación.
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Opinión Página 2
Inteligencia llevará a captura de ‘El Chapo’: GN Ruiz, en México Para reaprehender al capo hay que comprometer a las instituciones de seguridad, asegura Jaime Ruiz Barrera.
Ciudad de México, 31 de julio.- El grupo de élite con el que Colombia apoya al gobierno de México en la recaptura de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán está enfocado en acciones de inteligencia y organización. En entrevista con Excélsior, el general Jaime Ruiz Barrera, aseguró que la experiencia de su nación permite dar una visión más completa, pues “mucho de lo que se dio a 64
través de los grandes cárteles colombianos comenzó a darse allá (en México), exactamente igual, como copia de lo que aquí venían haciendo”. “El tema más importante es relacionado con la inteligencia, con la búsqueda de información, conocer todo su entorno, es un trabajo difícil, pero es ahí donde se va a obtener la información”. “Sobre todo, organizar con base en nuestra experiencia, cómo obtener información. El trabajo de inteligencia es determinante, es el factor que decide si sí o si no (se logra la recaptura). Con un buen trabajo de inteligencia es posible su localización”, argumentó. Explicó que en el caso de Colombia, lo que más ha servido para la lucha contra el narcotráfico es la oferta de recompensas, por lo que en nuestro caso, es importante llegar a las personas que participaron no sólo en la construcción del túnel donde ‘El Chapo’ se escapó, sino con quienes planearon su ruta y lugar de escape. “Cualquier cosa que se haga con este propósito, mientras esté en el marco legal y la ética institucional y profesional es válido, aquí en Colombia ha surtido efecto la oferta de recompensas, y eso ayuda, hay gente que obtiene información porque estos capos cometen errores y recordemos que estos capos tienen problemas entre sí, es posible que en cualquier momento dado se obtenga la información”, explicó. El general, que presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore) de Colombia, dijo que la organización de las acciones de recaptura no debe dejar de lado a las organizaciones competentes en seguridad. “Comprometer a todas las instituciones que sean posibles, comprometer al Ejército, a la Policía, a todas las organizaciones, que puedan trabajar en equipo coordinadamente”. El primer bloque de búsqueda, dijo, debe estar centralizado, bajo una directriz clara, para que no se dispersen los esfuerzos “y en un momento dado se pierda todo el trabajo”, Finalmente, destacó que esta oportunidad de cooperación representa una ayuda mutua para México y Colombia. Opinión Página 4 Intervención del Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE (3 de agosto) en un foro sobre el proceso de paz organizado por la Universidad del Rosario. El BG planteó los que serían los principales aportes de la Reserva Activa de las FF.MM., en las negociaciones que se adelantan con las Farc en La Habana. Si no hay entrega formal de armas, no habrá garantía de no repetición “Dada nuestra experiencia en materia de seguridad, de defensa nacional, y de nuestra directa participación en el conflicto armado que ha experimentado el país, hemos podido aportar juiciosas y constructivas recomendaciones, a fin de evitar la comisión de gravísimos errores del pasado y poder facilitar de alguna manera, un cierre definitivo y apropiado de este proceso.
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Estas recomendaciones se han dado a conocer en forma pública y privada, señalando las principales preocupaciones de la Reserva Activa, frente al proceso de negociación del conflicto armado con esta organización armada ilegal. Cabe destacar que no somos enemigos de la paz ni tampoco grupo político de oposición, como se nos ha querido señalar, y que nuestros comentarios y opiniones son de carácter institucional y solo constituyen un aporte de quienes han sido testigos de excepción de pretendidos acuerdos de paz que terminaron en rotundos fracasos, particularmente con las Farc. Todas estas opiniones están enmarcadas dentro de la libertad que nos otorga el ordenamiento constitucional, jurídico y democrático que rige en el país, basadas siempre en el gran respeto que prodigamos a nuestras instituciones y a quienes en el momento portan el uniforme en defensa de la Patria. Nuestra sana y verdadera intención es la de evitar la comisión de los mismos errores del pasado. El país no puede equivocarse tantas veces en este tipo de negociaciones. No se trata de equivocados conceptos o información tendenciosa lo que se plantea, ni mucho menos mentiras, manipulación de la verdad, o alarmismo injustificado para atemorizar a la gente respecto de la negociación y buscar así su eventual rechazo. La ambigüedad de lo que se dice y como se dice y los frecuentes mensajes con contenidos muy cuestionables, son los que generan esta situación. Quiero destacar que este tema ha sido debatido en una mesa de trabajo de carácter permanente que representa a los oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y Policía Nacional. Son 18 asociaciones que coinciden plenamente en lo que expondré a continuación: El exceso de concesiones en este proceso, sin duda, constituye una muestra de debilidad que desfavorece al Estado y proporciona grandes ventajas a esta organización terrorista; es preocupante no poder conocer claramente en este momento, qué tanto se pudiera estar entregando a cambio de las muchas pretensiones que públicamente viene exigiendo este grupo armado ilegal; también son preocupantes las dudas que se generan respecto a la falta de credibilidad y compromiso de esta organización, sobre la cual no hay, ni puede haber ningún tipo de garantía con relación al cumplimiento de lo que ya se ha pactado. Entre otras dudas y preocupaciones, distintas a las que se han venido formulando a raíz de la publicación de los preacuerdos sobre los temas agrario, político, drogas ilícitas y salvedades por resolver, estas serían las más importantes: 1- La dejación y no entrega de las armas. Si no hay entrega formal de armas, no habrá garantía alguna para asegurar la no repetición, tal como lo establece el Marco Jurídico para la Paz, según Acto Legislativo aprobado recientemente. Si en un momento dado, llegaron a tener cerca de 20.000 o 26.000 hombres en armas, ese es el armamento equivalente o correspondiente que deben entregar al acordarse su desmovilización. 2- La creación de Zonas de Reserva Campesina con autonomía especial y su eventual coincidencia con sus viejas áreas de influencia donde tradicionalmente han ejercido su acción delictiva, especialmente con cultivos de coca, marihuana o amapola, laboratorios de procesamiento y actividades de explotación minera ilegal (oro, tungsteno, otros). La actual ZRC de Tibú es un ejemplo preocupante. 3- El acuerdo de un cese al fuego bilateral, sin previa desmovilización, entrega de armas, firma de acuerdos y refrendación popular, bajo el concepto de desescalamiento 66
del conflicto, lo cual le permitiría su reestructuración, expansión y mejoramiento en todo lo concerniente a sus fuentes de ingreso de carácter ilegal y especialmente el fortalecimiento de sus organizaciones armadas en distintas zonas del territorio nacional. 4- Los beneficios políticos y jurídicos que generosamente le puedan ser otorgados a sus diferentes cabecillas, penalmente responsables de múltiples crímenes de lesa humanidad, atendiendo sus reiteradas exigencias de impunidad total. 5- La acción política intimidatoria que puedan desarrollar, tal como ya lo han venido haciendo, portando armas, en alianza con sus organizaciones urbanas y rurales de las llamadas milicias bolivarianas, partido comunista clandestino (PC3) y otros grupos políticos de izquierda radical que les son afines. 6- La restructuración, tanto de las FF.MM. como de la Policía Nacional, bajo el concepto (ya anunciado por el Gobierno), de una necesaria “actualización, modernización y tecnificación”, lo cual supone, como es obvio, grandes cambios en cuanto a funciones, doctrina, organización, pie de fuerza (la suspensión o modificación del servicio militar obligatorio, junto con la disminución de cuotas para incorporación de soldados profesionales, afectaría el pie de fuerza en forma significativa) y responsabilidad en el control territorial y orden público, así como la creación del Ministerio de Seguridad Ciudadana con funciones específicas en tal sentido. 7- La reinserción de los desmovilizados, en cuanto a la eventual creación de organizaciones o entidades oficiales de cualquier tipo, que los mantenga en forma concentrada y con la participación o presencia de quienes hayan sido sus respectivos cuadros de mando o cabecillas. De ser así, constituiría un gran riesgo, pues técnicamente no se realizaría ningún tipo de desmovilización. Sería un simple cambio de etiqueta. 8 – La conformación acordada recientemente con relación a una Comisión de la Verdad y de una subcomisión designada por el Gobierno Nacional para que defienda jurídicamente los intereses del Estado dentro de este proceso de negociaciones. Estas comisiones, por su carácter sesgado, no constituyen plena garantía para los intereses del país y su estado de derecho”. Carta Página 5 Respuesta de la Reserva Activa a las Farc Para ACORE es inviable asumir una condición de negociador Mediante comunicación escrita dirigida al Presidente Nacional de ACORE, con copia al Presidente del Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro, CGA, el jefe de la delegación de las Farc expresa su intención de dar a conocer sus puntos de vista sobre posibles medidas para acordar en materia de justicia, invitando a un encuentro en la ciudad de La Habana para discutir una solución en esta materia “que sea aceptable para todos”. Una vez recibida esta misiva, el Presidente Nacional de ACORE, previa consulta con la Junta Directiva, hizo públicas ante los medios de comunicación las siguientes consideraciones: 67
- Estimar inviable tal ofrecimiento por cuanto no existe ningún interés de asumir la condición de negociador o intermediario para tratar el tema que se propone. - Aclarar que bajo ninguna circunstancia, ACORE puede tomar de por si la representatividad institucional en tan delicada materia, por cuanto tal asunto corresponde al alto mando militar y policial y a otras instancias del Estado. - Determinar claramente que todo lo atinente a la creación de un modelo de seguridad jurídica para los miembros de la Fuerza Pública participantes en el conflicto armado, o cualquier otro asunto de carácter militar o policial, según lo anunciado reiteradamente por parte del Gobierno Nacional, no será motivo de negociación en La Habana. - Ratificar que ACORE, conjuntamente con las diferentes asociaciones que constituyen la Mesa de Trabajo Permanente de Oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, ha fijado claras posiciones en esta materia frente a distintas instancias del Estado, particularmente ante las bancadas representadas en el Congreso de la República, el Ministerio de Defensa Nacional y la Fiscalía General de la Nación. La carta Para mayor claridad de los Asociados, en términos generales damos a conocer el contenido de la carta de las Farc: - Reafirma su condición de “alzados en armas” en uso del “derecho a la rebelión”, tal como lo hizo el movimiento comunero, y posteriormente ejercito libertador. - Entiende que las medidas que se tomen en materia de justicia, “no pueden ser de carácter simétrico para todos los actores del conflicto armado”, y en consecuencia, se requiere buscar un “tratamiento equilibrado y beneficios jurídicos en proporción a la verdad que pueda ofrecerse al país”, y sobre lo cual, las Farc asumen sus propias responsabilidades y compromisos para la reparación a las víctimas. - Rechaza cualquier interpretación, en cuanto a que “el proceso que se adelanta en La Habana, se constituya en un instrumento de carácter judicial contra su propia organización o contra las Fuerzas Militares”. Cualquier intención de “encarcelar los partícipes de este conflicto no es aceptable”. - Determina que “los crímenes de Estado son de exclusiva responsabilidad del poder político y que esa responsabilidad llega, dentro de un estado democrático, hasta quienes ejercen este poder político”. - Considera que el Fuero Penal Militar es solo un instrumento para “responsabilizar individualmente, como máximos responsables de los crímenes de estado, a la Fuerza Pública”. - Establece como modelo de justicia que debe aplicarse en este proceso, aquel que ofrezca la “verdad, la reparación y restauración del daño causado y garantías de no repetición”. - Niega la posibilidad de juzgamiento mediante proceso penal, preponiendo otro de “carácter sancionador”, en el cual se garantice los deberes estatales de investigación y sanción, y que permita imponer “sanciones de carácter restaurativo”. En estas condiciones, “se configuraría el concepto de cosa juzgada universal”, esperando también, contar para esto, con la necesaria aprobación de las víctimas del conflicto.
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Concluye la comunicación, invitando como ya se dijo, a un encuentro con la delegación de las Farc en La Habana y sus asesores jurídicos, para “discutir una solución en materia de justicia que sea aceptable para todos”. Considera también, que la opinión del Presidente Nacional de ACORE, y la del Cuerpo de Generales y Almirantes, “es sumamente importante para la construcción de una paz estable y duradera y de reconciliación nacional”. Sugiere igualmente, compartir el contenido con todos los miembros del Ejército Nacional y las organizaciones de retirados de la Policía Nacional. La carta está firmada a nombre de la delegación por ‘Iván Márquez’.
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Informe página 4 INFORME
Reunión de trabajo con la Fiscalía General de la Nación Con la participación del alto mando de las Fuerzas Militares, el Vicefiscal General, el Jefe Nacional de Fiscalías, otros asesores de esta entidad y en representación de ACORE, el Presidente Nacional, el Secretario General Ejecutivo y el abogado mayor general Duván Pineda Niño, el pasado 13 de julio se llevó a cabo una nueva reunión de trabajo con el Fiscal General de la Nación. Los temas tratados por ACORE fueron los siguientes: Alcances del Proyecto de Ley 224/2015 que venía cursando en el Congreso de la República sobre reformas al Código Penal y de Procedimiento Penal, y que fue archivado, por cuanto no fue debatido en la legislatura vigente, y que, según se anunció, será nuevamente presentado para su trámite legislativo. En este proyecto se establece una nueva figura relacionada con la investigación y prueba en contexto, la cual constituye un elemento de prueba adicional a los ya existentes, y que en caso de quedar vigente, podría ser utilizada en los procesos penales con preocupantes implicaciones en los juicios que se adelantan o adelanten, contra miembros de la Fuerza Pública. En el proyecto se faculta a las víctimas que puedan formular acusaciones contra miembros de la Fuerza Pública o contra cualquier tipo de victimarios, para emprender una acción civil separada contra sus causantes. En estas circunstancias bajo criterios de análisis y contexto, cualquier comandante militar o policial, en su condición de garantes, se les puede señalar penalmente responsables por hechos causados por personal a su mando, o personas ajenas a la institución que comandan, que sean constitutivos de violaciones a los DD.HH y al DIH. Para tipificar esta conducta, basta simplemente que los hechos motivos de investigación, se produzcan dentro de su jurisdicción geográfica, y se les pueda señalar como máximos responsables por acción, omisión o coautoría. En la discusión de este tema se dejó en claro que la Fuerza Pública está conformada por agentes del Estado y que por tal circunstancia no puede ser considerada como una empresa u organización de carácter criminal. En estas circunstancias tal procedimiento solo se debe utilizar como mecanismo de priorización y como recurso para la determinación de los máximos responsables 70
dentro de las estructuras organizadas de poder, propios de las organizaciones delictivas. También se aclaró que este mecanismo solo constituiría una metodología de carácter investigativo y como nuevo recurso para la obtención de pruebas útiles en procesos penales debidamente sustentados y bajo ninguna circunstancia como método de imputación de cargos. Informe de Human Rights Watch en el cual se hace referencia al papel de los altos mandos en ‘falsos positivos’ con el cual se quiere responsabilizar a Generales y Coroneles del Ejército colombiano por supuestas ejecuciones extrajudiciales. Este particular informe con un total de 105 páginas, señala que entre 2002 y 2008, la ejecución de civiles por brigadas del Ejército constituyo “una práctica habitual” en todo el territorio nacional, y que por tal circunstancia hay 3.000 casos que han sido objeto de investigación, en los cuales muy pocos mandos han sido condenados. Para sustentar estas gravísimas acusaciones señala como principales fuentes de información algunos funcionarios de la Fiscalía General de la Nación entrevistados por Human Rights Watch y una ONG internacional denominada Fundación Ford. En ningún caso se presentan pruebas que garanticen la verdad jurídica de tales señalamientos. Sobre este particular, el Gobierno Nacional y la Procuraduría General de la Nación, al hacerse público este informe, rechazaron categóricamente tales acusaciones, expresando que la credibilidad de estas organizaciones siempre ha sido cuestionada y puesta en tela de juicio por muchos gobiernos, en razón a su habitual posición sesgada y conclusiones ligeras, que continuamente formulan sobre temas relacionados contra miembros de las Fuerzas Militares de diferentes países del sistema interamericano. La Fiscalía General de la Nación se comprometió, para que en una reunión posterior, se discutiera este tema, argumentando de antemano que formal y oficialmente, no ha puesto a disposición de estos organismos acusadores información que sustente tales acusaciones. Elaboración de las directivas interpretativas que han venido siendo socializadas con el Comando General de las Fuerzas Militares y ACORE sobre temas relativos a delitos de lesa humanidad, aparatos organizados de poder, autoría mediata, máximos responsables, prescripción de la acción penal y homicidio en persona protegida. Sobre este particular la Fiscalía General informó que tales documentos se encuentran actualmente en proceso de revisión y cotejo con las observaciones que han sido formuladas tanto por ACORE como por el Comando General de las Fuerzas Militares. Creación de una Mesa ampliada de abogados de las Fuerzas Militares, Policía Nacional y ACORE, como refuerzo de la Mesa de Trabajo, que ya se había conformado y para lo cual ya fueron asignados cinco abogados, que a partir de la fecha, trabajaran en las instalaciones de la Fiscalía bajo dirección de una funcionaria de alto nivel perteneciente a esta institución. Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional ACORE
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Primera Página RESERVA ACTIVA…
¡Unidad, integración y fortaleza! Bajo ninguna circunstancia, especialmente ahora, podemos generar factores de conflicto entre nosotros, frente a la imperiosa necesidad de permanecer unidos como institución, para enfrentar de manera decidida todo aquello que nos pueda preocupar hacia el futuro, en materia de seguridad y defensa nacional, y en lo concerniente a la protección de aquellos derechos de índole gremial que por igual a todos nos compete. Si queremos prontas y efectivas soluciones, debemos actuar con la suficiente decisión y fortaleza para exigir del Estado todo aquello que por ley nos corresponde. Débiles y fraccionados, nos precipitaríamos hacia el fracaso. La Reserva Activa sin duda alguna, debe ser símbolo de unidad, integración y fortaleza. Eso es precisamente lo que hemos venido pregonando desde el momento mismo, en que por mutuo acuerdo, conformamos hace más de dos años, la Mesa de Trabajo Permanente (MTP) del Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa de las FF.MM. y Policía Nacional. Como parte integral de las reservas activas de nuestra fuerza pública, estamos igualmente obligados a propiciar esa unidad y la ayuda mutua requerida, para actuar en la misma dirección como un solo grupo de presión que nos permita lograr las metas que nos son afines. Esto es lo que hay que hacer, y creo que todos los integrantes de las diferentes asociaciones de la reserva activa, coincidimos en que este es el gran propósito por alcanzar. Ese es el verdadero camino por recorrer y el gran reto que nos espera. No podemos permitir que por cualquier circunstancia se nos divida y mucho menos que se nos utilice con propósitos ajenos a los que voluntariamente nos hemos comprometido. Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera Miembro activo del Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro
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Opinión Página 2 La Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE), rechaza categóricamente los recientes pronunciamientos de la organización narcoterrorista Farc, los de unos falsos voceros de supuestas víctimas del conflicto armado y de algunos organismos nacionales e internacionales, con los cuales se ofende en materia grave a las Fuerzas Armadas de la República, y se insiste en acusar y hacer responsable al Estado Colombiano, por infundados hechos criminales no comprobados, los cuales se les atribuye sin verdad jurídica a miembros de la Fuerza Pública. ¿Víctimas? o ¡victimarios! Editorial publicado en agosto de 2014 - edición 542 Este dieciséis de agosto viajarán a la ciudad de la Habana las primeras doce victimas de sesenta que serán seleccionadas, para exponer ante los negociadores del gobierno y del grupo narcoterrorista Farc sus respectivas demandas por los daños sufridos como consecuencia del conflicto armado que ha vivido el país en los últimos años. Para este propósito, la Mesa de Negociaciones habilitada en La Habana, pacto varias normas de obligante cumplimiento, que serán aplicadas para desarrollar uno de los puntos de la agenda acordada para la terminación del conflicto armado y que tienen que ver principalmente con la identificación y manejo de las víctimas causadas dentro de este conflicto. Esta normatividad en términos generales, hace relación con temas a tratar respecto a violaciones de los derechos humanos y al DIH (derechos de guerra) y con la forma como serán representadas las víctimas directas en cuanto a regiones donde se sucedieron los hechos y otros conceptos atinentes a equidad, pluralismo e igualdad. Para la selección y manejo de las víctimas que formularan sus respectivos reclamos en la citada Mesa de Negociaciones, fueron designadas la Universidad Nacional de Colombia, las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal. Dentro de este compromiso la Conferencia Episcopal ha estado algo ausente dejando en manos de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas el liderazgo y la programación de distintos eventos que se han venido realizando a través de foros regionales en las ciudades de Villavicencio, Barrancabermeja, Barranquilla y Cali. En el último foro realizado en la ciudad de Cali se contó con una significativa participación de víctimas de distintos sectores, la gran mayoría liderados políticamente por la extrema izquierda radical de este país y falaz y cínica pretensión de auto calificación para eludir responsabilidad y un justo y necesario castigo. otros por ACORE y algunas asociaciones que se hicieron presentes como víctimas del grupo narcoterrorista Farc . La extrema izquierda radical a través de dirigentes políticos ampliamente reconocidos, pertenecientes al Partido Comunista Colombiano, al Partido Comunista Clandestino (PC3), a la Unión Patriótica y a la Marcha Patriótica, con la ayuda evidente de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas, realizaron una gran campaña 73
propagandista y de visibilización de muchas personas que presentaron públicamente como víctimas del Estado Colombiano, señalando a miembros de la fuerza pública y también a los paramilitares como sus directos responsables. ACORE desde un comienzo, en coordinación con el Comando General de las Fuerzas Militares y con la participación de otras asociaciones de víctimas de las Farc, se hizo presente en varios eventos preparatorios en la ciudad de Bogotá, con el fin de ubicar y comprometer a diferentes víctimas (civiles, militares y policías) que fueron identificadas, lográndose al final de los eventos programados, una importante presencia en las distintas mesas de trabajo que fueron organizadas para recoger las ponencias y distintas demandas para su posterior remisión a la Mesa de Negociaciones en la Habana. Como se previó desde el primer momento, en el desarrollo de este proceso, se presentaron serias anomalías por parte de los representantes de la Universidad Nacional y de las Naciones Unidas, que desde un principio hicieron notoria su posición bastante sesgada en favor de aquellas víctimas que señalaron como únicos responsables a agentes del Estado. En el caso particular de las Naciones Unidas, se hizo notorio su interés por respaldar y favorecer algunas posiciones hechas públicas por las Farc, cuando su representante legal en Colombia, categóricamente ha venido afirmando: “…las personas uniformadas de la Fuerza Pública, son iguales a las uniformadas pertenecientes a la Farc”. Tal despropósito y ofensiva comparación, ha generado indignación en distintos sectores sociales y ya hay muchas voces que reclaman su relevo inmediato de este organismo y salida del territorio nacional. Dentro de esta misma estrategia, algunos dirigentes políticos de la extrema izquierda, tal como se dijo en un principio, participaron activamente en continuas actividades de proselitismo con discursos intimidatorios para tratar de influir en muchas de las víctimas de las Farc, a fin de que se abstuvieran de presentar sus reclamaciones. En algunos casos lo consiguieron. Los pronunciamientos realizados por los dirigentes de las Farc, en los cuales afirmaban categóricamente que bajo ninguna circunstancia se harían responsables de cualquier hecho que se les sindicara, que su actuación dentro del conflicto armado siempre fue en condición de víctimas y no de victimarios, y que por tanto, no habría arrepentimiento alguno, se constituyó en una constante durante todo el tiempo en que se desarrollaron los diferentes foros. Para el caso de militares y policías que quisieran reclamar por cualquier caso de secuestro, cínicamente anunciaron que no serían aceptados, ya que su condición era o fue de “retenidos” o de “prisioneros de guerra”, dadas las circunstancias del conflicto armado existente, el cual fue reconocido oficial e internacionalmente por el propio gobierno nacional. Sobre las múltiples quejas formuladas en relación con este proceso, y que en su debido momento fueron denunciadas por ACORE a los organizadores del evento y a través de diferentes medios de comunicación, salvo la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo, ninguna otra entidad gubernamental, formulo reparos o cuestionamiento alguno. Tampoco lo hizo la Conferencia Episcopal. La Defensoría del Pueblo opto por retirarse del foro que se desarrolló en la ciudad de Cali, anunciando que con su presencia en tal 74
evento, se estaría avalando o patrocinando el sesgo político y las irregularidades que se estaban presentando. Brigadier General (RA) Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE
Institucional Página 12 ACORE expresa su inconformidad por el manejo que se da en determinados espacios de discusión sobre los posibles acuerdos para la terminación del conflicto con las Farc, donde de manera excluyente- los representantes de la Reserva Activa no pueden participar ya que se les dificulta su ingreso, como es el caso del foro realizado en Pereira.
La reconciliación y reintegración se deben discutir en espacios abiertos En el marco de las negociaciones para la terminación del conflicto armado con las Farc, se realizó en Pereira, la Quinta gira de cooperación técnica sur-sur, reintegración: reconciliación y desarrollo desde los territorios, a cargo de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) de la Presidencia de la República, encargada de fortalecer la implementación de la política de reintegración. El certamen contó con la participación de miembros de ejércitos irregulares de naciones como Irlanda, Nepal, El Salvador y Guatemala, entre otros, que por medio de una negociación se reintegraron a la legalidad en sus respectivos países. Cuatro eran los objetivos de la Quinta gira de cooperación: intercambiar experiencias internacionales en la reintegración de excombatientes de grupos armados ilegales; conocer prácticas, modelos y estrategias aplicadas en otros países en materia de reintegración; obtener insumos para fortalecer y consolidar la política de reintegración social y económica en Colombia; y evidenciar las experiencias internacionales en temas de construcción de paz relacionadas con el territorio. ACORE, presente Como ha sido objetivo primordial de la Presidencia Nacional de ACORE de procurar la participación en escenarios en los que intereses institucionales, de seguridad y defensa nacional pueden ser vulnerados, se dispuso que el mayor Jorge Becerra Benavides, presidente de la Seccional ACORE Risaralda, se hiciera presente en tan importante foro. Pues bien, “la experiencia fue aterradora, me sentí como mosco en leche”, narró posteriormente el mayor Becerra a las directivas de ACORE. “Así me 75
sentí en la V Gira de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR. Donde el 99.9% de los asistentes (35 extranjeros) son radicales de izquierda y de partidos políticos afines al comunismo. Ellos están plenamente convencidos de lo que el director de la ACR, Joshua Mitroti, les asegura cuando dice que las Farc no están en el proceso en condición de rendición, sino que, por el contrario; están de acuerdo en que lo primordial es darle a las Farc garantías jurídicas plenas para que en un futuro otros partidos de derecha no tumben lo acordado, y políticas para que las nuevas generaciones de revolucionarios vengan con ideas innovadoras. No encontré, dice, ni un solo contradictor de las ideas expuestas por los panelistas, o al menos en el primer día. Por ejemplo, los salvadoreños del FMLN afirman que las acciones de la revolución en pleno proceso son normales y deben arreciar para conseguir mejores resultados. El embajador de Nicaragua, representantes de Malí, Tahití, entre otros, con quienes pude intercambiar algunas palabras, lamentan la muerte de los once militares en Colombia, pero sostienen que eso no es nada comparado con lo que puede venir. Debo decir que simpatizantes de la derecha o neutrales están ausentes de este tipo de eventos, tal vez por eso, las directivas de la gira sintieron temor o alguna molestia cuando hice mi presentación al auditorio como Presidente Seccional de ACORE Risaralda. Una palabra que me causo curiosidad fue que no llamaban al guerrillero que salió de las filas como ‘desmovilizado’ sino como ‘reintegrado’. Afirmaban que la guerrilla es parte de la sociedad y que, por lo tanto, deben volver a ella, pero, sin jamás aclarar que portaron armas ilegales y le hicieron un enorme daño a esa sociedad. Así mismo, describían al guerrillero como una persona inocente, incapaz de hacer daño a alguien, que ingresó a las organizaciones al margen de la ley por acciones del Estado a través de la Fuerza Pública (falsos positivos, amenazas, persecución política…), pero jamás daban ejemplos de las masacres cometidas por las Farc y Eln, ni del reclutamiento forzoso que practican. Finalmente, cuando la seguridad del certamen me abordo, me sentí como en mis viejos tiempos de jefe de red de inteligencia militar, cuando uno se quemaba con alguna persona y no había más que sonreír y despedirse... Molestia de ACORE La Asociación, en representación de la Reserva Activa, expresó su molestia con el trato dado durante la gira de ACR al delegado de la Asociación Por experiencia en otros escenarios donde se tratan temas relacionadas con el proceso de negociación con las Farc, como los foros de víctimas realizados el año pasado, “podemos afirmar que estos espacios están siendo manipulados para convertirlos en réplicas del discurso y las peticiones que las Farc han exigido desde La Habana”. ACORE también ha percibido que en estos espacios algunas ONG, fundaciones, asociaciones o individuos que luchan y generan propuestas para el bienestar de las instituciones y defienden un discurso enfocado en la legalidad, opuesto al de las Farc, al parecer no reúnen los requisitos necesarios para asistir o participar en estos espacios de paz y reconciliación. En concordancia, ACORE expresa su inconformidad por el manejo que se da en determinados espacios de discusión sobre los posibles acuerdos para la terminación 76
del conflicto con las Farc, donde -de manera excluyente- los representantes de la Reserva Activa no pueden participar ya que se les impide su ingreso, como es el caso del foro realizado en Pereira. Para ACORE todas las opiniones y posiciones conceptuales deben ser bienvenidas y atendidas en los espacios que permitan de esta manera enriquecer con argumentos para la construcciĂłn de paz que se teje paso a paso en La Habana en beneficio del futuro del paĂs.
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Opinión Página 2 Preocupante anuncio presidencial...
“Ejército a las fronteras y a misiones internacionales” Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE Durante la Tercera Jornada de la Pedagogía por la Paz que se llevó acabo en la Base Aérea Marco Fidel Suárez, de Cali, el Presidente Juan Manuel Santos aseguró que el país requiere “una Policía que pueda estar en un territorio donde nunca ha estado, y un Ejército que, si bien no va a estar en la selva, lo necesitamos haciendo presencia defendiendo nuestras fronteras, haciendo obras de desarrollo y participando en misiones internacionales”. ¿Con este preocupante anuncio presidencial se quiere confirmar, ni más ni menos, la existencia de un preacuerdo ya pactado en la mesa de negociaciones respecto a la futura misión del Ejército nacional, tal como insistente y públicamente lo han venido exigiendo las Farc? ¿El control del orden público interno frente a las amenazas por parte de los grupos armados ilegales, particularmente en zonas rurales, será de exclusiva responsabilidad de la Policía Nacional, junto con nuevas organizaciones similares que podrían conformarse presumiblemente con terroristas desmovilizados? ¿Por qué ahora se pretende relevar al Ejército del cumplimiento de esta misión que institucionalmente le corresponde y le ha correspondido, junto con la Policía Nacional, para enfrentar estas gravísimas amenazas? ¿Se pretende con esto remplazar al Ejército por nuevas instituciones como guardabosques, policías cívicas, policías rurales, gendarmerías, etc.? ¿En estas circunstancias, sale la Policía Nacional del Ministerio de Defensa y se crea en forma definitiva el cuestionado Ministerio de Seguridad? ¿Cuál es la verdadera intención de dividirnos? ¿Por qué este nuevo giro presidencial en temas tan sensibles relacionados con seguridad y defensa nacional, aceptando de plano imposiciones inadmisibles por parte de las Farc? 78
¿Estamos negociando o simplemente capitulando en la mesa de conversaciones de La Habana? ¿Se aprovechó la ausencia del general Jorge Enrique Mora Rangel en el último ciclo de conversaciones para acordar lo que el Presidente de la República anuncia pública y enfáticamente ante un importante auditorio militar, respecto de tan preocupante e inexplicable decisión? Cada día es más confusa esta situación. ¿Qué es lo que realmente está pasando? ¿Hasta dónde se quiere llegar en este proceso? ¿Qué tanto estamos entregando para satisfacer las exigencias de las Farc? ¡La Reserva Activa y el país esperan una explicación! Opinión Página 2
Obligante pronunciamiento Resumen de medios El Espectador - 1 de abril de 2015 Caracol Radio- 1 de abril de 2015 En la jornada pedagógica llevada a cabo el pasado primero de abril en la base Militar de Tolemaida, para dar a conocer a las tropas la forma como se realiza el proceso de negociaciones con las Farc a fin de lograr su desmovilización, desarme y cese al fuego, el Jefe del Estado, Juan Manuel Santos, emitió un nuevo mensaje con graves y ofensivos señalamientos a miembros de la Reserva Activa, particularmente contra algunos generales, respecto de un correo masivo difundido el día anterior por ACORE, en el cual se hace referencia a su intervención del lunes pasado en la ciudad de Cali, donde anunció en forma preocupante lo que podría ser la futura misión del Ejército Nacional en cuanto a seguridad exclusiva de las fronteras y cumplimiento de misiones de carácter internacional, sin comprometimiento –aparente en materia de seguridad interna y control del orden público- tal como ha sido tradicionalmente compartido con la Policía Nacional. En este nuevo mensaje, sin dar respuesta a los interrogantes que se formularon, y sobre los cuales se solicitaba en forma comedida “una clara explicación”, resuelve afirmar, sin fundamento alguno que: “Algunos generales en retiro están detrás de una campaña de desprestigio al proceso de paz…” y agrega, “Hay gente interesada en que el proceso no tenga éxito por intereses particulares, como los narcotraficantes y los traficantes de armas, y otros por razones políticas”. Además, dijo que “Se está difamando de mala fe en contra de las negociaciones que se realizan con las Farc”, que “se produce desinformación con preguntas cargadas de veneno y editoriales con afirmaciones mentirosas” y que “existen personas que inexplicablemente han llegado a ser generales de la República actuando de mala fe en esta campaña de desprestigio”. Sobre este particular, y sin ánimo de polemizar, el brigadier general Jaime Ruiz Barrera, presidente Nacional de ACORE, consideró conveniente aclararle al Presidente 79
de la República, que sus ofensivos comentarios frente a las tropas en Tolemaida, “no corresponden a la verdad, que no existe ningún interés particular en difamar o desprestigiar las negociaciones de La Habana, y que mucho menos nos queremos igualar con narcotraficantes, traficantes de armas o grupos políticos interesados entorpecer este cuestionado proceso”. “Bajo ninguna circunstancia actuamos o actuaremos de mala fe como se nos pretende señalar. Nuestros valores y compromisos son y serán eminentemente institucionales. Rechazamos también la clara intención de señalarnos como grupo político de oposición para deslegitimar o invalidar los pronunciamientos que habitualmente formulamos respecto de este y otros temas motivo de discusión, y sobre todos aquellos, que a nuestro juicio, consideremos oportuno opinar en materia de seguridad, defensa o realidad nacional. Esta es la tarea en que nos encontramos y seguiremos empeñados Opinión Página 5
Alerta nacional por eventual ley habilitante Objetivo: implementar por decreto acuerdos que sean pactados con las Farc. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE Proyecto de ley habilitante para reglamentar Marco Jurídico para la Paz genera polémica nacional. • Mediante referendo se pretende suplantar ley estatutaria establecida como norma constitucional para reglamentar cualquier acto legislativo • Para evitar peligroso cheque en blanco al Ejecutivo sería indispensable dar a conocer, antes del referendo, los textos de los decretos que serían expedidos dentro de estas facultades. • Una sola pregunta en esta materia para el referendo no sería garantía suficiente para justificar un eventual respaldo mayoritario Reglamentar mediante ley habilitante temas relacionados con preacuerdos ya pactados, sería sumamente peligroso. • ¿Se estarían creando extraños mecanismos para aprobar por decreto temas difíciles de los acuerdos de paz? • Los veinte lugares que se anuncian para desmovilización y concentración bajo ninguna circunstancia pueden coincidir con zonas grises reconocidas donde las Farc ejercen notable y tradicional influencia. • Los anuncios del Fiscal General sobre referendo y ley habilitante van en contra posición del Ministro del Interior. ¿A quién creerle? • Nada se dice de la fijación de plazos para terminar negociaciones en La Habana. Expectativa nacional. • Si el proyecto está siendo preparado por el Gobierno nacional, el Fiscal General y las bancadas de la mesa de unidad. ¿Por qué no se incluye al Procurador General? 80
Opinión Página 6 El general Jaime Ruiz Barrera le responde al Gobierno
“Los generales no eran ruedas sueltas” Desde la reserva critican al presidente Juan Manuel Santos por las nuevas funciones que encomendó al general Mora y arrecian los cuestionamientos a los principios de la mesa con las Farc. Autor: Camilo Segura Álvarez Publicado en: El Espectador Fecha: 27 de marzo de 2015 http://www.elespectador.com/noticias/politica/los-generales-no-eran-ruedassueltas-articulo-551932 La polvareda que levantó la renuncia conjunta del contraalmirante (r) Luis Carlos Jaramillo Peña y los generales (r) Ricardo Rubianogroot y Víctor Álvarez Vargas a la asesoría ad honorem que le venían prestando al general (r) Jorge Enrique Mora en su calidad de negociador del Gobierno en la mesa de conversaciones con las Farc, puso de nuevo sobre la mesa el debate acerca de la posición de los oficiales retirados respecto a los diálogos con la guerrilla. En esta entrevista el general (r) Jaime Ruiz Barrera, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro (ACORE), explica el malestar de la Reserva por la inasistencia de Mora al actual ciclo de negociaciones con las Farc, critica los principios del proceso de paz y advierte sobre una supuesta incomodidad de las tropas frente a las últimas noticias de la mesa. ¿Está de acuerdo con los tres generales que renunciaron diciendo que la negociación con las Farc se afecta si el general Mora no está de cuerpo presente en La Habana? Sí. La presencia del general Mora es definitiva para nosotros, porque es el único de los negociadores que tenía bajo su responsabilidad lo concerniente a la seguridad y defensa del Estado, que es un valor supremo institucional. Era el único que podía garantizar la promesa inicial del Gobierno en el sentido de que ningún tema institucional de las Fuerzas sería negociado con la guerrilla. ¿No les genera tranquilidad que el general Javier Flórez y otros oficiales estén como apoyos en la mesa? Ellos están únicamente como asesores técnicos. Lo que producen son respetuosas recomendaciones a los negociadores. Estaba convenido con el presidente que este equipo de oficiales en ejercicio expresaría sus recomendaciones a través del general Mora. Es decir, quedaron huérfanos. Pero el Gobierno ha dicho que Mora sigue siendo plenipotenciario... 81
Ya no sabemos qué creer, pues el Presidente ha dado varias versiones sobre el rol del general. La primera fue que le iba a hacer una reasignación de funciones y que salía para convertirse en un acompañante del presidente en las jornadas pedagógicas en los batallones. Cuando se dio la renuncia de los generales fue que sostuvo que él continúa como negociador. No entendemos al presidente. Dicen que los tres generales renunciaron acatando los lineamientos de ACORE... Tenga la certeza de que son decisiones personales, pero no aceptamos que el Gobierno diga que no tenían nada que ver con la delegación. Ellos formaron parte del equipo del general Mora desde una reunión en Casa de Nariño en la que el presidente acordó con las organizaciones de la reserva que un general de cada una de las fuerzas acompañaría el proceso. No fueron contratados ni viajaron a Cuba, pero no eran ruedas sueltas. Ustedes han sostenido en diversos escenarios que las tropas están confundidas por los mensajes que llegan de La Habana, ¿el hecho de que Mora sea uno de los que les van a explicar a los oficiales lo que se está negociando no es positivo? El general debe estar en La Habana, con sus asesores técnicos. Las visitas a las guarniciones las debe hacer el presidente, en su calidad de máximo comandante, para que le dé ánimo a la tropa, sin intermediarios. Para nosotros se trató de una maniobra para sacarlo (a Mora) porque estaba asumiendo posiciones muy críticas sobre el proceso. Mientras las Farc dicen que aún hay mucha tela por cortar en el proceso de paz, desde otras orillas hablan de un punto irreversible en las negociaciones. ¿Coincide con alguna de esas posiciones? Vemos estancado el proceso. Las Farc no quieren entregar armas, hablan de dejación, lo que para nosotros implica que las quieren tener pero no usarlas. No quieren acción penal, desconocen la justicia transicional, entre otras posturas que creemos que no se pueden imponer. Así que una cosa dice el Gobierno, otra la contraparte y otra cosa es lo que está pensando la gente, que cada día se interesa más en lo que pasará con el proceso. El país está polarizado y así esto no va por buen camino. ¿Cuáles son sus críticas concretas al acuerdo de desminado humanitario? Ya los desmovilizados, los terroristas arrepentidos, venían haciéndolo con el Ejército. Lo que no consideramos aceptable es poner a trabajar a miembros de las Farc sin desmovilizarse, en su condición de victimarios, a trabajar con víctimas de las minas, que hemos sido las Fuerzas Militares. Vemos con preocupación que las Farc digan que no dejarán de usar esas minas. ¿Por qué oponerse a que, como resultado de un acuerdo entre las partes, ambas participen en una operación de desminado que traerá beneficios a las comunidades? Pensamos que el desminado debe ser institucional, sin darle protagonismo a la guerrilla. No olvidemos que estamos negociando con una fuerza terrorista, no el fin de una guerra civil o algo similar. También han cuestionado la decisión del presidente de suspender bombardeos. ¿Cómo desescalar el conflicto sin este tipo de gestos? Cerca de 17 organizaciones de oficiales de la reserva, en nombre de las que hablo, creemos que fue un error, pues es entregar el arma más contundente que tiene el Estado para forzar a las Farc a negociar con celeridad. El término desescalamiento no nos gusta. Las concesiones a la guerrilla, 82
que es el grupo agresor, se deben hacer cuando decidan someterse al ordenamiento jurídico. No confiamos en los gestos de paz de la guerrilla. Y creo que hablamos no solo por la reserva, sino por las fuerzas activas también, lo que pasa es que ellas no pueden ser deliberativas. Eso implica desconocer principios de la negociación, como el reconocimiento del conflicto armado... Es un error equiparar a las fuerzas legítimas del Estado con la guerrilla. Nosotros creemos que las Farc son una amenaza terrorista y por eso decimos que las concesiones se deben dar una vez asuman su integración a la legalidad. ¿Los oficiales retirados estarán dispuestos a ser considerados máximos responsables de delitos de lesa humanidad? Individualmente, quienes sean los máximos determinadores de ese tipo de delitos y crímenes de guerra deben ser juzgados y condenados, y ser sujetos de los beneficios jurídicos de la justicia transicional. Pero eso no se limita a los oficiales, también puede haber civiles y hasta expresidentes. Opinión Página 9 Observaciones al proyecto de directiva
‘Homicidio en Persona Protegida’ de la Fiscalía Con este documento se pretende unificar criterios y fijar claras directrices de carácter vinculante para los funcionarios de la Fiscalía General de la Nación. Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional de ACORE El 10 de marzo, se llevó a cabo una reunión -programada por la Fiscalía General de la Nación- para dar a conocer el borrador de la Directiva para Homicidio en Persona Protegida, cuya finalidad será la de orientar a los funcionarios de la Fiscalía sobre la forma como se debe actuar en materia de investigación penal en procesos que se adelanten contra miembros de la Fuerza Pública y otros actores comprometidos en el conflicto armado. Además de la Fiscalía General de la Nación, Hicieron parte de la reunión representantes del Comando General de las FF.MM., la Jefatura Jurídica Integral del Ejército, ACORE, la Defensoría Militar, el Tribunal Superior Militar, de la Oficina de Derechos Humanos de las Fuerzas Militares y un grupo de abogados expertos. Introducción La preeminencia del Derecho Internacional de DD.HH. y del DIH, sobre las normas de derecho interno, como es el caso de elevar el delito de homicidio en persona protegida de nuestro Código Penal Ley 599 del 2000 a crimen internacional, por cuanto no sería aplicable porque la norma internacional, no establece tipos penales, sino solamente el deber de sancionar una serie de conductas que al no estar tipificadas en el 83
ordenamiento interno mal podrían ser penalizadas, en virtud del principio de legalidad. Hay muchos casos en que se ha procedido irregularmente al emitir juicios equivocados de naturaleza política, que no se avienen a la realidad de los hechos. Código Penal Artículo 135. Homicidio en Persona Protegida. El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, ocasione la muerte de persona protegida conforme a los Convenios Internacionales sobre Derecho Humanitario ratificados por Colombia, incurrirá en prisión de treinta (30) a cuarenta (40) años, multa de dos mil (2.000) a cinco mil (5.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas de quince (15) a veinte (20) años. Parágrafo. Para los efectos de este artículo y las demás normas del presente título se entiende por personas protegidas conforme al derecho internacional humanitario: 1. Los integrantes de la población civil. 2. Las personas que no participan en hostilidades y los civiles en poder de la parte adversa. 3. Los heridos, enfermos o náufragos puestos fuera de combate. 4. El personal sanitario o religioso. 5. Los periodistas en misión o corresponsales de guerra acreditados. 6. Los combatientes que hayan depuesto las armas por captura, rendición u otra causa análoga. 7. Quienes antes del comienzo de las hostilidades fueren considerados como apátridas o refugiados. 8. Cualquier otra persona que tenga aquella condición en virtud de los Convenios I, II, III y IV de Ginebra de 1949 y los Protocolos Adicionales I y II de 1977 y otros que llegaren a ratificarse. Observaciones Para entender correctamente el significado del delito de Homicidio en Persona Protegida por el DIH, es preciso acudir a las normas del Derecho Internacional Humanitario, pues en sus criterios tienen origen y contenido los conceptos de “persona protegida”, “conflicto armado”, “población civil”, “persona que no participa en las hostilidades”, “combatiente”, etc., categorías jurídicas que integran y configuran los elementos de la definición legal del “Homicidio en Persona Protegida por el DIH”. En el desarrollo de este proyecto de Directiva se habla en distintas partes de crímenes de guerra y delito contra el DIH, lo cual puede incurrir, a que –siendo el homicidio en persona protegida un delito contra el DIH- se le asimile en todos los casos por los funcionarios como un crimen de guerra, (interpretación integradora) los cuales se configuran bajo el supuesto de que el hecho “se cometa como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de tales crímenes”, condiciones de la reglamentación internacional que no hace parte de la descripción legal del Artículo 135 del Código Penal, se ponen en evidencia que se trata de dos categorías jurídicas que tienen elementos comunes, pero que difieren en aspectos sustanciales. Además, las convenciones internacionales no autorizan la suspensión del principio de legalidad. Ninguna disposición en tal sentido, puede restringir, menoscabar, derogar derechos reconocidos o vigentes en la legislación nacional. • En el proyecto de directiva se integra una definición de Homicidio en Persona Protegida donde la fase objetiva se define con la ley nacional 84
(Artículo 135 Código Penal), y la fase subjetiva del ente se define con el Derecho Penal Internacional (Artículo 30 ECPI). “La conducta es dolosa cuando el agente conoce los elementos de la infracción penal y quiere realizarlos” (Artículo 135 Código Penal); “El elemento subjetivo concurre cuando el autor “actúa con intención y conocimiento de los elementos materiales del crimen”. (Artículo 30 Estatuto Corte Penal Internacional). Por lo tanto, vemos que la cimentación de los elementos del tipo de “Homicidio en Persona Protegida por el DIH”, se integre con los elementos de la regulación objetiva y subjetiva del Código Penal colombiano. • El calificativo de combatiente debe ser solo para los miembros de la Fuerza Pública. Los terroristas deben ser calificados como civiles armados de carácter ilegal. (Sentencia C-291/07 Corte Constitucional) Los miembros de las fuerzas irregulares con funciones permanentes en el grupo, son miembros de grupo organizado al margen de la ley, tal categoría permite otorgarles responsabilidad equivalente a la del combatiente en el DIH y en el derecho interno a que sean penalmente responsables por los delitos. • La directiva no es clara en definir quienes hacen parte de las hostilidades lo que para el funcionario de la Fiscalía es decisivo; ya que para él debe quedar claro el límite del momento -cuándo y por qué- la persona pierde la protección, se convierte en parte del conflicto y así establecer su participación directa o indirecta dentro de este. Por consiguiente, es necesario valorar los hechos reales y prácticas propias del conflicto armado que padece Colombia. Por estrategia y para hacer más eficaces sus fuerzas y sus planes las guerrillas –Farc, Eln, etc.- especializan y dividen sus funciones: unos son llamados ‘guerrilleros’, o sea que toman parte en los combates u operaciones de ataque o defensa; otros son llamados ‘milicianos’, o sea, que se trata de parte de sus fuerzas que son destinados a cumplir tareas de inteligencia, información, preparación y estudio para las operaciones de ataque, y se ubican por lo general dentro de la población civil; unos terceros cumplen la tarea de ‘infiltrados’ en organismos civiles, estatales y hasta militares y policivos, contribuyendo con “aportes” tan importantes y esenciales, que sin ellos los atentados que ejecutan no se podrían adelantar o estarían condenados al fracaso. • El proyecto de Directiva expresa la identificación vinculatoria de los elementos de “habilidad”, “decisión”, “forma” y “propósito” en la valoración subjetiva del posible imputado, lleva implícita una caracterización de circunstancias individuales que no aparecen contenidas en la definición del Artículo 135 del Código Penal, y que pueden extender el ámbito de aplicación del tipo más allá de los límites de la ley penal, facilitando y justificando así una imputación objetiva (constitucionalmente prohibida) respecto de cualquier persona que pertenezca o haya pertenecido a la Fuerza Pública o a un grupo armado ilegal y que llegare a cometer un homicidio u otros delitos análogos. • En el proyecto de Directiva se introducen por vía de interpretación nuevos elementos al contenido del Artículo 135 del Código Penal, pues en el texto del proyecto se exige que el conflicto armado deberá reunir unas condiciones o “criterios” para que pueda afirmarse “la existencia del conflicto armado”: (i).- La intensidad del conflicto 85
(ii).- El nivel de organización de las partes. Es decir, que en las operaciones militares se relativiza y subjetiviza la existencia del conflicto armado y puede conducir a errores de interpretación, cuando quiera que ciertas operaciones militares puedan requerir de un tiempo extenso de inteligencia, planeación o ejecución, que pudiera inducir a creer que no había intensidad en el conflicto. Además, la exigencia de un cierto grado de intensidad en el conflicto, lleva a la dificultad de establecer cuál es, y si existe intensidad en el conflicto, con lo cual determina el examen histórico, militar, estratégico y material del conflicto, valoración subjetiva que puede sobrepasar las posibilidades del funcionario judicial. • En este proyecto de Directiva no se define “objetivo militar”, concepto que el funcionario debe conocer para una interpretación más adecuada del contexto del conflicto. Según el Derecho Internacional Humanitario “los objetivos militares se limitan a aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización contribuyen eficazmente a la acción militar o cuya destrucción total o parcial, captura o neutralización ofrezca en las circunstancias del caso una ventaja militar definida”, en este borrador no se advierte al Fiscal que es un objetivo militar, lo cual ha llevado a múltiples errores en la investigación y condenas a integrantes de la Fuerza Pública dentro de contextos de operaciones militares legitimas. • El homicidio en persona protegida como cualquier otro delito en Colombia debe someterse al Estado de Derecho, que -entre otras garantías- establece plenamente la irretroactividad de la ley penal, el principio de igualdad, la presunción de inocencia, el principio de favorabilidad, la calificación apropiada del delito, la carga de la prueba debidamente sustentada, el dolo o culpabilidad demostrada, el debido proceso, etc. Es más, el Artículo 22.2 del Estatuto de Roma, señala que “La definición de crimen será interpretada estrictamente y no se hará extensiva por analogía. En caso de ambigüedad, será interpretada a favor de la persona objeto de investigación, enjuiciamiento o condena”. • “El Artículo 135, que hace referencia al Homicidio en Persona Protegida, en otros países han hecho uso de legislaciones especiales para incorporar normas que, por ejemplo, defienden bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, en el caso colombiano estas normas -así como aquellas que hacen alusión, desde luego, a las personas protegidas- son incorporadas al derecho penal ordinario”, según el contexto de Alejandro Aponte. El bloque de constitucionalidad se conforma por leyes, convenios, derechos, garantías y tratados que no chocan con la carta política y que son ratificados en Estado de Derecho, siendo en este caso la aplicación del Artículo 135 del Código Penal como la aceptación de un conflicto armado entre el Estado y numerosos grupos al margen de la ley que han utilizado e inmiscuido a la población civil dentro de las hostilidades. • Estamos en desacuerdo con relación a la calificación de crimen de lesa humanidad que se sugiere en el proyecto de Directiva para los hechos cometidos antes del 25 de julio de 2001, pues esa categoría de conductas punibles no existía ni existe típicamente en la ley penal nacional, por tanto su tratamiento punitivo debe ser a título de homicidio. • No toda omisión o error en que se pueda incurrir en una orden de operaciones, implica que exista una violación a las normas del DIH, pues las infracciones criminales 86
al DIH, son en esencia en casi la totalidad de los casos esencialmente dolosas o intencionales, por eso debe ser deliberada y dolosa, pues de lo contrario simples defectos de falta de pericia, estrategia o técnica terminarían asimilándose a acciones criminales. • Si el Homicidio en Persona Protegida se interpreta de manera integradora como un crimen internacional, más se le aplica condición de combatientes a los integrantes de grupos al margen de la ley, los actos de las guerrillas quedan protegidos bajo la interpretación del Artículo 67 del Acto Legislativo 01 de 2012.
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Análisis Página 2
Observaciones al proyecto de Directivas Interpretativas de la Fiscalía General de la Nación Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional de ACORE 1. Delitos de lesa humanidad Se plantea, sin mucha claridad, en esta directiva que a los crímenes de lesa humanidad para efectos de investigación y juzgamiento, se aplica el Artículo 15.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el cual fue incorporado al ordenamiento interno colombiano por la Ley 74 de 1968 y que, por lo tanto, hace parte del bloque de constitucionalidad. El Estado de Derecho, entre otras garantías establece plenamente la figura de la irretroactividad de la norma jurídica o de la ley penal como parte fundamental de lo que podría ser el principio de legalidad. Pretender buscar la aplicabilidad del delito de lesa humanidad a partir de 1968 bajo el concepto del compromiso que existe de darle prioridad a los acuerdos pactados en convenciones internacionales, genera una gran desfavorabilidad para quienes sean incursos en procesos penales que quieran revivirse por hechos ocurridos hace cerca de cincuenta años. Sobre este particular, en nuestro juicio, lo más pertinente sería adoptar el Estatuto de Roma y su vigencia a partir de 1989, sin tener que recurrir a la norma que se señala en esta directiva, cuyos efectos tal como ya se dijo, son efectivos a partir de 1968. Además de lo anterior, aplicar la norma tal como lo establece esta directiva, sería crear herramientas inadecuadas para calificar en algunos casos como crímenes de lesa humanidad, ciertos hechos punibles atribuidos a miembros de las Fuerzas Militares o de la Policía Nacional, como estrategia o recurso para disponer la imprescriptibilidad de la acción penal. Esta imprescriptibilidad, como es natural, solo debe aplicarse a hechos ocurridos con posteridad a la entrada en vigencia en el Estatuto de Roma. Eso es lo que esperamos. 88
2. Aparatos organizados de poder – autoría mediata– máximos responsables Las estructuras organizadas de poder, en concordancia con quien expuso esta teoría, define con suficiente claridad que no corresponden a organizaciones de carácter institucional. Este concepto es únicamente aplicable a organizaciones de carácter delincuencial. Frente a este concepto, el superior militar es un garante y no autor mediato en su situación de Comandante. Tal como lo dice la misma directiva, las Fuerzas Militares están institucionalmente configuradas como garantes de bienes jurídicos individuales y colectivos y, en tales circunstancias, sus altos mandos asumen de la institución esa posición de garante. Un garante desde el punto de vista institucional, en caso que sea objeto de una imputación penal, podrá serlo por acción o por omisión. En otros casos podría ser imputado como coautor, pero bajo ninguna circunstancia como responsable de un aparato organizado de poder. Esta misma directiva establece con claridad en el numeral 2.111, párrafo 1, donde se hace una citación del autor de esta teoría (página 124) que la autoría mediata por dominio de un aparato organizado de poder, solo es aplicable a estructuras de carácter ilegal. En tal sentido afirma: “El jefe que exhorta al empleado a cometer un delito, debe ser considerado inductor y no autor mediato”. También en algunos apartes de esta misma directiva, se formulan unas citas fuera de lugar que contradicen abiertamente los temas fundamentales que trata la directiva y que tienen relación directa con la sustentación y significado de los aparatos organizados de poder. En cuanto a los máximos responsables, estos no son siempre los superiores jerárquicos (comandantes militares, autoridades civiles o líderes políticos). Pueden ser también, los financiadores y los beneficiarios, entre otros. Como comentario final a esta directiva, se recomienda excluir extensas consideraciones de carácter académico y teórico que hacen bastante confusa su aplicación, y particularmente la interpretación que puede dársele a todo lo concerniente con la parte normativa que debe ser motivo de consulta. 3. Prescripción de la acción penal Tal como se ha venido sosteniendo, los códigos vigentes y la jurisprudencia existente sobre el particular señala claramente todo lo relacionado con la imprescriptibilidad y prescriptibilidad de la acción penal. Para este propósito, el mejor referente es la aplicación del Estatuto de Roma, el cual debe ser aplicado a partir del momento en que quedo vigente dentro del ordenamiento jurídico. 4. Otras observaciones de carácter general • Las convenciones internacionales no autorizan la suspensión del principio de legalidad. Ninguna disposición en tal sentido puede restringir, menoscabar, derogar derechos reconocidos o vigentes en la legislación nacional. • El Estado de Derecho, entre otras garantías, establece plenamente la irretroactividad de la ley penal, el principio de igualdad, la presunción de inocencia, el principio de favorabilidad, la calificación apropiada del delito, la carga de la prueba debidamente sustentada, el dolo o culpabilidad demostrada, el debido proceso, etc. 89
• La preeminencia del derecho internacional de DD.HH. y del DIH, sobre las normas de derecho interno, como es el caso de la prescripción, en cuanto a delitos calificados como de lesa humanidad, debe ser reconsiderada, por cuanto no sería aplicable, ya sea por no estar vigentes al momento de cometerse tales hechos, o porque la norma internacional, no establece tipos penales, sino solamente el deber de sancionar una serie de conductas, que al no estar tipificadas en el ordenamiento interno, mal podrían ser penalizadas, en virtud del principio de legalidad. Existen muchos casos en que se ha procedido irregularmente al emitir juicios equivocados de naturaleza política, que no se avienen a la realidad de los hechos. • Los tratados internacionales no pueden ser fuentes directas en derecho interno. Para que tengan efecto requieren ser incorporados al ordenamiento jurídico interno mediante los trámites legislativos de rigor y la expedición de la ley correspondiente. • El análisis de contexto facilita la priorización y la determinación de los máximos responsables. Se aplica en estructuras organizadas de poder, bien sean de carácter institucional (en casos muy excepcionales dentro de estrictos protocolos) o no institucional. El requisito mínimo de responsabilidad de un superior es que tenga mando y autoridad, y este en posibilidad de ejercer el control de sus subordinados en forma efectiva. Se debe tener en cuenta que en esa función de control pueden mediar otros niveles de mando de carácter subordinado. En tales circunstancias, el concepto de máximo responsable, debe ser debidamente evaluado dentro de los parámetros de organización y estructura jerárquica de las distintas instituciones de carácter militar. Este hecho permite calificar apropiadamente la respectiva imputación penal. • La responsabilidad de un superior es la de propender por que los subordinados no violen el DIH. Los autores directos responden por sus propios actos. Constituye un principio de carácter universal. Son penalmente responsables en este campo los autores directos, los coautores y los autores mediatos. Esto debe ser claramente establecido para evitar erróneas imputaciones. • Para efectos penales hay que entender que las Fuerzas Militares están conformadas por agentes del Estado y, por tal circunstancia, no puede ser considerada como una empresa u organización de carácter criminal. Esta es la diferencia con respecto a los grupos armados ilegales a los cuales debe enfrentarse por mandato legal. • La doble imputación trata de evitar la impunidad. Se actúa contra el individuo y contra la organización a la que pertenece. En este campo es imperioso establecer el papel esencial de quien participa en el hecho delictivo. • El delito del sistema siempre será de carácter individual y es producido por el sistema que lo genera. Por ahora es un concepto en construcción que depende de las circunstancias. En este campo juega tanto la autoridad civil, como el mando militar. Hay ocasiones en que se puede tener la autoridad, pero no se puede ejercer el mando y control en forma debida por distintas circunstancias. • Los artículos 25-26-27 y 28 del Estatuto de Roma determinan lo concerniente a la responsabilidad directa en conductas penales y fija conceptos sobre superiores jerárquicos. El artículo 28 requiere un análisis minucioso para tipificar e interpretar 90
con suficiente claridad la verdadera responsabilidad penal de los mandos respectivos en sus diferentes niveles. Las imputaciones que habitualmente se han hecho en tal sentido, generan algunas dudas y contradicciones. • El calificativo generalizado de homicidio en persona protegida cuando se formulan imputaciones a miembros de las Fuerzas Militares por actos del servicio, particularmente en situaciones de combate, requiere una cuidadosa revisión e interpretación, para evitar injustas apreciaciones que desfavorecen al inculpado. • En algunos casos se califica como crímenes de lesa humanidad algunos hechos punibles atribuidos a miembros de las Fuerzas Militares, para disponer la imprescriptibilidad de la acción penal. Esta imprescriptibilidad, como es natural solo debe aplicarse a hechos ocurridos con posterioridad a la entrada en vigencia del Estatuto de Roma. En consecuencia, darle este calificativo a delitos ocurridos antes de la vigencia de este estatuto, simplemente como una forma de otorgar tiempo indefinido a los encargados de su investigación, sin duda alguna, constituye un procedimiento equivocado e inequitativo frente al ordenamiento jurídico interno que nos compete. • Inexplicablemente se imputan cargos por delitos no contemplados en nuestros códigos penales, sobre hechos en los que se vincula a miembros de las Fuerzas Militares, sin que existieran este tipo de conductas en el momento de su ocurrencia. • El sistema procesal acusatorio debe ser aplicado a los miembros de las Fuerzas Militares en todas las circunstancias, ya que el antiguo procedimiento inquisitivo es enormemente desfavorable para los imputados pues vulnera diversas garantías constitucionales, entre ellas, la de igualdad ante la ley y la del debido proceso. Estos dos sistemas procesales no pueden ser coexistentes. Es totalmente discriminatorio y no hay motivo razonable que lo justifique.
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INDICE Recopilación artículos 2014 Edición 545 diciembre ¡Nueva advertencia pública! Edición 544 octubre El derecho al voto de militares y policías en servicio activo Edición 543 septiembre Militares activos en La Habana “No se pueden asumir responsabilidades deliberantes que no les competen”; BG Ruiz Barrera. Edición 542 agosto Víctimas de la Fuerza Pública buscan visibilización y reconocimiento. Edición 540 junio ACORE pide al CNE retirar comercial ‘humillante’ de la campaña del Candidato Presidente. Edición 539 mayo Una paz con impunidad “sería una simple tregua”. Edición 538 abril Indignación institucional por ofensiva mediática sin precedentes. Edición 537 marzo “El que calla otorga y no estoy dispuesto a silenciar la verdad”: general Ruiz Barrera. Edición 536 febrero ACORE rechaza ataques contra ley de Defensa Técnica. 92
Después de un inesperado regaño presidencial…
¡Nueva advertencia pública! “Cualquier muestra de deslealtad será causal de retiro”. Así lo expresó el Presidente Juan Manuel Santos a través de los medios de comunicación, haciendo una perentoria y amenazante advertencia a los miembros de la Fuerza Pública”. Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA 3 de diciembre de 2014 Pocos días atrás, haciendo uso de las redes sociales, regañó también al Ministro de Defensa y a los mandos militares, al pedir explicaciones por el secuestro del Brigadier General Comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, destacada en el departamento del Chocó. Este tipo de mensajes, hechos en la forma como se hicieron, coloca en la picota pública el buen nombre y el prestigio de respetables instituciones que conforman las fuerzas armadas de la República. Poner entredicho la respetabilidad que se merecen, y sobre todo su lealtad, constituye un pésimo mensaje que afecta en grado sumo los grandes principios y valores que las caracteriza. La lealtad es uno de los valores más importantes para quienes portan las armas de la República. Otros son el honor, el patriotismo, la dignidad, la disciplina, el respeto y la subordinación a sus mandos naturales. Es un deber y una virtud que impone fidelidad total para con la nación y sus instituciones. Cuando esta se vulnera en materia grave, se puede incurrir en una repugnante conducta penal: la traición. Esta puede darse cuando se favorece al enemigo, cuando se afecta la soberanía o cuando, por ejemplo, se llegare a firmar un acuerdo de paz en contra de la normatividad jurídica existente, violando la Constitución y leyes de la República. En estas circunstancias, el concepto de lealtad hay que entenderlo preferencialmente en función de las instituciones y no siempre en el de las personas, particularmente cuando por alguna circunstancia, se asumen posturas muy cuestionables o en contra 93
de ciertos valores esenciales, propios de nuestra institucionalidad y tradiciones. También la lealtad es de doble vía, es decir, obliga no solamente al subalterno para con su superior, sino también a éste respecto a sus propios subordinados. El hecho de controvertir o expresar un desacuerdo, utilizando argumentos sólidos y valederos, no constituye un acto de rebeldía y mucho menos una actuación de carácter desleal. Puede ser una crítica constructiva que debe aceptarse sin retaliación alguna. No hay porque amenazar con la destitución y el retiro, cuando estas opiniones se formulan dentro de la consideración y el respeto debidos. Respecto al proceso de negociación que se adelanta con las Farc, son muchas las críticas que se han venido formulando, no solamente por parte de la opinión nacional, sino también por quienes constituyen la Reserva Activa de la Fuerza Pública. Sobre este tema, ya se han dado a conocer algunas dudas y preocupaciones en cuanto a este proceso, en especial con lo que hasta este momento se sabe respecto de unos acuerdos parciales ya pactados y sobre todo en lo que tiene que ver con los puntos pendientes por resolver en la agenda de negociaciones. Estos son los más importantes: 1. Sobre preacuerdos hechos públicos recientemente • Algunos derechos legítimos de propiedad agraria quedarían sin suficiente sustentación jurídica. • Aplicación de un modelo colectivista de explotación del campo que ha fracasado en otros países. • Financiación de un fondo especial de tierras a un costo excesivamente oneroso para el Estado (40 Billones de pesos aproximadamente). • Salvedades dentro del proceso de difícil aceptación por parte del Estado. • La refundación del Estado dentro de algunos conceptos que ni se deben, ni se pueden admitir. • El estatus otorgado a la contraparte en condiciones de igualdad con el Estado. • Cambio de valores liberales y democráticos tradicionales por conceptos retóricos que sin duda alguna, propiciarían la consabida lucha de clases. 2. Sobre temas de la agenda por resolver • Víctimas: verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición • Fin del conflicto: desmovilización, entrega de armas y cese al fuego Controvertir o formular desacuerdos sobre estos temas ¿constituye realmente un acto de deslealtad? O más bien ¿No es otra cosa que el uso legítimo del derecho de opinión? ¿Crítica constructiva? ¿Cualquier exceso en tal sentido, podría constituirse en una traición? Todo lo anterior, por razones obvias, genera serias dudas y preocupaciones respecto a este proceso, porque no se sabe exactamente que se está entregando y sobre todo a cambio de qué. Además, no hay claridad ni normatividad alguna, que determine los procedimientos aplicables a lo que significa “negociar dentro del conflicto”. Una cosa es el combate y otra los excesos criminales cometidos por las Farc contra la población civil, tales como: • Terrorismo indiscriminado. • Ataque a la infraestructura energética. • Daño ambiental y envenenamiento de recursos hídricos. • Secuestro y extorsión creciente. 94
• Reclutamiento infantil. • Campos minados. De igual manera contribuye a esta misma situación, la inseguridad jurídica de nuestros combatientes, quienes en defensa de este país, no solamente se juegan la vida sino también su propia libertad. Por fortuna contamos con una Fuerza Pública muy profesional que continua con el cumplimiento de su misión constitucional en circunstancias muy adversas. La guerra política, jurídica y mediática también causa mucho daño a la Fuerza Pública. Una revista de circulación nacional que dispone permanentemente de información privilegiada y cuyas principales fuentes las constituyen investigaciones penales cobijadas por la reserva sumarial, ha emprendido una campaña sistemática difamatoria contra el Ejército Nacional y contra varios de sus miembros, especialmente los de más alta graduación, haciendo uso de falsas imputaciones y graves acusaciones, las cuales también ha dirigido contra los servicios de inteligencia militar. Los casos más recientes tienen que ver con el conocido escándalo de Andrómeda y las revelaciones de un Coronel investigado por tráfico de armas, por los mal llamados ‘falsos positivos’ y por otras graves conductas delictivas, en las cuales, a través de conversaciones telefónicas que le fueron interceptadas, mencionó a propósito, a varios Generales por supuestos ilícitos e irregularidades cometidos en presuntas contrataciones. Nada de lo anterior fue comprobado, más, sin embargo, sin formula de juicio, el Presidente de la República ordenó su destitución y retiro del servicio activo en forma inmediata. En reciente edición de esta revista (29-11-2014), un desinformado articulista señala tendenciosa y mal intencionadamente, la existencia de “una sorda abierta oposición que actúa como subrepticia rueda suelta”, en nuestras Fuerzas Militares, en contra de los procesos que adelanta el Gobierno Nacional para negociar la terminación del conflicto armado con la organización terrorista Farc. Destaca también supuestas revelaciones de “secretos de inteligencia militar” a través de organismos de fachada o por medio de experimentados hackers, denunciando, igualmente, la existencia de algunos “militares enemigos de la paz, agazapados dentro de las Fuerzas Armadas”. Complementa sus diatribas, acusando falsamente a ACORE en cabeza de su Presidente, como gran opositor de los Generales que actúan como negociadores plenipotenciarios en la Mesa de Conversaciones de La Habana, mencionando también a otros “numerosos desconocidos” como grandes saboteadores de este proceso. Remata su desafortunado artículo, calificando injuriosamente a todos los que aquí señala como traidores de una causa que no especifica. Este es un claro ejemplo de lo que es la guerra mediática, habilidosamente utilizada para desprestigiar a las Fuerzas Armadas, la institución más querida y respetada por el pueblo colombiano. Para terminar, también vale la pena preguntar a este despistado articulista: ¿De qué lado juega en su afán de buscar cualquier clase de protagonismo?
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Quienes lo han tratado más de cerca, lo identifican como un extraño libre pensador, viejo admirador de la revolución cubana y permanente detractor de nuestras instituciones militares y policiales. Esto explica suficientemente su proceder. Página 4 Serias dudas y preocupaciones
Frente al proceso de negociación del conflicto armado con las Farc Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Diciembre 4 de 2014 El exceso de concesiones en este proceso de paz, sin duda, constituye una muestra de debilidad que desfavorece al Estado y proporciona grandes ventajas a la organización terrorista de las Farc. Es preocupante no conocer claramente qué tanto se pudiera estar entregando a cambio de las muchas pretensiones que públicamente viene exigiendo este grupo armado ilegal. También son preocupantes las dudas que se generan ante la falta de credibilidad y compromiso de esta organización, sobre la cual no existe, ni puede existir, ningún tipo de garantía con relación al cumplimiento de lo que se ha pactado hasta el momento. Entre otras muchas dudas y grandes preocupaciones, distintas a las que hemos formulado a raíz de la reciente publicación de los preacuerdos realizados sobre el tema agrario, político, drogas ilícitas y salvedades, por resolver, estas continúan siendo las más importantes, haciendo nuevamente la obligante aclaración que bajo ningún motivo, corresponden a “cucarachas en la cabeza que nos han metido a la Reserva Activa sectores políticos, supuestamente enemigos de la paz”, tal como inexplicablemente lo señaló en forma pública el Jefe del Estado, a mediados del presente año, en una ceremonia militar. En resumen, estas siete serían las principales preocupaciones: 1- La dejación y no entrega de las armas. Si no hay entrega formal de la totalidad de las armas con que cuentan, no habrá garantía alguna para asegurar la no repetición, tal como lo establece el Marco Jurídico para la Paz en la Constitución Nacional, según acto legislativo aprobado recientemente. Si en un momento dado, llegaron a tener cerca de 20.000 o 26.000 hombres en armas, ese es el armamento equivalente o correspondiente que deben entregar al acordarse su desmovilización. 2- La creación de zonas de reserva campesina con autonomía especial y su eventual coincidencia con sus viejas áreas de influencia donde tradicionalmente han ejercido su acción delictiva, especialmente en lo relacionado con cultivos de coca, marihuana o amapola, laboratorios de procesamiento y otras actividades de explotación minera ilegal (oro, tungsteno y otros). 3- El acuerdo de un cese al fuego bilateral, bajo un aparente ‘desescalamiento’ del conflicto, lo cual le permitiría su reestructuración, expansión y mejoramiento en todo lo concerniente a sus fuentes de ingreso de carácter ilegal y especialmente el 96
fortalecimiento de sus organizaciones armadas en distintas zonas del territorio nacional. También el crecimiento de su aparato político. 4- Los beneficios políticos y jurídicos que generosamente les puedan ser otorgados a sus cabecillas, penalmente responsables de múltiples crímenes de lesa humanidad. 5- La acción política intimidatoria que puedan desarrollar, tal como ya lo han venido haciendo, portando las armas con que cuentan, en alianza con sus distintas organizaciones urbanas y rurales de las llamadas milicias bolivarianas y otros grupos de extrema izquierda radical que les son afines. 6- La restructuración de las Fuerzas Militares y de Policía Nacional, bajo el concepto (ya anunciado por el Gobierno) “de una necesaria actualización, modernización y tecnificación”, lo cual supone, como es obvio, grandes cambios en cuanto a funciones, doctrina, organización, pie de fuerza (la suspensión o modificación del servicio militar obligatorio afectaría el pie de fuerza en más de 100.000 hombres) y responsabilidad en el control territorial y orden publico interno. Creación del Ministerio de Seguridad Ciudadana con funciones específicas, en tal sentido. 7- La reinserción de los desmovilizados, en cuanto a la eventual creación de organizaciones de carácter oficial de cualquier tipo, que los mantenga en forma concentrada y con la presencia de quienes hayan sido sus respectivos cuadros de mando o cabecillas. De ser así, constituiría un gran riesgo, por cuanto técnicamente no se realizaría ningún tipo de desmovilización. Sería un simple cambio de etiqueta
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El derecho al voto de militares y policías en servicio activo Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA La recuperación de este derecho que antaño disfrutamos en nuestra condición de militares y policías en servicio activo, no es más, ni nada menos, que un derecho fundamental que por principio de igualdad, nos corresponde. Este derecho que perdimos en 1945, con el argumento de “que la disciplina y la subordinación militar, propia de nuestra institución, podría inclinar al subordinado a votar según criterio de su comandante”, prevaleció por mucho tiempo. Años después, en la época de las confrontaciones partidistas y de la violencia política que afectó al país a mediados de la centuria pasada, se fortaleció este mismo concepto. Por fortuna, hoy en día, estas circunstancias ya no ocurren y están totalmente superadas. De esto existe plena seguridad. Nuestros conciudadanos deben entender claramente que los miembros activos de la Fuerza Pública, tienen una clara y firme convicción de lo que significa la total sumisión al poder civil de la nación y del acato y subordinación a las normas y leyes de la República. En estas circunstancias, se encontrarían muy distantes de una eventual participación política de carácter deliberante y de todo aquello que signifique algo diferente al solo acto mismo de sufragar para escoger a sus dignatarios. Nada iría en contravía de su misión institucional. Esto es lo que realmente interesa. Los militares de varios países de Europa, de Norteamérica y de América Latina, tales como Chile, Perú, Paraguay, México y Nicaragua, hoy en día hacen uso de este legítimo derecho. Muchos analistas de este controvertido tema, aseguran que lo que está contemplado en nuestra Constitución Nacional respecto de la no deliberancia de la Fuerza Pública, es muy sabio pero excesivamente exagerado. Se puede ejercer el sufragio, sin necesidad de participar en la actividad política, o de aspirar a cargos de elección popular, o a desarrollar eventos de tipo partidista, de proselitismo o cualquier otra actividad de tales características, en los cuarteles. 98
También se impediría constreñir el sufragio o ejercer cualquier acto con el cual se pudiera modificar la intención de voto de quienes sean subordinados. La ley estatutaria que reglamente el uso de este derecho, deberá establecer con claridad las limitaciones y restricciones que fueran necesarias. En la legislatura anterior, por iniciativa de grupo de congresistas, se radicó, tanto en Cámara como en Senado, sendos proyectos de acto legislativo, con los que se modificaba parcialmente el Artículo 219, inciso 2, de nuestra Carta, para que los miembros de la Fuerza Pública pudieran ejercer el derecho del sufragio encontrándose en servicio activo, bajo la condición de no intervenir en actividades o debates de partidos o movimientos políticos y en otro tipo de actuaciones de carácter proselitista. Actualmente estos dos proyectos se encuentran archivados. Sin embargo, últimamente hemos conocido un gran interés político por parte de algunos sectores ciudadanos que comulgan con esta iniciativa, y es muy posible que se pueda revivir en la presente legislatura. Por otra parte, es conveniente decir que a finales del año pasado, el Señor Presidente de la República, conoció en detalle este proyecto por parte de la Presidencia de ACORE, y no formuló objeción alguna. En estas condiciones, contando con el aval del Gobierno, sin lugar a dudas, lograremos este cometido. Consecuente con este gran propósito de interés institucional, desde las diferentes asociaciones de la Reserva Activa, acompañaremos esta iniciativa, y estaremos en contacto con congresistas de distintas bancadas en busca del respaldo requerido para sacar adelante este importante proyecto. Insistiremos en tal sentido. De lograr la recuperación de este derecho, sin duda alguna lograríamos grandes ventajas para influir de manera decisiva, en la toma de decisiones sobre aspectos fundamentales, que tengan relación con nuestros intereses institucionales. Los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo llegan hoy a cerca de 460.000 efectivos, que quedarían habilitados para ejercer este derecho constitucional. Página 13
ACORE clama solidaridad con familias de los militares recluidos en la cárcel militar de Tolemaida Un nuevo Centro de Reclusión de Mediana Seguridad del Ejército Nacional que comenzó a funcionar dentro del Batallón de Ingenieros Pedro Nel Ospina, del municipio de Bello, es el primero de los que el Ministerio de Defensa tiene proyectados en el país. La estructura penitenciaria, que demandó una inversión de 7.500 millones de pesos, tiene capacidad para albergar a 385 internos militares y se rige por los mismos parámetros del Inpec en los centros de reclusión civiles. El centro de reclusión cuenta con vigilancia, bloqueadores de señales, cámaras domo, arcos detectores de metales y equipos Garrett, que le permiten mantener un control permanente de los internos. Así se podrán evitar situaciones como las que se 99
presentaron en la cárcel militar de Tolemaida, respecto al comportamiento de algunos reclusos de ese Centro. A consecuencia de ello, de manera especial, el recluso al que se le demostró que actuaba de manera irregular fue trasladado a la cárcel La Picota, y algunos otros internos que actuaron de manera indebida fueron sancionados de acuerdo a la norma establecida. Todos estos hechos llevaron al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, a solicitar el año pasado la construcción de estos centros de reclusión de mediana seguridad en las unidades militares de las principales ciudades del país. Es decir, se tomaron todas las medidas para asegurar a los detenidos militares, sin embargo, la sanción va mucho más allá, porque terminó afectando a cerca de 250 familias de los militares que estaban recluidos en Tolemaida. Pues bien, esas 250 familias se trasladaron a las poblaciones cercanas a Tolemaida, Melgar y Girardot, donde esposas, madres, padres, hijos, reanudaron sus vidas, buscaron trabajo, vivienda, colegios para sus niños, en fin, han tratado de hacer y continuar la vida, todo por estar cerca de donde están sus familiares detenidos. Entonces, a partir de ahora ¿Qué tendrán qué hacer? Volver a iniciar de cero. ¿Irse a vivir a Bello? ¿Con qué recursos? La norma general carcelaria habla de trasladar a los reclusos a centros carcelarios que estén cerca de sus familias; pero en el caso de los militares, tal parece, que es al contrario: se les aleja de las familias para generarles más inconvenientes. En ese sentido, ACORE en solidaridad con esas familias, le pide al Ministerio de Defensa revaluar esa decisión, porque a cuenta de un supuesto “Resort vacacional” como calificó la revista Semana al centro de reclusión de Tolemaida, del cual supuestamente disfrutaba algún interno, no puede terminar afectándandose a más de quinientas personas que tratan de sobrellevar con mucho sacrificio una vida para estar cerca de sus seres queridos. Los internos también con mucho esfuerzo, están sobrellevando su drama personal, con algunas obras manuales, artesanías, pintura, elaboración de algunos elementos de aseo y, en la medida de que las directivas del Centro de Reclusión se los permiten, utilizar la tecnología para adelantar estudios en diferentes niveles de escolaridad. No podemos desconocer que la gran diferencia de los centros de reclusión militar con las otras cárceles es que en alguna medida se trata de mantener la dignidad de las personas, de evitar niveles de hacinamiento, sin desconocer que hay inconvenientes delicados de convivencia, pero se procura preservar los mínimos derechos propios de cualquier ser humano. ¿Tal vez ese sea el motivo para generar tanto escándalo alrededor de los centros de reclusión militar? será por eso que se trata de impedir que las familias de esos detenidos traten de sobrellevar una vida relativamente normal, cerca de ellos. Esperamos despertar la conciencia de las autoridades competentes e impedir el traslado de esos internos a un lugar, que independientemente de algunas comodidades, genera infinidad de inconvenientes a sus familias. Ya suficiente drama humano sufren nuestros militares detenidos a causa en muchas ocasiones, de una justicia injusta, es injusto que ese drama se prolongue en sus familias. 100
ACORE clama por justicia y solidaridad para ellos. Recuperemos la cárcel militar de Tolemaida dotándola con la tecnología necesaria para garantizar su buen funcionamiento. Esperamos que así como hubo la diligencia para adaptar el centro de reclusión de Bello, se siga trabajando también en los otros proyectos prometidos: una nueva cárcel en Bogotá (la primera opción es la Escuela de Artillería en el sur de la ciudad); dos remodelaciones (la de la Policía Militar No. 13 y la cárcel del Cantón Sur) y la creación y rediseño de nuevos penales en Villavicencio, Bucaramanga, Yopal y Barranquilla, a fin de darles a los detenidos y a sus familias un trato digno y decente.
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Militares activos en La Habana “No se pueden asumir responsabilidades deliberantes que no les competen”; BG Ruiz Barrera Entrevista de Fernando Londoño Hoyos La Hora de la Verdad Radio Red RCN, Bogotá Emitido el 22 de agosto de 2014 “En lo que he conocido a través de muchos años de servicio, nunca se dio, ni se consideró siquiera la posibilidad de una participación directa de miembros activos de la Fuerza Pública en procesos de negociación con los grupos alzados en armas”, dijo el presidente de ACORE, Brigadier General, Jaime Ruiz Barrera, al programa radial La Hora de la Verdad. Recuerdo, dijo, que hace un par de años el Presidente de la Republica nos dijo: “tuve la intención de nombrar a un General en servicio activo, pero el mando y el Ministro de Defensa, se opusieron y acepte entonces los planteamientos que me hicieron y por eso les pedí candidatos y de ellos seleccione al general Jorge Enrique Mora Rangel. Él está allá en representación de la Fuerzas Militares, como lo está el General Oscar Naranjo en representación de la Policía.” No pensamos que esto se volviera a repetir. Por eso nos sorprendió el anuncio que hizo el Presidente, en ceremonia de ascensos en la Escuela Militar de Cadetes hace un par de meses, cuando dio a conocer la creación de una subcomisión de expertos, y la participación de militares activos de alto rango en tal condición. Él dijo algo supremamente preocupante cuando afirmo que “actuarían como negociadores”. Al día siguiente en reunión con nuestras mesas de trabajo de la Reserva Activa, encontramos que tal declaración constituía un “gravísimo error”. “Una cosa es que se les quisiera utilizar como expertos para que asesoren a los negociadores, pero nunca asumir ese papel en forma tan directa”. Frente a estas gravísimas equivocaciones que se estarían cometiendo, puedo afirmar que “nunca antes había existido tanta unidad e identidad entre la reserva activa de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional para estudiarlas y cuestionarlas”. 102
El General Ruiz insistió que aún hay muchas dudas y preocupaciones con relación a este proceso, las cuales se han expuesto en forma pública y por escrito al Señor Presidente de la Republica, de manera cordial y en sentido constructivo. “Lamentablemente no se ha tenido ningún tipo de respuesta”. Muchas expectativas Respecto al caso de la participación de miembros activos de la fuerza pública, en la llamada subcomisión para resolver lo relacionado con el punto cinco, “fin del conflicto”, nos ha creado muchas dudas y expectativas porque no hay suficiente claridad, hay mucha confusión. Se dice que van en plan de apoyar, de resolver, o en otros términos, de estudiar, asesorar o preparar; pero la verdad y tal como las cosas se están dando, aparentemente es que van en plan de negociar. Esto es inaudito. En este caso, los militares no estamos para eso. Si van en plan de asesoría, lo cual es aceptable, es para recomendarles a los negociadores que tienen esa responsabilidad política, los métodos, las técnicas y los procedimientos que se pueden utilizar para el desarrollo de este punto de la agenda, que tiene tres grandes temas: desarme, desmovilización y cese al fuego. Insisto, dijo el Presidente de ACORE, “Para nosotros, en términos sencillos, prácticos y puntuales, es un grave error que miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía en servicio activo, actúen conjuntamente con las Farc en un proceso de negociación eminentemente político. No se pueden asumir responsabilidades deliberantes que no les competen. No podemos comprometer a quienes por mandato constitucional les corresponde enfrentar militarmente a esas organizaciones terroristas y tampoco que seamos igualados en este proceso con organizaciones al margen de la ley. En otros términos, no somos competentes ni los llamados a negociar ninguno de estos apartes a que se ha comprometido el Gobierno con esta organización. Es cuestión de “honor y dignidad”. Entrega de armas El Señor Presidente de la Republica en la reciente ceremonia de ascenso a subtenientes en la Escuela Militar de Cadetes, dijo que había que exigir la entrega de las armas. Es la única vez que lo ha dicho, porque después volvió a repetir el mismo término que siempre ha usado: dejación. Por su parte, el Ministro de Defensa, dijo hace poco en el Congreso de la Asociación Bancaria en Cartagena, que el Presidente había fijado claridad en materia de entrega de armas. El general Mora Rangel, hace dos meses, dijo en La Habana “vinimos a negociar la entrega de las armas y la desmovilización de las Farc, no más”. Por estas razones, asumimos que el Señor Presidente debe sostenerse en lo que públicamente dijo y sobre todo que lo hizo formalmente en una ceremonia militar a todos los allí presentes: ‘entrega de armas’. Y respecto al cese al fuego, se sobreentiende que se hará, cuando se desmovilicen y entreguen las armas. Es apenas lógico. ¿Qué es lo que se pretende entonces con los militares en La Habana? ¿Para algunos podría tratarse de una extraña aproximación para un primer paso en un eventual proceso de reconciliación con el enemigo? ¿se trata de qué? ¿de una capitulación…? No hay suficiente claridad sobre este tema. Estamos muy confundidos. La misión nuestra como militares es combatir, no ir a conversar con el enemigo. Esa es la tarea que nos impone la Constitución Nacional. 103
Esa es nuestra razón de ser. Por eso nos jugamos la vida en defensa de nuestro país, enfatizó el Presidente de ACORE. Por otro lado, dijo, reunirse con las Farc, así sea solo para conversar, es totalmente inapropiado. Es un exabrupto. “Sus pares” para negociar, como algunos suelen decir para justificar este despropósito, solo se dan en un conflicto internacional. En un proceso de paz para finalizar una guerra de Estado contra otro Estado. Esto no juega frente a miembros de una organización al margen de la ley. Frente común En la entrevista radial, el BG Ruiz Barrera, dio a conocer que ACORE y otras asociaciones de las FF.MM., está trabajando en equipo con las cuatro asociaciones de Oficiales de la reserva activa que tiene la Policía Nacional (Colegio de Generales, Colegio de Coroneles, Acorpol y el Consejo de Exdirectores). La última reunión, tuvo por objeto discutir el tema de las víctimas causadas por las Farc y la forma como se realiza esta parte de la agenda de negociaciones que se lleva a cabo en la Habana. “Sobre el Particular hemos fijado posiciones claras, que siempre, de manera muy respetuosa y constructiva, las hacemos conocer a diferentes instancias del Estado y a la opinión pública en general.” “En reuniones anteriores, hemos tratado diversos asuntos relacionados con esta misma agenda y en particular con lo concerniente a las zonas de reserva campesina; los beneficios políticos y jurídicos que serán otorgados a miembros de esta organización, el marco jurídico para la paz, desmovilización y reinserción, desarme, cese al fuego, situación de la fuerza pública ante un eventual posconflicto y otros temas de interés institucional.” Escuche la entrevista completa: http://www.lahoradelaverdad.com.co/ hacenoticia/general-jaime-ruiz-barrera- presidente-de-acore-habla-del-rechazo- porvisita-de-militares-activosala-habana.html
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En el marco de este Foro Nacional de Víctimas, en Cali, que aporta al “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, las víctimas pertenecientes a la Fuerza Pública y sus familias produjeron la siguiente ponencia, donde exigen que como víctimas tienen el derecho a la verdad, la justicia, la reparación integral, y a las garantías de no repetición; y ellos, como victimarios, tienen la obligación de hacer la reparación satisfactoria.
Víctimas de la Fuerza Pública buscan visibilización y reconocimiento La ponencia fue presentada en la mesa de trabajo donde participó ACORE en conjunto con el Comando General, todas las fuerzas y otros acompañantes.
Introducción Nosotros, las víctimas pertenecientes a la Fuerza Pública y nuestras familias, que han sido objeto del accionar de los múltiples actores armados ilegales, nos hacemos presentes en este foro buscando la visibilización y reconocimiento al expresar que el dolor se ha convertido en una condición indisoluble de nuestras vidas. La labor que sobreviene a la persona que porta el uniforme de las Fuerzas Armadas y el absoluto respaldo de sus familias implica una vocación y una voluntad de servicio hacia la comunidad en todos los rincones de la geografía nacional, exponiéndonos así con actos heroicos al uso de medios letales por parte de los grupos armados organizados al margen de la ley y proscritos por convenciones internacionales. Con el ánimo de coadyuvar en la construcción de una memoria histórica incluyente y buscando una pluralización y democratización acortando las asimetrías a las voces que han sido discriminadas, exigimos ante este Foro, que se nos escuche, no desde un formalismo, sino desde una óptica real que nos permita el resarcimiento y reconocimiento de la dignidad que recogen al grupo de víctimas de las Fuerzas Militares y Policía Nacional, rodeadas de sus familiares y amigos. Contexto Histórico La violencia en Colombia ha sido una constante; dado que ha sido afectada por algunos de los factores internos como la lucha política entre los dos partidos tradicionales y las condiciones socioeconómicas del país (inequidad, pobreza extrema, tenencia de la tierra,...), y por factores externos como la Guerra Fría. Lo anterior posibilitó el ingreso de nuevas tendencias políticas que combinaron todas las formas 105
de lucha y exacerbaron las diferencias, contribuyen-do con esto al desbordamiento de la violencia; dando cabida al surgimiento de grupos armados ilegales. Los grupos armados ilegales no han escatimado en la ejecución de actos terroristas, junto a graves violaciones a los Derechos Humanos (DDHH) e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), con los que se afectó a la población civil y servidores públicos sin distinción, dejando miles de víctimas a lo largo del territorio nacional. A través de esta estrategia de terror se declaró como objetivo militar a todo agente que represente el Estado, afectando a los candidatos a cargos de elección popular y representantes de las autoridades civiles y judiciales que fue-ron amenazados, perseguidos, secuestrados, torturados, asesinados y desaparecidos. De igual manera, los centros urbanos, particularmente las sedes de las alcaldías, entidades bancarias, unidades militares y de policía, fueron atacados con armas convencionales y no convencionales como cilindros de gas, carros bomba, bicicletas bomba; niños, mujeres, además de animales usados como cargas explosivas; las escuelas e iglesias usadas como trincheras, causando así la muerte de millares de civiles, miembros de la Fuerza Pública y destrucción de la infraestructura pública y privada del país. Estos hechos de violencia contra la población civil no son un daño incidental, sino que se han convertido en una política sistemática de las Farc, teniendo en cuenta que lo utiliza como un factor determinante para la consecución de sus objetivos, recurriendo tanto a la persuasión, como a la violencia y el terror. Nosotros, las víctimas de los actores armados ilegales, congregadas en esta ponencia, en el marco de este Foro de Víctimas que aporta al “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, sentimos que la construcción de la memoria histórica colectiva, documentada en Colombia, durante los últimos años, a través del Centro Nacional de Memoria Histórica, ha sido indiferente ante nuestras historias de vida, marcadas por los actos violentos de estos grupos; además de ser renuente por mostrar e incluir la realidad y condición de víctimas civiles, militares y policiales. Contexto Jurídico La evolución normativa internacional en materia de protección a los DDHH y el DIH, así como la aprobación e incorporación de los Protocolos de Ginebra al ordenamiento jurídico colombiano, realizado vía bloque de constitucionalidad (Artículo 93 C.N.), ha permitido establecer una definición de víctima, y con ello desarrollar un marco normativo que garantice sus derechos. “Recordando la aprobación de los Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones por la Comisión de Derechos Humanos en su resolución 2005/35, de 19 de abril de 2005, y por el Consejo Económico y Social, en su Resolución 2005/30, de 25 de julio de 2005, en la que el Consejo recomendó a la Asamblea General que aprobara los Principios y directrices básicos, Aprueba los Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones, que figuran en el anexo de la presente resolución; 106
Recomienda que los Estados tengan en cuenta los Principios y directrices básicos, promuevan el respeto de los mismos y los señalen a la atención de los miembros de los órganos ejecutivos de gobierno, en particular los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y las fuerzas militares y de seguridad, los órganos legislativos, el poder judicial, las víctimas y sus representantes, los defensores y abogados de derechos humanos, los medios de comunicación y el público en general”1. No debe desconocerse el reconocimiento a las víctimas de la Fuerza Pública y su debida línea jurisprudencial, que a la luz de la Ley 1448 de 2011 “Ley de Victimas y Restitución de Tierras”, sumando con ella la Ley 975 de 2005 en sus artículos 4 y 5, el reconocimiento de los derechos a los miembros de las Fuerzas Militares y Policía Nacional. En aras de garantizar dichos derechos de las víctimas, sin discriminación alguna entre población civil o miembros de la Fuerza Pública (en servicio activo, de la Reserva Activa o pensionado), debe darse el espacio oportuno para que su caso sea escuchado, sea investigado, sea juzgado, sea reparado, y se garantice su no repetición. Por lo anterior, sin que podamos obviar que la fecha establecida en la Ley 1448 de 2011, Artículo 3 restringe de manera ostensible los derechos de todas las víctimas de las Farc entre 1964 y 1985, relegándolas entre otras, solo a una reparación simbólica al establecer “Las personas que hayan sido víctimas por hechos ocurridos antes del 1° de enero de 1985 tienen derecho a la verdad, medidas de reparación simbólica y a las garantías de no repetición previstas en la presente ley, como parte del conglomerado social y sin necesidad de que sean individualizadas” 2. Propuesta Verdad. La verdad constituye a las víctimas de los actores al margen de la ley, como la premisa inalienable al mismo proceso de duelo. Se requieren conocer detalles de lo que ha causado un dolor perenne en nuestras almas y la línea definitiva que marco nuestras vidas, que partió nuestra vida en dos, en un antes y un después. Esta es la única guía para esclarecer estos hechos criminales: Fortalecer las instituciones encargadas de investigar estos actos, como el primer paso para garantizar un derecho a conocer como, cuando y porque de los hechos victimizantes. Fortalecer y ampliar el programa especial de protección a testigos, con el propósito de garantizar su seguridad y, así, conocer los testimonios que aporten al esclarecimiento de la verdad. Que las Farc, sin ningún tipo de condicionamiento, liberen a todos los secuestrados, revelen la ubicación de las víctimas de desaparición forzada y fosas comunes, e indiquen dónde están sembradas las minas antipersona. Que en garantía a nuestro derecho a la verdad, se fortalezcan los mecanismos legales que sancionen los intentos de fraude a la justicia u ocultamiento de la verdad en los procesos judiciales3. Que el Estado, de manera objetiva, visibilice, dignifique y recuerde a las víctimas del accionar de las Farc. Por tal razón, los resultados de todas las investigaciones deben ser divulgados a la sociedad en general para que se 107
conozca la verdad de la barbarie de este grupo armado ilegal. Para ello deben fortalecerse las entidades dedicadas al esclarecimiento de la verdad y que estas sean inclusivas con las víctimas sin apellido alguno. Implementación de programas de acompañamiento sicológico, reparación y reconciliación para las víctimas, construidos con base en los resultados de las investigaciones históricas, acerca del conflicto armado en Colombia, con el propósito de impedir la reproducción de odios, rencores y venganzas en futuras generaciones.
MEMORIA HISTÓRICA Sabemos que no hay una sola memoria histórica, pero cada recuerdo es parte de una vivencia colectiva. Consideramos que la reconstrucción de la memoria histórica debe estar orientada al desarrollo de investigaciones históricas que consoliden un enfoque diferencial, objetivo e interdisciplinario, las cuales permitan comprender las dinámicas del conflicto y contribuyan al reconocimiento integral a través del derecho a la verdad, la justicia, la reparación integral y las garantías de no repetición a los integrantes de la Fuerza Pública y sus familias en su real e innegable condición de víctimas; por ser ellos, los directamente afectados en su integridad física, sicológica, moral, de dignidad humana y económica, obstaculizando y limitando su proyecto de vida y el de sus seres queridos. A través del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, garantizar la difusión de los resultados de las investigaciones realizadas en perspectiva de memoria histórica, en los diferentes centros de Memoria Histórica que se hayan establecido como consecuencia de la reforma del Artículo 147 de la Ley 1448 de 2011. Fortalecer los lugares de memoria como museos, centros culturales, salas de exposición, plazas públicas y otras, donde se expongan muestras fotográficas, audiovisuales y artísticas que permitan visualizar, reconocer, dignificar y reparar simbólicamente a las víctimas del conflicto armado pertenecientes a la Fuerza Pública. El Ministerio de Educación debe establecer una política educativa nacional a través de programas de formación básica primaria y secundaria, sobre la historia del conflicto armado y la labor constitucional que históricamente ha realizado la Fuerza Pública, que permita visibilizar a todas las víctimas sin distinción. El Ministerio de Defensa debe incluir en los programas de educación de las escuelas de formación, unidades militares y de policía, la historia del conflicto armado y la labor constitucional que históricamente ha realizado la Fuerza Pública. En las investigaciones en perspectiva de memoria histórica que se realicen en los diferentes centros de Memoria Histórica que se hayan establecido como consecuencia de la reforma del Artículo 147 de la Ley 1448 de 2011, se utilicen como fuente primaria los archivos judiciales que se encuentren ejecutoriados, con el propósito de que la verdad judicial prime sobre otros conceptos.
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Que los informes, ya publicados por el Centro Nacional de Memoria Histórica, sean sometidos a otras interpretaciones, a revisión de fuentes históricas e historiográficas utilizadas y que estos resultados cuenten con la misma publicidad y difusión que el documento revisado.
GARANTÍAS DE NO REPETICIÓN Las Farc deben entregar sus armas; las víctimas y la sociedad en general no avalan la tenencia de sus armas. Las Farc deben comprometerse con el cumplimiento de los acuerdos de DDR y el Estado debe garantizar su implementación, mediante el acceso a políticas sociales que mejoren las condiciones de vida de quienes fueron victimarios; además, asegurar el desmantelamiento de nuevas agrupaciones delictivas. Debe existir un compromiso claro ante la sociedad en general de reinsertarse a la vida civil del país. Los proyectos productivos, derivados de la estrategia estatal diseñada en los acuerdos de DDR para lograr la independencia económica de los reinsertados, deben ser viables a largo plazo, estar enfocados en los intereses de la población a la que van dirigidos, tener en cuenta las características regionales, culturales y las dinámicas familiares RECONCILIACIÓN La reconciliación no es una instancia final, esta se construye día a día, es un proceso dispendioso y en ocasiones doloroso, en el que debe involucrarse todas las personas, no solo aquellas personas que sufrieron directamente un daño, sino también las que perpetraron los actos violentos, la reconciliación implica un cambio en actitudes,
expectativas, emociones e inclusive en creencias sociales; son retos difíciles y dolorosos que necesitan acciones convergentes y sostenidas en el tiempo. Así mismo, implica variables fundamentales como el establecimiento de la verdad, la justicia, la reparación de los daños, el perdón y las garantías de no repetición. Este proceso es transversal a todo el país, cada colombiano debe aportar un grano de arena a zanjar los horrorosos episodios de esta confrontación y abrir su corazón al que por mucho tiempo fungió como su enemigo y victimario.
Así las cosas, exigimos:
Participación real y efectiva de las víctimas, victimarios y a la sociedad en general, en el diseño de programas regionales de reconciliación con la finalidad que sus aportes sean escuchados e implementados. ••Nosotros como víctimas tenemos el derecho a la verdad, la justicia, la reparación integral, y a las garantías de no repetición y ellos, como victimarios, tienen la obligación de hacer la reparación satisfactoria. Esto también implica un reconocimiento a deberes y derechos de las partes en el marco del conflicto armado, para dar un paso a la transición de una paz duradera y estable. ••Teniendo en cuenta que las regiones son indispensables y prioritarias en este proceso, solicitamos la creación de equipos multidisciplinarios, especialistas en las mesas de reconciliación, para que sean los correctos mediadores en los procesos de perdón y reconciliación. 109
••La corresponsabilidad es primordial, por tanto se debe apoyar la reconciliación fomentando programas en alianzas o convenios entre las entidades del Estado y la empresa privada, con las que se generen y pongan en marcha proyectos de inversión social y políticas públicas de desarrollo en las regiones afectadas por el conflicto. ••Fomentar espacios de participación por medio de foros comunitarios, en los cuales estén presentes representantes de las autoridades e instituciones del Estado, entre miembros de la fuerza pública y sus familias afectadas, población civil y sus victimarios, a fin de solucionar los problemas que en ellas se presenten, con lo cual se lograría el reconocimiento y afianzamiento de la presencia institucional. ••Crear programas universales de educación especializados para cada región que haya sido afectada por el conflicto, en aras de preparar a la población con elementos que dignifiquen su identidad cultural y aporten al desarrollo mismo de esa población, la independencia de los mismos debe ser una cualidad. ••Establecer programas que aporten al desarrollo de actividades artísticas en las cuales víctimas, victimarios y la sociedad en general, cuenten a través del arte sus vivencias, como mecanismo de limpieza y purificación.
El discurso de odio frente a la Fuerza Pública debe ser eliminado si se quiere una verdadera reconciliación a todo nivel. Este lenguaje representa, per se, una acción victimizante. Consideramos importante finalizado el proceso de reconciliación, que se elimine el señalamiento de víctima y victimario, a fin de establecer en un entorno de paz que todos somos ciudadanos o
REPARACIÓN INTEGRAL Establecer una reglamentación que permita la reparación integral de las víctimas pertenecientes a la Fuerza Pública y de sus familias, en igualdad de condiciones, proporcional y paralelamente a las medidas de reparación que se establezcan para las víctimas civiles. Esto, porque, ante todo, lo que se busca es la reivindicación de la dignidad humana, sin exclusiones, discriminaciones o estratificaciones. Consideramos fundamental que para la construcción de esta reglamentación, las víctimas pertenecientes a la Fuerza Pública y sus familias deben participar activamente en el diseño de la normatividad en el Congreso de la República. Incluir a las víctimas, pertenecientes a la Fuerza Pública y sus familias, en los planes y programas (jurídicos, médicos, psicológicos y sociales) orientados al restablecimiento de las condiciones físicas y psicosociales establecidas en dicha la Ley. Incluir a las víctimas de la Fuerza Pública y sus familias en las acciones orientadas al restablecimiento de la dignidad, así como a las demás medidas que contribuyan a proporcionar bienestar. Fortalecer los mecanismos de administración del Fondo de Reparación de Víctimas y exigir a las Farc que aporten económicamente al mismo, de lo contrario todos aquellos beneficios deben perderse. Los titulares del daño son quienes debe reparar de manera directa. La construcción de monumentos en aquellos lugares donde las Farc cometieron graves violaciones a los DDHH e infracciones al DIH (Mitú y Las Delicias, entre otras) como medidas de reparación simbólica y en homenaje a las víctimas pertenecientes a la Fuerza Pública y sociedad en general. Reconstrucción de los lugares afectados como salones comunales, bibliotecas, entre otros por parte de los victimarios, previo consenso de las comunidades.
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Exigir a los victimarios, en cabeza de sus dirigentes, que reconozcan a sus víctimas, declaren públicamente su arrepentimiento y prometan no recurrir nuevamente a conductas aberrantes contra la dignidad humana. Estos mensajes deben ser difundidos en actos públicos a nivel regional y nacional, y a través de portales de información de libre acceso durante un tiempo prudencial, fijado por las autoridades competentes
________ 1. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos http://www2.ohchr. org/spanish/law/reparaciones.htm 2. Colombia. Ley 1448 de 2011, Parágrafo 4º. 3. Al respecto, la Corte Constitucional C-370 de 2006, establece que una de las formas de violación al derecho a la verdad es la inexistencia de medidas que sancionen el fraude a la justicia.
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ACORE pide al CNE retirar comercial ‘humillante’ de la campaña del Candidato Presidente Bogotá, D.C., 3 de junio de 2014 Doctor PABLO GUILLERMO GIL DE LA HOZ Presidente Consejo Nacional Electoral Ciudad REF. Publicidad Electoral Respetado Doctor Gil. En virtud de la función de vigilancia y control de la actividad electoral que tiene el Consejo Nacional Electoral, particularmente la establecida por el Artículo 265, numeral 5 de la Constitución Nacional: “Velar por el cumplimiento de las normas sobre Partidos y Movimientos Políticos y de las disposiciones sobre publicidad y encuestas de opinión política; por los derechos de la oposición y de las minorías, y por el desarrollo de los procesos electorales en condiciones de plenas garantías”, nos permitimos elevar queja formal contra la difusión de un lesivo y humillante mensaje de propaganda electoral por parte de la campaña a la presidencia para el periodo 2014-2018, del Señor Candidato Presidente Juan Manuel Santos Calderón, por el movimiento de Unidad Nacional, el cual ha sido difundido por distintos canales de la televisión nacional en horario “triple A”, desde el pasado veintinueve (29) de mayo del año en curso, cuyo contenido expresa lo siguiente: “¿Señora, Usted tiene Hijos? Sí, señor Presidente. ¿Usted prestaría sus hijos para la guerra? No, no señor Presidente. 112
¿Señor, Usted prestaría sus hijos para la guerra? No, señor Presidente. Levante la mano quien prestaría sus hijos para la guerra? Entonces ¿Quién va a pelear esta guerra? Que otras mamás pongan los muertos. Que otras mamás pongan los heridos. Que otras mamás pongan los mutilados. Eso es lo que le estamos diciendo a las mamás campesinas A las mamás más pobres cuando votamos por la guerra Como es de fácil pelear una guerra con hijos ajenos ¡No más guerra! ¡No más guerra! ¡No m...! Con paz haremos más… (Negritas fuera de texto). El contenido del comercial ofende de manera grave lo más sensible y lo más preciado de aquellos valores que siempre nos han identificado como soldados de la República. La firme convicción de sacrificar la vida en defensa de la Patria no tiene duda alguna. Nuestro honroso y permanente compromiso en tal sentido, se fortalece permanentemente frente a las distintas amenazas que hemos combatido para proteger al pueblo colombiano. La Resolución 1487 de 2003, impone al Consejo Nacional Electoral la obligación de iniciar las investigaciones administrativas tendientes a verificar el estricto cumplimiento de las normas contenidas en la Ley 130 de 1994. El Consejo Nacional Electoral en observancia de lo anterior podrá sancionar a los partidos, movimientos, candidatos y a otras personas, según la gravedad de la falta cometida.” La disposiciones que se refieren a propaganda electoral, se encuentran consagradas en el Artículo 24 de la Ley 130 de 1994, estatutaria de los partidos y movimientos políticos, en los siguientes términos: “Propaganda Electoral: Entiéndase por propaganda electoral la que realicen los Partidos, los movimientos políticos y los candidatos a cargos de elección popular y las personas que los apoyen, con fin de obtener apoyo electoral”. (Negritas fuera de texto). El Diccionario Electoral del Centro de Asesoría y Promoción Electoral (Capel) del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH) que ha elaborado un juicioso estudio sobre los temas electorales y sus efectos a través del tiempo en los países de América Latina, define así la propaganda electoral: “La palabra propaganda proviene del latín propagare, que significa reproducir, plantar, lo que, en sentido más general quiere decir expandir, diseminar o, como su nombre lo indica, propagar. Persigue influir en la opinión de los ciudadanos para que adopten determinadas conductas; supone un conjunto de acciones que, técnicamente elaboradas y presentadas, particularmente por los medios de comunicación colectiva, influyen en los grupos para que piensen y actúen de determinada manera”. “La propaganda electoral está íntimamente ligada a la campaña política de los respectivos partidos que compiten en el proceso para aspirar al poder, comprende tanto el proselitismo, como la propaganda. En ese sentido, la propaganda es uno de los mecanismos de los partidos políticos para dar a conocer sus programas, sus ideas.” Con relación al tema de la propaganda electoral, la Corte Constitucional, mediante sentencia de 19941, señaló: 113
“LIBERTAD DE EXPRESIÓN – Límites /PROPAGANDA POLÍTICA. La libertad de expresión se encuentra limitada por el orden público, esto es, por la armonía social mediante la realización de la tranquilidad, la seguridad, la salubridad y la moralidad públicas. En consecuencia, ante la primacía del interés general y del bien común (Art. 2o. C.P.), la libertad de expresión no puede trascender más allá de los límites que fundamentan al Estado mismo, porque de lo contrario se constituiría en un objeto jurídico imposible de proteger. La libertad de expresión se encuentra limitada por los derechos de los demás, tal como lo dispone el numeral primero del Artículo 95 superior, cuando señala que son deberes de la persona y del ciudadano “respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios” (Num. 1o.). Por ello, la expresión del propio pensamiento no está legitimada para afectar los derechos fundamentales de otras personas, como, por ejemplo, la honra o el buen nombre. Asimismo, tampoco puede vulnerar el estatuto privado de alguna persona, como su intimidad o el secreto profesional.”. Igualmente la Corte Constitucional, mediante sentencia T-959 de 2006, magistrado ponente doctor Rodrigo Escobar Gil, señaló que: “Cuando se trata de la selección de los contenidos que se van a difundir como propaganda electoral, no se debe atender únicamente el pretendido beneficio que un determinado mensaje le puede aportar al candidato promovido, sino que también se debe atender a los límites de la libertad de expresión que, aun cuando mínimos, salvaguardan importantes esferas relacionadas con los derechos de movimientos, partidos o personas y con valores fundantes del ordenamiento constitucional. Una campaña política tiene, entonces, la responsabilidad de seleccionar, de entre todos los testimonios recogidos, algunos para ser difundidos y, aunque en principio es dable pensar que le asistía la posibilidad de escoger con entera libertad los mensajes, no se puede pasar por alto que la difusión de la propaganda electoral puede comprometer libertades indispensables para un adecuado desarrollo del debate electoral, así como derechos de los partidos o movimientos políticos y aún de sus miembros individuales. A lo anterior agrega que instrumentos de derecho internacional, tales como la Convención Americana, en su artículo 13, prohíben “toda propaganda que incite a la violencia y al odio de grupos humanos determinados”. En la Ley Estatutaria de Garantías Electorales que se expidió con el objeto de definir el marco legal para el desarrollo del debate electoral a la Presidencia de la República y para “cuando el Presidente de la República en ejercicio aspire a la reelección, o el Vicepresidente de la República aspire a la elección presidencial”, se definen como actividades de campaña la promoción política, que hace referencia a la divulgación del proyecto político del candidato, y la propaganda electoral, que es “el conjunto de actividades políticas con la finalidad directa de convocar a los electores a votar a favor de un candidato”. Con todo, la amplitud que adquiere el ámbito protegido de la libertad de expresión durante los debates electorales no torna absoluta a esta libertad. Al respecto la Corte ha puntualizado que, pese a su proclamado carácter preferente, la libertad de expresión tiene límites derivados de la posibilidad de “colisionar con otros derechos y valores constitucionales”2 y, justamente, tratándose de la propaganda electoral y en particular de la negativa, la Corte reconoció un límite conformado por 114
aquella publicidad cuyas connotaciones lesionen “la honra y la intimidad de las personas”3. Con fundamento en lo anterior, es posible exigir de las campañas políticas un mínimo de diligencia al momento de seleccionar los contenidos que luego van a difundir, como parte de la propaganda electoral. Acerca de este tema la Corte Constitucional ha sido enfática en señalar que la preponderancia de la libertad de expresión cede siempre que haya “negligencia al presentar hechos falsos, parciales, incompletos o inexactos” que vulneren o amenacen derechos fundamentales4. 1. Corte Constitucional - Sentencia T-317 de 1994 - M.P. Dr. Vladimiro Naranjo Mesa 2. Corte Constitucional, Sentencia C-010 de 2000. M.P. Alejandro Martínez Caballero. 3. Corte Constitucional, Sentencia C-089 de 1994. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz. 4. Sentencia T- 080 de 1993. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz. Desconoce, en nuestro sentir, el Candidato Presidente, las siguientes normas constitucionales: “Artículo 2: Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares”. “Artículo 16. Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico.” “Artículo 26.Toda persona es libre de escoger profesión u oficio.” “Artículo 95. La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional. Todos están en el deber de engrandecerla y dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidades. Son deberes de la persona y del ciudadano: 6. Propender al logro y mantenimiento de la paz”. “Artículo 188. El Presidente de la República simboliza la unidad nacional y al jurar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos”. “Artículo 189. Corresponde al Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe del Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa: 3. Dirigir la Fuerza Pública y disponer de ella como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la República. 4. Conservar en todo el territorio el orden público y restablecerlo donde fuere turbado. 5. Dirigir las operaciones de guerra cuando lo estime conveniente”. “Artículo 217. La Nación tendrá para su defensa unas Fuerzas Militares permanentes constituidas por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. 115
Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional.” Al señalar el Candidato Presidente en su publicidad al preguntar “si Usted prestaría a sus hijos para la guerra”, el candidato está ofendiendo los valores de la institucionalidad militar, está desconociendo a los ciudadanos que con vocación ingresan a formar parte de la Fuerza Pública de nuestro país, quienes por mandato constitucional contenido en el Artículo 216 de nuestra carta política tiene por mandato expreso lo siguiente: “Todos los colombianos están obligados a tomar las armas cuando las necesidades públicas lo exijan para defender la independencia nacional y las instituciones públicas” Desconoce el Candidato Presidente que los miembros de la Fuerza Pública no van a la guerra, van a defender con su honor la Constitución, las leyes, las instituciones democráticas y la soberanía nacional. Por último, señores miembros del Consejo Nacional Electoral, recuerden la oración patria que declaman nuestros héroes de la patria todos los días antes de iniciar sus labores: Colombia patria mía Te llevo con amor en mi corazón Creo en tu destino Y espero verte siempre grande, respetada y libre En ti amo todo lo que me es querido tus glorias, tu hermosura, mi hogar, las tumbas de mis mayores, mis creencias, el fruto de mis esfuerzos y la realización de mis sueños. Ser soldado tuyo, es la mayor de mis glorias. Mi ambición más grande es la de llevar con honor el título de colombiano, y llegado el caso morir por defenderte. Por lo anterior solicitamos al Honorable Consejo Electoral, iniciar la investigación de nuestra queja y ordenar que el comercial mencionado sea retirado de los medios de comunicación. Brigadier General (RA) JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional de ACORE
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Página 5 “ACORE como Asociación y por estatutos, no puede comprometerse con ningún grupo o movimiento político. No es cierto, tal como se ha venido especulando, que ACORE adhirió, o que ACORE respalda, o que ACORE participa políticamente en favor de uno u otros candidatos”. BG Jaime Ruiz, en entrevista con Blu Radio.
Una paz con impunidad “sería una simple tregua” El presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE), aclaró en Blu Radio que es totalmente equivocado afirmar que ACORE haya adherido a la campaña de Óscar Iván Zuluaga para la Presidencia de la República, aunque reconoció que en la Asociación hay sectores muy afines al uribismo. También denunció la existencia de insistentes rumores sobre peligrosas reformas que podrían darse posteriormente en un eventual posconflicto. Agregó que lo anteriormente señalado viene de diferentes fuentes y admitió que estas sí generan una gran preocupación porque “no se conoce qué es lo que realmente se está negociando y cómo se está haciendo”. “Yo le he dicho al señor Presidente que al final de este proceso ojalá se den como condiciones mínimas: entrega y no dejación de armas, suspensión de todas las actividades relacionadas con el narcotráfico y acción penal contra quienes se desmovilicen. Una paz con impunidad no es garantía, sería una simple tregua”. “Nos preocupan los rumores y distintas especulaciones que han cogido fuerza en los últimos días en los cuales se afirma que en el momento en que se llegue a un acuerdo final, se den posteriormente peligrosas reformas para dar cumplimiento a lo que se ha pactado”. También recalcó que aunque le cree al Gobierno cuando afirma que no habrá restructuración de las FF.MM. en las conversaciones que se den en La Habana, si es muy factible que esta venga después en forma sorpresiva. “No hay plena garantía de que esto no pueda suceder”. Dijo que no ve conveniente la participación de militares en servicio activo en la mesa de conversaciones porque “el que va, va a cumplir órdenes”, compromete a su
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institución y sería inexplicable otorgarle poder de decisión de carácter político para actuar como plenipotenciario. Finalmente, aclaró que las Fuerzas Militares no están en contra del proceso de paz porque al fin y al cabo son las más afectadas dentro del conflicto, pero insistió en que sí le preocupa la forma como este puede ser negociado y que tanto se podría perder a cambio de lo pactado. También dijo que “sería repudiable ver a ‘Timochenko’ haciendo leyes. Si fuera así, simplemente les estaríamos confirmando que ganaron la guerra”. “No estamos vencidos, ni mucho menos capitulando en este proceso”, agregó. A continuación, algunos apartes de la entrevista con Blu Radio: Néstor Morales. El Gobierno, a través del jefe del equipo negociador del proceso de paz en La Habana, Humberto de La Calle, ha desmentido categóricamente versiones sobre una supuesta reducción de las Fuerzas Armadas y también respecto a desmilitarización de zonas de reserva campesina. Igualmente ha desmentido afirmaciones sobre efectos de los diálogos de paz en la estabilidad laboral en las Fuerzas Armadas de Colombia. Todo esto se produce porque en las últimas horas ACORE se adhirió a la campaña de Oscar Iván Zuluaga, de donde cree el gobierno que están viniendo todas estas versiones. BG Jaime Ruiz. Aclaremos algunas cosas antes de dar cualquier explicación, ACORE como Asociación y por estatutos, no puede comprometerse con ningún grupo o movimiento político. No es cierto, tal como se ha venido especulando, que ACORE adhirió, o que ACORE respalda, o que ACORE participa políticamente en favor de uno u otros candidatos. Esto es totalmente equivocado. Lo que pasa es que en ACORE, como en cualquier organización, sus miembros tienen sus propias posiciones políticas y para este caso, existe un grupo muy importante, bastante significativo, que respalda los planteamientos del Presidente Álvaro Uribe Vélez y la plataforma política del Centro Democrático expuesta por su actual candidato a la Presidencia de la República, Oscar Iván Zuluaga. Uno de los socios vino a ACORE, hizo un contrato y se le facilitaron las instalaciones de ACORE. Participaron 220 o 230 invitados. Hubo lleno total. NM. Para que vayamos al fondo la aclaración va a que no es ACORE pero fue en la sede de ACORE con hombres de ACORE. BG JR. Claro que sí. En esta misma sede hemos tenido candidatos y miembros importantes de otros sectores. Partido Conservador, partido de la U, partido Liberal, partido Verde, etc. Todo dentro de un gran concepto pluralista. NM. General Ruiz, entonces hablemos del fondo; porque aclarando que no es ACORE institucionalmente, sino integrantes de ACORE, en la sede de ACORE y con la campaña de Oscar Iván Zuluaga, la pregunta es: ¿de ustedes vienen las versiones que asustan al Gobierno sobre una supuesta reducción de las Fuerzas Militares o sobre desmejoras laborales como producto del proceso de paz con las Farc? BG JR. Las versiones vienen de diversas fuentes a través de importantes medios periodísticos y de algunas publicaciones que se han dado recientemente y que están generando mucha preocupación. Como no se conoce que es lo que realmente se está negociando, y como se está haciendo, entonces surgen múltiples especulaciones. Algunas han cogido bastante fuerza en estos últimos días. Se dice insistentemente que dentro de este proceso, en el momento en que se llegue a un acuerdo final, se firma cualquier papel y no pasa nada, pero después vendrá el posconflicto. Es aquí, donde se 118
darán las reformas que nos pueden tocar peligrosamente para dar cumplimiento a lo pactado. En este momento y tal como el señor Presidente lo ha sostenido, al igual que los negociadores en La Habana, nada que tenga que ver con el tema militar se está negociando. Esto creemos que es cierto. Pero repito: el problema lo tendremos, no en la mesa, sino en el posconflicto. Allí es donde vendrán las reformas. También nos preocupa la eventual participación de militares en servicio activo en la mesa de conversaciones porque - el que va, va a cumplir órdenes-, compromete a su institución y sería inexplicable otorgarle poder de decisión, sobretodo de carácter político para actuar como plenipotenciario. Igualmente se habla de la creación del llamado Ministerio de Seguridad Ciudadana con el cual se nos quieren dividir, sacando la Policía Nacional del Ministerio de Defensa. Pero ese no es tanto el problema, sino que dentro de ese Ministerio uno de sus componentes sería una unidad de reinsertados o desmovilizados, que pasarían con sus propias armas a integrar una nueva organización que se podría llamar Policía Rural, Guardabosques o Guardia Nacional, con algunas facultades de Policía. Esto sería muy peligroso. NM. General Ruiz, antes de despedirlo, puedo preguntarle ¿por quién va a votar Usted? BG JR Claro que sí, si Usted me dice por quién va a votar de pronto coincidimos, ¿por quién va a votar Usted…?
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Página 6 Intervención del Presidente Nacional de ACORE, en representación de la Reserva Activa, en el acto religioso convocado por el futuro de nuestras más grandes y caras instituciones: FF.MM. y Policía Nacional.
Indignación institucional por ofensiva mediática sin precedentes “Los hechos recientes que están generado gran indignación institucional, originados por un escándalo sin precedentes contra el Ejército Nacional y sus máximas jerarquías, no tiene antecedente alguno en la historia de este país. Con este escándalo periodístico se ha querido enlodar la institución más querida y respetada por el pueblo colombiano, como parte de la estrategia que insistentemente hemos venido denunciado, con relación a la guerra política y la guerra jurídica, que desde tiempo atrás, vienen desarrollado las organizaciones terroristas y la extrema izquierda radical, nacional y extranjera, contra nuestra institucionalidad y contra los miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. Este montaje o show mediático de desprestigio, sobre supuestas acciones ilegales carentes hasta el momento de verdad jurídica, no han sido comprobadas por ninguno de los entes de control, que de inmediato abocaron las correspondientes investigaciones, según sus respectivas competencias en el campo penal, disciplinario y administrativo. El daño causado a nuestro Ejército Nacional y, en particular, a nuestros servicios de inteligencia y aviación militar, herramientas claves en la lucha contra los grupos armados ilegales, es irreparable. Se le está otorgando a través de algunos medios de comunicación, equivocada o intencionalmente, grandes ventajas políticas y militares a las organizaciones terroristas que nos afectan. Las humillantes, apresuradas y desproporcionadas sanciones que ya fueron aplicadas contra las máximas jerarquías de esta respetable institución, están produciendo graves efectos en la moral y el prestigio, no solamente del Ejército nacional, sino también en todas nuestras Fuerzas Militares. 120
Estos habilidosos montajes de desprestigio, no son fruto de la casualidad; corresponden a un peligrosísimo plan orquestado sistemáticamente por fuerzas oscuras claramente identificadas para debilitar la acción de la Fuerza Pública y favorecer la actividad criminal de los grupos armados ilegales. Se pretende con esto, desestabilizar el país, atacando de esta manera, a sus más caras y valiosas instituciones. Al querer desprestigiar únicamente el Ejército Nacional, tal como se está haciendo y no a otras instituciones del Estado, por hechos suficientemente conocidos de corrupción plenamente comprobados, se podría estar buscando o aclimatando ante la opinión pública nacional e internacional, la justificación y el respaldo requerido, para una reestructuración a fondo de las FF.MM. en cuanto a sus funciones, doctrina, organización, pie de fuerza y a su responsabilidad actual en cuanto al control territorial y orden publico interno. Esto lo lograrían a través de un desmantelamiento gradual y progresivo, con los preocupantes efectos que tal medida representa. Sobre este particular, existe entre nosotros gran temor y desconfianza, sobre todo lo que pueda ocurrir como consecuencia de un eventual posconflicto originado dentro del proceso de negociación que en este momento se adelanta en La Habana. El exceso de concesiones, ya lo hemos dicho, constituye una muestra de debilidad que desfavorece al Estado y proporciona grandes ventajas a estas organizaciones terroristas. Los temas de mayor preocupación tienen que ver específicamente, con la falta de claridad existente respecto a las reformas legales y constitucionales que resultaren de los diferentes acuerdos que se realicen en materia de política agraria, zonas de reserva campesina, control del orden público interno en cuanto a presencia militar, dejación y no entrega de armas, cuotas de participación política en el Congreso de la República, cultivos ilícitos y política antidrogas, reinserción y acción penal para desmovilizados, entre otros. Consecuente con lo anterior, es obligante destacar e insistir nuevamente, que de continuar este atroz e inexplicable asedio jurídico contra los miembros de la Fuerza Pública, se frenará paulatinamente la acción legítima que les corresponde en materia de seguridad, defensa nacional y tranquilidad pública, con el peligro que esto representa. Frente a esta gravísima amenaza, también es necesario tener que reclamar por la indiferencia e inexplicable silencio del Gobierno para defender pública y enérgicamente al Ejército Nacional, víctima de esta inaceptable y reprochable agresión a que está siendo sometido por parte algunos medios, que de manera especial, gozan de información privilegiada o de carácter preferente para causarnos el daño que vienen realizando. La única defensa visible es la que estamos haciendo las asociaciones de la Reserva Activa y algunos sectores de la sociedad, que también han hecho pública su gran indignación por este mismo motivo. Si esto continua, será muy difícil contener la amenaza terrorista y su consecuente fortalecimiento político en alianza con distintas corrientes progresistas o neocomunistas, que buscarán a corto o mediano plazo, el poder político a través de la vía democrática, 121
para implantar un nuevo régimen, al estilo de los ya existentes en varios países de la región. ¡Que Dios salve a Colombia¡ proteja sus instituciones, a todos nuestros conciudadanos, y en particular a sus FF.MM. y Policía Nacional, únicas garantes para su defensa y seguridad”. Bogotá, D.C., 7 de marzo de 2014 Página 14
Nos inquieta la conformación y la orientación de la Comisión de la Verdad Publicado en El Colombiano Jaime Ruiz Barrera* 1 de abril de 2014 El interrogante y la preocupación no son por la Comisión de la Verdad misma sino por quiénes la integrarán y cómo se orientará su trabajo. Si se trata de personas afectas a las Farc, y si van a entrar en contradicción permanente con la Fuerza Pública, resultará algo parecido al reciente informe Basta Ya, del Centro de Memoria Histórica, en el que aparecen como responsables de casi todas las atrocidades, en 50 años de conflicto, las Fuerzas Armadas. La Comisión y sus informes no deben convertirse en verdad ni pruebas jurídicas. Sus conclusiones no podrán servir como cabeza de procesos jurídicos contra quienes se han dedicado a defender este país. Eso es lo que rechazamos. Que se establezca la Comisión de la Verdad, pero sobre la base de hechos ciertos y no de situaciones acomodadas. La Escuela Superior de Guerra trabaja en el Informe Basta Ya, tomando información documentada, y esa versión la debe conocer el país. Esta Comisión, entendemos, se asocia con la creación del Marco Jurídico para la Paz (justicia transicional) y es un compromiso legal que se debe cumplir. Lo tenemos claro. No nos oponemos a la Comisión y nos identificamos con que opere al final de los acuerdos, para que no dilate más este proceso que nos angustia y nos llena de interrogantes por su falta de claridad. *General (r) y Presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro (Acore).
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Página 11 24 - 0 2-14 Kien&Ke/Armando Martí Catherine Rodríguez
“El que calla otorga y no estoy dispuesto a silenciar la verdad”: general Ruiz Barrera De igual manera, señala tajantemente a la extrema izquierda del país y a las Farc de ser los impulsadores de estos ataques. A continuación les presentamos una entrevista con este aguerrido General retirado, quien afirma que “el que calla otorga” y él no está dispuesto a silenciar su verdad ante la opinión pública, en defensa de la institucionalidad y el buen nombre del ejército colombiano. General ¿Qué opina usted sobre los eventos que han ido escalando en las dos últimas semanas contra el Ejército, empezando por la fachada de inteligencia Andrómeda hasta el más reciente escándalo de corrupción revelado por la revista Semana? Esto sencillamente corresponde a un show mediático, sistematicamente preparado para acabar con el prestigio de una respetable institución como es el Ejército Nacional. Por distintas razones del conflicto armado, estamos enfrentando una guerra política y jurídica, promovida exitosamente desde la extrema izquierda radical y las organizaciones terroristas que actuan en el país. El primer montaje se hace a través de esta revista, utilizando inicialmente confusos argumentos con relación a unas fuentes de información desconocidas y se formulan varias acusaciones contra el servicio de inteligencia militar. Se caen a la postre, porque surgen evidencias suficientes para demostrar que todo era legal y constitucional. Existe una ley de inteligencia que permite monitorear y vigilar el espectro, labor que venía realizando legalmente esta organización de fachada. La inteligencia militar como todas las organizaciones de inteligencia, trabaja sobre la base del “engaño”. Una fachada es un procedimiento de engaño para encubrir una 123
actividad lícita, que permite la búsqueda de información. Las Farc son un blanco legítimo de inteligencia, así sus miembros estén en Cuba, en Venezuela o en Ecuador, o en cualquier lugar del mundo. Son una fuente de información, que por ley es obligatorio conocerla, vigilarla y saber qué actividad está cumpliendo. Hasta el momento el vicefiscal General de la Nación, Jorge Fernando Perdomo, públicamente dio declaraciones en donde afirmó, que no se había encontrado nada irregular en esta fachada conocida como Andrómeda. ¿Las Farc podrían aprovecharse de estos escándalos para buscar beneficios, hacerse propaganda? Claro, todo esto va en beneficio de las Farc porque quieren neutralizar un instrumento vital como es la inteligencia militar y con el cual se les ha dado golpes significativos y constantes. Debido al fracaso del primer montaje sobre la fachada Andrómeda, vino el segundo show mediático a través de esta revista. Esa era la intención de este medio con todas esas publicaciones, causar un daño irreparable. Como no lograron su cometido con el Ejército y la inteligencia militar, consiguieron unas grabaciones lícitas en poder de la Fiscalía General de la Nación y que inexplicablemente transfirieron a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes y desde allí se filtró a los medios de comunicación. ¿Qué opina del manejo que los medios de comunicación le están dando a la noticia de los escándalos de corrupción en el ejército? Escuchaba en algunos medios como la FM de RCN radio, donde estaban leyendo un documento de 200 páginas y se hacían comentarios mal intencionados al respecto. Una cosa es la noticia y otra las interpretaciones que se hagan con relación al contenido. Lo único que se logra con todo esto es crear una falsa imagen de corrupción en el Ejército, con lo cual quieren comprometer a varios Generales y a la misma institución. Nosotros tenemos que reconocer en forma lamentable, que esa guerra política y jurídica la estamos perdiendo en forma deshonrosa y humillante. Las Fuerzas Militares son victoriosas en el campo del combate, pero están siendo fulminantemente derrotadas en los estrados judiciales y ante la opinión pública a través de los medios de comunicación. Con las recientes declaraciones del presidente Juan Manuel Santos donde afirma que se siente “indignado” por la corrupción en el Ejército y también menciona las “fuerzas oscuras” en la fachada Andrómeda ¿siente qué le dio la espalda a las Fuerzas Militares? Mi opinión con respecto a la posición del Presidente Juan Manuel Santos, no es muy clara a raíz de estos últimos acontecimientos. No sé si lo han utilizado habilidosamente algunas “fuerzas oscuras”, para ponerlo en contra de las fuerzas militares por algunas salidas desafortunadas. Por ejemplo, en una reciente ceremonia militar para inaugurar la Conferencia de Ejércitos Americanos, en presencia de los representantes extranjeros de cada delegación junto con el cuerpo diplomático y agregados militares, el Presidente hizo referencia al caso de corrupción en el ejército y le pidió públicamente a la Viceprocuradora General Martha Isabel Castañeda, que utilizara el poder preferente para investigar estas su-puestas irregularidades. Es decir, le quitó la competencia a la Inspección General del Ejército. Esto es un mal mensaje, pues no espera del Jefe de 124
Estado una posición mucho más firme en defensa de la institución militar, tal como lo estamos haciendo nosotros desde ACORE. ¿Cómo evalúa la gestión del Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón frente a su premisa de cero tolerancia? Estamos de acuerdo. Así debe ser. Nosotros respaldamos al Ministro de Defensa porque es un líder que se ha ganado la confianza y el respeto de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional. Desde el momento mismo en que se conoció el caso Andrómeda, la extrema izquierda empezó a pedir la cabeza del Ministro Pinzón, al igual que lo hacen los negociadores de las Farc desde La Habana. Lo llaman “Ministro de guerra y opositor de la paz”. Él está en una posición difícil y debe conciliar las decisiones del Jefe del Estado que obviamente debe acatar. Una de las obligaciones del Ejército es el “respeto por la constitución y la ley” ¿cree que las investigaciones que se iniciaran por parte de la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría, aseguran la estabilidad jurídica del Ejército? Yo creo que sí. Estas entidades están en todo su derecho y tienen la facultad legal para investigar lo que sea de su competencia. Es a nosotros a quienes más interesa llevar esto hasta las últimas consecuencias. Si realmente aparecen irregularidades, debemos partir del hecho, de que no son las instituciones las que delinquen. Si hay personas dentro de la institución, que han realizado acciones al margen de la ley, son ellas las que tienen que responder. Nuestro interés es mantener limpio el buen nombre del ejército nacional. ¿Ve posible una futura conciliación con la Fiscalía General de la Nación a causa de los enfrentamientos que han tenido? Nosotros no estamos de pelea con la Fiscalía, es la Fiscalía quien está de pelea con nosotros y el problema es gravísimo. Desde ACORE hicimos aproximaciones con el Fiscal General y se llevó a cabo una reunión formal a mediados del año pasado. En esta reunión se comprometió frente a dieciséis asociaciones de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, a emitir una directiva para dar directrices muy claras a fin de corregir los errores que se vienen cometiendo en los diferentes procesos y que son motivo de reclamación continua. Igualmente nos dijo, que crearía un comité de alto nivel manejado personalmente por él, para atender todo tipo de quejas y reclamos. Esto fue un acuerdo muy importante, porque el Fiscal General pudo conocer todas las irregularidades y las fallas de este ente acusador. El Fiscal explicó que había encontrado muchas falencias en la institución y que, por tanto, era su principal crítico. Nosotros creímos, que esta sería la solución. Tiempo después le enviamos varios oficios reclamando sobre el tema y nunca obtuvimos respuesta alguna. Posteriormente, a mediados de diciembre del año pasado, se llevó a cabo una nueva reunión en la cual a diferencia de la anterior, el expresidente Ernesto Samper actuó como garante. Se le insistió nuevamente que se estaba causando un daño institucional sumamente grave con sus posiciones con relación a las Fuerzas Militares, y a la forma como se interpretaban algunas teorías relacionadas con conductas propias de organizaciones criminales o grupos organizados de poder y su asimilación a militares como agentes del Estado. Hasta el día de hoy nada de lo acordado se ha cumplido. Retomando el tema de las publicaciones de la revista Semana ¿considera que estas denuncias fragmentan la premisa del honor militar ante los colombianos? 125
Uno de los grandes baluartes que constituyen los intangibles más valiosos, con relación a la carrera de las armas son la mística, la dignidad y el honor. En el momento en que se nos lesiona en tal sentido, es mucho más grave que cualquier tipo de daño de carácter material. Así sucedió en el caso del general Javier Enrique Rey, jefe de Operaciones del Comando General de las Fuerzas Militares, que resolvió retirarse y ponerse el traje de civil para defenderse y defender al Ejército, por haberle mancillado su nombre y su institución. Estas grandes virtudes constituyen el sentimiento más puro de los militares. Por este motivo en la institución hay una gran indignación. ¿Qué elementos tienen las Fuerzas Armadas para hacer creíble su transparencia en su gestión administrativa e institucional? La investigación que se abrió con respecto a los supuestos actos de corrupción denunciados por la revista Semana y otros medios, tiene que arrojar la claridad suficiente para saber qué fue lo que realmente pasó. Precisamente, hace poco estaba hablando con alguien en servicio activo y me decía enfáticamente que ninguno de los contratos a los que se hace referencia en las grabaciones hay irregularidades. Por eso son bienvenidas las indagaciones necesarias para esclarecer la verdad sobre estas temerarias acusaciones. Si al final, se descubren personas comprometidas con hechos delictivos que caiga todo el peso de la ley. Si no las hay tendrá que hacerse una reparación moral a quienes resulten afectados. ¿Cuál es su mensaje a los millones de colombianos que se sienten afectados moralmente e indignados por estos acontecimientos? El mensaje es muy simple frente a la situación actual y frente a esta amenaza constante que tenemos en el país por causa del terrorismo. El pueblo colombiano debe saber y entender que este daño que se le quiere causar a sus instituciones militares y a la Policía Nacional se debe repudiar. Hay que trasmitir este mensaje a nuestros soldados y policías, para que en los momentos de crisis sepan que existe solidaridad y respaldo por su importante gestión en defensa de la Patria y en la seguridad de los ciudadanos. Ese es el buen mensaje, que debemos darles a los colombianos. “Las Fuerzas militares son victoriosas en el campo de combate pero están siendo derrotadas en los estrados judiciales y ante la opinión pública a través de algunos medios de comunicación”. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Página 25 07- 0 2-14 Radio Super LaHora de la Verdad/ entrevista Fernando Londoño Hoyos
Operar sin inteligencia: un total imposible: BG Ruiz En entrevista con Fernando Londoño Hoyos, en el programa La Hora de la Verdad, el presidente de ACORE, BG Jaime Ruiz Barrera, dijo que en un pronunciamiento de la Reserva Activa se detalló con suficientes argumentos y razones el porqué de nuestra indignación frente al escándalo periodístico con el cual se quiere desprestigiar al ejército nacional. 126
General Jaime Ruiz Barrera, usted que fue militar, que vivió como militar, que obró como militar durante tantos años, dígame ¿cómo habría podido operar alguna vez sin inteligencia? Eso es un total imposible, la inteligencia es la que proporciona la información que se requiere para el planeamiento y la ejecución de las operaciones. En nuestro caso particular si tenemos un Ejército profesional del prestigio y la magnitud con el que contamos, el mejor de la región, el mejor de América, sin duda alguna, no podría serlo sino hubiera sido, precisamente, por esa eficiencia de la inteligencia militar. Es mucho lo que le debe el país a la inteligencia militar. Son muy pocos sus integrantes, pero esos cuantos pocos es mucho lo que han logrado en importantes resultados. Están en el anonimato, son de bajo perfil. Por razones obvias, debe ser así. Sin embargo, inexplicablemente desde la Fiscalía General nos dan en este momento un golpe mortal a la moral institucional, a la moral de las tropas, a su voluntad de lucha. Eso de atacar alevemente a una respetable Institución como la nuestra, argumentando cuestiones no ciertas, no comprobadas o sin verdad jurídica tal como se difundió de manera malintencionada, resultó posteriormente de-mostrado que nada de eso era ilegal y que por tanto se estaba obrando dentro del marco de la constitucionalidad. Por esta razón es que este bochornoso escándalo mediático ha generado la indignación institucional, circunstancia que nos obliga a defender a nuestro ejército nacional, a la inteligencia militar, y a las normas legales que rigen su misión institucional. Es cuestión de ética y dignidad. Por eso vimos en el día de hoy como los excomandantes del Ejército se solidarizaron con el comandante actual para expresar su rechazo por toda esta infame persecución cuyo único objeto es el de buscar la desmoralización institucional y proporcionarle ventajas al enemigo con el cual se enfrenta. Así como se allanó recientemente la Procuraduría y la Contraloría General de la Nación, con fines no suficientemente claros; también había que hacer algo similar con la inteligencia militar. Fue así como también llegaron a los archivos operacionales del Ejército y de la inteligencia militar, buscando en forma urgente cualquier indicio que les permitiera probar supuestas conductas sistemáticas de carácter institucional violatorias de los derechos humanos. Para este propósito ya se había creado al interior de la Fiscalía una inmensa y pode-rosa organización, que bajo la denominación de Unidad de Contexto Nacional, pretende conseguir elementos probatorios para determinar supuestos crímenes de estado, como política de los máximos responsables de la Fuerza Pública, respecto a las ejecuciones extrajudiciales o mal llamados falsos positivos, en que algunos de sus miembros se encuentran involucrados. Por esta razón, desde las reservas estamos indignados. Las FF.MM. y la Policía Nacional también están indignadas. Respaldamos a todos los comandantes de las distintas instituciones castrenses, a su alto mando y al actual Ministro de Defensa como responsable de esta cartera. Dígame si a estas alturas un general de inteligencia se hace de la noche a la mañana. Llega una orden del alto mando militar que diga que a partir de mañana un infante pasa a ser de Inteligencia y Comandante de este servicio ¿Eso es así de fácil? No es fácil hacer un soldado, no es fácil hacer un comandante, no es fácil hacer un especialista, y mucho menos no es nada fácil formar un hombre y un buen agente de 127
Inteligencia. Para lograr esto hay que vivir grandes experiencias, hay que recoger muchas enseñanzas. Esta tarea tiene infinidad de sorpresivas variables. Los buenos resultados dependen del ingenio, la habilidad y la capacidad de engaño que pueda tener el hombre de Inteligencia para poderse infiltrar o penetrar la organización o blanco objetivo sobre el cual se requiere información. Todo esto conlleva mucho riesgo, mucho tiempo, y mucho ingenio. No es nada fácil formar de la noche a la mañana un especialista de inteligencia y mucho menos comandantes o jefes que debe ejecutar u orientar esta difícil tarea. ¿A propósito de los dos generales del Ejército que fueron separados definitivamente de la Inteligencia Militar; a ellos no los cubre el homenaje o reconocimiento que le están haciendo al comandante del Ejército? ¿A estos dos hombres que por cumplir con su deber están siendo tratados como criminales en la prensa del país? El homenaje o reconocimiento es a todo el Ejército, a sus hombres de inteligencia, a sus soldados, a sus combatientes. En el pronunciamiento de la reserva activa detallamos con suficientes argumentos y razones del porqué de nuestra indignación, la cual compartimos con quienes ahora portan el mismo uniforme. Esto finalmente obligará, al menos por razón ética y moral, a que en un futuro no lejano, se pronuncie el Fiscal General de la Nación y funcionarios de la rama judicial y públicamente pidan perdón a sus FF.MM. y al país por estas graves actuaciones que tanto daño le están causando a nuestra institucionalidad. Esta sería una obligante reparación ética y moral. Si seguimos así, tengan la certeza que en un tiempo no lejano, no habrá quien defienda y se juegue la vida por este país. Esto sería muy peligroso. Ojalá que esta gran afrenta que se le hace a nuestro Ejército Nacional sea oportunamente corregida. Hay que reestructurar todas las operaciones y todas las actuaciones del Ejército que se desprenden de esa labor de Inteligencia… El daño es muy grande, sin embargo siempre hay planes de contingencia. Supongo que nunca se pensó que la agresión vendría de las mismas instituciones del Estado. Se esperaba que fuera de otros frentes adversos que se identifican como enemigo. Era lo más razonable y obvio. La contrainteligencia es la que proporciona las medidas de seguridad apropiadas para proteger la información y las diversas actividades de inteligencia. El señor Presidente de la República tenía razón cuando hablaba públicamente de fuerzas oscuras en esta trama. Estas sin lugar a dudas corresponden a la extrema izquierda radical que simpatiza con las organizaciones terroristas o que de alguna manera tienen vínculos constantes por razones o intereses de orden político. Estas fuerzas oscuras hicieron su habilidosa tarea utilizando la revista semana como su mejor herramienta. Las falsas imputaciones que fueron utilizadas no les dieron resultado porque existe una ley que permitía monitorear el espectro electromagnético y utilizar cualquier tipo de fachada para encubrir sus actividades legítimas. Lo más preocupante en este momento es que los funcionarios que tengan a su cargo la revisión de los computadores incautados a la inteligencia militar, sean lo suficientemente confiables para evitar su manipulación y sobre todo para que en un momento dado manos extrañas puedan introducir o sembrar información que sea útil para justificar el montaje fallido. 128
Muchos no saben es que la mayoría de miembros de la fuerza pública procesados por ‘presuntos’ delitos deben acudir a defensores de oficio que no tienen el conocimiento del tema.
ACORE rechaza ataques contra ley de Defensa Técnica Revista SEMANA Columnista Invitado 21 de enero de 2014 Brigadier general JAIME RUIZ BARRERA Como presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE), expreso mi enérgico rechazo a los ataques de algunos sectores de la izquierda radical contra la ley de Defensa Técnica que les permitirá a los miembros de la Fuerza Pública, protegerse en los procesos judiciales derivados del cumplimiento de su misión constitucional. La ley, aprobada recientemente por el Congreso de la República, permitirá financiar la defensa de los integrantes de la Fuerza pública, “siempre y cuando la falta o delito haya sido cometido en ejercicio de la misión constitucional asignada o con ocasión de ella”, como reza el texto de la norma. La ley es clara, y a diferencia de lo que aseguran algunos voceros de movimientos políticos de izquierda radical, también es precisa en el sentido de que esa garantía de defensa asumida por el Estado, excluye “faltas o delitos no cometidos en ejercicio de la misión constitucional asignada a la Fuerza Pública o con ocasión de ella, o que correspondan a su ámbito privado”. Por ello no se requiere ser un experto para entender que, por ejemplo, tal como se afirmó, si un miembro de la Fuerza pública en actividad o de la Reserva Activa atropella en estado de embriaguez a una persona, ese delito no es cobijado por la norma, porque se trata de una actuación personal o del ámbito privado. Pero lo que muchos no saben es que la mayoría de miembros de la Fuerza Pública procesados por ‘presuntos’ delitos deben acudir a defensores de oficio que no tienen el conocimiento ni la experiencia en asuntos relacionados con el quehacer del servicio, razón por la cual no gozan de una justa y adecuada defensa. Ahora bien, es necesario destacar que estos pronunciamientos contra la ley de Defensa 129
Técnica, se suman a otros similares que continuamente se formulan en contra de las Fuerzas Militares y de Policía, por parte de sectores que sólo pretenden menoscabar y atacar a las instituciones más respetables y de mayor credibilidad en el país. Se trata de una estrategia habilidosamente utilizada en la guerra político-jurídica lanzada contra la institución por sectores que reconocen en las Fuerzas Militares y de Policía, los principales obstáculos frente a los objetivos que persiguen las distintas organizaciones terroristas. En este sentido, también es importante recordar que, en un golpe más contra la moral de la institución militar y policial, la Corte Constitucional declaró inexequible, por supuestos vicios de forma la reforma al Fuero Penal Militar. Con este inexplicable proceder, sencillamente se evitó debatir el fondo de una figura tan importante para las Fuerzas Militares. Ello, sin lugar a dudas, se constituye en una falta de compromiso con esta institución esencial para el Estado, cuyos miembros sacrifican diariamente su integridad, su seguridad y su vida para garantizar la protección de todos los colombianos. Con esas posiciones, los únicos beneficiados son los grupos de izquierda radical y las organizaciones terroristas, que buscan sustituir la derrota militar sufrida en el campo de combate, por grandes victorias en los estrados judiciales
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INDICE Recopilación artículos 2013
Edición 535 diciembre ACORE no tendrá compromisos con proyectos políticos Vehemente defensa del Ejército hizo ACORE ante la CIDH Edición 534 octubre Ponencia negativa a proyecto de ley sobre degradación militar Edición 533 septiembre El fiscal Montealegre se compromete con ACORE y con la Fuerza Pública Demil denuncia irregularidades entre la Fiscalía y la Fuerza Pública Aviso de privacidad de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, ACORE Edición 532 agosto Posición actual frente al proceso Edición 531 julio REFORMA A LA JUSTICIA PENAL MILITAR. Decidida participación de ACORE en el trámite legislativo Edición 530 junio ACORE entrega concepto sobre Proyecto de Ley Estatutaria del Fuero Penal Militar Edición 529 mayo El Fuero aprobado es demasiado limitado para un país en conflicto armado Acompañamos el proceso de paz porque es un anhelo nacional: BG Ruiz Barrera Edición 528 abril Acción penal real y efectiva contra quienes se desmovilicen Edición 526 febrero Nuestros combatientes requieren seguridad jurídica para cumplir su misión constitucional
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ACORE no tendrá compromisos con proyectos políticos La Presidencia de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, ACORE, comunica a sus Asociados e interesados: 1. Que ACORE, por su condición de carácter gremial y conforme con la normatividad estatutaria, no mantiene, ni lo hará, compromisos directos con algún proyecto político de carácter partidista. 2. Que en su condición de organización que vela por el bienestar de los miembros de la colectividad de Oficiales de la Reserva Activa, se ha constituido como en forma oportuna se indicó, y como lo ha hecho en períodos anteriores, en puente o facilitador, entre los movimientos políticos y los miembros de la Asociación interesados en formar parte de ellos. 3. Que conforme con el espíritu democrático que siempre ha acompañado la labor de ACORE, y como ha sido tradición, durante la campaña electoral que se avecina abrirá sus puertas a todos y cada uno de los candidatos presidenciales, para que presenten sus propuestas a los Asociados y sean debatidas en el espacio de nuestra organización. 4. Que con ese mismo espíritu de apertura y deliberación democrática, coadyuvará para que los miembros de ACORE que integren listas para las corporaciones públicas, sin distingos partidistas, puedan tener en la sede nacional un escenario para formular sus programas de trabajo y para que éstos puedan socializarse con los oficiales que hacen parte de nuestra Asociación. Bogotá, D.C., 29 de noviembre de 2013 Intervención del Presidente Nacional de ACORE, BG Jaime Ruiz, a nombre de las asociaciones de oficiales de la Reserva Activa pertenecientes a las FF.MM. y Policía Nacional.
Séptimo homenaje a los héroes del Palacio de Justicia Hace veintiocho años, un Oficial y dos Oficiales del Ejército, un Suboficial y siete Agentes de la Policía Nacional, ofrendaron sus vidas en defensa de este país y de sus instituciones democráticas. En esa fecha de triste recordación, el grupo terrorista M-19, en alianza con narcotraficantes pertenecientes al cartel de Medellín, masacró a cerca de cien ciudadanos, entre quienes 132
figuraban magistrados de la Corte Suprema de Justicia, varios servidores públicos e inocentes personas que por casualidad se encontraban en ese lugar. A este trágico saldo, debe también sumarse más de medio centenar de heridos de la Fuerza Pública como resultado de los combates realizados por las tropas para la recuperación de las instalaciones y el rescate de 260 secuestrados en poder de los terroristas. Este acto demencial ha sido calificado como uno de los hechos más atroces de tipo delincuencial, de lo cual no existe hasta la fecha, algo similar en el historial de violencia que ha padecido nuestro país en los últimos lustros. Lo más paradójico e inadmisible es que los tenebrosos homicidas, responsables de esta barbarie, gozan hoy de plena libertad, y muchos de ellos, han ejercido y ejercen actualmente, importantes cargos de gobierno, mientras quienes defendieron legal y constitucionalmente la soberanía nacional, se encuentran injustamente procesados y condenados, víctimas de la persecución de un sistema judicial que no nos ofrece ninguna garantía. De todos es sabido, que en el curso de estas investigaciones, no hay evidencia alguna ni prueba contundente sobre posibles personas que hubieran resultado desaparecidas, como consecuencia de las operaciones militares y de policía desarrolladas para recuperar estas instalaciones y rescatar a las víctimas. Lo único realmente comprobado hasta el momento, es la existencia de diecisiete cuerpos totalmente calcinados, que fueron encontrados al interior del edificio y cuya identificación fue imposible realizar. Este hecho permite concluir, que los supuestos desaparecidos podrían encontrarse entre estas personas que resultaron afectadas como consecuencia del incendio que provoco la organización terrorista, poco después de atacar y ocupar las instalaciones del Palacio. En 1998, según la Fiscalía General de la Nación, se exhumaron varios cuerpos y las pruebas de ADN que les fueron practicadas tampoco permitieron establecer la identidad de los once supuestos desaparecidos. Sobre estos “desaparecidos”, se quiere hacer responsable, de manera particular, al Ejercito Nacional, por su decidida participación en la defensa de las instituciones democráticas. El M-19, único responsable de esta acción terrorista, fue indultado por el Estado colombiano. El proceso legal que se ha venido adelantando con ocasión de estos hechos, no ha permitido hasta el momento esclarecer totalmente lo ocurrido. Los verdaderos responsables, miembros de la organización terrorista M-19, inexplicablemente gozan de plena libertad, no obstante haberse declarado por parte del Consejo de Estado, que los crímenes cometidos por esta organización, son de lesa humanidad y, por tanto, adquieren el carácter de imprescriptibles. La justicia colombiana, basándose en falsas y dudosas pruebas de carácter testimonial, ha producido hasta el momento diferentes sentencias en cuatro procesos penales sobre los mismos hechos. Además de ser totalmente contradictorias, dos de estas sentencias no se encuentran en firme y carecen del acervo probatorio requerido. Consecuente con todo lo anterior, la defensa entablada inicialmente por el Estado Colombiano ante la Corte Internacional de Derechos Humanos, sustentada magistralmente por un reconocido y experto abogado internacionalista, en la cual se estableció que no hubo desaparecidos, tiene plena validez jurídica. Por esta razón, no entendemos la nueva tesis o estrategia jurídica formulada sorpresivamente por la Agencia de Defensa de la Nación de querer aceptar ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos la responsabilidad del Estado colombiano por unas supuestas desapariciones y otras conductas imputadas a la Fuerza Pública, que no han sido plenamente comprobadas.
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Asumir esta posición, desconociendo la realidad de los hechos y las pruebas existentes, no tiene explicación ni justificación alguna. En otros términos: no hay verdad judicial de carácter definitivo, es decir, ¡No hay excesos ni desaparecidos que hayan sido comprobados! Y por tanto, al no probarse la existencia de desaparecidos, ni ningún tipo de violación a los derechos humanos, el Estado no tiene ninguna responsabilidad por estos hechos. En virtud de lo antes expuesto, ACORE se hizo presente en la Ciudad de Brasilia, donde sesionará en forma extraordinaria la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para presentar a nombre de la asociación, dentro de la figura jurídica del amicus cure, un memorial debidamente sustentado con pruebas fehacientes que obran en los distintos procesos, para controvertir la posición asumida por la Agencia de Defensa de la Nación, al aceptar sin formula de juicio, hechos dolosos de la Fuerza Pública, que en este caso, no han sido comprobados. Rendimos culto a la memoria de los señores: Mayor Ponal Héctor Aníbal Talero Cruz, Teniente EJC Sergio Villamizar Quintero, Subteniente Ponal José Rómulo Fonseca Villada, Sargento Viceprimero Ponal Jaime Benítez Prieto, Agentes: Saúl Chavarriaga Salamanca, Jaime Rodríguez Vivas, Eduardo Bermúdez García, Libardo Duran, Jaime Alberto Portilla Franco, José Gerardo Malaver y Ramón León Ariza. Página 5 Frente a la actuación del Ejército en el Palacio de Justicia, ACORE entregó un memorial a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que deliberó sobre el caso en Brasilia
Vehemente defensa del Ejército hizo ACORE ante la CIDH En el documento denominado Amicus Curiae, la Asociación manifestó su preocupación, angustia y dolor, por el presente y el futuro de los derechos protegidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como la verdad y la justicia, “en razón a que esos derechos humanos le han sido reiteradamente negados a los agentes del Estado, sujetos que también son objeto de protección por la Convención Americana de Derechos Humanos”. En ese sentido, ACORE fue enfática en denunciar que a los integrantes del Ejército Nacional que intervinieron en la recuperación del Palacio de Justicia, se les han violado sus derechos humanos al debido proceso y presunción de inocencia, así como también a las víctimas del asalto por parte del grupo guerrillero M-19. En realidad “se ha disfrazado la verdad, y la responsabilidad de este acto atroz se ha querido trasladar a los miembros del Ejército Nacional para mitigar la responsabilidad de quienes ejecutaron el asalto, incendio y muerte de inocentes, y cometieron la barbarie en contra de las instituciones legales”, en los hechos del 6 y 7 de noviembre de 1985. “Con este Amicus Curiae, no se pretende favorecer al Estado, o pretender negar la existencia de una responsabilidad, pues al contrario se demostrara cómo sí existe, pero no la que se ha 134
pretendido llevar por la manipulación de los procesos judiciales internos, donde se afirma que fueron los miembros del Ejército Nacional los responsables de las graves violaciones a los Derechos Humanos. Lo que se persigue es el respeto absoluto por los derechos universales a la verdad, justicia, reparación y no repetición”, precisa el documento. Y agrega: “Nos preocupa, que en el presente caso se lleve a la CIDH, a otro engaño, y se mutile la verdad, para desviar que la responsabilidad de los hechos ocurridos en el Palacio de Justicia en noviembre de 1985, son única y exclusivamente de los guerrilleros del M-19”. El texto completo del documento, que tiene amplia extensión, puede consultarse en la página web de ACORE. Sin embargo, para comodidad de nuestros lectores, publicamos a continuación las principales conclusiones del mismo. Conclusiones Tal y como se ha indicado a través del presente escrito, los hechos del 6 y 7 de noviembre de 1985, son responsabilidad del grupo guerrillero hoy indultado M-19. En el aspecto probatorio se puede concluir, que: Lucy Amparo Oviedo, Cristina del Pilar Guarín, Gloria Anzola de Lanao, David Suspes Celis, Héctor Jaime Beltrán Fuentes Bernardo Beltrán Hernández Norma Constanza Esguerra, Luz Mari Portela de León, Gloria Stella Lizarazo, Carlos AugustoRodriguez Vera e Irma Franco Pineda, no fueron desaparecidos por los agentes del Estado (Ejército Nacional). Aunado a lo anterior, se puede concluir que los procesos penales donde ya se han condenado a agentes del Estado (Ejército Nacional) merecen ser objeto de revisión, pues son sentencias que se han obtenido con violación a los derechos humanos de los procesados, y fraudes en el recaudo probatorio sustento de las misma. Los hechos del presente caso adquieren una mayor gravedad porque la demora en la entrega de los cuerpos de las víctimas del asalto del Palacio de Justicia, se da con ocasión de, primero, el mal manejo de los cuerpos al momento del levantamiento. Posteriormente en las inhumaciones, lo que continuó con las exhumaciones y finaliza con 27 cuerpos que el Estado, en cabeza de la Fiscalía General de la Nación, tiene en custodia sin que sean entregados a los familiares de quienes hoy buscan a las personas que consideran desaparecidas. El Estado permitió que frente a estos hechos se desarrollar una investigación parcializada, lo que no ha permitido que se conozca la verdad. Dado que a la Corte le corresponde verificar la responsabilidad del Estado por el comportamiento de sus agentes, es claro que para el caso que nos ocupa, el Estado es responsable por la violación al Artículo 8 de la convención, pero teniendo en cuenta que estos agentes no son los integrantes del Ejército Nacional. Finalmente, esos actuares omisivos de Medicina legal y la Fiscalía, permiten justificar que haya una reparación con un enfoque de respeto por las víctimas teniendo en cuenta que si el manejo de los cadáveres hubiera sido de acuerdo a los protocolos seguramente no se estaría hablando de desaparecidos.
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Ponencia negativa a proyecto de ley sobre degradación militar Por considerarlo inconveniente, innecesario y anti técnico, entre otras observaciones, el ponente del proyecto de ley, que pretendía crear la figura de degradación militar en Colombia, presentó ponencia negativa y solicitó archivar el proyecto. Un concepto de similares considerandos había sido enviado el pasado 29 a de julio de este año al Congreso de la República, producto de una labor de la Mesa de Trabajo Permanente de las Asociaciones de la Reserva Activa de la Fuerza Pública, convocada por ACORE, donde se exponía que dicha figura era lesiva para la institución castrense y porque afectaría la legitimidad jurídica del Estado colombiano. Estos comentarios fueron tenidos en cuenta por el ponente del proyecto para tomar la determinación de solicitar el archivo del proyecto, según sus consideraciones constitucionales, legales y de conveniencia. Entre otras razones, el ponente, representante a la Cámara Telésforo Pedraza, estimó inconveniente para nuestras Fuerzas Militares y de Policía este tipo de proyectos, pues “la figura de la Degradación Militar es una afrenta al honor y a la mística de nuestros soldados y policías, que día a día entregan sus vidas para garantizar el pleno ejercicio de nuestros derechos y libertades”. Sostuvo que es un despropósito pretender una sanción más gravosa a nuestros militares que las establecidas hoy en la ley para los bandidos terroristas que a diario afectan la estabilidad de nuestra democracia. Además, dijo, ya existen procedimientos sancionatorios rigurosos para aquellos miembros que deshonren la labor y manchen el buen nombre de las tropas, tales como el llamado a calificar servicios, el retiro de las fuerzas, la privación de la libertad y las demás sanciones penales y disciplinarias que dispone el ordenamiento jurídico. El Representante a la Cámara resaltó la grandiosa labor de nuestros miembros de las Fuerzas Militares y de Policía, al combatir la subversión, la criminalidad, el narcotráfico, los atentados a la infraestructura, la delincuencia en todas sus formas y todos los males que enfrentan con valentía nuestros hombres día a día y reiteró su profunda oposición “a cualquier iniciativa que pretenda desconocer y estigmatizar la labor de las Fuerzas Militares y de Policía, pues nuestras tropas requieren motivación y reconocimiento permanente por parte del Estado y de la ciudadanía para cumplir exitosamente con la difícil y peligrosa tarea que les corresponde”. Finalmente, indicó en la ponencia, que por el contrario, “debemos crear nuevos y mejores estímulos de reconocimiento y programas de bienestar que fortalezcan significativamente el espíritu de sacrificio y deseo de servir a los colombianos tanto para soldados profesionales activos como para miembros o ex miembros de la Fuerza Pública incluyendo a quienes hayan sufrido el flagelo del secuestro o hayan sido víctimas de las mina antipersona”.
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Institucional Página 14 “Si se llega a una solución negociada del conflicto armado, los miembros de la Fuerza Pública que hayan incurrido en graves violaciones a los derechos humanos en casos que tengan que ver con el conflicto, esos casos deberían ir a la justicia transicional, pero las condiciones las tendrá que determinar el Congreso”, fiscal Eduardo Montealegre.
El fiscal Montealegre se compromete con ACORE y con la Fuerza Pública El fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, y los representantes de las Asociaciones de Oficiales en la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y de la Policía, encabezados por el brigadier general Jaime Ruiz Barrera, presidente de ACORE, sostuvieron el pasado lunes 12 de agosto un cordial, pero franco encuentro, en torno a la problemática de los miembros de la Fuerza Pública involucrados en procesos penales y, en general, al funcionamiento del aparato judicial frente a la institución militar y policial. Durante la reunión, efectuada en la sede Nacional de ACORE, el jefe del organismo acusador escuchó con detenimiento una serie de observaciones sobre el manejo que están dando algunos fiscales a los procesos de militares y policías sindicados de delitos, inquietudes que fueron presentadas puntualmente, entre otros, por el presidente de ACORE, la Defensoría Militar (Demil) y el general Oscar González, excomandante del Ejército Nacional. Al escuchar los planteamientos de la Reserva Activa, el fiscal Montealegre dijo que se proponía avanzar en unas primeras soluciones y algunas propuestas para proceder a consideración de los oficiales. Entre ellas planteó los siguientes compromisos: • Expedir unas directivas internas en la Fiscalía para clarificar cómo deben ser las estructuras de imputación, especialmente respecto a graves violaciones de los Derechos Humanos. Una primera directiva sería frente a lo que se ha denominado autoría mediata en virtud de aparatos organizados de poder. • Igualmente, expedir una directiva donde se clarifique cuáles son los presupuestos para que un superior pueda responder por los hechos del inferior. Además, se comprometió a definir si algunas estructuras de imputación de la Corte Penal Internacional (CPI) son o no aplicables en el derecho interno colombiano. Y si no son aplicables, cuál va a ser la estructura que debe regir la responsabilidad del superior por los hechos del inferior en el derecho colombiano. • Lo anterior para que cuando los fiscales orienten las investigaciones tengan una claridad dogmática, en virtud del derecho fundamental a la igualdad. • El Fiscal también expedirá unas directivas que clarifiquen temas de adecuaciones típicas, de calificaciones correctas dentro del proceso, especialmente frente a aspectos como cuándo hay delitos de lesa humanidad, cuándo hay delitos de guerra, cuándo se trata de un homicidio agravado, o cuándo se trata de homicidio en persona protegida. • Se trata, explicó el funcionario, de un programa jurídico para fijar, antes de finalizar el año, criterios de interpretación que sirvan como medidas de seguridad jurídica, de garantía de 137
justicia y de garantía de defensa, para que los fiscales tengan unos elementos muy claros al momento de aplicar estructuras de imputación. • De otra parte se conformará, antes de septiembre, una comisión interna de alto nivel de la Fiscalía, para recibir las inquietudes frente a casos particulares de miembros de la Fuerza Pública. La comisión escuchará las objeciones y críticas respecto de la forma como se adelantan algunos procesos, y si hay que corregir defectos o posiciones equivocadas, hacer lo debido. • Respecto al carrusel de falsos testigos y su incidencia en procesos de la Fuerza Pública, se abrirá un espacio en la Comisión para que se escuchen las denuncias al respecto y se designará un grupo de fiscales que las estudien en concreto. • Asimismo, y con relación al Fuero Penal Militar, el Fiscal se comprometió a hacer una revisión rigurosa de los casos que deben ir a la Justicia Penal Militar y los que se deben quedar en la justicia ordinaria. Al respecto, aclaró que en los casos que no se constituyan delitos como los llamados ‘falsos positivos’ u homicidios agravados, y que sean propios del combate o de operaciones militares, se debe restituir y hacer efectiva la garantía constitucional del Fuero Penal Militar. • “Si hay evidencias que demuestren que hay errores protuberantes en una investigación, seremos los primeros en corregir. Ofrecemos espacios directos de examen y revisión de casos paradigmáticos o muy emblemáticos de errores”, aseguró Montealegre. • Igualmente informó que se dará capacitación a los fiscales en materia de derecho operacional y del funcionamiento de las estructuras de manejo de la fuerza pública. • Se pondrá especial atención a los casos de cambio súbito de adecuación típica para evitar excarcelaciones y mantener privaciones indefinidas de la libertad, lo mismo que aquellos en los que se mantienen indefinidamente los procesos y no se toman Justicia transicional para militares El Fiscal dijo que si se llega a un acuerdo, a una solución negociada del conflicto armado, los miembros de la Fuerza Pública que hayan incurrido en graves violaciones a los derechos humanos en casos que tengan que ver con el conflicto, esos casos deberían ir a la justicia transicional, pero que las condiciones las tendrá que determinar el Congreso. Al referirse al papel que juega la fuerza militar en el proyecto ley estatutaria del marco para la paz, el fiscal Montealegre dijo que en este momento no hay un proyecto de ley estatutaria que desarrolle el marco constitucional para la paz. “Un proyecto de ley que desarrolle el marco constitucional para la paz solamente lo puede presentar el Gobierno a la finalización de un acuerdo en La Habana, al menos a unos acuerdos preliminares para la terminación negociada al conflicto”. Es muy interesante que se dé un debate en el país, sobre si debe o no la Fuerza Pública entrar en la justicia transicional, sobre ¿cuáles deben los límites? ¿Cuáles los delitos que tengan que ver con el conflicto? Institucional Página 15
Demil denuncia irregularidades entre la Fiscalía y la Fuerza Pública La Defensoría Militar (Demil) presentó para conocimiento del fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, una lista de inquietudes y preocupaciones que están afectando l relaciones entre el organismo acusatorio y la Fuerza Pública, en general. En representación de la Demil, que atiende cerca de 6.000 procesos de miembros de las Fuerzas Militares, el general Hernando Ortiz y la abogada Sandra Hernández, ofrecieron al 138
Fiscal un panorama preciso de la situación, con base en los aportes de los 200 juristas que hacen parte de la organización. Esas situaciones anómalas recurrentes, explicó Hernández, ocurren a lo largo y ancho del país, especialmente con algunos fiscales de la Unidad de Derechos Humanos. En primer lugar, indicó la representante de Demil, “nuestros abogados han manifestado que existe una desigualdad de armas frente a los procesos judiciales que ellos están enfrentando. Nos encontramos con hechos como la negativa al acceso del expediente antes de las diligencias de indagatoria en Ley 600”. Al respecto, dijo, “tenemos casos en los cuales, pese a que tenemos el poder, nuestros abogados van a solicitar copia del expediente para preparar y hacer una defensa adecuada, y se está negando el acceso a las copias de esos expedientes”. Denuncias “Falta de comunicación de la práctica de pruebas. No se comunica a nuestros abogados de la práctica de pruebas y en muchos eventos, cuando los abogados van a revisar los expedientes se dan cuenta que la Fiscalía fue, hizo inspecciones judiciales, escuchó testigos, tomó declaraciones, y eso no le fue comunicado a nuestros abogados”. “Tenemos casos en los que se han presentado detenciones masivas de personal. Eso lo consideramos como una falta de conocimiento de todo el ámbito militar. Es decir, tenemos patrullas completas que han pasado detenidas y hay casos en que 30 personas han sido judicializadas en un solo proceso, sin que hasta el momento el Fiscal haya determinado cuál era la actividad de cada uno de ellos. Esto viene conectado con el manejo que se viene haciendo de la figura jurídica de la coautoría y de la autoría mediata. Cuando judicializan, por ejemplo, 30 personas en un solo proceso, aplican el tema de la coautoría y tenemos 30 personas llevadas a juicio. Y qué no decir con el tema de la autoría mediata. En este momento estamos viendo cómo los comandantes de batallón y los jefes de Estado Mayor están siendo judicializados por las bajas (en combate). No sabemos si es un mal entendido, o una mala interpretación de la Directiva 001, pero estamos viendo como este año, por ejemplo, el nivel de vinculaciones de tenientes coroneles ha aumentado, así como de jefes de Estado Mayor y de comandantes de batallón, por bajas en las cuales ni siquiera se ha investigado la situación de la patrulla. A ellos se les está vinculando en calidad de coautores, en lo que consideramos desde la defensa, es un mal manejo de las figuras jurídicas de coautoría y autoría mediática”. Otra situación, anotó Demil, es el manejo probatorio de lo que son las órdenes de operaciones y el significado de esas órdenes. Esa mala interpretación de la jerarquía militar, se está viendo reflejada en los procesos donde se está vinculando a los comandantes de batallón. Así mismo, la Defensoría Militar señaló que “muchas personas han hecho de su derecho constitucional a guardar silencio y este derecho constitucional se ha tomado como un indicio grave de responsabilidad”. “Tenemos resoluciones de situación jurídica donde se ha dicho, palabras más, palabras menos, ‘pese a que el sindicado se negó a hablar’, en un claro constreñimiento hacia los miembros de la Fuerza Pública que están asistiendo a las diligencias” denunció la entidad. Como ejemplo, Hernández precisó que “tenemos casos en los que los sindicados guardaron silencio, no se hizo imputación jurídica ni imputación fáctica, y las personas fueron privadas de la libertad”. “Todas estas son una serie de actuaciones irregulares que en un momento determinado están afectando el debido proceso y el derecho de defensa de esos miembros de la Fuerza Pública, y que se están volviendo repetitivas por algunos fiscales, llevando a los acusados a demandar la necesidad de contar con un debido proceso y un derecho de defensa”, agregó Hernández. 139
Igualmente, los voceros de Demil advirtieron que hay casos que claramente son procedimientos ocurridos en vigencia de la ley 906 y hay fiscales adelantándolos bajo la vigencia de la Ley 600. “Estamos acudiendo también, a lo que hemos denominado desde la defensa, la inversión de la carga probatoria. Nos están imponiendo a los miembros de la Fuerza Pública y a su defensa, demostrar la inocencia y la legalidad de las órdenes de operaciones, en una clara inversión de la carga probatoria”, agregaron. En cuanto a los tiempos de detención, señalaron que “se están prolongando más allá delos límites permitidos por la ley, y estamos dando una conducta que se está dando, y es que a los miembros de la Fuerza Pública les imputan delitos de la justicia ordinaria, y cuando se están cumpliendo el término para la libertad provisional, son llamados a diligencia de indagatoria, se les imputa un delito de la justicia especializada, y eso hace que los tiempos de detención se aumenten”. También hay personas que han sido vinculadas mediante diligencia de indagatoria y han pasado dos o tres años, sin que se les resuelva su situación jurídica, lo que es muy grave especialmente para los miembros de la Fuerza Pública. Finalmente, la Demil señaló que como indicio para dictar la medida de aseguramiento se está utilizando el indicio de presencia, y “si hablamos de operaciones militares, es obvio que las personas están en el lugar de los hechos”. Entonces, se están constituyendo las medidas de aseguramiento con los indicios de presencia y de mentira, derivado éste, de declaraciones que los miembros de la Fuerza Pública han dado bajo la gravedad del juramento en otros procesos”. En definitiva, concluyó Demil, “a estos miembros de la Fuerza Pública se les están vulnerando sus garantías y sus derechos fundamentales”. Página 20
Aviso de privacidad de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, ACORE ACORE, conforme con lo establecido por la Ley 1581 de 2012 y el Decreto 1377 de 2013, ha obtenido información que contiene datos personales y requiere su autorización para continuar con el tratamiento de dicha información. Sus datos personales serán incluidos en una base de datos y serán utilizados para las siguientes finalidades: Lograr una eficiente comunicación relacionada con nuestros, servicios, ofertas, alianzas y para facilitarle el acceso general a la información de éstos; proveer nuestros servicios; informar sobre nuevos servicios que estén relacionados con lo prestado; dar cumplimiento a obligaciones contraídas con nuestros asociados, proveedores, y empleados; informar sobre cambios de nuestros servicios; evaluar la calidad del servicio. Los derechos que le asisten como titular de la información son: conocer, actualizar, rectificar y solicitar la supresión de sus datos personales; solicitar la prueba de la autorización otorgada, ser informado sobre el uso que se da a sus datos personales; presentar quejas por infracciones a lo dispuesto en las normas de datos personales; revocar la autorización otorgada y consultar de forma gratuita los datos personales previamente autorizados. Se les informa a los titulares de información que pueden consultar el Manual Interno de Políticas y Procedimientos para la Protección de Datos Personales de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, ACORE,-que contiene las políticas 140
para el tratamiento de la información recogida, así como los procedimientos de consulta y reclamación que le permitirán hacer efectivos sus derechos al acceso, consulta, rectificación, actualización y supresión de los datos, haciendo click en el siguiente enlace: http://www.acore.org.co/index.php/acore-colombia/normatividad Manual de Hábeas Data
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Posición actual frente al proceso ACORE y el acuerdo suscrito entre el Gobierno Nacional y el grupo terrorista de las Farc para la finalización del conflicto armado
A finales de agosto de 2012, los medios de comunicación hicieron público un documento secreto, según el cual, el Gobierno Nacional conjuntamente con el grupo terrorista Farc, iniciaría una mesa de conversaciones con el propósito de llegar a un acuerdo final que permitiría la terminación del conflicto armado en el territorio nacional.
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Este documento, que posteriormente fue confirmado como auténtico, constaba de cinco puntos principales, e incluía una agenda pormenorizada sobre temas relacionados con desarrollo agrario, participación política, fin del conflicto, cultivos ilícitos, resarcimiento a las víctimas, acuerdo final y algunas reglas de funcionamiento. El Presidente de la Republica, confirmó en su momento la realización de este acuerdo, anunciándole al país tres determinaciones fundamentales sobre las cuales se pondrían en ejecución inmediata: 1. No repetir los mismos errores del pasado. 2. Lograr la terminación del conflicto en el menor tiempo posible, evitando su prolongación indefinida. 3. Mantener e incrementar las operaciones militares en todo el territorio nacional. Al analizar la agenda acordada por los negociadores, salta a la vista que los temas previstos, corresponden, en términos generales, a los mismos que habitualmente este grupo terrorista ha llevado a otras mesas de negociación con gobiernos anteriores y que, al final, por distintas circunstancias, han terminado en rotundos fracasos, que solo beneficiaron intereses de esta organización criminal. Esperábamos en ese momento que no se repetiría la misma historia, ya que esta ha sido la constante en este tipo de negociaciones. Al observar esta agenda, el concepto generalizado fue que parecía redactada por los terroristas. No se veía por ninguna parte temas de interés nacional que el gobierno debe preservar y proteger a toda costa como valores supremos innegociables. La impresión fue que solo contenía claras imposiciones de los terroristas y pocas o ningunas de nuestros negociadores. Esto era muy preocupante. La paz, sin duda alguna, siempre ha sido un anhelo nacional y en esas circunstancias, se quiso creer, una vez más, en la buena voluntad de este grupo armado. Como oficiales de la Reserva Activa de las FF.MM., respecto de este importante y crucial tema, reafirmamos en ese momento lo dicho en pronunciamientos anteriores, particularmente en carta abierta que le fuera enviada el 14 de junio del año pasado a nuestro Comandante en Jefe, y de la cual extractamos los siguientes apartes: • “Señor Presidente, a la paz no le tenemos miedo. Lo que si tememos, al igual que muchísimos colombianos, es a la forma como se pudiera negociar”. • “Usted bien sabe que nuestras Fuerzas Militares están plenamente capacitadas para derrotar esta amenaza (Farc), siempre y cuando se les proporcione la seguridad jurídica requerida y una legislación antiterrorista adecuada”. • “Sobra repetir todo, lo que inexplicablemente se ofrecería en cuanto a impunidad y oportunidad para algunos de estos terroristas, que les permitiría ocupar posiciones de gobierno o en cuerpos colegiados, sin castigo, sin verdad y sin ningún tipo de reparación, no obstante haber sembrado de sangre, miseria y horror en los campos colombianos. Al ofrecer todo este tipo de ventajas se les estaría entregando importantes cuotas de poder que jamás hubieran alcanzado, a través de su lucha armada”. Al firmar un acuerdo en las condiciones planteadas por esta agenda de discusión, “haría un país derrotado por la agresión terrorista: entregar todo o casi todo, por nada o casi nada. Señor Presidente, tenga la certeza que este no es el caso colombiano”. La única guerra que hemos perdido hasta el momento, es la jurídica en los distintos estrados judiciales. Conscientes de lo que fue expresado públicamente a nuestro Comandante en Jefe respecto de éste proceso, consideramos también muy pertinente formular las siguientes consideraciones: 1. Bajo ninguna circunstancia podemos sacrificar nuestros principios y valores democráticos, con el fin de lograr inciertas soluciones.
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2. Un manejo político inapropiado o equivocado frente a exageradas demandas, constituiría un daño irreparable al futuro de nuestro país. Se pondría en alto riesgo el porvenir de la República. 3. La excesiva generosidad del Estado en este proceso, constituiría una gran muestra de debilidad que será hábilmente explotada por los terroristas. 4. El Gobierno solo debe ofrecer lo que nuestras instituciones democráticas les otorgan a todos nuestros conciudadanos. 5. La paz puede ser la victoria, pero como bien se dice, para alcanzarla hay que ganar la guerra. Ganar la guerra es quebrar la voluntad de acción de los terroristas. Es debilitarlos tanto como sea necesario para lograr que renuncien a sus aspiraciones y se sometan a las leyes de la República. Esto no implica exterminar hasta el último terrorista. 6. Queremos una paz estable y duradera y unas Fuerzas Militares altamente motivadas y fortalecidas que tengan la suficiente capacidad para garantizarla. 7. No queremos terroristas ejerciendo cargos de poder y militares que han defendido legal y constitucionalmente esta nación, condenados, humillados y confinados en las distintas cárceles del país. 8. Negociar en medio del conflicto, ofrece ventajas y desventajas. Esta organización criminal tratará de aprovechar esta circunstancia para intensificar su accionar terrorista y obtener algunos beneficios en la mesa de conversaciones. En un momento oportuno, deberá imponerse un cese al fuego unilateral que prohíba expresamente el accionar terrorista indiscriminado contra la población civil, el uso de campos minados, el desalojo de tierras, el secuestro, la extorsión y la comisión de otros delitos atroces que perturben la tranquilidad ciudadana. 9. Todo tema relacionado con nuestras Fuerzas Militares debe ser innegociable. De todos es bien conocido, la intención de debilitar nuestro aparato militar, único freno real y efectivo que les impediría lograr en un futuro inmediato implantar un régimen extremista, al estilo de los ya existentes en nuestra región. En este proceso de negociaciones, sin duda alguna tratarán de imponer, como mínimo, algunas condiciones como la eliminación definitiva del Fuero y de la Justicia Penal Militar, la doctrina de seguridad nacional, la revisión de la situación laboral de nuestros combatientes en su carácter de régimen especial, reducción del pie de fuerza y restricciones significativas de tipo presupuestal. También podrían incluir la creación de una guardia o milicia nacional, que podría ser integrada por los terroristas que sean desmovilizados. Existe gran preocupación en cuanto a la posible negociación de que puedan ser objeto nuestras Fuerzas Militares, tal como se expuso en el numeral anterior. Para evitar este riesgo, los oficiales pertenecientes a la Reserva Activa de nuestras FF.MM., consideraron indispensable tener una amplia participación de carácter permanente en las mesas de dialogo previstas y no en mecanismos diferentes como los que le fueron anunciados al Partido Comunista Colombiano (PCC) por parte del Presidente de la República. Para este propósito, se propuso la designación de un Oficial que actuaría como vocero permanente con carácter de plenipotenciario, llevando la representación institucional. Tal propuesta, fue oportunamente aprobada. Las consideraciones anteriores fueron presentadas como un decálogo de compromisos, con la esperanza de que sean tenidos en cuenta en este importante proceso, el cual a nuestro juicio y como requisitos mininos, debe finalizar con los siguientes acuerdos: 1. Desmovilización total y entrega de armas. 2. Suspensión definitiva de todas las actividades atinentes al narcotráfico, incluyendo producción, comercialización, entrega de rutas y, bajo ninguna circunstancia, darle carácter de delito conexo al delito político para que pueda ser efectiva su penalización.
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3. Acción penal real y efectiva contra quienes se desmovilicen, mediante la correcta y justa aplicación de los beneficios que sean contemplados en la ley estatutaria que establezca el Marco Jurídico para la Paz. La justicia transicional debe castigar como mínimo los delitos atroces y todas las conductas considerados de lesa humanidad. Finalmente, queremos reafirmar una vez más, nuestra clara intención de respaldar este proceso dentro de las circunstancias aquí planteadas, esperando que los resultados que sean obtenidos, constituyan el primer paso para lograr ese anhelo nacional de conseguir una paz firme y duradera, con la plena aceptación y satisfacción de la totalidad del pueblo colombiano. Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional ACORE Bogotá, D.C., 18 de julio de 2013
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Institucional Página 7 REFORMA A LA JUSTICIA PENAL MILITAR
Decidida participación de ACORE en el trámite legislativo El Congreso de la República aprobó el pasado 19 de junio el informe de Conciliación de la ley estatutaria que reformó los artículos 116, 152 y 221 de la Constitución Nacional, relativos a la Justicia Penal Militar, y en cuyo trámite ACORE tuvo una activa participación, logrando que propuestas suyas fueran incluidas en el texto de los artículos 8, 31, 32 y 70. La norma deberá ahora surtir su trámite de control previo ante la Corte Constitucional. La participación de ACORE en el trámite legislativo fue orientada por su presidente nacional, brigadier general Jaime Ruiz y por el vicepresidente, brigadier general Rodrigo Quiñónes, quienes estuvieron presentes inicialmente en todas y cada una de las audiencias públicas citadas por las comisiones primeras de Senado y Cámara. Con el apoyo del departamento de Estudios Socio-Políticos de la Asociación, durante varios meses sus directivos analizaron, debatieron y aportaron para el mejoramiento del proyecto, en un ejercicio democrático que buscó siempre mejorar las condiciones de los hombres y mujeres de la Fuerza Pública, perjudicados por el menoscabo que en los últimos años venía sufriendo el Fuero Militar. Una vez concluido el estudio del proyecto y aprobado en las respectivas comisiones, la atención de los directivos de ACORE se enfocó en el seguimiento a los debates en las plenarias del Congreso, en donde nuevamente la Asociación estuvo presta para aportar su granito de arena, y a la vez alertar sobre aquellos elementos que podrían afectar a la fuerza pública. En consecuencia, durante el trámite del proyecto se presentaron intensos y extensos debates para los cuales los presidentes de ambas Cámaras dieron todas las garantías a la oposición, con el objetivo de lograr una discusión transparente para el ejercicio de la democracia. Si bien ACORE es consciente de que la ley aprobada no contiene todas las garantías deseadas para el bienestar de los miembros de nuestras Fuerzas Armadas, también es cierto que sí se logró un marco jurídico que permite actuar de manera más efectiva en desarrollo del conflicto y responde de alguna manera a la actual ausencia de reglas claras, logrando la armonización del derecho penal y el Derecho Internacional Humanitario. El texto de la Ley Estatutaria, aprobado por el Congreso, contiene definiciones sobre lo que se entiende por grupo armado, blanco legítimo y combatiente. También determina qué tipos de delito no serán competencia de la Justicia Penal Militar. La Ley crea dos organismos: el Tribunal de Garantías y el Tribunal Superior Militar. Sus miembros no podrán tener incidencia de mando en la Fuerza Pública y serán elegidos por ocho años sin posibilidad de reelección. Finalmente, debemos destacar y agradecer el apoyo y confianza entregado a ACORE durante el trámite del proyecto, por parte de las demás asociaciones y gremios de la Fuerza Pública, que mantuvieron permanente diálogo en la búsqueda del objetivo alcanzado. 146
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ACORE entrega concepto sobre Proyecto de Ley Estatutaria del Fuero Penal Militar En atención al trámite legislativo del Proyecto de Ley Estatutaria No. 211 de 2013 Senado y 268 de 2013 Cámara, “Por la cual se desarrollan los artículos 116 y 221 de la Constitución Política de Colombia y se dictan otras disposiciones”, ACORE convocó a un desayuno de trabajo con el fin de analizar el Proyecto de Ley y entregar a los ponentes las consideraciones de la Reserva Activa frente al futuro de Fuero Penal Militar. Participaron del grupo de trabajo el senador Juan Carlos Vélez (partido de la U), asesores de otros congresistas ponentes, las directivas de la Asociación, del Cuerpo de Generales y Almirantes, del Colegio de Generales de la Policía, de la Defensoría Militar, de Acorpol, de Asocaci, y oficiales Acorados. Para empezar, quedó claro el postulado de que “Los principios de la guerra y los fundamentos de las operaciones de combate deben armonizarse con la normatividad y contemplarse también dentro de esta ley estatutaria, recordando que, los primeros, son verdades inmutables a través de los siglos, de cuya observancia dependen los resultados de la guerra. Consagrarlos como principios en esta ley estatutaria, constituiría una contribución a la seguridad jurídica de los militares y cerraría el marco de interpretaciones que jueces y principalmente fiscales, adecúan a sus intereses perversos”. Análisis del articulado Acto seguido se presentó el siguiente análisis del articulado que preparó ACORE para los congresistas ponentes. Artículo 2. Interpretación de la Ley Resulta conveniente aclarar que si bien la Ley Estatutaria busca la reglamentación de los temas que dispuso el Acto Legislativo, conforme con el objetivo de la Reforma, debe expresarse claramente que se trata del FORTALECIMIENTO DEL FUERO MILITAR, que no fue otra la intención del legislador y por ello, en ese sentido y con ese espíritu debe interpretarse la ley
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Artículo 5. Principios aplicables Se aprecia que las definiciones de los principios se apartan de las tradicionales y comúnmente aceptadas en el Derecho Internacional Humanitario, sin que se estime que de esta redacción se desprendan ventajas para los propósitos de defender y fortalecer fuero militar. Como consecuencia, resulta urgente y necesario adoptar las disposiciones del DIH, toda vez que aquí se han redactado aquellas de manera más restrictiva y desfavorable, con consecuencias en el campo penal, disciplinario y operacional. El articulado resulta INCONVENIENTE. El literal f), Precaución, no solo resulta inconveniente, sino que genera problemas graves cuando ocurran accidentes y errores, comúnmente conocidas como daños colaterales o incidentales El literal g), Necesidad militar no explica en qué consiste aquella, que sería lo que se espera para evitar interpretaciones. En la forma en que está redactado, deja lugar a cualquier tipo de interpretación y manipulación interesada. La remisión que hace al Artículo16 no aporta nada por cuanto aquel tampoco la define. El DIH la considera como el evitar daños innecesarios y supone optar por el mal menor para no causar a la parte adversa mayor violencia que la exigida por el desarrollo de las hostilidades, teniendo en cuenta el principio de la proporcionalidad. Ellos dos son los que permiten tomar las medidas necesarias para conseguir las metas de la guerra. Esta definición contiene graves consecuencias en el desarrollo de las operaciones militares, al establecer limitaciones de aplicación de la necesidad militar, que dejan sin posibilidades cualquier margen de error y que se oponen a lo que la jurisprudencia y la doctrina del Derecho Internacional Humanitario han considerado como la existencia de un punto de equilibrio razonable entre la necesidad militar y el principio humanitario. El literal h), seguridad jurídica, no contiene norma que consagre esta seguridad jurídica en beneficio del fuero militar y pretende soportarla en el establecimiento de unas disposiciones que, por el contrario, representan una carga en el cumplimiento de los deberes para los miembros de la Fuerza Pública. Debe entenderse como la garantía que el Estado debe brindarles sobre el respeto de sus derechos fundamentales y las garantías judiciales, tales como el debido proceso, la presunción de inocencia durante todo el tiempo, la investigación y juzgamiento por juez natural y la aplicación del principio de legalidad, que hoy están ausentes en los procesos que se les siguen.
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Artículo 7. Especificidad de este título Teniendo en cuenta que el Derecho Internacional Humanitario es aplicable a todas las partes en conflicto, debe retirarse de la redacción la exclusividad que plantea para los miembros de la Fuerza Pública. Si se deja en esta forma, terminarán siendo condenados por este tipo de infracciones solo los militares y policías, mientras que a los antisociales se les aplicará el derecho penal ordinario, menos gravoso que aquel.
Artículo 8. Grupo armado La descripción que se hace del grupo armado, impone condiciones que implican restricciones y limitaciones para las unidades en combate. Si se quiere dejar la descripción, debe aclararse que es al gobierno nacional a quien corresponde la obligación de determinar cuáles organizaciones armadas tienen esta connotación, sin permitir que se traspase la responsabilidad a las unidades subalternas. El término, únicamente, que hace parte de la descripción, conduce a generar incertidumbre de si se puede o no, actuar contra un grupo de delincuentes, ante lo cual las tropas, por su seguridad jurídica, optarán por abstenerse. Por otra parte esta descripción se constituye en referente que puede ser malintencionadamente utilizado en los juicios e investigaciones contra los miembros de la Fuerza Pública. El criterio de que los elementos sean concurrentes, hace más gravoso el planeamiento y la ejecución de las operaciones y más fáciles las acusaciones y las imputaciones a los miembros de la Fuerza Pública que participen en ellas. Adicionalmente se contrapone a lo establecido en el Artículo 15 de este proyecto, que establece la sujeción a los manuales operacionales, reglamentos y reglas de encuentro, que, como lo prevé el Derecho de la Guerra, da la oportunidad de hacer uso de la fuerza anticipadamente y en forma preventiva. La condición del ordinal c) de que las acciones delictivas se realicen solo en el territorio nacional, además de no aportar nada, se constituye en una inadecuada limitación y apreciación o evaluación de las acciones terroristas de los grupos.
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Artículo 13. Objetivo militar La redacción que se hace, aparentemente copia el texto definido en el Protocolo I, pero modifica la característica que allí se establece de la ventaja militar (Definida) para calificarla como “concreta y directa prevista”, hecho que condiciona y limita aún más el desarrollo de las operaciones y expone mayormente a sus integrantes a las consecuencias penales, por restringir y agravar el tipo de ventaja que se espera obtener. El inciso final de este artículo, pareciera redactado por las organizaciones que hacen la guerra jurídica contra la institución militar, ya que no se encuentra fundamento al agravamiento de las condiciones para obtener la ventaja militar, salvo que se quiera favorecer las acciones enemigas. Estas restricciones a las operaciones militares solo llevan a que los miembros de la Fuerza Pública, vean amenazada su libertad en caso de desarrollar operaciones. 150
Adicionalmente, agrava la responsabilidad jurídica de los superiores y los Estados y Planas Mayores
Artículo 16. Necesidad militar y principio de humanidad Advirtiendo que contiene apreciaciones que no definen el objeto de que se trata, resulta igualmente inconveniente ya que da lugar a interpretaciones por las salvedades que consignan sobre la necesidad militar. Se aplica lo reseñado en las observaciones al Artículo 5, literal g.
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Artículo 18. Responsabilidades en la planeación, preparación y ejecución Entendiendo la filosofía y sentido del artículo, debe cambiarse la redacción, ya que genera la forma en que se presenta.
Artículo 19. Iniciativa de la Fuerza Pública Debe modificarse el segundo inciso
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Artículo 24. Verificación previa al ataque La verificación previa puede adelantarse en situaciones que permiten el planeamiento, pero no en los casos de objetivos de oportunidad y situaciones imprevistas, por lo que resulta necesario adicionarse una aclaración y salvedad para prevenir que los militares puedan ser objeto de imputaciones penales cuando se cometen errores.
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Artículo 31. Posición de garante Debe adicionarse en el inciso segundo
Capítulo III. Ausencia de responsabilidad (Artículos 34 a 39) Resulta excelente y apropiada la normatividad consignada en este capítulo. Garantiza efectivamente el fuero militar y traslada a los organismos de investigación y al Estado la carga de la prueba, que actual y equivocadamente se radica hoy en cabeza de los investigados y procesados. Cambiar en el literal a del Artículo 38 objetos militares, por objetivos militares.
Artículo 40. Competencia por conexidad Debe adicionarse para aclarar que son de competencia de la Justicia Penal Militar.
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Artículo 45. Infracciones contra el Derecho Internacional Humanitario Deja abierta la puerta a las interpretaciones acomodaticias, al consagrar que también están excluidas las que no tengan relación próxima y directa con el servicio, máxime cuando ya existe jurisprudencia sobre la duda que debe demostrarse para el cambio de jurisdicción. Por ello, debe suprimirse la expresión: “y las que no tengan relación próxima y directa con el servicio.” La calificación de próximo y de directa, que se estrena en esta normatividad y puede dar lugar a múltiples interpretaciones que generarían nuevamente inseguridad jurídica.
Artículo 68. Contactos ex parte Resulta retardataria e inconveniente, además de odiosa, la prohibición de que los funcionarios de la Justicia Penal Militar puedan tener comunicación con las partes. Esta fórmula, propia del sistema de justicia sin rostro, adoptada con ocasión de los atentados terroristas del narcotráfico en Colombia y en Italia, no resulta aplicable en un Estado Social de Derecho como el que la Constitución Nacional reserva para Colombia. Por otra parte y en clara falta de congruencia, esta disposición no está acorde con lo normado en los artículos 48 y 50 de este proyecto, en los que se indica que su acción es pública y garantiza el libre acceso a la justicia.
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Título Quinto. Comisión Técnica de Coordinación (artículos 69 a 76) Toda vez que en el acto legislativo se consagró que los integrantes deberán ser representantes de la Justicia Penal Militar y de la justicia ordinaria, existe una limitación que impediría la participación de militares combatientes, quienes serían los llamados a emitir conceptos técnicos operacionales idóneos referidos a las operaciones de combate. Esto impone que la Fuerza Pública capacite oficiales y suboficiales combatientes en asuntos de policía judicial a fin de garantizar que sus conceptos correspondan a la realidad de las operaciones. El procedimiento de verificación dispuesto en los artículos 79 a 81, establece limitaciones sustanciales para el derecho de defensa y resulta violatorio de las garantías judiciales, toda vez que ordena que solamente se conozca la recomendación del informe de la comisión, pero aquel si puede servir de base para la investigación, lo cual imposibilita a la defensa el conocimiento de los elementos materiales probatorios y evidencia física. Estaríamos frente a lo ocurrido cuando el Inspector del Ejército ocultó los informes que dieron lugar a la baja masiva de oficiales de alto grado en 2008, obstaculizando las acciones defensivas. Peor aún, cuando establece en el Artículo 80 que este informe, cuando no encuentre indicios de una conducta, no impedirá la denuncia penal por parte de particulares ni la iniciación oficiosa de la investigación. Así, solamente la defensa queda ausente del acceso al informe y a los elementos materiales probatorios recopilados. Título Sexto. Tribunal de garantías penales Conforme se dijo en las consideraciones previas, los magistrados del Tribunal deben ser oficiales de grado General o Coronel combatientes con experiencia en comando y conducción de operaciones de combate. En cuanto a los requisitos exigidos, se debe modificar en el inciso quinto del Artículo 84, en el sentido de eliminar el término podrá, por el término será.
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El Fuero aprobado es demasiado limitado para un país en conflicto armado Al intervenir en la Comisión Accidental que trata sobre las necesidades de la Fuerza Pública del Congreso de la República, el presidente Nacional de ACORE, brigadier general Jaime Ruiz Barrera, le agradeció su preocupación por atender las necesidades más apremiantes en materia salarial, de salud y de seguridad jurídica. Igualmente, hizo un reconocimiento al senador Juan Lozano, porque fue el promotor para que los requerimientos de la Fuerza Pública quedaran en el Plan de Desarrollo Nacional vigente hasta el año 2014. “En materia de salud, dijo el BG Ruiz, hay que reconocer el gran esfuerzo que ha venido realizando el Gobierno para atender esta problemática que viene de tiempo atrás. Sin embargo, dijo, tenemos una gran preocupación. Hay algo que no entendemos, y que tiene que ver con la inexplicable demora en la reconstrucción del sistema que colapso por haber sobrepasado sus capacidades. La primera tarea era la sistematización, pero no ha sido posible, y no ha sido posible por que inexplicablemente se han empeñado en utilizar un sistema que fracasó, no hay razón técnica, ni de ninguna índole que justifique utilizar este sistema, el sistema SAP. Además de ser supremamente costoso, se han invertido más de 20.000 millones de pesos y no hemos encontrado solución alguna. No hay razón para que le quiten la potestad al servicio de salud para resolver este problema y se lo apropie el Ministerio de Defensa para persistir en algo que realmente no tiene sentido”. En materia de seguridad jurídica, ya se está tramitando el proyecto de ley estatutaria que permitirá la aplicación del Fuero Militar. Al respecto, el BG Ruiz dijo que “esta reforma que se hizo, que no era lo que esperábamos, es un Fuero demasiado limitado para un país que, enfrenta un conflicto armado de grandes proporciones. Es un hecho, hay que reglamentar la norma. Un reconocimiento especial al Ministerio de Defensa y al mando militar por su gran preocupación, para que aquello que no quedó en la norma constitucional, se incluya a través de la ley estatutaria. Si no hay protección jurídica, no habrá quien defienda este país frente a la amenaza terrorista. No es problema de los militares; es problema del país completo, de la nación entera. Debemos brindarles a nuestros combatientes, militares y policías, herramientas para que se puedan enfrentar a las organizaciones terroristas sin temor a ser encarcelados, que es lo que lamentablemente está ocurriendo”. Sobre el proceso de paz, el general Ruiz planteó la preocupación de la Reserva sobre el cómo y qué se va a negociar para lograr este gran propósito de la paz. ”Nosotros, los de la Reserva, bajo ninguna circunstancia nos hemos opuesto a este gran proyecto que es un anhelo nacional. Hemos dicho con claridad que la paz se logra, o bien negociada políticamente, como se pretende ahora, o con victoria militar. Pero para lograrla a través de la victoria militar, en caso de un fracaso de este proceso, necesitamos tres cosas, se lo dije al Presidente Santos: 157
voluntad política. El gobierno la tiene, el Congreso también nos respalda, pero no así la rama judicial. La rama judicial nos persigue persistente e insistentemente. Si el Presidente no logra que la Rama Judicial cambie su actitud, que el Fiscal General diga cosas distintas a las que sigue afirmando y cambie esa posición tan radical en contra nuestra, no tendremos esa capacidad que el Estado requiere para lograr el objetivo final de consecución de la Paz. Segunda, necesitamos una ley antiterrorista bien sea por iniciativa del Ejecutivo o por iniciativa del Congreso de la República. Colombia es de los pocos países, que reconociendo un conflicto armado como el que tenemos, no tiene una ley, no tiene unas normas, no tiene unos estatutos antiterroristas para enfrentar este tipo de amenaza. Esta legislación es absolutamente necesaria para que nuestros combatientes se la jueguen toda en el cumplimiento de su tarea y evitar que terminen procesados por la justicia ordinaria y, posteriormente, humillados y encarcelados inexplicablemente. Y la tercera, que es consecuencia de lo anterior, son las garantías procesales que nos proporcione la seguridad jurídica requerida y nos permita actuar con decisión y esmero, a través de un marco legal suficientemente claro y definitivo. Página 11
Acompañamos el proceso de paz porque es un anhelo nacional: BG Ruiz Barrera La preocupación del pueblo colombiano no está solamente en las FF.MM. que están peleando en el monte, está también en todo lo que ocurre en el territorio nacional y lo que piensan los Generales que en otras épocas fueron protagonistas en diversas situaciones relacionadas con la seguridad y defensa de este país, bajo esa óptica, el periodista de RCN la Radio, Antonio José Caballero, quiso conocer de primera mano las opiniones del brigadier general Jaime Ruiz Barrera, sobre varios temas del acontecer nacional, en especial lo que tiene que ver con la posición de la Reserva Activa sobre los diálogos de paz de La Habana. Antonio José Caballero. AJC. ¿Cómo reciben el tema de las conversaciones que se llevan a cabo en La Habana para una eventual terminación del conflicto armado? Brigadier general Jaime Ruíz Barrera. BGJRB. Lo más importante es decir en forma clara y categórica, que no somos enemigos de la paz y que acompañamos este proceso porque es un anhelo nacional. Bajo ninguna circunstancia lo hemos rechazado. Nos preocupó en un principio cuando comenzó a filtrarse la información de que algo había sobre el particular y los comentarios que surgieron de poderse estar negociando a espalda del país en circunstancias que podrían ser muy desfavorables. Cuando el Presidente de la República confirmó que efectivamente existía una negociación con el grupo terrorista de las Farc y se dio a conocer la agenda acordada para la iniciación de conversaciones, hice algunas consultas en nuestra Asociación para fijar una posición frente a este proceso. La respuesta fue favorable y en tal sentido hicimos un pronunciamiento formal que dimos a conocer mediante carta abierta a la opinión pública. En este pronunciamiento planteamos varias consideraciones y recomendaciones, que a juicio nuestro, deberían tenerse en cuenta para no repetir los mismos errores cometidos en negociaciones similares realizadas en el pasado con esta organización terrorista. 158
Queríamos que las cosas se hicieran de la mejor forma posible y que bajo ninguna circunstancia, por el afán de negociar, corriéramos el riesgo de sacrificar nuestros principios y valores democráticos tradicionales en busca de inciertas soluciones. Destacamos también que una excesiva generosidad del Estado en este proceso, constituiría, sin lugar a dudas, una muestra de debilidad que podría ser hábilmente explotada por los terroristas. AJC. ¿Qué les preocuparía a ustedes, señalando con nombre propio, de lo que se pudiera entregar? JRB. Hay cosas que son innegociables que tienen que ver con la seguridad y defensa nacional; que tienen que ver con la parte estructural de quienes defienden este país. No queremos que ocurra algo similar a lo que aconteció en El Salvador. Gran parte de los terroristas desmovilizados llegaron a reemplazar a la Policía Nacional de ese país. Hoy en día están pagando las consecuencias de esta absurda determinación. De ahí la importancia del general Jorge Mora Rangel en esta mesa de conversaciones. Constituye la mejor garantía para evitar que se nos negocie desde el punto de vista institucional y para evitar que acaben con valores fundamentales como nuestro Fuero y nuestra Justicia Penal Militar. De todos es bien conocido, la intención de debilitar nuestro aparato militar, único freno real y efectivo que les impediría a estos terroristas llegar en un futuro inmediato a implantar un régimen extremista al estilo de los existentes en países vecinos de la región. AJC. Suena a veces en la calle esa peligrosa frase de ‘ruido de sables’. Recuerdo cuando en el gobierno de Belisario Betancur se habló de los generales Landazábal y Lema. Después con el ministro Lloreda, en otro gobierno. Ahora se dice que hay descontento en sus organizaciones y en las tropas que están en las montañas colombianas por todo lo que está pasando y la forma como lo maneja el Gobierno. JRB. Partamos de un principio: hace mucho tiempo que se acabaron los golpes de Estado. Hoy en día son inaceptables. La comunidad internacional no los permite. Un golpe de Estado sería una aventura estúpida y sin sentido. Estos rumores tienen nombre propio y forman parte de la guerra política que habilidosamente realizan los terroristas. Cuando dentro de este propósito, la ex senadora Piedad Córdoba, responsable de esta especie, además de buscar protagonismo, dice cualquier sandez como ésta, hay que entenderlo como parte de la tarea que se propone en favor de los terroristas. Aquí no hay ruido de sables y no lo habrá bajo ninguna circunstancia. Nuestra formación como militares está dentro de una cultura de total respeto al poder civil de la nación. De eso no tenemos la más mínima duda. En los cerca de 65 años de conflicto armado, hemos sido perfectamente claros en nuestra posición civilista y democrática. Todos los de nuestra generación, recordamos con claridad lo que realmente paso en 1954. El supuesto golpe de Estado del general Gustavo Rojas Pinilla, no fue orquestado por los militares. Fue por un grupo importante del sector político tradicional que lo promovió. Se le llamo ‘golpe de opinión’. Dirigentes políticos de los principales partidos le pidieron al General que tomara las riendas del poder, porque el país estaba totalmente desbaratado. Somos muy respetuosos de lo que significa el estado de derecho. No hay la más mínima intención, ni la más mínima posibilidad de quebrantarlo. Primero porque no se puede ni se debe, y segundo porque no se justifica. Hay respeto total al ordenamiento jurídico de la nación. AJC: ¿Hay preocupaciones dentro de las reservas? ¿Cómo se conjugan con las de quienes se encuentran en servicio activo? ¿Se sienten bien tratados? JRB: Ciertamente hay algunas necesidades insatisfechas que nos afectan por igual, tanto a quienes nos encontramos en la Reserva, como a quienes permanecen en servicio activo. Estas tiene que ver principalmente con asuntos salariales, cuestiones de bienestar y con aspectos relativos a la seguridad jurídica. Sobre este particular, hay que reconocer que este Gobierno, a través del Ministro de Defensa, está haciendo esfuerzos para resolver esta problemática en la 159
mejor forma posible. En materia salarial, especialmente en lo que tiene que ver con el reconocimiento y compromiso de pago del IPC de los miembros de la Reserva Activa, ya está solucionado. Hay otras costosas demandas relacionadas con nivelación salarial, que aún se encuentran pendientes. En materia de bienestar, tenemos graves dificultades, particularmente con los servicios de salud. Al incrementarse el pie de fuerza, por la urgente necesidad de enfrentar con mayores recursos la agresión terrorista, estos servicios colapsaron. AJC. El combatiente, el teniente, el subteniente, ¿se siente maltratado o desatendido? JRB. Las tropas comprometidas en combate tienen toda la atención que requieren para el cabal cumplimiento de su misión. Sobre este particular no existe queja alguna. Hay otros aspectos que son supremamente preocupantes, y son los que corresponden al tema de la inseguridad jurídica. Esta inseguridad jurídica, se está dando por la ausencia del Fuero Militar y la pérdida de competencia que siempre le ha correspondido a la Justicia Penal Militar para investigar todo tipo de conducta relacionada con el servicio. Para quienes forman parte de la Reserva Activa también se les está aplicando la modalidad de la responsabilidad mediática, buscando a toda costa comprometer penalmente los distintos niveles del mando por conductas punibles causadas por sus subalternos. Para este propósito, se recurre a todo tipo de montajes con base en pruebas y testimonios falsos, tipificando supuestos delitos de lesa humanidad que nunca prescriben. Esta es parte de la estrategia que se viene aplicando dentro de la llamada Guerra Jurídica que exitosamente ha emprendido la extrema izquierda radical contra nuestros combatientes. En estas circunstancias, lo peor que le puede ocurrir a un Comandante es obtener resultados en las operaciones de combate, ya que de inmediato queda expuesto a cualquier tipo de persecución por parte de la justicia ordinaria y ser objeto de investigación sin garantías procesales de ninguna índole. En este momento, y como resultado de la acción judicial del sistema ordinario que en forma irregular e inconstitucional, se adjudicó la competencia, en siete años de ausencia de Fuero Militar y de desprotección jurídica, ya sobrepasamos los trece mil hombres fuera de combate, en la mayoría de los casos por procedimientos irregulares, politizados y revanchistas, de un sistema judicial que no constituye ninguna garantía. En cuanto a las operaciones aéreas, está ocurriendo algo similar. Por ejemplo, en el caso Santodomingo, Arauca, están siendo juzgados irregularmente con pruebas y testimonios falsos, unos pilotos de combate a quienes se les adjudicó un bombardeo en un lugar donde un grupo de la organización terrorista Farc, hizo explotar un camión bomba, causando la muerte indiscriminada de un gran número de hombres, mujeres y niños ajenos al conflicto armado. En estas circunstancias, la ausencia de una protección jurídica adecuada, está afectando significativamente la voluntad de lucha de nuestros combatientes. De no solucionarse este gran problema, no habrá quien defienda este país de la amenaza terrorista que nos afecta. AJC: Si le entiendo bien, General, eso está acabando con las posibilidades de lucha de la FF.MM., porque nadie se va a exponer a ir a la cárcel y sufrir una condena de años y años por una acción militar legitima. Tampoco habrá bombardeos de la FAC ni del Ejército. Trece mil hombres fuera de combate por decisiones judiciales altamente cuestionadas, minan la moral de todo el mundo. JRB. Este problema del Fuero Militar y de la protección jurídica de nuestros combatientes no es problema solo de los militares, es problema del país entero. Donde no se le ponga la atención debida a este problema, vamos a tener sorpresas muy desagradables. Ojala que cuando el Estado sea consciente de esta gravísima situación y presente soluciones, estas no lleguen demasiado tarde.
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AJC. ¿Qué sorpresas podemos tener? JRB. Sorpresas indeseadas… sencillamente el fortalecimiento de estos grupos armados, el incremento de su accionar terrorista en forma indiscriminada, el pánico de la población civil, la desmoralización de la tropas, la incapacidad del Estado para enfrentar esta gravísima situación, el caos económico, etc. En estas circunstancias, ya no cabría negociación alguna para lograr la paz. Habría que capitular.
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Acción penal real y efectiva contra quienes se desmovilicen Pronunciamiento de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE)
Referencia: proceso de negociaciones con el grupo terrorista Farc para terminación del conflicto armado. (Punto tres agenda- Posconflicto). En el punto tres de la agenda en referencia se trata lo relacionado con los compromisos a que se podría llegar en la fase final del conflicto, una vez se formalice un acuerdo de paz definitivo con el grupo terrorista Farc. En esta última fase, sin duda alguna la más compleja de este proceso, es indispensable definir con claridad, como punto de partida, todo lo relacionado con el cese al fuego, el desarme y la reinserción de quienes se desmovilicen dentro de las condiciones que sean pactadas. También tendrá que incluir, temas vitales respecto a la restitución de tierras, retorno de desplazados, acción jurídica contra los desmovilizados, inversiones en infraestructura de zonas afectadas, reparación de víctimas, papel de las FF.MM. y de la Policía Nacional y otras acciones por parte del Estado, que permitan la consolidación real y efectiva de este proceso y que garanticen el estricto cumplimiento de los acuerdos pactados. Sobre este particular y sobre este mismo tema, ACORE, en representación del cuerpo de oficiales de la Reserva Activa, reafirma lo ya expresado en carta abierta a la opinión pública en el mes de septiembre del año pasado, de la cual se considera oportuno, extractar los siguientes apartes: “1. Dentro de este proceso, bajo ninguna circunstancia se pueden sacrificar nuestros principios y valores democráticos, con el fin de lograr inciertas soluciones. 2. Un manejo político inapropiado o equivocado frente a demandas exageradas, constituiría un daño irreparable al futuro del país. Se pondría en alto riesgo el porvenir de la República y de sus instituciones. 3. La excesiva generosidad del Estado en este proceso, puede constituir una gran muestra de debilidad que será hábilmente explotada por los terroristas. 4. El Gobierno solo debe ofrecer lo que nuestras instituciones democráticas otorgan al común de nuestros conciudadanos. 5. Queremos una paz estable y duradera y unas Fuerzas Armadas altamente motivadas y fortalecidas que tengan la suficiente capacidad para garantizarla. 6. No queremos terroristas ejerciendo cargos de poder y miembros de la Fuerza Pública que han defendido legal y constitucionalmente esta nación, condenados, humillados y confinados en las distintas cárceles del país. 7. Todo tema relacionado con nuestras Fuerzas Armadas y con los principios fundamentales que rigen la seguridad y defensa de este país, debe ser innegociable. De todos es bien conocido, la intención de debilitar nuestro aparato militar y policivo, para lo cual tratarán de imponer algunas condiciones tales como la eliminación definitiva del fuero y de la Justicia
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Penal Militar y de Policía, revisión de la situación laboral de la Fuerza Pública en su carácter de régimen especial, reducción del pie de fuerza y restricciones significativas de tipo presupuestal. También podrían exigir la creación de una guardia o milicia nacional, que podría ser integrada por los terroristas que sean desmovilizados. 8. El cese al fuego deberá ser de carácter unilateral. Quienes tienen que silenciar las armas son los terroristas y no las Fuerzas Armadas de la República. El cese al fuego y de hostilidades deberá iniciarse en el momento mismo en que se firme el acuerdo final para la terminación del conflicto. 9. Por elementales principios de igualdad, los miembros de la Fuerza Pública que se vean incursos en investigaciones penales por causa o razón del conflicto, deberán ser objeto de un tratamiento similar a quienes resulten favorecidos con los beneficios que otorga el llamado marco jurídico para la paz y la justicia transicional. 10. Por razón de estos mismos principios de igualdad, los miembros de la Fuerza Pública que se han visto afectados por causa del conflicto armado, deberán recibir los mismos beneficios que sean otorgados a quienes se consideren víctimas de este mismo conflicto. El marco de tiempo para reconocer estos beneficios, no puede ser inferior al tiempo en que hizo su aparición esta organización terrorista. Consecuente con lo anterior, esperamos que todas estas consideraciones, sean tenidas en cuenta en este importante proceso, el cual a nuestro juicio y como requisito mínimo, debe finalizar con los siguientes acuerdos: 1. Desmovilización total y entrega de armas. No ‘dejación’ como se pretende. En caso de no ser entregadas al Estado colombiano, podrían hacerlo a los países garantes o facilitadores del proceso (Noruega o Chile), los cuales actuarían como depositarios o custodios para garantizar su tenencia. 2. Suspensión definitiva de todas las actividades atinentes al narcotráfico, incluyendo producción, comercialización, entrega de rutas y bajo ninguna circunstancia, darle carácter de delito conexo al delito político, para que pueda ser efectiva su penalización. 3. Acción penal real y efectiva contra quienes se desmovilicen, mediante la correcta y justa aplicación de los beneficios que sean contemplados en la ley estatutaria que establezca el marco jurídico para la paz de reciente aprobación. La justicia transicional, debe castigar como mínimo los delitos atroces y todas las conductas considerados de lesa humanidad. Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional Bogotá D.C., 22 de marzo de 2013 Brigadier General IM Rodrigo Quiñones Cárdenas Primer Vicepresidente ARC Coronel Pastor Duarte Hernández Segundo Vicepresidente FAC
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OPINION Página 12 Respuestas del Presidente de ACORE al periódico Ámbito Jurídico
Nuestros combatientes requieren seguridad jurídica para cumplir su misión constitucional “Con la puesta en vigencia del Acto Legislativo que recuperó el Fuero Penal Militar, lo que se pretendía era hacer justicia para brindar a nuestros combatientes la seguridad jurídica que requieren para cumplir adecuadamente la misión constitucional que les corresponde”, así respondió el presidente Nacional de ACORE, brigadier General Jaime Ruiz Barrera, en reportaje al periódico especializado Ámbito Jurídico, sobre la pertinencia del Acto Legislativo 02 del 2012. Sin embargo, dijo, “es importante aclarar que lo obtenido con esta reforma, no era lo que se esperaba. Logramos un Fuero muy limitado con la inclusión de siete delitos en el texto del articulado bajo la competencia exclusiva de la justicia ordinaria”. Por considerarlo de interés general, transcribimos a continuación el texto del reportaje: ¿Era necesario reformar la Constitución en cuanto al Fuero Penal Militar? Para los militares y para el país en general, era el mejor de los caminos, ya que en la práctica no se estaba interpretando como corresponde el Artículo 221 de la Constitución que era el que determinaba su aplicación. Este era su texto: “De los delitos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, y en relación con el mismo servicio, conocerán las cortes marciales o tribunales militares, con arreglo a las prescripciones del Código Penal Militar. Tales cortes o tribunales estarán integrados por miembros de la Fuerza Pública en servicio activo o en retiro”. Sentencias sucesivas de las altas cortes le fueron quitando espacio y las cortes marciales o los tribunales militares no juzgaban a los militares en servicio activo. Un inexplicable convenio de carácter administrativo suscrito por el Ministerio de Defensa Nacional y la Fiscalía General de la Nación, violó olímpicamente la Constitución y facultó a la Fiscalía y a la rama judicial para procesar irregularmente a nuestros combatientes, desconociendo la aplicación de este fuero. Los combatientes, en virtud de tales circunstancias, quedaron totalmente desprotegidos y los resultados de las operaciones militares, en la mayoría de los casos,
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terminaron siendo calificados como ‘falsos positivos’ o simplemente como homicidios en persona protegida. En este estado de cosas, lo peor que le podía ocurrir a los militares y en particular a sus comandantes, era arrojar resultados y producir bajas en combate, ya que de inmediato aparecían los ya conocidos falsos testigos y la fabricación de falsa pruebas y testimonios que condujeron masivamente a unidades militares completas a prisión. Para corregir tan grave anomalía que estaba afectando seriamente la moral combativa de las tropas, era necesario desde la Constitución Nacional, fijar claros parámetros de juzgamiento, acordes con la verdadera concepción del Artículo 221, recuperando de paso el Fuero Penal Militar, como un derecho y una garantía de carácter institucional. Sobre el particular, la Corte Constitucional se pronunció acerca del alcance de este Fuero a partir de una interpretación restrictiva, según la cual, un delito está relacionado con el servicio únicamente en la medida en que la conducta punible tenga relación directa con una misión o tarea militar legítima. En este sentido la Corte estableció: “El vínculo entre el hecho delictivo y la actividad relacionada con el servicio se rompe cuando el delito adquiere una gravedad inusitada, tal como ocurre con los llamados delitos de lesa humanidad. En estas circunstancias, el caso debe ser atribuido a la justicia ordinaria, dada la total contradicción entre el delito y los cometidos constitucionales de la Fuerza Pública”. ¿Está técnicamente bien concebido el texto del Acto Legislativo 02 del 2012? Esperamos que sí. Lo propuesto por la comisión asesora que integró el Gobierno nacional para la redacción del articulado, fue modificado en algunos de sus apartes por las comisiones de Cámara y Senado. Se buscó con esto mayor claridad para evitar falsas interpretaciones y, en algunos casos, para corregir ciertas circunstancias de desfavorabilidad que afectaban a nuestros combatientes. ¿Del desarrollo del Acto Legislativo, podrá desprenderse que el DIH y el DIDH son cuerpos legales mutuamente excluyentes? El Derecho Internacional Humanitario tiene por objeto reglamentar las hostilidades a fin de mitigar sus efectos. La Carta de Ginebra o derecho humanitario propiamente dicho, tiende a salvaguardar a los militares fuera de combate, así como a las personas que no participan en las hostilidades. En tanto, que la Carta de La Haya, o derecho de la guerra, determina los derechos y deberes de los combatientes en la conducción de las operaciones y limita la elección o utilización de los medios que puedan causar daños. Los Derechos Humanos son principios más generales, mientras que el Derecho Humanitario es de índole particular y excepcional, pues comienza a aplicarse en el momento preciso en que la guerra llega a impedir o a restringir el ejercicio de los derechos humanos. Los dos sistemas jurídicos son diferentes, porque si el derecho humanitario sólo es válido en caso de conflicto armado, los derechos humanos se aplican en todo tiempo, sobre todo en tiempo de paz, ya que sus instrumentos contienen cláusulas derogatorias para los casos de conflicto. Además, los derechos humanos se derivan esencialmente de la relaciones entre el Estado y sus conciudadanos, mientras que el derecho humanitario depende de las relaciones entre el Estado y quienes conforman el enemigo. 165
En conclusión, ambos sistemas están muy próximos, pero son distintos y deben continuar siéndolo. Son complementarios e incluso se corresponden adecuadamente. En estas condiciones, es absurdo pensar que puedan ser excluyentes. El uno es para la guerra, el otro es para la paz. Inclusive en la normatividad del derecho internacional humanitario se contemplan normas rígidas de los derechos humanos que deben ser respetados en los conflictos armados. Esto constituye lo que se denomina el gran núcleo, o núcleo duro de los derechos humanos. Para nuestros combatientes, en este conflicto armado que enfrentamos internamente, se les estaba aplicando los derechos humanos y no el derecho internacional humanitario, que es el que corresponde
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INDICE Recopilación artículos 2012 Edición 525 diciembre La Fuerza Pública requiere protección jurídica para cumplir su misión Edición 524 octubre ¡Seguimos en la espera de una respuesta, señor Fiscal! ACORE y sus conversatorios Edición 523 septiembre Nuestras Fuerzas Militares y la seguridad interna del país Carta abierta a la opinión pública. Con relación al acuerdo suscrito entre el Gobierno Nacional y el grupo terrorista de las Farc Puntos de acuerdo entre Gobierno y Farc Anexo Edición 522 agosto Respaldo total de la Reserva Activa al Ministro de Defensa y a la cúpula militar Baltasar Garzón… Su preocupante injerencia en asuntos internos del país y su vieja relación con el problema indigenista del Cauca. Edición 522 agosto No es otra equivocación, es sencillamente una ¡nueva persecución! Pronunciamiento de los Oficiales de las Reservas Activas de las Fuerzas Militares Edición Especial Pronunciamiento de las Reservas Activas de las Fuerzas Militares al pueblo colombiano Edición 521 julio ACORE delineo su hoja de ruta hasta 2014 Señor Presidente, haga la paz, pero bien hecha: BG Ruiz Barrera “El supuesto golpe de estado fue un caso de clara manipulación informativa” Entrevista al brigadier General Jaime Ruiz Barrera, Presidente Nacional de ACORE, al programa La gran Matinal de la Cadena Todelar, el domingo 17 de junio de 2012. Edición 520 junio Este oprobioso sistema tiene más militares tras las rejas que terroristas: BG Ruiz Edición 519 mayo Tres grandes equivocaciones gubernamentales amenazan la estabilidad nacional 167
Fuero Militar Página 7
Intervención del brigadier general Jaime Ruíz Barrera, presidente Nacional de ACORE, en la audiencia pública convocada por la Comisión Primera del Senado de la República, el día 15 de noviembre de 2012, para debatir el proyecto de acto legislativo sobre reforma del Fuero Militar y la Justicia Penal Militar.
La Fuerza Pública requiere protección jurídica para cumplir su misión “El tema del Fuero y de la Justicia Penal Militar, se convirtió de un momento a otro en un asunto de actualidad y de gran interés nacional, atrayendo por primera vez la atención y la preocupación de la ciudadanía. ACORE, como la Asociación más representativa de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares, ha asumido como una de sus tareas prioritarias, acudir a diferentes instancias nacionales con el fin de buscar el respaldo para sacar adelante esta importante y urgente iniciativa legislativa. Con el Cuerpo de Generales y Almirantes (CGA), ACORE ha venido participando en foros y reuniones con sectores de la sociedad civil, periodistas, academia, y congresistas de las comisiones Primera de Senado y Cámara, encontrando respuesta favorable frente a esta preocupante inquietud que a todos nos afecta. A comienzos de año, el proyecto de acto legislativo que cursaba en el Senado, después de cuatro debates, se cayó por decisión de la bancada de Gobierno que antes lo apoyaba con el argumento de que el proyecto que fue presentado posteriormente en la Cámara sobre este mismo tema, era el que había que respaldar por ser más completo, tener más posibilidades de éxito en su trámite, y menos riesgos de objeción constitucional. Este proyecto ha sido aprobado en seis debates por mayoría, para continuar su trámite legislativo, que según los ponentes, podrían concluir a final de año. En estas condiciones, la ley estatutaria que lo reglamentaría, iniciaría su trámite en la próxima legislatura (2013). El proyecto establece la creación de una Defensoría Técnica financiada por el Estado, normas especiales de tipo carcelario, la competencia exclusiva de la Justicia Penal Militar, sobre todo lo concerniente al Derecho Internacional Humanitario (Derecho de Guerra), la competencia exclusiva de la Justicia Ordinaria sobre los delitos de lesa humanidad, desaparición forzada y genocidio, la conformación de un Cuerpo Técnico de Policía 168
Judicial Penal Militar, bajo competencia de la Fiscalía, la creación de un Tribunal de Garantías Penales, la conformación de una Comisión Mixta para dirimir conflictos de competencia, y la instauración de la Justicia Penal Policial, en forma definitiva. En estas circunstancias, y ante el habitual riesgo que tienen estos trámites, especialmente cuando se trata de un acto legislativo para reforma de la Constitución, ACORE planteó como segunda alternativa propiciar en las instancias respectivas, la revocatoria o la agilización del proceso que hace curso ante el Consejo de Estado, del cuestionado acto administrativo Mindefensa-Fiscalía General, que suspendió temporalmente la aplicación del Artículo 221 Constitucional, que establece el Fuero Militar y el juzgamiento de los militares por actos relacionados con el servicio, a través de tribunales o cortes marciales, bajo la competencia de la Justicia Penal Militar. Se espera un fallo sobre este particular, en respuesta a varios recursos interpuestos por la Procuraduría General de la Nación, que ha solicitado un pronunciamiento urgente en tal sentido. La grata impresión que tenemos hasta ahora, es que por fin se entiende la importancia y la gravedad que esta situación representa para la seguridad del país, ya que como es de todos bien sabido, nuestras Fuerzas Armadas requieren con urgencia, de la total y necesaria protección jurídica que les permita cumplir adecuadamente su misión institucional, frente a la agresión terrorista que nos afecta. Paradójicamente, Colombia como lo dicen comentaristas de la prensa nacional, es quizá el único país del mundo que ahora reconoce pública e internacionalmente el conflicto armado interno que la afecta, y que inexplicablemente desaparece de un tajo el fuero constitucional que requiere, para proteger a quienes portan las armas de la República en defensa de su soberanía e instituciones. Lo más preocupante es ver la forma tan evidente como el sistema judicial ordinario, a través de algunos de sus operadores, persiguen sin tregua a nuestros militares, más no así, a quienes conforman los grupos armados ilegales, para los cuales hay muy pocos procesos, y los que por casualidad existen, reposan en distintos despachos judiciales durmiendo el sueño de los justos. No conocemos resultados efectivos contra estas organizaciones criminales. El concepto generalizado de nuestros combatientes, ante la ausencia de garantías jurídicas y procesales, es que “en el momento nos juzga el enemigo, y no las instituciones del Estado que protegemos, y por las cuales nos jugamos la vida en el campo de combate”. Quien lo creyera, mientras nuestras tropas se desmotivan gradualmente por la constante persecución de algunos jueces y fiscales, la moral y el triunfalismo se encuentra en poder de los grupos terroristas que nos asechan y que hoy pretenden negociar un proceso de paz que les otorgue total impunidad, por la comisión de crímenes atroces y violación permanente del derecho internacional humanitario contra la población indefensa. Desde cuando entró en vigencia el nefasto convenio Ospina-Iguarán, con el cual se dio el puntillazo final a nuestro fuero y a la Justicia Penal Militar, la justicia ordinaria le ha causado aproximadamente trece mil bajas, no en combate, pero si en sus estrados a las Fuerzas Armadas del país. Nuestros mejores combatientes, los mejor entrenados, los más capacitados, los más condecorados, están incursos en arbitrarios e infames procesos, 169
automáticamente neutralizados puesto que su condición sub júdice, no les permite ser empleados en las operaciones militares y ni siquiera prestar servicios de seguridad en sus propias instalaciones. Estas son las cifras que corroboran lo que aquí se afirma: hay ya casi cerca de tres mil militares tras las rejas, alrededor de diez mil procesos activos cursando en diferentes despachos judiciales, dentro de estos procesos, cerca de trece mil imputados por causa o razón de inexplicables decisiones judiciales. Hay más militares en las cárceles, que miembros de las organizaciones terroristas. Estas son las famosas ‘bajas judiciales’ que nos ha producido el enemigo, a través de este diligente sistema judicial, que tanto lo ha favorecido. No hay la más mínima confianza en el sistema procesal que se les aplica. Y por si esta persecución no fuera poca, la anterior Fiscal General de la Nación, habilitó las viejas instalaciones donde funcionó el antiguo DAS en el centro de Bogotá, con cientos de funcionarios dedicados exclusivamente a investigar y armar procesos con la ayuda de reconocidos colectivos de abogados de la extrema izquierda, contra miembros de las Fuerzas Militares, especialmente oficiales de alto rango, a quienes se les pretende acusar irregularmente, por graves violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad que nunca prescriben. En aras del equilibrio y del más elemental principio de igualdad, la pregunta es ¿El Fiscal General de la Nación, quien ya se ha declarado públicamente enemigo del Fuero Militar y en abierta rebeldía contra cualquier determinación que se tome en tal sentido, habilitara de la misma manera dependencias similares, también con cientos de funcionarios para investigar y armar procesos contra militantes y auxiliadores pertenecientes a los diferentes grupos terroristas que actúan en el territorio Nacional? Lamentablemente, la respuesta es NO. Antes por el contrario, recientemente informó ante los medios de comunicación que: “ante los pobres resultados obtenidos en las investigaciones adelantadas contra algunos militares incursos en los llamados falsos positivos, incrementaría considerablemente el número de funcionarios e investigadores para lograr en el menor tiempo posible, los resultados deseados”. En esta tarea, lo acompañara el ex juez español Baltasar Garzón, quien ya funge como asesor y funcionario relevante de la Fiscalía General de la Nación. Finalmente, surgen otras preguntas, cuyas respuestas son bastante preocupantes: ¿Cuántas otras ‘bajas judiciales’ nos producirá este sistema mientras dure la vigencia del convenio Ospina- Iguarán y no podamos recuperar la plena vigencia del Fuero Militar? ¿En qué momento la Fiscalía General de la Nación se convertirá en un organismo confiable de carácter investigativo y no en un instrumento político represivo o de flagrante persecución contra quienes portan las armas de la República para la defensa de este País? ¿Hasta cuándo tanto acoso y hostigamiento contra nuestras Fuerzas Militares?”
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¡Seguimos en la espera de una respuesta, señor Fiscal! El pasado 3 de octubre, los miembros de la Reserva Activa, representados en ACORE y el Cuerpo de Generales y Almirantes, le hicieron llegar al fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, una comunicación en la que le piden aclarar las gravísimas quejas formuladas por distintas actuaciones irregulares de esa entidad contra miembros de las Fuerzas Militares, en actividad y retiro. Sin embargo, el Fiscal ha hecho caso omiso de este pronunciamiento y no ha respondido las inquietudes planteadas por las Asociaciones de retirados. ¡Seguimos en la espera de una respuesta, señor Fiscal! Mientras tanto, esta injusta persecución está creando en nuestras tropas una pérdida gradual y creciente de su voluntad de lucha para la defensa del país, frente a la constante agresión de las organizaciones terroristas y bandas criminales que afectan el orden y la tranquilidad pública. Hoy por hoy, tenemos cerca de doce mil hombres fuera de combate por inexplicables decisiones judiciales. Más de tres mil encarcelados. Hay más militares en las cárceles que miembros de las peligrosas organizaciones terroristas. No hay confianza en el sistema procesal que se aplica. La ausencia de garantías nos obliga a afirmar constantemente que “Somos investigados y juzgados por el enemigo. No por el Estado”. Página 2
Pronunciamiento de la Reserva Activa perteneciente a la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE) y al Cuerpo de Generales y Almirantes (CGA). Carta abierta a la opinión pública con relación a los graves y preocupantes actuaciones de la Fiscalía General de la Nación en contra de miembros de las Fuerzas Militares. Bogotá, D.C., 3 de octubre de 2012 Doctor EDUARDO MONTEALEGRE LYNETH Fiscal General de la Nación De todos es bien sabido que corresponde a la Fiscalía General de la Nación investigar los delitos cometidos por particulares y acusar a sus posibles infractores ante los juzgados y tribunales competentes. Los delitos cometidos por militares en servicio activo que tengan relación con el servicio, siempre han sido de competencia exclusiva de la Justicia Penal Militar.
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Lamentablemente, un equivocado convenio de carácter administrativo suscrito en el año 2006, entre la Fiscalía y el Ministerio de Defensa, dejo sin piso jurídico el Fuero Militar consagrado en la Constitución Nacional. En el momento cursa una demanda de nulidad contra este irregular convenio ante el Consejo de Estado, por evidentes vicios de inconstitucionalidad. Mientras tanto, el citado convenio le ha estado otorgando a la Fiscalía la facultad de conocer unas conductas penales que constitucionalmente no le corresponden. En estas circunstancias, y aprovechando la doble potestad que tiene para investigar y calificar estas conductas, ha venido ejerciendo durante los últimos seis años una persistente y extralimitada persecución contra quienes tiene la noble responsabilidad de defender y proteger nuestra soberanía y las instituciones democráticas. Esta injusta persecución está creando en nuestras tropas una pérdida gradual y creciente de su voluntad de lucha para la defensa del país, frente a la constante agresión de las organizaciones terroristas y bandas criminales que afectan el orden y la tranquilidad pública. Los resultados obtenidos, no pueden ser más preocupantes y desalentadores: Tenemos cerca de doce mil hombres fuera de combate por inexplicables decisiones judiciales. Más de tres mil encarcelados. Hay más militares en las cárceles que miembros de las peligrosas organizaciones terroristas. No hay confianza en el sistema procesal que se aplica. La ausencia de garantías nos obliga a afirmar constantemente que “Somos investigados y juzgados por el enemigo. No por el Estado”. No se nos tiene en cuenta el principio de presunción de inocencia. Con cualquier pretexto se nos castiga por uso desproporcionado de la fuerza. Jueces y fiscales ignoran la realidad y las circunstancias propias del combate. En la gran mayoría de los casos, sus decisiones son abiertamente politizadas y carentes de sustento probatorio. Independientemente de lo anterior, muchos de los que vienen siendo investigados por la justicia ordinaria, alegan también la comisión de irregularidades de tipo procesal. Estos son algunos de sus testimonios: • Práctica de diligencias sin presencia de los implicados o de sus abogados defensores. • Habilidosos montajes con familiares de supuestas víctimas o falsos testigos para acusar sobre la comisión de delitos. • Obstaculización y uso de todo tipo de impedimentos para controvertir o contrainterrogar a falsos testigos. • Ofrecimiento de beneficios judiciales a los sindicados bajo el compromiso de presentar testimonios que responsabilicen penalmente a sus comandantes en los diferentes niveles del mando. • Amenazas de adelantar procesos por falso testimonio, en caso de llegarse a retractar por las acusaciones proferidas contra sus superiores. • Utilización inescrupulosa y frecuente de la figura legal de la supuesta ‘coautoría’, para vincular, en un mismo proceso, a todos los integrantes de las unidades militares que sean objeto de investigación.
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• Considerar como tendencias homicidas y, por consiguiente, agravantes punibles los cursos y especializaciones de combate o condecoraciones por servicios distinguidos en orden público, que hayan obtenido los implicados. • Violación del fuero carcelario y la aplicación inmediata de medidas de aseguramiento sustentadas con falsos argumentos. Utilización sistemática de los medios de comunicación para producir condenas a priori ante la opinión pública, con flagrante violación de la reserva del sumario. Para completar este cuadro de irregularidades cometidas de manera constante contra militares, distintos pronunciamientos formulados ante los medios de comunicación, dejan la preocupante impresión de estarse favoreciendo, quizá sin querer, a quienes se encuentran en la orilla opuesta de estos defensores de la Patria. Veamos algunos de estos pronunciamientos: • Los pobres resultados en los procesos relacionados con los llamados ‘falsos positivos’, han obligado a la Fiscalía a la conformación de un gran y costoso equipo de investigadores y de especialistas, bajo la orientación del exjuez español Baltasar Garzón (en situación subjudice), para revisar prioritariamente las denuncias sobre estos casos y también con las que tiene que ver con el exterminio de la Unión Patriótica. • Estas investigaciones no se harían como casos individuales o aislados, sino como ‘delitos de sistema’ para garantizar mejores resultados y comprometer más fácilmente al Estado en el pago de millonarias indemnizaciones. • La recuperación del Fuero Militar generaría la excarcelación masiva de militares por la pérdida de competencia en cerca de cuatro mil casos que investiga la Fiscalía. De ocurrir esto, “no se haría entrega a la Justicia Penal Militar de muchos de los procesos relacionados con violación de derechos humanos. La única salida ante esta situación sería la justicia civil, para evitar la impunidad y la eventual intervención de la Corte Penal Internacional”. • La Fiscalía será objeto de una importante reingeniería, particularmente en las unidades de Derechos Humanos y de Justicia y Paz. • Sobre el caso de las recientes actuaciones de la exsenadora Piedad Córdoba en el Departamento del Cauca y que fueron registradas en un video hecho público, en el cual acusa falsa y tendenciosamente al Ejército del asesinato de un indígena con uso de explosivos o minas ‘quiebra patas’, incita a la desobediencia civil o asonada, manifiesta la necesidad de ‘tumbar’ al Presidente de la República y sacar por la fuerza a los militares de sus Bases, la Fiscalía anunció que estudiaría la posibilidad de abrir investigación, únicamente en caso de encontrar mérito para ello. Sin embargo, al referirse a unos correos electrónicos cruzados desprevenidamente a través de la red de internet entre oficiales de la Reserva, donde consideraban la necesidad de remplazar al Primer Mandatario por promesas incumplidas, anunció exhaustivas y rápidas investigaciones porque en este caso, sí había una presunta violación del orden legal. Esto no se entiende. Como se puede apreciar, el contenido de estos pronunciamientos, constituyen sin lugar a dudas, unos claros mensajes en los cuales en algunos casos de manera alarmista se aprecia una evidente hostilidad contra los militares, una gran y permanente prevención respecto a sus actuaciones. 173
Su posición frente a la recuperación del Fuero y la competencia que le corresponde a la Justicia Penal Militar, es totalmente adversa. Sus sesgadas y favorables posiciones frente a las actuaciones de personajes de la izquierda radical, también se hace muy evidente. Por principios elementales de igualdad, y en razón al importante cargo que desempeña, debería también pronunciarse respecto de las conductas delictivas de integrantes de los grupos armados terroristas y sus organizaciones de apoyo y anunciar con igual vehemencia, fuertes medidas de carácter procesal para investigarlos. Ojalá se haga con la misma drasticidad y contundencia con que se hace para con los militares. Los procesos adelantados por la llamada Farc- Política, no son objeto del mismo tratamiento. Los asesinatos de los generales Landazábal, Quiñones y Ramírez Sendoya, han quedado en total impunidad. ¿Serán declarados como crímenes de lesa humanidad para evitar su prescripción? Esta preocupante ruptura que se presenta entre nuestra institución armada y ese ente investigador favorece única y exclusivamente a quienes constituyen la verdadera amenaza de que es víctima la sociedad colombiana. La guerra jurídica, habilidosamente conducida por la extrema izquierda a través de nuestro sistema judicial, está produciendo grandes resultados. Mientras las tropas son victoriosas en el campo de combate son vergonzosamente derrotadas en los estrados judiciales. Esto es lo que aquí se plantea con este pronunciamiento. Esta es la gran victoria lograda por los enemigos de la Patria. Señor Fiscal, para terminar, queremos ser enfáticos en afirmar, que bajo ninguna circunstancia se está pidiendo impunidad. Lo que aquí se exige, no es otra cosa que justicia, reparación y verdad. Con toda atención General Héctor Fabio Velasco Chávez Presidente Cuerpo de Generales y Almirantes Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares _________________________ Institucional Página 12
ACORE y sus conversatorios Han sido ocho conversatorios muy interesantes realizados durante estos últimos seis meses, con la participación de expresidentes de la República, altos funcionarios del 174
Estado, congresistas, mandos militares, periodistas, políticos, académicos y expertos civiles y militares, que nos han permitido dar a conocer a las distintas instancias del Gobierno, la grave y preocupante problemática institucional que afrontan los miembros activos y retirados de la Fuerza Pública. También nos ha permitido fijar nuestra posición frente a situaciones coyunturales de interés nacional. Los principales temas tratados en estos conversatorios han tenido relación directa con las necesidades más apremiantes en materia salarial, servicios de salud e inseguridad jurídica de nuestros militares. Otros temas, motivo de discusión, han tenido que ver con el anunciado proceso de paz con los terroristas de las Farc, y con algunos aspectos de carácter reservado sobre seguridad y defensa nacional. Estos temas han dado origen a una actividad mediática muy especial que le ha permitido a ACORE afianzar su posicionamiento nacional y fortalecer su liderazgo en la Reserva Activa. Esta misma circunstancia ha permitido constituirnos en un grupo importante de presión y ser tenidos en cuenta en debates nacionales sobre la realidad colombiana. La opinión pública ya nos conoce. El Ministro de la Defensa, en uno de estos conversatorios, confirmó el reconocimiento por parte del Gobierno nacional de la deuda salarial y anunció la apropiación de los fondos requeridos para pagar estos compromisos, con recursos del Presupuesto General de la Nación, vigencia 2013. Esto representará una apropiación aproximada de un billón de pesos. En el mismo sentido, la Procuraduría General de la Nación, explicó claramente la forma como se deberán gestionar los pagos relacionados con la deuda salarial por concepto de IPC, sin necesidad de abogados, evitando de esta manera onerosos honorarios. Aclaró también lo relacionado con el funcionamiento de las mesas de concertación que serán creadas en la Defensoría Jurídica de la Nación para darle cumplimiento a este compromiso. La idea propuesta, es la de conciliar antes que demandar. Este tipo de cobros, sin abogado, podrán ser tramitados por los interesados, con la asesoría de la Procuraduría, directamente a la Caja de Sueldos de Retiro de las FF.MM. Para este propósito, ACORE, a través de sus asesores jurídicos y en coordinación con la Procuraduría Delegada para la Conciliación Administrativa, elaborará unos folletos ilustrativos en los se indicará el procedimiento para adelantar estos procesos. En materia de salud, el Ministro de la Defensa, confirmó el cumplimiento de los compromisos adquiridos para satisfacer las necesidades que afrontan los miembros de la Fuerza Pública (activos y retirados). De igual manera anunció la existencia de recursos presupuestales para atender este año algunas necesidades apremiantes en salud. Así mismo, se logró la participación de nuestra Asociación en el estudio y toma de decisiones que se están adoptando en tal sentido. En concordancia, el Secretario General de la Asociación ha estado presente en los comités respectivos, logrando intervenir decididamente en la defensa de nuestros derechos y búsqueda de soluciones, dando aportes de gran importancia para la adecuada inversión de estos recursos. A través de nuestro periódico, mensualmente se ha estado informado a los Asociados los resultados de esta gestión. 175
En materia de seguridad jurídica, el Ministro también dio a conocer la tarea que viene desarrollando su despacho ante el Congreso de la República para agilizar y mejorarel trámite del proyecto que cursa sobre el Fuero y la Justicia Penal Militar. Dentro de este proceso, ACORE, a través de su presidente y primer vicepresidente, con la participación muy activa de abogados acorados, viene trabajando con los ponentes y a sus comisiones legislativas, en aspectos de orden técnico y jurídico que han sido requeridos para la redacción y presentación de esta iniciativa. Independientemente de lo anterior, a través de algunos compromisos adquiridos con ocasión de estos conversatorios, el Procurador General de la Nación, previa solicitud de ACORE, ha venido adelantando una importante gestión ante el Consejo de Estado, para la agilización del trámite y fallo por inconstitucionalidad, del controvertido convenio suscrito entre el Ministerio de Defensa y la Fiscalía General de la Nación, con el cual fue suspendido irregularmente el Fuero Militar, contemplado en la Constitución Nacional. Esto es lo que corresponde a lo que internamente hemos llamado Plan B, como recurso alterno para tratar de recuperar este derecho que irregularmente nos fue arrebatado. Paralelamente se han realizado estudios sobre la agresión terrorista, la percepción de inseguridad reinante en el país, las preocupantes estadísticas sobre las actuaciones de los grupos armados ilegales, los efectos nocivos del Marco Jurídico para la Paz y lo que significa el llamado Plan Estratégico de las Farc y todo lo que se proponen para lograr sus objetivos a corto y mediano plazo. También ha sido motivo de especial atención el reciente acuerdo suscrito entre el gobierno nacional y el grupo terrorista de las Farc, según el cual se busca un acuerdo final que permitiría la terminación del conflicto armado. Sobre el acuerdo se han hecho estudios comparativos con el llamado Plan Estratégico de las Farc, según el cual esta organización terrorista ratifica su posición de no considerarse militarmente derrotada y, por tanto, en caso de una eventual negociación, reclamar cuotas importantes de poder (Marco Jurídico para la Paz), formalizar la actividad política y proselitista (marchas patrióticas y cargos de representación popular), exigir reformas constitucionales (nueva constituyente), y no hacer entrega de las armas, sino una habilidosa e inexplicable dejación de ellas. Comentario final Como experiencia respecto a estos conversatorios, la opinión general es que tales eventos son muy constructivos y enriquecedores, y que por tanto deben mantenerse de manera permanente. Consecuente con lo anterior, ACORE dará a conocer próximamente la nueva programación que se llevará a cabo durante los siguientes meses del año.
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Nuestras Fuerzas Militares y la seguridad interna del país Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional ACORE En los últimos días se ha estado discutiendo insistentemente el papel de las Fuerzas Militares y la seguridad interna del país. Sobre este tema se han producido algunos pronunciamientos por parte del Ministro de la Defensa y de nuestros mandos militares. En estos pronunciamientos han sido categóricos en afirmar que la tarea que se está cumpliendo por parte de las tropas, corresponde exactamente a lo que se debe hacer frente a la amenaza terrorista, tal como esta se viene presentando en algunas regiones del país. Recientemente el Ministro de la Defensa expresó: “La mejor prueba de que hemos sido efectivos, no solamente en mantener sino en mejorar las condiciones de seguridad de este país, es por ejemplo, el aumento sin precedentes en la inversión extranjera, el crecimiento económico, el desarrollo de pujantes negocios y la sostenibilidad de la producción energética”. Los resultados obtenidos contra estas organizaciones terroristas, vistos desprevenidamente, pueden ser tranquilizantes, no obstante exista una marcada percepción de que la seguridad se ha venido deteriorando de manera creciente y preocupante en algunos sectores del país. El nuevo plan estratégico concebido, tal como lo han dado a conocer nuestros mandos militares, está orientado a atacar preferencialmente sus estructuras de mando, su aparato logístico y sus redes de apoyo. Con los resultados obtenidos, se les ha producido daños muy significativos en toda su organización criminal. El Presidente de la Republica, respecto a este nuevo plan, que solo hasta hace unos pocos meses se encuentra en ejecución, ha reconocido sus grandes bondades, sin embargo, ha expresado públicamente que “hay algunas regiones del país donde la seguridad aún no ha mejorado y que en otras lamentablemente ha retrocedido”. Frente a la situación reinante, hay que aceptar que aunque se ha presentado un preocupante aumento de acciones terroristas, esto no significa que exista una ofensiva imparable en todo el territorio nacional. 177
La prensa nacional e internacional ha mostrado en forma reciente magníficos resultados en este campo. Lo más destacado tiene que ver con importantes pérdidas en su línea de mando, al dejar fuera de combate a por lo menos una veintena de sus más experimentados cabecillas. El daño causado a su estructura criminal se ha materializado a través de un gran número de capturas, erradicación de cultivos ilícitos, destrucción de laboratorios y de algunas fábricas de armas y de artefactos explosivos, grandes decomisos de armamento y municiones, etc. En este último año han perdido alrededor de 8.000 miembros de sus distintas organizaciones por muertes en combate, capturas, deserciones y desmovilizaciones. Estas cifras sin duda alguna representan logros muy importantes en materia de seguridad. La presión continúa y persistente de las tropas, es la que ha generado el mayor número de deserciones y desmovilizaciones. Esta circunstancia, viene afectando significativamente su moral y capacidad de combate, motivo por el cual, se han visto obligados a cambiar su modus operandi, evitando a toda costa confrontaciones armadas con la Fuerza Pública. Su cambio de estrategia, para dar muestras de una aparente capacidad desestabilizadora, los ha llevado a la intensificación del accionar terrorista, teniendo como blanco principal a la población civil indefensa de ciertas áreas donde se refugian. Según los últimos resultados dados a conocer por el gobierno, su accionar terrorista en el 70% se ha concentrado en 37 municipios, situados especialmente en departamentos fronterizos como La Guajira, Norte de Santander, Arauca, Nariño y Putumayo. Otros departamentos también afectados, serían Antioquia, Cauca y Meta. En 1.011 municipios del país no se han presentado acciones de tipo terrorista. Lamentablemente la ayuda que les siguen proporcionando gobiernos vecinos a estos grupos armados ilegales, están facilitando muchas de sus actividades delictivas. Es bien sabido, que sus principales cabecillas dirigen sus organizaciones desde el exterior. No obstante lo anterior, los grandes esfuerzos realizados por nuestras Fuerzas Militares, continúan dando resultados evidentes y muy importantes en el cumplimiento de su misión. Esta es la razón por la cual mantienen un gran respaldo de toda la nación, calificando su gestión con el 80% de favorabilidad en las distintas y continuas encuestas que sobre este tema, se realizan y se difunden a través de los medios de comunicación. Frente a este tipo de amenaza es importante señalar que la responsabilidad de la seguridad interna no es tarea exclusiva de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. Es un gran compromiso que involucra a muchos actores. Es del Estado y de todas sus instituciones. Es también de la misma sociedad civil. Para lograrla, hay que entender que se debe actuar como un todo para prevenir y reprimir con rigor y en forma oportuna, las distintas amenazas que puedan afectarla. La guerra jurídica y política conducida exitosamente por las organizaciones terroristas y grupos de extrema izquierda que le son afines, continúan también golpeando insistentemente la moral de las tropas y su férrea voluntad de lucha. Podemos ser muy exitosos en el campo de combate, pero estamos siendo derrotados 178
en los estrados judiciales. Necesitamos con urgencia blindar jurídicamente a nuestras tropas. El Fuero Militar es el factor determinante para lograr mejores resultados. La tan anunciada defensa técnica a cargo del Estado para asistir en los procesos judiciales a nuestros militares no debe hacerse esperar. Es indispensable enfrentar la amenaza terrorista con una legislación de guerra adecuada (ley antiterrorista), con un sistema judicial fortalecido y confiable y, sobre todo, con una voluntad política inquebrantable que garantice a plenitud la efectividad de todas las ramas del poder. Esta es la única manera de lograr ese gran propósito nacional. Para algunos colombianos y para unos cuantos líderes de opinión, existe la falsa percepción de que la victoria militar no es posible, y que para evitar los grandes horrores de la guerra, la mejor alternativa es negociar. ¡Gravísimo error que solo favorece a las organizaciones terroristas! Tenemos dolorosas experiencias que nos han enseñado que en este tipo de negociaciones siempre han resultado favorecidos. El país no puede equivocarse tantas veces. Nosotros como militares, sabemos perfectamente que estamos en condiciones de derrotar esta amenaza, y que para ello tan solo se requiere la voluntad política necesaria y el poder dotar a nuestros combatientes de los instrumentos legales apropiados. Para terminar, es importante señalar que la población civil inmersa dentro del conflicto, debe también hacer su aporte obligatorio. Creemos que es necesario y urgente reactivar de inmediato las redes de cooperantes que antes existían, y entender con claridad que el problema de la seguridad es compromiso de todos y no exclusivamente de la Fuerza Pública, tal como algunos equivocadamente pretenden sostenerlo. INSTITUCIONAL Página 10
Pronunciamiento de los oficiales de la Reserva Activa pertenecientes a la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, ACORE
Carta abierta a la opinión pública Con relación al acuerdo suscrito entre el Gobierno Nacional y el grupo terrorista de las Farc Todo tema relacionado con nuestras Fuerzas Militares, debe ser innegociable. En los últimos días del pasado mes de agosto del presente año, diversos medios de comunicación hicieron público un documento secreto, según el cual, el Gobierno Nacional conjuntamente con el grupo terrorista de las Farc, iniciaría próximamente una mesa de conversaciones con el propósito de llegar a un acuerdo final que permitiría la terminación del conflicto armado que se sostiene en el territorio nacional.
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Este documento, que al parecer es auténtico en todo su contenido, ya que hasta el momento no ha sido desmentido por el Gobierno Nacional, consta de cinco puntos principales, e incluye una agenda pormenorizada sobre temas relacionados con desarrollo agrario, participación política, fin del conflicto, cultivos ilícitos, resarcimiento a las víctimas, acuerdo final y algunas reglas de funcionamiento. El señor Presidente de la Republica confirmó posteriormente la realización de este acuerdo, anunciándole al país tres determinaciones fundamentales: 1. No repetir los mismos errores del pasado. 2. Lograr la terminación del conflicto en el menor tiempo posible, evitando su prolongación indefinida. 3. Mantener e incrementar las operaciones militares en todo el territorio nacional. Al analizar la agenda acordada por los negociadores, salta a la vista que los temas previstos, corresponden en términos generales a los mismos que habitualmente este grupo terrorista ha llevado a otras mesas de negociación realizadas con gobiernos anteriores y que al final, por distintas circunstancias, han terminado en rotundos fracasos, que solo beneficiaron diversos intereses de esta organización criminal. Ojalá no se repita la misma historia, ya que esta ha sido la constante en este tipo de negociaciones. Esta agenda parece redactada en su totalidad por los terroristas. No aparece por ninguna parte temas de proteger a toda costa como valores supremos innegociables. La impresión es que solo contiene claras imposiciones de los terroristas y pocas o ningunas de nuestros negociadores. Esto es muy preocupante. La paz, sin duda alguna, es un anhelo nacional y en este momento existe mucho optimismo por parte de importantes sectores de la vida nacional. En esta ocasión, se quiere creer una vez más en la buena voluntad de este grupo armado. Como oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares, respecto a este importante y crucial tema, reafirmamos públicamente lo dicho en pronunciamientos anteriores, particularmente en carta abierta que le fuera enviada el pasado 14 de junio del año en curso a nuestro Comandante en Jefe, y de la cual extractamos los siguientes apartes: “Señor Presidente, a la paz, no le tenemos miedo. Lo que si tememos, al igual que muchísimos colombianos, es a la forma como se pudiera negociar”… ”Usted bien sabe que nuestras Fuerzas Militares están plenamente capacitadas para derrotar esta amenaza (Farc), siempre y cuando se les proporcione la seguridad jurídica requerida y una legislación antiterrorista adecuada”… “Sobra repetir todo, lo que inexplicablemente se ofrecería en cuanto a impunidad y oportunidad para algunos de estos terroristas, que les permitiría ocupar posiciones de gobierno o en cuerpos colegiados, sin castigo, sin verdad y sin ningún tipo de reparación, no obstante haber sembrado de sangre, miseria y horror los campos colombianos. Al ofrecer todo este tipo de ventajas, se les estaría entregando importantes cuotas de poder que jamás hubieran alcanzado, a través de su lucha armada”… Al firmar un acuerdo en las condiciones planteadas por esta agenda de discusión “es lo que haría un país derrotado por la agresión terrorista: entregar todo o casi todo, por nada o casi nada. Señor Presidente, tenga la certeza que este no es el caso 180
colombiano”. La única guerra que hemos perdido hasta el momento, es la jurídica en los distintos estrados judiciales. Conscientes de lo ya expresado públicamente a nuestro Comandante en Jefe respecto de éste proceso que se avecina, consideramos también muy pertinente, formular las siguientes consideraciones: 1. Bajo ninguna circunstancia podemos sacrificar nuestros principios y valores democráticos, con el fin de lograr inciertas soluciones. 2. Un manejo político inapropiado o equivocado frente a tan exageradas demandas, constituiría un daño irreparable al futuro de nuestro país. Se pondría en alto riesgo el porvenir de la República. 3. La excesiva generosidad del Estado en este proceso, constituiría una gran muestra de debilidad que sería hábilmente explotada por los terroristas. 4. El gobierno solo debe ofrecer lo que nuestras instituciones democráticas otorgan a todos nuestros conciudadanos. 5. La paz podría ser la victoria, pero como bien se dice, para alcanzarla, hay que ganar la guerra. Ganar la guerra es quebrar la voluntad de acción de los terroristas. Es debilitarlos tanto como sea necesario para lograr que renuncien a sus aspiraciones y se sometan a las leyes de la República. Esto no implica exterminar hasta el último terrorista. 6. Queremos una paz estable y duradera y unas Fuerzas Militares altamente motivadas y fortalecidas que tengan la suficiente capacidad para garantizarla. 7. No queremos terroristas ejerciendo cargos de poder y militares que han defendido legal y constitucionalmente esta nación, condenados, humillados y confinados en las distintas cárceles del país. 8. Negociar en medio del conflicto favorece principalmente a los terroristas. Siempre han aprovechado esta circunstancia para intensificar su accionar terrorista y obtener ventajas en la mesa de conversaciones. Debe modificarse la agenda e imponer un cese al fuego unilateral que prohíba expresamente el accionar terrorista indiscriminado contra la población civil, el uso de campos minados, el desalojo de tierras, el secuestro, la extorsión, la comisión de otros delitos atroces y la utilización del movimiento Marcha Patriótica como brazo político de la organización terrorista. 9. Todo tema relacionado con nuestras Fuerzas Militares, debe ser innegociable. De todos es bien conocido, la intención de debilitar nuestro aparato militar, único freno real y efectivo, que les impediría lograr en un futuro inmediato, implantar un régimen de extrema izquierda, al estilo de los ya existentes en nuestra región. En este proceso de negociaciones, sin duda alguna, tratará de imponer como mínimo, algunas condiciones como la eliminación definitiva del fuero y de la justicia penal militar, revisión de la situación laboral de nuestros combatientes en su carácter de régimen especial, reducción del pie de fuerza y restricciones significativas de tipo presupuestal. También podrían incluir la creación de una guardia o milicia nacional, que podría ser integrada por los terroristas que sean desmovilizados. 10. Existe gran preocupación en cuanto a la posible negociación de que puedan ser objeto nuestras Fuerzas Militares, tal como se expuso en el numeral anterior. Para evitar este riesgo, los oficiales pertenecientes a las Reservas Activas de nuestras FF.MM. consideran indispensable tener una amplia participación de carácter 181
permanente en las mesas de dialogo previstas y no en mecanismos diferentes como los que le fueron anunciados recientemente al Partido Comunista Colombiano (PCC) por parte del Señor Presidente de la República. Para este propósito, podría pensarse en una representación de tres oficiales, uno por cada fuerza, de los cuales uno actuaría como vocero permanente con carácter de plenipotenciario, llevando la vocería institucional. Para facilitar su gestión, el Ministerio de Defensa constituiría un equipo asesor conformado por especialistas de alto nivel en materia de negociaciones, politólogos, relatores, etc. Las consideraciones anteriores constituyen un decálogo de compromisos que esperamos sean tenidos en cuenta en este importante proceso, el cual a nuestro juicio y como requisitos mínimos, debe finalizar con los siguientes acuerdos: 1. Desmovilización total y entrega de armas. 2. Suspensión definitiva de todas las actividades atinentes al narcotráfico, incluyendo producción, comercialización, entrega de rutas y bajo ninguna circunstancia, darle carácter de delito conexo al delito político para que pueda ser efectiva su penalización. 3. Acción penal real y efectiva contra quienes se desmovilicen, mediante la correcta y justa aplicación de los beneficios que sean contemplados en la ley estatutaria que establezca el marco jurídico para la paz de reciente aprobación. La justicia transicional, debe castigar como mínimo los delitos atroces y todas las conductas considerados de lesa humanidad. Finalmente queremos hacer conocer a la opinión pública nacional, nuestra clara intención de respaldar este proceso dentro de las circunstancias aquí planteadas y particularmente a nuestro Comandante General de las Fuerzas Militares, por la decisión tomada en el mismo sentido, la cual ya se ha hecho pública en los diferentes medios de comunicación nacional. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE Bogotá, D.C., 1 de septiembre de 2012 PROCESO DE PAZ Página 12
Puntos de acuerdo entre Gobierno y Farc En entrevista con el Canal Capital, el general Jaime Ruiz Barrera, habló sobre el acercamiento entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc, para iniciar posibles diálogos de paz. Nos preocupa cómo se está negociando la paz “Llevamos cerca de 30 años en este tipo de acercamientos y negociaciones y todo ha resultado un gran fracaso. Los últimos siete gobiernos, desde Turbay hasta Uribe, inclusive, lo han intentado infructuosamente. Lograr y mantener la paz, es un mandato constitucional y un anhelo nacional. Todos queremos la paz, y hay que lograrla, bien sea a las buenas o a las malas, como dice nuestro Presidente. A las malas, mediante la guerra, derrotando al enemigo. Pero para lograrlo en el menor tiempo posible, necesitaríamos leyes drásticas 182
antiterroristas y protección jurídica para nuestros combatientes. Es decir, Fuero Militar y legislación penal apropiada. A las buenas, podría lograrse mediante una negociación adecuada, de cara al país y con participación efectiva de la sociedad civil a través de sus distintos estamentos, tales como partidos políticos, iglesia católica, gremios económicos, etc. La eventual presencia de militares en retiro sería fundamental para asesorar a los negociadores. Sobre este tema, ya es de conocimiento público que hay avances importantes en la Habana. Las Farc tienen sus negociadores y el gobierno también. Podrían estar un hermano del Presidente, junto con el Consejero para la Seguridad Nacional y el actual Ministro del Medio Ambiente. Los gobernantes de Cuba y Venezuela, también ayudan en este proceso. El Embajador de Colombia en Cuba, coordina algunos aspectos relacionados con esta tarea. Los militares en retiro, no nos oponemos a este proceso. Los que nos preocupa es quienes y como se estaría negociando. La posición ideológica de izquierda radical y recalcitrante de nuestros negociadores, no es ninguna garantía. Antes por el contrario, estamos convencidos que cualquier acuerdo inicial pactado por estos personajes, seria funesto para el país, y sobre todo para la seguridad nacional. Sin duda alguna, favorecerían significativamente a los terroristas. Sus simpatías por estas organizaciones, son manifiestas. Lo mismo ocurre con la intermediación de los gobiernos de Cuba y Venezuela, los cuales siempre han sido sus amigos y grandes protectores. Esto es lo más preocupante. Entendemos que en toda negociación, hay que dar para recibir. Una excesiva generosidad, también nos preocupa. Qué estarían entregando nuestros flamantes negociadores y a cambio de qué? ¿Hay desmovilización y entrega de armas? ¿Cómo se afectarían nuestras Fuerzas Armadas en el postconflicto? ¿Cómo se les aplicaría el cuestionado Marcó Jurídico para la Paz? En fin, hay muchas preguntas y grandes dudas sobre el particular. El país no puede seguir equivocándose en este tipo de procesos. Al final, los únicos favorecidos siempre han sido los terroristas. En el gobierno de Betancur se entregó todo a cambio de nada. En el de Barco, el M-19 resulto amnistiado e indultado; y los militares que lo enfrentaron y defendieron legal y constitucionalmente el país y sus instituciones, terminaron humillados y vilmente encarcelados. Se puede negociar a través de la guerra, siempre y cuando esto se decida bilateralmente. Acuerdos de cese al fuego o suspensión de hostilidades pueden ser igualmente pactados. Sin embargo, en este momento la agresión terrorista indiscriminada de que viene siendo objeto el país, bajo ninguna circunstancia favorece este tipo de negociaciones. Se requieren señales tangibles y evidentes de paz y deseo formal de negociar limpiamente. La experiencia ha demostrado que a estas organizaciones terroristas no se les puede creer. En mi concepto, no hay condiciones favorables para continuar este proceso y mucho menos para llegar a acuerdos creíbles que favorezcan ese gran anhelo de lograr la paz en forma real y duradera”.
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Respaldo total de la Reserva Activa al Ministro de Defensa y a la cúpula militar Frente a esta preocupante situación, el gobierno nacional a través de ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón Bueno, ha dado a conocer con suficiente claridad, la verdadera dimensión del problema y todo lo que tiene que ver con el empleo de la Fuerza Pública en esta convulsionada zona del país. En recientes intervenciones públicas, informó la decisión de ese despacho y del Comandante General de las FF.MM., de activar de inmediato el Comando Conjunto del Sur-occidente del país, con participación de elementos significativos del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía Nacional, para que bajo la responsabilidad de un solo mando, se asuma el control y el mantenimiento del orden público en los departamentos del Valle, Cauca, Nariño y Putumayo. Este Comando Conjunto deberá trabajar en estrecha coordinación con los integrantes de una mesa de diálogo creada por el Gobierno Nacional para manejar todo lo concerniente a la problemática política, económica y social, que se ha venido registrando en esta zona del país, particularmente en el norte del departamento del Cauca. La iniciación de este proceso tiene que ver con la intervención del Ministro del Interior, primer responsable del tema indigenista, quien tiene a su cargo la mesa de diálogo con las diferentes comunidades en busca de los acuerdos necesarios para restablecer el principio de autoridad y retornar a la normalidad. En cuanto a la seguridad de la zona y a la intervención de la Fuerza Pública, el Ministro de la Defensa identificó con precisión el tipo de amenaza y la forma como será contrarrestada por las unidades destacadas en el sector. Señaló el profesionalismo alcanzado por nuestras Fuerzas Armadas, su entrenamiento y capacidad suficiente para derrotar la amenaza que representa estas organizaciones terroristas. Indicó la gravedad de los daños causados a la población civil y la evidente intención de las Farc de proteger a toda costa los corredores del narcotráfico que vienen utilizando para la exportación y comercialización de la droga. Explicó también la necesidad de realizar grandes esfuerzos de inteligencia, mantener la iniciativa operacional, ejercer una ofensiva permanente hacia las áreas base de los terroristas, incrementar la seguridad de las áreas críticas, y sobre todo, el monopolio exclusivo de la fuerza. Habló también de la importancia de la moral de las tropas y de la urgente necesidad de establecer un marco jurídico apropiado para su protección legal en las distintas circunstancias del combate. Recalcó, en tal sentido, la urgente necesidad de recuperar y fortalecer en el menor tiempo posible el Fuero Militar. A través de estas intervenciones, ha sido enfático en afirmar que la Fuerza Pública y, en particular, las FF.MM., no tendrán vedado ningún sitio del territorio nacional y que bajo ninguna circunstancia se negociarán las pretensiones ilegales de las comunidades indígenas manipuladas o infiltradas por las organizaciones terroristas. 185
Consecuente con lo anterior, y una vez escuchado a nuestro Ministro en sus diversas intervenciones, y de haber conocido las juiciosas directrices impartidas a la Fuerza Pública, debemos reconocer y respaldar su importante gestión en las distintas tareas propias de su cargo. Tenemos Ministro y una cúpula militar eficiente y, en estas circunstancias, reafirmamos nuestro reciente pronunciamiento de apoyo y solidaridad que hicimos público el pasado 17 de julio del año en curso. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE Bogotá, D.C., 24 de julio de 2012
Enérgico pronunciamiento de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares Las Reservas Activas de las Fuerzas Militares de Colombia, representadas en las distintas asociaciones que aquí aparecen, en nombre del cuerpo de Oficiales, Suboficiales y Soldados de la República, hacen pública su indignación y rechazan enérgicamente la agresión física, humillante y sistemática de que han sido objeto algunos miembros de la Fuerza Pública destacados en el norte del departamento del Cauca. Estas formas de agresión protagonizadas por parte de algunas etnias indígenas, claramente manipuladas por organizaciones terroristas de las Farc, han originado un franco rompimiento del orden jurídico, al declararse en franca rebeldía contra las autoridades legítimas de la nación, tipificándose de esta manera un manifiesto e intolerable acto de desobediencia civil, que debe ser reprimido de inmediato. Este ofensivo, desafiante e inaceptable proceder, con el agravante de utilizar mujeres y niños como escudo humano, no tiene aceptación ni antecedente alguno, que pueda ser comparado con hechos similares que hubieran sucedido en el territorio nacional. Si bien es cierto que la Constitución y las leyes de la República disponen que los territorios indígenas sean gobernados y reglamentados, según usos y costumbres de sus comunidades, la misma carta magna establece la obligación que tienen de preservar y mantener el orden público en sus áreas de responsabilidad, en concordancia con las instrucciones y disposiciones que en tal sentido, imparta el gobierno nacional. En ningún momento se excluye de la geografía patria y del ejercicio de soberanía del Estado colombiano, los territorios ocupados por estas comunidades. La actitud de quienes participan en este tipo de hostilidades contra la Fuerza Pública, evidentemente transgrede lo dispuesto por la normatividad jurídica de la nación, y en consecuencia le corresponde al Gobierno y a las autoridades judiciales de la República, hacer cumplir las normas que garanticen plenamente la independencia, la soberanía y la integridad nacionales. Los vergonzosos y humillantes hechos conocidos a través de múltiples fotografías y videos presentados por los distintos medios de comunicación, constituyen pruebas 186
suficientes para proceder de inmediato contra los líderes y demás actores de esta grave perturbación del orden interno. Corresponde a la Fiscalía General de la Nación, iniciar de inmediato las acciones pertinentes que permitan sancionar penalmente, a todos los responsables de tan oprobiosos y repudiados acontecimientos. Por otra parte, la presencia no autorizada y la injerencia indebida de ciudadanos extranjeros en asuntos internos del país, actuando como activistas o agitadores dentro de estas comunidades indígenas, es totalmente inaceptable y corresponde a las autoridades competentes proceder de conformidad para aplicar rigurosamente los procedimientos establecidos por la ley, que sin lugar a dudas, no son otros que la de su expulsión inmediata del territorio nacional como mínima sanción. Entre estas personas, se encuentra el ciudadano español Baltasar Garzón, su hijo y varios miembros de ONG internacionales, que desde hace mucho tiempo, al igual que los grupos subversivos existentes en el área, vienen incitando a los aborígenes a desafiar el ordenamiento jurídico vigente. Finalmente, hacemos un llamado a los distintos sectores de la sociedad colombiana, para que en estos momentos de preocupante alteración del orden público que se presenta en el sur del país, rodeen a su Fuerza Pública y a sus mandos naturales, en cabeza del Ministro de la Defensa Nacional, para puedan cumplir digna y cabalmente la misión institucional que les corresponde. General Héctor Fabio Velasco Chávez Presidente Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional ACORE, Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro Mayor General Rodolfo Torrado Quintero Presidente Confecore, Confederación Colombiana de las Reservas Sargento Mayor Luis Enrique Villalobos Presidente Nacional Acolsure Soldado Profesional Germán Hernández Cáceres Presidente Nacional Acosipar Bogotá, D.C., 17 de julio de 20 Opinión Página 4
Baltasar Garzón…
Su preocupante injerencia en asuntos internos del país y su vieja relación con el problema indigenista del Cauca. BRIGADIER GENERAL JAIME RUIZ BARRERA 187
Presidente Nacional de ACORE Definitivamente muchas de las cosas que ocurren en este país no tienen explicación ni justificación alguna. A principios de este año, el anterior ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, ante los múltiples cuestionamientos que generó el anuncio de que el exjuez Baltasar Garzón, separado deshonrosamente de la carrera judicial y condenado por la justicia española, trabajaría para el gobierno de Colombia, se vio obligado a desmentir públicamente esta preocupante noticia. Sin embargo, distintos medios de comunicación en su momento, pudieron comprobar que efectivamente, y en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, sí estuvo investigando todo el proceso de desmovilización de las autodefensas adelantado por el pasado gobierno. Algunos días después, el mismo Ministro se vio obligado a aceptar que esto era cierto y que realmente había cumplido varias tareas en tal sentido, pero que sus honorarios, habían sido cancelados en su totalidad por la OEA, y no por el Gobierno Nacional. Con esta cínica y olímpica explicación, justificó su presencia en el país. Ahora nuevamente, según anuncio hecho por el propio Fiscal General de la Nación, el exjuez que aún continua en condición sub judice, trabajará otra vez con esta misma institución, como asesor especial en materia de derechos humanos y en la aplicación de toda la normatividad jurídica relacionada con la Ley de víctimas, Restitución de tierras, Ley de justicia y paz, Justicia transicional y Marco jurídico para la paz. Para completar y hacer más preocupante esta situación, el señor Baltasar Garzón anunció a los medios de comunicación, que estaría dispuesto a participar ‘como conciliador’, entre el Estado colombiano y las comunidades indígenas del Cauca, ya que estas le habían hecho saber que deseaban que fuera su interlocutor, frente a los graves problemas que atraviesan. Posteriormente, hizo efectivo su anuncio y, acompañado de otras personas, se hizo presente en el norte del Cauca para tomar contacto con las comunidades rebeldes en un supuesto plan de ‘pacificador’. Según versión del Ministerio de Defensa, este ciudadano estaría actuando a motu proprio y sin autorización del Gobierno. La inexplicable intervención de este exjuez en medio del conflicto desatado con las comunidades indígenas, sin duda alguna surtirá graves efectos en los procesos de diálogo que se han concertado con el Gobierno, dada su reconocida condición de izquierda radical y activista internacional en materia indigenista. Hace unos años ya había sido participe y mediador en las distintas reclamaciones territoriales (unas justas y otras no), que siempre han formulado estas comunidades. En 2001, a raíz de una invitación que le formuló María Emma Mejía, a quien conoció como embajadora en España, para dictar unas conferencias sobre la Corte Penal Internacional, condicionó su visita al país a que se le diera la oportunidad de visitar algunas comunidades indígenas, especialmente las del departamento del Cauca. El compromiso se cumplió, y Baltasar Garzón permaneció en la región de Toribío y Piendamó por varias semanas, en contacto con las comunidades y con los gobernadores indígenas. Es bien sabido que su influencia sobre estas comunidades es bastante grande y que dada su posición ideológica de izquierda radical, le ha 188
permitido un gran entendimiento con los grupos armados de las Farc que operan en esta zona. Estas circunstancias hacen del exjuez persona no confiable para cualquier intervención a nombre del Estado, ya que su sesgada mediación sería muy desfavorable para la seguridad y futura estabilidad de la región. Es tan notoria y preocupante la constante injerencia de esta persona en tales comunidades, que su hijo, en esa época un adolescente (año 2001), se quedó en la región caucana por varios meses. Tiempo después, volvió a visitar el país en repetidas ocasiones como integrante de unas ONG internacionales que trabajan con las comunidades indígenas, para lo cual siempre ha gozado de la plena aceptación de las Farc. Sobra advertir que en esta importante región del país se registra desde hace mucho tiempo múltiples factores de desestabilización relacionados con tenencia de tierras, cultos religiosos, minería ilegal, bandas criminales, narcotráfico, y sobre todo, presencia de organizaciones terroristas. La asociación más poderosa de las comunidades indígenas del norte del Cauca, es el CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca). Creado en Toribio en 1971, bajo los auspicios de la antigua ANUC (Asociación Nacional de Usuarios Campesinos), en esa época, organización de fachada del PCC (Partido Comunista Colombiano). Agrupa en este momento más de cien cabildos conformados por una población aproximada de cien mil aborígenes. Desde su creación, el CRIC se ha dedicado principalmente a la tarea de reclamación de tierras, utilizando todo tipo de procedimientos (algunos legales y otros de carácter ilegal), como la intimidación a colonos y campesinos, los desalojos, las invasiones, etc. Legalmente ha logrado el reconocimiento de muchos privilegios que les permite a estas comunidades mantener por derecho propio algunos escaños en el Congreso de la República y el control de reservas o resguardos territoriales. El hecho de permitirles la siembra legal de pequeñas parcelas de coca por razones ancestrales y culturales, ha dado origen a ciertas alianzas con las Farc para explotar y comercializar clandestinamente el producto de estos cultivos. Esta podría ser una de las verdaderas causas por las cuales exigen la desmilitarización del norte del Cauca. El CRIC, desde su aparición, siempre ha estado infiltrado por organizaciones de la extrema izquierda. En un principio por el PCC y luego, y en distintas épocas, por el Eln, el M-19 y últimamente por las Farc. Para este tipo de organizaciones terroristas siempre ha existido la importancia de una salida al mar para satisfacer sus principales necesidades logísticas. Para el caso de las Farc, la pérdida de valiosísimas zonas bajo su control como eran Urabá y Chocó, esta zona del Cauca se ha convertido en su principal baluarte y corredor estratégico que no abandonara fácilmente. Hay que entender que las Farc en este momento no han logrado el control territorial de la zona, tal como se pretende afirmar, pero sin lugar a dudas, si tienen el control político suficiente a través del CRI y de la mayoría de las comunidades que lo conforman. La humillante situación que ha tenido que sufrir la Fuerza Pública al tener que permitir el desalojo de sus propias instalaciones, ofensas verbales y otras de distinto tipo, junto con continuas manifestaciones de desobediencia civil, hacen cada vez mucho más crítica la situación. 189
La gran preocupación de las tropas y de sus comandantes, radica principalmente en que de llegarse el caso de tener que repeler un ataque terrorista, es muy posible que la muerte accidental de uno o más indígenas en estas circunstancias se podría convertir en razón suficiente para condenar y encarcelar sin formula de juicio a estos defensores de la legalidad
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INSTITUCIONAL
Baltasar Garzón, otro enemigo más que se incorpora al sistema judicial para atacar a nuestras Fuerzas Militares
No es otra equivocación, es sencillamente una ¡nueva persecución! Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Presidente Nacional de ACORE Es inexplicable que el Presidente de la República, nuestro Comandante en Jefe, en contubernio con el Fiscal General de la Nación, patrocine la vinculación de este nefasto y peligroso personaje a nuestro cuestionado sistema judicial. De todos es bien sabido que su posición de izquierda radical, lo ha convertido en enemigo acérrimo de todo lo 191
que tenga que ver con organizaciones militares de cualquier país, particularmente con las de la mayoría de los que forman parte del actual sistema interamericano. Los tribunales españoles lo expulsaron recientemente de la carrera judicial por extralimitación de sus funciones y por habérsele comprobado el uso habitual de procedimientos ilegales en sus investigaciones, especialmente en lo relacionado con interceptaciones telefónicas. Fue inhabilitado por once años como responsable del delito de prevaricato, el peor que puede cometer un funcionario judicial en ejercicio de sus funciones. Este personaje, a quien el Secretario General de la OEA lo nombró como asesor en Derechos Humanos, aún no ha renunciado a su cargo y aceptó de inmediato, su vinculación al sistema judicial colombiano. Durante los años 2005 y 2006 logró manipular unos procesos judiciales por hechos de corrupción contra importantes directivos del Banco Santander, de España, motivo por el cual recibió fraudulentamente una suma aproximada de un millón doscientos cuarenta mil dólares. Por este hecho, se le sindicó de cohecho y extorsión y, tiempo después, resultó absuelto por vencimiento de términos y prescripción del proceso. En enero de 2011, cuando el Presidente de la República, anunció la vinculación de esta persona a las actividades judiciales del país, el Procurador General de la Nación, tuvo un enérgico pronunciamiento, señalando la inconveniencia de esta decisión, por tratarse de un personaje en situación sub judice, y además supremamente cuestionado en distintos sectores del ámbito internacional. Distintas ONG internacionales de izquierda radical, con notoria influencia a nivel mundial, adelantan en forma permanente una gran campaña de respaldo a través de distintos medios, exigiendo a la comunidad internacional, que cese “la injusta persecución” de que supuestamente es víctima este repudiado personaje. Como funcionario de la OEA ha realizado algunas visitas a varios países del sistema interamericano, encabezando grupos de veedores internacionales para adelantar averiguaciones relacionadas con violaciones a los derechos humanos. En repetidas ocasiones, ha afirmado públicamente, que “no descansara hasta tanto logre acabar con todas aquellas lacras responsables por la violación de los derechos fundamentales del hombre”. Ese siempre ha sido su estribillo de combate. Recientemente en una visita realizada a Ecuador, donde fue muy criticado por distintos sectores de la oposición, fue esplendorosamente homenajeado en la sede de nuestra propia embajada, por parte de la Secretaria General de Unasur, María Emma Mejía. Todo esto demuestra a plenitud, el interés muy particular de este gobierno, de congraciarse con la izquierda radical, nacional e internacional, para favorecer extrañas y desconocidas pretensiones, con algunos sectores de esta peligrosa línea ideológica. El pasado 4 de julio, se consolidó de manera definitiva el compromiso de este ex juez con la Fiscalía General de la Nación, para asesorar la entidad en todo lo concerniente a investigaciones relacionadas con la violación de derechos humanos, sin descartar, tal como ya lo anunció, llevar algunos casos a la Corte Penal Internacional. Trabajará en la antigua sede del DAS, en el centro de Bogotá, donde desde hace algún tiempo, funciona la temible Unidad de Derechos Humanos, en coordinación constante con varios colectivos de abogados dedicados a escudriñar eventuales violaciones 192
relacionas con este tema y especialmente en aquellas en las cuales puedan aparecer miembros de la Fuerza Pública. También se anunció que actuara como asesor especial del Gobierno en la aplicación de toda la normatividad jurídica relacionada con la Ley de Víctimas, Restitución de tierras, Ley de justicia y paz, Justicia transicional y Marco jurídico para la paz. En declaraciones recientes destacó la necesidad de buscar la verdad y reparación, reconstruyendo la memoria histórica del conflicto armado en Colombia. Para este propósito señaló la necesidad de proporcionar rebajas de penas y otros beneficios judiciales, para aquellos miembros de la Fuerza Pública, que estando involucrados, denunciaran conductas penales de otros miembros, en especial, aquellos responsables de operaciones contra los grupos armados ilegales. Como se puede ver, de ahora en adelante, la Fiscalía General de la Nación, adquirirá nuevos aires para perseguir a los miembros de la Fuerza Pública, que en defensa de este país, arrojen resultados y produzcan, no bajas, sino homicidios en combate. Si en este momento tenemos cerca de trece mil combatientes tras las rejas por este tipo de decisiones judiciales, ahora es de suponer, que tales cifras se incrementaran significativamente, en honor de las organizaciones terroristas que nos acechan. ¿Y del Fuero Militar que? ¿Qué podremos esperar sin la protección jurídica para ganar esta guerra?
Pronunciamiento de los Oficiales de las Reservas Activas de las Fuerzas Militares Las Reservas Activas de las Fuerzas Militares de Colombia, representadas en la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro (ACORE), hacen publica su indignación y rechazan categóricamente las falsas imputaciones formuladas por la exsenadora Piedad Córdoba contra miembros de nuestro Ejército Nacional, a quienes temerariamente señala como responsables del uso e instalación de campos minados o minas quiebra-patas contra comunidades indígenas del departamento del Cauca. Esta señora, ampliamente conocida en el país como constante detractora de las Fuerzas Militares, e igualmente por su estrecha relación con el grupo terrorista Farc, y teniendo en cuenta su peligrosidad como activista y agitadora permanente, debe ser investigada y judicializada de inmediato, por instigar un golpe de estado, y por ser también responsable de varias conductas criminales que la colocarían al margen de la ley. Estas conductas podrían tipificar como mínimo, los delitos de asonada, concierto para delinquir, incitación a la violencia, instigación al delito y a la desobediencia civil, contemplados en nuestro Código Penal. Sobre su cuestionado comportamiento, vale la pena recordar el amplio prontuario que la ha caracterizado como persona con un alto nivel de desaprobación por parte de la opinión pública, a raíz de sus continuas violaciones a la ley penal colombiana. El pasado 26 de junio, en el municipio de Miranda, departamento del Cauca, como líder de la llamada Marcha Patriótica, movimiento político orientado por las Farc, arengó unas comunidades indígenas a las cuales textualmente les expreso: “… el Ejército no está aquí para favorecer, ni siquiera para socorrer, ni para cuidar, ni para 193
proteger la vida de nuestra gente..., sino que hinca la rodilla ante el imperio…. Sembró minas quiebra-patas que mataron a un compañero indígena;… defenderemos nuestros territorios cueste lo que cueste, porque estamos en marcha patriótica por la segunda y definitiva independencia…”. Azuzó también a los indígenas y campesinos a “defenderse con palos y piedras” para “recuperar la libertad y el territorio” y a rechazar las bases militares que el Gobierno “instala sin preguntarle a la gente”. Señaló igualmente la necesidad de revocar el mandato a los congresistas e inclusive la de tumbar hasta el Presidente de la República. En los últimos años, ha sido denunciada e investigada infructuosamente por su colaboración con grupos armados ilegales, por traición a la patria, por aportes económicos proselitistas de tipo fraudulento, por concierto para delinquir, por apología del delito, por tráfico de influencias, por suministro de información privilegiada a organizaciones terroristas, etc. De todas estas conductas plenamente demostradas, solamente la Procuraduría General de la Nación ha podido sancionarla con la pérdida de investidura como Senadora de la República e inhabilitarla para ocupar cargos públicos por espacio de dieciocho años. El resto de conductas delictivas han sido objeto de total impunidad. Consecuente con lo anterior, los Oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares de Colombia, conscientes de la necesidad de mantener preservar el principio de autoridad establecido dentro del ordenamiento jurídico de la nación, exigen a las autoridades judiciales del país, se investigue y judicialice de inmediato la conducta de esta exsenadora, por los hechos que se denuncian en este pronunciamiento. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional de ACORE Bogotá, D.C., 28 de julio de 2012
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Pronunciamiento de las Reservas Activas de las Fuerzas Militares al pueblo colombiano Carta Abierta Señor Doctor JUAN MANUEL SANTOS Presidente de la República y Comandante en Jefe de las FF.MM Ciudad Los oficiales, suboficiales, soldados e infantes de marina pertenecientes al Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro, a la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (ACORE), a la Asociación Colombiana de Suboficiales en Retiro 195
(Acolsure) y a la Asociación Colombiana de Soldados e Infantes de Marina Profesionales en Retiro (Acosipar), rechazan enfáticamente lo expresado por el Señor Presidente de la República en su intervención del día 12 de los corrientes en la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova, al afirmar categóricamente que “algunos militares retirados han criticado su actitud de ofrecer la posibilidad de paz”, a la cual, supuestamente y bajo ninguna circunstancia, “se le debe tener miedo”. Esta afirmación, hecha a las tropas en una importante ceremonia militar, particularmente, por quien funge como Comandante en Jefe, constituye una aseveración temeraria, sorprendente e inadmisible, al querer disociar a las reservas activas con quienes en el momento actual portan las armas de la República para su defensa. En tal circunstancia, vemos con preocupación y profundo malestar la inexplicable actitud, de quien nunca imaginamos fuera capaz de enviar tan censurable y ofensivo mensaje. Bajo ninguna circunstancia se ha criticado su actitud. Lo que nos preocupa, Señor Presidente, al igual que a muchos sectores de la sociedad colombiana, son algunos de los proyectos de reforma constitucional que se vienen debatiendo en el Congreso de la República. Por una parte, el llamado Marco Jurídico para la paz, impulsado por su gobierno y aprobado recientemente en el Congreso de la República, con el cual se favorece excesiva y generosamente a las organizaciones terroristas, para llevar a cabo una eventual negociación de paz, que supuestamente ya se realiza o se piensa realizar. Sobra repetir todo lo que inexplicablemente se ofrece dentro de este marco legal, en cuanto a impunidad y oportunidad para algunos de estos terroristas, les permitirá ocupar posiciones de gobierno o en cuerpos colegiados, sin castigo, sin verdad y sin ningún tipo de reparación, no obstante haber sembrado de sangre, miseria y horror a los campos colombianos. Al ofrecer todo este tipo de ventajas se les estaría entregando importantes cuotas de poder que jamás hubieran alcanzado, a través de su lucha armada. Si esto llegara a ocurrir, no sería extraño que nuestras tropas, como defensoras legítimas del país y de sus instituciones, pudieran terminar en las cárceles, respondiendo injustamente por actuaciones derivadas del cumplimiento de su deber constitucional. Señor Presidente, a la paz, tampoco “le tenemos miedo”. Lo que si tememos, al igual que muchísimos colombianos, es a la forma como se pudiera negociar. En ninguna parte de este proyecto, se habla de desmovilización y desarme. Tampoco de suspensión de actividades relacionadas con el narcotráfico. En otros términos, es lo que haría un país derrotado por la agresión terrorista: entregar todo o casi todo, por nada o casi nada. Señor Presidente, tenga la certeza que este no es el caso colombiano. Usted bien sabe que nuestras Fuerzas Militares están plenamente capacitadas para derrotar esta amenaza, siempre y cuando se les proporcione la seguridad jurídica requerida y una legislación anti terrorista adecuada. Colombia es el único país del mundo que enfrenta un conflicto armado de grandes proporciones con legislación de paz y sin Fuero Militar para proteger a sus combatientes. 196
Independientemente de lo anterior, el otro proyecto de acto legislativo sobre Fuero Militar que cursa igualmente en el Congreso de la República, tampoco constituye plena garantía para nuestros combatientes. No es suficientemente confiable por las modificaciones adversas que pueda tener en su trámite, no solo por la duración de este proceso, sino también por el resultado final de la revisión y aprobación constitucional, al cual deberá ser sometido. En tales condiciones, la mejor solución en este momento, Señor Presidente, es buscar la revocatoria inmediata del convenio suscrito hace algunos años entre el Ministerio de Defensa Nacional y la Fiscalía General de la Nación, mediante el cual se suspendió temporalmente y en forma irregular, el Fuero Militar contemplado en la Constitución Nacional. De no poderse revocar, existe también la posibilidad de interponer los recursos legales necesarios para que por razones de urgencia y de seguridad nacional, se agilice el fallo por parte del Consejo de Estado, de la demanda existente por inconstitucionalidad, que lleva más de tres años en espera de un fallo definitivo. Finalmente, Señor Presidente, queremos a través de este pronunciamiento, dejar constancia ante nuestros conciudadanos, que como miembros de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares de Colombia, hemos hecho una clara y oportuna advertencia, de las graves consecuencias que puede traer para el país estas medidas que se están proyectando. Por otra parte, queremos reafirmar que lo que aquí expresamos, no puede interpretarse, tal como usted lo dice, como una crítica a las “posibilidades de paz que su gobierno ofrece” al pueblo colombiano. Señor Presidente, tenga usted también la plena seguridad de que las Reservas Activas de las Fuerzas Militares “no le tememos a la paz”, y que nuestra gran y única preocupación, como ya se ha dicho, radica exclusivamente en la forma como se podría negociar este delicado proceso. Del Señor Presidente, General Héctor Fabio Velasco Chávez Presidente Cuerpo de Generales y Almirantes en Retiro. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera Presidente Nacional Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las FF.MM. (ACORE) Sargento Mayor Luis Enrique Villalobos Presidente Nacional Acolsure Soldado Profesional Germán Hernández Cáceres Presidente Nacional Acosipar Bogotá, D.C., 14 de junio de 2012
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ACORE convocó el pasado mes de junio a los Presidentes de las quince Seccionales de la Asociación, con el fin de definir y trazar mancomunadamente los objetivos por alcanzar y tareas a desarrollar por parte de la nueva administración en los próximos dos años. En su intervención, el Presidente Nacional Brigadier General Jaime Ruiz Barrera, planteo como tarea fundamental para este periodo, no escatimar esfuerzo alguno para lograr la unidad, la integración y el fortalecimiento que se necesita, para constituir la Asociación en un verdadero grupo de presión que permita proteger y recuperar todo aquello, que como Reserva Activa corresponde. A continuación relacionamos algunos apartes de la intervención del señor Brigadier General Presidente Nacional: “De esta reunión, de lo que hablemos, de lo que hagamos, de las ideas que intercambiemos, de lo que nos comprometamos, saldrá la hoja de ruta definitiva que marcara con perfecta claridad, el camino, las tareas y los objetivos por alcanzar hasta el año 2014. En otros términos, no es otra cosa que pedirles a todos ustedes apoyar la realización del proyecto que a nivel nacional, ofrecimos durante la campaña cuando nos postulamos para dirigir los destinos de ACORE. Este proyecto que contiene diez grandes propósitos perfectamente definidos, será el compromiso de todos nosotros como equipo de trabajo” “La tarea más importante para este periodo, será la de no escatimar esfuerzo alguno para lograr la unidad, la integración y el fortalecimiento que todos necesitamos como Asociación, para constituirnos en un verdadero grupo de presión, que nos permita proteger y recuperar todo aquello, que como Reserva Activa, nos corresponde. 198
Debemos crecer más, y si es posible crear nuevas Seccionales. La vinculación de nuevos socios será definitiva.” “Nuestra tarea será un compromiso de ACORE nacional y regional. Trabajaremos como un todo. Como un solo equipo. Cada Presidente Seccional y su Junta Directiva, deberá hacer grandes esfuerzos para dar a conocer y realzar el nombre de ACORE, ante los distintos entes gubernamentales, gremiales y sociales existentes en cada región. Por ejemplo, el contacto con Congresistas del sector, se considera muy importante en este momento para realizar el loby necesario en favor de aquellos proyectos legislativos que nos afectan como institución o gremio y que actualmente cursan en esta corporación. Este tipo de relaciones, son definitivas y muy beneficiosas para lograr los propósitos deseados. “La falta de una comunicación más constante y permanente entre ACORE nacional y las Seccionales, se constituye en este momento en un factor negativo para lograr ese gran propósito de trabajar mancomunadamente y como un solo equipo, en beneficio de la organización y de todos nuestros asociados. Ante la dificultad de reunirnos periódicamente para satisfacer esta necesidad, estamos estudiando la posibilidad de programar y realizar tele-conferencias, aprovechando la tecnología del momento. Este moderno sistema, rebajaría costos de manera significativa, si hacemos la comparación con el tipo de reuniones como la que hoy estamos realizando. Una vez estudiado y analizado este proyecto, daremos a conocer sus resultados.” “A nivel central, queremos incentivar a todas las Seccionales, para que el programa de desarrollo regional previsto por administraciones anteriores, se convierta en realidad. Para este propósito se dispone en este momento de algunos recursos que pueden ser utilizados para la realización de proyectos viables y que sirvan para mejorar las condiciones de bienestar y recreación que localmente se justifiquen. El requisito fundamental, lo constituye únicamente su factibilidad y el costo beneficio que estos proyectos puedan proporcionar a nuestros asociados.” “La Presidencia Nacional seguirá insistiendo ante los distintos estamentos del Gobierno y del Estado en busca de soluciones sobre las principales necesidades insatisfechas de nuestras reservas activas. Los temas fundamentarles tienen que ver principalmente con salud, salarios e inseguridad jurídica.” “Estos serán los diez grandes propósitos de carácter general que, nos deben animar en la realización de nuestra tarea: 1. Proyectar y fortalecer la Asociación al más alto nivel posible, procurándole un crecimiento eficaz y sostenible. 2. Promover conjuntamente con todas las asociaciones de la Fuerza Pública, la unidad e integración requerida, para trabajar como un todo en benecio de las necesidades más apremiantes que nos sean comunes. 3. Convertir a ACORE en un verdadero grupo de presión que nos permita llegar a todas las instancias del poder para la solución de los problemas que nos aquejan en materia salarial, de salud, bienestar y de seguridad jurídica. 4. Impulsar los proyectos políticos que puedan conformarse bajo el liderazgo de las reservas a fin de lograr en el menor tiempo posible representaciones apropiadas en cuerpos colegiados o en cargos de elección popular. 199
5. Mantener y fortalecer el posicionamiento que ha logrado ACORE en los últimos años como la entidad más representativa de las reservas ante las Instituciones Militares y las distintas esferas del Estado y del Gobierno Nacional. 6. Cumplir estrictamente el mandato impuesto por los estatutos vigentes, sin excluir la posibilidad de revisar la parte normativa que pueda afectar las proyecciones previstas para el futuro inmediato. 7. Continuar con la modernización y actualización de los procedimientos gerenciales y administrativos que se han venido aplicando en el manejo de los bienes y recursos de la Asociación, insistiendo en el planeamiento metódico y transparente de todas las actividades, en la austeridad del gasto, y en la economía de recursos para ampliar los programas relativos al objeto social. 8. Proyectar la capitalización de nuevos y mayores recursos para financiar los planes de inversión, desarrollo y modernización de las Seccionales, y la ampliación de su cobertura en materia de servicios, bienestar y recreación. 9. Actualizar y optimizar los medios de comunicación y base de datos, para lograr la optimización de los servicios que se ofrecen en las áreas académicas y culturales, bienestar, salud, turismo, recreación, apoyo solidario, créditos, convenios, asesoría y consultoría jurídica, aprovechamiento de oportunidades de empleo, etc., y la creación de otros beneficios que hagan más atractiva la vinculación de nuevos miembros y la permanencia de sus actuales en nuestra Asociación. 10. Asumir la vocería de quienes por encontrarse en servicio activo, no pueden hacer uso del legítimo derecho de reclamación o de protesta, cuando se trata de defender los derechos que nos son comunes.” Entrevista del canal NTN24, con el Presidente Nacional de ACORE
Señor Presidente, haga la paz, pero bien hecha: BG Ruiz Barrera En la entrevista, el BG Ruiz, le envió un mensaje al Presidente Santos: “Señor Presidente, haga la paz, pero bien hecha. Que sea equitativa, justa y duradera. Gánese con todos los honores el Premio Nobel de la Paz. Sea el único mandatario qué logró la paz para Colombia después de cincuenta años de violencia terrorista”. A continuación trascribimos los principales apartes de la entrevista: NTN24. ¿Cómo interpretan las declaraciones del Presidente Santos en la Escuela Militar, ya que mucho se ha especulado en relación a esta posibilidad de estar negociando la paz por debajo de la mesa? General Ruiz Barrera. “Es bueno escuchar a nuestro comandante en Jefe, es bueno oírlo públicamente, es bueno que adquiera compromisos frente a las tropas y es bueno que ojalá cumpla, porque realmente, sobre otras cosas que nos ha dicho a las reservas ha olvidado cumplirlas. Ya lo hizo como candidato, esperamos que ahora como Presidente solucione los problemas que el bien conoce: salarial, bienestar e inseguridad jurídica. Este último es quizá el más importante, pues es el que más afecta 200
a nuestras tropas para lograr la victoria en defensa del país. Recientemente en el Teatro Patria de la ciudad de Bogotá, ratifico este importante compromiso. Señor Presidente, Usted es el Comandante en Jefe, Usted es la persona que tiene que liderar todo esto que corresponde a la Fuerza Pública. Un Comandante no delega aspectos vitales de sus tropas. En su reciente discurso en la Escuela Militar, fue enfático y muy preciso en todo lo que afirmó, pero hubo una frase muy, muy equivocada, cuando señaló frente a las tropas que los oficiales en retiro, nos estaríamos interponiendo frente a un proceso de paz que le está ofreciendo al país, porque, dice él, “le tenemos miedo a la paz”. Esto no o es cierto, señor Presidente, no es cierto señor Comandante en Jefe, esto que afirma, no es así. Nosotros no le tenemos miedo a la Paz, lo hemos demostrado en cantidad de veces, especialmente cuando portamos las armas de la República y estuvimos en servicio activo. No le tenemos miedo, ni a la paz, ni a la guerra. La paz es la resultante de ganar la guerra o de negociarla. Si esto se hace, hay que hacerlo en condiciones dignas y ventajosas para el pueblo colombiano. Señor Presidente, el mensaje que Usted está dando en tal sentido, a través de lo que su equipo de gobierno ha venido manejado en el Congreso de la Republica, es totalmente contrario a lo que el país quiere y necesita. Este tipo de legislación que pretende sacar post-conflicto, no es convincente. No es convincente ni para los militares ni para la nación. Con esto que pretende, una nación entera se siente afectada, se siente humillada. No se puede crear un manto de impunidad de tal magnitud, cuyos efectos serán muy nocivos para la tranquilidad y el futuro de este país. Podríamos tener a estos terroristas en altas posiciones de gobierno y a los militares, que legalmente han defendido el país, en las cárceles cumpliendo condenas inadmisibles. Ese si es el gran temor que tenemos los militares y la nación entera. La otra preocupación, la constituye algo de lo que muy poco se ha hablado: la justicia transicional. Este instrumento jurídico, le otorgara a usted, herramientas poderosísimas, que mal usadas, nos precipitaría al caos. Sus declaraciones en la Escuela Militar fueron ofensivas, porque las hizo en el Alma Mater de nuestra institución. Allí nos formamos, allí crecimos, allí comenzamos a dar nuestros primeros pasos para la defensa de este país. No estamos haciéndole oposición a la paz que pretende. Nosotros queremos la paz, pero una paz digna, una paz ventajosamente negociada. No una paz que haría un país derrotado, entregando todo, a cambio de nada. Ojala que usted lo entienda. Nosotros somos los que más sufrimos por esta guerra, somos los que ponemos los muertos, somos los que nos jugamos la vida en defensa del país y sus instituciones. Ojalá se logre esta paz tan anhelada y el país recupere la tranquilidad que tanto necesita. Hay cosas muy extrañas que se han venido sucediendo y que en forma preocupante indican que podría estarse negociando esta paz, al parecer en condiciones muy desventajosas. Podría estarse realizando por conducto del gobierno venezolano y de un asesor suyo, Señor Presidente, de ingrata recordación entre los militares, cuando se desempeñó como alto funcionario del Ministerio de Defensa. ¿Por qué no se aclara esta situación y se le cuenta la verdad al país? 201
Una negociación a través del Presidente Chávez, persona no confiable por su estrecha relación con los grupos terroristas, repudiado por el pueblo colombiano, junto con otro funcionario tampoco confiable, por sus cuestionadas actuaciones y por sus relaciones extrañas durante su desempeño en el Ministerio de Defensa, no puede dar como resultante una negociación favorable en un tema tan delicado y trascendental para el futuro de Colombia. Señor Presidente, con todo el respeto que nos caracteriza como soldados; como ciudadanos y como colombianos, le pedimos que sea más prudente en sus pronunciamientos y no de esos malos mensajes a quienes portan las armas de la República y menos en ceremonias militares frente a las tropas. Nosotros como oficiales en servicio activo, fuimos sus Comandantes, y usted nos ofendió de manera grave, al decirles a nuestros soldados, a nuestros suboficiales, a nuestros oficiales, a nuestros cadetes de la Escuela Militar, que somos las personas que no quieren para este país la paz que tanto anhela el pueblo colombiano”. ¿Por qué cree que la paz pueda ser negociada por el Presidente Santos, en condiciones de desventaja para el país? Entiendo también por lo que usted dice ¿que está paz estaría siendo negociada a través del Presidente de Venezuela? “Bueno, el gobierno tiene todo el derecho a manejar este proceso como quiera, siempre y cuando se haga bien y con dignidad. Hacerlo en forma secreta, en forma reservada o parcialmente secreta, es lo de menos. Cualquier procedimiento que sea utilizado, es bienvenido. Lo importante es que se haga bien y a través de los caminos que el pueblo colombiano espera, con la gente, con las personas, con las entidades, o con las instituciones idóneas y respetables que sean necesarias. Esto es lo fundamental. Por eso, pretenderlo hacer por conducto del Presidente Chávez, que alberga a todos estos grupos terroristas, que es su amigo, socio y protector, no es ninguna garantía. Es cuestión de simple lógica. Chávez como intermediario, lograría muchas ventajas en favor de sus amigos. Para este caso, si hay que negociar en el exterior, necesitaríamos un gobernante respetable y un país neutral. Señor Presidente, haga la paz, pero bien hecha. Que sea equitativa, justa y duradera. Gánese con todos los honores el Premio Nobel de la Paz. Sea el único mandatario qué logró la paz para Colombia, después de cincuenta años de violencia terrorista”. General, ¿qué información manejan ustedes, para estar denunciando que está paz se estaría negociando de esta manera? “Voy hacer referencia a algo elemental y de simple lógica. Cuando una misma información, viene de distintas fuentes confiables y creíbles, pues la información se evalúa y se confirma. Es así como se convierte en hecho. Prima la idoneidad de la fuente y su grado de credibilidad. Si alrededor de esta misma información, aparecen una serie de indicios coincidentes, pues se reconfirma. Esto es lo que ha sucedido. Son muchas las fuentes y los indicios coincidentes. No existe mayor duda. Si por razones supremas, el Señor Presidente debe negarlo como ya lo hizo, es perfectamente entendible. Lo que no es aceptable, es que se estén dando peligrosos indicativos de una negociación desventajosa, entregando mucho en forma generosa, como es el caso del Marco Jurídico para la Paz, sin tener en cuenta sus preocupantes consecuencias.
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Lo que no queremos, repito, es que no le entreguemos el país a los terroristas, y que no sean ellos los que vengan a manejar en un futuro los destinos de Colombia, y nosotros como militares pudriéndonos en las cárceles”. Brigadier General Jaime Ruiz Barrera:
“El supuesto golpe de estado fue un caso de clara manipulación informativa” Revista CAMBIO 16 Miércoles, 6 de junio de 2012
Resumen de la entrevista Para el general Jaime Ruiz Barrera, presidente Nacional de ACORE, las Fuerzas Armadas de Colombia tienen la suficiente capacidad para derrotar a los terroristas, siempre y cuando se tomen las medidas adecuadas, particularmente en materia de seguridad jurídica, y que esto no se haga demasiado tarde. Ya que, como lo decía el general Douglas MacArthur: “La historia de los fracasos en las guerras, siempre se resume en dos palabras:… demasiado tarde”. ¿Qué hay de esos rumores, de esas noticias, de un supuesto golpe de estado en Colombia? General: “Se creó un preocupante estado de alarma e intranquilidad publica, por unos inocentes correos electrónicos que se cruzaron dos oficiales de la reserva sobre ciertos temas que atañen a la realidad nacional y a algunos aspectos de carácter institucional. En uno de estos correos, un oficial le decía al otro que el Presidente Santos cuando estaba en campaña electoral, había prometido solucionar los grandes problemas que enfrenta la institución militar, y que afectan por igual, no solo a las reservas, sino también a quienes se encuentran en servicio activo.
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Por lo regular, siempre entre nosotros se habla de la situación nacional, y de las necesidades insatisfechas, desde hace mucho tiempo, en materia salarial, bienestar y seguridad jurídica. En este sentido, uno de los oficiales le escribía al otro, “que como el Presidente no cumplió, habría que removerlo del cargo, se conformaría una junta provisional de gobierno y luego se convocaría a nuevas elecciones.” De esta manera, se suponía que el nuevo gobierno, por fin atendería estas justas demandas represadas desde hace tantos años. Este correo que se difundió entre muchos amigos y colegas, sin prevención alguna, además sobre un tema de por si irreal, y de imposible realización, fue hábilmente manipulado para crear un estado de cosas que solo favorecía a la extrema izquierda, la cual siempre aprovecha cualquier circunstancia, para enviar mensajes desestabilizadores respecto a la situación del país. Este correo cayó en manos de alguien, que malintencionadamente, se lo entregó al Canal Capital de TV, medio de comunicación muy adverso a los militares y ligado a la izquierda radical, cuyo director, el señor Hollman Morris, recientemente investigado por sus estrechas relaciones con las Farc, en coordinación con Anncol, página de difusión por internet de esta organización terrorista, se encargó de realizar el montaje, para crear la situación que creo y confundir a la opinión pública nacional. Como parte de esta misma estrategia, algunos medios de comunicación, comenzaron a lanzar otros mensajes que señalaban, que las reservas militares del país, coordinadamente con la extrema derecha colombiana, eran las responsables del reciente atentado contra el exministro del Interior, Fernando Londoño Hoyos, ocurrido en Bogotá. Igualmente hacían eco a unas declaraciones de la ex senadora Piedad Córdoba, conocida por su estrecha relación con las Farc, en el sentido de que estaba siendo amenazada por estas mismas agrupaciones. Todo esto fue un caso de manipulación informativa, con un objetivo muy claro para beneficiar a los terroristas, ante una eventual negociación de paz con el gobierno colombiano. Señalarían de esta manera, la existencia de una eventual desestabilización y debilidad del Estado, que le impediría al gobierno, imponer ventajas o condiciones favorables dentro del proceso”. ¿Parece, sin embargo, que las reservas sí estaban un poco inconformes con el actual estado de cosas? “Sin duda alguna. Hay una inconformidad generalizada por todo lo que está ocurriendo, y que tiene que ver con las necesidades insatisfechas que ya se han mencionado. Por otra parte, también hay gran preocupación por la forma como se están dando en el Congreso de la República algunas reformas constitucionales para favorecer en exceso a los terroristas en caso de negociar la paz. Es entregar mucho, a cambio de casi nada. En ninguna se habla de desmovilización y desarme, ni tampoco de la suspensión de actividades de narcotráfico. Este es el preocupante proyecto legislativo denominado “Marco jurídico para la paz”, y su herramienta más peligrosa, que es la llamada justicia transicional. Esto que se está proyectando, ni más ni menos, es lo que haría un país derrotado por la subversión terrorista. Es todo un monumento a la impunidad. El país sabe que nuestras Fuerzas Militares tienen toda la capacidad para derrotar el terrorismo. Sin lugar a dudas, son las más capacitadas y preparadas, como también las mejor 204
entrenadas, del Continente para hacer frente a esta amenaza. Pero para poder derrotarlas en forma rápida, necesitamos leyes adecuadas para combatirlas y un fuero militar eficiente. Este es el único país del mundo que sufre un conflicto armado, tal como ya fue formal y públicamente reconocido por nuestro Presidente, pero que de manera inexplicable, no tiene fuero militar que proteja a sus combatientes. Producto de esa inseguridad jurídica que nos afecta, hay una cifra sorprendente: en este momento tenemos aproximadamente 15.000 hombres fuera de combate por inexplicables decisiones judiciales. Estos jueces y fiscales, no pertenecientes a la Justicia Penal Militar, porque ésta ya no tiene ninguna competencia, cuando investigan operaciones militares que arrojan resultados, tratan como homicidios las bajas en combate, y a nuestras tropas, como terribles criminales. En muchos casos utilizan testigos y pruebas falsas para justificar sus inexplicables decisiones. Dictan auto de detención a las unidades enteras responsables de la operación. Desde el Comandante, hasta el último soldado. Nadie se salva de estas absurdas decisiones. A partir de este momento quedan fuera de combate. Estas son las famosas bajas judiciales, con las cuales se favorece al enemigo. El daño que no nos han causado los terroristas, no los están causando ahora estos funcionarios en sus estrados judiciales”. ¿A qué se debe esta merma en la percepción de la seguridad pública en Colombia? “El concepto de seguridad hay que entenderlo, como una situación libre de amenaza, daño o riesgo. Estos son los factores determinantes. El ciudadano común es quien mide con exactitud ese tipo de percepción y hace sus comparaciones con situaciones existentes, antes y ahora, y llega a sus propias conclusiones. Para enfrentar la amenaza exitosamente, se requiere una acción ofensiva contundente. Esto se logra cuando el combatiente tiene el firme convencimiento que es superior al enemigo con el cual se enfrenta, y cuenta también con todos los instrumentos tangibles e intangibles para la lucha. Entre los intangibles, juegan papel determinante la moral, el entrenamiento y una férrea voluntad de lucha. Fe en la causa, es el eslogan de nuestros combatientes. Todo eso lo tenemos, pero para s efectiva aplicación, se requiere, entre otros, una adecuad protección jurídica, para qu en caso de resultados exitoso en el combate, no terminen luego injustamente condenados y encarcelados por un sistema judicial en que no confían. Esa es la importancia del fuero militar para cualquier combatiente en el mundo. En el momento actual, lo mandos de nuestras Fuerzas Militares, con el Ministro de Defensa a la cabeza, trabajan como un solo equipo. Hay plena confianza en su gestión. Sin embargo, la solución de los grandes problemas que nos afectan, tanto a activos como a retirados, en materia salarial, salud y bienestar, y seguridad jurídica, no han tenido solución. Solo se han logrado promesas incumplidas. Los únicos que tienen la plena facultad para resolver esta problemática, son el Presidente de la República y el Congreso Nacional, este último, en cuanto a la seguridad jurídica. Da la impresión que existen intereses superiores, especialmente de orden internacional, que obviamente no compartimos, y que son los que impiden estas justas y prontas soluciones”. ¿Solo se debe utilizar la vía militar para derrotar las Farc? 205
“Hay que derrotar a las Farc y también al Eln, que son las organizaciones terroristas que se han constituido en la amenaza más importante que afronta el país actualmente. Estamos en capacidad de hacerlo y conseguirlo, tal como se ha dicho. La acción militar es la más importante y corresponde al esfuerzo principal. Sin embargo, se requieren otras acciones complementarias de tipo político, económico y social, para poder garantizar la victoria. El plan táctico-estratégico concebido actualmente por nuestras Fuerzas Militares para enfrentar esta amenaza, incluye una acción integral en tal sentido”. ¿Parece que ha habido un cambio radical en esta materia por parte del presidente Santos, con respecto a las políticas de su antecesor, el expresidente Álvaro Uribe? “No hay duda alguna, que nuestro actual Presidente llego a este cargo, por el firme convencimiento de quienes lo apoyaron, que continuaría las misma políticas de seguridad democrática aplicadas por su antecesor. En cuanto a este tema de la seguridad, la percepción existente, es que ha habido afectivamente un desmedro en comparación con la situación que se vivía en épocas del gobierno anterior. Parecería, que existen otros intereses de carácter superior o de valor supremo, que han impedido que el actual gobierno se la juegue a fondo, para enfrentar contundentemente esta amenaza. Esos otros intereses, lucubrando un poco, podrían tener relación con futuros planes de negociación de paz o también, con la inexplicable indiferencia demostrada en la solución de las necesidades mas apremiantes e insatisfechas de nuestros combatientes, circunstancia como se ha dicho, constituye un factor negativo que afecta significativamente, su moral y voluntad de lucha, y por consiguiente los resultados esperados en el cumplimiento de esta tarea”.
Entrevista al brigadier General Jaime Ruiz Barrera, Presidente Nacional de ACORE, al programa La gran Matinal de la Cadena Todelar, el domingo 17 de junio de 2012. Hay una negociación de paz por debajo de la mesa con los grupos terroristas: BG Ruiz Todelar. Las Reservas Activas de las FF.MM. han hecho pública una carta dirigida al Presidente de la República en la cual rechazan enfáticamente unos recientes pronunciamientos y también sus actuaciones respecto del Fuero Militar y al llamado Marco Jurídico para la Paz. Esta carta dada a conocer en las últimas horas, ha sido motivo de gran controversia, circunstancia por la cual, hemos recurrido al propio General Jaime Ruíz Barrera, presidente ACORE, para que nos diga y nos cuente, cuales son las inquietudes de la Fuerza Pública y cuales los motivos que originaron este pronunciamiento ante la opinión pública. General Jaime Ruiz Barrera, ¿qué es lo que está pasando hoy precisamente que celebramos el día del padre? General Ruiz. “Efectivamente, hoy es el día del padre, y a propósito, hagamos mención también a los padres de la patria, ya que tenemos muchos problemas en el Congreso de la República, por todo lo que equivocadamente se está aprobando en materia de
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reformas constitucionales para una eventual negociación de paz, en extrañas circunstancias. Ojalá estos padres de la patria se pongan la mano en el corazón y revisen lo que están haciendo, porque el futuro de este país será muy incierto si seguimos cediendo tanto, a cambio de nada o muy poco, para favorecer a unos cuantos terroristas, que tanto daño le han hecho a este país. Esta es la inquietud, o la gran preocupación que nos embarga a la Fuerza Pública, y cuando digo ‘nos’, es que hay que entender que no somos solamente las reservas. Nosotros somos reservas activas, lo cual significa, que somos parte integral de la institución militar. Somos un todo, activos y no activos. Nosotros no somos pensionados ni retirados, somos reservas totalmente activas, y nos pagan una mensualidad, un sueldo de retiro por la obligante disponibilidad de permanecer listos a incorporarnos a filas, al primer llamado que se haga para defender nuestro país. Cuando hablamos como reservas y como militares, es porque seguimos siendo militares. Aquí no tenemos ex militares, ex cabos, exsargentos, ex capitanes, ex coroneles. Yo no soy ex general. Sigo y seguiré siendo, general, y como reservas, permanecemos disponibles las veinticuatro horas del día para el llamamiento al servicio. Esta es una importante aclaración que quería hacer, antes de contestar a sus preguntas. Bien. La carta al señor Presidente contiene el pronunciamiento de las reservas de las Fuerzas Militares. Es decir, incluye oficiales, suboficiales, soldados e infantes de marina. Todos de común acuerdo, dentro de nuestras asociaciones, previas reuniones y discusiones, coincidimos en este pronunciamiento. Se trata de una carta abierta y pública, de la cual, ojalá tengamos alguna respuesta. Otras cartas que se le han hecho llegar a nuestro Comandante en Jefe, nunca han tenido su debida atención. No hemos tenido respuesta alguna. Hemos sido totalmente ignorados, respecto a temas de vital importancia relacionados estrechamente con la seguridad nacional. Esto es lo más preocupante”. General, por otra parte, el Ministro de defensa, no el Presidente, en estos días manifestó públicamente, que el Gobierno destino recientemente un billón de pesos para bienestar, particularmente para atender problemas de vivienda y salud de la Fuerza Pública. ¿Qué nos dice al respecto? “Primero que todo, quiero decirles que tenemos un gran Ministro, un hombre íntegro que se puso la camiseta de las Fuerzas Militares desde el momento mismo que asumió su cargo. Ha luchado contra viento y marea, buscando soluciones para los diferentes problemas que estamos enfrentando. Ha peleado abiertamente contra otros ministros que se han querido interponer en la búsqueda de estas soluciones. Ha ido al Congreso de la República a defender el proyecto de Fuero Militar propuesto por el Gobierno, aunque para nosotros no representa una buena garantía. Tiene algunos incisos que nos perjudican. Se mueve mucho, y por todas partes busca soluciones. Visita constantemente las aéreas de operaciones para motivar las tropas y pedir mejores resultados. Lamentablemente no estamos viendo en el momento, respuestas 207
adecuadas e inmediatas para las necesidades más apremiantes, en materia de salud, salarios y seguridad jurídica. Todos sabemos que las facultades para encontrar estas soluciones radican exclusivamente en nuestro Comandante en Jefe, quien no ha tomado decisiones a fondo para resolver toda esta problemática. Todo ha sido a cuenta gotas, y en algunos casos, tomando el camino equivocado, específicamente en lo que tiene que ver con Fuero y Justicia Penal Militar. Parece que existen intereses opuestos y grandes presiones de la izquierda radical de este país, de algunos sectores del partido Liberal, de ONG internacionales, del Departamento de Estado de los EE.UU. y, quizá, de los mismos grupos terroristas, para evitar la solución de la inseguridad jurídica que nos afecta. Esto es lo más preocupante y ya estamos casi convencidos que si hay una negociación de paz por debajo de la mesa con los grupos terroristas y que este proyecto de Fuero Militar que cursa en el Congreso, va a ser muy demorado, y por tanto, podría ser parte de esta oculta negociación. Nosotros siempre hemos sido sumisos y muy respetuosos del poder civil de la nación. Pero cuando uno ve la amenaza grande, la seguridad nacional en juego, cuando se quiere entregar cosas que no deben ser negociables, como la Constitución Nacional, nos sentimos en la obligación de protestar. Si nos hubieran derrotado los terroristas, deberíamos someternos a lo que ellos quisieran imponer. Este no es el caso y toda muestra de generosidad en esta reforma constitucional, a través del llamado marco jurídico para la paz, se convierte en una terrible expresión de debilidad del Estado, frente a estos terroristas”. General, usted tiene mucha razón. A ellos no se les juzga y se les perdona todo. A los militares les cobraran muchas cosas por defender este país. Gracias por su participación en este foro. “Gracias a ustedes por la oportunidad de dar a conocer este pronunciamiento hecho por los oficiales, suboficiales, soldados e infantes de marina de las reservas activas de las FF.MM. Ojalá recapacitemos y recapaciten también, todos los que tienen la responsabilidad en la toma de decisiones sobre estos delicados temas, para no volver a cometer gravísimos errores. El país ya se ha equivocado varias veces en el tema de las negociaciones de paz. En cada caso, los terroristas resultaron muy fortalecidos. Ocurrió en el gobierno de Pastrana, en el gobierno de Betancur, y también en el gobierno de Barco con el M19. Fruto de esta última negociación, varios cabecillas de esta organización hoy ostentan diferentes cargos de poder y quienes salvaron el país y protegieron las instituciones, están ahora injustamente confinados en la cárceles”.
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Una entrevista en frases El brigadier general Jaime Ruiz Barrera, presidente de ACORE, concedió una entrevista a la cadena Todelar de Colombia, de la cual extractamos algunas frases: “Paradójicamente, quienes tienen en este momento la moral en alto son los terroristas, que en actitud triunfalista han encontrado que lo que no lograron en el campo de combate lo están logrando fácilmente en los estrados judiciales”. “No estamos pidiendo aumento de sueldos. Estamos pidiendo que se nos pague una deuda salarial que se nos debe desde hace varios años”. “Inexplicablemente se nos ha dejado en manos de un sistema judicial politizado, que nos castiga en forma humillante y nos persigue constante y rabiosamente, mucho más que lo que debería hacer contra las organizaciones criminales y terroristas que azotan este país”. “Respecto del tema de la paz, partimos del principio de que podemos ganar la guerra para lograrla. Para este gran propósito necesitamos Fuero Militar y legislación apropiada para manejar el conflicto”. “En el caso de los servicios de salud, como parte de la obligación que tiene el Estado de proporcionarlos a todos los miembros de la institución castrense, activos y retirados, colapsó desde hace varios años por el incremento del pie de fuerza”.
Este oprobioso sistema tiene más militares tras las rejas que terroristas: BG Ruiz “Paradójicamente, quienes tienen en este momento la moral en alto son los terroristas, que en actitud triunfalista han encontrado que lo que no lograron en el campo de combate lo están logrando fácilmente en los estrados judiciales”. “Entre todas las dificultades que tenemos, inexplicablemente se nos quiere dejar en manos de un sistema judicial politizado, que nos castiga en forma humillante y nos persigue constante y rabiosamente, mucho más que a los distintos bandidos que azotan este país. Este oprobioso sistema, tiene más militares tras las rejas que terroristas de las Farc. Los procesos penales contra miembros de las Fuerzas Militares, están totalmente activos. Los de la farc-política, duermen el sueño de los justos. A los militares, los juzga el enemigo. No hay ningún tipo de garantías”. Así de tajantes fueron las respuestas del general Jaime Ruiz Barrera, a los periodistas de la cadena Todelar que lo interrogaron sobre la moral de las tropas, la deuda del 210
Estado con las Fuerzas Militares, y otros temas de carácter político que hoy por hoy están en el ojo del huracán. Apartes. Todelar.- ¿General, dentro de todas las dificultades que afrontan actualmente las Fuerzas Militares y sus Reservas, a su juicio cual podría ser la más preocupante? BG Jaime Ruiz.- “Sin duda alguna que todas son muy preocupantes. Tenemos problemas en materia salarial, servicios de salud y de seguridad jurídica. Sin embargo, entre todas estas dificultades, la que se ha convertido en este momento, no solamente en problema de los militares, sino del país entero, es la que tiene que ver con la inseguridad jurídica de sus miembros, por los graves efectos que causa en temas vitales de seguridad nacional. Inexplicablemente se nos ha dejado en manos de un sistema judicial politizado, que nos castiga en forma humillante y nos persigue constante y rabiosamente, mucho más que lo que debería hacer contra las organizaciones criminales y terroristas que azotan este país. Este oprobioso sistema tiene más militares tras las rejas que terroristas de las Farc o del Eln. Los procesos penales contra miembros de las Fuerzas Militares están totalmente activos. Los de la Farcpolítica, o los iniciados contra el Eln, duermen el sueño de los justos. A los militares los juzga el enemigo. No hay ningún tipo de garantías”. ¿General, usted con esa experiencia que tuvo, cree que ahora están desmoralizadas las tropas? “Si yo fuera en este momento un General en servicio activo y Comandante de tropas, obviamente diría: No, mis tropas no están desmoralizadas, están prestas al combate, hemos dado magníficos resultados. Esta respuesta es apenas natural y lógica. Si digo otra cosa distinta y que no corresponda a la realidad verdadera, sería imprudente y peligroso. En este caso, la poca motivación existente se vendría vertiginosamente al suelo. Esto es lo que hay que entender, frente a esta preocupante situación. Yo me encontraba en servicio activo cuando el presidente Betancur firmó ese famoso e inexplicable Pacto de La Uribe con los grupos subversivos que existían en el país. Este compromiso gubernamental, generó una gran desmoralización en las Fuerzas Militares. En esta ocasión, el Estado entregó todo a cambio de nada. Por ejemplo, de los catorce frentes que tenían las Farc, después de ese proceso que no llegó a nada, se triplicaron o cuadruplicaron. A partir de ese momento, creció la amenaza terrorista que hoy afronta el país. El daño causado, sin lugar a dudas, fue de responsabilidad directa de este mandatario. Los bandidos recibieron generosamente casa, beca y carro. Muchos fueron mandados al exterior a costa del erario público. Al poco tiempo, varios militares comenzaron a ser procesados injustamente para responder por lo que legítimamente estaban defendiendo. Esto que ya se vivió no puede volverse a repetir. El despeje del Caguán, fue otro gravísimo error. El país no puede equivocarse tantas veces. Debemos aprender de esta lección. En este nuevo y secreto proceso de paz que misteriosamente se cocina, y del cual existe una gran preocupación nacional por todo lo que aparentemente se está ofreciendo y por el intermediario no confiable que se está utilizando (Presidente Hugo Chávez), podría ser también otro factor de desmoralización o de desmotivación, para no utilizar el primer término que tanto molesta a nuestro gobernante. Con toda esta situación, paradójicamente quienes tienen en este momento la moral en alto son los 211
terroristas, que en actitud triunfalista han encontrado, que lo que no lograron en el campo de combate lo están logrando fácilmente en los estrados judiciales”. ¿Qué motivaciones salariales importantes les han brindado a los militares los presidentes en estos diez últimos años? ¿Cómo ven el carrusel de pensiones en la rama judicial o los grandes aumentos a los congresistas cuando se requieren reformas constitucionales que favorecen al Ejecutivo? “Motivaciones salariales, ninguna. El carrusel de pensiones y los aumentos salariales del Congreso, una vergüenza. Una de las motivaciones que exigimos, si esa es una forma de decir, es que nos den la protección jurídica que requieren nuestras tropas para cumplir cabalmente y contundentemente nuestra misión institucional de defender este país. Por otra parte, no estamos pidiendo aumento de sueldos. Estamos pidiendo que se nos pague una deuda salarial que se nos debe desde hace varios años. (Desde el gobierno del Presidente César Gaviria). Siempre hemos sido conformistas. Hace poco a los empleados oficiales se les aumentó el 4% por concepto de IPC. En cambio a nosotros, solo el 2%. No hubo reclamación alguna. En el caso de los servicios de salud, como parte de la obligación que tiene el Estado de proporcionarla a todos los miembros de la institución castrense, activos y retirados, colapsó significativamente desde hace varios años por el incremento del pie de fuerza. Hasta el momento, no ha habido solución adecuada”. ¿Cuándo le compran armas al Ejército, se puede considerar que es una buena motivación? “Cuando se compran nuevas armas y equipo de defensa para nuestras Fuerzas Militares, sin duda alguna, tal como se pregunta, surge una gran motivación. Este tipo de recursos facilitan el cumplimiento de la misión e incrementan el poder de combate de nuestras tropas, tanto para la defensa interna, como para preservar y proteger nuestra soberanía frente a cualquier provocación. Uno de nuestros vecinos, (el nuevo mejor amigo), que es un personaje detestable y peligroso, se ha convertido en una grave amenaza para el país y para la región. Su condición ya demostrada, de ser incondicional de las Farc y del Eln, no permite ningún tipo de confiabilidad. Su hermano, gobernador de un Estado venezolano, según múltiples acusaciones, tiene o ha tenido bajo su protección, específicamente en una hacienda de su propiedad, a ‘Timochenko’ y a varios integrantes del llamado Secretariado de las Farc. Todo esto explica la forma tan fácil como se atacó sorpresivamente desde territorio venezolano una Base Militar del Ejército colombiano por parte de las Farc en la zona fronteriza de La Guajira, con la evidente complicidad de la Fuerza Armada de ese país. Asesinaron a doce militares con cilindros bomba y luego se replegaron sin ningún contratiempo hacia territorio venezolano, donde fácilmente se refugiaron. Esto es de suma gravedad e inaceptable, y lo más preocupante es que pueda repetirse impunemente”. ¿General, quiero pedirle respetuosamente, que nos explique sucintamente cuál es la deuda que se tiene con las Fuerzas Militares? “No es una, son tres las más importantes: salud, nivelación salarial y protección jurídica o fuero militar. La salarial como ya se dijo, afecta por igual a activos y retirados. Solo se están reconociendo el IPC. Otro tipo de demandas, no han sido aceptadas. 212
Sobre este tema hay que ser justos. Recientemente el Presidente de la Republica, confirmó públicamente que el gobierno solucionará prioritariamente estas demandas insatisfechas. Respecto al IPC, se llevará a cabo una concertación con el Ejecutivo, a través de la Oficina de Defensa Jurídica de la Nación. Este compromiso, ha generado un marco de esperanza para la Fuerza Pública. Esperamos que no se convierta en otra promesa incumplida, tal como aconteció durante su reciente campaña electoral”. ¿General, cree usted que le ha faltado más impulso al Presidente Santos frente a la amenaza guerrillera? “Al Presidente no le ha faltado impulso como usted lo dice. Quizá le ha faltado un poco más de compromiso y decisión para proporcionar en forma rápida el blindaje jurídico que requieren las tropas en combate. No se explica porque esta demora. La impresión generalizada dentro de las reservas es que sus compromisos internacionales con diversas ONG relacionadas con derechos humanos, con el ala izquierda del Departamento de Estado de EE.UU. y con la izquierda radical de este país, se lo han impedido. Da la impresión que hay otras prioridades. El proyecto sobre Fuero Militar que cursa en el Congreso de la República no es confiable por las modificaciones adversas que pueda tener en su trámite, por la duración de ese proceso y por el resultado del paso final, respecto de la revisión y aprobación constitucional, el cual es muy incierto. La propuesta que ya hemos hecho, y sobre la cual seguiremos insistiendo, es buscar la revocatoria del convenio anticonstitucional suscrito entre el Ministerio de Defensa Nacional y Fiscalía General de la Nación, hace cerca de cinco años, mediante el cual se suspendió temporalmente y en forma irregular el Fuero Militar contemplado en la Constitución Nacional. En estas circunstancias, pelear una guerra con legislación de paz, siendo además el único país en el mundo que reconoce un conflicto armado interno y que acaba inexplicablemente con la vigencia del Fuero Militar, no facilita el cumplimiento de esta tarea por parte de nuestras Fuerzas Militares. Para completar este preocupante e inexplicable cuadro de contradicciones, y como un nuevo ingrediente de desmotivación, últimamente un grupo de diligentes abogados de la Oficina Jurídica del Ministerio de Defensa, cumpliendo órdenes al parecer de la Secretaria General, ha comenzado a aplicar la llamada acción de repetición contra Comandantes en diferentes niveles, en algunos casos en que la nación, inadecuadamente defendida y representada en estos procesos judiciales, ha sido condenada a pagar cuantiosa indemnizaciones por concepto de reparación a supuestas víctimas producidas en operaciones militares. En el sonado caso de Mapiripán, y en otros muchos más, donde el Estado fue estafado por el colectivo de abogados Alvear Restrepo, el o los comandantes responsables de las operaciones militares, supuestamente, deberán pagar con su propio peculio, lo que la nación pago a las supuestas víctimas en este oprobioso proceso”. ¿General, preferiría que se compraran menos armas y que algo de ese dinero se utilizara para pagar parte de las deudas que tiene la Nación con las Fuerzas Militares? 213
“No, la situación económica del país no está en este momento en crisis. No hay quiebra. Hay condiciones favorables y suficientes para comprar las armas necesarias para defendernos. Hay prosperidad económica. Si no fuera así, estoy seguro de que los militares estaríamos dispuestos a condonar esta deuda para que esos recursos permitieran adquirir lo que fuera necesario para garantizar la soberanía frente a cualquier tipo de amenaza. Yo pienso que algo similar lo harían muchos colombianos. El honor y el patriotismo valen mucho más que el dinero. La dignidad y la mística que siempre nos ha caracterizado es lo que se impone. Coloquialmente hablando no es cuestión de estómago. Eso lo tenemos perfectamente claro. Iríamos al combate sin remuneración y totalmente gratis. El mejor ejemplo de esta bonanza económica se dio recientemente cuando el Presidente Santos anunció sorpresivamente su decisión de entregar cien mil viviendas gratis a un costo superior a los cuatro billones de pesos a lo que el Ministro de Hacienda informó de inmediato que ya existían algo así como quinientos mil millones de pesos disponibles. Esto constituyó un gran mensaje de prosperidad, no obstante los desacuerdos y críticas generalizadas de algunos sectores opositores, que lo descalificaron por tratarse de un costosísimo acto populista, destinado únicamente para mejorar su imagen. Por lo visto, hay dinero suficiente para atender estas y otras necesidades que puedan demandar la defensa nacional y también el pago de las deudas que tiene la nación para con nuestras Fuerzas Militares”. General, sabemos que las Fuerzas Militares no son deliberantes, sin embargo, ¿hubiera sido posible una encuesta en la cual bajó la imagen del Presidente para poder conocer que concepto tienen de su mandatario? “Si la encuesta se hubiera realizado exclusivamente con miembros de la Reserva Activa me reservo sus resultados, porque pienso que no le hubieran sido muy favorables. Hay inconformidad por el incumplimiento de muchas promesas realizadas durante su campaña en materia salarial, salud y seguridad jurídica. También se le critica algunas posiciones adoptadas respecto a los proyectos de actos legislativos que impulsa en el Congreso de la República, en materia de Fuero Militar, marco jurídico para la paz, justicia transicional y restitución de tierras. Igualmente, sobre algunos temas de su política exterior frente a Venezuela y a otros países del Alba. Para el caso de quienes se encuentran en servicio activo, sería muy difícil de calificar. Es el Comandante en Jefe y esto obliga sin vacilación alguna, a un total respeto, subordinación, compromiso y acatamiento. General, para terminar ¿cuál sería su mensaje final para el Presidente de la República? “Señor Presidente, tenga la certeza de que somos respetuosos de la Constitución Nacional y de todas nuestras instituciones democráticas y que seguiremos siendo fieles a nuestro juramento, que con dignidad y absoluto compromiso de amor a la patria, hicimos ante la bandera nacional, cuando portamos las armas de la Republica. Solo espere Usted de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares, representadas en ACORE, aportes constructivos para incrementar la moral institucional y buscar soluciones apropiadas frente a tantas reclamaciones insatisfechas”. 214
Tres grandes equivocaciones gubernamentales amenazan la estabilidad nacional Pero también, tres grandes preocupaciones de la Reserva Activa y de nuestros combatientes. Brigadier General JAIME RUIZ BARRERA Miembro del Centro de Pensamiento Político y Militar Para comenzar, queremos entender que el tan cuestionado, costoso y publicitado programa de restitución de tierras proclamado recientemente por nuestro Jefe de Estado, corresponde a un sano y buen propósito de gobierno, y no a un acto populista que podría traernos fatales consecuencias. Lamentablemente, el rechazo manifiesto a este proyecto por parte de sectores de la sociedad, así parece confirmarlo. Por otra parte, es importante aclararle a nuestro Presidente Juan Manuel Santos, lo que equivocadamente ha afirmado, que la creciente y preocupante desmotivación de las tropas no es por culpa de quienes reclaman soluciones frente al grave acoso judicial de que son víctimas y por otras deficiencias de tipo prestacional, sino por 215
aquellos que tienen la faculta y la responsabilidad legal d proporcionarlas. En otros términos, es al Gobierno y al Estado colombianos, a los que les corresponde proporcionar estas justas e inobjetables soluciones. Por último, y como otra preocupante y sostenida equivocación, es la que tiene que ver con los repetitivos e inexplicables pronunciamientos del Ministro del Interior (hoy designado Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio), como los de aceptar y compartir públicamente un absurdo fallo del Tribunal Superior de Bogotá, en el cual, además de atropellar a un militar inocente, condena a la ignominia y a la deshonra a nuestro Ejército Nacional y, por otro lado, el hecho de aprobar sin objeción alguna la actuación de un colectivo de abogados que hizo uso de testigos falsos para reclamar irregularmente cuantiosas indemnizaciones por supuestos desaparecidos en procesos judiciales amañados contra miembros del Ejército Nacional. Primera equivocación Respecto al programa de restitución de tierras, el qué, no es reprochable. Lo que sí es inadmisible e inexplicable, es el cómo, el con quién y el para quién, como verdaderos beneficiarios de todo lo que se pretende hacer. Igualmente es muy discutible el costoso, amenazante y ruidoso despliegue publicitario que se viene realizando al estilo de nuestro “nuevo mejor amigo” e indeseable vecino, con la sola diferencia (al parecer), de que su principal propósito (el del vecino), no es el de “restituir”, sino el de “despojar” a sus tradicionales dueños. Pensamos que al presidente Santos, ingenuamente lo está aprovechando la extrema izquierda de este país, y de no ser así, estaría total y peligrosamente equivocado. No vale la pena repetir, lo que con tanta claridad nos indican varios columnistas de los medios nacionales. El caso es evidente. Casi todos los actores de este programa forman parte de la tradicional dirigencia de la extrema izquierda, algunos terroristas reinsertados y unos cuantos simpatizantes chavistas. Para muchos, no es más que una versión acomodada del llamado Plan Estratégico de las Farc, en lo que tiene que ver con su ‘revolucionaria’ reforma agraria. Esto de por sí, es preocupante y constituye una gravísima amenaza, con consecuencias imprevisibles hacia el futuro, en lo que toca con la estabilidad política, social y económica de este país. Esta misma norma, contempla una peligrosa figura que tiene que ver con el desplazamiento forzado de la población civil por distintas causas y cuya falsa y acomodada interpretación judicial, puede convertirse en otra arma extremadamente peligrosa, dentro de la guerra jurídica que enfrentan las Fuerzas Militares y que, sin duda alguna, será utilizada habilidosamente durante el curso de las operaciones tácticas que se realicen en contra de los grupos armados ilegales. Segunda equivocación Un reciente y desafortunado pronunciamiento de nuestro Comandante en Jefe, generó malestar en la Reserva Activa de la Fuerza Pública y en muchos sectores de la sociedad, cuando pretendió señalar como únicos responsables de la evidente y también preocupante desmotivación de nuestras tropas, “a todos aquellos que así lo denuncian constantemente”. Los que así se pronuncian ante un hecho tan evidente, lo hacen con el único fin de que el Gobierno tome cartas en el asunto ante las instancias respectivas del Estado, y 216
solucione, no a cuenta gotas ni con promesas, sino de inmediato, los gravísimos problemas de orden salarial, prestacional y de seguridad jurídica que afectan tanto a combatientes como a retirados. Esa es la clave para recuperar la moral que gradualmente se ha disminuido, y que constituye factor determinante para lograr la victoria en el campo de combate. En otros términos, es ¡fe en la causa!, eslogan que tanto se pregona institucionalmente. En materia de seguridad jurídica, lo que con urgencia se necesita, son garantías y protección legal, y en materia de bienestar, servicios de salud, sueldos justos, nivelación y pago de la vieja y legalmente reconocida deuda salarial. Todo esto lo sabe muy bien nuestro respetadísimo Comandante en Jefe. Tenemos un gran Ministro, y así lo ha demostrado durante el tiempo que lleva en el cargo. Es “propias tropas”, como usualmente decimos nosotros en nuestro lenguaje coloquial. A muchos nos consta que no ha hecho otra cosa que buscar, a como dé lugar, prontas y efectivas soluciones. Lo está intentando con especial interés, pero lamentablemente sin resultados visibles hasta este momento. Trabaja muy unido con la cúpula militar, lo cual constituye una importante muestra de solidaridad e integración de carácter institucional. Sin embargo, quienes curiosamente siempre se atraviesan, son otros, Ministros del mismo equipo de Gobierno, entre ellos el del Interior, ante la mirada y actitud indiferente del Presidente. Nuestro buen Ministro de Defensa y nuestros mandos militares, hay que decirlo con claridad, se encuentran amarrados por directrices y actitudes presidenciales, que son las que se han convertido en el palo en la rueda para avanzar acertadamente en lo que se pretende. Esta es la triste y preocupante realidad. Tercera equivocación Tiene que ver con los inconcebibles pronunciamientos del Ministro del Interior ante los medios de comunicación, cuando de defender los intereses de la Fuerza Pública se trata. Dos hechos más o menos recientes, así lo demuestran: El primero, cuando al colectivo de abogados José Alvear Restrepo se le comprobó el montaje que realizo para negociar la masacre de Mapiripan, utilizando falsas pruebas y testimonios para procurar la condena de un militar inocente y cobrar una cuantiosa indemnización por supuestos desaparecidos, aceptando sin objeción alguna, la inverosímil y cínica disculpa de “haber sido este colectivo el engañado” por los testigos que ellos mismos fabricaron para realizar esta tramoya. En esta ocasión, el Ministro declaró enfáticamente que el Gobierno nacional aceptaba plenamente las disculpas de esta colectivo “por venir de dónde venían”. El segundo, el día que se dio a conocer el funesto fallo del Tribunal Superior de Bogotá, afirmando ante los medios de comunicación que el Gobierno “los acata y no los va a desconocer”, dando a entender que el Ejército Nacional deberá humillarse y pedir perdón por la masacre cometida por el M-19 y por salvar la vida de más de cien secuestrados que logró rescatar en medio de un cruento combate, con ocasión del ataque terrorista perpetrado por esta organización al Palacio de Justicia. 217
No da espera a los resultados de los recursos legales que se puedan interponer en cada caso y desde ya, se identifica plenamente con tan reprochables actuaciones. Es más humillante que lo diga un Ministro de Estado, que los mismos colectivos o magistrados que rabiosa y constantemente nos persiguen. Las equivocadas políticas de este Gobierno, de no querer confrontación alguna con quienes continuamente nos ultrajan (nuevos mejores amigos), ofenden no solamente a las Fuerzas Militares, sino en mayor grado a la nación entera. Frente a la inquietante situación que se registra políticamente en el país, la cual está siendo muy cuestionada por distintos sectores de la vida nacional, surgen serias preocupaciones que, directa o indirectamente, afectan no solamente a quienes como nosotros formamos parte de la Reserva Activa de la nación, sino también a nuestros conciudadanos y a quienes portan las armas de la República, por tratarse de temas para el inmediato futuro de este país. Por ahora, considero que estas serían las más importantes: Primera preocupación Nuestra improvisada y poco exitosa política exterior, luego del frustrante resultado de la tan publicitada y costosa Cumbre de las Américas, donde ni siquiera se obtuvo un elemental compromiso de consenso frente a los más graves problemas de tipo regional que nos afectan, remata con un torpe pronunciamiento que lesiona gravemente nuestra soberanía nacional, al anunciarse públicamente que Colombia aceptará de plano cualquiera que sea el fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, sobre las áreas marinas de nuestro archipiélago de San Andrés y Providencia, así se “llegara a perder un pedacito…”. ¡Por Dios! de todos es sabido que tenemos los suficientes argumentos legales, históricos y de tradición para ganar este proceso, tal como sucedió en 2007 cuando la Corte de La Haya determinó que el tratado EsguerraBárcenas tenía validez y el territorio definitivamente era colombiano. Sobre el particular, como representantes de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares de Colombia no aceptaremos ninguna decisión que afecte nuestra soberanía sobre el territorio y zonas marinas del archipiélago, sencillamente porque son y deberán seguir siendo nuestras. Esto no tiene mayor explicación. Segunda preocupación Respecto a la deuda salarial contraída por la nación con la Reserva Activa de la Fuerza Pública en materia de IPC, la Viceministra de Defensa en un reciente pronunciamiento, en el que nada nuevo aportó respecto a lo que ya el Director de la Caja de Sueldos de las Fuerzas Militares había informado a comienzos de año, en el sentido de que lo relacionado con esta obligación sería pagada y que solo se espera que se pronuncie el comité interinstitucional creado el año pasado para estudiar y recomendar la forma de hacer este pago. Se supone que una vez esto se produzca y el Gobierno acoja y determine la forma de cancelación, ya no será necesario entablar ningún cursos, cuando en este mismo momento el gobierno adquiere un nuevo y gran compromiso de orden social, al anunciar que hará entrega de cien mil viviendas gratuitas para los más desprotegidos del país, y cuyo costo se estima en cerca de cuatro billones de pesos. El Ministro de Hacienda afirma que ya hay disponibles para financiar este proyecto más de seiscientos mil millones de pesos. Sin embargo, hasta el momento no ha dicho nada sobre cualquier otra disponibilidad que tenga para ponerse al día con la Fuerza Pública. 218
¿Será que tendremos otro anuncio en tal sentido? ¿Sera que realmente habrá dinero suficiente para atender tanto compromiso, inclusive para pagar esta misma deuda Tercera preocupación Para terminar, el gobierno nacional ha radicado una serie de proyectos legislativos de enorme relevancia para el desarrollo del Ejecutivo, que sumados a los de origen congresional, tienen por estos días al Congreso de la República sumido en una ardua tarea legislativa, sobre los cuales hay dos nuevas preocupantes situaciones. Como son el Fuero Militar y de la competencia futura de la Justicia Penal Militar. Sobre el particular algunos miembros de la Reserva Activa han expresado su escepticismo en cuanto a su favorabilidad para los miembros de las Fuerzas Militares, ya que consideran que la creación y conformación de un Tribunal de Garantías y de unas Comisiones Mixtas para dirimir la competencia entre las justicias ordinaria y militar, se convertiría, a la postre, en el mejor instrumento represivo para criminalizar por cuenta de la justicia ordinaria, muchas de las conductas que puedan tener relación con el cumplimiento de sus misiones institucionales, en caso de no poder establecer con absoluta claridad todo lo concerniente a su tipificación y circunstancias en que se produzcan. Por otra parte, la vigencia de las actuales Directivas Operacionales que reglamentan el empleo de las tropas en operaciones militares, constituye también otra herramienta que, además de restar la iniciativa y la libertad de maniobra frente al enemigo, pueden ser fácilmente utilizadas en los procesos judiciales contra quienes sean eventualmente inculpados. La última inquietud, se refiere a la tan cuestionada Ley de Justicia Transicional avalada por este gobierno, según la cual se suspenderá la pena a los terroristas que se desmovilicen y mediante esta forma de indulto, no se les obligara a ningún tipo de reparación a sus víctimas. También se propone, entre otras, que los desmovilizados puedan ocupar cargos de elección popular o nombrada en cargos administrativos de gobierno. En estas condiciones, no irían a la cárcel ni tampoco tendrían ningún tipo de resarcimiento para con sus víctimas. Además, desde sus eventuales posiciones de gobierno, iniciar su proceso revolucionario desde la legalidad y llegar más tarde a la Presidencia de la Republica, donde se instauraría un nuevo régimen con la plataforma política del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, o de las Marchas Patrióticas (léase antigua Unión Patriótica o Farc), que ya ingresaron preocupantemente al escenario político del país. De darse esta nueva ley de la Republica en tales condiciones, independientemente de lo que le pueda suceder en un futuro inmediato, los militares, óigase bien, que lucharon bajo la legalidad en defensa de la democracia y de sus Instituciones, terminarán en las cárceles purgando elevadísimas e injustas condenas.
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