Medio siglo de historia sindical

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Medio siglo de historia sindical Sindicato de Trabajadores de la Universidad Aut贸noma de Nuevo Le贸n (1964-2014)

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN Dr. Jesús Ancer Rodríguez Rector MC Rogelio Garza Rivera Secretario general Lic. Rogelio Villarreal Elizondo Secretario de Extensión y Cultura Dr. Celso José Garza Acuña Director de Publicaciones Lic. Edmundo Derbez García Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN Dr. Oscar de la Garza Castro Secretario General del Comité Ejecutivo 2012-2015 Comité Editorial STUANL Lic. Rolando Alanís Niño Secretario de Organización Biól. Rafael Garza Ibarra Secretario de Pensiones, Jubilaciones y Escalafón Lic. Pedro Castellanos Rodríguez Representante ante la Junta de Conciliación y Arbitraje M. C. Pedro A. Contreras García Secretario de Análisis, Estudios y Estadísticas Ing. Edelmiro Leal Ochoa Secretario de Finanzas C. Fernando Grimaldo Cruz Secretario de Seguridad y Asistencia Social C. P. Alfredo Romero Oyervides Secretario de Relaciones Lic. María Antonia Martínez Sánchez Secretaria de Actas, Acuerdos y Archivo

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Medio siglo de historia sindical Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (1964-2014)

Susana Acosta Badillo Erika Flor Escalona Ontiveros

Universidad Autónoma de Nuevo León Monterrey, México, febrero de 2014 7


Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL Alfonso Reyes 4000 norte, planta principal de la Biblioteca Universitaria Raúl Rangel Frías, Monterrey, Nuevo León, México, C.P. 64440. Teléfono: + 52 81 8329-4000, Ext. 6578 y 4265 Primera edición, 2014 © Universidad Autónoma de Nuevo León ISBN 978-607-27-0221-9 Impreso y hecho en Monterrey, México Printed and made in Monterrey, México 8


Prólogo

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l Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León llega al 50

Aniversario de su fundación con un espíritu renovado, con una clara visión sobre sus orígenes. Las distintas etapas de su desarrollo nos dejaron clarificados errores y aciertos de los comités ejecutivos anteriores al cumplir con su responsabilidad de sacar avante los problemas de los trabajadores. La historia del Sindicato debe representar para todos los sindicalizados el principal instrumento de orientación, afrontando con integridad y claridad de objetivos los problemas laborales de los trabajadores, implementando programas de acción, basados en sus estatutos, reglamentos, Contrato Colectivo de Trabajo, el apartado A

del Artículo 123 constitucional y la Ley Federal del Trabajo. El compromiso de los dirigentes actuales es seguir conservando la identidad generacional, histórica y sindicalista, entre el binomio de los fundadores de nuestra organización sindical y los actuales dirigentes seccionales, Comité Ejecutivo, Consejo Consultivo y delegados de nuestra Asamblea General Representativa. Los logros materiales obtenidos por las diferentes dirigencias sindicales, dan suficientes elementos al actual Comité Ejecutivo para afirmar que la unidad y fortaleza del STUANL continuarán afianzándose a través del tiempo. La esencia de la actividad sindical está fincada en los derechos y prestaciones conquistados o por los que haya que lograr, siendo el patrimonio colectivo, las formas de lucha por mantenerlo y engrandecerlo, decisiones colectivas de todos nuestros

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compañeros sindicalizados para beneficio del mayor número de trabajadores universitarios. El Sindicato es una realidad histórica, es una experiencia lograda y consumada, sus objetivos de independencia y democracia sindical no son patrimonio ideológico de nadie; son, por el contrario, idea práctica y meta conquistada del trabajador sindicalizado en cada una de las secciones de acuerdo a su participación en la unidad sindical. Las necesidades de un sindicato van por encima de nuestras ideas, capacidades e intereses; esto significa que hay mucho trabajo por hacer en todos los frentes, empezando por cada sindicalista en su sección hasta las principales responsabilidades del actual Comité Ejecutivo. Estamos convencidos de la grandeza que enmarca el pasado del STUANL, basado en la madurez que hemos alcanzado después de 50 años de fructífera labor sindical; sin olvidar que el STUANL, además de ser pionero del sindicalismo universitario nacional, es ejemplo en la actualidad gracias a la creación del Fondo de Pensiones y Jubilaciones, primero en el país, que dará seguridad y bienestar a los trabajadores de la UANL y sus familias. El Comité Ejecutivo que presido cree firmemente que los trabajadores de la UANL experimentan una época de cambios en el STUANL, en seguimiento de un proceso histórico que comenzó hace 50 años y el cual nos ha permitido aprender y valorar de lo acontecido y, especialmente, de lo conquistado. Hoy en día, el STUANL puede expresar que en medio siglo de labores se ha forjado un sindicato sólido, seguro y con la fortaleza suficiente para afrontar los altibajos de la economía nacional o, en otras palabras, se ha demostrado que en nuestra organización realmente hay un cambio de época. Este 5 de febrero de 2014 festejemos el 50 Aniversario como siempre lo hemos hecho: “Unidos en la Lucha por la Justicia y el Saber”. Dr. Oscar de la Garza Castro Secretario General del Comité Ejecutivo 2012-2015

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PRIMERA PARTE (1964-1984)

Susana Acosta Badillo

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Es reconfortante para quienes vivimos el Sindicato desde su nacimiento, poder sombrearnos a la vera de este frondoso 谩rbol, cuya semilla germin贸, creci贸 y dio sus frutos. Rolando Guzm谩n Flores

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Preámbulo

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a historiografía regional en torno al sindicalismo se ha enfocado hasta el momento en las organizaciones obreras, sector donde la conformación de gremios ha sido un punto referencial desde inicios del siglo XX; sin embargo,

el sindicalismo universitario es prácticamente nuevo ante la historiografía regional y nacional, pero no por ello menos importante. El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León está en el marco de su 50 aniversario y, en correspondencia, es más que necesario recuperar y difundir su proceso histórico, que le llevó a cumplir medio siglo de labores, trabajo constante que lo ha consolidado como uno de los sindicatos universitarios más importantes del país y pionero en el ámbito, al ser el primer sindicato en congregar a docentes y no docentes en su gremio; modelo característico que después adoptaron otras organizaciones hermanas a lo largo y ancho del país. En 50 años el STUANL ha experimentado un proceso histórico complicado, que hasta la fecha ha merecido estudio y difusión en ciertos y selectos aspectos de su historia, destacando la obra de Carlos Ruiz Cabrera, ex secretario general del sindicato; y Jesús Ibarra Salazar, también ex miembro sindical. Sin embargo, como ya se mencionó, el proceso histórico del Sindicato es complejo y muy rico, registrando momentos de crisis política y económica, de estabilidad, de inestabilidad, de unidad y de ruptura, pasando por eventos regionales y nacionales que marcaron un parte aguas en la historia nacional, en los que el STUANL fungió como protagonista, como lo fue la inclusión de los sindicatos universitarios al Apartado A del artículo 123 y la Ley Federal del Trabajo, el movimiento social de 1968 y sus consecuencias para la fuerzas progresistas de las universidades públicas, los múltiples y variados altibajos de la economía nacional o, en el caso particular, el movimiento estudiantil, magisterial y social por la autonomía de la Universidad de Nuevo León, entre muchos otros.

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En este aspecto va encaminado el objetivo primordial del presente trabajo: recuperar lo posible del proceso histórico de un sindicato clave no sólo en la historia de la Universidad, sino a nivel regional y nacional, al ser el STUANL un miembro actual de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios y anfitrión de destacados eventos nacionales del sindicalismo universitario, además de ser pionero en la conformación del Fondo de Pensiones y Jubilaciones, iniciativa que le ha otorgado prestigio a nivel nacional. Estos 50 años se dice fácil, pero la realidad es que representan una evolución que en momentos registró sus retrocesos y sus baches, pero que a la larga y en suma significó la consolidación de un organismo de representación que trabaja en conjunto con sus afiliados. Esta labor en conjunto le ha permitido afirmarse y afianzarse como el único sindicato universitario en cumplir 50 años de funciones ininterrumpidas; factor que refleja la entereza, el trabajo y la madurez que el STUANL adquirió, a base de sortear cada uno de los obstáculos que se presentaron, propios del contexto y el devenir histórico que a continuación se desarrolla.

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CAPÍTULO I Antecedentes

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n julio de 1929 se decretó la autonomía de la Universidad Nacional de México y para septiembre del mismo año, en su calidad de institución, los empleados de la universidad se congregaron en la Unión de Empleados de la Universidad

Nacional, registrando con ello la primera asociación laboral que afiliaba trabajadores no docentes de una universidad, ajenos al campo obrero o campesino, sectores donde el mutualismo representaba un punto referencial desde principios del siglo XX. Sin embargo, la Unión, al igual que la sucesión de organizaciones, uniones y sindicatos que se conformaron en la UNAM a partir de 1929 –entre docentes y no docentes–, no perduró el tiempo suficiente para afirmar su posición sindical, logrando la estabilidad y consolidación de una organización sindical en la Nacional hasta 1977, con la constitución del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), después de décadas de intentos malogrados y efímeros1. En el caso particular de la Universidad de Nuevo León, una serie de factores propició que el magisterio no concertara la idea de asociarse dentro de un sindicato o, por lo menos, agruparse en una representación o asociación sin reconocimiento legal hasta inicio de los años sesenta, aunque por los años treinta y cincuenta se registraron tres intentos; el primero exitoso pero breve en su duración; y los otros dos fallidos. En cuanto al primero, en 1936 el Dr. Ángel Martínez Villarreal sentó las bases del sindicalismo universitario con la fundación del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Superior, que llegó a ser reconocido por el presidente del entonces Consejo de Cultura Superior (Universidad de Nuevo León), Enrique C. Livas, en julio de 1936; sin embargo, el Sindicato no prosperó y se desintegró casi de inmediato2. En correspondencia a los dos intentos posteriores, en 1953 y 1958 se llevaron a cabo dos intentos fallidos de conformación de asociaciones de profesores, sin llegar a concretarse la constitución de alguna organización. En el único punto donde fue exitosa la conformación de un sindicato, o en este caso Unión, fue en el Hospital Civil 17


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(Universitario) “José Eleuterio González” con la fundación de la Unión de Trabajadores del Hospital Civil en marzo de 1949, la cual funcionó hasta 1966 cuando la base trabajadora del Hospital Universitario ingresó al entonces constituido Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, pero esto se revisará más adelante. Retomando la cuestión de los factores que propiciaron la falta de interés o necesidad del magisterio para congregarse en un sindicato o asociación, la categorización del magisterio fue un agente determinante. La Universidad comenzó sus cursos en septiembre de 1933 sin el sistema de categorización de profesores por tiempos, además, era muy común la contratación de alumnos de últimos cursos para ejercer algunas materias, por lo que la gran mayoría de los maestros se manejaban por “horas”, cuestión que influyó para que el magisterio no contemplara asociarse, ya que eran contados los maestros que se dedicaban por entero a la Universidad y esto propiciaba que no existiera un interés común. Aunado a ello, la Universidad contaba con muy pocas dependencias y su demanda poblacional aún no era demasiado elevada como para exigir la expansión de la planta magisterial. Esta situación se mantuvo hasta los años cincuenta. Con el rectorado de Raúl Rangel Frías, la Universidad experimentó un periodo de plenitud económica que permitió la expansión en infraestructura con la construcción de la Ciudad Universitaria y la mudanza de algunas carreras a un edificio propio en la citada CU, después de años de permanecer en casas y edificios rentados o en aulas del Colegio Civil. Esto contribuyó a la contratación de más personal académico y administrativo; además, durante el rectorado del Arq. Joaquín A. Mora (1958-1961), el Consejo Universitario aprobó e instauró el sistema de categorización del magisterio, el cual ubicaba a la planta docente en las categorías de Maestros de Carrera, de Tiempo Completo, de Planta, de Media Planta, de Medio Tiempo, Huéspedes e Investigadores, jerarquización que en 1964 se sintetizó en tres: horas, medio tiempo y tiempo completo3. Esta categorización, que además estableció salarios base para cada una de las categorías, permitió que en el magisterio se establecieran puntos en común, al contar con un empleo de mayor seguridad y con sueldo base, mismo que no podía descuidar. Este aspecto, aunando al constante crecimiento de la Universidad y, por ende, al incremento de su base trabajadora, sentó las bases para la posterior conformación de 18


un sindicato que –en atención a su línea progresista– expandió su membresía a trabajadores universitarios no docentes; característica que lo presentó como el primer sindicato universitario del país en incluir a toda la base trabajadora de una Institución de Educación Superior y, con el tiempo, como el primer sindicato universitario en establecerse con plena seguridad.

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CAPÍTULO II La Fundación: 1963-1964

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n noviembre de 1963 un pequeño grupo de maestros de las preparatorias 1 y 3, principalmente, acudió ante el entonces Gobernador del Estado, Eduardo Livas Villarreal, con la solicitud de pedir una gratificación de fin de año para la

planta magisterial de la Universidad de Nuevo León, ante la inquietud de lograr alguna prestación extra para los profesores universitarios. La respuesta del gobernador fue positiva en una primera impresión, al declararles que volvieran en diciembre, mes en que se entregaban los aguinaldos, para revalorar su petición. El grupo de maestros regresó en el mes indicado, y la respuesta oficial del gobernador fue un rotundo “no”, ante la imposibilidad financiera del gobierno para responder a la petición. Con la primera actitud de disponibilidad por parte del gobernador y su posterior rechazo, los maestros que solicitaron la prestación regresaron a la Universidad con la firme decisión de establecer una organización magisterial que les otorgara el peso y veracidad suficiente para solicitar prestaciones y beneficios extras al sueldo que recibían por ley, el cual, en algunos casos, no llegaba al mínimo1. Reunidos en el aula

“Francisco M. Zertuche” del Colegio Civil, entonces sede de la Preparatoria 1, la agrupación de maestros que solicitó el aguinaldo estableció los primeros pasos a dar para la conformación de su organización, que bien podía ser una asociación civil o un sindicato. En un primer punto, se integraron la Comisión Coordinadora y tres comisiones auxiliares, la Comisión de Estudios Económicos y Sociales, la de Estudios Jurídicos, y la de Promoción para la Asamblea Constituyente. La comisión principal y las tres auxiliares se fusionaron en la Comisión Organizadora, la cual trabajó durante el mes de diciembre de 1963 y enero de 1964 para promocionar entre la planta magisterial la conformación de la futura asociación o sindicato2. La Comisión Organizadora reguló recorridos por las dependencias de la Universidad con el motivo de informar a los compañeros maestros de la intención de conformar una asociación o sindicato de profesores, aún sin contemplar la inclusión de 20


La Asamblea Constituyente, celebrada entre el 5 y 6 de febrero de 1964, contó con la asistencia de 64 de los 76 delegados designados en representación de poco más de mil maestros.

trabajadores no docentes en la futura agrupación. La primera tarea era convencer a los maestros. Eran los años sesenta, una etapa de un marcado anticomunismo, sobre todo con la reciente oposición que se había dado en torno a la implementación del libro de texto gratuito en 1962 y la campaña de desprestigio en contra del rector José Alvarado, ex militante de los partidos Comunista y Popular y quien renunció en febrero de 19633, entre otros factores nacionales e internacionales (la Revolución Cubana, la Guerra Fría, etcétera). En consecuencia del contexto general y los recientes hechos, la sociedad industrial y de derecha conservadora de Nuevo León estaba a la defensiva constante de cualquier indicio de brote comunista (en su consideración), alegando como justificante el impedimento de instaurar una futura Rusia o Cuba en el país. Agrupaciones conservadoras como la Unión Nuevoleonesa de Padres de Familia o la Cruzada Regional 21


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Anticomunista (CRAC) emprendieron las más radicales declaraciones y acciones en contra de todo aquello que consideraban “comunista”, entre la implementación de los libros de texto gratuito, el rectorado de José Alvarado y la conformación de un sindicato en la Galletera Mexicana, entre otros. Con un contexto local (y nacional) como éste, el miedo de algunos maestros a afiliarse a un sindicato era por demás justificado, ante el temor común de infiltración del comunismo o partidos políticos afines (Partido Comunista Mexicano)4; y la repercusión social o política que esto pudiese conllevar, con la presencia y represión de asociaciones de derecha conservadora como las antes mencionadas. No obstante, el temor fue disipado con el apoyo y acción de convencimiento de maestros con reconocimiento y prestigio general entre los compañeros, que fungieron como delegados de las dependencias y atrajeron el interés y afiliación de los colegas5. Para febrero de 1964, la tarea principal de la Comisión Organizadora ya estaba cumplida con el nombramiento de 76 delegados entre las 21 dependencias de la Universidad –dos delegados por cada 15 maestros–, en representación de poco más de mil maestros6. Con ello, la Comisión dio luz verde para la celebración de la Asamblea Constituyente, la cual se realizaría entre los días 5 y 6 de febrero de 1964. Reunidos en el auditorio de la Facultad de Comercio y Administración, con la asistencia de los delegados, los integrantes de la Comisión Organizadora y el Secretario General de la Universidad, Virgilio Acosta Cantú –quien asistió en representación del Rector Alfonso Rangel Guerra–, se inauguró la Asamblea Constituyente el 5 de febrero. En dicha Asamblea se fundó, con la aprobación de los asistentes, la Asociación de Profesores de la Universidad de Nuevo León, primer nombre provisional de lo que al siguiente día de actividades se denominó Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León (STUNL). Los doctores Héctor Solís Menchaca (director de la Asociación de Investigación Científica de la UNL) y Ángel Martínez Maldonado (catedrático de Medicina e hijo de Ángel Martínez Villarreal) fueron elegidos como presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Mesa de Debates que dirigió las actividades de la Asamblea durante los días 5 y 6 de febrero, mientras se establecía la naturaleza de la nueva organización7. Dentro de las actividades registradas durante el primer día, se constituyeron las comisiones especiales para el estudio y valoración de las ponencias presentadas por los delegados, quienes entregaban propuestas por escrito para la organización de la 22


Asociación; las comisiones eran: de Aspectos Legales, de Estudios Académicos y Culturales, y de Estudios Económicos y Sociales. Al siguiente día, 6 de febrero, las comisiones especiales presentaron los resultados del estudio de las ponencias y concluyeron en los siguientes puntos: en el aspecto jurídico, que la organización se denomine oficialmente Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León y que se involucre a todos los trabajadores universitarios, docentes y no docentes, que así lo decidan; en el aspecto económico y social, que se concrete la creación de un Servicio Médico exclusivo para los trabajadores y sus familias, así como la creación de un Seguro Mutual de Vida y de Incapacidad Total Permanente (Fondo de Auxilio), el cual sería sostenido con una cuota personal de 50 pesos por cada profesor, y 20 pesos para el personal administrativo o de intendencia8. En julio de 1964 el Fondo de Auxilio operó por primera vez con la entrega de 39 mil 450 pesos para los deudos del profesor José Infante Moreno9. El Fondo tenía como fin otorgar un apoyo económico inmediato a los deudos para los gastos de funeral, y en casos de incapacidad para gastos extras y de necesidades básicas. En cuanto al aspecto económico y social, las comisiones contemplaron descuentos en casas comerciales y que se nivelaran todos los salarios a la brevedad posible, según lo establecido por la Ley del Servicio Civil vigente en el Estado, documento que regía la organización y base jurídica del nuevo organismo, en su título tercero10. Y por último, en lo correspondiente al aspecto académico y cultural, se propuso y aceptó la creación de un organismo denominado Centro de Orientación Pedagógica para el mejoramiento académico de los profesores, que dependería de los fondos y administración del Sindicato. Para finalizar la sesión del 6 de febrero y las actividades de la Asamblea Constituyente, la Mesa de Debates, presidida por el doctor Héctor Solís, tomó protesta al Comité Ejecutivo provisional –que funcionó durante un año, hasta febrero de 1965–, con el fin de organizar y sentar las bases de la nueva organización. El Dr. Ángel Martínez Maldonado fue designado como secretario general del comité provisional, con el Dr. Omar Arteaga Elizondo como su suplente. En lo correspondiente a las demás secretarías, se conformaron la de Interior y Actas con el Lic. Carlos F. Cisneros como su titular; la Secretaría de Hacienda a cargo del Ing. Jaime Aguilera Barraza; la Secretaría de Trabajo con el Lic. Rolando Guzmán Flores; y la Secretaría de Prensa y Propaganda con el Profr. Horacio Salazar Ortiz, que publicó el 15 de marzo de 1964 el 23


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El Comité Ejecutivo provisional con el rector Alfonso Rangel Guerra (al centro, de lentes). A su izquierda, el Dr. Ángel Martínez Maldonado, secretario general del STUNL.

primer número del STUNL, órgano oficial del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León. Dentro del primer número del órgano oficial –el cual tendría varias épocas y reediciones desde su creación hasta la actualidad–, se realizó un recuento de lo acaecido durante los días 5 y 6 de febrero en la constitución del STUNL, además de otorgar el primer informe de actividades del Comité Ejecutivo provisional. En un primer punto del informe, se designaron dos delegados, el Ing. Carlos Caballero Lazo y el Dr. Omar Arteaga Elizondo, para que iniciaran los estudios a fin de organizar, en términos mancomunados con la Universidad, los Servicios Médicos de los trabajadores y sus familias, ya fuese por medio de la afiliación al Seguro Social o por medio de un servicio independiente, financiado en conjunto entre la Universidad y el Sindicato. Mientras se establecía con seguridad los Servicios Médicos, los trabajadores recibirían atención médica en el Hospital Universitario o por medio de los servicios que otorgaba el Sindicato de Burócratas, al ser una prestación estipulada en la Ley del Servicio Civil. A este documento estaban sujetos los trabajadores de la UNL por ser una dependencia del gobierno y, por lo tanto, era la ley que regiría el proceder legal del STUNL en la organización y establecimiento de sus bases jurídicas. 24


Los Estatutos En junio de 1964 el comité provisional discutió durante los días 6 y 7 la reglamentación que regiría la actividad sindical, representando un referente de suma importancia la creación de los Estatutos, al significar la base jurídica del Sindicato y, en consecuencia, la base general del organismo, además de cubrir un requisito de Ley para el registro legal y oficial de la organización11. Aprobados por la Asamblea General Representativa, el 13 de junio de 1964 entraron en vigor los Estatutos del STUNL, que hasta la fecha rigen la actividad sindical, teniendo durante el trayecto ligeros cambios y reformas. En dicho documento se establecieron la naturaleza y fines de la organización, así como los de su estructura, entre la Asamblea General Representativa, el Consejo Consultivo, el Comité Ejecutivo, las Comisiones Especiales, las Asambleas Seccionales y las funciones a desempeñar por cada una de ellas. Así, la Asamblea General Representativa estaría conformada por los delegados, uno por cada quince trabajadores, como máxima autoridad del STUNL con la capacidad de discutir y decidir sobre los problemas más relevantes para la organización. El 5 de febrero se estableció como la fecha de reunión anual de la Asamblea General Representativa Ordinaria, con la facultad de convocar asambleas extraordinarias si la situación lo ameritaba. El Consejo Consultivo, por su parte, estaría conformado por el Comité Ejecutivo y los presidentes seccionales –cada sección contaría con un presidente, un secretario de actas y uno de previsión social, además de los delegados–, recayendo en el Consejo la labor de fungir como un órgano de dirección y consulta para el Comité Ejecutivo, que se reuniría cada tres meses de forma ordinaria y cuando el Comité lo solicitase. El Comité Ejecutivo, como órgano representativo del STUNL, quedó conformado por las secretarías General, de Actas y Acuerdos, de Tesorería, de Organización, de Conflictos, de Previsión Social y de Prensa, aumentando de cinco a siete, en comparación con las secretarías establecidas durante el 6 de febrero. El Comité sería electo mediante votaciones directas y duraría dos años de funciones. En complementación, quedaron constituidas las comisiones especiales de Honor y Justicia, la de Asuntos Jurídicos, la de Prestaciones Sociales, la de Asuntos Académicos y Culturales, y la de Escalafón. Cada una estaría representada por un Presidente, un Secretario y tres vocales, y todos sus miembros serían designados por la Asamblea General Representativa, a excepción de la de Honor y Justicia, la cual sería electa a la 25


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par del Comité Ejecutivo12. Para dar cumplimiento a éste acuerdo, en diciembre de 1964 se constituyó el Reglamento de Elecciones del STUNL. A dos meses de concluir el periodo de actividades del comité provisional, éste expidió el Reglamento para elecciones el 5 de diciembre, con el fin de establecer el proceso a seguir para el cambio de dirección sindical. A partir del 1 de enero se registrarían las planillas participantes, nombrando los titulares y suplentes para cada secretaría del Comité Ejecutivo; y los miembros de la Comisión de Honor y Justicia, contando con un mes para el proceso de propaganda. Las votaciones se llevarían a cabo el 3 de febrero en las dependencias foráneas; y el día 4 en las dependencias del área metropolitana. El día 5 de febrero el Comité electo tomaría posesión. Con la base jurídica cimentada, con el Sindicato reconocido por las autoridades universitarias, con los Estatutos y el Reglamento de Elecciones expedidos y en funciones, la secretaría provisional de Martínez Maldonado culminó con la elección del primer comité votado por los trabajadores en febrero de 1964, y con un Sindicato ya encaminado y estructurado, así como con comisiones especiales encargadas de establecer las bases para la creación de un Servicio Médico y otras prestaciones, lo cual determinaría los fundamentos para el primer Convenio Laboral entre la Universidad y el organismo sindical. Esto último le correspondería al secretario general electo en febrero de 1964, en continuidad de la organización y consolidación del joven Sindicato.

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CAPÍTULO III El primer Comité Ejecutivo electo por los trabajadores

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l 3 y 4 de febrero de 1965 el STUNL registró su primer proceso electoral para nombrar al que sería el primer comité ejecutivo electo por los trabajadores. El Secretario de Trabajo del comité provisional de Martínez Maldonado, Rolando

Guzmán Flores, se registró como candidato a la secretaría general por la planilla Azul,

mientras que el Lic. José González Ponce se registró como contrario con la planilla Verde. La votación se llevó a cabo el 4 de febrero de 1965 en la explanada del Colegio Civil con un conteo aproximado de 600 votantes, casi la mitad de los afiliados al Sindicato. La planilla de Guzmán Flores ganó con poco más de 400 votos, siendo electo para el periodo de 1965 a 1967. El Comité de Guzmán quedó integrado con el Lic. Lucas de la Garza como Secretario de Trabajo y Conflictos, con el Prof. Hermilo Salazar Suárez como Secretario de Prensa, el Dr. Alfredo Delgado como Secretario de Previsión Social, el Ing. José Guadalupe Cedillo como Secretario de Organización, el Prof. Gilberto Pedraza como Secretario de Actas y Acuerdos, y el Ing. Reginaldo Villarreal Sánchez como Secretario Tesorero1. La secretaría de Guzmán tenía como objetivo continuar la organización y estabilidad del Sindicato, que aún estaba carente de un reconocimiento legal ante el Gobierno del Estado, ya que contaba sólo con el reconocimiento que la Universidad le había otorgado en febrero de 1964. El reconocimiento legal representaba mayor validez y seguridad para los procesos y convenios que el STUNL estableciera con la Universidad, pero el problema era que en Nuevo León no funcionaba con regularidad el organismo jurídico que debía de procesar y otorgar el registro de sindicatos, asociaciones u organizaciones de trabajadores al servicio del Estado. El Tribunal de Arbitraje del Estado de Nuevo León, estipulado en el título sexto de la Ley del Servicio Civil, nunca funcionó de forma regular desde la expedición de la ley en 1948, estando inactivo en 1965, año en que era crucial su reactivación para el registro legal del STUNL.

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Ante ello, y con la inquietud constante de legalizar y formalizar la organización sindical, el comité de Guzmán Flores, recién electo, comenzó a presionar al gobierno de Eduardo Livas Villarreal para que constituyera el citado organismo jurídico. Finalmente, el 21 de mayo de 1965 el gobierno integró el Tribunal de Arbitraje para los trabajadores al servicio del Estado, acción que la prensa local calificó como la resolución de un antiguo problema porque los trabajadores al servicio del Estado no tenían un tribunal ante el cual plantear sus conflictos y sus demandas quedaban rezagadas sin trámite, no obstante lo dispuesto en la Ley del Servicio Civil2. Al día siguiente, el STUNL convocó a una Asamblea Representativa extraordinaria para dar el anuncio de la creación del Tribunal ante el gremio y los pasos a seguir para el reconocimiento legal y discutir el pliego petitorio, que el STUNL ya había entregado con anterioridad a Rectoría. Sin embargo, el registro ante el Tribunal y la respuesta del pliego se demoraron seis meses, hasta el 29 de noviembre de 1965, no sin antes un paro de labores parcial. Durante el mes de noviembre el STUNL estaba en una posición donde ya no se podía demorar más la respuesta del pliego, así como el registro ante el Tribunal. Se estaba a menos de tres meses de que el comité de Guzmán cumpliera su primer año de gestión, y de que el STUNL cumpliera dos años de funciones y aún sin un reconocimiento legal ni prestaciones estipuladas. En consecuencia, el 20 de noviembre el STUNL convocó a una sesión plenaria en el Aula Magna del Colegio Civil, recinto sindical, con el motivo de discutir el proceso a seguir para presionar a Rectoría en la respuesta del pliego, así como en el apoyo a su registro legal. En la sesión, el STUNL acordó llevar a cabo un paro laboral parcial, a pesar de la petición del rector de esperar dos semanas, mientras negociaba un aumento de subsidio federal con el Ejecutivo; sin embargo, el STUNL consideró que ya había esperado lo suficiente3. El 26 de noviembre el STUNL hizo un paro laboral parcial de tres horas en las dependencias diurnas y dos horas en las nocturnas, en demanda de atención para sus peticiones, que se resumían en la respuesta a su pliego petitorio y el registro del sindicato. Al momento del paro, el Rector Eduardo A. Elizondo se encontraba en la Ciudad de México para la petición de subsidios federales, por lo que fue el Gobernador Eduardo Livas quien expresó que la situación de la Universidad no era la idónea para responder todas las peticiones sindicales, exceptuado el aguinaldo, que sí se aprobaría. En cuanto al registro ante el Tribunal, Livas declaró que no era intención del gobierno 28


retrasar o impedir el registro, sino que el expediente estaba en valoración por el Tribunal4. Al regreso del Rector Elizondo, el STUNL estaba en constante movilización para concertar otro paro de labores el 1 de diciembre, que se suspendió con la respuesta de Rectoría al pliego petitorio y ante el registro oficial en el Tribunal de Arbitraje. En el primer aspecto, Elizondo presentó la respuesta al pliego petitorio del STUNL el 29 de noviembre (aunque el documento está fechado el 25 de noviembre), y ofreció lo equivalente a una quincena como aguinaldo, en vez del mes que se solicitaba; un anteproyecto para establecer un servicio médico exclusivo para trabajadores, ya fuese por medio de afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social o privado, y mejora a los servicios que otorgaba el Hospital Universitario; la nivelación de salarios a partir de enero, así como un aumento salarial en dependencia con el sueldo recibido; y la petición de compromiso por parte del STUNL de elaborar un Reglamento Interior de Trabajo. La respuesta se discutió en sesión del 30 de noviembre y se aceptó al lograr las tres peticiones básicas, los servicios médicos, el aumento y nivelación de salarios, y el aguinaldo; este último, el motivo inicial de la conformación del STUNL5. En correspondencia al segundo aspecto, el STUNL quedó registrado ante el Tribunal de Arbitraje de trabajadores al servicio del Estado el 29 de noviembre de 1965: […] PRIMERO: Queda registrada en este Tribunal la Unidad Burocrática correspondiente a la Universidad de Nuevo León, con el nombre de Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, con los derechos y deberes que le confieren las leyes […]6. Para el año entrante, 1966, el registro oficial otorgó al STUNL la base jurídica para firmar el primer Convenio Colectivo entre el sindicato y Rectoría, además de permitir la incorporación de la base trabajadora del Hospital Universitario y la creación de más secciones sindicales entre las dependencias universitarias. Al contar con un respaldo legal, el STUNL consolidó un grado de confianza esencial entre los trabajadores universitarios. La afiliación de los trabajadores del Hospital Universitario (HU) En marzo de 1966 surgió un conflicto en el Hospital Universitario, entre sus trabajadores y su organización particular, la Unión de Trabajadores del Hospital Civil “José Eleuterio González”, fundada desde marzo de 1949 7 y que en 1966 estaba presidida por Javier 29


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Ruedas. La cuestión del conflicto oscilaba en torno a los bajos salarios que percibían los trabajadores, entre 11 y 17 pesos diarios, cuando el salario mínimo se manejaba en 24 pesos diarios. El conflicto llegó a la prensa local y a las oficinas del STUNL con la petición expresa de un grupo de trabajadores del HU para que el Sindicato intercediera en la problemática. Además, el grupo de trabajadores del HU denunció en prensa local la ineficacia con la que trabajaba su organismo representativo, acusando al líder de la Unión, Javier Ruedas, de desvíos de fondos, porque no había presentado en los dos años que llevaba frente a la organización informes sobre el uso del presupuesto, a pesar de que las cuotas sindicales las seguía cobrando. Aunado a ello, Ruedas se había excedido en su tiempo como secretario general, ya que los Estatutos de la Unión marcaban que cada comité duraba un año. Junto a la problemática del salario, la reorganización del internado de Enfermería ocasionó un nuevo conflicto ante el temor de reducción del personal del área. El personal del Internado o Casa de la Enfermera se dirigió al STUNL en busca de ayuda para la solución de su problema particular, en medio de la difícil situación general que imperaba en el HU. En sesión con los trabajadores afectados, Rolando Guzmán acordó un paro laboral de tres horas, para presionar a la dirección del Hospital, con la advertencia de que si no se les otorgaba una solución a los trabajadores del Internado, el paro se extendería de forma total. El directivo del Hospital Universitario y la Facultad de Medicina, Dr. Dante Decanini, declaró en respuesta de ambos conflictos que el Hospital estaba muy escaso de recursos, y que para solucionar la problemática de los salarios habría que desistir de trabajadores que no eran necesarios, con el objetivo de recuperar presupuesto. El Hospital dependía de presupuesto estatal y para marzo el presupuesto de 1966 ya se había elaborado sin contemplar el aumento salarial, por lo que en el resto del año el personal debía de aplazar su petición de aumento de sueldo, hasta la realización del presupuesto de 1967, además de aceptar las escasas soluciones que el Hospital pudiera ofrecer, como lo era la reducción del personal. Finalmente, el conflicto se resolvió con la reacomodación de parte del personal del Internado en otras áreas, como el Departamento de Psiquiatría; y con el donativo de diversas asociaciones y organismos al Hospital Universitario, factor que solucionó en parte la problemática de los salarios, además de mejorar la crítica situación del Hospital8. Aunado a estas medidas, el 28 de marzo el STUNL anunció en su Órgano 30


Oficial la afiliación de los trabajadores del Hospital Universitario al Sindicato, como parte de la Sección 1 de la Facultad de Medicina, complementado con ello la base trabajadora de la Universidad de Nuevo León9. El primer Convenio Con un reconocimiento legal y con la base trabajadora de la Universidad de Nuevo León cubierta, el STUNL firmó el 18 de noviembre de 1966 el primer Convenio Colectivo entre la organización sindical y la Universidad. Firmado por el Rector Eduardo Elizondo y el Secretario General Rolando Guzmán, el Convenio establecía un presupuesto de tres millones 750 mil pesos para aumentos salariales, de los cuales una parte entraría en vigor a partir de enero, mientras que la otra ya lo había hecho desde el mes de septiembre. En lo relacionado al servicio médico, en la Cláusula 4 se especificaba que se continuaría con el estudio para establecer el servicio, ya fuese por medio de la afiliación de los

Con la rúbrica del Secretario General Rolando Guzmán, y del Rector Eduardo Elizondo, el STUNL firmó el 18 de noviembre de 1966 el primer Convenio Colectivo entre la organización sindical, y la Universidad. 31


Medio siglo de historia sindical

trabajadores al IMSS o por medio de un servicio autónomo en dependencia a las finanzas de la Universidad. Los trabajadores del Hospital Universitario quedaron fuera de lo pactado en este Convenio, ya que como se especifica en el documento, los trabajadores habían llegado a un acuerdo con las autoridades del Centro de Salud, organismo del gobierno. A partir de este Convenio, el STUNL renovaría la convención cada año, con el objetivo de proteger lo pactado, en consecuencia de los repentinos altibajos de la economía nacional, además de reafirmar año con año lo acordado entre ambos organismos. Para enero de 1967, la secretaría de Guzmán Flores llegaba a su fin con el principal objetivo solventado: el reconocimiento legal del STUNL. Además, el Sindicato había crecido con la conformación de más secciones, la afiliación de más trabajadores y la anexión del personal del Hospital Universitario, concluyendo con la firma del primer Convenio Laboral entre sindicato e Institución; con ello reafirmó los avances que se habían logrado durante la respuesta al pliego petitorio de 1965, entre la nivelación de sueldos para superar el problema de salarios por debajo del mínimo y la entrega del aguinaldo, así como las bases para la estructuración del Servicio Médico. En sus siguientes tres periodos, el STUNL experimentaría y estaría involucrado en un proceso reformatorio que marcaría un parte aguas en la historia de la Universidad y el Sindicato, al otorgarles una “A” en sus respectivos nombres.

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CAPÍTULO IV La Autonomía: 1967-1973

L

a segunda mitad de la década de los sesenta marcó un periodo convulsivo a nivel nacional, que registró su punto culminante el 2 de octubre de 1968 con la violenta represión social que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970)

llevó a cabo en una medida desesperada (e innecesaria) por aquietar la movilización estudiantil y social que se había formado, estructurado y consolidado a partir de mediados de ese año, con antecedentes desde 1966. La conclusión del conflicto en la Ciudad de México es bien conocida y lamentablemente célebre; sin embargo, ese “cierre” en la capital del país representó un marco de inicio para la movilización social que ocupó a la ciudad de Monterrey durante tres años consecutivos, y que experimentó

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Medio siglo de historia sindical

desde movilizaciones y manifestaciones pacíficas, hasta eventos violentos y fuera de control, así como un descenso crítico en la economía de la Universidad de Nuevo León y la exhibición social de su deplorable situación. El periodo que marca el inicio de la movilización estudiantil por la autonomía de la Universidad de Nuevo León, es sin duda un periodo sumamente rico y conflictivo, no sólo en la historia de la Universidad, sino a nivel regional y nacional, en consecuencia del peso del conflicto en la sociedad regiomontana, el gobierno estatal y el federal, y sus respectivas participaciones. El movimiento por la autonomía fue un periodo que en un hecho único congregó y unificó a estudiantes, magisterio y trabajadores universitarios en la lucha por un factor común, situación que permitió el surgimiento y consolidación de agrupaciones progresistas, como los grupos dirigentes y de identificación social. En este aspecto, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León fue sin duda una pieza clave en el proceso histórico de la autonomía, al movilizar en conjunto con los estudiantes, a la planta magisterial y administrativa de la Universidad bajo un objetivo común: la autonomía universitaria. Este logro no sólo otorgaría nuevas capacidades legales, sino que en el caso particular del STUNL, otorgaría una expansión de posibilidades, al evolucionar de un sindicato al servicio del Estado a un sindicato institucional, categoría que finalmente se logró, no sin antes todo un conflictivo proceso que cimentó sus bases desde 1967, a la par de funciones del tercer comité ejecutivo del STUNL1. Horacio Salazar es Secretario General En febrero de 1967 el STUNL cambió de Comité Ejecutivo bajo las normas dictadas en el Reglamento de elecciones con el registro de planillas, la votación y la toma de protesta del nuevo Comité electo durante la Asamblea Representativa del 5 de febrero. Las planillas Verde y Azul, que en 1965 se habían enfrentado, volvieron a competir para la conformación del nuevo Comité. Por la planilla Verde se registró Isidro Valle Aguilar, profesor de la Facultad de Medicina; mientras que por la planilla Azul estaba Horacio Salazar Ortiz, profesor de la Preparatoria No. 1 y ex secretario de prensa y propaganda en el comité de Martínez Maldonado. Las elecciones declararon a Horacio Salazar como el nuevo Secretario General para el periodo de 1967 a 1969. El Comité de Salazar se complementaba con el Lic. Felipe 34


Ortiz Morales como Secretario de Conflictos, el Ing. Fabián Navarro Arras como Secretario de Previsión Social, el Dr. Roberto Cervera Flores como Secretario de Organización, el Dr. Roberto Flores Escobar como Secretario de Actas, el Ing. Guadalupe Cedillo como Secretario Tesorero, y el Ing. Héctor Ulises Leal Flores como Secretario de Prensa2. La administración de Salazar continuó dentro de la misma línea progresista de Maldonado y Guzmán, con el fortalecimiento de las prestaciones logradas hasta el momento en los tres años de funciones del sindicato. Sin embargo, la gestión de Salazar también enfrentó las causas y consecuencias del movimiento estudiantil que comenzó a forjarse desde 1967 y que presentó su punto cumbre en diciembre de 1969 con la elección del primer rector sin la intervención del gobernador. El movimiento por la autonomía comenzó a gestarse durante el trascurso de la secretaría de Salazar, situación que permitió la unión entre trabajadores y estudiantes en un movimiento único, entre universitarios. Pero antes de ello, el tercer Comité concretó un aspecto que complementaba el cuadro armado por Maldonado y Guzmán, entre la redacción de los estatutos, el reglamento de elecciones, el reconocimiento legal y la firma del primer Convenio: la creación de un escudo y un lema. El emblema y lema Desde la publicación del primer número del STUNL, órgano oficial, en marzo de 1964, se había extendido la invitación entre los trabajadores sindicalizados a un concurso para la creación de un escudo y un lema para el naciente Sindicato; sin embargo, el concurso no se concretó y se recuperó la iniciativa hasta febrero de 1967, cuando se volvió a lanzar la convocatoria. No obstante, durante el primer año de funciones del STUNL, 1964, se adoptó un emblema provisional que consistía en dos brazos entrelazados. Con la participación de varios trabajadores, el concurso de 1967 concluyó el 1 de mayo durante la celebración del Día del Trabajo, y en cuya ceremonia se premió al escudo realizado por el contador público Raúl Cisneros Ramos, y presentado de forma oficial con una leve modificación por parte del arquitecto Alfonso Reyes Martínez; escudo que hasta la actualidad se utiliza como emblema oficial y que ha sufrido durante 35


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el transcurso del tiempo ligeros cambios en su diseño, pero sin llegar a alterar el emblema original. En cuanto al lema, éste fue propuesta final del Secretario General, Horacio Salazar, ante la inconformidad con los lemas presentados, porque no expresaban la esencia del Sindicato; al final se optó por el lema “Unidos en la lucha por la justicia y el saber”, lema que al igual que el escudo, aún se conserva. Con la designación del escudo y lema oficial, el STUNL cobró un sentido de identidad que, durante el periodo que abarcó la secretaría de Salazar, sería esencial, ante la movilización estudiantil-magisterial por la autonomía de la Universidad de Nuevo León. Proemio al movimiento por la autonomía Factor común desde la problemática en la Facultad de Filosofía y Letras en abril de 1965 con la huelga estudiantil en exigencia de la renuncia del director Agustín Basave Fernández del Valle y su insatisfactoria resolución para el estudiantado con la continuidad de Basave3 al frente de la facultad, la movilización estudiantil había sido constante entre diferentes motivos y causas, predominando la exigencia de mejoras en la infraestructura o la destitución de algún director o maestro, siendo algunas de estas peticiones contestadas; y otras rechazadas o simplemente ignoradas. Dentro de la sección trabajadora también habían persistido conflictos como el presentado en el Hospital Universitario durante la secretaría de Guzmán o, inclusive, conflictos ajenos a la Universidad habían mermado en el progreso académico, como la huelga de camioneros registrada en abril de 1967 4, que contó con el apoyo de estudiantes preparatorianos, motivando con ello a una huelga en apoyo a las peticiones de los choferes, entre otros ejemplos. La causa principal de los problemas universitarios era la escasez de presupuesto, situación que motivó al incumplimiento de mantenimiento de los edificios de escuelas y facultades, al suministro de material, a la construcción de edificios prometidos a facultades desde inicios de la década; y como consecuencia de todo ello, el límite de cupo estudiantil ante la imposibilidad de atender y albergar a toda la demanda estudiantil. La falta de presupuesto y las constantes huelgas también afectaba directamente y en mayor medida a la base trabajadora de la Universidad, ante la imposibilidad de aumentar el sueldo o pagar con tiempo la mensualidad correspondiente, sin contar la irregularidad del cumplimiento de algunas prestaciones 36


estipuladas en los convenios pasados. Con la renovación del Convenio Laboral, en noviembre de 1967, la situación austera de la Universidad se proyectó como un antecedente inmediato al movimiento de autonomía. El 4 de octubre, con motivo de cambio de gobernador con el ex rector Eduardo Elizondo electo como el nuevo administrativo, el Dr. Héctor Fernández González fue designado Rector de la Universidad de Nuevo León, en sustitución del Ing. Nicolás Treviño Navarro. A un mes de su designación, el 3 de noviembre el STUNL presentó el pliego petitorio como anteproyecto al Convenio para 1968, dándole seguimiento a la línea de aumento salarial y de prestaciones para los trabajadores, y como punto importante la concertación del Servicio Médico, que aún seguía en proyecto como anexión al Seguro Social. El 10 de noviembre, el Rector Fernández contestó el pliego pero sin ofrecer una respuesta a las peticiones, sino sólo para aclarar que el pliego estaba en estudio. La reacción del STUNL se acordó en una Asamblea Plenaria el 13 de

La respuesta insatisfactoria al pliego petitorio presentado en noviembre de 1967 provocó que el STUNL convocará a sucesivas asambleas con motivo de establecer su posición frente a la austeridad económica de la Universidad. 37


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noviembre, en la que se estableció el 16 de noviembre como día de paro general, con invitación extensa a estudiantes y sociedad5. Pero antes de concertar el paro, Rectoría expuso sus motivos para no responder al pliego petitorio, así como declarar la huelga próxima a realizarse como ilegal. La cláusula VI del convenio de 1966 la utilizaron como la excusa principal para no responder al pliego petitorio, ya que dicha cláusula dictaba que fuera de los aumentos referidos y de las prestaciones indicadas, la Universidad no tendrá obligación de otorgar incrementos de prestaciones durante 1967, ya que se aprecia la imposibilidad de que nuestra Casa de Estudios cuente con recursos adicionales que pudieran servirle de base. La respuesta del STUNL se afirmó en que el pliego petitorio no correspondía al año en curso, 1967, sino como anteproyecto al Convenio de 1968; y que si se presentaba en noviembre de 1967 es porque durante ese mes y principios de diciembre era cuando el gobierno expedía el presupuesto para el año entrante; y si se presentaba después, durante 1968, el Convenio ya se consideraría como extemporáneo. El paro de labores del 16 de noviembre se llevó a cabo de forma parcial, entre los tres turnos y con la exclusión del Hospital Universitario; sin embargo, esto no incentivó a la resolución del problema y se agravó con el paso de los días, después de otra respuesta fallida por parte de Rectoría el 24 de noviembre. El conflicto entre Institución y Sindicato enfrentó en opiniones al resto de la Universidad. En un primer punto, en diciembre de 1967, Rectoría dejó de cobrar las cuotas sindicales, en una forma de presión ante la posición de paro laboral del STUNL; sin embargo, la medida fue frustrada en cierta medida con la cooperación voluntaria de varios trabajadores, quienes acudieron a depositar la cuota en las oficinas del STUNL, además del apoyo que se comenzó a recibir por parte del estudiantado con la realización de “boteos” y el respaldo en los paros laborales6 durante un periodo donde el estudiantado se comenzaba a identificar con la problemática laboral, factor que más adelante conllevó a una unión global durante el movimiento de autonomía. En continuidad, el comienzo del periodo académico de 1968 se dio en medio del conflicto sindical, aún sin solución y con una fuerte reacción por parte de la comunidad universitaria y civil ante la problemática. Mientras el STUNL continuaba la insistencia sobre el pliego petitorio y la recolección individual de las cuotas para la solvencia económica, sectores de la comunidad universitaria y civil expresaron su opinión y posición frente al conflicto sindical. 38


La insatisfactoria respuesta de Rectoría al pliego petitorio base del Convenio de 1968, provocó un periodo de movilización sindical, la cual perduró de noviembre de 1967 a marzo de 1968. En la imagen, el secretario general Horacio Salazar Ortiz (de lentes en traje negro) encabeza una manifestación por las calles de la ciudad.

En un primer punto, el 2 de marzo de 1968 el Tribunal de Arbitraje declaró que toda suspensión de labores se le consideraría como abandono del empleo, acto que puso un obstáculo legal a las acciones del STUNL, mientras que el 7 de marzo directores, subdirectores y secretarios de diversas dependencias universitarias se declararon a favor de la Universidad ante el crecimiento del conflicto y con estudiantes involucrados en el paro de labores, esto último calificado como innecesario y una distracción en el aspecto académico7. Asimismo, el Gobernador Elizondo declaró el 9 de marzo que la Universidad no estaba en condición de ofrecer un centavo más, declaración que se fortaleció con la ofrecida por el Rector Fernández, quien dejó en claro que la Universidad no era un negocio en el que exista capital y trabajo, sino relaciones entre Estado y servidores ,8 y que las peticiones tenían que ajustarse al presupuesto disponible. Finalmente, el paro de labores se conjuró y el 16 de marzo de 1968 se firmó el Convenio correspondiente al año en curso. En el citado convenio la Universidad concedió un aumento de dos millones 800 mil pesos para lo referente a salarios y prestaciones, además de una partida extraordinaria 39


Medio siglo de historia sindical

de 110 mil pesos para lo referente a las prestaciones de becas, útiles escolares para los hijos de trabajadores en edad escolar y eventos deportivos, entre otros. También se destinaron 500 mil pesos para bonos de despensas y 700 mil pesos para el trámite de afiliación de los trabajadores al Instituto Mexicano del Seguro Social, pero con el compromiso de la Universidad de pagar las cuotas obrero-patronales de los trabajadores que ganaran el salario mínimo; mientras que los demás estarían comprometidos a pagar sus cuotas. Sin embargo, en este punto, la afiliación al IMSS nunca se concretó en consecuencia de los eventos venideros, con la Universidad en quiebra financiera, el presupuesto federal retenido y el movimiento por la autonomía en pleno auge (1969-1971), por lo que el Servicio Médico se continuó con lo que se pudiera ofrecer en el Hospital Universitario y la atención médica que recibían por parte del Servicio Médico del Sindicato de Burócratas, del cual dependían los trabajadores de gobernación. En el convenio de 1968 se incluyó por primera vez a los trabajadores del HU para que éstos gozaran de los mismos derechos y prestaciones que el resto de los afiliados al STUNL. Dentro del convenio y como cláusula final, el STUNL confirmó la clausura de la huelga. La Ley Elizondo El conflicto del STUNL y las constantes disputas entre alumnado y Universidad exhibió ante la sociedad nuevoleonesa la crítica situación financiera de la Máxima Casa de Estudios, que le impedía responder a todas las peticiones de sus estudiantes y trabajadores. Con una dependencia total de los subsidios estatal y federal, la Universidad se encontraba en una posición donde la creciente población estudiantil que egresaba de la educación básica exigía un lugar en la Universidad, sin que ésta estuviese en condiciones de albergar al excedente número. Ante la perspectiva de que la Universidad entrara en banca rota y ante la problemática que su financiación comenzaba a representar para el gobierno con un descuido en los demás sectores sujetos al Estado, el gobernador Elizondo publicó el 9 de marzo un desplegado donde exponía la deplorable situación de la Universidad, el costo que ésta representaba para el gobierno (10%, con 41 millones de pesos como presupuesto) y la ineficacia de éste para cubrir todos los gatos, con falta de edificios, bibliotecas, 40


laboratorios y materiales. Por lo que en consideración de la situación, la mejor solución que se pudo encontrar fue que: Quienes puedan pagar deben hacerlo y quienes no puedan pagar, pero quieran y puedan superarse, deben recibir educación a crédito, restituyendo cuando estén en mejores condiciones económicas […]9. El sistema consistía en una división del alumnado entre los viables para el pago completo de la cuota escolar, una cuota que cubriría todos los gastos reales del alumno, y los no viables, quienes seguirían pagando las bajas cuotas que la Universidad cobraba, para luego pagar el adeudo una vez concluida la carrera. Con esto se buscaba que el presupuesto estatal y federal se dedicara exclusivamente para la manutención de la estructura, el abastecimiento de material y la construcción de nuevas escuelas, facultades y dependencias, además de lo proporcionado por el Patronato Universitario y diversas asociaciones, mientras que el alumnado pagaría el costo de su estancia en la Universidad. El 18 de marzo de 1968 el gobernador presentó el anteproyecto de la Ley y Reglamento sobre préstamos a la Educación Superior, y de inmediato la comunidad universitaria, entre estudiantes y trabajadores, expresaron su total rechazo. En un seminario estudiantil realizado en el Aula Magna, con la asistencia de 18 sociedades de alumnos de diversas escuelas y facultades, así como la asistencia de una delegación fraternal del Sindicato de Trabajadores de la UNL, se acordó un rechazo general al denominado Plan Elizondo; y la realización de un paro general de 24 horas el viernes 29 de marzo, así como una concentración estudiantil durante el mismo día en la plaza del Colegio Civil10. En complementación, el STUNL amenazó a Rectoría con un paro general si el anteproyecto se implementaba tal y como estaba diseñado. Con un paro estudiantil programado para el 29 de marzo y con una advertencia del Sindicato de irse a huelga, el Rector Fernández González presentó el 27 de marzo una respuesta alternativa al Plan Elizondo. Sin rechazar la necesidad de aumentar las cuotas, el rector ofreció un nuevo plan de pago, que consistía en dividir a la población estudiantil en tres sectores económicos: el débil, el variable y el minoritario (con capacidad de pago). Los alumnos serían evaluados por un Comité de Becas de la Universidad, el cual determinaría el monto a pagar por alumno, después de un estudio de su situación económica. Por presión universitaria y social (en algunos sectores, ya que otros se proclamaban a 41


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La agitación por la Ley Elizondo sentó las bases para el movimiento por la autonomía, al acentuarse la reacción estudiantil hacia finales de 1968 y durante el transcurso de 1969.

favor), ambas propuestas quedaron en proyectos, sin que ninguna lograra ser ratificada por el Congreso Estatal. Con las propuestas de financiación autosuficiente rechazadas, la Universidad no regresó a un periodo de calma, sino al contrario, la movilización se intensificó. Hacia finales del mismo mes de marzo, estudiantes de Ciencias Biológicas bloquearon las calles de Matamoros y Dr. Coss, a razón de exigir la edificación de una facultad propia, o por lo menos, la reconstrucción y mejoras del edificio (casa) que en ese entonces ocupaban; declaraban que las condiciones de estudio se habían vuelto insoportables por las precarias condiciones del inmueble, además de la falta de material indispensable para su carrera. La solución se concertó con el acuerdo entre Elizondo y el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas para la edificación de la Facultad de Ciencias Biológicas dentro de Ciudad Universitaria, así como para la conclusión de esta última. En medio del conflicto estudiantil, en junio de 1968, el STUNL se reunió en una Asamblea Representativa con el fin de establecer el reglamento del Fondo de Previsión 42


Social, que sentaría las bases para otorgar ayuda económica temporal a los trabajadores que lo necesitasen para solventar alguna urgencia personal o familiar. El Fondo de Previsión complementó las funciones del Fondo de Auxilio, que funcionaba desde el primer año de funciones del STUNL y que correspondía al apoyo económico en casos de defunción para los gastos de funeral y generales. El reglamento entró en vigor desde el 29 de junio de 196811. En continuidad con la pugna suscitada por el Plan Elizondo, la consecuente huelga de Ciencias Biológicas representó el inicio de una movilización estudiantil constante que se intensificó a raíz de las movilizaciones paralelas en el país. Durante el semestre septiembre-diciembre, la interrupción de clases fue un factor común entre paros por exigencias individuales de cada facultad, escuela o preparatoria, paros parciales acordados entre varias dependencias o paros simbólicos en apoyo a los sucesos que transcurrían en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Distrito Federal. Con el desalojo de Ciudad Universitaria de la UNAM por fuerzas militares y su posterior toma, el 20 de septiembre se realizó una manifestación estudiantil de forma pacífica frente a Colegio Civil y una posterior marcha sobre las principales arterías de la ciudad de Monterrey, concluyendo en el Teatro de la Ciudad. En esta manifestación se anunció la adhesión del Sindicato de Trabajadores de la UNL al movimiento; sin embargo, ese día no se contó con la presencia de algún maestro o dirigente en representación del Sindicato. No obstante, ese mismo día el STUNL acordó durante una Asamblea Plenaria apoyar a los estudiantes capitalinos y nuevoleoneses en sus decisiones y acciones, en consecuencia de los hechos registrados en Ciudad de México y el actuar de las autoridades capitalinas. Para el 2 de octubre se acordó otra toma pacífica de la torre de rectoría, pero a raíz de la matanza de Tlatelolco, la toma se prolongó hasta el 10 de octubre 12. Ante el recrudecimiento de la situación y las consecuencias del 2 de octubre, el día 5 el Secretario General del STUNL, Salazar Ortiz –y una comitiva representativa, de entre los que se encontraban Rolando Guzmán Flores–, visitó al Gobernador Elizondo con el motivo de entregarle un comunicado para el gobierno federal, en el que solicitaba, en tres puntos, que se estableciera un puente de comunicación entre universitarios y gobierno, a fin de evitar acontecimientos como el registrado el 2 de octubre y que la situación empeorara13. 43


Medio siglo de historia sindical

El transcurso de los últimos meses de 1968 registró una constante movilización que no se calmaría con el inicio de vacaciones ni con el inicio del nuevo semestre. Por su parte, el STUNL renovó el convenio de 1968 el 3 de febrero de 1969, a dos días del cambio de Comité. Esta renovación era la continuidad del convenio bianual de 1968, donde se especificaba la distribución de los dos millones que se habían pactado desde el convenio anterior, la cual consistía en una distribución de aumento salarial en dependencia con la categoría del profesorado y empleados. Dos días después de la firma de Convenio, el STUNL renovó su Comité, y Comisión de Honor y Justicia. Carlos Ruiz Cabrera es Secretario General Con el registro de una sola planilla, la Azul, Carlos Ruiz Cabrera, profesor de la preparatoria No. 2, fue electo como Secretario General para el periodo de 1969 a 1971, un periodo que terminó por ser clave en la historia de la Universidad de Nuevo León. El Comité de Ruiz Cabrera se complementaba con el Dr. Román Garza Mercado como Secretario de Organización, el Ing. Cruz Cuéllar Reyna como Secretario Tesorero, el Lic. Tomás González de Luna como Secretario de Conflictos, el Ing. Raúl Urdiales Martínez como Secretario de Previsión Social, el Lic. Ernesto Villarreal Landeros como Secretario de Actas, y el Profr. Miguel Covarrubias Ortiz como Secretario de Prensa. Al comienzo de la administración de Ruiz Cabrera, la Universidad se encontraba en un periodo de relativa paz, con un inicio de clases forzado ante la pérdida masiva de clases durante el curso anterior –aunque con la problemática estudiantil aún latente y en considerable ascenso–, con el inicio de movilización en el Instituto de Educación Superior y Tecnológica y con la disputa entre un grupo de profesores de la Escuela Normal Superior y el Estado, ante la negativa del Tribunal de Arbitraje de reconocer a su sindicato a pesar de contar con la papelería y requisitos legales reglamentarios. El 16 de abril de 1969, a un mes del rechazo oficial por parte del Tribunal, el Sindicato de Trabajadores de la UNL expresó su apoyo y respaldo a las acciones del sindicato no reconocido de la Normal14. Aunado al conflicto de la Normal, que terminó por lograr su registro ese mismo mes de abril, la Facultad de Ciencias Químicas reanudó la movilización estudiantil que parcialmente se había tranquilizado, con la toma paulatina de la torre de rectoría el 30 de mayo de 1969, a exigencia de un nuevo edificio para la facultad. Ante el conflicto, el STUNL volvió a expresar su respaldo y comprensión el 23 de junio de 1969, mediante 44


un desplegado de prensa. El movimiento de Químicas registró el inicio oficial por el movimiento de autonomía, con el comienzo de eventos cadena a partir del citado mes de mayo, y éstos en considerable ascenso a partir de octubre de 1969. En ese último mes, el día 5, el STUNL presentó el pliego petitorio que serviría como base para el Convenio de 1970, solicitando, entre otros aspectos, la administración directa de los Servicios Médicos y el aumento salarial de menor a mayor, es decir, quienes menos ganaran recibirían el mayor porcentaje de aumento. A escasos seis días, los alumnos de las facultades de Ciencias Fisco Matemáticas, y Filosofía y Letras tomaron la torre de rectoría; la primera facultad en exigencia de un nuevo edificio; y la segunda en exigencia de la restructuración de su planta magisterial y administrativa. La toma perjudicó a los trabajadores de la Universidad al no expedirse el pago de la primera quincena del mes. En consecuencia, el 16 de octubre el STUNL publicó un desplegado en demanda de la quincena atrasada y en exposición de la ineficacia con la que la Universidad procedía

La adhesión del STUNL al movimiento estudiantil otorgó una fortaleza y solidez a la causa, al movilizar a los profesores y trabajadores en apoyo al Consejo Estudiantil. En la imagen, el secretario general Carlos Ruiz Cabrera dando un discurso en un mitin en la Plaza del Colegio Civil, 1969. 45


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para resolver la problemática, cuestión que afectaba directamente a la planta magisterial y administrativa de la Universidad. Al día siguiente, el Consejo Estudiantil expresó la necesidad de reformar la Ley Orgánica, ante la inconformidad del alumnado con ciertas autoridades académicas y administrativas, solicitando en la reforma la capacidad del alumnado y magisterio de elegir a sus autoridades, desde los directivos hasta el rector. En otras palabras, se solicitaba la autonomía. En alternancia, y como consecuencia de la falta de pago y la excusa de las autoridades de no remunerar por la ocupación de rectoría, el STUNL convocó a un paro general de 24 horas durante el día 18 de octubre, con la exclusión tradicional del Hospital Universitario, por cuestiones de servicio humanitario. El mismo día del paro, el STUNL advirtió de la extensión del paro a manera indefinida si para el lunes 20 de octubre rectoría no les otorgaba respuesta. El paro se extendió15. Con 48 horas de paro continuo por parte del Sindicato, el 22 de octubre el Gobernador Elizondo presentó ante el Congreso el proyecto de reforma parcial a la Ley Orgánica con la propuesta de modificar los artículos 16 y 24, como forma de que alumnos y maestros pudiesen designar a los directivos y al rector. El organismo sindical aceptó y

El STUNL presente en los mítines por la autonomía. 46


respaldó la propuesta de ley; y a través de un desplegado, dicho organismo anunció su adhesión oficial al movimiento de autonomía, con su participación en la manifestación programada para ese día, 22 de octubre, en solicitud de la reforma de ley y la destitución del Rector Héctor Fernández González16. Como alternativa a la dirección del STUNL en apoyo al movimiento estudiantil, el jueves 23 de octubre de 1969 se conformó la Asociación de Maestros de la UNL, integrada por cerca de 200 maestros ajenos al STUNL y dirigida por el Dr. Agustín Basave Fernández del Valle, catedrático y ex director de la Facultad de Filosofía y Letras. Con la exposición de 16 puntos ante el Congreso del Estado, la Asociación solicitaba la cancelación del proyecto de reforma de la Ley Orgánica, en contrapeso del respaldo del STUNL al citado proyecto. Entre otros puntos, expresaban que la reforma se proponía en un momento crítico y no idóneo, sino forzado, además que la simple reforma de los artículos no contribuiría a mejorar la situación, necesitando de un análisis más profundo y dedicado. Aunado a lo anterior, la Asociación expresó que la planta magisterial no estaba representada en su totalidad por el Sindicato universitario, sino que éste se movilizaba con una minoría representativa17. El mismo día de conformación de la Asociación, el gobernador decretó un artículo transitorio que destituyó a todos los directivos, rector y secretario general de sus puestos. En sustitución de los directivos que accedieron al decreto, se designaron como directores a maestros decanos de cada una de las dependencias. El STUNL se declaró en respaldo total a los decanos y manifestó su intención de sostenerlos en el cargo, con el fin de evitar el regreso de las autoridades depuestas. Lo restante del mes de octubre se vivió entre constantes movilizaciones estudiantiles y paros sindicales, a consecuencia del retraso del proyecto de Ley y la retención de las quincenas, que continuaban sin pagarse, mientras la Torre de Rectoría seguía tomada. Así, el onceavo mes del año comenzó. Nuevos paros y conflictos se sumaron a los ya existentes, aunado al cansancio por parte de algunos sectores universitarios, como un grupo de catedráticos de la Preparatoria No.1 que exigía el regreso a clases y exponía la tranquilidad y diálogo como los medios más viables para acordar la autonomía; o como un grupo de profesores de la Facultad de Ingeniería y Mecánica que declaró su separación del STUNL, por estar en desacuerdo con su forma de proceder, entre otros ejemplos. Asimismo, la Asociación 47


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de Maestros y el Consejo Estudiantil presentaron ante la opinión pública y el Congreso proyectos de Ley Orgánica para la autonomía. Finalmente, el 10 de noviembre el Congreso expidió las reformas a la Ley Orgánica, en sus artículos 16 y 24, decreto que fue rechazado por la falta de paridad de votos en la elección del rector y en las juntas directivas. Ante ello, el Consejo Estudiantil acordó una manifestación masiva el 20 de noviembre, a fin de concentrarse en la petición de la paridad de votos. La movilización se extendió hasta el 26 de noviembre, cuando la torre de rectoría se entregó en cumplimiento del dictamen del Gobernador Elizondo, con la condición de promulgar los decretos que reformaban la Ley Orgánica en otorgamiento de la autonomía. El nuevo decreto incluía la reforma de los artículos 16 y 24, y el anexo del artículo 31, así como la iniciativa para la integración de una comisión redactora de una nueva Ley Orgánica conformada por maestros y estudiantes, la cual tendría como límite el 31 de mayo de 1970 para entregar el proyecto ley ante el Congreso del Estado18. El mismo 26 de noviembre el Rector Héctor Fernández González, quien se había resistido a la destitución del 23 de octubre, aceptó la remoción con la promulgación de la reforma de Ley; y en su lugar designaron al Lic. Enrique Martínez Torres de manera provisional para ejercer durante 14 días, mientras se reunía el Consejo Universitario para la elección del primer rector designado sin la intervención del Ejecutivo. El 10 de diciembre designaron al Dr. Oliverio Tijerina Torres como Rector de la Universidad de Nuevo León, y junto con él, Tomás González de Luna como Secretario General. Su cargo dentro del STUNL, secretario de conflictos, lo ocupó el Lic. César González. Pero a pesar de la elección universitaria del rector y directivos, el año 1970 no fue miel sobre hojuelas. En un primer punto, las vacaciones de primavera, en marzo, se redujeron a una semana, para recuperar el tiempo perdido durante el segundo semestre de 1969, extendiendo las clases hasta la primera semana de marzo y comenzando el primer semestre de 1970 el 29 del mismo mes. En un segundo punto, a pesar de la buena posición que el STUNL había logrado con González de Luna como Secretario General de la Universidad, el pliego petitorio para 1970 –que solicitaba un aumento del 20% en salarios– lo denegaron por escasez de presupuesto; situación económica que empeoró con el congelamiento del presupuesto federal a universidades públicas, con el objetivo de neutralizar las fuerzas de izquierda que funcionaban en las instituciones de educación superior19. 48


En el caso particular de la UNL, la izquierda predominaba entre los dirigentes del STUNL y varios maestros y estudiantes, destacando la afiliación al Partido Comunista Mexicano, del cual el ex secretario de conflictos y ahora Secretario General de la Universidad era integrante, igual que el Secretario General del STUNL, Carlos Ruiz Cabrera y ex miembros y miembros del Sindicato. La afiliación a un partido de izquierda entre los primeros dirigentes sindicales, influyó para construir un sindicato progresista durante los primeros años de funciones del STUNL, lo que otorgó la fuerza suficiente para sentar las bases de un sindicato que fácilmente pudo fracasar sin la constante presión y movilización de sus dirigentes. Sin embargo, a inicios de los años setenta y en consecuencia de lo ocurrido en los últimos dos años de la década pasada, el gobierno federal consideró oportuno mermar las fuerzas de izquierda presentes en las universidades públicas; por ende, la retención de los fondos fue el primer paso. De marzo a diciembre de 1970, la Universidad experimentó un estrangulamiento de finanzas, además de que la respuesta y aprobación por parte del Congreso a la propuesta de Ley Orgánica, que la comisión entregó a tiempo en mayo, se retrasó un año entero hasta marzo de 1971, no sin antes otros contratiempos. En primera instancia, la confrontación entre derecha e izquierda se intensificó ante el predominio y hegemonía de esta última en los organismos universitarios y direcciones, con un Consejo Universitario conformado en su mayoría por maestros de ideología de izquierda. Asimismo, el STUNL comenzó un periodo de pleno ascenso mediante la relación estrecha con Rectoría20 y la integración de varios miembros sindicalistas en el Consejo Universitario, durante la bienvenida a los nuevos consejeros el 28 de mayo de 197021. El 25 de abril de 1970 se había firmado el Convenio para el año en curso, documento que desató una serie de polémicas. Durante la sesión ordinaria del 28 de mayo de 1970, el Consejo Universitario discutió 16 puntos en la orden del día, entre las cuales se encontraba la petición de la Facultad de Arquitectura para revisar el Convenio Colectivo firmado entre la Universidad y el STUNL, ya que se consideraba que el Convenio se inmiscuía en cuestiones académicas, más allá de los aspectos económicos. La petición no procedió, en parte por la falta de bases del directivo de Arquitectura para solicitar la revisión, y en parte por la presencia de consejeros ligados directamente con el STUNL, como el caso del ex Secretario General Rolando Guzmán Flores, el entonces actual Secretario General, Carlos Ruiz 49


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Cabrera, y otros sindicalistas, como Ernesto Villarreal Landeros y el Ing. Fabián Navarro, entre otros. El Convenio Colectivo correspondiente al año en curso, que estableció un parte aguas en la redacción y organización de los convenios, presentó una cláusula que representó el motivo principal de crítica, al considerar que la Universidad otorgaba por medio de la cláusula 52 una acción que no le correspondía al Sindicato (como proponer personal), además de considerar que con ello el STUNL adquiría mayor poder e influencia. La cláusula 52 estableció el derecho, aún vigente, del STUNL de proponer al personal no docente: Los trabajadores de intendencia, administrativos y técnicos que requiera la Universidad, serán proporcionados por el Sindicato y su admisión quedará a juicio de una Comisión Mixta Calificadora y Dictaminadora de Puestos que será creada para este objeto (Actualmente es la cláusula 12; Contrato Colectivo de Trabajo 2013). En continuidad, el documento estableció por vez primera un tabulador que organizaba y dividía a los trabajadores en categorías en dependencia con el sector; es decir, mientras los maestros se dividían por tiempos, los empleados no docentes se dividían por sector. La jerarquización comienza con la división de empleados de confianza, de base y eventuales. En la primera categoría se incluía a los directivos de dependencias y organismos, como secretario general o jefes de departamento. En la segunda categoría, de base, se incluía a todo el personal universitario, entre maestros, administrativos, intendentes y técnicos; y a su vez, los maestros se dividían en tiempos (completo, medio y horas), división que determinaría las prestaciones a derecho. En la última, eventuales, se incluía a los trabajadores que desempeñaban algún trabajo en concreto, por encargo o en sustitución de otro trabajador, con un límite de tiempo. En cuanto a las prestaciones y obligaciones del trabajador, éstas las presentaron con mayor claridad con la disposición de jornadas, horarios, permisos, licencias, descansos y los salarios correspondientes, además de incluir en la cláusula 43 el derecho de becas escolares para los hijos de los trabajadores para estudiar en cualquiera de las dependencias de la Universidad. Se otorgaron cuatro millones de presupuesto para lo correspondiente al aumento salarial, y una partida extra de 120 mil pesos para eventos culturales y deportivos. Con este convenio, se aumentó de 15 a 64 cláusulas. 50


Posterior a la firma del Convenio, el resto del año de 1970 se desarrolló en medio de una relativa tranquilidad universitaria. Con la hegemonía de la izquierda dentro de la Universidad, era de esperar que la derecha estuviese intranquila y en constante movilización, como forma de desestabilizar a la izquierda y retomar el control. En los primeros meses de 1970, el contraataque se desarrolló mediante desplegados de asociaciones universitarias y civiles de derecha, como el Frente Pro-Dignidad Universitaria y la Asociación de Padres de Familia, entre otros. Sin embargo, a partir de la expulsión de estudiantes de la Universidad (debido a que participaron en un riña durante el mes de noviembre), la derecha retomó parte del control, a promocionar manifestaciones y huelgas con motivo de la expulsión de estudiantes. Las irregularidades que se manejaban alrededor del grupo dirigente de la Universidad motivaron a que los sectores de derecha emprendieran medidas drásticas para retomar el control, como fue la promoción de la toma de rectoría el 3 de diciembre de 197022. La toma de Rectoría por alumnos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, principalmente, contribuyó para que el 16 de diciembre de 1970 renunciara el Secretario General de la Universidad, Tomás González de Luna, y junto con él una serie de directivos relacionados con el denominado grupo comunista, entre ellos, Rolando Guzmán Flores como jefe de Departamento de Extensión y Cultura. Con la renuncia de “los comunistas” más destacados de los puestos clave de la Universidad, se esperaba que el gobierno disminuyese la presión y que el gobierno federal entregara los subsidios retenidos desde febrero de 1970. En efecto, en enero de 1971 se entregaron los recursos federales que ascendían a cuatro millones de pesos, sin embargo, la presión sobre Tijerina no disminuyó, ante la exigencia de los huelguistas de que el rector entregara un informe de su gestión. El 14 de enero el Rector Oliverio Tijerina presentó el cuestionado informe de su gestión, y al término de su lectura también presentó su renuncia. En su lugar designaron a Manir González Martos como Rector Interino, mientras el Consejo se reunía para la elección de un nuevo rector. Fabián Navarro es Secretario General; y Héctor Ulises Leal, Rector En medio del conflicto, en enero de 1971 se abrió el periodo de precampaña electoral para la renovación del Comité Ejecutivo del STUNL y, como era tradición, se registraron 51


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las planillas Azul y Verde. En la primera el Ing. Fabián Navarro se registró como candidato a la secretaría general, con el profesor Miguel Covarrubias Ortiz como suplente; mientras que por la planilla Verde contendía el Arq. Ernesto Quintanilla Cortés y el Ing. César Díaz Delgado como candidato a Secretario General y Suplente, respectivamente. La votación se llevó a cabo, como de costumbre, el 4 de febrero, arrojando a la planilla Azul como la vencedora con 898 votos, en comparación a los 231 votos de la planilla Verde. El Comité electo tomó posesión el 5 de febrero de 1971 dentro de la Asamblea Representativa, y quedó conformado con los citados Ing. Navarro y Profr. Covarrubias como Secretario General y Suplente, respectivamente; y la Dra. Silvia Mijares como Secretaria de Previsión Social, el Lic. José C. Fernández Quiroga como Secretario de Prensa, el Profr. Jesús Colunga Molina como Secretario de Actas, el Biol. José J. Ortiz como Secretario de Organización, el Lic. Lorenzo Saldaña como Secretario de Conflictos, y el C.P. Valdemar Martínez C. como Secretario Tesorero. A escasos quince días de la toma de protesta del comité de Navarro, el Consejo Universitario designó al nuevo rector. Ex sindicalista como Secretario de Prensa durante el comité de Horacio Salazar, y catedrático y ex director de la Facultad de Ingeniería Civil, el Ing. Héctor Ulises Leal tomó protesta de su cargo el 20 de febrero de 1971, sólo para durar menos de dos meses en el cargo ante la expedición de la nueva Ley Orgánica de la Universidad; una ley muy diferente a la presentada por la Comisión redactora en mayo de 1970. Para marzo de 1971 la presión estudiantil, social y de empleados universitarios por el retraso de la aprobación de la Ley Orgánica presentada ante el H. Congreso el pasado 30 de mayo de 1970, era palpable, al estar casi un año entero congelada en el Congreso. Como ejemplo del descontento, el 13 de marzo el STUNL publicó un desplegado en advertencia a un posible paro general para el 16 de marzo si no se aceleraba la expedición de la Ley Orgánica, además de reclamar por el descenso crítico de presupuesto estatal para la Universidad, cuestión que ponía en riesgo el cubrimiento de los salarios de los trabajadores universitarios23. Aunado a la posición del STUNL, entregaron la torre de rectoría el 9 de marzo (a cuatro meses de estar tomada), y los problemas de infraestructura volvieron a resurgir, además de las manifestaciones en solicitud de un lugar en la Universidad, registrándose un “boom” en la demanda educativa durante la temporada de inscripciones de febrero de 1971, con una población estudiantil de 23 mil, a comparación de los 14 mil inscritos 52


Las manifestaciones en exigencia de la aprobación de la ley orgánica que estaba congelada en el Congreso desde mayo de 1970, unificó de forma general a universitarios, encabezados, como se observa en la imagen, por el Consejo Universitario.

en 1968, aumento poblacional que la Universidad no estaba en condiciones de soportar. El 16 de marzo el STUNL llevó a cabo paros parciales en diferentes dependencias de la Universidad. Con la presión universitaria y la posición ascendente de Ulises Leal mediante el desalojo de la torre de rectoría y el constante cuestionamiento a la administración del Gobernador Elizondo, el 26 de marzo de 1971 éste último lanzó su respuesta a la presión, con la expedición de la tercera Ley Orgánica Universitaria, documento que desató otra ola de inconformidades24. La tercera ley, publicada al siguiente día en el Periódico Oficial del Estado, establecía a una Asamblea Popular de Gobierno como el máximo órgano de gobierno universitario, en sustitución del Consejo Universitario y en sustitución de la paridad de votos de estudiantes y maestros que se presentaban en el proyecto original. La Asamblea de Gobierno, en un giro radical y novedoso, se conformaba por 36 miembros, en representación de cada uno de los sectores: campesino, industrial, empresarial, medios de comunicación, etc.; de los 36 miembros sólo siete pertenecían a la Universidad. 53


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Como era de esperarse, la comunidad universitaria rechazó la polémica ley, incluidos los sectores de derecha que hasta el momento habían estado en estrecha relación con el gobernador. La ley desconoció a todas las autoridades en funciones de la Universidad, destituyendo de su cargo al Rector Ulises Leal y a los directivos de las facultades, hasta la designación de nuevas autoridades por el nuevo órgano universitario. Entre tanto, el 29 de marzo el Consejo Universitario se declaró en sesión permanente hasta que no se establecieran pláticas con el gobernador; y el STUNL acordó durante una Asamblea Representativa extraordinaria, el mismo 29, un rechazo total a la nueva ley, así como acatar todas las decisiones del Consejo. No obstante y a pesar del rechazo generalizado (sin exceptuar ciertos sectores que simpatizaban con la nueva ley), la Asamblea Popular se constituyó el 2 de abril de 1971, siendo designado Rector de la Universidad el Coronel y doctor Arnulfo Treviño Garza. El nombramiento del nuevo rector destituyó de forma oficial a Héctor Ulises como rector, y una vez instalado el nuevo gobierno universitario, el STUNL expidió una nueva medida de resistencia: se le pidió a los trabajadores universitarios abstenerse de cobrar sus sueldos bajo la nueva administración25. Durante poco más de dos meses la situación universitaria se mantuvo en constante crisis e incertidumbre. A pesar de la instalación de la Asamblea Popular, la tercera ley continuaba sin aceptarse de forma general en la Universidad, entre estudiantes, empleados, Sindicato, profesores, directivos y el ex Rector Ulises Leal, quien durante el transcurso de la problemática intentó sostener diálogos y audiencias con el Gobernador Elizondo, pero fue imposible llegar a un acuerdo. Por su parte, el STUNL continuó su total apoyo a la posición del ex Rector Ulises Leal, con participación activa en mítines, manifestaciones, desplegados, tomas de edificios universitarios y la presión por entablar diálogos con el gobernador, situación que originó la separación de varios grupos de profesores y trabajadores del organismo sindical, entre las diversas dependencias universitarias, al no estar de acuerdo en algunas de las acciones del grupo representativo del Sindicato, como la toma de edificios universitarios, violenta en ocasiones. Además, en consecuencia de la permanencia de la Asamblea Popular de Gobierno como el principal organismo universitario, el STUNL comenzó a demandar el pago de las quincenas atrasadas, en solicitud expresa de los trabajadores, quienes se encontraban en una posición económica crítica al no recibir su salario desde la última quincena de marzo, problemática que se sumaba al despido de algunos trabajadores por su conexión con el movimiento. 54


Con una posición de total rechazo a la nueva Ley, Ulises Leal integró a finales de abril una Asamblea Universitaria conformada por maestros y estudiantes, con el apoyo principal del líder sindical Navarro, cuyo principal objetivo era luchar por la reforma académica y la defensa de la autonomía universitaria. Además de la conformación de la Asamblea, Ulises Leal mantuvo una reunión con el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Pablo González Casanova, con el fin de conseguir apoyo político, logrando que éste último se pronunciara a favor de la Universidad de Nuevo León durante un discurso otorgado el 29 de mayo de 1971, que merecería la aprobación del Presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez26. Hacia finales de mayo, el gobierno federal lanzó un ultimátum al Gobernador Elizondo, en consecuencia del cansancio que representaba la situación de la Universidad, que se deterioraba con una rapidez considerable (se había llegado al grado de intervención policiaca y el paro de labores era constante, perjudicando con ello las finanzas, la economía de los empleados y el progreso académico). El 31 de mayo de 1971 el Secretario de Educación Pública, Víctor Bravo Ahuja, llegó a Monterrey con la orden expresa de derogar la tercera ley universitaria y con ello dar una solución preliminar a la conflictiva situación, que se esperaba, se tranquilizara paulatinamente con la expedición de una nueva ley. El arreglo final llegó con la organización de una comisión de ex rectores que se encargaría de redactar una nueva Ley Orgánica con el fin de derogar la polémica tercera ley. El 4 de junio la comisión de ex rectores presentó la nueva ley ante el H. Congreso y, al día siguiente, en una reunión y decisión fugaz (en consecuencia de la presión social, política y universitaria) aprobaron la cuarta ley, firmada y decretada oficialmente el 6 de junio de 1971 por el Gobernador sustituto, Luis M. Farías. Elizondo renunció a su cargo ante la presión. Con la nueva ley, derogaron la Asamblea Popular y en su lugar se instituyó la Honorable Junta de Gobierno, conformada por 11 miembros que los elegiría el Consejo Universitario; además de instituir una Comisión de Hacienda, la cual sería la encargada de la administración de las finanzas universitarias. La cuarta ley se aceptó con reservas en una primera instancia; y las actividades en la Universidad se restablecieron con normalidad a partir del lunes 16 de junio, con el regreso a clases de la mayoría de las facultades y escuelas universitarias. Asimismo, profesores a los que habían destituido durante la administración de la Asamblea Popular, los restituyeron por acuerdo del Lic. Alfonso Rangel Guerra, quien fungía como Coordinador Ejecutivo mientras se designaba 55


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un nuevo rector; también pagaron los salarios atrasados que ascendían hasta cinco quincenas, desde comenzado el conflicto por la tercera ley en marzo27. Con la nueva ley en vigor y la actividad universitaria nuevamente en cauce, el 31 de julio de 1971, Héctor Ulises Leal volvió a ser electo como Rector de la (ya oficial) Universidad Autónoma de Nuevo León, siendo el primer Rector en ser designado por el órgano universitario de la H. Junta de Gobierno. En su segundo periodo como rector, el Convenio Colectivo del STUANL, retrasado por la situación antes planteada, se firmó el 17 de septiembre de 1971, con 29 cláusulas y dos transitorios. La clasificación de los trabajadores se concretó en sectores, en continuidad con el modelo del Convenio de 1970: sector Docente, Administrativo, Técnico, de Intendencia, de Personal Profesional (no docente) con o sin licenciatura, de Enfermería y Eventuales. El aumento salarial se estableció conforme a la categorización previamente presentada, mientras que la cláusula 43 del Convenio de 1970, con referente a las becas para los hijos de los trabajadores, se extendió para beneficio de los trabajadores con previo estudio de la Comisión Mixta encargada y del respectivo Reglamento. El Convenio se complementaba con las partidas extras de ley para eventos culturales y deportivos, bonos de despensa, juguetes y el aguinaldo equivalente a una quincena de trabajo. El transcurso del año de 1972 se desarrolló con cierta normalidad, hasta finales del año, cuando el descontento con la administración de Ulises Leal desestabilizó de nuevo a la Universidad. El 12 de diciembre de 1972, en un acto único, Ulises Leal fue removido de su cargo como Rector por el mismo organismo que lo había designado, a consecuencia de aparentes irregularidades en los manejos administrativos y faltas a sus responsabilidades (como el no convocar a reuniones al Consejo Universitario), además de adjudicarse actividades que no le correspondían, entre otras cuestiones. Junto con la problemática de Ulises, la secretaría de Fabián Navarro también se vio cuestionada por la aparente falta de cumplimiento del Convenio de 1971 y el retroceso para firmar el Convenio de 1972. Ante ello, en enero de 1973, un grupo de dirigentes sindicales, entre los que se encontraba Carlos Ruiz Cabrera, Máximo de León Garza, Miguel Covarrubias y Ernesto Villarreal Landeros, desconocieron en una Asamblea Representativa al Comité Ejecutivo de Fabián Navarro Arras; y en su lugar se instaló un Comité Ejecutivo provisional encabezado por el Profr. Carlos Ruiz Cabrera, bajo el cual se firmaría el Convenio pendiente de 1972, el 31 de enero de 1973 con el entonces Rector Lorenzo de Anda y Anda. 56


Con 64 cláusulas y seis artículos transitorios, el convenio tenía carácter de provisional mientras se firmaba el convenio correspondiente a 1973. Dentro del convenio, el cual retomó el modelo del convenio 1970 también firmado por Cabrera, el aspecto más importante fue el aumento de una quincena a un mes de salario de aguinaldo, estipulado en la cláusula 39. En febrero de 1973, el comité provisional convocó a las elecciones para la renovación del comité ejecutivo para el periodo de 1973-1975, acción que también hizo el comité desconocido de Navarro. A pesar del desconocimiento, según los Estatutos, del Comité de Navarro mediante el acuerdo de una Asamblea Representativa el 22 de enero, Navarro continúo con la secretaría, paralela con la de Ruiz Cabrera, y ambos comités convocaron a las elecciones para la renovación del Comité Ejecutivo. El comité de Navarro realizó sus respectivas elecciones en la Escuela Industrial y Preparatoria Técnica “Álvaro Obregón”28, resultando electo el Lic. Maximino Hernández Aguirre; mientras que en las elecciones oficiales en el Colegio Civil, el Lic. Ernesto Villarreal Landeros resultó electo para la secretaría general del 1973-1975. Ambos comités funcionaron de forma paralela durante, por lo menos, tres meses, hasta el reconocimiento legal de la secretaría de Landeros. El comité de 1973 se complementaba con el Profr. José Manuel Pérez Sáenz como suplente de Landeros; con el Lic. Alfredo J. de Luna Rivera como Secretario de Conflictos; el Ing. Humberto Ramírez Guerra como Secretario Tesorero; la Profra. Elva Villarreal Villarreal como Secretaria de Organización; el Arq. Alfonso Reyes Martínez como Secretario de Prensa; el Profr. Carlos Jiménez Cárdenas como Secretario de Previsión Social; y la enfermera Lucía Reyes López como Secretaria de Actas. La secretaría de Landeros enfrentaría los últimos meses de inestabilidad universitaria, herencia del movimiento por la autonomía, con el también polémico rectorado de Lorenzo de Anda, quien renunció el 15 de agosto de 1973, entregando su puesto de forma directa a su Secretario General, Genaro Salinas Quiroga, ante la irregularidad con la que funcionaban los órganos universitarios con un Consejo Universitario aún sin reunirse y con una Junta de Gobierno incompleta, además de dejar un problema de despidos masivo, que ascendió a un estimado de 400 trabajadores cesados, aparentemente por su relación con el denominado grupo ulisista, afín, como su nombre lo indica, al ex rector Héctor Ulises Leal. El 17 de octubre de 1973 el Dr. Luis E. Todd Pérez fue designado rector. 57


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CAPÍTULO V La Estabilidad: 1973-1979

E

l rectorado de Luis E. Todd Pérez representó un parte aguas en la historia de la Universidad al recobrar la estabilidad y tranquilidad académica y laboral que se había mermado durante el movimiento de autonomía, y los polémicos

rectorados de Héctor Ulises Leal y Lorenzo de Anda. El 17 de octubre de 1973, el Dr. Todd Pérez fue designado rector por una Junta de Gobierno fragmentada, a consecuencia de la inestabilidad política que imperaba en la Universidad1. A escasos días de la toma de protesta de Todd como Rector, éste firmó el Convenio Colectivo correspondiente a 1973, el 24 de octubre. Con 66 cláusulas y seis artículos transitorios, el convenio prosiguió con el modelo del convenio de 1972, registrando un aumento considerable en las partidas de prestaciones sindicales, fuera del salario,

El secretario general, Ernesto Villarreal Landeros, y el rector, Luis E. Todd Pérez durante la firma del Convenio de 1973. 58


con un aumento de 150 mil sobre la partida anual de 500 mil pesos destinados para bonos de despensa, útiles, becas, uniformes, etc.; y un aumento de 60 mil sobre la partida anual de 120 mil para eventos deportivos y culturales2. Asimismo, durante el transcurso de los primeros años de administración de Todd, se dio solución al caso de los despedidos, al remunerarles su salario y liquidez que por ley les correspondía. El 5 de febrero de 1974 el STUANL festejó su décimo aniversario con un banquete en la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica con la asistencia de 500 personas, entre dirigentes sindicales y trabajadores, así como autoridades universitarias, como el Rector Todd Pérez, quien declaró que “los conflictos deben ser resueltos mediante el diálogo y nuestra relación con el Sindicato de Trabajadores de la UANL es de respeto mutuo”3. Con un proceder negociador, Todd Pérez superó los conflictos universitarios productos de la politización y las disputas entre ideologías. El décimo aniversario del STUANL fue el último registro de funciones de Landeros como Secretario General del Sindicato, para renunciar luego por cuestiones de salud, según el motivo oficial, cediendo el puesto a su suplente, José Manuel Pérez Sáenz, quien fue el encargado de firmar el Convenio correspondiente a 1974, el día 24 de mayo. Sin alteración al modelo ya establecido desde el Convenio de 1970, el acuerdo laboral de 1974 estipuló mayores incrementos en las partidas para las prestaciones sindicales, eventos culturales y deportivos, así como una partida de 500 mil pesos para el Fondo de Auxilio, en casos de fallecimiento o incapacidad permanente. El 29 de octubre se firmó una revisión de emergencia, en adecuación al contexto económico nacional. Con 12 cláusulas y siete transitorios; las primeras cláusulas se enfocaron en el incremento salarial que se acordaba en virtud de elevar el poder adquisitivo de los trabajadores, mientras que en el transitorio 5 se estableció una comisión mixta para la mejora de los servicios médicos con la construcción de una clínica exclusiva para trabajadores. La Comisión estaba conformada por el Dr. Amador Flores Aréchiga, en representación de la Universidad; y Marco Gamboa López por el Sindicato4. Con la comisión organizadora de la Clínica en funciones, la secretaría general de Pérez Sáenz culminó en febrero de 1975 con la designación de un nuevo comité, el cual concluiría el proyecto que la comisión estudiaría. El 5 de febrero, después de las elecciones de ley, tomó posesión el comité presidido por el Lic. Carlos Jiménez Cárdenas; y conformado por la Enf. Eva Delia Ramírez Pavón como Secretaria de Actas 59


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y Acuerdos, el Ing. Joel Puentes Sánchez como Secretario Tesorero, el Profr. Enrique Villarreal Galván como Secretario de Organización, el Dr. José Rodolfo González como Secretario de Conflictos, el Lic. Lorenzo Saldaña Garza como Secretario de Previsión Social, y el Profr. Cástulo Hernández Gálvez como Secretario de Prensa y Propaganda. Casi inmediatamente después de la toma de posesión, el 15 de abril el comité de Jiménez presentó el pliego petitorio para la base del Convenio de 1975, documento donde se incluía la petición de dos prestaciones claves, que en la actualidad representan dos de los mayores logros del sindicato: la Clínica para los Trabajadores de la Universidad, y la Villa Campestre. La Clínica para los trabajadores de la Universidad Desde la fundación del STUANL, en febrero de 1964, y su organización durante el transcurso del año bajo la secretaría general provisional del Dr. Ángel Martínez Maldonado, el STUNL había contemplado la organización de un servicio médico exclusivo para los trabajadores de la Universidad, ya fuese mediante la afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o con la implementación de un servicio autónomo. En un primer paso se designó al Ing. Carlos Caballero Lazo y al Dr. Omar Arteaga Elizondo, como delegados del STUNL, para iniciar los estudios necesarios para la organización de los Servicios Médicos en conjunto con la Universidad. El Sindicato contemplaba tres opciones principales (IMSS, o a través del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, o por medio de un servicio médico autónomo), a modo de escogerse la más viable en dependencia con la posibilidad económica de la Universidad5. El IMSS era la primera opción, y durante los primeros tres convenios (1965-1967, el de 1968 era una continuación del convenio bianual de 1967) se contempló la posibilidad de afiliar a los trabajadores al Instituto y que éstos recibieran los beneficios médicos, igual que los hijos menores de 16 años. Sin embargo, la afiliación al IMSS nunca se concretó, y durante los primeros cinco años de vida del STUNL los trabajadores recibieron servicio médico en el Hospital Universitario “José Eleuterio González” y en las instalaciones del servicio médico del Sindicato de Burócratas (trabajadores al servicio del Estado), sin concebir realmente la afiliación al IMSS, a consecuencia del retraso de las autoridades universitarias en concertar el trámite de ingreso. Fue hasta 1970 cuando 60


se concretó la organización de los Servicios Médicos para los trabajadores de la UNL de forma autónoma. La habilitación de un edificio abandonado propiedad del gobierno, entre las calles Matamoros y Garibaldi, fue el primer paso en la creación del Servicio Médico para los trabajadores de la Universidad de Nuevo León con la estructuración del Departamento Médico. Este departamento fue mencionado por primera vez en el Convenio Colectivo de 1970, firmado el 25 de abril de 1970 por el Secretario General, Carlos Ruiz Cabrera, y el Rector, Oliverio Tijerina, dentro de la cláusula 48; y durante otros cinco años el Departamento Médico fungió como la sede principal de los Servicios Médicos para los trabajadores, con el suministro de medicinas y atención médica gratuita; mientras que el Hospital Universitario fungía como recinto médico en casos de gravedad o internamiento. Asimismo, la desaparecida Clínica Monterrey, con ubicación en Pino Suárez y Padre Mier, otorgaba los servicios de especialidad, dejando al Departamento Médico la consulta general y de rutina6. En 1975 los Servicios Médicos para los trabajadores dio otro paso tangente en el mejoramiento de los servicios, con la consolidación de una de las prestaciones emblemáticas del STUANL. En abril de 1975, el Secretario General Carlos Jiménez Cárdenas presentó a Rectoría el pliego petitorio como anteproyecto del Convenio Colectivo de 1975, dentro del cual, en el punto uno, se hacía petición de un “mejoramiento radical del Servicio Médico con la construcción, por parte de la Universidad, de una Clínica-Hospital dotada del instrumental necesario y de personal calificado para los trabajadores y sus familias”7. La petición hacía seguimiento a la cláusula transitoria 5 de la revisión del Convenio de 1974 en octubre de ese año, donde se especificaba la conformación de una comisión mixta para el estudio del mejoramiento de los Servicios Médicos, factor que ya era impostergable. En el mes de mayo, el Rector Luis E. Todd Pérez respondió el pliego petitorio, dando luz verde y aprobación al punto uno con la contribución económica para la construcción de una clínica, siempre y cuando su financiación fuese bipartita: entre la Universidad y el Sindicato, con un 50% cada institución. Para el 50% del STUANL, durante el convenio de 1975 en la cláusula 57, se estipuló que cada trabajador aportaría 1% de su salario hasta completar el 50% del costo total de la obra, el cual se calculaba en cinco millones, por lo que el aporte del STUANL se manejaría en dos millones 500 mil pesos8. Al final, 61


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la Clínica costó seis millones 692 mil pesos según el informe sexenal de Todd presentado en 19799. El proyecto quedó a cargo del Departamento de Planeación y Construcción de Obras de la Universidad con el Arq. Gerardo Garza Cortés al frente de la planeación, en su calidad de director del Departamento. En septiembre de 1975 presentaron el proyecto de forma oficial; y el día 29 se colocó la primera piedra de la Clínica en presencia del Rector Luis E. Todd; el Secretario General de la UANL y Director de los Servicios Médicos, Dr. Amador Flores Aréchiga; y el Secretario General del STUANL, Carlos Jiménez Cárdenas, y demás autoridades universitarias y sindicales10. Después de un año de construcción, la Clínica para los trabajadores de la UANL fue inaugurada el 11 de octubre de 1976 dentro de los terrenos del Hospital Universitario (a espaldas) sobre la Avenida Gonzalitos, lugar que hasta la fecha ocupa11. El mismo día de inauguración, el Departamento Médico anunció el cambio de sede del edificio en Matamoros y Garibaldi al nuevo edificio, en la Clínica del área médica de la UANL, para seguir otorgando el Servicio Médico para casos de revisión o enfermedades menores,

El rector, Luis E. Todd y el secretario general, Carlos Jiménez Cárdenas, colocan la primera piedra de la clínica del sindicato, el 29 de septiembre de 1975. A la derecha, develación de la placa conmemorativa de la inauguración de la clínica. 62


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Nueva sede de los Servicios Médicos del STUANL en el área médica de la UANL, para seguir otorgando el Servicio Médico.

mientras que los casos de urgencia y hospitalización los tratarían en el Hospital Universitario. Con base en el informe sexenal de Todd presentado en agosto de 1979, la Clínica concluyó bajo su sexenio con servicios de Medicina General y Especializada en Ginecología, Obstetricia, Pediatría, Dermatología, Alergias, Tramatología, Cardiología, Radiología, Fisiología y Psicología, además de contar con servicios auxiliares de electroencefalogramas, electrocardiogramas y estudios de laboratorio general. Conforme avanzó el tiempo –y la medicina–, la Clínica de Trabajadores y los Servicios Médicos, mejoraron su asistencia y cobertura, inaugurando en el 2010 una extensión en la Unidad Mederos, con el fin de cubrir con calidad y eficacia el servicio médico, que actualmente (2014) reciben poco más de 13 mil trabajadores universitarios y sus familias, lo cual se traduce a un estimado de 50 mil derechohabientes. La Villa Campestre En el mismo pliego petitorio de abril de 1975, en el punto 3 se expuso la solicitud de crear una Villa Campestre, como un espacio de esparcimiento y descanso para los 64


La Villa Campestre se inauguró el 23 de octubre de 1975 en un paraje en El Barrial, en el municipio de Santiago, Nuevo León, en presencia de autoridades universitarias y sindicales.

trabajadores universitarios y sus familias, la cual debía de incluir los servicios elementales para el disfrute, tales como albercas, cabañas, zonas arboladas y juegos infantiles, entre otros. La petición se aprobó en mayo de 1975. Dentro de la cláusula 59 del Convenio de 1975, firmado el 6 de junio, la Universidad se comprometía a adquirir un terreno cercano al área metropolitana para la construcción y adecuación de la Villa; y seleccionaron un paraje en El Barrial, en el municipio de Santiago, Nuevo León. La Villa Campestre se inauguró el 23 de octubre de 1975 en presencia de autoridades universitarias y sindicales. La Villa contó desde su inauguración con una alberca principal, una piscina, chapoteadero para los niños, salón de festejos, asadores y áreas verdes. En el convenio de 1977, en la cláusula 85, la Universidad se comprometió a otorgar un transporte para el uso de los trabajadores. Tiempo después, en marzo de 1981, durante el segundo periodo de Carlos Jiménez como Secretario General (1980-1983), remodelaron la Villa Campestre y se le dio mantenimiento en varios aspectos que estaban descuidados, como el pórtico, colocaron una malla ciclónica, repararon las palapas, arborización del área de la alberca principal y colocaron césped alrededor de ésta; se rehabilitaron los 65


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baños, se repintaron varias áreas y se reparó la casa de campo y área de festejos, juegos y otros espacios, entre otros múltiples arreglos. La rehabilitación de la Villa Campestre se realizó en colaboración con la Dirección de Construcción y Mantenimiento de la UANL. Asimismo, se estableció un reglamento para su uso, con el fin de prolongar las mejoras que se realizaron entre 1980 y 198112. En los últimos años la Villa Campestre ha representado un punto referencial para los sindicalizados, como un espacio de descanso y esparcimiento, siendo el centro principal para los eventos de días festivos, como lo son el día del niño, el día de las madres, del padre, entre otros, y en periodos vacacionales; además de permitir la celebración de eventos privados, como cumpleaños, con el debido permiso y como una extensión de la prestaciones y beneficios que ofrece la Villa. Asimismo, en los últimos años, la Villa ha recibido mantenimiento constante para conservarla en condiciones de ofrecer un servicio de calidad. Así, por ejemplo, durante la secretaría de Isaías Balderas Candanosa (1997-2000), la Villa Campestre se remodeló con la pavimentación de la entrada principal por patrocinio del gobierno de Benjamín Clariond; y en el actual comité (2012-2015) con el Dr. Oscar de la Garza, se le otorgó de una red de cámaras de vigilancia con el objetivo de monitorear la seguridad de la Villa, y con ello evitar robos y daños por terceros, además de recibir constante mantenimiento en el tratamiento del agua, las áreas verdes y, en general, con el fin de mantener la Villa en un estado óptimo para el disfrute de los trabajadores y sus familias13. Continúa la secretaría de Jiménez Con un periodo tranquilo en cuestiones de movilizaciones y política, la secretaría de Jiménez supo aprovechar la estabilidad financiera de la Universidad, logrando dentro de su periodo destacadas prestaciones, además de las ya citadas Clínica y Villa. Dentro del mismo Convenio de 1975, se establecieron otras importantes prestaciones como los préstamos de bajo interés para la construcción o mantenimiento de casahabitación, una respuesta alterna ante el rechazo de la petición original planteada en el pliego petitorio de abril, la cual solicitaba que la Universidad cediera un terreno para la construcción de viviendas para los trabajadores, financiadas por la Universidad. El rector rechazó esta petición en consideración del costo que ello conllevaba, y en su lugar se estipuló la cláusula 58 de los préstamos a bajo costo y largo plazo. 66


Aunado a lo anterior, también se destacan las cláusulas 38, 60, 61 y 63. En la primera se estableció el aumento de un mes a dos meses de salario por concepto de aguinaldo, porcentaje que aún se mantiene, mientras que en la segunda se otorgó un edificio de la Universidad, con ubicación en la calle 15 de mayo para su uso y adecuación como las nuevas oficinas del STUANL, lo que significó el cambio de sede de las oficinas del segundo piso del Colegio Civil al edificio de 15 de mayo, en esquina con Martín de Zavala. En lo referente a la cláusula 61, se estipuló que al cumplimiento de los 25 años de servicio del magisterio, se les disminuiría las horas de trabajo académico, en respuesta alternativa a la petición original de jubilar a los profesores al cumplimiento de los 25 años de servicio. Por último, en lo relativo a la cláusula 63, ésta acordó el donativo de libros para la biblioteca que funcionaría dentro de las nuevas instalaciones del STUANL. El 22 de junio de 1976 se firmó el Convenio del año en curso; y en febrero de 1977 Carlos Jiménez Cárdenas entregó la secretaría general al nuevo secretario electo.

El secretario general José Luis Sustaita de los Reyes y el rector Luis E. Todd, de pie. 67


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José Luis Sustaita de los Reyes es Secretario General Con una membresía de cinco mil trabajadores para 1977 entre las 42 secciones, el STUANL renovó su Comité Ejecutivo el 5 de febrero de 1977, con el comité ganador de las elecciones del día anterior. La planilla Azul y Oro, presidida por el Ing. José Luis Sustaita de los Reyes, obtuvo mil 900 votos sobre los 796 de la planilla Roja Independiente que presidía el Lic. Roberto Benavides González14. El Comité electo se complementaba con la Lic. Elva Villarreal como Secretaria de Previsión Social, el Profr. Cástulo Hernández Gálvez como Secretario de Organización, Jesús Ibarra Salazar como Secretario de Conflictos, el Ing. Alberto Avilés Ayala como Secretario Tesorero, el Profr. Gerardo Cantú Pérez como Secretario de Prensa y Propaganda, y el Lic. Fidel Martínez Alvarado como Secretario de Actas y Acuerdos. En declaraciones otorgadas durante su toma de protesta, Sustaita anunció su propósito de reformar los Estatutos –que estaban en vigencia desde 1964– con el fin de actualizarlos. Esto se concretó en diciembre de 1978, pero antes de ello, la secretaría de Sustaita concertó algunos aspectos de relevancia en la vida del trabajador, además de promover el ingreso del STUANL a la Federación de Sindicatos de Trabajadores Universitarios (FTSU), y posteriormente al Sindicato Único Nacional de Trabajadores Universitarios (SUNTU). En lo correspondiente al primer punto, en el mes de mayo el STUANL convocó a un paro de labores, dentro del margen del Segundo Encuentro Nacional de Sindicatos Universitarios, realizado entre los días 29 y 30. En lo referente a la huelga, ésta respondía a la falta de respuesta por parte de Rectoría al pliego petitorio presentado en marzo de 1977, además de demandar irregularidades en los pagos y en el cumplimiento de ciertas cláusulas de convenios pasados. Aunado a las peticiones competentes a la Universidad, el STUANL se declaró en solidaridad con la huelga de los trabajadores de la Fundidora de Monterrey, sección 67 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y similares de la República, la cual había dado comienzo el 23 de mayo, con sus cinco mil trabajadores en paro general en reclamo de un 15% de aumento salarial sobre el tope salarial de 10% estipulado por el Estado; factor por el que también reclamaba el STUANL al declarar que el 10% de aumento salarial no concordaba con el elevado costo de vida15. Aunado a lo anterior, también estaba la problemática del recién fundado –y aún no reconocido– Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México 68


El secretario general, José Luis Sustaita de los Reyes, dirigiéndose a los trabajadores durante el paro laboral de mayo de 1977, el cual perduró por diez días.

(STUNAM), que solicitaba su reconocimiento y la firma de su primer contrato laboral, a lo que su Rector, Guillermo Soberón Acevedo, se reusaba.16 Con estos factores en desarrollo, el Segundo Encuentro discutió las diferentes problemáticas a las que se enfrentaba el sindicalismo universitario con la reciente propuesta de anexar un Apartado C en el artículo 123 para los sindicatos universitarios, propuesta que limitaría seriamente los derechos de los trabajadores, como el de huelga o la firma de convenios/ contratos. Esto influiría para que en febrero de 1978, durante la celebración del V Congreso de la FTSU, se lanzara la propuesta de conformar un Sindicato Único Nacional donde se integraran los sindicatos universitarios existentes en el país. Entre tanto, el paro laboral de mayo de 1977 se conjuró a los 10 días de haber iniciado, con la respuesta de Rectoría al Pliego Petitorio y su aceptación por parte de autoridades sindicales, a pesar de no haber logrado superar el tope del 10% y acordándose un aumento general de 8% sobre los salarios percibidos.17 El 1 de julio de 1977 se firmó el Convenio Colectivo correspondiente al año en curso, entre el Rector Luis Todd y el Secretario General Sustaita. En dicho documento se retomaba el convenio de 1976, tal cual, especificando las cláusulas que se modificarían para el año 1977, además se 69


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El STUANL fungió como anfitrión del Segundo Encuentro Nacional de Sindicatos Universitarios, el cual se llevó a cabo entre los día 29 y 30 de mayo de 1977.

anexaban nueve cláusulas sobre las 77 del convenio anterior, sumando un total de 86 cláusulas para el Convenio de 1977. De entre las modificadas se destaca la cláusula 26, en la que se estipula el aumento de dos días de vacaciones por cada cinco años de servicio; y la cláusula 72, donde la Universidad se comprometía a concluir la guardería pactada desde el convenio de 1976, y cuya primera piedra se había colocado el 15 de marzo de 1977. Se adquiría, además, el compromiso de construir una nueva guardería. En lo relativo a las nuevas cláusulas se destaca la 85, la cual estipulaba el otorgamiento de transporte para los traslados a la recién inaugurada Villa Campestre, además de acordarse su conclusión en lo relativo a las canchas. El Sindicato Nacional y la renovación de los Estatutos El 5 de febrero de 1978 se celebró la XIV Asamblea General Representativa, en la que se concertaron tres aspectos de vital importancia para el desarrollo del STUANL.18 En un primer punto se acordó la reforma de los estatutos que estaban en vigencia desde 70


1964, con el objetivo de responder y adecuarse a la nueva situación en la que el STUANL crecía considerablemente año con año, aumentando su membresía y la participación activa. Durante la Asamblea se estableció un plazo de tres meses para que la Comisión encargada entregara el anteproyecto de los Estatutos. En un segundo punto, se anunció el ingreso formal del STUANL a la Federación de Trabajadores de Sindicatos Universitarios (FTSU), el cual se realizaría durante la celebración del V Congreso de la FTSU, entre el 10 y 12 de febrero. Y por último, se discutió y aprobó la necesidad de firmar el primer Contrato Colectivo de Trabajo, en vez del tradicional Convenio, en consideración de las ventajas y beneficios que un Contrato ofrecía sobre un Convenio. Entre los beneficios se encontraba establecer de forma oficial y segura las prestaciones logradas hasta la fecha, en 14 años de funciones. En el terreno legal se establece que un Convenio es inseguro en el aspecto que se puede revocar; mientras que un Contrato no, ofreciendo en ello mayor seguridad para la protección de los derechos y prestaciones conquistadas, además de establecer el compromiso de ambas partes en cumplir con las obligaciones y derechos marcados por Ley; en concreto, la diferencia radica en la formalidad. En la Asamblea se acordó realizar un estudio de las posibilidades de firmar un Contrato en vez del Convenio para 1978, o en su defecto, en 1979; sin embargo, por diversas cuestiones, la firma de Contrato se retrasó hasta 1981, cuando por requisito de ley era impostergable su concertación. Retomando lo del ingreso del STUANL a la Federación, durante el V Congreso de la FTSU se acordó la constitución de un Sindicato Nacional que agrupara a los sindicatos universitarios en funciones en el país, de los cuales la gran mayoría había surgido a raíz del movimiento estudiantil, magisterial y social de 1968; y después a raíz de la conformación del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Nacional Autónoma de México (STEUNAM) el 12 de noviembre de 197119. En la propuesta de conformar el Sindicato Único, se buscaba que con la conformación y adhesión de los sindicatos universitarios en una sola organización se tuviese la fuerza necesaria para construir y establecer un Contrato Colectivo de Trabajo Único, y que todos los trabajadores universitarios se integraran al Apartado A del artículo 123 y a la Ley Federal del Trabajo. El proyecto se aceptó y durante el año se trabajó en la conformación y funcionamiento de una Comisión Organizadora para la constitución del Sindicato Nacional Único de Trabajadores Universitarios (SUNTU); trabajos en los que participó el STUANL, en correspondencia a su ingreso a la Federación20. 71


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En lo correspondiente a la reforma de los estatutos, el anteproyecto se presentó hacia finales del año para someterlo a evaluación entre las asambleas seccionales y que éstas aportaran sugerencias, aprobación o rechazo del anteproyecto. En diciembre de 1978 se reformaron los Estatutos del STUANL y entraron en vigor desde el día de su expedición. Los cambios más importantes se reflejaron en la estructura del STUANL. En un primer punto se anexaron ocho secretarías sobre las siete que conformaban el Comité Ejecutivo. A las secretarías General, de Actas y Acuerdos, Tesorería, de Organización, de Conflictos, de Previsión Social, y Prensa se agregaron las secretarías de Trabajo, de Relaciones, de Pensiones, Jubilaciones y Escalafón, de Seguridad y Asistencia Social, de Acción Política, de Educación Sindical, de Análisis, Estudios y Estadísticas, y de Promoción Cultural y Artística. Las Comisiones Especiales también sufrieron modificación. De las comisiones “originales” sólo se mantuvo la de Honor y Justicia, y se suprimieron la de Asuntos Jurídicos, la de Prestaciones Sociales, la de Asuntos Académicos y Culturales, y la de Escalafón. En su lugar se constituyeron las Comisiones Especiales de Coordinación General de Comisiones Mixtas, la de Vigilancia y la de Deportes; además, se reformó el medio de designación de sus miembros. En los Estatutos de 1964 la Comisión de Honor y Justicia era la única designada a la par del Comité Ejecutivo mediante las elecciones, pero a partir de la reforma de 1978 todas las comisiones especiales se designarían por medio de elecciones –a la par del Comité– y durarían lo mismo que éste, tres años. Esto último también fue una reforma importante en los Estatutos, a partir de 1978 los comités ejecutivos cumplen con tres años de funciones, en vez de dos21. En lo restante, los Estatutos se mantuvieron en su esencia y naturaleza, sin alterar la vida y función sindical de representación y protección de los derechos de los agremiados. El 27 de julio de 1978 se había firmado el Convenio Colectivo para el año en curso, que retomó el diseño del convenio anterior con la especificación de las cláusulas a modificar y anexar. Entre las cláusulas nuevas, se destaca la 89, en la que se estableció el compromiso por parte de la Universidad de destinar una partida extra en el presupuesto de 1979 para la conformación del Fondo de Pensiones y Jubilaciones; sin embargo, el Fondo de Pensiones no se concretó de forma estable y segura hasta 1998, durante la secretaría general de Isaías Balderas ante la inminente necesidad del Fondo y con la inevitable explosión de pensionados que se proyectaban para finales del siglo. 72


La secretaría de Sustaita concluyó en febrero de 1979 con la reglamentaria renovación del Comité Ejecutivo, con un Sindicato reformado en sus Estatutos, integrado en la Federación de Sindicatos de Trabajadores Universitarios y con una membresía de poco más de seis mil trabajadores, entre los sectores docente y no docente. Las elecciones a registrase representaron un parte aguas en la historia del Sindicato al enfrentar a dos integrantes del grupo dirigente del STUANL, con la Profra. Elva Villarreal, Secretaria de Previsión Social en el comité de Sustaita; y el Profr. Cástulo Hernández, Secretario de Organización en el mismo comité. La ruptura, originada en un contexto de cambio para la corriente comunista, representó el inicio del descenso del grupo de izquierda, no sólo en la dirección sindical, sino a nivel político nacional.

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CAPÍTULO VI Hacia una nueva época (1979-1985)

E

l rectorado de Todd se había desarrollado dentro de una política de condescendencia y tolerancia, estableciendo diálogos y acuerdos para la resolución de los problemas, factor que redireccionó a la Universidad a un

periodo de estabilidad académica y laboral. Esto contribuyó para que la izquierda experimentara un proceso de debilitamiento y descenso en su influencia, dentro y fuera de la Universidad, situación que facilitó su depuración de los puntos clave de la Universidad durante la gestión sucesora de Todd. El mismo Partido Comunista reconocía hacia finales de los setenta los puntos débiles de su organización, y cómo ello había repercutido en su influencia política dentro de la UANL. Reconoció un descenso de la participación obrera y trabajadora en general, y en el número de militantes, así como pérdida de presencia en los círculos políticos, además de la evidente hegemonía de la derecha, tanto en el gobierno del Estado como en la Universidad1; y en esta última con mayor fuerza a partir del rectorado del Dr. Alfredo Piñeyro López, sucesor de Todd y reconocido catedrático y director de la Facultad de Medicina y el Hospital Universitario. Con el Dr. Piñeyro en la Rectoría, el debilitamiento de la izquierda universitaria se concretaría con su depuración de los puntos administrativos de la Universidad, mientras que a nivel nacional y regional el Partido Comunista se disolvió en 1981 a consecuencia del evidente debilitamiento del ala izquierda. En el STUANL este contexto repercutió en el desconocimiento del dirigente sindical en funciones en 1980, Cástulo Hernández, militante del Partido Comunista y reconocido sindicalista. Cástulo Hernández es Secretario General; y el Dr. Alfredo Piñeyro, Rector El 7 de febrero de 1979 el comité presidido por Cástulo Hernández Gálvez tomó posesión después de haber resultado vencedor en las votaciones registradas el día anterior. Con una votación de dos mil 314 votos, la planilla de Hernández, la Roja y 74


El secretario general Cástulo Hernández, al centro de la toma, en audiencia con el rector Alfredo Piñeyro López, al costado derecho.

Negra de Unidad Democrática se impuso a la planilla Azul y Oro, que encabezaba Elva Villarreal, la cual sumó mil 276 votos.2 El Comité de Hernández se complementaba con el Profr. Rodolfo de León como Secretario de Organización, el Ing. Valfré Rodríguez como Secretario de Previsión Social, el Lic. Carlos Ruiz Cabrera como Secretario de Conflictos, el Profr. Héctor Guerra G. como Secretario de Finanzas, el Lic. Esteban Bárcenas como Secretario de Trabajo, el Lic. Miguel Vargas como Secretario de Seguridad y Asistencia Social, y el Ing. Raúl Carrillo L. como Secretario de Pensiones, Jubilaciones y Escalafón. El presente comité fue el primero electo bajo la reforma de los Estatutos, y se suponía que debía de ser el primero en durar tres años de administración; sin embargo, al año de funciones las circunstancias provocaron que el comité de Hernández sea desconocido, concluyendo su administración de manera abrupta y por cuestiones de índole política. La gestión de Hernández comenzó sin contratiempos. El 18 de mayo se inauguró el Centro de Educación Infantil para los hijos de los trabajadores de la UANL, la primera guardería infantil, ubicada dentro del área médica; y en el mismo mes el STUANL presentó el pliego petitorio para el Convenio correspondiente a 1979, que fue 75


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contestado el 7 de junio y otorgó un 13.5 % de aumento salarial general, en alternativa al 25% que solicitaba el STUANL3. Entre otras prestaciones, se continuó con el habitual aumento presupuestal para los bonos de despensa y las partidas para eventos culturales y deportivos, así como para la distribución de juguetes, útiles y uniformes, entre otros. El Convenio lo firmaron el 28 de junio de 1979, con un total de 90 cláusulas y cuatro transitorios. Este documento fue la última convención firmada por el Rector Luis E. Todd, previo a su renuncia el 10 de agosto, a escasos días de concluir oficialmente su sexenio, con el motivo de aceptar la jefatura de los Servicios Coordinados de Salud Pública en Nuevo León. Todd fue sustituido por el Secretario General, Dr. Amador Flores Aréchiga, para concluir su periodo y traspasar la Rectoría al nuevo rector, a quien designarían a inicios de septiembre. Con la renuncia de Todd, el proceso y la expectativa de la elección del siguiente rector se aceleraron. En agosto, el STUANL promovió una constante movilización, primero contra la administración del Dr. Alfredo Piñeyro como director de la Facultad de Medicina y Hospital Universitario, por aparentes violaciones al Convenio Laboral;4 y después, ante la Universidad, en reclamo del incumplimiento de algunas cláusulas del citado Convenio, para concluir el mes con una oposición al proceso “antidemocrático” de la elección del próximo rector mediante el órgano de la Junta de Gobierno. El conflicto se acentuó cuando el Dr. Roberto Moreira, Secretario General de la Universidad de 1967 a 1969, lanzó su candidatura a la Rectoría el 1 de septiembre5. En respuesta, y aprovechando la temporada precampaña a la sucesión rectoral, el Partido Comunista comenzó una especie de propaganda en promoción de la democracia. Su proposición se basaba en la formación de un amplio frente democrático tendiente a la participación en la renovación de las autoridades universitarias 6. En concreto, el PCM invitaba a una congregación de las organizaciones de izquierda activas en la Universidad, tales como el STUANL y la Coalición Universitaria Democrática de Izquierda (CUDI), entre otros pequeños grupos; aunque claro, extendiendo la invitación a organizaciones de “derecha democrática”. La formación del frente democrático tenía el objetivo primordial de promover elecciones transparentes sin la intervención de autoridades estatales a través de la Junta de Gobierno, órgano considerado por el PCM como un medio del gobierno estatal para imponer a los rectores de forma legal, que –según declaraciones del PCM– había permitido la prolongación en el poder del denominado grupo médico o bata blanca, el 76


cual llevaba años en la hegemonía y al que pertenecían Todd Pérez y Flores Aréchiga; un grupo con un sobrenombre en clara alusión a la profesión compartida por los dos últimos rectores. La coalición de izquierda, incluso, llegó a proponer y promover un candidato a Rectoría, Pablo Morales Pinal, miembro activo del PCM y catedrático universitario7. Pero la iniciativa del PCM –y su candidato– fue rechazada desde una primera instancia por la UANL, catalogando de innecesario e “involucionado” la participación de partidos políticos en aspectos académicos 8. Las disputas entre partido e institución se prolongaron hasta la misma sucesión oficial de Rectoría, el 12 de septiembre de 1979, cuando resultó electo el Dr. Alfredo Piñeyro López y quien tomó posesión de la Rectoría al día siguiente de la designación9. El rectorado de Piñeyro López comenzó entre tumultos y conflictos políticos, presididos por los grupos izquierdistas activos dentro de la UANL, concentrando durante el mes de septiembre el lapso más inquietante, pero teniendo su punto de ebullición durante el mes de febrero de 1980, fecha en que la coalición de izquierda se desorganizó de forma definitiva. Cástulo Hernández es desconocido como Secretario General Posterior a la designación de Piñeyro como rector, la oposición, hasta entonces constante en su presión, dio un giro en sus acciones y no en su favor. En un primer punto, la presencia del PCM disminuyó considerablemente sin aparente explicación, y fue el STUANL quien continuó la movilización. La situación con el Partido Comunista Mexicano había sido distinta desde sus declaraciones en precampaña, con las autoridades universitarias en negativa a entablar conversaciones con los líderes del PCM, limitándose a negociar sólo con las organizaciones reconocidas por la UANL, como lo era el caso del STUANL. El PCM era un partido político, que para las autoridades académicas no tenía por qué intervenir en ningún aspecto político de la Universidad. En un segundo punto y en lo referente al STUANL, éste continuó con su desacuerdo con la elección de Piñeyro, pero conforme pasaron los días, el STUANL se enfocó en su pliego de peticiones que había presentado a Piñeyro desde el día de su nombramiento. Las peticiones se centraban en el cumplimiento del Convenio Laboral vigente de 1979, resaltando la falta de puntualidad en los pagos, despidos injustificados y la falta de cumplimiento a diversas cláusulas del convenio. En el mismo pliego, el Secretario General del STUANL, Hernández Gálvez, aclaró que el paro de labores sería indefinido10. 77


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El paro que inició el mismo día en el que nombraron Rector de la UANL a Piñeyro, se prolongó hasta finales de septiembre, realizando manifestaciones simultáneas en diversos puntos de la Ciudad Universitaria (y también la ciudad de Monterrey), congregándose en la torre de rectoría y promocionando un paro escolar general, a excepción del área médica y algunos casos en facultades, donde los maestros no estaban sindicalizados y los alumnos no estaban afiliados a alguna organización. Por su parte, el CUDI y demás pequeñas organizaciones de izquierda se mantuvieron en una posición de apoyo a las metas del STUANL11. Entre el 25 y 27 de septiembre, el rector y el líder del STUANL concretaron un acuerdo con el motivo de reanudar las actividades dentro de la Universidad. Esto redimió la huelga sindical y tranquilizó la situación entre la UANL y su sindicato de trabajadores, por algunos meses. Los desacuerdos del STUANL con la administración de Piñeyro no cesaron, pese a la solución de los problemas que se presentó a finales de septiembre de 1979, con la respuesta que el rector había dado al pliego de peticiones. Las arbitrariedades al Convenio Laboral continuaban, en perspectiva del STUANL, insistiendo en su cumplimento. En correspondencia y aunado a la situación del Convenio, el comité de Hernández entró en un nuevo conflicto a principios del año 1980, con la facción a la que se había enfrentado en las pasadas elecciones. El ex secretario general del STUANL y esposo de la ex candidata Elva Villarreal, Carlos Jiménez Cárdenas, entró en escena al frente de un grupo de sindicalizados que estaban inconformes con la secretaría de Hernández, comenzando una campaña de desprestigio hacia la administración del comité en funciones, alegando, entre otras cosas, una mala administración. La facción de Hernández Gálvez catalogó al grupo de Jiménez como un claro intento de presión por parte de Rectoría, en una forma por desorganizar al ala comunista del STUANL y establecer control sobre el Sindicato12. Este hecho fue el inicio de una nueva ola de inconformidades sindicales, y ahora con un conflicto desde dentro. El enfrentamiento entre ambas facciones desembocó en un desconocimiento hacia la secretaría de Hernández el 14 de febrero de 1980, mediante una Asamblea Representativa en la que, según datos proporcionados por la facción de Jiménez, acudieron y firmaron 380 delegados13. En la misma Asamblea se designó un nuevo Comité Ejecutivo, que estaba encabezado por Carlos Jiménez Cárdenas como Secretario General; y se complementaba con el Ing. Alberto Avilés Ayala como Secretario de Previsión Social, el C.P. Miguel Naffate López como Secretario de 78


Organización, el Lic. Carlos Morales como Secretario de Finanzas, el Lic. Heriberto Guerrero como Secretario de Conflictos, el Ing. Arturo Martínez U. como Secretario de Análisis, Estudios y Estadísticas, el Lic. Mariano Ayala Martínez como Secretario de Prensa y Propaganda, el Lic. Luis G. Vargas como Secretario de Promoción Cultural y Artística, el Lic. Héctor Canales como Secretario de Seguridad y Asistencia Social, el Lic. Moisés Solís como Secretario de Acción Política, la Lic. Ma. Trinidad Chavarría como Secretaria de Actas, Acuerdos y Archivo, la Lic. Lourdes Cornejo Ambriz como Secretaria de Trabajo, el Ing. Antonio Caballero como Secretario de Relaciones y el Lic. José Chavira como Secretario de Educación Sindical. El mismo día de la designación del nuevo Comité, Jiménez declaró en el acto la urgencia de que Rectoría desconociese al “otro” comité y rompiera toda relación con él, acción que se concretó el 18 de febrero, con el reconocimiento de Rectoría hacia el comité provisional. Con la designación de un nuevo Comité se dio comienzo a un breve periodo de ruptura sindical, donde coexistieron dos comités alternos durante dos meses, uno de ellos legítimo o institucional, reconocido por Piñeyro, con Carlos Jiménez a la cabeza y denominado “Movimiento Sindical 5 de febrero”; y el otro ilegítimo (o no reconocido)

La secretaría general de Jiménez Cárdenas fue reconocida inmediatamente por el rector Alfredo Piñeyro, en destitución del comité presidido por Cástulo Hernández. 79


Medio siglo de historia sindical

con Cástulo Hernández como líder y denominado “Asamblea General Representativa del STUANL del 5 de febrero”. No está de más mencionar que la facción de Hernández Gálvez intentó negociar con el rector su posición “ilegal”, así como la propuesta de realizar nuevas elecciones, siendo negadas las conversaciones, la propuesta y los pliegos petitorios presentados por el comité de Gálvez, porque éste no era el líder sindical reconocido por Rectoría. Finalmente, Carlos Jiménez obtuvo el reconocimiento legal como Secretario General del STUANL por el Tribunal de Arbitraje del Estado de Nuevo León, el 17 de abril de 1980, lo cual otorgó punto final al conflicto sindical. El primer Contrato Colectivo de Trabajo Con el respaldo legal que el Tribunal de Arbitraje otorgó a Carlos Jiménez en abril de 1980, la secretaría general que había propuesto en febrero comenzó sus funciones de forma oficial, y la firma del Convenio de 1980 fue la primera actividad de su administración. El 6 de mayo se firmó el Convenio correspondiente al año en curso, con un total de 36 cláusulas. La primera estableció un aumento salarial del 20% sobre los sueldos recibidos, mientras que el resto de las cláusulas se centró en los respectivos aumentos presupuestales para los bonos de despensa, útiles escolares, juguetes, uniformes y los seguros de defunción y por accidentes, entre otras prestaciones. Un mes después de la firma del Convenio, la situación legal de las organizaciones universitarias se reformó en su favor con la inclusión de los trabajadores universitarios, académicos y administrativos, al Apartado A del artículo 123. El 9 de junio de 1980 se aprobó la reforma al Artículo 3º Constitucional en su fracción octava, en la que se estableció la inclusión de los trabajadores universitarios en el Apartado A del Artículo 123 Constitucional y la Ley Federal del Trabajo: VIII: Las relaciones laborales tanto del personal académico como del administrativo, se normarán por el Apartado “A” del Artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo especial de manera que concuerden con la autonomía la libertad de cátedra e investigación y los fines de las Instituciones a que ésta fracción se refiere14. Con esta reforma, los trabajadores de universidades autónomas pasaron de la categoría de “servidor” del Estado a trabajador de una institución, por lo cual sus derechos y obligaciones evolucionaron de lo estipulado en la Ley del Servicio Civil a lo 80


El rector Alfredo Piñeyro y el secretario general Carlos Jiménez en la firma del primer Contrato Colectivo de Trabajo del STUANL en octubre de 1981

establecido por el Apartado A y la Ley Federal del Trabajo, en su Título Sexto, Capítulo XVII. En un primer punto, el STUANL cambió su registro del Tribunal de Arbitraje a la Junta de Conciliación y Arbitraje, el cual fue otorgado el 21 de octubre de 198015. En un segundo punto, a partir de enero de 1981, el STUANL comenzó el proceso para la firma del primer Contrato Colectivo de Trabajo, documento que consolidaría las prestaciones, derechos y obligaciones pactadas durante los 15 convenios anteriores en los 16 años de vida del Sindicato. El 23 de octubre de 1981 se firmó el primer Contrato Colectivo de Trabajo, entre el Rector Alfredo Piñeyro López y Carlos Jiménez Cárdenas, como respectivos representantes de la Universidad y Sindicato. En el documento las cláusulas pactadas entre los 15 convenios anteriores, se restablecieron y se reestructuraron para el Contrato, en seguimiento de las normas de Ley. En total sumaron 181 cláusulas y nueve transitorios, resumiendo en el documento 16 años de trabajo sindical con plena seguridad para el trabajador, en consolidación de las prestaciones logradas durante los años de funciones del STUANL, entre los aumentos salariales, el servicio médico, el fondo de auxilio y previsión social, la villa campestre, los bonos de despensa, becas, 81


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los útiles escolares, uniformes, cursos de actualización, y de primaria y secundaria para la superación de los trabajadores, así como los eventos deportivos, culturales y de esparcimiento, entre otras varias prestaciones. La estructura del clausulado del Contrato se estableció en 12 capítulos: Generalidades, Jornadas de Trabajo, Días de Descanso y Vacaciones, Clasificación de los Trabajadores, Salarios y Prestaciones, Permisos y Licencias, Servicio Médico, Riesgos de Trabajo, Jubilaciones y Pensiones, Capacitación y Adiestramiento, Del Escalafón y Comisiones Mixtas. Para 1981, el STUANL ya contaba con 53 secciones y poco más de siete mil trabajadores afiliados16. En el mismo año, el STUANL concretó otros aspectos derivados de la reforma legal y como marco para el Contrato Colectivo. El 26 de junio se firmó el Reglamento Interior de Trabajo de la Universidad Autónoma de Nuevo León con 79 artículos y cinco transitorios. En el documento se establecían las obligaciones del personal académico y administrativo, en dependencia con el trabajo realizado y sus respectivas características. El reglamento se publicó de forma íntegra en el No. 7 del STUANL, Órgano Informativo, el 15 de junio de 1981. El órgano informativo se reeditó a partir del 15 de marzo de 1981, en su nueva era. Continúa la secretaría de Carlos Jiménez El inicio del año 1982 fijó la temporada de elecciones para el nuevo trienio de 1982 a 1985. Carlos Jiménez se postuló para la secretaría general por la planilla Azul y Oro; mientras que el Lic. Fernando Garza Treviño hizo lo propio por la planilla Renovación Sindical o planilla Naranja. Esta última alegó una violación a los Estatutos por parte de la planilla de Jiménez, declarando que este último se estaba reeligiendo, lo cual no está permitido por los Estatutos del Sindicato; sin embargo, la acusación no procedió porque Jiménez no había sido electo mediante votaciones temporales, sino que fungía como suplente de Cástulo Hernández17. Finalmente, las votaciones declararon ganador a la planilla Azul y Oro con tres mil 142 votos, sobre los mil 357 para la planilla Naranja18. El Comité Ejecutivo continúo parcialmente igual, con cambios de titular en las secretarías de Organización, Finanzas, Previsión Social, de Educación Sindical, Acción Política y de Trabajo. La administración de Jiménez en los años 1982-1985 comenzó con la concertación de una prestación que se había estipulado en el Contrato Colectivo en la cláusula 81, y 82


que se había gestionado mediante apoyo estatal con el Gobernador Alfonso Martínez Domínguez; y de la Universidad con la conformación de un fideicomiso inicial de 20 millones de pesos para la construcción de casas en el terreno de Arboledas de Santo Domingo en el municipio de San Nicolás. Los requisitos que se establecieron para la solicitud de una vivienda eran ser sindicalizado y que los descuentos no les perjudicasen, siendo el tope de crédito 150 mil pesos para los que recibieran salario de 15 mil pesos. El primer grupo de 150 viviendas se entregó entre septiembre de 1981 y abril de 1982 19. En noviembre del mismo año, el Sindicato y la Universidad firmaron el Contrato Colectivo de Trabajo correspondiente al año 1982. Con 191 cláusulas y cinco transitorios, el Contrato reafirmó lo pactado en el año anterior, agregando un capítulo exclusivo para los trabajadores académicos (V) y 10 cláusulas, de las cuales se destacan la 68, con la prestación del año sabático: Cuando un trabajador académico, con antigüedad mínima de cinco años en la categoría de tiempo completo sea aceptado por alguna universidad como estudiante o investigador y no reciba retribución salarial por dicha actividad, la Universidad le pagará íntegros sus salarios en calidad de Año Sabático. Al término del año la Universidad se obliga a recibir al docente en su misma categoría y con el salario que le corresponda, sin pérdida de sus derechos de antigüedad. Y la cláusula 74, en la que se establecía el procedimiento a seguir en caso de remover a personal, en acuerdo con la Ley Orgánica, los Estatutos de la Universidad, el Reglamento del Personal Docente e Investigador, con la modificación del 25 de junio de 1981, y el artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo. Esta cláusula otorgó (y otorga) mayor seguridad en la conservación y permanencia del trabajo, porque especifica las causas de despido y en pleno conocimiento y responsabilidad del trabajador. En continuidad, en la recta final de 1982 se anunció la adquisición de nuevos terrenos para la construcción de casas en los municipios de Apodaca, Guadalupe y Garza García, en complementación con el fraccionamiento de Arboleadas de Santo Domingo20. Asimismo, el 11 de octubre se inauguró la segunda guardería que se había pactado desde el Convenio de 1977, dentro de los terrenos de la Ciudad Universitaria. El siguiente año, 1983, marcó otro parte aguas en la historia del Sindicato con el rompimiento entre la administración de Jiménez y la rectoría de Piñeyro, orillando al primero a presentar su renuncia en junio de 1983. 83


Medio siglo de historia sindical

Raúl López Aldape asume la secretaría general Entre abril y mayo de 1983 surgió un conflicto en la Facultad de Ciencias Químicas que sirvió de marco para la renuncia de Carlos Jiménez Cárdenas a la secretaría general del STUANL, a un año de haber comenzado su periodo oficial y a tres de haber regresado a la dirección sindical, en calidad de sustituto de Hernández. La pugna comenzó por inconformidad a la administración del director Severo Flores Lira, a quien se acusaba de despedir injustificadamente a catedráticos de la facultad, acusación que se extendió a la Facultad de Agronomía con su respectivo director; y al Rector Alfredo Piñeyro, a quien se le cuestionaban destituciones arbitrarias desde el comienzo de su rectorado. Aunado a ello, el STUANL entró en un conflicto interno en exigencia de la renuncia del Secretario General Carlos Jiménez, a raíz de la publicación de un desplegado el 9 de mayo, en denuncia de las irregularidades antes mencionadas, calificadas como una violación al Contrato Colectivo21. Días después, el 16 de mayo, presidentes seccionales desmintieron haber acordado y firmado lo publicado en el desplegado, negando la denuncia en contra de las

El Comité Ejecutivo presidido por Raúl López Aldape (extremo derecho), en audiencia con el Rector Alfredo Piñeyro López (a lado de Aldape). 84


autoridades universitarias y catalogándolas como contrarias a la situación real de la Universidad, donde prevalecían buenas relaciones entre la Universidad y sus dependencias22. El desplegado fue el inicio de una campaña de presión para la renuncia de Jiménez, al declarar que se despegaba de la línea sindical, y que además ya había cumplido con su función, siendo hora de desprenderse del cargo. Así, el 7 de junio de 1983 Carlos Jiménez presentó su renuncia; y el lunes 13 de junio su suplente, Raúl López Aldape, asumió la secretaría general. La administración de Aldape continuó con el comité ejecutivo de Jiménez, con las excepciones de las secretarías de Educación Sindical, de Conflictos, de Promoción Cultural y Artística, y de Trabajo, las cuales cambiaron de titular. En diciembre de 1983 Aldape firmó el Contrato Colectivo de Trabajo correspondiente al año en curso. Con 192 cláusulas y dos transitorios, la principal contribución fue la inclusión del Tabulador General de Puestos y Salarios, requisito de ley, dentro de la cláusula 52 y como anexo complementario. En febrero de 1984 el STUANL celebró su 20 aniversario con 57 secciones organizadas, ocho mil 211 trabajadores afiliados y un Contrato Colectivo con 192 cláusulas pactadas entre múltiples prestaciones para los trabajadores universitarios entre salarios estables, un Servicio Médico gratuito, autónomo y con ascendente calidad, una Clínica, una Villa y dos guarderías, producto del aporte de los trabajadores, así como bonos de despensa, créditos para viviendas, becas de estudio para los trabajadores y sus hijos, entrega de útiles escolares, de juguetes, uniformes, primas vacacionales, eventos deportivos, culturales y de esparcimiento, el derecho de proponer al personal no docente y dos fondos (de auxilio y previsión social) complementarios para el apoyo económico del trabajador, entre otras múltiples prestaciones que mejoraron con diferencia la calidad de vida del trabajador en comparativa a su situación en 1964. En estos 20 años y en retrospectiva, el STUANL experimentó un crecimiento y evolución considerable, en su favor y el de sus afiliados. Inició con 19 secciones y en dos décadas sumó 38 secciones más; inició con cinco cláusulas y dos décadas después contaba con 192; inició con un Convenio Laboral y bajo la línea constitucional de la Ley del Servicio Civil, como un sindicato de trabajadores al servicio del Estado; y dos décadas después era un sindicato de institución regido bajo la Ley Federal del Trabajo, reconocido ante la Junta de Conciliación y Arbitraje y con un Contrato Colectivo de Trabajo establecido; inició con un periódico informativo y en 20 años produjo un importante 85


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acervo editorial, entre órganos informativos, panfletos, revistas, libros conmemorativos, históricos y académicos, entre otros; y finalmente, inició como un sindicato progresista que a lo largo de 20 años se involucró activamente en eventos sociales e históricos que significaron un parte aguas en la historia universitaria, sindical, regional y nacional, como lo fue la autonomía, la conformación del Sindicato Nacional y la inclusión de los trabajadores universitarios al Apartado A del artículo 123 constitucional, un proceso histórico que desembocó en una estabilidad universitaria y sindical, después de años de desequilibrio. En 20 años, el STUANL se consolidó como uno de los sindicatos universitarios más importantes a nivel nacional, experimentado a lo largo de su historia una serie de altibajos, propios de una organización de sus características, pero que a base de experiencia y trabajo logró superar, preparándose con ello para la etapa de unidad sindical, que en la próxima década se establecería. El 21 de septiembre de 1984 se firmó el Contrato Colectivo vigente para ese año; y en febrero de 1985, Raúl López Aldape fue electo Secretario General para el periodo de 1985-1988, periodo que sentaría las bases de la denominada Unidad Sindical.

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SEGUNDA PARTE (1985-2013)

Erika Flor Escalona Ontiveros

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La nave está en puerto seguro así lo reciben, a salvo de los ventarrones de la insidia y las tinieblas políticas. Suya es ahora la responsabilidad de tomar el timón y hacerlo remontar. Raúl López Aldape

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Preámbulo

E

n los últimos 28 años del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se han vivido momentos cruciales que lo han llevado de la agitación a la paz sindical que tanto se anheló desde los primeros años. Los

ochenta fueron una etapa de crisis, no sólo para el sindicato sino para todo el país; las crisis económicas que padeció México desde inicios de 1982 promovieron una gran actividad sindicalista por la búsqueda de mantener las prestaciones que se habían ganado hasta el momento. La crisis económica que condujo a México a una transformación profunda al alterar la política y afectar de manera prolongada los niveles de consumo llevó al STUANL la tarea de mantener los salarios e incluso solicitar y luchar por salarios de emergencia para que los trabajadores universitarios no vieran afectada su vida cotidiana, lo cual fue posible debido al trabajo de los miembros del Comité Ejecutivo en curso. La conclusión de la crisis permitió al Sindicato seguir combatiendo por la mejora de las prestaciones; sin embargo, las circunstancias y problemáticas internas que atravesaba la Universidad en 1990 llevaron al STUANL a enfrentarse de nuevo a

dificultades que pretendían entorpecer las actividades del Comité Ejecutivo, lo cual desembocó en una controversial elección para el cambio de Comité en 1991, en el que se presentaron por primera y única vez cuatro planillas que disputaban la Secretaría General. En el periodo de 1991 a 1994 se enfatizaron los fundamentos de Unidad Sindical que posibilitaron elecciones en las que a partir de 1994 no se presentaron candidatos de oposición, por lo que la planilla Azul y Oro ha sido en 19 años la única en comparecer ante los comicios con el apoyo y respaldo de los trabajadores universitarios. En la actualidad el STUANL se encuentra en un estado de paz sindical en el que el Comité Ejecutivo, autoridades universitarias y trabajadores convergen de manera

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pacífica, logrando estabilidad y proporcionando así acuerdos que facilitan mayor seguridad y

una relación de comunicación continua con los trabajadores

pertenecientes a la Universidad Autónoma de Nuevo León.

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CAPÍTULO VII Contraatacando la crisis

R

aúl López Aldape, quien acababa de cumplir con un periodo dentro del Sindicato, encabezó la planilla Azul y Oro contra la planilla Verdinegra, que estaba bajo el liderazgo de Ernesto Villarreal Landeros, ambos buscaban un

segundo periodo en la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León. No obstante, fue el Comité Ejecutivo, liderado por López Aldape, el que obtuvo la mayoría de los votos a favor, convirtiéndose así en el único en

la historia del sindicato que se mantuvo en la secretaría por más de un periodo consecutivo. El periodo de Raúl López Aldape se caracteriza por la búsqueda de la unidad sindical, tal como él mismo lo relató; le “correspondió llegar bajo una situación sumamente difícil, pero siempre con la firme idea de realizar un trabajo que diera prioridad a los intereses colectivos”. La estrategia principal de López Aldape fue la conciliación y el diálogo, evitando a toda costa los enfrentamientos1. En esta etapa el sindicato combatió el contexto histórico por el que pasaba el país, las crisis económicas golpearon todos los ámbitos de la vida cotidiana, por lo que al STUANL le tocó la tarea de crear un proyecto de reorganización económica que no afectara a los trabajadores universitarios y que no modificara la esencia ni perjudicara las tareas principales del sindicato. La década de los ochenta fue significativa, puesto que México se encontraba en un duro estancamiento económico con altos niveles de desempleo, y en donde la caída de los salarios era algo natural, la crisis económica iniciada en 1982 y acentuada por la caída del petróleo en 1986, agudizó la cruda situación por la que pasaba el país2. No obstante, al Sindicato, por medio de negociaciones, le fue posible sacar adelante los aumentos salariales para que no les afectara a los trabajadores de la Universidad. Uno de los métodos utilizados para combatir las crisis fue el exhortar a las autoridades a implementar aumentos salariales de emergencia para los trabajadores, los cuales se 93


Medio siglo de historia sindical

dieron de forma consecutiva desde finales de 1983 hasta 1987 con la firme intención de apoyarles3. La defensa del Contrato Colectivo fue fundamental para conseguir la protección de las prestaciones y el beneficio de los trabajadores universitarios. Fue hasta 1988 que la severa y extensa crisis se estabilizó, tras las negociaciones para reducir la deuda externa, entre otras políticas implementadas por el gobierno mexicano, y de esta manera permitió que las tareas del sindicato se ejecutaran de manera habitual. Además de las actividades que el STUANL ejecuta, como la fortificación del Contrato Colectivo, la defensa de los Estatutos y celebrar el día del niño, la madre, la secretaria, entre otras, en 1985 se constituyó la escuela para adultos, en la que los miembros del sindicato realizaron estudios en diversos niveles, pasando desde la alfabetización a la educación básica (primaria y secundaria), además de cursos de capacitación técnica, lo que les permitiría mayores posibilidades de realización en diversas áreas. A lo largo de su periodo se efectuaron los Cursos de Verano para los hijos de los trabajadores, entre los que se incluyeron arte integral, arte dramático y danza folklórica, aunado a esto los ciclos de matiné infantil formaron parte del fomento cultural, recreación sana y placentera, que el sindicato buscaba proporcionar para los hijos de los trabajadores universitarios4. Durante este periodo al Contrato Colectivo no se le añadieron más cláusulas por la agotadora situación en la que se encontraba el Sindicato y la Universidad misma, desde luego se luchó por mantener las cláusulas existentes, la defensa de los Estatutos, por mantener los empleos, mejorar los salarios y por la fortificación de las relaciones hacia el interior del STUANL. Uno de los mayores logros obtenidos por el Comité Ejecutivo de 1985-1988, según los mismos miembros, fue lograr la conciliación con las autoridades universitarias, el diálogo con éstas y con los mismos trabajadores, así como lograr la permanencia de ellos en sus labores. Rodolfo de León es Secretario General En febrero de 1988 el Comité Ejecutivo de 1985-1988 dejó la Secretaría para dar paso a las elecciones en las que el conteo final en las votaciones favoreció a Rodolfo de León, candidato de la planilla Azul y Oro que disputaban el puesto con la Planilla Eco Sindical, por lo que el cinco de ese mes tomó protesta el Comité Ejecutivo encabezado por Rodolfo de León. 94


Mientras tenían lugar las votaciones en el Hospital Universitario, acaecieron discusiones con la prensa, debido a que los directivos no permitían la entrada de reporteros a cubrir la nota sobre las elecciones del STUANL. Estos problemas no fueron los únicos que afrontó el nuevo Comité; más adelante estuvo envuelto en obstáculos de gran trascendencia5. Como es tradición para dar inicio a las actividades del nuevo Comité, durante la Asamblea se leyó y se votó la respuesta emitida por Rectoría al Pliego Petitorio. El veredicto fue favorable, al aceptar un incremento salarial para todos los trabajadores de la Universidad en un 38%, así como el aumento al aguinaldo en proporción al salario, además de un incremento en los distintos bonos que hace entrega la Universidad: de despensa, de seguridad familiar, de libros, para ayuda en la compra de calzado. Asimismo, se aprobó el incremento para la ayuda de gastos funerarios y para las actividades culturales, deportivas y recreativas, entre otras mejoras a las prestaciones6. El periodo de 1988 a 1991, en el que Rodolfo de León Garza fungió como Secretario General del STUANL, fue una etapa en la que el Sindicato vivió momentos de crisis; sin

En el periodo en el que Rodolfo de León Garza fungió como Secretario General del STUANL, el Sindicato vivió momentos de crisis. 95


Medio siglo de historia sindical

embargo, más adelante fue posible encaminarlo hacia la unidad sindical y de esta manera sobrellevar los altibajos. Al Comité Ejecutivo en turno le tocó enfrentarse a un fuerte movimiento de divergencia por parte de los trabajadores del Hospital Universitario, a pesar de ello fue posible resistir y sostener las bases sindicales. En la Asamblea realizada en febrero de 1989, se aprobó lo que sería un gran logro para los trabajadores universitarios: se agregó al Contrato Colectivo de Trabajo una cláusula más, la 116, en la que se estableció el compromiso de la Universidad con el Sindicato para conceder préstamos directos a los afiliados, aumentando así los beneficios que se obtienen al ser parte de la Universidad. Por otro lado, a pesar de los logros que comenzaba a ganar el STUANL, se encaminaba a una enérgica crisis interna, que involucraría tanto a trabajadores –sobre todo a los pertenecientes a la sección uno–, como a personas extrañas a la Universidad. Durante el año de 1989 el Hospital Universitario fue escenario de diversos enfrentamientos entre trabajadores y dirigentes del nosocomio; estos conflictos se extendieron hasta inicios de 1990, cuando los líderes del Hospital y algunos trabajadores de esta institución de nuevo se afrontaron. Ángela María Marroquín Bernal, dirigente de la sección uno, encabezaba estos movimientos, en los que llevaban como bandera el respeto y cumplimiento al Contrato Colectivo. En enero, uno de los problemas surgió por la falta de entrega de bonos de despensa, acto que la prensa calificó como arbitrariedades cometidas por los directivos del Hospital, entre ellas el despido injustificado y sin indemnización de cuatro empleados, quienes a modo de protesta para buscar su reinstalación se lanzaron a huelga de hambre fuera del sanatorio y bloquearon calles del centro de Monterrey7. En búsqueda de soluciones, el 30 de enero del mismo año alrededor de 300 personas simpatizantes de Ángela Marroquín se movilizaron desde el Hospital hasta las oficinas del Sindicato, ubicadas en Pino Suárez y Ruperto Martínez, para denunciar los hechos; pero al no localizar al dirigente sindical, decidieron tomar las instalaciones del sindicato y no permitieron la salida de los que se encontraban dentro del edificio8. Rodolfo de León se presentó en el inmueble del sindicato y cerca de 30 trabajadores lo llevaron en contra de su voluntad hasta el Hospital para que entablara un diálogo con Alfredo Piñeyro López, director del nosocomio, donde lo retuvieron por algunas horas; aunque en todo momento negaron que lo retuvieran por la fuerza, alegando que él podía retirarse en el momento que lo deseara9. 96


El diálogo que se buscaba no fue posible, puesto que los disidentes trataron de entrar por la fuerza al Hospital cuando el director de dicha institución se negó a recibirlos, este hecho ocasionó la destitución de Marroquín Bernal, después de que el Consejo Consultivo llamó a una junta extraordinaria y se determinara de manera unánime que se cesaría a Marroquín de sus funciones por las acciones cometidas en los últimos días, amparándose en lo establecido por los Estatutos y en la Ley Federal del Trabajo10. Tras la destitución de Marroquín, se convocó a elecciones seccionales para cubrir de manera provisional el periodo que le tocaba a Ángela María, y a partir de ese momento se puede distinguir un periodo de tranquilidad entre autoridades del nosocomio y trabajadores, así como el restablecimiento de las relaciones entre éstos con el STUANL, sin dejar de lado que una fracción seguía buscando la restitución de Marroquín a su puesto, y se unieron a la Coordinadora Sindical Universitaria dirigida por Ángela Marroquín que pretendía fungir paralelamente al STUANL. En la Asamblea Representativa del 5 de febrero, se imposibilitó la aprobación del orden del día tras la intromisión de algunos trabajadores universitarios y personas ajenas a la Universidad, incluidos Ángela Marroquín, quienes buscaban el reconocimiento como delegados efectivos, aunque ya habían cesado de sus funciones a Marroquín. El Aula Magna del edificio de Colegio Civil fue invadida por la violencia, cuando los trabajadores opositores subieron al estrado y no consintieron que la asamblea siguiera su rumbo; tomaron el presídium, desconocieron a los delegados presentes y se reconocieron a sí mismos como delegados auténticos. Poco después algunos de los presentes comenzaron a lanzar sillas a los delegados, dando paso a un duro enfrentamiento en el que usaron incluso un escritorio que terminó por hacerse trozos de madera; junto con fragmentos de block utilizados como armas que lanzaron a los presentes, y de igual manera impactando en vidrios del recinto y en diversos sitios dañando las instalaciones del inmueble. A pesar de lo sucedido al inicio, la Asamblea se organizó para seguir con su programa establecido. Tras los hechos violentos, Ángela Marroquín y los demás trabajadores que se presentaron a impedir la asamblea, se dirigieron a las calles del centro de Monterrey hasta la explanada de palacio de gobierno, en donde siguieron con sus demandas11. 97


Medio siglo de historia sindical

Lo acontecido dentro de las instalaciones de Colegio Civil fue de tal magnitud que llamaron a los cuerpos de seguridad y ambulancias de la Cruz Roja para trasladar a los que tenían lesiones de gravedad al Hospital Muguerza y atender a las personas que resultaron heridas en el altercado; los periódicos señalaron desde tres a 12 personas con heridas leves y dos de seriedad12. Las denuncias no se hicieron esperar, y aquellos que entraron al Aula Magna declararon que invalidaban el pliego aprobado; no obstante lo sancionado durante la Asamblea, se hizo válido y la firma del Pliego Petitorio de ese año se dio sin más problemas. Durante las siguientes semanas a lo sucedido en Colegio Civil, se pueden encontrar múltiples publicaciones de ambos grupos en los distintos periódicos del Estado; la televisión también jugó un papel importante durante estas fechas, ya que cubrieron los eventos sucedidos en el Aula Magna, así como los realizados en las semanas posteriores. Dichas pugnas terminaron poco después, aunque dejaron secuelas que repercutieron en las próximas elecciones. Desde el inicio el Comité Ejecutivo luchó para que los trabajadores ya jubilados del STUANL recibieran el incremento salarial dentro de las prestaciones, tal como lo percibían al ser trabajadores activos, pero no fue posible concretarlo durante este periodo, sino hasta el siguiente con Jesús Guzmán, cuando después de una serie de estudios se firmó la pensión dinámica. En esta fase se combatieron las disputas internas que azotaron al Sindicato. Puede considerarse como un momento de suma agitación en el que se orilló a tomar decisiones rápidas para conseguir la estabilidad y evitar que los problemas nublasen por completo las tareas que tenían por cumplir. El STUANL logró saltar los impedimentos a los que se enfrentó. La última vez que se enfrentaron problemas de tal magnitud fue durante este Comité Ejecutivo, cuando se dañaron edificios institucionales (Colegio Civil y Hospital Universitario) y en los que la violencia se manifestó en numerosas veces. En estos hechos los trabajadores fueron a huelgas de manera intensa, en las que no sólo declararon sus puntos en desacuerdo, sino llegaron hasta huelgas de hambre. Después de este periodo las dificultades no han estallado en dimensiones parecidas, al contrario, se logró mayor unidad entre autoridades, sindicato y trabajadores.

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CAPÍTULO VIII Hacia la Unidad

E

l periodo presidido por Jesús Tobías Guzmán Lowenberg, se caracteriza por ser el que encaminó al STUANL a la estabilidad y a la unidad sindical que en los últimos años se había desgastado a través de los distintos movimientos de

oposición a los que se enfrentó el Sindicato años antes. Es una etapa en la que se buscó una estrategia de cambio para llegar a todos los sectores universitarios a través de la paz sindical. Se logró ganar nuevas prestaciones y mejorar algunas de las ya existentes, además de conseguir las actuales instalaciones del sindicato. Cuando terminó el periodo presidido por Rodolfo de León, se presentó un fuerte movimiento forjado como respuesta a los diversos enfrentamientos que tuvieron cabida durante el Comité Ejecutivo 1989-1991. Al presentarse el cambio de Comité, se germinó un momento histórico para el STUANL, puesto que surgieron por primera vez cuatro planillas que contendieron para la secretaría general: la Azul y Oro encabezada por Jesús Guzmán Lowenberg; Solidaridad dirigida por Pedro Castellanos Rodríguez; Blanco y Rojo presidida por Mario Burgoa; y Podemos encabezada por Guillermina

Hernández Rodríguez. Rafael Garza Ibarra señaló que previo al registro de planillas, en realidad existían cinco; esta última llamada Dignidad Sindical, pero que tras negociaciones se incorporaron a la Azul y Oro. El conteo de votos permitió proporcionar la dirigencia a Jesús Guzmán, quien venció con un total de votos de 11 mil 518, divididos en cinco mil 760 para Comité Ejecutivo; y cinco mil 758 para Comisiones Especiales; mientras la planilla Blanco y Rojo obtuvo mil 891 votos, 958 para Comité Ejecutivo y 933 para Comisiones Especiales; Solidaridad alcanzó mil 717 votos, divididos en 861 para Comité Ejecutivo y 856 para Comisiones Especiales; por último, Podemos consiguió 707 votos a favor, 350 para Comité Ejecutivo y 357 para Comisiones Especiales1. Durante el Asamblea en la que se llevaba a cabo la toma de protesta del nuevo Comité Ejecutivo 1991-1994, algunos simpatizantes de las otras planillas trataron de 99


Medio siglo de historia sindical

El periodo presidido por Jesús Guzmán se caracterizó por encaminar al STUANL a la estabilidad y a la unidad sindical. En la imagen, acompañado por el rector Manuel Silos.

entrar de manera violenta al Aula Magna de Colegio Civil para desconocer al nuevo Secretario General y al Comité recién electo. El Sindicato había tomado medidas preventivas para evitar que los hechos acaecidos el año anterior se repitieran. En sus intentos de boicotear la Asamblea algunos trabajadores, nuevamente encabezados por Ángela María Marroquín, lograron derribar el portón de la Preparatoria 1 y quebraron un vidrio. Pretendían entrar a la Asamblea brincando las bardas o a través de cualquier medio; y a pesar de todos sus esfuerzos, no pudieron entrar a las instalaciones en donde se rendía protesta2. En la Asamblea el nuevo Comité ejecutó sus primeras funciones llevado a votación la respuesta emitida por Rectoría al Pliego Petitorio, el cual se aprobó incrementando el salario de los trabajadores, aumentando el bono de despensa a 150 mil pesos, la ayuda para calzado de 30 mil a 60 mil pesos, para gastos funerales de dos millones 500 mil 100


pesos, a tres millones 500 mil pesos, y un incremento de 150 mil pesos en apoyo para enganche de una casa; se ampliaron los créditos para casa-habitación, se aumentó la cifra del Fondo Revolvente, así como para actividades deportivas, compra de útiles escolares y juguetes, entre otras mejoras en las prestaciones3. Como parte de sus primeras actividades en marzo de 1991, se creó el Módulo de Información en Servicios Médicos con la intención de auxiliar y orientar a los derechohabientes sobre todos los servicios a los que tienen acceso en el ámbito de la salud; asimismo, se firmó un convenio con ISSSTE para que los bonos de despensa fueran válidos en las tiendas y farmacias de esta institución, dicho acuerdo permitiría también tener acceso a otros servicios que el ISSSTE proporciona a bajos precios.4 El convenio firmado con ISSSTE no sólo permitía la compra de productos básicos y medicinas en tiendas afiliadas, también incluía el servicio funeral en las capillas de velación y demás asistencias, como la renta de carroza a precios accesibles a los trabajadores de la Universidad. En este periodo se dio un énfasis en la capacitación de los trabajadores universitarios, por lo que se programaron cursos en diversas áreas de conocimiento en las diferentes dependencias de la Universidad. Entre los cursos que se realizaron se encuentran los de ortografía y redacción, relaciones humanas, habilidades administrativas, actualización secretarial, carpintería, electricidad, nutrición, cómputo, cerámica, albañilería, ente otros. Los cursos se realizaron con la intención de permitir al trabajador contar con más herramientas para que se desarrollara con mayor calidad en todas sus áreas de trabajo5. Fue en este periodo cuando se dio inicio a los estudios pertinentes para la conformación del Fondo de Pensiones y Jubilaciones. Entre la comisión encargada de realizarlos se encontraba José Reséndiz Balderas, miembro del Comité; y Carlos Morales, entre otros, mas no fue posible concretarlo sino hasta 19986. Como parte de esta disposición para solucionar la situación de los pensionados, en 1992 se propuso la incorporación de los trabajadores universitarios al sistema de Fondo de Pensiones de ISSSTELEON; sin embargo, esta propuesta tampoco fue factible, pero se dio un paso gigantesco en otro ámbito para los pensionados, al aceptarse la pensión dinámica, en la que los trabajadores al jubilarse gozarían de los aumentos de sueldo como los demás trabajadores activos7. Las pensiones y jubilaciones fueron de gran interés para el Comité en curso, lo cual se refleja en las peticiones del Pliego Petitorio 101


Medio siglo de historia sindical

y en lo establecido en los Contratos Colectivos, puesto que se añadieron cambios significativos en esta cuestión; se conquistó la pensión para los padres del trabajador fallecido, siempre y cuando cumpliera con ciertas condiciones. En 1992 se realizaron por primera vez los cursos de preparación para los hijos de trabajadores, en los que se buscaba que aseguraran su lugar a nivel medio superior a través del reforzamiento de conocimientos en distintas áreas como son matemáticas, técnicas de aprendizaje, entre otros. Actualmente el curso se mantiene en las mismas instalaciones que la albergaron por primera vez: la Preparatoria No. 3. Como una preocupación constante para los diferentes comités, las becas para hijos de los trabajadores se incluyó por primera vez en la cláusula referente el indultar de ese cargo, dejando las bases de la actual cláusula: la Universidad se compromete a eximir el 100% a los hijos de trabajadores8. Después de 29 años en los que el STUANL había cambiado de sedes en diversas ocasiones, en 1993 se negociaron las actuales instalaciones. En una reunión celebrada el 10 de junio, los miembros del Consejo Consultivo acordaron que el Comité Ejecutivo debía enfocarse en la compra de un inmueble para que el STUANL obtuviera un edificio propio; dentro de dicha reunión se nombró a una comisión encabezada por Jesús Guzmán, en la que el Secretario de Previsión Social, Armando Alejo Pineda; y el Secretario de Planeación, Rafael Garza Ibarra, jugaron un papel importante en la negociación para la obtención del inmueble. Se acordó que el monto total del edificio se cubriría con aportaciones de Gobierno, Rectoría, y Sindicato, siendo los primeros dos en cubrir la mayor parte (con la misma aportación cada uno) y el Sindicato proporcionaría el restante. Para los miembros del STUANL contar con edificio propio ha constituido uno de los mayores logros9. Fue en el marco del 30 aniversario que se inauguró el establecimiento por el Gobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo García, acompañado por el Rector de la UANL, Manuel Silos Martínez. Al evento se invitaron a los directivos tanto de facultades como de preparatorias y dependencias de la Universidad10. Otra de las tareas a las que se enfrentó el Comité fue incluir un inciso a la cláusula 87 para proporcionar cada año ropa especial de trabajo a los instructores, coordinadores y entrenadores de educación física; es decir, un uniforme adecuado para su actividad, por semestre, que no los habían considerado dentro de esta prestación. Entre las labores importantes que se llevaron a cabo dentro de este Comité, se encuentra lo que la 102


Asamblea General Representativa aprobó el 5 de febrero de 1993, se avaló la celebración del día del jubilado, asignando el 26 de junio como “Día del jubilado de la UANL”, que aún se celebra11. Como a todo Comité, le correspondió llevar a cabo las celebraciones: el día del niño, la madre, la secretaria, y demás, pero le impregnaron su sello personal, pues realizaron presentaciones en la Plaza de Toros, en las que acudían hasta más de 10 mil personas en las que se presentaban funciones de Lucha Libre con el Vampiro Casanova, Tinieblas y Alushe, entre otros luchadores. Se organizaron eventos en teatros: el San Pedro y el Monterrey fueron algunos de ellos, en los que se tuvo como invitados a artistas, entre ellos Jaime Moreno y Johnny Laboriel, así como en las instalaciones de la Universidad, como es el caso del Auditorio de la Facultad de Contaduría Pública y Administración. Entre las tareas comunes de los comités, se llevaron a cabo los Campamentos de Verano y se dio apoyo a los realizados por el Hospital Universitario, se creó un nuevo sistema para ingresar a la Villa Campestre dejando de lado el que por mucho tiempo

Los años de 1991-1994 se pueden considerar como un periodo de gran actividad sindical, en el que se fomentó la cultura y el deporte. En la imagen, Jesús Guzmán como Secretario General, durante la premiación del XIX Torneo de Softbol de la STUANL. 103


Medio siglo de historia sindical

fungió; se remplazaron los tablones de boletos por una credencial que lo identificaba como trabajador de la UANL para permitir un mejor y más rápido servicio. Se elaboró un reglamento que regiría las actividades y comportamiento dentro de la Villa Campestre12. Se promovió, además, una tarjeta de ahorro con la que se efectuarían descuentos de un 5% hasta un 40% en compras en efectivo a las tiendas afiliadas. Se realizó un Fideicomiso STUANL-BANPAÍS, que permitiría adquirir automóvil a los trabajadores de la Universidad. Como parte de su campaña la planilla Azul y Oro había utilizado como bandera la Revitalización Sindical, lo que explica el cambio del STUANL del Órgano Informativo del STUANL a El Revitalizador: Órgano Informativo del STUANL para informar oportunamente de los cambios que se estaban viviendo dentro del sindicato. Los años de 1991-1994 se pueden considerar como un periodo de gran actividad sindical en el que se concretaron acuerdos y grandes conquistas contractuales debido a una revisión exhaustiva del Contrato Colectivo de Trabajo; muchas cláusulas se ampliaron para incluir aspectos que habían escapado hasta entonces, y se puso énfasis en la búsqueda de una solución para el problema que se le avecinaba a la Universidad. La Universidad se enfrentaba a una situación en la cual ya no le sería posible seguir sosteniendo por sí sola las pensiones de los jubilados; se realizaron estudios para conseguirlo, aunque no fue posible lograr la conformación del fondo de pensiones se permitió la mejora en la calidad de las prestaciones, como ganar 18 días adicionales a los académicos; y 12 a los administrativos debido a una compensación por producción que en la actualidad se proporcionan en dos partes: nueve días en julio y nueve días en enero, y además se estipularon las bases para un futuro de unidad.

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CAPÍTULO IX La Unidad Sindical

S

e considera histórica la candidatura de José C. Fernández Quiroga, debido a que no se presentaron candidatos de oposición. Mario Burgoa lo considera “el primer Comité Ejecutivo que surge de una planilla de unidad”, y a partir de este

momento no han comparecido otros candidatos en búsqueda de la secretaría general. Otros de los aspectos que vuelven peculiar esta elección, es la cantidad de votos que se obtuvieron; más de 10 mil 800 votos a favor para el Comité Ejecutivo, considerado hasta ese momento como el candidato con mayor votación en los 30 años que tenía de haberse conformado el sindicato1. La campaña de Fernández Quiroga fue controversial por llevar como principal bandera la creación del Fondo de Pensiones y Jubilaciones. En los diarios de la ciudad se publicaban notas en las que afirmaban que los trabajadores veían con cierto temor a Fernández por hablar sobre el tema, aunque también se presentaban pronunciamientos a favor, entre ellos los del Rector Manuel Silos Martínez, quien fue en un futuro parte importante en la conformación del Fondo2. Para el Comité era importante luchar por conseguir este fondo, el 28 de febrero José C. Fernández declaró que “sería una irresponsabilidad no pensar en este dato, los trabajadores tienen derecho a una pensión segura y una vejez digna una vez que han entregado su vida a la Universidad”. Aunque no se conformó para este año, los estudios que se realizaron y el fondo financiero que dejó Silos Martínez antes de terminar su rectoría, permitió que cuatro años después se construyera3. Fue un periodo en el que se consideró relevante la educación y el desarrollo dentro de la Universidad, pues se organizaron eventos para promoverlos. Humberto González, quien fue miembro del Comité Ejecutivo, señaló que se realizó un Congreso de educación y productividad al cual invitaron a distintas universidades, además de participar en otros fuera del Estado y de comenzar a formalizar junto con el STUNAM las

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Medio siglo de historia sindical

bases y estatutos de lo que luego sería la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios. Inició la lucha por la creación de la Caja de Ahorro y Préstamos, administrada por Rectoría para los trabajadores universitarios, con la firme intención de ayudar a satisfacer sus necesidades económicas y de vivienda, lo cual quedó estipulado en el Contrato Colectivo; también se concluyó la edificación de un consultorio de urgencias en la Unidad Mederos, así como la creación de un módulo especial para la consulta de otorrinolaringología y la ampliación de las instalaciones de rehabilitación oral y de la Clínica de Crecimiento y Desarrollo4. El Comité Ejecutivo 1994-1997 sobrellevó la crisis económica que irrumpió en México en diciembre de 1994, impulsada por el agotamiento de las reservas y una elevada sobrevaluación del peso que se vieron afectados por la fuga de capitales y la salida de inversión de cartera, entre muchos otros factores que influyeron en la crisis. A pesar del debacle económico al que se enfrentaba el país, el Sindicato –siempre con la convicción de apoyar a los trabajadores– realizó una homologación de tabuladores.

El Comité Ejecutivo 1994-1997 a pesar de la debacle económica del país sostuvo su convicción de apoyar a los trabajadores. En la imagen, el Secretario General José C. Fernández Quiroga preside la Reunión Nacional de Sindicatos Universitarios, que contó con la presencia del rector Manuel Silos Martínez. 106


Se mantuvo el fomento de actividades deportivas, culturales, artísticas y recreativas como son los torneos deportivos, la entrega de útiles escolares y juguetes. En cuanto al mantenimiento de las instalaciones, se mejoraron las condiciones en la Villa Campestre: se instaló la malla, drenaje y se edificaron más palapas, todo con la firme intención de proporcionar mayores beneficios. Se emprendieron las negociaciones para pagar a los trabajadores hasta cinco días de salario al año, como ajustes de calendario que antes sólo se remuneraban 360 días, dejando de cinco a seis días pendientes. La propuesta fue aprobada por la Asamblea General de 1997, que contaba con un nuevo Comité Ejecutivo5. Isaías Balderas Candanosa es Secretario General Aunque la planilla Azul y Oro, que encabezaba Isaías Balderas Candanosa, fue la única en registrarse, se requirió la aprobación de los empleados universitarios por tratarse de un proceso democrático; por lo tanto, se convocó a elecciones en las que se

Durante el periodo de Balderas Candanosa como Secretario General se formalizó el Fondo de Pensiones, demuestrando que el STUANL es un sindicato de avanzada siempre a la vanguardia. 107


Medio siglo de historia sindical

obtuvieron resultados positivos. Hubo mucha participación por parte de los trabajadores, e inmediatamente después de darse a conocer la deliberación, comenzaron las primeras tareas del nuevo Comité6. Al periodo de Balderas Candanosa como Secretario General del STUANL se le recuerda por formalizar el Fondo de Pensiones, propuesta que se intentó conseguir desde muchos comités anteriores. Desde 1978 existía la cláusula dentro del Convenio Colectivo que mencionaba el compromiso de la Universidad de integrar un Fondo de Pensiones y Jubilaciones, pero a pesar de ello, dicho fondo se integró hasta 20 años después de haberse creado la cláusula. El Fondo de Pensiones y Jubilaciones En sus inicios el proyecto de creación de un Fondo de Pensiones y Jubilaciones en el que el mismo trabajador aportaría de su sueldo una cantidad considerable, no fue aceptado; este rechazo se hizo evidente durante la campaña electoral de 1994. La prensa no dejó de atacar la medida previsora que el STUANL buscaba; y hacía públicas declaraciones como: “a los trabajadores lo que les molesta no es de alguna manera la seguridad de un remanente, sino el monto que quincenalmente se descontará de su sueldo para integrar dicho fondo”7. Sin embargo, en la actualidad en reiteradas ocasiones se ha agradecido por la conformación y defensa del Fondo. El proyecto de crear un Fondo de Pensiones y Jubilaciones no fue aceptado en primera instancia, por lo que miembros del Sindicato detentaron la difícil tarea de convencer a los trabajadores para que aceptaran los beneficios del Fondo; intentaron terminar con los prejuicios existentes alrededor del tema; sin embargo, no sólo efectuaron esta tarea dentro de la Universidad, también persuadieron a las demás universidades de la inminente necesidad de instituir planes que en un futuro ayudarían a sostener las pensiones. Tanto los trabajadores de la UANL como los miembros de otros sindicatos en el país reprocharon y desacreditaron la estructura del Fondo, pues no concebían que la idea viniera del sindicato y no de la Rectoría, unida a la recriminación por crear una estructura que repercutiera directo en el bolsillo de los trabajadores. En 1991 la Universidad mostró su aprobación para integrar una comisión que asumiera la responsabilidad de estudiar las condiciones en que se encontraba la UANL, y dictaminar las estipulaciones bajo las que debería de regirse el fondo. En 1992 la Rectoría emitió la misma resolución que el año anterior, y comenzaron las 108


investigaciones que revelaron una cruda realidad: la Universidad dentro de algunos años no sería capaz de solventar las pensiones de todos los empleados que se jubilarían. En 1996 Manuel Silos, Rector de la UANL, fija el compromiso para, nuevamente, realizar estudios que proporcionen los datos suficientes para asentar las condiciones y reglamentos del Fondo, como consecuencia, el siguiente año se acordó consentir la instauración de éste. En 1998 distintas fuerzas se conjugan para posibilitar la conformación del Fondo, el cual se conformaría con una aportación del 14% de la Rectoría y el 12% los trabajadores universitarios: 3% de Rectoría, y al trabajador se rebajaría un 9% en tres años divididos en 0.25% mensuales8. El Fondo de Pensiones y Jubilaciones se instauró en febrero de 1998 tras la aprobación en la Asamblea General; no obstante, meses más tarde la oposición se hizo presente por ciertas fallas en la redacción en el Acta que daba validez al Fondo. En julio del mismo año, se presentaron demandas por parte de algunos jubilados sindicalizados, debido a que a ellos también se les incluía en las aportaciones al nuevo Fondo y se rebajó de igual manera el porcentaje que a los trabajadores activos; por lo tanto, no era lícito que procediera, ya que las leyes no son retroactivas. La demanda se ejecutó de manera favorable para todas las partes, al anular lo referente al Fondo de Pensiones en el Contrato Colectivo y exigiendo el reembolso de lo descontado a los jubilados, lo cual se cumplió al restituir lo aportado a los ya jubilados9. Se decretó que no se debería disponer durante los primeros cinco años de los recursos económicos que integraron el Fondo; y a partir del sexto año una fracción del 7% que se dividiría en el 1% anual hasta llegar al séptimo año, cantidad que pasaría a Servicios Médicos y Hospitalización para la mejora de los servicios brindados en el área médica. Sin embargo, más tarde se legisló que no se utilizarían las reservas del Fondo en cinco años más, dando un total de 10 años para su sólida conformación. Así, fue hasta el 2008 que se habilitó la posibilidad de extraer recursos del Fondo, debido a que ya estaba en condiciones de funcionar. La aportación a Servicios Médicos se diseñó de esta manera para que no se interrumpiera ningún tratamiento por falta de medicamentos, convirtiéndolo así en un sindicato singular que posee su propio Fondo de Pensiones y Jubilaciones con características muy particulares y únicas en el país. Estas medidas previsoras demuestran que el STUANL es un sindicato de avanzada siempre a la vanguardia. 109


Medio siglo de historia sindical

Para el año 2000 el Fondo de Pensiones y Jubilaciones contaba con 378 millones 298 mil 648 pesos con 47 centavos; y para respaldarlo se integró un Comité Técnico compuesto por representantes del STUANL, de la UANL, del gobierno del Estado y del Consejo Consultivo Externo de la Universidad, que se encargaría de vigilar el buen funcionamiento y administración del Fondo. La configuración del Fondo fue posible en gran medida al capital que se destinó para ello durante la gestión de Silos Martínez, quien asignó alrededor de 162 millones de pesos para iniciar el proyecto, esta base se obtuvo de la recuperación de las contribuciones que se realizaron al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR). Otro logro a favor de los jubilados fue la inclusión de éstos en el pago de cinco días por ajuste de calendario, que antes sólo beneficiaba a los trabajadores activos10. Actualmente el Fondo de Pensiones y Jubilaciones es un modelo a seguir, contrario a los primeros años. En fechas recientes, universidades de todo el país invitan a los miembros del Comité para que impartan ponencias sobre el Fondo, puesto que es considerado como uno de los sistemas con mayor fuerza que existe en México. En cierre, el Comité no descuidó sus demás tareas, a pesar de la atención central que recibió el Fondo de Pensiones. En otros aspectos, se defendieron las prestaciones, la guardería, la entrega de bonos para libros, uniformes, los apoyos académicos, se realizaron eventos, se dio mantenimiento a los edificios del STUANL, prestando atención a la sede sindical y a la Villa Campestre. Se inauguró el módulo sindical Unidad Linares, que serviría como oficina de enlace y servicio para las secciones de la localidad y así tener mayor comunicación con los municipios que se encuentran fuera del área metropolitana. Las acciones ejecutadas a lo largo del período 1997-2000 son de gran relevancia, pues se conquistó una prestación que desde hace muchos años atrás se había tratado de conseguir: la instauración del Fondo de Pensiones y Jubilaciones y el mejoramiento de Servicios Médicos representó un gran paso en beneficio de los trabajadores. El Comité de Joel Montemayor Soto Durante el periodo 2000-2003 el Comité Ejecutivo puso especial interés en satisfacer las necesidades de vivienda de los trabajadores. Para dar solución a dicha problemática, el 6 de julio de 2001 un grupo conformado por miembros del Comité, entre los que se encuentran Alfredo Romero Oyervides, Carlos Morales, Pedro Castellanos, Rafael Garza 110


Durante el periodo 2000-2003 el Comité Ejecutivo puso especial interés en satisfacer las crecientes necesidades de vivienda de los trabajadores. En la imagen, el Secretario General Joel Montemayor Soto y el rector Luis Galán Wong firman el contrato colectivo.

y Ovidio Estrada, enviaron una carta dirigida al Presidente de la República, Vicente Fox, para solicitar la información necesaria y su intervención para que los miembros de la Universidad gozaran de las prestaciones del INFONAVIT. La respuesta a la petición sobre INFONAVIT fue rechazada en ese momento, pero fue hasta más adelante que los trabajadores disfrutaron de dicha prestación11. El Sindicato organizó, coordinados por Garza Ibarra, los Seminarios de Educación Sindical dirigidos a las 62 secciones que conformaban el STUANL. Los seminarios se realizaron en el Auditorio del Centro de Seminarios en Unidad Mederos, donde estuvieron como ponentes Rolando Guzmán Flores, Pedro Castellanos, Alfredo Romero Oyervides, Alejandro Villarreal, Ramiro González, y el entonces diputado federal de Jalisco, Antonio Magallanes, quienes discutieron temas como la esencia social y política del sindicalismo, prestaciones sociales, el Fondo de Pensiones y Jubilaciones –su estructura y su importancia–, la relevancia del trabajo en equipo, y perspectivas del sindicalismo universitario12. 111


Medio siglo de historia sindical

En el 2001 se establece que todas las escuelas de la Universidad deben por obligación eximir al 100% los cargos de cuota interna para los trabajadores y sus hijos, y desde muchos años atrás se había buscado una solución a esto, pero no había sido posible concretarlo. Antes de esta propuesta las distintas dependencias tomaban la decisión de proporcionar o no una beca.= Este mismo año se mejoró la calidad en atención médica, para ello se creó una Comisión integrada por Ramiro González Cárdenas, Pedro Castellanos Rodríguez, Carlos Morales Sánchez y Alfredo Romero Oyervides, con la misión de reglamentar los Servicios Médicos de la Universidad: se establecieron las normas que rigen los derechos y obligaciones de los derechohabientes, lo que quedó estipulado en cinco capítulos; 102 artículos y cinco transitorios. En colaboración de las autoridades de la Universidad Autónoma de Nuevo León y de Servicios Médicos, el STUANL redactó el documento que fue aprobado el 22 de enero de 2001; en este rubro, también se amplió el cuadro básico de medicinas13. En la búsqueda de mejorar la calidad de vida, el Comité Ejecutivo firmó un convenio con la cadena de tiendas Gigante, con el objetivo de obtener descuentos de un 5% sobre consumo total al presentar la tarjeta de descuento expedida en Gigante, que se entregaron por conducto de cada presidente seccional en febrero de 2005. Antes, durante el periodo de 1991-1994, se contaba con una tarjeta similar, y se retomó la idea14. El sindicato durante esta época participó en congresos, foros, simposios de la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (FNSU), Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), y Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios y de Educación (CNSUES), asimismo, manejó la presidencia colegiada de la FNSU, comprobando el nivel en que se mantenía el sindicato. Entre las últimas actividades que realizó el Comité, fue el Programa de basificación, que permitiría a los empleados gozar de los beneficios y prestaciones que proporciona el ser un trabajador basificado. El programa se dividió en dos etapas: la primera que se detenía hasta el 31 de enero de 2005 con mil 421 basificados, quedando para la segunda etapa 579 pendientes que deberían basificarlos en el transcurso de ese año, y así lograr dos mil basificados15. Se mantuvieron las actividades propias del sindicato: entrega de canastas maternales, celebración de días festivos, torneos de futbol, softbol y boliche, concesión de préstamos, entrega de bonos, juguetes, útiles escolares, uniformes, guarderías. Pero también se consiguió apoyo extra en prestaciones, como 112


brindar a los familiares de los trabajadores fallecidos dos meses de salario, independiente de lo establecido en el contrato, y la obtención del 50% de descuento en el pago de titulación para los hijos de trabajadores; antes sólo los trabajadores gozaban de ello. Tomás Tijerina Salazar es Secretario General El Comité Ejecutivo presidido por Tomás Tijerina, a sólo unos meses de haber tomado protesta, continuó con el programa de basificación, que meses antes dio inicio en el comité anterior. Se pretendía que sólo basificarían a cerca de 600 personas en lo que restaba del año, pero no fue así; en realidad mil 200 personas se beneficiaron con el programa que aún está en marcha16. Durante este periodo algunas escuelas, violando el Contrato Colectivo que sólo permite la contratación colectiva, emitieron contratos individuales que no respetaban las cláusulas existentes en el Contrato, otorgándole los derechos a la Universidad según lo establecido en estos individuales. El Sindicato de Trabajadores de la Universidad

Presidido por Tomás Tijerina el Comité Ejecutivo continuó con el programa de basificación en beneficio de los trabajadores universitarios y celebró los 40 años del STUANL en febrero de 2004. 113


Medio siglo de historia sindical

Autónoma de Nuevo León, en conjunto con Rectoría, recolectó dichos contratos individuales y los anularon. En agosto de 2005 el Rector José Antonio González Treviño inauguró un nuevo edificio sindical que alojaría las oficinas del Programa de Apoyo a la Economía y Superación del Trabajador Universitario. Gracias a la Secretaría de Relaciones del Sindicato, comenzó el diálogo con la Confederación Nacional de Sindicatos Universitarios (CONTU); diálogos que dieron fruto el 23 de octubre de 2005, cuando el STUANL se incorporó a la CONTU, y al poco tiempo colaboró activamente en las actividades de la Confederación. El Comité fue el encargado de organizar el Primer Congreso Nacional de Sindicatos Universitarios, donde se invitó a todos los sindicatos universitarios del país, a gobernadores de distintos estados y rectores de universidades y, debido al éxito obtenido en el Primer Congreso, se decidió realizar de nuevo el segundo congreso en la ciudad de Monterrey. En ese momento se fortaleció la posición del sindicato en la CONTU, pues se obtuvo la Secretaría de Trabajo y Conflictos en 2005. Los comités de Graciano González Alanís y Salvador de la Paz Siller El periodo 2006-2009 es reconocido por sumar una prestación más al Contrato Colectivo de Trabajo, se retoma las solicitudes que se habían hecho en 2001, cuando se demanda el ingreso de los trabajadores al INFONAVIT. Uno de los impedimentos para acceder a ello era la cantidad de empleados con los que contaba –y cuenta– la Universidad, puesto que era casi imposible incluirlos a todos en proyecto como este. Se resolvió al negociar, gracias a la Comisión conformada en julio de 2001, que sólo los empleados de nuevo ingreso obtuvieran esta prestación, y para formalizarlo se firmó un convenio de excepción, en el que la Universidad se comprometió a depositar el 5% a INFONAVIT por cada trabajador. Dentro de este convenio se estableció que si un trabajador no tramita la compra de una casa, se le devolverá el dinero aportado. Como parte de los festejos del 44 aniversario del STUANL, se debeló la galería de líderes sindicales, donde se rindió un merecido homenaje a los anteriores dirigentes del sindicato. Al evento invitaron el Rector José Antonio González Treviño y al Secretario General, Jesús Ancer Rodríguez. También estuvieron presentes los secretarios generales anteriores, sobresaliendo Ángel Martínez Maldonado17. Es un periodo muy dinámico en el que actualizaron los reglamentos de Caja de Ahorro, Servicios Médicos, Fondo de Pensiones y Jubilaciones, en donde las relaciones en la 114


CONTU se vigorizan, se mejoró la calidad en juguetes, útiles escolares y en los eventos. Se intensificaron los diálogos con otras universidades para departir sobre el Fondo de Pensiones y Jubilaciones. En 2009 el STUANL renovó su comité, con Salvador de la Paz Siller como Secretario General para un periodo de 2009 al 2012. El STUANL, nunca ajeno a las situaciones externas de la Universidad, propuso “apoyar a los miles de afectados y a las comunidades devastadas por el huracán Alex” con un día de salario. El Rector José Antonio González, y el Secretario General del STUANL, Salvador de la Paz, oficializaron el donativo al entregar un cheque simbólico al Presidente Ejecutivo del Patronato Reconstruyamos Nuevo León18. Dentro de las instalaciones universitarias también se presentaron daños, se inundó la Preparatoria 24 por las duras lluvias que azotaron la región; y el Sindicato de Trabajadores, en solidaridad con la Universidad, apoyó con atención médica, útiles escolares, becas y proporcionó apoyo a trabajadores que perdieron todos sus bienes19. Al interior del Sindicato de Trabajadores, el Comité Ejecutivo llevó a cabo una reforma estatutaria, se realizaron cambios en el logo oficial del STUANL, se crearon las medallas “Ángel Martínez Maldonado” y “Rolando Guzmán Flores”. La primera medalla se entrega como reconocimiento al mérito a los miembros que han destacado por su participación en el STUANL; y la segunda a los que han tenido una carrera sindicalista. Martínez Maldonado y Guzmán Flores fueron los primeros en recibir cada uno la medalla que lleva su nombre20. En este periodo se amplió el edificio sindical con la construcción del estacionamiento, por otra parte, se reedificó el edificio de Servicios Médicos de Unidad Mederos, pues se ampliaron las instalaciones. Esta ampliación permitió un mejor servicio, ya que antes sólo era para consultas generales; ahora cuenta con servicios especializados capaces de atender cualquier problema de salud. En la dirigencia de este Comité, se proporcionó por primera vez el Bono de Guardería. Este bono beneficia a los trabajadores que aún no los aceptan en las guarderías de la Universidad; el bono es un apoyo económico para las madres trabajadores que deben buscar otro establecimiento mientras se les coloca en alguna guardería universitaria. Se aprobó también dejando grandes beneficios a los trabajadores el incremento de dos días de salario por concepto de días festivos que coinciden con los días de descanso.

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Medio siglo de historia sindical

CAPÍTULO X La Solidez Sindical

E

l actual Comité Ejecutivo entró en funciones el 5 de febrero de 2012 con Oscar de la Garza Castro, catedrático de la Facultad de Medicina y médico especializado que durante años ofreció consultas y atención médica dentro de

los Servicios Médicos para los trabajadores de la Universidad. Este antecedente lo coloca como un secretario general que ha conocido, y conoce, de primera mano la situación del trabajador universitario, aspecto fundamental que durante su administración se ha vuelto un punto característico y de base para el trabajo del Comité Ejecutivo 2012-2015. No está de más decir que, punto y aparte de haber sido planilla única, la Azul y Oro, el Comité Ejecutivo encabezado por el doctor Oscar de la Garza registró resultados históricos en la elección, al contabilizarse poco más de 11 mil votos a favor, de los poco más de 13 mil trabajadores sindicalizados: resultado sin precedentes y que refleja la confianza de los trabajadores hacia la figura del nuevo Secretario General; aspecto que debe ser fundamental en este tipo de organizaciones, la confianza y seguridad. Durante el presente Comité se han realizado actividades para el fortalecimiento de las prestaciones y la defensa del Contrato Colectivo de Trabajo. Las conquistas contractuales que se han logrado hasta el momento –durante 50 años de funciones–, son de gran importancia al representar una labor constante, 201 cláusulas que se deben de cuidar, mantener y mejorar. En este aspecto se han complementado y mejorado las prestaciones existentes, destacando el continuo cuidado y protección del Fondo de Pensiones y Jubilaciones; una empresa que por su significado de seguridad económica de vida para miles de trabajadores, representa un punto rojo de constante atención, sobre todo en consideración de los repentinos altibajos de la economía nacional e internacional. Este es un factor determinante que ha cobrado altos costos en la vida económica del trabajador universitario de otras instituciones de educación superior, además de un extendido problema de jubilación, 116


porque obliga al trabajador a laborar hasta una avanzada edad, debido al temor de jubilarse y disminuir su nivel de calidad de vida. Esta situación ha ocasionado que en los últimos años creciera un interés y atención entre algunas universidades públicas del país para la conformación de fondos de pensiones propios, al observarse en el fondo del STUANL una fortaleza económica vital para la tranquilidad del trabajador y la Institución para la que laboran. Es por ello que en recientes fechas dirigentes sindicales del STUANL han visitado varias universidades del país con el fin de asesorar a organizaciones hermanas para la conformación de fondos de pensiones propios y en atención a sus propias características1. En complementación al Fondo de Pensiones y Jubilaciones –y en consideración de la vital importancia de asegurar el Fondo– se creó, en colaboración con Rectoría, un Comité Técnico integrado por dirigentes y representantes del Sindicato, de la Universidad y de la Comisión de Hacienda de la UANL, con el fin único y primordial de cuidar y administrar de forma segura el Fondo de Pensiones. De esta manera se evita el manejo de una sola persona y recae en el comité la responsabilidad de vigilar, con celo, el Fondo de Pensiones y, con ello, la seguridad económica de por vida de los trabajadores universitarios y sus familias2.

El Comité Ejecutivo encabezado por el doctor Oscar de la Garza ha mantenido el continuo cuidado y protección del Fondo de Pensiones y Jubilaciones. En la imagen, ceremonia de entrega de cartas de jubilación. 117


Medio siglo de historia sindical

El fondo de pensiones no sólo representa una seguridad en la pensión vitalicia del trabajador que se jubila, sino también representa el fondo económico que aporta un porcentaje para los préstamos de remodelación de casa-vivienda, así como la base económica (a partir de otro porcentaje) para la manutención de los Servicios Médicos de los trabajadores universitarios, un servicio que sustenta a poco más de 50 mil derechohabientes entre los trabajadores y sus familias, pensionados y en activo; y en la actual administración también representa un seguro vitalicio para las viudas y los hijos con capacidades especiales. En este último aspecto, en la más reciente revisión del pliego petitorio, se dio la aprobación de la pensión vitalicia para los hijos discapacitados que queden en orfandad, por lo tanto, se mejorará lo concerniente a las cláusulas que establecen la reglamentación para la entrega de las pensiones y permitirá que los trabajadores con hijos discapacitados obtengan mayor tranquilidad, porque se asegurará una vida independiente económicamente para sus hijos, quienes por problemas de salud no pueden desarrollar una vida laboral. Este beneficio de pensión vitalicia en caso de fallecimiento del principal sustento económico-familiar, se extendió para el caso particular de las viudas, quienes antes recibían la pensión de su marido por sólo 10 años; y ahora, como resultado de un estudio, se acordó proporcionarles una pensión vitalicia: después de los 10 años de pensión completa, a cuatro mil 500 pesos por mes, un apoyo económico que asegura tranquilidad económica para señoras en edad avanzada o en incapacidad de trabajar3. Asimismo, el Servicio Médico ha gozado de grandes mejoras con el mantenimiento constante de las instalaciones, cuidar con los materiales suficientes para la atención médica general y de intervención quirúrgica, todo eso gracias a que se hacen estudios, encuestas e informes sobre el material faltante o en caducidad, para sustituirlo y proporcionarlo. Estas acciones se realizan con el de que al trabajador se le proporcione un servicio médico de calidad, en correspondencia al aporte porcentual de su respectivo salario al Fondo de Pensiones y, en consecuencia, al Servicio Médico. La dignificación de las prestaciones Una de las funciones básicas y de mayor preocupación para el presente Comité, ha sido la defensa de los derechos laborales de los trabajadores universitarios, por lo que una de las campañas con mayor fuerza ha sido la basificación. En el primer año de 118


funciones se alcanzaron 720 bases, cifras históricas de una empresa que sigue en pie en busca alcanzar una cifra mayor 4. De igual manera se ha respondido de forma satisfactoria a poco más de 400 casos de problemas laborales, a modo de otorgar una solución por medio del diálogo; y así, siguiendo este principio se ha incrementado el nivel de confianza del trabajador sindicalizado hacia el comité representante. En correspondencia, y a la búsqueda del fortalecimiento de las prestaciones, se consiguió un aumento en el Bono de Guardería para las madres que aún no han recibido asignación en la guardería universitaria, además de la mejora en calidad de las canastas maternales como apoyo económico para las madres de familia durante los meses de incapacidad laboral, unas canastillas que contienen lo básico para el cuidado del bebé5; y entre otras gestiones, también se obtuvo el incremento a tres días de salario por el pago de días festivos que coinciden con los días de descanso6. En lo correspondiente a las prestaciones que disfrutan los hijos de los trabajadores, se mejoró la calidad de los útiles escolares, adquiridos por el STUANL. Para otorgar esta prestación, se basaron en las necesidades reales de las familias, porque tomaron como referente la lista que la Secretaría de Educación Pública (SEP) expide para cada nivel escolar; y proporcionaron mochilas y útiles adecuados, exigidos para cada nivel escolar. Aunado a los útiles, los juguetes que proporcionan en Navidad los reparten de acuerdo con la edad de cada niño, promedio que se obtiene mediante encuestas, además de pensar en la calidad y durabilidad de los juguetes. Tanto en útiles escolares y juguetes se incluyen a los jubilados que tienen hijos pequeños. Igual que los comités anteriores, se han hecho revisiones de los distintos reglamentos (Pensiones y Jubilaciones, Servicios Médicos, Caja de Ahorro, etcétera) para mejorarlos y actualizarlos, de tal manera que estén apegados a la realidad actual y puedan aplicarlos sin ningún impedimento. El Sindicato, dentro de la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios, obtuvo la Secretaría de Proyección Política, y desde esa posición se ha buscado soluciones a los problemas de topes salariales que no permiten aumentos sustanciales que se vean reflejados en los salarios. Sin embargo, además de dignificarse las prestaciones, se han buscado alternativas de alivio económico ante la imposibilidad de aumento salarial. En el 2012, por ejemplo, hubo un despegue en las concesiones para créditos de INFONAVIT. Muchos de los trabajadores que entraron a laborar a la Universidad después del 2007 han solicitado sus créditos; la demanda de esta 119


Medio siglo de historia sindical

Ceremonia de entrega oficial de las secciones a sus nuevos presidentes, que sustentarán el cargo para el periodo 2013-2016.

prestación ha llevado a la Universidad Autónoma de Nuevo León a instalar módulos de INFONAVIT en distintas preparatorias. Solamente el año pasado se entregaron 259 créditos7. Entre otras actividades desarrolladas por esta gestión, se encuentran el reconocimiento a los presidentes seccionales. Se realizó por primera vez en la historia del Sindicato de Trabajadores una ceremonia en la que se entregaron las secciones y las recibieron los nuevos líderes. A lo largo de la ceremonia se agradeció la labor que han ejecutado los seccionales. Asimismo, uno de los puntos básicos para el actual Comité ha sido la difusión y acercamiento a los trabajadores, tanto los documentos que rigen la vida sindical (Contrato Colectivo, Estatutos, reglamentos) como a las actividades deportivas, culturales, artísticas y recreativas que promueve el Sindicato, por lo que se encuentran en línea para que todos tengan acceso a ellos. Para lograr un mayor acercamiento se han creado páginas en redes sociales como el Facebook, con el que el Comité puede resolver dudas o asesorar a los trabajadores en la solución de algún problema laboral 120


o de trámite, así como mantenerle informado sobre las actividades que realiza continuamente. Como pieza fundamental en la comunicación y transmisión de los sucesos importantes, se creó la revista Presencia Sindical, administrada por la Secretaría de Prensa y Propaganda, en recuperación de un medio editorial para la difusión de las actividades del Sindicato. La revista se entrega de manera gratuita a los trabajadores; y en ella se informa detalladamente sobre las actividades deportivas, culturales, artísticas y recreativas organizadas por el STUANL. Durante el actual Comité los eventos recreativos han registrado un aumento considerable y muy notorio en la asistencia de trabajadores y sus familias. Por ejemplo, en la apertura de temporada de la de la Villa Campestre acudieron alrededor de tres mil 600 personas; y al evento del día del niño cerca de cuatro mil. Asimismo, en el día de las madres asistieron por lo menos cinco mil madres trabajadoras, contando a basificadas y de ingresos propios, por lo que el evento se tuvo que realizar por primera vez en Cintermex. El aumento en asistencia que han tenido los eventos da fe de la calidad con que se realizan, destacando el inicio, durante la presente administración, de la organización

El STUANL colabora activamente en las actividades de la Confederación Nacional de Sindicatos Universitarios (CONTU). El doctor Oscar de la Garza, en la imagen, participa en una mesa redonda sobre sindicalismo organizada en Xalapa, Veracruz, en febrero de 2013. 121


Medio siglo de historia sindical

del concurso de carnes asadas, además del festejo del día del padre, eventos que se unen a los ya tradicionales día de la secretaria, de la madre, del niño y navidad, entre otros. En la actualidad se han mantenido las prestaciones sociales, como son los bonos de despensa, se han mejorado los Servicios Médicos, las instalaciones de la Villa Campestre, y se está luchando para que las escuelas cumplan con la concesión de becas de cuota interna, que se mantengan y mejoren las condiciones del Fondo de Pensiones y demás cláusulas en general. El Comité Ejecutivo sigue en la búsqueda de nuevas formas de acercamiento pero, sobre todo, también de mejores prestaciones que sean en beneficio de todos los trabajadores universitarios. Consideraciones finales En conclusión, se puede observar claramente la transformación que ha tenido el Sindicato en los últimos 50 años, no exento de momentos de crisis, en primera instancia por el contexto político-económico del Estado y el país; contexto que en ocasiones interrumpió acelerar los grandes avances, pero que sí logró importantes prestaciones, así como una estabilidad y unidad sindical. Esta situación político-económica fue consecuencia de un proceso histórico que otorgó experiencia y madurez a una organización sindical que comenzó con mil 200 miembros y con el contexto político estatal en contra, pero que gracias al trabajo se consolidó en su labor sindical con el objetivo de otorgar tranquilidad y estabilidad al trabajador y su familia. Asimismo, en estos 50 años, gracias a la firmeza, el diálogo y acuerdos, se ha logrado una unidad que ha sido difícil romper y, al contario, el STUANL se encuentra en un estado de solidez sindical en el que se fortalecen las prestaciones y defienden las conquistas alcanzadas en 50 años de lucha, progreso y evolución, aunado a la enérgica búsqueda de mejorarlas. Una vez que se ha alcanzado un logro, la labor no termina en ello, sino que continúa con mayor entereza y esfuerzo en conservar y mejorar lo que se conquistó; ahora se tienen 201 cláusulas, cuando se comenzó con cinco; y una variedad de prestaciones extras al salario, cuando se comenzó sólo con el aguinaldo. Esta labor de conservación, mejora y progreso, ha sido desempeñada por cada uno de los comités, con sus aciertos y desaciertos, con sus claros y sus oscuros, pero que a fin de cuentas han persistido en la evolución segura del Sindicato; una organización que hoy en día agrupa poco más de 13 mil trabajadores, entre docentes y 122


Aspecto de la XLIX Asamblea General Representativa Ordinaria, celebrada el 5 de febrero de 2013 en el Teatro Universitario de la Unidad Mederos.

administrativos, y que se consolida como uno de los sindicatos de educación superior más importantes a nivel nacional. La trascendencia del STUANL radica en que sentó las bases del sindicalismo universitario, ya que fue el primer sindicato a nivel nacional que se constituyó de forma segura, estable y con la afiliación de trabajadores no docentes, fuera del modelo habitual de asociaciones separadas. Esta cualidad contribuyó para que en sus primeros pasos, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León sentara los cimientos sobre los que todos y cada uno de los comités ejecutivos han construido, 50 años después, un sindicato sólido, fuerte y seguro, construido para y por los trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

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ANEXOS

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Anexo 1

ACTA CONSTITUTIVA SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA UNIVERSIDAD DE NUEVO LEÓN En la ciudad de Monterrey, Nuevo León a las ocho con treinta minutos de día cinco de febrero de mil novecientos sesenta y cuatro, reunidos los delegados representantes de los Profesores de la Universidad de Nuevo León previamente acreditados por la Comisión Dictaminadora respectiva, con el objeto de constituir un organismo que agrupe a los Profesores de la misma acordó: Primero:- Constituirse en forma de organización sindical. Segundo:- Llamar a esta organización “Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León”. Tercero:- Agrupar en su seno al personal administrativo de la misma. Cuarto:- Se eligió la Mesa Directiva que con carácter de provisional desempeñará sus funciones un año, quedando constituida de la siguiente manera: COMITÉ EJECUTIVO Secretario General- Doctor Ángel Martínez Maldonado Suplente- Doctor Omar Arteaga Elizondo Secretario Interior o de Actas- Lic. Carlos F. Cisneros Suplente- Ingeniero Abelardo Perches Iturriaga Secretario de Hacienda- Ing. Jaime Aguilera Barraza Suplente- C.P.T. Rodrigo Treviño Madero Secretario de Trabajo- Lic. Rolando Guzmán Flores Suplente- Doctor Román Garza Mercado Secretario de Prensa y Propaganda- Profr. Horacio Salazar Ortiz Suplente- Ing. Luis Durán Gaytán

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Medio siglo de historia sindical

Se nombraron además de las siguientes comisiones que auxiliarán al Comité Ejecutivo y tendrán a su cargo el desarrollo de las ponencias aprobadas en la Asamblea Constituyente: Comisión de Estudios Jurídicos:

Com. de Asuntos Académicos y

Lic. Vicente Reyes Aurrecoechea

Culturales

(Presidente)

Arq. Eduardo Romero Jasso (Presidente)

Lic. José Infante Moreno

Lic. Rogelio Villareal Garza

Lic. Salomón González Almazán

Lic. Mario López Ramírez

Dr. Rodrigo F. Barragán

Profr. Hugo Padilla Chacón

Lic. Marco Antonio Leija

Ing. Químico Carlos Caballero Lazo

Comisión de Estudios Económicos y

Comisión de Honor y Justicia:

Sociales:

Ing. Gonzalo Ocañas Domínguez

Lic. Manir González Martos (Presidente)

(Presidente)

Profesor Jesús Rodríguez Muro

Químico Manuel Rangel

Profesor Arturo Cantú

Dr. Roberto Flores Escobar

Profesor Roberto Caso Bertch

Ing. Sabas Rodríguez Rodríguez

Ing. Pedro Prieto González

Profr. Alfonso Rangel Rodríguez

En testimonio del cual firmamos la presente Acta los integrantes de la Mesa de Debates y los delegados de la Asamblea Constituyente. La Mesa de Debates: DR. HÉCTOR MENCHACA SOLÍS

DR. ÁNGEL MARTÍNEZ MALDONADO

Presidente

Vicepresidente LIC. MANIR GONZÁLEZ MARTOS Secretario

ING. SABAS RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ

ING. GONZALO OCAÑAS DOMÍNGUEZ

Escrutador

Escrutador

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DELEGADOS PRESENTES: (Firmados) Arq. César Cantú González, Arq. Eduardo Romero Jasso, Ing. Héctor González Fz, Dr. Héctor Menchaca Solís, Dr. Ramiro Gutiérrez, Q.T. Manuel Rangel, Ing. Ricardo Salgado, Lic. Carlos Francisco Cisneros R., Rodrigo Treviño Madero, C.P.T., profr. Miguel González Madrid, Raúl S. Treviño, C.P.T. Lic. José Infante Moreno, Lic. Alejandro Maldonado Lozano, Lic. César Lucio Coronado H., Lic. Pedro Treviño García, Profr. Salomón González Almazán, Profr. Jesús Rodríguez Muro, E. I. Rebeca Tello, Q.T.B. Ma. Del Roble Marty L., Profr. Rodolfo A. Rosas Martínez, Ing. Sabás Rodríguez Rodríguez, Ing. Abelardo Perches Hurriaga, Ing, Jaime Aguilera Barraza, Ing. Pedro Prieto González, Profr. Jaime Navarro C., Lic. Hugo Padilla Chacón, Dr. Ángel Martínez Maldonado, Dr. Rodrigo F. Barragán, Dr. Rodolfo González G., Dr. Alfredo Delgado, Dr. Martín Martínez, L.C.B. Isidro Valle, Dr. Román Garza Mercado, Dr. Jesús Roberto Tavitas, Dr. Roberto Flores Escobar, Profr. Alfonso Rangel Rodríguez, Lic. Rogelio Villareal Garza, Profr. Horacio Salazar Ortiz, Lic. Rolando Guzmán Flores, Lic. Manir González Martos, Dr. Luis Garza Díaz, Ing. Ángel García Ordaz, Dr. Omar Arteaga Elizondo, Quím. Carlos Caballero Lazo, Lic. Marco A. Leija, Lic. Vicente Reyes Aurrecoechea, Profr. César Hinojosa López, Dr. José Antonio Pérez Gálvez, Lic. Manuel Peña Gutiérrez, Dr. José Antonio Saldaña Guerra, Profr. Othón Núñez, Ing. Luis Durán Gaytán, Srita. Amalia Garza González, Srita. Soledad Trejo Alvarez, Sr. Andrés Correa García, Profr. Isidro Guerrero, Profr. Benjamín Valdés Aguilar, Ing. Rafael Serna, Profr. Arturo Cantú. Fuente: STUNL, órgano oficial, 15 de marzo de 1964; p. 7

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Medio siglo de historia sindical

Anexo 2

Estatutos del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León Capítulo primero De la integración, objeto y programa del S.T.U.N.L. Artículo 1.- Cumpliendo con los acuerdos tomados en la Asamblea Constituyente de fechas 5 y 6 de febrero de 1964, se constituyen el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, con domicilio legal en la ciudad de Monterrey, capital del Estado de Nuevo León. El lema oficial del Sindicato es: “Unidos en la lucha por la justicia y el saber”. Artículo 2.- El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León es una organización de trabajadores al servicio del Estado establecidas en el Título Tercero de la Ley del Servicio Civil del Estado de Nuevo León. Artículo 3.- El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, tiene por objeto fundamental: I.- La defensa de los intereses económicos, sociales y profesionales de los trabajadores al servicio de la Universidad de Nuevo León. II.- La colaboración decidida con la Universidad de Nuevo León para lograr la superación constante de su misión educadora. Artículo 4.- El programa de acción del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, comprende los siguientes objetivos generales y específicos: I.- Luchar por el perfeccionamiento continuo de nuestro sistema democrático de gobierno y por la permanencia de las instituciones revolucionarias. II.- Cuidar siempre que la educación esté al alcance del pueblo. III.- Impulsar a la educación nacional para que cumpla el objeto fundamental de orientar a la juventud en la práctica de los principios de responsabilidad ciudadana, de solidaridad social y de confraternidad humana universal. 130


IV.- Luchar por el mejoramiento constante e integral de los trabajadores universitarios. V.- Mantener el respeto a las convicciones políticas, a las ideas filosóficas y a las creencias religiosas que sustentan y profesan cada uno de los trabajadores de la Universidad. VI.-Promover la creación de un Centro de Orientación Pedagógica dentro del Sindicato. VII.- Defender el respeto absoluto al derecho de inamovilidad de los trabajadores de la Universidad. VIII.- Gestionar, para los efectos de jubilación y de ascenso, la computación de todos los años de servicio prestados por los trabajadores a la Universidad, de acuerdo con un reglamento especial. IX.- Establecer un Fondo de Auxilio para los casos de defunción o de invalidez totalpermanente, el cual funcionará de acuerdo a un Reglamento Especial. X.- Pugnar por el establecimiento de un sistema completo de seguridad social para los trabajadores de la Universidad, el cual estará a cargo de la misma. XI.- Velar por el prestigio y la permanencia del Sindicato. Artículo 5.- El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, mantendrá invariablemente su independencia y autonomía, sin más limitaciones que las que la Ley establece y no aceptará injerencias en su vida interna de organismo políticos ni religiosos, ni podrá intervenir oficialmente en actividades políticas o religiosas. Artículo 6.- Son obligaciones del Sindicato: I.- Proporcionar los informes que en cumplimiento con la Ley del Servicio Civil, solicite el Tribunal de Arbitraje del Estado. II.- Comunicar al Tribunal de Arbitraje, dentro de los diez días siguientes a cada elección, los cambios que ocurren en su Comité Ejecutivo, las altas y bajas de sus miembros y las modificaciones que sufran los Estatutos. III.- Facilitar la labor del Tribunal de Arbitraje, en todo lo que fuere necesario, realizando los trabajos que el propio Tribunal le encomiende relacionados con conflictos del Sindicato o de sus miembros que se ventilen ante el Tribunal. IV.- Patrocinar y representar a sus miembros ante las autoridades universitarias y ante el Tribunal de Arbitraje cuando le fuere solicitado. Artículo 7.- Queda prohibido al Sindicato: 131


Medio siglo de historia sindical

I.- Hacer propaganda de carácter religioso o político. II.- Ejercer la función de comerciante, con fines de lucro. III.- Usar la violencia física o moral con los trabajadores no afiliados, para obligarlos a que se sindicalicen. IV.- Fomentar actos delictuosos contra personas o propiedades. V.- Adherirse a organizaciones o centrales obreras o campesinas, o a otros organismos que sustenten principios contrarios al contenido de estos Estatutos. Fuente: Capítulo primero de los Estatutos del STUNL, aprobados durante los días 6 y 7 de junio y expedidos el 13 de junio de 1964.

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Anexo 3

Registro ante el Tribunal de Arbitraje del Estado de Nuevo León Al C. Rolando Guzmán Flores. Secretario General de la Organización de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León 5 de mayo y Colegio Civil, segundo piso Presente. En el Expediente número Uno formado con motivo de la instancia sobre registro promovido por usted, se ha dictado una resolución cuyos puntos resolutivos dicen a la letra: Por lo expuesto PRIMERO: Queda registrada en este Tribunal, la Unidad Burocrática correspondiente a la Universidad de Nuevo León, con el nombre de “Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León”, con los derechos y deberes que le confieren las leyes. SEGUNDO: Notifíquese y cúmplase. Así lo resolvieron y firmaron los C. C. Miembros que integran el Tribunal de Arbitraje para los trabajadores al servicio del Estado de Nuevo León. Damos fe: Lic. Jacobo Ayala Villarreal, Lic. Julio E. Canseco Garza y Lic. Oscar Treviño Garza. Rúbricas. Lo que me permito comunicar a usted para los efectos legales del caso. Atentamente “Sufragio efectivo, no reelección” Monterrey, N.L., Noviembre 29 de 1965 Tribunal de Arbitraje del Estado El Tercer Árbitro Lic. Oscar Treviño Garza Fuente: El Porvenir, martes 30 de noviembre de 1965, 7-B 133


Medio siglo de historia sindical

Anexo 4

Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León La Universidad de Nuevo León, consciente de las necesidades pecuniarias de sus servidores, entendiendo el beneficio que obtendrán los educandos de esta Institución al elevar el nivel de vida de quienes prestan sus servicios, ya sean docentes, administrativos, técnicos o manuales, y con la colaboración del Superior Gobierno del Estado, que ha dado muestras de su alto sentido de comprensión para la educación universitaria, tiene a buen dar respuesta al Pliego Petitorio presentado por el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, concediéndole las siguientes: Prestaciones PRIMERA.- La Universidad otorgará a todos y cada uno de sus servidores dos quincenas de Aguinaldo, entregando la primera en el presente mes de diciembre y la segunda en el mes de diciembre de 1966. Se entiende que las referidas quincenas consisten en una cantidad igual al 50% que perciben en la nómina mensualmente todos y cada uno de sus servidores de base. SEGUNDA.- Con el objeto de proteger el salario de los trabajadores universitarios en lo siguiente: 15% sobre el 40% del salario mensual hasta de 1, 000.00; 10% sobre el 40% del salario mensual entre las cantidades de 1, 001. 00 a 3, 000.00 y el 5% sobre el 40% del salario mensual de los que perciban de 3, 001.00 en adelante. TERCERA.- En el curso del año de 1966 se procurará mejorar hasta donde sea económicamente posible el servicio médico que se presta a aquéllos de los servidores de la Universidad que dependan de ella. Adicionalmente, se realizarán los estudios que conduzcan a establecer la posibilidad o imposibilidad de adoptar el régimen de seguridad social, pero, en todo caso, se pondrán en práctica a la mayor brevedad las medidas de mejoramiento del servicio médico que resulten imprescindibles. CUARTA.- Siendo un renglón muy importante la nivelación y mejoramiento de los salarios, a partir de 1966, en relación a las posibilidades de la Institución, se elevarán en los términos siguientes:

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salarios, a partir de 1966, en relación a las posibilidades de la Institución, se elevarán en los términos siguientes: a) Al salario mínimo que se establezca para el próximo año. b) A todas aquellos empleados administrativos de salarios bajos y cuyo notorio estancamiento parte desde hace algunos años. c) Al personal técnico y docente que no esté en concordancia con los salarios generales de su categoría. d) Se nivelarán en lo más posible las categorías de quienes prestan un mismo servicio; pero tienen un diferente salario. QUINTO.- Se establecerá, de acuerdo con el estudio que realicen conjuntamente la Universidad y el Sindicato de Trabajadores de esta Institución, un Reglamento Interior de Trabajo, con el objeto de regular las relaciones entre autoridades y personal en general, para lograr la mejor marcha de nuestra Máxima Casa de Estudios. El contenido económico de las proposiciones que entraña esta comunicación es de tal magnitud que ha implicado un gran esfuerzo por parte del Gobierno del Estado, ante quien acudí en solicitud de apoyo financiero. Espero de la compresión de ustedes, vinculada con la actividad de incondicional apoyo a la Universidad que observé en el titular del Poder Ejecutivo, que los problemas de que nos ocupamos ahora tengan definitiva solución, ya que está en juego el prestigio y el progreso de nuestra Casa de Estudios. Aprovecho la oportunidad para asegurarles que siempre estaré al pendiente de las coyunturas favorables que se presenten para la satisfacción de las necesidades de quienes con su trabajo dan vida a la Universidad. Les reitero las seguridades de mi atenta consideración. “Alere Flammam Veritatis” Monterrey, N.L., 25 de noviembre de 1965 El Rector Lic. Eduardo A. Elizondo Fuente: Respuesta del rector Eduardo A. Elizondo al pliego petitorio del STUNL, presentado el 25 de noviembre de 1965, y publicada en El Porvenir el martes 30 de noviembre de 1965, 1 y 6-B. Se considera el primer Convenio Colectivo, aunque el documento no fue mancomunado, sino la respuesta de la Universidad a las peticiones del Sindicato. El Convenio de 1966 sí es un documento mancomunando y pactado entre Universidad y Sindicato. 135


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Anexo 5

Acuerdo del Tribunal de Arbitraje (Reconocimiento legal al Comité Ejecutivo presidido por Carlos Jiménez Cárdenas en desconocimiento oficial al Comité Ejecutivo presidido por Cástulo Hernández Gálvez) INSTRUCTIVO Al C. Lic. Carlos Jiménez Cárdenas Pino Suárez No. 230 Sur, 3er piso En el expediente No. 1/80 formado con motivo del escrito presentado referente al Desconocimiento de Comité Ejecutivo y de las Comisiones Especiales del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León que encabeza Cástulo Hernández Gálvez, por el Comité Ejecutivo Provisional que preside el Lic. Carlos Jiménez Cárdenas, se ha dictado un acuerdo cuyo contenido literal es el siguiente: “Monterrey, Nuevo León, a diecisiete de abril de mil novecientos ochenta.- Por recibido el escrito de fecha dieciocho de febrero de mil novecientos ochenta, que contiene los acuerdos de la Asamblea General Representativa del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, celebrada el día catorce del mismo mes, asamblea que fue convocada mediante publicación de fecha catorce de febrero por los representantes seccionales que ahí se mencionan y de acuerdo a lo señalado a sus propios estatutos, asamblea a la cual asistieron trecientos ochenta delegados, según se desprende de la misma acta y documentación que se anexa, resultando electo en la mencionada asamblea general representativa el Comité Ejecutivo Provisional que quedó integrado de la siguiente forma: Secretario General: Lic. Carlos Jiménez Cárdenas Suplente: Ing. Raúl Zambrano Srio. de Previsión Social: Ing. Alberto Avilés Ayala 136


Suplente: Sr. Pedro Jiménez Cárdenas Srio. de Organización: C.P. Miguel Naffate López Suplente: Sr. Jorge Ruiz Zamora Srio. de Finanzas: Lic. Carlos Morales Suplente: Sr. Mario Burgoa Srio. de Conflictos: Lic. Heriberto Guerrero Suplente: Sr. Roberto Ruiz Caballero Srio. de Análisis, Estudios y Estadísticas: Ing. Arturo Martínez U. Suplente: Sr. Rubén de la Rosa Srio. de Prensa y Propaganda: Lic. Mariano Ayala Martínez Suplente: Sr. Carlos Hinojosa Srio. de Promoción Cultural y Asistencia: Lic. Luis G. Vargas Suplente: Sr. Pablo Zavala Srio. de Seguridad y Asistencia Social: Lic. Héctor Canales Suplente: Lic. Matilde Torres Srio. de Acción Política: Sr. Moisés Solís Suplente: Ing. Vicente Cantú Srio. de Actas, Acuerdos y Archivo: Srita. Ma. Trinidad Chavarría Suplente: Ana Ma. Aldaco Srio. de Trabajo: Srita. Lourdes Cornejo Ambriz Suplente: Sr. Juan Flores Srio. de Relaciones: Ing. Antonio Caballero Suplente: Profr. Mario Salinas Dimas Srio. de Educación Sindical: José Chavira Hernández Suplente: Sr. Teófilo Villegas Sria. de Pensiones y Jubilaciones: Profra. Ma. de los Ángeles de la Garza Suplente: Ing. Juan Antonio Cuéllar Comisiones Especiales: Honor y Justicia Presidente: Ing. Pablo Alvarado Secretario: Lic. Carlos Charles Vocal: Guadalupe Bermúdez 137


Medio siglo de historia sindical

Vocal: Sr. Pedro Colchado Vocal: Biol. Oscar González Comisión Coordinadora de Comisiones: Presidente: Lic. Himiloe Compean B. Secretario: Biol. Gerardo Guajardo Vocal: Biol. José Luis Oviedo Vocal: Lic. Víctor Castillo Vocal: María Elena Pérez Dicho Comité rindió su protesta en el mismo acto, y además fue reconocido por la Rectoría de la Universidad Autónoma de Nuevo León con fecha de dieciocho de febrero de este mismo año. En consecuencia este Tribunal de Arbitraje registra al Comité Ejecutivo Provisional electo del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León que se menciona anteriormente, bajo el Número de Expediente 1/80. De conformidad con el artículo 45 de la Ley del Servicio Civil vigente en el Estado. Notifíquese. Así lo acordaron y firmaron los C.C. Integrantes del Tribunal de Arbitraje del Estado.” Lo que notifico a Usted de esta manera, por conducto de una persona que dijo llamarse “personal” a las 10:40 horas del día 18 del mes de abril de 1980. Doy fe. El Srio. Gral. del Tribunal de Arbitraje del Estado Lic. José Luis Carrillo Mendoza Fuente: STUANL, Nueva Edición, año 1, número 1, junio de 1980; p. 9

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Anexo 6

Decreto por el que se adiciona el Título Sexto de la Ley Federal del Trabajo, con un capítulo XVII. Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.Presidencia de la República. JOSE LOPEZ PORTILLO, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes, sabed: Que el H. Congreso de la Unión se ha servido dirigirme el siguiente DECRETO: “El Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta: SE ADICIONA EL TITULO SEXTO DE LA LEY DEL TRABAJO ARTICULO UNICO.- Se adiciona el Capítulo XVII al Título Sexto de la Ley Federal del Trabajo en vigor, como sigue: CAPITULO XVII TRABAJO EN LAS UNIVERSIDADES E INSTITUCIONES DE EDUCACION SUPERIOR AUTONOMAS POR LEY Artículo 353-J.- Las disposiciones de este Capítulo se aplican a las relaciones de trabajo entre los trabajadores administrativos y académicos y las universidades e instituciones de educación superior autónomas por ley y tienen por objeto conseguir el equilibrio y la justicia social en las relaciones de trabajo, de tal modo que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines propios de estas instituciones. Artículo 353-K.- Trabajador académico es la persona física que presta servicios de docencia o investigación a las universidades o instituciones a las que se refiere este 139


Medio siglo de historia sindical

Capítulo, conforme a los planes y programas establecidos por las mismas, Trabajador administrativo es la persona física que presta servicios no académicos a tales universidades o instituciones. Artículo 353-L.- Corresponde exclusivamente a las universidades o instituciones autónomas por ley regular los aspectos académicos. Para que un trabajador académico pueda considerarse sujeto a una relación laboral por tiempo indeterminado, además de que la tarea que realice tenga ese carácter, es necesario que sea aprobado en la evaluación académica que efectúe el órgano competente conforme a los requisitos y procedimientos que las propias universidades o instituciones establezcan. Artículo 353-M.- El Trabajador académico podrá ser contratado por jornada completa o media jornada. Los trabajadores académicos dedicados exclusivamente a la docencia podrán ser contratados por hora clase. Artículo 353-N.- No es violatorio del principio de igualdad de salarios la fijación de salarios distintos para trabajo igual si éste corresponde a diferentes categorías académicas. Artículo 353-Ñ.- Los sindicatos y las directivas de los mismos que se constituyan en las universidades o instituciones las que se refiere este Capítulo, únicamente estarán formados por los trabajadores que presten sus servicios en cada una de ellas y serán: I. De personal académico; II. De personal administrativo, o III. De institución si comprende a ambos tipos de trabajadores. Artículo 353-O.- Los sindicatos a que se refiere al artículo anterior deberán registrarse en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social o en la Junta de Conciliación y Arbitraje que corresponda, según sea federal o local la ley que creó a la universidad o institución de que se trate. Artículo 353-P.- Para los efectos de la contratación colectiva entre las universidades e instituciones y sus correspondientes sindicatos, se seguirán las reglas fijadas en el Artículo 388. Para tal efecto el sindicato de institución recibirá el tratamiento de sindicato de empresa y los sindicatos de personal académico o de personal administrativo tendrán el tratamiento de sindicato gremial.

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Artículo 353-Q.- En los contratos colectivos las disposiciones relativas a los trabajadores académicos no se extenderán a los trabajadores administrativos, ni a la inversa, salvo que así se convenga expresamente. En ningún caso estos contratos podrán establecer para el personal académico la admisión exclusiva o la separación por expulsión a que se refiere el Artículo 395. Artículo 353-R.- En el procedimiento de huelga el aviso para la suspensión de labores deberá darse por lo menos con diez días de anticipación a la fecha señalada para suspender el trabajo. Además de los casos previstos por el Artículo 935, antes de la suspensión de los trabajos, las partes o en su defecto la Junta de Conciliación y Arbitraje, con audiencia de aquéllas, fijarán el número indispensable de trabajadores que deban continuar trabajando para que sigan ejecutándose las labores cuya suspensión pueda perjudicar irreparablemente la buena marcha de una investigación o un experimento en curso. Artículo 353-S.- En las Juntas de Conciliación y Arbitraje o las de Conciliación Permanentes, funcionarán Juntas Especiales que conocerán de los asuntos laborales de las universidades e instituciones de educación superior autónomas por Ley y se integrarán con el presidente respectivo, el representante de cada universidad o institución y el representante de sus trabajadores académicos o administrativos que corresponda. Artículo 353-T.- Para los efectos del artículo anterior, la autoridad competente expedirá la convocatoria respectiva, estableciendo en ella que cada universidad o institución nombrará su representante, y que deberán celebrarse sendas convenciones para la elección de representantes de los correspondientes trabajadores académicos o administrativos. Artículo 353-U.- Los trabajadores de las universidades e instituciones a las que se refiere este Capítulo disfrutarán de sistemas de seguridad social en los términos de sus leyes orgánicas, o conforme a los acuerdos que con base en ellas se celebren. Estas prestaciones nunca podrán ser inferiores a los mínimos establecidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y esta Ley. TRANSITORIOS PRIMERO.- Los acuerdos o convenios que de conformidad con esta ley sean materia de contratación colectiva, y hayan sido celebrados con anterioridad a la fecha de 141


Medio siglo de historia sindical

expedición de este Decreto por las instituciones autónomas, se considerarán como contratos colectivos para todos sus efectos, sin necesidad de ningún trámite, y serán revisados conforme a esta ley en la fecha que se haya pactado en los mismos, la cual no podrá ser posterior a dos años a partir de aquella en la que iniciaron su vigencia. SEGUNDO.- La convocatoria para la elección de los representantes a que se refiere el artículo 353-T, se llevará a cabo dentro de los treinta días siguientes a la fecha de publicación del presente Decreto. En la misma se fijará la fecha en que se efectuarán las convenciones respectivas que será anterior al 15 de diciembre de 1980 y se señalará que los representantes que resulten electos durarán en su cargo hasta el 31 de diciembre de 1982. A partir de esa fecha la designación de representantes se efectuará conforme a las disposiciones generales de la Ley. Mientras se lleve a cabo el procedimiento de elección de representantes, los asuntos seguirán siendo atendidos por las autoridades jurisdiccionales que han venido conociendo de ellos. TERCERO.- Este Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el “Diario Oficial” de la Federación. México, D. F., 17 de octubre de 1980.- Ismael Orozco Loreto, D. P.- Nicolás Reynés Berezaluce, S. P.- Juan Maldonado Pereda, D. S.- Mario Carballo Pazos, S. S.- Rúbricas.” En cumplimiento de lo dispuesto por la fracción I del artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y para su debida publicación y observancia, expido el presente Decreto en la residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la ciudad de México, Distrito Federal, a los diecisiete días del mes de octubre de mil novecientos ochenta.- José López Portillo.- Rúbrica.- El Secretario de Gobernación, Enrique Olivares Santana.- Rúbrica.- El Secretario del Trabajo y Previsión Social, Pedro Ojeda Paullada.Rúbrica Fuente: Diario Oficial de la Federación, decreto publicado el lunes 20 de octubre de 1980. Disponible en la página web del Diario Oficial de la Federación.

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Anexo 7

Registro del STUANL ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje MONTERREY, NUEVO LEÓN A VEINTIUNO DE OCTUBRE DE MIL NOVECIENTOS OCHENTA Visto para resolver lo solicitud de reconocimiento de la existencia del SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN, presentada por el Lic. Carlos Jiménez Cárdenas, en su carácter de Secretario General; vista la documentación y exhibida y cuando más consta, convino y debió verse, y, RESULTANDO PRIMERO: Que mediante escrito presentado ante ese Tribunal del Trabajo el día veintiuno octubre de mil novecientos ochenta, el Lic. Carlos Jiménez Cárdenas, en su carácter de Representante del SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN, solicitó el reconocimiento jurídico del registro otorgado al cuestionado Sindicato por el H. Tribunal de Arbitraje del Estado de Nuevo León y se asiente el registro del Sindicato De Trabajadores De La Universidad Autónoma De Nuevo León mediante la anotación pertinente en el libro correspondiente que lleva esta Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado de Nuevo León. Al efecto, pide que por los conductos idóneos se solicite al H. Tribunal de Arbitraje del Estado, el expediente 1/65, a fin de que esta Junta integre debidamente su expediente. SEGUNDO: Expresa el Lic. Carlos Jiménez Cárdenas que la existencia del ente sindical y la personalidad con que comparece, se acreditan debidamente con la certificación que acompaña extendida el veinte de octubre del año en curso, por el Lic. José Luis Carrillo Mendoza, en su carácter de Secretario General del Tribunal de Arbitraje del Estado de Nuevo León, así como la fotocopia certificada extendida por el propio Secretario General del Tribunal de Arbitraje del Estado, el veintiuno de mayo del presente año acompaña a su promoción también un ejemplar de los estatutos de la organización sindical, una lista con el número, nombre y domicilio de las 143


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diferentes dependencias de la Universidad de Nuevo León en las que se prestan servicios, y, CONSIDERANDO: PRIMERO: Que la fracción VIII del Artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece: “Que las relaciones laborales, tanto del personal académico como del administrativo, se normarán por el apartado “A” del Artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo, conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines de las instituciones a que esta Fracción se refiere”. Que el capítulo XVII del Título Sexto de la Ley Federal del Trabajo denominado “Trabajo de las Universidades e Instituciones de Educación Superior Autónomas por Ley”, en sus artículos 353- Ñ y 353O disponen: “Los sindicatos y las directivas de los mismos que se constituyan en las universidades o instituciones a las que se refiere este Capítulo, únicamente estarán formados por los trabajadores que presten sus servicios en cada una de ellas y serán: I.De personal académico, II.- De personal administrativo o III.- De institución si comprende a tipos de trabajadores (353- Ñ y 353-O)” “Los sindicatos a que se refiere el Artículo anterior deberán registrarse en la Secretaria de Trabajo y Previsión Social o en la Junta de Conciliación y Arbitraje que corresponda, según sea federal o local que creó a la universidad o instituida se que se trate”. Que el artículo 123 Fracción XVI, Apartado A, de la Constitución General de la República, contempla: “Tanto los obreros como los empresarios tendrán derecho para coaligarse en defensa de sus respectivos intereses, formando sindicatos, asociaciones profesionales, etc.”. Que el artículo 356 de la Ley Laboral determina que el Sindicato es la asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses. SEGUNDO: Esta autoridad advirtiendo que el Tribunal de Arbitraje del Estado de Nuevo León, otorgó en el año de mil novecientos setenta y cinco, el registro del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León y lo inscribió con el número 1/65, y estimando además que el propio Tribunal de Arbitraje el Estado, en términos del Artículo 45 de la Ley del Servicio Social, del Estado de Nuevo León, hizo el registro del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que encabeza el Lic. Carlos Jiménez Cárdenas, en su carácter de Secretario General, electa 144


mediante asamblea celebrada el dieciocho de febrero de mil novecientos ochenta, circunstancias que acreditan debidamente con las certificaciones extendidas por el Secretario General del Tribunal de Arbitraje del Estado, Lic. José Luis Carrillo Mendoza, con fechas de veintiuno de mayo y veinte de octubre del año en curso, que se acompañan y considerando que en el caso se satisfacen los requisitos contemplados por los Artículo 353-Ñ, fracción III, 364, 365, 371, 376 y demás relativos de la Ley Federal del Trabajo, se reconoce responsabilidad jurídica al Sindicato, bajo la modalidad de Institución, prevista en la fracción III del artículo 353-Ñ de la Ley Federal del Trabajo, denominado Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que constituye un sindicato de la modalidad referida, por estar integrado por los dos tipos de trabajadores: Personal académico y personal administrativo. Reuniendo los requisitos que ahora exige la Ley Federal del Trabajo, es el caso de reconocer la existencia jurídica del organismo sindical expresado, ordenándose la formación del expediente respectivo y la anotación en el libro que se lleva en este Tribunal. Por lo anteriormente expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO: Procede en forma legal la solicitud de reconocimiento de existencia jurídica del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, presentada por el señor Lic. Carlos Jiménez Cárdenas, consecuentemente: SEGUNDO: Se reconoce personalidad jurídica al SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN, formado por el personal académico y administrativo, en tal virtud, regístrese en el Libro respectivo que lleva este tribunal el expediente correspondiente bajo el Nº 15/80 haciéndose demás anotaciones de Ley. TERCERO: Solicítese al H. Tribunal de Arbitraje del Estado, el envío de una copia certificada del expediente original registrado bajo el Nº 1/65, para la integración respectiva de la nueva documentación. CUARTO: En los términos del artículo 377, F. II de la Ley Federal del Trabajo, se tiene reconocido el Comité Ejecutivo el SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN, que encabeza el señor Lic. Carlos Jiménez Cárdenas. QUINTO: Notifíquese personalmente, así lo acuerda y firma EL LIC. SALVADOR GARZA SALINAS, Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado.- DOY FE EN SEGUIDA SE PUBLICO-CONSTEFuente: STUANL, órgano oficial, versión de 20 aniversario, febrero de 1984; p. 14 145


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Citas

PRIMERA PARTE (1964-1984) CAPÍTULO I Antecedentes 1. Pérez Cruz, José Enrique (2009). 80 años de luchas sindicales en la UNAM: las relaciones laborales en la Universidad Nacional Autónoma de México (1929-2009). Legado Sindical, Nueva Época (No. 2), pp. 5-32. 2. Ruiz Cabrera, Carlos (1990). Poder y lucha sindical en la UANL: 1949-1971. Monterrey, N.L.: Universidad Autónoma de Nuevo León, pp. 21-47. 3. Acta de Consejo Universitario, No. 1, 18 de septiembre de 1961, año escolar 1961-1962; y Acta de Consejo Universitario, No. 2, 13 de abril de 1964, año escolar 1964-1965. CAPÍTULO II La Fundación: 1963-1964 1. Cedillo, Guadalupe y Ruiz Cabrera, Carlos (julio de 2013). Entrevista de Mauricio Villa Amezcua [Cinta de audio]. Centro de Documentación y Archivo Histórico UANL, Monterrey, Nuevo León. 2. STUANL, 15 de marzo de 1964, pp. 1 y 8. 3. El Porvenir, 9 de febrero de 1963, 1-5B. La renuncia de Alvarado fue el desenlace de una constante campaña de desprestigio y presión política-social que abarcó los 13 meses que estuvo al frente de la Rectoría universitaria. Se recomienda revisar las notas de prensa, tanto El Porvenir, como El Norte, destacando a este último como la principal vía de expresión de la derecha conservadora regiomontana. Los desplegados son múltiples durante todo el año 1962 y principios de 1963, sin embargo, como línea se resaltan los publicados en El Porvenir el 27 de febrero de 1962 (Entonces… ¿Por qué?; 7-A), el de 15 de junio de 1962 (Pido la palabra señor alcalde; 11-A), el de 8 de noviembre de 1962 (Dos Rectores Comunistas: Gortari y Alvarado; 5-A) y el de 25 de febrero de 1963 (A los universitarios, 10-B), este último la respuesta de Alvarado al conflicto político-social que lo orilló a la renuncia. 4. El Partido Comunista Mexicano (PCM) era un órgano de política izquierdista, con fuertes tendencias marxistas durante su fundación en 1919, militando e involucrándose de forma ilegal en la política durante décadas, hasta su legalización en 1979, año en que se les permitió participar legalmente en las elecciones estatales de dicho año, y de las cuales no obtuvieron grandes resultados disolviéndose un año después. Sin embargo, el PCM influyó en el proceso de organización y trabajo del STUANL, destacando sus primeros años, factor que fuera de las cuestiones políticas le permitió un progreso constantes y logros que sin dirigentes sindicales insistentes y aguerridos no se hubieran concretado, comenzando con su fundación, reconocimiento legal y la firma de los primeros convenios. 5. “Cuando digo esto de que los trabajadores no tuvieran temor, porque muchos lo tuvieron y firmaron al último, ¿Por qué?, porque aunque había autoridades proclives al sindicato, el rector era el licenciado Alfonso Rangel Guerra, de todas maneras la publicidad que se había en el exterior y en algunas direcciones de escuelas y facultades de que se iba a filtrar el comunismo en la Universidad, etcétera, recordemos que es la etapa del anticomunismo, no sólo aquí sino en todo el mundo, eso llevaba a algunos trabajadores a ser muy prudentes y no tomar con el

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calor que otros tomaron su ingreso al sindicato, entonces después de ese evento nosotros en la facultad me acuerdo que dimos gritos de alegría cuando supimos que había vencido la corriente que defendía que esto fuera un sindicato y no una asociación de profesores, como pretendía otra corriente de maestros, entonces nos pusimos muy felices porque nosotros también considerábamos que era la posición más avanzada y más correcta para una organización de este tipo”. Ruiz Cabrera, Carlos (julio 2013). Entrevista de Mauricio Villa Amezcua [Cinta de audio]. Centro de Documentación y Archivo Histórico UANL, Monterrey, Nuevo León. 6. STUANL, 15 de marzo de 1964, pp. 1 y 8. 7. Ídem 8. Ídem 9. El Porvenir, 4 de julio de 1964; 4-B. 10. Ley de Servicio Civil publicada en el Periódico Oficial del Estado de Nuevo León el 26 de junio de 1948. Archivo General del Estado de Nuevo León (AGENL). 11. Título tercero, artículo 45 de la Ley de Servicio Civil. 12. Para revisar la estructura completa y la reglamentación del STUANL desde su fundación, ver Estatutos y Reglamentos del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León (1973). Disponible en la Base de Datos de la UANL, Colección Digital. CAPÍTULO III El primer Comité Ejecutivo electo por los trabajadores 1. El Porvenir, 5 de febrero de 1965. 2. El Porvenir, 22 de mayo de 1965, 6-B. 3. El Porvenir, 26 de noviembre de 1965, 1 y 6-B. 4. El Porvenir, 26 y 27 de noviembre de 1965. En esta última fecha, se publicó un desplegado del STUANL, donde expone sus razones para llevar a cabo el paro laboral. 5. El Porvenir, 30 de noviembre de 1965, 1 y 4-B. 6. El Porvenir, 30 de noviembre de 1965, 7-B. 7. Cabrera, op. cit.; pág. 23. 8. El Porvenir, revisar la continuidad del problema y su solución durante marzo de 1966. 9. Cabrera, op. cit., pp. 130-132. CAPÍTULO IV La Autonomía: 1967-1973 1. Para una revisión más completa y profunda del proceso de autonomía universitaria revisar: La Autonomía universitaria: 1968-1971 de Óscar Flores Torres (2011); Poder y lucha sindical en la UANL: 1949-1971 (1990) y La autonomía de la Universidad de Nuevo León (1995) de Carlos Ruiz Cabrera; y Treinta años después de Juan Ángel Sánchez (1999); entre otros múltiples artículos y ensayos. 2. El Porvenir, 5 y 6 de febrero de 1967. 3. Para lo relativo a la huelga contra el Dr. Basave revisar El Porvenir, el mes de marzo de 1965 y la entrevista que el Lic. Eduardo L. Suárez Galindo, entonces rector, otorgó a Memoria Universitaria en febrero de 2013 (No. 37). 4. Revisar El Porvenir, del 16 al 25 de abril de 1967. 5. Desplegado del STUANL publicado en El Porvenir, 16 de noviembre de 1967. 6. Cabrera, op. cit.; pp. 174-188. 7. Revisar desplegados en El Porvenir, 7 y 9 de marzo de 1967; y Ruiz Cabrera, Carlos (julio 2013). Entrevista de Mauricio Villa Amezcua [Cinta de audio]. Centro de Documentación y Archivo Histórico UANL, Monterrey, Nuevo León. 8. “Después de tres meses se logró que se convencieran las autoridades de que no podían destruir esto, ellos se tiraron por medio de las direcciones para parar escuelas… voy a narrar una anécdota que puede servir, el gobernador me decía a mí, por ejemplo, ‘ya, Carlos, ríndete, ya les quitamos tal escuela y tal escuela’, así como un mapa de guerra y yo le decía ‘mire, mientras la prepa 1, 2 y 3, y la Álvaro Obregón no se los lleven, seguimos peleando’. Una vez me dice el gobernador ‘ya, no sé si sepas, pero los maestros de Arquitectura decidieron romper el 147


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pacto’; bueno, le digo ‘está bien, son suyos los de Arquitectura’; y en la tarde que llego a la oficina, llegan los conserjes y me entregan las llaves de todos los salones y me dicen ‘licenciado, aquí están las llaves para que los maestros no abran los salones y no puedan dar clases’. Eso era un alimento, era un seguir adelante, de tal manera que al día siguiente llegan a dar clases y ¿quién les abría?, algunos maestros rompieron los candados y se pusieron a dar clases, pero quien limpiaba los salones, quién limpiaba los escritorios, quién limpiaba los baños, de tal manera que siguió en paro la escuela. Bueno de esa naturaleza fue la lucha esa, y eso le debemos de haber encabezado sin titubeos esa lucha, que todo saliera adelante, porque eran acuerdos que venían de la Asamblea, o sea, funcionaban los órganos de gobierno”. El Porvenir, 2 de marzo de 1967 en la nota “Huelga contra la Universidad es ilegal” Desplegado del Gobernador Elizondo publicado en El Porvenir el 9 de marzo de 1968. Revisar el artículo de Óscar Flores en Memoria Universitaria de diciembre de 2012 (No. 35), “El Proyecto de Ley y Reglamento sobre Préstamos de Educación Superior”, pp. 3-13. Cabrera, op. cit.; pp. 512-516. Flores, Óscar (2011). La Autonomía Universitaria: 1968-1971. Monterrey, N.L.: Centro de Documentación y Archivo de la UANL, pp. 44-51. El Porvenir, 5 de octubre de 1968, 1 y 9-B. Sánchez, Juan Ángel (1999). Treinta años después. Monterrey, N.L.: Ser Universitario, p. 27. Este libro es un compendio cronológico del crucial año de 1969, por lo que se recomienda su consulta para el seguimiento de los hechos que desembocaron en la autonomía universitaria. Revisar notas de prensa desde el 16 de octubre hasta el fin de mes, en lo relativo a la huelga del STUNL por la falta de pagos. Asimismo, revisar el libro citado de Juan Ángel Sánchez. El Porvenir, 22 de octubre de 1969, 1 y 9-B. El Porvenir, 25 de octubre de 1969, 1 y 9-B. Periódico Oficial del Estado de Nuevo León, 26 de noviembre de 1969. Día de la publicación de las reformas a la Ley Orgánica en sus artículos 16, 24, 31 y transitorios. Archivo General del Estado de Nuevo León y también disponible para su consulta digital, en la Hemeroteca Nacional Digital de México: http://www.hndm.unam.mx/# Flores, op. cit., 72-75. Cabrera, op. cit., 230-286. Revisar el Acta No. 7 del año escolar 1969-1970 del Consejo Universitario. Centro de Documentación y Archivo de la UANL. Flores, op. cit., pp. 95-102. Flores, op. cit., pp. 107-113. Revisar y comparar la Ley Orgánica publicada el 27 de marzo de 1971 en el Periódico Oficial y el proyecto de ley presentado por la Comisión Redactora el 31 de mayo de 1970. El documento integro se puede revisar en los anexos del libro Poder y Lucha sindical: 1948-1971 de Carlos Ruiz Cabrera. Revisar notas de prensa durante los caóticos meses de marzo y abril, con la implementación del nuevo gobierno universitario y su rechazo general en la Universidad, a tal grado, que el Rector Treviño nunca pudo entrar a la Ciudad Universitaria. Flores, op. cit., pp. 120-131. Revisar notas de prensa a principios de junio de 1971. Desplegado del Comité de Navarro publicado en El Porvenir, el 3 de febrero de 1973.

CAPÍTULO V La Estabilidad: 1973-1979 1. El Porvenir, 18 de octubre de 1973, 1 y 9-B. 2. Convenio Colectivo de 1973, cláusulas 64 y 65. 3. El Porvenir, 6 de febrero de 1974. 4. Revisión económica de emergencia del Convenio de 1974, firmado el 29 de octubre. 5. STUANL, 15 de marzo de 1964, pp. 1 y 7. 6. Entrevistas con Guadalupe Cedillo y Carlos Ruiz Cabrera. 148


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Respuesta de Rectoría al Pliego Petitorio presentado el 15 de abril de 1975, 8 de mayo de 1975. Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel Frías” (BURRF). Fondo OIDMO. Convenio Colectivo de 1975, cláusula 57. Informe sexenal de Luis E. Todd Pérez. El Porvenir, 30 de septiembre de 1975. Boletín del STUANL, octubre de 1975. STUANL, 31 de marzo de 1981. Entrevistas con Isaías Balderas Candanosa y Dr. Oscar de la Garza, realizadas en junio y agosto de 2013, respectivamente, por Mauricio Villa Amezcua. [Cinta de audio]. Centro de Documentación y Archivo Histórico UANL, Monterrey, Nuevo León. El Porvenir, 5 de febrero de 1977. El Porvenir, 29 de mayo de 1977. Pérez Cruz, op. cit.; pp. 24-25; y El Porvenir, 29 de mayo de 1977. El Segundo Encuentro contó con expositores de las Universidades de México, Sinaloa, Guerrero y el representante de la Federación de Sindicatos, Nicolás Olivos Cuéllar. Revisar el Balance que el PCM hizo de la huelga de mayo de 1977, en el cual califica de débiles los resultados obtenidos. BURRF, Fondo OIDMO. El Secretario General José Luis Sustaita de los Reyes a la Honorable XIV Asamblea General Representativa del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, a 5 de febrero de 1978. BURRF, Fondo OIDMO. Pérez Cruz, op. cit., pág. 21. Entre el 19 y 21 de marzo de 1972 se constituyó, con membresía inicial de siete sindicatos, la Federación de Asociaciones y Sindicatos de Trabajadores al Servicio de las Universidades e Institutos de Enseñanza Superior de la República Mexicana (FASTSUIESRM), la cual para 1976 se transformó en la Federación de Sindicatos de Trabajadores Universitarios (FTSU), contando para la facha con 20 sindicatos afiliados. Como se mencionó, durante el V congreso de la FSTU se acordó emprender la conformación de un Sindicato Único Nacional, y la consiguiente estructuración de un Contrato Colectivo de Trabajo Único. A partir de agosto de 1979 la comisión organizadora del Sindicato Único Nacional de Trabajadores Universitarios emprendió con fuerza los trabajos para la constitución del organismo nacional, presentando un anteproyecto de Estatutos y del Contrato Colectivo, los cuales, a su vez, fueron dados a conocer por el STUANL entre los trabajadores a través de Folletos Educativos, serie B: Movimiento Sindical. Finalmente, el 12 de octubre de 1979 se constituyó el Sindicato Único Nacional de Trabajadores Universitarios con la afiliación de 33 sindicatos, sin embargo, a causa de su conformación comunista en su mayoría, el Sindicato Nacional no fue reconocido legalmente a base de una serie de obstáculos legales. Una vez que el STUANL estuvo bajo el comité de Carlos Jiménez Cárdenas (1980-1983), el Sindicato se separó del SUNTU, argumentando que era un organismo sectario que sólo veía por intereses personales, por lo cual, a partir de 1982 buscó la afiliación a otros organismo sindicales nacionales. En continuidad con el destino del SUNTU, al año de su integración, el 14 de junio de 1981 el SUNTU se transformó en la Federación Sindical Unitaria Nacional de Trabajadores Universitarios (FESUNTU), la cual sí obtuvo registro legal el 2 de septiembre de 1981 ante la Secretaría del Trabajo; y que años más tarde, en 1995, se transformó en la Federación Nacional de Sindicatos Universitarios (FNSU), organización a la que estuvo afiliada el STUANL antes de su ingreso a la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), actual organismo sindical nacional al que pertenece, junto con otros 60 sindicatos universitarios del país. (Fuentes: 80 años de sindicalismo universitario, pp. 21-30; Folletos Educativos 2, 3 y 4; STUANL, 1980; y STUANL, revista informativa, septiembre de 1980). Revisar en comparativa la estructura del STUANL en los Estatutos de 1964 y 1978.

CAPÍTULO VI Hacia una nueva época (1979-1985) 1. Revisar los balances del Partido Comunista Mexicano entre los años 1978 y 1980, y el Balance de la huelga de mayo de 1978, en los que se reconoce que el STUANL está en un periodo de 149


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debilidad, lo cual se reflejó con el fracaso de lograr superar el tope salarial de 10%, logrando sólo un 8%. BURRF, Fondo OIDMO. El Porvenir, 7 de febrero de 1979, segunda sección. Pliego petitorio de 1979, presentado el 11 de mayo; y respuesta de Rectoría, otorgada el 7 de junio. BURRF, Fondo OIDMO. El Porvenir, 20 de agosto de 1979, 8-A. Revisar notas de prensa del 1-15 de septiembre, sobre el rechazo a la Rectoría de Alfredo Piñeyro. El Porvenir, 13 de mayo de 1979. El Porvenir, 8 de septiembre de 1979, 1 y 4-B. Informe de actividades que rinde la Rectoría: septiembre 1979 a septiembre 1980; sección Noticias y publicaciones políticas con motivo de la elección de Rector de la Universidad. El Porvenir, 14 de septiembre de 1979. El Porvenir, 15 de septiembre de 1979, 8-A. El Porvenir, 18 de septiembre de 1979, 1 y 4-B. Revisar El Porvenir, del 10 al 28 de febrero, en lo respectivo al desconocimiento de Hernández como Secretario General, el enfrentamiento de las facciones y las consecuencias de la manifestación del 26 de febrero, la cual resultó con cuantiosos daños materiales en la Ciudad Universitaria. STUANL, Nueva Edición; junio de 1980, número 1; p. 9. Pérez Cruz, op. cit., p. 26. STUANL, edición de 20 aniversario, febrero de 1980; pág. 14. STUANL, ejemplares del 15 de marzo y 1 de noviembre de 1981. Programa de la Planilla Renovación Sindical. BURRF, Fondo OIDMO. Asimismo, se pueden revisar las declaraciones en prensa de ambas planillas entre el 1 y 5 de febrero de 1982. STUANL, febrero de 1982, año 2 número 12, p. 2. STUANL, abril de 1982, año 2 número 13, p. 12. STUANL, noviembre-diciembre de 1982, año 3 número 17, p. 3. Revisar El Porvenir y El Norte durante el mes de mayo de 1983 en lo relativo al conflicto de la Facultad de Ciencias Químicas; y en el conflicto interno del STUANL, en particular el 9 de mayo en El Norte, día en que se publicó el polémico desplegado; y el 16 de mayo en El Porvenir, en la nota Desconocen denuncia contra autoridades universitarias, en la segunda sección. Revisar desde el 16 de mayo en adelante la campaña de presión para que Jiménez presentara su renuncia, y en lo relativo a ésta, desde el 2 al 14 de junio.

SEGUNDA PARTE (1985-2013) CAPÍTULO VII Contraatacando la crisis 1. STUANL: Órgano Informativo del STUANL, año VII, número 33, febrero 1988; p. 1. 2. Gree, Rosario, Lecciones de la deuda externa de México de 1973 a 1997: De abundancias y escaseces, Fondo de Cultura Económica, México, 1988. 3. STUANL: Órgano Informativo del STUANL, VII, número 32, noviembre de 1987; pp. 6-8. 4. STUANL: Órgano Informativo del STUANL, VII, número 27, diciembre de 1985; p. 2. 5. El Porvenir, 8 de febrero de 1988, p. 2-B. 6. STUANL: Órgano Informativo del STUANL, año VII, número 34, febrero 1988; p. 6 7. El Norte, 24 de enero de1990, p. 4-B. 8. El Porvenir, 30 de enero de 1990, p. 1-B. 9. El Nacional, 31 de enero de 1990, p. 1. 10. El Diario, 31 de enero de 1990, 3-B. 11. El Universal, 6 de febrero de 1990, p. 4. 12. Excélsior, 6 de febrero de 1990, p. 4

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CAPÍTULO VIII Hacia la Unidad 1. El Revitalizador: Órgano Informativo del STUANL, año I, número 1, marzo 1991; p. 8. 2. El Nacional, 6 de febrero de 1991, p. 7-C. 3. El Porvenir, 9 de febrero de 1991, p. 3-B. 4. El Revitalizador, año I, número 1, marzo 1991; p. 4. 5. El Revitalizador, año II, número 6, agosto 1992; p. 6. El Revitalizador, año I, número 4, febrero 1992; p. 3. 7. El Nacional, 6 de junio de 1988, p. 3. 8. Contrato Colectivo STUANL 1993. 9. El Revitalizador, año III, número 9, diciembre 1993; p. 1. 10. El Revitalizador, año III, número 10, febrero 1994; p. 1. 11. El Revitalizador, año III, número 8, junio 1993; p. 3. 12. El Revitalizador, año III, número 8, junio 1993; p. 1. CAPÍTULO IX La Unidad Sindical 1. El Nacional, 5 de febrero de 1994; p. 12-B. 2. El Diario, 8 de febrero de 1994; p. 5-B. 3. Metro, 28 de febrero de 1994; p. 53-B. 4. Contrato Colectivo 1994. 5. Pliego Petitorio 1994. 6. El Norte, 4 de febrero de 1997; p. 7-B. 7. El Nacional, 5 de febrero de 1994; p. 16-B. 8. Contrato Colectivo 1998. 9. La Jornada, 1 de abril de 2005. 10. Contrato Colectivo 1999. 11. STUANL: Nueva época, año I, número 2, octubre de 2001; pp. 1-2. 12. Ibíd.; p. 4. 13. Ibíd.; p. 3. 14. STUANL: Nueva época, Suplemento especial 41 Aniversario, marzo de 2005; p. 6. 15. Ídem 16. Ídem 17. El Porvenir, 28 de noviembre de 2008. 18. El Porvenir, 16 de agosto de 2010. 19. El Porvenir, 20 de agosto de 2010. 20. Ídem CAPÍTULO X La Solidez Sindical 1. Entrevista con el Dr. Oscar de la Garza Castro 2. Ídem 3. Ídem 4. Primer Informe de Actividades del Comité Ejecutivo 2012-2013 5. Presencia Sindical, año 2, número 4, abril de 2013; p. 12 6. Contrato Colectivo 2013. 7. Primer Informe de Actividades

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Bibliografía

Fuentes Acervos documentales Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel Frías” (BURRF), UANL. Fondos: OIDMO, Universidad Autónoma de Nuevo León (FUANL), Abraham Nuncio Limón (FANL) y General Histórico (FGH) Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria, UANL. Fondos Hemeroteca (FH) y Universitario (FUNI) Centro de Documentación y Archivo Histórico de la Universidad Autónoma de Nuevo León (DDyAH-UANL) Centro de Información de Historia Regional-Hacienda San Pedro “Celso Garza Guajardo”, UANL (CIHR-UANL) Diario Oficial de la Federación, a través de su página web Hemeroteca Digital El Porvenir Hemeroteca Nacional Digital de México, Colección Nuevo León, Periódico Oficial del Estado de Nuevo León: Ley del Servicio Civil del Estado de Nuevo León, 26 de junio de 1948 Modificación de los artículos 16 y 24, 26 de noviembre de 1969 Tercera Ley Orgánica, 27 de marzo de 1971 Cuarta Ley Orgánica, 6 de junio de 1971 (Ley vigente, disponible en la página web de la UANL, sección Leyes y Reglamentos) Publicaciones periódicas El Nacional, Ciudad de México El Norte, Monterrey, Nuevo León El Porvenir, Monterrey, Nuevo León El Universal, Ciudad de México La Jornada, Ciudad de México Legado sindical, UNAM 152


Memoria Universitaria, UANL Metro, Monterrey, Nuevo León Milenio, Ciudad de México Ser Universitario, Monterrey, Nuevo León Tribuna Monterrey, Monterrey, Nuevo León Vida Universitaria, UANL Editadas por el STUANL: Boletín informativo de los Servicios Médicos Contratos Colectivos celebrados entre la UANL y el STUANL de 1985 a 2013 Convenios y Contratos Colectivos celebrados entre la UANL y el STUANL (1965-1984) Cuadernos de Cultura Obrera Cuadernos de Educación Sindical El ARHCA de la cultura El Revitalizador Estatutos y Reglamentos del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León Folletos educativos; serie B, movimiento sindical Informes de actividades que presenta cada año los comités ejecutivos La voz del STUANL Presencia Sindical STUANL, edición especial de 35 aniversario STUANL, órgano oficial STUANL, revista informativa

Bibliografía Aguilar Camín, Héctor y Meyer, Lorenzo (2005). A la sombra de la Revolución Mexicana. Cal y Arena; México, D.F. pp. 215-216 Camacho Cervantes, Hortencia (2003). Una Historia Necesaria: Tres Décadas de la H. Junta de Gobierno de la UANL (1971-2001). Monterrey, N.L.: Universidad Autónoma de Nuevo León. Cavazos Garza, Israel y Ortega Ridaura, Isabel (2010). Breve historia de Nuevo León. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica, Colegio de México. De León Garza, Máximo (2000). Las izquierdas y las derechas de la Universidad Autónoma de Nuevo León: la historia olvidada. Monterrey, N.L.: Centro de Información de Historia Regional, Servigraf Editorial. 153


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Entrevistas de Acosta Badillo, Susana, Escalona Ontiveros, Erika Flor y Villa Amezcua, Mauricio (julio-agosto 2013). [Cinta de audio]. Centro de Documentación y Archivo Histórico UANL, Monterrey, NL: Rolando Guzmán Flores, Guadalupe Cedillo, Carlos Ruiz Cabrera, Ernesto Villarreal Landeros, Carlos Morales, Mario Burgoa, Ovidio Estrada Menchaca, Alfredo Romero Oyervides, José Reséndiz Balderas, Rafael Garza Ibarra, Pedro Castellanos Rodríguez, Jesús Guzmán Lowenberg, José C. Fernández Quiroga, Humberto González, Isaías Balderas Candanosa, Joel Montemayor Soto, Ramón Torres, Tomás Tijerina Salazar, Graciano González Alanís y Oscar de la Garza Castro. Imágenes Acervo gráfico del Centro de Documentación y Archivo Histórico de la UANL, BURRF, UANL. Acervo gráfico del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Comité Ejecutivo 2012-2015.

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Medio siglo de historia sindical

Índice

Prólogo / 9 PRIMERA PARTE (1964-1984) / 11 Preámbulo / 15 CAPÍTULO I Antecedentes / 17 CAPÍTULO II La Fundación: 1963-1964 / 20 Los Estatutos / 24 CAPÍTULO III El primer Comité Ejecutivo electo por los trabajadores / 27 La afiliación de los trabajadores del Hospital Universitario (HU) / 29 El primer Convenio / 31 CAPÍTULO IV La Autonomía: 1967-1973 / 33 Horacio Salazar es Secretario General / 34 El emblema y lema / 35 Proemio al movimiento por la autonomía / 36 La Ley Elizondo / 40 Carlos Ruiz Cabrera es Secretario General / 44 Fabián Navarro es Secretario General; y Héctor Ulises Leal, Rector / 51

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CAPÍTULO V La Estabilidad: 1973-1979 / 58 La Clínica para los trabajadores de la Universidad / 60 La Villa Campestre / 64 Continúa la secretaría de Jiménez / 66 José Luis Sustaita de los Reyes es Secretario General / 68 El Sindicato Nacional y la renovación de los Estatutos / 70 CAPÍTULO VI Hacia una nueva época (1979-1985) / 74 Cástulo Hernández es Secretario General; y el Dr. Alfredo Piñeyro, Rector / 74 Cástulo Hernández es desconocido como Secretario General / 77 El primer Contrato Colectivo de Trabajo / 80 Continúa la secretaría de Carlos Jiménez / 82 Raúl López Aldape asume la secretaría general / 84 SEGUNDA PARTE (1985-2013) / 87 Preámbulo / 91 CAPÍTULO VII Contraatacando la crisis / 93 Rodolfo de León es Secretario General / 94 CAPÍTULO VIII Hacia la Unidad / 99 CAPÍTULO IX La Unidad Sindical / 105 Isaías Balderas Candanosa es Secretario General / 107 El Fondo de Pensiones y Jubilaciones / 108 El Comité de Joel Montemayor Soto / 110 Tomás Tijerina Salazar es Secretario General / 113 Los comités de Graciano González Alanís y Salvador de la Paz Siller / 114

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Medio siglo de historia sindical

CAPÍTULO X La Solidez Sindical / 116 La dignificación de las prestaciones / 118 Consideraciones finales / 122 Anexos / 125 Citas / 146 Bibliografía / 152

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Medio siglo de historia sindical. Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (1964-2014) de Susana Acosta Badillo y Erika Flor Escalona Ontiveros terminó de imprimirse en febrero de 2014 en los talleres de la Imprenta Universitaria. En su composición se utilizaron los tipos Myriad Pro y Bodoni MT. Formato interior y diseño de portada de Alejandro Derbez García.

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