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LA EL BOLETÍN DE

LISTA BLANCA Agrupación Jorge Di Pascuale - 13 de Abril

Mayo de 2014 - Nro. 4

Stella Calloni Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires

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Eduardo Seghezzo, ¡presente!

orría 1970 cuando Jorge Di Pascuale decide, junto a Alfredo Ferraresi, Horacio Mujica y Alfredo Carballeda formar la agrupación “Lealtad y Soberanía”. Allí se fue incorporando una gran cantidad de jóvenes que se sentían atraídos por el prestigio que tenía el sindicato de Farmacia, dentro del Peronismo combativo.

Así conocimos a Rosa Vázquez y a Eduardo Seghezzo, una joven pareja de militantes comprometidos con la lucha de esos años.

Hoy, queremos recordar a Eduardo. Era un flaco pintón, alumno de la escuela de Bellas Artes. Este es el relato de Rosa, su compañera: “A los 19 años, nos conocimos y nos vamos a vivir a una humilde casa en Villa Soldati. Eduardo había conseguido trabajo en una imprenta por lo que comenzamos a militar en el sindicato gráfico, pero al tiempo nos incorporamos a la agrupación que se había formado en el sindicato de Farmacia, y conocimos a dos líderes de gran nivel teórico y práctico: Jorge Di Pascuale y Alfredo Ferraresi.

Nuestro derrotero militante nos acercó al trabajo en villas. Con el Padre Jorge Goñi realizamos tareas en la villa de Álvarez Thomas, frente a la fábrica La Algodonera.

En 1975, nuestros trabajos políticos se bifurcaron, Jorge Goñi, cura obrero, compañero del Sindicato de Farmacia, en 1968, participó junto al Padre Rolando Concatti de la fundación del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. También, desde la villa de Colegiales donde vivía y participaban Eduardo y Rosa, fundó el Equipo Intervillas (precursor del Movimiento Villero).

Eduardo entró como operario en ´Fate electrónica´ y yo quedé embarazada con complicaciones médicas y reposo absoluto.

En esa época, la tendencia revolucionaria se nutría de cuadros políticos que surgían de fábricas, universidades, escuelas, y barrios. Y en esa corriente de ideas y proyectos nos encontró el golpe militar de 1976.

Santiago Eduardo -nuestro hijo- nació el 29 de abril de 1976. Desde ese momento y hasta el día del secuestro de su padre todo fue angustia y zozobra.

Los compañeros de ´Fate´ le sugirieron que negocie con la patronal una licencia. Ya habían secuestrado a dos compañeros y a una de ellas se la vio en un Falcon marcando compañeros.

El 10 de setiembre, por la tarde, Eduardo fue a encontrarse con compañeros a Victoria, pero fue secuestrado y desaparecido.

Su vida -¡tan corta!, veintiocho años- y su militancia firme y decidida fueron el baluarte de su entrega militante.

Con su hijo y toda la familia lo tenemos en el corazón y en nuestra memoria. Y aunque el sufrimiento se haya llevado tempranamente la vida de sus padres, todos juntos, los que estamos y los que no, formamos un muro enorme que detendrá todo intento de derrotarnos en nuestra lucha para encontrar la verdad, preservar la memoria y hacer justicia”.

En el marco de recordación del golpe militar del 24 de marzo de 1976 que impuso la más atroz de las dictaduras de la historia argentina, hoy recordamos Eduardo O. Seghezzo, compañero de la Agrupación “Lealtad y Soberanía” del Sindicato de Farmacia en los años ´70.

El 11 de setiembre de 2010, se inauguró en el barrio de Villa Lugano la biblioteca popular que lleva el nombre del “Compañero Eduardo Seghezzo”. Asimismo, la baldosa con su nombre se encuentra ubicada en Av. La Plata al 1800.

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Un merecido reconocimiento Nuestra compañera de mil batallas, la escritora Stella Calloni fue homenajeada en la Legislatura Porteña. a periodista Stella Calloni fue declarada Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de los Derechos Humanos, siendo reconocida el lunes 7 de abril, en el Salón San Martín de la Legislatura Porteña.

El proyecto de Ley, aprobado por unanimidad, fue presentado en 2013 por los legisladores Juan Cabandié (actual Diputado Nacional por el FPV), Adrián Camps (MCPSA), Edgardo Form (FNE) y Virginia González Gass (PSA).

Este es un homenaje a su compromiso por la permanente búsqueda de justicia desde sus investigaciones y escritos periodísticos y, en especial, por el compromiso hacia la unidad de los pueblos del Cono Sur. Profesionalmente realizó grandes entrevistas a Fidel Castro, Hugo

Chávez, Evo Morales, Muamar el Gadafi, Omar Torrijos y muchos otros personajes de la historia con quienes cultivó una gran amistad personal.

Entre sus publicaciones se destacan crónicas, ensayos y libros como “Torrijos y el Canal de Panamá” (1975); “La guerra encubierta contra Contadora” (1993); “Nicaragua: el tercer día” (1986); “Panamá, pequeña Hiroshima” (1992); “Los años del lobo: Operación Cóndor” (1999); “Operación Cóndor, pacto criminal” (2001); “Argentina: de la crisis a la resistencia” (2002); “La invasión a Irak, guerra imperial y resistencia” (2002); “América Latina siglo XXI” (2004); y “Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia” (2009).

En el prólogo de su biografía Fidel Castro escribió: “Stella Calloni: Una cronista de la Historia suma admiración y es de obligada lectura.

Bien merece estar esta obra en la cabecera de quienes sienten la necesidad de conocer una vida ejemplar y saber la verdad histórica”.

Íntima Este libro, escrito por los periodistas Julio Ferrer y Héctor Bernardo, contiene un largo reportaje biográfico sobre la vida de Stella Calloni. La obra, de editorial Continente, lleva un prólogo de Fidel Castro.

En los oscuros años de la dictadura cívico militar Stella Calloni brindó su casa para dar refugio a muchos compañeros nuestros, demostrando un enorme coraje y un sentido de la solidaridad que podría haberle costado la vida.

Stella Calloni pertenece, además, a la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).

Stella es, además, una gran amiga del Gremio de Farmacia, Sindicato al que se vinculó en los últimos años de la década del 60 y continúa hasta el presente. Mantuvo una enorme relación personal y política con Jorge Di Pascuale, Alfredo Ferraresi, Pepe Azcurra y Horacio Mujica, como lo sigue siendo en el día de hoy con todos nosotros.

Suele participar en nuestra Sede Central de nuestros actos y eventos militantes. También se destaca como colaboradora periodística de nuestra revista institucional, “El Trabajador de Farmacia”, con artículos esclarecedores sobre la realidad latinoamericana.

Por todo y por ser un ejemplo de vida, te felicitamos por el justo reconocimiento que la Legislatura te brindara y te decimos que los trabajadores de Farmacia te abrazamos con todo nuestro cariño. ¡Bravo, Stella!

Víctor Carricarte - Secretario General

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27 de Abril de 1979

Primera huelga sindical contra la dictadura militar genocida ras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el gobierno de facto impulsó un duro ataque contra el movimiento obrero. La abrupta caída del salario real pudo implementarse gracias a la intervención de la CGT, la disolución de las 62 Organizaciones, el encarcelamiento de los principales dirigentes gremiales, y la persecución, asesinato y desaparición de miles delegados y activistas. Más del 60 por ciento de los detenidos desaparecidos fueron trabajadores. En ese contexto, la resistencia fue inmediata, pero inconexa, y sin una conducción unificada.

Desde 1978 existían dos agrupamientos con enfoques distintos sobre cómo encarar la lucha contra la dictadura. Por un lado estaba la CNT, luego llamada “Comisión de Gestión y Trabajo”, que manifestaba algunas críticas, pero ante todo buscaba tener un canal de negociación y diálogo formal y permanente con el gobierno. Por otro lado, estaban “Los 25”, que impulsaban un enfrentamiento más frontal contra la dictadura.

La Comisión de “Los 25”, conformada a fines de 1977, incluyó entre sus reivindicaciones la liberación de dirigentes y delegados presos, la restauración de la legislación laboral y sindical, el repudio

a la política económica de Martínez de Hoz, al tiempo que reclamaba por el regreso de la democracia. Fue uno de los principales afluentes que derivarían en la conformación de la CGT Brasil, y de sus filas salió el secretario general de ésta, Saúl Ubaldini, que militaba en el sindicato de cerveceros.

A fines de 1978, en una reunión de dirigentes peronistas, se leyó un duro comunicado contra la dictadura. En el documento se reiteraban los reclamos.

La intervención militar de la CGT citó a Saúl Ubaldini para apercibirlo severamente. Estaba todo dado para una medida de envergadura.

El 21 de abril de 1979, “Los 25” decidieron convocar a una jornada de protesta entre las 0 y las 24 horas del día 27. El gobierno reaccionó rápidamente e intimó a los dirigentes a comparecer a la Dirección EL BOLETÍN DE

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Nacional de Relaciones Laborales para responder un cuestionario.

Les preguntaban si estaban al tanto del paro y de la violación de disposiciones vigentes que esa medida significaba. Se les requirió también la opinión sobre la huelga y qué actitud tomarían frente a la misma. Ninguno de los interrogados respondió.

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La mentira tiene patas cortas Anunciada la huelga, los diarios del 24 de abril señalaban que habían detenido a “la casi totalidad de los dirigentes del Grupo de ´Los 25´”. También se supo que los dirigentes ratificaron la medida.

Los detenidos fueron llevados al Departamento de Policía, y posteriormente alojados en la cárcel de Caseros. Además de Ubaldini, quedaron detenidos Roberto García (taxista), Carlos Cabrera (mineros), Roberto Digón (tabaco), “Pepe” Azcurra (Farmacia), Raúl Ravitti (ferroviario), José Rodríguez (Smata), Natividad Serpa (Obras Sanitarias), Delmidio Moret (Luz y Fuerza), Víctor Marchese (calzado), Alberto Campos (UOM), entre otros.

El día 24 un comité de huelga clandestino, del que participaron los dirigentes de Farmacia Horacio Mujica y Alfredo Ferraresi, ratificó la huelga. Al reclamo general le sumaron la libertad de los detenidos. Ante los hábeas corpus presentados, el gobierno respondió que los sindicalistas habían infringido la ley 21.400 que prohibía las huelgas. Con todo, tres días después la medida fue llevada a cabo.

Se convocó a los trabajadores a realizar una protesta en todo el territorio nacional en demanda de la restitución del poder adquisitivo del salario, la plena vigencia de la Ley 14.250 de Convenciones Colectivas de Trabajo, en oposición a la reforma de la ley de Asociaciones Profesionales y de Obras Sociales y en favor de la normalización sindical.

El acatamiento no fue total pero tuvo importantes repercusiones. Afectó principalmente al cinturón industrial del Gran Buenos Aires, a las ciudades más importantes del interior del país y a fábricas como Celulosa Argentina, Chrysler, Santa Rosa, Mercedes Benz, Águila Saint, Peugeot, Citroën, y La Cantábrica. Las líneas Roca, Mitre y Sarmiento quedaron completamente paralizadas.

El gobierno acusó el golpe. La dictadura duró algunos años más, pero ya mostraba fisuras en su aparente poder omnímodo. Varios días después, y luego de intensos reclamos en el país y en el exterior, los dirigentes fueron liberados.

Un mes después del Paro Nacional, la ADEF sufría otro golpe durísimo. Los esbirros de la dictadura secuestraban y desaparecían a la compañera Graciela Beitone, empleada de la Farmacia Gastronómica de Capital Federal.

on la intencionalidad de priorizar mezquinos intereses políticos, el pasado 10 de abril un sector gremial llevó a cabo una medida de fuerza contra el gobierno popular que reconstruyó la Argentina y la puso de pie. En ese marco, un impresentable dirigente tuvo la caradurez de mencionar la figura legendaria de un verdadero líder gremial como fue el compañero Agustín Tosco.

C

No sólo lo repudiamos quienes lo conocimos desde el campo gremial, sino que la propia hija de Agustín Tosco salió a refutar esas palabras con una carta pública. Malvina Tosco -que trabaja en la Municipalidad de Córdoba- se sintió muy molesta con la utilización de su padre, uno de los principales actores del “Cordobazo”.

Pablo Micheli tiene que asumir la responsabilidad de la decisión que él toma de estar sentado al lado de Moyano y Barrionuevo. Que diga que no tiene dudas que Agustín Tosco hubiera parado, me ofuscó y me llevó a escribir esas líneas.

Yo me siento parte de la izquierda, pero me parece que un paro general no se ameritaba en este momento. Hay otros métodos y herramientas que utilizar para poder seguir teniendo conquistas para los trabajadores. La izquierda tiene que aportar para construir.

Crecí entre gobiernos de factos, mi adolescencia la viví en una dictadura militar, perdí a mi padre perseguido por el terrorismo de Estado, hoy mis hijos crecen en democracia, libres, sin miedo de opinar. Es de soberbios, engreídos, irrespetuosos decir lo que mi padre hubiera hecho hoy.

En Córdoba, mi gremio no adhirió, para mi satisfacción. Todavía quedan conquistas por lograr para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y seguramente muchos tendrán diversos reclamos que hacer. ¿Un paro general? La verdad que no me atrevo ni siquiera a pensar qué hubiera hecho mi padre, que caradurez la de estas personas que se atreven a mencionar a Tosco y a Walsh, verdaderos héroes de la historia Nacional. Hoy, hay que enarbolar las banderas del trabajo para construir, para aportar cada uno desde su lugar ideas, ideas de manera solidaria, sin egoísmos ni apetencias, sin intereses personales, para que nuestro país crezca, crezca democráticamente y se afiance esta democracia, que tanto dolor nos costó conseguir.

Yo no me adherí al paro, y no sé qué me hubiera dicho mi papá.

Malvina Tosco

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PADRE MUGICA

El cura nacional y popular a dura realidad que había conocido como seminarista en el Chaco y las fuertes convicciones por la justicia social, acercaron a Carlos Mugica a formar parte de los Sacerdotes Tercermundistas en 1968, y del Equipo Pastoral para Villas de Emergencia, que lo llevaría a militar activamente en Retiro.

Ya en sus primeros destinos como sacerdote tuvo problemas. Él mismo lo recordaba con humor: “Creo que la misión del sacerdote es evangelizar a los pobres... e interpelar a los ricos. Y, bueno, llega un momento en que los ricos no quieren que se les predique más, como sucedió en el Socorro cuando me echaron las señoras gordas que le fueron a decir al párroco que yo hacía política en la misa”.

Su identificación con el Movimiento Nacional lo lleva a apoyar sin reservas al Gral. Perón a su regreso a la patria. El 17 de noviembre de 1972 acompaña al líder en el avión que lo retorna al país después de 17 años de destierro.

Ya con el Peronismo en el gobierno, acepta ser designado -ad honorem- como asesor en el Ministerio de Bienestar Social.

Pero su lucha era a derecha e izquierda. Cuando el 1° de mayo Perón se enfrenta en la Plaza con un sector de la juventud, ante la retirada de éstos, el sacerdote -que cuestionaba la violencia de los grupos armados- se quedó en la Plaza apoyando al líder, junto a la mayoría de los trabajadores presentes.

En esos días, López Rega anuncia un proyecto para erradicar

las villas de emergencia de la Capital Federal. Mugica expresó públicamente su cuestionamiento. A partir de ese momento, no pudo volver a ingresar al Ministerio, pero su coraje lo llevó mucho más allá. Se presentó en el Ministerio sin audiencia previa, pidió hablar con López Rega, y lo cuestionó duramente. Ese mismo día le dijo a unos amigos: “López Rega me va a mandar a matar”.

Así fue. El 11 de mayo de 1974, luego de celebrar su habitual misa vespertina de sábado en la parroquia de San Francisco Solano, en el barrio de Flores; fue ametrallado en la calle, apenas salía. Una manera infame de acabar con la vida de un hombre digno, que siempre respetó su mandato interior, ese que nacía de su pueblo y que se prolongaba luego en su propia voz.

Miles de personas desfilaron ante su féretro y lo acompañaron durante 50 cuadras hasta Recoleta. Su muerte fue un preanuncio de lo que vendría. Era una figura simbólica y carismática que la oligarquía -que lo consideraba un traidor a su clase-, y las Fuerzas Armadas no podían tolerar viva mientras preparaban el gigantesco genocidio.

En 1999, en un acto de justicia, sus restos fueron trasladados a la Parroquia Cristo Obrero, de la Villa 31, donde amó y fue amado sin condiciones.

Desde entonces, está en el corazón de su pueblo. Un lugar que comparte con Juan Perón, Evita y monseñor Enrique Angelelli.

ACTO POPULAR EN ADEF on un recinto colmado de trabajadores y militantes que acudieron espontáneamente a la convocatoria, se llevó a cabo el novedoso hecho de articular la organización del mismo entre distintos agrupamientos que le dieron, cada uno a su manera, un colorido marco de diversidad y matiz político propio.

Los oradores fueron Rodolfo Fernández (Agrupación Jorge Di Pascuale), Fabián Feldman (Sindicato Docente), Gerardo Codina (Confluencia), Federico Martelli (Movimiento de Unidad Popular - MUP), cerrando el acto el Secretario General de ADEF, Víctor Carricarte.

Al referirse a la importancia que tiene

para los trabajadores la celebración del 1º de Mayo, Carricarte hizo una pequeña introducción recordando los orígenes de las luchas obreras y, en particular, la llevada adelante por los obreros de Nueva York a fines del siglo XIX, y que culminó con el ahorcamiento de sus líderes a quienes desde entonces se los rememora con el nombre de “Los mártires de Chicago”.

Seguidamente, se extendió por las luchas de los trabajadores argentinos que transformaron, durante el Peronismo, a esta fecha de lucha en una de fiesta y celebración por las conquistas alcanzadas.

Ya finalizando sus palabras, nuestro Secretario General hizo un análisis de la actualidad donde exhortó a “reflexionar, EL BOLETÍN DE

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sin abandonar la lucha por nuestras reivindicaciones”. Calurosamente aplaudido, los presentes cantaron la marcha peronista y se retiraron con la satisfacción de haber concretado un acto de memoria y de justicia.

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Gabriel García Márquez (1927 - 2014) Fragmento del discurso de Gabo al recibir el Premio Nobel de Literatura

Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

ace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970.

Los desaparecidos por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes violentas en cuatro años.

… Creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo... … ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.

Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte.

En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía.

De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega.

Muchas gracias.

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Gabriel García Márquez “Ante esta realidad sobrecogedora, que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.”

Querido Gabo, seguirás siempre presente en el corazón de Latinoamérica y el mundo con tu poesía, tus letras, tu pasión y compromiso. ¡Hasta siempre, compañero!