BREVE HISTORIA DE LA VIRGEN DE MEDJUGORJE En un pequeño pueblo de Bosnia-Herzegovina llamado Medjugorje tienen lugar con cierta regularidad apariciones de la Virgen María. Este acontecimiento, también conocido como Fenómeno de Medjugorje, atrae a millones de personas procedentes de los cinco continentes derivando en un importante cambio en la vida de los habitantes del lugar. La historia de las apariciones de la Virgen de Medjugorje se remonta al 24 de junio de 1981, día de San Juan Bautista. Los protagonistas fueron seis muchachos con edades comprendidas entre los diez y dieciséis años. Según el testimonio de los niños, estaban dando un paseo en las inmediaciones del pueblo, concretamente en la Colina de Podbrdo, cuando de repente les llamó la atención una intensa luz. Al acercarse, vieron que la luz tomaba la forma de una hermosa mujer que se mantenía suspendida en al aire, a un metro del suelo. La impresión fue tal que los muchachos huyeron despavoridos, sin saber la identidad de la misteriosa mujer. No obstante, las apariciones tuvieron lugar en los días posteriores y esta vez, la joven dama no se aparecía a todos los muchachos por igual. Por otro lado, los familiares dudaban o recelaban de la historia que les contaban los niños a pesar de que la sorpresa y la felicidad estaban reflejadas en sus rostros. Al tercer día, la mujer de la luz reveló su identidad: era la Virgen María (o la Gospa, como se la conoce en el país balcánico). La historia de las apariciones de la Virgen de Medjugorje comenzaba a cobrar fuerza cuando en los días sucesivos los acontecimientos comenzaron a llegar a las autoridades. Por aquellos días, Bosnia-Herzegovina no era más que una región de la ya desaparecida Yugoslavia. El país vivía bajo el yugo de un régimen declarado oficialmente ateo y las autoridades no tardaron en dar con el paradero de los muchachos y someterlos a duros interrogatorios que incluían ser examinados por psicólogos. Para sorpresa de las autoridades del país, los informes de los psicólogos arrojaron unos resultados positivos para los niños alegando una excelente salud mental, descartando de esta manera cualquier atisbo de locura que en un principio se les acusó. Sin embargo, las hostilidades no cesaron y en el sexto día de las apariciones, los niños volvieron a ser detenidos. En esta ocasión, las noticias acerca de los “acontecimientos” de Medjugorje ya habían salido en la prensa local y llegado a los oídos de un grupo cada vez más numeroso interesado en el Fenómeno. Los niños fueron llevados a la ciudad de Mostar, donde le realizaron nuevas pruebas e interrogatorios. El resultado fue el mismo que en la anterior ocasión. El séptimo día de las apariciones, el 30 de junio, los representantes del Gobierno yugoslavo “contrataron” a dos señoras de la aldea para secuestrar y detener a los niños una vez más. El intento de secuestro no salió como estaba planeado: las dos mujeres también fueron testigos de la séptima aparición y oyeron a los niños cantar y rezar el Avemaría. Intentando por todos los medios evitar caer rendidos ante las evidencias, las autoridades optaron por prohibir el acceso a la Colina de Podbrdo el 12 de agosto de ese mismo año. Desplazaron helicópteros y camiones llenos de soldados con perros entrenados para patrullar y vigilar el lugar de las apariciones. No obstante, los seis primeros videntes continuaron contactando con la Virgen con independencia del lugar en el que se encontraran.
Años después, el régimen desapareció y Yugoslavia, después de una sangrienta guerra, quedó dividida en varios estados independientes. Por otro lado, la fe en la Virgen de Medjugorje se mantuvo intacta, aun durante el transcurso de la actividad bélica. Curiosamente, a pesar de que Bosnia-Herzegovina fue uno de los futuros estados que más había sufrido la guerra, el pequeño y tranquilo pueblo de Medjugorje no se vio afectado por este triste suceso. La fe se impuso a la guerra y en la actualidad, el Fenómeno de Medjugorje es un acontecimiento mundialmente conocido y, como ya se ha explicado en las primeras líneas, millones de personas de todos los rincones del planeta realizan una peregrinación al lugar que en el pasado reciente fue objetivo de una brutal guerra que segó la vida de miles de personas.
Imagen y santuario de la Virgen de Medjugorje.
Antonio López Ramírez