SUMARIO.
Colt~lccibtrL i q o (mnntiunc~on)i..............................
lvilnjenfo y ICE Conqrristn, pos el Doctor Gustavo ~ a o i Mejiir ~ o Ricai't ..................................
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(Es cuanto dexo escrito de esta obra) Fue el nonlbrada Francisco de Bavadilla, cavall' ivito de nse sus Calarrava, con salario anual de 280,000 maravedis. F fiivo: en 21 y 30 de Mayo 1489. Mas no hallo se tsa despa;e en el charle hasta Abril del año siguiente, .. Vez hubo de patio de la Alhamlira de Granada sobre cincuenta cie csu3 queiusu>, i+odearal Rey, i n~olestarlecon iiicesantes clamores, llega ndo su osadia Iiasta insultar con dicterios ilos hijos del Alnlirairte qe. ser. .. vian eri Palacio. .. Bovadilla fue despachado y partro a rnetliados de .lulio de 1300 en dos carabelas con veinte g cinco hoiiiw. asoldados para servir alla por el tienipo de un año, i seis religiosos, enti-e ellos fr. Alonso del Viso, Beiiedicto, Fr. Juan d e Trasie rra, Fr. Juan F~*arices el vermejo (llamada al margen qtie dice: Est e Iiigar 7 r, de los Religiosos aunlentese, añadiendo los narncs. d e otrob -7, ia causa de sil ida, y qe. todo fue dispn. del cardl cislis. conf'. a !o q*. trae Comer. de reh. gen. Ximenii V. p. 33 b) q. Y vease sobre esto á hora 6 Quinfanilla, Vida del Cardl. cisn: 1111 9, i si fr. Rui, i Francon Ovando) con SLI compañero llamado asi mismo f .* ces. todos tres del orden de S. Francisco. Ademas de ia proviaencias de Pesquisidor Gobernador llevo una U. CeduIa y\ satisfacer los s~ieldos5 quien se devieren, las cartas credenciales convenientes i blanco (Alante., Las Casas) con facultad y otras muchas fii s qe. itibieren par bien favorecerse de ellas de dirigirlos fi los
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en caso necesario. Mandosele especialmente conducir y restituir 5 sil natziraleza y libertad varios indios vendidos por. esclavos eiz las Andalucias que ya de antemano estaban friera del poder de siis dueIios depositados en Pedro Torres, cantinero de la Casa Real. .. Aport6 (Bovaclilla) Sto. Domingo en Ultin~osde Agosto (Asi Fdo. Colon c a p . 85- Casas t. 114. dice que llego eii 23 de Agosto). El Almte, estaba en la Concepcidn, y e1 Adelantado en Jasagua, estingziienrlo las reliquias Oe las turbacs. pasadas. Ya sugelos los esps. bulliciosos con el castigo de unos pocos i el fi-eno de la jtisticia, los isleños quieros i s~~rnisos, en aiige las minas. entabladas las labor-es clel canipo, apen*. quedaha olistAculo pa. establecer el buen orden. Llega entonces el remedio pasa un mal que no havia y el que se creyo nierlicanto. saliidable aplicado intenpestivanite. se conviel-te en ponzoña. .. Idos malcontentos. .. preocupan al Juez con niil chismes, en particr. sobre haver sido ajiisticiados siete españoles i hallarse presos en el fiiei-te D". Hei-ndo.de Guevara, Pedro de Riquelme i otros tres tnas y;i sentenciados i proicimos á Fa misma peiia. Bovadilla publica sola la pruvision que le autorizaba para conocer en las c;iusas de los sediciosos. En seguida requiere á Dn. Diego C ~ l o nTente. de Sto. Domingo i al Alcalde Rorii-Fgo Perez que le entreguen los cinco presos coi? sus cawsas. Ambos responden pidiendo espera de la provision a fin de remitirla al Almirante. . Niégase 5 su demanda Bovadilla. Otro Dia pt~blicadoSLI titulo de Governador. . . repite tina i n~ucliasveces íiI anterior requerimiento. Y como D. Diego y Perez per-sisIiesen del Pueblo qtie eii gran parte se le ofrecia gtistoso, maiornrente los que ienian sueldos devei~gados, y fiie con mano poclei-osa á la fortaleza. HalI5ndola ce~.i.ada,i al AIcairfe Miguel Diaz sobre las Almenas con espada eii mano disprresto fi defenderla, hacele notificar los despachos reales. .. Diaí! pide traslado y tiempo, rnostrhndose pronto á obedecer cpre. qtie se le exibiese orn del Alrnt@.por qn. tenia el cargo. .. Rovadilla.. . manda derribar las puestas de la fortaleza. . . entra y se apodera sin resistencia de nadie, visita los presos i 10s pone 5 cargo del Alguacil Juan de Espiiiosa. Embio luego a notificar sus desps. al Alrntr. para que viniese a su oliediencia: esto secameilte por un. Alcalde, sin acompañar una carta de atencion. Menos atento piocedi6 en sus bienes. Tomóle la casa y se aposeritó en ella. Quanto Iialló pertenecerle de todo se apoderó i sirvió como de cosa pldopia. Asi mismo de 10 que perlenecia al R1. Erario. . distr.ibuy6 algs. cantidades a cuenta de sueldos alrasados. .. concedió por término de 20 años licencia gral. p" sacar 01.0 con el impuesto. .. de la IIa. en
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vez de la tercera y las diez mas qe. antes se exigian. Con estas larEiiezas ganó el concepto i aficion de Ea gente. De1 mismo ntodo (discurria el Alnite.) procedió Alonso de Ojeda, fiiigienclo poderes de la Coi-te: semejantes recelos psodiijo despires la llegada de Vicente I'añeí! Pinzon con quatro navios: Salid falsa la voz de otra mayor armada (atribriida al mando de un hermano del Alcalde. El del Alcalde Alunso Percz, se llamaba Nico15s). . . Mandó cartas ií los Religiosos recien venidos. Nadie le respondió.. . Voz (de que psesurniere rebelde repugnar la jurisdn. sea1 auxilade de varios caciques) que se divulgó sin. fundamento que se sepa. Enteridio luego el A l i i ~ ~lo~ .cje. pasaba. .. con la llegada de Franco. Vel;izquez Tente. de Tesorero quien acompariado de fr. Juan de Tr-;isier-i-a le entregó la credencial en qe. se le ordenava prestar fe y obediencia á Bovadilla. Fuese a la Capital mui solo y 1 pr. quitar sospechas. Sabelo Bovadilla i al momento pon1 Diego Colon preso y alierrojarfo en iina ca t-avela. Venido el ~ I L I-. I sin perniitirle llegar*a su vista le hace conducir 5 la fortaleza y aseguriirle con gsiIlos. En cegiiida le ordena qe. escriba al Adelantado Dn. Bartoloi~~é, se venga llano y obetliente. Cumplen ambos. .. y el sale de zozobras aprisionando a1 Adelantado con igual rigor. Pedi-o Martir habla de un runior vulgar segun el cual el AlmtC.habia escrito en cifra al hdelo. previniendole venir can mano armada y este hahia venido con gente, pero habia sido sorprendido delante (le 30s sirjrossin qtie estos pudieran defender-lo; pero el mismo Martir cree este runior iiacido en EspaRa. sin que nada le justifique en los cargos de la pesqiiisa secreta vista ó extractada por Cosaris) . . . El vulgo ruin nada esperaba ni temia de eIlos (los ~olones)i por otra parte creia que en cargarlos de culpa hacia su negocio y el riel Govei-nador. Así logró este llenar á su placer los procesos de la pesqiiisa i residencia qe. devia tomar; doiide resultó probado con multitucl de' testigos qe. el Almte.era la raiz i fuente de los males de la colonia. .. No se perdonó á las interpretaciones mas torcidas ni á maiiifiestas cñliimnias. Como el Govr. huvo concluido de la pesquisa secreta, i las dos caravelas en qe. havia ido estuviesen prestas a la partida resolvió embiar rí Esp" los tres hoin" presos i alierrojades conio estaban cil cargo de u11 hidalgo de confianza Ilaiitado hloriso de Vallejo, el ciial fue á la Fortaleza para entr~qarsedel Alni"'., i sacole de n ~ o d oq t ~ ele dio ocasion pa. recelar si le ivan á cortar la cabeza, con qe. sus enemigos consi~uieronreducirle al 111timo extremo de turbacion y a~~gustia. ., Rlaridiola (Bovadilla) etiteramente (la vara de la justicia), meji3r diré no usó los oficios de CI
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Gobernador y Juez sino para indultar á los delinqlientes, 1ioner' ein libertad á los presos y dar fomento 5 los excesos cori la inipiinidad..,. Rovadillii.. . . tambien la tiivo (considerdcion) i otros p8. respeius justisimoc; pues á los casados dio un tercio mas en el repai-timto.de tiei-ras, i 6 los clerigos consigiiió anualmente ciento y cincuenta castellanos, esto es veinte y guatro onzas de oro dotacion harte pingue pa. aq? tienipos. . . . Alirid la mano en conceder vecindades, tierras é Indios. . , Consintió Fas corserias por el pais i la libertad de tomar 3 los naturales de qualquiera edad y sexo i servirse de ellos en quanto sugeria la vanidad, e1 antojo, el desordenado apetito. Las heredades y granjerias qe. se ttenirin por cuenta de la R. Hda., él las vendió á precios bajos. . Vendio tam bien los caballos, yeguas, J' otros ganados pert3. al Rey, al Almte. y sus herrn" de este. .. Eran elElos (lo!; Espafiolcs) segun Casas unos tres cientos: i fiiesen al doble segui1 conjeturo yo: 2 (2 al margen: Casas de 300 en var" Itigrises ae ios psim". caps.. . sin otra razon sino qlie eso informo Colon ser bastantes. En realidad eran muchas mas los qe. havia antes de ir Bovadilla: hasta considerar el NuniO.de las parciales de Roldan. Pues con Rovadilla pasaron como unos ciento. Considerase ademas qr. estaban pobladas la Vega, Santiago, el Ronao, Sto. Domingo, Jaragua, las minas nuevas, las viejas y acaso las d e Cibao: sin contar liered: distantes etc) (Junto a la ribera occidl. de Haina fi 8 leguas d e Sto. Dgo. estaban las minas ntievas, asi llamarlas 5 diP. de la viejas o de S". Crictobal qe. estaban sobre el mismo rio A la vanda de oriente). . Tales frutos (engreirse los colonos. .. entregarse a la disolucion i supeditar á los Isleños de mil maneras) produjo la sobrada conteniylacion i blrindura del prente. gobierno. (Bovadilla, ni aun tlespues de su deposicion y mtierte: antes Iiicieron honor su memoria. (El juicio de Oviedo sobre el Grzo. de B1In. revela sil superficialidad) ... Cree su aliento (el de Colon) en la n;ivegacibn i viendose tratado con respeto 1 amor por el Nauts AndresMartiny el Canp. Alonso cle Vallejo.. . los cuales aun quisieron quitarle los grillos, mas el no lo consintió, Llegado a Cadiz 1.ecibió luego satisfacciones mas sólidas. Porque la vista y consirleracion del heroe qt. descubrio u11 nuevo mundo á beneficio de f i ~ Monarquia Espaficila, tratado en ella misma tan indigna v cruelmente, produjo un escindalo general q\ aun dwr-a hoi dia :ron (los Reyes) testirns. piiblicos de haber sido contra su id la prisión del Almte. y sus herms.. .escribiendole al punto con palabras de amor y gratitud y le libraron una considerable suma pa. qe. fuese a la corte qe. se hallaba eii Graiiada y se prtase. AiIi como ^ L
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ti-iurifante c is vestidos y lucido accinipañamiento. Fue en efecto acia 1 : 1500 i derramó su coramn ante el augusto Ero110.. . . Mil cuiiiuaces (decia) me ha darlo el niundo y a todos resisti ytiesta mi esperanza en el criador. Su fuerte brazo me ha sostetiido i sostiene. Del nuevo ciclo g tierra qe. indico p% Isaias g S". Juan me l~immensajero: rnostronie aqs. t-egioi~es,cuya herencia teriia reservada p., engrandecer e[ Sefioi-io de la Kei~iacatálica . .. A pesar del favor de la rnagnaiiiriia Reina.. .. nie han deprimido a despreciable y vil. ¡Quien creyera tal en la condn. de4 homb . .. (Muñoz tr-anscribe toda la carta al riacion de t,aiita nc -!-. ..?A * Amo qe. Iiavla hiuu uri E,-.D. Juan) que termina: <<Mi corazon qc. os ama me asegura de oro anior. Del qual nie prc tantas mercedes v gracia que re~nediiidosniis agravios, seré iido y aun acrecentado en dignidad i honia.
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Ningun merito se hizo de la pesquisa. Reproi~oce!a conducta de Kovadilla y se acordó su deposicion . .. Solo en el ejei-cicio del gohierrio parecio necesario suspenderle Itasta qe. depuesto BovadiIla, sabirlos sus excesos. .. se proveyese el reniedio a todo. Para rr-i Io cual se acor-do confiar interinarnentE.el mando de Indias a du frei Nicolas de Ovando. .. cavaElero d e Singular integi-¡dad uso y yi4utlenciaen cuia disposición. . . . influyo sin duda el haver Colon sriplicado qt. no se Ee embiase a goberiiar la isla en qtO.no hubiese otro pueblo, esto es, otra gente, pobladores de buenas costumbres v aplicacion al trabajo.. .. Entendiese en el despacho de Ovando con algtrti detenirnieiite.. . Se tratava de fundar otros estableciniienios eri el conti riente coi1 su govery. particulares sugetos al general qe. debia residir en la Isla Española. Las ideas y miras acerca del Nuevo Mu~idose habian engrandecitlo sobre maiiera.. . Aumentaba el ce!o de nra. Carte la en~ulacionde otras Potencias qe. havian hecho sus .expediciones y tentativas en aquellas partes. . . Con motivo de la lic? general p". descubrir y rescatar las 111dias riada en 1493, se apeo-cibieron á ello varios navegantes. Ya despachados pr. el Gobierno se tardaron tanto en disponer sus yiajes qe. antes cle verificarse vino el Alrntc. i logro se suspendiesen so color de sus pi-ivilegios.. . (Muñoz califica a Oviedo de autor lige-
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ro y hlto de rlocuinentos)
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Autorizados nros. Reyes pr. la donacion pontificia p". enseñosearse del Hrnisferio occidental, tratan de asegiirar su presunto derecho estableciendo siis armas y colonias en distintos parajes. Y para Iograr el fin con mayor facilidad, valerse del entilsiasmo y la
Iodos los Iiabs. de la isla paguen a los 01". : K !la decima de q'". adgiiisiesen salvo el ganado maior sobre el qiie se inipone la octaha.. en1blar .I 7 religiosos Franciscanos por cabeza fr. Alonso del Espinar con todo lo necesario ya. fundar conveirto p ten-iplo de su orden en S. Domingo de la Espana. primer. semillero cEe opei-arios evai~gelicos en aqs. partes. Ernbiase tarnbien 4 PresEiq. secul;ires, Pedro Diez de l a Costana, Alor~sode IIIescas, Ferndo, Guiral, Alonso Fesnandez. Jose Alonso del Viso del orri. de Calati-;iva, vencidado en la Esprifiola. se ordena qe. buelva i goce el salario qe. tenia. no fi nii ver el atimento por Rovadilla sino el qe. señaló el Alrnk., cuias consgn? l ~ a v i a nde seguir abonandese á los cl6rigos declicados al Ministerio Santo (Muíioz llama Jrnifi~sá los Indios). . En quanto á los Españoles se ordena que a qiiien el Alinze. coricedio vecindades i raices, si tubo poder pa. darlas, se guarde sri posesion, se quite, sino le tiivo. Siendo cierta la facultad de Colon, solo ent i e n d o podia drtdarse, si abuso d e ella, danclo carta de vecindad fi sus genoveses. criados Y paniaguados. De ciia'lqiiier modo es resoln. ambigua, dada la solicitud de Ovando. ponia á su arbitrio las propiedades de los aniigiios vecinos. i no en su mano un freno p".
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sujetarlos. Declarase de ningrrn valor la franqrreza concedida por Bovadi~~a sobre los dei-cchos del oro el tercio segn.el asiento del Almtc., en adelante la mitad, eora se cogiese en niinas, 6 se rescatase de los Indios. Que para evitar el fraude nadie piiede sacar ni fundir el oro por si: ha11 de ir i las niirras en cuadrillas de á diez, i en cada una su caudillo de confianza, luego traer lo cogido á la fundicion real. .. Quanto necesitaren cle Esp;iña para usos propias, qvanto ernviaren (le allá, sera libre de los dhos. de entrada i salidii. Pero nadie podrá llevar cosa alguna coh nombre de mercaderia. Esto se reserva benf". del Erario, i el Factor real ha de ser el iinico mercader en vituallas, telas. vestidos, i arrnas i dernas frutos y artefactos de Eui-opa. Monopolio pestilet~cial!. .. Mas absoluta (que la reserva de oro, la cual era de la mitad) f ~ i ela reserva de los palos de tirite que. .. sin dist inci6n de especies se Ilamavan con la VOZ jenérica de br-asil. .. Se toman niedidas p". la conservación de estos Arboles, Verlase cortar alguno por el pie sino solamente las ramas, i la menos qe. posible fiiere. A la sazon se armaba contra el Turco y a este Titulo se auto~-izaá Ovando pa. tomar prestadas las sumas qc. quisieren alargar los Colonos con encargo de renritirlas a! puiito, junf;imte+con el oro que huvieren allegado y se allegase de las mercads. q*. lleva el factor Monroy cuio costo ascendia sobre u n ciento de masavedis (el valor total era de 1.221.048 rnrs.)
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El gasto de la flota qt. se disponia pa. la E s p a h l a , i de otra con que el AIm* devia segriir las descubriiiim~agotan el erairio. Er se eiiipleai~treinta biigeles, entre ellos ciiico naos desde nai asta ciento cincuenta tonelcidas, viente y cuatro cavaveras aesae treinta hasta noventa, i un barco de veinte i cinco. . . . Embarcatise caballoi i yeguas en No. de cincuenta y nueve; seis bueyes del govr., artilleria para las fortalezas de la isla, en esp'. p". 1tres quie se ni:3ndan construir de nuevo. . . A los R% Fraiicisco se p roveyjd de oc.ho ..te< - :-L.,.: ornamentos quatro cálices y todas las casas conve11--.. a su igiehda j comodidad, hasta de libros para estudio privado. . . .fueron A sueldo v costeados en rnat~teiilO. i flete, bledico, cirujano, Boticario, albañiles i deniás artesanos para las obras piblicacontiriertl do menos Andres VeEazquez comrc.de la flota pa. ida i venida [le asalariarse la (gente) de dos caravelas destinadas a servir eil la colonia bajo !as or? del Govr. De las pobl*. casados alistó Arriaga 73 qe. con SUS fans. hacian 202 personas (Casas dice qe. 40 farn*. pero es error maniftQ.lo qe. dije consta en los Lib". de la Contrn. de los empls. principales. Añadiendo alg9su~etosde clienta conio Franco. Diivila, Pedro de hrbolancha provisto oficial del contador Cuellar; el comendador Gabriel de Varela cantiiiero de la casa real; A10ns0 Sanchez de Carvajal, tarnein, cantinero, Factor del Alnite. i atitorizado del Ministro pamasistir a la fiindici6n i marca del oro, jiintamente can el lPeedorMarque Alvar Perez de Meneses, otro cantinero en quien se institrivo el oficio de R C h o rnaior de Indias con el objeto de proveer los IZeyes de halcoi~es,no consta qe. pasase, ni horrlbres d i p o de especial conmenioracion mas qe. las expresadas: sino es Bartoloine de fñs Casas, i~aturalde Sevilla, mozo entonces de pocos ados, el n~isrnoqe. en edad abanzatla esci-ib i i la presente historiri mtii escaso de documentos. 1
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En esta flota dice, se embarcaron hasta dos mil y quiilientas lo nias, persoiias nobles, caballeros g principales. (Casas ablrlta seguil sri costriinibre)' (Heñrera dlce lo niisrno ciipialido á ciegas v usando mal de los paps. qeatenia A la niano) (Erro Herrera con Casas en que dice el 15 Fbro. capitiilo Alo. de Meiidoza llevar 50 casados en la Ilota de Ovando, el 4".salió el 13 de fbro. en lo del Corntr. de la flota dicieiido fue Aiit0. de Torres; en que fueron 10 religs. sietldo 17; en el No. de los navios.} El No. total pudo ser, entraiido en cta. la ti-¡puln. Fue á la verdad una flota lucidisiina, tardando en aviarse al pie de cinco meses. (Todo lo dicho acerca del depa. del Govr., enipl" arniada, etc. consta pr. el sigte.gral. pr. el libro de arm? de Sevilla) (La arenga q" Herrera pone en boca de Eonseca parece E
fabrica del cronista; en la niieva del tempora1 qe. padecio 1~ flota no pudo darse i los Reyes en Granada,, .. dice se aiieg0 una nao grande en qe. perecieron 130 Iiornbres; no fue sino una caravela) El 19 de Fbro. Salieroii con Ovande 27 naves, el 20 las tres ren". al cargo d e Luis de A~I-iaga.Sobre las Canarias un recio temporal disperso la ff ota, i ocasianh considera bIes pei-ditlas. Anegóse uria carabela con toda sti p i t e . Toinada otra en aqa. isla con los supleiltW. necesarios, continiró el viage si11 ulterior desgracia. El Govr, con los buques mas activos aporto á Sto, Domingo el 15 de Abril, los demas algunos dias adelante.
El Aln-ite. se aprestaba pa. volver á descubrir. .. persistio en Granada con la corte (desde princs. del año pasado hasta el-n-ies de Ocir~bt-e) ... Se arde110á Ovando Ie l~icieserestituir toda cosa suya.., qe. se le atendiese coi] fa decima. . Sin descuento de ningunos dhos. ni gastos por especial gracia. Que en To sucesivo haga la 10". del brasil y de los metales, deducidos costos i la octava de lo qrie se g a n a s e en las mercancias estancadas, ponieiido él igual parte; con10 la puso de hecho las que IlevO la flota de Ovando . .. en quanto estuviesen serena y ordei-iadas las cosas de la Española, se concederia el gobieriio geil1. d e Indias a su hijo mayor, puesto qe. el asi lo quel-ia, considerando va slrs fuerzas debiles p". tarnaña carga ... blostro deseo Re seguii- los desciibrtoS.... i á pesar de las sugestsde ciertos áulicos.. . Si11detenerse por los gastos en coyuntura (le sunia necesidaci, le despachan A medida de su deseo. El. .. apresta qriatro naves, la maior de 70 toneles, la menor de 513, con ciento u qiiarenta Iiombres, entre ellos Ferriarido Colon, su hijo menor, i su Iieriiiatio el Adelantado de las Indias. Hacen d la vela de la bahia de Cadiz e1 9 de Majo. ., el 15 de Junio Slega á la nombrada Matininó. .. Descansó alli tres dias. .. acordó arribar á Sto. Domingo. .. con i~iteiitode trocar Lin navio bajo de bordo i n-ial velero, por otro nias cortado i mejor aiidcir. El 29 ya cerca de este puerto, mando en urra barca a1 capitan Pedro de Terreros á esponer su necesiclad al Gobernador, i pedirle licencia p.'. sui-gir en el rio. A todo se niega Ovando. Pudo tener orn. de no permitirlo, como se dio d Colon p".navegar i su destino en derechura con inhibición de tocar á la ida e11 parage algo. de la Española, ó receló qt. la indicada necesidad fuei-e 1111 mero pretesta 6 qc. de su condescendencia resultare alg". turbacion. Hasta alli l~abiaprocedido siri el iiienor enibar.azo. Obeclecido en todo y puesta en ejecn. las t.*. disposiciones, tenia despachados y prontos á salir los naílios q*. devian regresar, conrluciendo fi Bovadilla con oti-os pasa-jeros de
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cuenta, i una suma de oro capaz de subveriii á las urgencias de Fa corona: dijose no ser menos de doscientos niF1 castellanos, la niitad del Rey. Pareciera imprudericia detener la flota v aventurar la quietud del pueblo, pi-esentfindoIe el objeto de sus encontradas y terribles pasiones. Sabedoi- el Almte+de la resistencia de Ova~ido, se IFnlitÓ a pedir licencia p". abrigarse en e1 prierto porqlie amenazaba un temporal fui-ioso i advei-tir se srispeiidiese l a partida de la flota por ocho dias. La demanda i la prevencioii fuero11 igualmte. ilesectiadas. Salió la fiata y rio bien llegada al extremo 01-ie~italde la isla, sobrevino el temporal anrincial-lo. Húndese la capitana, con ella la mayor parte del cíit~rlal(SI) D. Castellanos, segun Bernaldez, cap 193) incluso el fa rnoso grano cfe Diaz v Gat'ay p3. los Reyes. Quantos en ella ibari, mueren a h o-~ a dos; el comendador Bovarlilla, irn cacfqtie, qe. el obispo C: isas d i c:e ser Guarionex el de la Vega, e n ~ i r c e l a d o hasta eiitonce!S: i otrcIS -- -..A, quatro presos. De los tiavios restantes, unos se pierrleii, otruh pnueccn infinito, de suerte qtre incapaz de proseguir el viage, brielven d e arribada 6 Sto. Domingo. Quat se vende, qiral queda inutilizae (lo. No mas de lino en qe. venian quatro mil castellanos d continuo su camino recto. Tras este IIegaro~iconcecte. otra( 5, los prinieros en 20 de Sete., los últimos para Nove. Idos citaaos autores (Casas, Fdo. Colon) exageran sin duda las perdida [a verdad. . . mui considerables. Puede asegrirarse que se 1 1 51 mitad de la flota, gran par-te cle la gente i la maior del tesoro. En la villa de Sto. Domingo afii-lila u n testigo ocular qiie se asrriinaron gsaii No. de casas. Fue al parecer un huracan (leshecho. P1-evinole el Almte. como sabio rnariilero, í logró salvar sus bageles, ciiinqe. COI] hartas irverias, de qe. se reparó en el puerto de Azua.
! Q u é de juicios i di.;crirsos no se hicieron sobre tan iiifilusto suceso! El obispo Casas se le figura lleno de misterios, i como testimonio de1 cielo en favor de la causa del AImtc. Iiiiita en esto i adela~ita las idea de Fern'l0. Colon ... Ambos hacen muy principal fundamenta en la triste suerte del corneildador Rovadilla, del ingrato Rolddn i gran número de sus partidarios. Mas no hallo prueb;is de que Ovando hechase fi estos de la Colonia, antes' hai indicios qc le contradicen. A Roltlán es cierto qe. no se le tom6 entonces residencia: mandósela tomar tres años adelante, i castigiirle si re-
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sultare culpado. Por donrle parece no haber muerto en aquella ocacion. De creer es, fallecieran algrinos de sza partido q? de su volirntad qiiisiei-on embarcarse, i a cuios deseos se prestara facilme11te el Governador, segun el espiritu de siic instrucciones, pero a nadie corista hubiese remitido ;i España de poder absoluto ó por causa de las diferencias antiguas. Ni meiición de ello aparece en las papeles del tiempo. Congeturo qe. ausente el Alrnt" concurrieron pa. acon~odarlosO dejarlos intactos !a cordura de sil apoderado Carvajal, i la prudencia de Ovando. Fuera de poco lugar darian á pasiones envejecidas 6 intereses presentes. Qua tita conmoción no debia cansar en los colonos del nuevo i exorbitante impuesto sobre el oro, rnaiorriiente con tan estrechas ordenes en favor de los i r i dios? Quanto el haber de restituir lo que va de la oncena paste S la tercia de lo adquirido en el Govier-no de Rovadilla? Exacción qtie arruin6 A los mas qe. se lravian dedicado a ririnas como escrive Casas, observando de paso la ii~felicidadque desde estos principios lia segriido sierrrlire al corriuri de Ios tiiiiiesos i la mejor suerte de los apIfcados á ci.iar. ~anridosi c~EtF\~arla tierra. Estos dice, fueron los bien librados; i pudiera estender su observación de Tos individuos á las naciones, de la crianza y agricultura a las artes todas concernientes a las necesit:ides de la vida. Mas deslumbra la raZOII el ansia de oro. el ejeni ylo de los pr-iineros pobladoi-es gran parte 2. Sin rniimar. de los reclen Ilegacfos vanse a las mirras coniarcanas del rio Haina como iina jol-liada de Santo Domingo. Ponense 6 calrar sin arte ni coiiocimt0.m tichos no acostu brarlos arites 5 semejantes fatigas. En brevcs dias consumen infructuosanrente sus fuerzrs i los restos de cornestibtes que sacaron de España. Con el cansancio, la falta de albergue i de toda comodidad, sobre Ia n~utacióndel clima, de los aires i aguas, erifei-man casi todos de calentura. Tratados con método y regalo, es creíble qrie ~ i i u ipocos dejaran de recobrar sii salud allí deslituidos aun del necesario sustento, miichos en descubierto y telididos p" aaq" ssuelos perecieron iiifelizmente nias de mil, segun el de las Cas;ic. (ca y. 6 ) Y aunque las numei-zciones de este autor son exageradas por lo comun, m i s sin dirdri fiado sti diclro en rumores originados de una n~ortandadmili notable, no solo en las minas sino tamen.en Sto. Dort~ingo donde apenas quedaría vivieiidñ conloda p? ssu antiguos colonos después del urachn qe. dest rui6 tantas habitaciones. Siar~ese[le esto la pronta traslacidi~ del ptieblo á la orilla optiesta del Ozarna: mudanza precipi'tada efi que unictC.se ateildia ri facilitar la cornunicaci6n entre la c:apitaI j
las demas viIlas de la Española, situadas todas a las parte Oeste. Pero no se consideraroti dos iiiconvenientes gravisimos. Uno la falta de buen agua siendo salobre la del rio i la de tos pozos i no liallai~dóseen la inmediacion fuentes qe. pudieran suplir. Otro, e l nial influxa de los vapores y nieblas que el sol hecha sobre la vanda occidental: daño tanto niaior quanto el pais es de suio caIiente i hurnedo, Menos se consideró la coyuiitura del tieinpo: muerta tanta gente, otra porcibn toda bia enfermos 6 coiivalecientes; unos pocos esclavos que havian pasado en la flota, huidas de sus amos. Los indios de servicio escacisinios, porque si bien no consta se les diese 6 anunciase expresanh. su libertad (&Ni supieron los indios ni a su noticia jamas llego qe. los Reyes los maridavan libertar, escribe Casas 11, 11. Parece también por el tiecho qe. los Higueyes, en quienes havia mucho trato, ignoraban sin duda qe. no los podían apremiará servir en pueblos de Españoles, puesto que lo temian, i pr. tanto lo pidieron como condición pa. la paz. Vid infr.) A lo que menos parece indubitable se permitio usaif de ellas á los qe. esiaban fuera del poder de los nuestros. Y aun sin cornunicarles las benignas ordenes del Gobierno, el no apremiarlos A servir bastava pa. qe. ellos se retimen lejos de una gente cuio trato Les dava grande sugecion i molestia. 3. Asi fue de hecho: i no solamemte faltó quien acudiese á los menesteres de los enfernios y debiles, sino tanm".al abasto y precisa sustentacibn de tantos españoles, como se juntaran en Santo Domingo.
Concurria pa. maior escazes la qe. es cóssigtc.6 los recios uracanes i el haver faltado la ptovision de viveres de la Saona: isleta 5 la sazon bien poblada i abundante de yuca i agos, puesta sobre el extremo sueste de la Española á distancia como de una legua. Entre sus habitantes i los colonos de Sto. Domingo habia buena correspondencia, i estos salian de tiempo en tjempo traer de allí bastimt@.en cantidad. Mas poco antes de venir la flota se cortó la comunicacibn pr. un accidente doloroso. Cargaban un barco de cazabe por aquellos isleños, i su cacique les daba priesa dando de aqui para alli can una vara en la mano. Un perro de ayuda que tenia por la cadena cierto españoi, dava muestra de arremeter al de la vara: asúsale otro burlando sin pensar lo que podia sucedei: el fiero animal sale de improviso con tal ímpetu que arrastro al que lo tenia, sueltase luego, da sobre el cacique; por presto qe. se quiso acudir. al remedio ya el infeiiz habia recbidio heridas mortales de
qc. fafleció 5 breve rato. Los Espaiioles tornan el barco á toda diligencia y dan la vuelta a Sto. Doniingo dejando los Indios suni;intc. serititlos 6 ii-ritados.
4. Iguales efectos produjo el fatal caso en los Haities vecinos, sohre todo eiz el cacique Cotubano O Cotuhai~aiiiáque tenia su estado fretmte de la isleta i era (fe los mas principales armoniosos. Este puso en arma toda aquella parte de !a Espanola qe. ocupa la cabeza del Siieste desde unas veinte y c i l ~ c olegiias de Santo Domingo hasta el golfo rle Sainaná i se llama la provincia de Iguey. Ya y"". aportó la flota constaba esta qc. deciati t-ebelio11i con s u noticia se alegr6 a los niuchos pobladores: coino qe. Iiabia guerra coiitra los indios levantados; i tendrian parte eii los qe. se condenasen a esclavitud i en el botin de la provi~icia. Lográseles su deseo avnqe. no con la proiititud qC. quisieran inuchiis. Acaso el movtD.de los higueyes estaba reducido 5 hir al trato de ni-a. geiite sin hostilizarlol;, i Ovando esperaba coiliponct-lo por bien abstetiiendose de manchar los priiicipios de u11 Gol>ierrio con actos de crueldad tan agenos de las ideas reinantes en la corte. Pero una oeacidli irnpi-evista le hizo iiiudai- de iilirno, pos el tienipo naisnio qe. disponia la traslacibn del pueblo capital, acordo Iiacer otro en el puerto de Plata donde se IlaiEa~raestablecido iin español coi1 su estaticla 6 co.tijo eri qe. Fiavia labranza i cria de gaiiados. Resto rinico de la poblacioii espafiela en la costa del Norte; poblacioi~ conveiiieotisima, tanto para la quietud i sugecion de gran numero de naturales qc. Iiabitaban aqa. parte, yuanto pa. la navegacibn, p". el forneiito de las villas (le la Vega real, i en fiii p". forneiitai- i promover el beneficio de las 11iin;is de oro en Cibao. Toinái-onse las niedidas condiicentes al iilteiito i se despachó izria caravela con número de pobladores. Oclio de ellos saltaron 5 tierra en la Saona i paseandose incautamente fueron asaltados y muertos por los Indios.
5. Sabido el hecho sin rleniora junta el Governador sobre trecientos Españoles, los mas sanos i fisertes asi del puerto como (le los otras tres villas, a saber es, el Bonao, Saiitiago y la Concepciori, i envíalos 5 vengar el agravio i sirhetar á Iguey bajo el mando Re Jiian de Esquive1 iioble sevillano. Apenas huvo resistencia de parte de los indios; escarmentarIos á las priiiieras choques desamparaban sus pueblos i procuraban esconderse e ~ ire t montes i breias. Si tal vez hacia frente algun esqiiadroncillo, esa deshecho en el iiistante, despavoi*idos los rn5s con el inipetu de los caballos y el tsonido i estrayo ile los tiros de polvora. Uiaos il otros qe. osaren
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defenderse con intrepidez ni frieron imitados, ni su ardirnt". sirvi6 de nias qr. acelerales la muerte i poner en manos del enemigo 5 szis incautos cor~ipafieros. M l i y en breve se redtijo la guesi-a 5 un genero de caza. Divididos en quadrillas lo!i Españoles, iarte i liran como á montear tras los isleños fugitivos; i en descubrie n d a a IgS. tropas de ellos, a las que huian persegiiiiinlos csuelinenre, .a los denlas toriiavaii por esclavos. - 1 -
Otra parte con el general embarcados en una carabela pasan 5 la Saoiia ciiios nat~iralesbien que l~iciesencara por un niomento para luego desvaratados Iiiiyen cada uno pos doiide puede esconderse en ctlevas i eiitre Irosques espesos. Persiguelos nr: l. gente ; i hechos presos todos los más hasta t ~ ni~nmerode seis o :ietecjentos, pasalos á cuchillo con suma inlitimaoidaíl. Por doiiae aquella isleta que solis llamarse el granero de Sto. ISoii~i-iii~go. qiietl0 casi enteraineo te desierta. Teniendo tan horrible suerte los Higuyes, despues de bien fatigados i ;ipocadas con ilices;iiites correrlas, eiivian mensajeros ofrecierirlo llanos i obedientes. Acepta Esquivel, en1pieza á venir al i-ea1 con sus caciques i principales rnostranclose prontos a qto. les ordenan, como cesaron !as hostilidarfes, i i i se les forzase á servil- pr. sus personris en pueblos de Españoles. Otoxgada esta derilanda se asentó !a paz con la condición de cje. Iiiciesen Lina gran lahi-airza de su pan á beneficio de la rl. hacieiida. Quedaroii los higueyes cori tentos y pacificas. Cotu bano, su ~ i c i q i i e ivo niayer, tsoco el nom111-e con el general, llaniaiidoce en I i inJuari de Esquive], i este Cotubano: acto pos el ctial segni za del pais se hacian guaflous esto es coino hei-ms. eil armas, coiifttrlerados i perpetlios amigos. Finalmeiite despuso Esquivel Lin fiiei'te de madera en u n pueblo no lejos de la costa coi1 la niira de observar i prevenir q~ialquiesalteracioii; dejo en el nueve honibres al cargo de Martin de Villaman i despfdio la ~ e i i t emal satisfecha del 11-~ilo (le ! A presente jornada. Los nzas hcibiar~entrado en esta faccion esperaiizados de niuy graiides veiitaj;is, I apenas i-ecibiei-on otra sino el mal placer de la venganza, placer nionientaiieo a'. t e r - , mina en u11 dejo perdurable de ai-repentiii1lo. i dolor. E njo 5 A de los vencitlos fiie de corta cantidad qii;il de salvages re las exigencias de la iiatiiraleza, de aldeas desaniparados de siis habitarites huidos con las cosas de precio si alg. alcanzaban. J
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Aiin de la poqiie(lat1 qrie se Iiiiho, reservase el tercio p.. el erario, conio estaba prevenido en qto. los vecinos adquiriesen fuera del térniino de sus villas. La niisrna parte se reservb de los Itidios
toniaclos á esclavitud. El util de las oti-as dos partes distribuidos eeitre tantos, lejos de corresponder á sus esperaiizas, acaso no le indeninizó de las perdidas i expeiisas que liicieron, manter~idos5 su costa i ausentes de sus casas i graiigerias!
6. Restituidos 5 ellos hacia principios riel ;iño 1903, se tiallarors fallos de comestibles i rle brazos pa. cultivar la tierra, Por-cje. los Indios coino se rnitig6 la dureza coi1 qe. antes eran apseniiados 5 toda sirerte de servicios frierotr retrayendose cada dia mas de [os pireblos españoles, i de acirdir á su rnanutencion, Adernas el Governador Falto de provisio~l no atendi0 devirlamtc. a la agricriltura ocupado con prepósteso esriiero en la pronta falirica de la capital nueva, eii la poblacion del puerta tle Plata, en las labores de las minas asi de Haina como de Cibao i eri juntar de presto caudales para socorrer las necesidades de la inetropoti. E n todo lo qual adelanF6 tliucho en breve tiempo. graiigeatidose opinion en la coste; pero entretanto la colonia vi110 á gratirfes extremos de hrtrnbre i carestia. Faltaba el par1 i los otros r-ecursos eran ie~stlficieiitesó no se permitian usar libremente. De Ia caza no se hacia cuenta porqlie ya debian de quedar iiiui pocos de (?) gorques ratas i qosnpos qzre se hallaron en esta isla, consumidos casi de todo plinto ya pr la priesa qe. se les diera en anteriores periririas, ya por la preveiicioi~de muchos perros de raza eui-opea hechos cimarrones i carriiceros que na solo coi1tri hs~ianii extinguir aquellos aniinalejos timidos, mas tamen. causalian notable daño en los ganados. Asiriiisino se habian heclio cirnai.rones ó inontaraces tnuchos de los cerdos i multiplicado sobre manera; pero esta nueva caza estaba prohibida i estancada en nianos de arrendadores pr. el reclito anual de dos p% .Hasta la libertad de yesca estaba coartada, i¡ lo rnerros impedia Ohaiido se consti-uyeran barcos p l tal ejercicio; fuere para ocupas mas gente eti sus proyectos, 6 lo que es mas probable, por reservar esa grai~geriaen beneficio (le los fondos del erario i comun. En auinento de los misrnos fondos, hacia pagas medio r'. de plata pr. e [ pasage de cierto rio qe. sei-ia el Ozarna.
Este género rle economias atiiliiciosa, estas gabelas y reservas, no proporcioiiadas á la necesida, 5 la posibilidad i al tiempo acrecentaron la estrechez i el descontento de los colonos. AIg~in tanto pudo aliviarlos la llegada de seis caravelas con alg', bestias de servicio, ropas i cantidad de trigo i otros bastimientos pr. cuenta cfe Juan Sanchez Tenl-eria i Alonso Bravo. Mas fue todo sobi-e cargado en razoti de la distancia, las quiebras i la codicia de regatones 7.
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Eoterr~DEL ARCHIVOGENERALDE LA NACION
qe. vendian pr. privilegios sin conciissericia de otra i agentes srirnarnerite necesitados, siti qtie p~idieraponerse coto á las ganancias
desmedidas por respeto al interes tlel erario qS. tenia eii ellas la quarta parte, De que resulto quedarse por aciidir vanas cosas, fiase otras, cobrar tarde i nial, al rei mui poco fruto i quiza ninguno ri los codiciosos trataiites, maiormeiite qe. se les fiilniiná proceso sobre haber cargado niiiclrss granos fuerá de registro (1). Y q u a n to sufragii 5 la colonia tal1 avaro socorro ? Lo prinpl. de él segiin la capituln. podia quanto mas llegar á tres cientas cahices de trigo, i ciento de cebada. El nirrnero de cor~surnidoresaumentaba de dia en dia: pires asi en las naves de Tenreria y Bravo, corno eri otras qt. sucesivanVe. se rlespacliriron el año 1.703, na cesahan de pasar nnevos colonos. En solo uila de Alonso Velez de Meiidoza fiieron 4 veinte y nueve familias en qe. havia ciento quareiita i dos personas. Y consta del gran concurso de gentes qc.este año accediei-on a eriibarcarse en Sn. Lucas, p". la f u n d a c i ~ nde uiia ermita dedicada 5 Nra. S". con la advoc;lciori d t Bonanza, de cuio nombre vino tittilasse el puerto Ilaniado antes de Santanejas doiide pudieron o i r misa los habitaiites i liospedados en nrvltitud de casas, barracas i cliozas dispuestas alli recienternte.pa. comodidad de tantos pasageros, Ni parece bastó a contener la emigi-acion, el haver pedido Ovando i ordenado por las Reyes qe. no pasasen nuevos poblados mientras no hiibiese mas Iabi-anza. J,a qrial en tanto lejos de ñdePantar debio dismintiirse mucho, insistieiido 30s nciturales en retraerse á sitios apostados i en escasear siis servicios i viveres i los CQFoiios en su ernpeiio de vivir y enriquecer i poca costa con el cridor i el trabajo de aquella generaciiin. Porfia insensata i p e j iidicial al genero hum:ino. Como si una parte de el hubiera sido CI-iarlap" supeditar á la otra, como si la copia o falta de luces variase los dereclios i fireros de la naturaleza, asi mostraba opinar el cornuii rle los Espafioles. remontada su faiitasia al compararse coi1 los Iiidios inciiltos.
8. Mas hrrmana la Col-te dirigia sus miras i la coriversion i cultura de los haities, cansider6ndolos corno niños capaces de venir ii ser hombres en todo igirales a los nuestras, medtc.el exemplo i 1;i enseñanza. Conforme 3 este concepto verdadero i justisimo, dati los Reyes al Gobernador las cenvenientes instrucciones pa. el mes de Marzo ( 3 ) (iSon dos las iiistrucciones una publica i otra secreta, ambas firniadas de la Reyna en Alcala 6 20 de Marzo (fe 1303 y pr. el Rey en Zai-agoza á 29 del mismo nies. Añadese una cal-ta de los rnoiiarcas en resp". a Ovaiido fha. tamen.20 i 29 dho. mes).
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Ordenan que los indios sean reriucidos á poblaciones regslares con sus Zéstiiirios divididas entre si i donde haia tierras p". labranza i cria de ganados, qt. los vecinos vivan coi1 sus familias cada uno en s ~ icasa, teniendo cerca d e ella su heredad propia. En cada pueblo se manda poner una persona buena para administrar la jiisticia como un juez de pax i celar que nadie haga mal á los nattiraIes, remedialido en ya~~ticulas los agravios corrientes hasta alli de tomarles sus mujeres 6 hijas para servirse de ellas, de quitarles su$ bienes pretextando compras o perrnutacioi~es, con frvslerias de poco valor. Si bien se permiten las compras zi precios justos como tarntn. los servicies personales á que los Indios se pi-esentasen de sri voluntad 1)'. ganar slfs salarios. Por puiito general se encarga proveer como no sean aprimidos en cosa alguna, antes sean mui bien tratados i atendidos. Que en sus pueblos se hagan tantas haspitales qtO'pareciesen cocivenir, i para su manutencion. denias de las liniociias se consigue la reiita de alg". heredades. Acerca de la educacioi~civil i cr-istiana se dispone haia en cada pueblo un eclesi;istico eseiirplar qe. desempeñe las funcioi~es de partoco i de iiriiestro; qc. en tiria casa cerca de la Iglesia jutite dos veces al dia todos los niños, les ensefis leer, escrivir, i la doctrina; qe. asiente en un libro á todos siis feIigreses, cuidando de instruirlos, bautizarlos, casarlos ii la Iei i bendiciones i hacer torfo lo demas concerniente al ministerio espiritual. Considerando la importancia del buen ejeiiiplo se recomieiida el curnplitO.exacto de la pragmatica contra los que jiiren ó blasfeman 5 firi de que los Indios no contraigan esa nia3;i costumbre, ni oigan mas q u e alabanzas de Dios i la Virgen. Que les enseñen Iri obligacion de pagai- los diezmos 5 la Iglesia i los lribvtos al Rei se procura anden vestidos, abandone!] Icis usos perjudiciales, los errores i supersticiones, pernzitiendole vacar á sirs juegos F cliversiones iriocentes, eri los dias festivos. Finaliiiente se recomienda procurar los matrimonios religiosos entre naturales y colonos: niira uiiica para la buena consiilircion, pcrnlaiieiicia i prosperidad de toda república compuesta de diversas generaciones: disposicioii conforiiie 5 la de Dios ante quien no es menos considerado el griego qe. el hebreo, conforme h las ideas de los nias sabios politicos en todas edades; empero maI practicada p o ~ los europeos aun en sus antiguos estados i abandonada generalrn". en sus colonias no tanto por ignorancia, qfu. pr. el interés de unos pocos contra la cornun conveniencia. Al Governador se ordena estar vigilante á qc. se cuiipla puntualmte. Eo mandado i 10 niisrno al Iiigar teniente del comisario apostólico en orden al goviesno espisi-
tual. Del qual aiin creo tenia carga principa sente i ageoo de estos cuidados ( 1 ) ('Se v
Boil aukique ausobre esta idea
se diga de las miras de la Revna cat" en oi'n. a obispos, Pasto: i oveja: i. hobit:ran pri3 res propios q" miraron con ariior las elite sit:ndo [a les con10 curado su bien eii lo espl. i ten~ p ' . ,es] -- , - -- .. . m - : * . - : . - - .... el Arzob. Saiito: eIlos deseiigariarori a iuh KeieS i Luriaiuri zii SU iermente origen los dallos que luego se hicieron irreinediabl qe. en los pios monarcas, sobre todo eii la Sta. R e i ~ i dI T ~ ~ iaU I dispiDsicion pa. todo 30 birerro: volvieron de su engafio y obra segn.el sabio plan qe. era principalisirno y".. fund;ir- bien la a-eligion i la poFitica, i sobre todo pa. la propitgacion de la luz eii todos los riinios, sobre todo en 30 espiritual, ehligacn. reconoicida pc31- 10s Reyes, i qc. tanto deseavan cumplir. En Iri R eyna e stoi cilerto qe. la czinn pliese aiin con tiienoscabo de sus intereses, s~rgran virtird.) por quien residia eii la Española coino Dele 'r. l u a n de RoIiles; á ciria solicitud se habian hecho 10s eri .-.... . iiecesarias pa. el culto divino en Indias. conlo á la del Govrrnarlor Ovaiido se tnzta de impetrar indulga\ en favor de los qe. contribuveron con limosnas p" los Templos i hospitales. Por instriiccion secreta se previene 5 Ovando que procure fundar cerca de las iiiinas a I g . poblaciones de Indios, con i~itentod e proporcjoilar hi-azos va. los tr.abiijcrs e vista la en especial pa. beneficiar 10s micos m( No se p utilidad, pero al mismo tiempo es de ai- la pr circunspección del sriperier gobierno. Estii es ra ciaiisuia nnac de la instrucci0n secreta: crQuanto 2 las cosas de los Indios (clicen los Reires) si algunas se hacen graves, los ternpiareis, i Iiareis conio se conforri-ien de su roluntad,i.
qLlo.
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9 Pseveian Ea repugnaiicia [le los Iridios á clistintos articutus
de las instrucciones. Todos anititi la lihertarl bien o mal entetidida: i por comun se estima i dice 1ibei.tad el hacer cada uno lo que se le antoje, sea o no confoi-me á razon.
Los liaities teiiian iin modo de vivir ~jirnple pr, extremo: SLIS ~iccesidadeseran pocas i mui faciles cle socoi-ser. Fzrera de los rGgtilos i principales q" ciertas regalos el1 sus comidas, C Q mc> Ias utias, las I i i ~ i i a t i a si variedades [le peces. frutas i verduras; el comun de la gente se contentaba con el pan de yuca (2) En Is prova. de Higuey usabn. de otro pan qe. describe Casas en sti Hist", ;ipol. cap. 3 P. 11 . , . . Los Doniinicos de la Española en carta de 1315 hablan tanle". de este pan), algun tanto de rnaiz, sus batatas y semejantes frutas radicales. con la salsa general tleP agi 6 pimien-
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otras baratijas eurcpem W l r un gm.rsn.numairmd e cnor 6'inspirar; .ímmhlmmk.las Meas $e: rrerymza y d w w , fwarri facjthirno %*. la p~#t#p&m r b a n t e en bmr dp mas J a v t a aran.las m& g m apretados porh~ d o r m-.mBc&alim@s, s Eu. tadw remnockan
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pocadllmltad wt@ment+w ekatmrl~sd. nr eompdlo, i amjdadw &,.iiua,warnsi ,costu,&Itp!~ Nl,aw en Jas opMf1 przticas dQ$mas,q~.orgís~rfcam~x1te~-a~m~ttti~en -m a p f i o &&nada,, hubileia mucho-quevencer. i sc m n c l ~de ia haitñs, 1gas-de bkmm Wumcepte, regwiar de &ct,flas Mchn lin agrega& & pefidadw a~~urdBSiindigx1~ de ser ~ 0 ~ 1 d m d i hspa t m por mwr; m r i p r ~ n t eno silendo #memies i miloraias en 1. M43, Sus dwosn erse los ohjem. da siw pariona I nmddada, m4 nw Fi ?Q QQrnUII ha &da mEW @ ~ t b h b m SUS $QftasfiFEd k 60S %U&
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blava sensi bleniente ocultando tina persona qt, - - - e11 tono misterioso las palabras co~iducentesal coiisa bido Este género de impostura descubsio á las claras un Españ tpo de! Aliiite, derribando una estatua hueca de cuia boca parecia s voz iilsuflada pr. rino de los embusteros qt. estaba oculti , Casas hist apol. cap 120 P. 393, N. 19) Hasta los tnisnios barbaros dudabar1 de la verdad i bueria fe de sus boliites en casos a d verso: 1, senaladameiite en el mal exita de las enfermedadies qe. e llos dehiian curar, andando unitlas las fiinciones de iiiedico i sacerdote. Si (iespurs qm.el bohibi havia practicado sus absfiiiencias, soi.bido los polvos 1.. (le tabaco, beclio ciertas iiisuflaciones 1 friegas, afectado S i......, r ~ r i i id causa del mal, con oltras ceremonias vatias; si despues cle todo acontecia morir el enfermo, como siis parientes fuese11 poderosos, i hubiesen a las manos e1 falso médico, soliaii darle muerte; perdonabailles si creian estar sin culpa. habieiitio coiisultarlo antes al d i f ~ i t i to i dadole de beber ciertos hrevages.
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En opiniones i creencias tan iiisensatas,
tan voliibles, quan facil f~ieraeI desengaiío! El intei-es qtre dificulta i resiste la instruccion, solo esta en los Sres. i sacerdotes: en los primeros porq? eran los micos que fabricaban adoratarios i teniiiri labranzas destinadas á ellos: en las segundas porq'. participaban riel Fruto de esas labratizas i de 121soblacioiies de Eos sinipie seducidos. La miiltit tld faci tmente coiiociera o confes;ii-;i ssi engano i poco qe. tratase con los coloiios i recibiese11 sus Itices. Seguisiari luego los impostores como no hallasen á quien embaucar. Ni se advirtio en los haities rnaior repiignancia á desistir d e sirs i-ilos i tisos supersticjosos. Viose pr. este tpo, eti la celelii-e Anircaoria A las exortaciones de un religioso fi-aricisco para no enterrar difunto tierrnanú Bol~echiola Inas hprniosa rle sus rntijei-es, segun la costumbre de aqir ellos caciques: 4'. en el p~teblobajo no se ecli6 de ver tal iiihumüiiiditd, ni se coiiocio la poligamia. Y siri giaride esfuerzo se les infundieron las convenieiites ideas eii orden á los practicas conocjdarnte. daiiosas; coino desfigurar. las cabezas de 1a.i recien nacidos apretcinclolas coti vendas O etitre dos tablillas; porierse fuera de juicio con la colioba muy usada auii en actos civiles. eii especial qdo. se juntaban pl. deliberar i decidir sobre negocios arduos; pintarse i afearse de varios modos: bailar i beber brevages fernzentados sin término hasta embriagarse. 11-
eri animos
12 A torlo lo razonable i jrrsto se acomodaran los haities en obsequio de los venerados coIonoc, si estos ajusltaran sus procede-
res al espiritu i letra de la instruccioii referida. Los piadosos Reyes animados de los seiitirnto: propios la iglesia cristiai~apa. con sus Iiijos pequeños, queriali se les a t r a p e con cariño, se les intruiese con toda paciencia i doctsjr~a,se cciiiternliorizase con su i~noraiicia SLI flaqueza,
sus errores.
Ecoiloriiia inspirarla a los Apóstr>les ya. cuti los flacos coiivertidos del judaisnio i practicada á la saxoii col1 nioras i rnoriscos de Granada pa. el modelo de obispos frai Her~iatidotalavera, ejemplar de I;is operaciones de la catolica Isabel. De rii las ideas del sabio plan propuesto pr. los Reyes pa. establecer la republica civil i cristiana e n el Nuevo-ti~l~ndu.(1 que uiia parte de sus ideas se toma d e lo qr. praclicara el Arzobispo Sai~to,coiista pr. testiiiiB. riel liz"". Valleja, qc. as¡ lo siipa del coiiipafiera del cal-d! CCisn",, i despries obpo. rle dvila fr. franco. Ruiz. Vda. Quiiitanitla, vida de dho. cardenal, pag. 133) Mas 6 alttira de los juicios divinos! Confundese la razori al comparar las disposiciones santas de tinos reyes qe. sat~iaii hacerse obedecer, coi] la escaiiclalosa e impuiie inobsevancia de ellas: la Lilandrira i amoi.osidac2 qe. se ordenó i-esliecto de los h:iities, con el dt11.0tratanrieiiio qc. se les daba i contiriii0 exaspei-aiidose mas i tiiiis. despues de recibidas las benigtias ordenes de la coz-te.
13- Acia el tiempo de su data llego a Sto. Doii~ingo!a nLleiTa yc. los natiii-ales de la provincia O reino de J;irap~t:i habian dado niliei*te 2 quat r-o o C ~ I I C Oespañoles de los qc. alli qtiedaron establecides 11'. disposicioii de Fraiico. Keldan, i ameiiazabaii de hacer lo tnismo con otros, siri perdonar al Governadoi- si se pusiese a tiro. Si 11 demora Ovando ai-mb como ti*escientos tisrnbi-es (al rnargeri: Sobre 300 viene i se[- el medio entre las varias enumeras, La cotiiitiia. de Doniitiicos. . . en carta escrita segn.parece al caivll. Cisne4.0s acia el año 1516. y Casas en la ~estri~ccion, dicen qc. los de cabñllo fuei'otr 60,Oviecio 111,22, jioiie 70. Los peones segn, Oviedo eran 200. Casas en la Hist cif dice 300 absolute: en la nestrucciorr, mas de 300. Dicha cotnun\ no ola No. determinado de peoiies . . . los aritores qe. siguen como Sepulveda, Herrera, no haceii mris qe. copiar) los sesenta 6 setenta de á caballo, i parte al frente de eilos, manifestando á Io publico qe. no intentaba mas de visitar aqriel reino. Anacaona qe. le governaba pr. falleciniiento de su hermano Behechio, deseosa de festejar al guamiqriina de los colorios, convoca gente.priircipaE de sii jurisdiccion i sale á recibirle con toda asteiitacion i inuestra de alegría. A un hospedaje rnagnifice siguen los regalos los areitoc, los juegos i otras diversiones á su
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morlo. (aqui para iltistracion puede decir.se de las diversiones i juegos de los haities) Corresponden los Españ la aparie~icia i iniinciaii p". cierto dia uil juego de cañas á q' conciirrii- i nnumerable gentio, los caciques i Señores en u11 canei preparado al intento. CEegOatlaEa hora riel festin qdo. juntos todos esperaban el momento (le empezar el espectaciilo, se representa el rnas frinesto qt. puede figurar la idea. A uiia sena de Ovanrlo-tos nros. aperciI>idosde antemano, lairte para el juego como pa. I:is veras, cierran el canei, pegante friego i hacen perecer abrasados á qtm. en él estctban, la flor de Iñ iiobleza de Jaragurí. La heroina de Haiti, aqiieIla Aniicaoiia tan celelii-ada par s u arrtoridad, ingenio, cortesania i pi-udencia, presa entonces, muri6 despz~esinfamenlit'. en la hoi-ca; j auqt. nunca parecio incontine~itecon los suyos, el kivor qe. spi-e. hizo rí los Españoles quiso atribuirse ií efectos de disolucion i luiuria 1a nias desenfi-enada. ( 1 ) (Oviedo V 3.) Aiiade Oviedo (2) (S id V) Lo misnio eii sristaiicia repite en sus Qrrinqur~g~rras, inéditas, Di-alogo de Dn.Nics. de Ovantlo) qr. los del canei Ilieroii antes atados i seiitenci;idos á muerte sabido qe. miichos caciques rle Acuerdo con se1 pi*iiicipal Señora n i a q l i i ~ i a ljati rebelarse i ac;ibar coti los Españoles de Jaragt~iii sus cornaiVcñs. Siendo estos no nias qual-entci Ó cincuenta dispersos 6 incaiitos, como no los matareri? á qe. las tramas secretas i tanta dilacioii? El Obispo Casas ( 3 ) (3 Casas Hist. ct. 11. 9) autor de esta observacion, niega se liiibiese irrquirido ni sabirla tal cosa; antes por el contrario refiere ~ 0 1 1 2 0Iieclio constante qe. rnttcho despries qdo. vino a reiiiar Felipe I , cori-ió la voz de estar ~irovistoniievo gobernador pa. la Española (4) (4 y fue fui~dadala voz, s i es cierlo lo q'. escribe Oviedo eia su Hist. lib. 4, cap 1. Segun el nianuscrito aumerilo. de inano del niismo arntor, dorrde despties de haver diclio qe. tornai~tlo el Rey Dn. Fe!-ndO.A gobernar pr. su Iiija la reiiia P.Juana, otorgo 31 Almte. dn. Diego Colon el GobO.de la Española, qe. un afio antes le havis ofrecido desrle Napdtes, añade: b h Ycesd la vetiida de U". -Ferndo.(Lio del condestable de Castilla IY. R e ~ * n "~~ .l Vclasco); c al y ual, pocos dias arites qe. eF rey Dn. Felipe pasara desta vida. se le habia concedido esta gobernacion". Aiites qe. el testimQ, de Oviedo, se poiidrá q'. esie consta de los papeles d e Pitti-. K1.ap. nie. fol. 143) tenieroso Ovanrlo de la residencia de caso tan atroz egecutado contra toda ordeli de justicia, sin proceso ni aridieticia cle los pretensos defiiicuentes, mando á haces informaciones 5 la m a m p3. escuda~.se. No he dado can ellas, pesar de mis prolijas inqiiisicioiles, Vistos los escritos de los coetaneos, parece indubita'tile qe, en Jai-a14,
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dos leguas del pueblo h.aiiccs de Leogane qc. eslá una legua del p u e r b asi nombrado. De do se infiere qP,esti~boentre este pto. i el del Principe. 'lriola Oviedo la Verá paz en 4.5 t 5, ccirno dice li b 3 e.
12. Casas Capa. 3 de Ea histarigi apoi. qc. enipczo tri 1527, ya dice q*. A la sazon no havia memo. de ella. Leog~int:dice Charleroix qc. se cree voz corronipida de la de k'aguaria) No tniiclios años adelatite transferida esta poblacion al territorio de la Yag~ranasitizado ea la costa proxirnit enti-e los puiitos de Leogane i del Pi-incipe, recibio el nonibre de Sta. Miiria del Puerto, C o n s e c ~ ~ t i v a nse~ ~estable~. cieron otras seis villas de Españoles. Eti la costa meridional Salvatierra, apellidada de la Zavana, sobre la ensenada que empieza eii el cabo froiites-o de la isleta Zabague: Vitlanueva de Yaqiiimo, sobre el puerto llan~adoen nros, dias de dquin, por corr~ipcionrlel voc;iblo, i entonces del Brasil á carisa de hall;irse e11 stis cercaitias niucho palo rie tinte: estas dos villas fueron de coi-ta ri~iracioi~, no cisi la tercera iionihrada [le Aziiñ pr. estar sobre el yuiito cie esta deiiominacion, a la qual 1111 vecilio ilustre natt- .le GaJicia añadió el ombre de Cornpostela. EII 10 isitesior, conio ii la media distancia entre la Yriguana y Sto, Doiniiigo (4) (4 Ovo. 3, capo. 12, poiie 30 legs. de la Y agu;iiia i los mismos cle Sto, Dofii*. Casas 1 t,3 0, dice 30, rle Jaragua, i oti-as 30 o rnas de Sto. Dotiio.) se ftitirló Sn.Juati de la Maguana, juiito al rio Niyoa, i i r ~lejos de sti coiifluencia coi] el Yaqui menor ( 5 ) (3 Oviedo dice qe. estaba eii la costa del Neiba. Gasas qe. eiitre este y el Yaqui. Y asi parece segn. el mapa d e Lopez) De estos cinco pireblos iiombt.6 el governador por tenietate suio al Capitan Velazquez. Los dos restantes f~iei-onacia el Noriz de Jaraguíi; Lares de Guahaba en el iiilei-ior sobre el caudaloso Hatibortito; en la costa Puerto real cerca del qc. asi denoniinó el Alrnqt.; fiilidolitr; Mexia 'Ci*illo, i quedo por ttlriieiite de ellos. 16 Con el pasado escíirinieiito i el temor de iiintos i tan foriiiidables colonos unirlos per'mai~enternetiteen piintos convenientes, quedó el GovernatIor seguro de que jaii-ias osasen Icbalitar los cabezas de la parte occideiital de la isla. Las yi.ovjii\ centrales Iiien sugetas estaban desde antes de su goviei-rio, i aora n-iaiorniente, qe. restituido el a Sto. Dorningo prornovia sus autiieiitos por todas vias, fomentaba la poblacioii reciente de3 Puerto de Plata, las tres ailtigiias intermedias, i otra qe. se iva formando 6 uizas ocho leguas de la capital con niotivo de las inii~asi riiui presto se erigió eii villa con el nonibre de Buenaventura. Solo la parte oriental faltaba pr. acompañar de pueblos españoles: i p" esto sr* nfreci6 iriia ocacion harto dolorosa (1) ( 1 Casas 11.15. int. dice qC. la guerra de Higuey
6 su ocasidn fue contenilioranea de la prov". e'. pR. los repastimm. pocos rnpses mas o menas. Fue sin diida meses adelante porqe. Ia tedn. es de SO de dize. 11303. Entonces i aiin eti Fbro. siguielite estaba en España Esqiiibel general de esta guerra con qe. no pudo enipezar hasta bien entrado el ano 1504. Y pues segn. el mismo Casas cap. 15-18. Bi.evernte. los Dominicos de la Española i el tizLfo.Ziiero en sus cartas arriha cit" mmui á la legua sin distinguirla de la precedente qe. t e r r n i n ~con la paz ajustada con el cacique Cotubano. Solo Casas refiere esterisamente esta 2". guerra, ~ l i s t i n ~ l " . de la pr.ii11ei.a qe. havia referido antes, i sin duda havia precedido largos dos años. Si bien me persuado qe, pr. falta de memoria de 10 qe. se qrieja frecueiileniw., confiinde muchas circunst. de ambas joriladas, i suple varias meriuds. sacadas de sri fecunda fantasia, para sobrecargar los excesos de ni-a. gente en Lino i otra) Los naturales de Higuey v;rsayos de Cotiibano iiiataron algs. pocos de los niicstros ~*esidenites en el piiet-tecilloq'. digimos haverse puesto alli 5 cargo de Villamsn. Sabelo el gober-tiador, i pu blicalido sangi-ienta giieri-a conta los rebeldes, junta en quatra capitaniss mas de tres cieritos (3) (2 Casas cap 25 cit. dice, obra de 300, i no llegarn. á 100 como en la otra. (guerra de 1502) de qe. Iialilamos en el cap. Xo.} hombres de la Cllpital, del Ronao, (le Satiliago i la ConcepciOn de la Vega. Los quales vienen pr. tlifeste\ caminos A unirse en una provincia i i l t r , (3) (3" Creo qe. llamada Ycayagua, donde fue la vi¡la de Sta. Cruz, i debia serlo el psr'age propio para unirse col1 reciproca conveniencia las capilanias de La Vega qc. entonces era la poblacion inas notable, i la de Saiitiago, ambas poco distai.pte\ de la costa septeiitrl., con las otras dos situadas la una sol~rela costa opuesta i la otra á no SI-aii distancia) Cerca de la de Yguey bajo el iilando rle Juail de EsquibeP, capn. del tercio de Santiago; á cuia disiancia acreditada pr. la pacificn. de Cotlibano en 1502, se cotifio el desenipefio de la faccion presente: Para mejor acabar llevo Esquibel en su auxiIio algurl nuriiero de naturales coinarcanos con sus armas qc. dice Casas no Iiicieron poco daño en sris vecinos: facililaron sin duda con la rarina de esta 1a suya propia. Incairtos! Esos son los frutos de Ia rivalidad entre pueblos confiantes. Logrose en efecto la sugeccion de Higiiey casi pr. los mismos terminos qe. en la pasada guerra. 17 Eiitran los Esp", asientan su real en uiici llanura despejarla rlondc pudieran jugar los cabatlos; i desde alli mandas sus quadrillas iÍ los puestos indicados hora por sus guias, hora pr. los enemigos sueltos qe. tomaban i obligaban a declarar con varias i
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exquisitas nianera de tornieritos. No se descuidan los higueyes, haciendo sus acost~irnbsadas ;iliuniadas para dai- i reci bis avisos, poriiendo en cobi-o las cosas qe. deseavan salvar con las personas de sus ancianos, niños i mujeres, i juntandi Irigares i tiempos oportunos. Poco lec valieron sus trazas eticia, ltotos i perseguidos por todas pzirtes, castigados miicnos con muertes. znutilad. de miembros i dura esdavi tiid, piensan guai-ecer: [I gran bosque de la costa meridioiial extendido en el parase dia entre las isletas de la Saona i Sta. Cataliria, Allí era el pueblo prinpl. de la provincia, diste. legua y media del mai- rletlrle se Iiizo -fuerte Cotubano, juntando consigo el resto de sus bravos subdi 2 os. i' sabiendo qc. marcliaba en biisca I I I-o. ejerlcito p\ la pla! la desd e la qual Iiasta !a pobin. solo pida irse pr. dos c;aminos; rnaiidi5 cerra r el uno con infinitos arboles cortados i atravesados p" espacio ae rneriia iegiua i dejar el otro despejado i limpio, I'eetis;iba y, pr. aqui entrarian sus enemigos, i seria11 sorpretididos i rlesheclios pr. una en]boscada de flecheros valientes juii to a Is poblacion. Ardid ingeiiioso pa. los haities. Los ESE" sosspech;iiitto lo qe, podi-ia ser, rampeii ir.lo mas dificil, vencen los opz~estosóbices corr increible t i-abajo, tiran adelante mili sobre aviso, finaimk, cogen de sobresalto á los de la celada: de esta sueste sin recibir daiio algritio logra11 emplear bien sus tiros de ballestas i escopetas en las ettibosc;idas i ah~iientaiios hasta dentro del plieblo. No. pt. eso desniaiaii los Iiigueyes. ~Iefiendenseen las calles con fiii-iosa porfia, tanto qe. havienilo enrpezado la pelea á los dos de la tarde, persistieron intrepidos, haciendo prodigios [le valor ht%qe. la osciii-¡dad de la noche separó los egercitos. Arlmirahle coiistancia! qtO. nias en geii tes indefeiisas. armados solamen''. de porras i macanas de palo, de piedras arsojadas sin honda, de jaras y saetas sin hierra iilcapaces de Iiacer efeclo á la distancia g" lec obligai+iagiiarrlas el miedo de tiras. esparlñs y lanzas, .
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m.
macana sigte. no precio indio vivo eit e3 puebla ni eir sus contoriios. Vista al parecer la muchedutnbre de siis muei-tos i Iier-idos i Fa corta per*dida de los cristianos, resolvieroii, abaiidcinar. el campo de batalla. Ni les qitedá aliento tan siquiera p". reiinii+se, hacer mas gente i provocar de nuevo la fortuna. 28.
Desconfiados de prevalecer, huyen como azorados i esparcen el terror pr. toda aqn. tierra. Cciiivierteiise en desiertos los lugares poblados i sus moradores procuran guarecerse en montañas ásperas 6 bosques espesos, aqui iin peqiieño rancho, allí unas pocas
),
milias, oculta los d e una 6 mas poblaciones can los Se" principales deteriiiinados a morir antes qt. rendirse. Esquiheli resuel to 5 sugetai-los, distribuye gran parte de su egercito en c~iadrillasqe. anduhieron como á caza de fieras tras los higueyes fugitivos. Duró natable t ienipo esta pei-secucioi~con iinponderable daño de los indios, ltefiérmela,pintala diré mejor el de las Casas, clc. vio siendo niño i la historio en edad avanzada, presenl-ando en uri lioi-rible ciiadro, tantos i tan varios generos de tormentos, caertiverios, matanzas, i otras atrocidad5. qe. el niisnio recela 4bSiqiiieralos haya soñado'4 ( 1 1 , l l . pa. 60. V) Son A la verdad increibles: pero tal es el hombre! ensordecido á los gi-itos de la hutnaiiidad qe. O las veces llega con el hecho nras allA de lo qe. cabe eri la iiiiagínacior~tfe un cristiano. (1) (1 LizdO.Zuero en casta á Xures fha. 22 de En0. de 1510 escribe: Ovando envio gente á la pi-ov? de Higuey donde hizo matar pr* tilano de un su criado Juan Esquive1 natl. de Sevilla siete á oclio iiiil indios &*Este confunde sin dlirla las dos guerras de Higuey. Luego añade la gran tnatarrza hecha en Jaragui) La del citado obispo frie singularisima, i singiilar es en sri narradtiii nienuda de esta guerra, cuios horrores no bastaban 1)". reducir á la obedieiida i paz la pi*oviiicia, niieiitras permaneció libre su Sefior principl. El fiero Cotzibano hacia notificar á todos sus subditos qc. iqtO'. se rindieran tos haria morir en vendose los EspañoIes. Tamen.estos, como los higueyes padecieron grandes fatigas i hanlbres; ni dejaron de parecer a1g5. á manos de la feroz vengai-iza, tal vez pr. encontrar con ri~nchogentio, tal otra pr. confiar dem;isiado en el ;tbatinzl". de aqoS. irifelices. Ocasion hubo qc. un crecido numero (le ellos condena(los a la esclavitud rornpieroii strs cadenas, P con ellas mismas dieron iiiuel+te;:i tres 6 cuatro españoles eiicargados de su conduccion c~istodia.
Debiendo conocer Esqtiivel qc. pr. medio de siic inhumaIias corserias, al paso qe. asela ha al pais consun-iia i nfructuoste. sus ti-opas, tomó al fin las riiedidas qe. debiera desde el principio pa. lograi- la desearla pacificacion. Coirvencirio de la iiecesidad de prender el cacique pr. cuio respeto pessistian indoti~ableslos higüeyes, Iiace las diligs. mas vivas pa. inquirir su paradero, i consigue saber y'. se habia refugiado coi1 su familia i un corto acompañamiento. en la isleta Saona. Pasase alli con cinqiienta honrbi-es; no bien toma tierra qdo. sus corredores le presentan dos indios qe. declararon aenir cerca de su señor. Da de puñaladas al uno (2) (2 Asi Casas, 5 qn. conipendia Aerrera con poca fidelidad, omitiendo la muerte de este indio, i diciendo qe. ambos fueron tomados p". guías. Dec 4 , 19.
lib-6. cap 9. p. 361 C.1* Otras suposicioiies arbitrar'. i falsas se hechan de ver- en su narracn. de la gueri-a aritecedje. de 502, tomarla igualrnte.de Casas coi1 poca fideliclad) i guiado del otro mueve con su gente pr. entre la espesrira de u n monte b;ijo qc. cubria lo mas de [a isleta, lban delante algs, p'. distintas veredas, deseosos d e seiialar'se en la Importarite prisiori: e~iii-eellos Juan Lopez Labrador qe. separado de la Conipaiiia se encoiitró luego con e3 gran cacique precedido de unas pocos flec'tresos. Estas le descubren i se ponen en I~uidasabresalitados á la vista ciibita del español. Coiubano solo tubo áriimo p. resistir el pi-iit~ergolpe de la espada cogiendola con ambas ni;inos. Mal herido eri ellas y amenazado (Ie una estocada mortal, bien qe. ap;ildentase humildad i pidiese la vida declarandose guatiao de Esqriiuel, mas todavia sereno huy0 el cueryo á la aguda piinta, dio con Cnprz en el suelo y ahogárale a no ser socorrido por otro Españo!. Por qirieries nialtratado i aheri-ojado el triste cttciq~iefrie llevado al real, i de a¡ á Sto. Domingo d o ~ i d e murió cn la horca. VuelZo el gen1.triunfante á la Española, conlo los Iiigueyes eiitendiesen lo ac;iecido. se rilidieron A discrecion. Sa 411diiicli liad estableció Ovando dos villas de Españole5 qe. aseguraxen la parte oriental; uira en la costa del Sur, ~ i lejos o del sitio donde estubo el pueble pripal. de Cotiibano. ri que llamó Salvaleon de Higziey; otra eti el interior con el notiilx-e rie Sta. Cruz de 1c:iy;igiia. (1 ) (1 Hasta aqui Ciisas, i concliiye su cap0. 28 con la eriuncn. de 1 7 villas de Esp'. pr. este ordeii: l, Sto. Uomiiigo: 2. Rifenava.: 3, &onao: 4, Concepcion: 5 , Saiitiago: 6 , Pto. ['[ala: 7, Pto. Real: 8, Lai-es de Guajiaba: 9, Xrhol&orria: 10, El Cotuy: 21, Asua: 12. Mrrguana: 13, Jaragua: 14, Yaquino: 1-5. Z;it>;iiia: 16, Satvaieori: 17, Sta. Cruz de Icajagua. Asi mismo lo copia Herr-era 1, VI, 10. Casas se engañó i con el su copiitnte. Esie p i ~ d oadvertir pr. el Reg. g'. A 1.509, qe. en la i~oriirride sal:ii-icis solo se cricueiltntn los cle 13 derh. pa. oti.as ta11i;ts villas. El Cottiy y Ar-bolgordo soti posesiotiy. Antes en el rnisnio cap. escrivio Casas qc. esta guerra diiro 8-10 meses, i contiiiiiacn. se hizo el repatirnl0. de los I i i d 9 . de esta pi-ava. qr. parece fue en 1505. De consigte. devio eiiipezar esta gzieri-a eii 1 Y quadl-a bien con qe. Esquiirel, uno de los dos procur-atls. de Iii isla, en Corte, despiicliado i~ el1 priticipios de 504 fuese el gen1.de la guerra última de Higtiey. Acia el fin del cito. capo. 18 dice qe. segn. la incompleta numern. cidel Alnite. se hallar011en la Isla EspIQ. 1,500.000 almas, qe. segun su parecer serian tres millones. Vease sobre esto la carta de los Domini". de la Española á Xeores del año IS16 6 sig". do se trae el variedad de opiniones, i pone Fa
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del Obpo, Foziseca qe. no daba mas de 6.00 V, i pr. la nias larga del Liz". Zuero á Xeorec A 1518.- El mismo Casas II 14 Suli. fin. refiriendome á la niinirR. del Aln~"'. dice q'. en tiempo de Ovando pr. causa de los repartinas. rnuriei-on la 9/10 de los haities. 3 dice el Alraitc. Colon (ap. Casas 11.37 íril 115 v . ) rle. eran S p" trabajos de siete partes {os seis. En firr de 1518, liavia en la Españla, 60 ds, indios. Casas 11, 4". fin. Aqtri repite los tres cuentos) Y con estas dos flindaciolies puso el coiii~ilemerito2 la pacific". perfecta de los natur;iles de Haiti. 20. Su niovimte. ultin~ocontra les coloiios eirserioreados d e la tierra se dice Iiaber procedido conlo toílos los antecedentes, (le los vejer. irisufribIes que padecian; eli especial de fnl-zai'los ;í conclttcir el cazabe con qc. contribuiari al Rey desde su pais ci SI". Domingo, ó á venir á dispozier- cerca de e s t , ~villa otras labr:inzari, si11 respeto al tratado qe. tei-minó la priiirei-a guerra de Higuey (2) (2 Casas 11.15, cle hai Nei-rera i o t ~ ~ ohistoriadol-es) s Motivo tanto riias probable qqO.10s Es;p;iIr" se l-~allava~i autoi-ir. p.l. servir absolutariite. de las indios eil orcl. (Fe nuev;is facultades qC. 110 tenian al 'tietilps dcl referido ajuste de paces. Hasta fiii del aiio 1303, iiunca Sos católicos Reyes liaviai~perrni tido apremiar los indios ;i sei-vicio algo. persoi~alfiier*a de los iiidispensables parla eililidad coinuil: niuy a 1 coiitrario spre. atentos 5 causar+les su natl. Eiber-tad, maridaro~i repetids. veces q'. ninguri ~iai-ticularosase sirgetarlos 5 seri~itluin1,r.e. (3) ( 3 Palabi-as forniales de la previsinn qc, arrtarizo los repar-timie~itos.)Asi es de ver señaladamte. en las orns. dadas A Ovando ai~Eesi rle.sprres de su partida al govieriio. I'or efecto de ellas respiraron algiiz tanto los hayties, i tos nros. polkicieron ves ir~rliy~r~cias, corno se ha diclio. No alc;iriz:iva A reiiiediarlos el gavei=nacior=, auiiqg. al parecer bici1 qi~isier.a,segn.se colige pr, el hed i o de tiahci- coiiseritido esc1aviz;ii- á tantos eii l n y i-iniei;i guerra ile H i ~ i i e yi eti la prokirila de Jai-iigiiíi. M:is ni esie socorro era suficieiite, ni el podía sat isfiicet. á multitird de que-joso proveyendolos de brazos pa. sus menesteres i labores, sin coiifralieriii- ri la expresa iroFuritad de los re!*es. Solanile. piirlo prestarse ii fdtwrecei' la solicitud qc los coloiios intentaron en la real corte, pn. qr. se revocasen las iridicadas ordenes, con este prpal. objeto i otros accesorios vinieron en calidad de pi-octirad? de la isla Franco. Velazgtiez i Juan de Ecquivel (4) (4 Consta por carta de los Reyes álos vez'. de la Española fha. en 23 febo. 1504. Por otra qe. antecede en el Reg geri! se ve qe. ay en 20 de diP. antr. se proveyeron algs. cosas ipeclinito. de ella) De sus poderes k iiistntccioiies, de sus medios pa,
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negociar, de los artes i r;tzones empleadas en persiiadir sil dificil proposito, ningun docunienfo ha venido á mis nianos, ni á 1;)s de otra escritor algtino qe. conozci yo. Por una falta es iniposible asegurar, todos los pasos del discurso sobre el. terreiio fii-ine de piiros y constantes hechos: i sera preciso valernte de alg", congetura i ~ i u i probable i fuiidada. Sabeii~oshaberse i~ifoi-iiiadoqc los haities A causa de su n~uclialibertar1 liuiaii de tratar coi1 ci,istianos, i andsban vagamundos sin querer trabdjar aun gariaildo sus jornales: qe. los colonos no hallaban quien les ayidase cultivai* la tierra, sacar el oro, i otras grangei-ias é industrias qp. mietiti-as aijuellos nalrrrales perrnaiiecitron en la 1ibert;id de qe. abusabami en diiño suio y de la colonia, iio seixi posible doctrinarlos ~ i itraerlos al greniio de la iglesia. La ciitblica i-eitia, daiido crédito-á se~nejaiite I-elacion, coriibeiicirla de q'. la coiitiriua coinui~icacioii entre iiirlios y Esp'. conibenia para la i~tilidad de unos i otros, p\ cl bien cornuii d e aqa. isla i de estos reíiios, i eii particular p:'. Ea instruccion i coiiversion de los iridios: iiiando se les coiiipeliese i convei-sal- coii los nuestros i serviles eIi edificar en iiiiiias, eii variedad de grangerias i oficios, si11exceptuar geiiero de trabajos. Displiso aden~as el modo qe. debia observarse. A cada uno de los Espalioles: q'. nombrase el governador se Iiabia de consig~iarcierto numero de naiurales sugelos it uii cacique, el qual tubiese cargo de hacerle hir ii trabajar eli rlualito el españal ordenase, excepto los dias de fiesta destiiiados p". ois la docfriria. El anio debia pagar 5 sus sirvientes el jornal q'. al goverilador pareciese justo seguii la c;-iliclad de la tierra, de la yei-soria i del oficio. Fiiiaitii'". ii~sisiiendoeii el coiicepto de cje. los indios eraii 1ibr.e~i ~ i osiervos; rnaiidó qe. no les hidese ninguri agr¿ivio n i desplacer, aiiles se Ee tratase bien, i niejoi- los qc. ya fueseii cristiai~os. Librose sobre ello provn. en debida fornia pr. el Coiisejo lieal, fec2.ia eri Mlledi~rade Canipo 20 cle dizm. 1503, col1 solo el iiombre de la Reiiia 1Y. Isabel eii csheza y pie.
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22 Es notable esta particu1arid;irI en
la1 pi-ovision: qda.todos
por 10 general saliiin autorizarlos de los dos augustos ~o~isoi-fes, aunq'. residiesen eii lugares mili apartados, ]o qe. no s u ~ e d i aal tpo. de la expresada feclra. (1) (1 es de ver qe. con estii inisiiiii flia, despachan Rey i Reina una cedula concediendo pr. término de diez anos íle. los vecinos paguen solo la del algodon etc. Gen'. f. 120 b.p.) De sospechar es si el Rei catolico se abtentlria (312 niezclarse
dias ó tiempos i sin alejarlos del seno de sus familias, sin ocasionarle daño ni disgusto (1) (4 Es notable 10 de Msirtyr IlI, 8, pag 356 "Sirnplices I I ~homines porvo e~*antassueti labor!: pereunt ex inrnodia de fatigatiorie Licet e s regio diplomae liberas esse Sanciturn sit, terrire tamen c0guntur ultra quam hornini libero placent.
...
Extematur ex rniseror-urn iiumerus in i r ~ r n e n s u m ~1.200 " V dice qe. fueron i no osa decir los que quedaron. Vid. alüc loc. espIe. p. 251: Onera gravia insultos ac suva labores, i sus tristes efectos. Sigase por alg5. pag: ciodde se trata este asunto Vid,A.p.100 et 409)-Adde. las vars. parts. del afio d516) Este sin duda fue el animo de la piado-e sa reina, harto significativa en los tei-minos de la pravision, i en las palabras referidas de su confesor, ministro i valido. Pero asi como este se qrr-ja (2) (2 en la misma carta ya citada) de qe. en otra
caso scmejt". los secreto'. no expresaron bien lo que se les ordeno escribir; ni mas ni menos hizo en el prte. caso el Secl-ela.Gaspar de Gricio, ya fuese pr. nuevo e inesperto conio lo era en los negocios de Indias (3) (3 Por el reg. gl. se ve qe. ernyezo bien entrado el año 1503. Del encargo que se le hizo de las negs. de Indias se da qta. A los Off* de Sev3. eIi 8 En0. 1304. Vid. Rep. gl. f. 120. Antes entendia en ellos Juan Lopez qc. pas6 á contr. maior, cuio modo de peinar era sana, segn. su Pnvcc~ral año 1516. Indias quad.3 Bien qe, Gricio solia desde niucho tpo. despachar tal qe. cosa de Indias. Vid. an. 1.501, ei-i Casas 1 1,4) ya por otras causas. Sea de esto lo qc. quiera, sucedio en e f ~ c t oq'. todos los indios fueron repartidos i forzados á servir en ira bajos dui-os sobre sus frrerzas, sin paga proporcionada, sin e[ comberiiente descanso; qc. este servicio se cndurecio mas i mas cada dia, se extendio pr. todo el Nuevoniundo y 'se perpetuó con el famoso nombre de repartimientos.
24. Son inesplicables Ios daños qe. de este principio i abuso i'uinaso han resultado naturales i colonos, i á las especie humana en general. Desde luego se destruyó la constitucion politica (le los haities (3) (3 Casas 11,12, fin. 13 fab. imit 50) Ellos tenian sus caciques supei-ior-es como reyes, otros infei-iores como S". fwndatarios, sus principales i nobles de distintas clases qe. IIamaban nitainos ( 4 ) (4 Mal-tyr pag 244) su estado llano. Por tos repartirnos. anican-itr. quedaron coo la denominacion de caciques atgq. de los 5'". 11'. lo coiiiun los qc. conduciail ri facilitar los servicios: todo el resto vino a confui~dirseen la infirna clase de sirvientes Clase abatida i nienospreciada, con la quaI ya parecio cosa de menos valer el mezclarse 1a generosa raza europea. Casaron no obstante por entonces algs. Esp? con indias, quien pr. disputar las propiedad'. de la rnuger
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bien heredada, qi~iental vez por honestos motivos: pocos á la verdad, mayormeiite con las dificultades qc. oponia el governador. Porqe. proibió estos matrimonios Q no ser con expresa licencia suya, y castigaba severamte. a los contraventores, conio á los demas que cootribuian á ello, A Cristabal Rodriguez, apellidado la lengua prser el único acreditado en el uso de aquel itlio'rna, porqe. sirvi0 de interprete pa. componer el casamiento de u11 espafiol con incIia, castigole con destierro de la isla i una multa quantiesa. Le absolvio el Corisejo, i el Rei le hizo indemnizar mui á despecho del governador: pero desde el agravio hasta qe. tubo entero efecto la enmienda pasarian largos dos años ( 5 ) ( 5 Asi consta de varias ced" qe. estar] en el Rego. gi 1504, i sige. i vease A 1304 otros castigos sobre esto exptt. de un Esp'. qc. Ovande hizo azotar porqe. caso con India, la qual se mató de despecho.) Quaii resfriado llega el calor del gobierno ilas colonias ultramarinas. (a) Y que prestó la ineficaz i tardia niedicina? Ya nada en el estado de la dolencia. qiianto menos o no penetrando el rnedico su verdadera causa. El Rey se hubo hlandamte. con Ovando, i este continuo en su proceder an tipolitico, llegando af extremo de quitar los cacicazgos heredados a los Indios qe. casaban con Españoles. (6) (6 De la blandura del Rey consta pr. carta a los off. de Sevilla de 11 Agto. 303. Rn. G1. h. an 170 b. SE., i pr. otra al mismo Ovando vid. Casas 1 1, C 42. fol. 126 V. Sg i sobre todo-la instruccion al 20. Alrnt'. flia. en 3 de Maio 1509. Gener. 19.
Lo qual se compare con lo qe. dice Casas). Asi qc. pr. la letra mortifera del real decreto, por la interpsetacion extensiva de la parte al todo, pr. los grandes abusos en, la egecucion, vi110 6 degradarse toda la raza indiana, tanto que ya no tuvo lugar el sistema de reducir 5 una sola las diversas getreraciones pr. medio de la pesinixtion. Ni apenas fue posible, desecho ese prpal. fundamte. poner en obra alga. otra parte del sabio plan propuesto el Marzo anterior p\ constituir las sepubIicas indianas: plan qg. vanciin". se ha. ilitentado concebir con la orden de los fatales repartirnientos. 26-
25 Pocos dias antes de expedirse la provision declarada, se dio curso 5 otra tamhien funesta A la humanidad, aunqc. no de tan largas consecuencias. Los caribes, pr. otro nombre caníbales, habian concitado contra si un odio implacable, igualrnk. de los Españ*. qe. de los Indio.; mansos. (V. P.Martyr var. loc. praesent. pagg. 237, 408,560) Por informes de la gente de mar se juzgo ser aqI1". raza la mas perversa del orbe, la mas cruel la mas agena de todo racie-
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otros; cuios infaiistos viages retraian la gente de seniejantec espedicianes qe".deseaba promover el gobierno. Pero á pesar de sus deseos, i de [as vivas Instaricias de los interesados, se retardo al pie de quatro nieces el curso libre de itrn clecl-eto qe. se figuraba' d e s u riia utilidad 6 importancia. \'eole regickraclo en Agosto, firiiiado en Octubre, 1 pregonado en Dicienilire, cziando ya se Iiabian veiicido las dificultades sobre el servicio persorial ile los haities. (3) (3 En el Reg. gl. está sin fecha entre los 29 de Agto 3503. En el Reg. de la casa de contratn. esta con fecha rle 30 de Oc". i eii este mismo Reg". está anotado q5 se pregonó en 12 de Dixm., A. hoc. an, Qiie en Septc.ya se cabian en Sevilla estar acorclacla consta pr. la carta de AntO.Guerra al Presidt@.del C o ~ ~ s e fha. j o en 28 Sepbrc.) 26. Asi debio de ser qe. unas misnias doctrinas, influieron en la resolucion de arn bas proirisjones. TorIos los indios occident: eran vasaFlos de Castillai habia derecho p% sojuzgarlos, p7. castigarlos con esclavitud i muerte, si en vez de obedecer hacian ai-mas contra su señor: por otra parte obligaba darles doctrina, i esto era iniposible en los caribes si11ecclavizarlos. La idea de sus horribles costurnb". i delitos sofocó sin duda los sentimto5. (le blandura propios del cristiano corazon íle la Reina; i disip0 las dudas en orden ci los fundamentos q". se suponian cIe heclio 6 riei-echo. D6se 5 los preocupaciones del tiempo la facultad pontificia p? n~iidarirnpends. i 5 los Reyes delegados de la sede primaria la obligacion cle sugetar ii los gentiles pa. mejor traerlos al redil de la iglesia. Nada digamos de las interesadas practicas en orden 5 esclavos, de la potestad qr. coridena A servirlembre ger~eraciones eriteras de apropiarse corno lejitimo el poder de los a~itigucicroiiianos sobre las naciones barbaras, de aplicar ii la cuavisima lei de gracia ciertos ejemplos de sumo vigor, peculariares del gobierno teocl-atico de los isi-aelitas, de extender iÍ la fuerza armada la coinputsion evangelica pil. eritsar al convite. Por ventura se convid5 á los caribes en la forma prescrita pr. los pios monarcas? Se le requirió i exoi-tó suficiente. d e u11 modo Fsiteligihle i propio p% persuadir-? Era prudente la confianza de q5 nuestros capitanes usarian i harian entender los nuevos requerirnto'. i exhortaciones exponiendo su vida i sus intereses! de qc. no se propasarian esclavizar qualesqiiiera indios, iiifamandolo con el odiado nombre de canibales? Apenas se lialla palabra de niiciones qe. navegan con los capilanes destinados á rhscates i descubrirnien tos: i los excesos constantes de esas armadas manifiestan, quan obvias eran las indicadas sospechas.
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27. Inclino h qe. no estuvo 1ibr.e de eccrupulos el ánimo del Rey, pues ce absttivo de a u torizai- esta provisia~ic o ~ ~ t los r a caribes, #igualmte.qe. los del servicio personal de 10s iildios mansos. Mucho m-ierios debi6 estarlo la cristianisinia Reina. El corazoli de ambos consortes se ecliri de ver srrs repet'. insti-ric5. i 6rrEeries destle la ,primera qc. IlevO Colon, en su respuesta á los proyectos de este sobre esctavitud i servicio, en la reststericiac qe. spime,hicieron 5 semeja ntes Fiistaiicias. Tsi unfai-ori al fin las artes seductoras de los pretendientes: triunfal-ori las opiniones reinanfes: la catolica Isabel fatigada d e sus prolijas dolencias, ya nienos capaz de examinar fondo los iiegocios arduos, conio aiites solia, cedió á los dictartieiies de sus dir-ectoi*e.;; ni le cilcanzii á la vida para ver los enormes abusos qc. se cometieron á la sombra de s u decretos. Porqe. tardaron á efectuarse las empresas nrrevas sobre el continenie, i los amades contra 'caribes; ni el repartini". de los haities se asento hasta despires cie sus muerte acñecitla el. 2G de Nohre. de 1504. Su disposicn, úiiin-ia pone (le manifiesto sus entrañ;is de caridad p". con los iridios accicientales. c5~iplico,dice al Rey mi S'. niui afectuosa~-i~". i encargo i niando a la princesa mi hija i al pi-iricipe su niarida. no corisientñri ni den lugar q*. los indios reciban agravio alguno e n sris pei-serias. 1 i i bienes, m a s manden qc. sea11 bien i justamt'. tratacios; i si algiin agrario han recibido lo remedien, i provean de triariera qe. no se exceda eil cosa algrina lo qe. pr. las letras apostblicas nos es muy tirgido i mandado." t a rnaiidado conforme á sus preces, i principal intencion, segn. antes declaro, fue 4cprocur:irde i traer pueblos (le los indios i los cotivertir á risa. Slta. fe catolica, i envian pi-elados i religiosos i clérigos i ot t-as personas doctas i tenlerosas de Dios, pa. iristruir los vecinos i ti~oradoresde ellos en la fe i las enseñar i doctrinas buenas costurnl~resi poner en ello Ia diligencia debida! (1) (1 E s arto. del codicilo de la reina.. . .pado tres dias antes de morir. Pongole segun Dornier Discursos u u r i ~ sde Iiistoria, salvo las id pr. ice prelados i tal qual menudencia ertografica, tmado. la voz clcrigos qe. parece falta i la pone Casas Replico 12 dunde copia fi la letra ef cite. arto., i tarncn. el de la 1". Fiistruccion dada al 1"'. Almirante sobre el rnisnlo asunto del de indios i su conversion. La rnis~iiaexpresion de clerigos veo en la carta del Rey .a Ovando fha. en 27 de Dize de 1504. Gen. fol. 141 b.) Fusiei-onla los Reyes catolicos qrn.esteibo de su parte i permiitieron las circunstancias, especialmtc. la incornpa~-able Isabel, competidora en todo lo Elueno del gran politico Fernando. Fue notoria su aplicacion 6 los asuntos propios de su corona heredita-
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ria, singular el amor con qe. nilr6 las de Indios, sin ¡grial s u esmero en orden 5 las cosas sagradas, i ii la propagacion de la fe. Solo en lo tocante á prelados parece hubo descuf(lo qe. no se trató de enviar P Indias pastores de prirner orden hasta los uItims. dias de la reyna. Y en verdad hubrera corivenido :1, mil respetos imitar el metodo dispuesto por Jesú-cristo i observado pr. los Aoostoles, po:ristianiendo obispos desde el principio como filndamtO,de e i :as del no en el heiiiisfei-iooccidental. Mas no eran taii prirai siglo; colifosrne á las q ~ i a l e sse creyó bastante poner tan grande obra al cargo de un vicai-io apostolico. Esco~iosesiigeto de sobresalientes q~ialidades;pero su poca coiistancia rnaiiifestó quanto mejor fuera un propietario, qc, mirara el oficio pastora1 como insepable de su persona. Sin e~iibargo no se cayO en la cueiita, E se empezó el negocia en n i ~ n o sdel sustituto del vicario aiisente. Prosperó poqirisirno aquella cristiandad mientras dui-o el gobierno del Alinrte. centrib~iiencio al daño las turbulencias de la colonia. Aun todavla iia se penetro 5 I-araiz del mal; i los reies qe. deseavan ctirarles, tubieron pr. suf ciente remedio destinar eclesiastico'; virtuosos i doctos. Fiieron efectivamtc.con Bovadilla y Ovarldo algs. religiosos fraiiciscos mui r'ecome~id;ibles, entre quienes se ct~eirtaal digno compañero del Card1. Cisnei-os fr. Franco.Ruiz.
(V. Alvai- Gomez- rita Cisrierii ad an, 1501) en adelante obislio de CiucladrocI~-igoi de ilrila.
El fruto espirittial qe produjeron estos obreros fue harto notable, si es en totlo cierta la relacion del Lizdo Valtejo ( 2 ) (2) vease en Quintanilla Vida del CardTCisneros lib. 3 capa 2 1 ) Llevaron dice muchas vestidtri-as, camisas i otras cosas de aca, c;trilpanas de diversos taii~añosi unos osganos pequeiíos, lodo con el fin de atraer los indios con (ladivas i Ilaiiiar su atención con val-ietlad de alicientes. Prociira ba lo primero grangearse fa benevolencia de los caciques i principales, pr cuias tierras andaba ensefiarido i convirtieiido a todos i haciendeles sus iglesias: en qe llubo , ília de bautizar set~remil i doscientas pei-soiias. Supone el Po autorizado con amplios poder-es en lo espirittial i añade qiie 1-esidi6eii la Española poco mas media afio a causa de sus coritinuas jndisposcio ties. 29. Los poderes de los francmpara goljernar la colonia, la prision de Bovaclil la egecutada por orden de eses religiocos, la confusion de los tierripos i otras particularidades de Ia relacion de Vallejo, obligan 5 dudar de su exactitud. (1) (1 A Ovando se niando pr la instruccion dar favor á los religa~encrirg5de Io espiritual.
Los potleres del Gobernador General' para todo en las Indias, no limitados 5 la villa capital como se quiere dar á entender, confundaduda I; ion dada á los Geronirnos pr el card' Cisiieros despues de 1 -te del Reg. catolico con lo encargos particularq qc devio hacer aora fr. R L I ~ Z . Este no fue coti los P. P. Robles i Trasferra en cornpa de Ovando. De Trasiersa pr lo menos consta qc estaba en Ia isla qLI0se hizo preso al Alrnte. Alvar Gornez qe vio la relacion escrita pr Vallejo dice qe todos tres fueron en 1501, qe Ruiz balvio can Buvaclilla etc. Nada trae d e poderes dados 5 los PS pn lo temporal) Lleno en mi juicio con imaginaciones 6 runieres vulgares el vacio de [as noticias trascordados qc afirma 1i;iver úido al Padre R E I ~ Zel: qt e11 tan corto tierripo i sieiiiyre enfermo poco pudo hacer pr si mismo i siernpre. Sabia qe uno ú otro de sus coinpañeros discui-rian pr las provincias donífe haviñ espafioles, desviando á los naturales de sirs Iierrores i costi~mbres malas ( 2 ) (2 Asi es de ver yr los qe estaban e11 Jasagua, i estorvai-on enterrar con Boliechio la nias Iierrnosa de sus ~iiujeres)6 itistruiendo a l ~ u ntaiito a los gc empezaban á entender ni-o. idioma, pues def indio (3) (3 Casas dice que no le sabian. Hist. cron. 11, 13. Vease tamm id. cap. 50. Sub. fin) no consta stipiesen los eclesiastEcos residente a la sazon en la isla. Aprobaria la idea en qr entraron los religiosos de tener consigo alg~niños(4) (4 consta clel mismo Casas) en especial los hijos de Señores ga qe ensenada bifu~idiesenla luz enti-e sus patricios. Ygualmente aplaudieron la pi-actica de remitir a Espalia con el nlismo fiii ciertos caciques i joveries escogirlos, como hizo Colon y continuava Ovando pos ordenes del gobierno (3) (5 Destas remesas corista por rnuebas ced' existentes en el RegO) Pero qe se bautizare 5 millai-es de indios sir1 cornpeterite instruccian, si en realidad hubo tanto abuso; qe apenas se pusiese estutlio eil la lengua general del yats i sus diferentes dialectos; qc el coinun de los religiosos rehuyesen la fatiga de aridar entre indios, pt-efiriendo el reposo de s i ~ scasas en Sto. Dorningo, i la Vega donde vivian, sin mas cuidados qc ei~sefiar5 contados riiños las primeras Ietras con los r~idirnientos de la religion: no es de creer lo aprobase Ó caIlase u n varo11 ta1-1 instl-uido i celoso, enterado coino se expresa rle lo qc se hacia en l a conversion íle Granada (6) (6 V. el cit. Casas y el Cizc'o Vallejjo rrbi. sup.) Tengo para mi dipuló El venerable Cardenal pa informarse del estado de la colonia pi'iiicipalmtc eii lo eclesiáslico; i qc á cons las n ecesidades espisi tuales de Ia colonia, se sequencia ci edio m(xlidris sabias (6) (6 vid. respr" 0v;vanclo tomaron p3 de 1503, Mar-LW1 3 q- tracii de la dotn de los clerígos s e c q R .g. Otra -C
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rm e ande i respn A los ofF de Sevilla de 36 Agtn 13 batan pAla fabrica [le Iglesias. Jbid resp" 2 27 Dicc. 1504 notificaridole qe iran prela erigos, , ,V%aCj~ cosas del servicio de Dicis. ibid. Sol>reobispo e11 1 bula de Jrrlio 2 qe supone las preces de los RtZyes etc1.1 Del e osrieno aurneritar el nriii-iei-otEe operarios evangélicos de ambas cleros; estableces curas propios en las irillac, dotandolos a razoii de cien castellarios anirales; señalar rentas p" constitiiir ternelos soliclos. i emhiar obispos. Pasa esto último, á solicitr~dd e los R :e 1e su hul; Julio 11 eligio en la Eri;p;ifiula tres ciiocesis pr Nove 1507 ( 7 ) (7 Rornac ap, S. Petrutn l i cai. uecernons 1304, pontificatus ari. 1, Patr. 5 ) Empero la muerte de la Reizia, las consiguiente mudanza i revueltas, los tei-niinos mismos en qe vino la l~ula,obstaton al pronto i pleno cumplimiento de tan Ctiles disposiciones. Restardosle sobre todas las mas urgeiiie i necesaria (le estirMecer la gerarquia ectesiastica, de mandar Dastores de primer orden; criia vigilaiicia yrecaviera tal vez en su n i~cirnieii :S gravisin-iot;. Por frilta de personal; tan autorizadas,, tan d t Idas de interes propios, tan agenos de mil-as temporales no se previno la ruiria qe en lo civil i religioso debia acasioniir. Ia constitucion Ll*,..>,
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de tina republica en qr todos las liritiii*;iles sirviesen a u11 pequefio numero de esti*anjerns.
30. 'Pero so11 m u y riiros los qc en ~orisideracfon cfe 10 pos veiiir dejan la ritilidad pi-eseirte. Esta sc aseguraba Española con el servicio de los indios; es1 las otras islas i en 1 ,I-III~ con los pingues rescates i la iilieva graiigeria cle esclavos q- se adqrrjrian 5 titi110 de caribes. Grandes ati-activos para fomentar i extender nriestro establecimiento i cornet-cios occidentales; ci qe el gobierno se niosiró atento i propicio, con mucha especialidad desde rlt IlhJuan Rodriguer, [le Fror~secaya obispo de Cordoba i capella~i mayor de la Reina viiio á sesidii.a de asiento eil la corte, i ;:i lener i n f l ~ ~ jen o los negocQ~ltraniai-iilos, qllixA mas qe resÍrIientl villa, donde los rliriyio siempre con destreza. Si pr falta r Ireccion en e1 cetilro de las espediciot~esi negociaciones del wteario padecieron estos aIgl quiebra precisarnte 5 tietiipo qe se aumente en iiiteres i nu~iler-opedia rilejoi. segimen; n-iui en breve se ocui-rió al daño con ustiras. Pues es1 lugar de [a oíici e creó pi-pio. pa los asuntos de Iiidias, i de las ccirnisiolies pa 'es qt e ntendian en parte tie ellos; ftie i~istituidau n a J t ~ n t apermanente rie tres ministros, denominada Casa de la Coiitratacian de Inidias i Clanarias, en vra. de insti-uccion real fha. en 20 de Enero de 1'503, El 14 de h-
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Fbro. sigte se nombrar011 los tres ministros pa otros tantos oficios, de criio noiiil~re1-ecibierorl titulo de oficiales, para Tesorero el Dr. Sancho de Natienzo, caiioiiigo de aquella Metropolitana; pa Factor el Jurado Franco Pinelo, tesoseso aiitiguo de la oficina expresada; pa coiitador: escrivano Ginieno de Buviesca, qe ya lo era de las di-marlas de indias. Los qriales empezaron á egercer sus furiciones en 25 del mismo Febrero coi~forinea 20 orrjenanzas compre:ndidas . . en la citada instruccion, entendiendo cada u110 su P*-..l;-" C L U I I ~ I 1111111?1ti'o, i juiitandese diariametile i despücliar, deliberar, determinar, i esc~~ibir lo coriveniente en libros de acuerdo, de cueiita y razbn, de corresponrleiicia con la corte, i otras en gran numero, ra presico pa Ileriar las vastas atenciones de este esiablecirn sose A su cargo la dirección de totlos los negocies de Indias, su comercio, su navegacion, los rescates i d e s c u l i r i m t O ~ u e v o slas ; instrucc" p" capitanes i escriba~iosde naas solire s ~ i sviages i retornos; el acopio en tiempos oportunos de Io qe conviniesen enviar; el recibo, custodia i apr-orechamienmde la qc se tragere, eel cuidada particr del oro i s u prniit;i rerluccioli A moneda, COIIIO tamrn de los demas artic-e real hazh, su admani beneficio. -.-.m
31. AdeiiiAs se les previno qe pa la ilorrna cle sus ordenaiizas devia r.efoi-nxirsela Junta de la EspañI4 coii-ipzresta de los tres Offs (le r1 hazh presididas por el govern:idor; de quienes cleverian informarse acerca rie lo qr aca i allá convinieseii a la brieiia negociacion, ya pP dispoi~erpr si, iiiforrnar al superior govierilo i procurar las 01-detiesnecesarias, Con efecto en la iristr-ticciori Li Ovando dada en 23 d e Marzo prosirno se le ordena establecer i presidir en Sto Doinirigo iiria casa de contratazn al modo de la de Sevilla: si bien aq1lZera solo (y1 las dependencias de la coloriia i cotno subaIterna cle esta de aca, la ctial en sri piiricipio ni tenia presidente ni recoiiocía superioi* friera d e la corte. Cornetierolise ademas á esta casa d e contratacioti los Iiegoc" de las islas Canarias i castas inmediatas (le Africa. donde estaba la tari-e i fortaleza de StaCruz, i havia diiters;is 1;ictorias pt la r1 haz'"". Eii estos intereses entendia el Gabernador de Canarias Ant* de Torres, caritineto de la casa real, qr falleció pr este este tiempo; i iiombrdOpa sucederle el doctor Escudero, abtirvo con el cargo aquella coinision pero stibordiriada á la iiueva Junta de Sevilla (1) ( 3 Reg. gen1 fol. 105 ad. 110. AntO de Torres parece ser el cantinero de la casa r1 i hermo del aia del Principe de quo Sup. Havia fallecido antes del 5 de 3uiro 303. Al cfr. Esle encargo su negociatVcon depeiida de cudero ya govr de Caii-se la caca de Sevilla en 4 de Jul. Obs. qe en 9 de Enero 1502 se man-
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ROLETIN
DEL
ARCHIVOGENERALDE LA N ACION ~
da 5 Alonso de Luga gobernr de las islas de Tenerife i Palma V. Geils fo 16. Viem Notg IX No 29 piensa qe Lugo ya antes se llamaba Adelh) A Ala qual se dieron mui cumplidos poderes desde su institudón: luego se le ampliaron, como tamcn c n sus e sus empleados, srr jurisdizn i autor" áedFda ~uftiplic I tengrandecian los negocqdel Nuevo miindo. Por la rereriua lnsrruccion devia establecerse la casa en las atarazanas: pero 5 represn de sus ofF se les concedio la parte del Alcazar qe llamaban qucirto de los Almirantes donde sin demora se dispuso la sala de Juntas i demas obras necesarias pr el prorito, de qe fueron puestos en posesion el 9 de Nevm (2) (2 Lib de la Obra de la casa de Contratn A 1503) ?.
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32 Pos este mismo tiempo se encargo privativamtC.al Seco. GricPo el despQ.universal de los negoc". de Indias. ( 3 ) esto se di6 aviso 5 los o F . de Seva. en 8 de En0. -1504. Gel Grizio solo despacha. estos negoc. como medio año antes, ni se haiila en el Reg. Cirii, alguna expédida pr. otro desde el 20 de Junio de 1303) que antes solian expedirse pr. distintas manos. Desde aora dirigidas con mas regularidad, orden é inteligencia, tonlasorI mejor aspecto. Fovorecioseii la colonia con franquezas, con abollicidn 6 mitigacion de impuestos i derechos, con ideas i auxilios V . muitiplicar o promover diversas grangerias. La caza de puercoS m O R teses, la pesca en mar i rios se pei'iilitieron usar Ii brenierite. El pecho pa. el pasage del Ozarna se redujo á Io preciso pa. mantener Ias barcas. En las reservas de llevar, traer E comerciar se fué abi-iendo Ia mano, visto el ningún interes qemreportaba al erario. v el grave daño de los colonos. Si toclavia se traficaron alg! provisiones pr. el Rei mas bien fue pr. ocurrir á la nt el lucro. (1) (Vid. Gen. en 5 M 3". 1505 fO. 149. Sg.) el quai se nioderól dejando al arbitrio del gobernador la prudente tasa; i luego se concedio la libertad combeniente con poquisirnas instrucciones. De cosas de estas reinas 6 q'. ya estuhiesen aquí, solo se psoitbio Ilevar esclavos; guanuies, caballos, armas oro 1 plata: á qe. se añadió . < - . despues sal i crisoIes (2) ( 2 Esta reserva es ya de 1505. a 8 da FFebreso, Gent. 145. b. Sg.) lo uno porqe. se fomentase alli el benenficio de las salinas, Eo otro pr. evitar se fundiese oro fuera de do:j casas reales de firndicibn qc. se mandaron hacer brevemente. De los productos de Indias no hube reservas sino la del brasil, porqc. siii duda se hallaba con mas abundancia qc. en tiempos posteriores, v podia venderse á menos precio ( 3 ) ( 3 Estaba el prte. aíio mrs. el quintal (Vid. nostra 12. a) esto es A menos de 2 mr: - - t i -
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hra) qe. el de otras partes, siendo de mejor calidad: pr. tanto se puso Factoria p\ venderlo en Flandesqcon fruto de la R'. hacienda; y esta causa se ved6 la entrada del brasil extranjero: Orden qe. pridiera exctisarse, ií no ser por la preocupación de muchos en favor de lo extraño p" mas qe. sea caro y valadi. 33. Acerca de les desechos se arreglaron los de extracibti i entrada segun el arancel del antiguo aImojarigfazgo de Sevilla, al dos i medio por ciento, permitiendose pagar aqui 6 en Indias pa. contemporizar con los colonos. En bien de los rnisn-ios se ordenb continilase Ia fsanqrrena de alcabala ya concedida en la primera venta de lo qr. viniei-e de alla. Del oro i otros metales, de qe. primero se pagaba la mitad i luego el tercio, se mandó exigir solo el quinto; del algodon de quarta parte, en vez de la tercia, de los Esclavos habidos en guerra, d e sus bienes, la quinta. Continuose favoreciendo los repartimentos de tierras i Indios á los Españn, i se rnandO hacerlos en la forma qe. solia el Govesnador. Camo se habia dado licencia pa. qe. todo colono pudiese traer consigo á los naturales de ambos sexos, siendo cristianos i vinieiido de su voluntad tarnen. se permitid llevar esclavas negras como fuesen cristianas. En quanto 5 los varones negros qe. se dejaban de enviar pT. haberse huido de sus amos los prinieros remitidos coi1 Ovando, ya Iuego se fueron enviando en cantidad, si11 duda pr. los trabajos mas recios. ( 4 ) (4 En la respuesta de Ovando ( G . 128 b. se expresa enviarse veinte negros pa. las minas) áque los haities no estaban acostumbrados, En alivio ríe los mismos indios qe. servian de conducir cargas, i mejor servicio de los colonos, se dispuso niandar iiuntero de caballerias menores. Fomentose pr. todos los medios el beneficio de Iris minas de oro, en especial ordeiiando se diese arte auri A los negros, qe. deblan andar en cuadrillas á diez personas. Ade~liasse manclh I~eneficiaruna mina de cobre descubierta en las cercanias de Puerto Real (1) (1 Dase la 01-11.eii Mar-so 1504, Gen'. 131, en respta. a! govr. Ovando; luego @ descubrio la mina siquiera en 1503; luego se engaña Herr 1. VI. 28 diciendo se descubrió en 1506. Copia en parte á Casas i añade sobre la incei-tldumbre de éste) extender la industria aE apr-ovechto.de las piedras metálicas i otras cje. parecian de valor, de cuentas, i alg: gomas á modo de ambas, de las tierras de colores verde i azul sobre qe. se creyó hallarse en cantidad. Asimismo se encarg6 experimentar al cultivo del pastel planta europea de grandisirno uso pa. teñir de azul quando era menos comun e3 añil 6 indigo, asi llamado por no conocer otras qe. el de Ia India Oriental (2) (2 Debia de venir por Levante, A veces por la via d e
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BOLETINDEL ARCHIVOGENERALDE LA NACIDN
Besberia i era irno de los prec" artic: qc. bajo el nom1ii.e ~FI-berir, traian los navegs. sevillanos. Irid. pi'ovision real de 28 rle Sepm. 1482. Sev. cirrd5. pag. 14. vid. nieni" de Capriiarii P. 2. Apl. I 19. item coleccn. diploma. pzig. 20.11,5.- Pacheco de la Piiitui 3.p.343, hablando de los colores qe. iisaI-i:in los a~itigiiosdice: tre los colors. mili preciosos era Lino el Indico: retiene en I t é i i t í i . C I mismo non1bre; qc. acerca de iiosotros aííil . ..reriia rle la Itrriia occiderital eic. El niismo le 1Iain;i añil pag. 391: do habl;i (fe dift". azules, etitre ellos Ilan~aconiun el de Sto, Domingo: raro i no usado en España por costoso el ultrainarino. Finalmerife p\ no haber probado la primera simiente de gusanos de seda, se retnitiii segliidii con encargo de propagar Eas moreras en eii el Nrtevo-mltiido. 34. No potiia el gobierno menos ateiicióti en adelantar los comercios i estabIecimientos. Hacia t ienipo qe. los reies favorecian la nevegacioti coii esmero particular, i i este fiii no cesaron. (3) (3 Desde 1480 Iiasta 1303 Iiai varias cIispasic~dignas de consirlern. Confer. Sev. ciudad ir1 riostr. pag. 33.40. Urtariz. como. i mara. A pag. 98) de ale~itarIti construcción de bageles cle todas cliiser- en la peninsula; coii esei~cianes.rnei.cedps i privilegios. Por lo cual decian eii 1301 (4) (4 Provision de llAgto.Sev. ciud'. T. Ir. 218 in nostr. p. 39) Iiaber" eIi las mal-es de estos reirios nias i mejo~-t.s f~istasqc. en otros" Acia los dias Últinios (le la reina se pi-omoviei-on mucho los vkiges r ~ s c a t a ri rlesciilirir, i l l e j ~ r a n d olos partidos de los armadores, coiiceilienrlo nieiios gracias i~ capi taiies i pilotos de merito, atericlierrdo á strs quejas sobre agravios ciel gobernador Ovanclo, ( 5 ) 1.7 Sobre lo acaecido con Colon en su postrer viage, ve-jo el cornenrl;irIr. Ovarido 5 Ojeda y Bastidas en sus exped'. (fe 1503, i a queja de estos se dio 5 Ovatrdo eii 1504 en carta qe. se le dirigió, la orden de tratar mejor i fit~~or-ecer á los capitanes de rescates i desct~hrirn~".Gen'. h.a.) i inanllado 5 este les hiciese todo favor. Ayudii en especial el autor-izar á los ofics. de la reciente casa de contratn. de Sevilla ya. celebrar los co~icicrtosde semejantes en-ipresas. Los qe, po~rianeri ellos sus ideas, manos i caridales eran pr. le conlun natur? Ó mmoradores de aqI1". tierra, i erales de grande incentivo [a comodidad i ventaja de tratar con jueces intelijeiites sir1 salir de sus casas, sin tos eilibarazos (le la corte. Pero sobre todo contribuyeron las esperarizas grandiosas qc. produjo el viaje último de Colon. 33. Desde e? puerto de Azua, reunidas y compriestas sus quatro naves, par ti^ el Almirante 5 desctibrir (6) ( 6 Fern. Colon
el nias seguro Casas eti lo qe. pone de t;i crirta qc. el Alrnte.escribió desde Jani;iica. IClartir pr, lo q,. supo i vi8 del Alnrt,. iiiisina. Idos testigos qi. deponer1 en el pleito de Calo~i. Herrera nialisima copiante de Casas confunde mas. Cl.iarleroi.\; toma~icioi t i f i e l niente de Hei-rera, acaba de perder la verdad de los l~eclios). Mas Iiubo de arriba al Yáquirno p". librarse de otra tempestad. De alli salib á 34 de Julio de 1502 i queriendo alliar recto A la tierra firi-iie en husca del imaginado est reclio; solirevi[iierido grandes calnias fue jlevado de uiia dificil i peligrosa navegacion virio A proveerse de agua i Ieña en ciertas islet;is miri pequeiias no lejos rIe la Jamaica (7) (7 Cuba Janiaicoqus irisulis fi septei~ti-ioriIn deslram relictis tiice P. Mai+tir-, pag. 201. Notese error de Cas;ls y su copte. Herrera. ,Engañose Casas sin duda p\ una certifcazn. equivoca (le uno qp. 710 p l ~ d ocreer q,, alga, de las islas de Caimanes (do prohahlen',,. hizo aguada) pertenecia al Jar~fiii de la Keiria. Acaso los caiinaries qc. ífiz IIanió Tostuguero Colon, o el Caiman grande). Luego nairegnndo p°. sutlueste (8) (8 Segn. el piloto y capitaii 1-edesnia) ;tvEstO uira isla pequeñ;i, elevada, vistosa pr. la viir-ieclacl de Arlioles, e1ilti.e ellos multitud de piiios: de cuyo nonibre se EIamB eiitoiices si bien en lo sucesivo coiiservó el de Cuanaja qc. le dabaii los naturales. Del mismo nombre se haii spellidado Cuanajas otras riikichas isletas situadas 211-ededor de la priiicipal, i a sti coiititiuacib~i ia via de Sudtieste: tocIas las nias de mui corto a i i ~ b i t oA modo de peñones i cayos, excepto las de Rriataii y Utila. Acercalidose las naves á la primera avistada fue a reconocerla pr. orri. de Colon su hei-niano dn. Bartolome con dos Iiitichas. Halló gente semejante 6 la (le otras islas pero con la frerite menos espaciosa: el terrerri, fertilisimo i todo verde. Riscit i-ria pl. da costa cuando p\ dicha acertó a Ile~aruiia canoa de solo un ti-oiico, tari larga canio iiiia galera, ancho ocho pies, con u11 tolrlo (le ojas de palma. en qemesta el prpal. Seño~.(le la isla con sus mujeres e liijos hayage i ~nercancias,bogada tIe veinte i cinco rerneros. Toniose sin resistencia, i coiiducirla á los naves se registraron entre otras cesas algunos ropages de algodoil, co tilo p;iñuetos pl. cubrir las partes vergonzosas, caliiisetas sin mangas, mantas y cobertores [le telas de algodon, piritados con diversos colores i dibujos: espadas de palo con canales de ambos lados donde estaban asegui-ados con hilos i pez ciertas nevajas de peder~~al: hacliuelai; de cortar lefia, no de pieclras como en otras islas, sino de buen cobre: sonajas o censerros del niisrno metal i crisoles para fundirle. Diferentes u tensitios, vasijas y otros artefectos harto primorosos,
de harro, de rnarmol. de marlesas finas, de algodon de varias c Por comestibles maiz i raices usvates en la Fkpaiola i adernas tidad de alnrenrlras de cacao, friqtn co-tiocido entonces dl i nmned a ; sol o pamento nuestros, i menos sus varios usoc reció aEli el sumo aprecio en qE. an los, indios. EII v d e wanto :pareció vino, una corno cerveza de n-iaiz. De estimable, vistoso y rar-o, toinb el Almt rnuest s;1, danc recompensa d e Ias bagerias de Europ-.. . ,.. -a iilqur :-r--. rriiui 1..-.. .. hizo pasar a sri capitana los isleños be la canoa. Prestarense faciles y ni al transito ~nostraron tep~rgnancia,ni adrnii-ación, estrañesa 6 miedo, est;rndo entre gente tan a s o m b r w qual debian parecerles los nuestros. La unica pasion q . se lec not6 fue Ia vigilancia cluantlo srscedia caeerse ó descomponerse los pafietes qe. los varones traian de cintiti-a abajo Ó las mantas coi1 Iq'. las Irnujeres se cubrian parte del cuerpo, i á las veces el rostro Abrí dado ..-..--. de su 1ionestid:id el Alnire. los ti-ató bien i despidió niui agasiijados i contentos. Solaniente retubo consi~oá un viejo nombrado 'O'un-ibe qe. parecizi hombre grave i de buena razon: A'icanz6 á entender de estas Ghianajas qe. venian de paises ricos, induijirioso~, cultos, situados el norueste parte de la India segun su di1ctarnen. NO ti'at0 de ir a ellos pensando que facilmente se podrian oescubrir tresde Cuba qc. les caia maii cerca. Entendio tarnen. qe. 1;i tiei-r-a firme estara alli inmediata, HallO en efecto i unas siete Ieguas ( 1 ) (1 Asi en la descripcion ap. me. unria G ~ o p n f . Lac. po~ie6 á 1) al cabo de Honduras qe. le Ilanió rie Cagfnas, porqc. asi 1l;imaban los haities A una como rnanzarritlac ;irrugadas, de qe. se vi6 multitud arboles por los contornos del cabo y eii la playa qe. s e p i a a1 Oriente. Por cuio rrinibo deterniinb guiar sospechando si esta tierra iria p". la qc. en SLI anterior viage observ6 correrse á poriierite clesde el cabo de Paria, i a formar cori ellas iln estrecho qe. le condujese á las partes del Ecuador orige1-i de la especeria, de todo lo precioso i grande. Insiste en su ruta no obstante la contraried;id de vientos i corrientes qC. la hizo gastar q u a r e i ~ t adias en obra d e 60 5 70 leguas. (1) (1 Martir pag. 209 dice qe. en 40 dias aper-ias ;induvn, 70 leguas: los numeros combieiieci siiponh. en Martyr 6 sus copias traspuestas la ,Y del nurnu. LX. Si adernas trastocó las j~alabrasdias i leguas, se liallari conforme con fdo. Colon, á qn. es preciso atenerse pr. lo gen', Pero en este lugar parece error en F. Colon. Segun el nlisitlo se llego 5 Gras. 6 Dios en 14 de Sepw, y se hahia salido del pta. de Yaqtiimo en 14 de Julio): tantos pzrso -desde el cabo de Hondriras ht". el de Gracias A Dios, al qual deno L
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min6 así pT. ver excitaclo en todos e1 afecto de gratitrrd al Señor qdo, mudado el runibo al Sur ceso tan fastidiosa combate. Aunqrie n o faltó entretenimiento al poso. Recreaba el animo Ici templanza de1 clima qual de primavera perpetua, la amenidad del pais lleno de hierba F arboleda verde: de frutales en toclos estados desde florecer hasta madurar los frutos. Veiansc pinos, pai-ras silvestres, palmas de seis o siete especies, abunda. de los granos, frutas i raices con-iestibles de la Española. Entre los manjares tos pabos 6 gallinas de Indias; i grandes ansores. Quatlna pedos semejzintes 6 "leones; venados, c;il->rasmanteses y jrivalies ch icos. En la ftspecie humana diversas modificaciones. Al principio hernejaiiaii guiiIiaje5 en rostros, en habla, en atavios í adornos: entre estos pañuelos en la cabeza de los principales i abracinas colchadas de algodon nativo alli, pa. defensa d e srrs picas, jaras i espadas con filos y puritas de pedetdnal. Poco adelante se vieron otros; con ahugeros e11 las orejas, capaces de un huevo d e gallina. Cerca del Cabo de Gi-acias á Dios pasecio la gente salvaje, fiera: alg'. enteramente desnudos, el color casi negro, Por venttlra estaban tiznados, como se advii'tid en otras qc. se desfigrira ba n con tintas rojas i negras i dih~ijosvaliados capi-ichosmw. de mil mane.. ras. Tamcn. se le atribuio el conies peces crudos y cal IIC L ir~irnana; creo pr, los informes de los indios mansos poco distantes clel cabo de Honduras, cori quienes se 2rat0 mas despacio qtiando mediado Agosto (2) ( 2 un domingo 14 de Agto. dice F. Colon ique sali eron á oir Misa: qp, el sigr.miercol'. (1 7) volvieroil á salir pn. tornar pose-sjon. Que el 18 corltinuaron tratando coi1 los naturales cle alli. De donde segn. Martyr (pag. 209) se hicieran á I:t vela el dia 20) se toiii5 solemne posesion de la tierra, i se procuraron noticias, asi pr, medio de los naturales, conlo del isleño de la Guariaja. A todos se preguntaba qu;lnlo podia conducir ii las ideas del Alrnir.ante: i conforme á ellos se interpretavan los adenianes i señas de los barbaros. El deseo, la imaginacion ardiente, el juzgar diu prestc1, produjo entonces como spre. Ennumerables yerros. Ciompren:dianse ---*> bien que el Guanaje ya no se enteiidia con estos Itidicib, i por canco se le despidio desde alIi. No se arlvirtio la diversidad de idiol mui coi-tos distritos; la bondad de uiias gentes qire solian admiracles h uesyedes, ofreciendo sus casas, su sirn]pltcidad en la adrniracion, en Ias pasiones, en el aprecio de Ias fl-rislerias qc. se Ies regalaban. Pero qe. por tales rumbos se hailavan las ricas frutas i product" de la India oriental, el (que delvia esta r proxiirno el reino del Gran Car~,el GariJes á tantas jortiada .5, i rnu i cercaino por -A-<--..
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vez 1Ilos fer ocisi nic~s tigres, mostró graiide horror al valieiite niono; el qiial no 1:iien le t uvo cerca qd". eiii-roscandole su cola en el cuello, i agarranaoie con el brazo sano, le acobardd, mordío hizo dar fuertes gsuiiidos, i irnos al dicho: de Marty, le sufocó (1) (1 Conf. P. M;irtyr, B .4.p.211. Sg. F. Colon cap. 91, fin, COTO lib IX cap. 51 de los Monos i cap. 55 de los Zahinos. Cieza nrieiita estos moiios en el Pede. C 93 poiiientlo cosas raras relaciiin agena. Euf, var locis. i Suppl. 7.5. á pag. 117) 3
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Parte del Almw. de 4Cariai e: t i S de Octubre, agradario de las muestras Re oro, i con nciticias tle i ~ i a i o rriqueza la via de leste por donde inclinaba la costa que tiempo despues se apellido rica. A unas veinte legiiris describre la gran bahia de Cetaliaro senibrada de muchas islas. con canales ir~termedfosqoe facilitan la entrada i salida por varios rumbos, i qe. atin oi dia se llaman bocas del Almirante. Asi como I:is isletas se asteiitaba la tierra firme, mtii frondosa, fer-til, abundante de conrestibles, con animales de las especies ya vistas, i copia de habitantes, tinos en cueros vivos. otros eri pañetes angostos en el bajo vientre, e n especial las mujeres: pr. lo corntiii tiznados 6 pintados de varios morlos; algunos con guirnaldas de flores 6 coronas qe. eiitretegiati unas de fieras, como leoiies 6 tigres. Traian al cuello guanitnes i espejuelosde rru1 u, y -" . aqrie!los indios i s u s confinantes pr. oriente, cogian S corta 1distaiicita i les servia pa. comerciar cozi los vecinos. segun indicaba11 1~acerlolos d e Cariai, dos nattil-ales de esta pi-ovitlcia qc. mostrar rnaioi-es luces. se habian tot~iadopa. iirterpretes. Mediante ski oficio se prestaron pacifico~los de esta bahia, hubo rnuesti-as de las joyas al Almw. i salido al mando aiicho pr la vaiida de Oriente el dia 17, gtiio pr este ruinho doce leguas adelante uii rio, doiide aparecen indios pinlad'os en crecido numera, ar.in;tdos de picas, y jaras. Xnieiiazari á lus navegs dando grcin vocerio, sonaitrio uri at:iriibsr, i caracoles mai-inos, ya desde la ribera, ya cietitro d e l agus, echando sorbos de ella, i liierbas mascadas, hacia los supuestos eneinjges. Mas coma los vieran qtiietos convidando 5 la paz se les acercaron, i á caniliio de 'traratijas d f e r ~ i ihasta diez i seis espejos de buen oro. Sin embargo auri tnal seguros, el sigtcdia repiten sus amenazas i est l*ueiidos hasta venir sobre los barcos con demostracioties Iiostilec. Para contener su c 1nanc1a el general disparar una ballesta, qe hirió a un it~di ti* al aire una pieza de artiller-ia cuio troi~idolos esparitó i puso en precipitada fuga. Luego bajando á tierra quatro Espaiioles los llaman pacifican, i rescatan otros pocos espejos. Con tatito sigtiio su camino la armada, i da en otro rio, con gentes semejan-
tes en todo á los de atras: pero el paso que se apellidaban 6 iban viniendo al son de sus bocinas i atambores, ttibieroi~el bueii acuerdo de enviar una canoa con mensageros, á explorar et anin-ro d e los niiestros: de qe restrltb venir sin distiirbio al amistoso trato i comercio. Ni mas ni menos acaecih en muclios pueblos de la playa 6 riberas de rios, qe se recorrieron al paso, sig~iiendola empezada ruta. Entre ellos se hizo notable el Veragua, donde indicaban los Eiirlios cogerse el oro, i haber fabrica de aqa*joyas qe se veian pr espiiclo de cinquenta leguas. Poco antes de Veragtia, dice Ferno Coloii, se halló un gran pectazo de estuco hecho al parecer de piedra i cal,.. yrirnera sefial de edificio en las Indias Occidentales, Contento el Almte con las muestras i noticias Iiahidas, sigue sin detencion Iiastíi 130rtobelo, puesto qe nombro asi tanto pc su capacidad i dernac excelencias, qtO pr la belleza del pais cultivado i poblatto: d e suerte qc figura un hermoso quadro; las viviendas unas de otras 5 tiro (le piedra 6 ballesta, con 11s huertos en qc se craiban con esnitri-o las plar~tasde rniiior uso i regalo. AlFi se vio cultivando aquel como cordon qcm pi*oduce la reina de las frutas del Nuevo-mundo, al delicada i fragante aiiai-ia, llamada de
otros ananás, i de los nuestros coiiiUri~iiei~te pifia de Indias, Los riaturales mui tratables'¡ fr;iiicos, ó tal vez codiciosos de las fruslerias extraños, desnudos i piritados como tatrtos otras de atrás, mas cubrian lo qe. pide ia honestidad, las mugeres con fasas ó tiras de algodon, los varoiies cori taparrabos de conchas. En contados i n dios se noto una planchita de oro colgante d e la nariz sobre los labios, i se reptit0 adorno d e geiite principal. Solo el cacique se piiitaba de negro, los denlas todos de colorado. En otra parte no lejos de Veragua, ningun distiiitivo usaba el Señor, si bien se le conoció, porqe. e n ocasion de lluvia, nadie mas qe. el tenia sobre la cabeza iin hoja Re cierto arbol. Pasaclos siete dias en Portobelo 5 causa de llubia i mal tiempo, el 9 de Novm. continua el armada su camino unas ocho leguas: al 10, forzada de los vientos contrarios, se retrocede la niitad de lo attdado, i fondea el Nombre de Dios, ó sea puerto del br-istinrietito, segn. le llamo Colon, pr. la copia [le maizales que habia en los colitornos 6 isletas proximas, Hallase comodidad para reparar algunas averias de las naves i toneles; i hecho esto, tirase adelante el dia 23, hasta u n sitio, donde se dejan ver obra de 300 indios, convidando al trato coi1 sus comidas i piececitas de oro, pendientes d e Ias orejas y narices. No quiso el Alrnte. detenerse: pl-osigrie lentamente, i el 26, forzado del tiempo borrascoso, fondea en un puerto de cortisima capacidad, i m r ~ i
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angosta boca, pero tan hondaMe qe. perrnitio siii-giesen los navíos inrnerliatoa a tierra. Ocasion de sobraba fiiniiliaridad elite espanoIes 6 indios, de salir fiirtivanite. de naos tnuclia cliusriia dicol~itai avara, de agraviar aquella gente de mil maneras, i sri rnansedunibi-e i simpleza, convertirla en ferocidad 6 itnpeca ble odio. Retiranse del trato, se defienden o ofenden, i osan atentar aun coiitr-a los navim.
En vano intenta reducirlos el geriei-al, pr. terminos de amor i prudencia, en vano reciirre al estruendo del artilleria, en vallo añade al trueno los estragos del rayo, disparando con bala. Ningun medio alcanxa A restablecer la confi;inza de los salvajes, si uiia vez se logi-6 escarmentar i poner en huicla. no amansar jamas, ni 6 otras d e aqlk\ proviiicias, aun despires de muchas generaciones. Los qe. se trataron entonces calific8 Aerndc. Colon d e los mas altos, mas bien agestados, i clispuestos, entre los indios de Occidente. El terreno pr. menos feraz, Ileno d e yerba corta, i con pocos Arboles; en el puerto i su plaias se hallai*on cayrnaiiec de los mas grandes i horribles parecidos á los cocodrilos del Nilo. Drja el Alrnle, la Iiazatmozaestancia á cabo de nueve dias i entra eii IiiieYO combate con los vientos del este: neveg;i rio ol)starite iiri espacio corto, hasta las cercanias del golfo de Uraba, recoiioce varias isletas despobladas al largo de la costa como de una legua que llamó Barc i a ~donde se ve precisado 5 desistir de s u s desigi~ios. Jt~ritocon sus capitanes i pilotos (1) (1 Dicho cle Pedro de Ledesma, capn. i piloto de la nao Vizcania. P r o c m ci~lp!eifode Jos Colonos cou 41 Jiscc~irptrl,' co~isiclerala porfiada oposicioii de los levat~tes,la escazes de víveres, las nao5 carconiidas cle broma, la geirte ~lesfcilleciíía. parte muertos, otros eiifermos, i resiielve poner fin al descubrirnienlo. La idea noble de coniunicar el coiitiiienle Iiuevo con el antiguo, cede a la miserable de investigar las niiilas de Vet-agua, indicada por los indios. como fuente de! oro empleado en variedi~dde alliajitas pr. aquella costa. Buelve piies el Aliiiw. las proas pai Oeste, el 5 de Dicw. i favorecido del vietito !lego 5 Portobelo en el misma dia. El siguiente, lro bien se hace al mar p" proseguir su camino, cambian los vientos al opuesto i-umtio, se eriibr.avecen, varian sus direcciones, cliocan entre si: las olas se estremecen i agitan con suma violencia; sobrevienen copiosas lluvias, truenos, i.elampagos: en clima quantos efectos de horror i espanto puede ofrecer una serie de borrascas deshechas, otras tantas se verifican i coiitinuan por nueve dias. . .. (Hasta aqui llega el borrador original de Dn. Jrrari Bapt\ MLIfioz, de donde se ha sacado esta copia)
EL DESCUBRIMIENTO Y LA CONQUISTA: NUEVAS ACLA'IRAGIONES DE LOS HECHOS HISTORTCOS Y UNA 1NTER.PRETACION MATERIALISTA CS)
A mediados del segundo milenio después de Jesucristo, la Aiiiérica descoriocida por el Fiombi-e occidental, fue teatro de acontecimieiitos políticos que tiastornaron de uri modo profut~dosu constitucidri etncigrática, y transformaroh las mismas raíces de la civilizacióri.
Esos sucesos eñtimaosdinariús,en sti conjkitrto. podemos 1lama1-los el Descubriniien to y la Conquista. Ida isla Española fue el primer esceliario del audaz tivenlurero español: el lugar de cita para arraiicar d e ahí las expediciories a la Costa Firnie e Islas qlie forrnabaii las Indias Occidentales. Debemos d a r una nueva interpretaci0n a este magtio hecho de la historia moderna que arruinó por conipleto a poderosas comunidades semisalvajes, y fiiiid6 un imperio colonial europeo que estql>a por ciiiia del progreso rilatei-ial de los pueblos aut~ctonos;pero que en lo espii-itual quedaba rezagado eii muclios aspectos de la cultura que hi-fllaba eti Cuzco, eii México y en Yucatan, v hasta en el apogeo de la raza atlárztida de las islas mayores del Caribe. Porque, inquirimos: LQué cainliio ltay en fa manera de vivir el iridividiio, cr~ando no provoca coi] la trai-isrn~itaci~ii de valores esenci;ilel; un n u e w desenvolvirriiento peinianente de civilizacióai 11 u nia tia?
Esta cuestión lia de debatirse y a para deterniiiiar s i el paso del conquistador+ hispano a ti-avés del Nuevo Mundo ha de dejar Irriellas penlurables ei-i el fltiir del tiempo, o si no hizo más que adelantar ~ i nlieclio que llan~aremosd e fatcilirfad histórica, qile debería cun~plirsede todos modos en la marea de los siglos siguiendo el ciirso siempre repetido de irnagii-iacián y violencia iiacia iiiteligencia y derecho para recaer otra vez eii barbarie y anarquia, segUn la ley de los Corsi liicorsi de Vico, y conllevar en el fondo mAs niales reales qite los It-vtos que dej6 su I~ienestarexterior. (*) Ponencia tinte la PI Reuni6n Iiitcraiiieric~inadel C:iribe, "acc~iid:i" y riiandadn a publicar en obra separada por "merito extraordinario".
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EOLET~N DEL ARCHIVO GENERAL DE
I.A
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Dos teorias se disputan en la acttialidad el predominio para (lar u n a explicación. En pi-inier tCrriiina, se trata de traer al tapete las fuerzas de carácter ecdnoinico. De alli el nombre de rnaterialismo económico con que se conoce. Se habla de una civilizacibn material que aport6 el Descubrimiento. En segundo térn-iiiio, se opone una teoría ideológjctt, piies liay una tendencia que reconoce al espiritii u11 don de perfectibilidad, esto es, inia meta Iiacia el ideal. Mas, Zcii;lles son esos ideales? He aquí otro asutiño que vamos a definir m4s adelatite.
La lucha entre esas dos ii~terpretacio~iesdurará por largo tiempo en el inmei~soclorniiiia de las rnariifestcicioiies Iitstóricoculturales. Sin ernb;it-go. la Histori:~1-eservó siempre ef lugar yi-eferente a la teoria irieoiógica, eii la civilización antigua; pero ver-eli1QS si en la epoca nioderiia la contrai-ia esposici6~tpuede ohteiier uria coherencia decisiva para el desarrollo de los pueblos, coii la liase pcicol6gica de las tres rnar~ifestacionesdel alma Fiitlariable que Soii inteligencia, sensibilidad y voluiitad, ese complejo que nos hace deducir todo el sistema de la misma civilizaci0r1, y par consecii de su histeria, encarnada en una sol;^ irlea fiiziria~i~ental: Fa feli Para encausar nuestro ensayo en torno del Descri hi-iinieiito y de la Conquista, empecemos por trazar el cuadro de ese lniittdo precoiom bitlo.
La raza invasora del Siiigfi, padre del Coiitinerite, qire siipervivi6 a! Diluvio en Ea retiiotii edad glaciiil, se había desbordado como cin torrente desde las niisiiias fuentes de !a Historia. El indio qiie habia brotiido, segúri Steiii, en la milenaria meseta de Mato G r ~ s s o ,siguiendo sii tr;iyectoria eii la costa atlái~iticaeiitre cascadas y torhelli nos, soplado por una inquietucl iión~ada,dejjaba a t r h las misteriosas regioiies de la Cascadia y la Colurnhia, imy rimiendo Fa huella de sus pasos, dande la evidencia de una verdadera e inconfundible c u l t u i ~ ~eii, Teqriki, Tula, y Milla e i~lftindieiido su espíritu creador a los civilizados ii-iayas-quiches. Después bajó de Yucatán, pasii el arco de ta Florida y Paria, cuaj ado cIe Islas y mates desde !a, oscuridad prehistórica, y pi Por fin en 1la Azitilia, en donde vive aUn el pétreo testimonio precaria e inestable civillzaci6n, ya decadente eii el pei iodo colombino, con sus famosos ten~pbosde la GuCicara y JobobabB, en donde se muestra i i n arte exquisito, custodiado por szis i~imóviles C
e iii~ylacablesCerníes,
en la tiei-ra ri~ontafiosade Haití, la isla pri-
riiogéiiita del Descubt-iniiento. LC6mo y cuándo ocrit.rió el éxodo origiiiario de Ia raza? LCtiánto tiempo tlt~t-O la penetraci~n hasta llegar a las grandes islas del Caribe? Las emigracioiies desde el Brasil Iiasta las Antillas y la Arnkrica Central, por el Norte. y la vasta pl;iriicie e interminables mesetas de los Andes peruanos, por el Oeste, hasta llegar al Pacifico g enipujai' hacia las pampas argeiiti~ias,~ilcanzandolas mirgenes del rioi Plata, debieron durar ce~i tnrias, en su gesta histórica, hasta engeridi-ar 10s cliversos pueblos indígenas que poblaron las Américas, y que forma el Area (le lo qlie pudiéramos llamar el Mecliterráneo colombino, entre ellos los galihes o c;iri2ies, Fos siboneyes, los horiqtieños y los jaimaquir~osrle estas grandes Antillas.
El taiiio, la invención de Mai-ti~is, esa mezcla de ainuaca y y;iqkli-iiáhoa, productor (le las razas civilizarlas de !a America Prefiistoria, conio le llamara Spengler, vivió entoitces la eternidad de SLFpaz sedentaria, adorando su rnolitsña rcculo de Macoha, y la enigniAtica Attabeira, deidad saiiiid;i de la teilryestad y el viento. en la aittiqiiisinia Teogonia india. Est;iba el horntrre cobrizo transitarirlo sus priznitiirosy n ~ a r a s i Ilosos valles ci~!~;i genealogia se pierde en la niontaña de la Historia, junto al ciei-i-etiri~ientode los canipas de nieve del nebuloso periodo Eoceno (Coiistanza, el Cibao, La Vega Real, Sari Juaii, Ia iriniensa I ~ L ) ~ ;que I hiihia de llevas ~nSstarde el iioiiihre rlel arquetipo de la raza, Eiii+iq~iilZo, liasta el viille del Paiaisa Ilainado pos ColOn, segiiri las Casas), cuando vino a turbas sil filosófica quietud liuma~ i a : la preseilcia del ceritauro hispiiriico en @pico tropel guerrero. Estan-ios salvatido el irliliescifi-able hiato de la Pi-econquista. Detietiios abordar el magno suceso deE Elescu briinien to y rtarle ti [E seiiti(lo ti-asceiidelite. Nuestra visi6 11 de ayer se ha esfir mado por- complete en el nurvo hoi.izorite de la vidi] .iictoal, coii sri dereclio realista, su gastada dernocsaci:~,su arruinada libertad, str ciencia y arte descoiicertanles. Sotncis tinos hombres distintos los que pisaiiios la Tierra ensangrentada y extraña. Pero, en esta edad, se alzai-fi al fin v al cabo, la ciudad esplendida y niinca vista de una ci\~ilizacióiino soñada, en ese gran periodo de la post-guerra que vendrá, ezi que nirestra Amgrica tendri el cetro, si no falla el horóscopo que predice el inkilible devenir histbrico de la nueva raza mediterránea del Caribe.
Por eso, los paises de este mar que vi6 la kazaiiri inigrialahIe de1 decimoquinto siglo, deben ser fuertes, unidos, libres, desde Santo Doniingo, la hist0rica Española, relicario de '- r-iiquist;i, hasta Paii;rrná, el itsrno qire parte eii dos las Ariikric uyetido a Puerto Rico, Janraica, colonias sojuzgadas por otr; ; distintas a Ias que hablan la lengua de CastilEa e i l este liernisferio occidental.
El papel histiirico qlre desrinpefiaroii y desarrol1:irori eri el curso del tiempo, es harto diferente de los grandes conceptos civilizados del otro rnt~ncloviejo con sus Ilesos e ideologias ni& lejanas. Lii i~lflz~ei~ciii que ejercieron con sil ver-dad en nuestro mundo ya es una verdatl dístirita a la qrie pliso en riiiesti-o puso pelisamierito un nuevo ideal y nrievos hechos. Y en el riiundo de los hecIios las verdades son sin~pleiiiente ii-iedios para doiirinar sol~relos espíritus y determinar- acciones. ((LOque determina del rango histbi-ico de una vertliitt, dice Oswald Spei~gler, no es su pi-ofuiididad, su exactitud y su l6gica corztextura, sino sil eficacia moral)). Nada importa qtie u n a venlad sea mal entendida o no obtenga verdadera inteligencia por parte de iiadie. Una verdad eficaz es una bandera. De ahí que debemos crear urja concepcióii filos6fica que recoristruya por primera vez el ctiadi*~del presente, como lactor de coriiposición y piedra de futuro. Qiieda, pues, ya realizarlo el ingreso de nuestros y uel-ilos del Caribe eri la época dr las IiicIias gigairtescas, en la qlie aliora nos situaii~os,firiidar iina nueva liase, uiia conciencia ajelia a la vida eirropea q u e nos levai~taaiiri en peso. Es el trh~rsitoverdadero del balbuceo de la libertad política que atravesaiiios desde que dejamos de ser colonias. a la vida profundamente autónoma, al estadio un¡versal de las evoluciories, que comprende por 10 menos un siglo, y q tie en todas las epoca5 puede señalarse.
En esta tierra de la casi Fegendaría expedicibn alrecledor de la cual liabremos de disciii-rir eti la ri-iayei. paste de las sesiones de este areópago cieiitífico, ñlgliti dia se alzará el Faro de Colon, con su cruz latina, iluminando las oridas de la kibulosa Atláiitidri de que habla e] relato egipcio ir~forrnadopor So1611al padre griego de Los DEGlogos, y al que hicieroi~referencia las trageciias de Eiirípides, la teogonia de Hesiodo, jr la Odisea del viejo arquero del vei-so heroico, cuya gloria literaria se extiende mhs alli de los siglos. Antes de ahondar en ese primer escei~arioen donde se desarrolló Ja acción coloniibina, la Española, centro de conqrtistas y cuna
de la civilizaci&n occideiitaf en Anierica, e1.i este huniilde e igi~orado santuario, de limitados prestigios geogrAficos, pero qile Iia tenido !a srierte singi~lar(le irocai-se en el nionumeiito más riotoi-io de la Historia: destaqrren~os ya, níticiamelite, solii+eese cuadro histliirico qiie se Ira esfiiniando y mezclando con tintes vagos de leyenda, la Ijgrira principal del drania. C~+FstÓb¿zlColdn, el de la iritirición geiiial, el actor rIe la acerada voluritad cósniica, cotllo nota rotunda puesta al inargen de historia de ese episodiode los siglos que va a crear el actor principal de la liistoria moderna.
Es necesario adai-ar esta vida para descifrar el propio eiiigiiia del Uescul.iriniieli to. Naci6 Colon en Genova, y tlo Sud gallego, catalin zii judio, ni i i n inglés descontenlo qrie, segiin Vidart, **seha bia disfi-azado d e geiiov&spara realizar en vicia algo cle mayor tlascendeircia que el cuiiocido diclio del famoso romaiio: rigrata patria, no poseerás izi is I.iuesos1'! f'liesto que si es cierto que iio se conoce a u i ~la fe de bautisii~o que indirl~ieel sitio eii que vino al rntindo el insigne aventurero italo, e! iiiaterial histórico que hay permite asegurar a la it1vestigaci0i1 que fue en Géi~ova,fundándose en Ia cita de los ci-onistas clisicos que atest:!ii que era exlrafi~ero el gran mari~io,y que era Lbliguro genovés". h*Fué, pues, este irarciii escogirlo, de ~iacióiigenovés, escribe. Las Casas, de alguii I~igarde la provincia d e GPnova, cual fuese, donde nació o que nombre litvo el tal lugar, no consta Ia verdad de lo niás de que se solía llan~arantes qtie llegase al estado que lle9.6, Cristirbal Colurnlrtis rie Terra-rubia, etc.'"
El inca Garcilaso cle Ea Vega en sus coiiientarios reales se da las maiioc can e [ Obispo de Chispa, al referirse al personaje casi fiibuloso de Alonso SAnchez de Huelva, cuando dice: 4hFuerona parar a casa del famoso Cristóbal ColOn, qi~~ou&.~, porque supieron qiie era u11 gran piloto y cosrn0gi-afo". 1 4 . ..evo u11 hombre de tierra (le GCiiova, describe D. Andrés Bernáldez, Cura de los Palacios, liiercader de libros de estampa que trataba en esta tierra de Andalucla que Ilantaban Crfstohal Colbn, hombre de muy alto ingenio". Esto lo confirma también Francisco Lbpez de Gornara, al tiacer refei*enciaque D. Luis rIe la Cerca, duque de Madiiiaceli y D. Eiirique de Guznián, duqlie de Medina Sidoilia", tuvieron por siie-
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ño de ilnliarlo burlador la empresa", cuando Colón se encaminb de la Rábida a Sevilla en busca de ellos para dern;indarles ayiida eff caz.
Y, por Último, (Ion Pietro cl'Anghiera, conocido cominmente con el nombre de Pedro M-Rrtir de AiigIeria, el preceptor del ~ r i n cipe don Juan, el primer cronista de Indias, según Menkntle yo, afirma el linaje ligur del Almirante. c4En estos días, t ha llegado un cierto Cristóbal Col611de tos antípodas occideiiiair~, es un /~umbrcde Ligrria, a qiiien mis soberanos casi con repugnancia colifiaron tres buques psra brrscar aquella región porque se pensaba que lo que decía era Fabuloso". Christophoro CoEombo, que tal es el nombre y ortografía osiginarios del Descubridor de América, vino al niuiido a mediados del siglo XV, y expiro en Valladolid a principios del siglo XVI. Por m i s qtie no parece n i ~ i yverosinii2 la fecha de su iiacimieirto en el 1451, entre agosto y octubre, en qrie Ia localiza la proIija y tlocu!nental biografia ptiblicada en 2932 por la ciiidad de Gé~iova, puesto que tendría que tener de 22 a 24 años de edad, cuando Co16, llegó a la Rábida, por primera vez a fines del 1884, Ilevai~dode la mano a su hijo Diego, "nyñico que hera nyco", de uños 8 o 10 anos, la cual iiidicaría que el Descubridor se cas6 eii 1472 o 1475; pero los investigadores nada dicen acerca del matrimonio (le éste con la portuguesa doña Felipa PalesZreIIo y Muñiz. Como Hornero o Aristófanes, en szi patria del Atica, veinte villas itaÉianas se disputan la gloria de haberle servido de ctina: Génova, Pratlelle, el Castillo de Cuccaro en Monferrato, Titiale, Orieglia y Savona o Saona (tres ciudades de la costa ligiiria), Roggiasco y Cogoleto. Los trabajos eruditos de Enriqiie Hari-ise han demostrado juiato con los cle Juan Bautista Spotorno, que los progeiiitores del gran natlta fueron doii Donlingo Coloniho y doña Sussana Fontanarosa. Su alizielo, dice Rassi, debio ser don Juan Colombo. Siis hermanos fiieroii los conocidos personajes hist6ricos doti Bartolome y Giacomo (Diego), Afirman los genealogistas qtre Colón descei~dióde la linajuda hitiiilia de los Colornbo. a4Ellinaje de suyo dicen que fiié geiieroso *! miiy antiguo, dice fr. Eartolom4 de Las Casas. pt.oceclido aquel Colón de quien Cornelie TAcito trata en el lib. XII, al principio, diciendo que ti'ujo a Rama preso a Mitridates, por la cual le fuero11
dadas insignias consulares y otros privilegios por el puebIo romano en agradecimiento de sus servicios". Y es de anotar, que el pi-imer sobi-enornbr-e(le su Iinaje, segun el mismo Las Casas", ftie Colón, k(despues, el tiempo andando, se Ilarnaron Colombos los sucesores del stisodicho Colón roniano o Capit3n de los romanos y destos Colornbos hace mención Antonio Sabelico en el lib. VIII d e la ddcada loa., folio IGS, donde trata de dos ilustres varones genoveses que se llamaban Colornbos".
He aquí una an6cdota respecto de este hecho biográfico. Un cortesano al referirse al matrimonio de don Diegs Coldn, el Fiijo, con doña María de Toledo y Roja, ernparentada con Fa nobleza, hizo esla irónica pregunta: '<i,si era cierto qiie Cristóbal Col611 iba a tejer su liriaje;iV, aludiendo asi al antigtro o f cio de tejedor de lana de su padre, y talvez de él mismo, en su primera juventad. SUpolo el genoves, y contestó: que después que Dios crI6 a los hombres, no conocía oti-o niejor que el para oi-igen de una familia, porque había hecho mis qiie ninguno". Su juven tvd es confusa para los iiivestigadores. Se ignora por que este marino dejo su patria y se fue a Lisboa. Y no se sabe tatiipoco el año eli que Col611 procuró consegiiir (le don Juan 11 de Poi-tugal lo que despues ofitiivo de los Reyes Católicos. &&Asícomo de la fecha del nacimierito de Coldn, dice Salvatierra, de la de su llegada a PortugdP na hay dato alguno, del misnio modo de la de su niatrirnonio"".
Washington irving deja entrever que fue antes del 1474, puesto que da como cierta la fecha de este ultimo año en gzre el Descubridor se cambio cartas con Toscarielti, y esta correspondencia se cruzo desde Portugal. Para el crítico Jacobo Wassermann en su libro cb Ci-ist0 bal Co16n el Quijote del Ocka~io",dificilmenf~ puede ser ariterior. a 16 7 7 ' . Como Portugal era la primera de las potencias maritirnas del Mediterráneo en el ultimo cuarto de la centuria XV, a mSis de sus vincuIes nlatrimoniales en aquel país en donde tenia radicado su doniiciiia, es ~iaturalque Colón insistiera con el soberano en que se le hiciera la ayuda que pedía. En el año 1484 se I-iizo oir de la Coste lusitana: ". ..pero como esta empresa en las lineas generales del plail que expone el nuevo explorador, escribe el P. Ortega, no se par-ece a las otras; es distinta y m ~ i c h omris audaz de cziantac a la fecha se han intentado; re-
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viste en el fondo y en la forma cu;iEidades nunca oídas y mucho nienos aceptadas en la historia cle los descu br'imientos portugrieses", el rey don J u a n Juan I I organizó irlia junta de sabios compuesta de cuatro notabilidades: los medicos niaestre Joseph y maestre Rodrigo, reconocidos por los mejores cosm6grsfos de Sortugal a quienes se debía 12 aplicación del astrolabio a la navegaci6n, el doctor don Diego Ortiz, obispo de Ceuta, matemático, y el Licenciado Calzadilla, d e origen castellalio, obispo de Vizco. 1-a Jrlnta y los Consejeros del Rey qiie la asesoraron, rmechazasonel proyecta, y el doctor Ortiz, dice11 los historiadores portugueses. se iidelant6 a miirniurar, que tendencia de Colárr no era otra qtie distraer 3a atenci611;agotar los recursos y dividir la fiiei-za nacional, mienlras su poder estuviese asi roto y disperso eii remotas, iiiútiles y ociosas expediciones, se hallaban peligrosamente expuestos a los ataques d e su ativico eneniigo el rey de CastiFla". &bla
El rey don Juan, no participarido en todo del criterio de sus Consejeros, despacho, sin co~iociniieiitode ColOn, una cara bela coi] el rumbo indicaclo por este Últitiio, a hacer la prtieba; pero no IiaIlai-on narla. Este es el tnolivo reccindito que hizo talvez que el burlado niari~iosaliera de l'ortugal a España a escondidas, y cotno de incógnito. Aquel visionario errante zarpa de I,isboa a Andaliicía y niancla a su hermano Rartolomé a Inglaterra, con el encargo de cotliprometer en su empresa a Eni-iqire VII. Sti gran sueiío rie llegar a Oriente por el camirio más corto.
Irigtaterra acepta el Proyecto pero muy taidía~nentey regresa Rartolome CoIOn a la Española cuando el Describrirnieiito ya ha caminado. Refiere11 los aritigtios ci-oiiistas qiie con aiiterioridcitl el Alniiranle viajó por Italia ofrecieiido su Proyecto, armque niiigirn doc~iniento lo Iiri comprobado.
No se ha podido precisar la epoca rie la llegada del Iieroe, 1x1sando ya triuilez, a España.
Se ha fijarlo solo que eti 1436 2-esidi;~
aIli.
ColOn antes de llegar a la Penínstila Iiabía ejercido su oficio de marino durante veintitrés aiios, según 6 ; misnio [o ofiimia. y dorante catorce años, tarnbié11 él inisnio Io dice, insisti~con su Proyecto ante el rey de Portirgal. Eii casla a clan Fernando el Católico, en 1305, el Alriiiraiite se
es presa así: Dios nro. señor milagi-osatnente n7e envi6 acá Iiorgiie yo sirviese a V. A. Dije rnilagi-osarnerite porqrie fui a portar a Portugal adeiide el Rey de alli eiitendia en el descobrir r n á ~que otro: El le atajo la vista y oído y los sentidos qlie en la que pude liacer entender to que yo le dije". Es probable qiie este personaje (te leyenda desembarcara conro primer puerto españo[ en Satita María, de Ea cual era eiitonces senor don Luis d e Medinaceli. Esto f ~ providencial. ~ é Vivió con el dos años y le habló de su Proyecto, segun refiere Feriiándel; de Navarrete.
Medinaceli le propone el asmito a sil Reyli;~, desde Iít misma Rota, Doña Isabel le dice que rnande al extranjero pero se le atravesaron vicisitudes qlie no pudieroti con la paciencia de Colbn quien espero el fin de Ea guerra de Granada. Fné. en 1491, aF cariipo de los Reyes, y tio ohtuvo huezia acogida. Salió Colón decepcionado de la Corte. Se asegura, contrariamerite a lo api~iitado, que el Almirante desernharcó en Palos y de aquí se dirigió a la Rábida. la cita1 dista media legua de la citada viIla. A ese santtiario le ~oi~dtijo la necesidad de aniparar a su hijo que Elevaba de la mano, a pesar de qtie FernAtadez de Navarretc califica de fiibula este itlcideiite del Conven to.
Hay en favor de que Palos fuera el razdn tIe ser el puerto mhs pi*Óximo eri España. Talvez allí le condu-jo s u siiio: del Ti11to-Odiel gozaban de notoriedad y sriblinie civeritutmade las carabelas.
primer sitio de arribo la el tránsito d e Portiigal a los marinos de la regióti debió escogerlos para la
Están de aciiel-do el Padt-e Las Casas, don Fernando Colon y el croilisla Herrera, en la fecha de su llegada: '&alfin del año 1484". El erttrlito autor de b c L a Rábida"' concluye de este modo: %oZOn llegó a la Rábida en la fecha 1484-1483, corno un extranjero".
Fue allí, a la Rábida, el genio desventiirado a pedir pan g agua ~ cuitas y sus sueiios al portero. Fr. Antonio de Marciiena o y sus oceánicos.
duro el error respecto del religioso que ofreció arnpai-o en la Káliida al peregrino navegante. Repitiendo lo que consignaran algurios de los prinieros cronistas, Gómasa v Herrera, las historias nrodcrntis han escrito que fue fr. Juan t3izsez lJor iiiucho tiempo
de Marcheiia, peisot~ajeque est5 probado que nunca existig Los papeles oficiales de la época, ya de la orden de San Francisco a la que directan-iente le concierne, o de los ascliivos del Gobieri~o,arrojan los dos noriiht-es perfectamer~fedistiiitos de fr. Juan P6t.e~y fr. Antonio cf.e Mascheiia, interviniendo respectivamente con Col6ti en las clos épocas eii que 41 llego a la R5bida: cuando vino de viaje par primera vez de Portugal a fines del 1484, y cuando 1-etorrib de la Corte en 1491, ya decepcionado y para recoger a su hijo DEego con el fin de niai-charse a otro país. En los cori~ienzosdel año 3491, los Reyes Cat~licosestaban en Granada preparrintlo su cerco definitivo, y el 11 de abril de ese misma año, b%salierona seiiiar si15 reales ei-i el ci~arlelgeneral de Salita Fé en la Vega de Graiirida". Pero poi- oti-o seiidero hacia la villa de Palos, coiidirjera el DestEi~oa Colón. *.Viendo qtie ni en la Corte n i cerca de los duques (le hletliiia adelrintaba cosa algriiia, escribe Las Casas, fue a la vilIa de Palos con su hijo o a tomar a su hijo, niño, 10 cual yo creo ftiese al convento la Ribida, y saliO a recibirle un padre que liabia por nornbi-e Fray Jtran Pérez qiie debía ser el guardián. . . el cual (lis que era coriftlsoi' de la serenisima Repna o lo habia sido". "Fue el Almirdiite a Sevilla, agrega don Fernarido Colóii, y no IialIando en sits Altezas mejor concltisio~rque la pasada, di6 cuenta de su empresa al duque de Meditia Sirloi~ia;pero desputts de iilrrchas pláticas no conc I I ~ U nada en Espafia, y así deteriuiiló pasar a Francia, a c l i p rey 11abia esci-iio sobi-e esto, COI] resoluciCin, si no le oyese, (le pasat- a Irigt;iterra a btiscar a su hermano, di: quien no Iialiia tenirlo sioticias, coi1 intencióii de llevar a sil hijo Diego a CCii-dob;i; pero Dios oi-den0 qire tuviese efecto, inspiratido a Fr. Juan Péi-ez, gtiardiaii del conveiito, a qtie tomase amistad ccn el Almirante y qiie le agr;idase tanto su empresa que le caus6 sentimiento su resolricióri y lo que perdería España con ella". El insigne aventui-ero llega de nuevo a la Rhbida a nlediados del 1491. y entoiices el guardiAii fi-. Jiran 13&rezle acoge cori benevolencia, aposentandole, canlo parece probable que 10 hizo en t484 el Custodio de Sevillíi, fi-. Antonio de MarcRena. García Hei-niiidez, eE rn&iico-astr0logo (le Palos y coiripincl-ie de Pérez, creyó en Colón y aconsejó que le ayiidara a 3ua1i Pérez. Fr. Jiian Perez se entrevistó con la Reina Isabel, desputs de hacer que el Descubridor desistiei-a de su viaje a otros países, y ella le escribio d e seguida a éste, Ilaniindole a la Corte. Le donó
.
LO,000 rnaravedis, por rnediu del Alcalde de Palos, Diego Prieto, q u e se encontraba a la sazón e n Salita Fé, $'para qtie el genoves se vistiera honestame11te, comprara una caba1g;idura y pareciese a SCI presenciaH.
Colon acridio solicito al Ilan-iamiento d e la soberana de Castilla, dejando a su hijo Diego custodiado por su amigo Juan Rodríguez Cabezudo y el clérigo Miguel Sáncliez, y s;iliÓ intiietIiatamente para Santa Fe. Así Io afil-lira aquel en su declasacirín eri Moguer el 12 de febre.ro clel 1314. en las probanzas seguidas por el Iieredero del Almirante. -Además, eri la Introd~1ccióndel Diario se 2ee: . y Iiaber acabado la guerra en Fa muy pra~idc.citrdad de Granada a donde este presente afie a dos dias del mes de enero vide poner las banderas rle otras altezas en las torres de AlFdmbi-a. .. -
*%..
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El gran caballero de la Historia, encarniilóse pues al: canipo de Fos Reyes al rendirse la heroica Granada. E s de conjeturar que después de este gra~irleacoritecimiento, el genovés hablara formaltitente de su ~iegocio y le planteara con las minucias de u n espiritii codicioso de mercader, ante el asombro de los Reyes.
'*Dos obstácr~losretardaron sienipre [a decisibn de la Rerna pa1.a prestarle ayisda ( a Colón), dice Sofonías Salvatierra en su valiosa monografia acerca de ' # L a Rábida y Colón:" " 5 opiniones contrarias de los Iioni bres pr-incipales, Cor~sejerosde Isabel, aunque neriIr-alizados uii tatito por Alonso de Qiiintanifla. Luis cle SantángeI y doiía Beatriz de Eobadilla, y las concliciones propuestas por Co16n, que se corisideratiari exageradas, las cuales eran: qtte se le diera11 tres barcos bien dotados y provistos; etc.''
Doña Isabel
estaba en disposición de ctirnplir su promesa de facilitar s u viaje por el At Ih~itico,recogiendo la pi-ei~dariada a fr. Juaii Pérez, pero el audaz marino la descoiicei-td con sus preten-
siciiies iiis0litas. Aquel hombre escarnecido a fuerza de burlas y hi~rilillaciones,a fuerza de miserias; ese tnendigo que há poco habia pedido pan y agua a las puertas de la Ribida, era un graiide hombre en potencia, iin soberbio y futuro hriesped dt storia que se superaba a si n~ismo"y se levantaba a cien cod U estatura", para imponer, nada menos, como condicidn que r e ~ a s a b a todo limite: "el Alrnirailttizgo del Mar Océano con todas las facultades y preeminencia del de Castilla, el Virreynato y el gobierno gene-
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ral (te todas las idas y tierra fii-me que aqueIIas aguas encontrasen, deducidos los gastos, las mercaderías qire a cualquier titiilo se adquirieren. irrcl~isaslas especias, el oro, la plata y la pedserí:~, y el derecho para todas las expediciones qzie en lo adelante se hicieraii de pagar la octava parte del costo y retirar otro tanto del proclucto". Y exigi.0 el Almirantazgo, no solo para si, sino para su desceirdencia.
De Iocuta fue calificada tal petición. Se aconsejó a ColOn. pero empecinado no cedió él. Parece que al fin, el esci-ibano de ración de la Corona, don Luis Sanfingel logró convencerle y qtre fuera más razonable. El trato se hizo: las capitulaciones se firniai'oli por los Reyes err Santa Fé de Grairada, el t 7 de abril del 1492. Se aplazb e1 viaje: el pretexto ric la Reina era que el Tesor-o lo habia agotado la guerra. "Que la Reiria no tuviera los fondos necesarios para armar Ea expedicilrn innrediatamente, eso ei-a con toda eilitlencia rin pretexto, con e1 deliberado objeto de prodi~cirdemoras calculadas, ponderar dificriltades y obte~lercondiciones menos prefereiites para el genoves".
F L Icar-actcristica ~ de la política de los Reyes Cst6licos la simulaciótr. Colbn se mantenía firiiie en sil demanda del pronto apresto de 'Ea expedición y no cedía en cu;rtito a sus exigencias, lo cual di6 111gar, segiiii los cronist;is. EI que Isabel se violentara, v le tziandase a decir al grande avent ure1.o. &&que se firese eir horatiuena"
Esto lo puso en ejecución el decepcionado y orgulloso niarino, tomando el carnirio d e Córdoba. La Reina reaccionó y le dió 6rdenes a s u Tesorero: '&Pero si todavia os parece, Santángel, que ese Iiombi-e iio porli.5 sufi-ir tanta tardanza, yo tei~drepor bien que sobre joyas d e ini recáti-iar-a se busque11 prestados los dineros que para hacer la armada pide, y ~ ; í y a s eIi~egoa entender en ello". 6aSeñoraserenisima, recpondióle Santángel: no hay necesidad (le qrie para esto se enipeñen las joyas de vliestra Alteza; pequefio serh el servicio que yo Fiaré a vuestra Alteza y el Rey mi señor pi*eslando el quento de mi casa, sino qtie vuestra Alteza rnaiide enviar por Có16n, el cual creo es ya pariidii".
Este di5logo transmitido por fr. Bartoloiii6 de las Casas en su &*Historiade las. Enciias", Iia sido inal leído. De ahí que haya "dado origen a las leyenda de las joyas de Isabel", segúri el Pddre Ortega.
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EL DESCUBRIEIIENTO Y LA CONQUISTA
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Sa~itángelprovey6 lo necesario para el primer viaje de Colón: pres10 140.000 maravedis. 5
El Alguacil que f u e enviado en busca riel glorioso aventurero en Pinos Puente, a dos leg~ias de Granada, y le hizo retroceder por 01-dende la reina Isabel, conforme a la tradición. le alcanzó
Consta en el libro de ciientas de la Santa Hermandad que 1Ievaban como Tesoreros don Francisco Pinedo y don Luis de Santángel, la partida siguiente: ''Vos fueron recibidos e pasadas en cuenta Ein quento e cietito cuarenta mil inaravedis que rlishe por nro. manrlado al obispo de Avita, que agora es arzobispo de Granada para el despacho del A l miran te Don Cristbbal Colón".
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Este prestatno le fue pagado a Santángel, segun se ve en otra partida que obra eii el libro de cuentas que "llevaban Gaspar García Marti~iezy Pedro de Montemayor, de las composiciones de bulas del obispado de Palencia: lbdio y pagó mis dicha Alonso de las Cobezas-tesorero de la Cruzada del obispado de Badajoz- por otro libran-iiente del dici-io arzobispo de Granada, fecha 5 de mayo de 1492 a Luis de Santángel, Escribano de raci6n del Rey nro. señor e pos el Alonso de Aiigulo por virtud de rin poder que del dicho Escribano rnost~-0en el cual estaba ii-icierto diclio libramiento doscieriios mil mrs. en cuenta de cuatrocientos mil que el Vasco d e Quiroga le ljbr6 el dicho arzobispo por el dicho libramiento de dos quentos seiscientos mil inrs. que Iiobo de lialrer de esta manera: iin qriento qtiinientos mi1 mrs. para pagar a Issac Abt-altam por otro tanto que prestó, a sus Altezas para gastos de guerra, e el qirento e ciento cuarenta mil mrs. restantes para pagar al dicho Escribaiio de Racióir en cuenta de otro tanto que presta par-a la paga de las carabelas que sus Allezas manriaran ir de avanzada a las yndias e pagar al dicho Don Csjst6bal Colón qire va en dicha armada". Las célebres ~ a ~ i t h l a c i o nse e s firmaron por los Reyes en Santa Fé de Granada, el 17 de abril d e 1492, incluyéndose en elfas las propuestas por Co16n.
Es de observas qtie estas Capitulaciones no eran hechas de buella fe, tal cual atestiguan los descubl-irnientos posteriores qtie fueron permitidos por los Reyes a Ojeda, Nicuesa, Pence de León, Cosa y otros conquistadores. Las Capitulaciones fueron redactadas por el Secretario rle los Reyes D. Juan de Coloora y fr. Juan Pérez, seglin lo dice el mismo Aln~iranteen un memorial que a su nonlbre fue presentado a la ReiI
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B o t e ~ rDEL ~ ARCHIVO GENERALDE
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na: ". ..digo que al tiempo que el viiro a su alteza con la inipresa (le 1as.Indias qrie él derna~idab~i por u11 niernorial suyo rnilclias cosas y fray juaii pérez y rnonseii colama los quales eritendian eii ello lo concertaron eri esla miiiiera etc." He aqkii las Capitulaciories d e Santa Fe: 6bIascocas suplicadas e que vuestras altezas dan e otorpaii ;i don xpoval colon en alguna satisfacción de lo que a descrilrierto eri los mases oceanas e del viaje q u e agoi-a con el ayuda de dios ha de f;tcelv par ellas en servicio de vuestras altezas son las que siguen: 66primerameiiteqiie vuestas altezas como señores qu e sori d e las dichas mares oceaitas hice11 deride agora al dicha don ?c&iov111COM.. Ion su almirante trti tadas aq~iellasyslas e tierras firmes que poi*-sil niano o yndtistria se desci-ibieren o gailaren en las riichas mares oceanas para dui'ante su vida y despues de nluerto a sus herecleros y s~~bcesores de vno en otro pei-peturiinente coi1 todas aquellas preliemineiicias e pi-errogativas pertellecientes al tal oficio e segun que don alonso erzrriquez ntiestl-o altniraiite m;lyo[* d e castilla e los otros sus predecesores en el diclio oficio lo teiiíaii en sus distritos. plaze a sus altezas, iohan de coloma. ""otro sy qlre vuestras altezas kicen al dicho don xpoiral s u visorrey e goirei+nado~* general eri todas las dicli;is tierras firii~ese yslas que como dictio es el descubriei-e e gniiare en las dichas inares e que para el regiriiiento cIe cada vna y cualqi~iei.dellas faga el eleccibn de tres persoiiiis para cada oficio e que vuestras altez:is torne11 e escojan ~ 1 7 0 el que ~ i ~ áfuei-e s su servicio e asi seraii ~iiejoiregidas las tierras que ~ u e s t r oseñor le dexare Ilallar e ganar a servicio de vuestras altezas. plate a sus altezas. ioliaii de coloma. ILyteri qile de todas e cu;ilesquier rnescadui-ías si auies seair perlas preciosas oro plata especiei-ia e otras cual€ e e nier'cadurias de qualquiei. especie nonibre e manei*a que : se compraren trocaren fallare~i ganaren e oviei'eri rrerirrcI rte. icI S Iinrites del dicho alrnira~itazgo que dende agora vuestra s altezaIS Iiazen merced al dicho don xpoval y quieren que aya y lleve p a i a .s i la dezeira parte de todo ello quitadas las costas todas que se fisiesen en ello por manera que lo que quedare limpio e libre aya e lome la diclia decima paste para si mismo e faga della a su voleliitad quedando las otras nueve partes pasa vuestras alteziis. pla IS altezas. iohan de coloma. ..
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dAotrosy qtre si a cama de las mei-cadi~riasque el trahesa de las ~iichiisy ~ l a se tierras que asi conie dicho es se ganaren aca de otros mercaderes iiasciere pleyto alguno en eF lugar donde dicho coniei-cio e trato se terna y fara que sy por la preherninencia de su oficio de alinirante le pertenescera conoscer de tal pleyto plega a vuestras atteriis que1 o su teiiierito e iio otro jriez conosca del tal pleyto e ansy lo proiiban desde agora plaze a sus altezas sy pertertesce al dicho oficio del almirante segund que lo tennia el dicho ;iEiilyranEe don alonso ensriques p los otros sus antecesores en sus distritos y syenrlo justo. ioha~ide coloma.
los navios que se armaren por diclio trato e negociacion cada y quanto e quantas vezes se armaren que pueda el dicho do11xpoval coloii sy quisiere contribuyr e pagar la ochena parte de todo lo que se gastare en el ai-iiiazon e que tambien aya e lleve del provecho la ochena parte de lo qtie resultare de la tal armada. plaze a sus altezas. iohan de coloma. ($vtenqne en todos
&'sonotorgados e despachados con las respuestas de vriesttas altezas en fin de cada vri capitrilo en la villa de santa fe de la vega rle granada a diez y syete de abril del año del nasciniiento de nuestra salvador ihu xpo de mi13 e quatrocientos e ~ioventae dos. yo el rey, yo la i-eyna. por mandado del rey e de la reyiia. iohan de coloma. registrada. ealceiia".
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Además, extendieron al Alrnirailte cua~itosdespacl~os fueron indispensables para colmar su vanidad.
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Los vecinos de Palos rnenoscabaroii en alguna forma los intereces de la Corotia y fueron condenados por cl Consejo de Castilla & * aequipar y armar dos navíos y estar coi1 ellos por un año al servicio de los Reyes". Por provisi611 real de! 30 de abril del 1492, se ordenaba al Ayuiitaniienlo de Palas qLre a los diez dias de Iiati&t.selanotificado tuvieran convenienteniente dispuestas dos carabelas destinadas a Colón, quien las equiparía en el termino de cuatro meses.
Y por otra yi-ovisión real de esa rnisiiia fecha se nombraba a Cristóbal Coliin ~~Altiiirarite e Virrey e Gobernador de las tierras que descubriere". Decía esta provideilcia de los Reyes CaltÓlicos: ('por cuanto os xpoval colon vades por nriestro mairdado a descubrir e ganar coii ciertas fustas nuestras e con nuestras gentes ciertas ysias e tierra firme en la mar oceana e se espera que con la ayuda (le dios se
preparativos de su expedición, e3 (lía 12 de mayo del 1492. En ese puerto el 23 del propio mes, presencia la notificación que en Fa plaza frente a Ea iglesia (le San .losge lracia a los veciiios de la villa el Alcalde Diego Rodríguer. Prieto, de lo mandado por los Reyes. El acta de la notificacibri enioieza así: "Eii miercoles 23 días S;ilvador Jesucristo cEe 1492 de mayo año del nacimiento d ge desta villa d e palas estailaños estanrlo en 'la yglesia de S, do ende presente fray juan perez e chislobal colon e ansiniisnio estando presentes alvaro aIonso cosio e rliego rodrigiiez prieto alcaldes ma!?clres . .." Despries este gran actor poterzcial de una obra portei~toshque le reserratia el devenit. histhrico, escoge sus cooperatiores. Se entendi8 primero Co161i en Palos con MnlmtiilAlonso Pinzón, Iie~*manornayoi- de Viceilte Añez o Yafiez y de Francisco Marti11 Pinzóli, taza de Iioiiilii-es lirestigiosos de iii:ii'. Colón era desconocido de la ri~ai-inei-í:ide aquel sitio, y los Plnzciit gozaban, al coiitr-ario, de gran popularidad cornarcana. Aceptaron aconipañai' al gzirovés para acatar el inaiid;ito de los so berarios espatioles. 'ranaIiien se incorporaron ri ColOn tres hermailos. niiemliros de una destacada familia de marinos de Hiieli~a:S ~ i a i i ,Pedro Alonso y Francisco Niíio. Se Iia evidenciado que tio Iiubo pacto previo entre Colón y los I3iiizÓn, puesto que 13s doculne~~tos que clebian consignarle no lo revela11 así, tales corno !as pi-obanzas que formaron los rnisn~osPinzón acerca de su participación en los Bescvbrirnientos. A m i s de los papeles de alistaii~ientoseti qrie se consignan los sueldos qLre debían ífeveng;t t': Martin Aloiiso esta registrado cal1 iin stieldo d e 1fi.000 maravedi.;. En cuaiita a la colaboraci8n [Fe tos marinos en la obra del Describriiiiiento, en su etapa inicial, por las informaciones que fueron clcpuestas en 'las referidas prlibarizas se Ila denlostrado que fue al principio inuy a r ~ y n f i ndie~rics,lino de los testigos, Ferrin l'iíiez, quíeii d e p ~ i s oen las probanzas, dice: ..y entonces vido este testigo que1 dicho Martiii Alonsa Pinzón andaba llevando gente e Ie decia: anaca, idos con ~iosoti.osesta jorila'da, que andais mise1-ando; haced esta jornada, q u e segfin fama habernos de fallar las casas con tejas (le oro, e todos ver~ieisricos e de buenavei~tura... Traccer~di6tiasta la Corte la resistencia (le los marinos del TintsOdie1 para emprende^' el viaje, y los Reyes, en carta fechada en Guatlalupe el 20 de junio del 1492 confieren a Juan de Peñalosa el encargo de liacer c~implirsiis provisiones. Parece ser cierto, no b\
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obstante, que no Rubo necesidad de dichas reqrierirnientos, pueslo que el 2 clel niisnio nres de junio etiipez6 CoIOri los alistamicrilos. "Fr. Jiian Péi-ez, escribe ~ e i r e r a le , ayudó mucho eii sil despaclio, disponiendo Iris iirrii~iosde los rnarinoc que tludabaii de entrar en
viaje no conocido". No se sabe coi] certidirm bre el nhmer-o y los nombres de las q ~ wformaban parte de Ia ti.iput;icióri. Los iiivestigritlores rio están de acuerdo sobre este asut~lo. Ovieclo y Anglei'ia refieren qrie fueron 120, y Las Casas, Herrera y do11 Feri~iindo Colón f.jan el número de 90. En cuanto a las n~istnasern barcacianes, d c l ~ e i ~ i oaclarar s que Colón las Ilania etj el Diario llavios y especiatii~entenao a la de Santa M:iría y caralie las a la Pirita y la Niña, aunqtie COI] el no111tli-e íle carabelas las tres han pasacio ;i la Historia. La m5s grande, la Santa Maria, pertetiecia a J u a n de Ia Cosa. F ~ i éconstrziida prob;iblemente en Sil~~tofi;i, y sti tonelaje ha sido muy discdtivo por los antigiios croiiistas e 1iistori;idoi.es moderr:os. Para Anglei-ia era demasiado pequeñ;~. Ftisnii trdez Naval-rete considera que tenia setenta toiilel:idas. \V;isliirigton frving le eqliipara a tln barco Iigero a semejanza de los modei'iios para navega- en ríos y costas. Cierto es que era pesada tal-dii en sti andar. La Niña ei-a la más peqiieña. Propiedad de los Niño, o por lo menos cor~struidapor ellos, La 13itiia se ati-ibiiye a los Yifiez Pinzoii. Se lia calculailo qtie la Santa Maria ti-aia ciratro bombasilas d e diez centíriietros de calibre y rin metro y níerlio de largo, con proyectiles de piedra. La fJinta teiiia dos bombardas, con balas de plonio, clrrn;is de fuego, espadas, arcos, hachas y rnrinicioiies en número suficiente. Respecto a la comitiva de Colon en este primer viaje irirnortal que Zia rie transfigurar a ésle por la gIoria y fe lia (le trocar en uno de los m i s imponentes ~~ersoirajes de todos los tjenipos, se puede indicar en esta forma: J r ~ a nde la Cos;i, niaestre rie la Ilave, y maestre Ale~iso, físico de Mogirer, venían a bordo de la Santa Maria; la Piiitti estaba capitaneada pos Iilartin Alonso Pinzó~i,y la conclucia como maesti-e s u lzerri-ií~iioMastín PinzOn; y la Niña ei-a dirigida por Vicenle YAÍiez Pinzdn, con la cooperriciO~ide los tres herrnaiios Niño: Juan conlo maestr'e, Pedro Alonso como piloto, y Francisco. Son estos Piii2911, los Niño y Jrian de la Casa figuras (le la historia colombiiia ya íle un prestigio imperecedero, La expedición famosa e5tuvo lista en poco miss de u n iiles,
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del 23 de junio al 3 de agosto, día en que zrir.pó definiti~;inrente !a Arrnacla. Estaba provista (le todo lo rieces;irio, segurr lo retata Coloii en szr Diario, y lo coiifii.iiia Las Casas en esta forma: &$Fleto allende aqtielIos dos navios y una riao; todas tres velas aderezadas de velas; y jiircias y todos los aparejos de bastirnentos tiarios para tin ailo y de lo mas iiecesar-io para viaje taii incierto y tari grande". El viernes 3 de axosto del 1492, a las o ~ l t ode la mañaiia, "antes de la salida del sol con media hora antes'', ssegGn dice e1 flinvio, se inicia 1t; 111-irnera nwegación. En las carabelas se agitaban al viento las velas y se iriflaban orgullosatneiite adivinando su destiilo I~istói-ico,sobre las aguas del río Tinto, frente a Palos, iiiiraiido a la Rhbida, que uno y otra debian liacerse c6Iebres con el Describriniielito. Salian Iiis carabeI:zs al mar por la barra de Saltks que formaba I;i coiijurrción de los ríos Tinto y Odiel. "Pai-timos viernes 3 cle cigosto de 1492 anos dc la barra dc Saltes, añade el Diario, a las oclio anduviir-ios coii fuerte virazói~hasta el poner (le1 sol Iiacia el siir cirartii del sirreste que era el caniiiio de las caii;irias". Lanzarote. Goniera. Gran Canaria. Pr.irne1.a etapa. Los 11 rievos argotiatr tas se detienen en el ;ti-chf piélago canario reparando velas y jarcias y completa~idoel aprovisioiiarniento. El jueves 6 de septietnbre se izaron de nueiFolas velas en los navíos. Las proas enfilabaii hacia el Occideiite. La Pinta y la Nina eran la vangiiardia. El mal- y el cielo son los espejos en donde se retrataban la zozobra y la esperanza de los osados nautac. El jueves 13 de ese mes, peiietrando e1 trbpico, declina la aguja. La pr*imei*acrisis del Viaje. Ida salva el insigiie navegante dar~doexplicaciones del feri6rneiio a los compañeros (le peligra. Así lo asegura su historiador Muñoz. Nadie hasta eiitonces Iiabia notado esta var*iaciÓn en las agujas. Refiel-elo así Las Casas, Hernando Colón y Het-rera. El s5trado 15 cae u11 L6ramode fuego en la mar lejos rle ellos 4 o 5 leguas": ~ 1 . i;ierolito. Eiitran e[ 16 en la zona de los sargazos o de las algas ~i~ariizas.Ati-aviesaii la calma de los vieritus riiii+a~~te tres días, liasta el 22 de septiembre que soplan beriévolos vientos contrarios con que Colón da buen argumento para facilitar el regreso a la Madve Patria: 6rMuclrome fue necesario este viento contrario, escribe ColOn, porque nii gente andaban mriy estimulados, que pensaba que no veiitab;in estos vientos para volver a España". Estaba vencida la segunda crisis de la expedición.
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BQLETINDEL ARCHIVOGENERALDE
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El s;ibado 25, ~Vnrfin Alorzso se equivoca y cree ver tiei-ra. El donringo 7 de octubre se oye un ntievo grito d e la Niña fafsamenle ñnui~ciandotierra. Colór~cambia de ruta g~iiarlopor el iiistinto de las aves qiie veía volar. L:i Historia tuerce in, navegaban, navegaban sin cesar. Valor. De rd. Eran tres cai;ibelas toiiil~iénque hendian las dguas t . 1 1 cr iti~uiiriar>le niar atlhntico.
El jueves 11, las carabelas idtuvieron rnrrcha mar, nifis que en lodo el viaje hribian tetiido", dice el Almii-ante. La Niña avist6 algunas señales promisoras de la cercana tierra. Pardelas. .J~ITICO verde. Una caña, iin pala, escaramiijos. Eran índices de la tierr.~ anhelada. Aildariao doce niitl;is cada hora. La Pinta '*era mas velera e iha de1;inte del AEiiliratite, Iiall6 tierra y hizo las seiiras que1 Almiraiiie Eialiía niandarlo". A las diez de la noche, el Almisatite situ;irlo eri el castillo de popa, '&vidoIvii-ibre, aunque fue casa tan cerrada que no quiso alli-inar que fuese tierra". Rocirigo de Tria~ia,lanza el primer grito de tierra, desde 1.a Pinta: era el precursor del Centinente. Ganó la inriiortalidaíl por este Iiecha rnerriorable y desde entonces se le discute hasta el nombre. El Diario le Ilan-ia Rodrigo tfe Triana; pero sir verdadero nombre era +Juan Rodrigo Bermejo, o simplemente Juan Rodrigrrez, 4bvecinode Molinos de lieri*a de Sevilla", segúri Francisco Garcia Vallejo, quien v e i ~ í aigualinen te eil la Pitita.
La crisis se resilelve definitivamente con el h i t o . Estaban, rL;i las dos horas después de ii~edia nocl~e", frente ;i la isla iiidigeira Grrnnani, a la cual puso Colón San Salvador al desernlrarcar en 121 mañana del 12 de octtibre del 1492. El ámbito geogrAfico se había ensanchado iliinitad;iinente. IJR mundo iilievo entraba en el recuento de la Historia. Colón (Desenlbai-caba en Ia mañana del 12 de octubre coii eI estandarte de Castilla despIegado, y tornaba posesión de la nueva tierra descubierta en nornbse de los Reyes Cat6licos. Tal es el liecha histórico trascendei~te. El Describridor estaba ante el cobrizo nativo: el hornbi-e cósmico, aunque creyó sil igi-iorancia er-udita que había arril~adoa los rlorninios (le1 Gran liait, segiin insiste el Diario.
El lunes 15 de octubre siguió viaje. En Ja naclre ciel 24 lev6 anclas: buscaba la isla del Cjpango de la cual se referfan cosas +
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~~iaravillosas. Era la h i j a niayot. del Caribe: Cuha. . ..debe ser Liy;irrgo, escribe ColOn, poi- las seiias que nie dieron las indios, de la gl-aiirlleza dello y riqiiezas". El domingo 28 vota anclas frente a iiri río eii la casta occidental: el río San Salv;idor. A la gran isla le llarn6 Juana. Encoiitró alli el Alniirante los primeros vestigios de tina esplkiidida civilizació~rautóctona. Paso el nies de noviembre en exploraciories en estas islas caribes, Eina de las cuales, Puerto Rico, la avista y descrilire, a mediados del nrisn-io mes. El t~~ierloles 21 de noviembre, segun Las Casas, Mai-tín AIoiiso Pinzón. se aparta con la Pinta de la expedicibn. Dice el Altl~iraiitee n su Diario: 4Lotrasmuchas m e tiene11 hecho y diclio". 44
El 22 sigue la marcha de las carabelas. .. Van hacia el Este, a rina isla que los taiiios llaman Raiti (tierra rnoiitaiiosa), de la cual se decía qlie Ibera nzuy grande y que habia en ella gente que tenia LIII ojo en la frente, y uti-os que se Ilarnaha~i canibales, a quienes mostraban tener graii ~niedo".
La Niha se adelatitó: a c u a ~ ~ danianeci~ o se hall6 4 Fegtlas del puei-to; pirsole nombre Pi~ertorifuria (filole de San Nicolás)", y divisó 4 d ~cabo ~ n hernioso" al Sud: Cnlzo dr la Estrelln, Colón le Ilani6 a esta segunda gran isla del at-chipiélago la Espanola, que debería ser luego el centro de las conqtiistas y la cuna de la nueva civilizaci0n occidental del Mediterrineo cotombino.
El Descnbrimieiito habia trazacla su priniera graii jornada. Despues provienen los accidentes. La Santa Maria se encal10 rii los baiicos ten-ibles de la isla de Hiriti. Eran itiufragos los bi-avos argoriautas espafioles. Se liabia vaciado la tripulación entera a la pequeña caralieta Niña.
El viernes 4 de eiiero del 1493, el Descubridor retoi'na a EspaEl doniingo 6 se eticontró con la Piiita. En la Nilia flaiiiea suelta al viei~toen el niastil ~irincipal, b;ifiada de sol y de gloria, la enseria del AIinirante. Con él vienen las figuras del Descubr*irniento. Vicei~te Yáfiez Pinzáii. J u a n de la Cosa. Los Iiermaiios Niño, Mar-tin AIonso Pinzón a bordo sieiiipre de la Pirita.
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14 la El 12 de febrero se encolerizan (le nuevo los v i c i ~ t o mes tempestad se presenta como deidad sañuda del marino. 15 de febrero, en la isla de Santa María se Ie presentan inconvenientes con el gobernador Juan de Castarieda. El 24, Colóli contititia rumbo a Castilla. EI 4 de marzo, a las nueve de la maña-
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BOLETIN DEL ARCHIVO GENERALDE
LA
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na, anclaba frezite a Lisboa. El viernes 15 divisa el puerto de Palos, y entra la gloriosa expetlicidii pos la niisrna barra de Saltes por donde habia salido el viernes 3 de agosto del año anterior del 1492, en el ya inolvidable río Tinto a ininortal. PIIlos. Huetva, Moguer, ¡De todles esa I :xpeiliciÓial ;i1
del p i-miel-viaje.
Ctist6baf CoJón, seguir ad ~1 polígrafo Metiérides. y Pelsyo, es el primer narrador de sus viajes. Los pliegos del Alniir-atite se perdieron: conservtindose s6lo el ~ireciosoDiario de su pi-iriier-a navegaci~nen estracta elaboi-cido por Las Casas eri s u Historia de 111rliac, por más que se perdió alrededor- de ella la extensa carta que escrIbi6 Toscanelli.
Pero no queda relación en cuanto al segul~doviaje, a pesar de Las Casas la tiivo en si1 poder, y hasta ha tlesi-iparecido, la 4'escritusa en forma de las comentarios de Julio César", en la cual Colon iba señalando dia por día los principales acontecimientos de sus tres primeros viajes, segljn revela la Epístola del Almirante al Papa. en el mes de febrero del 1502, obra que, confor-me afirma Mengiidez y PeEa-o, existió hasta el 1554, feclra en que se dió privilegio para imprimirla al nieto del Descubl-icjor (Ion Luis Colón, quien se cree que dejó perecer. entre papeles ese verdader.o monumento de la bistoi-ia colotii bina, contelil5iicIose con facilit:ii. en Italia a Alonso de Ulloa los manuscritos de la Iiistoria de su tío clon Fernando, que se afirma que
Las fuentes hist6ricas de este episodio Iian quedado redttcidas a tres relaciones del primer viiajje, que en pusidad se resumen en dos, y a las del tercero y cuarto viajes, a mas del clisico lit~rode Las Profecías. Este materia! algo difuso fue el que sirvi6 a Humboldt para construir la historia colombina. l
Estas cartas de Colon constituyen el más prístino relato de1 episodio d e las carabelas, bien qrle ini :o. De donde se tenga que suplir la falta, fragmentariaitientf tros doctimentos. Ocupa el primer rango de estas pruebas segunda navegaci6r-i el relato remitido a Sevilla por el rnédict iimista don Diego Alvarez Chanca, historiógsato de la Arrn: - .., -,-ien, junto con el piloto dion Antcmio Torres, fueron los únicos testigos oculares que hicieron, P'or sepa rado, una relación del segundo viaje. Este doctor Chanca, encargado por los monarcas españoles para ser médico de la Flota y Escribano de Indias, y por el Cabilclo
de Sevilla para que hiciera de cronista de la expedici6n (tarnbikn era abogada), por sri calidad de guardador de la fé publica, tenía por obligación del cargo, que decir la verdad de cuanto ocurriera y viera: escribió, por tai~lo.un Diario detallado de todos los incidentes ocurridos dustinte el viaje y que en forma epistolar envió al Cabildo de SeviI!a. La carta permaneció igriorada en el Archivo de Iritlias hasta el año 1819 en que la rlescul~rióel Iiistoriador D. Marti11 Fernindez de Navarrete, a quien cupo la gloria de dar, el prittiero, solidisima base a la historia de Colón, dedicái~dolelos volimiiienes 1, 11, y parte del III de una b6Colecci6n de Viajes y Descubsimieiitos que hicieran por mar los españoles desde fines del siglo SV (1825)". Obra que Alejandro de Hurnboldt llamó "utio de los monumentos histósjcos inis iniportai~tesde les tienipos moderllOsl>.
Entre los dociimentos que siguen en aiitoridad histórica a las relaciones de Colon, Torres y Chanca, y hasta a la bbColec~iBn de los Viajes'Ve Fernánrieí! Navari-ete, corresponde, sin dtirla, la b<~Ónica" de D. Andres Bernáldez, cura de los Palacios y Capellán del aszobis;pado de Sevilla, fr. Diego de Deza; y las Epistolns y Décadas de D. l'edro Mártir de Angleria,
El psohlenia de las firentes histdricas relativas al período colombino debe ser ya afrontado por este Coiigi-eso y el método a segtiir para su clasificacitin y publicación debe consislir en reunir todas estas colecciones de relatos en una obra, sepai-ándolas por tomos, según su fecha o su rango como pruebas docunientales, con glosas al margen de cada relacidn, y vulgarizando sti conocimiento en edicioires populares sumamente económicas. Una Comisión iioittbrada por rnien121r*os de varios países del Caribe podria hacer esta labor, sufragando sus gastos por pequeñas cuotas qtie aportarían cada uiio.
Entremos ya
eii
algunos detalIes del segundo viaje.
Los Reyes Católicos pensaban que su rival O. Juan 11 de Portugal podría e~iviasiina expetiicióri que tomara la misma ruta que habia seguido Cristóbal Colón, De ahí que sin tai-ditnza dispusieran todo lo relativo a la segunda navegación del Descubridot; Fué ctiidadosrimente atendida la espedicibn. Se prepararon arti tladoS y bien provistos 17 navíos: tres carracas y dos naos de porte mayor y doce carabelas. Se embarcaron en ellos 1.100 individuos entre [os cuales unos era11 "criados de la casa Real, y otros caballeros e
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BOLETIYDEI, ARCHIVOGENERALDE LA NACIUK
hijos-dalgos de la Corte y de las Andalucías", escribe el hiqtot'iadar Del Monte. Taiiibiéii ibaii los fut lrros coiiquistador.es. Aloiiso de Ojeda, criado del d u q ~ i ede Medinacelli, épico centauro de la Conquista en la Espafiola y expedicionario despues ( sa. Diego de Velázquez, honihre pi~dierite,coi ilador cle Cuba. J u a n Ponce de León, conquistador dt3 Puerti3 Rico y descubridor de la Florida. Juan íle la Cosa, qriie'n repetia su .-,.,.. viaje a la Esp;iñola, y ctihtijb en 4500 la primera carca grugi-Afi~a (le1 Nuevo Mundo. Pedro de Las C:isas, padre del fut u r o pr.c,tecloi+ de los i~idios:U , Rarto/olf;lé. Aco~iipañaroii asimisiiio1 a la A:rmcida conio Vicario Apostólico designado por el Papñ y aceptarlo por los Reyes: fr. Eernaldo Roil, cafalíín de la Or-clen de Sari Benito, con anlplios poderes; fr. Roii~filiPaiie, ermitafio d e S a n Jerótiitilo; los fi-anciscanos El-. Rodrigo IVérez y los belgas fr. Juaii de Lecieiile y fr. Juari Cosiií. No hay huellas liistfiricas eri los docurnetitos de aquella epoca para inducir que vjnieroii trece frailes en ese segundo viaje los cuales, segúii Pedro MArtir- cfe Ai~glei+íay la tr;idición. oficiirroii la primera niisa de Aiiiér.ica en la ermita de la villa rie la Isabel;~, el dia 6 de enero del 1494. El Almirante había sirlo nombrado Capitiii General de la Armarla y de las Indias. Aritoilio rle Torres, su segundo, liara retot-riai* con los barcos ;I España. Alvaro de Acosta trajo el cargo de Alg~i:icil Mayor de la Arriiada. Beriialdo Díaz rle Piza era Contiirlor, Sebastián Olano, Tesorero. Pi.ancisco Iseñalosa, criado de la Reina, Capitán de 30s soldados, juilto c o Alonso ~ ~ cle Vallejo, eti calidad de segundo. D. Diege Mirquez fué desigiiado Veedor. El niatei-¡al Iiurnzlno de esta expedición no era el misii~oque en el primer viaje: e! aventiirero y a 110 era el masiiiero o el rtifiiin de !'alos metido a hombre de mar por codicia, sirlo qlie atraídos por el oro de la Conqtiista venían verdaderos personajes. El Comendador Gallegos. El Coinendador Ari-oyo. Rudrigo Abarca. Misel Jii-ao. Juan de LU5 . Pero Fier~iindezCoronel ( a quien hizo el Almirante Alguacil Mayos de la Espafiola). Moseo Pedro Margari t (cal.ratIero cataláii). El Regidor de la ciudad cle Bueza D, Alonso Sfinchez de Cai-bajal. Ginés Gorbalán, Luis de Ari-iaga. Alunso Pérez Martel. Pi-aucisco de Zuñiga. Alonso Ortiz. Francisco de ViElalobos. Pcraf6n de Rivera, Melclior Maldonado. Aloi~soMaIarer. Gil Gascía (Ajcalde Mayor). Fermin CedO (ensayador riel oro). Don Diego Colón, hesitiano del Descubridor. Alistadas las naves de gavias y las cai=abelas,se di6 a la veJa el Aln~iraiiteel 23 de septiembre y llegó a Canarias el 3 de octubre. &S.
ca. Se&guíaColón rumbo directo a la EspaGon1el-a. Doniiiti~ ñola; peiro iba tlescubi-ieiido n irctr;isisl;is, dandoles narnbi-es castellanos: la i U ¿ ~.r i!Ir9nta ~ , , , , , , , , , ia , btiadalupe, la Santa Maria de la Aritigua, la cual debía repetirse eti la Iiistórica villa de Costa Firme; la San Martiii, la Salita Ci~iz,las Oiice Mil Vírgeiies. E n estas islas carilies se eiicontró el hoiiibre hlaitco con el negro canibal. .m
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En sutila: el Airnirarrte desernbarcñ en Saliés. pasa a Sevilla y se~uidarne~~te se trasIada a Barcelona. Es recibido por los Reyes CütOIicos. 1Cefiei.e los sucesos del lirirnei- viaje y manifiesta las pr~iebasdel Descubi-irniento. Manrlari los i'teyes disporler los aprestos de oti'a expedicion para la Española. Preparadas las naves, alistadas Eas personas y p r ~ \ ~ i s t alas s necesirlades se dan a la vela clesde el puerto de Cádiz. Recoiioce el Almirante las Antillas yequefias, o Caribes, y hace surnlio a la Espanola. I\)econocida la costa tlel Norte Elrga al fuerte Navidad, el ciral enciietitra destr~tido, y muertos los españoles q u e había de-jado en el viaje anierioi., Renuncia a perniatiecer en aquel sitio de clesgracia y se dirige a otra i i i i s a l Este, a ptopiisito para hacer la primera gran fundación en el Niie\ro Miriido, Edifica la primera ciirdad y la denomina Isahela. Manda a bojear* la Isla y explota el intei-ioi-[le la tiei-r-a. POI-fin. da cuenta a los Reyes del estarfo de la Colonia con la Armada rle Atltonio Torres. Oigamos la historia del segundo viaje por el doctor Chanca:
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b 6 . . . E n este ptierto estovimos oclio días a causa de Ea perdida del sobredicho capitati, donde muclias veces salimos i tierra, anclando pos sus moi.adas é pueblos que estaba11 a la costa, doiide Iialiaii~osinfinitos huesos de horriibres, é los cascos de las cabezas colgéidas por las casas 6 manera rie vasijas para tener cosas. . . Esta gente saltea eii las otras islas, que traen las mujeres qtie pueden haber, en especial tilozas y Iiermosas, las ciiales tieneti para si1 seiavicio 6 para tener por liiancebas, é traen tantas que en 50 casas ellas 110 parecieren, y de las cativas se viriieron iiias de 20 rnoxas. Diceii tairibién estas mugeres que estos usan de u n a crtieldad qire parece cosa increjble que los hijos que en ellas llari se los conien, que sotarneiite crian los que han en sus mugeres natiirales. Les Iíonibres que piiederi haher, los qsie son vivos Flévanselos a sus casas para hacer car-liiceria dellos, y los que ha11 riiuei*to,luego se tos cotnen. Dicen que la carne del hotnbi-e es tan buena que no hay tal cosa en el muildo; y bien parece porque los huesos que en estas casas hallamos todo 10 que se puede roer todo lo tenian roiclo, q u e
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NACION
no hal~irien ellos sino lo que por su mucha dureza iio se potlí;~ conrer. Allí se halló eIi una casa cociendo en una olla u11pesclicso de u n hombre. Los rnochaclios que cativaii córtanlcis el rniembi-a, é sirveose de ellos fasta qiie son hombres, y desyues ciiando qiiie-
ren facer fiesta, mitai~lose c.ónienselos, porque rlicen que la carne de los mochachos 6 de las mirgeres no es buena para comer. Destos riiochaclios se viiiieroii para nosoh-os huyendo tres. totlos tres cortados sus miembros». entrada la noclie del miércoles 27 de noviernbi-e echi} anclas la flota frente al improvisndo fuerte de Navidad, conio a uiia legua de distaiicia, doride sir1 año aiites habia dejado a los 37 conipañeros del priilier viaje. Al día siguiente en la tarde, con sorpresa y alin zozobra (le los recién llegados, nadie responde a las señales que se hacen de los barcos. A la niafi;iria del otro día 29, .;e presenta a su vista el cuadro aterrador (le la realidad: el f~ierte había desaparecido y los españoles que Ilabian quedado liabian sido muertos por los indios. Provocaron los extranjeros a los nativos 4iYa
con excesos rnortific;iiites'l F~ieronacaso los i~idios,quienes, celosos de la preseiicia de exti-años armados, atacaron a los blancos en núniero iilvencibIe, a pesar de las artnas superiores que éstos teriiati? No se sabe. Lo cierto es que Iiabía un cacique en la isla llamado Caenabo, heroico y genial, rebelde conlo Iririato, que conibatió después a los españoles con tenacidad iri-eciucible, siempre bravo en defensa de su tierra y de los stiyos. Es perfectar-i-iente lógico suponer, que este cacique corigtmegaraa los otros con sus tribus, con el fin de destr~lir al extraño invasor. Esta coiiducta de Caonaho, no s61o no indica barbarie, sino qrie está ajt~sfadaa los canones morales y cívicos, coriio derecho natural inalienable, de la m i s alta civilizacibii, que más que permite, exige la defensa de la tierra y del hogar propios. Hasta hoy, la m i s alta gloria de los pueblos evolucionados emerge purisima de estñ clase de heroísmos.
El cacique Guacanagarí aciisó a Caonabo tIe haber destrtiido el fuerte de Naviriad. De la inspeccidn que se hizo, se pudo deducir que los españoles que había dejado el Alnrirai~te,coiitrariaiida sus ordenes se habian mostrado exigentes con los i~iclios,e indisciplinado~cada uno hizo lo que a bien tuve, por lo cual divididos en pequellos grupos Iibres heron ficjl presa de los naturales, y ia rnisma indisciplina coIr qrie se gobernaban favoreció el que los indios de Caonabo torniiran por sorpresa el fuerte y lo destrtiyesan, ma-
tando a todos los espafioles. Al: entrevistarse Col611 con Guacanagai-i este lametit6 llorando la ocurriclo, El Almirante no dudO de la fidelidad del caciqtie; pero el P. B~lil.tio srilisfeclio, aconsejo coi1 insistencia que se le debía matar. Afortunadamente Colón, más Iiwmai~itai-ioy más justiciero que el religioso, no atendió el consejo, y prrdo comprobar- tiempo después, todo el leal afecto que Cuacat~agai-ísintió y puso en obra en favor de los esparioles. En presencia cle aquel clesastre, Col611 se dirigió a otro lugar, el 7 de dicie~iibre,diez beg~iasIiacia el Este, y fltnd6 allí una ciudad que llamó 1s;ibela. y que en este segurido viaje fue el lugar central de los cofolzos; pero poco después por lo iiisaliibre de sus contornos, fue abandonada para establecerse en donde quedó para siempre fundada Fa ciudad de Santo Dorningo, en la costa sur de la isla.
De onleli del Aln~ii-antese Iiicieran los trazos de la Isabela se procedió a la construcción de eciíficios iiicluso una iglesia en la clial se dijo una misa el G de enero de 1494. Las provisioiies y las medicinas se estaban agotatitlo v era urgente etlviar a España por niás bastimentos; pero la ~irocupaciót~ del Descubridor de regresar las carabelas sirr rina abuirdaiite remesa de o1.0, rIemor6 el viaje y le oblig0 a enviar patrullas en busca del codiciado metal, particularmente al Cibao. en dentle se clecía Iiaber en ahundaricia. Bien sabia el Almirante que el u t ~ t oarnat'illo suaviza las niarares asperezas y poiie propicios los más duros cosazoiies, rnáxime en aquella empresa en la cual casi todo se hacia, incll~sopor los Reyes, con la perspectiva de obtener pi-onto y a poco costo las más abundantes' riquezas; y le afligía la idea de no colrrzar estas esperanzas. Una paste de la ariiiada, doce barcos, fue enviada por el Almirante de regreso a Espaiia, al mando cle Antoiilo de Torres, para informar- a los Reyes g traer basiiineir tos. El 2 de febrero de 1494 salierori para la Penínsirla. Eiitre los qrie se regresaron con Torres se ei~cueiitraJ u a n de Aguado, cuyo ~iombreadquirirá notoriedad en seguida. Y mientras Torres va carniiio de España, Colún em-
prende viajes de excursioiies eii el interior de la isla hacia la Vega Real y después se lanza al mar en exploración por la Propia Esyatrola y la isla de Cuba. En esta vez descubrió la isla de Jamaica. Llegó el comisionado a Cádiz en los primeros días de abril Los Reyes. contentos con los iiiforrnes de Coló ti, esto es, que la po- ' cesión de las Endias por CastilFa era con toda seguridad indiscutible, porque contrario a los temores, Don Juan II no había enviado
elípedicibn niingisna, y el establecii~iieriiode los españoles en las nuevas tierras se consolitfaba, ordenaron al arcediario Foiisec;t el pronto despacho de tos b;tst'irne~itospeditlos por ColOn. Pos ese tienipo ya estaba en la Coi-re 1)on Eartolointi, el otro hert~ianode! Almirante, y eli cédtila tec1Iad;i en Medina del Campo el 14 del mismo abril (le 11!)3, s e le nombró capitin de la expedici01i proveedora, qire se compuso de tres hiiqires. s;ilierido luego. y Iltgó n lx Isabela el 24 de Junio sigwieil~e.
Poco desptrés de la llegarla de Doii Bartolorné y rnienti-as el Alinirante andaba en la exliedicirin que acabamos de indicar, estallaron las desavenencias entre los esp¿~ñolesy 10% Colóii. En aquellas circunstai~ciss,el mayor y qliizá el linicri pecado del Descubridor fue habersitlo estrrinjero. Los n~otivosdel pleito eran lo.; celillos menudos de todo oi*de~r, que s o [ ~por fatalidad del hoinbi-e lo.; desperdicios del ecpirilu. Ins ctiates prinian mzicl~asveces sof~i-elas grandes acciones y sobre los sriperiordespropósitos. Sabida es la calidad de 104 qrie se ei~gatrcharonen este segiinclo viaje. Hid;ilguillos sin fortuiii-i ilusionatioc de hacerla con sblu extender las manos pai-a Ilciiai- de oro 511svacjas bolsas, los unos v liombres de una baja estofa los mAs, la no re;ilización intiiecliata de sus esperanxas, los \folvi¿tairados con tr-a ColOn. acusindele de enibustero. Otros como el Padre Buil, lastimado en su ailior pi+opio par el espíritri igualit:ii.io cori que el Alniirante disti-ibuia los alimentos y medicinas, se resenti;ii.i furiosos y pensaban que elirniniindo al extranjero, todo sería abundancia y felicidad para los coloiios. Este Fr. Buil. I-iorn\~-etie altas capacitlridei; eii los ajetreos diploiriáticos y miry accistuinbrado a una vida sin incomodidades. el-a el eclesiistico mezios a propósito pata la inisioii catequisia que se le encometido. Ademiis, las inti-igas del i r i tendetile Fonseca proiiioitiail y apoyaban todo chisme y rnalquerenci;~contra el Almirante. Idos primeros agitarlores fkierori Ferinin Cado v el Coiitador Berniil Diriz de Piza, y les sig~iieronFr.. Ruil y 13e(lro Margarit. Este último había sido nombrado por Colón jefe del fuerte (le Santo Tomás. La CI-ueldadde Margarit, dice $ancr+oftfue la causa d e los primeros levsintaniikntos indigenas "Y este fue el principio d e estos cuatro siglos cle tan notoria injusticia, de tantas alrocidades horribles ejecutarlas por el firerre contra el tIehil y el civilizado contra el salvaje. .." De :ictierrlo
coi1 esta
fidedigna reIaciOii y lo qtre completa en su
Aistoi-i;i d e las Iiirlias Ir. Bartolomé de Las Casas, los Ultimos su-
cesss acaecidos en la Espanola pueden sesumirse en la forma siguiente: El Almirante sale al Cibaa: construye el fuerte Santo TornAs. Se ausenta para Cuba. Descubre la isla de Jamaica y retorna sobre la costa Sud de Cuba hasta isla de Pinos. Contesta por pilblicñs diligencias con las personas de la Armada que Cuba era la Tierra Firme. Regresa a Cabo Cruz, recorre a Jamaica y se eilcamina a la Espanola. Reconoce la isleta Beata y la boca del sio Neyba y sufre un huracán en la Saona. Navega hasta la isla Mona, y acometido de grave esfermedad retorna la expedición a la Isabela. Se ausentan de la Española el Padre Boyl y Mosen Pedro Margarit. Tonian por asalto las carabelas que había llevado don Rartolome Colon a la Isabela y se dirigen a España a fines del mes de septiembre rlel 1494. Los indios se Iiabian insiirreccionado en La Vega y en Ia Maguana. El Descubridor impone castigo cruel a los rebeldes en rYc7c01-iz.SUley es dura: Iey de conquistador. Captura, esclaviza, extermina a los secuaces de Guatiguaná. Algunos los manda prisioneros para España con Antonio Torres.
Fiié en este viaje D. Diego Co16n mandado por el Almirante, para tratar de desvanecer los malos informes que pudieron haber dado Matgarit y Boyl.
Estos iirformec eran exagerados y de mala voIuntad, hijos del lracionalisrno extraviado de los contrarios de los Colón en Ia isIa Española. Los españoles habían inventado q tie estos conqiiistadores extr-aiijeros podian revelarse contra España auxiliados por 10s genoveses. Fi.ancisco Rol(lhn, honrado por el Descubridor con el nomIirainiento de Alcalde Mayor de la Colonia, a nombre de este nacioiialisrno se habría de subIevar contra el Adelantado D. Bartofomé Colón, y se haría cómplice en tan oprobiosa empresa dirigida pos el jefe del fuerte Magdalena, Diego de Escobar. Pero estos informes eran justos porque la obra de la Conquista destruía impiadosamente una eiviIizaci6n decadente pero que tenia sus fundanientos espirituales digi~os del respeto de los conqriistadores. La guerra de los indios contra los españoles era de derecho natural. conducta de Caonabo, escribe el austero histosi6grafo Chanca, no s6l0 no indica barbarie, sino que está ajustada a los cárrolies morales y cívicos, como derecho natural inalienable, de la m i s atta civilizaci0n, que más que permite, exige la defensa de la tierra 66Esta
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~ L E T I NDEL
ARCHIVO GENERALDE
LA
NACIOY
y del hogar propios. Hasta hoy, la más alta gloria de los pueblos evolucionados emerge purisirna de esta clase de Iiesoismos". Los Colón eran producto cósmico de este período violento por que atravesaba el Imundo. Par eso los Reyes enviaran al Comisionado D. Juain Agua:do a av eriguar lo ocurrido: nombrado en abril del 1493, zarp6 de CSdiz en agosto del mismo año; pero permaneció poco tiempo en Isabela, y después de seguidas las averiguaciones, d i s p ~ i so regresar a España. CoI6n por su parte toma igual recolrici0n. Ambos salen el 10 de marzo de3 1496. Uno va en la carabela Santa Cruz, la primera construida en Indias con restos de otras que habían sido destruidas. El otro navega en la Niña ya histbrica. Colon llevaba de rehén a Caonabó. qiiien suniido en honda tristeza y atacado de extraña enfermedad muere en la travesía u es arrojado al mar. Arribaron a CAdiz el 11 de junio siguiente. Antes de partir para España, el Almiran te designó sus sustitiitos: Gobernados y Copithn General a D. Bc~rtolomé.y en su defecto a D. Diego.
Ferna~idoe Isabel recibierori bien al Almirante. Dos anos largos permaneció Colón en la Corte arreglando sus asrintos. Tal es el segundo viaje. Se dispone e1 tercer viaje del Almirante. Seis carabelas se alistan: La Castilfa, mandada como maestre por Andrés García Galdin; La Rápida, que trriia como rnaestre a García Alfor~soCaiiciiio; La Santa María d e Guia, con Cristcibal Quintero de maestre; La Gorda, la cual tenia como maestre a Alfonso Renítez; La Garza, con Francisco García d e rnaestse, y otra cuyo nombre no se registra. E1 Almirante levo anclas en San Lucar de Barrameda, el 30 de mayo del 1498. Puerto Santo. Isla cle Madera. Gornera. Después despacha tres naves carpadas de proivisiones para la Española y sigue su derrota. Costa de la Sierra Leona. Trinidad. Continent e americano.
Descubre la desembocadura del río Orinoco. Navega alredeclor de Ias costas del Golfo de Paria. Se dirige a la Española y arriba a la isla Beata: 30 de agosto del m i s m o año, Vuelve al Este y ernboca en el Ozarna y villa de Santo Domingo. Llegan al puerto Bas naves que había enviado de las Canarias. Entabla negociaciones de acuerdo y transaccibn con e! Alcalde Mayor Francisco Rold3n. Esta es la tercera etapa de este periodo.
estos mandatarios en ta Colonia. "...Sepades que nos enviamos por nuestro Gobernador desas islas y tierra-firme al Comendador Frailcisco de Rol~adilla,reza la provisión real del 21 de mayo; y es nuestra merced y volun tad que! el tiempo que el tuviere por Nos elI dicho oficio, tenga por N os y enI nuestro nombre las diclias fortal ezas y casas y navíos y tas orras- cosas stisodiclias etc." Desconocer la razón de Bobadilla para obrar asf, con excesiva firmeza y hasta violencia, para salvar de la horca a los prisioneros Hernando de Guevara, Pedro Riqueliiie y otros nerse friera de 1a redidad histórica de ese momento. Además y dada que el Pesquisidor traia órdenes terminantes de los Reycb ue tratar al Almirante con todo rigor, porqtIe su conducta corno coriquistador ya dejaba d c estar escudada por su gloria de Descubridor, "o que conociendo Ias disposicior~esde los Soberanos, segun Salvatierra, sa, bia bien que no Ies causaría disgusto, corno no les causó con haberlo cargado de cadenas y remitido en esa forma a la rnisnia Coi-te". Más tarde, sin embargo, los Reyes en contacto coi1 sir gloria han d e poner a Col611 en libertad, y hasta han de ordenar asimismo clestituir a Bobadilta. Nom bi-an conio Gobernador GeiieraI a trey Nicolás de Ovando, Comendador de Lares de la Ortien de Alcántara. "Era este sujeto tan recomendable y de tan bellas prendas, escribe Del Monte y Tejada, que habia sido uno de los diez caballeros distinguidos escogidos en todo el Reino para que se educase a su lado el Principe D. Juaii, los cuales fueron escogidos corno los tnás experimentados, irirtuosos y de trueila sangre: y para sri nornliraniiento influyó sin duda el haber suplicado Colon que no se le e~rviasea pbernar la Isla, n-iienlras no Iiubiese en ella otros rnoratfoses de mejores costwmilres y de m6s aplicación a1 trabajo". Ovando frie iin tipo de conqlristador perfecto: severo, sanguinario a veces, progresista como ninguno; fué, sin duda, el prir~~ercolonizador de la Española. Las primeras gi-aiides firndaciones en Santo Domingo a 61 se deben. La matanza 1iori.ible de Jai-agua y la horca de la bella reina Anacaona, ftiei-on crueldades de la epoca. De ellas responderin los conquistadores ante la Historia. ;Reos son todos ellos de muerte! Esta espedicióii de frey Nicolás de Ovando ftié la de nlayores proporciones organizada hasfa entonces. Se formaba de 23 buques* comandados por Antonio de Torres, y 2,500 tripulantes. Zarpó del puerto de San Lúcar de Barrameda el 1.5 de febrero del 1302 y Ilego a Santo Domingo el 15 de abril de1 mismo año, y no el 3 de cce mes como afirma Del Monte. ^AI
El Alniirante propone a los Reyes Cathlicos nuevos descubrimientos de titlrras. Tres meses después de Ovando parte Col611pariz su ultimo viaje. Sale de Cárliz la expedicióiz el rniercoles 9 rle mayo del 1502: cuatro navíos deiiominados Santa María, Santiago, Gallega y Vizcaína. Eran los (los priiiiesos carabelas y ctesplazaban setelita toneladas cada una, jf los otros dos, navíos, de cincuenta1b;iri allí, por todos, 150 conquistadores, segúii Colón. Se reducían a 140, según Las Casas, y conforme el rol registrado de los docun-lentos. ggEsta diferencia es explicable por el lieclio de que, con frecuencia, despues de formadas las listas y ya al partir, se agsegan algunos aventureros entusiastas''. En apoyo de la cifra indicacia por el Almirante. hay que anotar su carta posterior a los Reyes Catrilicos en que confirina la misma cantidad de contingente iiumano colitenido en dicha expedición.
Llegan con el Desctibridor, el Adelantado D. Bai*tolenté ColOn, y el Elijo de aquél D. Fernando Colón, de trece añoq (le edad.
Sigue el Almirante la ruta de las Canarias, Arriba a Santo Dotiziiigo el 29 de junio. El Lemendéidor Qvando le prohibe la enlra(la, mediaiite brdeiies Reales, y amenazad@pos una tornienta Colón se guarece en Pirerto Hermoso, hoy Bahía cle las Calderas, en rtonde se puede salvar. Parte de la Española el jueves 14 de junio. Jamaica. América Central. Isla de Guanaja. Cabo Gracias a Dios, Veragua. PorZolieFo. Ciiba. Islas de los Jardines de la Reiiia. Azotado por las tempestades y escaso de víveres, la ad17ersiclarl se le atraviesa en el caiilino de nuevo, y con su decisión caracteristic;i el Almii-ante se encamiiia a la isla de Jamaica, en dorirle encallaron las dos últimas cal-abelas que restaban de la espedici0n. Es desde ahí que erivia iin comisionado a la Española para suplicar a Ovando que le mnnde una nave para salir de aquel peligro inminente. Digi~aes de la epopeya la aveiitura eri qire Diego Mendez se lanza al inar en una canoa para arribar a la pi-imera gran Isla del Descubrin~iento. Aunqire tardía se tiende la mano de socorro del Cornendarloi- Ovando hacia el Almirante, Está ya este en Santo Domingo. Una nave ha de llevar por última vez a Colóti hacia CastilIa, de doncle no regresara ya más, y aniicipándosele el ave1itiirei.o Diego Méndez, en cernisi~~i deE Almirante ser6 portador de la renoniSrarla carta de éste para los Reyes Católicos, escrita eti Janlaica, en medio del desastre, el 7 de j~iliodel 1503.
Era, Crist 6bal Cotón, segun Las C: dable Ten ia presericia. alto, fornida, dt? coiiticiente nc .* el rostro l a r ~ o ,ni lleno tii eiijiiio; oiancu ut: cuiur peru ruiiy rosada la tez; la nariz era agtrileña; los ojos grises, claros y vivos; e] semblante todo pleiio de autoridd. Sus cabellos de color de oro en la primera jtiventud er:in ya blancos como copos de espuma, a los treinta anos. Era este, ademis. de acuerdo can los historiadores [le Co1611, elocuente y religioso. L l
..!.
-a--
bi6gr;ifo Wasliington irvi~ig,este gran protagonista que tanto espacio ocuua en la Historia. era tanibien de u n ingenio vasto irno, dice, ern8 y originaf. peraciones de pero irregul: :vindoc;e a vec es con aquella - - que caracteriza a las inteligciicias a e- esre orrien. su amurcion era Para
sil
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1
--.La
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3
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elevada y noble, etc."
Herrerri pretende qire Colón tenia talentos poéticos que reveló pi'incipalmente en el lillro de stis Profecías, presentado a los Reyes Cat6licos.
Era en vei+dadeste va1611singularisinia, crearlor d e un Mundo; un mundo fisico y un m u ~ l d oextraordin:zrio; un visionario, repetimos; genio de primer orden a quien la Historia desde 1. po le rindi6 vasallaje y adi1iiraci6ii. Pero como conquistado sentó tan sólo Ia obra de Ea fiitalirlad histbrica, creaiido Hna civirizaciói~ material en la tierra an~ericanaque describrió SIJ genio t r=uyó con su espada los cin~ientosde una cultiira artís'tica nail De . no Iiabes llegado el al Continente a tiempo para el Uescubr-imiento, es iiidudable que hubiera realizado la siti par ha ioco tieinpo después el mismo Mastin Aloiiso Pinzon, y hast; el coiicurso de Col611 ni cle Espana". Era más experto nave gante c ves, m i s pudiente y niis audaz, aiinque quizi itc1 tuvier, Alvarez Cabral, el descul~i-idordel Brasil en eF 1500, 1í~ruit-I,I t i ~ i i q~iistadopor azar el Niievo Mundo, de no Iiaberse ai~ticipadoel insigne Colón. América se interpuso a las carabelas colombi~iasy resolvió su éxito.
La verdad ItistÓr*ica q u e no se recata
ya a los historiadores es
que no supo Colón hasta sus iiltinios instantes la magnitrid de su obra. Talver, muere supoiiiendo todavía que liabia descri bierto tierras salvajes del retiloto Oriente. El antiguo Ofir que los buques de Salotnón habíari antes tratisitado, incluyéndose la misma Tierra Firnie que imagina partes de ese mirndo ignoto.
I
Tal es el hkroe epónimo de las AmCricas. El h o m b r e de accidn más forniidable de los siglos, y a la vez el visionario irnpenitenle. Entraña de dos continei~tes. La eternidad se rinde a sus pies, porque el tieinpo fluye y pasa; pero Col611 coino Atlas levanta sobre sus honibsos ttn extrafio mundo, cfuelio del devenir histbrico, y es inrn0vil. Figura cósn-iica e imperturbable qrie vence el molredizo concepto de las edades, símbolo de la raza, I'roteo de la Historia, adopta todas las formas del mito: estci en todas partes denuncianclo sri presencia cicldpea eil esta era primera de la Coriquista que dornin6 con su genio y esclai?izó con srr dura autorirlad. Las generñciones es aquí, pues, en el propio escetiario de la :intigua Española, en donde deben erigir en piedra su recuerdo it~rnortal F faro gigaiitesco que alunibre las etlarles y evoqire y dé testir le que es el Dios misino creador de la luz, fecuridizador de la mame tierra. genio de la raza llueva, pasmo de la Historia.
Con la base de la psicologia humana que 1105 d a la biografia del Heroe, situados en el escenario primitivo en que éste a c t ~ i 6 ,110s pbnenios frente de esta cuestióti: LCiiriles fuerori enionces esos ideales a que aspiró ese gran actor de la Historia? iCtihl Ti16esa civilización taii decantada que iba a llevar en la punta de su espada el fiero soldado español, analfabeto o poco letsatlo casi siempre, cl~ir-o, atiusivo, cruel, faizitico, que iba a cuiidir en la titieva tierra el odio del hombre contra el hanibi'e?
¿En que consiste esa telidencia hacia el ideal cuya existencia hemos adrnitido corno jristific;inte de la conquista de ese salvaje riiu rido americano?
En el doiiiinio cle la inteligencia, esta perfección iio puede i-esidir sino en la posibilidad de hacer un rnunclo interior m%sperfecto en su presente. El ideal qrle nos guie liatirii de ser ideal de verdad y de belleza. El conjunto de los medios por los cuales se manifieste la f~zerzaatractiva d e este ideal se llamará entonces cultrira, civilizaciOn, sabiduría.
En el domiiiio de la sensibilidad la perfección debió consistir en purificar y profundizar iiuestros sentimientos mediante adquisiciones que, al alimentar nuestras facriltades mentales, den al mismo tieiiipo más valor, para nosotros a nuestra vida. El ideal hacia el cual tenderemos en ese caso ser5 ideal mora!, religioso, creaciones
afectivas de niiectro ser.
Finalmente, en el dominio d e la rrolunfad, esta aspiraci0n se debía concretar a dirigir la conducta del conquistador en brisca del mayor bienestar posible. no por lo que se refiere a liosotros mismos, segi'rn Ziel iiro d e tin l~ienestarque al(cance a los que están cerca de os, que es el grado de altritrisnlo relativo o -- egoísmo colectivu, y que ese bienestar se exiienria hacia toda la humanidad, que es el estadio del niás puro y inAs perfecto altrirísmo. El ideal que determi~iaríauna coriducta semej;inte hubiera sido uo ideal de bondad, uir auté~itico ideal cristiano que hubiera engendrado utia verdadera civilizaci6n. E! coiijunto d e las rnaneras de actuar y de las condÍcioires adoptadas por el español para realizar esfe irleal en la tierra usurpada, 1iubiei.a coilstit~iídoeii el vasto dominio de las costumbres, un verdadero estado general d e ZsaiisforrnaciOzi Iiunlana que justificara la enrpresa coi1 iin grail abjetiva insuperable. LRealizÓ ésto el Conq~iistadoi.? LFundB realinente iIna civilización en el sentido ideológico, o se concretrj a materializar Ici Conquista en obras, eii piedras, en progreso, si se quiere; pero a fuerza d e sangre. a fuerza de igiioniinia, y a fuerz:~de despoticmos de to(lo genero? TñI es eI probIerna a que hay que dar solución, para fijar el verdadero sentido, para dar la úiiica y recóndita interpretación de la Conquista. La que yace aun en la mina inexplotada d e la inedita historia de América! La Iiistoria de gran estilo camier~zaen la edad moderna con el Descubrimiento. Los conceptos de poder y de botíii aparecen aquí en enlace clásico, ciiando el hombre blanco erit-opco arrasa eri la cobriza América los mismos cimienios de sti civilización extraña y artística a la par, en qire este hombre autóctono eqrrivoc.ado o no cumple una niisión y esti animado de iin sentimiento h i s t 6 i . i ~pa~ ra defet~der*su tierra y su ideal: heroísmo de Caonal.16, Hatuey, AtaFrualpa, Guaiimaziii. Obedecia el hombre cbsrnico, a la sencillisirna esti.uctura 110n-terlca qlie es pura poesía de raza. Vivía el americana su niuiirle semejante al mundo del TabU, al mundo del 'Toteili, al mundo del héroe y al mundo del Santo, que ensalza el gran aeda griega. ¿Qué le trajo con su arma d e fiiego el conquistador? El niundo antiguo habia agotado ya sus bases eii la niitad del segundo n~ileniodespub de Cristo, cuando llegó para domeñar la sangre indiana el que tenia sangre tawbien primitiva mora en las venas como resultado de su lucha secular. --L:
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ilnescrutable arcano de esas fliictuaciones históricas! Ya en las corrientes de la existencia del muntlo amesicaizo, adheridas a Ia raza misma mfis anligua había una tendencia a humanizarse el alma del indio como el primero g acaso Único resultado del afán por cornprencler. Del idolismo él habla pasado al antropornorfismo, y Ira creía en un Dios único, ii~visible, izicorpóreo, ri semejanza del Dios cristiano posterior al Descubrimiento, segun el informe que rindi8 al Almirante fr, Rornán Pane. Era su vjvir u n fluir viviente! Nada tuvo pues que enseñarle la iilosal cristiana del conquistador. LQuk le ensefi6 el hispano? ;Qué hizo el gentil aventurero conquistador sino sembrar su cruz en los cementerios que cavó ski espada, y erigir sii fe id6latra para derraLar las viejas idotatríiis en rrrinas del civilizado inca, azteca, yucateco o taíno? En aquellos lrombres fi~ertesy selidllos que formaron la raza de los conquistadores de América, actliaba sin dirda el athri primario y mIcr.oc6sm~code rriovimjentol en el amplio espacio, la tendencia profunda a buscar aventuras, la alegría de las expediciones audaces, el disparo del destino, la afici0n a la prepotencia y el hotín, el lutninoso deseo de realizar hazañas, que ya na podemos ni imaginar siquiera, la afición a la alegre matanza y la fascinación de una muerte hesóica. Algunas veces habrá sirlo afhn de exhibir fortaleza la causa de la conquista Iiispiinica, talvez algo viriI y enérgico de la raza del Cid, que buscaba expailsiózi en la percoi~alidaddel soldado español. Y estas comezones se las comunicaban 30s unos a los otros, y el que quedaba en su casa y no se enganchaba en la expedición era ir11 cobarcibn. Puede decirse que las necesidades de expansionarse estas almas quijotesc;is vulgares de los tipos d e la Conquista hayan sido la causa más recáodita (le las expediciones de Col6i1, de Cortés, de Pizarro, etc. Cuarido en la Historia grupos pequeños de Iiombres, como el escaso material lzun~anodel episodio de las carabelas, en las aventuras de los incaico y mexicano imperios. penetran victoriosos en ainplios territorios, es generalmente la voz de la sangre, el afán de destinos grandiosos, el Iieroisrna de la raza quien los ernpujd, y ningún ideal humano, altruista, de civiliziici011 y de progreso, auiiqiie este resulte como algo impremeditado y accesorio. Lo dem5s es la mentira Iiistórica, la fábula del pretexto creada por los Iiistoriadores g los cronistas.
Pero hay que forrn;arse tarnbién 1ina idea de la sitiración e11las comarcas sri byugadac de esta ilrnéric;i infelice, Esas expediciones -Al fueron siendo distintas y. -I W sur" pul rl diferente espíritu de los invasores, sino cada dia más por la diferente esencia (le la publacióii civil sedentaria que como iin cortejo acompañaba a los mismos, que al fin, esa superior en nlirnero, cuando las batallas y las crrietclades obligaron al éxodo del indio a las moiitañiis para escudarse contra las opresioaes. Es claro que entonces en los territorios despoblados lo más corriente fue la s~~tiiisióo pura y simple del inh S debil. Pero esto no strcedió siiio después de rnuchiis i~iju:iticias Y rnucha brega. Las tribus vivían en contiiiuo coiitacto COI1 vil 2 1 s tribus circiindantes y en desconfiada preparaci8n para la resiste~ic . La dura necesidad de Ia giierra educa a los hombres, y el aut6ctono defendiú su fetido fiera y diectrarneiite, hasta que qued6 diezmado y vencido en la contienda. Pasó eil el torreiite de los pizeblos que cruzan por la Historia. En el ocaso d e la centur.ia X V se ver-iflcd ese cambio geográfico tan radical que estremece y llena cie pasmo por sus mismos grai~deshechos a esa Historia. Pero todavia no se ha dado una explicacióii racional del feii~tnenoy se le quiere falsear. La conquista de América forma parte de iriia verdadera epoca caballeresca que pugna por revelarse al historiador, al masgeii de la pseudo-rnorfosis, y con tanta mayor fuerza crianto que es niss ténile la capa nebulosa que la cubre. Y el valor incomparable que eleva el Desctibrirniento por cima de todos los grandes acontecimientos de esta fecunda edad moderna es la figura esplendente (le Cristóbal Colón que liiiniano y todo como es. izo caballet-o de leyenda como lo tejió la fantasía, funda la raza d e los coiíqwlstadores que serán huéspedes eternos de la Historia, no porque signifiquen espiritualmente liada trascendente, ni porque crearon ninguna civilizacibn, sino porque autómatas Fncansciei~Eecdel Destino, fueron instrumentos de esa ley de fatalidarl I~FstOrica[le que hablamos. k' es que la Historia sigue su propio curso, rnixin~oproceso ir~livercal, sin preocuparse de lo que 10s hombres piensen acerca de ella: su vida de fahalidad Iiistórica como la hemos Ilarnado antes. Y esas a l i i ~ a sextsaoimdinariascoadyuvan a la finalidad del sino de los pueblos y de las razas. Todos los grandes acontecimientos [le la Historia se producen en estos ceses de índole cbsrnica. i S o n hombres de alto rango o personalidades insignificaiites, encumlii-adss por la marea de los sucesos, los que dirigen e1 asar de los grandes hechos histdricos? ..A-
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El barro humano es el mismo: Cortes es u : csci-ibano en el de gran lila villa de Azua, hasta que le toca desempeñar naje, y Colon nada hubiera sido sin la Iey histbrica qrie lo arrastró en sti torbellino de sueño para empujas una conqriista que no adivino siquiera en szi fundamental error geogriifico. El Descubrirniento es pues subitáneo, sin causa alguna, pai-te del desarrollo de la Historia, conversión en hecl~osde ideas abstractas que formaban Ea vigilia del hombre del siglo XV. Heniss sido pues conducidos a la verdad, a trlia alta cumbre, desde la cual, a nuestros pies contemplaremos el mundo nuevo. ¿Podrenos tomar posesión de él? A esto 110sconducirá o no nuestro análisis del mundo colombino gtie vanlos a desarrollai-.
En el mar Meditersríneo, terminando la mitad del segundo milenio, dos miindos se halla11 frente por frente en la Historia. No se conocen pero se han de encontrar por la ley de las tnareas históricas que han de fluir sobre sus costas y seflui1- de nuevo en choques de ititereses, de sentiinientos, de ideas, de vidas cbsrnicas distintas y completarnenie opuestas. El uno lleva el ritmo del tiernpo, aparece coi1 su vigilia sensible a la realidad exterior de la material evriluci6n huiiiana: nada liay que perturbe la purd dominacibn (le su mirada. EE otro, se diría que vive dentro de si mismo, tal este hombre-naturaleza frente al mundo-historia que representa su ai~tagónica,se escapaba a la ley de las grandes mirtaciones; pera tiene sus raíces, aunque raza y paisaje van jiiiitos en su civilizñción canteniplativa.
El cuadro de la Historia ha sido desvirtuado durante todo el siglo XV por una represetitacion que procede del error de los interpi-etes. El mundo americano tiene su conciencia cbsrnica. El mundo colombino tiene su conciencia histdrica. Eso es todo. Esas tios mundos tienen su psicología particular que hay que estudiar por separado.
Estiidiemos el primero: el mundo de los conquistadores.
Empecemos por plantear las grandes objetivos del Descilbrimietito. Hacia fines del siglo XV, la expansion del ámbito geog~~Afice había pasado, en el Occidente, a ocupar iin destacado lugar eii los espiritus. Los navegantes buscaban nuevas rutas y encontraban niievas tierras.
Por esa la espansi6n de1 ámbito geografrco significa el primer
gran objetivo que tuvieron las potencias marítimas del siglo XV y los niisi~iossiglos anteriores, aun en meIior grado, los que sisvieron de precursores a este periodo. Los Estados eri que estaba dividida Italia rivalizaban en el mar: eran las potencias marítimas por excelencia. Hasta que Portugal vino a ai*raricarles el dominio oceiinico a Génova, a Nápotes, a Venecia, etc. De ahi, (le ese cambio trascendente, de esa transniutaci61r (le potencias en el irea del Mediterrineo, parte el gran anteceden te del Descubrimiento. Portugal es la primera nacibn que se avelitura a fonientar Ias grandes expediciones que podernos calificar de precui-soras del gran suceso
alrededor del cual veninios disciirriendo.
¿Cual fué el propósito? Abrir nuevos caminos, conqrrictar nuevas tierras para el poderio colonial; y, sobre todo, preparar el segundo gran objetivo del Descubriniien to: hallar el camino claro Iiacia la India, que ei-a la obsesióii de las potencias históricas de ese tiiomeiito decisivo de la Iiurnanidad. Era la India el pais de codicia de las potencias. De esos pueblos emirientemente aventiireros; pero de escasos recursos de vida. Había, tanto en China como en Indostán, las dos grandes cosas que ellos ainbicionaban: la seda, los articulas de lujo en el primero, que estaban siendo sustituidos por las telas de algodón de precio tan alto que apenas eran accesibles a las clases privilegiadas; y las especias, la canela, el azafrán, el clavo, el jengibre y hasta la pimienta que se empleaban entonces más de lo que toleraría el gusto conternyei-áneo. se traiaii de las asillas del Gai~ges. Se esperaba poder importar cantidades inconmensurables de las islas sernilegendarias del Asia. Tal es la segunda mira por la cual se proyectilron las expediciones a gran escalla en el siglo XV.
Vamos a ver con-iose vulgarizan los conocimietitos cien tificos y Ilegaai hasta amplios sectores populares. La ruta la trtiz0 la misiiia cFvilizaci6n. Los cirabes eran entonces los más civilizados de 10s puebles rnaritimcls y trasmitieron los conocimientos a los demhs. Portugal. España. La primera es la precursora del Descubrimiento, porque puede sacudirse aiites que la segunda del yugo de sus dominadores seculai+es. Por esa raz6n a España cl-onolbgicamente le Eia tocado un segundo lugar. Estos conociniientos de los árabes, que Iiabian heredado como u n Iegado de la antigüedad clfisica, se referían a la Cosrnografia, o sea el estudio de Ia tierra, y a la Astrología, e! estutlio de Eos astros.
Y con esa Astroitornía
es con lo que se puede prepaiAarel atsena1 pasa las graiides expediciones en el mal- Océano que prodirje-
ron, en definitiva, el Descubrimieriito.
A Portugal que tei-mino aiites qtic Castilla la reconquista de su territorio coiiti-a los rn~isulrnames, y briscó sri expansión por el Atláiitico, le pertenece la prinie1.a fecha: eri el 1444 habían llegado ya las naves de la flot;i real portiiguesa al Laho Rlailco, y en 1443 al Cabo Verde. Todas estas expediciones abrian el camino de la India y a principios del niisrno siglo SIITy fines del XIFI una espedición portuguesa llegaba a las Caiiarias. El objetivo de la expansión ocefinica era coriiún a toclos los pueblos antiguos, porqiie ya se haliia dado el pi-ecedente de las aventuras de Marco Polo, Pero sólo en tiempos de D. Enrique el Navegante es cuando tuvierori lugar las expediciones sistemAiicw5. Se llegó entorices a la isla de Madera y las islas Desiertas. Portugal quiso alcat~zarlos dos o.jetivos clrísicos, las (10s metas de las grandes n~ivegacionesde la época: abrirase rutas hacia el lndostái~,y revivir el suerio rernclto de la Chiiia. Filé eiitonces el momento en que IIegO a adquirir verdadel-a coiisistencia en 10s países islárnjcos y en los paises rnet'idiotiales tle Europa lo q u e podemos calificar de la obsesi61i de los grantles viajes, En eso rivaiixaron históricamente 10s gi-aiides poderes coloniales de merliados del siglo XIr: eE lusitano y el hispane~ise.
La idea del I)escubriri-iierito toma ctrerpo tanto en Par-tugal conio en España, de ir tras esas islas lejanas, i*ernotisitnas, qiie ellos creían qlre estaban en el Oríeiite y con las cuales espei-abiiil resolver la crisis econbmica porque atravesaban eii ese rriotilento. Tarnbien habia el ansia de oro y plata, qLie el-a un aillieio coinún a todos los pueblos antiguos. Un sueilo oiieiitad redivivo e11 el Mediterrhiieo. La codicia trastriitida de Iiornbres a heiii11r.e~al traves (le las edades: la misma raza agitea, la civilir,aciÓn griega que se f~incibsobre los mares célebres Joliio y Ageo, y la gran civilización l a t i ~ i alaii;r,arori sus espedicioiies coi] aiitei-foridad pero tlo pasaron d e las Coluinnas de Heicir les: hicieroii demasi;idci fii~iqiiitoel mundo. Mas estaban wno coi~trrtotro dos poderes coloniales: los dos reiiíos peninsulares que se liabiai~Ineclio rivales por obra de ta necesidad. Es la hora de los grancles descirbriinientos. Su causa es material, econ6rnica, castfal, pi-edectinada. La Conquista, el Descubrimiento que es su aniecedeiite, cuando Espafia logra stipel-ar el p ~ d e r i oIrisitano y se dispara en los mares, y funda sil imperio
ROLET~NDEL ARCHIVO GENERALDE LA NACION
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ari~ericano,obedece más bien que a un concepto progresista, pertenecía el porveizir, a otros elerne~~tos y otras superviv Encontran~osen el alnia de esos eiiergicos ~onqiiistarloresque forjaron un imperio enorme, dividido en tres Virreinatos-México, Perú y Nueva Granada, además de aqiiel de3 Rio de la Plata y la Capitanía Getieral rlt; Cuba-, qire antes fuiid6 la civilizaci6n occidental del Nirt:vo Mtiinclo en la Espalíola, centro de operacioties de coriqrristas . y cira iiisrorica rneii~oi-ablede los gi-andes aventureros hispáiiicos. un nuevo fatalisrnu, quizá no iiebuloso en su forma inconc helenistica, sino claro y preciso en sri forma condicional y tnarerialista. Ese fatalisnio que condrice al conqui:itatlor ide AmiFrica a avizorar nuevos horizontes, abandonar su tiierra y SU ca:;a para .. A,. seguir el azar de una siierte ii~ejor. Uiia C S P-2~ L I C uc ~ I C L C ~ I L I I I I I J ~ I I W como elemento qtie sinle para atentiar la respoiisa bilidad huiilana de sus duras co~iquistas,y precisaiiiente bajo i ~ i ~forn~a a religiosa. El ; ero espahol era enipujado por la vela de s u coidicia a ra su misma voliilitad pero al servicia de sus inte reses y o$r a las urcienes del Deslirio. Eir esta fuerza que le verlía coirnn i r n inlpulso inconscieiite, iiidependiente de él y que le era i mipuesta por la necesidad en cotisorcio cort su estructiira caballeresc:a y villana al mismo tiempo, veía e! espíritu del mal, y el pecado hecho carne; pero no podía salvar la tentación de los heroísmos. Estos elementos subcoi-rscientesde aquel hombre arldaz de las car'abelas y de las invasiones, Ojeda, Cortés, Pizat-re, liriiitaban inás o menos su principio de libertad liriinana, sin abolirla; qireclaba en vi:gor co. . iiio brise principal de epopeya; y por consecuencia, hacían Historia, hacian progreso, hacian ~jvilizaci6n, rnucfias veces a su pesar. Esta es la nueva iritei-pretaciótl que hay que darle a la Conq~iista. Ida Historia se hubiera retardado pero hubiera llegado a A mérica en los navíos del rey de Inglaterra que acogid el Proyecto R t: Colón ya en vías de hechos en el pei-iodo español. Porttigat Iiabría iieyado antes, si el Papa no se intercede eir su camirio y divitle el rniindo eri dos. Verdad es que esta línea de demarcaci6n fi~éfijada por conv~iiiaientre Espafia y Portrigal, en el grado 22 al Ot!ste del Cabo Verde, eii 1494, cua~idoya estaban descubiertas Ias i:;las del 3lleditei'riiieo coloi~ibiiio. Despu6s que Crist6bal Col611 hubo iiegado a una desembocadiira de asombrosa ainplitud, en su tercera riavegación e 11 el Ot-ii~oco,Veiiezuela (Peqr~elTrr lferzecIq, descubrió uno de esos Alinirantes portugueses, al penetrar en el hemisferio iiicridi teniontar un rio célebre que se dirigía hacici Occidente, una aesembocadrira más aniplia aun; convinose que el i
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meridiano de rlem;ircación se encontraba entre anrbas tlesembocadiiras, y hubo que ceder a los poi-ttigueses esa tierra de .un rojo desluni brante corno (le c:arbÓii ígneo: Brasil, ii
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Mas con esa sOla excepción. de gran itiiportancia por cierto, Portrigal IuncI6 coloiiias exclusivaiiiente eii la India Oriental: Goa, MhEaca, Ceiliiii, Macao. España, al contrario, eii las Indias Occidei~tales.Asf se ftindó este Nuevo Mundo al cual Américo \Tespricio, el autor de la nrás leida de sus descripciones, proptiso poriei- el nombre de América, en 1306, uii año desptiés de la inirei-te (le su Descuhsidoi-, Esos Iieroicos navegantes de !a coman-ca del Tinto-Odie1 que dan el primer contingente t~iirnaiieque se lanza al mar tenebroso, tal corno se decía entonces al mar desconocido y terrible del occidente atlántico; estos maritios del prinier viaje colombiiro, que salen de Ici villa de Palos, cuya vecintiad se calcrilaba en los tienipos aquellos eii 2,000 vecinos, esto es, en gente hidalga y de alta condición, obedecen a su sino, coma el de [os coriquistadores que !e siguen en las tierras ya descubiertas: el sirlo qiie como catisa priniaria se cierne sobi-e los dioses p los heroes cuyas fig~~ras son sepi-esen tativas
en la Historia.
Hay Iiornbres que por nritiva disposici01iprocede11 a verlo torIo I>:ljoId especie del sino: el guerrero, el politico. el caiidillo, el aventurero. E s el niaterial hurnaiio predilecto para esa Historia. El hombre que tiene la vocacihii de tos grandes destinos Iiumanos: todos los grandes acoiiteci mientos se proriucetr con esas seres de iiiclole clésmica. Tales conquistadores españoles que co11serv;iban piiras las tendencias del fiero antecesor ibero, refr;ictariüs a toda dominacibn extraña, tan puesta en evidencia en so gesta contra el roinaho y el calihto advenedizo. Hoinhres aferrados a\ c'aricepto local de la patria y de la abei-rada Fé por la C ~ L I Zque se le metió tan hondo, que los incapacitó para coinprenrler., que yetido más allá de los deciertos liiiiites, lo que i i i i día fuera un ai+i~iazóilpositivo de libertad, se habría de cotiverrir en opresióii negativa y mortal. Le6n, Castilla, Navarra y Aragón, se liabían forjado con el mismo ímpetu de las reivindicaciones del siglo X111 que Iiabia reducido al invasor a Iri regibn de Anddlvcia que coinprendia el pequeño reino de Granada, que como sus descendientes los coriquistadores habrfan de opriniir pueblos libres (le América, al amparo de las misinas turbulencias heseclitarias.
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LA
NACIOK
El Descubrimiento es el Últiiuo sriceso iinportante de la Iiistoi-ia antigua del rnutido. Con él ]leg; en cierto modo ;i su termino t r i i mundo que mliere y se alza un mundo que nace. La historia integral del Nuevo Mundo se nos ofrece en tres periodos perfectamerite riefinidos y car~ictesisticos. EH el primero: con los taiiteos y las audacias de los descu brirnientos en lo ilimitado, el niundo presenta un cariz de misterio. Se inicia el kitaIisrna Fiist6rico que forja el destino cósmico de que tanto hemos hablado. En el segundo periocfo se va formando poco a poco wiia raza de hombres qzre se sitdan mas allá del bien y del mal, que son los conquistadores, fuerzas de la misma Historia, Incontrastables y ciegas, que no se detienen ante liada, que domeñar1 el peligro y la mrierte, Iiunde1-1 irnpei-ios niilenarios y fundan iinperios coloniales, sirven sólo a1 curso de sii \rida. Son 10s hambres a modo Re Historia.. . Es una nraiiera estrafia y contradictoi'ia de vivii- en actitiid natural y violenta al mismo tienipo. Viven para el hei-oisrno y para la guerra. Pero rio veii eii sil derredor los infortunios, la vejez y la muerte; no ven la ftiei-za de su propia alma, y silo advierten la secreta alegria de la virla, que sólo se hace visible muchas veces iir~tela presencia de tina muerte vialeiita. Bajo el influjo de esta ilusi6n Iteroica, activaniente histórica, de impulsos vitales incontenible~,de eiiergias desbordadas firndadoras de pueblos y de opl-esiones, se deciden pos la an tigva concepcion de que la vida no vale la peiia de vivirse. Pero, en la practica, por las imcornpi+ensibfes conexiones históricas, estas fuerzas inconscientes son precisamente las que entran en juego para incitarnos al esfrierzo y la creación, que forman rnaterial para la epopeya de la raza, como en las figuras d e Homer-o en el periodo aqiieo, los coiiquistadares poseen el sentimieilta mismo de la vida y la concepcióii d e lo luminoso: la salud, Fa fuerza y la belleza, el espiritri y la potencia de la voluiitad, residen en stis arquitecturas humanas sencillisitnas, plenas de exuberancia coa que se han nutrido los sjglos siguien tes. Ahora evoquemos la Ci~idadPrirnigénia, donde en stis piedras crecieron las conquistas de todo un Contiileizte. In terpretemcrs el alma colonial de la Española, y preguntémosle su Iiisfnria de sufrimientos y sus cruzadas a América. Pasemos revista a los conqriistadores que cargan a ctrestas su historia.
Habían transcrirrido 10s tres pi-imeroc años del ~ e s c brimiento. u
La Colonia ya disfrutaba de prosperidad. E1 verdadero espíritu de los
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conqiristadores se iba a manifestar ahora por su luclis de intereses, sus rivalidades y ambiciones. Esta Española que habia sido el teatro del primer drama de la Conquista, iba a transformarse en el centro de las actividades hacid el Continente e Islas Occidentales de este hemisferio. L-a civilización materialista europea se iba a desplazar para otras comunidades americanas no exploradas. El cuadra cambh ciertamente, si vames de los conquistadores a los conquistados. Al principio, 1-10tenían medio para luchar contra la fuerza organizada del apresor: esos medios fueron crehdose, en la lucha fiera del indio civilizado de la Tierra Firme y del indio insular imaginativo pero amante de sil libertad. Aatuey se enfrenta con Diego Velázquez en la isla Juana. Venía fugitivo el cacique haitiano de la tiraiiia del dominador de su Isla y se encontraba con Fa tiranía del advenedizo conquistador de su tierra adoptiva. Hablemos, pues, Be esa primera conquista que ha de dispararse de la isla Española en que la MetrOpoli sentaba rus reales y empezaba su obra de caloiiizacibir. Obedecía ella a las mismas carisasde todas estas incursiones al resto rlet Continente, a la necesidad de ensanchar el panorama geogrifico y al brote incontenible de las secói~ditasambiciones aveiitu-
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u11hijodalgo de fortuna y abolengo había arribado a la Española en el segundo viaje: el. futuro Adelantado Diego de Velizq wez. Pacificó a Jaragua, gobernó ñ Higuayagua, fue protegirio de1 Comendador Ovando y del Segundo Virrey D. Diego Colón y zarpó a Cuba eii 1311: había salido de Salvatierra de Fa Sabana, extremo Sud de !a Isla, cerca del Cibao. .. Desernbarcii en las Palmas, fundo a Asunción de Baracia en -1512: primera capital de Cuba. Et-igi6 en el cacicato de Cumanacán Ias vijlas de Trinidad y Santo Espiritir. Despues estableció Santa María, y en el año 1515, eri e! puerto de: Bayafigiriri fundó la segunda capital. El 25 de junio del misnio 1515, a orillas del río Oriicajinal, fij6 las bases de la villa de San Cristdbal de la Habaira. Tal es la lista de sus hechos niemorables.
Luch6 VelAzquez con el indio siboney y le venciO con artiii~aGas y arterias. FuP el blanco civilizador que in~pusocon el hierro su concepci6n y su fé mentida, Como todos los conquistadores fue fiigrato con su protector D. Diego Colón. Cortés debia acomyafiarle como c a ~ i t i nignorado aun por su destino. Era una excepción, Cas las ventajas d e las conquistas refluyeron más tarde en fc inajes de segundo ordei~qire habian sido camara-
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BOLETIN DEL ARCHIVO GENERALDE
LA
EACION
das de los pi'iiicipales conquist;idores que se hicieron 1célebre!% conio Vasco Núñez de Balboa en su descubrimiento del n-bar Paciifico, y Fraiicisco Pizasro en su expediciorr al imperio inca. ujeua, el mhs aiidaz de todos, in~irib ignoraclo en el convento de Sarii Francisco como Ein pobre de soleninidad. A su vez Diego Velfizquez organizó empresas qkie se n II con la savia que extrajo de la Española al través rle Citba: clicibn a Tierra Firme, la de Juan Grijalba y Pedro Alvaraao y ra que dii-igib e1 misnio Velázquez eiicarnir~adacontra su coniparli-e HernAn Cortes para desconocerlo: descoiiti6 a iIltihia hora de ese Bacliiller q u e sabía Fati11 y estaba ctistido en mañas y -habilidades en la escribariia d e la villa de Asua. Pero Hern5n Cortés era u n predestinado que debla vericerlo, junto con Párifilo de Narváez. sil teirieilte, Era uii hombre-Historia indon~eñable. Pasa otro conqtristador insigiie qire tuvo su arranque eIi 1;i Isla FiiStói-ica. Hablo (le Alonso de Ojeda. criado metido a pf ,_ acornpañ;riite del Almirante a mediados del 1493, cuarido S dad no alcanzaba tos 27 años: espíritu inqriieto, religioso y v e i i g d tivo a la par: cruel, artero, osado corno iiingUii conquistadoi*. Su Odisea en fa Isabeta pide hace tiempo eI rapsoda q u e la eternice en el poema &pico: escarpando la Cordillera Septenti-ional, ci*uzÓ e l atirifero río Yaque y descubrió al fin, el magnífico valle de la Vega Real. Venci6 a Caoriab6 por la traición como todas los iberos conquistadores: era la característica de la guerra de la época. Sigue siendo la consigna d e la lucha en todos 10s tieinpos! Ademris es Ojeda el explorador irrforttinado de Veragua y del Darikn, eii donde debía acornpaiiarle Diego de Nicuesa, educado por Enríqliez Eriríquez, tío del rey Fernando, quien vi110 a las Indias con Ovando pai- prtmei-a vez, y era a la sazón Alcalde Mayor en Santo Domingo, y antiguo Algriacil Mayor de Uraba, en donde h;ihia expedicionado en el año 1505. Puede asegtirarse qrie casi todos los primeros viajes transcoiitinentales que se sucedieron después del Descubrimiento de America tuvieron su punto de partida en la isla Española, o se proyectaron de ella a través de las posesiones que de ella deliendian conlo la (fe Hernárr Cortés en Mexico, lanzada por Diego Veláxquez desde Cuba, y Iiasta PEzarro que se riutrió con la ayuda enviada desde esta n-iisma Española. Era que la Casa de Contratación tl'e Sevilla creada por Isabel la ica en céduIa fechada en Alcalá de Nenares e1 14 de A ' . .1
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erieso del 1503, y cotnpletada el 20 del propio mes pos las Ordenanzas que debían entender en los ncgocios de la Casa, que esa11 los del Nuevo Mtinclo, tratara de aii~ilarla influencia decisiira y directa que en las expedicioires pos el Mediterrhtieo coIombiiio habia de tener la primera posesibn española. Todas estas enipresas lrechas al rnasgeii de las Capilulacio~resde Santa Fe de Granada, que era convencibn bilateral exteriorniente, pero que f~ieron redactadas por los Reyes para no ser cuniplidas tan pronto como Colon Iiicier-a siis descubrimientos, tenían que ver tarde o tenipralio con la Española. La primera experlición de Yáñez PinzOn que no se sabe si al fin se llevó al cabo y contratada rnietiti-as el Descubi-idoi- realizaba su segunda iiavegación, puede qrie escape a la regla anteriormente consigniida; olas la de Ojeda, la Cosa y Vespacio, la de Pero Alonso Niño, la de Juan Escalante, la de Kodi-igo de Baslirlas, hacen escala o piden auxilio a ese c e ~ i t s ode gravedad de la cirilización española invelitada en el nuevo universo colombino. Ovando sale de la Española, se aprovisiona eii eIla, y de ella lo saca todo: armaii~eiitos, provisiones y i~iaterial Iiumano. Rodriga de Bastidas i-eca16 en esta Isla Iiasta su expedición conliriental. Con él sali6 el gran Vasco Núñez de Balboa, el descubridor del Pacifico, venido de moílo anOninlo a esa isla de la Esp,aÍiola en donde obtuvo un repartiri~ientode indios, hasta que el llamado del Destino le hace abaiidonai- iiuestras costas, adeurlado, y en friga de Santo Don~ingo, eiiti-a en la expedicibn de Enciso al Dariéri, después cle Iiaber sido agi-icul tor en nuestra SaIvatieri.a, El Adelantado D. I>edi=ode Hei-edia, el f~s~idador de Cartagena de 1 iidias, hidalgo ibei-o animoso, pendenciero y atseiricio, tipo (ECiIhado de Ii6roe de Lope de Vega y Calderón, segúii J ~ i a r .de ~ CasteIlairos ezi sus EIegias de Varones Ilustres de Indias'" desenib;irc6 en Iii Española, la niás verosiinil Atlátitida, eii donde apenas tres siglos después debia brotar una nueva civilizacióri de la esti-aña raza c~srnica,que algún dia ser5 el milagro de la Historia. 66
Al Oeste de la Esp¿iñola y Culia se realizaban por.tentosos Iieclios de los conquistadores qrie tenían su etapa inicial eii la pi-¡mera (le estas islas: la Española era ai-ranqtre de donde se proyectaban las lilleas de la historia moderna.
Francisco Fernando de Córdoba recoi~ocieridolos lugares que habia visitado el Almirante en las costas de Veragua y los desc~lbiertos por Juan Ponce de Le611 eii la Florida, con quieii había na-
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R o t ~ r r nDEL ARCH~VOGENERALDE LA NACION
vegado saliendo de la Española en 151 1, confirnia nuestra aserto. Este viaje que debía ser famoso si no por la realización de sus veríladetos objetivos conquistadores, porque figuro en éI Bernal Diaz del Castillo, cronista prolijo en los acoiiteciniientos sucedidos de que di6 cuenta oporiuiia Fernando de Coi-dova a DEego Velázquez. A estos extraordinarios acaecirnientos conctirriei'o~~ los antigtios colonos (Fe la Espaííola y los de la Nueva España, de donde veniati hombres esforzados e iliistres por sus hechos de a m a s o su saber a coadyivar a las empresas y a prestarles irnporta~rciay verdadero co~itingente,dando a los descubsiiiiientos y conqiiistas el brillo de siis noiiibres y el aiisilio de stis armas. Entre ott-os meeicionaremos a D. Goiizalo Fernáiidez de Oviedo, quien con siis apuntaciones piido ittforrnar oralmente al emperador- Carlos V del verdadero estado, riqueza y población del Descii tii+imiento,y el que escribid niis tarde s u célebre Historia General y Natural de Indias, En la Española se esta2ileciÓ Oviedo. formando allí sil familia y generan(lo su desceildencia-entre nosotros-con los Caros de Oviedo y
Torqriemada.
1.
Sricesos imponentes y adii~irables,qiie acontecian firera de los limites de Ea Española, con Pedrarias o 1'edi.o Arias Dávila, siguiendo las incursiones y descubrimientos de Ojeda, Enciso y Balbo;i: pero secundados por capitanes activos, valerosos y diligentes que salieron de aquella Isla. y penetraron por las provincias del Darién, Santa Marta, Chagres, Bogotá, Paniimd y el Perú. Gabriel de Rojas, Gonzalo BatI¿ijoz,AIcaEde Mayor de Espinosa, Diego de Albate, Hernáii Po [ice, BarSoIomé Hurtado y el celebr-e Francisco Pizarro, por rumbos diver*sos dilataroi? las conqiiistas, encoiitsason inmeiisas 1-iquezasde oro, perlas y piedi+aspreciosas, y se etifreritaron a poclerosos imperios a~itócto~ios de diversas pi'ocedencias, inclinaciones, ti-ajes. costuiii1)~-es y t'digiones de las que se conocian liasta eiltoiices. Todos pa.;aron por la isla Española, la primera tierra de lu Conqiiista. La Española gozaba de torios los prestigios de villa-madre conquistado~-apor excelencia, y (le todos los privilegios y prerrogalivas (le qlie ya a principios del siglo SVI disfr~itabaa toda cabalidad. El Comendador frey NicolAs de Ovantlo la habia trocar10 en uiia gran Coloiiia. Diego Colón el segutido Virrey trajo una Corte cle gentiles c;iballeros y de los más esclarecidos ingenios. En la primera centuria de la Conquista, aurora de la cultura de torlo iIn Continente, brillaron fr. Bartolomé de Las Casas, Eernaldo de Ealbuena,
FernAiidel: de Oviedo, Juan de Castellanos, el incatnparalile Tirso de Molina y las poetisas Dona 1,eonor de Ovando y doña Elvira de
Mendoza.
ir 'i r
Habia iiacido una civilización eri el Nuevo Mundo eii el mismo sitio en que se sepulth aquella civilizaci0n espiritualista, aunque más bárbara y nieiios progresiva en el concepto del conqi~istaclor: la cultiira taind ya decadente en los días del Descubrimiento. Es de anotar que Santo Dorniiigo fue la cuna de los heroes que trabian de desarrollar en la historia colombiiia 'las empresas mis grandes y potteiitosas en el Cciiitinente e islas de las Indias.. "Estas expediciones y otras que mas adelante se frustraron con igual desgracia, dice Del Monte y Tejada, refirigndose a las de
Nicuesa v Encico,-fueron una de las causas primitivas de la decadencia de la Española y del auge y acreceiitamiento de otras partes de América. Sacando de ella los hombres tilas irtiles y los caudales m45 pinfles, paralizaron algún tanto sil industria, e hicieron Ilamar la atención de los especuladores a otras empresas. Sujetos acaudalados poseedoi*esde bienes inmensos y los primitivos pobladores, como Ojeda, Nicbiesa, y Enciso. setlujeron aquellas fortunas a numerario que ernplear'on en proyectos arriesgailos y ajenos a los intereses del país, y &);ti-on Ltn vacío de que principio a resentirse La prosperidad pública".
Esto es así con-ia niiesti*o primer Iiictoriador lo lia dictio: la Española ftté el gran arsenal de armas. rIe aventureros ya célebres y de sueños codiciosas que se extrajeron para todas l a s itas rle América. Tenemos rango I~istoricode primer orden astos de la historia colombina. Pizarro, HernGn Cortés, Diego veicizqtiez, Irasco Núñez de Balboa, Ocampo, Panfilo de Narv;íez, Alonso de Ojeda, Diego de Nicliesa, Pedro de Alvarado, Ponce (le León. y Esqliirel, tallos eii-ipezaron y dieron stas primeros pasos aqiii, bajo la infl~tenciade los primeros coIorios cle esta tierra del Descubrinikt~to,y si a ellos es preciso concederles el primer Iiigar, coino las proinovedores del gran n~oviniieiit~ posterior de la Conquista, la Conq~iistafué nuestra obra.
En la
primera década del siglo XVI, Santo Domingo vi6 esta-
Iilecerse la primera Real Audiencia. En Santo Domingo se fundó en el 2338 la primera Universidad. El espíritu predominante de esos coiiqiiista~lorescrearon en esta primera tieimrasu ideal materialista y fue cuna de uii tipo de civiliración cristiana. Ese iiiovimiento
colonizador que se irradió de la Española obró dp modo degs'ivo sobre la economia y la cirttura del resto de las Ambicas.
En el mismo dominio religioso, el período de la Conquista fu8 una lucha larga y furiosa entre las tend-encias cristianas cuasi positivas de los bispanos y el antropornorñsmo, idolatrías y piiro deismo del in'dio decadente de estos tiempos que estamos recorriendo en el curso de la Historia. Luchas religiosas que tienen siempre p"oJampo las llamadas civilizaciones inferiores o bárbaras de los indios y otras razas, que habían de ser representantes de las 'civilizaciones materialistas y progresivas de los conquistadores europeos. Y s610 el criticismo-colonialatenúa el fragor de 'esa lucha con el amparo y la fé verdadera de los P~dreSDominicos y el Padre de L ~ S Casas, campeón en la defensa y libertad de los nativos oprimidos. Estas luchas que siempre fueron materia de la misma Historia. petrea y evocativa que sirve de sede a este Segundo Congreso del Caribe, los otros pueblos conquistad~r$saprendieron la leccjbn de fuego y de hierro que no han de obidar ya mas
En ia dudad
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todos los pueblos absorbentes de la Tierra. , tos conquistadores españoles mismos absorbgran y repetirán los metodos duros de los CoFn,, Bobadilla y 'Ovando, para fundar nuevos imperios y despotismos americanos: Pízar ro. Cortes, Velázquez hunden las civilizaciones inca, azteca y taina, emlnentemente arf isticas y espirituales, y erigen en su lugar las. civíIizaciones proBesivas y pertinaces de la cruz y la espada. Se cambiaba el ideal pero no había idea1 fundameiital conquistador. Esta es la verdad rec6ndita qiie escapa todavfa a los historiadores. El procedimiento del temple del acero ensayado en Amdrica por el aventurero español implantd un imperio colonial formidable y foj6 un mundo nuevo rápidamente; pero en la evaluacidn de los factores impoiiderables de la Historia no se elimina nada trascendente. Hay que aclarar ios hechos hist6ricos y dar una interpretación materialista al Descubrimiento y a la Conquista, Tal es nuestra ponencia en esta 11 Reunidn Interamericana del Caribe.
La historia de Ia Española es la historia de esta raza que dejo un soplo eterna1 en la Amdrica todavía utbpica, Que para que fuera posible el Descubrimiento hubo necesidad de que un relampago del hombre blanco conmoviera al hombre cobzzo que vivia en su valle espl6ndido su paz-georgícay casi paradi-
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en su escarpada montaña adorando su exttaíia diosa de la Tempestad y el Viento. síaca, o
La Isla que se alza con toda la gloria del Descubrimiento y el dolor de la Conquista!
Ciudad Ti-ujiilo, 31 de Mayo ciel 1940. Docfer GUSTA VO ADOLFO MEJIA RICART, Ilelos.rinnrs del Instituto de Inrnsiigariones Hiaióricas y de la " A e ~ d c m i uBibBográfice Cullartrf de Cuba". Catedrútic. de Historia ColonimF rn la Ilnfocr~drrdde Santo Dominio.
Presidente de 1.8