Pensamientos descabellados

Page 1

STANISLAW JERZY LEC

PENSAMIENTOS DESCABELLADOS


Título original: Myśli nieuczesane. Wydawnicto Literackie, Kraków, 1974.

Traducción castellana: Ramón Alcalde, A. K. de Colángelo y Roberto Juarroz. Ediciones Carlos Lohlé, Buenos Aires, 1977.


Con una fila de ceros se construye fácilmente una cadena.

Muchos de los que se adelantaron a su tiempo, debieron esperarlo en albergues muy incómodos.

¿Plagio? Antiguamente no existía ese problema. Se saqueaba a diestra y siniestra y después se devolvía todo: como literatura.

No debes aserrar la rama sobre la que te sientas, a menos que quieran colgarte de ella.

Hasta su silencio tenía errores de lenguaje.

¿Cuántos ruiseñores debe devorar una bestia para poder cantar ella misma?

El que está sentado en la cumbre tiene una disculpa: no se puede ir más allá.

¡Mantenéos alerta! Un menospreciado analfabeto podría poner los puntos sobre las íes.

“Abandonó este mundo” suena optimista.


Dos paralelas se encuentran en el infinito. Y hasta ellas lo creen.

Hasta en los caminos del pensamiento acechan los ladrones. Por supuesto, también ellos se consideran intelectuales.

Las ventanas oscuras constituyen a menudo una clara evidencia.

Más de un bumerang no vuelve nunca. Elige la libertad.

¿Cómo ejercitar la memoria para que aprenda a olvidar?

Es malo que un señor tenga muchos esclavos. Pero no es mejor que un esclavo tenga muchos señores.

Lo mejor que pueden hacer los analfabetos es dictar.

Terribles son las debilidades de la fuerza.

No hables de tus sueños. Los freudianos podrían llegar al poder.


Entendemos todo, y por eso no comprendemos nada.

¿Habrá algún método para que también nuestras almas puedan llegar algún día a ser económicamente productivas?

Hubo tiempos en que los esclavos debían comprarse legalmente.

No llames a las cosas por su nombre si no conoces su apellido.

El eslabón más débil de una cadena es el más fuerte. Puede cortar la cadena.

¿Oyes esos balbuceos? Son los coros de las consonantes, después de haber eliminado las vocales.

Hasta el ojo de vidrio ve su propia ceguera.

Si a pesar de todo deben existir los carteles, prefiero “Entrada prohibida” a “Sin salida”.


¿Alguien preguntó alguna vez a la tesis y la antítesis si querían convertirse en síntesis?

Estudia idiomas. También los que no existen.

La lengua llega más lejos que la mano.

¡Es una lástima entrar en el paraíso en una carroza fúnebre!

Es extraño que resulte tan difícil despertar ecos hasta en las cabezas huecas.

También para custodiar los pensamientos se emplean eunucos.

Era un Casanova. Sin praxis.

Ninguna reforma del calendario puede abreviar el tiempo de la gestación.

De la mayoría de las obras sobreviven únicamente algunas citas. ¿No sería mejor escribir desde el comienzo sólo esas citas?


También los gatos y los ratones existen desde millones de años. ¿Es eso coexistencia?

¡No vaciles! Aguarda.

Construyamos frases provisorias. Pues si viene un terremonto...

Echó cenizas sobre su cabeza, las de su víctima.

Habría que escribir sobre él en puro superlativo. Superlativo negativo, por cierto.

Hubiera preferido que David derrotara a Goliat con su arpa.

Las heridas se convierten en cicatrices, pero las cicatrices crecen con nosotros.

¡Ay de los dictadores que creen no serlo!

A menudo los hijos suelen ser los primeros honrados por la culpa de los padres.


Hay que aniquilar los tabúes, sin tocarlos.

Los sádicos y masoquistas deberían establecer conjuntamente autoservices, monopolios y estados.

La constitución de una nación debería estar hecha de tal modo que no arruinara la constitución del ciudadano.

Ante cada autoridad caía, como los gatos, en cuatro patas.

La irreflexión mata. A otros.

Quien olvida fácilmente, pasa mejor el examen de su vida.

Vi un hombre que vertía el contenido de un vaso vacío dentro de otro. Le pregunté por qué lo hacía. “Soy un reloj de agua modernizado”.

La voz de la conciencia también pasa por un cambio de voz.

Muchos de mis amigos se han convertido en mis enemigos. Muchos de mis enemigos se han convertido en mis amigos. Sólo los indiferentes me han sido fieles.


¡Poned en manos de un bárbaro un cuchillo, una pistola o un cañón, pero, por amor de Dios, no le déis jamás una pluma! ¡Os convertiría también a vosotros en bárbaros!

Nuestra ignorancia conquista territorios cada vez más vastos.

Conocí un hombre tan singular que si hubiera elaborado una teoría a causa de su mal oído, habría provocado una revolución en la historia de la música.

Me desconcierta el rostro del enemigo porque veo cuánto se me parece.

Hubo salvadores que no pasaron a la historia tan sólo porque les faltó la caridad de un Judas.

La mayor parte de los hombres son asesinos: matan a un hombre. En sí mismos.

La pregunta de Hamlet suena distinta según el país.

Los muertos cambian fácilmente de ideas políticas.


Preveo la desaparición del canibalismo. El hombre está asqueado del hombre.

El diablo no duerme. Sea con quien sea.

Los filósofos deben cuidarse de encontrar la piedra filosofal. Los demás podrían colgársela del cuello.

Algunos aman tanto el pathos que el texto como tal no les interesa.

Hasta en las encrucijadas de la historia intenta la policía regular el tránsito.

El heno no huele igual para los caballos y para los enamorados.

La historia de un pensamiento está en ese pensamiento.

Me hace pensar en un piojo sobre una cabeza calva. Alrededor, puro brillo. En el centro, nada más que un piojo.

Sé realista: no digas la verdad.


Cuanto más profundamente caes, tanto menos daño causas.

Cuando los caníbales quieren conocer el gusto de la sabiduría, le cortan la lengua a los sabios.

Desde que se descubrió al hombre se lo perfecciona solamente con prótesis.

¿Dónde adquirir coraje? Los que lo tienen no se desprenden de él.

¡Qué borrascoso es el mar de la indiferencia!

La suciedad moral es la peor: provoca baños de sangre.

Nuestros días están contados: por la estadística.

Los hombres nacen para la función social, por iniciativa privada.

Habría que colocar la letra de la ley en el alfabeto.


No alternes con idiotas si no eres psiquiatra. Son demasiado estúpidos para retribuir la consulta a un no profesional.

Cuando un pueblo carece de voz, se nota hasta cuando canta el himno nacional.

Hasta los sesos de la ternera comprenden qué sabrosos resultan para el hombre.

La medida de la injusticia está siempre en buenas manos.

¿Qué sería del diablo si dejase de creer en Dios?

“Tan sólo lo amenazaremos un poquito con el dedo”, dijo. Y lo puso en el gatillo.

Para cultivar genios no es per se imprescindible comenzar con idiotas.

Las impresiones digitales de Dios no siempre son idénticas.

También los masoquistas confiesan todo bajo la tortura. De puro agradecimiento.


Se puede hacer girar un organillo, pero no se puede invertir su melodía.

Los Césares son casi siempre asesinados por sus amigos. Porque sus amigos son sus enemigos.

Casi todos los monumentos son huecos.

Muchos esperan “la luz roja” para no tener que pasar al otro lado.

Hasta el gallo celebra la aurora del día en que irá a parar a la olla.

La “Canción de la libertad” no puede interpretarse en el instrumento de la violencia.

Hasta la bestia piensa. Pero en el hombre.

Si ignoras su lengua, no comprenderás nunca el silencio del extranjero.

Los que nadan contra la corriente no deben esperar que ésta modifique su dirección.


La primera condición para la inmortalidad es la muerte.

Si dos buscan la soledad, el mundo corre el peligro de quedar superpoblado.

Nos miramos a los ojos, y yo sólo me vi a mí mismo y ella sólo se vio a sí misma.

Caso tomado de la problemática del derecho: ¿hasta cuántos muertos puede uno equivocarse?

El peso de un problema se fija en bruto. Nosotros estamos incluidos en él.

También el tiempo de Einstein adhirió a la hora oficial.

Los ideales no son en absoluto para los idealistas.

En el gusto del crítico X se puede confiar. Es acreditadamente malo.

¿Quién oye cómo crece el pasto? El segador.


Los gordos viven menos tiempo, pero comen más.

En algunos países reina tal publicidad de la vida pública que hasta la policía secreta es pública y conocida por todos.

El poeta pesca en un río que lo traspasa y sigue fluyendo.

El trato con los enanos encorva la espina dorsal.

Cuando uno está seguro, es descortés desconfiar de alguien.

Los poetas son como niños: cuando se sientan a la mesa de escribir, los pies no les llegan al suelo.

También las ciénagas tienen a veces apariencia de ser profundas.

El hombre es la corona de espinas de la creación.

Mantuvo en alto su bandera. Para no tener que verla.


La resurrección sólo es posible para los muertos. Los vivos tienen más dificultades.

El cadáver fue careado con su asesino: pero no lo reconoció.

Sólo los genios y los idiotas se bastan espiritualmente a sí mismos.

También los tronos gastan los pantalones.

Sé de dónde procede la leyenda sobre la riqueza de los judíos: siempre pagan los platos rotos.

La sombra de una sospecha ha caído sobre él. Y ahora se oculta en esa sombra.

No salgas de tu pellejo, si no tienes columna vertebral.

Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. ¿Y al hombre?

Siempre habrá esquimales que quieran prescribir a los congoleses cómo conducirse en caso de mucho calor.


Un agujero en el pensamiento no puede ser tapado con la realidad.

Uno puede morir en Santa Elena sin haber sido Napoleón.

No seas snob. No mientas cuando la verdad se paga mejor.

¿Pueden usarse espuelas con pie plano? Por supuesto que sí. Pero entonces no hagas ruido con ellas.

Una hoguera no modifica la oscuridad.

¿Por qué escribo textos breves? Porque me faltan palabras.

Yo quería decirle al mundo una sola palabra. Al no poder hacerlo, me convertí en escritor.

Me gustaría saber si algún animal cuando nos mira piensa: “¡Ecce homo!”

El hombre crece con el precio que paga.


Muchas veces el pensamiento de un autor fecunda a su crítico, pero para un aborto.

En algunos países el peor castigo es el exilio. En otros, los filántropos tendrían que luchar para imponerlo.

Un salto moral es mucho más peligroso que un salto mortal.

No hables a las paredes: las paredes oyen.

En algunas provincias me han propuesto honorarios más bajos, por escribir pensamientos más baratos.

Aquí yo les doro la píldora. Pero la píldora es inofensiva: el veneno está en el dorado.

Ya has atravesado la pared con tu cabeza. ¿Qué harás ahora en la celda de tu vecino?

Lo habían tomado por otro, pero su cadáver fue devuelto con toda lealtad.

Para mirar a un hombre cara a cara, se necesita otro hombre.


Ama a tus enemigos, quizá perjudiques su reputación.

Acortemos el metro. ¡Así seremos más grandes!

Me preguntan a menudo: “¿No escribe usted cosas más grandes?” “No ─respondo─, únicamente grandes.”

“La verdad no existe”... dice ella misma muchas veces. Por precaución.

Cuando los ciudadanos tiemblan, también hay grietas en los cimientos del Estado.

Los refranes se contradicen. Y en eso consiste precisamente la sabiduría del pueblo.

La verdadera sabiduría nunca deja de lado la cabeza.

No acaricies la bestia a contrapelo. Tal vez le guste.

También un happy end es un final.


¡Qué bienestar el de un país donde una mitad de la población se mantiene sirviendo en la policía y la otra mitad en la cárcel, ambas a costa del Estado!

Algunas veces la verdad triunfa. Cuando ha dejado de serlo.

Cada espectador lleva consigo al teatro su propia acústica.

No se necesita ningún arte para decir: “Yo soy”. Hay que ser.

Si tengo que ver de nuevo a mis asesinos en el más allá, prefiero entonces vivir con ellos en este mundo.

Todo ha sido ya descubierto: sólo en el reino de la trivialidad existen tierras vírgenes.

Un beso de Judas pudo cerrar para siempre la boca del poeta.

Nos hicimos tan íntimos que entre nosotros no quedó ya lugar para los sentimientos.


Quien tiene el horizonte más amplio posee por lo general la peor perspectiva.

La vida obliga al hombre a toda suerte de actos voluntarios.

Me observas a través de una lente de aumento. Para aniquilarme.

Quien ha comprendido su papel en la vida, se busca un doble antes de que sea demasiado tarde.

También las pretensiones de la sátira aumentan: debe ridiculizar delitos cada vez más refinados.

¡Exijamos para el pensamiento una jornada de ocho horas!

No matarás resuena en el Decálogo como una intimación, pero es un descubrimiento.

¿Explotación del hombre por el hombre? ¡Entonces, de cualquier modo es un asunto humano!


Muchos hombres carecen del don de reconocer la verdad. Pero, en cambio, qué sinceridad respiran sus mentiras.

Desde que se fosilizó, se cree un monumento.

Su conciencia estaba limpia. Nunca la había utilizado.

Podemos cambiar la realidad, pero a una ficción hay que reinventarla.

Ni Torquemada puede sonsacar tantos pensamientos ocultos como la avidez de poder.

El que muere de entusiasmo, que se cuide al resucitar.

Cuando danzan alrededor del becerro de oro, siempre hay cerca un carnicero.

Novelista: alguien que, por cobardía, esconde sus pensamientos en cabezas ajenas.

Futurólogo: alguien que puede imaginar cómo será el futuro, pero no puede imaginar cómo el futuro se las arreglará sin él.


Desde que el hombre se pone de pie, su sombra se alarga.

La contemplación del mundo es gratis, pero los comentarios nos cuestan caro.

¡Qué lástima que el chivo expiatorio no se deje también ordeñar!

A la mode: es posible que los pelos de punta sean un peinado de la época.

¿Qué sería la eternidad si no se hubiera inventado el reloj?

Extraño. Un perro no sabe que no hay que insultar al gobierno y sin embargo no lo insulta.

Con el papagayo los hombres encuentran fácilmente un lenguaje común.

El sentido pierde a menudo actualidad; el sinsentido, nunca.

Muchos pensamientos no son para ser escritos. Sólo son para ser pensados.


Los piojos transmiten el tifus como muchos pensadores sus pensamientos: sin enfermarse ellos mismos.

Cuando se han agotado todas las palabras, el hombre comienza a entenderse con el hombre.

Hasta sus ojos tenían forma de agujero de cerradura.

El mundo no está formado sólo de elementos puros. Un poquito de engrudo, hilo y alambre también es necesario.

A menudo los nativos soportan peor el clima que los colonizadores.

Con cada verso haz tu propia melodía y con cada melodía tu propio verso. Y cuando salga bien, deja que otros lo canten.

Se puede soñar hacia atrás; se puede soñar hacia adelante. Solamente no se puede soñar aquí y ahora: aquí y ahora se debe vivir.

La trabazón de muchos puntos de vista forma rejas.

Que tu mano esté limpia. Por lo menos el índice.


Las mentiras tienen piernas cortas, pero saben muy bien hacer zancadillas.

Los representantes de fábricas de automóviles venden automóviles, los representantes de compañías de seguros venden seguros, ¿y los representantes del pueblo?

Todo ha sido pensado alguna vez. La cuestión es cómo.

No se me ocurre capitular. Obligo a mi enemigo a vencerme.

La suma de los ángulos que deseo es decididamente superior a los 360 grados.

¿Tiene derecho el caníbal a hablar en nombre de aquél a quien devoró?

Algunos quisieran comprender lo que creen. Otros quieren creer lo que comprenden.

Poblar el mundo es fácil. Despoblarlo también. ¿Dónde está entonces lo difícil?


Un pensamiento genial existe también sin palabras.

Entre gigantes, trata de ser un gigante. Entre enanos trata de ser un enano. Pero entre los iguales, sé un igual.

Todo está en las manos del hombre. Por eso debe lavárselas a menudo.

¡Reina la corrupción en Dinamarca! ¡Qué enormemente grande es Dinamarca!

No hables mal del hombre. Él está dentro de ti y te escucha.

¡Qué extraño! La verdad siempre se introduce de contrabando en los países donde se la cotiza más bajo. ¿En qué consiste entonces el negocio?

Cuando gritan “¡Viva el progreso!” siempre pregunta: “¿Progreso hacia dónde?”

Cuando el miedo palidece, necesita sangre.

La llave de una situación se encuentra a menudo en la puerta del vecino.


¿Sufrirán también un complejo de inferioridad los peces que se escapen por los agujeros de la red?

Cuídate de tener la mala suerte de caer bajo la rueda de la fortuna de otro.

¿Para qué le sirve al eunuco un matrimonio legal?

Un rinoceronte no tiene necesidad de mencionar en el rubro “Señas particulares”: cuerno en la nariz.

Lamentablemente el aforismo contenía la mitad de la verdad. Cuento con que el lector tenga la otra mitad.

Quien llevó galones en el infierno, también llevará charreteras en el cielo.

La única moneda antigua que aún hoy sigue en circulación: los treinta denarios.

El mundo nació probablemente del miedo al vacío.

Muchas veces la coartada es precisamente el delito.


Conozco marionetas que no cuelgan de hilos, sino de cadenas.

La sangre es líquida ─dijo él─. Por eso no hay que derramarla.

¿Cuántas máscaras tiene que ponerse un hombre para no sentir la bofetada en el rostro?

También el guardarropa del alma sigue las revistas de modas.

Hay barricadas que tienen uno de los lados vacío.

No sabía contar hasta tres, pero contaba.

Aprende de la experiencia de los ornitólogos: si se quiere que los escritores desplieguen sus alas, deben tener libertad para utilizar sus plumas.

¡Cuántas veces a un cerebro le falta cabeza!

La masa grita con una sola boca enorme y come con innumerables bocas pequeñas.


Un buen consejo para los escritores: dejar de escribir en determinado momento. Incluso antes de empezar.

Un necio nunca saca conclusiones equivocadas.

No todos los ricos quieren formar una clase. ¿Hay que obligarlos?

A mi ver, la canonización mata al hombre que de otra manera yo hubiera podido considerar un santo.

La esclavitud tiene su lado bueno. Un tirano no puede afirmar nunca que es el amo de hombres libres.

¡Qué atracción para los turistas! Tantas ruinas humanas por todo el país.

“No me gusta la libertad ─afirmó un esclavo experimentado─. Ella rompe las cadenas que nos unen a todos y nos deja solos y abandonados a nosotros mismos.”

Las grandes figuras son, por lo general, de piedra.


Tenía una opinión tan alta de sí mismo que a veces se creía un enano.

Quien tiene buena memoria, puede olvidar más fácilmente ciertas cosas.

En el camino con menos obstáculos, fallan los mejores frenos.

Cuando los rumores envejecen, se convierten en mito.

A veces es necesario callar para ser oído.

Los optimistas son hombres que no creen que valga la pena comprender nada, porque de cualquier modo, todo irá mejor.

El descubrimiento de América no es mérito de los americanos. ¡Qué escándalo!

Al comienzo fue el verbo. Al final, la frase.

Hay barricadas que se alquilan y hay otras que son propiedad privada.


No es bueno confiar en los hombres; es mejor estar seguro de sí mismo.

La distracción mata. A los demás.

Hasta las barbas del profeta pueden ser afeitadas.

Que haya muerto no es prueba suficiente de que haya vivido.

Todo debe sacrificarse al hombre, salvo el hombre.

¿Soy o no creyente? Sólo dios lo sabe.

Hay que multiplicar la cantidad de pensamientos hasta que el número de los guardianes no alcance.

Hasta para vacilar hay que saber decidirse.

Un pensamiento genial hasta puede prescindir de las palabras.

Los pensamientos saltan de un hombre a otro como pulgas. Pero no pican a todos.


Al abismo se salta sin trampolín.

Los pensamientos pasan de una cabeza a otra y adquieren la forma de cada una.

Hay tragedias populares que no tienen intervalo.

“He oído que el mundo es hermoso”, dijo el ciego. “Así dicen”, respondió el que veía.

La libertad es perversa: duerme con sus enemigos.

Reflexiona antes de pensar.

Nuestras acciones existen para dar alcance a nuestros pensamientos, pero ¡ay de nosotros si los sobrepasan!

El más importante entre todos los descubrimientos humanos debería ser el descubrimiento de los errores.


Soledad ¡qué superpoblada estás!

Aquello que un poeta tiene que decir de otro, se puede decir también sin ser ninguno de los dos.

El hombre busca la verdad, para enterrarla aun más hondamente.

Dime con quién duermes y te diré con quién sueñas.

Al hombre que crece lo detiene a menudo el techo que está sobre su cabeza.

Sufría de manía persecutoria: alguien lo seguía constantemente, pero no era nada más que un funcionario de Seguridad.

Es una pena que Caín y Abel no fueran hermanos siameses.

Creo en el fin de la vida orgánica sobre la tierra... pero en el de la vida organizada...

Soy hermoso, soy fuerte, soy sabio, soy bueno ¡y todo eso lo descubrí yo mismo!


El cangrejo que mataron enrojeció. ¡Qué sensibilidad digna de ser imitada tiene la víctima!

¡Panem et circenses! ¡Pan cada vez más blanco y juegos cada vez más sangrientos!

¿De qué le sirve a la liebre tener siempre los ojos abiertos?

Un “mañana mejor” no brinda ninguna seguridad contra un “pasado mañana” mejor todavía.

Los bufones estuvieron siempre a los pies del trono. Por eso, fueron los primeros en verlos tambalear.

Algunos ven exactamente lo mismo con el ojo derecho y el ojo izquierdo. Y creen que eso es objetividad.

El que comienza a ver, muchas veces tiene que hacerse el ciego para salvarse.

¿Qué es mejor, una “prosperidad falsa” o una miseria verdadera?


El apetito viene al comer, sobre todo cuando comen los demás.

Desde la eternidad los hombres mantienen entre ellos un monólogo.

¡Con qué gusto se recuerda el tiempo en que uno podía todavía recordar!

Los pies planos se notan aun con zancos.

Se podría considerar un perfeccionamiento de la cadena perpetua: prolongar artificialmente la vida.

La tapa del ataúd no está adornada del lado del usuario.

El repentino reconocimiento de su falta de talento fue un ataque de genialidad.

Se necesitan muchos pensamientos para conservar uno.

Todos quieren nuestro bien. No dejes que te lo saquen.


“La religión es el opio del pueblo, camarada.” “Entendido. ¿Y qué droga usas tú?”

Los inquisidores conocen la libertad. Por las confesiones de sus prisioneros.

Siempre tuve miedo de los fusiles descargados. Hay quienes gustan de romper cráneos con ellos.

También los traseros llevan máscaras. Por razones comprensibles.

Quien ha perdido la cabeza, a menudo siente dolor en ella.

¿Debe el hombre ser de hierro? A veces pienso que debería ser de carne y hueso.

El carácter no se quiebra, pero se estira.

Los puritanos tendrían que llevar dos hojas de parra delante de los ojos.

Soy optimista: creo en el influjo liberador del pesimismo.


Los verdugos se presentan por lo general con la máscara de la justicia.

“De una cruz yo podría hacer dos horcas”, dijo despectivamente el especialista.

El sonido no vuelve nunca a la cuerda.

A veces ciertos árboles crecen tanto que sus frutos caen sobre las cabezas de los vecinos.

Todo régimen se convierte finalmente en “Ancien régime”.

Debes cuidarte. Eres propiedad del estado.

Un caballo sin jinete sigue siendo un caballo. Un jinete sin caballo no es más que un hombre.

Algunos creen que creen; otros creen que no creen.

Sin embargo, la humanidad progresa. Cada vez se castiga más humanitariamente a los caníbales.


Un verdadero enemigo no te falla nunca.

Sólo los bufones están privados de temblar impunemente. Los traicionan sus cascabeles.

El arte era su pasión. Por eso se dedicó a perseguir al arte.

He visto tiranos que luchaban por la libertad. Por la libertad de oprimir.

Se paga con la vida o se paga con la muerte: la moneda es la misma.

Hombre: persona non grata.

Quien usa anteojeras, debería saber que con ellas vienen también las riendas y el látigo.

A quien se queda sin palabras, el estado se las da gratis.

Resulta nauseabundo nadar contra la corriente en un río sucio.


Se vendió a ambas partes. Por respeto al equilibrio.

Fíjate bien: en este mundo todo se inclina hacia abajo.

Seamos discretos: no preguntemos a los muertos si han vivido.

Dramaturgos: ventrílocuos del alma.

Un verdadero mártir es aquel al que incluso se le niega ese título.

¿Quién se fija en los dedos de la mano que le da de comer?

Él era la conciencia de una época sin conciencia.

La vida es peligrosa: quien vive, muere.

Justificación de los caníbales: “Los hombres son animales.”

Los hombres se encienden siempre con atraso. Comprenden todas las cosas en la generación siguiente.


Como no pudo abrir una cuenta, abrió la caja fuerte de otros.

De una columna vertebral quebrada crece una joroba psíquica.

De Saulo salió Pablo. El destino de los apóstoles y los judíos es cambiar de nombre.

¡Benditos sean los demagogos! En su boca, hasta las mentiras se transforman en pan cotidiano.

¿Por qué no usar también los anticonceptivos para evitar los frutos de la fantasía?

El mundo progresa. Es hora de ampliar el catálogo de los pecados capitales.

Los enanos siempre se inclinan profundamente.

El proceso resultó un ejemplo de humanidad: fue tan grande la consideración hacia los acusados, que el fiscal confesó en nombre de ellos.


Quién sabe cuántos mandamientos de Dios nos han ocultado.

Hay dos formas de conmoción: la que aprieta el corazón y la que aprieta la garganta.

Una premonición fantasmal: monumentos parlantes.

¿La diferencia entre nuestros contemporáneos constructivos y destructivos? Los primeros construyen campos de concentración; los otros los destruyen.

Cada hombre quiere su lugar al sol (si es posible, a la sombra).

¿Suicidarme? Jamás. Creo en los hombres: cada uno encuentra su asesino caritativo que lo ayuda.

Aquél que siempre es otro, tiene derecho a repetirse.

No hay que perder las esperanzas. Un día las bestias se convertirán en hombres. Entonces ya no tendrán que dar cuenta de su bestialidad.

Para él todas las monedas eran falsas. Las monedas falsas son las que mejor se cotizan.


Soñé con Freud. ¿Qué querrá decir?

¡Cuida la limpieza de los altares! No sabes en cuál de ellos te sacrificarán.

Siempre que un hombre comienza a dudar de sí mismo, le sucede alguna tontería que vuelve a entusiasmarlo.

Hay épocas en las cuales los hombres mienten hasta cuando hablan en sueños.

Un estado policial no está formado sólo por policías.

Historia: conjunto de hechos que se hubieran podido evitar.

Aquél que camina sobre zancos tiene más dificultad para retroceder y también para bajar.

Tengo plena confianza. La humanidad ha violado toda las leyes de la moral. ¿Por qué no habría de violar también las de la física?


No tiene objeto defender el “pure nonsense” donde ya domina el “common nonsense.”

Sólo Adán y Eva fueron expulsados del paraíso. Pero ¿cómo salieron de ahí y se encontraron en libertad los leones, las águilas, los monos, las pulgas, etcétera? ¿Y hasta las manzanas?

Hubo alguien que pasó la mitad de su vida encerrado en un pensamiento y la otra mitad encerrado por causa de ese pensamiento.

Nadie sabe a quién de nosotros se le hará después de muerto un proceso de canonización.

Era un hombre progresista en materia de religión. Aceptaba que el hombre desciende del mono, pero del mono del Arca de Noé.

Si naciera de nuevo me haría inscribir de inmediato con un nombre falso.

El grado de la mojigatería depende del clima.

Los tabúes, aunque intocables, se multiplican de manera aterradora.

Por la sonrisa en el ángulo de la boca puede medirse el radio de la libertad.


Hasta los látigos echan raíces cuando encuentran tierra fértil.

Más fácil es conceder a alguien una alabanza que un derecho.

No te sorprenda que a alguien que no huele bien, le guste cuando lo inciensan.

La sátira auténtica no hiere: mata.

Los tiranos temen la palabra, no las palabras.

¿Para qué averiguar la verdad? ¿No basta acaso sufrirla?

Los hombres de menor calidad se venden al más alto precio.

Cualquier autobiografía es verdadera. Se vive al escribirla.

Si un gobierno se siente amenazado por un pequeño pensamiento, es evidente que el pensamiento es grande y el gobierno pequeño.


El lugar de la cumbre está en el abismo.

Duodécimo pensamiento: “No codiciarás la forma de gobierno de tu prójimo.”

Lo que no se puede decir sencillamente, tampoco hay que callarlo sencillamente.

¡La arqueología tiene un futuro formidable! ¿No es algo terrible?

Estar seguro de sí mismo es mucho; estar seguro de los otros, es más.

La tinta es un material inflamable.

“Murió de muerte natural” es una información incompleta. Habría que agregar de qué época se trata.

“El partido siempre tiene la razón.” Sí, pero cada vez es diferente.

La velocidad de la historia se mide por la cantidad de nudos por hora que hacen los verdugos.


Trasladó su domicilio de Sodoma a Gomorra.

Temo por los santos. Los creyentes podrían despedazarlos para reliquias.

Hay veces que me parece que el sistema divino es semejante al de la monarquía inglesa: Dios reina, pero no gobierna.

Para unos lo que brillaba sobre su calva era una aureola, para los otros, un cero reluciente.

Si nadie duerme bajo los puentes, ello no necesariamente significa que el problema de la vivienda esté resuelto. Puede ser también que los puentes hayan sido declarados objetivos militares.

Cuando los ciudadanos dicen: “Ya tenemos suficiente”, ¿lo dicen como señal de bienestar?

La razón desnuda lleva la hoja de parra allí donde late el corazón.

A la gente le gusta ponerle a los perros nombres de héroes que vivieron hace más de 2000 años. Es fácil predecir qué nombres de perro serán comunes dentro de dos mil años.


Alguien dice: “Allí reinan condiciones anormales.” Aún no entiendo si en plus o en minus.

Vivir es trivial. Morir también. Por eso la época actual encontró una tercera posibilidad.

El ancla es el símbolo de la esperanza. Pero encadenada.

Aparentemente hay mujeres casadas que al género masculino lo conocen sólo por la gramática elemental.

No estaría mal que en muchos países la forma de gobierno fuera un secreto de Estado.

Pareciera que muchos escritores hubieran comenzado a escribir porque no tenían nada que decir.

Cuantos más relojes de oro tiene una persona, tanto más tiempo tiene.

No existe el arte popular, sino sólo un arte de personas que no saben qué significa “copyright”.


¡Qué lástima que Freud no haya investigado el inconsciente político!

¿Puede decirse que no tolerar la intolerancia es índice de tolerancia?

Lo plano ocupa más lugar en el mundo.

Para muchos productos existen actualmente envases de plástico; pero la carne humana se sigue vendiendo envuelta en papel de diario.

Solamente los tiempos cambian. El tiempo sigue siendo el mismo.

También los libros de cocina deberían pasar por la censura.

¿Quién era ministro de cultura en la época de Shakespeare?

Todos somos iguales ante la ley. Pero no ante los encargados de aplicarla.

¿Quién cree ahora en los milagros? Y sin embargo todos los esperan.


Las lágrimas no apagan hogueras.

Parece increíble que el todo no conozca cada una de sus partes.

¿Por qué pienso mucho? Para no pensar en muchas cosas.

Dad el conocimiento a vuestros hijos para que después no los echen del paraíso.

¡Libertad! ¡Búscala si puedes!

Toda profundidad huele a algo clandestino.

Quien no puede convencer, tiene por lo menos que sobrevivir. Después, hasta el otro puede tener la razón.

El enemigo puede estar atrás, a la izquierda o a la derecha; el adversario siempre está enfrente.

El eco del silencio es inaudible.


Una profundidad que es visible de inmediato, tiene que ser llana.

El poeta que sólo emplea sus propias palabras es parco.

Su cerebro está tan lleno de erudición que los pensamientos propios no caben.

El ciudadano puede vivir sin arte; el censor, no.

Los árboles que antes servían para hacer hogueras, ahora sirven para hacer papel.

Quien mete la nariz en asuntos ajenos se pesca un resfrío moral.

En el cautiverio se debe vivir. En la libertad se puede vivir.

Encontrar el cielo en la tierra significa perder la tierra bajo los pies.

Debes atenerte siempre a lo concreto. Es más fácil hacer de eso una ficción que a la inversa.


Muchos pensamientos no pasan por el cerebro. Pero sí por la censura.

Cuando más oscura es la noche, más fácil es ser una estrella.

¿Quieres ver las mentiras? Mira a la verdad en los ojos.

Todo está sujeto a la moda: en cada época los hombres mueren de una manera diferente.

A un genio se le perdonan muchas cosas. Después de su ejecución.

Escribe sin dejar de bromear aunque te entiendan mal.

¿Se puede hacer de un mosquito un elefante? Naturalmente. Sólo que no tiene sentido encerrarlo en una jaula de elefantes.

La religión es el opio del pueblo. Sólo cuando está prohibida.

Casi todos los escritores escriben autobiografías que nunca vivieron.


No hay que sacudir la conciencia de los verdugos. Podría excitarse su escrupulosidad.

El progreso de la medicina nos gratificará con el fin de aquella época liberal en que el hombre podía morir cuando quería.

Rara vez puede verse el espíritu de una época. Es más frecuente ver su cadáver.

Cada palabra es un pensamiento, cosa que no puede afirmarse de las frases.

El que poetiza la libertad, la convierte en fantasía.

Además del arte de la traducción de una lengua a otra, existe también el arte de la traducción de un tiempo a otro.

Ya sé que soy un maleducado. Pienso en voz alta.

A muchos poetas les perturba que las palabras tengan además un significado.

Los contemporáneos comprometidos no piensan en el mañana.


El futuro de las máquinas es incierto. El hombre mecanizado puede desplazarlas.

A propósito de Descartes: Así como pienso, soy.

Desconfío de los santeros que ponen siempre un Cristo tras otro sobre la misma cruz.

Para soportar la propia dicha es necesario soportar la desdicha ajena.

La conciencia del pueblo no cabe necesariamente en la cabeza del Estado.

En todas las épocas caen las mismas palabras, pero cabezas distintas.

¿Qué esperamos en realidad? Sólo una nueva respuesta a la vieja pregunta: “Caín, ¿dónde está tu hermano Abel?”

El totalitarismo crea soledad.


Conocí una pareja que padecía de esquizofrenia. Se engañaban recíprocamente con el otro del otro.

Los tiranos no tienen nada que decir contra los crímenes de otros tiranos. Sólo pueden objetar la elección de las víctimas.

No siempre donde se encarece la carne aumenta también el precio del hombre.

El verdugo lleva por lo general una máscara: la de la justicia.

Quien tiene el pecho cargado de condecoraciones puede inclinarse más fácilmente, pero le resulta más difícil erguirse.

El humanismo sobrevivirá a la humanidad.

Los emperadores están idealizados en sus estatuas por una razón muy sencilla: para que no sea posible identificarlos cuando caigan.

Cada cual tiene un caballito de batalla que tira de su coche fúnebre.

¡Sería triste si la columna vertebral sólo se enderezara en la cruz!


El mundo jamás perdona a quien no es culpable de nada.

Todo funcionario público tendría que trabajar un tiempo en la oficina de censura. De esa manera el arte se refugiaría en el pueblo.

Si un hombre encuentra algo valioso en su interior, ¿está obligado a entregarlo en la comisaría más próxima?

Quisiera conocer la dirección particular de Dios.

Se pueden distinguir dos clases de diablos: ángeles caídos y hombres ascendidos.

Soñé con la realidad. ¡Qué alivio fue despertar!

El capitán es el último que abandona el barco. Por eso, los almirantes duermen tan tranquilos durante la tormenta.

Muchos que quisieron traer luz, fueron colgados de un farol.

Su ignorancia es enciclopédica.


Generalmente, las opiniones están divididas. Entre los poderosos.

Algunos no tienen nunca esperanza. Otros continúan perdiéndola.

“No molestes al león.” “¿Por qué no?”, le pregunté al guardián. “Porque le da diarrea”, me contestó.

¿Un mundo sin psicópatas? Sería anormal.

Recuerda que el precio que se paga por la libertad, disminuye si aumenta la demanda.

¡Oh, si un dios dijera alguna vez: “Cree” y no “Cree en mí”!

Cuando alguien afirma que los santos no existen, ofende hasta a los ateos.

El pan abre todas las bocas.

Para llegar a las fuentes, hay que nadar contra la corriente.


Existe un mundo ideal de la mentira donde todo es verdad.

No estoy de acuerdo con las matemáticas. Creo que la suma de ceros es una cantidad muy peligrosa.

Ten fe en la inteligencia de los hombres: es enorme su capacidad de no entender.

Las cosas evidentes no deben ser reveladas. Esa es su ventaja.

Quien quiera ocultar su rostro, que se pasee desnudo por la calle.

Un hombre respira mejor cuando mantiene la boca cerrada.

El hombre supera en un aspecto a la máquina: es capaz de venderse a sí mismo.

¡Tiempos felices aquellos en que uno sólo iba al paredón para orinar!

El chauvinismo es tan chato que puede entrar en cualquier parte.


¿El hombre? Un residuo del amor.

¡Si se pudiera nacer después de que muriesen los enemigos!

Hasta la eternidad era antes más larga.

Megalomanía: sarampión de los enanos.

Existen personas profundamente creyentes, a las que sólo les falta una religión.

Los caníbales prefieren hombres sin columna vertebral.

¡Cuidado! Si los espectadores bostezan, muestran los dientes.

¡Quién inventara un antialfabeto que permitiese el encuentro de los analfabetos!

La superpoblación ha llevado a que ahora habiten varios hombres en uno solo.


¡Pobre hombre! Dices “después de mí el diluvio” y sólo aprietas el botón del inodoro.

Todos los esfuerzos para revivir el amor han fracasado. En el mejor de los casos, se engendró un hombre.

¿Debe el arte ser comprensible? Sí, pero sólo para quienes está destinado.

En las noches estrelladas llevaba un paraguas. La idea del cosmos le daba miedo.

Diferencia generacional: Nosotros: “hemos soñado el uno con el otro”, y ellos: “hemos dormido juntos”.

Hay cebras que se colocan voluntariamente tras las rejas, a fin de parecer caballos blancos.

Ante la realidad se pueden cerrar los ojos, pero no ante el recuerdo.

Sobre una dama: ¡best seller!


Muchas veces una cosa se esconde detrás de otra, delante de la cual nos escondemos nosotros.

Todos los hombres son iguales. Después de mucho trabajo.

El sueño de un esclavo: un mercado donde uno pueda comprar su propio amo.

Recuerda que habrá muchas letras fuera del alfabeto.

Enfermedad del siglo: hipersecreción de la glándula política.

Hubiera comprendido muchas cosas si no me las hubieran explicado.

Un diálogo con un inteligente a medias equivale a un monólogo de un cuarto de inteligente.

¡Si la oreja pudiera hablar!

Apártate del camino de la justicia. ¡Es ciega!


La vida fecunda de un eunuco comienza después de la castración.

Cuando poblamos los desiertos desaparecen los oasis.

Compensa su falta de talento con su falta de carácter.

Los poetas son papagayos que repiten lo no dicho.

Creo en la reencarnación de la ideología.

A menudo se reprocha a la literatura que facilite a los prisioneros su evasión (de la realidad).

Para elevar la moral haya que bajar las pretensiones.

Solamente quien tiene sentido común, enloquece.

Los papagayos amaestrados sólo repiten la nada.

Los ausentes no tienen en verdad ningún derecho. Por eso suelen sobrevivir.


¿Literatura realista? Muchas realidades quisieran impedirla. Por su propio interés.

“Soy un poeta del mañana” dijo él. “Hablaremos de ello pasado mañana”, le respondí.

Un escritor doblemente audaz: puso el punto final de una frase no escrita.

Cuando los hombres hayan alcanzado por fin la inmortalidad, los narradores de cuentos maravillosos podrán relatar: “Había una vez un paraíso en la tierra y los hombres murieron.”


http://deiknymi.blogspot.com/


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.