Aprendiendo de latinoamérica

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APRENDIENDO DE LATINOAMÉRICA Beca de Iniciación a la investigación Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Granada

Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio. UGR Alumno: Adrián Marmolejo Clarhed Tutor: Rafael Reinoso Bellido Julio de 2016


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016.

Contenido 1

RESUMEN .............................................................................................................................. 3

2

INTRODUCCIÓN. EL HÁBITAT INFORMAL .............................................................................. 4

3

4

5

2.1

La informalidad.............................................................................................................. 4

2.2

La segregación ............................................................................................................... 5

2.3

El hábitat informal ......................................................................................................... 6

RÍO DE JANEIRO ..................................................................................................................... 7 3.1

La geografía del emplazamiento ................................................................................... 7

3.2

Para encontrar la pobreza en Río hay que mirar hacia arriba ...................................... 7

3.3

Dificultades del Brasil favelado ................................................................................... 10

3.3.1

La negación del problema ................................................................................... 10

3.3.2

La violencia .......................................................................................................... 12

3.4

El mercado informal brasileño .................................................................................... 15

3.5

Programas de mejora .................................................................................................. 16

3.5.1

Favela-Bairro ....................................................................................................... 16

3.5.2

Morar Carioca...................................................................................................... 17

3.5.3

La cultura ............................................................................................................. 18

BOGOTÁ............................................................................................................................... 20 4.1

La geografía del emplazamiento ................................................................................. 20

4.2

Para encontrar la pobreza en Bogotá hay que mirar afuera....................................... 20

4.3

El mercado informal bogotano.................................................................................... 21

4.3.1

Los vendedores ................................................................................................... 23

4.3.2

La legalización...................................................................................................... 23

CONCLUSIONES ................................................................................................................... 25 5.1

5.1.1

Ubicación espacial de la informalidad................................................................. 25

5.1.2

Los programas de mejora de la informalidad ..................................................... 25

5.2

6

Sobre el hábitat informal ............................................................................................ 25

Sobre el derecho a la ciudad ....................................................................................... 26

5.2.1

Personas es igual a ciudades ............................................................................... 26

5.2.2

La concentración de capital y la crisis urbana ..................................................... 26

5.2.3

La revolución urbana. Aprendiendo de Latinoamérica ....................................... 27

BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................... 29 2


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016.

1 RESUMEN El carácter de este trabajo es, en mayor medida, recopilatorio de los casos de informalidad más destacables en Latinoamérica. Se comparan Río de Janeiro y Bogotá, dos grandes urbes para ver cómo se ha afrontado el hábitat informal en ambos casos, tantos sus caracteres espaciales, como los agentes que intervienen, los proyectos de mejora y sus repercusiones, si efectivamente funcionaron o no… Se intentan extraer una serie de conclusiones parciales a través de la literatura y bibliografía a disposición que es mucha en estos casos, y se argumenta al final, gracias a los textos reveladores de David Harvey Justin McGuirk, cómo las ciudades latinoamericanas están siendo revolucionarias en cuanto a poner en tela de juicio el funcionamiento del sistema capitalista, y en particular, el de la adquisición de bienes inmuebles en nuestra sociedad. Palabras clave: informalidad, Latinoamérica, revolución, urbana.

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2 INTRODUCCIÓN. EL HÁBITAT INFORMAL

2.1 La informalidad Atendiendo a la informalidad, conocidas son las condiciones de precariedad, falta de salubridad e higiene, suministros básicos, de asociaciones con la violencia y el tráfico de drogas…y sí que estos elementos se dan en el hábitat informal, aunque no se puede decir que son las que la definen. Desde un punto estricto, el hábitat ilegal/irregular/informal implica dos formas de transgresiones: respecto de los aspectos dominiales y el proceso de urbanización (Clichevsky, 2000). El primero se basa en la falta de un título de propiedad sobre el suelo o un contrato de alquiler en su defecto; y el segundo habla del incumplimiento de las normas de urbanismo y construcción de la ciudad. Por tanto, sería razonable hablar de las condiciones deficientes de estos asentamientos mencionadas al comienzo de esta página; no como una característica intrínseca de estos lugares, sino como una consecuencia de su falta de regularización y adecuación como partes integrantes de su contexto urbano.

Porcentaje de población mundial viviendo en asentamientos informales Extraído de UN-HABITAT, Global Urban Observatory, 2001.

“En toda Latinoamérica, casi un tercio de los habitantes vive en condiciones informales. En todo el mundo, el 85% de las viviendas se construye ilegalmente”. (McGuirk, 2015). Desde el punto de vista dominial, la informalidad es la ocupación de tierra pública o privada, ya sea villa, favela, barriada, asentamiento, ocupación de lote individual, lotes piratas (Bogotá), 4


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. casas y equipamientos tomados u ocupados…incorporados al área urbana por ocupación directa o ventas ilegales (Clichevsky, 2000) “Es decir, que se trata tanto de ocupaciones directas que realiza la población a través del mercado informal del suelo y la vivienda, algunas de ellas de muy compleja forma de producción”. (Clichevsky, 2000, p. 15) Desde el punto de vista de la urbanización es la ocupación de tierras sin condiciones urbanoambientales para ser usadas como residenciales (Clichevsky, 2000); ya sean zonas inundables, contaminadas, cercanas a hornos, vertederos, o sin infraestructura, dificultosa accesibilidad, servicios primarios (educación, sanidad…)…Se incluyen también las densidades extremas, tanto muy altas como muy bajas (Clichevsky, 2000). Es sencillo darse cuenta de que las tierras disponibles para una eventual ocupación de quienes descartan el mercado tradicional, ya sea ocupación directa, alquiler o venta no regular es aquella tierra que aún no ha sufrido los procesos de transformación de la ciudad, como la urbanización y posterior inclusión en los planes urbanísticos de la misma, lo que hubiese conllevado a su legalidad.

2.2 La segregación La segregación es la separación de un grupo de personas por razón de su religión, cultura, nivel económico… Podríamos decir que ambas segregaciones, la socioeconómica y la sociocultural están vinculadas entre sí, y que tienden a agrupar poblaciones con características similares. “Se pueden distinguir dos tipos de segregación, vinculadas entre sí: i) socioeconómica y ii) sociocultural” (Clichevsky, 2000, p. 9) “En cuanto a las consecuencias de la segregación, la misma es evaluada negativamente, entre otras cuestiones, por las <<deseconomías urbanas>> que genera”. (Clichevsky, 2000, p.9). La segregación está relacionada con multitud de aspectos negativos: influye de manera importante en el funcionamiento de la ciudad, reproduce la pobreza y la desigualdad, está asociada a la violencia urbana, la deserción escolar, la drogadicción y su mercantilización, la fecundidad temprana…

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2.3 El hábitat informal “La existencia del mercado ilegal de tierra para la población de menores ingresos se relaciona con las restricciones de acceso a la tierra legal”. (Clichevsky, 2000, p. 28). Esto parece por su puesto muy obvio, pero partiendo de la base de que la población con menos ingresos sea la que accede al mercado informal plantea cuestiones como si falla algo en el mercado formal que no es capaz de garantizar la cobertura a todos los sectores de la población. La informalidad en sí, es un problema no por ella misma, sino por las consecuencias negativas que acarrea. Esta ocupación del mercado informal se puede dar de una manera más espontánea, normalmente sobre terrenos de propiedad pública o social, como se dio en Río; o bajo todo un aparato de mercado informal constituido por diversidad de agentes, del que es un caso especial la ciudad de Bogotá, en Colombia. Dichos agentes son los siguientes: “Los agentes son múltiples; entre los más importantes se hallan: el propietario original del suelo rural y urbano; los loteadores clandestinos; las cooperativas y precooperativas de vivienda y agrícolas; la Iglesia; las ONGs de diferente tipo; las asociaciones de vecinos”. (Clichevsky, 2000, p. 28) Tras el establecimiento de las poblaciones en el medio informal, el aparato estatal en los últimos años ha hecho un intento de regularización para incluir estas piezas inconexas al puzle incompleto de la ciudad con procesos de regularización. “En la regularización existen dos enfoques básicos: i) dominial y ii) urbana (mejora de servicios de infraestructura, vivienda, equipamientos y aspectos ambientales, según los programas)”. (Clichevsky, 2000, p. 32) La regularización dominial de los terrenos, es decir; que los habitantes posean la titularidad sobre éste ha sido la más implementada, debido a que supone el paso desde la irregularidad a la inclusión en el hábitat formal para el ciudadano y al hecho a que según la literatura, existen diversas hipótesis que afirman que la tenencia del terreno para el ocupante supone la mejora del hábitat (Clichevsky, 2000). Sin embargo, Ward en 1998 contraargumenta: “Aunque ello es discutible; estudios indican que la consolidación de la vivienda está asociada con la disponibilidad de recursos y no con la seguridad del título de propiedad”. (Como se cita en Clichevsky, 2000, p. 32). Esto quiere decir que el ciudadano, aun estando más tranquilo y seguro disponiendo de la titularidad del terreno, cuestiones primarias como la calidad de su vivienda le preocupan incluso más, por lo que la mejora de la misma y de su entorno inmediato se da más por los recursos de los que disponga que por ser dueño de la parcela. Por ello, la mejora de la vivienda y su consolidación es un proceso que suele tardar varios años. Una vista a pie de calle nos puede valer para descubrir que aquellas favelas con viviendas de mayor calidad y mejores servicios básicos son aquellas que tienen también mayor antigüedad. En algunos países se implementaron ambos enfoques de manera integral; un tercero, aun escasamente desarrollado, crea, a partir de la integración social y cívica, mayores oportunidades sociales y fortalece la ciudadanía”. (Clichevsky, 2000, p. 32). 6


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3 RÍO DE JANEIRO

3.1 La geografía del emplazamiento La acentuadísima topografía del asentamiento cruza la ciudad de oeste a este con su última estribación en la forma caprichosa del Pan de Azúcar. Un poco más arriba, junto al parque nacional Tijuca asoma el Cristo Redentor, vigilando la ciudad. Aquí y allí, salen colinas, o morros como los llaman los cariocas. La ciudad formal ha ido llenando el llano hasta ya colmatarlo. Las grandes vías de comunicación se cuelan por entre los cerros y la ciudad se desarrolla por el este, abriéndose a la gran bahía que un día le dio nombre. Al sur de la sierra litoral, quedan las zonas exclusivas y las paradisiacas playas de Copacabana e Ipanema, siendo los inmuebles de la Avda. Souto Vieira de esta última, los de mayor precio por m2 de toda Latinoamérica. Pero no todo es lujo y diversión, la ciudad es un sistema complejo, una máquina que necesita combustible para funcionar.

3.2 Para encontrar la pobreza en Río hay que mirar hacia arriba La población de Río de Janeiro, según datos estadísticos, era ya según datos del censo en 2010, ya de 6.320.446 de personas , de acuerdo con el IBGE (Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística) lo que la convierte en la segunda mayor zona urbana de Brasil y la tercera de Sudamérica tras Sao Paulo y Bogotá, ciudades también afectadas largamente por la inmigración masiva y sus consecuencias, que relataremos a continuación. Si llegamos a Río de Janeiro como un turista más, podremos bañarnos en sus hermosas playas, inmiscuirnos en la música local o degustar un cóctel. Si quizá estamos un poco más al corriente de las últimas tendencias y nos atrevamos, seamos lo suficientemente curiosos para incluso acceder a esta otra ciudad a través de algún tour. Descubriremos entonces un mundo distinto. El despiece formal en manzanas más o menos grandes del valle y la adecuación de la urbe al tránsito rodado, deja determinadas zonas sin urbanizar. Zonas escarpadas en las laderas de estos morros, que son aprovechadas por la población de escasos recursos para establecer sus viviendas, poblados chabolistas de nombre célebre que son las favelas.

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Localización de las favelas en Río de Janeiro. Reelaboración personal unificando la selección de las favelas en el mapa. Información original: http://informalsettlements.blogspot.be/2011/06/urban-regeneration-in-contextof.html

A vista de pájaro son inconfundibles: el orden del mundo reglado deja paso a un entramado mucho más menudo, adaptado a la orografía, con vías estrechas y laberínticas, muchas veces con acceso único, haciéndolas estar tan lejos y tan cerca a la vez. La yuxtaposición espacial es ya archiconocida. Junto a una lujosa torre de apartamentos serpentea la calle de una favela.

Barrios de Ipanema a la izquierda, Copacabana a la derecha. Favela Morro da Cantagalo. Fuente: Google maps 3d view.

En el sur, los poblados puntean la zona baja de la ladera de los morros, disfrutando eso sí, de las mejores vistas de la ciudad. Observando los asentamientos informales y su ubicación podemos averiguar que se trata de normalmente de favelas más pequeñas, exceptuando algunas de gran extensión y ya convertidas en famosas por sus fiestas como la de Vidigal o 8


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. Rocinha por el tránsito de turistas que vienen a disfrutar de la nueva tendencia de la ciudad con el nuevo “boom” de la moda de la favela. Normalmente, la favela del sur es de menor tamaño, colocada en la falda de la montaña, lo que no le permite crecer mucho en extensión, haciéndolo eso sí en densidad. Los edificios tienen ya varias plantas, debido a que éstas ya no pueden crecer más en planta debido a las limitaciones orográficas. Su tamaño impide que pueda crear redes de comercio y autosuficiencia propias de cierta entidad en el interior. La ubicación, estratégicamente a las faldas y junto a la ciudad formal repleta de oportunidades, evidencia que bebe de ésta y que cada una de ellas se sirve de la porción cercana de ciudad formal para sustentar a sus habitantes. Aunque se ha de destacar el siguiente argumento: la favela no es la única que necesita a la ciudad. La favela es un contenedor de mano de obra productiva que satisface la demanda de la ciudad formal.

Favelas de la zona sur de Río de Janeiro en 2010. Fuente Instituto municipal de Urbanismo Pereira Passos (IPP, 2010).

Nótese el cambio en la zona norte y oeste, las favelas ya sí son aquí auténticos barrios de extensión considerable. La topografía no es tan abrupta y su densidad de ocupación algo menor, aunque aún mucho más alta que otras porciones formales de la ciudad. Se aprovechan recortes baldíos no ocupados de la ciudad cercanos a industrias, aeropuertos, márgenes de ríos, colinas…aunque también se asentaron allí sus primeros moradores por estar precisamente a escasa distancia de sus puestos de trabajo en las fábricas y altos hornos, que ahora están cerrando, creando nuevos movimientos poblacionales dentro de la ciudad.

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Densidad de población por barrios en Río de Janeiro. Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (BGE) y censos 1991 y 2010.

Podemos apreciar claramente en el mapa de densidad de ocupación en los barrios de la ciudad que las favelas sobresalen como piezas mucho más densas. La siguiente conclusión es posible: interviniendo en las favelas, con programas de mejora, repercutirá proporcionalmente a mucha más población que haciéndolo en otras zonas de la ciudad. Al ser focos de densidad de población, con actuaciones modestas se podría resolver el problema de muchos ciudadanos.

3.3 Dificultades del Brasil favelado 3.3.1 La negación del problema La ciudad ha fracasado en solventar el problema de la vivienda informal porque nunca reconoció en la favela un elemento válido para el desarrollo de la misma (McGuirk, 2013). Bien es cierto que, siendo crudos, visualmente estas protuberancias que escalan los cerros parecen tumores, tan desordenados y caóticos… y así han sido tratadas durante la mayor parte de la historia, como algo que negar y olvidar, pero paradójicamente como algo que la urbe sabe que necesita. ¿Dónde vive el empleado del hotel más caro, el barrendero que mantiene limpia la suciedad del rico o el vendedor ambulante que te llena el estómago en el paseo marítimo? “En las favelas de Río viven 1.400.000 personas, lo que supone un 22% de la población de la ciudad. En toda Latinoamérica, casi un tercio de los habitantes vive en condiciones informales. En todo el mundo, el 85% de las viviendas se construye ilegalmente”. (McGuirk, 2015, p.112). “En otras palabras, los okupas y favelados construyen más km2 de ciudad que los gobiernos, los promotores, los arquitectos, o cualquier otro colectiva. Entonces ¿cuándo seremos capaces de reconocer que las favelas no son una aberración, sino la condición urbana primigenia? ¿Cuándo asumiremos el hecho de que las favelas no son un problema urbanístico, sino una solución? ¿Cuándo aceptaremos que la favela es la ciudad? “.(McGuirk, 2015, p.112). 10


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“Las favelas ofrecen la proximidad a los empleos, el comercio y los equipamientos urbanos“. (Secretaría municipal de hábitat, 1996). La población chabolista vive ahí pese a las condiciones precarias por la cercanía a la posibilidad de trabajo, las relaciones ya establecidas entre los ciudadanos y la cercanía a recursos como sanidad, ocio, equipamientos comerciales y deportivos…Igualmente la ciudad las alimenta a ellas, ya que mucho de los favelados trabajan en la ciudad formal, desempeñando trabajos de poca cualificación normalmente. “En Río, casi un siglo de políticas federales, estatales y municipales han fracasado a la hora de erradicar la desigualdad social de las favelas. Esto se explica por diversas razones. () Es decir, que afrontaban, o bien los síntomas, o bien sus causas, pero nunca ambos al mismo tiempo”. (McGuirk, 2015, p.117) Las políticas se ocupaban de los síntomas de la pobreza, como eran todos los problemas relacionados con falta de suministros, viviendas precarias, insalubridad… por ejemplo construyendo a través de la administración pública viviendas, hasta que se dieron cuenta de que no podían seguir haciéndolo al ritmo que crecían los hábitats informales (McGuirk, 2015); o bien se ocuparon de las causas, promoviendo actos culturales, educación, programas de empleo para los ciudadanos; pero no hicieron las dos cosas al mismo tiempo. La única solución es una política socio-espacial, que trate tanto cuestiones que afecten a la sociedad como al espacio donde se desenvuelven. Las favelas son polos que alimentan a sectores de la ciudad, cada una con un radio de acción determinado. La relación es en cierto modo simbiótica. Ambas ciudades se necesitan. Pese a ello, la ciudad formal y la administración no han sido justas. Toman beneficio de la mano de obra cercana y barata. Han sido muy numerosos los desalojos e incluso la propia destrucción de estos barrios, casos que incluso se agravan y siguen ocurriendo con la cercanía de los eventos deportivos de la Copa del Mundo del fútbol y los Juegos Olímpicos. “Siguiendo el ejemplo de Londres, se habla mucho del legado Olímpico. ¿Puede alguien tomárselo en serio? ¿Y por qué al millón y medio de habitantes de Río que viven en favelas se les somete siempre a la “acupuntura urbana” mientras que un espectáculo global de dos semanas garantiza megaproyectos y una gigantesca inversión inmobiliaria? Aquí hay algo que no funciona”. (McGuirk, 2015). Las palabras del autor lo dicen todo. Bien es cierto que la acupuntura urbana y los procesos de reactivación puntuales son capaces de crear redes que ayuden a conectar la ciudad informal con la formal, pero a veces se requieren medidas más potentes, como la creación de grandes equipamientos, infraestructuras, zonas verdes, redes de comunicación… de la entidad suficiente que sean capaces de producir cambios verdaderamente sustanciales.

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Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. Otro factor es la temporalidad. Los habitantes de las favelas de Río de Janeiro son inquilinos perennes de sus hogares, mientras que la vorágine de los Juegos Olímpicos se habrá apagado tras acabar esas dos semanas.

Ubicación de las zonas Olímpicas de Río. Deodoro, Maracaná, Copacabana y Barra. Fuente: municipalidad de Río de Janeiro, 2016

Es interesante hacerse la pregunta de a quién debe realmente favorecer estos Juegos Olímpicos. Se supone que un evento de este tipo trae la riqueza a la ciudad, ¿pero a qué ciudad? Si la construcción de grandes equipamientos infraestructuras en zonas ya ricas y prósperas de por sí (las 4 grandes zonas de altos ingresos y turismo, en especial el nuevo resort turístico incluso con urbanizaciones cerradas en que se está convirtiendo Barra da Tijuca), no es capaz de satisfacer más allá de una población que ya vive acomodadamente debemos seriamente plantearnos la cuestión de si está sirviendo para algo. Los realmente beneficiados son las grandes empresas de construcción y el capital privado, mientras que la población es incluso retirada de su hábitat por estar entorpeciendo la imagen de una ciudad con un lavado de cara.

3.3.2 La violencia “Por fin contemplamos, sin medias tintas, un Brasil desmoronándose en estado de guerra. Un Brasil en el que, el 59% de los más de 11 millones de favelados, afirma tener miedo a sufrir violencia policial dentro de su comunidad, según un estudio del Instituto de Investigación Data Favela”. (Martínez, 2016). Más de la mitad de los favelados encuestados en los estudios presentes en la literatura consultada, admite tener miedo en el seno de su hogar. Los grupos del narcotráfico y sus 12


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. pugnas con la policía dejan tiroteos y con ello muertos; habitantes de las propias favelas en muchos casos que han accedido al empleo informal formando parte de estos grupos armados. Las bandas del narcotráfico saben a quién reclutar, ya que son los que más conocen las laberínticas callejuelas, y quienes son los más débiles y vulnerables por su situación precaria y necesidad de ingresos aunque por esta vía sea. “Una cosa es Brasil, y la otra, el Brasil favelado. En este último conviven guerras imaginarias, injusticias imaginarias, escalones y barreras imaginarios”. (Martínez, 2016).

Homicidios dolosos en Río de Janeiro (2012) por cada 100.000 habitantes. Fuente: Instituto de seguridad pública de acuerdo con datos de la policía civil del Estado de Río de Janeiro.

Amnístía internacional denuncia que en el 2012, 30.000 jóvenes han sido asesinados (Martínez, 2016), de estos 30.000, más de 23.000 eran negros y casi la completa mayoría hombres. He aquí un nuevo guiño a la segregación, tan presente en las favelas. A pesar de este índice escalofriante de homicidios, en la prensa pública nacional e internacional se habla muy poco de este fenómeno. Amnistía internacional ha puesto en marcha la campaña Jovem Negro Vivo, en busca de concienciación y difusión de la problemática. La situación no parece haber ido a mejor. Con las escasas oportunidades de mercado de trabajo a la que pueden acceder los jóvenes, muchos terminan formando parte de bandas de delincuencia, por lo que si no acaban con sus vidas ellos mismos, muchas veces ocurre en los procesos de pacificación que se están llevando en Río de cara a los próximos eventos: “El proceso de militarización de las favelas de Rio de Janeiro, con la implantación de las primeras Unidades de Policía Pacificadora (UPPs) en el año 2008, todavía siembra muchas dudas a pocos meses de que se celebren los próximos Juegos Olímpicos. Sus detractores consideran que los fusiles simplemente han cambiado de manos, de los narcotraficantes a los policías, sin que eso suponga una disminución de la violencia a la que se ven sometidos”. (Martínez, 2016) En Martínez 2016, nos relata Léo Lima, vecino de la favela pacificada de Jacarezinho lo siguiente: “Cuando se espera que la policía cambie la vida de alguien estamos caminando hacia 13


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. una sociedad en la que yo no creo; que es una sociedad democrática, que busca la afectividad y el contacto. Dentro de esa lógica conceptual de que la UPP va a llegar y mudar la vida de las personas, yo no creo que arma y puño puedan cambiar la vida de nadie de una forma positiva”. Como este vecino, son muchos los que comparten una visión crítica de este proceso pacificador, ya presente en 200 favelas cariocas. Las quejas se refieren sobre todo al abuso policial, la falta de escucha por parte del estado y la escasez de infraestructuras básicas (Martínez, 2016).

Favelas pacificadas por la UPP (2014) en la ciudad de Río -amarillo y sin pacificar -rojo. Reelaboración propia. Información original httpsoagenteprincipal.wordpress.comtagupp

Se puede apreciar en la imagen que la mayoría de las favelas pacificadas tienen relación con las zonas más emblemáticas de Río de Janeiro, como son el sur con Leblon, Ipanema y Copacabana y el centro con el Botafogo, el barrio de Tijuca y la zona de Maracaná. Las zonas del norte y el oeste, debido a su gran extensión y dispersión no han sido objeto del alcance de las unidades pacificadores UPP. Muchos serán los condicionantes que hagan pacificar unas zonas sí y otras no, ya sea la accesibilidad, la fortaleza y presencia de grupos armados…pero lamentablemente la apariencia de un Río moderno y seguro que la administración quiere dar a coincide espacialmenten en desplazar el problema a zonas más lejanas del centro de la urbe, para así mantener las zonas cercanas al centro como si de un parque de atracciones listo para disfrutar se tratase, lejos de resolver el problema. “Dentro de la postal idílica del turista que desea disfrutar, sin posibles sobresaltos, de una jornada deportiva por todo lo alto no cabe la presencia de favelas próximas al Estadio 14


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. Maracaná o al Parque Olímpico. Así, la pequeña comunidad de Metrô-Mangueira, distante por unos metros del gran coliseo del fútbol, simplemente, está predestinada a ser borrada del mapa”. (Martínez, 2016). Otras comunidades, sufren aparte del olvido, la completa desaparición: “La hambrienta reestructuración urbana que, en los últimos años, devora Rio de Janeiro ha supuesto el desalojo directo de más de 17.000 personas”. (Martínez, 2016).

3.4 El mercado informal brasileño ¿Por qué viven los pobres donde lo hacen? El mercado informal es uno de los principales mecanismos de acceso a las favelas, siendo su precio relativamente elevado respecto de los del mercado formal (Abramo, 2001), lo cual sorprende demasiado ya que las prestaciones y servicios que pueden obtener sus moradores son mucho menores. “La primera, bastante evidente, pone en discusión la racionalidad de las familias compradoras de inmuebles en favelas. ¿Por qué, con unos precios tan elevados, las familias deciden comprar viviendas en favelas?” (Abramo, 2001) El autor intenta explicarse por qué el mercado informal es tan caro si ofrece aparentemente muy pocas garantías respecto del formal. “Uno de los argumentos que proponemos para explicar los elevados precios de la vivienda en la favela examina el nexo entre el mercado de trabajo y el mercado inmobiliario donde la informalidad del primero impide la entrada en el mercado formal del segundo” (Abramo, 2001) Esto quiere decir que siendo el mercado de trabajo informal, el mercado inmobiliario tiene dificultades en entrar en la formalidad. Esto se explica por motivos como los siguientes: el mercado inmobiliario en sí es completamente un negocio y como sí, vincula a personas que se ganan la vida especulando con él. En este mercado informal pues, se negocia como cualquier otro tipo de trabajo, y se negocia desde la informalidad. Muchos de los inquilinos de las favelas pagan en especias, o incluso con su trabajo la compraventa de estos lotes de terreno ilegales, por lo que este trabajo ilegal arrastra al mercado inmobiliario. Otro motivo para la adquisición de los lotes es el siguiente: “Los factores de proximidad de una eventual fuente de ingresos y los factores de vecindad son citados frecuentemente como los principales motivos en la decisión de selección locacionales de los pobres de la ciudad”. (Abramo, 2001). Las redes y relaciones que los inquilinos pueden establecer en las favelas son cercanas y en muchos casos les permiten crear bases para su sustento. Muchas veces esta economía marginal está incluso ligada con actividades delictivas como el narcotráfico.

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Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. “La economía del narcotráfico genera una dinámica económica intra-favela que es promotora de un comercio y de unos servicios de carácter local; una economía autárquica que genera ingresos y un proto-mercado informal de trabajo”. (Abramo, 2001). En investigaciones recientes de la Secretaría del Trabalho en Río de Janeiro en 1999 y de Baltrusis en Sao Paulo en 2000 se concluye que gran parte de sus vecinos trabajan en la propia favela. “Así, la favela puede ser vista también como un lugar de concentración de actividades de servicio y comercio (informal) que genera un flujo de recursos que constituyen un circuito económico interno a la favela que alimenta el mercado inmobiliario local”. (Abramo, 2001). También se establecen contactos con las zonas próximas a ellas (recordemos la simbiosis entre barrios sobre todo en la zona sur), por lo que prefieren vivir donde lo hacen en informalidad y a su vez a precios relativamente altos en vez de quizá retirarse a zonas más alejadas del centro, aun teniendo las segundas equipamiento de infraestructura básica. No obstante, es importante recordar que aún gran parte de los favelados en primera instancia, es decir aquellos que colonizaron por primera vez, no lo hicieron a través de un mercado informal organizado, sino que fue hábitat de fundación fortuita. De esta manera, la población de bajos recursos ocupaba suelo que normalmente era público o estaba protegido, como toda la falda de los morros de la sierra del Parque natural de Tijuca. Las comercializaciones son posteriores y muchas veces a través de una segunda generación de moradores. Veremos posteriormente el caso de Bogotá, en Colombia; donde sí, desde primera instancia se negocia con la tierra.

3.5 Programas de mejora 3.5.1 Favela-Bairro “La ausencia de una comprensión espacial de las favelas se ejemplifica en el hecho de que, hasta ese momento, ni siquiera estaban incluidas en los mapas oficiales de Río” (McGuirk, 2015). En el año 1994 había 661 favelas en Río de Janeiro, en las que vivían un millón de personas. Las favelas habían aumentado exponencialmente en la década de 1980, la década inexistente pues apenas hubo movimientos para intentar paliar la situación. “Sufren carencias de infraestructuras básicas, de servicios urbanos y equipamientos sociales y/o están situadas en áreas geológicamente inadecuadas o ambientalmente sensibles”. (Secretaría municipal de hábitat, 1996) En 1994, el alcalde Cesar Maia puso en marcha el programa Favela-Bairro, que en lugar de tratar estos territorios inexplorados como si fuesen lienzos en blanco, este enfoque más sensible mantenía intacto el trazado de calles y casas, operando dentro de ellas y su entorno

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Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. (McGuirk, 2015). El objetivo era mejorar antes de 2004 todas las favelas de tamaño medio, junto con algunas de las pequeñas y mayores. “Al contrario que otras políticas previas que veían las favelas como un "cáncer urbano", el Ayuntamiento de Río ha aceptado el hecho de que un cuarto de los habitantes de su ciudad merecen el reconocimiento de sus derechos como ciudadanos”. (Secretaría municipal de hábitat, 1996). Las favelas elegidas eran las que tenían entre 500 y 2500 familias, incluidas por economía de escala en la preparación del proyecto, además de aquellas que tenían riesgos ambientales extraordinarios. Hubo un proceso de selección hasta que se optaron por unas 60 favelas, habiendo libertad de elección en el orden a actuar (Secretaría municipal de hábitat, 1996). El programa prometía funcionar gracias a la participación de los ciudadanos, que participaban activamente en el diseño y la definición del proyecto, en los planes de reasentamiento de la población. Los miembros de las comunidades eran los que más trabajo aportaban: obreros, supervisores, cuidadores de niños…La propiedad de los proyectos sería comunitaria, para así asegurar un proyecto sostenible (Secretaría municipal de hábitat, 1996). Lo que fue innovador del programa Favela-Bairro, más allá de su éxito, era que resultaba innovador al operar a tantos distintos niveles al mismo tiempo (McGuirk, 2015). En la arquitectura y el urbanismo de hoy en día, estamos muy habituados a intentar poner en práctica el diseño desde la escala múltiple, desde el plano urbanístico hasta el de detalle. Sólo así, se pueden llegar a entender los problemas y ajustes en su contexto. Sin embargo, uno de los problemas que dio el programa Favela-Bairro era que estaba muy enfocado a mejorar infraestructuras básicas, como alcantarillado y pavimentación pero se olvidó bastante de la vivienda en sí. (McGuirk, 2015).

3.5.2 Morar Carioca El programa Morar Carioca prometía paliar las deficiencias del anterior, pero a una escala que sería capaz de dejar pequeño al Favela-Bairro (McGuirk, 2015) La población se halla ya con muchísimo descontento debido a los fallidos planes anteriores y por la inversión millonaria en grandísimas infraestructuras gestionadas por las grandes empresas capitalistas que es el programa PAC y PAC-2. Algo debía hacerse para remediar esta situación. El programa Morar Carioca iba a terminar de intentar coser las favelas al tejido urbano de la ciudad. Además se llamaron a arquitectos de reconocido prestigio a concurso, algo así que nos recordaba al PREVI en Perú, para realmente transformar la ciudad, pero 3 años después no hay rastro de este plan que tantas promesas ostentaba (McGuirk, 2015). El dinero, como siempre es desviado seguramente a obras de gran infraestructura como se viene anunciando durante todo el texto. McGuirk nos habla también de varios teleféricos que se han colocado en la ciudad de Río emulando lo ocurrido en Caracas y Medellín, para acercar estos poblados a los centros próximos. La idea parece buena aunque lo sucedido en el complexo de Alemao da que pensar 17


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. cúales son las auténticas intenciones detrás de todo esto (McGuirk, 2015). La línea es utilizada muchísimo por los turistas, incluso más que la que sube al Pan de Azúcar, por lo que se ha convertido en una importante fuente de ingresos para las arcas municipales, ayudando de nuevo a los de siempre. Muchos de los favelados no pueden ni pagar el billete. También existen quejas de disminución del espacio público, se queja una vecina. La estructura, procurando no ser invasiva, se ha colocado en las pocas zonas libres que quedaban. A su vez, otros dicen que el teleférico compite con los moto-taxis y los tours existentes… Realmente en este caso, es de imaginar que estas acciones perseguían consecuencias positivas para el desplazamiento de los habitantes. Sin embargo, tras su realización se comprueban y descubren variables que no se habían tenido en cuenta. Para que esto no ocurra es importante contemplar el diseño participativo, teniendo en cuenta todos los factores posibles que afecten a los distintos segmentos de la población. Mientras tanto, los ciudadanos siguen a la espera y deciden reinventarse por sí mismos.

3.5.3 La cultura “Sin embargo, estas villas miseria como todo hábitat vivo, disponen también de técnicas propias para afrontar tanta injusticia y desigualdad. Así, este mundo de chabolas y piel negra, modelado por siglos de exclusión y criminalización, se ha convertido hoy en uno de los mayores focos culturales de Brasil. Sus habitantes le han declarado la guerra a la estigmatización empuñando como armas la cultura”. (Martínez, 2016). En la literatura se extienden sobre varios ejemplos como los de la favela de Santa Marta, en los que con la ayuda del programa Rio Top Tour, jóvenes favelados hacen de guías turísticos por su propio barrio, ofreciendo una combinación de turismo, degustación de típica feijoada brasileña…(Martínez, 2016) . También son muy conocidas las multitudinarias fiestas de la favela Vidigal, con impresionantes vistas sobre la playa de Ipanema, se abre una escuela de fotógrafos favelados en la favela de Maré… “Ahora más que nunca, las favelas quieren dejar de ocupar las páginas de sucesos y actuar en la construcción de su propia historia”. (Martínez, 2016). En el caso de Brasil es indudable la mejora de los barrios por parte de la ciudadanía, que tomó un papel activo colaborando con la administración en los programas en los que le supieron dar voz, creando su propia cultura o autoconstruyendo sus hogares.

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“A vista compensa”. Revista época. Diciembre 2004. Imagen disponible en: http://photos1.blogger.com/blogger/6950/459/1600/favelaminiatura.jpg

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4 BOGOTÁ 4.1 La geografía del emplazamiento En Bogotá encontramos también una geografía muy abrupta. Parece ser casi norma del asiento latinoamericano el poblar los valles entre estribaciones montañosas. La capital colombiana es de las más altas del mundo, extendiéndose la ciudad a lo largo de lo que se ha venido a llamar la sabana bogotana, a unos 2.600m de altitud sobre el nivel del mar. Esta altiplanicie, relativamente estrecha y alargada tiene 33 km de norte a sur y 16 de este a oeste, y está ya colmatándose al extenderse el área urbana hasta sus mismos límites. Se vive aquí ya un proceso de agotamiento del suelo urbano, por las constricciones que imponen los límites de las Sierras Su población, roza ya los 8 millones de almas, segunda de Latinoamérica. Su aeropuerto es el primero en carga y el segundo en tráfico de personas. La inmigración ha experimentado un auge vertiginoso como veremos a continuación.

4.2 Para encontrar la pobreza en Bogotá hay que mirar afuera Si en Brasil, debido a la topografía emergiendo en el centro de la propia ciudad, encontrábamos favelas bordeando todas las colinas, en Bogotá, la orografía circundante y la planicie central desplaza a las poblaciones informales hacia el extrarradio, puesto que el centro ya ha sido formalizado hace mucho tiempo. La inmigración está afectando, ya no sólo a Bogotá, sino al todo el área metropolitana con sus pueblos satélites, que están siendo los mayores receptores de nuevos asentamientos informales según los últimos estudios. En el siguiente mapa se puede ver la localización de los asentamientos irregulares según década de origen, desde más anterior y claro a posterior y oscura. “se hace evidente que prácticamente toda la periferia bogotana ha sido ocupada informalmente”. (Camargo y Hurtado, 2012).

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Fuente: Gerencia Operación Nuevo Usme, según información SDP, 2006

4.3 El mercado informal bogotano Como titular parece apropiado ver hasta qué punto está escalando la situación de los predios o parcelas informales en la capital colombiana: “Una síntesis de los datos recogidos se presenta en las siguientes gráficas. De las 38.000 hectáreas de superficie urbanizada en Bogotá, 8036 Ha se han generado de manera ilegal, lo cual corresponde a cerca del 21% del área urbana del distrito”. (Camargo y Hurtado, 2012). Existen tres lógicas de acceder a la ciudad bogotana: la primera por un contrato social (la lógica del estado), la segunda por el mercado formal (demanda y oferta de tierra con acumulación de capital), y la tercera determinada por la necesidad. “Es en esta última lógica en la cual se vinculan los asentamientos informales”. (Camargo y Hurtado, 2012). “La informalidad urbana se comporta como una peculiaridad de los mercados de suelo en América Latina, y se asocia con determinados rasgos comunes y distintivos de la ciudad latinoamericana” (Camargo y Hurtado, 2012). Entre ellos podemos encontrar un régimen de salarios básicos, un lento crecimiento económico en contraste con la población, la persistencia de la economía informal, un crecimiento urbano desmesurado y una enorme debilidad del aparato estatal, excesivo en 21


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. burocracias, las cuales también se extrapolan al mercado del suelo informal como veremos a continuación. “El mercado informal de suelo y vivienda constituye el principal medio por el cual una porción importante de la población de bajos recursos, o que pertenece al llamado trabajo informal de las ciudades de Latinoamérica, ha accedido a la ciudad”. (Camargo y Hurtado, 2012). Lo más inaudito del mercado informal bogotano es que según han confirmado algunos estudios como el de Abramo en 2003, una porción importante de la población estaría en disposición de acceder al mercado formal, sin embargo se decantan por la informalidad porque es la que más satisface sus preferencias (Camargo y Hurtado, 2012). En palabra de un habitante del área informal de Alta Blanca: “En aquel entonces, otro motivo que me indujo a comprar el terreno en la urbanización Alta Blanca, era la fobia y el temor que me inspiraba el crédito por quince años para obtener solución habitacional concedida por las corporaciones de ahorro y vivienda, a través del sistema UPAC. Nosotros en la familia lo habíamos analizado y considerábamos lo riesgoso que era financiar la compra de la vivienda por este método extractor de plusvalía secundaria, que no tiene ningún reparo en apropiarse y acabar con el esfuerzo de años de ahorros y sacrificios familiares y personales, cuando se le presenta alguna calamidad o percance laboral, económico o social” (extraído de Camargo y Hurtado, 2012). El lote de tierra que pueden adquirir por esta vía es seguramente de mayor tamaño que cualquiera que puedan conseguir en el mercado formal. Quizá no puedan contar con una vivienda terminada, pero sí construirla por etapas, y posteriormente emprender acciones como subdividirla y alquilar una parte de ella o construir un local o taller para poner un negocio (Camargo y Hurtado, 2012). Este crecimiento lento de la vivienda se ajusta mcho mejor al flujo paulatino de sus ingresos. Por otra parte, no contraen las asfixiantes deudas hipotecarias con el sistema financiero, por lo que disponen de más libertad, lo que Abramo llama libertad urbanística, y adicionalmente tienen la ventaja de poder aspirar a ser protagonistas de programas de legalización y mejora que en medio plazo van a suplir las carencias del informal (Camargo y Hurtado, 2012). El sistema de compra y venta de suelo en Bogotá está muy reglado. Si veíamos en el caso de Brasil, que gran parte de las ocupaciones eran fortuitas, aquí existe todo un mecanismo complejo en el que intervienen multitud de agentes. “Además, las ocupaciones se han dado en su mayoría sobre propiedades particulares, a diferencia de otros países de la región, donde se ocupan suelos de propiedad pública o estatal”. (Camargo y Hurtado, 2012). La falta de suelo y la excesiva burocratización del país parecen trasladarse también a este campo. Recordemos que el aparato estatal funciona bastante mal y con excesiva burocracia. El alcalde mayor de Bogotá es el jefe del gobierno local y de la administración distrital, y representa al distrito capital, siendo el segundo puesto de mayor importancia tras la presidencia de la República. (McGuirk, 12015). Además cada una de las localidades en que se divide Bogotá, dispone de un Alcalde local, nombrado por el Alcalde Mayor y bajo la supervisión de éste, por lo que podemos imaginar que un estado en el que los puestos de la administración están tan jerarquizados y doblados representa la ocasión perfecta como caldo de cultivo para problemas como la corrupción, las tramas inmobiliarias…

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4.3.1 Los vendedores El proceso productivo del espacio urbano informal pasa por un largo camino en el que intervienen varios agentes: primero un loteador o fragmentador (urbanizador pirata coloquialmente). Posteriormente se da la parcelación y la adecuación mínima del terreno, que puede consistir en una división marcando el terreno, dejando paso bastante reducido para las calles y alguna zona verde. (Camargo y Hurtado, 2012). El segundo paso consistiría en la comercialización, financiación y venta del producto inmobiliario restante. La consolidación del producto informal se iniciaría tras la compra por parte de los habitantes al asentarse. Finalmente el estado trataría de legalizar esta tierra, utilizando programas de mejoramiento barrial y finalmente incluyéndolo en el asentamiento formal consolidado (Camargo y Hurtado, 2012). “En general, al igual que en el caso de los urbanizadores formales, la principal fuente de las ganancias del urbanizador pirata son los incrementos en los precios del suelo que genera en este caso la expectativa de urbanización (regularización) futura. Luego de acceder al terreno, el urbanizador lo equipa de manera muy precaria, delimita los terrenos dejando algunos espacios para vías y de ser posible el acceso a algún servicio básico, y vende los terrenos a la población para que autoconstruya”. (Camargo y Hurtado, 2012). Es interesante, aparte de la plusvalía con la que cuentan los urbanizadores piratas al vender los predios o parcelas, el que sepan predecir las expectativas de urbanización futura de dichos asentamientos. Dicha expectación es la que controla en gran medida el precio del suelo y va moviendo en cierto modo por donde se desarrollan los asentamientos informales, ya que tanto el vendedor como el comprador desean que en un corto espacio de tiempo su propiedad quede legalizada.

4.3.2 La legalización “Una parte esencial de las expectativas al adquirir un terreno en un asentamiento irregular tiene que ver con la legalización, la cual viene con la certeza de una dotación regular de servicios así como formar parte de programas de regularización y mejoramiento de barrios y de viviendas”. (Camargo y Hurtado, 2012). El estado es cada vez más eficiente en sus intervenciones de regularización de asentamientos informales, lo cual según muchos estudios puede llegar a ser contraproducente, pues alimenta el sistema del asentamiento informal. Si tanto los vendedores como compradores son conscientes de que en un espacio corto de tiempo van a tener sus viviendas legalizadas, que pueden construir a su ritmo, que además subdividir para futuras generaciones es posible y que el precio es mucho más bajo en este caso que los asentamientos formales; ¿por qué iban a querer cambiar de estrategia a la hora de adquirir una vivienda? (Camargo y Hurtado, 2012). En términos espaciales eso busca cada vez nuevas áreas en las zonas del extrarradio, adosándose muchas veces ya a poblaciones del cinturón metropolitano y cerca de las grandes vías de comunicación. Si de verdad se quiere acabar con la vivienda informal tal y como se conoce con todas las consecuencias negativas que acarrea es necesario implantar nuevas políticas a la hora de adquirir las tierras en las que la política social esté más presente y no tengamos los polos opuestos de la completa irregularidad y el voraz capitalismo. Solo así, con una implicación 23


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. desde el primer momento de la administración y no a remolque, regularizando zonas ya de por sí denostadas, se podrán conseguir resultados.

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5 CONCLUSIONES

5.1 Sobre el hábitat informal 5.1.1 Ubicación espacial de la informalidad La informalidad es un fenómeno presente más globalmente de lo que se piensa. El 85% de la población urbana vive en asentamientos formales. Aquí se han comparado dos grandes ciudades latinoamericanas de población cercana. Las estrategias de dónde se manifiestas espacialmente cambia dependiendo de la geografía, las condiciones económicas, la accesibilidad al terreno… Así, hemos visto dos casos distintos. En Río de Janeiro, la ocupación fortuita de los cerros (terreno público-parque natural en muchos casos) provoca una serie de acontecimientos muy distinto al sistema que se despliega en Bogotá, donde la intervención de tantos agentes distintos hace que sea un proceso mucho más reglado. Por otra parte, la morfología de la favela brasileña es en altura por la falta de espacio mientras que en Bogotá, aun produciéndose un proceso de redensificación en los últimos años, aun se extiende horizontalmente en una especia de sprawl suburbano de características informales. También hemos visto que la ubicación de la informalidad está relacionada en Brasil con la cercanía a posibles fuentes de trabajo, pero también a relaciones y redes sociales establecidas con el medio circundante a los habitantes. En Bogotá, la cercanía a la fuente de trabajo no es tan importante como el precio de los predios y la expectativa de regularización de dichos terrenos. En Río la regularización de las favelas es un proceso lento y muchas veces inexistente.

5.1.2 Los programas de mejora de la informalidad Sobre todo se han visto apuntes sobre los programas de mejora en Río de Janeiro. En Bogotá estos programas son, en gran medida a nivel urbano, en cuanto a regularización y formalización del terreno. En Río muchos programas han fracasado por no querer abordar las distintas escalas en el diseño urbano. En Favela-Bairro se hicieron mejoras de instalaciones básicas como salubridad y pavimentación, en PAC y PAC-2 las grandes infraestructuras y el capital para nada favorecían a los más pobres, en el complejo de Alemao los telecabinas eran más una cuestión turística que algo para el pueblo. El Morar Carioca desapareció bajo el destino de los fondos a otras causas… Ni las megainfraestructuras ni la acupuntura urbana son recetas aplicables a todo contexto. Las áreas degradas como dice McGuirk, son parte de la ciudad por lo que las intervenciones deben ser igual de potentes que en el resto de la misma. Muchas políticas incluso lo que hacían, lejos de solucionar algún problema, era cambiarlo de lugar. McGuirk relata que vio una pintada en el barrio favelado de Manguinhos que decía: “El PAC mata”. 25


Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. “El problema de la vivienda, como el de la pobreza y la accesibilidad, se ha ido desplazando de un lugar a otro”. (Harvey, 2012, p.43). En Bogotá hemos visto como las políticas de regularización también han sido fallidas en querer controlar la informalidad. La rápida regularización para intentar frenar la informalidad no ha hecho nada más que alimentar al monstruo. Querer poner parches a la consecuencia de un proceso en vez de rehabilitar la política de vivienda integralmente, que es lo que podría ofrecer soluciones al respecto.

5.2 Sobre el derecho a la ciudad 5.2.1 Personas es igual a ciudades Decía Robert Park: “La ciudad es el intento más coherente y en general más logrado del hombre por rehacer el mundo en el que vive de acuerdo con sus deseos más profundos”. Esta afirmación me parece sublime, la recalcaba Justin McGuirk en Ciudades Radicales. La expresión física de nuestra identidad y raciocinio es precisamente la trama urbana de la ciudad. En ella se enfatizan y se reflejan los problemas sociales de manera espacial. Desde el control urbano de las poblaciones en la haussmanización como el odio entre culturas que provoca guettos y aparta comunidades unas de otras produciendo segregación. Engels comentaba: “La haussmanización lo que hace es, bajo justificación del saneamiento de ciudades, de embellecimiento, de necesidades de circulación… lo que hace es expulsar a las clases obreras a otro lugar, reproduciéndose las epidemias, los escándalos y la inseguridad en otro sitio, lejos de erradicar el problema”, (citado en McGuirk, 2015) “Al crear la ciudad el hombre se ha recreado a sí mismo. Si Park estaba en lo cierto, la cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede separarse del tipo de personas que queremos ser” (Harvey, 2012, p.19). Esta afirmación implica que las ciudades serán tan buenas o útiles como nosotros queramos ser y me atrevería a decir más, la ciudad influenciará futuramente a nuevas generaciones para que sean mejores o peores dependiendo del medio que los rodee. No hace falta explicar que barrios sin equipamientos públicos, culturales, deportivos, excesivamente cerrados y mal comunicados pueden generar problemas de analfabetismo, obesidad y falta de salud, inseguridad y aislamiento, gentrificación y segregación respectivamente.

5.2.2 La concentración de capital y la crisis urbana ¿Qué podemos hacer, por ejemplo, ante la inmensa concentración de riqueza, privilegios y consumismo en casi todas las ciudades del mundo frente a lo que hasta las Naciones Unidas describen como <<un planeta de chabolas>>? (Harvey, 2012, p.21).

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Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. La solución a lo que podemos hacer, dice David Harvey, radica en proclamar el Derecho a la Ciudad, en despertar de nuestro sueño de quedar impasibles y seguir como si nada ante el sistema creado y controlado por las clases más poderosas: “La única cuestión es: ¿Cuándo comenzará el pueblo a responder a esta guerra de clases? Uno de los lugares donde podría empezar sería la rápida degradación de la calidad de la vida urbana, como consecuencia de los desahucios, la persistencia de las prácticas depredadoras en el mercado de la vivienda, reducciones de servicios y sobre todo la falta de oportunidades viables de empleo en los mercados laborales urbanos casi en todas partes, habiendo quedado algunas ciudades () sin perspectivas reales de recuperación del empleo. La crisis es ahora más que nunca una crisis urbana “(Harvey, 2012, p.88). Nos cuenta también Harvey lo que decía Warren Buffett “Evidentemente hay una guerra de clases, y es mi clase, la de los ricos, la que la ha emprendido y la estamos ganando”. Marx y Engels, observaban en el Manifiesto Comunista que tan pronto como el trabajador recibe su salario del fabricante que lo explota, caen sobre él otras porciones de la burguesía y los altos capitales… (McGuirk, 2015). “Yo quiero por el contrario argumentar aquí que constituyen, al menos en las economías capitalistas avanzadas, un vasto terreno de acumulación por desposesión, mediante la cual el dinero es absorbido hacia la circulación del capital ficticio para sostener las ingentes fortunas realizadas en el sistema financiero”. (Harvey, 2012, p.89). Acumulación de capital por desposesión. Todas las actividades sobre las que sustentamos la existencia, como el trabajo, la vivienda, la comida, el ocio… están manejadas por el capital. Y su acumulación es por desposesión. Recibimos retribuciones económicas por el trabajo, el cual volvemos a gastar en otras actividades, volviendo el capital a su origen. El caso más claro sería el de un patrón o gran empresario que ofreciera alojamiento a cambio de un dinero a sus empleados, por tanto, de una manera u otra, el capital fluiría en la misma dirección de la que vino.

5.2.3 La revolución urbana. Aprendiendo de Latinoamérica Como hemos podido ver en el texto, en Río de Janeiro, los propios habitantes de las favelas se organizaban formando comunidades y colaborando con la administración en mejorar sus comunidades. Igualmente, otros, recurrían a la actividad cultural, ya fuera música, rutas culturales, gastronómicas… para poder salir de la marginalidad. La destrucción de los hábitats favelados se lleva, por tanto consigo, mucho más que un montón de infraviviendas. Aquí, en el hábitat informal, gran cantidad de actividad económica se lleva a cabo, actividad que no es interesante para el ámbito privado ni para el gobierno cuando es controlado por él (depende de las políticas más sociales o neoliberales que cada mandato promueva), ya que satisface únicamente a sus habitantes, por lo que las favelas en sí, podríamos decir que no son un negocio a no ser que se hayan ya pacificado, mercantilizado de alguna manera y formen parte del circuito turístico de la ciudad.

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Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016. Los valores de cultura e idiosincrasia de la favela, son propiedad nada más que de sus habitantes y es un bien colectivo que no se debería capitalizar ni pasar a manos privadas. “El ambiente y atractivo de una ciudad, por ejemplo, es un producto colectivo de sus ciudadanos, pero es el sector turístico el que capitaliza comercialmente ese bien común y extrae de él rentas de monopolio… “. (Harvey, 2012, p.117) Sin embargo, pese a las políticas oportunistas de aprovechar estos valores, estamos asistiendo en las ciudades latinoamericanas a la primera revolución urbana, pues estos hábitats, sus sistemas sociales y microeconomías, están poniendo en entredicho el funcionamiento del hábitat formal y el capitalismo. Su sola existencia y perduración, en especial en el caso de Bogotá, nos habla de que se está transgrediendo el mecanismo tradicional de adquisición de bienes, que claramente se está dejando ver que no es válido. Si cada vez hay más ciudad informal y ésta es ciudad por definición, como nos dice McGuirk, la consecuencia inmediata de entender que la ciudad no funciona y por tanto los mecanismos asociadas a ella tampoco, deben exigir una profunda reflexión de cómo son formulados en la actualidad. “Existe una única respuesta posible, y es que la población se autoorganice para gestionar sus propios bienes comunes (). El reconocimiento político de que los bienes comunes pueden ser producidos, protegidos y utilizados para el beneficio social se convierte en un marco para resistirse al poder capitalista y repensar la política de una transición anticapitalista” (Harvey, 2012, p.134) Por tanto, entendeos que la revolución urbana ya se está implementando por parte de la ciudadanía en las ciudades latinoamericanas. Algunos gobiernos, como en el caso de Bogotá con Mockus también revolucionaron el cómo se podía gestionar una administración. La única solución por tanto es la unión de los habitantes y los gobiernos junto con la política social para poder luchar en contra del capitalismo voraz. Quizás tengamos que aprender algo de estas ciudades latinoamericanas que tan atrasadas parecen estar.

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Adrián Marmolejo Clarhed. Beca de iniciación a la investigación 2015-2016.

6 BIBLIOGRAFÍA

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nueva

arquitectura

RIO DE JANEIRO CITY HALL, SECRETARÍA MUNICIPAL DE HÁBITAT (1996) Programa FavelaBarrio, Río de Janeiro (Brasil). Disponible en http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu/bp028.html

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