REAVIVAMIENTO Y REFORMA
Familias Extendiéndose a otros
Willie y Elaine Oliver Con Miriam Andres, Marcos Bomfim, Bryan Craig, Claudio and Pamela Consuegra, Karen and Ron Flowers, Kathleen Kuntaraf, Sally Lam-Phoon, Jongimpi Papu, Clair Sánchez, Kathleen Sowards, Kylie Ward, John and Millie Youngberg
Una publicación del Departamento de Vida Familiar Willie y Elaine Oliver, Editores, directores de Ministerio de la Familia de la Asociación General Colaboradores: Miriam Andres _ Marcos Bomfim _ Bryan Craig _ Claudio y Pamela Consuegra _ Karen y Ron Flowers _ Kathleen Kuntaraf _ Sally Lam-Phoon _ Willie y Elaine Oliver _ Jongimpi Papu _ Clair Sanches _ Kathleen Sowards _ Kylie Ward _ John and Millie Youngberg Disponible a través de: AdventSource 5040 Prescott Avenue Lincoln, NE 68506 www.adventsource.org 800.328.0525 Formato de software, Kathleen Sowards Formato de PowerPoint®, Anabell Barrientos-Calderón Diseño de la cubierta, Ornan Anthony Diseño, Christal Gregerson Otros libros de planificación de Ministerio de la Familia disponibles en AdventSource: Revival and Reformation: Families Reaching Up Celebration of Love! Becoming Family Building Relationships for Now and Eternity Relationships Where Love is in Place Relationships Where Grace is in Place Managing God’s Resources at Home Celebrate Marriage! Family Evangelism: Bringing Jesus to the Family Circle It Takes a Family: Discipling Children & Teens for Christ Families of Faith: Biblical Foundations for Family Living Understanding Families New Beginnings Facing Family Crises: Supporting One Another with Love Families Filled with Joy Peace & Healing: Making Homes Abuse-free Family Seasons Making Families Whole Empowering Families for Growth & Change Families Reaching Families Passing on the Torch 1979, 1980, 1982, Thomas Nelson, Inc., Publishers © 2012 Departamento de Ministerio de la Familia de la Asociación General Derechos reservados. Los materiales para distribución pueden usarse e imprimirse para uso de la iglesia local, sin requerir permiso de los editores. Sin embargo, no se podrán usar o reproducir en otras publicaciones sin permiso de quien tiene los derechos de publicación. Se prohíbe expresamente hacer una reimpresión del contenido como un todo, para distribuirlo o venderlo. ISBN# 978-1-57756-827-8
Tabla de Contenido
Prefacio Una de las citas más usadas de Elena G. White en el ministerio de la familia adventista, durante los últimos 15 años, se encuentra en la página 32 del libro El hogar cristiano, p. 26: “Una familia bien ordenada y disciplinada influye más en favor del cristianismo que todos los sermones que se puedan predicar”. Esta declaración simplemente llama tu atención y te desafía, como líder en la familia o el ministerio, a examinar tu hogar para ver si puede cumplir con esta alta norma de comportamiento. Personalmente, debemos admitir que invariablemente nos sentimos poco merecedores en relación a esta alta norma en lo que concierne a nuestra familia y posiblemente muchos de ustedes se sienten de la misma manera. Te instamos –y a nosotros mismos- a no permitir que esta declaración los intimide o los haga desarrollar sentimientos de culpa en relación con su familia. Más bien, recibe estas palabras como la descripción de un modelo que Dios dejó a sus discípulos que han respondido de corazón a la comisión del evangelio de dar a conocer a otros las buenas nuevas de salvación. Cuando de dar a conocer a Dios se trata, lo que hacemos es mucho más poderoso que lo que decimos. Aquí es donde todos “necesitamos ser como niños” y regresar a una forma elemental de dar a conocer lo que aprendemos, a través de la noción proverbial –“muestra y comparte”. Damos a conocer lo que sabemos a través de lo que la gente ve en nosotros, más que a través de lo que decimos acerca de Jesús. Alguien dijo una vez: “Predica el evangelio cada día. Usa palabras si es necesario”. Nuestro principal enfoque evangelizador para el quinquenio 2012 -2015, es la campaña “De familia a familia”. Es un modelo que cada familia de nuestra iglesia puede adoptar como propio para acercarse a sus vecinos, familiares y amigos. Deseamos que juntos y con este recurso – Familias extendiéndose a otros y la campaña De familia a familia, podamos captar lo que puede lograrse al dar a conocer las buenas nuevas de salvación a través del poder y la gracia de Jesucristo. Esperamos que los sermones, talleres de trabajo, historias, recursos de liderazgo y artículos reimpresos en esta obra, ayuden a las familias a percibir la urgencia de la necesidad de acercarse a otros y a hacer las preparaciones necesarias dentro de cada familia, cada día, a fin de poder ser usados por Dios para salvación de muchos. Por familias más sólidas y saludables, Willie y Elaine Oliver, directores Departmento de Ministerio de la Familia
Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Oficinas mundiales Silver Spring, Maryland
Cómo usar este material de planificación El material de planificación de Ministerio de la Familia, es un recurso anual organizado por el Departamento de Ministerio de la Familia de la Asociación General, con participación del campo mundial, a fin de suplir a las iglesias locales de todo el mundo con recursos para las semanas especiales y sábados de énfasis en la familia. Semana del hogar y matrimonio cristianos: 9 -16 de febrero La semana del hogar y matrimonio cristianos tiene lugar en febrero y cubre dos sábados: Día del matrimonio cristiano, que enfatiza el matrimonio cristiano, y Día del hogar cristiano, que enfatiza la labor de padres. Esta semana comienza el segundo sábado y termina el tercer sábado de febrero. Día del matrimonio cristiano: Sábado 9 de febrero (Énfasis en el matrimonio) Usa el sermón sobre matrimonio en el servicio de adoración y el mini seminario sobre el matrimonio el viernes de noche, el sábado de tarde o el sábado de noche. Día del hogar cristiano. Sábado 16 de febrero (Énfasis en la labor de padres) Usa el sermón sobre la labor de los padres en el servicio de adoración y el mini seminario sobre el matrimonio el viernes de noche, el sábado de tarde o el sábado de noche. Semana de la familia unida. 1 al 7 de septiembre La semana de la familia unida está programada para la primera semana de septiembre, comenzando con el primer domingo y terminando el siguiente sábado con el Día de la familia unida. El énfasis tanto del día, como de la semana de la familia unida, es la celebración del concepto de iglesia como una familia. Día de la familia unida: Sábado 7 de septiembre (Énfasis en la familia de la iglesia) Usa el sermón sobre matrimonio en el servicio de adoración y el mini seminario sobre el matrimonio el viernes de noche, el sábado de tarde o el sábado de noche. En esta serie de recursos encontrarás sermones, mini seminarios, historias infantiles, así como materiales y sermones de liderazgo, artículos reimpresos y reseñas de libros, para facilitar los programas de días
especiales y otros que desees poner en práctica durante el año. En el Apéndice A encontrarás información útil para lograr el éxito como dirigente de ministerio de la familia. Estos recursos incluyen un disco con presentaciones en PowerPoint de los mini seminarios. Se anima a los presentadores a personalizar las presentaciones en PowerPoint con sus propias historias e ilustraciones personales que reflejen la diversidad de las distintas comunidades.
Elección de la respuesta triunfadora
Sermón
Por Willie y Elaine Oliver Textos: Proverbios 17:27; Santiago 1:19 Introducción El pasado mes de febrero fuimos a Sudáfrica por dos semanas a participar en varios programas en la División Sudafricana-Océano Índico. En el camino de Mossel Bay a Cape Town, nuestro anfitrión sugirió que visitáramos Cango Caves. Cango Caves se encuentran al pie de la montaña Swartberg, cerca de la población de Oudtshoorn, en la provincia Western Cape de Sudáfrica. En estas cuevas hay un paseo estándar y un paseo de aventura. El paseo de aventura consiste en escalar empinadas formaciones rocosas y arrastrarse a través de pasajes estrechos, el más desafiante de los cuales, es de un poco menos de 12 pulgadas de diámetro. Ese viernes de mañana llegamos a Cango Caves un poco antes del mediodía, justamente cuando iba a comenzar el paseo. Sabiendo que el siguiente comenzaría hasta una hora más tarde y deseando llegar a Cape Town antes de la puesta de sol, compramos apresuradamente los boletos y nos unimos al grupo que estaba iniciando la excursión. No habiendo estado conscientes de los dos tipos de excursión, ya estábamos varios minutos dentro de una de ellas cuando nos dimos cuenta de que habíamos elegido el paseo de aventura. Y tal paseo hacía honor a su nombre, en términos de complejidad, desafío, dificultad e inconveniencia. Las relaciones muy cercanas, y especialmente las del matrimonio, se parecen mucho a nuestra experiencia en Cango Caves. La gente que estaba fuera de las cuevas parecía emocionada acerca de lo que estaban por experimentar. La gente que estaba dentro, experimentando la inconveniencia de un espacio húmedo, oscuro, peligroso y restringido, parecía tener prisa y estar ansiosa por salirse. Tenemos que permanecer alertas, cuidadosos, determinados, bien enfocados y con actitud positiva para llegar al término del paseo de aventura. La verdad es que, una vez dentro del seno de la cueva, ya no hay forma de regresarse. Hoy exploraremos algunas cuantas realidades acerca del matrimonio y otras relaciones importantes, las decisiones que debemos tomar para navegar dentro de las aguas frecuentemente desafiantes, inconvenientes, complejas y agitadas de esas relaciones, a fin de llegar con bien a la otra orilla por la gracia, misericordia y poder de Dios.
La Biblia y las relaciones En Proverbios 17:27, la palabra de Dios declara: “El que ahorra palabras tiene sabiduría, de prudente espíritu es el hombre entendido” A veces el libro de Proverbios pareciera no evaluar nada mejor que las palabras apropiadas. Esto es porque percibe a las palabras como el índice del alma. Al prestar atención a lo que la persona dice (y ciertamente a cuánto dice), uno puede determinar si una persona es sabia o insensata. Las palabras son el fruto que exhibe la calidad del corazón (Garret 2001). En Santiago 1: 19, dice el autor: “Por eso, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para escuchar, lento para hablar, lento para enojarse”. Los cristianos pueden pretender obedecer a Dios sin realmente escuchar sus disposiciones. Los lectores de Santiago conocían el poder transformador de la Palabra de Dios –el evangelio. Santiago los insta a demostrar ese cambio, particularmente en su habla. Comienza por dirigirse a ellos cortésmente como “mis queridos hermanos”, y luego los desafía a estar prestos a escuchar, tardos para hablar y tardos para enojarse. Probablemente lo refiere tanto a nuestra relación con otros, como a nuestra relación con Dios. Debemos apresurarnos a escuchar y ser lentos para hablar con otras personas y con Dios. El llamado a estar prontos a escuchar, requiere de un afán por escuchar y obedecer el mensaje de Dios. La apelación a ser lentos para hablar, demanda silencio hasta que hayamos entendido y aplicado el mensaje. Es un llamado a la restricción (moderación) a fin de no producir reacciones precipitadas e inoportunas. El desafío a ser lentos para enojarse, advierte en contra de los sentimientos hostiles y amargos. No podemos escuchar a Dios si permanecemos distraídos por actitudes de resentimiento, odio o venganza. Nuestra sociedad nos anima a expresar nuestros sentimientos, ya sean buenos o malos, tranquilos o inflamatorios, piadosos o impíos. Sin embargo, Santiago 1:19 presenta a la persona sabia como a una que escucha a Dios y a otros, proporciona una respuesta cuidadosa y responde con palabras cautelosas (Lea 1999).
Investigación empírica sobre relaciones De acuerdo a las investigaciones hechas por los investigadores en el campo del matrimonio, Howard J Markman, Scott M Stanley y Susan L Blumberg, hay cuatro patrones identificados en matrimonios que no son felices: escalada, interpretaciones negativas, invalidación y retraimiento (retirada) o evasión.
La escalada tiene lugar cuando un cónyuge dice algo no muy amable y el otro responde diciendo algo peor acerca del otro. Muy pronto los dos se están gritando mutuamente y lo que había sido una relativamente inofensiva conversación, se vuelve ahora un matrimonio en gran aflicción. La diferencia entre las parejas felices y las no felices es la forma en que manejan este patrón. Las parejas felices saben cómo identificar la escalada antes de que ocurra y sencillamente se mantienen quietas hasta que pasa la tormenta. Las interpretaciones negativas son otro patrón que destruye la estabilidad de un matrimonio. Uno de los cónyuges hace una declaración o gesto y es interpretado por el otro más negativamente de lo que era el intento. Las parejas felices tienden a darse mutuamente el beneficio de la duda y cuando hay dudas, piden aclaraciones en vez de pensar lo peor. La invalidación es otro patrón que caracteriza a las parejas no felices. Ocurre cuando el esposo o la esposa hacen menos a su cónyuge en formas sutiles o no tan sutiles, desestimando los deseos, necesidades y bienestar emocional de la otra persona. Uno puede invalidar a su cónyuge al simplemente hablar constantemente por encima de ella; menospreciando todo lo que diga; dando por sentado sus sentimientos. Por ejemplo, la pareja se está alistando para salir a comer y el esposo dice: “Amorcito, me gustaría comer comida mexicana hoy”. Y la esposa, sin siquiera perder un instante, dice: “Probemos el nuevo restaurante tailandés que abrieron en el centro hace unas semanas”. O después de llegar tarde a la casa después de un largo día de trabajo, la esposa dice: “¡Estoy tan cansada! ¡He estado de pie todo el día atendiendo a los clientes en la tienda y el tránsito estuvo horroroso!”. Y sin desperdiciar un instante o reconocer los sentimientos de su esposa, el esposo dice: “Yo también estoy muy cansado”. Aunque no tiene nada de malo sentirse cansado, es ciertamente un problema no prestar atención a los sentimientos del cónyuge y comenzar a hablar de los propios. Después de un tiempo, se rompe la comunicación, el esposo o la esposa se desconectan de la relación y otra familia es víctima de que el matrimonio se amargue, cuando esto podía prevenirse. Retirada y evasión es el último de los cuatro patrones identificados por los investigadores sobre el matrimonio, de la Universidad de Denver, que mencionamos antes. Ocurre cuando los cónyuges se desconectan totalmente de la relación evitándose uno al otro tan frecuentemente como sea posible, porque es sencillamente demasiado doloroso tratar con un cónyuge desconectado (Markman, et al., 2001, pp. 13-31).
John M Gottman, notable investigador sobre familia y matrimonio, sugiere Siete principios para lograr que funcione el matrimonio: Familiarizarse con el mundo del otro. Hacer algo cada día para alimentar la cercanía. Conocer sus gustos y aversiones. Qué le gusta comer y qué no le gusta de la navidad. Ser emocionalmente inteligente; un alto CE (cociente emocional), en vez de solamente un alto CI (cociente de inteligencia). Alimentar el cariño y admiración mutuos. Nos gusta coquetear el uno con el otro al separarnos en la mañana. Es nuestra forma de expresar nuestro amor y admiración mutua. Volverse hacia el otro en vez de alejarse uno del otro. Hablar con el otro en vez de volverse al Facebook en busca entretenimiento voyeur. Prestar atención al cónyuge. Hablar juntos de cosas tontas. El hecho de estar ligados en conversación los conectará y hará más fuerte el matrimonio. Dejar que el cónyuge ejerza su influencia. Desarrollar hábitos que adoptaste porque tu cónyuge influyó sobre ti. Eso halaga a tu cónyuge y los conecta mutuamente. Es parte del cemento que los mantiene juntos. Resolver los problemas que pueden resolverse. No todo asunto entre ustedes necesita ser resuelto. Si has estado casado por 10 o 15 años, nunca vas a ser joven como cuando te casaste. Admítelo. Se tienen uno al otro. No te ahogues en un vaso de agua. La verdad es que es una pequeñez en comparación con el amor que Dios les ha dado en el otro. Cuando hables de los problemas que tienen solución, “suaviza el comienzo”. Siendo que la mujer está más inclinada a resolver los problemas, evita fastidiar e insultar a tu esposo al tratar el asunto. Los primeros segundos de una conversación determinarán cómo irá el resto de ella. Comienza con bondad. Puedes lograr más con ese tipo de actitud. Superar el bloqueo. Todos tenemos cosas que realmente no nos gustan de nuestros cónyuges. Bienvenidos a la raza humana. No te casaste con el esposo o la esposa perfectos. Tampoco tu cónyuge. No hay matrimonios perfectos porque no hay personas perfectas. Reconócelo. Tuve (Willie) una operación por artroscopio, de la rodilla, hace 18 años, para reparar un menisco roto. Mejoró después de la cirugía, pero de vez en cuando me causa dolor. Pero no me voy atrás de la casa y me corto la pierna porque no es perfecta. He aprendido a vivir con ella lo mejor que puedo. Es mi rodilla. Con frecuencia hay un bloqueo en nuestras relaciones porque a alguien no le gustan los garbanzos o la comida india, o mirar el fútbol. Acepta las diferencias y decide
trabajar con lo que has elegido. Seguramente has escuchado decir: “Si la vida te da limones, haz con ellos limonada”. Conocemos a muchas personas que se casaron con personas que resultaron ser limones. Haz limonada y la vida va a ser mejor de lo que ha sido en años pasados. Adopta una actitud diferente, una respuesta diferente, una respuesta triunfante y la situación será más llevadera. Por supuesto, no estamos hablando de dejarse abusar por el cónyuge, o acostumbrarse a que el cónyuge te sea infiel. Esos son asuntos que no deben existir en un matrimonio. Si se presentan, debemos procurar ayuda profesional para quitar el hábito ofensivo. Pero no te deshagas de tu matrimonio porque él ya no se ve como hace 20 años. Crear un significado compartido. Invariablemente, las personas se casan pero viven vidas separadas. Nunca se conectan a los pasatiempos del otro, no adoran juntos, no leen los mismos libros o gustan de los mismos platillos. A él le gustan las montañas, a ella la playa; y van de vacaciones por separado. Si tienes los primeros seis principios, tendrás un buen matrimonio. Para tener un gran matrimonio necesitas crear una cultura que sea solamente entre los dos. El sabio Salomón, y Santiago, ambos dan prescripciones para mejorar y mantener relaciones saludables, tanto en el matrimonio, entre padres e hijos, hermanos adultos, miembros de la junta de iglesia o cualquier otra relación significativa en nuestra vida (Gottman 1999). La Biblia y las investigaciones empíricas están de acuerdo En Proverbios 17:27, Salomón declara: “El que ahorra palabras tiene sabiduría, de prudente espíritu es el hombre entendido”. Y Santiago 1:19, 20, señala: “Por eso, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para escuchar, lento para hablar, lento para enojarse. Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”. Estos versículos resumen bien lo que los investigadores han encontrado en sus investigaciones acerca de relaciones. Hace muchos años, cuando yo era pastor en Washington DC. El Dr, John Nixon expresó en uno de sus sermones de sábado: “Cuando te esfuerzas en tu matrimonio, estás realmente haciéndolo para tu salvación”. Y Elena G. White indicó bajo inspiración: “Sólo la presencia de Cristo puede hacer felices a hombres y mujeres. Cristo puede transformar todas las aguas comunes de la vida en vino celestial. El hogar viene a ser entonces un Edén de bienaventuranza; la familia, un hermoso símbolo de la familia celestial” (White, HC 24).
Conclusión A pesar de la complejidad, desafíos, dificultades e inconveniencias de recorrer las cuevas Cango en Sudáfrica, una vez que concluimos la experiencia, experimentamos una sensación de logro, éxito y triunfo. Un sentido de propósito y orgullo. A través de los pasajes desafiantes y difíciles en las cuevas, nos dijimos a nosotros mismos muchas veces: “¡Jamás lo haremos de nuevo! ¡Es una locura! ¡Nunca marcaré “like” en Facebook, cuando se trate de Cango Caves! Sin embargo, después de la victoria, el desafío parecía alcanzable, factible y probable. ¡Supimos que lo podíamos hacer de nuevo! En el libro de Colosenses 2: 9, 10, la palabra de Dios declara: “Porque en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad. Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. En respuesta a estos versículos, Charles H. Spurgeon, el gran predicador británico del siglo diecinueve, reconoció: “Todos los atributos de Cristo, como Dios y como hombre, están a nuestra disposición. Toda la plenitud de la Deidad, independientemente de qué signifique ese maravilloso término, es nuestra, a fin de hacernos completos en ella” (Spurgeon, 2006-mayo 18). Sí, hermanos y hermanas, las relaciones cercanas de cualquier clase, incluyendo las relaciones entre los miembros de iglesia, las relaciones en el matrimonio y la familia, son muy complejas, desafiantes, y a veces inconvenientes. Sin embargo, debemos siempre elegir una respuesta victoriosa y saber que la gracia, misericordia y poder de Dios están a nuestra disposición, de manera que podamos reclamar la victoria y reprender a Satanás, como engañador que es. Los instamos a confiar en Dios hoy, de manera que a pesar de los problemas entre los miembros de la iglesia, de la familia, el matrimonio o la relación de padres a hijos o de otros miembros de la familia, no veas esto como una situación de la que debas salir, sino como una oportunidad para elegir una respuesta que traiga tranquilidad, gozo y paz a la iglesia, a tu hogar y un testimonio del poder inigualable de Jesús. Que Dios nos ayude en este propósito, es nuestra oración.
Referencias ………………………………
Willie Oliver, PhD y Elaine Oliver, MA, son directores del Departamento de Vida Familiar de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.
La creación de una obra maestra
Sermón
Por Claudio y Pamela Consuegra Introducción Se dice que Miguel Ángel dijo: “Cada bloque de piedra tiene una estatua dentro y es tarea del escultor descubrirla”. Debe ser una experiencia maravillosa observar un bloque de piedra y ver lo que puede llegar a ser. Debe ser también algo maravilloso tener la habilidad de tomar esa piedra y transformarla en lo que imaginamos que llegue a ser. Cortar y quitar las partes innecesarias y liberar la escultura final escondida en ella. Pero no todos nosotros tenemos ese talento. Algunos de nosotros, cuando vemos un bloque de mármol, todo lo que percibimos es…un bloque de mármol. Y aun cuando imaginamos lo que ese bloque de mármol podría llegar a ser, muy pocos de nosotros tenemos el talento o la habilidad de transformarlo en una obra maestra. Como padres, se nos ha dado la oportunidad de crear una obra maestra en cada uno de los hijos que Dios nos ha dado. Al nacer ese valioso e indefenso pequeño bebé, imaginamos algo aun más precioso y valioso que todo el mármol del mundo. Y Dios ya ha comenzado el trabajo de crear una obra maestra a partir de ese montoncito de carne, sangre y amor. El profeta Jeremías exclama: “Antes de formarte en el seno te conocí, y antes que nacieras te aparté, y te designé por profeta a las naciones" (Jeremías 1:5). David describe este maravilloso proceso en forma poética. “Porque tú formaste mis entrañas, me cubriste desde antes de nacer. Te alabo, porque de modo formidable y maravilloso fui hecho. Maravillosas son tus obras. Lo sé muy bien. No fueron encubiertos de ti mis huesos, aun cuando en oculto fui formado, y tejido en lo más profundo de la tierra. Tus ojos velan mi embrión, todo eso estaba escrito en tu libro, habías señalado los días de mi vida, cuando aún no existía ninguno de ellos” (Salmo 139: 13-16). ¿Cómo podemos, como padres, ayudar a crear una obra maestra de la vida de nuestros hijos? ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a crecer hasta llegar a ser maduros discípulos de Cristo? Alcance espiritual Uno de los primeros y más directos pasajes de la Biblia, que tiene que ver con la labor de padres, se encuentra en Deuteronomio 6: 1-6. Al prepararse los israelitas para entrar en la tierra que Dios les había prometido como herencia, Moisés les recordó todo lo que habían visto y se les había enseñado por los últimos cuarenta años. Siendo que
él no iba a cruzar el Jordán con ellos, les proveyó todas las instrucciones que necesitaban para que no simplemente se trasladaran a un nuevo hogar, sino que sus hijos recibieran también las bendiciones y aprobación de Dios. Por tanto, Moisés comenzó con la más importante de las creencias espirituales: “Escucha, Israel: El Eterno nuestro Dios, El Eterno es uno solo”. (v.4) Esta es la solemne declaración que los cristianos hacen hasta hoy. No adoramos muchos dioses, como algunas religiones paganas; adoramos a UN solo Dios. Moisés continúa explicando que la adoración a Dios significa: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu poder”. (v.5) La adoración no es simplemente aceptar una serie de doctrinas, seguir una lista de reglas o comportarse de cierta manera. Adorar a Dios significa amarlo desde el fondo del corazón y alma hasta que ese amor inunde todo el ser y fluya hacia otros. Entonces Moisés les da a los padres su comisión evangélica: "Y estas palabras que te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en casa o cuando vayas por el camino, al acostarte y al levantarte. Las atarás a tu mano por señal, y las tendrás entre tus ojos como una marca en la frente. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas". (versículos. 6-9) Moisés no les dio estas instrucciones a los sacerdotes o levitas, o a los dirigentes, sino a todos los padres de entonces y ahora. Como padres, es nuestra responsabilidad disciplinar a nuestros hijos, ayudarlos a moldear en ellos la imagen de Dios. Esta formación espiritual ocurre cuando hablamos con ellos acerca de Dios, cuando les enseñamos acerca del amor de Dios y su sacrificio por ellos; cuando mostramos a través de palabras y actos su amor que fluye de y a través de nosotros. Moisés se refiere a la enseñanza formal y también a la conversación común, las rutinas diarias, los actos seculares, todo lo cual debe estar imbuido de la presencia de Dios. Al comparar el crecimiento infantil con el de Jesús, dice Elena G. White: “La constitución física de Jesús, tanto como su desarrollo espiritual se presentan delante de nosotros con estas palabras: ‘El niño crecía’ y ‘crecía. . . en estatura’. Durante la niñez y la juventud debiera prestarse atención al desarrollo físico. Los padres debieran educar a sus hijos de tal forma en buenos hábitos de comida y bebida, de vestido y ejercicio, que pueda establecerse un sólido fundamento para la buena salud en los años venideros. El organismo debiera cuidarse de un modo especial a fin de que no se empequeñezcan las facultades físicas, sino que se desarrollen plenamente. Esto coloca a los niños y jóvenes en una posición favorable, de modo que,
a semejanza de Cristo y con la debida educación religiosa, puedan crecer fuertes en espíritu” – White, CN 173. Ben Freudenburg cita estudios que muestran cuatro prácticas familiares que son de particular importancia para ayudar a los jóvenes a crecer en la fe (tanto en la niñez como en la adolescencia): (1) hablar acerca de fe con la madre; (2) hablar acerca de fe con el padre; (3) practicar devociones u oración familiares; y (4) tener proyectos familiares para ayudar a otros. Desafortunadamente, dice, menos de un tercio de los jóvenes informaron ese tipo de actividades como ocurriendo frecuentemente en el pasado o actualmente en sus hogares. (Freudenburg, B. y Lawrence, R., 1998, p. 17). Las investigaciones de George Barna afirman que durante una semana típica, menos del diez por ciento de los padres que asisten regularmente a la iglesia con sus hijos, leen juntos la Biblia, oran juntos o tienen el culto familiar juntos. Los estudios Valuegenesis* llevados a cabo entre jóvenes adventistas, confirman también la importancia del papel que juegan los padres al transmitir su fe a sus hijos, no solamente al hablar de su fe con ellos, sino al unirse a sus hijos participando en proyectos de servicio en su comunidad o en esfuerzos misioneros. (Bailey Gillespie, Donahue, Gane y Boyatt, 2004, pp. 255-273). No podemos desestimar la importancia del culto familiar diario, el estudio de la Biblia y la oración en forma regular. Si vamos a presentarles a nuestros hijos la mejor imagen de Dios, necesitamos asegurarnos de que estas tres prácticas son parte de nuestra vida familiar diaria. *“Valuegenesis” es una investigación sobre la fe y valores de los jóvenes que asisten a escuelas adventistas en los Estados Unidos, en los tres ámbitos de la familia, la escuela y la iglesia. La primera encuesta se realizó en 1990, una segunda mayor se realizó en el 2000 y la tercera, en 2010. Se han realizado estudios relativos, llamados también “Valuegenesis” en otros países. Conéctate con tus hijos espiritualmente. Alcance emocional Dios les ha dado a los padres la responsabilidad de hacer discípulos de sus hijos a fin de que se conviertan en discípulos de Jesucristo; hijos de Dios por su propia elección. Nuestra tarea como padres involucra también ayudar a modelar las emociones de nuestros hijos. Una buena imagen propia es una de las variables más importantes que podemos edificar en nuestros hijos. La imagen propia de la persona se basa en no solamente cómo se ve a sí misma, sino en cómo percibe que la perciben los demás, particularmente quienes tiene más cerca. Esa es la razón por la que, lo que los padres les dicen a sus hijos, y la forma como actúan hacia ellos, contribuirá en gran manera a su bien o mal formada imagen propia.
El Dr. Ed Young dice que hay por lo menos diez bloques de construcción para establecer la imagen propia de su niño, capacitándolo para verse a sí mismo como Dios lo ve. 1. Debemos expresar amor a nuestros hijos. Eso es demasiado básico; pero tristemente, muchos hijos nunca escuchan de sus padres un “te amo”. Uno no puede decirlo demasiado. 2. Ser predecibles. Los niños necesitan estabilidad, no cambio constante. Sé consistente en tu disciplina, expectativas, normas y en tu amor. 3. Comunícate claramente con tus hijos. No esperes que ellos interpreten lo que tienes en tu mente. Recuerda que los hijos pequeños toman las cosas literalmente y no entienden matices y sutilezas de lenguaje como los adultos lo hacen. Habla claramente en términos concretos y usa solamente frases cortas que ellos puedan entender y absorber. 4. Trata de entender además la fuente de sus problemas de comportamiento, en vez de atender solamente los síntomas. No simplemente reacciones a lo que hacen, sino trata de entender por qué razón lo hacen. 5. ¡Sorprende a tus hijos haciendo bien! A veces, la única atención que logran llamar los hijos es cuando hacen algo que los pone en problemas. La atención positiva es mejor que la negativa; pero la atención negativa es mejor que ninguna atención. Por lo tanto, no esperes hasta sorprender a tus hijos haciendo algo malo; descúbrelos haciendo lo correcto y alábalos por ello. 6. Provee un ambiente seguro, emocional y físicamente. Haz de tu hogar un sitio seguro para tus hijos. Los últimos bloques de construcción son tan importantes como los seis previos. 7. Fija límites razonables basados en la edad y desarrollo de tus hijos. 8. Enseña a tus hijos habilidades de resolución de problemas. No les hagas todo. Es normal que los padres deseen ayudar a sus hijos, pero los hijos, como todos nosotros, aprenden también intentando y fracasando. Si nunca se les permite tener errores, nunca aprenderán de ellos. 9. No reacciones de más. El noventa y nueve por ciento de las cosas por las que nosotros los padres perdemos la paciencia, no son tan esenciales. Párate a pensar un momento si lo que han hecho demanda una enorme reacción de tu parte. Recuerda estas palabras: “La blanda respuesta calma la ira, pero la palabra áspera excita el furor” (Proverbios 15:1). 10. Finalmente, sé paciente. La labor de padres es un esfuerzo a largo plazo y no puedes alcanzar en un día todo lo que esperas. Si recuerdas estas cosas y te esfuerzas cada día en hacerlas –con una palabra, una mirada, un toque- tu hijo tendrá el fundamento que necesita para crecer fuerte.
En unas cuantas frases, Elena G. White alienta a los padres a acercarse a sus hijos para que crezcan emocionalmente saludables: “Algunos padres no los comprenden a éstos [sus hijos], ni los conocen verdaderamente. A menudo hay una gran distancia entre padres e hijos. Si los padres quisieran compenetrarse plenamente de los sentimientos de sus hijos, y desentrañar lo que hay en sus corazones, se beneficiarían ellos mismos. El padre y la madre deben obrar juntos en plena simpatía el uno con el otro. Deben hacerse compañeros de sus hijos. Los padres deben estudiar la manera mejor y de más éxito para ganar el amor y la confianza de sus hijos, a fin de que puedan conducirlos en la senda recta. Deben reflejar el sol del amor sobre la familia. (White, HC 169) Conéctate con tus hijos espiritualmente. Conéctate con tus hijos emocionalmente. Conéctate con los necesitados, en compañía de tus hijos El edificar a tus hijos hasta ser adultos maduros incluye la obra de madurar espiritual y emocionalmente. Esta maduración se alcanza parcialmente a través de la instrucción, que es lo que Moisés aconsejó a los israelitas que hicieran en Deuteronomio 6: 1-7. Este crecimiento toma lugar también cuando los padres interactúan con sus hijos diariamente (los bloques de construcción mencionados anteriormente). La tercer cosa que podemos hacer para ayudar a los hijos a madurar como discípulos de Jesús, es mostrarles que el ayudar a otros nos ayuda a nosotros mismos. El egoísmo en el corazón de una persona la destruye a sí misma y a otros. Pero un espíritu abnegado, amable y generoso es una bendición para todos. NOTA: QUIEN UTILICE ESTE SERMÓN PUEDE ELEGIR CONTAR LA SIGUIENTE HISTORIA EN TERCERA PERSONA O CONTAR SU PROPIA HISTORIA. Cuando, yo, Claudio, era capellán de un hospicio, una de mis responsabilidades era visitar a todos los nuevos pacientes para evaluar sus necesidades espirituales. Recuerdo cuando visité a Jim, un paciente de SIDA que estaba viviendo con sus padres. El SIDA era una enfermedad terminal recientemente descubierta y diagnosticada; y debido a la falta de conocimiento y temores infundados, muchos tenían miedo de acercarse a los pacientes de SIDA por temor a ser infectados accidentalmente. En realidad, según hemos aprendido, uno no puede ser infectado del virus de SIDA a través de contacto casual, tal como saludarse de mano o hablar con la persona. Tuvimos muchas visitas placenteras con Jim y sus padres, mientras su condición se deterioraba cada día. Nuestras hijas eran muy pequeñas entonces, dos y siete años, cuando las llevé conmigo a visitar a Jim y su familia, algo que todos
disfrutábamos. Recuerdo que cuando las llevé a casa de los padres de Jim, toda la familia se alegró. Era muy raro para ellos recibir visitas, y menos niños; la presencia de nuestras hijas les proporcionó gozo durante ese tiempo tan triste. No percibí entonces el impacto que esas visitas tenían en nuestras hijas hasta recientemente, cuando nuestra hija mayor, ahora adulta, las mencionó en una de sus conversaciones. Nos dijo que recordaba a Jim, a sus padres y su casa. Pero lo que es aun más importante, esas visitas abrieron su mente y corazón a las realidades de las necesidades de aquellos con enfermedades terminales y aquellos que a través del pecado, sus elecciones o circunstancias personales, pueden ser diferentes a nosotros, pero que todavía tienen necesidad de un toque amoroso. Esto es a lo que Jesús se refería cuando dijo: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: '¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí'. Entonces los justos responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos; o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y vinimos a ti?' Y el Rey les dirá: 'En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeños, a mí me lo hicisteis'” (Mat. 25: 34-40). El cuidado de los necesitados no se limita a los enfermos. Varias iglesias, incluyendo aquella de la que era pastor en ese tiempo, trabajaron juntas para proveer alimento y ropa a las personas sin hogar en la zona metropolitana donde vivíamos. Hubo muchos fríos sábados de noche cuando juntamente con miembros de la iglesia, fuimos al centro de la ciudad con sopa caliente y sándwiches para alimentar a aquellos que no tenían dónde dormir o vivir. Nunca sabremos cuánto ayudamos y a cuántos, pero sé de por lo menos cuatro personas que eran bendecidas cada vez que íbamos. El carácter de nuestros hijos se edifica cuando apartamos los ojos de nosotros mismos y los dirigimos a las necesidades de los demás. Dice Elena G. White: “Con corazones llenos de simpatía y compasión (los miembros de iglesia), han de ministrar a los que necesitan ayuda, y comunicar a los pecadores el conocimiento del amor del Salvador. Semejante trabajo requiere empeñoso esfuerzo, pero produce una rica recompensa. Los que se dedican a él con sinceridad de propósito verán almas ganadas al Salvador; porque la influencia que acompaña al cumplimiento práctico de la comisión divina es irresistible”. White -HAp 90.
Deseamos tener esa gozosa experiencia de traer a otros al Salvador. Es una experiencia verdaderamente estimulante. ¿Por qué guardarlo para nosotros cuando podemos compartirlo con nuestros hijos? Conéctate con tus hijos espiritualmente. Conéctate con tus hijos emocionalmente. Conéctate con tus hijos a aquellos que tienen necesidades. Conéctate con tus hijos a la Palabra Uno de los métodos más eficaces para ayudar a los jóvenes a mantener su compromiso con la fe y a crecer hasta la madurez espiritual, es proveyéndoles oportunidades de servicio y aprendizaje. Diana Graland lo explica así: “El aprendizaje en el servicio combina métodos de educación experimental con las necesidades del vecindario o la comunidad en general. Implica familias aprendiendo acerca de necesidades, estudio de lo que la Biblia dice en cuanto a las necesidades y la respuesta de la iglesia, obtener conocimiento y habilidades necesitados en el servicio, involucrarse en el servicio y reflexionar en esas experiencias”. “Dicho en breve, el aprendizaje en el servicio ocurre “cuando servicio y aprendizaje se combinan en formas que expresan amor y compromiso cristiano…” (Roehlkepartain, 1993, p. 11, de Garland, 1999, p. 389). Esto no significa que simplemente enviemos a nuestros hijos a otro país para ayudar a personas en otra parte del mundo. Aunque eso puede ser una empresa muy positiva y valiosa, es más poderosa cuando los padres se unen a sus hijos en proyectos orientados al servicio, tanto en la propia comunidad y país, como en otros países. Cuando los padres hablan acerca de la fe e involucran a sus hijos en actividades de servicio, se duplican y triplican las oportunidades de los hijos para poner en práctica su fe como adultos. (DeVries, 2004, p. 63). Muchas escuelas adventistas organizan viajes misioneros para sus estudiantes. Esas son oportunidades misioneras a corto plazo que usualmente se llevan a cabo por una o dos semanas durante las vacaciones de primavera, navidad o a veces después de finalizado el año escolar. Durante esos viajes misioneros, los estudiantes ayudan a construir escuelas y templos, dirigen programas de escuela bíblica de vacaciones y hasta predican en la iglesia o dirigen programas de evangelización en las comunidades que visitan. La experiencia de alejarse de su país natal para ayudar a la gente en otras partes más necesitadas, ha sido una experiencia transformadora para muchos estudiantes y en muchas ocasiones son testigos del resultado de sus esfuerzos al adorar en un templo que ellos ayudaron a construir, o visitan el aula de clases que
ayudaron a levantar y ver el rostro de jóvenes estudiantes que les sonríen con gozo y aprecio. Muchos estudiantes han ayudado a guiar a personas a Cristo, las han acompañado a las aguas del bautismo y han sido los primeros en darles la bienvenida a la familia de la iglesia con un cálido abrazo. Muchos estudiantes han también dado su vida a Cristo durante algún viaje misionero o han vuelto a consagrar su vida a Dios y a su servicio. En ocasiones, los padres de los estudiantes han tenido la oportunidad de ir a esos viajes misioneros con sus hijos, como acompañantes, o para trabajar lado a lado de los jóvenes, ofrecerles sus habilidades, experiencia y conocimiento y para apoyarlos a través de palabras y obras; a través de oración y acción. Las iglesias locales pueden ayudar a patrocinar viajes misioneros en los que puedan participar los estudiantes en su congregación y hacer posible que por lo menos uno de sus padres pueda acompañarlos. La experiencia compartida puede cambiar esas vidas y ejercer un impacto en la congregación en forma positiva a su regreso. Los colegios y universidades adventistas ofrecen también oportunidades para que los estudiantes dediquen un año de su vida como estudiantes misioneros en alguna parte del mundo. Esos estudiantes se toman un año de sus estudios para ayudar a personas a quienes no han visto nunca; para vivir entre personas de diferente idioma y cultura. Los colegios reconocen que un año fuera del aula no es un tiempo perdido, sino un tiempo para crecer y aprender en un marco distinto. Por supuesto, los padres no siempre pueden tomarse un año entero e ir con sus hijos, pero pueden apoyarlos a través de sus oraciones, enviando paquetes con artículos apreciados por ellos y hasta podrían tomarse unos días para visitarlos y animarlos. Pero uno no necesita alejarse de su país para ir al campo misionero. Hay personas en gran necesidad a corta distancia de donde vivimos. En lugares afectados por desastres naturales, tales como tornados, terremotos, huracanes o tifones, las familias pueden ayudar reuniendo artículos de su propio hogar, o trabajar juntas o con la familia de la iglesia. Estos artículos pueden llevarse o enviarse a comunidades que los necesitan. Casi cada día escuchamos en las noticias acerca de incendios de casas y de personas que lo han perdido todo. Los niños pequeños pueden aprender a compartir de la abundancia de sus juguetes y ropa con aquellos que no tienen mucho o han perdido todo lo que tenían. Otra forma en que las familias pueden ayudar a quienes lo necesitan, es dedicar tiempo o fondos monetarios a agencias tales como Servicios adventistas a la comunidad o la agencia ADRA. Estas agencias recolectan artículos y fondos monetarios y los distribuyen entre personas que lo necesitan, tanto local como fuera del país. El escribir simplemente un cheque es algo generoso; pero cuando los padres e hijos participan juntos en la recolección de artículos o fondos monetarios, se convierte en una maravillosa oportunidad de aprendizaje para todos.
En los días cuando los misioneros iban a otros países y no tenían prácticamente contacto con su hogar, las cartas y paquetes enviados por sus amados eran siempre regalos muy apreciados. Hoy la tecnología permite contacto más regular; los padres e hijos pueden también adoptar a un misionero con el que pueden entablar correspondencia vía electrónica, hablar con él vía Skype, o enviarle paquetes por correo. Esas son algunas de las formas de ayudar a nuestros hijos a extender su labor en el mundo y otra forma en que los padres ayudan a moldear la vida y el carácter de sus hijos para que sea más como el de Cristo. Conéctate con tus hijos espiritualmente. Conéctate con tus hijos emocionalmente. Conéctate con tus hijos con aquellos que tienen necesidades. Conéctate con tus hijos con el mundo. Conclusión Antes de la edad de la fotografía, la única manera de preservar la apariencia de una persona era comisionar a un artista que pintara una imagen de ella. Hoy podemos observar muchos cuadros de personas famosas en los museos de todo el mundo. Una forma menos costosa de preservar la apariencia de una persona se hizo disponible al inventarse la fotografía. Esto hizo posible que más personas, además de las pudientes, poseyeran una imagen de sí mismos o de sus seres queridos. Actualmente y con la fotografía digital, casi cualquier persona puede tener recuerdos duraderos de personas y lugares apreciados. Un día, todo lo que hay en este mundo, será consumido por fuego –las costosas pinturas de gente famosa, las fotografías de gente común, y las imágenes digitales de todo y de todos. La única cosa que tendrá valor eterno será el carácter que nuestros hijos desarrollaron en su vida. Y es nuestra responsabilidad y oportunidad, como padres, ayudar a nuestros hijos en ese desarrollo de su carácter. “Al tratar con vuestros hijos, seguid el método del jardinero. Por toques suaves, por un ministerio amante, tratad de moldear su carácter según el carácter de Cristo” - CN 35. Qué gran privilegio tenemos, como padres, de ser usados por Dios para continuar moldeando la obra maestra que él inició cuando nuestros hijos estaban en el vientre de su madre. Que podamos tomar en serio esa tarea artística, sabiendo que no estamos creando simplemente una obra de arte que algún día desaparecerá, sino una verdadera obra de arte para la eternidad. Referencias
Claudio Consuegra, DMin., y Pamela Consuegra, PhD, son directores del Departamento de Vida Familiar de la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día
Amor encantador Por Karen y Ron Flowers Sermón Introducción Nada hace entrar tanto en calor como una fogata. Ese por lo menos era el axioma con el que Ron creció en el Este de Canadá, con sus helados inviernos y grandes nevadas. El padre de Ron creía en calentarse con leña, así que instaló una estufa de leña en el sótano, con un enorme registro de metal en el pasillo entre la sala y la cocina. Cada uno, incluyendo los visitantes, competían por un lugarcito donde pudieran evitar el frío de la mañana. Sin duda el recuerdo de ese calor influyó parcialmente en nuestro deseo de poner una estufa de leña en la casa que construimos para nuestra jubilación en una zona rural y boscosa de Virginia, Estados Unidos. Las estufas de leña se permiten como fuente secundaria de calor en los hogares de la región. Pero tenemos que decir que, en los días fríos de otoño a primavera, es nuestra fuente de calor preferida. Nuestros invitados inevitablemente mueven sus asientos cerca de la estufa, o simplemente se sientan con las piernas cruzadas delante de ella. La imagen de las llamas danzantes observadas tras las puertas de vidrio calman la vista, tanto como el calor que irradia hacia el exterior de la caja de hierro, calienta el cuerpo. El gusto que derivamos de ese fuego cada día es tal, que ocasionalmente comentamos mutuamente a medio verano. “¿Será que podemos enfriar suficientemente la casa, con el aire acondicionado, como para que encendamos el fuego en la estufa?”
Un fuego sagrado Las Escrituras usan como metáfora del matrimonio un fuego encendido. Esto lo encontramos en el Cantar de los Cantares, cuando clama la esposa:
Ponme como un sello sobre tu corazón, como una señal sobre tu brazo. Porque fuerte como la muerte es el amor, duro como el sepulcro el celo. Sus saetas, brasas de fuego, fuerte llama” (Cantares 8:6). Este pasaje es un sublime crescendo en las líneas poéticas acerca del amor matrimonial. El símbolo para el amor, “fuerte llama” es muy apropiado. Capta la pasión romántica que la pareja siente mutuamente y describe el poder e invencibilidad del amor marital entregado, que vence todo lo que amenaza la relación. Además, expresa sentimientos de bienestar, calidez y seguridad ante el frío, que son tan necesarios para que florezca el matrimonio. Sistema de calentador para el hogar. Después de unos diez años, asistimos a un fin de semana de enriquecimiento del matrimonio. Karen nos anotó a ambos. Ron se resistió un poco, pero se “dejó llevar”. Sorprendidos y satisfechos con los resultados positivos, comenzamos a desear experimentar más. Supimos de David y Vera Mace, fundadores de una organización conocida ahora como Better Marriages. Estábamos más que ansiosos de viajar la distancia necesaria para escucharlos y aprender de ellos. Lo que encontramos fue un par de personas humildes en sus años setentas. Quedamos cautivados mientras hablaban entre sí (“dialogaban”) acerca del crecimiento en su matrimonio. Estaban sentados uno cerca del otro, David casi gritando para comunicarse con Vera, su amada, ya parcialmente sorda. Estaban claramente empeñados en procesar sus asuntos y llegar a ser uno solo, aun después de 50 años de matrimonio. Esta pareja tenía una metáfora para el matrimonio que hemos hecho nuestra a través de los años. Ellos comparaban al matrimonio con un sistema de calefacción. En su libro clásico de devociones In the presence of God (En la presencia de Dios) (1985), escribieron: “El afecto mutuo entre esposo y esposa será para la familia lo que el sistema de calefacción es para una casa. Mantendrá la relación de todos los miembros de la familia en un ambiente agradable y confortable” (p. 109). Una misión de calidez. En su monumental obra sobre el matrimonio cristiano, The sacred fire (El fuego sagrado) 1986, el matrimonio Mace reunió pensamientos de muchos escritores cristianos. Hace más de un siglo, H. Hensley Henson, canónigo anglicano de Westminster, conectó también el amor matrimonial a la figura de un agradable fuego y vio en ello una metáfora del avance de la misión de evangelización de hogar a hogar. En las últimas líneas de su libro Matrimonio cristiano (1907), escribió Henson:
“Desde el santo recinto de la iglesia, el fuego sagrado del amor doméstico, encendido desde el altar del amor divino, debe llevarse lejana y ampliamente al mundo de la vida humana y debe crear en todas partes la luz y el calor del hogar (pp. 145, 146). En esta prosa poética, el autor señala importantes verdades acerca del matrimonio. Desafía a los cristianos a no guardar para sí este amor que viene de Dios, sino a compartirlo ampliamente en el mundo. Hay una misión para las parejas, similar a la directiva de Jesús en Mateo 5:19. Una paráfrasis de lo anterior sería: “Deja que el fuego del amor arda de tal manera ante los demás, que puedan sentir el calor de tus buenas obras y alaben a tu Padre celestial”. Avivado por el amor divino Canon Henson tenía razón, el fuego del amor marital está “encendido en el altar del amor divino”. Una lectura marginal de nuestro texto clave en Cantares 8:6, ofrece de hecho esta intrigante variante de la última línea versal: “como la flama misma de Dios”. Richard Davidson, profesor de Antiguo Testamento en la Universidad Andrews, hace un caso muy convincente en Flame of Yahweh (2007), de que este es el verdadero sentido del texto. Siendo que la última palabra en la frase es “Yah”, un diminutivo de Yahweh (“Jehova”), este versículo sobre el amor debería leerse como: “Amor…quema como flama ardiente, como la flama misma de Jehová”. Amor trinitario. El amor que Dios quiere que tengamos –en nuestro matrimonio y en todos los aspectos de nuestra vida- es una chispa de la Flama Santa” (Davidson, 2007, p. 630). La discusión más clara sobre “amor” y “Dios” en las Escrituras, se encuentra en el Nuevo Testamento, en 1 Juan: “Amados, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. El que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4: 7, 8). La declaración “Dios es amor”, se repite nuevamente en 1 Juan 4:16). Los teólogos hablan frecuentemente de Dios como omnipotente –“todopoderoso”, omnisciente –“que todo lo sabe”, omnipresente –“presente en todas partes”. Esta es una declaración de que Dios es también –“todo amor”, que la naturaleza esencial de Dios es amor. El término griego usado en el original es ágape. Siendo que ágape se asocia con Dios, debe definirse y no solo traducirse. Sin tal comprensión, nuestra tendencia humana será siempre tratar de comprender a Dios en términos de amor humano. ¿Qué adjetivos caracterizan el amor ágape?
Abnegación. Mientras el amor humano se caracteriza por el interés propio, el amor de ágape, o amor ágape está marcado por la abnegación. Como lo indica Pablo, el amor ágape “no busca lo suyo” (1 Cor. 13: 5). La más destacada ilustración del amor abnegado de Dios es el don de su único Hijo como sacrificio de expiación por nuestros pecados. (Juan 3:16; 1 Juan 3: 16; 4: 10). Incondicional. Al brotar de la raíz de egoísmo de la naturaleza humana, el amor humano es condicional. Ofrece amor a cambio de algo que se desea. Hay siempre un “Te amaré ‘si’…” atado al amor humano. Por contraste, el amor ágape fluye libremente desde el corazón de Dios, independientemente de la bondad y merecimiento humanos. “En verdad, apenas hay quien muere por un justo. Con todo, puede ser que alguno osara morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5: 7, 8). Inmutable. El amor humano es cambiante, fluctuante y no confiable. El amor ágape es, por contraste, infalible, constante, eterno y confiable (Juan 13:1; Rom. 8: 35 -39; 1 Cor. 12:8). Tan incomprensible como es la doctrina cristiana de la Trinidad –Dios en tres Personas- la declaración de Juan de que “Dios es amor” (1 Juan 4: 8, 16) provee una clave muy importante para este santo misterio. Los miembros de la Deidad son la esencia de un amor perfecto que los une como Uno solo en todo lo que piensan, dicen, y hacen. Cuando Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Gén. 1:26), se dotó al hombre y a la mujer de una naturaleza controlada por el amor ágape, por el amor de la Trinidad, podríamos decir. Esto, a su vez, provee una clave importante para ese otro misterio de la unidad del esposo y a la esposa. Debemos estar unidos (“una carne”-Gén. 2:23) como la Deidad está unida (”El Señor uno es” – Deuteronomio 6:4) por un amor perfecto nacido de Dios. Amaos unos a otros: Nuevo mandamiento de Jesús. Jesús llamó a sus seguidores a relacionarse con los demás con amor ágape (Juan 13: 34, 35). La unidad en las relaciones que este amor ágape –este amor de la Trinidad- engendra, es la marca del discipulado auténtico. (Juan 13: 34). En la evidencia provista por el amor que nos une, Dios ha empeñado su reputación en el mundo. En su oración en el Getsemaní, Jesús le ruega al Padre por unidad y amor entre sus seguidores a fin de que sea validada su misión en la tierra (Juan 17: 23). Para ninguno de los seguidores de Jesús es más crucial este amor ágape que para las parejas matrimoniales. Jesús ha reafirmado su plan de creación para la unidad en el matrimonio. (Mat. 19: 5, 6); sin embargo, desde la caída, la naturaleza
humana inevitablemente cae en el egoísmo y la división. (Isa. 53: 6; Sal. 14.1, 3; 53:1,3; Rom. 3:12). Como los reactores nucleares operando en barras de combustible gastadas, no tenemos poder nosotros mismos para dar testimonio de unidad, para esparcir luz y calor en el círculo de nuestra familia, menos aun para ofrecer luz y calor al mundo. ¡Cómo necesitamos que las flamas del amor ágape de las profundidades de la vida Trinitaria de Dios caigan sobre nosotros y nos unan como uno solo en la vida matrimonial! Cómo cae el fuego. Jesús es literalmente “Dios con nosotros” (Mat. 1: 23; cf. Juan 1:14) y es por lo tanto la encarnación del amor ágape. Él ha prometido que estará con nosotros siempre (Mat. 28:20). Ha prometido que su Espíritu Santo morará con los creyentes y nos traerá su presencia. (Juan 15:26; 16: 7; 13-15; 17: 23; cf. Rom. 8:10; Efe. 3:17). Allí donde reposa el espíritu de Cristo, brotan los frutos del amor (Gál. 5:22). Nuestros buenos amigos y antiguos compañeros de ministerio de vida familiar, Gaspar y May-Ellen Colon, son un elevado ejemplo del poder del amor ágape. Gaspar ha sufrido gran parte de su vida adulta, de enfermedad poliquística renal (PKD). Por más de dos décadas su condición se deterioró hasta que a finales de 2002, su situación se volvió crítica y estuvo en la lista de espera para un trasplante. La lista era larga –más de 3,000 personas necesitaban el mismo riñón que él requería. Se le dijo a la pareja que la espera podía prolongarse por cinco años. Sin un trasplante, parecía inevitable un prolongado periodo de diálisis renal con todas sus complicaciones. En su oración diaria, May-Ellen suplicaba a Dios por su compañero: Señor, Gaspar necesita un nuevo riñón AHORA MISMO. Obra en este problema de acuerdo a tu voluntad. Haz dicho en Filipenses 4:19 que suplirás todas nuestras necesidades. Gracias por atender esta urgente necesidad en tu propio tiempo y manera. (Colon, 2012) Entonces se empezó a formar una idea en su mente. ¡Tal vez ella podía ser la donadora! Contra toda posibilidad de que pudiera tener un riñón compatible con sus necesidades, decidió someterse a las arduas pruebas requeridas. Asombrosamente, los exámenes revelaron que no solamente era compatible, sino que le iba en forma excelente. Felices como estaban por la respuesta a su oración, todavía había un problema. May-Ellen había luchado su propia batalla con el cáncer de mama y aunque era sobreviviente, debía tener cuidado. Tenía que estar lo suficientemente fuerte para hacer esa crítica donación. Gaspar comenta sobre esa toma de decisión en ese tiempo crucial:
Aunque necesitaba desesperadamente este regalo de parte de ella, no deseaba que Mary-Ellen pasara por ese dolor y sacrificio. Pero ella insistió en que esto era algo que ella deseaba hacer por su amor por mí. Tuve que silenciar mi orgullo y estar tan dispuesto a recibir este regalo, como ella estaba dispuesta a darlo. (Colon 2012) La cirugía de ambos pacientes –donadora y recipiente- tuvo éxito el 7 de agosto de 2003. Gaspar y May-Ellen volvieron en sí en la misma sala de recuperación. Gaspar lo recuerda así: Cuando me empecé a mover, acercaron la cama de May-Ellen a la mía y pudimos mirarnos uno al otro con la vista nublada. Me sentí tan cerca de ella como jamás lo había sentido. El concepto de “una sola carne” de pronto cobró un nuevo y más profundo significado. Mi gratitud hacia ella por haberme salvado la vida era abrumadora. Recuerdo que May-Ellen levantó su cabeza y me preguntó: “¿Estás siendo un buen propietario de mi riñón?” (Colon, 2012) Ellos han dado a conocer esta extraordinaria experiencia en sermones, libros y revistas. Familiares, amigos, asistentes a sus seminarios sobre matrimonio y familia, y aun sus compañeros, como nosotros, nos hemos impresionado profundamente con esta exhibición de amor incondicional y abnegado. Es el amor de “fuego abrasador”, la “flama misma de Jehová” de la que habla Cantares. Exclamamos en palabras del viejo himno: “¿Qué amor tan asombroso es este? Como dice el Dr. Davidson: “Al contemplar la relación amorosa en el Cantar de los Cantares en los piadosos matrimonios contemporáneos, se puede tener una vislumbre del santo amor divino. Tales matrimonios nos predican acerca del asombroso amor de Dios” (2007, p. 631).
Creando en todas partes la calidez del hogar El despliegue del amor, según fluye de una pareja matrimonial, fue descrito elocuentemente por Mary Macaulay en The art of marriage (1958): Una pareja matrimonial que ama su hogar, su familia y sus amigos, crea un círculo venturoso y un calor que irradia hacia todo lo que toca. A este tipo de hogar, sea rico o pobre en cosas materiales, los hijos regresan en cualquier oportunidad; y de él parten al mundo para iniciar otros hogares del mismo tipo; hogares edificados sobre el amor perdurable que el esposo y la esposa sienten uno hacia el otro. (p. 106)
Al leer las palabras: “A este tipo de hogar, sea rico o pobre en cosas materiales, los hijos regresan en cualquier oportunidad…”, recordamos la experiencia que tuvimos con una familia que vivió por un año o algo así en la casa vecina a la nuestra en nuestro barrio suburbano en Washington, DC. Era una pareja con un solo hijo varón, de unos cinco o seis años, a quien llamaremos Darron. El padre, que tenía una pequeña joyería en la esquina, hizo muy claro que no estaba interesado en formar amistades en el vecindario. Su caminata diaria al y del trabajo, acompañado de dos agresivos y gruñones perros Doberman, con dos largas correas, garantizaba que todos se mantuvieran a la distancia que él quería. Casi no veíamos a la madre, quien mayormente se quedaba en casa. Sin embargo, durante el verano del año que vivieron junto a nosotros, Darron frecuentemente se paraba junto a la cerca divisoria de ambas propiedades. Tenía prohibido salir de su patio, y miraba melancólicamente a nuestros dos hijos adolescentes que jugaban baloncesto en el camino de entrada. Un viernes de tarde, mientras Ron estaba fuera de la casa y Karen trabajaba alrededor de la casa, se sorprendió al encontrar a Darron en nuestra sala, sentado quietamente en el sofá. La puerta de entrada había estado abierta, así que había entrado sin hacer ruido. Karen exclamó: “¡Oh, Darron, no sabía que estabas aquí!” “Por favor, Sra. Flowers, déjeme estar aquí”, le rogó con mirada suplicante. “Solo quiero sentarme aquí por un momento. Es lindo aquí y nadie está peleando”. Karen lo acercó hacia ella y le aseguró que podía quedarse cuanto quisiera. Mientras tanto, estaba al pendiente por si su madre estuviera buscándolo. Después de unos minutos y pensando que probablemente se metería en problemas si lo encontraban fuera de su patio, se fue tan inadvertidamente como había entrado. No sé si los padres de Darron supieron finalmente que él había venido a nuestra casa ese día, o si alguna vez percibieron el anhelo de su corazón por amor y paz. Mientras pensábamos en qué más podíamos hacer, la familia simplemente se fue de la casa un día. Nadie supo a dónde se fueron. Mientras tanto, seguimos teniendo la esperanza de que siendo que Darron vio en nuestra casa a un hombre y una mujer que se amaban uno al otro, dos muchachos que reían y jugaban y que sabían que podían dar por sentado el amor de sus padres, vio lo suficiente. Tal vez, y porque lo vio por lo menos una vez, puede llegar a ser realidad para él en el hogar que un día formará. Aun cuando no haya ocurrido en su casa, el estar cerca debería contar para algo. (Adaptado de Flowers, 1992)
Compartir la flama del amor. ¿Cómo podemos llevar la flama sagrada del amor “lejana y ampliamente al mundo de la vida humana y crear en todas partes la luz y el calor del hogar?” ¿De qué manera puede nuestro matrimonio hacer avanzar la misión de Dios en el mundo? Tal vez lo será una apertura hacia niños como Darron, que necesitan un abrazo y una oportunidad de pasar tiempo en nuestra casa. Tal vez alguien pueda llevar a casa y a su corazón a un niño a través de adopción o cuidado infantil, Tal vez haya un niño en la iglesia que florecerá si recuerdas su nombre y afirmas sus talentos, o lo cargas o sientas a tu lado durante el servicio de adoración. Tal vez, como nosotros, pongas un juego de columpios en tu patio, solo por si se necesita… Son infinitas las posibilidades para ministrar a favor de los niños, para que la nueva generación experimente el amor de Dios y la lleve a lugares que nunca sabremos,. De la misma manera, hay muchas posibilidades para ministrar en amor a parejas y matrimonios. Ciertamente, el testimonio directo del amor en acción en nuestro matrimonio, como lo hemos percibido en los matrimonios Mace y Colon, lleva la flama a todas partes. El hacerse amigos de otras parejas, ofrecerles hospitalidad en torno a una comida sencilla, el ser mentores en asuntos de matrimonio, todo ello son solo unas cuantas formas de entre las miríadas en que las parejas pueden elevar y alentar a otros si con oración velan por oportunidades de mostrar amor genuino, incondicional e infalible a otros y se mueven a la acción según la dirección de Dios. Elena G. White ha hablado acerca de lo que podríamos llamar evangelización por la influencia. “Mucho más poderosa que cualquier sermón que se pueda predicar es la influencia de un hogar verdadero en el corazón y la vida de los hombres…Nuestra esfera de influencia podrá parecer limitada, nuestras capacidades pequeñas, nuestras oportunidades escasas, reducidos nuestros recursos; no obstante, si sabemos aprovechar los que nos ofrece nuestro hogar, podemos realizar maravillas” (White, 1942, pp. 352, 355, el énfasis es muestro) El matrimonio Mace afirma que “el hogar cristiano es de hecho la agencia de evangelización más poderosa del mundo” (Mace, 1985, p. 113). Creemos que tienen razón. Siguen diciendo: Por su gracia refinada, los hogares cristianos ganan más conversos que todos los predicadores juntos. Denos suficientes de ellos, y el mundo será muy pronto un mundo cristiano; porque la vida del mundo se eleva a altos niveles solamente cuando los hogares lo hacen. (Mace, 1985, p. 113). Conclusión
En una fría mañana de invierno, deseamos a veces poder pulsar un encendedor que pueda crear una capa instantánea de carbones encendidos y llamas de fuego que haga que la estufa de leña opere al máximo instantáneamente, Pero eso no es, por supuesto, la forma como opera este sistema de calefacción. Más bien, la estufa de leña induce cambio en el ambiente muy lentamente, al resplandecer las brasas y el calor generado por los leños calienta gradualmente el aire cercano. Imperceptiblemente al principio, pero en forma constante, la temperatura de aun la habitación más helada comienza a aumentar. Así es también la influencia del bello amor en el matrimonio cristiano. Y al multiplicarse las parejas que elijan ser grandes amantes por Dios, el efecto acumulativo calentará a todos los que estén cerca. ¿Quién se unirá a nosotros para esparcir el fuego sagrado de Dios a través de su matrimonio?
Referencias ………………….. Karen Flowers, PhD © y Ron Flowers, D.Min, son directores emérito del Departamento de Ministerio de la Familia de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
Comenzando en el Hogar Sermón Por Jongimpi Papu Texto: Marcos 5: 22-24, 35 -43. Introducción Nuestro tema y énfasis para este año es familias extendiéndose a otros. La obra misionera es la sangre de la iglesia adventista; pero, ¿lo es de las familias adventistas? La declaración de Elena G. White pone esto en la perspectiva correcta cuando dice: “Los que quieren ser verdaderos misioneros en campos extranjeros, deben primero ser verdaderos misioneros en el hogar” (RJ 301). Esto hace de la familia una escuela misionera donde se lleva a cabo la preparación eficaz de los misioneros. En Mateo 28: 19, se encuentran las órdenes de marcha para la iglesia: "Por tanto, id y haced discípulos en todas las naciones…” Estoy seguro que la iglesia primitiva pensó en regiones paganas en lugares muy lejanos hacia donde debían viajar para obedecer esta orden. En Hechos 1:8, Jesús les dice a sus discípulos que comiencen “en Jerusalén, luego Judea y Samaria y hasta lo último de la tierra”. Cumplir la misión en lo más lejano de la tierra solamente es posible y eficaz si comenzamos en Jerusalén. Nunca podremos cumplir la misión de hacer discípulos en todas las naciones si no hacemos de nuestros hijos discípulos de Cristo. Einstein es conocido por la compleja teoría de la relatividad, que ha contribuido grandemente a la ciencia; pero Jairo es conocido por su papel como instrumento para hacer volver a la vida a su hija. Los padres de esta jovencita no solo eran responsables por darle la vida; el registro muestra que también le trajeron vida. El mensaje a un mundo que perece tendrá más poder si las familias están vivas y extendiéndose al mundo. El título de nuestro mensaje es Comenzando en el hogar. La historia Esta historia está registrada en tres evangelios y todos nos proporcionan detalles que son únicos en cada uno de ellos. En Marcos y Lucas, el padre de la joven es identificado como Jairo, el dirigente de la sinagoga. Mateo no da el nombre del padre, pero se refiere a él como el dirigente de la sinagoga. Los tres evangelios están de acuerdo cuando se refieren a la posición de autoridad ocupada por este hombre. Vemos también que Lucas se refiere a ella como a su única hija e indica que tiene 12 años (versículo 42). Marcos se refiere a ella como a una hija pequeña y dice más tarde que tiene doce años (versículo 42), como si explicara la razón por la que fue capaz de caminar después de resucitar. Mateo solamente dice mi hija y no menciona la edad.
Al leer la historia en los tres evangelios, se hace manifiesto que esta niña es la hija de Jairo y que tiene 12 años (versículo 42). No es muy claro lo que significa hija única. ¿Era la única hija entre otros hijos varones, o era hija única? Si era la única hija y no hija única, entonces probablemente era la última que nació, siendo que se refiere a ella como hija pequeña. Si había otros hijos en la familia, probablemente les hubiera pedido que fueran testigos de la resurrección de la niña muerta. Siendo que eso no ocurrió, podemos concluir que era hija única. De acuerdo con Mateo, la niña ya estaba muerta cuando el padre se acercó a Jesús. Los otros dos evangelios registran que estaba a punto de morir. ¿Estaba muerta o a punto de morir? Tal vez podemos ir con la mayoría, siendo que Elena G. White acepta esa opinión (DTG 310) El Comentario bíblico adventista comenta que la niña estaba agonizando. La situación de la niña era tan crítica, que el padre no se sorprendió aun cuando se le dijo que la niña había muerto. Si estaba agonizando cuando el padre se fue, cualquier cosa podía pasar. Jairo como principal de la sinagoga Los tres evangelios están de acuerdo en que Jairo era el principal o uno de los principales de la sinagoga. Este hombre ocupaba una posición muy importante en el sistema religioso judío. Tenemos una vislumbre de lo anterior en Lucas 13, cuando encontramos a un principal de la sinagoga reprochando a Jesús el haber sanado en sábado. Los dirigentes de la sinagoga eran de hecho parte del grupo que tenía problemas con Jesús, acusándolo de menospreciar la ley de Moisés. Como principal de la sinagoga, hubiera sido más fácil para él enviar a un diácono para pedirle a Jesús que sanara a su hija. Como hombre y como esposo, Jairo había tomado la responsabilidad de traer a esta hija al mundo. Por principio, no iba Jairo a delegar en nadie más la tarea de traerle vida a su única hija. Mostró valentía al acercarse en público a Jesús para rogarle que sanara a su hija. Como parte de su responsabilidad como principal de la sinagoga, tal vez se esperaba de Jairo que ayudara de alguna u otra manera a las familias judías. Pero para él, la mejor manera de lograrlo era comenzar en casa. Ayudar a su hija agonizante llegó a ser el mejor y más efectivo método de ayudar al mundo agonizante. No iba a permitir que el prejuicio de sus colegas lo desviaran de la misión de salvar a su hija. Jairo es el epítome de la siguiente declaración: “El mundo no necesita tanto a grandes intelectos como a hombres buenos, que sean una bendición en sus hogares”. OE 215. Jairo debe de haber sido conocido por su excelente labor en la sinagoga, pero era su ministerio en el hogar lo que lo destacaba. Es fácil alcanzar almas agonizantes en este mundo mientras nuestros propios hijos languidecen en casa.
La curación de la hija de Jairo seguramente se constituyó en la base de un extenso ministerio que incluiría la sinagoga. Podría haber sido más fácil para él invitar a Jesús a su sinagoga ahora que había ido a su casa y sanado a su hija. Nuestra testificación a favor de Jesús se fortalece con lo que él ha hecho en nuestra vida y en nuestra familia. Jairo había demostrado fe en Jesús. Su posición no le impidió rogar por misericordia. Acudió a Jesús creyendo que su hija sería sanada: “¡Ven! Pon las manos sobre ella para que sane, y viva" (Marcos 5:23). Si Jairo, como dirigente de la sinagoga, hubiera tenido resentimiento en contra de Cristo, su hija probablemente habría muerto. Es con frecuencia la actitud de los padres hacia Cristo lo que puede convertirse en una bendición o una maldición para sus hijos. Esto se ve en la actitud que tenemos en contra de aquellos a quienes la iglesia les ha dado la tarea de cuidar de nuestros hijos. A veces las personas que ayudan en hacer discípulos para Jesús, de nuestros hijos, son tema de habladurías durante el almuerzo del sábado. Y es todavía peor si ocurre en presencia de los hijos que los miran como modelos. Jairo dejó un legado para su hija, un legado que le recordaba a su hija que podía confiarse en Dios. Jairo como padre Es muy claro que Jairo amaba a su hija. La amaba más que a su posición en la sinagoga. Estuvo dispuesto a arriesgar su reputación por ayudar a su hija agonizante. Lo inusual de esta historia es que presenta una relación entre un padre y su hija; algo muy único en los evangelios. Las mujeres siempre han estado al frente cuando se trata de la salvación de sus hijos. Fue un grupo de mujeres quien trajo a Jesús a sus hijos para que los bendijera. Los padres estaban muy ocupados alegando con Jesús acerca de la teología del divorcio. Uno podría tal vez entenderlo mejor si hubiese sido un hijo varón, porque ese era el orgullo de cada padre judío. Pero aquí vemos a un padre saliéndose de su camino para asegurarse que su hija es sanada. Es muy probable que el nacimiento de una niña en esa cultura no se viera como un evento importante. Hay culturas en algunas partes del mundo en que el nacimiento de una niña no se considera un evento. No se considera que la persona tenga hijos si solamente tiene hijas. Es un secreto conocido que la mujer no era altamente estimada en la cultura judía. No obstante la percepción negativa que su cultura pudo haber tenido contra la mujer, este hombre llamado Jairo no se detendría al buscar ayuda para su hija. Cariñosamente le llamó mi pequeña hija. La edad de doce años era considerada como edad legal para el matrimonio en la cultura judía de entonces. Esa es probablemente la razón por la que Marcos y Lucas indican deliberadamente que la niña tenía doce años de edad. El punto es que esa niña no era un infante. Así que la palabra pequeña no se
refiere a la edad o al nivel de madurez, sino que es una expresión de cariño. Era amada por su padre. Con razón el padre dejó todo a un lado y buscó la ayuda de Jesús. Vivimos en un tiempo cuando las niñas son abusadas por sus padres, especialmente por el padre. Esto es, por supuesto, alentado por la percepción negativa que muchas culturas y sociedades tienen de la mujer. A pesar de la cultura de la época, Dios todavía tiene a hombres que están dispuestos a arriesgarlo todo por sus hijas y sus hijos. Hay un Jairo en cada comunidad. Nuestra oración es que podamos haber más de ellos y que tú puedas ser uno de ellos. Esos son padres que consideran el bienestar de sus hijos como más importante que sus carreras. Pueden ser pastores, ancianos o directivos de iglesia, pero su prioridad son sus hijos. Saben que no pueden ganar el mundo si no alcanzan primero a sus pequeñas hijas. El ministerio en casa nos prepara para el ministerio en la sinagoga. Jairo como esposo Cuando Jesús vino a la casa de Jairo, pidió a todos que se alejaran, excepto a los tres discípulos y los padres. De acuerdo con Mateo, esa gente estaba haciendo mucho ruido. Los otros evangelios informan que se rieron cuando Jesús dijo que la niña no estaba muerta. Elena G. White dice que cuando Jesús llegó, encontró a las plañideras de paga y a quienes tocaban la flauta produciendo sonidos como forma de hacer duelo por la muerte de la niña. DTG 310. Habían dado por muerta a la niña y se habían convertido en una molestia y en una piedra de tropiezo para lo que Jesús iba a hacer. En Lucas 8:51, se nos dice que solamente se les permitió a Santiago, Pedro y Juan, más los padres, estar con Jesús. Jesús reconoció el papel de Jairo y su esposa al invitarlos a estar con él mientras ministraba a favor de la niña muerta. Era también un reconocimiento de la relación íntima entre Jairo y su esposa. Si Jairo y su esposa no hubieran estado en armonía, probablemente nunca habrían presentado a su hija a Jesús. En vez de llamar a Jesús en busca de ayuda, se habrían quedado peleando y echándose la culpa por la enfermedad y la muerte de su hija. Es “la atmósfera que rodea las almas de padres y madres” (HC 12) lo que hace del hogar un centro misionero. Es interesante notar que en esa sala está Jesús, el Salvador, aquel que nos llama a todos a aceptarlo. Es aquel que fue levantado para que todas las familias miraran hacia él. Hay también discípulos, los instrumentos de Dios para alcanzar a la humanidad perdida. Actualmente, los ministros, dirigentes de Escuela Sabática, de Jóvenes, y muchos otros más, desempeñan ese papel. También se invitó a los padres; era su responsabilidad guiar a su propia hija a Cristo.
Los ministerios de Escuela Sabática, Jóvenes y Conquistadores juegan un papel muy importante, pero nunca deben quitar la responsabilidad de los padres en traer a sus hijos a Jesús. (HC 166). Mientras haya cooperación entre la iglesia y la familia, hay esperanza para nuestros hijos. Pero esto empieza con los padres y comienza en el hogar. Extendiéndose a otros Cuando la niña despertó, probablemente vio a sus padres tomados de la mano y con lágrimas de gozo, parados al lado de su cama. Tal vez vio también a cuatro extraños con el rostro brillando de gozo. Tal vez le dijeron después cómo sus padres se rehusaron a darse por vencidos, aun cuando había sido declarada muerta. Nunca encontraremos un regalo de cumpleaños que sobrepase a éste. Este era el regalo de la vida, una segunda oportunidad. Cristo les pidió que se quedaran quietos y no divulgaran este evento. Era una orden muy difícil para esta niña. Los cumpleaños son la celebración de un proceso natural de la vida que ocurre cada minuto. Podemos esconder nuestros años, pero generalmente no escondemos nuestros cumpleaños. ¿Cómo iba a celebrar esta niña y su familia el día en que fue traída de nuevo a la vida? Esto nunca iba a poder permanecer en secreto; además, todo el pueblo sabía de este milagro. Imagina a esta niña contándoles a sus amigos lo que había pasado. Podemos imaginarnos el entusiasmo en su voz al contarles cómo sus padres se negaron a darse por vencidos aun cuando toda la población lo había hecho. ¡Y cuando les contó de Jesús! No había sido llevada a Jesús, sino que Jesús vino a ella, ¡a su propia recámara para darle el don de la vida! Sí, mientras otros niños celebraban sus cumpleaños, ella estaría por siempre agradecida por el día que Jesús le dio el regalo de una segunda oportunidad. También a sus padres les habría parecido difícil quedarse callados. Era imposible dejar esto encerrado en su corazón. La familia tenía una historia que contar y se la habrían de decir a todo el mundo. Era su experiencia de lo que Jesús significaba para ellos. Nunca sería una difícil tarea para esta familia alcanzar a otros. Las familias pueden llegar a otros con sus historias si han sido enriquecidos por la presencia y el poder sanador de Jesús. Conclusión Lo que se suponía que fuera una tragedia para esta familia, se convirtió en una bendición en muchos sentidos. La crisis de perder a su hija sirvió como oportunidad para invitar a Cristo a su hogar. Deuteronomio 6 nos recuerda que cada situación y
cada experiencia pueden convertirse en un momento de aprendizaje. El acercarnos a los miembros de nuestra familia nos prepara para la misión más allá de las fronteras del hogar. Se nos recuerdan las palabras siguientes: Hermanas; vayan a trabajar a favor de sus hijos. ¿Mostrarán que tienen una familia bien ordenada? ¿Irán entonces a trabajar a favor de sus vecinos? ¿Serán entonces una luz y poder en la iglesia, porque tienen la luz del poder de Dios? (Sermons and talks, p. 55) Tal vez nos encontremos en una situación en la que nuestros propios hijos no han sido alcanzados para Cristo. Tal vez ellos han optado, de su propia decisión, por servir a otros dioses en vez de al Dios de sus padres. Tal vez hemos hecho lo mejor o tal vez hemos fallado en nuestra responsabilidad de llegar a hasta nuestros hijos con el evangelio. Pero todavía podemos llevarlo al mundo al ministrar a través de nuestro dolor y lágrimas. Dios conoce las cargas que llevamos y nos llama a venir a él para encontrar reposo. (Mateo 11: 28-30). Llamado Hemos sido comisionados para predicar el evangelio al mundo. A fin de realizar un trabajo eficaz, tenemos que comenzar en casa. El Premio Nobel de la Paz lo reciben aquellos que han desempeñado un papel significativo al ejercer un impacto en la vida de otros en la sociedad. Es posible que un padre y una madre fieles que han aceptado a Cristo como su Salvador personal y trabajado a favor de sus hijos y miembros de su familia, nunca reciban este premio. Pero, en los anales del cielo, los mayores serán aquellos que son una bendición en su hogar. Una cosa es traerlos a esta vida, y otra traerles vida; sí, vida eterna al hacerlos discípulos de Cristo. La labor de alcanzar a otros para el evangelio comienza en la casa, pero nunca debe terminar allí. Sé entonces una bendición en tu propio hogar. El Espíritu Santo está listo para habilitarnos. ¿Estamos listos para salir a hacerlo? ¿Iremos? Con Cristo a nuestro lado podemos acercarnos al mundo entero, pero eso comienza en el hogar mismo. ¡Que esa sea nuestra experiencia hoy!
Referencias
Jongimpi Papu, DMin., es director del Departamento de Ministerio de la Familia de la División Africana del Sur-Océano Índico, de los Adventistas del Séptimo Día.
Familias en el tiempo del fin Por Marcos Faiock Bomfim
Serm贸n
Lectura Alternada Alcanzando a otros como familia de la iglesia Lector:
"Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” Mateo 24:14
Congregación:
… “y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra" Génesis 12:3.
Lector:
"Pero ayudado por el auxilio de Dios, persevero hasta hoy, y testifico a pequeños y grandes” Hechos 26:22.
Congregación:
… “y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra" Génesis 12:3.
Lector:
No olvidéis la hospitalidad, que por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” Hebreos 13:3.
Congregación:
… “y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra" Génesis 12:3.
Lector:
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí” Mateo 25: 35, 36.
Congregación:
… “y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra" Génesis 12:3.
Lector:
"Entonces los justos responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos; o sediento y te dimos de beber?¿Cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos?'Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y vinimos a ti?’” Mateo 25:37-39.
Congregación:
… “y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra" Génesis 12:3.
Lector:
"Y el Rey les dirá: 'En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeños, a mí me lo hicisteis” Mateo 25:40.
Congregación:
… “y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra" Génesis 12:3.
Lector:
“El fin de todas las cosas se acerca. Sed, pues, sensatos y sobrios, para que podáis orar. Sobre todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubre multitud de pecados. Hospedaos unos a otros sin queja” 1 Pedro 4: 7-9.
Congregación:
… “y por medio de ti serán benditas todas las familias de la tierra" Génesis 12:3.
Para mantener vivo el amor Por Bryan Craig
En este recurso para enriquecimiento del matrimonio, el Dr. Bryan Craig, terapista especializado en matrimonio y familia, presenta una perspectiva profunda en cuanto a la cercanía emocional en el matrimonio. A partir de su experiencia clínica e investigación, nos presenta una teoría sólida y una perspectiva práctica dentro de esta discusión innovadora sobre el componente emocional del matrimonio. Los pastores, directores de ministerio de la familia y otros que laboran con parejas matrimoniales, encontrarán este recurso informativo y útil, tanto para seminarios sobre matrimonio como para trabajar con parejas en orientación premarital y en orientación pastoral. Además de su sólida base de investigación, este recurso provee instrumentos útiles que capacitan a las parejas a evaluar su relación y a progresar en sus habilidades de comunicación y resolución de conflictos. Los presentadores deben digerir cuidadosamente los segmentos Recursos de Liderazgo en cada una de las tres sesiones, antes de elaborar sus propias notas de presentación, materiales para distribuir o ayudas visuales. Se provee un PowerPoint básico con el bosquejo de presentación. Sesiones 1. -¿Cuán satisfactorio es tu matrimonio? Material para distribuir: Satisfacción matrimonial 2. –Comunicación: La clave para la cercanía emocional Material para distribuir: Comunicación entre parejas 3. Comprensión y manejo de conflictos maritales Material para distribuir: Análisis de conflictos Material para distribuir: Modelo de 3 pasos para manejo de conflictos Sesión 1 ¿Cuán satisfactorio es tu matrimonio? Recursos de Liderazgo Dentro de cada corazón humano hay el anhelo de intimidad, un deseo profundo de conexión. Desde el momento en que nacemos, anhelamos la aceptación de los demás y la relación con ellos. La intimidad es esencial para la supervivencia. Así que necesitamos saber siempre que hay alguien que está allí por nosotros. Todos necesitamos desesperadamente sentirnos amados, pertenecer, ser parte de una comunidad. Hechos para vivir en comunidad. No podemos ser solo para nosotros mismos. Fuimos hechos para comunidad. Cada uno tiene la capacidad innata de dar y recibir amor y de responder a la gente que nos rodea. Definimos quiénes somos frente a esas personas que constituyen nuestra comunidad. La forma en que llegamos a pensar y a sentir acerca de nosotros mismos es moldeada por la forma como
percibimos que los demás nos tratan. Como dijo apropiadamente Carolyn Saarni, “somos el producto de nuestras relaciones, que son siempre transaccionales…derivamos significado…de la gente que nos ha amado, ha pasado tiempo con nosotros, nos ha rechazado o tal vez explotado” (Saarni, 1999, p. 9). En nuestra búsqueda de relaciones significativas y de experimentar un sentido de amor e intimidad en nuestra vida, la mayoría de nosotros nos volvemos al matrimonio. Es allí donde se inician todas las conexiones sociales entre las personas. En el matrimonio, anhelamos compañía y la autoafirmación que viene de nuestro compañero; anhelamos el placer de las conexiones profundas e íntimas y florecemos dentro de un compañerismo que nos envuelve en una capa protectora de seguridad. A través del apoyo y fomento emocional generamos sentimientos de confianza, lealtad y respeto mutuos. Por esta razón, un buen matrimonio puede verse siempre como el indicador más sólido de la felicidad y bienestar personales, la relación primaria que mejor satisface las necesidades emocionales. El papel de la emoción en la intimidad marital La emoción es importante para la creación de lazos de relación. A través de nuestras emociones descubrimos lo que es más importante para nosotros y qué significado le damos a los acontecimientos y experiencias. En este seminario deseamos invitarte, como pareja, a explorar varias importantes dimensiones en tu propia relación matrimonial que te ayudarán a lograr un sentido mayor de intimidad y conexión. Examinaremos estos tópicos:
Las formas como la pareja establece un fuerte lazo emocional mutuo y logra un sentido de intimidad en su relación marital. Cómo se desarrolla la cercanía emocional a través de la comunicación eficaz mutua. Cómo puedes manejar con éxito el componente emocional en el conflicto marital.
Mantenimiento de nuestra relación amorosa Por mucho que lo queramos, no sabemos tanto como quisiéramos acerca de cómo se mantienen las relaciones matrimoniales. Aunque sabemos mucho acerca de los factores que intervienen en la formación de relaciones y acerca de las causas y consecuencias de las relaciones que fallan y terminan en la disolución, hay pocas investigaciones para determinar los factores clave en el mantenimiento de la relación. Sin embargo, los investigadores actuales en el ramo del matrimonio, están convencidos de varios factores. Reciprocidad – esforzase juntos. Los matrimonios no se generan solos. No ocurren espontáneamente o al azar. Requieren de gran energía e inversión para que funcionen. Para mantener vivo el amor, un sentido de pasión, compromiso e intimidad, los buenos matrimonios requieren reciprocidad. Es un proceso continuo de cuidados y cercanía en el que dos personas trabajan juntas para crear una relación perdurable. En esta relación ambos experimentan cada vez mayores logros y satisfacción (Masters, Johnson & Kolodny, 1994, p. 15).
Intencionalidad –ser deliberados. Para mantener floreciente el amor y lograr crecimiento marital, se requiere que la pareja obre intencionalmente. O permiten que su relación cambie arbitrariamente según cambien las circunstancias, o toman intencionalmente decisiones que mantienen ardiendo la flama de la pasión y el amor que facilitan el crecimiento juntos. El investigador matrimonial John Gottman piensa que las parejas matrimoniales necesitan esforzarse en conductas que mantengan fresco el matrimonio. Las parejas que no hacen nada para hacer que las cosas vayan mejor en su matrimonio, encontrarán que su matrimonio tenderá a ser peor con el tiempo (Gottman, 1994, p. 61). La importancia de mantener y reparar el matrimonio. Otro investigador, Jack Dominian, piensa que el amor marital implica crecimiento mutuo -la habilidad de aceptar, cambiar y crecer juntos, reconociendo la realidad de la otra persona, “desempacando” cada uno el mundo escondido del otro y demostrando la capacidad de perdonarse mutuamente por no llegar a ser lo que originalmente se había proyectado. Las parejas que desean mantener saludable su matrimonio necesitan saber cómo nutrir el amor durante todo el ciclo de vida marital al mantener y reparar su relación (Dominian, 1995, pp. 114 121). Mantener significa utilizar estrategias que promuevan la unidad, la armonía, calidez, afecto y comunicación eficaz. Reparar significa no permitir que la negatividad se eleve fuera de control. Reparar es “el arma secreta de las parejas emocionalmente inteligentes”, dice Gottman, porque les permite fortalecer su matrimonio, pasando por alto la negatividad. Howard Markman, fundador del programa de Prevención y Mejoramiento de Relaciones (PREP), da un énfasis similar al hecho de disminuir los riesgos del conflicto y dificultades matrimoniales (reparación) y de tomar medidas para proteger y mejorar la relación (mantenimiento). Para él, las medidas de mantenimiento incluyen compromiso, amistad, diversión, sensualidad, espiritualidad y mantenimiento e intimidad religiosa (Markman, Stanley & Blumberg, 1994, pp. 119 -305). Byrne y Murren hablan acerca del papel del “comportamiento evaluativo positivo y recíproco” al mantenerse una relación satisfactoria y amorosa. “Si las parejas pueden reafirmarse uno al otro, interactuar con delicadeza y comportarse en formas que agraden al otro, su relación obviamente se beneficiará” (Byrne & Murnen, 1988, pp. 96 -302). Consejo bíblico sobre cómo mantener las relaciones amorosas Los apóstoles del Nuevo Testamento fueron muy claros en sus instrucciones a la iglesia cristiana en cuanto a lo que se necesita para mantener vivos, saludables y fuertes los matrimonios y relaciones. Sus escritos sugieren varias actitudes y comportamientos diseñados para maximizar lo positivo (medidas de protección) y minimizar lo negativo (factores de riesgo). El autor de Hebreos sugiere que debemos “seguid amándoos unos a otros con amor fraternal” y que “honroso es a todos el matrimonio, y el lecho conyugal sea sin mancilla” (Hebreos 13: 1, 4). El apóstol Santiago pregunta: “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muéstrelo con su buena conducta, por sus obras hechas con sabia mansedumbre” (Santiago 3: 13). No es la forma como hablas lo que cuenta; dice él, sino la forma en que vives la vida. Y sigue diciendo que la forma como tratamos a otros no debe afectarse por los altibajos de cómo nos sentimos, sino por nuestro reconocimiento de los sabios caminos de Dios.
Pero la sabiduría que viene de lo alto, primero es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sin hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz, para los que procuran la paz (Santiago 3:17, 18). El apóstol Pablo tiene mucho que decir acerca de mantener el amor en nuestras relaciones. Estos comportamientos, piensa él, proceden de corazones agradecidos y vidas llenas de la gracia de Dios. “Y la paz de Dios gobierne vuestro corazón, a la que fuisteis también llamados en un solo cuerpo” (Col. 3: 15). El amor sea sin fingimiento... Amaos unos a otros con afecto fraternal. ..Sed fervientes en espíritu, sirviendo al Señor…. Gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran. Sed unánimes entre vosotros. ..No paguéis a nadie mal por mal. Procurad lo bueno ante todos los hombres” (Efesios 4:2). Hay también consejo específico sobre el matrimonio por parte de Pablo. Obviamente ve el respeto como un ingrediente importante para edificar matrimonios estables. Su consejo a las parejas sigue inmediatamente a su invitación a todos a “sed sumisos unos a otros por reverencia hacia Cristo” (Efe. 5:21). Las esposas, dice, deben “estad sujetas a vuestros esposos, como al Señor” (comprender y apoyar a sus esposos” (versículo 22) y los esposos deben “amar a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así mismo por ella” (versículo 25). Un esposo debe ser fuente de amor y tomar la iniciativa en apreciar y no dominar a su esposa. Su amor por ella debe ser un amor marcado por el acto de dar, no de recibir (versículo 25). Un amor diseñado para ayudarla a sacar lo mejor de ella (versículo 26). El amor de un esposo por su esposa es como el amor de Cristo por la iglesia “sus (del esposo) palabras evocan su belleza” (versículo 26). El apóstol Pedro añade a este consejo que “en la nueva vida de la gracia de Dios”, las parejas se traten mutuamente como iguales, cada uno honrando y deleitándose en su compañero y buscando ser agradables, comprensivos, amantes, compasivos y humildes (1 Pedro 3: 7, 8). Los escritores del Nuevo Testamento comprendieron que los esposos y esposas necesitan aprender cómo amar en forma especial en el matrimonio. Vieron que las parejas que se respetan, honran y apoyan mutuamente, forman un sentido de significado y propósito en su matrimonio y en su vida. La gracia de Dios habilita y sustenta activamente tales relaciones.
¿Qué se necesita para mantener vivo el amor? ¿Qué ayuda a desarrollar un sentido mayor de intimidad en el matrimonio? Gottman (1994) dice que las parejas deben aprender a reconciliar sus conflictos o diferencias en forma constructiva, fortalecer la parte positiva de su matrimonio e inocular su relación regularmente contra las fuerzas que llevan al divorcio (pp. 29, 30). Piensa también que los matrimonios felices se basan en una amistad profunda en la que dos personas se respetan mutuamente y gozan de la compañía del otro. Esas son las parejas que se conocen íntimamente, que conocen bien sus gustos y disgustos, sus singularidades de personalidad, esperanzas y sueños y que tienen una
permanente consideración y afecto mutuo que se expresa en grandes y pequeñas formas todos los días. (Gotman, 1999ª, p. 19, 20). Diez cualidades que mejoran la intimidad en el matrimonio Las siguientes son las cualidades, actitudes y comportamientos personales e interpersonales que enfatizan los investigadores como más importantes para mantener y mejorar la intimidad en el matrimonio. 1. Buena voluntad. El exhibir buena voluntad y cooperación hacia y con la pareja es absolutamente fundamental para la sobrevivencia y salud de tu relación. La buena voluntad muestra que estás del otro lado y tan preocupado por suplir la necesidad del otro, como lo estás de suplir la propia. Indica que sus espíritus están abiertos uno al otro y que se tiene empatía hacia el punto de vista del compañero. Quieres jugar limpio y no poner en tela de juicio los motivos del otro. 2. Respeto y confianza mutuos. Este es un ingrediente central en todas las relaciones matrimoniales satisfactorias y duraderas. Mostrar respeto por tu pareja significa que lo reconoces y aceptas como una persona por separado. Lo estimas y valoras por quien es, no por lo que puedes conseguir de él. El respeto honra y aprecia la individualidad del compañero, valora sus contribuciones, reconoce sus diferencias, acepta sus necesidades y siente empatía por sus sentimientos. El respeto mutuo se puede lograr solamente cuando ambas partes establecen límites apropiados, se comunican honestamente y no buscan controlarse uno al otro. Esta separación es la base de la fortaleza relacional de la pareja y reduce las luchas de poder en la relación. Usualmente, la intimidad se alcanza solamente cuando las parejas se muestran mutuamente igualdad de importancia y reciprocidad de respeto (Johnson & Greenberg, 1994, pp. 115, 119). Cuando dos personas son capaces de desarrollar una relación de respeto mutuo, comienza a emerger un sentido de amor y confianza. Esta confianza es crítica para crear seguridad emocional y fomentar verdadera intimidad, al florecer la genuina individualidad y persona real de cada uno. 3. Comunicación eficaz. El ser capaces de comunicarse eficazmente es muy importante para conectarse uno al otro. Las parejas que prosperan en su relación matrimonial indican que continúan dialogando mutuamente en tiempos buenos y difíciles dentro de su relación. Una poderosa parte de la comunicación íntima es la expresión emocional, porque implica vulnerabilidad, invita a la cercanía, y cuando es congruente con señales no verbales de emoción, expresa genuinidad. Sin
disponibilidad emocional, la intimidad es superficial y no es duradera. (Carlson & Sperry, 1999, 147). La comunicación mutua eficaz implica:
Ser sensible a y sentir empatía por los sentimientos de la otra persona. Ser capaces de hablar con honestidad acerca de las experiencias y sentimientos internos Escuchar activamente Hablar y responder no en forma defensiva Ser capaz de validar lo escuchado, comprendido y aceptado como el mensaje de tu pareja Ser capaz de afirmar y alentar a tu compañero y demostrar tu afecto por él Ser asertivos y pedir lo que deseas. Ser capaz de dar a conocer honestamente tus creencias, valores, dificultades y logros. 4. Compromiso mutuo. El compromiso es la cualidad que contribuye más al desarrollo continuo de la intimidad y el crecimiento en el matrimonio. En los matrimonios que duran, la intimidad y el compromiso van de la mano. La falta de compromiso por parte de uno de los dos es la forma más segura y rápida de minar una relación matrimonial. Cualquier indicación de que haya alguna ambivalencia o fingimiento acerca de la dedicación, lealtad o fidelidad de la persona, crea un sentido de incertidumbre e inseguridad. Esto hace que la persona se comience a preocupar por el abandono. A través del compromiso, las parejas matrimoniales expresan su deseo de vencer tenazmente sus diferencias y dedicarse a crear mayor intimidad en su relación. 5. Expresar aprecio y afecto. Es importante que las parejas hagan y digan consistentemente cosas que den apoyo emocional y provean ánimo positivo a su compañero. Las investigaciones enfatizan que las expresiones de afecto y el intercambio gratis y frecuente de ternura y toque físico tienen también un efecto positivo. Representan la conexión entre la pareja y su alta estima. Esas actitudes y comportamientos son muy importantes para mantener vivo el sentido de romance y pasión que mantiene viva y fresca la relación y crean un sentido de alegría y amistad en el matrimonio. Las parejas necesitan promover intencionalmente el bienestar de su cónyuge y mejorar el sentido de unión, apego e intimidad en su relación. 6. Adaptabilidad. La intimidad está muy relacionada con la habilidad de la persona a abrirse al cambio y aceptar nuevas ideas. Es importante un espíritu de compromiso y la habilidad de ser capaz de cambiar la actitud o comportamiento para enfrentar circunstancias cambiantes o enfrentar crisis, para mantener vivo el amor. Las
personas rígidas que insisten en tener siempre la razón son generalmente personas que no son bien amadas. Esto puede ser particularmente cierto en los matrimonios de parejas religiosas que piensan que hay solamente un modo de hacer o ver las cosas y desarrollan una actitud dogmática, inflexible que no perdona diferencias y que es potencialmente destructiva para la relación. Las parejas de éxito son también flexibles en cuanto al papel que desempeñan en su relación. La forma en que se ajustan a situaciones y necesidades cambiantes y la forma en que manejan las dificultades cuando se presentan, es vital para la armonía y felicidad de la relación. 7. Resolver conflictos El conflicto es una puerta hacia la intimidad. Esta forma de ver el conflicto implica que aunque el conflicto puede ser un desafío en cualquier relación, puede también ser creativo y un proceso de crecimiento. Las parejas que están dispuestas a encontrar soluciones mutuamente aceptables a sus problemas, han encontrado la forma de desarrollar un mayor sentido de comprensión e intimidad. Tal proceso creativo busca la resolución de los asuntos sin que las partes se sobrecarguen de emociones negativas o causen que el otro se sienta enojado, criticado, mal comprendido, ignorado o hecho menos. Le da a la pareja la oportunidad de pedir disculpa y restaurar el muy necesitado equilibrio en su matrimonio. Muy importante para la intimidad es determinar reemplazar el reciclaje de quejas y reniegos con habilidades que les permitan compartir los dolores y temores, admisión de errores y aceptación de las limitaciones personales. De esta manera la pareja puede seguir gozando de su relación. Además, las parejas necesitan deshacerse de los fantasmas del pasado y de cualquier asunto no resuelto desde su infancia que continúa presentándose para lastimarlos y evitarles que se responsabilicen de su inquietud e infelicidad. 8. Satisfacción sexual. Un aspecto esencial del matrimonio es dar expresión al deseo sexual para la intimidad física y emocional y la cercanía. El nivel de intimidad sexual se ve influido por el estado general de la relación. ¿Cuán voluntariamente la pareja respeta, confía y coopera con el otro? Cuando los esposos comprenden y se acomodan a la necesidad sexual uno del otro, su relación sexual tiene la habilidad de fortalecer los lazos de su unión más allá de la alcoba matrimonial. Las parejas que no tienen la habilidad de proporcionarse placer mutuo o de fomentar un sentido juguetón y de espontaneidad y curiosidad, generalmente encuentran que su vida sexual carece de emoción, satisfacción, es aburrida y disminuye el vínculo de la relación.
9. Valores espirituales. Los valores religiosos y espirituales juegan un papel más importante en la estabilidad y felicidad matrimonial que el que la mayoría de las personas piensan. La orientación espiritual de una pareja le ayuda a encontrarle sentido a la vida y les provee significado y propósito en cada aspecto de la misma. Aunque una persona pueda ser virtuosa sin ser religiosa, la religión típicamente enfatiza cualidades que la mayoría considera virtuosas –honestidad, integridad, responsabilidad, compromiso, perdón, y compasión. El sociólogo Andrew Greeley sostiene la hipótesis de que entre más cálida y pasional sea la imagen religiosa, más cálido y pasional será el matrimonio. Entre más alto califique la persona en la escala de la “gracia”, es más probable que sea más satisfactoria e intensa la relación sexual con su cónyuge. Ve una correlación directa entre la intimidad matrimonial y una cálida imagen de Dios (Coleman, 1922, pp. 139 -141). 10. Conexión social. Las parejas que desarrollan y mantienen relaciones saludables con el resto de la familia de ambos, amigos y otros en la comunidad, descubren que esta participación tiene un efecto positivo en su matrimonio. El acceso a recursos adicionales que tal relación generalmente provee, mejora su sentido de estima propia y habilidades relacionales. Su relación matrimonial se vigoriza y se habilita a través de una mayor sensación de adaptabilidad, tolerancia y apertura a compartir. Reconocimiento de las señales de que el matrimonio está en problemas Los investigadores han encontrado consistentemente que el nivel de satisfacción marital declina en forma continua en los primeros años de la relación de la pareja, llegando a su punto más bajo durante los años adolescentes del ciclo de vida de la familia (ver Fig. 1.). Aunque este declive pueda coincidir con períodos particulares del ciclo de la vida, Clemens y Markman sugieren que la satisfacción marital se explica mejor por la forma como la pareja interactúa y se trata mutuamente. (Clemens et al., 1997, pp. 339 -343). Con frecuencia las parejas no reconocen las primeras señales de que su relación marital está en problemas. Una vez que reconocen las señales y se dan cuenta que su negatividad está erosionando lo positivo que alimenta su relación, pueden dar los pasos necesarios para eliminar los patrones disfuncionales y destructivos. Satisfacción Marital __________________________________________________________________ Sin hijos – Hijos de edad preescolar – Hijos de edad escolar – Hijos adolescentes –Salen los hijos –Nido vacío – Jubilación
Figura 1 – satisfacción matrimonial a través del ciclo de vida matrimonial Las señales de advertencia más comunes de que la distancia emocional se está desarrollando en un matrimonio, son las siguientes: 1.
2. 3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Quejas sobre pérdida de sentimientos. Una señal común es cuando uno o los dos cónyuges se quejan de no estar ya enamorados. Con frecuencia, esta pérdida de los sentimientos está relacionada con el hecho de que su ansiedad y temores no se han expresado o se han reprimido. Los sentimientos de resentimiento, amargura y hasta odio probablemente se han estado abrigando en uno contra el otro. Discusiones recurrentes no resueltas. La negatividad es recurrente, los patrones de conflicto irresuelto han tenido efectos dañinos en la relación mutua. Falta de interés sexual. La relación sexual puede ser con frecuencia un barómetro de la salud marital. Las parejas típicamente mostrarán falta de interés o atracción mutua cuando no se sienten emocionalmente cerca uno del otro. Señales de depresión o retraimiento por parte de uno de los cónyuges. Los sentimientos de distracción, infelicidad, impotencia, o el temor a perder la relación, pueden hacer que uno de los cónyuges se retraiga y deprima. La falta de atención comprensiva puede causar falta de entusiasmo y optimismo en un matrimonio, más que sentirse estresado o sobrecargado de trabajo (Gottman, 1994, pp. 29, 30). Abandono de actividades mutuas. Cuando los cónyuges comienzan a vivir vidas paralelas, hay poca oportunidad para pasar tiempo juntos o compartir actividades agradables que aumenten su sentido de apego. Una aventura amorosa. El involucrarse emocional y sexualmente con alguien fuera del matrimonio puede ser un “grito de auxilio” y un llamado para ambos cónyuges a reconocer que la relación se está hundiendo. Preocupación con intereses y actividades fuera del matrimonio. La inversión de tiempo y energía por parte de uno de ellos en su carrera, trabajo, iglesia u otros intereses y actividades, puede dejar al otro cónyuge sintiéndose descuidado y traicionado. Discusiones sobre crianza de los hijos. El pelear sobre sus respectivos métodos y compromiso hacia la crianza de los hijos, es otra señal de rompimiento marital. Uno de los cónyuges puede formar una alianza con uno o más de los hijos contra el otro. Aumento de fatiga. Las señales de cansancio y reducción de la habilidad para enfrentar las responsabilidades en el trabajo, puede indicar que se está gastando mucha energía emocional en asuntos relacionales negativos.
Barreras emocionales en matrimonios con problemas Las primeras señales de que un matrimonio está en dificultades, están acompañadas generalmente de otros asuntos que constituyen serias barreras para la intimidad. Algunas de esas barreras incluyen:
Temor a la cercanía. Encuentran que es difícil compartir abiertamente los pensamientos y sentimientos uno con el otro por temor a ser lastimado. Se cuidan de hacerlo y mantienen su distancia. Ira irresuelta. El cargar consigo daño, ira, dolor, u otros asuntos personales irresueltos, erosionarán eventualmente la intimidad.
Necesidad de poder y control. Los cónyuges rígidos, inflexibles, y controladores con frecuencia usan la manipulación para tener el control, alejar amenazas, o evitar molestias y vulnerabilidad. Baja estima propia. Un cónyuge que se siente inferior o sin valor no contribuye mucho con energía positiva a la relación. Cuando la persona es vacilante, incierta, o se le hace difícil tomar la iniciativa con su cónyuge, se afecta la relación. En la mayoría de los casos es difícil para el matrimonio cargar por mucho tiempo con una persona emocionalmente lastimada. Celos y desconfianza. Dudar del cónyuge o cuestionar su amor y aceptación mina seriamente la confianza dentro de la relación. Los celos sexuales, que nacen del temor a la pérdida o a la exclusión, que están acompañados de ira, ansiedad y resentimiento, son particularmente inquietantes. Amenazan el sentido de seguridad y bloquean la intimidad. Idealización de la relación. Algunas parejas carecen de un sentido de realidad en cuanto a su relación y se aferran a ideas románticas acerca del amor. Las expectativas de niveles inalcanzables de intimidad pueden ahogar la relación y crear sentimientos de frustración y alienación.
Ejercicio en parejas: Evaluación de tu propio nivel de satisfacción marital Usando la hoja de respuestas Satisfacción Marital, invita a las parejas a: 1. 2. 3. 4.
Contestar separadamente el cuestionario. Unirse al explorar juntos sus hojas de respuesta. Comentar sobre aspectos en su relación en donde ven claramente diferencias y motivos de preocupación. Enfatizar 3 aspectos para diálogo y resolución más adelante.
Satisfacción Marital Las siguientes preguntas se relacionan con el nivel de satisfacción que encuentras en tu interacción con tu cónyuge. 1. ¿Cuán satisfecho estás con la forma en que tú y tu pareja manejan generalmente cada uno de los siguientes aspectos en tu vida familiar? Encierra en un círculo el número que mejor representa cuán satisfecho estás en cada aspecto. Encierra en un cuadrado cada respuesta que piensas que tu pareja seleccionará al contestar cada pregunta. Mayormente Satisfecho
a. b. c. d. e. f. g. h. i. j.
Moderadamente Satisfecho Nuestro compromiso mutuo 1. 2. Cantidad de comunicación mutua 1. 2. Profundidad de lo que se comparte mutuamente 1. 2. Manifestación de afecto mutuo 1. 2. Sentimientos compartidos entre los dos 1. 2. Confianza mutua 1. 2. Realización en el aspecto sexual 1. 2. Cantidad y calidad de tiempo libre que pasan juntos 1. 2. Manejo de las tareas y otras responsabilidades del hogar 1. 2. Nivel de seguridad financiera 1. 2.
Moderadamente No satisfecho 3. 4. 3. 4. 3. 4. 3. 4. 3. 4. 3. 4. 3. 4. 3. 4. 3. 4. 3. 4.
Mayormente No satisfecho 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5
k. l. m. n. o. p. q. r.
Manejo del dinero Interacción social y tiempo con amigos Relaciones con familiares políticos y otros familiares La forma de apoyarse mutuamente (carreras, labor de padres, tiempos difíciles La forma como se toman las decisiones Manejo de conflictos Nuestra participación en la iglesia Nuestra interacción espiritual 2.
1. 1. 1. 1.
2. 2. 2. 2.
3. 3. 3. 3.
4. 4. 4. 4.
5 5 5 5
1. 1. 1. 1.
2. 2. 2. 2.
3. 3. 3. 3.
4. 4. 4. 4.
5 5 5 5
Lee nuevamente la lista y marca los tres aspectos más importantes que te preocupan y que necesitan resolver entre los dos.
Sesión 2 Comunicación: La clave para la cercanía emocional Recursos de liderazgo Ser capaz de comunicarse es sin lugar a dudas la habilidad humana de supervivencia más importante. Generalmente, nadie de hecho nos enseña a comunicarnos eficazmente; sin embargo, toda nuestra existencia depende de nuestra habilidad de transferir información a otros y formar relaciones con ellos. La buena comunicación es un don maravilloso y provee la clave para la comprensión, la amistad y la intimidad. A través de la buena comunicación damos y recibimos amor, expresamos nuestros pensamientos y sentimientos y adquirimos aprecio por las necesidades y deseos de otros. Los escritores bíblicos hablan del efecto poderoso que las palabras pueden tener en nuestra relación. “Vuestra palabra sea siempre agradable, sazonada con sal, para que sepáis cómo conviene responder a cada uno” (Colosenses 4:6).En otra parte, el apóstol Pablo nos aconseja a “decir la verdad en amor” (Efesios 4:15) y reconoce que la honestidad y apertura en nuestras relaciones unos con otros son ingredientes importantes para lograr conexiones íntimas. (cf. Proverbios 24: 26). El sabio Salomón endosa el concepto de que “la lengua que sana es árbol de vida, pero la perversa quebranta el espíritu” (Proverbios 15:4). La comunicación es vital para la satisfacción en la relación La comunicación es vital para el matrimonio. A través del proceso de diálogo, una pareja puede acceder a sentimientos y expresarlos, resolver diferencias y compartir ideas, creencias y valores personales. Se desarrollan patrones únicos de interacción mutua basados en expresiones, gestos, intercambios y símbolos, creando para ella una relación que hace que prospere o se esfuerce. Su propio estilo especial de comunicación forma un poderoso lazo emocional de significado y gozo compartido (Prager, 1995, p. 57).
Investigaciones confiables sobre relaciones íntimas han encontrado que la “comunicación es un determinante primordial en la satisfacción de la relación” (Whisman, 1997, p. 395) y que los patrones de interacción marital constituyen la clave para predecir la calidad de la relación matrimonial (Feeney, Noller, & Ward, 1997, p. 160). El grado de consideración positiva que la pareja tiene el uno por el otro, la cantidad de interacción, la eficacia de su comunicación y el nivel de gratificación emocional del que gozan, contribuye a su sentido de logro, estabilidad y satisfacción en la relación (Feeney, Noller, & Ward, 1997, pp. 161. 162). Principios de comunicación eficaz A fin de que las parejas entiendan las dinámicas implicadas en la comunicación eficaz, necesitan reconocer los siguientes principios: 1. Las habilidades de comunicación se aprenden. La comunicación eficaz es una habilidad que todos necesitan que se les enseñe. El proceso de formar mejores relaciones se aprende a través del desarrollo de habilidades de conciencia de sí mismo, de revelación de sí mismos, escuchar con empatía, de respuesta y confirmación. 2. Es imposible NO comunicarse. El investigador sobre comunicación, Pat Noller, dice que “es imposible no comunicarse. Muchas personas no entienden esto porque limitan su concepto de comunicación a palabras y fallan en darse cuenta que la comunicación está ocurriendo siempre que estemos frente a alguien, aun cuando estemos comunicando solamente que no queremos tener nada con esa persona” (Noller, 1984, p. 1). La comunicación implica palabras, pero es mayor que simples palabras; toma varias formas –verbal, no verbal y escrita. Ocurre en tres niveles. (1) contenido –lo que se comparte; (2) sentimientos –cómo te sientes en cuanto al contenido y te relacionas con lo compartido; y (3) significado –la interpretación, importancia y valor que le damos al mensaje y nuestra respuesta emocional a su contenido. 3. La forma en que te sientas afecta la forma como te comunicas. Nuestra habilidad de diálogo, de escuchar y de conectarnos con otros, está muy influenciada por el nivel de nuestra estima propia. Si nuestro diálogo interior acerca de nosotros mismos, está inmerso en sentimientos de inferioridad, ineptitud o lástima de nosotros mismos, entonces nos distraemos o perdemos el enfoque en nuestra comunicación con otros. 4. El escuchar con empatía es parte vital de la buena comunicación. En muchos casos, no es lo que dices lo que cuenta en la mayoría de los procesos de comunicación, sino lo que los demás escuchan. El arte de escuchar -recibiendo e interpretando con exactitud el mensaje, es ultimadamente más importante que el envío del mensaje. Como dice Stephen Covey: “Procura primero entender y luego ser entendido” (Cover, 1989, pp. 263-260).
5. Repítete el mensaje antes de responder. Una de las reglas cardinales de la comunicación eficaz es que siempre necesitamos verificar lo que escuchamos decir a la otra persona para asegurarnos de que no estamos asumiendo erróneamente el mensaje recibido. Muy frecuentemente nuestras parcialidades o prejuicios pueden causar que lleguemos a interpretaciones erróneas. 6. Los sentimientos son la esencia de la comunicación. Toda comunicación implica la expresión de la emoción, ya sea a través de la expresión directa de sentimientos positivos o negativos, o a través de la intención o insinuación del lenguaje. Uno de los factores críticos en el proceso de comunicación es la habilidad de identificar y comprender los sentimientos que se han expresado. Los sentimientos son la avenida hacia el corazón y alma de una persona. El conectar con los sentimientos de otra persona constituye la parte más poderosa del proceso de intimidad. Cuando nos conectamos verdaderamente con los sentimientos, hay una sensación de cercanía, vulnerabilidad y genuinidad. Frecuentemente, la conexión emocional entre dos personas en el nivel de los sentimientos, es algo que sucede más allá del uso de las palabras. Estos seis ejemplos resaltan algunos asuntos esenciales para toda comunicación marital eficaz. Subrayan la necesidad de que las parejas usen y desarrollen las habilidades y conductas críticas para una relación cada vez más fuerte y saludable. Niveles de comunicación Nuestra libertad y comodidad al comunicarnos se ven influenciadas por cuán seguros nos sintamos acerca de nosotros mismos cuando estamos con otras personas. El grado en que estemos dispuestos a salir de nosotros mismos para revelar nuestros pensamientos y sentimientos la describe John Powell en su libro “Why am afraid to tell you who I am?” (Powell, 1969, pp. 50-62). El autor sugiere que hay cinco niveles en los que nos comunicamos con los demás. Cada nivel conduce a mayores profundidades de intimidad. Ver Figura 2. Nivel cinco: Conversación cliché. Hay muy poca revelación de nosotros mismos en este nivel. Hablamos en clichés tales como “¿cómo va todo?”, “¿qué has hecho?”, o “gusto de verte”. Esta conversación es superficial y no dice nada de quiénes somos o qué sentimos acerca de cualquier cosa. En el matrimonio, este nivel de diálogo puede causar mucha frustración, resentimiento y distancia. Nivel cuatro: Información de hechos. Así como nos escondemos detrás de clichés, evitamos también la revelación propia al dar solamente noticias, historias y relatos que involucran a otros. Contentos con dar a conocer datos, a veces chismes acerca de personas y eventos en
el mundo, no damos nada de nosotros mismos ni invitamos a nada por parte de nuestra pareja. Figura 2. Cinco niveles de comunicación Intimidad (el alma de una persona)
Nivel de cliché Nivel de hechos Nivel de ideas u opiniones Nivel de sentimientos
Nivel tres: Mis ideas y opiniones. Al expresar algunas de nuestras creencias y puntos de vista, le damos a nuestro compañero alguna oportunidad de conocernos más íntimamente. Sin embargo, tendemos a ser precavidos, atentos a las señales de aceptación al arriesgarnos a dar a conocer un poco de nuestras ideas, pensamientos, decisiones o juicios. Nivel dos. Mis sentimientos y emociones. La comunicación en este nivel revela mucho más acerca de ti y lo que tienes dentro. Tus sentimientos hacen una diferencia clara entre ti y los demás y le dicen a tu pareja quién eres realmente. En este nivel, ocurre la genuina honestidad emocional y apertura y pueden tener lugar las conexiones íntimas. Nivel uno: Comunicación íntima. La comunicación auténtica ocurre en este nivel entre dos personas dispuestas a arriesgarse a ser abiertas en lo absoluto, honestas y genuinas mutuamente. El encuentro personal lleva a percepciones profundas, amistad auténtica, conexión emocional, empatía mutua y comprensión. El proceso de comunicación Vamos a dirigir nuestra atención a las seis etapas del proceso de comunicación. Al entender las dinámicas dentro de la forma como dos personas se conectan mutuamente, una pareja matrimonial puede sentirse alentada a comprender mejor cómo su apego emocional se forma y motiva al desarrollar las habilidades requeridas. La comunicación implica un “emisor” y un “receptor” –alguien que codifica y alguien que descodifica el mensaje enviado. Ambas personas necesitan de habilidades específicas a fin de que la conexión y comprensión ocurran sin interferencia. Ambos necesitan una actitud de respeto y la habilidad de escuchar y ser concretos o específicos si se va a llevar a cabo la comunicación. El emisor (codificador) necesita ser capaz de revelarse a sí mismo con
apertura y honestidad; y el receptor (descodificador) necesita la habilidad de escuchar con empatía y de crear un contexto seguro y receptivo en que pueda ocurrir la comprensión. 1. Conciencia de sí mismo Pensamientos o sentimientos
2. Revelación propia Verbal o no verbal
Emisor
3. Escuchar
Receptor
6.Confirmación
5.Repaso
4.Interpretación
Figura 3 –El proceso de comunicación La figura 3 indica las seis etapas que deben ocurrir en la transferencia de información de una persona a otra, a fin de que se logre la conexión y se experimente un sentido compartido de significado. Estas seis etapas subrayan de hecho las seis habilidades que son cruciales en el proceso de hacer conexión: conciencia de sí mismos, escuchar, interpretar, repasar, confirmar. A continuación daremos una breve descripción de cada habilidad en el proceso de comunicación. Conciencia de sí mismo. En términos de conciencia de sí mismos, la comunicación eficaz entre parejas depende de dos consideraciones esenciales: primeramente, nuestra habilidad para estar conscientes de nuestros propios pensamientos y sentimientos; y en segundo lugar, la conciencia de cómo nos sentimos con respecto a otros. Si nos vemos a nosotros mismos como inadecuados, inferiores e inseguros, esto afectará la codificación de nuestro mensaje. Si vemos a los demás como faltos de consideración, que no ofrecen apoyo o como agresivos, esto también tenderá a moldear nuestra codificación. El ser capaces de codificar con éxito mensajes a nuestro cónyuge se ve afectado vitalmente por nuestros sentimientos de valor y estima propia. Si sabemos quiénes somos y cómo nos sentimos, no tendremos gran dificultad para formular lo que realmente queremos decirle a otros. No pueden compartirse los sentimientos que no son reconocidos. Otros factores pueden también desvirtuar nuestra habilidad de revelar lo que deseamos comunicar a otros –nuestra falta de expresividad, nuestra ambivalencia acerca de algunos asuntos, nuestra intención activa de esconder o cubrir sentimientos de enojo, frustración, temor, dominio o decepción (Noller, 1948, p. 71) Revelación propia. Este importante componente en el proceso de comunicación implica compartir verbalmente nuestros pensamientos, ideas creencias y sentimientos privados. La expresividad emocional involucrada ayuda a desarrollar una buena relación con la otra persona y aumenta su potencial. La revelación de sí mismos incluye también compartir en forma no
verbal -un gesto significativo, un toque de afecto, otras expresiones emocionales, tales como lágrimas o risas y sexualidad compartida (Prager , 1995, p. 21). La importancia de la revelación propia no verbal es desestimada al máximo por muchas parejas. Muchas simplemente nos se dan cuenta del poderoso impacto que los mensajes expresados de esta manera tienen en su experiencia de intimidad. La comunicación no verbal forma el 93 por ciento del mensaje comunicado, con solamente el 7 por ciento contenido en palabras. El 55 por ciento del mensaje se transmite a través del lenguaje corporal o los “aspectos visuales” (expresión facial, mirada, postura, gestos) y 38 por ciento a través de “aspectos vocales” (tono de la voz, volumen, tempo). Lo no verbal es por lo tanto el vehículo primordial a través del cual se comunican las emociones, actitudes interpersonales de respeto y empatía y los sentimientos que la persona tiene acerca de la relación (Noller, 1984, pp. 5-7). Escuchar. Sin duda alguna, el escuchar es la habilidad de comunicación más importante, porque es el medio por el cual el emisor (codificador) se afirma como capaz de darse a entender y ser aceptable. Por otra parte, nada desalienta y lastima más a una persona que se le ignore o corte. El especialista en comunicación, Michael Nichols, piensa que el escuchar es poderoso porque nos capacita para penetrar en la experiencia de otros. El escuchar es el regalo de nuestra atención y comprensión que hace que los demás se sientan validados y valiosos. El escuchar con eficacia crea buena voluntad y provee la mejor forma de gozar de los demás y aprender de ellos. Al escucharse, las parejas se conectan mutuamente, forman lazos de comprensión y fortalecen su relación (Nichols, 1995, pp. 4, 6, 10). Interpretación. Para que la comunicación sea eficaz, el mensaje debe ser correctamente interpretado. Las preguntas que deben estar en la mente del receptor, son: ¿Qué ha dicho el emisor? ¿Qué sentimientos ha transmitido? ¿Qué significa? La descodificación por parte del receptor debe ocurrir en forma tal que muestre sensibilidad y deseo de respuesta a lo que importa más para el emisor. Por ejemplo, (1) descodificar eficazmente sus sentimientos y (2) captar el significado e importancia de su mensaje. Nada valida más al cónyuge que la sensación de ser escuchado y comprendido correctamente. Pueden ocurrir averías en cualquier etapa dentro del proceso de comunicación, pero ninguna etapa es más crucial que la etapa de interpretación. Saber que tu cónyuge entiende cómo piensas y sientes es el lo más importante en la conexión. Sin embargo es común la desconexión. La descodificación errónea del mensaje hace que se rompa la comunicación eficaz. Los factores responsables de esas interferencias y rompimientos pueden incluir:
Palabras o significados ambiguos Actitud negativa hacia el cónyuge
Asunciones que hacemos acerca del tópico o asunto con sesgos o prejuicios preconcebidos Actitud de defensa emocional provocada por abstracción propia o sentimientos de dolor, temor o enojo. Interrumpir o saltar a conclusiones La historia pasada de la relación (Noller, 1984, pp. 72, 185).
Repaso del mensaje. En esta parte del proceso de escuchar, llamado a veces “escuchar reflexivo”, repetimos al emisor nuestra comprensión de lo que acaba de decir. Estamos verificando para ver si recibimos correctamente el mensaje y le aseguramos con ello que estamos tomando el mensaje seriamente. Como dice Hugh Mackay, “el escuchar reflexivamente es la restricción que asegura que recibiremos el mensaje antes de reaccionar a él”. Si nuestra comprensión del mensaje es inexacta, ya sea en contenido o tono, se le da la oportunidad al emisor de corregir nuestra comprensión de lo que ha dicho (Mackay, 1994, p. 178). El método más eficaz en esta repetición de lo que hemos escuchado, es parafrasear el mensaje total, tanto en sus partes cognitivas como sentimentales, de manera que el emisor pueda confirmar que lo que ha dicho se ha “leído” correctamente. Confirmación. La comunicación se completa cuando el emisor confirma que se ha hecho la conexión, que el receptor ha escuchado con exactitud el mensaje y ha reconocido la realidad de los sentimientos del emisor. Este acto de confirmación es un momento de acuerdo que crea intensidad emocional. Transmite el aprecio, aceptación y afirmación por parte del emisor, por el apoyo y comprensión que se ha logrado. Aumenta grandemente el sentido de unión emocional y el nivel de intimidad en la relación, Si no se da la confirmación, entonces el emisor y el receptor pueden tratar nuevamente de establecer la conexión. La comprensión de estas etapas del proceso de comunicación subraya dos asuntos de suma importancia para la comunicación marital que deben ser bien entendidos. En primer lugar, la comunicación no verbal juega un papel vital en el proceso de la vinculación afectiva. El recibir el mensaje total no solo asegura una mayor comprensión, sino que provee además la clave de la conexión emocional. El fracaso en descodificar los matices de los sentimientos transmitidos a través del canal no verbal, inhibe grandemente las posibilidades de intimidad y disminuye el potencial para la cercanía emocional en el matrimonio. Frecuentemente, en el matrimonio, la comunicación se lleva a cabo en el nivel de contenido, pero no se llega a los niveles profundos de sentimientos y significado porque las parejas fallan en escuchar con atención todo lo que se comunica. En segundo lugar, el escuchar es crucial para la comunicación marital. El no escuchar atentamente es uno de los peligros mayores que enfrentan las parejas matrimoniales. La evidencia sugiere que la gente típicamente usa solamente un 25 por ciento de su capacidad de
escuchar. Seleccionamos, ignoramos, distorsionamos o entendemos mal aproximadamente un 75 por ciento de todo lo que escuchamos cada día. El arte de escuchar Como se ha dicho anteriormente, el escuchar es uno de los regalos más grandes que podemos darle a otra persona. Es un acto de amor y comprensión o solidaridad. A través de él transmitimos un poderoso mensaje de afirmación acerca del valor que le damos a la persona que nos está hablando. En The lost art of listening, Michael Nichols (1995), indica por qué es importante escuchar.
Es la forma como recibimos información acerca de los demás, de nuestras relaciones, de nuestro mundo y aun de nosotros mismos. Es la forma como validamos las experiencias de otros y por la que ellos reconocen, y validan nuestras experiencias. Contribuye a nuestro valor propio y nos ayuda a sentirnos, agradables, aceptables y valiosos como seres humanos. Tiene la habilidad de moldear nuestro carácter y hacernos sentir seguros. Es el puente entre los espacios que nos dividen o separan de los demás. Todos anhelamos escapar del aislamiento de nuestra existencia para encontrar compañía en el país de la comprensión (pp.15, 16).
Dietrich Bonhoeffer, en Life Together (1945), escribe acerca del escuchar, como un ministerio. Dice que el primer servicio que les debemos a los demás consiste en escucharlos; que amar a otra persona significa aprender a escucharla. Sin embargo, muy frecuentemente, como cristianos, sentimos que debemos siempre contribuir con algo al estar con otros, olvidando así que “escuchar puede ser un servicio mayor que hablar” (p. 75). Y sigue diciendo: Muchas personas están buscando un oído que escuche. No lo encuentran entre los cristianos porque esos cristianos están hablando cuando deberían estar escuchando. Pero aquel que ya no escucha a su hermano, muy pronto no escuchará más tampoco a Dios; no hará más que parlotear también en la presencia de Dios. Este es el comienzo de la muerte de la vida espiritual… (p. 75). Los escritores de la Biblia confirman la importancia de escuchar. Dice Salomón: “cuando se instruye al sabio, aprende ciencia” (Prov. 21:11) - “el hombre sabio aprende escuchando” (en la versión LB); y “responder antes de escuchar, es fatuidad y oprobio” (Prov. 18:13) El apóstol Santiago aconsejó a todos en la iglesia primitiva: “…todo hombre sea pronto para escuchar, lento para hablar” (Santiago 1: 19).
¿Por qué es que se nos hace tan difícil escuchar? Nichols sugiere que “para escuchar bien, tenemos que olvidarnos de nosotros mismos y someternos a la necesidad de atención de la otra persona”, algo que no es fácil de hacer (Nichols, 1995, p. 3). El preocuparnos por nuestras propias necesidades inmediatas no nos permite escuchar. Algunas de las razones porque fracasamos al escuchar, son las siguientes:
Falta de atención, debido a fatiga u ocupaciones. El escuchar requiere enfoque de atención, energía y esfuerzo. Preocupación por nuestros propios pensamientos, sentimientos, trabajo y necesidades. Distracción, ya sea por nuestro propio diálogo interior, niveles de ruido y actividad, o por palabras o emociones generadas por el diálogo. Sobrecarga de información –demasiada información o información que no entendemos; por ejemplo, lenguaje técnico. Bloqueo intencional y activo del proceso de comunicación al filtrar lo que no deseamos escuchar, cambiar el tema, echarle la culpa a la otra persona, ocuparnos en ensayar lo que vamos a responder, o dar una solución prematuramente. Aburrimiento –“ya lo sé”, “ya he escuchado antes todo eso”. Asumir o juzgar a la ligera con respecto a lo que se ha dicho o la forma de decirlo. Enfocar la atención en los detalles de la historia y no reconocer los sentimientos y emociones expresados.
De acuerdo con el sicólogo Carl Rogers (Simon, Howe & Kirschenbau, 1995), ser un buen oyente requiere involucrarse activamente en el proceso de diálogo. Y hace una clara distinción entre el “escuchar pasivo” y lo que él llama “escuchar activo”. Escuchar pasivamente, dice él, involucra simplemente escuchar el tema o monólogo de un orador, mientras que el “escuchar activamente” involucra a dos personas interactuando juntas, cada una de ellas escuchando intencionalmente y tratando de comprender y responder a lo que el otro está diciendo. El escuchar activamente implica tres componentes clave: 1. Escuchar las palabras y sentimientos. El oyente pone mucha atención para escuchar no solamente lo que se dice (las palabras), sino para escuchar y entender también los sentimientos implicados. 2. Relación de empatía con el emisor. La empatía es comprensión y respuesta a la experiencia emocional de la otra persona. El oyente percibe con sensibilidad lo que la otra persona está viendo y sintiendo. El oyente se pone en la posición del emisor y se esfuerza por ver el mundo a través de sus ojos. Empatía significa también que el oyente desarrolla la capacidad de dejar que el emisor sepa que es comprendido y respetado.
3. Aplazamiento de juicio. El oyente acepta los pensamientos y sentimientos expresados por el emisor sin juzgar ni condenar. El oyente suspende sus propios juicios de valor y recibe todo el mensaje antes de reaccionar a éste. Esto sugiere que el oyente está dispuesto a permitir que el emisor tenga sus sentimientos, sin ningún intento de evitarlos, negarlos, arreglarlos, controlarlos o invalidarlos. El arte de escuchar activamente es una habilidad que necesita aprender cada pareja. Con frecuencia es difícil ser objetivos en cuanto a cuán bien escuchamos, porque estamos casi siempre ciegos a los malos hábitos que hemos desarrollado y que nos evitan mantener el enfoque y prestar atención al mensaje que se nos está dando. Además, se nos hace difícil creer que nuestra propia ansiedad para agradar o controlar sea la razón por la que nuestras respuestas bloquean el proceso de comunicación. Características de un buen oyente
Mantiene contacto visual con la persona que le habla Responde con una sonrisa, movimiento de cabeza o muestra interés Presta cuidadosa atención “a todo lo que está sucediendo” No interrumpe el flujo de información Mantiene una actitud y postura abierta y de aceptación Aprende a escuchar (aun en los silencios) y no apresura el ritmo o apura al emisor Se mantiene emocionalmente tranquilo y controlado No cambia el tema y le permite al emisor que termine de expresar sus pensamientos. Se conecta con los sentimientos Repite esas partes del mensaje que no entendió bien Aclara y repite los pensamientos y sentimientos del emisor al parafrasear lo que ha dicho
Resumen. Es importante para las parejas matrimoniales estar conscientes no solo de sus diferencias, sino de la necesidad de comunicarse mutuamente. El fracaso en conectarse en el nivel emocional es la causa mayor por la que muchos matrimonios luchan por sobrevivir. Cuando hay malos entendidos, la mayoría de las parejas dejan de escucharse uno al otro, están a la defensiva y no receptivas a nueva información. Para que una persona sea capaz de comunicarse eficazmente con su pareja, necesita estar dispuesto a revelar sus sentimientos internos y tomar el riesgo de ir más allá de aquellos aspectos en donde se siente cómodo y sin temor. La pareja debe también prepararse para que el cónyuge se sienta seguro de comunicarse y de responder con empatía, aceptación y confianza. Una buena forma de comenzar a extenderse más allá de sí mismo es asegurarse de
comunicar al cónyuge sentimientos positivos, siendo que son fácilmente aceptados y presentan poco riesgo. Esta acción tenderá a aumentar la oportunidad de intimidad, reduciendo temores e inhibiciones. Creará una atmósfera en la que será más fácil revelar otros sentimientos más difíciles de compartir. Ejercicio entre parejas. Práctica de la habilidad de escuchar activamente Como ejercicio para esta sesión, invita a las parejas de tu grupo a practicar sus habilidades de escuchar activamente, con el ejercicio siguiente: El esposo cuenta una historia acerca de “una cosa que realmente me molesta, es…” (A fin de mantener el enfoque en la formación de esta habilidad, se pide al esposo que elija un asunto fuera de la relación interpersonal). Tiene 3 minutos para contar su historia. Durante este tiempo, la esposa está escuchando activamente en dos niveles – (1) el contenido de lo que se está diciendo y (2) los sentimientos expresados, que pueden estar detrás de las palabras. Ella no debe decir nada durante los tres minutos. Debe mantener un apropiado contacto visual, mostrar interés y ser agradable, pero no decir nada. Al final de los 3 minutos, se le dará un minuto para que resuma o parafrasee lo que escuchó decir a su esposo, para indicar que “escuchó” todo lo que dijo. Él validará su respuesta si su recolección de lo dicho es correcta. Si ella falla en conectar con todo o con una parte de la historia escuchada y sus sentimientos, debe intentarlo de nuevo y aclarar más esa comprensión para que se establezca la conexión. Repite el ejercicio, con la esposa ahora contando la historia acerca de “una cosa que realmente me frustra, es…” (Aquí nuevamente la esposa elige un asunto fuera de su relación interpersonal). El esposo escucha y luego se le da un minuto para la realimentación. Finalmente, reúne a todas las parejas para comentar sobre esta experiencia de aprendizaje, comentando juntos, como grupo, lo que han observado y aprendido acerca del proceso de escuchar. No se comenta el contenido de la historia de cada pareja, sino el ejercicio mismo. El dirigente(s) puede tal vez explorar cuestiones tales como “¿Cuál fue para ustedes la parte más difícil de este ejercicio?”, o “¿Qué aprendieron en esta experiencia, acerca del escuchar activamente?”, o bien, “¿Por qué es tan difícil escuchar?”. Ejercicio entre parejas: Comunicación entre la pareja Usando la página de respuestas Comunicación entre la pareja, invita a las parejas a: 1. Responder por separado al cuestionario 2. Explorar juntos las respuestas de cada uno
3. Comentar sobre aspectos en la relación en las que se manifiestan claramente diferencias y preocupaciones. 4. Subrayar tres aspectos para futuro diálogo y resolución. Comunicación entre la pareja Evalúa tu nivel de satisfacción con la comunicación que tienes con tu pareja.
Encierra en un círculo la respuesta (1-5) que mejor describe la forma en que te sientes acerca de cada aspecto de tu comunicación marital. Encierra en un cuadrado cada aspecto que piensas que seleccionará tu cónyuge al responder.
Definitivamente Usualmente
Nunca Verdadero
Usualmente
Definitivamente
Falso
No falso
Verdadero
Verdadero
1
2
3
4
5
1 1 1 1
2 2 2 2
3 3 3 3
4 4 4 4
5 5 5 5
1 1 1
2 2 2
3 3 3
4 4 4
5 5 5
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Falso
1. Se me hace muy fácil expresar todos mis verdaderos sentimientos a mi cónyuge 2. Mi pareja sabe escuchar bien 3. Estoy contento con la forma como mi cónyuge y yo nos hablamos mutuamente 4. Temo a veces pedirle a mi cónyuge lo que quiero 5. Cuando tenemos problemas, mi cónyuge frecuentemente responde con silencio 6. A veces tengo problemas para creer lo que dice mi cónyuge 7. Mi cónyuge hace a veces comentarios que me rebajan 8. Desearía que mi cónyuge estuviera más dispuesto a compartir conmigo sus verdaderos sentimientos 9. No siempre comparto los sentimientos negativos hacia mi cónyuge por temor a que se enoje 10. Con frecuencia no le digo a mi cónyuge lo que siento porque ya debería saber cómo me siento 11. Mi cónyuge tiende a hablar demasiado y con frecuencia monopoliza la conversación 12. Soy siempre buen oyente
13. Me gusta la forma como mi cónyuge me 1 2 3 4 5 anima y expresa su aprecio por lo que hago 14. Mi cónyuge me deja hablar sin interrumpir 1 2 3 4 5 15. Tiendo a evitar conflicto con mi cónyuge 1 2 3 4 5 y me retraigo al ser confrontado 16. Muestro mis emociones negativas en forma 1 2 3 4 5 no verbal Revisa la lista y marca los tres aspectos de comunicación más importantes que necesitan mejorar y compartan juntos tales preocupaciones. Adaptado de The Couple Comunication Scale, por D H Olson, D G Fournier y J M Druckman. Usado con permiso.
Sesión 3 Para entender y tratar el conflicto marital Recurso de Liderazgo Cómo manejar el mayor obstáculo en el matrimonio No es cuánto se ame una pareja, cuán excelente sea su relación sexual, cómo maneje su dinero o cómo discipline a los hijos lo que mejor predice la calidad de su relación. Es la forma como encaran sus diferencias (Markman, Stanley & Blumberg, 1994, p. 6). Las investigaciones actuales revelan que el gran obstáculo para la intimidad y satisfacción en el matrimonio, es la inhabilidad de la pareja para manejar con éxito los desacuerdos y conflictos. Virginia Satir piensa que las personas no pueden ser “reales” o desarrollar una relación mutua verdaderamente humana y entusiasta hasta no haber confrontado y manejado con éxito sus diferencias (Satir, 1972, p. 138). Ser capaz de manejar las diferencias, la amplia esfera de las diferencias individuales, es lo que constituye la experiencia clave de cualquier matrimonio de éxito. Reconciliación de diferencias. John Gottman hace notar cuán importante ha descubierto que es este aspecto de resolución de conflictos, a través de sus últimos años de investigaciones sobre el matrimonio. La lección que he aprendido de mis años de investigación es que un matrimonio duradero es el resultado de la habilidad de la pareja para resolver los conflictos que son inevitables en cada relación. Muchas parejas tienden a equiparar un bajo nivel de conflicto con la felicidad y piensan que el poder decir “nunca
peleamos” es señal de salud. Pero creo que crecemos en la relación al reconciliar nuestras diferencias. Esa es la forma como nos convertimos en personas amantes y realmente experimentamos los frutos del matrimonio. (Gottman, 1994, p. 28). Las parejas se llegan a conocer más íntimamente al reconciliar sus diferencias. Gottman no está sugiriendo que el matrimonio sea resolver o neutralizar diferencias, sino cuán bien la pareja aprende a vivir junta a pesar de las diferencias inherentes. Lo más importante es la forma como manejan las inevitables diferencias que se presentan cada vez que dos personas forman un matrimonio. Esto hace surgir la pregunta: “¿Por qué es tan difícil tratar con nuestras diferencias?” El papel de la emoción en el conflicto marital Gracias a los investigadores del matrimonio como Gottman y otros, ya no son un misterio las causas de la infelicidad y aflicción maritales. Ahora sabemos que la naturaleza de las angustias maritales se relaciona con la forma en que las parejas manejan sus diferencias y reconcilian los problemas que se desarrollan en su matrimonio cuando uno de los dos se siente (1) inundado por emociones negativas y (2) atrapado dentro de estrechos y negativos patrones de interacción que albergan conflictos y regulan sentimientos de temor y rechazo (Johnson, 1996, pp. 1, 3). Necesitamos reconocer el papel ineludible que juega la emoción entre las parejas al tratar de resolver sus diferencias. Una vez más, debemos enfocar la atención en la importancia del lazo emocional que existe entre dos personas casadas y el proceso interactuado de apego por el que se forma. El daño causado a la relación matrimonial por continuos conflictos irresueltos, los sentimientos de vulnerabilidad, inseguridad y abandono, pueden repararse solamente al prestarse atención al desarrollo de esos comportamientos de apego que reconstruyen y fortalecen el lazo emocional. Muchas dificultades matrimoniales tienen su génesis en la forma en que las parejas procesan sus sentimientos mutuos. Los problemas generalmente surgen cuando los cónyuges fallan en “leer” con precisión las emociones del otro, tratan de evitar o controlar la expresión de los sentimientos, o responden negativamente a las emociones dentro de la relación. Esto tiende a fomentar ciclos de interacción negativa y crea malos entendidos y aflicción que da como resultado hostilidad, actitud defensiva o retraimiento (Johnson & Greenberg, 1994, pp. 302, 309). Temor de ser mal entendido o rechazado. De importancia vital en el asunto de conflicto marital es el grado en que los cónyuges se sienten vulnerables mutuamente o con temor de no ser entendidos o apoyados emocionalmente. El temor a ser atacados, abandonados,
rechazados o descubrirse incompetentes o inadecuados, tiende a restringir la forma en que se comparte o procesa la información. Evoca también conductas que ultimadamente ponen en peligro el matrimonio. Cuando sentimientos de frustración, temor, enojo y dolor permanecen después de un intenso intercambio emocional, el cónyuge puede quedar reflexionando en sus heridas y contemplando el estado futuro de la relación. Estos sentimientos inhiben el aumento de la confianza e intimidad y obstaculizan el desarrollo de una conexión significativa. Intensificación de sentimientos de ansiedad e inseguridad. Cuando las parejas reaccionan uno ante otro, surge el segundo asunto mayor. En su intento de enfrentar el temor de ser mal entendidos o rechazados, se generan sentimientos de ansiedad e inseguridad entre los cónyuges. Esta ansiedad es vista por muchos investigadores como un asunto de apego. Las ansiedades e inseguridades fomentan el establecimiento de ciclos recurrentes de interacción negativa. Estos son intentos de restablecer la conexión rogando o demandando que la otra persona sea más accesible y sensible o receptiva. Si esto no sucede, el cónyuge puede intensificar sus esfuerzos a través de conductas tales como protestar, aferrarse, o simplemente evitar al otro cónyuge, hasta que éste se vuelva más disponible y sensible y restablece contacto significativo. Estos ciclos repetitivos de interacción negativa se mantienen por intercambios emocionales que cobran vida propia mientras los cónyuges atacan, condenan, culpan y hasta muestran desprecio mutuo. Esta negatividad que comienza a envolver toda la relación, puede con frecuencia dar como resultado el desarrollo del patrón muy común de “ataque –retirada”. La búsqueda por parte de un cónyuge es enfrentada por el otro distanciándose. Cuando una pareja falla en resolver esos patrones negativos y en formar mutuas conexiones positivas, comienzan a desaparecer el respeto y la buena voluntad y el matrimonio realmente lucha por sobrevivir (Johnson & Greenberg, 1994, pp. 302, 309). De acuerdo con Gottman, lo que realmente separa a las parejas contentas de aquellas en profunda miseria es la forma como establecen exitosamente un balance saludable entre los sentimientos y acciones positivos y negativos entre ellos. En las parejas contentas, los sentimientos negativos y discusiones frecuentes encuentran equilibrio con mucho amor y compasión, gran empatía y afirmación; mucho de toque afectivo, sonrisas y risas. El predominio de esas conductas positivas actúa como un nutriente, que nutre el efecto, gozo y contentamiento que fortalecen la habilidad de la pareja para enfrentar las diferencias y duras tormentas de conflicto y desacuerdos. Interesantemente, Gottman piensa que el conflicto puede cumplir una función positiva en el matrimonio. Al facilitar el ciclo de cercanía y distancia, el conflicto crea de hecho la dinámica que evita el estancamiento y estimula la renovación e intimidad relacional. Sugiere que se requiere una cierta cantidad de negatividad para fomentar creatividad en el matrimonio y
ayudar a que prospere. Mientras que esto podría ser realidad, es muy claro que demasiada negatividad es definitivamente destructiva para la relación (Gottman, 1994, pp. 56-67). Definiendo el conflicto Robert Bolton piensa que no se puede encontrar intimidad personal sin conflicto. El amor y el conflicto son inseparables (Bolton, 1979, p. 207). ¡Eso puede ser verdad! Sin embargo, aunque el conflicto pueda ser normal y parte inevitable de nuestras relaciones, no es algo que procuramos o gozamos. La mayoría de nosotros ve el conflicto como perjudicial y destructivo y haría cualquier cosa por evitarlo, aun al punto de suprimir nuestros sentimientos y reacciones emocionales al ser confrontados, desafiados o frustrados. Las Escrituras nos advierten acerca de los efectos destructivos que los comportamientos negativos y conflictos pueden tener en nuestra relación. El sabio Salomón dice: “La lengua que sana es árbol de vida, pero la perversa quebranta el espíritu” (Prov. 15:4). Nos invita a recordar que “El que comienza la pendencia es como quien suelta el agua; deja, pues, la porfía, antes que se enmarañe” (Prov. 17. 14). En otras palabras, “es difícil parar una pelea una vez que comienza, así que no dejes que comience”. El apóstol Pablo instó a dos personas en Filipos: “Ruego a Evodia y a Síntique que sean de un mismo sentir en el Señor (Fil. 4:1).Escribió también una larga carta a los creyentes de Éfeso, aconsejándoles: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificar a otros según sea necesario, para que dé gracia a los oyentes. Libraos de toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia y de toda malicia. Sed benignos, compasivos unos con otros, perdonándoos unos a otros, como también Dios os perdonó en Cristo” (Efe.4: 29, 31, 32). Puede definirse el conflicto como “un proceso interpersonal que ocurre cuando las acciones de una persona interfieren con las acciones de otra”. (Dominian, 1995, p. 87). Newton Malony ve el conflicto como una batalla por la vida. Propone que debemos hacer una clara distinción entre conflicto y problemas. Conflicto tiene que ver con la respuesta interna a las amenazas externas que ponen en peligro nuestro estatus, identidad y estima propia. Cuando nuestra estima propia sufre un golpe real o imaginario, nos vemos forzados a defendernos o a sentirnos sicológicamente devastados. Aplica el término problema a esas situaciones que involucran disputas, diferencias de opinión y lucha sobre objetivos y valores entre dos personas o grupos de personas (Malony, 1989, pp. 15, 18, 31). Componentes básicos del conflicto Hay dos componentes básicos en un conflicto, el contenido emocional y el componente de asuntos específicos. El componente emocional constituye la dimensión relacional que incluye sentimientos de ira, desconfianza, defensa, burla, resentimiento, temor y rechazo. Los asuntos
específicos pueden ser necesidades y valores conflictivos, desacuerdos sobre reglamentos y prácticas y concepciones diferentes de papeles a desempeñar y uso de recursos. Estos dos componentes están con frecuencia entremezclados y es difícil separarlos (Bolton, 1979, p. 217). Los asuntos específicos generan frecuentemente conflicto emocional y el componente emocional tiende a multiplicar los asuntos específicos. Dos principios guiadores tienen generalmente aplicación al tratar con estos dos componentes del conflicto. Primeramente, si la relación es espontánea y saludable, el aspecto emocional o relacional tiende a retroceder hacia el fondo. En segundo lugar, entre más se luche por definir o reconocer el componente emocional, se da menos importancia al asunto específico o contenido del conflicto. Debe alentarse a las parejas a identificar esos dos contenidos al surgir el conflicto en su relación. Primero tratar constructivamente el componente emocional. Cuando fluye la adrenalina y se levantan las emociones, cuando el enojo se expresa en forma verbal o no verbal, los cónyuges son más imprevisibles y están listos para combatir. Es muy importante que aprendan a escuchar y conectarse primeramente con los sentimientos del otro. Nada puede resolverse hasta que puedan primero conectarse con la frustración y el dolor que motiva el enojo. Tratar en segundo lugar el asunto específico. Cuando las parejas se han conectado primeramente con los sentimientos, pueden entonces procurar examinar racionalmente los asuntos específicos. Fuentes de conflicto en el matrimonio Dinero, sexo y comunicación. Varios asuntos crean típicamente conflicto entre los cónyuges. Los asuntos tienden a cambiar en importancia e intensidad a través del ciclo de vida familiar. Sin embargo, los principales asuntos son dinero, sexo y comunicación. Pueden ser difíciles porque son síntomas de asuntos esenciales y fundamentales relacionados con la supervivencia, seguridad emocional e intimidad. Se van a presentar regularmente esos asuntos específicos; por lo tanto, debe encontrarse una forma de manejarlos si se desea que la relación funcione eficazmente. Mala comunicación. La queja inicial en asesoría matrimonial es frecuentemente “simplemente no nos podemos comunicar”. La mala comunicación es una causa común de conflicto y desacuerdo que ocurre cuando los cónyuges encuentran difícil expresar sus necesidades, deseos y sentimientos, o cuando recurren a constante cuestionamiento, crítica y condena del otro cónyuge. Si la pareja falla en compartir mutuamente ideas, opiniones e información general, se sentirán frecuentemente aislados, ignorados y sin falta de apoyo emocional. Cuando esto sucede, típicamente terminan en el patrón “prosecución –retirada”.
Relación y asuntos familiares. Otros conflictos se relacionan con la relación y asuntos familiares – desacuerdo en cuanto al liderazgo en la relación. ¿Quién es responsable por tomar la decisión final? ¿Cómo deben distribuirse las tareas del hogar? ¿Qué sucede cuando se falla en cumplir con las tareas del hogar? Otras fuentes de conflicto son la disciplina y cuidado de los hijos, límites apropiados con familiares políticos y otros familiares, equilibrio entre el trabajo y la familia. Diferencias. En un nivel más profundo, las diferencias de personalidad y las diferencias de género influyen generalmente sobre los conflictos maritales. Diferencias en cuanto a pulcritud, puntualidad, disciplina propia, ambición, niveles de energía, dominio, celos, falta de generosidad, necesidad de excitación, o relajación, negatividad o falta de seguridad en sí mismo, son parte de una amplia esfera de diferencias que pueden fácilmente convertirse en material perfecto para el descontento, la irritación y la disputa. Las investigaciones indican que los esposos tienden a evitar el conflicto por lo desagradable de su agitación física durante la discusión, mientras que las esposas tienden a aumentar la intensidad y elevar el conflicto cuando perciben el comportamiento no sensible y elusivo del esposo. Los hombres tienden a ser “demasiado racionales” y minimizan las emociones durante el conflicto, mientras que las mujeres tienden más a quejarse y criticar (Gottman, 1994, pp. 149 -153). Siendo que el hombre y la mujer tienden a tener formas diferentes de experimentar y expresar las emociones, esto también puede crear muchos malos entendidos y desacuerdos en el matrimonio (Gottman, 1999b, p. 307). Diferencias en la historia y trasfondo familiar. Son con frecuencia una fuente no reconocida de conflicto en el matrimonio. Los cónyuges traen una variedad de actitudes, valores y creencias acerca del dinero, (su importancia y cómo debe ser manejado), sexo (su valor y función), religión (su papel central en la familia) y los hijos (cómo deben criarse- en forma estricta o indulgente), que influyen en la forma como se conectan e interactúan como padres y como cónyuges. Aun las actitudes hacia el conflicto mismo, o cómo enfrentar la ira y el estrés, aprendidas en su familia cuando crecían, causan frecuentemente amargos desacuerdos al frustrarse la pareja con tales diferencias. Seis asuntos no aparentes provocan las discusiones más destructivas. Por no aparentes queremos decir que no se habla generalmente de ellos o se reconocen abiertamente (Markman, Stanley & Blumberg, 1994, pp. 123 -131). Poder. Las parejas pueden pelear inconscientemente sobre quién tiene el control de la relación. ¿Quién tiene la última palabra? Las luchas de poder ocurren para determinar el resultado y resolución de las inquietudes. Los asuntos de control probablemente no dañarán mucho la
relación cuando la pareja siente que forman un equipo y que se toman en cuenta las necesidades y deseos de ambos al tomar decisiones. Sentirse amados. Los cónyuges necesitan sentir que son amados y que se satisfacen sus necesidades emocionales. El saber que están seguros dentro de esa relación y que son necesitados y atendidos por su pareja, prepara el camino para una gran conexión y mejor solución de los problemas. Reconocimiento. Cuando las personas reciben reconocimiento y aprecio por sus logros, de parte de su cónyuge, se sienten valorados por lo que son y por lo que hacen. Esto no solo evita que se agote la relación, también provee la confianza para enfrentar los asuntos abierta y eficazmente. Dedicación. Es esencial que los cónyuges se sientan seguros en su relación. Cuando se presenta el conflicto, si la persona siente que su compañero puede “levantarse e irse”, entonces se despiertan la ansiedad e incertidumbre, las cuales pueden bloquear la senda de la resolución del conflicto. Integridad. Nada socava más la habilidad de una pareja para enfrentar sus problemas y diferencias, que el sentir que su compañero cuestiona sus motivos o intenciones. Cuando una persona se siente invalidada, insultada o cuestionada en cuanto a su integridad, tales sentimientos gobiernan sobre cualquier intento de resolver asuntos o problemas específicos. Aceptación. Todas las personas necesitan sentirse aceptadas y respetadas mutuamente. Esta es la base de todo lo demás. El temor al rechazo o de no ser aceptado, sabotea el deseo de la persona de buscar seriamente resolución al conflicto. Markman ve la “aceptación como el asunto subliminal básico bajo los aspectos de poder, cuidados, dedicación e integridad en las discusiones” (Markman, Stanley & Blumberg, 1994, pp. 132). Modelo de tres pasos para manejo de conflictos Las parejas pueden ayudar a reducir el estrés y evitar el rompimiento de su matrimonio al refrenar o eliminar la negatividad –amenazar, culpar y avergonzarse mutuamente, o usar lenguaje de crítica como forma de reaccionar a la conducta y acciones del cónyuge o tratar de controlarlas. Pueden aprender a manejar eficazmente su conflicto y resolver sus problemas en forma tal que se proteja la relación. Tristemente, nadie nos enseña formalmente cómo enfrentar el conflicto, así que con frecuencia tropezamos entre actitudes y conductas que aprendimos en la niñez, al observar a nuestros padres u otros adultos enfrentando los desacuerdos.
El siguiente es un modelo de tres pasos que ayudará a los cónyuges a conectarse emocionalmente, a establecer un diálogo saludable y resolver sus problemas amigablemente. Paso Uno: Conectarse con la emoción. Encargarse primero de las tensiones emocionales generadas por el conflicto y conectarse con los sentimientos de la otra persona. Enfocar primariamente la atención en dos aspectos –reconocer los propios sentimientos y respuestas y estar dispuestos a conectarse con las reacciones emocionales del cónyuge. Calmarse. Siendo que “inundarse emocionalmente” es muy destructivo para la relación, la primera estrategia que se debe aprender es reconocer cuando te sientes sobrecargado; identificar qué te provoca y reconocer qué te arrastra hacia los patrones negativos de interacción. Da pasos deliberados para calmarte:
Relájate mientras controlas tus respuestas físicas, reduces tu nivel de respuesta y te encargas de tus reacciones al estrés, a fin de poder entrar en diálogo con tu pareja. Pide tregua a fin de recuperar tu compostura. Háblate a ti mismo para deshacerte de pensamientos negativos, hirientes o vengativos y remplázalos con otros tranquilizantes y de validación que practiques en ti mismo. (Gottman, 1994, 176 -181).
Escucha a tu cónyuge en forma no defensiva. La conexión con el cónyuge es crucial para la comprensión y resolución del conflicto. El escuchar en forma empática te permite considerar los sentimientos de tu cónyuge y evitar la escalada, la invalidación y el retraimiento. El hablar con tu pareja en forma que no provoque una respuesta defensiva reducirá su actitud defensiva y mejorará la comunicación mutua (Gottman, 1994, pp. 181-194). Respalda los sentimientos del otro. Aceptar, apreciar y afirmar los sentimientos del otro no significa necesariamente estar de acuerdo con ellos. Solo muestra empatía y comprensión. Nada hace sentir a una persona más valorada, respetada y amada (Gottman, 1994, pp. 195199). Paso dos: Discutir el problema. Procura entender la preocupación de tu pareja con respecto a un asunto específico. Las siguientes son algunas actitudes y acciones críticas en el proceso de discutir un problema: Comienza suavemente la discusión. Las investigaciones muestran que las parejas en un matrimonio estable y feliz son extremadamente cuidadosas de la forma como comienzan sus discusiones conflictivas. El “suavizar los comienzos” ayuda a minimizar la actitud defensiva del otro (Gottman, 1999b, pp. 224-225). Presta atención a tu diálogo interno controlando los pensamientos negativos y el deseo de responder defensivamente. Enfoca la atención en traer
los asuntos con amigabilidad, simpatía, y comprensión de la situación de tu cónyuge en su mente. Define claramente cuál es el problema que debe resolverse. Sé específico y asegúrate de que ambos entienden cuál es la naturaleza del problema y cómo lo ven ambos. Enfoca la atención en un problema a la vez. No compliques el asunto tratando de discutir a la vez asuntos varios o relacionados. Discutan y validen sus puntos de vista. Expresa el problema, pero no trates todavía de resolverlo. Asegúrate de que ambos entienden y validan el punto de vista del otro. No generalices el problema, sé específico y evita usar absolutos tales como “tú siempre”, “tú nunca”. Evita etiquetar personalmente al otro y trata de eliminar todas las agendas escondidas y el uso de mensajes disfrazados. Técnica emisor-receptor. Si el discutir juntos el problema es realmente difícil o explosivo, uno o los dos pueden pedir “tregua”. Esto no significa evitar el asunto, sino pedir tiempo para calmarse (regresar al paso uno) y volver a enfocar la atención en los asuntos importantes implicados en el conflicto. Cuando estén listos para recomenzar las discusiones, tal vez desees, con respeto y seguridad, utilizar el muy efectivo y probado método de comunicación llamado “Técnica emisor –receptor” elaborada por Markman, Stanley y Blumberg, en su libro Fighting for your marriage (Markman, Stanley y Blumberg, 1994, pp. 63, 64). Esta técnica puede operar como interruptor, al evitar que surjan los cuatro patrones destructivos de comunicación. Opera según las reglas siguientes: Reglas para parejas
El que está hablando tiene la palabra y el derecho a hablar sin ser interrumpido El turno de hablar es compartido alternativamente durante la discusión No se permite ninguna solución al problema; solamente una buena discusión de los pensamientos y sentimientos.
Reglas para el emisor
Habla por ti mismo. No trates de leer la mente del otro. Habla acerca de tus pensamientos, sentimientos y preocupaciones. Trata de usar declaraciones que comiencen con “Yo”. No hables y hables. Confina lo que dices a declaraciones breves y manejables. No largos monólogos Haz una pausa y deja que tu interlocutor parafrasee lo dicho.
Reglas para el receptor
Parafrasea y repite lo escuchado Enfoca tu atención en el mensaje del emisor. Afirma lo que dijo. No trates de refutar su argumento.
Paso Tres. Resuelve los problemas. Nada se resolverá a menos que la actitud mutua sea positiva y ambos deseen el bien del otro. Una vez que se ha escuchado totalmente y entendido el punto de vista de cada uno, debes ser capaz de dar y tomar; ambos deben ser receptivos a la influencia del otro y reconocer que ninguno de los dos puede tener las cosas como las quieren todo el tiempo. Más aun, debes estar preparado para cooperar mutuamente en introducir cambios cuando estos sean importantes para la relación. Tal proceso colaborativo de resolución de problemas (Callan & Nolelr, 1987, p. 154), implica: Buscar soluciones alternas. Considera todas las opciones y alternativas abiertas para resolver el problema. Piensen en tantas ideas como sea posible sin crítica o evaluación. Elige la mejor solución. Explora las consecuencias de cada una de las alternativas propuestas. Esfuérzate por ser flexible para asegurarte que se atienden ambas necesidades. Esta clase de solución creativa (diferente de tu demanda original, pero satisfactoria para ambos) es superior a las alternativas de capitulación, (darle al cónyuge lo que quiere), compromiso (aceptar una solución que va en parte hacia el punto de vista de ambos), coexistencia (estar de acuerdo en aceptar las diferencias actuales). Planifica e implementa. Habiendo elegido una solución, esfuérzate ahora en un plan de acción y decide quién será responsable por hacer qué, dónde y cuándo. Actúa entonces conforme al plan. Evaluar el resultado y el proceso. Finalmente, necesitas tener control del efecto de la decisión, verificando mutuamente el proceso, lo que hubieran deseado hacer en forma diferente, y cuán eficaz fue el resultado. Establezcan una fecha para revisar la solución y evaluarla. El valor de este proceso de tres pasos es que comunica a la pareja un importante mensaje mutuamente afirmativo acerca de cuánto se valora la relación. Las necesidades de los cónyuges son lo suficientemente importantes como para escuchar y entender y están dispuestos a arriesgarse en nuevos senderos en su búsqueda de ideas que mejoren su matrimonio. Errores comunes en la resolución de conflictos
Fracaso en escuchar y tratar con los sentimientos y emociones Fracaso en aclarar el problema. Ambos deben escuchar lo suficiente como para entender lo que el otro está diciendo y entender sus preocupaciones.
Fracaso en obtener toda la información. La etapa de solución no puede apresurarse. Las parejas necesitan entender y definir adecuadamente el problema. Hasta no tener claros los hechos, no están listos para buscar una solución. Algunos simplemente carecen de la motivación para resolver sus diferencias, ya sea porque ya no les preocupa la relación o porque la encuentran muy difícil. Resuelven pronto la situación siendo sumisos o evitando totalmente el conflicto. El fracaso en comunicarse eficazmente puede crear también una enorme barrera para la resolución del conflicto. La persona que comete el error de criticar, ser dogmática o estar a la defensiva y usar varios “juegos de poder” para bloquear la resolución eficaz del conflicto, no permite que el cónyuge se sienta comprendido y apreciado dentro de la relación matrimonial.
El matrimonio junta a dos personas en una relación especial. Cada matrimonio tiene su propia combinación de estilos para manejar el conflicto. Como se indicó antes, los cónyuges tienden a aprender su modo de resolver el conflicto desde su niñez, al crecer en su propia familia, donde observan, copian y reaccionan a los estilos de sus padres. Como resultado, las parejas pueden encontrarse atadas en conflictos, usando dos estilos aprendidos que no funcionan juntos. Esto puede ser frustrante y confuso, especialmente si ambos creen que su forma es la correcta y que es la única para manejar el conflicto y lograr la solución, la paz y la armonía. Ejercicio en parejas: Análisis de conflicto Invita a las parejas a usar la hoja de respuesta Análisis de Conflicto, para identificar un aspecto problemático que produce conflicto en su relación actual. Usando el Modelo de tres pasos para manejo de conflictos, anima a las parejas a buscar solución para su aspecto conflictivo. Como alternativa, la pareja tal vez desee tomar uno de los asuntos identificados en la Sesión 1, como problema que requiere solución. La pareja usará el Modelo de tres pasos para manejo de conflictos, para buscar la solución. Concede suficiente tiempo para que las parejas trabajen juntas en este ejercicio a fin de que alcancen logros significativos (aproximadamente 20 a 30 minutos).
Análisis de Conflicto La mayoría de las parejas tienen desacuerdos y conflictos en su relación. Indica el grado aproximado de acuerdo o desacuerdo entre tú y tu pareja en cada asunto de la lista siguiente.
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19.
Siempre
Usualmente
de acuerdo
de acuerdo
Sin refutación
Usualmente
Siempre
en desacuerdo
en desacuerdo
Manejo de las finanzas familiares 1 2 3 4 5 Asuntos de recreación 1 2 3 4 5 Asuntos religiosos 1 2 3 4 5 Demostraciones de afecto 1 2 3 4 5 Amigos 1 2 3 4 5 Relaciones sexuales 1 2 3 4 5 Convencionalidades (conducta correcta o apropiada) 1 2 3 4 5 Filosofía de la vida 1 2 3 4 5 Formas de tratar con los padres políticos 1 2 3 4 5 Blancos, objetivos, cosas que se creen son importantes 1 2 3 4 5 Cantidad de tiempo pasado juntos 1 2 3 4 5 Toma de importantes decisiones 1 2 3 4 5 Tareas del hogar 1 2 3 4 5 Intereses y actividades en tiempo libre 1 2 3 4 5 Decisiones sobre la carrera 1 2 3 4 5 Orar y estudiar juntos 1 2 3 4 5 Procedimientos para criar a los hijos 1 2 3 4 5 Lugar donde se vive 1 2 3 4 5 La siguiente línea representa diferentes grados de satisfacción en cuanto a cómo actualmente resuelves conflictos. Encierra en un círculo el número que mejor representa cómo te sientes (considerándolo todo) acerca del nivel de resolución de conflictos en tu relación. ____0__________1__________2___________3___________4__________5_________6 ___________ Extremadamente Un tanto Muy poco Satisfecho Muy Extremadamente Perfectamente Insatisfecho insatisfecho satisfecho satisfecho satisfecho Adaptado de Graham Spanier, “Measuring Dyadic Adjustment: New Scales for Assesing the Quality of marriage and Similar Dyads”, Journal of Marriage and the Familiy, febrero de 1976. Usado con permiso.
MODELO DE TRES PASOS PARA MANEJO DE CONFLICTOS 1. Conectarse con la emoción a. Tranquilizarse b. Escuchar no defensivamente c. Validar los sentimientos del otro 2. Discutir el problema a. Iniciar “suavemente” la discusión b. Definir claramente el problema que debe ser resuelto c. Discutir y validar los puntos de vista 3. Resolver el problema a. Buscar soluciones alternas b. Elegir la mejor solución c. Elaborar un plan de acción d. Implementar el plan e. Evaluar el resultado y el proceso usado para lograr la solución Referencias ………….. Bryan Craig, DMin., es director emérito del Departamento de Ministerio de la Familia de la División Pacífico del Sur de los Adventistas del Séptimo Día. Reimpreso de, Celebrate Marriage! 2005 Family Ministries Planbook. Usado con permiso.
Crianza de hijos “divinos” en la tierra Por Willie y Elaine Oliver Introducción 1. El criar hijos en la sociedad actual es más desafiante que nunca. El moldear el carácter de un hijo es aun más urgente al enfrentarse con los diarios valores que son hostiles a los valores de Dios. Los niños de hoy están bombardeados con mensajes mixtos a través de los medios de comunicación, Internet, otros adultos y sus compañeros. Esos mensajes confusos los colocan en un sendero cada vez menos sensible a la violencia, inmoralidad, abuso, discriminación y otros males sociales. Las estadísticas sobre homicidios de adolescentes, acoso escolar, balaceras en las escuelas, suicidios, abuso de drogas, reflejan un cambio masivo en la naturaleza de la niñez –que hace más difícil para los niños el aprendizaje de las lecciones básicas de control propio, estima propia, y empatía hacia otros. Los niños de hoy tienden más a la depresión, ansiedad y conducta impulsiva. Al mismo tiempo, los padres tienen más presiones económicas, así que deben trabajar más duramente y más tiempo, lo cual les deja menos tiempo para estar con sus hijos. A pesar de esos desafíos, los padres todavía son la mejor protección (factor de protección) para que los hijos no se involucren en conductas riesgosas tales como consumo de drogas, relación sexual premarital y desórdenes de la alimentación. Los padres deben desempeñar un papel activo al facilitar el desarrollo del carácter social y emocional de sus hijos. Mientras que la labor de padres no es una ciencia exacta y no ofrece garantías, los padres que pasan la mayor parte del tiempo con sus hijos podrán infundir en ellos valores cristianos que los prepararán no solo para la vida en esta tierra, sino para la vida eterna. Hay veces cuando la labor de los padres parece una tarea insignificante, especialmente cuando se cambian los pañales, se limpia lo derramado, se discute acerca de hora de llegar a la casa y sobre alcobas desordenadas. Este texto es un recordativo maravilloso de que los hijos son ciertamente un don de Dios. Es asombroso pensar en que Dios confía suficientemente en los seres humanos como para que críen hijos “celestiales” en esta tierra. La labor de padres debe ser considerada como obra sagrada (Prather, H. & Prather, G., Spiritual parenting, 1996).
La labor de padres es una de las tareas más importantes y desafiantes que Dios le ha dado a la humanidad. Considera la importancia eterna de criar a un hijo que no es solamente obediente, sino que llegará a tener un carácter maduro, tendrá una saludable estima propia, podrá manejar sus emociones y tendrá relaciones saludables con los demás. Por supuesto, no hay tal cosa como padres perfectos, pero por la gracia de Dios nuestros hijos pueden crecer hasta llegar a ser buenos adultos, habiendo tenido padres menos que perfectos. De la misma manera, los padres no deben esperar que sus hijos sean perfectos. Cometerán errores, experimentarán fracasos y exhibirán rasgos muy humanos. Los padres que crean un ambiente de humildad y gracia cosecharán los beneficios en su relación con sus hijos y verán los resultados en la forma como sus hijos se relacionan con los demás e influyen sobre ellos. Comencemos con una definición de valores y carácter. Los valores son nuestro sistema de creencias. BusinessDictionary.com define los valores de la forma siguiente: Creencias o ideales importantes y perdurables compartidos por los miembros de una cultura acerca de lo que es bueno o deseable y lo que no lo es. Los valores ejercen una influencia importante sobre la conducta de la persona y actúan como amplias pautas en todas las situaciones. Algunos valores morales fundamentales son la honestidad, integridad, respeto, responsabilidad en relación a otros. Estos valores básicos se describen claramente en la Biblia como frutos del Espíritu. Lee Gálatas 5: 22-23 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. Contra estas virtudes, no hay ley. El carácter es la activación de nuestros valores. El carácter no es lo que decimos, es lo que somos. Es la forma como vivimos nuestros valores; una expresión del fruto del Espíritu en Gálatas.
El carácter se forma de los valores fundamentales mencionados previamente. Cuando esas cualidades son parte del carácter de la persona, uno puede esperar que sean exhibidos persistentemente y consistentemente en la conducta de la persona. No se espera que cambien cuando la persona interactúa con diferentes personas o en diferentes situaciones. 5. Lee la cita de Ralph Waldo Emerson (poeta y escritor estadounidense) “No digas nada. Lo que eres predomina sobre ti y grita de tal manera, que no puedo escuchar lo que dices en forma contraria”. - Ralph Waldo Emerson-Letters and Social Aims (Merrian –Webster, 1. (1992). The Merriam-Webster dictionary of quotations (53). Springfield, MA: Merrian-Webster). Desde una perspectiva cristiana, la norma de carácter es fijada por Cristo mismo. Cristo señaló la norma para el desarrollo del carácter en el Sermón del Monte, un sermón que no está simplemente lleno de bellas palabras, sino uno que nos dice cómo ser cristianos. No es pasivo, es activo. Como cristianos, nuestra comprensión del desarrollo del carácter necesita establecerse dentro del contexto del evangelio. Las buenas nuevas del evangelio son que la perfección del carácter de Cristo está delante de todos nosotros. El desarrollo del carácter por parte nuestra no puede añadir nada a la abundante salvación que es nuestra en Cristo. ¡Tal gracia es verdaderamente asombrosa! Nuestro deseo de “ser buenos” y de criar hijos “buenos”, no debe ser entendido en ningún sentido como contribuyente a nuestra salvación. Es solamente la respuesta a la gracia. De esta manera, para el cristiano, el blanco en el desarrollo del carácter cristiano es reflejar a Cristo en la forma como nos relacionamos con otros. El carácter puede observarse en la conducta de una persona. En ese sentido, se puede diferenciar “carácter” de “valores”. Recordemos que los valores son nuestras creencias. Es algo más filosófico. El carácter es activo. 6. Nota para el presentador: El objetivo de esta actividad es hacer que los participantes piensen en sus objetivos en relación con sus hijos y cómo desean edificar ciertas cualidades, creencias, valores, percepciones y habilidades en la vida de sus hijos Actividad:
-Pide a los participantes que redacten un discurso de siete frases u oraciones sobre lo que les gustaría que sus hijos (cuando crezcan) dijeran acerca de ellos. -Incluir las características de personalidad que poseen ahora (aquellas por las que les gustaría que fueran conocidos). -¿Qué valores esenciales han cultivado a través de su crianza? - Elige 3 o 4 participantes para que lean sus discursos al grupo. 7. Algunas cualidades que deseamos ver en nuestros hijos Justicia Honestidad Confiabilidad Actitud perdonadora Respeto por los derechos ajenos Respeto por la autoridad legítima Responsabilidad por su propia conducta Capacidad de generosidad y amor 8.Inteligencia emocional. ¿Qué es? -La inteligencia emocional (EQ, IE) es la habilidad para controlar las emociones. -Es estar conscientes emocionalmente y tener la habilidad de manejar las emociones aun en situaciones de estrés. -Los investigadores han encontrado que el EQ es más predictivo del éxito en la vida, que el IQ (cociente intelectual). -La inteligencia emocional lleva a la felicidad en todos los aspectos de la vida. 9.Inteligencia emocional. ¿Por qué es importante? -El desarrollo del carácter no es intrínseco, a menos que esté consciente de la parte emocional. -La habilidad de manejar las emociones propias bajo toda circunstancia es la verdadera prueba del carácter. -Es esencial ayudar a los hijos a manejar sus emociones para que se conviertan en adultos responsables y solícitos.
“La vida familiar es nuestra primera escuela de aprendizaje emocional”. Dice el sicólogo Daniel Goleman en su libro Emotional intelligence (Bantam, 1995, pp. 189-90): “En esta caldera íntima aprendemos a cómo sentirnos acerca de nosotros mismos y cómo reaccionarán los demás a nuestros sentimientos; qué pensar acerca de esos sentimientos y qué opciones tenemos al reaccionar; cómo interpretar y expresar esperanza y temor. Este aprendizaje emocional opera no solo a través de lo que los padres dicen y hacen directamente con los hijos, sino también a través de los modelos que ofrecen al manejar sus propios sentimientos y los que ocurren entre esposo y esposa. Algunos padres son maestros emocionales realmente talentosos y otros atroces. 10.El Dr. John Gottman, un notable sicólogo que ha hecho amplias investigaciones sobre matrimonio y labor de padres, sugiere que los padres necesitan involucrarse en los sentimientos de sus hijos. Los padres deben convertirse en entrenadores emocionales. Deben usar las emociones negativas y positivas como oportunidades para enseñar a sus hijos lecciones importantes acerca de la vida y establecer una relación cercana con ellos. El Dr. Gottman aclara que ese entrenamiento emocional no significa que los padres hagan a un lado la disciplina, sino que ayuda a los padres a tener interacciones padres-hijos más eficaces. (Gottman, J., Raising an emotionally intelligent child, 1997, Nueva York). Los padres como entrenadores emocionales Hay cinco pasos que los padres deben dar en su entrenamiento emocional: -Reconocer la emoción del hijo -Reconocer la emoción como oportunidad para la intimidad y la enseñanza ´-Escuchar con empatía, validando el sentimiento del hijo. En su investigación, el Dr. Gottman encontró que las actitudes de los padres son esenciales en la crianza de hijos que serán emocionalmente inteligentes y adultos responsables. Los padres deben asegurarse de que su lenguaje no es evaluativo, crítico, moralizante, crítico o acusador. (Gottman, J., Artículo: Fostering emotionally intelligent children, families and communities), 2011, Gottman Institute). -Ayudar al hijo a encontrar palabras para nombrar la emoción que está sintiendo. -Fijar límites mientras se exploran estrategias para resolver el problema. Los hijos necesitan padres que fijen claramente límites apropiados a su edad. Dependen de su guía en la niñez y adolescencia. Los hijos comienzan a pedir independencia desde muy temprano en su vida; sin embargo, los padres que dan independencia sin límites, no le están haciendo un favor al hijo. Más bien están creando confusión e inseguridad.
Por otra parte, el control sin independencia es también un obstáculo para el desarrollo. Los hijos deben respetarse como personas que tienen un punto de vista y debe dárseles oportunidad para tomar decisiones. 11.Nuestro último blanco, como padres, es que nuestros hijos se conviertan en adultos maduros que reflejen el carácter de Cristo en su relación con otros y los valores de su reino eterno al tomar decisiones en su vida. Y estas son las buenas nuevas –Nunca es tarde para comenzar y no estamos solos en esto. Formación de un puente entre valores cristianos y comportamiento cristiano Saber acerca de valores, carácter e inteligencia emocional, es una cosa, pero ¿cómo ayudan los padres a sus hijos a ir del pensamiento a la acción? ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a convertir en verbos, sustantivos tales como generosidad, bondad, consideración, sensibilidad, perdón, compasión. Los hijos no adquieren lo que Robert Coles (1997) llama “inteligencia emocional” o lo que Goleman llama “inteligencia moral”, memorizando normas y reglamentos. Una lista de buenas cualidades y virtudes se olvidará tan pronto como se memorice, pero la práctica en situaciones reales, escenarios creados o planes imaginados, establece el escenario para la acción. Al hacerse propios los valores, el ser “bueno” llega a ser parte de la identidad de nuestros hijos. Este compromiso hacia los valores cristianos va más allá de creencia y palabras, se actúa. Este es el testimonio de un jovencito de 13 años: Si solamente tratas de acordarte de ser cortés y ayudar a alguien si puedes hacerlo, si tratas de ser amigable con la gente y no pasarte de listo…entonces ese es el comienzo, porque ya está en tu mente (¿puedes verlo?), ya está en tu mente que debes estar allí haciendo algo al respecto, lo que crees que es correcto y bueno, y no solamente hablando de ello (Coles, 1997, p. 17). Si vamos a facilitar el desarrollo del carácter de nuestros hijos, hay varias verdades que debemos entender y poner en práctica en nuestra relación con ellos (Lickona, 1983): Moralidad es respeto. El respeto es el centro de la moralidad –respeto por nosotros mismos, por otros y por Dios. Debemos respetar a nuestros hijos y esperar que ellos también nos respeten. Si deseamos criar hijos morales, debemos tratarlos como personas. Un pastor se sintió sacudido por esta idea
cuando un miembro de iglesia lo tocó en el hombro al dar un paso hacia atrás, y le dijo: “Cuidado, hay una persona detrás de ti”. Al volverse para pedir disculpas a otro adulto, se sorprendió al ver a un pequeño de dos años, de paso todavía inseguro. Ciertamente había una persona detrás de él y nunca es demasiado temprano para aprender acerca de respeto. Aunque se nos recuerda a tratar aun al niño más pequeño con respeto, también ellos deben aprender a respetarnos como padres. El respeto es calle de dos vías, toma y da. Es vivir de acuerdo a la regla de oro en todas nuestras relaciones – “Y lo que quisierais que los hombres os hagan, así hacedles vosotros a ellos” (Lucas 6:31). Las acciones hablan más fuertes que las palabras. Los niños toman en cuenta cualquier cosa que hacemos; observan, archivan en su mente y más tarde imitan la forma en que vivimos los adultos, lo que hacemos y cómo tratamos a quienes nos rodean. Servir de modelo es una forma eficaz de enseñanza. Pero recuerda, servir de modelo no tiene que ver con perfección. Es dejar que los hijos observen nuestra entrega a los ideales cristianos. Es también lo que hacen los cristianos cuando cometen un error. Es decir que lo sientes mucho. Es hablar con tus hijos acerca de tus luchas para vivir de la forma en que vives. Es depositar en el Salvador todas tus necesidades. Los valores deben ser vistos y escuchados. Como dice el viejo refrán, “No solamente debemos practicar lo que predicamos, sino predicar lo que practicamos”. Los hijos necesitan nuestras palabras y también nuestras acciones. Para un máximo impacto, no solamente se les deben enseñar los valores, necesitan también saber las razones y creencias que los inspiran. Los padres necesitan guiar, instruir, escuchar y aconsejar. En el estudio Valuegenesis, de 12,000 jóvenes adventistas, uno de los indicadores de alto nivel de desarrollo de fe en los jóvenes fue el de padres que hablan abiertamente de su fe. Es vital la capacidad de pensar. Los padres necesitan enseñarles a sus hijos a pensar, no lo que deben pensar. Alguien describió la estrategia eficaz de sus padres: Cada vez que hacía algo malo, mis padres no solamente demandaban que dejara de hacerlo. Más bien, me preguntaban casi siempre. “¿Cómo te sentirías si alguien hiciera eso contigo?” Eso me daba una oportunidad de reflexionar en lo que había hecho y cuánto me gustaría que me lo hicieran.
Creo que esto me ayudó a través de mi vida. Ahora trato siempre de hacer un alto y preguntarme eso mismo antes de hacer algo, en vez de hacerlo después.. (Lickona, 1983, p. 24). Hay aquí dos importantes lecciones: Primera, tomar tiempo para pensar; segunda, ponerse en los zapatos de la otra persona. Ninguna de las dos viene naturalmente en los niños. Necesitan que los animemos a ello y mucha práctica. Las situaciones se presentan cada día –en la vida familiar, en los periódicos, en la televisión, etc., y pueden convertirse en oportunidades para hacer a nuestros hijos pensar. Aun cuando no se presenten situaciones reales, podemos proponer escenarios para ayudar a los niños a ejercitar y afinar su razonamiento moral. El amor es funcional. El amor es el fundamento sobre el que edifican los padres. Dice la Biblia: “Dios es amor” (1 Juan 4:16). Es su amor el que reflejamos para nuestros hijos. Los hijos necesitan estar enraizados y fundados sobre el amor (Efesios 3:17), ese tipo de amor que Dios derrama sobre nosotros –amor incondicional. La clase de amor que no pide nada como paga. Este tipo de amor ayuda a nuestros hijos a desarrollar un concepto positivo de sí mismos, un sentido de valor propio, una fortaleza interna. 11. El amor es… -Atención bien enfocada -Tiempo -Apoyo -Conexión -Límites -Entrega El amor nos une unos a otros y nos conecta con Dios. El ser amados nos ayuda a amarnos a nosotros mismos. La orden bíblica “ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22: 39), reconoce que debemos reconocer primero nuestro valor como personas, antes de valorar o amar a alguien más. Los niños o adultos que no se sienten amados tienen mucha dificultad para abrirse o amar a los demás. El amor se puede deletrear de muchas maneras. Se puede deletrear como a t e n c i ó n e n f o c a d a
Los niños necesitan saber que se les escucha y que son lo suficientemente importantes como para que dediques toda tu atención a lo que tienen que decir. También se deletrea t i e m p o. No hay atajos, aun para padres muy ocupados. Ningún tiempo “de calidad” reemplaza la mínima “cantidad”. Las familias fuertes estructuran sus agendas, aunque sean muy ocupadas y frenéticas, para pasar tiempo juntas comiendo, trabajando y jugando. En síntesis –la labor de padres requiere tiempo. Se deletrea a p o y o. Crecer significa riesgos. Tomar riesgos es atemorizador. Cuán afortunado es el hijo cuyos padres fomentan una actitud de “puedo hacerlo” y los animan a intentar nuevas cosas, que le celebran sus éxitos y consideran sus “fracasos” como simples “intentos que nos enseñan qué es lo que no funciona”. Afortunados también los que reciben muchas más alabanzas y aprecio, que críticas y quejas. Tales padres ayudan a sus hijos a desarrollar un sentido de sí mismos como el de personas “buenas” y competentes que pueden ponerse de parte de los que es recto y que no necesitan a toda costa la aprobación del grupo. Se deletrea c o n e x i ó n. Las últimas investigaciones indican que los jóvenes que más probabilidades tienen de involucrarse en comportamientos riesgosos (drogas, bebidas alcohólicas, relaciones sexuales premaritales, exceso de velocidad al conducir, etc.) son aquellos que se sienten desconectados. Por otra parte, quienes experimentan una sólida conexión con su familia, iglesia, escuela y comunidad, son los menos vulnerables a tales conductas. Se deletrea l í m i t e s. El amor y los límites van juntos. Un repaso de 500 estudios sobre estilos de labor de padres encontraron estos dos factores como los dos índices más significativos de la clase de labor de padres que produce hijos que más probablemente van a adoptar los valores de los padres y de tener la capacidad de establecer relaciones cálidas y positivas con los demás. También se deletrea c o m p r o m i s o, o entrega. Ultimadamente, los niños necesitan saber sobre todas las cosas, que no hay nada que puedan decir o hacer, o ser, que los saque del círculo de tu amor. 14.Aprecio por el regalo
Los padres no pueden evitar todas las tormentas y presiones del tránsito de los niños hacia la edad adulta. Habrá dolores de crecimiento tanto para los padres como para los hijos. Sin embargo, cuando los padres ponen la base para el desarrollo positivo y saludable de los hijos, entonces los hijos tendrán la mejor probabilidad de convertirse en las personas que Dios desea que sean. Serán capaces de elegir lo correcto cuando se enfrenten a decisiones duras; no serán sacudidos tan fácilmente por las opiniones de otros y sus relaciones tendrán la mejor probabilidad de florecer. Descubrirán que un sólido carácter, aunado a inteligencia emocional no solo los beneficia personalmente, sino que ellos serán de gran beneficio a su familia, iglesia y sociedad, porque han recibido los bloques de construcción esenciales para la vida. 12. Nota para el presentador: Termina con una oración, pidiendo a Dios que provea padres con sabiduría, inteligencia emocional y amor incondicional. Willie y Elaine Oliver son directores del Departamento de Ministerio de la Familia, de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.
La Historia de los Niños
Compartiendo las Buenas Nuevas Por Clair Sanches
(Material necesario: 128 monedas de chocolate o dulces, una bolsa de papel no transparente y una Biblia (puede pedirse a los niños más grandes que lean textos de la Biblia). Cuando Jesús Estuvo en esta tierra tuvo algunos amigos muy especiales. Los llamamos discípulos. Estos amigos estaban siempre con Jesús, escuchando y aprendiendo de él. Después de que Jesús murió y resucitó, les dio una tarea para que hicieran estos amigos especiales. En Mateo 28:19 Jesús les dijo: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. (NVI) Eso es algo en lo que creemos como Adventistas del Séptimo Día. Creemos que debemos difundir el amor de Jesús a todos los que nos encontremos. No siempre es fácil contarles a otros acerca de Jesús. En algunas ocasiones, no desean escuchar o sentimos que tal vez no sea el momento oportuno para contarles algo. Tal vez nos preocupamos, porque queremos encajar con nuestros amigos que no creen en Jesús. Tal vez seamos tímidos. Cualquiera que sea el motivo, no hay razón para preocuparse. En Mateo 28:20 vemos que no estamos solos y no debemos sentir temor. “Enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. Coloque las 128 monedas de chocolate en la bolsa. Lea la misión que Jesús nos dio en Romanos 10:14, 15: “Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ‘¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas’! Saque una moneda de chocolate. Esta moneda representa al primer niño que llegó a la Escuela Sabática. Después de la iglesia, este niño le contó a un amigo acerca de las buenas nuevas de Jesús y le pidió que viniera a la iglesia. Saque otra moneda de la bolsa. Ahora hay dos niños en la Escuela Sabática. Después de la iglesia, estos dos niños le contaron a un amigo acerca de las buenas nuevas de Jesús y les pidieron que vinieran a la iglesia.
Saque otras dos monedas de la bolsa. Ahora hay 4 niños en la Escuela Sabática. Después de la iglesia estos cuatro niños le cuentan a un amigo acerca de las buenas nuevas de Jesús y les piden que vengan a la iglesia. Saque 8, 16, 32, 64 y repita la historia. Al sacar los 64, vacíe la bolsa. Muéstreles que en 8 semanas pueden llegar de 1 hasta 128 niños en la Escuela Sabática. Obsequie dos monedas a cada niño. Una para ellos y otra para un amigo. Así que recuerden las palabras de Jesús: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (RV 1960) Cierre con una palabra de oración.
Referencias La presentación de las 128 monedas de chocolate ha sido adaptada de: www.kidsundayschool.com. _______________________ Clair Sanches es Directora del Departamento de Ministerios Familiares para la División Transeuropea de los Adventistas del Séptimo Día.
La Historia de los Niños
¡Igual a MÍ! Por Kylie Ward Nota para el que narrador: Recuerdo haber escuchado esta historia en la iglesia hace como 18 años –no sé de donde vino, pero la tomé, y la conté, y la conté y siempre recibí una respuesta positiva. A lo largo del camino ésta ha cambiado y se ha convertido en la historia que es hoy. El punto de la historia es simple, se trata de llegar a salir de nosotros mismos y de nuestras circunstancias y caminar en los zapatos de otros y conectarnos con ellos. Esta historia puede ser leída como está escrita; sin embargo, es mejor cuando se actúa con todas las instrucciones y voces. La historia funciona bien con voces y gestos salvajes, representando a los personajes, mostrando las rabietas y levantando la voz. Cuando finalmente se aprende la lección, baja su voz en reconocimiento a la humildad para cambiar. Puede conseguir que el narrador de la historia represente a los cuatro personajes o puede actuarse y tener a cuatro personajes representando cada una de las partes e incluir al narrador. ¿Qué la parece hacer todo salvaje y disfrazarse como cada uno de los animales? ¿O incluso simplemente usar una máscara? Esta historia es divertida, dramática y emocionante, pero el meollo de la historia es claro, tenemos que alcanzar a otros que no son como nosotros, o que no son de nuestra familia –cuando lo hacemos somos bendecidos. He incluido preguntas al final para que el narrador tenga la oportunidad de dejar claro el mensaje. Había una vez una abeja reina que era muy hermosa. Se sentía muy aburrida sola en la colmena. “Hmm”, reflexionaba, “quiero tener alguien con quien jugar, alguien que sea igual a mí: hermosa, inteligente y adorable”, decía mientras admiraba su reflejo en la ventana y le gritaba a su maltratado y quebrantado, pero fiel siervo abeja. “Sí, señora” decía el siervo abeja cojeando, limpiándose su nariz con catarro y bufando mientras venía. “Ve y encuentra a alguien que juegue conmigo, que sea igual a mí, hermosa, inteligente y adorable”, dijo en un tono enfermizo y empalagoso. El siervo corrió tan rápido como sus torcidas patas pudieron llevarlo. Fue por todos los alrededores, a lo alto y ancho, cerca y lejos, hasta que encontró a una criatura muy interesante –era negra con 8 patas. ¿Qué clase de criatura es esa? Adivinaron -¡una araña! “Su majestad”, balbuceó el siervo, “¡le traje alguien con quien puede jugar, que es igual a usted!” La abeja reina se quedó mirando a la criatura. Chilló como si hubiera visto algo espantoso. “Llévatela y tráeme alguien con quien pueda jugar que sea igual a mí: hermosa, inteligente y adorable”, dijo con una voz que no era muy agradable. El siervo limpió su goteante nariz y salió
avanzando pesadamente. Anduvo en lo alto y a lo ancho, cerca y lejos, fue hacia atrás y hacia adelante y encontró al compañero de juego perfecto –esta criatura era muy hermosa y zumbaba con energía. Pensó que tal vez ahora sí había encontrado al amigo correcto. “Majestad”, ceceó, “encontré a alguien con quien usted puede jugar”, deteniéndose para resoplar, “¡que es hermosa!”. La abeja reina lo interrumpió. “Esa”, chilló, no es hermosa. La criatura era negra con alas, rojas con puntos negros. ¿Qué clase de criatura es esa? ¡Correcto! Adivinaron – es una mariquita. El siervo se dio cuenta que la abeja reina estaba muy disgustada; daba vueltas despotricando y con rostro muy serio y enojado. Lo miró como si fuera a estallar, se inclinó hacia el siervo: “alguien con quien jugar que sea IGUAL A MÍ”, le gritó hasta lo más alto de sus pulmones: “¡HERMOSA, INTELIGENTE Y ADORABLE, AHORA ANDA! El siervo subió por las colinas, bajó por las montañas y a través de los valles, hasta que encontró a una criatura justo como una abeja, con alas, podía volar y era toda negra. ¿Qué clase de criatura creen que es? Adivinaron –es una MOSCA. Gritó con todos sus pulmones, “¡YUCK, YUCK, YUCK! ¡LLÉVATELA!” La abeja reina estaba muy enojada. “Quiero alguien con quien jugar que sea igual a mí, no quiero jugar con alguien que no sea hermosa, inteligente y adorable, como YO”, refunfuñó para sí misma. Caminaba hacia atrás y hacia adelante, hacia atrás y hacia adelante, hacia atrás, hasta que dejó de quejarse. Se sentó, mirando y sintiéndose muy solitaria, sin nadie con quien jugar. Escuchó un ruido proveniente de la habitación de al lado. Se puso a escuchar y oía risas y bromas, cantos y juegos. Presionó su oreja a la puerta, preguntándose cuáles abejas se estaban divirtiendo tanto. Abrió poquito la puerta y se asomó por la rendija. ¡Quedó completamente sorprendida! Estaban la araña, la mariquita, la mosca y el siervo jugando todos juntos. “¿Cómo pudo ser posible esto?”, se preguntaba. “Estas criaturas no pertenecen a nuestra familia de abejas. ¿Cómo podían jugar juntas?”, observó calladamente. A nadie parecía importarle que el siervo abeja no pudiera correr muy rápido, y cuando se caía, la araña usaba todas sus patas para ayudarlo a levantarse. Cuando jugaban a la “roña”, la araña no podía volar, así que ellos se ponían de acuerdo para usar solo sus patas para este juego. Cada vez que hacían un plan que incluyera a todos, siempre se divertían. Les tomó tiempo y reflexión, pues eran diferentes, pero todo el tiempo hallaron un plan y siempre tuvieron diversión. Entre más observaba la abeja reina, más podía ver que algo maravilloso estaba sucediendo. Puesto que cada uno era diferente, de alguna manera eso lo hacía más divertido. Miró hacia abajo y vio como ella era diferente, era más grande que las demás criaturas y su color era distinto, se preguntaba si podía jugar, esperaba que sí, en realidad deseaba hacerlo. No creía que jugarían con ella, pues había sido muy mala. Pero, tal vez, podría tratar: “Um, perdón, dijo en su voz más tranquila y amable. “Me pregunto si no les importaría”, titubeó y se detuvo, “solamente estaba pensando, ¿me dejarían jugar con ustedes? Sé que soy un poco diferente, pero realmente me gustaría jugar”. El siervo abeja bufó y resopló como siempre lo hace y limpiándose su catarrienta
nariz, dijo: “claro, usted la trae, abeja reina”, gritó la araña y todos renqueaban, se arrastraban y corrían en diferentes direcciones.
Aplicación: ¿Cómo cuál criatura eres tú? ¿Cómo te sientes cuando otros no juegan contigo? ¿Cómo se siente ser diferente? ¿Qué sucede cuando todos jugamos juntos? ¿Quién crees que fue impresionado en esta historia? ¿Cómo piensas tú que puedes impresionar? Dios hizo a cada uno de nosotros para que seamos especiales y únicos. Todos somos preciosos y hermosos a su vista. Dios nos ama y desea que amemos a los demás. Saben, es divertido jugar con nuestros familiares y con la gente que son como nosotros, pero podemos tener aún más diversión cuando nos acercamos a todo tipo de personas y a todo tipo de familias. Algunas personas tienen familias muy grandes y otras familias son muy pequeñas. Existen familias donde nada más hay un adulto y otras familias tienen muchos adultos. Hay familias grandes con muchos niños y familias que no tienen ni un hijo. Aun cuando las familias todas son diferentes, cada familia puede extenderse y apoyar, ayudar y jugar con otras familias. Cuando nos extendamos hacia otras familias, recibiremos la bendición de Dios. “Las escondidas”, “la roña”, “el gato y el ratón” –utilice el término que se usa en su país. La persona que “la trae”, es quien persigue a los demás y los alcanza. _______________________ Kylie Ward es Directora de los Departamentos de Ministerios Familiares y Ministerio Infantil para la Unión del Pacífico de Nueva Zelanda de los Adventistas del Séptimo Día.
La Historia de los Niños
LA FAMILIA MISIONERA Por Miriam Andres En el libro de los Hechos, el Dr. Lucas da cuenta de los hombres y mujeres que tomaron en serio las últimas palabras de Jesús registradas cuando estuvo en esta tierra –un complemento de la Gran Comisión: “…serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8). La historia retrata maravillosamente esta realidad. El pastor Jerry y su esposa Joanna estaban visitando a familias que deseaban ser bautizadas, después de asistir a las reuniones en el pueblo y aprender acerca de Jesús. “Creo que esta es la casa del hermano Pedro”, dijo el pastor Jerry. “Lo vi sentado en esa silla vacía ayer por la mañana, al pasar por aquí cuando salí a correr”. “¿Estás seguro?”, preguntó Joanna. Antes de que el pastor Jerry pudiera responder, un muchacho gordito salió y dijo: “Pasen. Los hemos estado esperando. Estamos todos aquí; mi familia y otras tres familias que desean conocerlos”. “Mi esposa Joanna y yo estamos encantados de verlos esta mañana”, el pastor Jerry se apresuró a decir emocionado. “Esperábamos encontrar a una familia, tal como dice en este papel, pero ahora son cuatro las familias que están aquí. Hmnnn, eso es interesante. Pedro, ¿puede decirnos por favor algo más acerca de su familia y de las otras familias”. Joanna volteó a ver a su esposo y le dijo, “querido, antes de que nos responda, ¿pudiera hablar yo primero, por favor?” Hubo un coro de risas dentro del grupo. “Lo siento, cariño, por favor comparte ahora lo que piensas”. Joanna comenzó a hablar. “Bien, yo sólo deseo expresar mi agradecimiento a los jóvenes y niños que nos acompañan. Estamos felices de verlos. En la actualidad a la generación de jóvenes no les agradan las reuniones de ‘adultos’ como esta. Y aún así ustedes están aquí. Gracias de nuevo”. Los padres y niños sonrieron y agradecieron el cumplido de Joanna. Luego Pedro empezó a hablar. “Mi esposa y mi hijo Tim se bautizaron hace dos años. Estoy contento que pude seguir al Señor ahora. Decidí entregarme a Jesús y ser bautizado”. “Sólo por curiosidad”, dijo Joanna amablemente, “¿cómo conocieron la verdad su esposa y Tim? ¿Asistieron también a una campaña evangelística cada noche así como la tenemos ahora? ¿Y por qué le tomó dos años a usted el descubrir la verdad?”
Pedro respondió: “Quiero comenzar diciendo que no hubo reuniones por las noches para mi esposa y mi hijo. De hecho fue una “familia misionera” quien los llevó a Jesús”. “¿Qué quiere decir? ¿Dónde está la familia misionera? ¿Podemos hablar con ellos?”, preguntó emocionado el pastor Jerry. “Viven en el pueblo cercano, donde nosotros vivíamos. Pero nos mudamos aquí, porque nuestro negocio tiende a ser atractivo en esta área”. “Mi hijo tenía tan solo 6 años de edad, cuando nuestro vecino ASD lo invitó a asistir a la Escuela Sabática”, Pedro recordó. “Yo los llamo ‘la familia misionera’, porque nunca se cansan de traer gente a la iglesia. Su hijo de ocho años juega con Tim, así que fue fácil para mí decirle que aceptara la invitación. Luego estuvo aprendiendo cantos e historias bíblicas y yo estaba contento por eso”. “Pero recuerdo que una vez me asusté cuando Tim me preguntó por qué vamos a la iglesia en domingo, cuando se supone que debemos ir el sábado. Para mí él era solo un niño, así que no le presté mucha atención. Ignoré lo que dijo”. Justo entonces Tim levantó la mano y dijo: “¿Puedo continuar la historia, papi? Tú sabes que lo que sigue es mi parte favorita, ¿verdad?” Pedro asintió y dijo, “adelante, hijo. Es tu tiempo”. “No puedo olvidar ese viernes de mañana”, Tim empezó. “Uno de los ancianos de la iglesia de donde éramos miembros vino a invitarnos al culto. Notaron que habíamos faltado varios domingos a los cultos y a otras reuniones”. “Respondí amablemente y le dije, ‘lo siento hermano Samuel. Por favor, no nos espere más, porque ahora somos Adventistas del Séptimo Día’”. “Papá se sorprendió con lo que le dije”, Tim continuó. Realmente estaba apenado y molesto. Se disculpó con el hermano y le prometió que asistiríamos a la iglesia el domingo”. “Cuando el hermano se fue, mi papá volteó y me dijo: ‘Tim, hijo mío, olvida lo de ser Adventista del Séptimo Día. Nunca llegarás a serlo, ¡óyelo bien!” “Verdaderamente, ese fue el comienzo de días difíciles para mamá y para mí. Papá hizo todo lo que podía para no permitirnos ser adventistas. Había veces que él mojaba la ropa que mamá había preparado para el sábado o ponía puerco en la comida que mamá cocinada”, recordó Tim. La mamá de Tim se puso en el centro y dijo: “Estoy emocionada: ¿me permitirían hablar, por favor?” Hubo un rotundo “sí a coro” de todo el grupo. “En la víspera de nuestro bautismo, vi a mi esposo afilando el bolo. (El bolo es una herramienta de origen filipino, grande para cortar, similar al machete, usada particularmente en las selvas de Indonesia, en las Filipinas y en los campos de azúcar de Cuba. El principal uso del bolo es
remover la vegetación, ya sea para la agricultura o para limpiar el camino). Él los amenazaba con matarlos, si se bautizaban. Yo estaba temerosa y confundida. ¿Por qué nuestro amor a Dios nos apartaba como familia? No sabía qué hacer, pero sabía a dónde ir –con la familia misionera”. “Mi hijo y yo fuimos a su casa. Tito Nestor, el padre misionero, andaba de viaje. Solo la misionera, Tita Desy y su hijo Jack estaba allí. Con lágrimas en mis ojos les conté de las amenazas de mi esposo. Tita Desy no dijo una palabra por un buen rato. Simplemente me abrazó muy fuerte. Luego vi a Jack abrazando a mi hijo, quien para entonces estaba sollozando. Después de un momento de silencio, nos arrodillamos para orar. Después de la oración, nos sentimos fortalecidos y decidimos seguir al Señor no importando lo que sucediera”. “Nunca usé mi bolo”, interrumpió Pedro. “Cuando me di cuenta ya no pude detener a mi esposa y a mi hijo de que fueran bautizados, empecé a admirar su valor para defender lo que ellos creían”. “Después de ese incidente, no impedí a mi familia que fueran a la iglesia o que participaran en las actividades de la iglesia. Pero yo no los acompañaba. Aun me daba pena de que los vecinos supieran que estaba interesado en las creencias de los Adventistas del Séptimo Día. Más adelante ese mismo año, sucedió algo que cambió el curso de mi vida”. Joanna se emocionó aún más y empezó a hacer muchas preguntas a la vez. “¿De qué se trata? ¿Fue algo aterrador? ¿Quién estuvo involucrado?” “Oh, fue algo sencillo”, respondió Pedro. “Regresemos a la familia de vecinos misioneros. Ellos nos invitaron, junto con otras familias, a unirnos a un grupo pequeño llamado ¡WIN! Wellness [¡GANA! Bienestar], en su casa los domingos de tarde. ¡WIN! Wellness [¡GANA! Bienestar] combina el mensaje de salud con el ministerio familiar. Créanme, nunca me perdí una sesión en tres meses. Cuando nos cambiamos a este pueblo, mi familia decidió formar un grupo pequeño ¡WIN! Wellness [¡GANA! Bienestar], aquí también. El pastor Jerry miró a Pedro y dijo: “Ahora entiendo. Las demás familias que están aquí hoy, forman parte de su grupo pequeño, ¿estoy bien, Pedro? Ustedes asistieron a todas las reuniones en la noche y ahora nos invitan hasta aquí para hacernos saber que todos están listos para ser bautizados”. Todo el grupo aplaudió. De frente al grupo Joanna amablemente preguntó, “¿Dijeron que la familia misionera vive en el pueblo cercano?” Todos dijeron, “sí”. “Tienen razón, pero se da cuenta Pedro, que su familia es otra ‘familia misionera’?”, dijo Joanne. Tim volteó a ver a su mamá y a su papa y una enorme sonrisa iluminó su cara.
¡WIN! Wellness [¡GANA! Bienestar] consta de 21 presentaciones basadas en la Biblia, en diapositivas en PowerPoint, que combinan lo físico, mental, espiritual y las relaciones para una vida balanceada. En cada tema se encuentran historias, estudios científicos, de inspiración y motivación para un cambio de estilo de vida.
______________________ La Dra. Miriam Andres, es Directora del Departamento de Ministerios Familiares para la División del Pacífico del Sureste de Asia de los Adventistas del Séptimo Día.
La Historia de los Niños
UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD Por Karen M. Flowers
Nota para el narrador: Esta historia bíblica de “Jonás y la ballena”, se ilustra usando globos llenos de helio, amarrados con cuerdas o listones de aproximadamente 1 ½ metros de largo. Los niños mayorcitos disfrutarán detener los globos, mientras se les cuenta la historia a los más pequeños. Poner una barrera (ejemplo: una mesa larga o dos una al lado de la otra) detrás, donde se puedan esconder los “titiriteros”. Es esencial que se practique con anticipación para que cada uno sepa cuándo levantar por encima de la mesa su balón, según se indica en el guión. Recuerde a los titiriteros que tomen bien la cuerda para que el balón no se les escape hacia el techo, antes de que termine la historia. Un niño puede controlar varios balones de “olas” o “de gente de Nínive”. Esta historia es apropiada especialmente para un campamento familiar o retiro. Si se realiza en interiores, tomar en cuenta cómo recuperar los globos, si el techo es muy alto. Si se cuenta con gran variedad de colores de globos, se sugieren los siguientes colores: Dios Jonás Capitán del barco Marineros Olas Gente de Nínive Jesús Ballena
globo dorado globo rojo globo plateado 2-3 globos azul oscuro 4-6 globos, combinados azul claro y blanco 4-6 globos, combinados rosa y café globo púrpura globo gris o negro
Había una vez un hombre llamado Jonás. (Todos los globos y los titiriteros se Jonás era un profeta de Dios, o sea que Dios esconden detrás de la barrera, fuera de la le daba tareas especiales que hiciera para Él. vista de los niños). (El globo Jonás se eleva). Un día Dios encontró a Jonás y le dijo: “Jonás deseo que lleves n mensaje de parte (El globo Dios se eleva). mía a la gente que vive en la gran ciudad de Nínive. Quiero que les digas que quiero que cambien sus malos caminos, porque los amo (Los globos gente de Nínive se elevan). mucho”. Pero Jonás no quería ir a Nínive. En primer (Los globos Dios y gente de Nínive lugar, no quería caminar todo ese largo descienden). camino por el árido desierto. Pero no quería ir, principalmente, porque (El globo Jonás sube y baja y los niños las cosas que hacían los habitantes de titiriteros gritan “ouch, ouch, ouch”). Nínive eran malas, malas, malas y Jonás pensaba que Dios debería simplemente enviarles una plaga o algo para quitarlos de (Los globos gente de Nínive se elevan). la faz de la tierra. Así que Jonás pensaba y pensaba cómo (Los globos gente de Nínive descienden). podía evitar hacer esta tarea para Dios. Entonces tuvo una brillante idea. Se iría de viaje en un barco, pero en dirección contraria. Para cuando Dios lo encontrara, tal vez ya habría decidido enviar a alguien más. Así que Jonás se fue al muelle y justo encontró el barco.
(El globo Jonás se eleva y desciende lentamente, como si estuviera en el “pensamiento”, terminando en posición baja). (El globo Jonás se extiende a todo lo largo de la cuerda mientras el narrador lee “brillante idea”).
“¡Barco a la vista, señor!, gritó al capitán. ¿Tiene lugar para otro pasajero?” “Sí, podemos llevarlo”, dijo el capitán. (El globo Capitán se eleva). “Usted me cae bien”. Pero lo que no sabía era que Jonás estaba huyendo del Dios del cielo. Jonás estaba muy, muy cansado de todo lo (El globo Dios se eleva). que había corrido y él quería estar seguro que Dios no lo encontraría, así que se fue hasta el fondo del barco, donde estaba oscuro. Era un buen lugar para esconderse y
tener dulces sueños. Mientras Jonás dormía, estalló una (Los globos tormenta, que amenazaba con destruir el descienden). barco.
Jonás,
capitán
y
Dios
“¡Manos a la obra!”, gritó el capitán a su tripulación. “¡Aseguren el mástil! ¡Mantengan el barco! ¡Tiren la carga por la borda! ¡Oren a sus dioses!... Hey, ¿dónde está el forastero que llevamos a bordo? Yo mismo voy a despertarlo. ¡Más le convendría orar mientras se lanza del barco o pereceremos! ¡Nunca había visto una tormenta como esta! “¡Echemos suertes para ver quien causó esta tormenta!”, gritaron los marineros. ¡El nombre que salga, él es!” Un marinero metió su mano en la gorra y (Los globos marineros subían y bajaban al salió el nombre: ¡JONÁS! mismo tiempo, como inquietos). “¿De todas maneras, dinos quién eres? ¿Y (El globo Jonás se eleva). qué hemos hecho para que caiga tal desastre sobre nosotros?”, preguntaban los marineros. (El globo marinero se eleva). “Me llamo Jonás y adoro al Dios del cielo que hizo el mar y la tierra”, respondió Jonás. Los rostros de los marineros se llenaron de temor. “Entonces ¿qué HAZ hecho?”, deseaban saber los marineros. “Sólo échenme al mar”, replicó Jonás. “Soy (Todos los globos marinero se elevan). el culpable de esta tormenta”. Así que tomaron a Jonás y lo lanzaron en medio de la tormenta. Y Jonás se habría ahogado, a no ser que nuestro Dios da a las personas que se equivocan una segunda (Los globos capitán, marinero y Jonás oportunidad. ¿Pueden creerlo? ¡Envió a una descienden) ballena a restar a su profeta de la tormenta! (El globo Dios asciende) ¡E inmediatamente el viento y la lluvia, así
como los truenos y relámpagos se aplacaron y el mar estuvo en calma! Sano y salvo dentro de la ballena, Jonás (El globo ballena sube). agradeció a Dios por salvarlo y prometió hacer todo lo que Dios le pidiera que hiciera. Así que Dios hizo que la ballena (Los globos olas permanecen. El globo Dios depositara a Jonás en tierra firme, para que baja lentamente). pudiera dedicarse a su negocio. Y Dios habló de nuevo a Jonás. “Aún (El globo Jonás arriba). quiero que vayas a Nínive”, dijo. Pensó Jonás, “está bien, iré y predicaré a esos ninivitas, pero son tan malos que no (Los globos ola y ballena bajan). prestarán atención y entonces Dios los (El globo Dios sube). castigará como se merecen. Así que Jonás predicó las buenas nuevas a los ninivitas de que Dios deseaba darles otra oportunidad de amarlo y vivir bien. Para su sorpresa, los ninivitas escucharon. Dios se puso tan feliz que envió a Jonás a que regresara a decirles cuánto los había amado siempre. Él quería que supieran lo feliz que estaba porque habían dejado su mal comportamiento, ¡porque sus malos caminos no les dejarían nada bueno! Dios envió a Jesús para que nos diera esas buenas nuevas también a nosotros. No importa cuántos errores hayas cometido, esas buenas nuevas son para ti. Dios te ama mucho. Desea que escojas la vida buena que él ha planeado para ti. Pero cuando te equivoques, siempre puedes pedir perdón y Dios te ayudará a empezar de nuevo. ¡Muchas gracias por ello! ¡Un gran grito de alabanza a la “segunda oportunidad” que Dios nos da. (Saltan a la vista todos los balones y los titiriteros que permanecían escondidos detrás de la barrera).
(Los globos gente de Nínive suben). (El globo Jesús sube). (Al final de la historia, todos los globos se sueltan al techo y los titiriteros salen contentos).
__________________ La Dra. Karen M Flowers, es Directora emérita del Departamento de Ministerios Familiares en la sede de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. Tomado de Flowers, K.M. (2000) New Beginnings Family Ministries Planbook. Silver Spring, MD: Departamento de Ministerios Familiares, Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. Disponible en AdventSource: www.adventsource.com. Usado con permiso.
Recursos sobre Liderazgo
De familia a familia: familias llevando familias a Cristo Por Willie y Elaine Oliver con Barna Magyarosi
De familia a familia Porque las relaciones necesitan cultivarse
Diapositiva 1
Llevando familias a Cristo
Diapositiva 2
De familia a familia: ¿qué es? Se trata de un proyecto que fortalece a las familias adventistas, involucrándolas en ser testimonio para otros. Su objetivo es hacer de la familia el centro de las actividades evangelísticas en nuestras iglesias. Su objetivo principal es satisfacer las necesidades de grupos de distintas edades, que van desde la infancia hasta la edad adulta. Resalta la importancia de la oración intercesora. Está destinado a convertirse en el estilo de vida de cada familia adventista.
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Elena G. de White en Testimonios, Vol. 9, pág. 126, tuvo una visión en donde a familias enteras les fue presentado el poder de la Palabra de Dios. El fundamento de Familia a Familia está expresado en el libro El Evangelismo, p. 432. Hay una obra poderosa y especial para las familias en la ganancia de almas para Cristo.
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Su fundamento En estos pasajes hay consejo convincente del espíritu de profecía para que las familias usen el círculo familiar para enseñar a las familias acerca de las buenas nuevas del evangelio, que nos liberan.
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De familia a familia, ¿cómo funciona? De familia a familia es fácil de implementar y puede convertirse en el estilo de vida de todo Adventista del Séptimo Día. Tiene tres fases: Preparación Compañerismo Integración
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La primera fase es la Preparación Es de ayuda si la División, la Unión, Asociación o iglesia local lanzan la campaña inicial para ayudar a crear sinergia y entusiasmo. Escoja una familia o familias. Cada familia de la iglesia escoge una o más familias de su comunidad, vecindario o trabajo, para orar por ellas. Registre a las familias escogidas. Llene la forma de registro provista por la iglesia local o en tarjetas con los nombres de la familia y la información para contactarlas. Escoja un día especial o el sábado para ayuno y oración. El pastor de la iglesia y/o el equipo de ministerios familiares selecciona un día especial para ayuno y oración. Este día será dedicado especialmente para que las familias se preparen para ser usadas por Dios para compartir el evangelio con otras familias.
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Durante los siguientes 30 días, las familias participan de devocionales especiales en casa para motivarlos a involucrarse en el proyecto De Familia a Familia. Las familias también empiezan a interceder a favor de las familias que han escogido. Oran por valor para alcanzar a otras familias y porque esas familias sean receptivas a su compañerismo. 30 meditaciones Motivar a las familias para que participen. Oración intercesora
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Fase 2: Compañerismo Invite a la familia a casa para una comida familiar u otra actividad. Después de la comida, puede seguirse con una llamada telefónica o visita a una familia Pregunte si hay algo en la familia por lo cual orar.
Si se aplica, ofrezca un folleto para un tema específico. Invite a la familia o familias escogidas a las reuniones del grupo pequeño en su casa.
*O haga arreglos para que su iglesia patrocine un seminario de Youth Alive [Juventud Viva] para proteger a los adolescentes de conductas en riesgo (ver información sobre este programa en este Manual 2013) *El programa ¡WIN! Wellness [¡GANA! Bienestar] descrito en este manual es un buen recurso que se puede usar como actividad en el grupo pequeño. Todas las familias están interesadas en la salud para estar en forma. Diapositiva 9
Fase 3: Integración Todos los departamentos de la iglesia permanecen alineados, unidos y enfocados en el mismo objetivo: - Reuniones para padres - Seminarios de vida familiar - Preparación pre-matrimonial - Programa para adolescentes - Programa para solteros - Programa para mujeres Para ello planean eventos con un propósito, tomando en cuenta las edades de los miembros de la familia. Todos los eventos celebrados en todo el año, incluidos en el calendario de la iglesia.
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¿Cómo funciona? Repase el programa completo con audiencia. Así es como el programa pudiera aparecer en su calendario.
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Es factible Todas las familias de la iglesia orando por al menos una familia.
Todas las familias de la iglesia enfocadas en la familia en cuestión e investigando si tienen alguna petición especial de oración. Todas las familias de la iglesia invitando a la familia en cuestión para compartir los alimentos en su casa, así como ofreciendo el libro misionero del año e invitándolos a asistir al grupo pequeño especial de estudio o a un seminario en la iglesia. En los meses que quedan del año, los departamentos de la iglesia trabajarán para satisfacer las necesidades mayores de estas familias, mientras las familias intercesoras dan estudios bíblicos. Los líderes de departamento, así como los líderes de grupo pequeño, se reúnen regularmente para satisfacer las necesidades de estas familias, para evaluar el proyecto y realicen cualquier cambio que sea necesario.
Referencias White, E.G. (1946). El Evangelismo. Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association. White, E.G. (1948). Testimonios para la Iglesia, vol. 9. Nampa, ID: Pacific Press Publishing Association. ____________________________ Este programa ha sido adaptado de un programa de la Unión del Oeste Central de Brasil. Willie y Elaine Oliver son directores del Departamento de Ministerios Familiares de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. Dr. Barna Magyarosi, es Director del Departamento de Ministerios Familiares de la División Euro-Africana de los Adventistas del Séptimo Día.
Las cinco etapas del matrimonio Adaptada por Willie y Elaine Oliver
Michele Weiner-Davis, un bien conocido investigador sobre el matrimonio, sugiere las siguientes cinco etapas que la mayoría de las parejas pueden esperar experimentar durante el matrimonio: Etapa número uno: Que prevalezca la pasión. Este es un tiempo en el que las parejas se concentran en lo que tienen en común y están dominados por un intenso deseo físico del uno por el otro. Esta es la etapa cuando muchas parejas deciden casarse. Consejo para subsistir- esta etapa no durará para siempre. Sin embargo, cuando la euforia empieza a desaparecer, no quiere decir que su matrimonio está muriendo. Este es un ciclo común que se espera en el matrimonio. Etapa dos: ¿Qué estaba yo pensando? Después de la luna de miel de absoluta felicidad, las parejas tienen que regresar a la rutina de la vida diaria, como trabajar y pagar recibos. Durante este tiempo cada uno se da cuenta que el otro no es lo que ellos esperaban. Su cónyuge tiene mal aliento por las mañanas y en otras horas del día. Él o ella pasa mucho tiempo en el baño y no limpia rápidamente después de las comidas. Los sentimientos de estar en un mundo de fantasía – que es lo que pasa en la etapa uno –ahora se han ido y la pareja está en el lugar donde necesitan tomar decisiones para el resto de sus vidas. Para aquellos que se casan por segunda vez, se les presenta la dura realidad de intentar manejar una familia combinada. Durante esta etapa, las parejas cuestionan su cordura en el momento que decidieron casarse con la persona que ahora parece ser estarán unidos para toda la vida. Consejo para subsistir –tenga en cuenta el hecho de que cada matrimonio experimentará conflictos y desafíos. Esperemos que en este punto usted estará mejor preparado para aceptar lo que le está sucediendo. Permanezcan conectados pasando tiempo juntos en diferentes actividades y tener como prioridad el mantener una vida sexual activa. Etapa tres: Todo sería genial si tan solo él/ella pudiera cambiar. Generalmente, los siguientes diez años se la pasan tratando de cambiar a su compañero para que sea como ellos. Cuando el cambio preferido no se da, las parejas a menudo se enfrentan a una encrucijada y algunos eligen divorciarse o tener aventuras. Otros deciden quedarse, por motivo de sus creencias religiosas, problemas financieros o preocupación por los hijos. Entre aquellos que se quedan, algunos se resignan a vivir matrimonios infelices, mientras que otros empiezan a buscar maneras de comunicarse y manejar el conflicto. Las parejas que eligen la última opción son aquellas que son bendecidas, porque lo mejor del matrimonio está por venir. Consejo para subsistir –tenga en
mente que cada matrimonio tiene períodos turbulentos. Contratar los servicios de un consejero cristiano profesional, puede ser una buena idea en este momento. Las investigaciones sugieren que el 86% de las parejas infelices que permanecen juntas a pesar de los conflictos, dicen que son mucho más felices cinco años después (Waite and Gallagher 2000). Etapa cuatro: ¡Así es él/ella! Esta es la etapa en la que las parejas aceptan el hecho de que nunca estarán en la misma sintonía en todo con respecto a su cónyuge y solo encuentran formas de vivir en paz, a pesar de las diferencias. Los cónyuges se dan cuenta en esta etapa que es importante aprender a perdonar, si quieren permanecer y aceptan que no es fácil vivir uno con el otro. Algunas parejas maduran al punto que llegan a reconocer que el matrimonio es como cualquier otra cosa en la vida –siempre hay algo de malo con lo bueno o algo de bueno con lo malo y uno tienen que enfocarse en lo positivo (se supone en este punto que no están existiendo abusos en el matrimonio). Consejo para subsistir –ni se les ocurra pensar que han llegado al fin en su relación. Continúen cultivando su relación cada día, pasando tiempo juntos, conversando y manteniéndose en contacto. Etapa cinco: Al fin juntos. Las parejas que llegan a este momento en su matrimonio, han pasado algo de tiempo juntos haciendo historia. Han llegado al lugar donde concuerdan en que el matrimonio es difícil y tienen un sentido de realización de un logro, a causa de los problemas que han enfrentado juntos y los han superado. Muestran un mejor aprecio por los puntos fuertes de su cónyuge y ya no se ven amenazados tan fácilmente por sus diferencias. Debido a que sus hijos son ahora mayores y más independientes, esto da a las parejas más tiempo para concentrase uno en el otro y disfrutar de tiempo de calidad juntos. Hay una sensación de que han dado un giro completo y han aprendido el ritual del matrimonio. Consejo para subsistir –Manténgase cada uno saludable y activo, para que puedan disfrutar del fruto de su trabajo. Recuerden que vale la pena luchar por el matrimonio cada día (Weiner-Davis 2001).
Referencias Waite, L. (2000) The case for marriage: why married people are happier, healthier and better off financially [La cuestión del matrimonio: por qué las personas casadas son más felices, más saludables y están mejor financieramente]. New York: Doubleday. Weiner-Davis, M. (2001). The divorce remedy: the proven 7-step program for saving your marriage [ El remedio del divorcio: el programa probado de 7 pasos para salvar su matrimonio]. New York: Simon & Schuster. _______________ Willie y Elaine Oliver, son directores del Departamento de Ministerios Familiares de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.
Las bendiciones de la afirmación Por Willie y Elaine Oliver
La definición de afirmación, según el diccionario, se refiere al acto de afirmar o a una reafirmación positiva acerca de alguien (Merrian.Webster 1996). En general, los expertos en relaciones sugieren que el reafirmar a una persona con la que se tiene relación es muy significativo para la persona reafirmada, para la persona que reafirma y para la relación entre esas dos personas. Cuando los padres eligen reafirmar a sus hijos, ese acto los ayuda a crear una sólida y positiva estima propia. Y la estima propia crea por supuesto un sentido de pertenencia, de ser capaces y de ser amados. La reafirmación entre esposos –también una elección- es realmente la sustancia de la que están formados los matrimonios más sólidos y saludables y el ambiente hogareño más feliz y tranquilo. Es verdad que el tratar de desarrollar una relación sin comunicación es como tratar de hacer jugo de naranja sin naranjas (Olson y Olson, p. 23); y es también cierto que las parejas felices experimentan cinco veces más interacciones positivas que negativas (Gottman pp. 56, 57) y a esto es lo que llamamos afirmación. Gálatas 5: 22, 23, declara: “Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio. Contra estas virtudes, no hay ley”. Un inventario de virtudes contrarias a las presentadas en los anteriores versículos, en Gálatas 5: 19 al 21, declara: Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, explosiones de ira, contiendas, divisiones, sectarismos, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes. Os advierto, como ya os previne, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”. Aunque las obras de la carne se manifiestan en forma natural en la vida de los seres humanos, el estilo de vida ilustrado en Gálatas 5: 22, 23 no es producido por alguien que simplemente profesa ser creyente, sino por el Espíritu Santo obrando en esa persona que ha elegido a Cristo cada día. A fin de practicar una vida de afirmación -que representa al Espíritu de Jesúsnecesitamos elegir cada día vivir como Jesús vivió. Para que este tipo de existencia
pueda operar en nuestras relaciones con nuestro cónyuge, hijos y demás personas, necesitamos hacer lo que el apóstol Pablo señala en Gálatas 2:20: "Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí”. ¿Acostumbras cada día reafirmar a los miembros de tu familia y a quienes se ponen en contacto contigo? Estas personas pueden ser tu cónyuge, tus hijos, tus padres y hermanos, tus familiares políticos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo, el empleado de la tienda, el chofer y cualquier otra persona. Si eso no es lo que acostumbras, puedes elegir hacer de éste tu estilo de vida. Entre más elijas reafirmar a las personas, más te sentirás y serás como Jesús. Entre más elijas apoyarte en Jesús, será más probable que produzcas el fruto del Espíritu. Entre más elijas vivir tu vida de esta manera, más podrás ser una bendición para quienes te rodean y más podrás ayudar a crear un ambiente de amor, paz y gracia en tu hogar, iglesia y comunidad. Aun en momentos de dificultad y vergüenza, Jesús encontró formas de reafirmar a las personas para su restauración total. Lo hizo con la mujer descubierta en adulterio (Juan 8); con Zaqueo, quien subió al árbol de sicómoro (Lucas 19), con los 10 leprosos con quienes se encontró al entrar a cierta población (Lucas 17) y con la mujer samaritana en el pozo de Jacob en una ciudad llamada Sicar (Juan 4). Si permanecemos cerca de Jesús y lo elegimos cada día, nosotros también recibiremos poder para vivir en forma positiva y saludable y hacer de nuestras iglesias, hogares y mundo, un mejor lugar. Y además seremos bendición para la gente y testificaremos en forma eficaz a favor de Jesús. La afirmación es una señal de relación familiar saludable. Es verdad que: “El que vive el cristianismo en el hogar será en cualquier parte una luz resplandeciente”-HC 32 ¡Oramos porque hoy puedas ser bendición para alguien!
Referencias ………….. Willie y Elaine Oliver son directores del Departamento de Ministerio de la Familia, de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.
R y R a través de la renovación de la mente Por Sally Lam-Phoon Para muchos, R y R representa descanso y relajación (en inglés). Hace sentirse bien el tan solo pensar en un descanso tranquilo de la rutina tediosa que nos pone al borde de la locura. En un sentido espiritual, R y R representa reavivamiento y reforma –el tema adoptado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día este quinquenio (2010-2115). A fin de vivir la vida abundante prometida en Juan 10:10, necesitamos ser reavivados y reformados. Cuando experimentamos el reavivamiento y reforma, podemos cosechar los frutos del verdadero descanso y relajación, confiando en el cuidado constante de un Padre celestial que sabe lo que es mejor para nosotros a cada paso. ¿Por qué es necesario el reavivamiento? La persona necesita ser reavivada cuando se ha desmayado o ha muerto. Infortunadamente, esto puede ser verdad en el sentido espiritual. Muchos de nosotros estamos muertos espiritualmente y necesitamos ser resucitados a nueva vida. Sí, todavía caminamos y respiramos, pero solamente llevamos “colgada” exteriormente la etiqueta de “adventistas” o “cristianos”, sin experimentar a veces durante años ningún cambio en la rutina de nuestra vida diaria. El llamado al reavivamiento es necesario para despertar a la renovación de la vida espiritual. Elena G. White lo dice claramente: “Deben producirse un reavivamiento y una reforma bajo el ministerio del Espíritu Santo. El reavivamiento y la reforma son dos cosas diferentes. El reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual, un avivamiento de las facultades de la mente y el corazón, una resurrección de la muerte espiritual” -Review and Herald, 25 de febrero de 1902. Dice Romanos 8:10, 11: En cambio, si Cristo está en vosotros, vuestro cuerpo está muerto a causa del pecado, pero vuestro espíritu vive a causa de la justicia. El Espíritu da nueva vida “… Si Cristo está en vosotros, vuestro cuerpo está muerto a causa del pecado, pero vuestro espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús habita en vosotros, el que levantó a Cristo Jesús de entre los muertos, vivificará también vuestro cuerpo mortal, por medio de su Espíritu que habita en vosotros”. En el ámbito espiritual, el reavivamiento es parte vital de la vida cristiana.
Si la primera “R”, representa el reavivamiento, la segunda “R”, que representa la “reforma” es una necesidad absoluta que sigue muy de cerca al de reavivamiento. ¿Qué significa reforma? En Romanos 12:2 encontramos un claro llamado a la transformación: “Y no os conforméis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que podáis comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Más adelante, en 2 Corintios 3:18se nos explica sucintamente que cuando estamos llenos del Espíritu, éste nos cambia para ser más y más como Jesús: “Por tanto, nosotros todos, al contemplar con el rostro descubierto, como en un espejo, la gloria del Señor, nos vamos transformando a su misma imagen, con la creciente gloria que viene del Señor, que es el Espíritu”. En estos dos textos, es importante notar que los verbos corresponden a la voz pasiva; significando con ello que no nos cambiamos a nosotros mismos, sino que alguien más nos cambia. Como seres humanos pecadores, no somos capaces de reformar nuestra vida; cualquier cambio espiritual debe atribuirse a la obra del Espíritu Santo en nosotros. El reavivamiento y reforma deben mezclarse para poder dar fruto en la vida individual. Es la obra del Espíritu Santo en nuestra vida quien los produce. Cuando una persona es reavivada, lo que sigue es la reforma, como “una reorganización, un cambio en las ideas y teorías, hábitos y prácticas”- MS1 149. El proceso no da como resultado una actitud de justicia propia y de condenación de otros. Más bien dará como resultado cambio y transformación en la forma como vivimos diariamente, la forma en que nos relacionamos con nuestros seres amados, amigos y comunidad. Elegiremos enfocar nuestra atención en evaluarnos a nosotros mismos en vez de juzgar a los demás. Casi siempre, la mejor prueba de la transformación es verificar con los miembros de la familia si verdaderamente hemos llegado a ser más como Cristo. En 1 Samuel, encontramos a un jovencito llamado David que pasaba mucho tiempo en las colinas de Belén cuidando de sus ovejas. Solo en aquellas regiones, eligió ocupar su tiempo en componer himnos y salmos de alabanza en su arpa y enfocar su atención en Dios. Más tarde, cuando nos encontramos con David en 1 Samuel 17, lo vemos en el campo de batalla visitando a sus hermanos enlistados en el servicio militar de Israel. Allí estaba todo el ejército israelita completamente paralizado, intimidado por el gigante Goliat que representaba al invencible ejército de los filisteos, o al menos así parecía. David no vio al gigante invencible. En ojos de David, Goliat no era un gigante invencible, lo que veía era un enemigo que había sido blasfemado e insultado el nombre de Dios. Estaba indignado y se ofreció a enfrentar al gigante y hacerle saber que Dios no es alguien a quien se pueda derrotar.
David quería dar a conocer a Jehová ante el mundo, como el más poderoso Dios en la tierra. ¿No había tenido acaso la experiencia de victorias pasadas con un león y un oso que atacaron a sus ovejas? ¿No los había acaso vencido en el nombre de Dios? Confiaba en que este mismo Dios lo libraría de este valentón filisteo. “Vio a Goliat no como una amenaza demasiado grande para vencer, sino como a un blanco demasiado amplio como para errar” (Maxwell y Elmore, 1982, p. 348). David tenía una mentalidad totalmente diferente a la de Saúl, y el resto del ejército en esas colinas, porque su enfoque estaba puesto en Dios. Había mantenido abiertos los canales de comunicación en las colinas y valles mientras cuidaba de las ovejas. El Espíritu Santo estaba obrando para cambiar sus actitudes, ideas y hábitos, de manera que veía lo que los demás no podían ver –una oportunidad de oro para exaltar el nombre de Dios que había sido pisoteado por un pagano como Goliat. ¿Has escuchado alguna vez la expresión “todo está en tu cabeza”? David tenía una perspectiva vivificante opuesta a la de Saúl y todo su ejército. Si hemos de emular la mentalidad de David, necesitamos permitirle a Dios que cambie nuestros patrones de pensamiento. El Dr. Ben Carson, uno de los mejores neurocirujanos pediátricos del mundo, describe al cerebro de esta manera: “un cerebro humano normal es tal vez la más maravillosa y compleja pieza en el gran rompecabezas tridimensional de la creación” (Carson y Lewis, 1999, p. 32). Haz lo siguiente, que demuestra cómo funciona nuestro cerebro. Levanta la mano derecha. Traza un círculo siguiendo la dirección de las manecillas del reloj. Continúa haciendo esto mientras levantas el pie derecho y trazas un círculo siguiendo de nuevo la dirección de las manecillas del reloj. Mantén moviendo en esa dirección mano y pie. Ahora, con tu mano derecha traza el círculo hacia el lado contrario de las manecillas del reloj. ¿Qué sucede? Nota que tu pie sigue naturalmente la dirección en que se mueve tu mano derecha. ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla: Esta es la forma como Dios programó tu cerebro. Esta es nuestra programación neural base. La pregunta es, ¿se puede cambiar esta programación base o estándar? Todos los que trabajan con computadoras te dirán que puede cambiarse la programación básica (default). Entonces, ¿puede tu mano trazar un círculo siguiendo la dirección contraria a las manecillas del reloj y tu pie trazar un círculo siguiendo la dirección contraria? Sí se puede, pero se necesita se necesita tiempo, esfuerzo y práctica. Significa que se tienen que reprogramar tus neuronas. Los expertos sugieren que el establecimiento de un hábito toma 21 días de práctica. Los científicos apenas comienzan a descubrir las maravillas de nuestro cerebro y la forma como sus funciones controlan cada pensamiento, sentimiento y acción. Un
cerebro humano pesa solamente 3 libras, pero contiene 100 billones de neuronas. Cada neurona o célula del cerebro tiene la capacidad de hacer hasta mil conexiones o sinapsis en cualquier momento. Estas sinapsis se “disparan” de 1 a 100 veces por segundo al movernos, pensar, sentir y hacer diferentes cosas (Hanson, 2008, p. 285). Este proceso total es increíblemente maravilloso, con miles de mensajes transmitiéndose desde el cerebro a varias partes del cuerpo, provocando centenares de billones de conexiones llamadas vías neurales. Cuando estas vías son transitadas una y otra vez, como en el caso de un pianista practicando sus melodías en el piano, se forma un hábito. Los hábitos son acciones que se vuelven automáticas al volverse permanentes las vías neurales. Sin embargo, esas conexiones neurales no son estáticas; siempre están cambiando. Se forman otras nuevas vías, mientras otras desaparecen por falta de uso. Los científicos llaman a esto “neuroplasticidad” –la capacidad de cambiar, de establecer nuevas vías neurales. En sentido espiritual, estas son buenas nuevas. Podemos cambiar si así lo deseamos; si enfocamos la atención en renovar diariamente nuestra mente. ¿Cómo entonces se lleva a cabo la transformación espiritual en nuestra vida? Hay 5 pasos que podemos dar para la transformación mental. PASO UNO: Comienza con pasar tiempo tranquilo y a solas con Dios cada día, leyendo su Palabra y diciendo a Dios en oración que eliges rendirte a él. Ni aun este pensamiento procede de nosotros. Es iniciado por el Espíritu Santo. Nuestra parte es rendirnos a su ruego de poner en armonía nuestra mente con la de Jesucristo. Dile simplemente a Dios que quite de en medio todo lo que destruye tu vida espiritual. PASO DOS: Debes estar dispuesto a escuchar. Cuando Dios te habla al pasar tiempo tranquilo con él, escucha con gran atención. ¿Qué te está diciendo en relación con el cambio que él desea ver en tu vida? ¿Es el hecho de que has estado posponiendo esa visita a un viejo amigo? ¿Es ese incontrolable mal genio que tienes? ¿O tal vez sea la adicción a la pornografía que sabes que no es correcta, pero que atrae con su magnetismo cada vez que enciendes la computadora? PASO TRES: Dile al Señor que estás dispuesto a cambiar, de manera que cuando te lo recuerde en el momento de la tentación, elijas abrir una nueva vía neural. PASO CUATRO: Haz esa nueva conexión con tus neuronas, poniendo tus pensamientos en acción. Si has estado aplazando esa visita a tu viejo amigo, prográmala en tu agenda y cumple con ello. Hazlo prioridad. Si estás casi por explotar frente a tu cónyuge y escuchas al Espíritu susurrarte al oído, mantén la boca cerrada, corre al cuarto de baño y date un ducha fría.
Si sientes la necesidad de entrar de nuevo a un sitio pornográfico, resístelo, ora en busca de ayuda y retírate de la computadora. Ponte ropa de ejercicio y sal a correr. PASO CINCO: Estas nuevas vías neurales que solamente haz recorrido una vez, necesitan ser reforzadas una y otra vez. Recuerda que toma 21 días establecer un nuevo hábito. Continúa dependiendo de la Palabra de Dios y de la oración. Repite sus promesas de victoria una y otra vez. Esto es importante porque es muy fácil regresar a los viejos patrones neurales. La idea es persistir transitando esas nuevas vías hasta que se vuelvan permanentes y dejar que las viejas vías pecaminosas se debiliten o mueran por desuso. Mi propia jornada espiritual con el Señor me llevó un día a despertar al hecho de que había estado fastidiando a mi pobre esposo por casi 40 años. Usualmente, mis quejas tienen que ver con su salud. A mi esposo le gusta comer, pero infortunadamente sus alimentos favoritos han probado ser perjudiciales para su salud. Una mañana, al leer Proverbios en la versión Message Bible, me topé con el texto que dice: “La esposa gruñona es como el chipi chipi de un grifo descompuesto; ni lo puedes apagar ni te puedes librar de él”. El fastidio continuo acaba con la alegría y daña las relaciones. Escuché al Espíritu Santo susurrarme que necesitaba poner un alto a esta situación. Después de todo, no me había funcionado en esos cuarenta años, así que, ¿por qué hacerlo? ¿Por qué no remplazarlo con palabras de ánimo? Después de orar y un buen desayuno, íbamos caminando al trabajo cuando surgió el tema del almuerzo. Mi esposo me dijo que tenía planes de comer fuera ese día. Mi reacción instantánea fue fastidiarlo: ¿Por qué eliges nuevamente esa comida no saludable? ¿No sabes que esa comida es muy grasosa y que es en contra de lo que te dijo el médico acerca de tus arterias congestionadas?...y otras cosas más. Justamente mientras gozaba de mi “pasatiempo” favorito, escuché un suave susurro. El Espíritu Santo me estaba recordando Proverbios 27:15 y me dijo: “¡Alto!” La voz fue muy clara. ¿La ignoraría y continuaría vociferando y despotricando, o pararía de hacerlo? Gracias a Dios que me dio la fuerza para cerrar la boca y guardar silencio por unos segundos. Entonces cambié el tema hacia algo más placentero. Se había abierto una nueva vía. Dios no ha acabado conmigo todavía. En ocasiones me olvido y transito muy feliz por esas viejas y familiares vías neurales, pero el Espíritu Santo sigue obrando en mí para reprogramar mis neuronas. A fin de remplazar ese viejo “pasatiempo” mi nuevo enfoque es encontrar formas de animar a mi esposo cada vez que hace aun el menor esfuerzo por alimentarse bien.
Conclusión ¿Cuál es tu desafío actual? ¿Qué te ha indicado recientemente Dios que cambies? ¿Qué aspecto de tu vida desea Dios transformar? La transformación es fácil cuando nos asimos del poder del Espíritu Santo, pero debemos estar dispuestos primero a que Dios tome el control y esa es una decisión que cada persona debe hacer, al procurar la renovación cada día. Cuando invitamos a Cristo a entrar, entonces tendremos verdaderamente un R y R -reavivamiento y reforma, además de descanso y relajamiento como bono. Nuestra vida cobrará un brillo nuevo y nuestra relación se enriquecerá como resultado. Dice Romanos 12: 1, 2: “Así, hermanos, os ruego por la misericordia de Dios, que presentéis vuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto razonable.Y no os conforméis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que podáis comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Dios está dispuesto a reprogramarnos, ¿estás dispuesto a permitírselo?
Referencias …………… Sally Lam-Phoon, PhD, es directora de Ministerio de la Familia, de la División Asia Pacífico Norte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
VALIENTES Sherwood Pictures, DVD Por Kendrick Bros., LLC. © 2011 Valientes: una novela De Randy Acorn Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 392 páginas © 2011 Revisado por Kathleen Sowards
La Biblia está llena de hombres y mujeres lo suficientemente valientes como para estar del lado de Dios –no importa el costo. ¿Puede nombrar a su favorito? (Noé, Abraham, Rebeca, Daniel, y sus tres amigos, Esther, Pablo, Pedro, la abuela de Timoteo, etc.) Escuchen estas citas del espíritu de profecía y de la Biblia: “Padres, si queréis educar a vuestros hijos para que sirvan a Dios y hagan el bien en el mundo, haced de la Biblia vuestro libro de texto…Si se le da su lugar, se honra a Dios y él obrará en vuestro favor convirtiendo a vuestros hijos. Hay una rica mina de verdad y belleza en este Santo Libro…” Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, pág. 301. “Padres, dedicad tanto tiempo como sea posible a estar con vuestros hijos”. El Hogar Cristiano, p. 198. “Padres y madres, por muy urgentes que sean vuestras ocupaciones, no dejéis nunca de reunir a vuestra familia en torno del altar de Dios”. El Ministerio de Curación, p. 304 “Hijos, escuchen las enseñanzas de su padre; presten atención, y adquirirán entendimiento”. Proverbios 4:1 (Reina Valera Contemporánea) Como representantes de Dios, tenemos muchas advertencias como padres y/o tutores que estamos frente a nuestros hijos y nuestros jóvenes. Las Escrituras y el espíritu de profecía explican cuán importante es poner a Dios en primer lugar, vivir de acuerdo a su Palabra en cada aspecto de nuestras vidas y mostrar a nuestros hijos lo que significa amar y temer a Dios. Sin embargo, la mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que estamos demasiado ocupados en nuestro diario vivir. Nuestros días están saturados y cada hora está llena de actividades (muchas de ellas buenas, haciendo obra misionera), así que para cuando hemos terminado nuestro día, a duras penas podemos encontrar nuestra cama y caer en ella.
En la película, “Valientes”, escrita por Alex Kendrick y Stephen Kendrick (hermanos), así como en el libro, “Valientes”, escrito por Randy Acorn, y La Resolución para Hombres, que está dirigida principalmente a los padres, (sin embargo, sabemos que Dios está hablando a padres y madres), se nos insta a poner a Dios en primer lugar y a involucrarnos con nuestras familias. Queremos que ellas nos vean que tenemos una relación con Dios, para que deseen también relacionarse con Dios y ser salvos. Randy Acorn, Alex y Stephen Kendrick están tomando muy en serio la paternidad y nos invitan a hacerlo así nosotros también. En la película y en el libro cada familia tiene sus propios problemas y preocupaciones. Un padre arriesga su vida para salvar a su hijo bebé y dice sencillamente, “es mi deber”. Otro padre trata de encontrar la manera de comunicarse con su hijo adolescente, mientras que otro padre se da cuenta que nunca ha asumido la responsabilidad de ser un padre, simplemente se ha alejado. Y aún otro papá quiere ser el mejor padre que puede haber. La Resolución es compartida por el personaje principal de la película. Este documental insta a los hombres a reforzar y tomar más en serio su papel de padres. Al firmar la Resolución estos hombres hacen una declaración pública de vivir por lo que es realmente importante. Prometen ser esposos fieles y tratar de ser un ejemplo para sus hijos. Los hombres que firman la Resolución quieren que sus hijos vean lo que es un hombre de Dios –ellos son el ejemplo de lo que un hijo debiera esforzarse por ser y un ejemplo de lo que las hijas buscarían en un hombre. Después de que los hombres han estudiado y orado juntos y están listos para firmar la Resolución, una esposa sugiere: “Si van a hacer esto, háganlo bien –con ceremonia y estilo”. Y eso es lo que hicieron. La línea de la historia motiva a los padres a que lleguen a involucrarse con sus hijos –usted llega a darse cuanto que nunca es demasiado temprano, pero un día pudiera ser demasiado tarde. La película y el libro nos llevan a decir: “…pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. Josué 24:15 (Reina Valera 1960). Que esta sea la oración de cada uno de nosotros. _______________ Kathleen Sowards es asistente editorial del Departamento de Ministerio de la Familia de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.
REUNAN A LA FAMILIA Franklin Spring Family Media, DVD © 2011 Revisada por Kathleen Sowards
En el DVD, Reúnan a la Familia, el anfitrión, Adam Black, hace “una invitación a la alegría” – reuniendo a la familia en adoración y participación en la gloria de Dios. La adoración de los primeros americanos era parte de su vida diaria –una forma de vida. Para nosotros hoy en día existen dos obstáculos principales que impiden a las familias tener el culto. Uno es el tiempo –en nuestra sociedad todos estamos ocupados; estamos en constante movimiento y actividad. Para muchos, el segundo obstáculo es un asunto espiritual. Muchos, especialmente padres, no sienten que estén preparados y no conocen lo suficiente como para conducir a la familia en el culto. Durante el curso de este DVD se entrevistan a varias familias; para todas estas familias el culto era una forma de estar conectadas como familia y con Dios. Declaran repetidamente cuán importante era la constancia para establecer esta tradición y de esa manera obtener grandes recompensas: prepararnos para la adoración colectiva, ver crecer a nuestros hijos en su relación con Dios, logrando paz en el hogar, teniendo días más felices y pensamientos más positivos animándonos durante el día y trayéndonos pensamientos de paz para conciliar el sueño. Las familias entrevistadas hablaron de cómo debiera ser el culto familiar y cuán importante es hacerlo sencillo: leer los textos (de 20 a 30 segundos a 2 ó 3 minutos) con una corta ilustración (dependiendo de las edades de los niños), cantar y hacer una oración. Encontraron que algunas veces leer los textos juntos les toma un breve tiempo de 5 a 15 minutos y en otras ocasiones sus familias pudieran terminar pasando varias horas en visitas y compartiendo juntos. Algunas de las familias entrevistadas empiezan su día con el culto familiar. Otras terminan su día sentándose juntos para cenar y tener el culto familiar. Y aún otras tenían culto al empezar y al terminar el día. La clave, dijeron, es la constancia. Una madre expresó que era una bendición y un gozo ver a sus hijos creciendo en el conocimiento de Dios, haciendo preguntas acerca de lo que estuvieron leyendo y emocionándose por los textos. El hijo adolescente de una madre soltera, habló de cómo el culto familiar le ha ayudado a construir un carácter bondadoso, así como también le ayuda a prepararse para lo que hará en el futuro. Muchos padres dijeron que es un gozo encontrar que sus hijos pasan tiempo estudiando la Biblia y ser testigos de la transformación que el culto familiar había hecho en sus hogares. Los padres se dieron cuenta de que al enseñar a sus hijos las cosas de Dios, ellos mismos estuvieron aprendiendo más de Dios. Cuando los padres responden al llamado de ser los líderes
de sus familias, vieron los resultados en lograr que el amor permanezca por toda la vida, en una familia bien ordenada, así como esposas e hijos que se sentían amados y satisfechos. Las familias encontraron que cuando pasaban tiempo memorizando pasajes bíblicos, se hallaban repasando y meditando en los versículos que habían leído esa mañana. Muchas veces eso era justo lo que necesitaban para ayudarles a terminar el día. Estas familias dieron su testimonio de que experimentan más días felices, cuando tienen el culto familiar y empiezan el día con Dios, pidiendo que su voluntad sea hecha en sus vidas. El culto familiar acerca más a las familias y deja en claro que Dios es la prioridad en ese hogar. Brinda a los padres la oportunidad de dejar un legado espiritual a sus hijos y a los hijos de sus hijos. El llamado a los padres y madres es: “den el primer paso, estarán contentos de haberlo dado”. Este DVD es una inspiración para que las familias instituyan el culto familiar en sus hogares. Sin duda alguna, también encontrará que vale la pena invertir su tiempo en la promoción y expansión del culto en su hogar. ______________ Kathleen Sowards es asistente editorial del Departamento de Ministerio de la Familia de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.