ÓRGANO DE DIFUSIÓN DE LA AGRUPACIÓN
HOMBRE NUEVO REVISTA DE DISCUSIÓN POLÍTICA /////////////
Junio - Julio 2015 Precio $6 / Precio Solidario $10
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EL JUEGO
del poder Coyuntura
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ECONOMIA
En debate PÁG.08
El campo n debate con el no somos trote sk ismo argentino s o d to Nos proponemos puntualizar algunos debates y diferencias que tenemos con la tendencia trostskista nacional. Nuestro apoyo no implica la disolución de nuestras críticas a sus organizaciones, menos aún delegar nuestra perspectiva y tareas políticas. Facebook: Agrupacion Hombre Nuevo
http://www.hombre-nuevo.org
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Editorial 3 El circo y sus dueños
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Nacional 4
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5 Aunque la mona se vista de seda, mona quedan
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Economía 6
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7 El campo no somos todos
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En Debate 8
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9 En debate con el trotskismo argentino
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Internacional 1 0 Paraguay: las garras afiladas del Imperio
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1 1 II Foro por la paz en Colombia
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Mexico: elecciones intermedias y crisis social
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¿Cuáles son los distintos terrenos donde se va desenvolviendo el movimiento sindical?
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Telefónicos Tercerizados en Lucha: Por el Pase a Planta Permanente
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Sindicato de Prensa de Buenos Aires: El punto final y el de partida 1 4 LA LUCHA POR LA DIGNIDAD - REFLEXIONES EN TORNO A LA HUELGA NACIONAL ACEITERA
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1 5 JUJUY: Piqueteros jujeños: orígenes y derroteros
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Juventud 1 6 All power to the people
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omo en un circo berreta, pero que no deja de arrancar aplausos desde la tribuna, se suceden los números. Los dueños cuentan la plata a la vista del pobrerío. Los presentadores tartamudean porque no se saben la letra de lo que anuncian. Desde un trapecio, los intendentes del Conurbano saltan de una punta a la otra. Pasan del Frente para la Victoria al Frente Renovador, y muchos hacen una pirueta en el aire y con un salto mortal vuelven al lugar desde el que habían salido. Los trucos no tienen mucha gracia, los que se balancean en el trapecio tampoco. Aunque son gente grande, que ha perdido cualquier atisbo estético (y ético), siempre caen parados. Y, la verdad, no se calientan mucho en disimular que están viejos y que la única gimnasia que tienen encima es la del punterismo: “dame un cargo, te garantizo diez o veinte lucas de votos de mi distrito”; “acomodame en el aparato, que sabés que llevo gente al acto”. Ahí están, en el columpio del armado. Por ejemplo, el “Vasco” Othacehé, intendente casi vitalicio de Merlo, hombre denunciado por regentear patotas recicladas de la última dictadura, apañado desde siempre por el kirchnerismo, que se pasó unas vacaciones de un año en el massismo, pero volvió a expresar su lealtad y a fotograiarse en la Casa Rosada hace días. O Darío Gisustozzi, ministro de Ruckauf en los 90, intendente de Alte. Brown por el FpV luego, diputado por el massismo después, y ahora, huyendo de la debacle del FR, de nuevo en el redil. La lista sigue con mediáticos como Insaurralde, que también supo hamacarse cerca de Massa y aterrizar ahora nuevamente como candidato a intendente para bancar este proyecto en Lomas de Zamora. O con celebrities del subdesarrollo como el panelista saltimbanqui del programa donde todos gritan y nadie piensa, Diego Brancatelli, que encabeza la lista a concejales por el kirchnerismo en Ituzaingo; o el patovica Acero Cali, candidato a concejal en Escobar. Nada raro, si el capanga elegido desde la presidencia, sorteando incluso la posibilidad de una interna, es nada menos que el motonauta exmenemista, exduhaldista y ahora postulado como abanderado del modelo, Daniel Scioli. Para ser justos, el circo no se limita al oicialismo, sino que éste es solo una parte, nada menos que la que hegemoniza el escenario. En CABA se olfatea un ballotage entre dos socios, como son la Coalición Cívica y el PRO. Aquí parece no importar que las escuelas y hospitales de desmoronen, y el macrismo y sus secuaces siguen campeando en los primeros puestos. Pero en el circo el transformismo está a la orden del día. El espectáculo es guarango, y sin embargo, de momento, concita entusiasmo en las gradas y en las urnas: los tiempos que corren son éstos. Como titiriteros groseros, que no se ocultan detrás de ningún teatrillo y mueven los piolines a
la vista de todos y todas con desgano, los políticos del sistema nos muestran sin disimulo cómo es el sistema. “El truco es así”, parecen decirnos; y nos enseñan que gana el que concita más apoyos, sin importar ni un poquito los principios; que lo que pesa son los millones de dólares para bancar la campaña, y mejor que el empresariado esté de este lado, porque si está del otro uno no gana; que las lealtades valen el precio que se les ponga, y que da lo mismo ir o venir o pasarse de bando en un cierre de listas intrigante, más parecido a la entrega de los Martín Fierro que al preludio de un acto de democracia, siquiera formal. Macri, Scioli, Massa… productos del empresariado al tope de las encuestas. Cuesta imaginar los esfuerzos para amoldar la faringe con un calibre tal que desde el llamado progresismo puedan engullirse sapos de la talla de Scioli presidente, o de Aníbal Fernández o Julián Domínguez gobernadores bonaerenses. La militancia silvestre, la que con honestidad y ajena a la prebenda con que el peronismo sabe disciplinar la tropa, sigue creyendo en que este camino podía conducir a otro lugar, ¿seguirá creyendo en aquello de que se pelea contra el neoliberalismo y los noventa, con una lista, no casualmente, tan llena de neoliberalismo de los noventa? Difícilmente se pueda derrotar a los buitres o la oligarquía contra las que tanto se arenga, o siquiera enfrentarlos, si las armas son el techo salarial y el pago puntilloso de una deuda espuria, o si los capita-
nes son los Barones del Conurbano o Scioli. Pero el circo se pone tragicómico cuando payasos y malabaristas intentan explicar que si bien el principal candidato es parte de la resaca noventista, tiene como “contrapeso a Carlos Zannini, o al mentado Aníbal, o a Domínguez. Uno, gestor y operador de los Kirchner desde hace 25 años, incluida su conversión del menemismo al duhaldismo y luego su juego a cuenta propia; otro, Secretario de la Presidencia de Duhalde cuando perpetraron la masacre de Avellaneda; el último, confeso chupacirios y ariete de la burocracia sindical del SMATA, entre otras. La década ganada nos deja, también, altas dosis de esto. Mucho show, bastante hojarasca, demasiado cartón pintado. Lamentablemente, una parte de la izquierda, que lucha y combate, no es del todo ajena a esta dinámica, y hoy centra su despliegue militante, en gran medida, en el terreno institucional. Y no como tribuna de agitación, sino como un in en sí mismo. El sectarismo y la autoproclamación están a la orden del día, y la posibilidad de interpelar a sectores amplios de laburantes queda relegada ante disputas intestinas cada vez más virulentas dentro del FIT. Los tiempos que corren están así. Pero, a contrapelo, hay quienes tienen escaso el pan y además reniegan del circo. En las nuevas camadas de militantes estudiantiles, barriales y sindicales, que poco a poco van dando el paso hacia la arena política, emerge un rechazo a veces intuitivo y otras más elabo-
rado ante tanta bufonada del sistema. De la mano de los que ya acumulan experiencia en la pelea y no torcieron el timón, van enilándose las banderas que no se canjean pese a que el viento sople torcido. Cada tanto, y ante tanta roña, no viene mal recordar por qué peleamos. Y también, a quienes nos precedieron en la pelea. Y más si es junio, y el viento frío golpea en la cara y nos recuerda que hace 87 junios nacía el Che. Y más si recordamos que hace trece, caían hermanados en la sangre Maxi y Darío. En el antimeridiano del posibilismo, de la insensatez que imponen los tiempos que corren, y parados bien lejos del culto a la persona, viene bien recordar a los que lucharon por una realidad antagónica a ésta. Recordarlos, levantar sus banderas, que son las nuestras; retomar su praxis de hombres nuevos. Recordar que la pelea es contra el sistema, y descreer de las herramientas del sistema, coyunturalmente útiles, pero nunca deinitivas. Y empuñar con fuerza las banderas de una patria y un mundo sin explotación ni opresión, las de la revolución socialista; ésas, tan esquivas y tan necesarias como nunca. Ésas, rojas como la sangre, rojas como junio; las que no cambiamos por ninguna otra, sople de donde sople el viento, rían lo que rían los dueños del circo.
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Aunque la mona se vista de seda, mona se queda Las cartas están echadas... Así lo han resuelto los partidos patronales y el poder económico. Scioli es el único candidato del kirchnerismo, con la vigilante custodia de Zannini y la Cámpora. La transición política se polariza entre el oicialismo y el macrismo. El peronismo, como garante de la gobernabilidad sin sobresaltos en la Argentina al servicio del capital. Scioli para la Victoria La incógnita se reveló. A falta de una alternativa propia y ante los frustrados intentos de kirchnerizar al duhaldista Randazzo, la presidenta Cristina Fernández optó por la fórmula Scioli-Zannini como la única lista del FPV que competirá en las próximas elecciones de octubre. El candidato del proyecto es Scioli secundado por Zannini, un iel soldado del oicialismo. Su designación como candidato a vice-presidente tiene la evidente función de custodiar los intereses del núcleo duro kirchnerista, no perdiéndole pisada al muy probablemente futuro presidente de nuestro país. Antiguo militante maoísta devenido en peronista, el actual Secretario Legal y Técnico es uno de los pocos funcionarios que acompaña a la presidenta desde hace décadas. Siendo de su máxima conianza, su rol es el de un operador político que garantiza, tras bambalinas, alianzas, lealtades al proyecto y el armado puntillosos de las listas. Las aspiraciones presidenciales de Randazzo quedaron truncas. Sus sobreactuados esfuerzos por parecer un hijo legítimo del modelo no le alcanzaron. Despechado, tampoco aceptó el premio consuelo de la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires. En deinitiva, más allá de que ahora Scioli sea ungido como el candidato del modelo, lo cierto es que el kirchnerismo más puro, aquel que se conformo al calor de efusivas arengas contra el neoliberalismo menemista, delega en un iel representante de los ‘90 la tarea de encabezar la próxima gestión de gobierno. El ex-menemista y ex-duhaldista Scioli es la igura que garantiza gobernabilidad. De muy buen vinculo con el aparato del PJ, tanto con gobernadores como con varones del conurbano, tiene buena llegada a las distintas fracciones de la burocracia sindical y un explicito apoyo de los sectores económicos. Poco importan aquí los pésimos resultados de su gestión como gobernador de la provincia más poblada del país, en la que decenas de miles de docentes, auxiliares, y trabajadores del estado ni siquiera se les garantiza algo tan básico como cobrar regularmente su salario. Tampoco parece hacerle mella el estado de emergencia de hospitales, escuelas, de la asistencia social y la vivienda de la provincia. No tiene costos por privilegiar una política activa de ajuste de la educación y la salud pública a cambio de “más seguridad”. Luego de una prematura reacción de
incomodidad y decepción, los sectores progresistas que adhieren al kirchnerismo inalmente se encolumnaron detrás del mismo candidato que tan solo días atrás criticaban duramente. Primó el pragmatismo y ahora presentan a Scioli como quien “garantizará la continuidad del modelo”. Así lo expresan las usinas intelectuales de Carta Abierta: “Se abre una etapa de características diferentes” y “esta nueva etapa no es un giro conservador como para algunos representaba la igura de Scioli”. Borrón y cuenta nueva. En el olvido quedaron, por ejemplo, las palabras del “Cuervo” Larroque ante referentes camporistas: “¿Les queda claro que Scioli no tiene nada que ver con nosotros y nunca va a ser nuestro candidato, no?”. Así se va construyendo el discurso que justiica un sapo difícil de tragar como Scioli, quien en múltiples oportunidades se mostrara más afuera que adentro del “proyecto”. El ahora reivindicado motonauta fue muy crítico con la anulación de las leyes de obediencia debida y punto inal en 2003, sostuvo en 2008 -en pleno conlicto con el campo- una reunión con el entonces embajador de EEUU en nuestro país donde (según los cables de wikileaks) se negó a defender al gobierno, manteniendo el apoyo a las patronales agrarias, y tuvo acercamientos a Magnetto, CEO del Grupo Clarín y archienemigo del kirchnerismo. Además de la designación de Zannini como candidato a vice para establecer un mecanismo de control en la cima del ejecutivo, el cristinismo pretende marcar la cancha desde el poder legislativo. Los principales referentes de la Cámpora obtuvieron lugares importantes en las listas de diputados: Wado de Pedro va como primer candidato a diputado por la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y Andrés Larroque, como candidatos a diputados nacionales por CABA y el propio hijo de la presidenta Máximo Kirchner encabezará la lista a diputados nacionales por Santa Cruz, entre otros. Se conirma de este modo la estrategia expresada hace poco tiempo por un dirigente camporista: “Marquémosles la cancha a los candidatos del FPV que no queremos y matémosles a sus aliados”. Corona el armado la candidatura de Jorge Taiana como diputado del Parlasur, lugar que se especulaba podía ocupar la presidenta -quien ha decidió ubicarse en el papel del monje negro detrás de las sombras-. A pocos meses de octubre, el escenario político está absolutamente polarizado entre Scioli y Macri, relegando las aspiraciones de
Massa, quien no pudo frenar la estrepitosa sangría del Frente Renovador con el éxodo de intendentes y diputados al kirchnerismo. El tigrense ha perdido importantes iguras de su armado como Giustozzi, Katopovichs, Othahacé, entre otros, y no se descartan nuevos pases. Por su parte, la fórmula de la alianza Cambiemos (PRO-UCR-Coalición Cívica) Macri-Michetti es la que tiene más chances de disputar al oicialismo. Sin embargo, uno de los puntos débiles del PRO es la falta de una propuesta atractiva en la provincia de Buenos Aires, provincia que concentra el 40% del padrón electoral. Además su discurso ultraconservador, apolítico y maquillado no logra suscitar amplia adhesión en el electorado. Finalmente, dicha fuerza no pudo romper el cerco distrital y proyectarse nacionalmente. Su apuesta principal era la elección a gobernador en Santa Fe, el segundo distrito electoral, pero su candidato Miguel Del Sel no pudo superar el 30% de votos. La fórmula del FPV es la que cuenta con mayores posibilidades de ganar las elecciones presidenciales. Pero para los trabajadores y trabajadoras, quienes vivimos a diario de nuestro salario, gane quien gane, sea Scioli o Macri, el escenario que se avecina no es alentador. El programa que deienden ambos candidatos tiene importantes puntos en común: corregir desequilibrios en la economía (lo cual es un eufemismo para encubrir la profundización del ajuste), devaluación gradual, eliminación del cepo y mayor endeudamiento externo, políticas que van a ir acompañadas de una profundización del escenario represivo. Parte de este programa fue explicitado por el Foro de Convergencia Empresarial, que reunió recientemente a representantes de las 67 cámaras empresariales de diversos sectores de la economía. En un documento titulado “El rol del Estado y del buen gobierno republicano” dirigido a los principales candidatos presidenciales, la burguesía expone allí algunas de sus principales demandas: menor intervención y control del estado, seguridad jurídica para garantizar inversiones -y por lo tanto sus ganancias-, garantizar el derecho a la propiedad, y, tomando nota de anteriores procesos de resistencia, mencionan la necesidad de continuidad de políticas sociales para contener el conlicto social.
Otros candidatos del proyecto En la provincia de Buenos Aires el FPV
va a las PASO. Por un lado, Aníbal Fernández, uno de los responsables políticos de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, comparte fórmula con el “comunista” Martín Sabatella. Por otro lado, el binomio Julián Domínguez-Fernando Espinoza, que cuenta con el apoyo de intendentes de caudalosas secciones electorales y de buena parte de la burocracia sindical que se mantuvo leal al gobierno, con exponentes como el titular de la CGT Balcarce, Antonio Caló. El candidato es el Proyecto, y el Proyecto es bancar a Sergio Szpolski, empresario del multimedio Veintitrés -que entre sus antecedentes en la gestión tiene la quiebra del Banco Patricios-, como candidato a intendente de Tigre. También el proyecto es Abel Furlán, burócrata sindical de la UOM Zarate-Campana, que pacta techos salariales para garantizar la rentabilidad de la patronal y que fue premiado por sus servicios con el cuarto lugar en la lista de diputados en la Provincia de Buenos Aires. El proyecto es De Vido, Rossi, Garré y demás funcionarios que se reservaron algún lugarcito en los próximos comicios en las listas legislativas o en el caso de la Ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner la candidatura a gobernadora de Santa Cruz. También el proyecto son los Gioja, Beder Herrrera, Alperovich y Uribarni, viejos referentes provinciales del justicialismo que no sacaron los pies del plato y que han sido premiados con un lugar como candidatos a diputados en sus territorios. El proyecto es la vetusta estructura del PJ que encuentra en Scioli el candidato perfecto. Así lo ha manifestado uno de sus mentores, Duhalde: “Scioli es el hombre que se necesita, el hombre de paz. El paciicador. Eso es confundido muchas veces con cobardía, pero es su forma de ser”.
Transición ordenada El gobierno está garantizando una transición sin sobresaltos. Los controles al dólar comandados por el titular del Banco Central Vanolli, aunque son parches, han sido efectivos para calmar las aguas. La inlación continúa siendo alta pero del año pasado a este se ha reducido. El esquema del equipo económico es cortoplacista pero efectivo, lo suiciente como para pasar este año electoral: paz cambiaria, dólar anclado, endeudamiento externo a tasas del 9% (el doble o triple que otros países de la región), colocación de bonos del
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cuando producimos alimentos para 400 millones de personas, mientras niños mueren por desnutrición en Chaco, Salta o Formosa, mientras la miseria golpea a los habitantes de las históricas villas que rodean el conurbano bonaerense y aumenta la cantidad de personas que duermen en las estaciones de tren. Estas son las escenas que forman parte del cuadro que no pinta el poder oicial.
Las PASO del FIT En un contexto signado por la derechización de buena parte del electorado, desde las fuerzas que sostenemos una perspectiva anticapitalista y de izquierda no hemos demostrado aun ponernos a la altura de las circunstancias. La mayoría de la población va a optar por propuestas que sostienen el programa económico de la burguesía. La polarización se da entre dos candidatos con periles similares, productos que el empresariado nos ofrece para que elijamos quien nos va a gobernar por los próximos 4 años. Frente a este escenario, los partidos que conforman el FIT (Frente de
tesoro nacional con rendimientos de casi el 30% anual que les permiten fondos frescos para sostener el consumo por aumentos a jubilaciones, el 30% a la asignación universal por hijo retroactivo a junio, plan Ahora 12, Progresar, etc. Esta fórmula que combina inyección de dinero para sostener políticas sociales -que solo representan migajas para los más pobres-, patear el ajuste para el año que viene y una bicicleta inanciera que beneicia a los dueños de los bancos -los mismos que el año pasado se llevaron $45.937 millones de ganancias-, le alcanza al kirchnerismo para capear la tormenta, a pesar de que las variables principales de la economía real (crecimiento industrial, consumo, empleo, etc.) se encuentran estancadas hace meses. Esta imagen de capitán de batalla sin duda los beneicia electoralmente. Tras 12 años de gobierno Cristina Fernández de Kirchner termina un ciclo con un piso importante de imagen positiva en la sociedad. Tal es así, que hasta la misma oposición reconoce que de ser gobierno va a garantizar la continuidad de las políticas sociales de estos años.
Pobreza y estadísticas
En medio de este contexto electoral los tecnócratas de la FAO premiaron a la Argentina por haber supuestamente cumplido con un objetivo del milenio: reducir en un 50% la insuiciencia alimentaria. Al recibir el premio que corresponde a los últimos 25 años, es decir, que incluye las presidencias de Ménem, De la Rúa y Duhalde, la presidenta declaró que la pobreza en nuestro país era inferior al 5% y la indigencia apenas superaba el 1%, igualando pobreza con insuiciencia alimentaria. Más papista que el Papa, Aníbal Fernández dijo que “tenemos menos pobres que Alemania”. Desde la intervención del INDEC en 2007 no hay estadísticas coniables en nuestro país. El 2013 fue el último año en que se publicó un índice pobreza e indigencia oicial. En la Argentina de hoy, donde la mitad de los ocupados ganan $5.500 por mes, otros viven con jubilaciones de $3.800, buena parte sobrevive con políticas asistenciales del estado focalizadas que consolidan la precarización de la vida, las aseveraciones de la presidenta y miembros del gobierno no resisten el menor análisis. Mucho menos
Izquierda y de los Trabajadores), espacio político que se ha constituido como referencia de la izquierda en Argentina, han decidido no conformar una lista uniicada y van a las PASO en agosto con dos precandidaturas: Del Caño-Bregman (PTS) y Altamira-Giordano (PO-IS). La utilización de las internas que estableció la reforma política burguesa no es ningún PASO adelante. Más bien expresa la absoluta inmadurez de las fuerzas de tradición trotskista que integran el FIT, donde prima el poroteo de los candidatos, las disputas mezquinas y por cartel, y no el debate de ideas. ¿Cuáles son las diferencias entre la propuesta programática del PTS y la del PO-IS? ¿No es un debate surrealista la discusión sobre el candidato a presidente del FIT cuando prácticamente 95% de la población volcará su voto en las urnas a las opciones patronales? ¿Qué tiene que ver esta discusión con los problemas de los trabajadores y el pueblo pobre? Acá no existen diferencias programáticas de relevancia que expongan
de cara al conjunto de la clase los motivos de dos pre-candidaturas. Ambos fórmulas sostienen las bases que dieron nacimiento al FIT. Lo que se evidencia inalmente es el triste espectáculo de acusaciones sectarias, sin propuesta. Desde la Agrupación Política Hombre Nuevo consideramos que la forma de dirimir las discusiones dentro de la izquierda debería poder resolverse en ámbitos amplios, con debate de ideas, pero fundamental con una agenda de lucha, coordinación y unidad en la calle alternativa al bloque del poder. Las cartas están echadas… Cualquiera sea el candidato que corone al cierre de las urnas en octubre, traerá bajo el brazo un plan de ajuste y represión para relanzar el ciclo de acumulación capitalista, lo que profundizará la miseria del conjunto de los trabajadores y el pueblo. Con el debate político nacional corrido cada vez más a la derecha, se vuelve urgente que las organizaciones revolucionarias despleguemos la más férrea unidad en la lucha, superando el ombliguismo de la acumulación propia por sobre la del conjunto, y la una amplia discusión de ideas sobre la base de un programa de defensa de los derechos de los laburantes. Es por esto que en las PASO llamamos a votar al FIT, sin posicionarnos por ninguna de las listas internas que se presentan. Lo hacemos
desde la convicción de que, a pesar de sus limitaciones y las diferencias que mantenemos con dicha fuerza, es importante contraponer frente a las alternativas electorales patronales una opción de izquierda que plantee un programa desde el punto de vista de los trabajadores. Y de cara al próximo período, la madurez política que logremos alcanzar desde el conjunto de la izquierda para superar las mezquindades, identiicar correctamente a los enemigos a los que tenemos que destinar esfuerzos para enfrentar y construir la unidad determinará en gran medida la posibilidad de revertir el ajuste que se viene.
Agrupación
Hombre Nuevo
Junio de 2015
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economia
Un repaso sobre las redeiniciones en la producción de mercancías agrarias en las últimas décadas. Ganadores y perdedores en el sector estrella de la economía argentina. Las necesidades del capital y las nuestras.
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uien no habrá escuchado en la TV, en la radio, en los diarios, en el lugar de trabajo, en reuniones familiares, en la calle, al pasar, la sentencia de que “somos un país productor de alimentos, con capacidad para darle de comer a 400 millones de personas”. Seguramente nadie. Pero esa airmación, tan grandilocuente como parece, en realidad no nos dice nada. Si queremos analizar la producción de mercancías agrarias en Argentina, será más pertinente preguntarnos ¿Qué se produce? ¿Para quién se produce? ¿Quiénes se apropian de esta parte de la riqueza social? Porque si la airmación fuera verdadera, en una población de más de 40 millones, el problema del hambre no tendría razón de ser. Pero no es así. Entonces, ¿Es un problema de producción o de distribución el nuestro? ¿Es una fatalidad el hambre en nuestro país (y en el resto del mundo) o es más bien la consecuencia de un régimen especiico de producción, en el cual prima la lógica de la acumulación de capital y la ganancia por sobre las necesidades humanas? Abordar las determinaciones de este sector productivo y sus especiicidades resulta pues una tarea necesaria para los que luchamos por la emancipación de nuestra clase.
La producción de alimentos en la formación económico-social argentina. El agro argentino cuenta con un alto nivel de productividad del trabajo, gracias a las excepcionales condiciones agronómicas de las tierras sobre las cuales se aplica capital y a la tecniicación en el proceso de trabajo. Estos factores permiten que las mercancías agrarias puedan competir en el ámbito internacional en condiciones favorables, obteniéndose una ganancia extraordinaria a partir la renta deferencial de la tierra, vía apropiación de plusvalía en el mercado mundial. Lejos de ser acaparada íntegramente por los capitales que operan en el agro y la burguesía terrateniente, esta masa de valor adicional será disputada en el ámbito local entre las distintas clases y fracciones de clase, a partir de la implementación de políticas de tipo monetarias (apreciación/devaluación de la moneda), iscales (retenciones a las exportaciones) y subsidios. Cuando analizamos el papel del sector agropecuario (agricultura, ganadería, caza, selvicultura) y de las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) (carnes, pescados, frutas, lacteos, moliendas, aceites, grasas, etc.) en relación al total del producto interno bruto argentino, vemos que en la última década este subsector se ha mantenido en torno al 15-20% del total (7,8% y 10,3% en 2004; 5,66% y 10,6% en 2012, respectivamente)1, primando el sector de servicios, con el 52% para 2012.
Sin embargo, al analizar el volumen de las exportaciones, podemos apreciar la importancia estructural que el sector productor de alimentos posee en la acumulación de capital en Argentina, explicando el 57,5% del total (U$S 47.764 millones, 36,2% las MOA y 21,3% el Sector Primario Agropecuario)2, constituyéndose en el principal proveedor de divisas, relegando al rubro Manufacturas de Origen Industrial (34,2%, explicado principalmente por la industria automotriz y los productos químicos) y a Combustibles y Energía (6,3%). El cultivo de soja, históricamente marginal en el campo argentino, ocupa en la actualidad un papel central el comercio exterior, ya sea como bien inal o en la forma que asumen sus derivados. Según estimaciones del INDEC, hacia 2013 el complejo sojero (granos, molineda, aceites, pellets, harina y otros subproductos) representó el 24,5% del total de las exportaciones argentinas con U$S 20.032 millones, siendo el principal complejo proveedor de divisas, relegando al cerealero y al girasol, que reportan un ingreso de divisas por U$S 10.237 millones (12,6% del total). En términos iscales, en 2011 el aporte del complejo sojero a las arcas del Estado vía derechos de exportación representó un 53% del total ($ 28.716 millones).
Los cambios en el proceso productivo. Reconversión tecnológica y nuevos actores. Desde el último tercio del siglo pasado se vienen desarrollando una serie de transformaciones en la agricultura a escala mundial, las cuales fueron incorporadas tempranamente al ámbito nacional. Este conjunto de innovaciones, denominado “revolución verde”, es promocionado por las compañías transnacionales, con el argumento de que a partir del incremento de la producción se estaría en mejores condiciones para “luchar contra el hambre en el mundo”. Dicha “revolución” supone la implementación de nuevas prácticas organizativas, la incorporación de tecnología de avanzada, la aplicación masiva de agroquímicos y la utilización de semillas mejoradas a partir de modiicaciones genéticas3. Comienza a generalizarse la técnica de siembra directa, consistente en la no roturación de la tierra, utilizándose un tratamiento mecánico de precisión. Si en 1988 la siembra directa representaba el 3% de la supericie, en 2002 pasó a explicar un 36% del total, mientras que en la soja la proporción asciendió al 80%4. La siembra directa promueve el aumento de la escala a partir de la introducción de maquinarias de alto contenido tecnológico, aumentando la productividad del trabajo. En condiciones normales de producción, a lo largo de la campaña agrícola (estimada según el cultivo entre seis y ocho meses) las labores de siembra consumen, por cada 150 hectáreas, un
promedio de 4 jornadas (30-40 has. diarias) de tres trabajadores. Para la cosecha son necesarias 5 jornadas (25-35 has. diarias) de 4 trabajadores y para las tareas de pulverización 4 jornadas de un trabajador (ya que se realizan 4 pasadas por ciclo). Es decir que el proceso productivo para dicha escala supone solamente 36 jornadas de trabajo. Conjuntamente con estos avances, prolifera el sistema de la doble cosecha, principalmente la combinación trigo-soja y maíz transgénico RR y Bt, desplazando paulatinamente la rotación agrícola-ganadera. La gestión del capital productivo es hegemonizada por grandes productorespropietarios que eventualmente arriendan
actividad, si bien varían en función de la actividad especíica y de sus requerimientos, presentan algunos rasgos comunes: altas tasas de informalidad, que en 2013 se ubicaba en el orden del 46%10, la contratación transitoria para la realización de tareas, lo cual genera una gran inestabilidad laboral, y condiciones de trabajo insalubres. En la producción de cereales y oleaginosas, las mediaciones presentes en la compraventa de la fuerza de trabajo (que se realiza generalmente mediante empresas contratistas) contribuyen a que la contradicción capital-trabajo se vuelva más difusa que en el ámbito de la industria y los servicios. Solo en las grandes y medianas explotacio-
Las relaciones de producción que imperan en la actividad presentan altas tasas de informalidad y la contratación transitoria para la realización de tareas, lo cual genera una gran inestabilidad laboral, y condiciones de trabajo insalubres. tierras de terceros, por "pools de siembra” (asociación de fondos de inversión especulativos de origen nacional o extranjero con empresas encargadas de la gestión productiva, que operan por lo general sobre tierras en arriendo) y por empresas contratistas capitalizadas en maquinaria que ofrecen servicios dentro de las explotaciones (de roturación, siembra, cosecha, fumigación, etc.) encargándose así de una parte signiicativa del proceso productivo. Para 2002, en la provincia de Buenos Aires, el total de la supericie trabajada con maquinaria contratada asciende al 96%5, mientras que la supericie cosechada mediante contratistas es del 64%. En el caso de Santa Fe, los porcentajes son del 141 y 56 por ciento respectivamente6. De esta manera, los pequeños y medianos propietarios van siendo desplazados de la esfera productiva, convirtiéndose paulatinamente en arrendadores netos. Los altos costos de los alquileres, permitieron que esta fracción pueda obtener un considerable ingreso a partir de la renta de la tierra7. La política económica desarrollada en la década del 90, al desregular los precios de las mercancías agrarias y los insumos, diicultar el acceso al crédito y eliminar varios de los organismos que ordenaban el agro desde 19308, sumado a la revalorización de la moneda, que afectó negativamente los precios relativos del sector, aceleraró este proceso. Entre 1988 y 2002 el número de explotaciones agropecuarias se redujo en un 21%9, generándose la expulsión de 200.000 productores. El proletariado rural se encuentra entre los sectores de la clase con peores condiciones laborales. Según el Censo 2010, el colectivo obrero del sector agrícola, ganadero, apícola-avícola, caza y forestal contiene una masa de 932.000 trabajadores. Las relaciones de producción que imperan en la
nes agropecuarias podemos encontrar trabajadores permanentes. El sector de comercialización de semillas e insumos es monopolizado por el gran capital extranjero, en el que se destacan empresas como Monsanto, Dow Agrosciences y más tarde Syngenta. Las empresas productoras de semillas se orientan hacia la difusión de híbridos, en una búsqueda por resguardarse de que los productores resiembren con las semillas obtenidas, ya que la F2 (hija del híbrido) se encuentra inutilizada para su reutilización. Por su parte, el consumo de glifosato aumentó de 1,3 millones de litros en 1991 a 30 millones en 1997 y 197 millones en 2013. En el comercio exterior se veriica un proceso de concentración y extranjerización, siendo desplazadas las empresas y cooperativas nacionales por un reducido número de consorcios trasnacionales (Cargill, Bunge, AGD, Dreyfus, Vicentin y Molinos Rio de La Plata). En el complejo sojero, hacia 2010 las grandes exportadoras concentrarán el 70% del comercio exterior en Granos de Soja y el 84% en el rubro Aceites.
En el horizonte, soja. El “proceso de sojización” ha permitido potenciar un proceso más general de “agriculturización” del agro argentino, de expansión de la agricultura en desmedro de otras explotaciones como la ganadería y las denominadas “economías regionales”. La supericie implantada con los principales productos de exportación (Girasol, Maíz, Soja y Trigo) pasará de 14,2 millones de hectáreas en la campaña 1987-88 a más de 30,8 millones para 2013-14. En el caso de la soja, la posibilidad de ser implantada en zonas que en el pasado no resultaban
economia aptas para la agricultura permitirá una notable expansión. Si en la campaña 1980-81 se registraron 1,9 millones de hectáreas con soja (3,7 millones de toneladas), en 1996-97 serán 6,6 (11 millones de toneladas) y 19,7 en 2013-14 (53,4 millones de toneladas), lo cual supone un incremento de más de 10 veces y el 53,9% del total de la supericie agrícola. En los últimos años se veriica cierta estabilización del proceso de expansión de la oleaginosa, tanto de tipo espacial (en torno a los 18-20 millones de hectáreas), en su producción total (en torno a los 40-55 millones de toneladas) como a la productividad (entre 2.200 a 2.700 Kg/has, según las zonas). En el caso del maíz, a partir de la introducción en 2004 de la variante RR, el cultivo pasa de 2,9 millones en 2003-04 a 6,1 millones en 2013/14, aumento su rendimiento de 3.774 kg/ha en 1987-88 a 6.841 kg/ha en 2013-14, veriicándose un cierto estancamiento de la supericie sembrada con trigo y girasol. El desarrollo del cultivo se asentó en un primer momento sobre la Región Pampeana, relegando a los cultivos históricamente dominantes y expandiendo la explotación agrícola hacia sus zonas marginales (norte de Santa Fe y Córdoba, oeste de La Pampa). Para la campaña 2013-14 el núcleo sojero (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) concentro el 76,1% de la supericie implantada con soja y el 78,7% de la producción total del país. La ganadería es relegada hacia tierras menos productivas o relocalizada en otras regiones, en favor de la agricultura. La introducción de adelantos tecnológicos como el sistema de feed lot, que supone el acorralamiento de los animales y el engorde con alimentos procesados, permitió que no se desplome el stock ganadero, aunque en el período 2003-12 se presenta un descenso de 52,2 millones de cabezas a 49,811. En las áreas denominadas “extra pampeanas” la expansión del agronegocio
orientado al mercado mundial redeinió las formas de propiedad de la tierra y las decisiones productivas de diversas maneras: mediante la expulsión de poblaciones rurales que desarrollaban una economía de subsistencia, sustituyendo actividades tradicionales, incorporando zonas consideradas improductivas y espacios no
"El campo" no somos todos Como podemos ver, nos hallamos inmersos en un vertiginoso proceso de concentración del capital que opera en la esfera de la producción agrícola, a partir de la proliferación y hegemonía de grandes productores. Los complejos exportadores y
la expansión del agronegocio orientado al mercado mundial redeinió las formas de propiedad de la tierra y las decisiones productivas mediante la expulsión de poblaciones sustituyendo actividades tradicionales e incorporando espacios no utilizados en el pasado propiciando el desmonte.
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que se tomen para el sector en los próximos años (eliminación o baja de retenciones, cupos de exportación, subsidios y inanciamientos a la producción) y los precios internacionales deinirán el avance o retroceso de este ciclo. Frente a las disputas entre los distintos bandos capitalistas y sus discusiones sobre el “paradigma agrario”, la acción política de los trabajadores deberá encaminarse hacia la centralización de la producción agraria bajo su control, la expropiación de las grandes explotaciones agropecuarias y la nacionalización del comercio exterior y de las empresas proveedoras de semillas e insumos, para poder así planiicar la producción de alimentos en función de nuestra necesidad social. Santiago Jiménez
utilizados en el pasado, propiciando el desmonte. En Santiago del Estero de 1988 a 2014 la supericie implantada se multiplicó por seis, ocupando la soja 969.000 hectáreas, un 45% del total. En Tucumán para el mismo periodo la expansión sojera es de 84.000 a 208.000 has., con una caída del 33% en la supericie de azúcar. En Chaco la agricultura se expande en un 150% (sin contar el tabaco, cuya producción desde la campaña 2004-05 cae en un 55%), logrando la soja expandirse de 14.000 has. a 591.000. El retraimiento del algodón, comparando los promedios de los ciclos 1988-96 con 1997-2012, es de un 27%. En Salta, la caída de la supericie de algodón en el periodo 1996-2014 es de un 79%, mientras la soja pasa de ocupar 193 mil hectáreas en 1996-97 a 492.000 en 2013-14. En cuanto al desmonte, según los relevamientos de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, entre 1998 y 2006 se habrían deforestado 1.890.600 hectáreas de bosque nativo, principalmente en Chaco, Santiago del Estero y Salta, incorporadas mayormente a la producción sojera.
de comercialización de semillas e insumos se encuentran monopolizados por capitales transnacionales, situación que les permite la apropiación de una porción considerable de las ganancias del sector agroindustrial. La primacía de la soja se explica por los altos precios del grano y sus derivados en el mercado mundial (sobre todo a partir de la apretura de China al mercado mundial) en comparación con otros cultivos y por ser el producto que mejor se ha adaptado a las nuevas técnicas productivas. Los controles a la remisión de utilidades en dólares hacia el exterior desde 2011 generaron un marco de incertidumbre para los capitales externos que invierten “a riesgo” en los grandes pools, generando en algunos casos la retirada. El aumento en dólares de la tierra y su arriendo, de los insumos y los servicios de contratación achicó el margen de ganancia. A partir de ines de 2012 la caída en el precio de los Commodities, particularmente de la soja12, disminuye aun más la renta potencialmente apropiable. Las decisiones políticas y económicas
1. Fuente: INDEC. 2. Datos de la Cámara Argentina de Comercio en base al INDEC. Al total del Sector Primario se resta el rubro “Explotación de Minas y Canteras”, que en 2013 contó, según el informe de NOSIS, con exportaciones por U$S 1.327 millones. 3. En Argentina se introduce en 1996 la semilla transgénica de soja resistente al glifosato “Roundup Ready”, en 1998 el maíz Bt y en 2004 el maíz RR. 4. Lódola (2008). 5. Dicha cifra contiene duplicaciones, ya que se presentan la prestación de distintos servicios en esta etapa 6. Lódola (2008). 7. Según la Compañía de Argentina de Tierras S.A. en la zona oeste de la provincia de Buenos Aires el precio del arrendamiento por campaña pasó de US$ 105 en 2001/02 a US$ 450 en 2008/09 y US$ 390 en 2013, llegando a los US$ 700 en las zonas más fértiles. 8. El Decreto 2284/91 elimina la Junta Nacional de Carnes y la Junta Nacional de Granos. 9. CNA. 10. Datos del Ministerio de Trabajo. 11. INTA. 12. El precio de la tonelada en el Mercado de Chicago pasó de U$S 200 en el año 2000 a U$S 622 en 2008. Luego de un descenso llegó a su pico histórico de U$S 650 en septiembre de 2012, ubicándose en junio de 2015, en U$S 362.
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"Sería absurdo disparar con un revólver sobre la urna electoral, pero sería todavía más absurdo defenderse de las bandas fascistas con una boleta electoral"1 León Trotsky
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on partidos de 40 o 50 años de trayectoria, el trotskismo detenta un lugar importante en la izquierda argentina. Con inserción en la clase obrera, en la juventud y con una insistente política en el terreno electoral, hoy es, para la mayoría de la población, la representación de “la” izquierda. Sus tres principales partidos hoy se encuentran agrupados en el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), alianza electoral a la que llamamos a votar en las elecciones de este año. Guiados por comprender que en unos comicios signados por lo que será la cristalización de un giro a la derecha del escenario político que intentará traer para los laburantes más ajuste y represión, el programa del FIT implica un importante piso para contraponer al sistema y discutir la construcción de una alternativa política anticapitalista para nuestro país. El apoyo no implica la dilución de nuestras críticas a sus organizaciones, menos aún delegar nuestra representatividad, perspectiva y tareas políticas. En este breve artículo puntualizaremos algunos debates y diferencias que tenemos con el trotskismo argentino.
Desde dónde Caracterizamos la presente etapa como de acumulación de fuerzas. A su vez, desde nuestra corriente, el guevarismo, vivimos una época signada por tareas de reconstrucción. Lo previamente expuesto implica asumir que venimos de una derrota de carácter histórico sufrida por nuestra clase y su izquierda revolucionaria. El triunfo de nuestros enemigos tiene a la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética como expresiones simbólicas fundamentales del fenómeno en cuestión, pero que incluye el aniquilamiento físico de gran parte de la insurgencia del tercer mundo, la capitulación de los grandes partidos comunistas (eurocomunismo mediante) en Europa, la desarticulación de los diversos movimientos rebeldes en los propios países centrales, en síntesis: una avanzada generalizada del capital sobre la clase trabajadora a nivel mundial. En nuestro país, dicho proceso tiene a la dictadura de 1976 como expresión más representativa. Con 30.000 desaparecidos, los militares vinieron a desarticular al movimiento popular y sus organizaciones que por ese entonces se planteaban con seriedad la cuestión del poder y la posibilidad real del socialismo en Argentina. El método fundamental fue la aniquilación física, la misma logró su cometido. El guevarismo fue uno
de los principales blancos del imperialismo y el capital. El resultado fue un quiebre histórico de gran magnitud y un desarme ideológico de la clase. Al día de hoy, aún no hemos podido reconstruir una izquierda revolucionaria en nuestro país, lo cual es fruto de la derrota histórica pero también de no pocos errores propios. Esta propia debilidad debe ser reconocida porque es la que nos permite precisar las características de un apoyo al FIT que, a nuestro modo de ver, no puede ser sino crítico, si lo que se quiere es construir una alternativa social y política con perspectiva de poder. Y reconocemos autocríticamente la debilidad de la izquierda revolucionaria, lo que hoy no nos permite levantar una alternativa propia o al menos discutir el programa y peril del FIT. De ahí se deriva una de nuestras primeras certezas, un apoyo al FIT no puede signiicar el retraso en las tareas de reconstrucción guevarista y de una izquierda revolucionaria, reconstrucción que implica profundizar nuestra inserción (sobre todo entre los trabajadores del sector privado), dar visibilidad a nuestra perspectiva política y reforzar el rearme ideológico.
Electoralismo e institucionalismo, dos demonios A nuestro modo de ver, la lucha electoral detenta un carácter táctico. Esto implica que la misma no debe ser confundida con nuestros objetivos de fondo y no puede ser un obstáculo para dichos objetivos estratégicos que, precisamente, implican la superación de una institucionalidad burguesa cuyo único in es someter a nuestro pueblo. De lo dicho se desprende que no depositamos expectativas en que mediante los comicios se puedan resolver los problemas de nuestra clase y el pueblo, menos aún queremos infundir o fortalecer esa idea en el seno del mismo. La utilización de la táctica en cuestión tiene que ver con que el nivel de legitimidad que detenta la institucionalidad burguesa determina que el grueso de la discusión política actual que alcanza a nuestra clase se da frente al acto eleccionario, como momento político fundamental, hecho que no nos entusiasma. Mas no se trata de cuánto nos guste a nosotros lo que ocurre, sino más bien de lo que efectiva y precisamente ocurre. En este punto nos diferenciamos del trotskismo argentino, corriente que le da a
la lucha electoral una entidad y gravitación estratégica, aun cuando sus documentos programáticos digan lo contrario; no es correcto caracterizar a una organización solo por lo que dice de sí misma, sino fundamentalmente por lo que hace. Las organizaciones trotskistas suelen combinar consignas verbales ultraizquierdistas con una práctica política institucional y moderada. Sin una política disruptiva, la izquierda corre el riesgo de integrarse siendo funcional al sistema, embelleciendo el Congreso, canalizando institucionalmente la organización popular, fortaleciendo la idea hegemónica de que la democracia burguesa garantiza que gobierne el promedio de la sociedad, si los trabajadores ganaran las elecciones, pues entonces habría un gobierno de los trabajadores, idea que oculta el carácter de clase de la actual institucionalidad dominante. Demostración de dicho posicionamiento es la recurrencia del FIT, sin más, a las
PASO como herramienta para dirimir las candidaturas. Una recurrencia que fortalece la falsa idea de representatividad que el poder dominante infunde en la sociedad, idea despolitizante que implica la invitación a que los trabajadores elijan sobre iguritas y no a que debatan sobre programas. Esta concepción se expresa también en su fuerte respeto a las instituciones, su rechazo a la bronca popular cuando la misma se maniiesta violentamente, su macartismo -aunque suene paradójico- y condena a las organizaciones que recurrimos a la acción directa como método de lucha. Dichos posicionamientos vienen de larga data, sobre todo en el morenismo, una de las tendencias fundamentales que engendra al grueso de las organizaciones trotskistas de nuestro país ( todas menos el PO). De dicha corriente son herederos, con mayor o menor crítica a sus orígenes, el MST, PSTU, IS, PTS, Nuevo MAS, entre otros. Para ejem-
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pliicar, el morenismo en plena dictadura (mayo de 1976) tituló un artículo nada más y nada menos que Repudio a la guerrilla2 , como si no hubiera en la escena nacional algunos enemigos más merecedores de repudio que nuestros 30.000 compañeros desaparecidos por el genocidio burgués e imperialista. El mismo morenismo que ha alimentado y alimenta la teoría de los dos demonios: La organización guerrillera es enemiga de la movilización permanente de las masas, también, porque sus acciones provocadoras desatan o sirven de excusa para desatar violentas represiones y hasta golpes de estado.3 Teoría de los dos demonios que también difunden los intelectuales del PTS, por ejemplo a la hora de analizar la guerrilla del Che en Bolivia: Barrientos [dictador boliviano en ese entonces] utiliza el pretexto de la lucha contra la guerrilla desarrapada para relanzar la represión contra los bastiones mineros en junio de 1967”4.
El Partido y las masas Otro aspecto que nos diferencia del trotskismo argentino es la forma en la que concibe a la organización revolucionaria, concepción que lo lleva a un partido-aparato-centrismo nocivo, profundamente perjudicial para la acumulación de organización y el desarrollo de la conciencia. Como organización leninista, consideramos al Partido un elemento indispensable y absolutamente central para el desenvolvimiento de un proceso revolucionario. Pero comprendemos que el mismo debe ser una herramienta de los trabajadores, expresión de la fusión entre la teoría revolucionaria y los obreros
avanzados. La acumulación de la clase en su conjunto está en el centro, el partido no puede ser un obstáculo para ello sino precisamente su indispensable dinamizador. Su comprensión va a contramano de la precisa concepción que el propio León Trotsky tenía sobre el partido y su relación con las masas, que prodigiosamente sintetizara al formular: Sin una organización dirigente, la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor5 . La tendencia del trotskismo a romper todo espacio que no tenga la dirección de su partido es muy nociva para nuestra clase. Si no se supera la estrecha concepción escolástica de concebir teóricamente a la propia organización como el partido-verdad , el cual estaría comprobado previo a la experiencia, difícilmente pueda estarse a la altura de dirigir un proceso revolucionario. El Partido de la clase no se construye en un laboratorio, en una mera discusión programática, sino que se construye históricamente, en su ligazón con las masas realmente existentes; no se proclama sino que es reconocido como tal por los trabajadores y el pueblo. El Partido es praxis, debe comprobarse. En última instancia esto se deriva de una concepción simplista del desarrollo de la conciencia y la politización, de fuerte raigambre determinista. Según la cual las masas tendrían una disposición innata y permanente a la lucha contra el sistema, disposición que es obstaculizada siempre por la burocracia y los populismos, meros
tapones de un proceso irrefrenable. Al Partido sólo le toca alimentar dicha disposición mediante la agudización de consignas económicas. Este espontáneo movimiento de masas empalmaría con el programa y las consignas correctas previamente elaboradas por el Partido-verdad. Esto conlleva a un sectarismo y una miopía frente a la necesidad de una acumulación real del conjunto de la clase. Dicha concepción se vuelve todavía más nociva, cuando se pone en consideración que existen unas cien organizaciones que se creen ellas mismas el partido-verdad. Generando un cuadro patético en el conjunto de la izquierda, un cuadro del que se ríe el poder y se espantan los trabajadores. Así, cualquier asamblea barrial o conlicto obrero, cualquier instancia de articulación entre diferentes organizaciones de izquierda, se constituye en un campo de batalla intraizquierda donde se libra la pelea inal entre los representantes del kerenskismo, el kornilovísmo y el bolchevismo. La militancia se auto-consume, la clase se desmoraliza. Estas propias limitaciones se encuentran trágicamente plasmadas en el carácter que asume el FIT. Se trata de una mera alianza electoral que no se traduce en ningún espacio de organización real del movimiento obrero y popular, que no se expresa en las luchas. Basta recordar que hasta en las elecciones de la Unión Ferroviaria contra la burocracia de Pedraza (asesina de Mariano Ferreyra), el PO y el PTS presentaron listas separadas. Basta recordar que ante una profundización del ajuste y la represión, donde todos los actores de la sociedad cierran ilas; el PO, el PTS e IS crean cada uno su espacio de unidad sindical , cada uno presentado como el verdadero, donde aparentemente se unirían la izquierda y el movimiento obrero.
Eurocentrismo El trotskismo argentino es eurocéntrico, siente desprecio por las costumbres y la historia de nuestra patria y nuestramérica. Su estudio de la revolución rusa no nutre la relexión de los propios procesos regionales y continentales, sino que la conciben como algo alternativo . Así tan sólo esperan revoluciones puras que no encontrarán, esperan que se reediten las condiciones de una historia-tragedia que no se reeditará porque la historia sólo se repite como farsa. Basta leer los posicionamientos sobre Cuba, Venezuela o la insurgencia Colombiana, para ver que el trotskismo se constituye como un evaluador externo de todo proceso, con posiciones soberbias y lapidarias de todas las experiencias nacionales que no dirigen (lo que signiica lisa y llanamente: todas). Arremeten con formulaciones simplistas y de manual que desprecian a los pueblos que luchan, pueblos que se enfrentan al imperialismo y que para nosotros hay que reivindicar aun cuando peleen dirigidos por caudillos nacionalistas o que no sean socialistas (lo que no implica diluir las críticas). Porque la lucha de clases se da en movimiento y ante un escenario tan adverso resulta pertinente al menos recurrir a la duda cuando el resultado político de nuestras posiciones se asemeja a menudo
con el del imperialismo.
A modo de conclusión Partiendo de nuestra propia debilidad, asumiéndola y no escondiéndola, marcamos humildemente nuestras diferencias con el trotskismo. Lejos del macartismo, los comprendemos compañeros y damos una discusión franca, sabiendo quiénes son nuestros enemigos. Aquí no hay agentes de la burguesía, ni traidores, ni claudicadores seriales, hay discusiones entre compañeros que no deben obstaculizar la única acumulación real que es la de la clase en su conjunto, autónoma de y contra el Estado, independiente de los partidos patronales, con conciencia de clase. Nos diferenciamos de la gravitación estratégica que le dan a la disputa en el marco de las instituciones, estrategia reducida al parlamentarismo burgués. Hija de la misma concepción es su comprensión imprecisa del rol de la violencia, que la termina por entender como una superestructura . Comprensión que asume a la violencia como mero resultado evolutivo y espontáneo del desarrollo de la lucha de clases. De ello se deriva una concepción insurreccionalista y espontaneísta que desdibuja el papel de la vanguardia revolucionaria. Como dijera Trotsky: El proletariado no puede apoderarse del poder por una insurrección espontánea6”. Es por dicha incomprensión que nos acusan injustiicadamente de foquistas, simpliicando la vasta experiencia y los aportes que el guevarismo ha hecho a la teoría revolucionaria, como inocultable interlocutor protagonista del movimiento revolucionario en nuestramérica en las décadas del 60’ y 70’ del siglo pasado, lo que lo constituye como la expresión más desarrollada del marxismo-leninismo en América Latina. Para construir una verdadera alternativa política de los de abajo, con capacidad de interpelar a nuestra clase y confrontar realmente con el poder, con independencia de clase y perspectiva anticapitalista, con peril disruptivo y potencialidad para devenir en alternativa revolucionaria, sin duda el aporte de León Trotsky, entrañable revolucionario, fundador del Ejército Rojo, a quien en Hombre Nuevo valoramos y estudiamos, será indispensable. Así también, será indispensable la batalla de ideas para rearmarnos ideológicamente como clase y como izquierda revolucionaria, lo que signiica, a su vez, disputar ideológicamente con el trotskismo como corriente hegemónica de la izquierda argentina, para de dicho modo aportar a la reconstrucción del guevarismo, corriente indispensable para la liberación de nuestra clase y nuestro pueblo. Luciano Rocha
1. Trotsky, León; ¿A dónde va Francia? Editorial IPS. Pág. 107. 2. “Repudio a la guerrilla”,Cambio, Buenos Aires; Primer quincena de mayo de 1976. Nº1,pág. 16. 3. Moreno, Nahuel; “Tesis sobre el Guerrillerismo”; 1973. 4. Aguirre, Facundo;“El asesinato del Che (y la tragedia del guerrillerismo)”,La izquierda a diario, 8 de octubre 2014. 5. Trotsky, León;Historia de la Revolución Rusa, Ed. Razón y Revolución, pág. 20. 6. Trotsky, León;“Prólogo”, Las lecciones de octubre; 1924.
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Concentración de las tierras, golpes "blandos", masacres, avance de multinacionales y un pueblo que empieza a hacer escuchar su grito de lucha y resistencia. Paraguay, otro capítulo de las garras de imperio sobre nuestra patria latinoamericana. Bajo la Sombra colorada de Stroessner Alfredo Stroessner fue un dictador paraguayo que estuvo al frente del gobierno militar durante 35 años seguidos, desde 1954 hasta 1989. Como el resto de las dictaduras que sufrimos por aquellos años, su régimen implementó un avance neoliberal en términos económicos, secuestros, torturas (participación en el plan cóndor), dio asilo a otros dictadores derrocados e incluso a altos jefes militares del nazismo. La historia del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI en Paraguay estuvo marcada por los gobiernos del Partido Liberal y la Asociación Nacional Republicana - Partido Colorado, del cual Stroessner era parte. Es decir que desde 1886 hasta hoy ambos partidos se fueron alternando en el gobierno, no sin tensiones ni enfrentamientos. Con la excepción de la presidencia de Franco en 1936 (hasta 1937) y del obispo Fernando Lugo entre 2008 y 2012. En junio del 2015 se cumplen tres años de dos sucesos que marcaron la historia reciente del pueblo paraguayo: la Masacre de Curuguaty y el golpe de estado a Lugo. Ambos hechos son parte de un proceso que tiene un mismo eje denominador, desde el primer gobierno del partido colorado en 1886 hasta el actual de Horacio Cartes, pasando por Stroessner, Lugo y Franco: la concentración de la tierra.
Promesas resistencias y represión Fernando Lugo llega al gobierno en 2008 levantando principalmente las promesas de una reforma agraria a favor de los sectores campesinos pobres. Algo poco creible ya que llegaba de la mano de una alianza con uno de los sectores de la derecha tradicional
del país: el Partido Radical Liberal Auténtico. Más difícil aún de aplicar si mantenía, como lo hizo, la estructura económica del país sin grandes ni pequeños cambios, basada en el extractivismo y la agro exportación. En 2012, el penduleo de Lugo llegaba a sus límites. Por un lado, estaba presionado por los grandes grupos mediáticos y económicos, principalmente de la mano de Monsanto; mientras que por el otro, el pueblo campesino y trabajador veía que la tan ansiada reforma agraria estaba en un horizonte cada vez más lejano. En este contexto se da la Masacre de Curuguaty, en junio de ese año. En un toma de tierras iscales en la que participaban cerca de mil campesinos, lo cual era una táctica de presión para exigir la redistribución de las tierras prometidas (pero nunca cumplidas) por Lugo, se da una feroz represión. Más de trescientos policías avanzan contra los campesinos desalojando las tierras que reclamaba como propias un ex presidente del Partido Colorado. El saldo de la represión y la resistencia fue de diecisiete personas muertas, once campesinos y seis policías. Este operativo fue dirigido por el Grupo Especial de Operaciones (GEO), entrenado por militares colombianos bajo la presidencia de Fernando Lugo. Participaron también de dicho accionar la Policía Montada, la Policía Nacional y la Policía Regular. Este hecho, que fue el inicio del in del gobierno de Lugo, al día de hoy sigue impune, no ha habido respuesta ante el asesinato de los campesinos. Sólo se ha abierto una causa para investigar la muerte de los 6 policías, causa por la cual se iniciará un juicio sobre doce campesinos.
Golpe "blando": De Lugo a Cartes La historia reciente de nuestros pueblos
está atravesada por los golpes de estado realizados por los militares. A diferencia de esa modalidad, en 2012 en Paraguay se dio un golpe de estado “constitucional”, “parlamentario”, que los medios llamaron “blando”. En lugar de los militares tomando las riendas, esta vez fue el congreso guaraní el que, a través de un juicio político, destituyó a Fernando Lugo dos semanas después de la masacre. ¿Qué tendrá de blando un golpe de estado que se airma sobre la sangre campesina de Curuguaty? ¿Qué puede tener de blando un golpe de estado que envía sicarios a asesinar a las víctimas y familiares organizados de la masacre? Sin distinguir entre golpes blandos o duros, fue Estados Unidos el primer gobierno de América en reconocer las nuevas autoridades bajo la presidencia de Franco, ex vicepresidente de Lugo que ahora tomaba su lugar. El progresismo de la región pretendió mostrarse reticente al nuevo gobierno con sus declaraciones de escritorio y suspensiones provisorias (UNASUR Y MERCOSUR) al nuevo gobierno. Suspensiones que levantaban menos de un año después. En medio de un clima de represión y avance neoliberal se llevaba adelante el “democrático” proceso electoral por el cual el Partido Colorado volvía a estar al frente del gobierno, siendo Cartes elegido presidente. Bajo el nuevo gobierno, se intensiican las políticas neoliberales, junto a la persecución y represión sobre el pueblo: tarifazos, modiicación de la ley de seguridad interna, lo que permite el despliegue de las fuerzas militares; ley de responsabilidad iscal, que no es otra cosa que recortes en los presupuestos de salud y educación y, principalmente, la ley de Alianza Público-Privada, a través de la cual el estado entrega, bajo concesiones al sector privado, los recursos y bienes comunes, incluida todos los servicios que son o eran estatales, como infraestructura, salud y educación con plazos que llegan a los 50 años. Se trata, una vez más, de iniciativas políticas económicas que provienen de las injerencias del FMI, y principalmente de Estados Unidos.
Basta con tener en cuenta que uno de los diez mayores inversores en Paraguay sigue siendo el capital yanqui, a través de una docena de empresas entre las cuales se destaca Monsanto. No es casualidad que la multinacional haya conseguido liberar en los últimos años distintas variedades de semillas transgénicas que son resistentes a las fumigaciones en un país que es el cuarto productor y el sexto exportador de soja a nivel mundial, que cuenta con el 92% de la tierra cultivable utilizada para la exportación, que tiene una concentración de la tierra que lo lleva al primer lugar del mundo en materia de desigualdad: 2,6% de los propietarios son dueños del 85% de la tierra cultivable.
Resistencias por abajo En medio del avance neoliberal que vienen imponiendo los gobiernos guaraníes, las resistencias estudiantiles, de trabajadores y campesinos pobres no se hacen esperar. Las movilizaciones de estudiantes, principalmente secundarios, que exigieron el año pasado mayor presupuesto para la educación pública, las ininterrumpidas tomas de los sectores campesinos que se organizan bajo la bandera de la reforma agraria, el histórico paro del 2014, luego de 20 años sin huelgas generales, y el próximo paro de agosto de este año, al cumplirse dos años de la asunción de Cartes, marcan un camino en medio de tantas adversidades. Bajo las mismas consignas, desde Hombre Nuevo nos solidarizamos con el pueblo paraguayo y exigimos justicia por la masacre de Curuguaty y la libertad de los presos campesinos de esa localidad. Levantamos nuestra voz contra la ley de Alianza PúblicoPrivada y seguimos luchando junto a nuestros hermanos guaraníes por una patria grande sin opresores. Por un gobierno de trabajadores y campesinos. Por el socialismo. Federico de Benedetti
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os días 5, 6 y 7 de junio participamos del “II Foro por la Paz en Colombia, contra la militarización en América Latina” que se desarrolló en la ciudad de Montevideo. El encuentro reunió a decenas de organizaciones de diversos países del cono sur de Nuestra América. Las actividades desarrolladas a lo largo de tres intensas jornadas no dejan dudas respecto de la complejidad de causas y dimensiones del conlicto en Colombia, que tiene una expresión político – militar, pero que lejos está de reducirse a ella. La persecución y asesinatos a líderes sindicales y el ataque constante a la organización gremial es la realidad inmediata a la que se enfrentan los trabajadores que reclaman en contra de la precarización de las condiciones de vida y trabajo. No es mejor la suerte que corren los estudiantes e intelectuales que promueven una universidad y una escuela que no sea la vocera y legitimadora de los intereses dominantes. Las payasadas de los demócratas que en estos días se preocupan por los contrarrevolucionarios presos en Venezuela, contrastan con el silencio ante los 9.500 presos políticos que padecen condiciones infrahumanas y de torturas en las cárceles de Colombia. El país tiene 6 millones de campesinos desplazados por el terror que ejercen de conjunto el paramilitarismo y el ejército oicial.
Esas tierras quitadas pasan a ser parte de una contra-reforma agraria que otorga más hectáreas a latifundistas, grandes empresas del agronegocio y a la megaminería. A esta verdadera tragedia que afecta a campesinos, indígenas, afrodescendientes, hay que agregar la cifra reconocida por el ACNUR de 5 millones de migrantes fuera del país que no encuentran en su tierra natal las condiciones de trabajo digno, acceso a la educación y a la salud, entre otros. Adicionalmente, la cuantiicación conservadora del ACNUR reconoce que hay 400 mil colombianos que se han exiliado por razones políticas aunque la mayoría de ellos no haya accedido al estatus de refugiado. Desde el gobierno de Uribe, la salida del país no es garantía de no padecer la persecución. Por tanto, tal como lo han planteado las FARC desde el comienzo, un proceso de paz no puede reducirse a la desmovilización de la insurgencia. Por eso la búsqueda intensa de romper el cerco mediático y dar a conocer los debates, propuestas y acuerdos parciales a los que se va arribando en La Habana junto a la premisa de que, una vez alcanzado el acuerdo, el mismo deba ser refrendado por el conjunto de la población colombiana. El tipo de paz express que promueve Santos en realidad pretende la entrega de la insurgencia y trasluce la decisión de no resolver
ninguno de los problemas estructurales que dieron origen al conlicto. El II Foro se ocupó, además, de poner en claro que la situación que hoy atraviesa Colombia obedece a una estrategia continental del imperialismo norteamericano que se proyecta al resto de Nuestra América y que tiene en las 72 bases militares instaladas en ella su elocuente medida. El esquema de narcotráico, injerencia norteamericana, paramilitarismo, ofensiva mediática y apropiación de tierras se reproduce en nuestras latitudes. La hermandad entre todos los pueblos que padecemos el imperialismo, por su parte, quedó plasmada en el acto internacionalista en el que participaron representantes de los pueblos palestino, kurdo, vasco, paraguayo y venezolano. Desde hace semanas, el gobierno colombiano ha lanzado una serie de ataques y bombardeos que ponen en jaque la posibilidad de avanzar con seriedad en un camino de solución del conlicto armado. Frente a esa escalada, nuestra delegación se sumó a cientos de hombres y mujeres de diversos puntos de la Patria Grande de Bolívar que respaldamos en Montevideo la bandera de PAZ CON JUSTICIA SOCIAL, llamando a un inmediato cese bilateral del fuego.
(Ver Declaración inal del Foro en http:// forumpelapaznacolombia.blogspot.com. ar/2015/06/declaracion-inal-ii-foro-por-lapaz-de_9.html). Agustina Villegas
mExico
ELECCIONES INTERMEDIAS Y CRISIS SOCIAL El 7 de junio se realizaron en México las elecciones intermedias en las que se eligieron cargos federales y locales. Resistencia, crisis social, represión y fraude electoral.
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principios de junio, se realizaron en México las elecciones intermedias en las que se eligieron cargos federales y locales (diputados federales, gobernaciones, alcaldías, entre otros) teniendo como principal novedad la implementación de candidatos independientes. Los comicios se realizaron en el peor momento del presidente Peña Nieto del PRI, que está no sólo vinculado a escandalosos hechos de corrupción y narcotráico, sino que también es el principal responsable político de la desaparició de los 43 de Ayotzinapa. Esta vez la victoria del oicialismo se vio opacada por el bajo caudal de votos que recibió, lo que ha dejado a la coalición que encabeza el gobierno, al borde de perder el quórum propio1. El intento de oxigenación del sistema de representación burguesa signiicó solamente, la inauguración de una nueva estructura eleccionaria y quedó por tierra cuando difundidos los guarismos, se
dieron a conocer las múltiples denuncias cruzadas de fraude entre el PRI, el PAN y otros partidos empresariales. Diferentes análisis coinciden que el desgaste de la legitimidad de los partidos tradicionales (PRI, PAN, PRD) llevó a la apertura de candidaturas independientes y al avance de nuevas expresiones electorales, como así también a los intentos de boicot, las impugnaciones de votos y eventuales fraudes electorales por parte de los partidos gobernantes para mantenerse en el poder. Más allá de que los diferentes representantes de la burguesía han deinido estas elecciones como históricas por el grado de participación ciudadana (48% del padrón), sin duda alguna los comicios intermedios en México son la máscara que pretende ocultar la dramática crisis latente en la sociedad mexicana. Uno de los principales generadores de este malestar social es el distanciamiento y la evidente autonomía de la casta política por sobre los intereses populares. Un claro ejemplo de esto, es la irma del Pacto por México realizado en 2012. Este acuerdo dirimido entre las principales expresiones políticas de la burguesía mexicana (el PRI, el PAN y el PRD) signiica la profundización y avance del modelo neoliberal, efectivizado en una serie de reformas2 marcadas con el sello indeleble de los acuerdos
del libre comercio (TLCAN) y los direccionamientos de organismos internacionales del capital transnacional3. Por otro lado, en el centro de la escena se encuentran los crecientes niveles de violencia que envuelven la sociedad mexicana4. La compleja relación de enfrentamiento e interconexión existente entre las estructuras estatales, el poder político, las fuerzas militares, los cárteles del narcotráico y las fuerzas paramilitares5 se expresan como una disputa por arriba. Por abajo se oculta el asesinato, secuestro y tortura de activistas sociales y políticos que luchan contra el régimen priista, el avance neoliberal, el narcotráico y la trata de personas que día a día produce miles de víctimas en la sociedad civil6. Mientras tanto, el gobierno de Peña Nieto avanza en la reestructuración del aparato jurídico-legal en función del encarcelamiento, la represión y la persecución política, en lo que diversos analistas no dudan en deinir como Terrorismo de Estado (véase Acuerdo Mérida). La repercusión mundial del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala ha puesto de maniiesto el estado de situación de la sociedad mexicana, que bajo la máscara de la desinformación y paraíso neoliberal que pretende la burguesía transnacional, la sociedad entera se desgarra lentamente.
México, enarbolado por el imperialismo como bandera de gestión y de libre mercado, no resiste siquiera a la mirada más desatenta, sin que alore a la supericie la más profunda miseria y barbarie bajo las cuales se subyuga día a día al pueblo mexicano. Facundo Tulián
1. Luego de 70 años en el poder el PRI es derrotado en 2000 por el PAN, volviendo a ganar recién en 2012, en coalición con otras fuerzas. 2. Sobre todo las siguientes: Reforma Energética (se aprueba la entrada de capitales extranjeros a PEMEX), Reforma Educativa (implementación de un sistema de evaluación de ingreso, permanencia y ascenso docente) Reforma Política (aprobación de la reelección y del Instituto Nacional Electora-INE) entre otras. 3. Es un ejemplo de esto la clara inluencia del OCDE en los criterios de la Reforma Educativa o el crecimiento salvaje de la minería no convencional (“La inversión privada en el sector creció de 380 millones de dólares en 2001 a 5.612 millones de dólares en 2011”, Darcy Tetreault; La megaminería en México. Reformas estructurales y resistencia) y el desplazamiento de poblaciones aledañas devenidas de esta. 4. El IIEE señala a México tercero en la lista de países con mayor cantidad de muertos por conlictos armados luego de Siria e Irak. Según el Tribunal Permanente de los Pueblos habría más de 150mil víctimas fatales en la última década, 40mil desapariciones forzadas y más medio millón de desplazados. 5. En la antesala de los comicios fueron asesinados más de 20 candidatos electorales de todas las fuerzas. 6. Véase el caso de Nestora Salgado García (Luis Hernández Navarro; La comandanta Nestora, www. rebelion.org)
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¿Cuáles son los distintos terrenos donde se va desenvolviendo
el movimiento sindical?
Un momento donde se miden las fuerzas La huelga general del 9 de junio vuelve a mostrar que parte de la clase trabajadora ha acumulado descontento. La pérdida del salario real de 2014 lo motiva y desde comienzos de año genera presión desde las bases a las burocracias de toda calaña. La adhesión a la huelga está mayormente garantizada por la falta de transporte público mediante la medida de la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte), que sin duda se ha transformado en un sector clave en el armado de este tipo de jornadas. Moyano y la CATT tironean en función de sus intereses políticos. Para este sector, el contexto es visto como oportunidad para ganar posiciones de cara a las elecciones dentro de la CGT y de los armados políticos electorales. Una de las cuestiones en juego es cómo se posicionan hacia octubre. Por eso, toda especulación sobre la uniicación es prematura. Sin embargo, da la sensación de que la medida no ha tenido la misma fuerza que en fechas anteriores. Posiblemente la acción del gobierno, de trasladar la disputa a las negociaciones parciales de cada sector, ha surtido algún efecto. A esta altura, con paritarias resueltas en varios gremios se ha difuminado la contundencia del reclamo y su capacidad de resolver cuestiones concretas. Ahora los sindicatos van a planes de lucha por sector en busca de montos de 32% a 35%, en oposición a la política del gobierno y siguiendo el camino de los aceiteros que perforaron el techo salarial.
Distintos terrenos de disputa El gobierno está jugando la partida en el tablero gremial para lograr imponer el techo del 27%. El terreno de disputa es el de las paritarias pero lo lleva al plano de cada sector. Hace uso de las burocracias que coyunturalmente son amigas para imponer la tendencia del tope. También el Ministerio de Trabajo se saca la careta en su función de custodio de los intereses del empresariado, (y podríamos escribir varias notas con los ejemplos donde fue cómplice de las patronales en casos de despidos). Sin embargo, aquí nos referimos a cómo intenta imponer el límite a los salarios por medio de la no convalidación de los aumentos por arriba del porcentaje sentenciado. Garantizar esta imposición es una condición del modelo. Por un lado los empresarios no quieren ver afectada su alta tasa de ganancia y, por el otro, -incluso cuando los empresarios ceden aumentos del 30% o más- desde su lugar de garante de que la crisis la absorban los asalariados y vacunándose contra un efecto contagio , es el gobierno el que no homologa esos acuerdos. Otro terreno se abre en torno a la defensa de los puestos de trabajo. Parte del empresariado lleva la disputa al terreno de los despidos sin que sea este un elemento tan fuerte como para dominar la escena. La baja del precio del petróleo lleva al recorte por parte de empresas como Chevron, Baker Hughes y Halliburton. Por otra parte el modelo “heterodoxo” inclinado últimamente a medidas más conservadoras, lleva la economía a un momento de estancamiento. Los
ritmos de trabajo en las empresas no son los mismos, y la burguesía va despojándose de a poco, a cuentagotas, del costo de producción más importante, los obreros En el último tramo se desenvuelven algunas luchas en parte por persecución a los activistas sindicales, como el de Tyrolit en San Luis, donde hubo 15 despidos para disciplinar a los trabajadores en medio de la lucha por salarios. A la vez continúan los trabajadores en conlicto en Metalsa y Honda Florencio Varela, por la reincorporación de los despedidos. En ambos casos las empresas han comenzado por los activistas, para luego pasar a hacer una reducción masiva con retiros voluntarios. En estos conlictos se ha visto nuevamente el accionar cómplice del Ministerio de Trabajo avalando los despidos. Y en varios casos, habiendo conseguido fallos judiciales favorables, no se ha logrado reincorporar compañeros. Estos datos hablan de que es sobre la base de la lucha obrera que debe imponerse a la patronal las demandas. Esto exige un trabajo consciente y a largo plazo entre los compañeros dentro de las fábricas. Ya presente el conlicto, se deben desplegar los lazos de unidad más amplios, abrir democráticamente el conlicto y la buscar resultados concretos que permitan la acumulación.
La respuesta por abajo Fue inevitable que la lucha de los aceiteros se plantara como una resistencia irme ante los planes del gobierno. Su victoria genera un antecedente de lucha que nos da herramientas para la construcción de alternativas antiburocráticas. Es así que el paro del 9 de junio -en los piquetes del sindicalismo combativo- la consigna de “paritarias sin techo, 36% como los aceiteros” fue levantada por la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas. No solo una fracción con mayor salario de la clase trabajadora fue la protagonista de esa jornada de lucha sino que nuevamente las ilas de los sectores precarizados nucleados en la AGTCAP, se movilizaron y mostraron también la denuncia de que una amplia franja de nuestra clase, arriba del 35% se encuentra en la informalidad y que este paro general debe incluir la consigna contra la precarización de la vida. Hicieron también su muestra de fuerza las CTA recuperadas recientemente de Lomas de Zamora y Almirante Brown, una muestra de que los sectores combativos estamos construyendo condiciones para salir a luchar acumulando avances concretos. Junto a estas organizaciones, el conjunto de las organizaciones de izquierda hicimos un esfuerzo por levantar una perspectiva distinta a la de la burocracia en el marco del paro, movilizándonos, realizando piquetes en distintos puntos de capital y provincia.
Varios pasos adelante La situación en el terreno gremial ha visto en este último tramo varios avances que, aunque pequeños, son pasos irmes de acumulación además de los ya nombrados como
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la victoria aceitera y las seccionales recuperadas de la CTA. La creación del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) es un buen augurio hacia la posibilidad de la acción de los trabajadores desembarazados de la conducción burocrática. Este avance es en respuesta a la acción de la burocracia celeste y blanca de UTPBA que durante el 2014 dio vía libre a las patronales para golpear a las comisiones internas de varios diarios y sofocó las capacidades de lucha del conjunto de los trabajadores de prensa. La conformación de la Lista Bermellón para las elecciones de ATE que se desarrollarán el 2 de septiembre, genera nuevamente condiciones para dar batalla a las listas Verde y Azul que no representan los verdaderos intereses de los trabajadores. Mientras la conducción actual se divide y paraliza al sindicato, los sectores antiburocráticos y combativos apuestan por la unidad para la lucha con una lista opositora a nivel nacional con expresiones provinciales y seccionales. Se reedita de esta manera la experiencia que comenzó en el 2011: una lista uniicada que siente las bases para pelear por una dirección democrática, participativa, de lucha, independiente del Estado, los gobiernos y los partidos patronales que pueda cambiar el rumbo en ATE. Se trata de una lista conformada por compañeros que se esfuerzan día a día por impulsar discusiones en sus lugares de trabajo, que recorren oicinas, talleres y escuelas debatiendo la importancia de fortalecer la herramienta gremial y ponerse al
frente de luchas en beneicio de todos los estatales para terminar con la política quietista de los dirigentes verdes y azules. A su vez, entre los docentes se va fraguando lentamente desde las bases una lucha por los problemas del no cobro, de infraestructura, de IOMA (mutual), a los que se suma el nuevo proyecto de reforma de los marcos legales de la docencia llamado Código Educativo y que promete arrasar con los derechos históricos de los trabajadores de la educación. Se sigue acumulando el descontento por la base ante las diferentes problemáticas y con el empuje de las conducciones de la opositora lista Multicolor se han desplegado varios paros. El descontento también es hacia las conducciones provinciales de los gremios y en especial a la celeste de Baradel y su manera de operar –que no es secreta para ningún compañero- desde un acuerdo de no conlicto en la provincia, cuidando la candidatura a presidente del gobernador Daniel Scioli. La novedad es que el conjunto de los docentes no esperan a que los paros sean convocados por los gremios mayoritarios y se abre la posibilidad de la acción de las seccionales opositoras. No hay que dejar de contextualizar que, a su vez, se siente el peso de la construcción desmovilizadora de las conducciones históricas y de la desilusión sufrida con el cierre de los procesos de lucha de años anteriores con resultados bastante desalentadores. Es decir, no hay una gran movilización y organización por la base, sino que se utiliza el método del paro en los términos que la burocracia lo ha instalado todos estos
años. El momento exige una mirada dialéctica en la que podamos realizar el necesario trabajo de propaganda por la base, encontrar el camino para movilizar, aunque este no sea un momento de participación masiva y de auge. Lo dicho entendemos que lleva a, por momentos realizar las acciones posibles, a veces desde una minoría pero a condición de que alimente el proceso de conjunto y no termine en vanguardismo. No son pocos los avances que valoramos en estas últimas palabras. Potenciar y desplegar las fuerzas del sindicalismo clasista exige la honestidad por parte de las fuerzas políticas de izquierda, que abandonen la actitud aparatista y mezquina. Es necesario que las internas de los frentes políticos no sean trasladadas a los frentes sindicales, cuando además vergonzosamente las diferencias no revisten diferencias programáticas. Desde esta premisa entendemos que es el aporte que hace la corriente Rompiendo Cadenas, quien tiene gran responsabilidad en la actual coyuntura del desarrollo sindical. Los pasos señalados son en el sentido correcto de la acumulación real, de formas organizativas, herramientas que sirven a la clase para cristalizar aprendizajes y sedimentar los logros para desplegar posteriormente luchas más poderosas. Sabemos que el camino es largo y que debemos seguir adelante forjando organización de los trabajadores con independencia de clase y espíritu combativo. Rosa Sánchez
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Trece años nos distancian de aquel 26 de junio, aquella fecha fatídica pero también decisiva de 2002, sobre el rumbo general de un nuevo actor social: los piqueteros. Aportamos un análisis para el debate sobre el movimiento, sus orígenes y derroteros.
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uchos caminos son los que fueron transitando las diferentes facciones: los más dialoguistas en su mayoría se han reconvertido en oicialistas. Los autonomistas, han abordado un rumbo similar, algunas organizaciones con matices más críticos y otras que han mantenido el camino del cambio social hasta la incipiente lucha por el socialismo. Pese a la disparidad de rumbos, el movimiento piquetero continúa presente (con mayor o menor visibilidad) en el escenario político y social del país. En provincias como Jujuy incluso, permanecen hasta hoy como un actor relevante. Cabe por ello hacer un breve racconto de sus orígenes y derroteros y acaso arrojar unas pocas apreciaciones que, sin el ánimo de ser una propuesta estructurada, permita presentar algunas puntas de la madeja y los contrastes que ésta adquiere. Un dato para iniciar el debate, es que las primeras tendencias de este actor social, se deben buscar en los ´70, en el inicio del proyecto neoliberal que implicó un cambio estructural en la organización y composición de los factores productivos del país: el comienzo de la primacía del sector inanciero apoyado por las facciones burguesas (desde la bicicleta inanciera de Martínez de Hoz hasta el corralito de Cavallo) y el retroceso de la economía nacional hacia la reprimarización. Ya desde esa década surgen distintos movimientos villeros vinculados a las variadas expresiones políticas de la década, desde las más populistas hasta las más radicales1 incluyendo a los sacerdotes del tercer mundo. Estas experiencias dispararon el alerta del gobierno militar, que ejecutó un plan de erradicación de villas a partir de 1977 en varios puntos del país. El primer plan de “relocalización” comenzó en Buenos Aires y terminó con miles de familias desplazadas en su mayoría al conurbano bonaerense o a otras regiones del país. En Jujuy las topadoras impusieron mediante manu militari, sus propios esquemas urbanísticos por sobre las barriadas de la ciudad y aún por sobre sus identidades, despojando a varios barrios de sus nombres, los que sin embargo aún perduran de hecho en la vida cotidiana. Tanto la experiencia bonaerense como la jujeña nos hablan también de un fenómeno poco repasado: en muchos casos los desplazados de ese proceso y sus hijos pasaron a ser los contingentes que conformaron, junto a los “nuevos pobres” de los ´90, las bases de los grupos piqueteros. En el caso particular de Jujuy (y seguramente de otras economías regionales) este
desplazamiento marca también una dinámica social particular que se avizora en la experiencia de los primeros grupos piqueteros de la provincia: la mayoría apenas subsiste con trabajos temporarios, precarios y a destajo, o malvive con alguna changa ocasional conformando una segunda generación que no conoce las alternativas del trabajo formal.
Todas estas iniciativas neoliberales fueron impulsadas por un actor poco nombrado y que sin embargo es partícipe cabal en el proceso de expropiación de la riqueza generada por el trabajador argentino y por lo tanto explica a su vez una parte (no menor) de la existencia no sólo de los excluidos, sino también de la lumpen-burguesía.
En términos de Marx este sector, conforma un primer grupo que ingresa dentro de la categoría del ejército industrial de reserva (la de los intermitentes). También existe un segundo grupo que ha caído en la órbita del pauperismo, los más pobres de entre los que ya son pobres.
El surgimiento de los nuevos pobres en Jujuy (y en otras regiones del país) vino indudablemente aparejado del surgimiento de “los nuevos ricos” que se reciclan en capitalistas “blanqueados” o en aquellos que viven parasitariamente de forma total o parcial, de las cajas del Estado, o bien en aquellos que dependen de los negociados inancieros. Todos ostentan apellidos poderosos.
En Jujuy y en varias provincias, el primer grupo tiene su origen en la ya larga caída de las economías regionales, con un proceso de decadencia de sus ramas industriales que (como la industria azucarera o la minería) experimentaron una fuerte crisis a partir de la segunda mitad de los ´60. A esto se le suma la constante agonía de las industrias artesanales incapaces de competir con la producción de las industrias ubicadas en el centro y en segundo lugar con algunos productos importados. Ambos procesos profundizados durante la última dictadura cívico – militar. Ex mineros, ex zafreros, trabajadores temporarios de los campos, trabajadores artesanales desplazados de la puna y la quebrada son los padres de esa generación de aquellos que han caído en el segundo grupo: bajo el pauperismo, diferenciados por orígenes y prácticas del lumpen-proletariado, pero expuestos al mismo en las plazas o esquinas. Para entender este proceso es necesario tener en cuenta que durante el embate neoliberal de los ´90 otra vuelta de tuerca arrojó nuevos desplazados de las ramas productivas ya mencionadas, a las que se sumaron las ascuas de la explosión del “sueño siderúrgico argentino” nunca bien implementado como Altos Hornos Zapla y remanentes menores de otras empresas privatizadas. También sumó sectores de trabajadores estatales, precarizados y estudiantes universitarios en lucha contra la ley de educación superior.
Hoy los grupos piqueteros se han vuelto más diversos, encontrando en su seno a cooperativistas, desocupados o precarizados y algunos han llegado, incluso, a la categoría marxiana2 de trabajador lotante . Muy pocos son los que han salido de conjunto, de las ilas del ejército industrial de reserva y en estos pocos casos, la espada de Damocles se asienta sobre los disminuyentes excedentes del viento de cola de la década ganada y la amenaza de una nueva fase de desindustrialización, cuyos contornos se observan, valga el eufemismo, como en una sombra china. A causa de la realidad económica de Jujuy (cuyo aporte al PBG nacional disminuyó entre 1984 y 2014 del 1,3% al 0,6%) o sea también por la gran acumulación de experiencia de organización y lucha desde los ´90, donde Jujuy vivió varios “argentinazos” locales, o sea por las tradiciones organizativas heredadas de los otrora candentes bolsones industriales, los grupos piqueteros son aquí un actor social y político que no ha perdido ninguna relevancia.
Como decíamos al principio, aquí también el derrotero de los grupos piqueteros fue variado. Desde el re-encauzamiento hasta la oposición consciente al sistema capitalista. En este último caso, las luchas abordadas contra la violencia de género, a favor de los Derechos Humanos, el acompañamiento de las luchas de los obreros industriales e incluso en el resbaladizo terreno electoral, los grupos piqueteros se han convertido en actores infaltables que con su práctica han superado las limitadas miradas teóricas, tanto la del revisionismo derrotista de “las multitud” como también la del obtuso exclusivismo obreril industrialista. Por el contrario, los grupos piqueteros jujeños han adquirido ya la categoría de una facción de clase ineludible al momento de pensar en una revolución. Cabría preguntarse, si la actual fase globalizante del imperialismo no deparará algunos cambios estructurales a las funciones y alcances de esta categoría social. Sólo los datos objetivos responderán a la incógnita. Mientras tanto, el debate ha de seguir también en la máxima de Dante: “Déjese aquí cuanto sea recelo. Mátese aquí cuanto sea vileza .
AJI 20 (Colaboración especial desde Jujuy para La Llamarada) En agosto de 1973 Santucho decía en las deiniciones del peronismo y las tareas de los revolucionarios”: “El movimiento sindical clasista, las Ligas Agrarias y los Frentes Villeros constituyen excelentes herramientas para el desarrollo de la movilización de las masas obreras, campesinas y de pobres de la ciudad, que tenderán a unirse, a apoyarse mutuamente por la similitud de sus problemas, ante el enemigo común”, a la par que el FAS realizaba un serio intento de esta coordinación distintos combatientes del ERP surgieron del frente villero. 2 Marxiana se emplea aquí para la producción concreta de Marx, en contraste con marxista , la rama teórica y los movimientos políticos que surgen a partir de ella.
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juventud
“Sé de la bala en el pulmón, y del capital inhumano y de la nocturna prisión. Arde el violento barracón. Un yanqui allí, látigo en mano” El banderón - Nicolás Guillén
Ser negro y resistir para contarlo Como en Latinoamérica, en Estados Unidos ser negro, y a la vez ser pobre, es garantía de persecución, hostigamiento y, cuándo no, de muerte. Días atrás hemos visto en los medios, las revueltas explosivas del movimiento negro en la ciudad de Baltimore, Maryland (EEUU). La muerte de Freddie Gray, un joven negro de 25 años, ha desatado la ira contenida del pueblo negro. Baltimore es el epicentro, pero el fenómeno de movilización y desacato de la legalidad se extiende por varias zonas del país. Gray es solo el corolario de una larga ila de negros muertos, la mayoría de ellos jóvenes, que han ocurrido en los últimos meses. Pero si vamos al fondo de las cosas, como hay que hacer para sacar conclusiones sobre las causas y no sobre los efectos, podemos ver que son los últimos nombres de una ininita lista de negros asesinados por la explotación y la opresión a lo largo de la historia en general, y en Estados Unidos en particular. Para complejizar la mirada del presente, hay que ahondar en el pasado. La posmodernidad ha intentado mostrarnos la historia como si cada hecho fuera explicable por fuera de los contextos particulares; hechos aislados sin grandes relatos que los signiiquen, sin hilo de continuidad que comunique los distintos conlictos. Podemos traer a colación la célebre frase de Walsh: “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores”. Nosotros rechazamos la posmodernidad, ya que es funcional al sostenimiento de los mo-
dos de producción clasistas, y opera como traba epistemológica para el desarrollo de la memoria histórica del pueblo. Decimos categóricamente que existe un hilo que conecta todos los conlictos, en el ovillo de todas las sociedades, que es la lucha de clases. Dentro de la lucha de clases, otros conlictos subyacen, que si bien tienen que ver con el sometimiento de clase, se focalizan en diferentes sectores sociales, etnias o géneros. Focalizaremos en la hermana raza negra, que desde la existencia de la lucha de clases ha sido ultrajada una y otra vez, amén de los cambios de los modos de producción y las relaciones sociales de los mismos. Pero -como sabemos- donde hay opresión y poder, hay resistencia. Y la raza negra tiene capítulos de resistencia admirables, en la lucha por la humanidad negada.
Yo veo el futuro repetir el pasado... En EEUU, la tierra que se insertó en el mercado mundial a partir del derrame del sudor y sangre esclavo; la tierra que vio “liberarse” a los negros para seguir siendo marginados, con la aberración legal de la “segregación”; la tierra que vio nacer y dejo actuar al Ku Kux Klan, como una organización masiva, con anclaje en el Partido Demócrata; la tierra que vio nacer a Martin Luther King como máximo defensor de los derechos civiles, en una prédica de sacriicio y no confrontación; la tierra que vio nacer a los valerosos combatientes Panteras Negras, que entendieron que la liberación y los derechos se toman, no se mendigan… En esa tierra, aún hoy, las injusticias persisten. La pobreza estructural, la pauperización del sistema educativo y la escasa oferta laboral completan un panorama desolador para los sectores negros pobres. En términos de desempleo (con datos de 2013), el hombre blanco lo padecía en un 7%, mientras que la problemática en la población afroamericana llegaba al 13%. Si hablamos de ingresos económicos en el sector ocupado/sub-ocupado, el ingreso mensual era un 26% más alto para los blancos que para los trabajadores negros. Las fuerzas represivas del Estado en connivencia con el sistema judicial no se
molestan en ocultar su carácter clasista y xenófobo. Un 28,4% de los arrestos policiales sin causa especíica corresponden a afrodescendientes. El sistema carcelario de EEUU, -país que representa al 5% de la población mundial- concentra al 24% de los presos a nivel global. 2.500.000 personas componen el sistema carcelario yanqui, de los cuales el 44% son negros. Cabe aclarar que en EEUU, solo el 12% de los ciudadanos son negros. Los hermanos negros representan el 59% de los condenados y el 74% de los que reciben cadena perpetua. En las detenciones relacionadas con consumo de estupefacientes, los negros son el 37% de los arrestados, aunque sólo son el 15% de los consumidores en EEUU. Entre los últimos casos resonantes de una práctica sistemática de la policía yanqui, podemos mencionar el asesinato de Michael Brown (18 años), mientras caminaba desarmado fue asesinado por el policía Darren Wilson, le disparó seis veces –dos en la cabeza- y fue absuelto; el asesinato de Walter Scott, abatido a tiros por el policía Michael Slager por correr al no querer recibir una multa vehicular; la muerte de Terrance Kellom (20 años), asesinado en su casa por ser el presunto autor de un robo; el asesinato de Trayvon Martin (17 años), desarmado, asesinado por el policía Zimmerman –luego absuelto-; el asesinato del niño Tamir Rice (12), cuando un policía confundió su pistola de aire comprimido con un arma real y lo abatió a tiros; y el reciente caso de Freddie Gray, que murió mientras estaba con custodia policial luego de ser arrestado y fue sometido a un viaje infernal en patrulla sin cinturón de seguridad, donde fue deliberadamente golpeado contra las puertas, con heridas internas que le valdrían la muerte 7 días después. Aproximarse a la dimensión de la problemática del gatillo fácil y el racismo en EEUU es complicado, ya que estos casos son recopilados en estadísticas por el FBI, que sólo selecciona aquellos casos “justiicados”, mientras que a su vez, los datos estadísticos son aportados voluntariamente, sin auditoría, por las dependencias policiales (y solo 750 departamentos de policía de los 17.000 existentes participan).
Nacer en la dura ceniza Las revueltas negras de Baltimore son la expresión justa del descontento negro, la reacción ante la matanza sistemática (e institucionalizada) de su raza. Mientras Oba-
ma dice que “este problema no se resuelve tirando botellas ni reventando los cristales de los coches, la violencia jamás tendrá una justiicación”, pensamos que la violencia se combate con violencia, diferenciando la violencia sistemática de “arriba”, del Estado, con la digna violencia por respuesta y necesidad de los de “abajo”, el pueblo oprimido. No caemos en el fetichismo de la violencia, entendemos que este plano está subordinado a la política y siempre orientado a la liberación de la humanidad. Por nuestra parte, corresponde entender que el imperialismo geopolítico yanki convive con el capitalismo autóctono estadounidense, donde la clase trabajadora es explotada de igual manera que en el resto del mundo, y la opresión de los negros, funcionando dentro de la opresión de clase, es una constante. Nos sentimos hermanados a sus luchas. Esperamos esperanzados que la rabia pueda devenir en organización permanente. Como dijera Gramsci, sólo la fuerza permanentemente organizada es la que cuenta en la correlación de fuerzas con los enemigos. La necesidad de construir organizaciones del pueblo con proyección política es la única manera de plantearse una forma de lucha que vaya realmente a fondo, para destruir la opresión de una vez por todas y de raíz. El espontaneísmo es tan efectista como efímero, no es la salida de nada. Solo una válvula de escape para el sistema, que pueda hacer concesiones sin modiicar las piedras angulares. Por otro lado, no podemos separar la lucha de la raza negra de la lucha contra todas las opresiones. Nosotros creemos que la lucha por minorías, si bien es legítima, es infructuosa si no está enmarcada en una lucha consecuente por el problema general de fondo que es capitalismo, que retoma y resigniica las opresiones previas de todo tipo. El sistema capitalista y sus Estados pueden ofrecer concesiones en las luchas de las minorías, se pueden conseguir reformas sin acabar con la explotación y la opresión que –creemos- son las tareas centrales para la liberación de la humanidad del yugo del capital y la verdadera humanización de la sociedad. Deseamos que la juventud negra pueda retomar las mejores banderas de lucha de su raza, y enmarque su lucha por la emancipación en un proyecto anticapitalista y por el socialismo. Sólo en el socialismo, los colores serán meros recuerdos de la diferencia social para pasar a ser cuestiones estéticas en la palestra de una humanidad que contenga en su plenitud a cada hombre y a cada mujer. Juventud de Hombre Nuevo Fernando Deliens Fuentes: - Mother Jones - Telesur TV - “La otra historia de Estados Unidos” – Howard Zinn - “Todo el poder para el pueblo” – Periodismo Incendiario TV