La Llamarada N24

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Editorial 3

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NUESTRA PATRIA, NUESTRO MAYO

Nacional 4

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TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN AL PERONISMO

Economía 6

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Las ofertas de la burguesía:

Programas económicos de los candidatos.

Brasil 7 PÁGINA

Ajuste não tem fin

En Debate 8

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IMPERIALISMO Y MILITARIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA

Internacional 10

ACERCA DE SYRIZA Y PODEMOS, UN DEBATE NECESARIO

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KURDISTÁN, HIJOS DE SOL Y FUEGO

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En Lucha PARITARIAS: SEGUNDO ROUND TRABAJADORES DE HONDA: EN EL SUR TAMBIÉN ESTÁ EL AGITE. SAN LUIS EN LUCHA 1 4 APUNTES EN TORNO A LA LUCHA DE LEAR LUCHA DOCENTE EN TIGRE

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JUJUY: La historia en sí, la historia para sí

Juventud 16

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Apuntes sobre la juventud trabajadora


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Nuestra patria, nuestro mayo É

l marca tarjeta, saluda al guardia en la garita que apenas levanta la vista de un juego en el celular, ve la luna escurrirse en un cielo de humo, piensa que un día cualquiera le llegará el telegrama ¿Quién me mandó a levantar la voz cuando había un buche de la patronal en el vestuario? Se ubica en la cabina y pone todo a funcionar, otra vez. Los de maestranza se calzan las botas de goma y los delantales azules. Hace rato que el último traje dejó la oficina. Un chiquero, la oficina. Mientras se calza unos guantes naranjas, ella piensa que mañana le tiene que comprar un cuaderno nuevo al más chico -que por qué escribe y dibuja tanto- ¡con lo que valen!, dice. Y sonríe para dentro, y sonríe. En la casa, su niño recién concilió el sueño, el mayor lo hará en un rato cuando quede el último plato limpio. Todavía no salió el sol y cree que siempre se olvida algo. El alquiler, lo paga mañana, si le pagan la suplencia del mes pasado. La reunión con la mamá de Juan, ¿era hoy o el jueves? Ojalá los auxiliares hayan puesto la pava en el fuego. Hoy les cuento uno de Quiroga a los pibes, el de la tortuga gigante, piensa. El libro duerme junto a las boletas sobre la mesa de la cocina, es lo único que no cargó en un bolso por demás pesado. Igual no importa, ella se sabe el cuento de memoria. Arriba, el intrincado sol; abajo, este muchacho que ahora pasa delante de la escuela que lo tuvo como alumno hace apenas un par de meses. Casi tiene el impulso de tocar a la puerta, y que salga Jorge, el casero, con el mate, y le diga: pasá pibe, que ya entraron todos, abrochate el delantal, te esperan en la biblioteca. Pero no, hoy no; nunca hoy. Aprieta los dientes, y vuelve a su laberinto conocido. Se dice en un murmullo: que mañana los cartones de esa cuadra los levante otro gil. Todo lo hecho, todo lo que durante más -siempre más- de ocho horas estuvieron haciendo, todo lo que sus manos formaron en ese tiempo: lo áspero, lo frío, lo estridente, lo abstracto, aquella porción de materia transformada, se les escurre, no les pertenece. Llámesele pieza o prenda, calle limpia o neumático, casa, llámesele 10 varas de lienzo, nada de eso les pertenece. En este país, donde el glifosato se lleva la salud de los jornaleros, dónde la mitad de los trabajadores ganan menos $5500, dónde el trabajo precario y en negro sube, donde la pérdida real de salario registró en el último año una caída que lo retrotrae 4 años atrás, donde los niveles de vida de la clase trabajadora nunca volvieron a registrar los picos históricos más altos (que no son los de la década pasada, sino de hace más de cuatro dé-

"y al mismo tiempo dividen a los pobres que cada día están más solos, cantando el himno nacional y agitando la bandera, en la fría noche de la patria ajena." Roque Dalton

cadas atrás), donde el cierre de cuentas sueldo registrado en el último año no fue inferior a 300.000, en este país la patria es de otros, es de esa minoría que vive de nosotros. Mientras el gobierno divide a los laburantes con el mito de que el pobre es pobre por culpa de otro pobre. Sobre la historia de abajo, pesa una historia ajena, la historia escrita por otra clase. Una historia que presiona y configura una conciencia basada en la ajenidad y borronea los pasajes que los laburantes escribimos con sangre. En la historia de abajo, los laburantes marchan por la Avenida de Mayo en 1909, mientras el Coronel Falcón dispara contra una multitud; en la historia de arriba las minorías opulentas y oligarcas pasean toros campeones frente a la realeza y todo es una fiesta blanca y celeste. En la historia de abajo, los trabajadores de hoteles y puertos de Santa Cruz desatan una huelga heroica que termina con cientos de fusilados en pleno gobierno de Yrigoyen; en la historia de arriba, el radicalismo

es la joya de la democracia Argentina. La disputa cultural, por la conciencia de miles y miles de trabajadores, es nuestro objetivo más preciado. En esa disputa, entre otras cosas, llevamos nuestra historia entre los dientes. Y esa bata-

lla, que recupera la lucha por los derechos y las conquistas que nos permiten vivir un poco mejor, no se agota en las reivindicaciones inmediatas, sino que se extiende a otras conquistas que exceden y nos elevan por encima de nuestro cerco de problemáticas cotidianas, hacia lo político, hacia convertirnos en artífices de una sociedad que cambie su lógica de existencia. Para recuperar el hilo de nuestra propia historia, de nuestra más legítima identidad, la de la clase, es preciso arrebatarle el poder a aquellos que viven de nuestra vida y de nuestras muertes, de nuestra hambre, de nuestra salud, de nuestro tiempo. El camino hacia esa emancipación, estamos convencidos, no puede ser otro que el de un cambio revolucionario de la sociedad, que remueva los cimientos de la misma. En esa patria, la patria socialista que anhelamos y por la que damos pelea cotidianamente, negamos la existencia de ese “otro” que los due-

ños de todo -incluso del lenguaje- detentan para regocijo propio en el exótico paisaje de la diversidad: esa diversidad que acepta sin rubores que hay un “otro” que puede ser explotado y un “mismo” que puede vivir en 10 mansiones. Nosotros no queremos ni aceptamos esa patria. En un contexto político que auspicia una actualización del Kirchnerismo, reforzado por derecha, que profundizará las medidas de ajuste y represión, optar en las urnas por una izquierda más unificada con un programa en beneficio de los laburantes representa un mejor escenario para la disputa de aquella conciencia que referimos. Es un mejor escenario para la batalla por las ideas: las inmediatas, las de mediano plazo y las otras. Pero la trama electoral no nos debe distraer de nuestros objetivos estratégicos: la cuestión del poder nos supone un horizonte más complejo que no niega lo electoral como un aspecto táctico y que, por supuesto, no se reduce a ello. En todo caso, renueva el desafío -lo actualiza- de cuestionar a las instituciones y negar al Estado como posible árbitro entre los intereses antagónicos de los de arriba y los de abajo. La actual coyuntura no nos desvía del camino elegido, junto con el pueblo -sin gesto para las cámaras-, con las organizaciones obreras independientes de los gobiernos y las patronales, con los revolucionarios que reivindicamos las luchas por la emancipación de nuestra clase. Para que no haya nada ajeno, para que el producto de nuestro trabajo sea realmente nuestro, para que no haya que conformarse con repartos entre pobres, sino oficializar el reparto de la riqueza entre quienes producimos dicha riqueza, para que no haya patrones, para que no haya una patria con la niñez vendida al mercado y una salud a los intereses de los pools de siembra, y nuestras manos, al confort de los ricos, y nuestro tiempo, a construir las casas de lujo en las que nunca viviremos mientras miles sueñan con un techo que no sea de chapa. Para que no haya una patria de (imposible) conciliación entre verdugos y víctimas, en alto hacemos flamear nuestra bandera por los trabajadores que han dado su vida por un mundo sin explotación, sin explotados, gobernado por trabajadores. Por todo esto, que es nuestro esqueleto y nuestra sangre: Viva el Primero de Mayo, la lucha obrera y revolucionaria, viva la lucha de todos los oprimidos contra el opresor, viva nuestra patria, que es de muchos colores, pero con una estrella bien roja, bien socialista.


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Todos los caminos conducen al peronismo…

El Gobierno intenta sostener la situación económica para concentrarse en las elecciones que se avecinan y darán fin a su mandato, mientras que la pérdida de puestos de trabajo, la precarización y los bajos salarios siguen deteriorando las condiciones de vida de nuestro pueblo. Reacomodamientos y pujas en el terreno electoral y los primeros resultados en un panorama de derechización donde es necesario volver a poner en discusión el papel del peronismo en nuestra historia y la necesidad de construir una alternativa política de los trabajadores con verdadera independencia de clase.

L

legamos a un nuevo 1º de mayo en un escenario de transición política que pronostica intensos y agudos meses de disputa electoral entre los distintos partidos patronales. En dicho contexto el gobierno nacional busca dominar las variables económicas a fin de evitar que la de falta de inversiones y el decrecimiento de la economía se conviertan en recesión, cuestión que parece haber logrado, al menos por el momento. Sin embargo, la contracción en el sector industrial que ya acumula 18 meses consecutivos de baja y la caída de las importaciones y exportaciones de la industria durante este año se verán profundizadas por la recesión y el ajuste en curso en Brasil, el principal socio comercial de la Argentina (ver “Ajuste não tem fim”). Por ello, las perspectivas para los trabajadores presagian la continuidad de pérdida del poder adquisitivo, suspensiones y despidos en los sectores fabriles, sumado a las exigencias de los grupos económicos de imponer un techo en las paritarias de un 20% para mantener sus altos niveles de rentabilidad. El oficialismo ha efectuado una serie de anuncios de otorgamiento de créditos y subsidios para estimular la demanda y el consumo interno, en el marco de casi un 35% de nivel inflacionario. Las orientaciones dictaminadas desde la Casa Rosada apuntan a mantener el control del timón tanto en lo político como en lo económico con devaluaciones graduadas, control del dólar y ajuste dosificado, combinado con anuncios parciales que le garanticen mantener su capital político y adhesión dentro de los sectores populares, a la vez que resguardar los dividendos de las entidades financieras y del empresariado en su conjunto. En su estrategia de sostener la situación económica y hacerse de nuevos aliados políticos a nivel internacional en su disputa con los fondos buitres, la Presidenta viajó recientemente a Rusia con un plantel importante de funcionarios para la firma de una serie de acuerdos de “asociación estratégica integral” de los cuales se destacan los relativos a la cooperación en tecnología nuclear y los planes económicos, que pretenden diversificar el comercio entre ambos países con la meta de alcanzar los u$s5.000 millones para el 2016. Lo significativo es que a pesar de la caída del PBI y la desaceleración económica no se verifica una crisis de envergadura que modifique vertiginosamente la agenda política hasta octubre. Mientras tanto, las corporaciones del

campo, pese a que la última cosecha fue 15% superior a la anterior, liquidaron en los últimos meses U$S 380,83 millones, un 40% menos que lo registrado en el mismo periodo del 2014. Los grupos económicos agrarios mantienen la especulación sobre el mercado agroexportador y buscan presionar para seguir embolsando cuantiosas ganancias exigiendo la nula injerencia por parte del Estado. Un alto porcentaje de la producción sojera en nuestro país se mantiene concentrada en apenas cinco empresas: Cargill, Dreyfus, Bunge, Vicentín, Aceites General Dehesa. Las mismas agrupan casi la totalidad de las exportaciones de granos, lo que por un lado explica el plan de las distintas fracciones del capital de lograr reposicionarse y condicionar aún más a la próxima gestión gubernamental, y por el otro indica la dependencia económica de una estructura productiva fuertemente primarizada que el partido gobernante no modificó durante más de una década. En un escenario político corrido a la derecha, los empresarios se prueban uno a uno los trajes de los postulantes a la presidencia en el 2016. Todos coinciden en volver a los mercados, es decir, renovar el ciclo de endeudamiento. Esto pone sobre el tapete que desde el poder se preparan para que la crisis la paguemos los trabajadores con nuestros salarios, con la reducción de los derechos de las mayorías populares y con una profundización de la miseria y la explotación. Bajo la consigna “Agenda UIA 2015”, la Unión Industrial Argentina ya proyecta debatir su pliego petitorio con los candidatos presidenciales que sean electos en las PASO sobre los futuros planes económicos y las conveniencias para los sectores concentrados. A su vez, mientras la mitad de los trabajadores ocupados de nuestro país cobra un salario inferior a $5.500 frente a la canasta familiar que ronda los $12.000 pesos y mientras la inflación actúa como un corrosivo para el poder adquisitivo de la clase trabajadora (con un 7% de desocupación y un 37% de precarización laboral), el ministro de economía Axel Kicillof dice no conocer el número de pobres ya que ésta es una “medida estigmatizante”.

Volver en el 2019... La cuenta regresiva para definir las candidaturas oficiales ya comenzó. Atrás ha quedado la conmoción política por el caso Nisman. Borrón y cuenta nueva, el gobierno avanza en retomar la iniciativa po-

lítica y en concentrarse en su principal objetivo: las elecciones 2015 y el recambio presidencial. Con una recuperación de la imagen de Cristina Kirchner en las encuestas, se ponen en cuestión los análisis catastrofistas que advertían el fin del kirchnerismo como fuerza política y suponían una transición explosiva. El oficialismo, el ejemplar más lúcido de la burguesía, continúa decidiendo el terreno en el que brindar batalla y ha resuelto que lo más favorable para sí es una elección fuertemente polarizada contra el macrismo. Parece confirmarse que el candidato ineludible para el triunfo oficial en octubre será Daniel Scioli. El motonauta se presenta como la opción “equilibrada” para los capitalistas y es quien cuenta con votos propios y apoyo de la tradicional estructura del PJ, aspectos fundamentales para garantizar el triunfo en un escenario de disputa principalmente con el PRO como representante directo de la nueva derecha republicana. Sin embargo, el kirchnerismo puro no está en retirada y desde la quinta de Olivos señalan la posibilidad cierta de volver al poder en 2019. En este sentido, en el actual enfrentamiento, realzan figuras fieles como Randazzo, precandidato presidencial, o Diego Bossio y Julián Domínguez, postulados para la gobernación de Bs. As. (provincia que aporta el mayor caudal de votantes del país). De igual manera, los tres candidatos patronales con más posibilidades de obtener un triunfo (Scioli, Macri y Massa) se parecen bastante entre sí (ver “La oferta de la burguesía”). Presentan variantes de una misma receta que vaticina un porvenir con ajuste mostrando buenos gestos al mercado con promesas de -más temprano que tardeeliminar el cepo y avanzar con una nueva devaluación que golpeará duramente sobre los salarios de los trabajadores. Sergio Massa busca distinguirse de sus competidores diciendo lo que los sindicalistas burocráticos quieren escuchar: la promesa de eliminar el mal llamado impuesto a las ganancias si se le diera la oportunidad de llegar al poder. Sin embargo, Macri ha adoptado la misma táctica y ha prometido también modificaciones en el tributo en una reciente reunión con gremialistas. En definitiva, el ex intendente de Tigre ha profundizado su estancamiento político y no ha logrado sumar nuevos apoyos a su partido. Sus votos se fugan hacia el macrismo, lo que enfatiza el escenario de polarización política, fogoneado también por las corpo-

raciones mediáticas. Por su parte, el PRO se consolida luego de los triunfos en Santa Fe y su principal bastión, Capital Federal. A su vez, gana la adhesión de empresarios con un discurso fuertemente neoliberal. “Acá no hay ideología: hay capitalismo, reglas de juego, sentido común y el resto lo va a tener que hacer el sector privado” arengaba Melconian en un almuerzo que reunió a empresarios como De Mendiguren y Eurnekian entre otros. Al mismo tiempo, las internas del desmembrado partido radical se profundizaron después del pacto UCR-PRO. La fractura ya es un hecho: bajo el liderazgo de Leopoldo Moreau se conformó una nueva ala autodenominada “radicalismo popular” afín al gobierno.

Episodios electorales Entre los principales capítulos de la contienda que deberá enfrentar el oficialismo se encuentra el territorio bonaerense. Allí abundan los candidatos a gobernador y ya se alistaron los intendentes Patricio Mussi y Fernando Espinoza, el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez y el titular de la ANSES Diego Bossio. Estos personajes han dado muestras de su fidelidad al proyecto oficial y funcionarían como centinelas del poder Kirchnerista en la provincia. Sin embargo, cuando ya se estaba cerrando la puerta, Insaurralde se sumó a la disputa como candidato con el explícito aval de Scioli, que intenta tener su juego propio y evitarse llegar a la Casa Rosada teniendo que convivir con un gobernador bonaerense que no le sea afín. Mientras tanto, los radicales festejan su triunfo en la provincia de Mendoza y el macrismo ganó las elecciones primarias para gobernador de Santa Fe con el ex MIDACHI Miguel del Sel a la cabeza, dos provincias históricamente difíciles para el oficialismo, al igual que la CABA y Córdoba. En Neuquén se impuso nuevamente el Movimiento Popular Neuquino (MPN) en las recientes elecciones seguido del FPV y el PRO como tercera fuerza, quedando el FIT en cuarto lugar obteniendo dos bancas legislativas. Atrás han quedado el massismo y UNEN, que no logran presentarse como opciones serias para la burguesía y tampoco han conseguido mayor apego en el electorado. Sin embargo, Massa intenta recobrar iniciativa en su campaña presidencial frente a su fuerte caída en la expectativa de votos


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y los rumores de bajarse de dicha postulación para presentarse a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. En este sentido, ha cerrado acuerdos con De la Sota y Rodríguez Saá y cuenta con el apoyo de exponentes de la burocracia sindical como Luis Barrionuevo y aparentemente Hugo Moyano. Por su parte el gobierno nacional capitalizó el triunfo de Urtubey en Salta, quien superó al Frente Renovador, aprovechando para agitar un tendencial resultado favorable en las elecciones generales. Las elecciones primarias en CABA confirman la fortaleza del PRO en este territorio. Con el 47,31% de los votos continúa posicionándose como la primera fuerza. Asimismo se posiciona como segunda fuerza ECO, con Martín Lousteau a la cabeza, con un 22,26% de los votos, dejando en el tercer lugar al FPV que, sumando los votos obtenidos por sus 7 precandidatos a jefe de gobierno, alcanzó un 18,73%. Del análisis de estos resultados, las organizaciones del campo popular debemos extraer la necesidad de aunar esfuerzos para seguir enfrentando los avances del proyecto privatista y de exclusión que el macrismo viene desarrollando en la Ciudad. Debemos potenciar nuestra capacidad de llegada e incidencia, en un panorama donde casi el 70% de la población ha optado por las opciones más de derecha y conservadoras. En este sentido, si estos resultados se repiten en las elecciones de Julio, el macrismo podría obtener por primera vez la mayoría en la Legislatura, teniendo a su vez a ECO como segunda fuerza que podría acompañar sus antipopulares y retrógrados planes. Asimismo es necesario destacar la importancia que adquiere en este contexto que el FIT haya logrado el 2% de los votos superando la barrera de las PASO, siendo la única alternativa electoral con un programa acorde a los intereses de los trabajadores y de clara independencia política, aunque con una campaña de fuerte impronta electoralista y autoreferencial, sin una crítica sistémica. También se visualiza con claridad la profundización de la debacle de la centroizquierda que no logró superar el 1,5% necesario para presentar candidato a Jefe de Gobierno en las elecciones de Julio: Camino Popular con el 1,43% y el MST con el 0,89%. A su vez quedó demostrada la poca incidencia del progresismo que sigue depositando expectativas en el kirchnerismo, presentandosé en una lista paralela como es el caso del ALBA encabezada por Pablo Ferreyra, que obtuvo un 0,40% de los votos.

Peronismo y conciliación de clases El pasado 7 de abril, hablándole a los ricos del país por cadena nacional, la jefa de estado explicó en un minuto la lección (re)aprendida después del 2001 sobre el rol del estado burgués como garante de la hegemonía capitalista, en consonancia con el modelo peronista de conciliación de clases que representa: “Que quede claro, no está mal tener plata [...] (pero) cuando los que tienen muchas cosas tienen demasiadas y

hay cada vez más gente que tiene menos, esos que cada vez son más y tienen menos por ahí un día te quieren sacar las cosas que tenés vos. [...] Cuando vos tenés un Estado que equilibra, te da también seguridad a vos que tenés mucha plata, para que a nadie se le ocurra que cuando se junten muchos piensen en sacarte algo porque vos tenés demasiado. Es una pena que todavía no lo entiendan”. Una semana después, hablándole al conjunto de empresarios presentes en el acto en la planta de Honda de Campana, reforzó la clave para mantener la “paz social”: “si tuviste suerte de tener una buena fábrica [...] quedate con una gran parte de lo que tenés, pero no te olvides de dejar una parte para que se siga reproduciendo el círculo virtuoso. De eso se trata en definitiva la economía”. Esta piezas de oratoria sincericida, donde CFK da cátedra sobre la estrategia preventiva para evitar los enfrentamientos y garantizar la paz social al viejo estilo de Perón (que aconsejó a los capitalistas que es mejor dar un porcentaje a tiempo antes que perder todo a posteriori), nos obliga a abrir un debate franco entre muchos compañeros del campo popular que siguen creyendo que el camino hacia la liberación nacional y social podría desarrollarse de la mano del peronismo. Consideramos que no se puede tener ninguna expectativa hacia el modelo kirchnerista que, por mas “serio” que se pretenda, es sencillamente capitalismo en beneficio de las altas tasas de

país y es preciso ponerla nuevamente sobre la mesa, para saber distinguir con absoluta claridad cuáles son los intereses que verdaderamente representa el partido gobernante.

ganancia de los empresarios. No se puede seguir esperando nada del peronismo, expresión más acabada de la conciliación de clases y garante indiscutible del monopolio de las riquezas. ¿Cuánto tiempo más se va a seguir esperando una justicia social que nunca va a llegar de la mano de la burguesía? ¿Pueden seguir hablándonos de inclusión social cuando las políticas de parche no han resuelto el problema estructural de la pobreza y la indigencia? ¿Puede haber una salida revolucionaria dentro del peronismo? Consideramos que NO. Pero esta discusión no es nueva en nuestra historia sino que atraviesa varias décadas de lucha de clases en nuestro

el pasado 25 de abril Barrionuevo ha blanqueado su apoyo al líder del Frente Renovador, lanzando en Mar del Plata la “Mesa Sindical Massa Presidente 2015” junto con otros dirigentes sindicales como Rodolfo Daer de Alimentación, Facundo Moyano de Peajes o Armando Cavalieri de Comercio, entre otros. Mientras tanto, el gobierno rechaza los reclamos sindicales y plantea: “¿Cómo no mantener un impuesto de lo más distributivo y progresista que hay en el mundo?” Así es cómo Cristina Kirchner habló de “solidaridad” y acusó de “oligarcas” a los trabajadores que apoyaron el paro, construyendo un discurso oficial que busca demonizar el le-

La discusión paritaria Pero no es solo la disputa en el terreno electoral lo que ocupa por estos meses al kirchnerismo. El paro general del 31 de marzo convocado por las centrales sindicales burocráticas y llamado por dirigentes vinculados a sectores políticos patronales de la oposición, y sin negar su trasfondo político, puso de manifiesto el descontento de importantes sectores de trabajadores que reclaman la eliminación del impuesto al salario y el rechazo al techo en las paritarias exigido por los dueños de las grandes empresas. También se ha logrado visibilizar gran parte del activismo sindical antiburocrático, combativo y de izquierda que no adhirió pasivamente al paro sino que tomó sus reivindicaciones con cortes de calle y levantando consignas contra la precarización laboral, los despidos y las suspensiones. Por su parte, gremios peronistas buscan recuperar el poder perdido y volver a funcionar como interlocutores garantes de la “paz social” a cambio de ciertos privilegios, con la convicción de que el próximo presidente necesitará del poder sindical para garantizar la gobernabilidad. En este sentido es que para mayo los dirigentes de la reactivada Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) han planificado una serie de reuniones con los principales candidatos de la burguesía a presidente para reposicionarse en el futuro mapa político. Por su parte,

gítimo reclamo de los trabajadores sumado al coro desde atrás de todas las patronales que asienten con la cabeza. La Casa Rosada necesita dar señales de que las paritarias están encarriladas lo cual es difícil sin resolver el legítimo reclamo contra el impuesto al salario. El kirchnerismo no está acostumbrado a negociar bajo presión, por lo que evalúa como medida posible una modificación del impuesto a mitad de año que le asegure una exclusiva capitalización política a cambio de paritarias moderadas con el 30% como techo. Nos encontramos ante un escenario abierto en las luchas gremiales, en donde las dos primeras semanas de mayo serán decisivas ya que distintos sindicatos -UOM, Luz y Fuerza, Aceiteros, entre otros- han manifestado que si no llegan a acuerdos razonables para sus sectores, convocaran a nuevas a medidas de fuerza y planes de lucha. Por todo lo enunciado hasta aquí, entendemos que es central que toda la militancia y el activismo combativo se vuelque a consolidar el trabajo sindical en búsqueda de tender lazos de unidad con un programa alternativo que abarque los múltiples reclamos de los laburantes en todas sus expresiones, así como renovar las coordinaciones de los diferentes nucleamientos sindicales combativos y antiburocráticos. En este contexto de contradicciones es imprescindible que haya sectores y núcleos organizados de izquierda con una posición firme y consecuente, como forma de ir mostrando otro camino hacia la trasformación radical de la sociedad. Para eso, hay que despejar la fantasmagoría oficialista que habla de la liberación nacional cuando en Argentina asistimos a una profunda extranjerización de la economía. Hay que despejar la ilusión óptica de la justicia social que no se condice con una realidad de 37% de precarizados sin derecho a nada, donde la mitad de los trabajadores sobrevive con $5.500 por mes. Hay que librarse del espejismo construido con altisonantes discursos antiimperialistas que no se respaldan en acciones concretas, sino que, por el contrario, se consolida la dependencia, la vuelta a los mercados y un nuevo ciclo de endeudamiento. En definitiva, superar el discurso progresista ilusorio que logra encubrir todas las diferencias y desigualdades que, como bien lo indica la propia presidenta, no se van a superar dentro del peronismo. Lo mencionado amerita un análisis lúcido y acciones concretas de nuestra parte. No somos antipopulares ni gorilas, por más que desde el poder pretendan tildar de este modo a la izquierda. Creemos que no solo es necesaria sino posible una transformación revolucionaria de la sociedad y consideramos que en el avance de las fuerzas de izquierda se empiezan a expresar ciertas expectativas del pueblo en un cambio de mayor envergadura. Agrupación

Hombre Nuevo

Mayo de 2015


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economia

LAS OFERTAS DE LA BURGUESIA El año electoral se presenta con campañas carentes de debate programático. La falta de carácter propositivo se manifiesta en ciudades inundadas con cartelería de candidatos sonrientes dispuestos a resumir su programa de gobierno en una o dos palabras: nos dicen que "podemos vivir mejor", que "en todo estás vos", que votes "distinto" o te invitan a subir a "la ola naranja". Detrás del marketing se encuentran proyectos políticos y económicos que nada tienen de simpáticos para el pueblo trabajador.

Candidato PROclive a la deuda externa El equipo económico del PRO está liderado por Federico Sturzenegger (ex presidente del Banco Ciudad, fue parte del equipo económico de Cavallo durante la Alianza, procesado junto a siete ex funcionarios por la causa que investiga el megacanje) y Carlos Melconian (asesor económico de Menem, fue Jefe del Departamento de Deuda Externa del Banco Central, jugó un importante papel en ayudar a detener las investigaciones por lavados y autopréstamos por miles de millones de dólares). Proponen un programa de ordenamiento de las cuentas públicas (léase, con la excusa de erradicar el clientelismo se hará una fuerte reducción de los subsidios con su consecuente incremento de las tarifas) que genere la “confianza de los mercados”, que bastaría para impulsar una momentánea bonanza económica montada sobre el ingreso de capitales especulativos. Es decir, con un Estado “que cueste menos” llevarán adelante el plan para bajar la inflación hasta el 4% según explicó el propio Sturzenegger. El PRO propone la eliminación de las retenciones a economías regionales, mientras que para la cosecha gruesa - soja, maíz y girasol- prometen bajar las retenciones a razón de 5 puntos por año. La rebaja impositiva se cubriría mediante “algún tipo de endeudamiento”. Bajo este proyecto se han congregado en marzo más de mil empresarios en La Rural que aportaron cerca de $150 millones a la campaña nacional del PRO. Allí, el propio Mauricio Macri anunció que, de ser presidente, su primera medida sería levantar el cepo al dólar. Esta medida va acompañada de un acuerdo total con los fondos buitres para “acceder a las inversiones internacionales”, bajar las retenciones “para fortalecer al agro como sector estratégico de la economía” y controlar la inflación a través de un “ordenamiento de la economía” que no es otra cosa que reducir el gasto pú­blico, o

dicho de otra forma, realizar un ajuste. Parte de este plan tiene expresión en la Ciudad de Buenos Aires donde la gestión de Macri se caracterizó por un fuerte endeudamiento externo en dólares, cuadruplicándose la deuda en moneda extranjera de la ciudad (pasó entre 2007 a 2014 de 548 a 2134 millones de dólares). En medio de un debate mediático sobre la política monetaria y la denominación de los billetes en caso de acceder al gobierno, parte del equipo PRO asegura que “son necesarios billetes de $200, $500 y hasta $1000”, haciendo eco del pedido que las entidades que representan a la banca privada le hicieron al Banco Central. Otro sector dice que esos planteos “favorecen la economía en negro” ya que las operaciones informales sólo pueden hacerse con efectivo. Proponen, entonces reducir al máximo el uso de efectivo y facilitar las transacciones electrónicas. Debate que, en definitiva, busca encontrar la mejor forma de seguir a raja tabla la doctrina económica implementada durante los años más feroces del neoliberalismo en el país.

+Acciones para los empresarios Con Martín Redrado (ex presidente del Banco Central entre el 2004 y 2010) a la cabeza del programa económico, el Frente Renovador busca acaparar la confianza que el empresariado hoy deposita con mayor fuerza en el macrismo. Entre sus propuestas para llevar adelante la economía del país, Redrado afirmó que hay que “pensar en una solución para el 7% que no entró en los canjes (…)” y aclaró que, si bien hay que abordar la cuestión, “esto es parte de un problema integral, en el que hay cuestiones más urgentes como una ley sobre el sector energético y una baja de las retenciones a las economías regionales”1. Desde este sector se adjudica la causa de la inflación a la excesiva emisión monetaria del gobierno sumada a la falta de inversión; nada se dice de la especulación empresarial y

la devaluación. Proponen solucionar la suba de precios mediante el “desmantelamiento de todas las trabas para operar en moneda extranjera”. El equipo económico del Frente Renovador planteó que apuesta a ponerle un fin al cepo al dólar pero de manera gradual ya que “(…) la clave es tener un programa económico y la credibilidad para atraer los dólares que están dando vuelta, por ejemplo en América Latina (…)”2 El massismo, además, juega la carta de llegar al electorado descontento con el kirchnerismo. Bajo ese objetivo promete mantener ciertas políticas sociales de la actual gestión como la Asignación Universal por Hijo, además de modificar el mínimo no imponible del mal llamado “impuesto a las ganancias” para que sólo los niveles ejecutivos paguen ese tributo (cuestión que, además, es un guiño hacia el sindicalismo que nutre sus filas).

La continuidad con cambio$ El proyecto económico de Scioli comparte varias de las políticas expuestas en los párrafos anteriores. En resumidas cuentas, el equipo liderado por Miguel Blein (Secretario de Programación Económica durante la presidencia de De la Rúa) y Mario Blejer (asesor del FMI en los ´80 y Presidente del BCRA en el 2002 durante el gobierno de Eduardo Duhalde) propone: reducir la emisión monetaria para bajar la inflación (el problema que aparece como central para este equipo), disminuir las retenciones al agro y eliminar los subsidios a los servicios. No hay que olvidar tampoco que el propio gobierno, del que Scioli es parte desde sus inicios, pagó rigurosamente la deuda externa; mantuvo a más de 35% de los trabajadores en la informalidad; abrió las puertas a las multinacionales (Monsanto/Chevron/Barric Gold); y viene implementando una constante devaluación por goteo. Si estos ejes caen dentro de la continuidad, los “cambios” implican una orientación claramente pro empresaria. La apuesta por parte del empresariado a Scioli, responde a posicionar un presidenciable más amigable a los mercados que la actual gestión económica. En ese sentido, las tendencias a “dar subsidios sólo para los que lo necesitan” y a volver a los mercados internacionales luego de “varios años de desendeudamiento público” se profundizarán en la potencial gestión sciolista.

Ante las mismas recetas, construir un programa de la clase trabajadora. Más show, menos banderas. Más imagen, menos palabras. Estas son las premisas que guían a Durán Barba (asesor de imagen y publicidad del PRO que logró afeitar el bigote facho de Mauricio Macri), y que el propio kirchnerismo adoptó para sus campañas. Sin embargo, podemos ver que bajo este panorama superficial están las premisas de “ordenar las cuentas públicas”, “generar buen clima para los mercados”, “no aislarse de la economía mundial”, y otros tantos eufemismos que usó y usa la clase dominante para hacer pesar el ajuste en curso sobre las espaldas de la clase trabajadora. Ninguno de los candidatos burgueses pone en discusión la necesidad de una reforma tributaria donde los que más tienen sean quienes paguen los impuestos cotidianos. Reina el silencio respecto de reformar la Ley de entidades financieras de Martínez de Hoz y Videla, o de reimplantar el impuesto a la herencia también derogada bajo esa gestión. No hay referencia alguna a imponer fuertes gravámenes a las residencias ociosas en un país donde los trabajadores tenemos severos problemas de vivienda. No se menciona la necesidad de una trasformación de raíz de nuestra estructura económica dependiente que nos ubica como exportadores seriales de materias primas. Tampoco se debate cómo hacer para superar la crisis energética con el uso de nuestros bienes comunes sin dejar miseria y contaminación en los pueblos del interior. Una vez más, los grandes temas de nuestra economía no son puestos en debate. Por ello, creemos de orden estratégico estructurar una alternativa social y política que se muestre como una opción real para los trabajadores y trabajadoras. En ese camino debemos defender en la calle un programa que busque resolver los problemas estructurales de nuestro pueblo con una perspectiva de independencia de clase y firmemente anticapitalista. Fernando Santana

1.  La Nación 26/04/2015. 2.  http://www.frenterenovador.org.ar/redrado-liberarel-cepo-el-11-de-diciembre-solo-generaria-una-grandevaluacion.


economia

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La crítica situación económica y política que atraviesa Brasil no solo tiene un impacto interno sino que repercute fuertemente en la economía argentina y agudiza la implementación de políticas regresivas en ambos países, con los costos sociales que generan. Una economía que no danza La economía brasilera -medida en PBIes la más grande de Latinoamérica y la 7ª a nivel mundial, superando a países “desarrollados” como Italia, Canadá, Corea del Sur o Australia. Por ello y por las interrelaciones comerciales en el Mercosur, los vaivenes que atraviesa tienen fuerte impacto en las economías regionales y en Argentina en particular. El panorama económico en Brasil es sombrío. En 2014 sufrió un estancamiento en su crecimiento que se estima se convertirá en una recesión para el corriente año. A ello se suma una fuerte devaluación del Real -del 15% en lo que va del 2015- y una inflación que superaría el 8% (el valor más alto en 15 años). Las cotizaciones en baja a nivel mundial de la mayoría de las commodities impactan de lleno en países exportadores de materias primas como Brasil1, reforzando aún más el saldo negativo de su balanza comercial. No habrá “viento de cola” a partir de un aumento del precio de la soja o el petróleo que pueda ayudar a saldar los desbalances económicos. A esto se le suma la peor sequía en 80 años que está atravesando el sureste brasilero, que repercute en la generación de energía eléctrica, ha desatado cortes de luz y agua en varias localidades. Además, el descubrimiento de escandalosas maniobras de corrupción en la estatal Petrobras situó a Dilma Rousseff en el medio de una importante crisis política. Cuatro ministros fueron removidos y cobró poder Michel Temer, vicepresidente de Dilma y dirigente del derechista PMDB (aliado al PT), prueba del intento de recomposición con aprobación del establishment. No por nada el PT incluyó dentro de su equipo económico a varios tecnócratas como el ministro de Finanzas Joaquim Levy para implementar las medidas regresivas.

Lo que arriba roban, abajo se paga con precarización Ante esta situación crítica, las medidas impulsadas ofrecen una salida ortodoxa y recomposición de las ganancias empresarias a través del ajuste vía reducción del gasto público: baja de subsidios, aumento de tarifas, reforma fiscal regresiva, revisión de los programas de jubilaciones y pensiones estatales y de una fuertísima desregulación del trabajo en pos de mejorar la competitividad de la industria brasileña en relación con sus competidores mundiales. Para ello, se ha promovido y aprobado en Diputados una ley que autoriza la tercerización laboral para la totalidad de las actividades económicas. Para bajar costos y mantener las tasas de ganancia del capital, el gobierno aumenta la precarización laboral de los ya 12,7 millo-

nes de tercerizados, ampliando esta forma de contratación laboral a todas las empresas, lo que tendrá un impacto fuerte sobre las condiciones de vida y trabajo de millones de brasileros ya empobrecidos a causa de la inflación y fuerte devaluación. A pesar de los llamados públicos de Dilma pidiendo “paciencia” asegurando que son medidas “transitorias”, y las promesas oficialistas de “alivianar” el atropello a los derechos laborales que la nueva ley habilita, las protestas de los trabajadores y el pueblo no se han hecho esperar. Diferenciándose de las marchas opositoras que impulsaban el “impeachment” a Dilma Rousseff, fogoneadas por la derecha que -apoyándose en el desprestigio popular causado por la corrupción- piden la intervención de un gobierno cívico militar, millones de trabajadores han salido a las calles para oponerse a las políticas de ajuste y para impedir la aprobación de la ley de precarización laboral. Aún no se han generalizado las protestas a una magnitud similar a las ocurridas en vísperas del mundial de fútbol, pero como reacción a las medidas tomadas por el gobierno numerosos sindicatos y movimientos sociales se han unido en lucha contra el atropello a los derechos sociales y laborales conquistados. El pasado 15 de abril, se realizó un paro nacional impulsado por las 5 centrales sindicales (CUT [Central Única de Trabajadores], CTB [Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil], NCST [Nueva Central Sindical de Trabajadores], Inter-sindical y Conlutas), el Movimiento de Trabajadores sin Tierra y el Movimiento de Trabajadores Sin Techo. Con multitudinarias movilizaciones, los trabajadores y el pueblo brasilero ocuparon las calles de las principales ciudades de Brasil, diferenciándose de los sectores de oposición que han intentado instalar su agenda de avance contra los beneficios sociales y laborales vigentes.

La relación comercial y el impacto en Argentina Si bien se consolidan los índices de recuperación económica en EEUU, la crisis económica mundial tiene su capítulo latinoamericano aún irresuelto, y los vaivenes de Brasil marcan el ritmo para el resto del continente. Un contexto mundial que no empuja como antes el precio de las materias primas es el trasfondo para que se revele, lejos de discursos de “desarrollo y avances productivos”, que nuestra realidad continúa siendo la de economías fuertemente dependientes de las exportaciones de materias primas, siendo la soja y la minería los principales productos. El 21% de las exportaciones argentinas tienen como destino Brasil, con los productos del rubro automotriz a la cabeza. Justamente, la fuerte contracción de estas ventas fue el principal generador de la crisis desatada en el sector desde el

año pasado que generó recortes, despidos y suspensiones por parte de la patronal y una fuerte respuesta de los obreros, con los ejemplos de Lear y Gestamp como los más resonantes. Desde diciembre de 2013 se observa un agudo derrumbe del intercambio comercial entre los países. Sin embargo, según cifras difundidas por la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, luego de 14 meses consecutivos de caída, en marzo último el total de importaciones argentinas provenientes de Brasil fue de u$s1.251 millones, es decir una suba de 5,8% interanual y de 29,2% contra febrero último. Por su parte, las exportaciones argentinas a Brasil sumaron en marzo u$s1.106 millones, lo que representa una baja de 9,2% respecto al mismo mes del año anterior, pero un alza de 35,9% frente a febrero. El informe precisa que el intercambio comercial entre Argentina y Brasil se contrajo en marzo un 1,8% interanual y que a su vez Argentina registró un déficit comercial con la nación vecina de u$s145 millones, que contrasta con el superávit de u$s35,8 millones logrado en igual mes del año anterior. Es decir que si bien se mantiene la tendencia en baja de la circulación entre ambos países, no se descarta una recuperación de este indicador fruto fundamentalmente de las medidas económicas en vías de implementación en Brasil, que de cualquier forma mantendrá el saldo deficitario para la Argentina. En el marco de la situación crítica en materia de divisas, originada en parte por la caída del superávit comercial de los últimos años, una continuidad en la caída de las exportaciones a Brasil sumaría mayores complejidades económicas en la balanza de pagos futuros, que ya se encuentra presionada por los próximos vencimientos de la deuda externa, a lo que se le suma la fuga de capitales y el déficit energético. Esto agudiza en perspectiva la llamada restricción externa, la cual podría repercutir en un aún mayor freno de

la actividad económica, con su correspondiente contracción en el empleo.

Perspectivas La profundización de las medidas regresivas y de ajuste ortodoxo tomadas por los gobiernos de Brasil y Argentina muestran los límites de sus supuestas improntas “progresistas”. Pese a subir el tono en algún foro internacional o mostrarse desobedientes ante ciertas políticas del imperialismo, siempre terminan acomodando la balanza hacia el lado de los poderosos y dueños de todo. La ley laboral que Dilma busca imponer evidencia que el aumento de la precarización laboral para bajar costos y mantener las tasas de ganancia del capital no es un invento de nuestra “década ganada”, sino que se muestra claramente como la norma que deben soportar los trabajadores latinoamericanos ante cualquier crisis. A diferencia de Cristina, a Dilma le quedan aún 3 largos años de gobierno en jaque. Pese a que la aprobación general al gobierno está en un piso histórico del 13%, en amplias capas populares aún cuenta con un apoyo de peso. Dependiendo de cómo se desarrolle la crisis económica y el grado de ajuste que el PT termine implementando, el descontento de dichos sectores empezará a ser difícil de contener. Mientras tanto, nosotros seguiremos preparados para la lucha, construyendo una alternativa que nos permita frenar el avance del capital -en su afán de que paguemos sus platos rotos- y lograr poner en pie a nuestro pueblo, para ajustar finalmente cuentas con nuestros enemigos de clase en todo el continente. Abel Deschain

1.  Donde la venta de soja, petróleo y minerales fue del 32,1% en 2012.


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debate

A contramano de los cantos de sirena que proclamaban el "fin del imperialismo", la militarización de América Latina, en la que Estados Unidos continúa jugando un rol por demás protagónico, replantea la acuciante actualidad de la lucha antiimperialista. En esta nota, reabrimos un debate estratégico para todos los que nos planteamos la lucha por una transformación a fondo de Nuestra América. The Big Brother (y algunos equívocos de la "multipolaridad") Aunque eclipsado por otros temas de mayor envergadura, hay que recordar el peso que tenía hace unos años el debate acerca de la “unipolaridad” o “multipolaridad” del mapa geopolítico mundial. En especial intelectuales progresistas o vinculados a la socialdemocracia europea, insistían en que el surgimiento de los “BRICS” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a nivel económico, acompañado de instituciones supraestatales como el Grupo de los 20, o a nivel local la UNASUR, mostraban un eclipsamiento del poder omnímodo de los Estados Unidos. Más allá de señalar algunos corrimientos reales, el planteo extremaba el carácter unívoco del poder que habría gozado Estados Unidos (EEUU) tras la caída de la Unión Soviética (URSS) y el bloque del Este en 1989/91 y transformaba en una realidad lo que sólo podía señalarse como tendencia. Todo esto sin dejar de señalar que el discurso optimista sobre la “multipolaridad” suponía una traducción lineal en términos políticos y militares del carácter “emergente” de dichos países, además de atribuir a ellos una mejoría en las condiciones de los pueblos que difícilmente pueda ser corroborado en la realidad de los trabajadores de los países en cuestión. En el contexto de desarme (y en algunos casos de desbandada) de los movimientos populares contestatarios y en especial de sus intelectuales, el rol primordial que EEUU ocupa en el mundo como gendarme y constructor de consenso del capitalismo, resultó oscurecido. Hecho que tuvo y tiene no pocas consecuencias prácticas. Sin negar que la historia siempre alumbra lo nuevo, es necesario precisar algunos datos que permiten plantear la discusión sobre el imperialismo y la militarización con una base objetiva. Para 2015, el presupuesto militar de EEUU se prevé en u$s 577.100 millones. Se mantiene como el más alto del mundo, superando con creces a sus competidores más cercanos. Es casi cuatro

veces superior al de China (u$s145.000 millones) que tiene el segundo puesto en presupuesto en el ranking, y casi 10 veces superior al tercer país, Rusia (u$s60.400 millones).1 De acuerdo a un estudio de 2005, el Pentágono debía ser considerado como uno de los más grandes terratenientes del mundo: 737 bases militares suyas ocupaban una superficie de 2.202.735 hectáreas. Esto según las cifras del Base Structure Report (BSR, por sus siglas en inglés), que no incluían en 2007 “las 106 guarniciones estadounidenses instaladas en Irak y Afganistán desde mayo del 2005 ni las construidas en Israel, Qatar, Kirguizistán y Uzbekistán (…) Tampoco las 20 que las fuerzas norteamericanas comparten con tropas locales en Turquía. Ni la mayoría de las que en Gran Bretaña se dedican al espionaje de las comunicaciones mundiales: su valor total asciende a u$s 5.000 millones y están convenientemente disfrazadas. O la enorme base Camp Bondsteel de Kosovo, edificada en 1999”2. Razón por la cual diversos movimientos antimilitarización estiman que las bases norteamericanas fuera de sus fronteras rondarían las mil. En el año 2000, es decir antes de la gran ofensiva lanzada luego del 11 de septiembre de 2001, EEUU tenía personal militar en 156 países y bases en 63.3 Los Estados Unidos han dividido al mundo territorialmente en seis partes y a cada una de esas divisiones le corresponde un Comando Militar Específico, creando seis comandos. Cada uno de ellos depende del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y está constituido por fuerzas militares norteamericanas. Su objetivo es cumplir la estrategia de seguridad del gendarme mundial en su “área de responsabilidad”.4 El “área de responsabilidad” del Comando Sur abarca toda América Latina con la excepción de México. Esto significa que lo componen 32 países y una superficie de 23,2 millones de km2. La central de operaciones del Comando Sur está ubicada en Miami, estado de Florida, y cuenta con un personal permanente de 3000 personas entre civiles y militares. Según la propia

página del Comando Sur, este tiene como misión y se prepara para: “(…) llevar a cabo operaciones militares de amplio espectro conjuntas y combinadas dentro de la zona de responsabilidad, con el fin de apoyar las metas de seguridad nacional y los esfuerzos interinstitucionales que promuevan la cooperación de seguridad regional”.5 Según el Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (MoPaSSol), en abril de 2012 había en América Latina por lo menos 47 bases militares extranjeras en funcionamiento o en construcción, vinculadas por vía aérea y marítima con la IV Flota Naval reactivada en 2008. Entre ellas merecen especial atención las cinco bases con grandes pistas de aterrizaje distribuidas estratégicamente a lo largo del continente: Soto Cano (en Palmerola, Honduras), Palanquero (en Colombia), Mariscal Estigarribia (en Paraguay), la Fortaleza Malvinas (en Argentina) y la Isla Ascensión (en el Atlántico Sur).6 Estas dos últimas bases pertenecen estrictamente a la OTAN, pero no se debe caer en un formalismo que desdibuje el hecho de que el Pentágono es la cabeza de dicho organismo.

América Latina y Estados Unidos: una larga historia "Estados Unidos parece haber sido destinado por la Providencia para atormentar a América con miseria en nombre de la libertad" Simón Bolívar Las intervenciones militares de Estados Unidos en nuestro continente se remontan al mismo origen de nuestra vida independiente. Desde la usurpación de más de la mitad del territorio mexicano a mediados del siglo XIX (1848), la intervención en la guerra de Cuba contra España (1898) y la separación y ocupación de Panamá (1903) en adelante, la cantidad de intervenciones yanquis en América Latina han sido permanentes7. Recordemos la for-

mación de oficiales en la Doctrina de la Seguridad Nacional (es decir, en la lucha contrainsurgente y en la aplicación del terrorismo de Estado) desde mucho antes de que movimientos revolucionarios cobraran forma en nuestro continente, así como la participación directa de la CIA (Central Intelligence Agency) y el Departamento de Estado en las cruentas dictaduras que se impusieron en América del Sur en la década de 1970 y en América Central en la siguiente. En la actualidad, la instalación de bases ha sido caracterizada como la forma propia del colonialismo norteamericano: los yanquis mantienen la base de


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Guantánamo en Cuba donde la tortura es ley, en Colombia las 7 bases militares junto a la intervención directa del Pentágono, la CIA y la DEA (Drug Enforcement Administration) entrenando y dirigiendo a las fuerzas represivas, la instalación de nuevas bases y el reforzamiento de las ya existentes en Panamá, Perú y Paraguay, junto a la declaración de Venezuela como “amenaza a la seguridad estadounidense” de la mano del fogoneo de los grupos de oposición derechistas en la República Bolivariana, son sólo algunas de las muestras del poder imperial. La traducción al siglo XXI de la vieja Doctrina Monroe (“América para los [norte]americanos”) se desata con el Plan Colombia, primero de su tipo, que permite una presencia militar de Estados Unidos en el centro de Latinoamérica. En el mismo sentido se orienta el Proyecto Mesoamérica (es la combinación de dos planes conocidos: el ex Plan Mérida y el ex Plan Puebla Panamá). La iniciativa abarca el área latinoamericana y caribeña estableciendo una amplia red de bases militares8 y bases de operación antinarcóticos; patrullajes navales constantes y crecientes, antes y después de la reconstitución de la IV Flota en 2008; ejercicios conjuntos que van naturalizando la presencia de tropas estadounidenses y homologando criterios entre fuerzas armadas de la zona; una generalización de códigos civiles criminali-

zantes y de las llamadas leyes antiterroristas que introducen la figura del sospechoso y la tolerancia cero; un conjunto de acuerdos o iniciativas de seguridad subregionales, todas ellas con la participación de Estados Unidos, que extienden al resto de los países las iniciativas de dichos planes geoestratégicos9. A pesar de tener determinada región del continente como epicentro, tanto el Plan Colombia como el Proyecto Mesoamérica no son planes dirigidos exclusivamente a algunos países sino que abarcan a toda América Latina.

Las burguesías autóctonas y la subordinación a la potencia "las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo y solo forman su furgón de cola." Ernesto Che Guevara Cualquier análisis marxista del imperialismo no puede desentenderse del papel que las diversas clases sociales tienen dentro de la relación de dominación a nivel mundial. Esta aclaración resulta tanto más necesaria en la actualidad, donde, como desde hace casi un siglo, una parte de la izquierda y el nacionalismo derivan de esta

realidad la tarea de construir un “verdadero capitalismo nacional”. La subordinación de las clases dominantes locales al imperialismo no fue una expresión del carácter teóricamente “incompleto” o “anómalo” del capitalismo, sino la confirmación del carácter dependiente del desarrollo capitalista latinoamericano en el mercado mundial. Desde la segunda mitad del siglo XX, en plena Guerra Fría, EEUU se convirtió en el defensor en última instancia del capitalismo, en el gendarme del “mundo occidental”. Las clases dominantes capitalistas del mundo, sin dejar de tener diferencias o quejas frente EEUU, se subordinaron a la potencia del norte entendiendo que el enemigo principal ya no era la potencia imperialista vecina sino el “comunismo”. En América Latina esta subordinación tenía una más larga historia, como hemos visto. La actualidad de la revolución que abre el triunfo de Cuba refuerza y acelera esa subordinación potenciada por la adopción a escala continental de la Doctrina de la Seguridad Nacional. En nuestro país, claramente desde la caída de Perón, la orientación general de las clases dominantes locales es abroquelarse detrás de EEUU. El Ministro de Defensa argentino, Agustín Rossi, ha confesado sin pudor esta realidad: “Lógicamente, ya habiendo dejado atrás un modelo claramente unipolar, vivimos hoy en la actualidad con la aparición de los BRICS, lo que yo llamo un escenario de unipolarismo atenuado; pero esa atenuación, es verdad que se expresa más bien en el ámbito económico porque desde el punto de vista militar, la hegemonía de los Estados Unidos sigue siendo enorme”10. Aun cuando el relacionamiento más estrecho sea con los países del continente y con Rusia y China, e incluso cuando nuestro país haya tenido intervenciones en los foros internacionales en los que se critica el papel de la potencia del norte, la realidad es que el gobierno de nuestro país no ha adoptado medidas comparables a las tomadas por los gobiernos del ALBA que se retiraron del nefasto TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca). Hasta el día de hoy, Argentina es miembro pleno del TIAR y en dicho carácter participan las fuerzas armadas de los ejercicios conjuntos de “UNITAS”. “Desde 2004 hasta la actualidad, -de acuerdo a la propia página de Defensa- Argentina es uno de los países con mayor presencia en MINUSTAH

(Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití). En esta misión se encuentra desplegado el mayor contingente nacional en el exterior, aportando más de 700 cascos azules.”11 Esa “fuerza de paz” no es otra cosa que una fuerza de ocupación contra aquel país pionero de las independencias latinoamericanas y a la vanguardia de la abolición de la esclavitud. Recién once años después, y con numerosas denuncias de violación a los derechos humanos y el repudio del pueblo haitiano, se prevé el retiro parcial de las tropas de ocupación. Cabe destacar que esta no es la única misión junto a la Naciones Unidas.

El antiimperialismo como bandera, la solidaridad como práctica "Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica" Ernesto Che Guevara Los datos mencionados apenas dejan traslucir la barbarie y el oprobio que implica la militarización de nuestro continente. Detrás de los presupuestos, de las bases, de los tratados, están las violaciones a los derechos más elementales de los pueblos. Cientos de miles de desaparecidos, torturados, desplazados, expatriados, junto con las decenas de millones que padecen hoy la miseria del extractivismo, del monocultivo, de las maquilas, la negación de un futuro, la criminalización y la muerte, obligan a retomar la enorme tradición de lucha antiimperialista que tiene Nuestra América. El único antiimperialismo consecuente es el que forma parte de la lucha por poner fin al capitalismo, el orden social que hace surgir y resurgir al imperialismo. No obstante, repudiando el internacionalismo abstracto y pedante que se contenta con emitir declaraciones, desde Hombre Nuevo apostamos a la necesaria unidad en la acción en la solidaridad con todos los pueblos de América. Agrupación

Hombre Nuevo

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1.  http://www.globalfirepower.com/defense-spendingbudget.asp 2.  Juan Gelman, “El Pentágono es uno de los mayores terratenientes del mundo”, 20/3/2007. http://www. lagaceta.com.ar/nota/198712/Mundo/ 3.  http://www.globalresearch.ca/the-worldwide-network-of-us-military-bases/5564 4.  http://www.defense.gov/home/features/2009/0109_ unifiedcommand/ 5.  http://www.southcom.mil/ourmissions/Pages/OurMissions.aspx 6 6.  http://www.mopassol.com.ar/archives/351 7.  Cockcroft, James D., América Latina y Estados Unidos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2004. 8.  Ceceña, Yedra y Barrios, 2009; Ceceña, Barrios, Yedra e Inclán, 2010. 9.  Ceceña, 2006 y 2011. 10.  http://www.nodal.am/2015/02/agustin-rossi-ministro-de-defensa-argentino-la-dimension-regional-estaincorporada-en-todos-los-jefes-militares-de-la-region/ 11.  http://www.mindef.gov.ar/mindef_mision_de_paz/ index.html


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internacional

Ante el triunfo de Syriza en las elecciones griegas y la consolidación de PODEMOS en el Estado español como alternativa a los gobiernos tradicionales, se abre un importante debate al interior de la izquierda. Crisis económica y social en Europa, debacle de los partidos tradicionales, surgimiento de alternativas por izquierda y por ultra derecha. Indagamos en los límites y potencialidades de los partidos que encabezan la lucha contra la austeridad en Europa, al tiempo que profundizamos en las características que asume la misma. No tan distintos Es bien sabido que el bipartidismo es la forma preferida de los poderosos para ejercer su dominación. Al electorado se le presentan tan sólo dos opciones viables, opciones que en el fondo no tienen grandes diferencias. Así los descontentos sólo pueden votar “lo menos malo” y todo queda entre pares. El epicentro del capitalismo, el país con más desarrollo, el más avanzado, se caracteriza también por su bipartidismo salvaje: en Estados Unidos, Republicanos y Demócratas se turnan en el ejercicio del poder político. Las clases dominantes de España y Grecia también parecían gozar de buena salud con un bipartidismo hecho y derecho que alternaba entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el primer caso, y entre Nueva Democracia (ND) y el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) en el segundo. Pero la Unión Europea (UE) no pasó la prueba. La crisis económica que estalló en 2008 en Estados Unidos, golpeó fuertemente al mal llamado viejo continente. Para “resolver” una crisis neoliberal los gobiernos acudieron a recetas neoliberales: las nefastas políticas de austeridad. ¿El resultado? La profundización del carácter social de una crisis económica. Luego la misma se volvió política: los partidos tradicionales demostraron no ser tan distintos y perdieron legitimidad. La Unión Europea obtuvo el rechazo popular de las masas que sólo veían en ella ajuste, corrupción, ventajismo y miseria para los de abajo. La pérdida de legitimidad de los partidos tradicionales viabilizó alternativas por izquierda y también por ultra derecha. El rechazo a las recetas neoliberales de austeridad y a la UE como administradora de la miseria popular posibilitó reacciones nacionalistas de derecha como es el caso de Amanecer Dorado en Grecia, partido neo nazi que incluso hoy tiene sus dirigentes presos y que obtuvo un tercer lugar en las últimas elecciones de su país; a su vez posibilitó la emergencia de coaliciones de izquierda que

rechazan a la UE pero desde un posicionamiento de izquierda antimperialista. En ese marco debemos comprender los fenómenos de Syriza en Grecia y PODEMOS en España.

Crónica de un rescate (a los poderosos) La crisis económica ha impactado con mayor crudeza en los países del sur de Europa. En Grecia la deuda llega al 175% del PBI, mientras que en España es del 93% y en Italia del 132%. La clase trabajadora y los pueblos han sido sometidos a los “rescates” de la Troika, compuesta por la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE). Desde el año 2010, la Troika ha inyectado 240.000 millones de Euros en Grecia, pero para ello exigió brutales ajustes y subas de impuestos. PODEMOS mencionar recorte de salarios; eliminación o disminución del pago de horas extras en el sector público y privado; suba del IVA hasta llegar al 23%; privatizaciones: el Estado vende o reduce su presencia en empresas semipúblicas o públicas y se liberalizan los sectores de la energía y el transporte. En España, el panorama no parece muy distinto. Algunas de las medidas tomadas entre 2010 y 2013 fueron: aumento gradual de la edad de jubilación, de 65 a 67 años; recortes salariales para empleados públicos; cierres de empresas estatales; recortes del 22% en el gasto sanitario. Las consecuencias de la austeridad no fueron otras que un hundimiento mayor de la economía y el desarrollo de una crisis humanitaria de envergadura. Así es que, durante el 2013, la desocupación alcanzó en Grecia al 27% de los trabajadores, cifra que se eleva al 56,2% en los jóvenes menores de 25 años. Esta situación de gran impacto en la moral de los trabajadores dejó un saldo de 3.500 suicidios relacionados con la crisis. En tan solo cinco años la producción cayó un 25%.

Se estima que la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza. Por su parte, en España se perdieron 1.6 millones de puestos de trabajo; baja el empleo a tiempo completo y sólo crece el de jornada parcial; hay menos trabajo y más precarización; crece el número de ni-ni y, según el Índice Gini, el Estado español es el segundo más desigual de Europa, tras Letonia. Ambos países se encuentran primeros en la caída de remuneración real de asalariados. Grecia encabeza con un 30,9% entre 2010 y 2012, lo sigue España con un 14,8% en el mismo período. En ambos países, las medidas de austeridad las ha implementado la plutocracia bipartidista de conjunto. En el caso griego las comenzó el “socialista” Yorgos Papandreu del PASOK (quien dimitió en 2011), las continuó el gobierno de coalición NDPASOK de Lukas Papadimos y finalmente prosiguió en la misma línea el derechista ND con Antonis Samarás a la cabeza. En el caso español, el socialdemócrata Luis Rodríguez Zapatero del PSOE dio los primeros pasos en mayo de 2010; pasos que continuó consecuentemente Mariano Rajoy del PP. En ambos casos, la crisis ha generado fuertes procesos de movilización social, huelgas y luchas callejeras.

El ascenso de Syriza y PODEMOS En un contexto de fuerte deslegitimación de los partidos tradicionales, Syriza triunfa en las elecciones griegas de enero de 2015 obteniendo el Primer Ministro al frente del ejecutivo, Alexis Tsipras. Mientras tanto, en España se consolida PODEMOS como un pujante actor que canaliza electoralmente gran parte del descontento popular, constituyéndose como una alternativa con serias posibilidades de acceder a la presidencia en las elecciones de este año. Syriza es un partido que alberga en su

interior a diversas tradiciones políticas de izquierda. Maoístas, trotskistas, eurocomunistas, ecologistas, rupturas del PASOK y el PC conviven en un programa anti-austeridad, sintetizado como programa de gobierno en cuarenta puntos, de los cuales el primero es: “Realizar una auditoría sobre la deuda pública. Renegociar su devolución y suspender los pagos hasta que se haya recuperado la economía y vuelva el crecimiento y el empleo.” Por su parte, PODEMOS es una fuerza surgida al calor de la lucha de los indignados. Su origen se encuentra vinculado a una convocatoria firmada por un grupo de intelectuales, docentes, referentes sindicales y sociales hace poco más de un año. Con tan solo cuatro meses de existencia, PODEMOS conquista el cuarto puesto en las elecciones europeas, logrando cinco escaños en el europarlamento. Con menos peso de la izquierda tradicional, PODEMOS también se ordena a partir de un programa anti-austeridad con mayor peso en las reivindicaciones democráticas y la participación popular. Ambas fuerzas han ido moderando los puntos más radicales de su programa a medida que las posibilidades de acceder al gobierno se hacían más efectivas. Iñigo Errejón, dirigente de PODEMOS, argumenta el viraje, planteando que las posibilidades reales de un triunfo en el corto plazo “(…) nos coloca a nosotros en la necesidad de hacer un programa para ya, para gobernar ya España de forma diferente1”.

El poder, un solo puño Amplios segmentos de la clase trabajadora y el campo popular europeo, depositan en las experiencias de Syriza y PODEMOS sus esperanzas. El devenir de los procesos tendrá implicancias continentales y reordenará las correlaciones de fuerza. En caso de fracasar la intentona, la izquierda sufrirá un golpe en su conjunto y se habilitará el terreno para una “solución por extrema derecha”.


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Las clases dominantes han demostrado una vez más que las discusiones a su interior siempre son menores ante el fantasma rojo. Las expectativas puestas en aprovechar las fisuras entre la extrema derecha de Merkel y el supuesto perfil moderado de Hollande, han quedado en el olvido. Los poderosos de Europa han cerrado filas contra Syriza.

las que inevitablemente se enfrentará en el corto plazo un gobierno progresista empeñado en resolver la situación de emergencia en la que a nuestro juicio se encuentra la economía española. [...] Creemos que en una coyuntura tan grave y difícil como esta hay que actuar con una gran dosis de pragmatismo2.

Lejos de las conclusiones soberbias y apresuradas de aquellas izquierdas que se especializan en analizar desde afuera los procesos, porque precisamente casi nunca calan en ellos, Syriza y PODEMOS representan verdaderos dolores de cabeza para la casta europea, y por ello los combate con tanta vehemencia. En el contexto europeo, consideramos que las experiencias detentan un carácter progresivo; sin embargo, esto no implica licuar las críticas y límites que encontramos en las direcciones de las fuerzas protagonistas.

La crítica de las armas

Las armas de la crítica A pesar de la diversidad de tradiciones que componen Syriza, en la misma hegemoniza la orientación de Alexis Tsipras, signada por el eurocomunismo. Corriente que surge en los 70’ en supuesta oposición a la URSS, dándole un carácter estratégico a la disputa en el campo estatal y puntualmente al plano electoral, prácticamente renegando de la lucha por la revolución. Dicha debilidad ideológica marca a fuego la orientación del ejecutivo griego, atravesada por la realpolitik que trágicamente se expresa en el acuerdo con el eurogrupo, capítulo que abordaremos luego específicamente. La experiencia y el perfil de PODEMOS se encuentra fuertemente atravesada por el liderazgo de Pablo Iglesias, dirigente que se jacta de la realpolitik y el posibilismo. Con una retórica que corre la categoría de clases del centro para postular la de ciudadanía, aportando al confusionismo. Con una política electoralista que acomoda expresamente las posiciones a lo que la mayoría social persigue, tomando como termómetro oficial las encuestas electorales. Así, el tan mentado objetivo de convertir la mayoría social en mayoría política, termina por maniatar a la eventual expresión política del descontento social, cercándola en las “posibilidades reales de gestión dentro del capitalismo”, corriendo el eje del movimiento real y las disputas clasistas. Paradigmático es el documento titulado “Un programa económico para la gente”. El mismo fue escrito en noviembre de 2014 y ya es más moderado que el “Programa para las elecciones europeas”. En el mismo se expresa con notable claridad: No creemos que sea la hora de limitarse a abrir un amplio abanico de deseos sino la de proponer aquello que efectivamente podría realizarse de forma inmediata, es decir, contemplando en todo momento las restricciones reales con

En la lucha de clases europea, gravita con fuerza la pelea contra la austeridad que comanda el imperialismo alemán. La disputa no podrá ser ganada por la clase trabajadora en una mesa de negociación en los marcos de la institucionalidad burguesa. La efectiva disputa reside en la relación de fuerzas real que se construye desde el movimiento popular. En ese punto, la escasa inserción orgánica de Syriza y PODEMOS en el movimiento de masas es una debilidad profunda que poseen estas experiencias. A las limitaciones ideológicas eurocomunistas o abiertamente reformistas, se le suman que estos partidos (sobre todo PODEMOS), lejos de los viejos PCs con una larga historia de inserción sindical y social, se constituyen más bien como la superestructura de procesos amplios de descontento popular. Si consideramos que la lucha contra el imperialismo europeo depende de las relaciones de fuerzas reales, no medibles sólo por la altura moral de los argumentos esgrimidos en una mesa de negociación incrustada en la institucionalidad de la Unión Europea, existe otro dato que resulta por demás desesperanzador. En las negociaciones con el partido derechista de ANEL para conformar gobierno, Syriza cedió, nada más y nada menos que, el estratégico Ministerio de Defensa a los “Griegos Independientes”.

Entre acuerdos y desacuerdos El nivel de extorsión del capital financiero europeo ha sido de una magnitud significativa. El 4 de febrero, a días de consumado el triunfo electoral de Syriza, el BCE quitó la liquidez a la banca griega, argumentando que no estaba garantizado el cumplimiento de las condiciones del rescate en turno, poniendo contra las cuerdas al ejecutivo entrante. El 20 de febrero, el gobierno de Alexis Tsipras llegó a un acuerdo con el Eurogrupo. Con sabor a capitulación, el acuerdo va de lleno contra todas las promesas que la coalición de izquierda había hecho a su electorado. Las autoridades griegas se comprometen, expresamente, a “[...] honrar sus obligaciones financieras con todos sus acreedores plenamente y a tiempo”3. El ejecutivo griego ha reconocido el 100% de la deuda, ha permitido la supervisión de la Troika, a quien en una medida cosmética resolvió denominar “instituciones” y se ha comprometido a no tomar medidas que afecten el presupuesto y la estabilidad financiera, garantizando no dar marcha atrás con las privatizaciones. Por si fuera poco, la cúpula de Syriza hace pasar por triunfo el evidente retroceso que implicó el acuerdo. Dicha intentona configura un profundo sinsabor. Porque si el acuerdo se considera un retroceso táctico, para negociar en mejores condiciones en las audiencias de junio, es asumible que el mismo implique una derrota política, económica y social; pero a la hora de reconocerlo como avance, como supuesto triunfo, el mismo se configura también como una derrota ideológica. El acuerdo ha traído fuertes conflictos al interior de la coalición. Entre los parlamentarios, pero también entre los ministros. El 41% del Comité Central se opuso al

acuerdo. Instando a Tsipras a romperlo, adoptando medidas unilaterales que vayan en línea con el programa que los llevó al gobierno. Se advierte que ello puede implicar la ruptura con el euro y que es preciso apoyarse decididamente en las luchas obreras y populares, ensanchando el apoyo activo a la coalición. En la oposición interna por izquierda se encuentra una verdadera esperanza.

A modo de conclusión Nos encontramos frente a un proceso abierto que viene calando profundamente en la correlación de fuerzas europea. Una vez más ha quedado demostrado que los poderosos pueden tener discusiones y verdaderas disputas pero que, en última instancia, terminan por juntarse contra los trabajadores. El bloque indivisible entre la Troika y el Eurogrupo contra Syriza es una muestra de ello. La historia también vuelve a graficar que una victoria en los comicios, por más rotunda que sea la misma, no es sinónimo de acceso al poder. La austeridad sólo podrá ser derrotada con una modificación en la correlación de fuerzas real a favor de los trabajadores europeos. Difícilmente pueda derrotarse la austeridad sin salir del Euro. Ello implicará medidas anticapitalistas. Para poder asumirlas se torna central el desarrollo de la movilización y organización de las masas. En este punto, las principales limitaciones se encuentran en la poca inserción de las organizaciones y en el propio posibilismo de las direcciones de Syriza y PODEMOS, orientación que los empuja a ser “administradores progresistas” de la austeridad comandada por Merkel. De efectivizarse dicha tendencia, Syriza y PODEMOS habrán cumplido históricamente el triste papel de canalizar institucionalmente el fuerte descontento popular que desató la crisis. Golpeando a la izquierda continental y preparando el terreno para una nueva “solución” por derecha. Syriza ha aumentado su caudal de apoyo popular aún tras las fallidas negociaciones con el Eurogrupo. Aún queda la esperanza de que el movimiento popular se imponga, apoyándose en la izquierda de los partidos, poniendo al frente que su desarrollo y fortaleza es el fundamento de los verdaderos avances, para así romper con el euro, implementando las necesarias medidas anticapitalistas que implicará. “La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores”, así sí la historia puede cambiar. Luciano Rocha

1.  h t t p s : / / w w w . y o u t u b e . c o m / watch?v=f5tSVxHawnw 2.  Vicenc Novarro y Juan Torres López; Un proyecto económico para la gente 3.  Acuerdo Grecia-Eurogrupo. http://www.keeptalkinggreece.com/2015/02/20/eurogroup-statementon-greece-full-text/ (en inglés)


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internacional

KurdistÁn, hijos de sol y fuego Entrevista a Che Delil Delali, periodista kurdo residente en Argentina e integrante del Comité de Solidaridad Kurdistán-América. LLL: ¿Podrías hacer una breve historización del conflicto en Kurdistán y cuál es el rol de los diferentes actores políticos (PKK y PDK)? CDD: Descendientes de los antiguos medos, los kurdos han carecido de un Estado propiamente dicho, si exceptuamos el que dio lugar al Imperio Medo en el año 612 antes de Cristo. Se constituyó como pequeños principados de estructura tribal, similares a las organizaciones feudales de la Edad Media europea. El pueblo fue fragmentado por primera vez durante el auge del dominio otomano, que dio lugar a que surgiesen en el Kurdistán dos esferas de influencia: la persa y la otomana. El fin de la Primera Guerra Mundial y el desarrollo de los tratados internacionales que dieron origen a la configuración actual de los estados-nación marcaron la más importante y definitiva división institucional del pueblo kurdo al servicio de intereses ajenos. Tras el Tratado de Sèvres (1920), que inicialmente reconocía su derecho a la autonomía (siguiendo el Programa de 14 puntos del presidente estadounidense Woodrow Wilson), el posterior Tratado de Laussane (1923) acabaría por colocar a los kurdos en la misma situación en que se encuentran ahora, un Kurdistán dividido en diferentes soberanías nacionales: Turquía, Irak, Irán, Siria y la antigua URSS. Para entender mejor la dimensión del problema: de los 45 millones de kurdos que existen, unos 20 millones viven en Turquía y son un 25% de la población turca; la parte del territorio kurdo de Turquía es de donde se extrae la totalidad del petróleo nacional. En Irak, la cuarta parte de la población es de origen kurdo. Esto representa unos 7 millones de personas que viven en una extensión de 76.000 km2 de donde se extrae el 74% del petróleo de Irak. En Irán, los kurdos suman 10 millones de personas (23% de la población), y el petróleo que se extrae es el 20% de la producción nacional. En la zona kurda de Siria (unos 19.000 2 km ) se extrae la totalidad del petróleo nacional y viven cerca de 3 millones de kurdos. Durante gran parte de su historia, los kurdos han estado dominados por otros pueblos y, en tiempos más recientes, Irán, Irak y Turquía se han resistido a la creación de un estado kurdo independiente. El nacionalismo kurdo aumentó en la década de 1890, cuando el Imperio Otomano estaba en sus últimas etapas. El tratado de Sèvres, tras la derrota otomana en la primera guerra mundial, les prometió la independencia. Sin embargo, con el surgimiento de la Turquía moderna

de la mano de Kemal Ataturk, la promesa se convirtió en “papel mojado” tres años después. Las sucesivas revueltas en los años de 1920 y 1930 fueron reprimidas por el ejército turco. Desde entonces la lucha independentista kurda se estancó hasta 1984, cuando el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), fundado por Öcalán, tomó las armas. Por entonces no se reconocía el carácter propio del pueblo kurdo ni se le permitía hablar su lengua en público, una restricción impuesta hasta hace pocos años. Vale aclarar que el idioma kurdo sigue sin aceptarse en las escuelas y en instituciones oficiales... El PKK fue y es un partido marxista, y en tres partes del Kurdistán (Siria, Turquía e Irán) es la mayor fuerza con diferentes nombres. En la parte del Irak, PDK (Partido Democrático de Kurdistán) y UPK (Unión Patriótica de Kurdistán), que son partidos neoliberales y socialdemócratas respectivamente, son los que tienen fuerza mayoritaria en términos oficiales, además de ejercer el gobierno en la región autónoma, pero también en Irak, aunque cada vez más el PKK va ganando la simpatía de la mayoría del pueblo Kurdo.

LLL: Ante la aparición de ISIS en medio oriente: ¿de qué manera se actualiza el conflicto y qué rol cumple el imperialismo occidental? CDD: La típica política del imperialismo es armar los conflictos por cualquier medio y después tener el argumento de atacar y “traer democracia”. Al QAEDA es un ejemplo cercano antes de ISIS y ni siquiera pasó una década. Sin ir a muchos detalles, ISIS es uno de los monstruos que crió el imperialismo occidental y punto ¿Cuál es la tarea de los soldados estadounidenses en Irak o Siria?: “divide y vencerás”. Por lo menos es lo que vimos hasta ahora. El ISIS es la consecuencia de la política del imperialismo occidental sobre la región.

LLL: ¿Qué influencias ideológicas y religiosas tiene el PKK? ¿Cuál es su enemigo principal y cuáles sus aliados regionales? CDD: PKK es un movimiento marxista. Está en una misma distancia con todas las religiones, en el territorio de Kurdistán hay yezidies, asuries, chiítas, sunnitas, ortodoxos, judíos, católicos, cristianos, etc. Entonces, la postura no puede ser de negación sino que se acepta a cada uno con su ideología religiosa. Vale aclarar que todos estos movimientos que están dentro del territorio también tienen la

premisa de respetar al otro. De ahí sale una armonía con diferentes colores. El enemigo principal del PKK es el capitalismo y el feudalismo. Su aliado es el pueblo que vive en ese territorio, y los movimientos marxistas-leninistas de la zona.

LLL: ¿Qué tareas se dan como partido? ¿Qué herramientas organizativas despliegan en la población? ¿Existe una conexión entre las mismas y la acción armada? CDD: La tarea es crear una sociedad justa y la base de esa justicia es la igualdad. Un militante que no tiene en claro la cuestión de la igualdad, no puede ser justo y si no es justo no puede luchar por la libertad. Principalmente eso se soluciona dentro del partido, entre los militantes. Uno tiene que tener bien claro para qué está luchando, eso te enfoca al objetivo, que en ese caso es la igualdad y la justicia. Dentro de movimiento de liberación de Kurdistán hay 400 organizaciones distintas (partidos políticos, autodefensas, religiosas, de LGBT, por los derechos de mujeres, organizaciones contra las violaciones a los DDHH, educativas, cooperativas, sindicatos, etc). Esa es la magia de aprender a respetar el otro a pesar de su religión, su ideología, su lengua, su cultura, su color de piel. Existe una absoluta conexión entre todos, pero dejemos claro que cada movimiento es independiente y sus decisiones son indiscutibles aún si toman posturas diferentes al resto. En relación a la acción armada, actualmente cada patriota se siente parte de ella. No se puede separar a los guerrilleros del pueblo, cada paisano a la vez es un guerrillero. Desde el comienzo, en el primer congreso de PKK, se discutió el tema de las mujeres. Eso fue una postura bien clara de Öcalan, porque el pueblo kurdo sufrió mucho con sus hombres y mujeres, pero la mujer siempre fue dos veces más sufrida. Es un sistema donde el hombre tiene el poder sobre la mujer, dónde

a la mujer ni siquiera tiene permitido hablar su idioma materno. Entonces, es en esa búsqueda donde te das cuenta que hay que romper el sistema completo. Dijo Öcalan: “El capitalismo y el EstadoNación representan al macho dominante en su forma más institucionalizada. La sociedad capitalista es la continuación y culminación de todas las sociedades explotadoras antiguas. Es una guerra continua contra la sociedad y la mujer. En pocas palabras, el capitalismo y el estado-nación son el monopolio del macho tiránico y explotador.” Queda claro que si no existe la lucha de las mujeres, tampoco existe la revolución.

LLL: ¿Cuál es la importancia de la lucha por la libertad de Abdullah Öcalan? ¿Qué implicancias cobra en el pueblo kurdo? CDD: Öcalan es, antes que nada, nuestro compañero. La lucha por su libertad, es la lucha por la libertad del pueblo kurdo y otros 10 mil presos políticos. Luchamos prácticamente solos para lograr lo imposible: la conmutación de su condena a muerte. Hoy, más que nunca nos encontramos empesinados en lograr su libertad, y estamos convencidos de que lo lograremos, fruto de un gran esfuerzo, aunque no será fácil. Abdullah Öcalan debe ser liberado porque es clave en la democratización de Oriente Medio. Öcalan ha trabajado por la paz duradera y la democracia en la región (materializado hoy en el proyecto democrático de Rojava) y es el interlocutor indispensable en dicho proceso. No se puede hablar de proceso de paz cuando una de sus partes está condenada a cadena perpetua, en situación de total aislamiento. Una vez que el árbol comienza dar fruta, ya no hay manera de controlarlo. El pueblo kurdo mismo, con sus miles organizaciones, sus mujeres, sus jóvenes, sus guerrilleros, están en todos lados y luchan. O nos matan a todos, o no hay manera de que nos controlen. Se acerca la libertad del pueblo kurdo junto con todos los pueblos del Medio Oriente.


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n abril, cerrados gran parte de los convenios colectivos que afectan a los trabajadores del Estado, la salud y la educación, se iniciaron las negociaciones paritarias entre el gobierno nacional, los sindicatos de la industria, el comercio y el servicio; y las cámaras empresariales. Es el caso de la UOM (metalúrgicos), la F.T.C.I.O.D y A.R.A. (aceiteros), los petroleros privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa; el SEC (comercio), la Asociación Bancaria, la UOCRA (construcción), la FeMPINRA (portuarios), la FTTRA (tabaco), el SICGBA (trabajadores de la carne), los gastronómicos y los telefónicos. Como es costumbre, el gobierno, los empresarios y la burocracia sindical ya han definido cual será el aumento que nos corresponderá a los laburantes. Sabemos que serán aumentos funcionales a sus intereses, y en detrimento de nuestras condiciones de vida. No obstante, este año, lejos del clima de tranquilidad que busca el gobierno, las aguas del mundo sindical se agitan relativamente, al ritmo de las paritarias de los gremios privados. Un síntoma de este fenómeno es que hasta el momento sólo han arreglado el Sindicato de Petroleros, que fijó una suma “puente” de $6.000 por mes desde abril hasta julio y exento ganancias, y la FTTRA, que acordó un incremento salarial del 33 % y el pago de $ 8.000 no remunerativos por única vez. Los motivos que explican tal cuadro de situación son diversos. Por un lado, los trabajadores de los distintos gremios ven el año electoral como un contexto favorable para presionar por su reclamos, y en consecuencia exi-

PARITARIAS: SEGUNDO ROUND gen cerrar acuerdos que le permitan recuperar la capacidad adquisitiva perdida por los altos niveles de inflación (Argentina es el segundo país con mayor inflación de América Latina) y por la falta de modificaciones del mínimo no imponible, que cada día alcanza a más asalariados. Por otro lado, existen tensiones entre el gobierno, el empresariado y la burocracia en torno al porcentaje a convenir en las negociaciones paritarias. Los empresarios, acostumbrados a que no les toquen el bolsillo, desean acordar subas alrededor del 20% como máximo. Así lo dejó en claro Héctor Méndez (presidente de la UIA) cuando declaró hace algunas semanas: “los vamos a sacar corriendo a los que vengan con un planteo de aumento de 43%”, “arrancaremos con un 15 y con un 20% como máximo”; y por si fuera poco agregó: “en un país normal no habría inflación y por lo tanto tampoco paritarias”. Por su parte, el gobierno busca “paritarias cuidadas” que permitan controlar la inflación, no incomodar al empresariado, contener la conflictividad y captar votos. Lo hace de manera fraccionada y sin apuntar a resolver la problemática de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Para ello busca apurar a los sindicatos afines a cerrar acuerdos entre un 20% o 30% con la espectativa de una futura modificación de ganancias. Sin embargo los gremios más decisivos están empantanados, como es el caso de la UOM. Caló, titular de la UOM, fue uno de los primeros en sentarse a negociar. Pero aún no ha llegado a un acuerdo ya que las cámaras

empresariales se niegan a aceptar el 32% que reclama el gremio y ofrecen un 22% que fue rechazado. Ante la presión de sus bases y la negativa del empresariado, el metalúrgico se vio obligado a amagar con una medida de fuerza de 36 horas, aunque aclarando que se trataba de un paro en contra del empresariado, y no del gobierno. Pero este tipo de medidas con las que suelen amenazar los sindicatos burócratas son aisladas, sin continuidad, y no tienen como fin enfrentar al gobierno, la patronal y su política de ajuste. Mientras tanto, el resto de los gremios enrolados en las distintas centrales, oficialistas u opositoras, aunque difieren en los porcentajes a reclamar (los primeros reclaman subas alrededor del 30 %, mientras que los segundos subas cerca del 40 %) parecen coincidir en la estrategia a llevar adelante en relación a las paritarias. Según trascendió por declaraciones de distintos referentes gremiales, la mayoría apuntaría a acordar sumas “puentes” en cuotas a fin de aplazar la discusión salarial para darla en “momentos más tranquilos”, cuando el panorama político electoral y económico este más definido, y frenar las luchas para evitar que “pasen a mayores”. De este modo, una vez más la dirigencia sindical argentina muestra su perfil burocrático y traidor. Perfilándose nuevamente como los defensores del gobierno y los empresarios, y no de los trabajadores; más afanados en buscar la manera de que un mísero aumento se

vea como una victoria y no como un fraude. Garantes de un modelo sindical circunscrito a la mirada corporativa y estrecha, preocupada solo por el aumento salarial de sus afiliados, y no del conjunto de los trabajadores; levantan (por dar un ejemplo) la consigna de eliminación del “Impuesto a las ganancias” que sólo afecta a un sector reducido de asalariados, dejando afuera a los trabajadores precarizados y eliminando la posibilidad de solidaridad de clase. Es por eso que, en este contexto de disputas vinculadas a los intereses de los de arriba, los trabajadores tenemos que seguir organizándonos de forma independiente a las burocracias sindicales, los gobiernos y las patronales; aportando a todas aquellas construcciones antiburocráticas o construyéndolas en donde no existan; contribuyendo activamente a todas las luchas de la clase trabajadora que permitan frenar el ajustes a nuestros bolsillo, mejorar las condiciones de trabajo e imponer nuestras demandas. A su vez, sigue siendo necesario levantar espacios de unidad amplios de los sectores combativos, que pueden perdurar en el tiempo, trascender lo meramente electoral, y constituirse como alternativas visibles y legítimas para el conjunto de los trabajadores frente a la dirigencia burocrática. José Font


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APUNTES EN TORNO A LA LUCHA DE LEAR

Una mirada equilibrada y necesaria sobre el conflicto para poder hacer un balance que permita al activismo obrero y de izquierda armarnos para enfrentar futuras luchas. Un método En los últimos años vimos una gran cantidad de conflictos que terminaron en un callejón sin salida, o “en el mejor de los casos” –y valgan las comillas- dejaron un saldo de varios compañeros en la calle producto, en parte, de desinteligencias en la organización obrera. El apresuramiento y la falta de estrategias de acumulación a largo plazo son falencias que cuestan los puestos de trabajo que en algunos casos jamás se logran recuperar y, con esto, todo el proceso de acumulación que se venía haciendo para la organización de las bases queda trunco y se pierde hasta un nuevo proceso organizativo. Como consecuencia de ello, la correlación de fuerzas queda favorable a la patronal que aprovecha el momento de debilitamiento obrero para arremeter con todo. En el actual contexto de recuperación de espacios en los sindicatos, por décadas ocupados por la burocracia, es hasta natural que compañeros, muy bien intencionados, quieran avanzar rápidamente en la construcción sindical, afiliando, llamando a elecciones, o simplemente acompañando a los compañeros de fábrica que se acerquen al sindicato para asesorarse y hacerle frente a los atropellos de la patronal. Pero cada uno de estos movimientos debe ser cuidadosamente medido en función de qué fuerza, qué espalda, existe en cada lugar de trabajo, ya que frente a un gremio débil o burocratizado, y unas bases indecisas o poco comprometidas, es fácil que la patronal detecte a los compañeros que encabezan la organización. En consecuencia, estamos sirviéndolos en bandeja para que los despidan o les destinen otras tareas que los alejen por completo del contacto cotidiano con sus compañeros y, de este modo, del centro estratégico de organización obrera. Desde nuestra perspectiva consideramos que el método de construcción por excelencia, en los primeros momentos, debe ser subterráneo. Debemos armar un pequeño núcleo de extrema confianza que logre sintetizar la realidad del conjunto de la fábrica, comprendiendo cuál es el estado de ánimo y la conciencia de organización. Intentando hacer un análisis lo más claro posible de quiénes son los compañeros que están con la causa

y quienes son aliados reales o potenciales de la patronal, por miedo, prebendas u otros motivos.

El conflicto de Lear Lo primero que debemos analizar, es que es que este conflicto responde a una arremetida de la patronal frente al triunfo de la lista Celeste en la comisión interna que en noviembre del 2013 gana con el 70 % de los votos y que no respondía a las directivas de la burocracia del SMATA. Así se presentó el conflicto. No fue el resultado de una lucha ofensiva por mejoras de las condiciones laborales, sino una clara lucha defensiva. A pesar de su creciente influencia, la organización interna de la fábrica aún no está del todo consolidada al momento de presentarse este conflicto. El trabajo de acumulación de la comisión interna era importante, pero no se había desplegado por completo. El descontento que generan entre los trabajadores las prácticas burocráticas y traidoras de la conducción del SMATA, no implican necesariamente un salto en la conciencia que conduzca a comprometerse con una lucha, y que implique los esfuerzos de sostener un conflicto durante meses.

Desde dentro, desde fuera No se puede concebir que una lucha obrera vaya a buen puerto si no son los mismos compañeros los que protagonizan el conflicto. El apoyo externo es necesario, tanto como para realizar las acciones que expondrían a los obreros de la planta, como así también para fortalecer la lucha y hacer visible la solidaridad de clase, ya sea a través de cortes de ruta, el bloqueo de la fábrica e instalación del conflicto a través de la propaganda. Pero de ninguna manera puede servir para reemplazar a los verdaderos protagonistas de la lucha, que son los obreros directamente implicados. La influencia de los partidos y organizaciones de izquierda debe colaborar con el nivel organizativo de los obreros, pero tampoco puede tomar las decisiones por encima de las bases. La unidad y el método de la democracia obrera, respetando las decisiones de asamblea, sigue tan vigente como en los inicios del capitalismo.

Un balance necesario El 27 de mayo de 2014, la multinacional Lear suspendió a 330 trabajadores por 15 días con goce de sueldo. Luego, reingresaron 110, mientras se suspendió a los restantes sin goce de sueldo. A los 220 trabajadores despedidos, se le sumaron 30 más. 60 fueron reincorporados, 130 arreglaron su retiro y quedaron, entonces, 60 personas reclamando volver a su puesto de trabajo. La instalación de una carpa en las puertas de la multinacional yanqui, los cortes de la Panamericana, las movilizaciones al Ministerio de Trabajo, y la propaganda del conflicto en los programas de televisión, formaron parte de los variados métodos de lucha, contra la alianza de patronal, gobierno y burocracia sindical. La resistencia de los 60 trabajadores por volver a sus puestos de trabajo fue un antecedente para todas las luchas. Más en tiempos de elecciones, donde los candidatos de la burguesía discuten y se pelean, pero acuerdan en la necesidad de ajustar al pueblo trabajador. Desde Hombre Nuevo nos parece importante tener una mirada equilibrada sobre el conflicto para poder hacer un balance preciso que permite al activismo obrero y de izquierda armarnos para enfrentar futuras luchas. De los 60 trabajadores que pelearon por la reincorporación, ninguno volvió a su puesto de trabajo. El exceso de confianza en el “histórico fallo” de la justicia que un sector de la izquierda institucional festejó -fallo de la hoy tan mencionada ex esposa de Nisman, Arroyo Salgado- la ausencia de apoyo activo y sostenido del resto de los trabajadores de la empresa, el desgaste de algunos compañeros ante las internas partidarias, las mezquindades y el sectarismo, llevaron a que solo 16 trabajadores no arreglaran con la empresa. La ausencia de métodos más contundentes frente a la complicidad del Ministerio de Trabajo y la patronal deben servir como aprendizaje para los enfrentamientos que vienen en estos tiempos de crisis. La unidad con una perspectiva de independencia de clase, priorizar las conquistas aunque sean parciales y el desarrollo de una estrategia común entre los activistas, que exceda el día a día y que involucre activamente a las bases, son algunas de nuestras aspiraciones para organizarnos en los conflictos que protagoniza nuestra clase.

Mariano Sanchez


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JUJUY La Historia en si, la Historia para si Queda lejos en la historia aquel 1° de mayo de 1886 pero cerca en la memoria, por sobre todo, en la de quienes la parieron "desde abajo", sobre la base del trabajo, disciplina y convicción. En la disputa de cada territorio (el barrio, el sindicato, el ámbito privado y público) donde se consolidan las relaciones sociales, se pone en juego la producción y reproducción de la vida en tanto se resignifica la acción colectiva, como germen de oportunidades para experimentar nuevas formas de trabajo.

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n 2014 en la provincia de Jujuy se sancionaron tres leyes laborales. Sin embargo, en las mismas no se plantea, por ejemplo, el pase a planta permanente para los miles de trabajadores que hoy en día están precarizados, tanto en el ámbito del estado municipal o provincial, sino que sólo regulan requisitos a cumplir por el trabajador para ingresar a planta. La desocupación se mantiene en cifras alarmantes. Esto sumado a una escasa generación de empleo, lo que complica, pese a datos oficiales, poder satisfacer siquiera la canasta básica alimentaria (CBA), más aún teniendo en cuenta que, de acuerdo a una característica demográfica en Jujuy, la familia tipo es de 5 integrantes. Desde las ollas populares surgidas a fines de los 90´ hasta las “changas” de nuestros días -trabajos de tiempo breve y sin seguridad de sostenerse en el tiempo-, el barrio se fue configurando como el lugar preponderante para la contención del trabajador, mayormente en zonas periféricas donde el sistema lo fue arrastrando. Teniendo en cuenta que las leyes de “trabajo” sancionadas el año pasado no favorecen al trabajador ocupado, que la fuerza de trabajo es explotada en ámbitos alternativos y en permanente disputa, sumado a la imposibilidad para los jóvenes de

conseguir empleo estable y mucho menos en blanco, no debiera sorprender que en la actualidad por lo menos el 50% de la población jujeña se encuentre por debajo la línea de la pobreza. El rol del trabajador, tanto ocupado como desocupado, toma importancia cuando se debate y considera la cuestión social como construcción histórica: el ocupado no alcanza a cubrir sus necesidades básicas con el salario que obtiene y la lucha del desocupado por hacer valer su fuerza de trabajo se restringe.

Al compás de los tiempos El devenir de la Provincia de Jujuy se monta sobre las fluctuaciones que generan las olas que vienen desde el Gobierno Nacional. Es así que Jujuy ha sido determinado política y económicamente, principalmente, por las directrices de la Capital. Hoy aunque existiera la intención (que no existe) de cambiar este relato, la coyuntura lo hace improbable. El contexto político laboral, en este aspecto, pende del cotexto1 que da el clima electoralista nacional que envuelve al presente jujeño. Los gobiernos provinciales sucedidos en Jujuy, desde el neoliberalismo menemista al populismo kirchnerista, no han modificado sus posturas de ser un reflejo de las

políticas nacionales. Sin embargo, la lucha de la clase trabajadora flexible a los tiempos, se ha ido deteriorando. En La Llamarada2 de hace unos meses se calculaba que poco más del 35% de los trabajadores se encuentra dentro de la administración estatal, mientras que el sector privado (entre industria manufacturera, el comercio y la construcción) representa poco más del 40 %. De estas cifras se desprende que aproximadamente el 25% de la población se encuentra en negro o desempleado. Cabe destacar que el Estado, principal activador de industria constructora y el sostén de los medios de comunicación, es el principal contratista de trabajo en negro. La lucha sindical desde los sectores privados es una cuenta pendiente para la clase trabajadora jujeña, sobre todo porque los gremios protagonistas son de trabajadores del Estado: El Frente de Gremios Estatales (que desde 2014 cuenta con el aporte del SEOM dirigido por Carlos Santillán), La Intersindical de los Trabajadores del Estado (con discursos combativos pero sin grandes levantamientos desde la lucha docente emprendida el año pasado) y la Multisectorial (un rejunte con poco protagonismo y concesiones más acordes al gobierno). En 2015 el escenario electoral determina un proceso de lucha más bien reaccionario, sin demasiado ahincó en las movilizaciones, y con posturas decisivamente dialoguistas. Si bien se ha reflejado en un comunicado de ATE (ITE)3 que un trabajador para superar la línea de la pobreza debería ganar $12227,90 mensuales4, la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores se da en movilizaciones de delegados gremiales en contra de la Ley de Paritarias dictaminada inconstitucionalmente en febrero de este año, más otras acciones menos visibles. Y sería difícil encontrar en el sector gremial algún indicio de lucha.

La especulación o la Lucha La clase obrera desempleada se cobija en las “changas” y sufre la disminución progresiva de las políticas sociales del Gobierno provincial, según la directriz del Gobierno Nacional. Las “políticas inclusivas” del kirchnerismo no superan una tarjeta de $100 mensuales, que hoy no al-

canza para nada si tenemos en cuenta que la canasta básica ronda los $3.922 en la provincia. Dicha política tampoco “incluye” a los niños que mueren de hambre ni a los ancianos que no pueden obtener bolsones de mercadería. La disminución de políticas sociales también ha menguado programáticamente el protagonismo de las Organizaciones Sociales opositoras y ha otorgado otro rol a las oficialistas como generadores de quietismo social. Con el Radicalismo como fuerza con mayor intención de voto en Jujuy, el Gobierno del FPV se ve en una posición especulativa, cierra negociaciones sin la concesión de las otras partes, como las paritarias de 2015, con la ventaja de que las conducciones de los sectores perjudicados solo salen a quejarse “para la foto” en los medios y no toman medidas ante los hechos. La especulación es el actor social más preponderante de la coyuntura donde se dirime el accionar del gobierno, la lucha sindical y los levantamientos de los trabajadores desempleados.

AJI 20

(Colaboración especial desde Jujuy para La Llamarada)

1.  Cotexto (semiótica) representa un signo de diferentes características que el signo que se estudia. Ejemplo: lass ilustraciones que acompañan a un texto literario son cotexto de ese texto. (Magariños, 2008) 2.  “Bailecito Obrero con aires de Deja Vu” La Llamarada. Revista de Discusión Política N° 19 Junio - Julio 2014 pag. 13 3.  Documento Junta interna ATE-INDEC ¿Cuánto debería ser nuestro salario como mínimo? 13-02-2015 4.  Contra los $8941,59 calculados en el Bailecito Obrero con aires de Deja Vu


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Apuntes sobre la juventud trabajadora Hace cientoveintinueve (129) mayos se producía la "Masacre de Chicago" sobre trabajadores que luchaban por instaurar la jornada laboral de ocho horas, por salario y condiciones dignas trabajo. Inmersos en una memoria histórica de lucha de nuestra clase, nos proponemos un repaso sobre las nuevas formas de explotación que siguen oprimiendo a los hombres y mujeres de nuestra clase. En este caso, sobre una realidad que afecta sobre todo a la juventud. A la entrada de Aschwitz, el campo nazi de exterminio, un gran cartel decía: el trabajo libera. Más de medio siglo después el empleado o el obrero que tiene trabajo debe agradecer el favor que alguna empresa le hace permitiéndole romperse el alma día tras día, carne de rutina, en la oficina o en la fábrica. Encontrar trabajo, o conservarlo, aunque sea sin vacaciones, ni jubilaciones, ni nada y aunque sea a cambio de un salario de mierda, se celebra como si fuera un milagro1. Eduardo Galeano

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ebemos comenzar por enmarcar la situación de los jóvenes trabajadores argentinos en un contexto mundial: luego de la crisis del 2008, los jóvenes representan el 40% de la población desempleada mundial, y entre los ocupados, son el 24% del total de los trabajadores pobres en el mundo2. Es decir, la tasa de desempleo juvenil es casi de dos veces y media (2,3) mayor que la del total de la población y de más de tres veces (3,1) que la de los adultos mayores a 25 años3. En Argentina, el 77,1% de trabajadores jóvenes sufren alguna modalidad de precariedad laboral, ya sea por el tipo de contratación, por los ingresos o por las condiciones mismas del proceso laboral. La mayoría se encuentra en un círculo vicioso pasando constantemente del trabajo precario a la desocupación. El 85% de ellos ingresa al mercado laboral por la vía informal y el 60% no logra salir de esa condición. Más de la mitad de estos jóvenes empleados (el 54,8%) percibe retribuciones inferiores al salario mínimo, lo que afecta a más de un millón de jóvenes. Mientras del total de los asalariados un tercio no está registrado, en el caso de los jóvenes, este porcentaje casi se duplica (alcanza el 58,7%) afectando a 701 mil asalariados de 18 a 24 años4. La proporción de jóvenes que busca trabajo y no lo consigue es mayor al doble de la tasa de desocupación de la población total (16,7% vs 6,9%). De los casi 2,3 millones de jóvenes que buscan trabajo, cerca de 400 mil no lo consiguen5. Si bien la Tasa de desempleo juvenil descendió a partir de 2003, luego de la profunda crisis de la Argentina en 2001, las políticas orientadas a este sector no han sido eficaces ya que ahora, en vez de desempleo, los jóvenes padecen precarización. Es decir, 1.750.000 personas de 18 a 24 años de edad, casi 8 de cada 10 trabajadores jóvenes sufren precarización.

Las cosas no son así, están así La desocupación y la precariedad de los trabajos que consiguen los jóvenes están determinadas por el desarrollo del mercado. Sus consecuencias se acentúan en la población más pobre, desembocando en un circuito que tiende a perpetuar las condiciones de pobreza y a segmentar cada vez más la estructura social6. Desde la década del ’70 a la actualidad asistimos, a nivel mundial, a una ofensiva del capital sobre la clase trabajadora: la tercerización laboral, la flexibilización y el trabajo en negro constituyen elementos característicos del neoliberalismo, sobre todo en países periféricos. En nuestro país, son los métodos de los que se sirvió la clase dominante para recomponer al capital luego de la última dictadura militar, en conjunto con una fuerte desindustrialización con el cierre o privatización de fábricas. Se trata de los propios métodos capitalistas para resguardar y acrecentar su capital. Son “nuevas y mejores” formas de explotación -es decir que permiten extraer mayor plusvalía- y dominación -es decir que están legitimadas y naturalizadas por la sociedad. Esto, nos permite afirmar que los jóvenes no son una excepción en este entramado capitalista y que los mismos métodos no serán erradicados por completo sin un gobierno de los trabajadores. Entre los jóvenes que no estudian (que representan el 54% del total), el 41% tampoco trabaja. Esto es, el 22,1% del total de jóvenes, cerca de un millón de personas entre 18 y 24 años, no estudia ni trabaja, reflejando gran frustración y, en muchos casos, una ausencia de proyección a futuro. Los que crecimos en los ’90, crecimos en un país dónde la clase trabajadora sufría las mayores consecuencias del modelo neoliberal impuesto: enormes tasas de desocupación, inflación y hambre, flexibilización y rotación laboral; precarización y privatización de la educación en todos los niveles, reforma de la Ley de Educación Superior, etc. Esto permitió naturalizar la incertidumbre, el cambio constante y la falta de proyectos. El gobierno kirchnerista, contó con un contexto -viento de cola de la economía internacional a favor, alza del precio de los commodities y un peso devaluado- que le permitió incorporar y reincorporar a gran parte de la clase trabajadora, pero lo hizo a base de la sobreexplotación del trabajo y, como característica principal, bajo los diferentes modos de precarización. Este gobierno, no sólo arrastra numerosas características del neo-

liberalismo, sino que se dedicó a sostener políticas asistenciales que no hacen más que poner parches a los problemas que esperan por soluciones estructurales. Su forma de promoción del ingreso de jóvenes al mundo laboral mediante pasantías o becas de inserción a través de convenios entre organismos estatales y empresas privadas, trae consigo contratos en negro, inestabilidad, carencia de aportes y obra social entre otras formas de precarización laboral. A su vez, las nuevas generaciones de trabajadores están atravesadas por una ausencia de memoria histórica profundizada por la descentralización geográfica, la desconcentración obrera y el traslado de cordones industriales y grandes fábricas a lugares del país sin experiencia de lucha. Esto permite a los grandes capitalistas extremar las condiciones de precarización laboral sin grandes costos. Los jóvenes de nuestra oleada generacional, en la mayoría de los casos, no tienen mayores recuerdos, ni tampoco conoce mucho de la tradición obrera y sindical, al mismo tiempo no carga sobre sus espaldas la mochila de la derrota ni la nostalgia por las conquistas perdidas, que pesa sobre las generaciones anteriores7.

¿Qué nos queda a los jóvenes? Nunca en la historia un Estado burgués solucionó los problemas de la clase trabajadora. Éste se ubica de un lado, con sus intereses de clase dominante, y nosotros de otro. Por eso el camino debe ser de lucha por reivindicaciones y mejores condiciones de trabajo, de arrancarle al Estado y a los explotadores lo que nos pertenece, a la vez que nos formamos y construimos el camino que llevará a la liberación del hombre: el socialismo. Hace algunos años, un poeta escribía ¿qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina?, como Juventud Fernando Deliens estamos fervientemente convencidos que nos queda probar y demostrar que otro mundo es posible. En ese camino andamos, reconstruyendo la memoria colectiva de nuestra clase que nos han arrancado, incorporando nuevas camadas de compañeros y compañeras, construyendo nuevos valores, de compañerismo y fraternidad en los espacios de trabajo. Por eso apostamos a nuevas formas de construcción sindicales por abajo y a la izquierda como es la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas, construyendo y luchando humildemente, lejos de la buro-

cracia sindical y de los políticos burgueses de turno. Porque como decía el Che “Lo fundamental es que la juventud comprenda donde está situada, y cuál va a ser su tarea fundamental. Que no la jerarquice más allá de lo que deba, que no se considere el centro de todo el universo socialista, pero sí se analice un eslabón importante, muy importante, que es el eslabón que apunta al porvenir”8. Juventud de Hombre Nuevo Fernando Deliens Galeano, Eduardo. Patas Arriba La Escuela del mundo al revés. Buenos Aires, Catálogos, 2008. 2 Informe OIT, 2013. 3 La franja etaria entre los 15 y los 24 años es la más afectada, son el 35,4% de los desempleados a nivel global, cifra significativa si se tiene en cuenta que los jóvenes de entre 15 y 24 años sólo componen el 17,3% de la población global 4 Informe ‘Voto joven y empleo. Las paradojas del modelo oficial’ IPyPP, agosto 2013 5 Idem. 6 Informe OIT, 2013. 7 Eduardo Lucita. Centralidad del trabajo, el regreso de lo que siempre estuvo. 8 Discurso en la clausura del seminario “La juventud y la revolución”, organizado por la UJC del Ministerio de Industrias, 9 de mayo de 1964. Ob. Cit., t. 2, pp. 308-318. 1


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